los diversos grupos de religiones protestantes históricas o reformadas, a los cristianos evangélicos, a los pentecostales y a otros grupos bíblicos (como testigos de Jehová, adventistas y mormones), todos en su conjunto representaban 4.9 por ciento en 1990, 7.3 por ciento en 2000, y 9.7 por ciento en 2010. De acuerdo con estos datos, uno de cada diez mexicanos comparte hoy una fe con orígenes en la Reforma protestante. No todos son afectos de votar, ni de involucrarse en los asuntos del César, o mejor dicho, del Estado, particularmente los de las vertientes bíblicas. Sin embargo, apegados a nuestra usual curiosidad de saber cómo vota la gente, ¿a qué partido político son más afines los protestantes y los evangélicos en México? Las encuestas nacionales de El Financiero realizadas en 2016 y 2017 han preguntado la religión como parte de su catálogo usual de preguntas demográficas. Agregando las siete encuestas nacionales nos permite tener siete mil 936 entrevistas en total, de las cuales 925 encuestados reportaron pertenecer a alguna fe o religión de origen protestante, como las mencionadas anteriormente. Esta proporción está ligeramente por arriba de lo que indica el censo de hace siete años, por lo que quizás capta un crecimiento posterior. Las preferencias partidistas según la religión de los entrevistados nos indican que el PAN y el PRI atraen más simpatizantes entre los electores católicos, mientras que los protestantes tienden a preferir en mayor instancia a Morena. Las diferencias no son tan marcadas, pero algo dicen: el apoyo al PAN es cuatro puntos mayor entre los católicos que entre los protestantes, mientras que la brecha en el PRI es de cinco puntos. Por el contrario, Morena atrae un apoyo cinco puntos más alto entre protestantes que entre católicos. El resto de los partidos no muestran diferencias notables, salvo Encuentro Social,
donde el apoyo protestante es dos a uno sobre el católico. Parece que los dos partidos más tradicionales y longevos, PAN y PRI, cuentan con un mayor apoyo católico. En contraste, el partido más de izquierda y más antisistémico, Morena, es el que atrae más votos protestantes. Quién hubiera pensado que el legado de lo que fue anti-sistémico hace 500 años en un pueblo alemán sea hoy lo más anti-sistémico en México rumbo a las elecciones de 2018. Otro aspecto a tener en mente. _______________________________________ JOCABED, MADRE PRIVADA DE SU HIJO (II) Margot Kässmann MÁS TARDE, CUANDO LA MADRE SE CONVENCIÓ DE que no podría seguir escondiendo al hijo, cuando se hizo imposible mantener oculto al alegre chiquillo, fue imperioso preguntarse: “¿Qué hacer? ¿Qué sucederá si los guardias del faraón lo descubren? ¿Qué pasará si algún vecino nos traiciona?”. El embarazo hace extremadamente frágil a la mujer. No sólo experimenta profundos cambios en su cuerpo; la necesaria reorganización de su vida y las fluctuaciones hormonales sobrecargan también su psique. La futura madre se enfrenta ahora a problemas totalmente nuevos, entre los cuales está el de cuidar al hijo que crece en su vientre. ¿Qué va a pasar? ¿Cómo puedo proteger a mi hijo? ¿Cómo voy a crear condiciones que garanticen el pleno desarrollo de mi hijo? Los milenios transcurridos desde entonces han cambiado muchas cosas, las condiciones de vida son hoy muy distintas en el mundo, pero hay algo que sigue siendo igual: los miedos que suscitan en una mujer el embarazo y el parto, los pensamientos y las preocupaciones por la vida que comienza.
MARINA DE GUEVARA (¿?-1559) 100 Personajes de la Reforma Protestante. México, CUPSA, 2017. MONJA ESPAÑOLA QUE, AL MOMENTO DE SU EJECUCIÓN, TENÍA MÁS DE cuarenta años. Participó en el círculo reformista de Valladolid. “Era hija de don Juan de Guevara, vecino de Treceño, en las montañas de Santander. Por su madre, doña Anade Tabar, estaba emparentada con los Rojas y con don Alfonso Téllez Girón. Lorente extracta su proceso, del cual resulta que el arzobispo de Sevilla, movido por los ruegos de sus parientes, tenía interés en salvarla; pero como se negó a declarar muchas cosas que se le preguntaron, y en sus testimonios se contradecía, tuvo que condenarla ‘por’ ficta y simulada ‘confidente’” (M. Menéndez y Pelayo). El testimonio en su contra provenía principalmente de las hermanas y de la madre abadesa, pero también de un hombre que la había visitado y le había hablado a través de una ventana enrejada. El proceso verbal completo es revelador de todo lo que acaecía en un convento. Por otra parte, es preciso saber que algunos de los testigos fueron ellos mismos sospechados y seguidamente ajusticiados. La doctora Cazalla fue a dar un sermón a las monjas y les dijo que las buenas obras no contribuían a la salvación, pero eran la prueba de la salvación. La contribución no es una condición de la salvación, pero sí una señal de la acaecida justificación. Las abstinencias debían ser prescritas como sentimientos interiores. Tres años antes se había sometido a penitencias tan ásperas que la abadesa le había advertido de tener cuidado de su propia salud. La abadesa pidió que a Marina le concedieran recibir la extremaunción, porque parecía en punto de muerte, y dijo que siempre había tenido una conducta absolutamente ejemplar. Fue juzgada culpable de herejía y sometida al brazo secular (es decir autoridad civil, porque la iglesia aborrece desparramar sangre). Después de la proclamación de la sentencia, el auto de fe lo presenciaron el rey Felipe II y su hermana Juana de Portugal, junto con el príncipe heredero don Carlos, la corte y los prelados, todos sentados en la tribuna pública de la plaza de Valladolid, el 8 de octubre de 1559. Bibliografía Roland Bainton, “Mujeres de la Reforma: Marina de Guevara”, en Women of Reformation, en ALC Noticias, 26 de octubre de 2015, http://alc-noticias.net/es/2015/10/26/mujeres-de-lareforma-marina-de-guevara/, traducción de versión italiana, de Lucy Tufani; “Segundo auto de fe, día 8 de octubre”, en Juan Antonio Llorente, Historia crítica de la Inquisición de España [1870], http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080015867_C/1080015872_T4/1080015872_012.pdf); José Ignacio Tellechea Ydígoras, Doña Marina de Guevara, ¿monja cisterciense luterana? Edición y comentario de un proceso inquisitorial. Madrid, Fundación Universitaria Española, 2004.