TALLER DE LITURGIA Y ADORACIÓN CARACTERÍSTICAS Y DIRECCIÓN DE LOS CULTOS INTRODUCCIÓN • Quien conduce o guía el culto no es un “maestro de ceremonias”. • Dirigir el culto consiste en contribuir a crear la mejor atmósfera litúrgica. • Por ello, debe haber equilibrio entre la iniciativa de quien preside y el espíritu (o propósito) del culto en cuestión. 1 . C U L T O D E C O M U N I Ó N Y A P E RT U RA • Por ser inicio de mes, debe anunciarse y subrayarse la nueva temática a desarrollarse. • El culto se encamina hacia la celebración eucarística: todo deberá estar subordinado a ello. • El director/a deberá canalizar la “energía litúrgica” hacia la relación entre alabanza, Palabra y el sacramento. 2 . C UL T O D E R E FL E X IÓ N Y AN IM AC IÓ N • Dada la centralidad de este año en la evangelización, este culto deberá preparar el ánimo para el siguiente. • Para tal fin, deberán estimularse los aspectos prácticos (invitación de personas, especialmente) y de fondo, sobre todo, el carácter de esta tarea central para la misión de la iglesia. • La conducción puede expresar, sin sobrecargar el uso del tiempo, la necesidad de compartir el mensaje cristiano.
3 . C ULTO DE EV ANGELIZ AC IÓN • Dado su énfasis, este culto deberá abreviar muchos aspectos “rutinarios”. • Quien presida deberá considerar todo el tiempo la eventual presencia de personas no tan familiarizadas con el culto, a fin de dar algunas explicaciones. • La dirección del culto debe valorar adecuadamente la necesidad de subrayar el propósito del culto mediante algunas observaciones oportunas. • “Aligerar” el culto no quiere decir que se reducirá el peso de los diferentes aspectos litúrgicos (alabanza, confesión, ofrenda, etcétera). • La persona que presida deberá valorar la manera en que canalizará el enfoque elegido por el predicador/a para plantear una eventual invitación a las personas que hayan escuchado el mensaje evangelizador. 4. CULTO DE AVANCE Y CONSOLIDACIÓN • Este culto deberá mirar hacia “atrás” (el culto del domingo anterior) y hacia “adelante” (en el sentido de la “proyección evangelizadora”). • Al retomar los elementos de un “culto normal”, el director/a puede recapitular lo acontecido en los tres cultos anteriores. • Es muy importante que este culto promueva la consolidación de los expuesto en los anteriores a fin de que la retroalimentación sirva para los propósitos del plan anual.
LOS HOMBRES D EL MA ESTRO (IV) ANDRÉS Joseph Macrory EL NOMBRE "ANDRÉS" (DEL GRIEGO ANDREIA, HOMBRÍA O VALOR), como otros nombres griegos, parece haber sido común entre los judíos del segundo o tercer siglo antes de Cristo. San Andrés, el Apóstol, hijo de Jonas, o Juan (Mateo 16.17; Juan 1.42), nació en Bethsaida de Galilea (Juan 1.44). Fue el hermano de Simón Pedro (Mateo 10.2; Juan 1.40). Ambos fueron pescadores (Mateo 4.18; Marcos 1.16), y al comienzo de la vida pública de Nuestro Señor ocuparon la misma casa de Capernaum (Marcos 1.21, 29). Por el cuarto Evangelio aprendemos que Andrés fue discípulo del Bautista, cuyo testimonio condujo a Andrés y a Juan el Evangelista a Jesús (Juan 1.35-40). Andrés inmediatamente reconoció a Jesús como el Mesías, y se apresuró a presentárselo a su hermano Pedro (Juan 1.41). Desde entonces los dos hermanos fueron discípulos de Cristo. En otra ocasión, antes del llamado final al apostolado, fueron llamados a una compañía más cercana, y luego dejaron todo para seguir a Jesús (Lucas 5.11; Mateo 4.19-20; Marcos 1.17-18). Finalmente, Andrés fue elegido para ser uno de los Doce; y en las varias listas de Apóstoles dadas en el Nuevo Testamento (Mateo 10.2-4; Marcos 3.16-19; Lucas 6.1416; Hechos 1.13) siempre aparece entre los primeros cuatro. La única otra referencia explícita a él en los sinópticos aparece en Marcos 13.3, donde se nos dice que se unió con Pedro, Santiago y Juan para proponer la cuestión que condujo a Nuestro Señor a dar su gran discurso escatológico. Además de esta exigua información, aprendemos del cuarto Evangelio que en ocasión de la milagrosa alimentación de los cinco mil, fue Andrés quien dijo: "Hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados: pero ¿qué son estas cosas para tanta gente?" (Juan 6.8-9); y cuando, unos pocos días antes de la muerte de Nuestro Señor, algunos griegos le preguntaron a Felipe si ellos podrían ver a Jesús, Felipe refirió el tema a Andrés como a quien tiene gran autoridad, y luego ambos se lo anunciaron a Cristo (Juan 12.20-22). Como sucede con la mayoría de los Doce, Andrés no es nombrado en el libro de los Hechos, a excepción de las listas de los Apóstoles, donde el orden de los cuatro primeros es Pedro, Juan, Santiago y Andrés; tampoco hay mención alguna de Andrés en las epístolas ni en el Apocalipsis.