MATEO 2 1
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. 3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: 6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. 7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; 8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. 9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Matanza de los niños
13
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. 16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. 17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: 18 Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron. 19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. 21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. 22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, 23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.
AÑO XXVII, NÚM.52, DOMINGO 26 DE DICIEMBRE DE 2021
Preside: Fam. Fernández Medrano Introito Está llegando el momento, mejor dicho, ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque estos son los adoradores que el Padre quiere. Dios es espíritu, y quienes le rinden culto deben hacerlo en espíritu y en verdad. Juan 4.23-24 BLP Preludio Hno. Jacobo Núñez Cabrera Nos acercamos para adorarle Dios nuestro, ¡que tu poder dure para siempre!, ¡que todo lo que creaste sea para ti fuente de alegría! Cuando miras la tierra, ella se pone a temblar; cuando tocas los cerros, ellos echan humo. Que los pecadores desaparezcan de la tierra, y que los malvados dejen de existir. Dios nuestro, ¡mientras tengamos vida te alabaremos y te cantaremos himnos! Recibe con agrado nuestros pensamientos; ¡tú eres nuestra mayor alegría! ¡Alabemos a nuestro Dios, con todas nuestras fuerzas! ¡Sí, alabemos a nuestro Dios! Salmos 104.31-35 TLA Oración de ofrecimiento Himno: “Al Cristo que ya nació en Belén” (115) Confesión y perdón Ministro: Nosotros hemos pecado, hemos hecho lo malo; hemos sido muy malvados, como nuestros padres y abuelos. Cuando ellos estaban en Egipto, no tomaron en cuenta tus grandes hechos; no tuvieron presente tu gran amor, y a la orilla del Mar de los Juncos se rebelaron contra ti. Salmos 106.6-7 TLA Oración personal / Oración audible Unidos/as: Mi Dios me perdonó todo el mal que he hecho; me devolvió la salud, me libró de la muerte, ¡me llenó de amor y de ternura! Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas! Mi Dios es un juez justo que reconoce los derechos de la gente que sufre. Salmos 103.3-6 TLA Himno “Mi corazón tú examina hoy” (343) Saludo fraterno Saludos a la comunidad Himno: “Saludo del cristiano” (429)
Venimos al trono de su Gracia Cuídame, Dios mío, porque en ti busco protección. Yo te he dicho: «Tú eres mi Dios; todo lo bueno que tengo, lo he recibido de ti. Sin ti, no tengo nada». Salmos 16.1-2 TLA Oración de intercesión Himno; “Vé, di en las montañas” (136) Su Palabra nos habla Lectura del Antiguo Testamento Lectura del Nuevo Testamento
Salmos 62.1-10 Mateo 2.1-23
Atentos a su mensaje “El fiel cumplimiento de la promesa de Dios” Pbro. Héctor Mendoza Núñez Confirmación y respuesta Himno: “Tu fidelidad” (52) Ofrendamos agradecidos Quienes son generosos, reciben en abundancia; quienes ni sus deudas pagan, acaban en la miseria. El que es generoso, progresa; el que siembra, también cosecha. Proverbios 11.24-25 TLA Himno “Lo nuestro tuyo es” (442) Oración por las ofrendas Enviadas/os en su nombre Que el Dios de la esperanza llene de alegría y paz la fe que ustedes tienen, para que desborden de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu. Romanos 15.13 BLP Bendición pastoral Bendición congregacional coral Himno: “Día en día” (317) Postludio Intereses de la comunidad
ACOMPAÑAMIENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO
El fiel cumplimiento de la promesa de Dios MATEO 2.13-23
C
omo todos los años, en esta navidad recordamos el nacimiento del niño Jesús, cantando los himnos tradicionales, releemos y escuchamos de nuevo el relato de la primera navidad. Imaginamos al coro de ángeles cantando, somos testigos presenciales del anuncio del ángel a María, del enojo de José, de la sorpresa de los pastorcillos, de la visita de los magos; acompañaremos a José, María y Jesús en su huida a Egipto, presenciaremos la sangrienta represalia de Herodes contra muchos niños inocentes. Recordamos, en fin, todos aquellos acontecimientos que, por conocidos, siempre están en peligro de perder su significado. Tal vez por esta razón año tras año celebramos la navidad, para que la relectura del texto evangélico nos lleve a una renovación de nuestro compromiso con el Señor de la navidad y Señor de la Iglesia; para que el significado del nacimiento de Jesús se mantenga fresco en nuestra memoria. Mateo, en el curso de su relato, nos demuestra que Dios actúa y cumple sus propósitos y promesas con o sin el ser humano, y en no pocas ocasiones, a pesar del ser humano. El cuadro que nos presenta el capítulo 2, evoca un choque de las fuerzas humanas egoístas frente a las fuerzas de la voluntad divina de redención. En Mateo percibimos una profunda fe en el Dios de Israel, quien realiza sus propósitos y objetivos muy a pesar de la oposición humana; es decir, que cuando la oposición humana conspira, necia pero inútilmente, contra los planes de Dios, Dios mismo interviene para allanar, reducir y superar los obstáculos que los seres humanos colocan en sus caminos. Desde el principio de su evangelio, Mateo nos da una lección de lo que es la providencia divina, del cumplimiento fiel de sus promesas y planes. Y desde allí comienzan las buenas nuevas, que es el significado del evangelio. Pero sobre todas las cosas, el mensaje del evangelio es de alegría, de seguridad, de paz; es la feliz la noticia de que “Dios está con nosotros” y de que “él salvará a su pueblo de sus pecados”. Así, pues, en esta navidad veamos a Jesús, no con los ojos de Herodes, pues Él no es para nosotros una amenaza. Más bien, veámoslo con los ojos de los magos, y siguiendo su estrella lleguemos hasta Él para adorarle. No hay reino en la tierra que sea eterno, de modo que es ilusorio poner nuestra confianza en los bienes materiales de este mundo. En cambio, si reconocemos a Jesús como el rey de nuestra vida, nuestro futuro está asegurado y “también reinaremos con Él”.
CULTO DE ADORACIÓN Y GRATITUD 2
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NE R O
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2022
Preside: Hna. Edith Martínez Vázquez) “UNA VIDA CONFIADA AL CUIDADO DE DIOS” BASE BÍBLICA: MATEO 6.25-34 Por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. APOCALIPSIS 1.9b MATAGALPA 1081, SAN PEDRO ZACATENCO, ALCALDÍA GUSTAVO A. MADERO, 07360, CIUDAD DE MÉXICO Tel. 55 5586 6986, www.igl-ammi-shadday.blogspot.com
Pastor: Pbro. Héctor Mendoza Núñez (5564831567) Secretario del Consistorio: A. I. Lauro B. Adame Brito (555781 6736)