Letra núm. 676, 28 de junio de 2020

Page 1

EL DIOS DE JOB (I) David J.A. Clin es

E

JOB ES UN HIMNO A LA CONDICIÓN inescrutable de Dios. A diferencia de algunas religiones en las cuales la deidad es de suyo incognoscible o casi, en el libro de Job no es que no se pueda saber nada sobre Dios; es más bien que de Dios se sabe —o al menos se puede decir— demasiado para que estemos seguros de que cualquier afirmación que hagamos acerca de él es correcta o errónea. ¿Es una deidad cósmica, tremendamente alejada de las inquietudes humanas, o está íntimamente implicado en la vida y destino de cada ser humano? ¿Es un dios compasivo o un monstruo cruel? ¿Gobierna el mundo según los dictados de la justicia, o le tienen sin cuidado los asuntos humanos? Todas estas posturas son afirmadas por el libro de Job, o al menos por uno de los personajes que participan en sus diálogos. Dentro del libro, todas las voces contradicen a las demás, de manera que ¿a quién hemos de creer? ¿A los amigos, que hablan como teólogos representativos de la piedad hebrea tradicional y ortodoxa? ¿A Job mismo, que lanza acusaciones contra Dios desde el interior de un terrible sufrimiento, y quizá no esté en sus cabales? ¿A Dios, que se niega categóricamente a abordar las cuestiones clave que Job y el libro han estado planteando? ¿O al autor del libro y a su portavoz, el narrador, que se reservan la última palabra que descompone todo cuanto se ha dicho anteriormente? ¿O acaso no se trata de privilegiar una voz sobre otra, de declarar que Job tiene razón y los amigos no, o que Dios tiene razón y el autor no, etcétera, sino de reconocer todas las voces como elementos básicos de un pensamiento serio sobre Dios, cada uno con su percepción, por parcial que sea, de un aspecto de la realidad divina, pero ninguno global, ninguno más allá de la contradicción o la disputa?

Por

L LIBRO DE

supuesto, nos gustaría

encontrar una solución a los problemas del libro, pero quizá esperar

una

solución

sea

demasiado esperar. Si el libro como tal no habla de manera inequívoca, quizá todo lo que debemos intentar sea prestar una escucha abierta pero crítica a todas las voces en su multiplicidad y disonancia. Éste sería un planteamiento tentador. Pero el libro de Job no es el informe de un seminario en el cual todas las voces son iguales. Con su estructura y textura invita a un posicionamiento jerárquico de los participantes, según el cual la voz de los amigos se ha de escuchar como la menos creíble, pues en el epílogo Dios dice que no han hablado correctamente de él (42.7-8). En el mismo lugar se dice que Job ha hablado correctamente, y sin embargo es objeto de la crítica más severa por parte de Dios, y los lectores sabemos por el prólogo que en cualquier caso está en un terrible error acerca de la actitud de Dios respecto a él. Resulta difícil saber si su voz merece más atención que la de los amigos. Podríamos haber pensado que la voz de Dios desde la

tempestad

(caps.

38-41)

impondría

automáticamente la sumisión de todos los lectores del libro, y sin embargo lo que Yahvé dice allí resulta profundamente insatisfactorio para muchos lectores, y la narración del libro, en el epílogo, parece pasar por alto los discursos divinos, con lo cual debilita su fuerza. Así, al final dista mucho de estar claro que se deba atender a una sola y única voz; y en cualquier caso, el poeta ha puesto ante nosotros las palabras de todos los interlocutores para nuestra instrucción y deleite, y tal vez hagamos bien en saborear, en toda su variedad, su reñida conversación acerca de Dios.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.