MONSIVÁIS Y LA BIBLIA REINA-VALERA (II) Carlos Martínez García Protestante Digital, 3 de julio de 2010 Más recientemen te, en el 2004 y el 2008, […] hizo detenida mención de su traducción preferida de la Biblia. En el primer caso subrayó el tópico en la conferencia de apertura del Segundo Simposio Internacional sobre el Protestantismo Evangélico en América Latina y el Caribe, que tuvo lugar en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. […] Los asistentes le escucharon varias menciones a la Biblia en su gustada versión antigua. De la misma manera que elogió a los traductores de la Biblia a lenguas indígenas. Incluso afirmó que debería organizarse un acto de reconocimiento a los traductores del Instituto Lingüístico de Verano, organismo tan denostado por la izquierda latinoamericana muy influida por un catolicismo que percibe como intrusos indeseables a los misioneros protestantes. En el 2008, y en el marco de hacerle entrega del Premio de Derechos Humanos Miguel Caxlán, en el programa incluimos la lectura de pasajes bíblicos. Ensayamos la ceremonia, y en ese acto previo distribuí a los estudiantes del Seminario Teológico Presbiteriano de México las secciones a leer públicamente, les reiteré que debían estudiar bien los
pasajes asignados en la versión antigua de Reina-Valera. Ya en el acto de entrega del reconocimiento, los estudiantes pasaron a realizar las lecturas, pero por una confusión de su parte las hicieron en la Reina-Valera de 1960. Inmediatamente constaté el desasosiego de Carlos, ya que estaba sentado a su lado, y estuve seguro de que algo diría al respecto en su discurso. Así fue. Monsiváis comentó a los presentes en la ceremonia sobre su preferencia por la antigua versión. Volvió a encomiar esa traducción, y aunque dijo entender el cambio por parte de las iglesias protestantes y evangélicas hacia versiones más contemporáneas, justificó la permanencia de la Biblia de 1909; tanto por las evocaciones emotivas que ella le despertaba como por su belleza lingüística. En Tuxtla Gutiérrez, […] en 2002, me correspondió hacer una semblanza de Carlos Monsiváis […].Ya en el avión, la charla derivó al libro tatuado en su ADN, la Biblia. Justo una fila delante de nosotros iba un adolescente que leía precisamente la Biblia. Monsiváis le solicitó le prestara un momento Las Escrituras. Ya con el ejemplar en sus manos rápidamente localizó el Salmo 19, al mismo tiempo que corroboraba que se trataba de la versión Reina-Valera de 1960. Entonces cerró el libro y comenzó a reproducir de memoria la versión de sus afectos. A miles de metros de altura le oí comenzar: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos. El un día emite palabra al otro día, y la noche a la otra noche declara sabiduría…”.
LA BIBLIA MÁS ANTIGUA DEL MUNDO, REUNIDA DE NUEVO GRACIAS A INTERNET Protestante Digital, núm. 288, 7 de julio de 2010 Manuscrito biblico Las partes que quedan de la Biblia cristiana más antigua del mundo se volvieron a unir el lunes 6 de julio de 2009 online, lo que ha generado un gran entusiasmo entre expertos bíblicos que aún tratan de desentrañar sus misterios. El Codex Sinaiticus fue escrito a mano por cuatro escribas en griego sobre cuero animal, conocido como vellum, a mediados del siglo IV, hacia la era del emperador romano Constantino el Grande, que abrazó el cristianismo y lo convirtió en religión de Estado. No todo el manuscrito ha resistido los estragos del tiempo, pero las páginas que lo han hecho incluyen todo el Nuevo Testamento, con la copia existente más antigua de los Evangelios, escritos en momentos diferentes después de la muerte de Cristo por los cuatro Evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Las 800 páginas y fragmentos que quedan de la Biblia -tenía originalmente 1.400 páginas- también contienen la mitad de una copia del Viejo Testamento. La otra mitad se ha perdido. “El Codex Sinaiticus es uno de los mayores tesoros escritos del mundo”, dijo Scott McKendrick, responsables de manuscritos occidentales en la Biblioteca Británica. “Este manuscrito de 1.600 años abre una ventana al desarrollo de la primera cristiandad y una evidencia de primera mano de cómo el texto de la Biblia fue transmitido de generación a generación”, declaró. Los textos incluyen numerosas revisiones, adiciones y correcciones hechas durante su evolución a lo largo de los tiempos.