Letra 486, 18 de septiembre de 2016

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A MIS HERMANOS Y HERMANAS CATÓLICAS: ¿EN DÓNDE HAN ESTADO TODO ESTE TIEMPO? Ana Karen Barragán La Jornada de Oriente 14 de septiembre de 2016

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lo largo de los años, la humanidad ha confrontado constantemente ideologías que van contra todo aquello a lo que ha estado acostumbrada, desde temas raciales hasta económicos –todos ellos pasando por crisis, por momentos “para los que no estábamos preparados, pero que los justifican porque– eran absolutamente necesarios”. Muchos dicen que hoy no estamos listos para los matrimonios entre personas del mismo sexo y mucho menos para que éstas adopten; estas aseveraciones me causan mucho ruido, sobre todo, cuando miles de personas salieron el sábado vestidas de blanco a “defender a la familia” en un Estado laico. A esos hombres y mujeres que, por supuesto, llevaron a sus niños, quisiera preguntarles: ¿dónde estuvieron cuando marchamos por los desaparecidos, por los niños de la Guardería ABC o por José Luis Tamayo?, ¿alzaron su voz en contra de los pederastas?, ¿se unieron a la lucha de los jóvenes por la democratización de los medios?, ¿en qué punto de la ciudad estuvieron cuando llevamos las pancartas contra la reforma energética? ¿En dónde han estado todo este tiempo que no los vimos? Además, ¿qué es lo que defienden? Baste decirles que la familia no es

natural, ni en México ni en ningún otro lado. Hoy escuchaba a una doctora en Psicología, experta en el área de Género, aclarar que la “familia” nació hace 10 mil años, es decir, que los otros 50 mil restantes de los que se tiene registro no estaban concebidos bajo esta construcción social. Si su argumento está en las Sagradas Escrituras, habría que ponderar la voluntad del Dios que tanto veneran, si ustedes quieren fervientemente responder al Evangelio: ¿cómo actúan diariamente? ¿de veras se respetan? Y si su argumento es del Antiguo Testamento: ¿cumplen con el mínimo de los Diez mandamientos? ¿están completamente seguros de que no han sido corruptos, no han robado, no han sido infieles, no han mentido? Pero, sobre todo, ¿de veras que han amado? Lo que parece toda esta organización de marchas ideológicas, es más bien un acarreo a modo. En el que el respeto al otro no existe, en el que el discurso de odio se disfraza de libertad de expresión; seguro que hay muchas posturas legítimas pero que ciertamente no responden a los valores inalienables de cada persona o si lo quieren llamar así, a los evangélicos. A todos y todas las mexicanas que se vistieron de blanco y se organizaron, les recordamos que nuestro país es laico – nos parezca o no a los católicos– y que hay muchas luchas más que los esperan, que reclaman su participación y sus pancartas. Dejemos de ser la contradicción que tanto daña a nuestro país.

DE TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN A POETA Rubem Alves

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urante algunos años he estado caminando en la dirección contraria, lo cual le da un sentido de exilio, de soledad. Pero no tengo otra elección. Tengo que ser honesto con lo que siento. Ustedes recuerdan la película Sociedad de poetas muertos. En la primera lección, el profesor muestra una fotografía en la que todos están muertos. La lección tenía que ver con la breve fórmula latina carpe diem, "disfruta el día". Vive el día al máximo. Enfrentar la muerte con esa visión. Tus ojos comienzan a ver lo que es esencial. Albert Camus era muy joven, con menos de treinta años, cuando dijo lo siguiente: “Si durante el día el vuelo de los pájaros parece no tener destino, cuando llega el crepúsculo uno podría decir que ellos encontraron de nuevo una dirección. Ellos vuelan hacia algo. Ellos ven de modo diferente”. Así son mis maneras de enfrentar la visión de Dios. No puedo hablar acerca de la visión de Dios porque no soy Dios. Sólo Dios puede hablar acerca de su visión. Yo sólo puedo hablar de mi visión acerca de ella. Porque no estoy hablando sobre Dios sino de mí mismo. Esto tiene que ver con los ojos, con la manera en que yo veo. Es muy fácil dibujar una pintura de la visión de Dios. Si abrimos el libro de Isaías y pintamos lo que hay allí: el fin de las armas, la armonía entre los seres humanos y la naturaleza y todos jugando como niños. Es curioso. Parece que tomamos muy seriamente el negocio de librarnos de las armas, pero no hacemos lo mismo con el hecho de hacernos como niños y jugar. Aún usamos corbatas. Pero es muy fácil. Cualquier exegeta lo puede hacer. El único problema está en que resulta totalmente inútil, nadie es convencido por eso. Sabemos que es inútil. Me parece que nosotros en las iglesias aún nos movemos por una especie de pedagogía cartesiana. Descartes hablaba acerca de las ideas claras y definidas. Él hablaba de la necesidad de tener la imagen clara. Si es así, entonces se sigue la conducta. Esto no es verdad. La visión no tiene que ver con los ojos. Un poeta portugués comentaba que no es suficiente tener ojos para ver. Y William Blake, un gran teólogo, decía: “El tonto no ve el mismo árbol que el sabio”. La visión es una cualidad interior. Es inútil desarrollar formas de análisis para tener un conocimiento preciso de la realidad. Eso no nos ayuda en el proceso para obtener la visión. Recuerden el mito de Edipo. Edipo era muy inteligente, era capaz de descifrar el enigma de la Esfinge. Pero había lago que era incapaz de descifrar: su propio enigma. Quien lo descifró fue Tiresias, el vidente, que era ciego. Para que uno vea con el alma tal vez sea necesario ver menos con los ojos. Esta es la visión de Dios del sueño.


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