ahora que Cristo ha llamado, Pedro debe salir de la barca para ir a él. De hecho, el primer paso de la obediencia es ya en sí mismo un acto de fe en la palabra de Cristo. Pero desconoceríamos por completo la fe en cuanto fe si concluyésemos de todo esto que el primer paso es innecesario puesto que ya existe la fe. A este razonamiento conviene oponer la frase: Hay que haber dado el paso de la obediencia, antes de poder creer. El que no es obediente no puede creer. __________________________________
PUBBLICADO EL “LLAMAMIENTO DE ARUSHA AL DISCIPULADO” Los participantes de la Conferencia Mundial sobre Misión y Evangelización (CMME) del Consejo Mundial de Iglesias hicieron público un “Llamamiento al discipulado” el 13 de marzo, último día de la conferencia. Más de mil personas comprometidas con la misión y la evangelización y procedentes de diferentes tradiciones cristianas de todo el mundo se reunieron en Tanzania con motivo de la CMME. “A pesar de algunos destellos de esperanza, hemos de considerar las fuerzas de la muerte que están alterando el orden mundial e infligiendo sufrimiento a muchas personas”, dice la declaración. “Observamos la sorprendente acumulación de riqueza que se debe a un sistema financiero mundial que enriquece a unos pocos y empobrece a muchos”. Este sistema imperial mundial ha convertido al mercado financiero en uno de los ídolos de nuestro tiempo y ha fortalecido las culturas de la dominación y la discriminación que siguen marginando y
excluyendo a millones de personas, continúa la declaración. “El discipulado es un don y un llamamiento a colaborar activamente con Dios para transformar el mundo”, recoge la declaración, que luego pasa a enumerar las múltiples maneras en que las personas podrían seguir el llamamiento a un discipulado transformado y transformador. “Estamos llamados a proclamar las buenas noticias de Jesucristo –la plenitud de la vida, el arrepentimiento y el perdón de los pecados, y la promesa de la vida eterna– de palabra y obra, en un mundo violento donde muchos son sacrificados a los ídolos de la muerte y muchos todavía no han oído el Evangelio”, recoge uno de esos llamamientos. Otro dice: “Estamos llamados a discernir la palabra de Dios en un mundo que comunica muchos mensajes contradictorios, falsos y confusos”. Los participantes describieron asimismo su llamamiento a cuidar de la creación de Dios y a solidarizarse con los países que se ven gravemente afectados por el cambio climático. “Estamos llamados como discípulos a pertenecer juntos a comunidades justas e incluyentes, en nuestra búsqueda de la unidad y en nuestro camino ecuménico, en un mundo que se basa en la marginación y la exclusión”, continúa la lista. En el documento también se hace hincapié en derribar las barreras y buscar justicia para las personas que son desposeídas y desplazadas de sus tierras, incluyendo a los migrantes, los refugiados y los solicitantes de asilo, y en oponerse a las nuevas fronteras que separan y matan. “Estamos llamados a seguir el camino de la cruz, que cuestiona el elitismo, los privilegios y el poder personal y estructural”, concluye el documento. “Estamos llamados a vivir a la luz de la resurrección, que ofrece posibilidades de transformación llenas de esperanza”.
LOS HOMBRES DEL MAESTRO (VII) JACOBO (SANTIAGO EL MAYOR) A. Camerlynck EL HIJO DE ZEBEDEO Y SALOMÉ (CF. MT 17.56; MR 15.40; 16.1). Zanh consigna que Salomé era la hija de un sacerdote. Santiago es designado "el Mayor" para distinguirlo del apóstol Santiago "el Menor," quien probablemente era más corto de estatura. No sabemos nada de los inicios de la vida de Santiago. Era hermano de Juan, el amado discípulo, y probablemente el mayor de los dos. Sus padres al parecer eran personas acomodadas como consta en los siguientes hechos: Zebedeo era un pescador del Mar de Galilea, que probablemente vivió en o cerca de Betsaida (Jn 1.44), tal vez en Cafarnaúm; y disponía de algunos remeros o peones como sus asistentes comunes (Mr 1.20). Salomé era una de las devotas mujeres que en adelante siguieron a Cristo y “cuidaban de su asistencia” (cf. Mt 27.55; Mr 15.40; 16.1; Lc 8.2; 23.55; 24.1). San Juan era conocido del sumo sacerdote (Jn 8.16); y tuvo que haberse encargado de ahí en adelante de proveer por la Madre de Jesús (Juan, xix,27). Es probable que, de acuerdo con Hch 4.13, que Juan (y por consiguiente su hermano Santiago) no hayan recibido la formación técnica de las escuelas rabínicas; en este sentido carecían de preparación y de ninguna posición oficial entre los judíos. Mas sin embargo, de acuerdo al rango social de sus padres, debieron ser hombres de educación promedio, en los ámbitos comunes de la vida judía. Tuvieron oportunidad frecuente de estar en contacto con la cultura griega y su lenguaje, que para entonces estaban ampliamente difundidos a lo largo de las riberas del Mar de Galilea. Su vida y apostolado El origen galileo de Santiago puede en cierto grado explicar el fuerte temperamento y la vehemente personalidad que les ganaron a él y a San Juan el nombre de Boanerges, "hijos del trueno" (Mr 3.17) ; la estirpe galilea era devota, fuerte, laboriosa, valiente, y la mas fuerte defensora de la nación Judía. Cuando Juan el Bautista proclamó el reino del Mesías , San Juan se volvió discípulo (Jn 1.35); él fue conducido al "Cordero de Dios" y posteriormente condujo a su hermano Santiago al Mesías; el obvio significado