teniendo lugar en todo el mundo. Recordamos con profunda tristeza a muchos de los que perdieron sus vidas en esta persecución. Pero estamos llamados a seguir los pasos de Jesús. Ésta es nuestra convicción. El cristianismo nos proporciona un camino, una manera de invitar a la Iglesia y a la sociedad a encarnar el camino. El don del Espíritu nos muestra su fuerza, no sólo con palabras y profecía, sino también en nuestras vidas y conducta. Rogamos por poder vivir por adelantado la llegada del Reino eterno, siguiendo este camino. Los presidentes del Consejo Mundial de Iglesias: • Rev. Dra. Mary-Anne Plaatjies van Huffel, Iglesia Reformada Unida en África Austral (Sudáfrica) • Rev. Prof. Dra. Sang Chang, Iglesia Presbiteriana en la República de Corea • Arzobispo Anders Wejryd, Iglesia de Suecia • Rev. Gloria Nohemy Ulloa Alvarado, Iglesia Presbiteriana de Colombia • Obispo Mark MacDonald, Iglesia Anglicana del Canadá • Rev. Dra. Mele’ana Puloka, Iglesia Wesleyana Libre de Tonga • S.B. Juan X, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega de Antioquía y todo Oriente • S.S. Karekin II, Patriarca Supremo y Catholicos de todos los Armenios
LOIDA, ABUELA (I) Margot Kässmann
La palabra “abuela” aparece una sola vez en la Biblia, en la Segunda carta a Timoteo 1,5. Dice así: “Recuerdo tu fe sincera, la que alentaba primero en tu abuela Loida, después en tu madre Eunice y ahora estoy seguro de que alienta en ti». La Segunda carta a Timoteo fue escrita a finales del siglo primero. Un redactor desconocido trató de animar a una comunidad cristiana que se esforzaba por mantenerse fiel a la doctrina del apóstol Pablo. Así, Loida pertenecería a la primera generación que había creído en Jesucristo como Hijo de Dios. Es, por así decirlo, la primera abuela cristiana. Es evidente que educó a su hija Eunice en esta fe y que fue famosa por su compromiso. De otro modo, el autor, que escribe con la autoridad del apóstol Pablo, no la habría mencionado. Loida influyó también como modelo de fe en su nieto Timoteo, a quien inició en la fe cristiana, de manera que desde joven se ocupa de los asuntos de la comunidad. Según la carta, Timoteo se ha quedado en Éfeso, mientras que el apóstol Pablo ha continuado su viaje hacia Macedonia, para terminar finalmente en la ciudad de Roma, donde ahora está encarcelado. Allí, en Éfeso, Timoteo se encarga de instruir en la doctrina y la piedad, en cuestiones relativas a la organización de la comunidad y del estilo de vida. Desde los tiempos de Loida, las abuelas desempeñan un papel crucial en la transmisión de la fe cristiana. ¿A qué se debe este hecho? Si recuerdo a mi propia abuela, se me ocurre que, a veces, las abuelas tienen más tiempo que las madres para los niños.
ANNE ASKEW (1521-1546) 100 Personajes de la Reforma Protestante. México, CUPSA-CMIRP-CB, 2017.
Nació en Stallingborough y murió en Londres. Hija del terrateniente William Askew. Fue una poeta acusada de ser protestante y de negar la doctrina de la transustanciación durante el reinado de Enrique VIII. Describió todo su juicio en The Examinations, donde denunció que la persecución se inició por causa de su rechazo a la autoridad masculina tradicional, pues fue una de las primeras mujeres divorciadas del ámbito anglosajón (su esposo era un ferviente católico) y escapó de su casa cuando se le prohibió predicar o escribir libremente. Dicha obra es uno de los más importantes documentos autobiográficos del tormentoso siglo XVI con que se cuenta y es una evidencia de su inteligencia y sobresaliente valor. Una edición reciente (1996) es de la Universidad de Oxford. En el día de su ejecución en Smithfield, Londres, tuvo que ser trasladada en una silla hasta el poste donde sería quemada viva. La llevaron así porque sus huesos habían sido dislocados, siéndole imposible caminar. En el último momento, antes de que le prendieran fuego, le fue ofrecido el perdón del rey, con la condición de renunciar a su fe, pero ella les respondió con firmeza: “No he venido hasta aquí para negar a mi Señor y Maestro”. Tenía, en el momento de su muerte, el 16 de julio de 1545, sólo 25 años. La obra autobiográfica de Askew narra su persecución y ofrece una mirada única a la feminidad, religión y fe del siglo XVI. Su escritura es revolucionaria porque se desvía completamente de lo que se piensa y espera de las mujeres de su época. Representa una confrontación con figuras de autoridad masculinas de la época que desafió todos los aspectos de la vida: desde su divorcio hasta sus creencias religiosas, lo que la diferenció en Inglaterra como una devota protestante. Su habilidad para evitar la acusación en 1545 señala lo que Paula McQuade llama el “verdadero brillo” de Askew, mostrando que “ella estaba suficientemente familiarizada con la ley inglesa para intentar usar el sistema en su beneficio. Por otro lado, esa obra es un raro registro de su experiencia como una mujer en la Inglaterra de los Tudor, y muestran su posición única en ese mundo como mujer educada. No sólo fue capaz de escribir sus experiencias sino también de medirse con selectos hombres de su tiempo, como John Lascelles y Edward Crome, que también fue arrestado por herejía. Leída como originalmente se pretendía, la obra de Askew es uno de los relatos autobiográficos más importantes de la agitación religiosa del siglo XVI y un testamento de su inteligencia y valor excepcionales. Otras mujeres que sufrieron el martirio en Inglaterra fueron: Elizabeth Young, Joan Waste y Agnes Bonger.