EL GA LI MA T ÍA S AC T UAL DE LA LA IC IDAD EN MÉXICO ( III) La perspectiva de los derechos humanos es la que adopta explícitamente la Constitución; se tiene la expectativa de que juegue un papel importante en las políticas de civismo en todos los niveles del gobierno. Sin embargo, desde hace varios años existe en México un movimiento católico y evangélico de oposición a los derechos humanos, que se expresa a favor de los valores tradicionales de la heterosexualidad, y desde luego tiene un deseo abierto de influir en el contenido del civismo. En este contexto, la Cartilla moral y la insistencia del presidente López Obrador de que México requiere “una constitución moral” provoca críticas: es difícil no interpretar esta acción como un intento de frenar la educación en derechos humanos y de fomentar una educación de moral cívica más cristiana (“De la cartilla moral a la reforma educativa”, en Letras Libres, 2 de julio de 2019).
En ese sentido, el gobierno de AMLO ha tenido que cargar con la incomprensión del sector más duro de las iglesias evangélicas que lo acusan de promover la “ideología de género”, de modo parecido a como se están comportando grupos afines en otros países latinoamericanos. La reciente asamblea de la Organización de Estados Americanos en Medellín, Colombia, en la que varias organizaciones de esta tendencia se hicieron presentes (Jacobo García, “Derrotada la iniciativa encabezada por Colombia para reformar la defensa de Derechos Humanos en la OEA”, en El País, Madrid, 28 de junio de 2019: “Para muchas organizaciones civiles, detrás de la oleada conservadora encabezada por el gobierno de Iván Duque de Colombia, Sebastián Piñera de Chile, Jair Bolsonaro de Brasil, Mauricio Macri de Argentina o Mario Abdo de Paraguay, está también un poderoso lobby religioso con
alcance internacional. Una fusión de grupos evangélicos y católicos, donde juega un enorme peso la estadounidense Alliance Defending Freedom (ADF), y que firmó en junio de 2017 en México su acta fundacional, suscrita por 670 parlamentarios de 18 países de América Latina. En ella expresan su rechazo a que las resoluciones de la OEA y de la Comisión, así como los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, obliguen a los estados miembros a modificar sus leyes locales ‘en asuntos relacionados a la vida, la familia y la libertad religiosa’”.) […] López Obrador ha estado presentando un flanco notoriamente débil al insistir, una y otra vez, en una interpretación sumamente cuestionable, laxa y superficial, de la laicidad, y en la reiterada intención de influir en la “espiritualidad” de la población, lo que se ha señalado también como un gran despropósito. Incluso, se tomó una determinación formal que contraviene abiertamente varios artículos constitucionales, sobre todo el 40 y el 130: la modificación del reglamento interior de la Secretaría de Gobernación a fin de asignar tareas a las iglesias o asociaciones religiosas a favor de las políticas del régimen actual. La modificación del artículo 86, inciso XIX, acerca de las atribuciones de la Dirección General de Asuntos Religiosos, reza como sigue: “Proponer y coordinar estrategias colaborativas con las asociaciones religiosas, iglesias, agrupaciones y demás instituciones y organizaciones religiosas, para que participen en proyectos de reconstrucción del tejido social y cultura de paz que coadyuven a la consecución de las atribuciones materia de la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos” (Diario Oficial de la Federación, 31 de mayo de 2019). (LC-O)
L A R E CO N S T RU C C I Ó N I N TE G R AL D E L P UE B L O D E D I O S LA HISTORIA BÍBLICA Y NOSOTROS Roberto Estévez, Protestante Digital, 20 de abril de 2015 ¿QUÉ CLASE DE PERSONAS SOMOS NOSOTROS? ¿DE QUÉ CLASE de “material” estamos hechos? Con la nieve se pueden hacer estatuas muy lindas, pero cuando sale el sol desaparecen. Con la arena de la playa es posible levantar castillos muy llamativos, pero cuando sube la marea se los lleva. En ambos casos la fragilidad del proyecto tiene que ver con el material y/o la ubicación. Nehemías era un hombre que en su interior poseía la dureza del acero. Cuando experimentaba la presión de aquellos que trataban de intimidarlo, de inmediato iba a Dios en oración (6.9). Sus cimientos no estaban en la arena movediza sino en una confianza firme en la fidelidad del Omnipotente. Huir del peligro no era parte del plan de Nehemías. Si hubiese optado por una vida sin riesgos se podría haber quedado disfrutando de las comodidades y tranquilidad de la ciudad de Susa. Nehemías suponía que Semaías era uno de sus amigos, pero luego de la sacrílega propuesta se dio cuenta de que no era así. Sus enemigos habían subestimado el carácter del gobernador. Ingenuamente creyeron que el “Tirshata” se iba a asustar cuando uno de los de su “confianza” le informara del peligro. Cualquier individuo se hubiera asustad, pero Nehemías no era un hombre común. Nehemías no se apoca. […] Él es un hombre de oración. No debe tomársele como alguien que se pone a orar por horas interminables y se olvida de sus responsabilidades. Una y otra vez en este libro leemos de sus plegarias. Son cortas y precisas. Algunas se pueden decir en 15 segundos, pues son súplicas de un alma que depende de Dios y sabe que Él puede obrar.