iglesia”, explica el teólogo alemán. En El Salvador, en tanto, surgió una figura emblemática, el obispo Medardo Gómez. "Él fue un ejemplo para muchos países de cómo la iglesia luchó a favor de los derechos humanos y sufrió mucho por la dictadura, sin abandonar nunca esa lucha, junto con otras iglesias”, dice Lenski. Desafíos de la Reforma Iglesias luteranas en Latinoamérica promueven hoy un gran número de actividades acordes con los tiempos. Proyectos sociales, justicia de género, medio ambiente, pobreza, violencia o plataformas ecuménicas son temas que atraen a nuevos miembros hacia esta comunidad que se maneja en forma participativa y democrática, a diferencia del modelo jerárquico del catolicismo. En Argentina, el pastor Carlos Nagel se suma a la lucha por una nueva ley de culto, que dé igualdad de oportunidades a todas las iglesias. También muchas congregaciones participan en la educación. La IELA, por ejemplo, tiene diez colegios, además de un seminario teológico. La preparación para el aniversario de la Reforma comenzó hace algunos años, trabajando sobre la actualidad de su mensaje. "La Reforma tuvo mucho que decirles a las familias, al gobierno y también a la iglesia", dice Nagel. "Hoy la gente ya no está bajo la presión de una institución religiosa, pero muchos siguen siendo liberados por el mensaje de la palabra de Dios”.
"Ha sido todo un renacer sobre el tema de la Reforma y el hecho de que es una ciudadana del mundo. Otras iglesias se hacen parte también, pues no es sólo nuestra, es mucho mayor”, destaca Patricia Cuyatti. "La Reforma cuestiona a la sociedad con respecto a la fe. Uno de los lemas de la FLM para el aniversario es "la salvación no está en venta", indica Daniel Lenski, refiriéndose a iglesias pentecostales que invitan a asistir al culto y entregar grandes donaciones. "El concepto luterano es todo lo contrario. Dios te ama, independiente de lo que tienes o haces. Esa afirmación era tan actual en el siglo XVI como ahora, sobre todo viendo la difícil situación en muchos países y cómo algunos quieren lucrar con la religión", agrega. En opinión del teólogo, "la sociedad latinoamericana vive grandes transformaciones políticas, sociales y también en el ámbito de la religión. Es una gran oportunidad para las iglesias luteranas de América Latina ofrecer una perspectiva cristiana basada en los principios de la libertad, de la escritura y del bienestar del ser humano”.
LAS MUJERES OLVIDADAS EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA: KATHERINE SCHÜTZ ZELL (I) Lisandro Orlov ALC Noticias, 26 de febrero de 2015 La reforma protestante es conocida por repudiar la idea medieval católica romana que la virginidad era espiritualmente superior al matrimonio y a la familia. Esto fue positivo para las mujeres porque los roles básicos a los que las confinaron en gran medida ya no fueron considerados viles y pocos honorables. Sin embargo, la fuerte postura de la Reforma contra la vida monástica, y el cierre de conventos, clausurando para las mujeres protestantes, cierra lo que había sido una opción principal para el ministerio de la mujer. Una mujer de espiritualidad e inteligencia excepcionales ya no podía sobresalir por sí misma a través del sistema monástico, tal como ocurrió con Hildegarda de Bingen. Sin embargo, las mujeres protestantes todavía encuentran formas de eludir las restricciones impuestas sobre ellas por las enseñanzas protestantes. Una de esas formas de eludir las restricciones consistió en la de casarse con un líder protestante, y así fue como Katherine Zell (1497-1562) encontró un lugar para su ministerio. No he podido encontrar ninguna información acerca de los primeros años de vida de Katherine Zell: dónde nació, quiénes fueron sus padres, o cualquier otro detalle. En este sentido los prejuicios de la Reforma contra las mujeres en el ministerio puede jugar un papel significativo, ya que mientras la investigación Católica Romana y la documentación de las vidas completas de sus santos parece igualmente cuidadosos tanto de hombres como de mujeres, una mujer en los comienzos de la Reforma tal como Zell parece haber sido de interés para los historiadores protestantes sólo después de su matrimonio con el predicador luterano (y ex sacerdote católico) Mateo Zell. La única información que pude encontrar acerca de la vida temprana de Katherine Zell proviene de sus propios labios: “Desde que tenía 10 años he sido una estudiante y una especie de mujer de iglesia, muy dado a asistir a los sermones. Me encantaba y frecuentaba la compañía de los sabios, y conversé mucho con ellos, no sobre bailes, mascaradas, y otros mundanos placeres, pero sobre el Reino de Dios”. Mateo Zell finalmente fue excomulgado de la Iglesia Católica por casarse, pero Katherine defendió su matrimonio señalando que los sacerdotes católicos de la época eran conocidos por sus amantes y sus seducciones, y que el matrimonio con un sacerdote era el ministerio de una mujer que “levantaba de la degradación moral al clero”. Mateo Zell ciertamente parecía considerar a su esposa como su socia y compañera en el ministerio: Como la misma Katherine dijo, “Mi marido y yo nunca hemos tenido 15 minutos desagradables No podríamos tener mayor honor que morir desechados entre los hombres y crucificados sobre dos cruces y aún allí tendríamos palabras de consuelo de uno para con el otro”.