barato tener un pastor que un ejército de psicólogos. En lo personal, no estoy seguro de que este argumento pueda mantenerse por mucho tiempo, porque existe una voluntad de tener una sociedad más laica. El futuro se encuentra por lo tanto más del lado de las situaciones de Ginebra y Neuchâtel, donde los miembros de la Iglesia pagan sus impuestos eclesiásticos de forma voluntaria. Pero hay que hacer notar que Neuchâtel dispone de una Iglesia extremadamente dinámica, a pesar de los drásticos recortes presupuestales en la última década. Los fieles que permanecen están muy comprometidos. Los conflictos entre católicos y protestantes se apaciguaron desde la década de 1960 y el ecumenismo ha progresado. ¿Puede decirse que hay nuevos “enemigos”, por ejemplo el Islam? Advierto que no son las personas con la más rica vida espiritual las que están en esa lógica de la confrontación con los “enemigos”. La Unión Democrática del Centro, que defiende a lo largo y a lo ancho los valores cristianos de Suiza, es el partido que recibe las respuestas más negativas de la Federación de Iglesias Protestantes de Suiza y de la Conferencia de Obispos. De hecho, las grandes Iglesias están en una lógica de diálogo y no de confrontación. ¿Las Iglesias privilegian el diálogo porque han evolucionado o porque ahora son demasiado débiles para luchar? Ambos... La Iglesia ha perdido su papel de encuadrar a la sociedad, así que se vive cosas más espirituales. Asistimos a una reconcentración de los valores. Tal vez la Iglesia Católica se considere aún lo suficientemente fuerte como para ir al combate en algunos temas. Y una iglesia evangélica puede todavía permitirse partir en guerra contra el aborto o la homosexualidad. Pero las Iglesias refor-
madas no van a hacerlo, puesto que han influido mucho en la sociedad y han sido fuertemente influidas por ella. Estamos en un proceso de apertura que ha sido valorado desde la década de 1960. El “enemigo” es quizás el abandono y la negación de toda vida espiritual, pero ciertamente no el católico ni el musulmán. Pero tal vez una pequeña guerra interna en el protestantismo no es de excluirse, cuando se ven por ejemplo todas las polémicas sobre el establecimiento de una formación de pastores en la Suiza de habla francesa... ¿Qué representa este aniversario de la Reforma para los protestantes suizos? ¿La oportunidad de regocijarse, de darse un nuevo aliento? No es una cuestión de regocijo, porque una gran parte de la gente lamenta el cisma del siglo XVI. Lutero fue un monje católico que solamente quería reformar la Iglesia, no crear una nueva. Pero esta es una oportunidad para reflexionar sobre su historia y tal vez de descubrir finalmente una identidad. Este aniversario podría ser un nuevo aliento para las iglesias luteranas y reformadas. El protestantismo en Suiza Se considera que el origen de la Reforma se remonta a la publicación de las 95 tesis de Martín Lutero, el 31 de octubre de 1517, en Alemania. La mayor parte de esas tesis combatían la práctica de la venta de indulgencias (reducción del tiempo de permanencia en el purgatorio a causa del pecado) para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro. A Suiza llegó desde muy pronto (1520) el protestantismo. Los dos reformadores más conocidos son Ulrich Zwingli (Zúrich) y Juan Calvino (Ginebra). La reforma se extendió principalmente en las zonas urbanas (Basilea, Berna, Ginebra, Zúrich), y en ocasiones también fue impuesta militarmente. […]
¡SÍGUEME! Marthita Aguilar Arellano SÍGUEME: ES EL DESAFÍO, LA ESPERANZA, EL RETO. Desafío porque hay que dejarlo todo; hasta negarse a sí mismo, volver la otra mejilla; dejar no solo la capa, sino también la túnica, llevar la carga no solo la primera milla, sino aún hasta la segunda. Mas Tú, que lanzas el desafío y el reto, haz de llegar Tú mismo hasta el Calvario, y qué mayor negación de sí mismo, que siendo Hijo de Dios te despojaste de tan alta investidura tomando forma de hombre y de siervo obediente hasta la cruz. Pero no obstante lo que has hecho, me pides demasiado, ¿podrías esperar un poco? Tú sabes... tengo que pensarlo. Pero además de desafío, está la esperanza, "¡ya no estarás solo!", es Tu promesa, la lucha de cada día ha perdido el sin sentido nihilista de la sinrazón; pues Tu promesa es para ¡todos los días, hasta el fin del mundo! Y más allá del mismo. Sígueme y Yo te haré descansar. Sígueme y aprenderás a ser manso y humilde de corazón. Sígueme y ya no cargarás con el peso absoluto que produce el rencor, y aprenderás a perdonar hasta setenta veces siete. Sígueme y aprenderás que Dios es Espíritu absoluto y que, por eso, puede demandarlo todo. "Sígueme" es el reto, porque seguirte implica negarme a mis propios intereses,