EL DIOS DE JOB (V): LA VOZ DE YAHVÉ (38-41) David J.A. Clin es
L
os discursos de Yahvé son famosos por su
creación;
negativa a abordar los interrogantes de Job. El
principios no son el
hecho de que no respondan a su problema es
equilibrio, la equidad,
implícitamente un rechazo de la validez de su queja.
la
Yahvé no dice con ninguna de sus muchas palabras
equivalencia,
que Job esté planteando un interrogante equivocado o
piensan Job y todos
pensando con categorías erróneas, pero ésa es la
sus
deducción que se saca de lo que dice.
principios
Mientras que Job ha puesto la cuestión de la justicia como objetivo prioritario, Yahvé no dice nada
pero
retribución
amigos. son
sus
y
la
como Sus más
estratégicos que todo eso. Se concentran en la intimidad, el sustento y la variedad.
de la justicia: únicamente habla de la estructura y
En este discurso, Yahvé conoce su universo
funcionamiento del universo. Si reprende a Job es por
íntimamente. Conoce la anchura de la tierra (38.18), los
establecer sus propios objetivos, sin tener en cuenta el
caminos que llevan a las moradas de la luz y las
designio de Yahvé para el mundo. Las primeras
tinieblas (38.19), el sistema de las estrellas (38.33), el
palabras que dirige a Job son muy significativas:
ciclo de nacimiento de la cabra montés (39.1-3); él
“¿Quién es ese que enturbia el designio / con palabras
implanta los instintos migratorios en los pájaros
sin conocimiento?” (48.2).
(39.26)
y
la
irresponsabilidad
maternal
en
los
La búsqueda de justicia de Job, y su queja de que
avestruces (39.16-17). Este Dios es muy sabio... y tiene
dicha justicia se le está negando, enturbia el hecho de
muchas cosas en la cabeza. Ama el detalle y, aun
que, según estos discursos, Yahvé no se compromete a
cuando adopta la visión más amplia, únicamente
asegurar que la justicia reine en el mundo. Yahvé ha
trabaja con ejemplos.
creado el mundo, con sus sistemas físicos y morales,
En este discurso, el sustento y la crianza son
pero no sigue al detalle lo que sucede en él ni hace las
objetivos clave del orden universal. Trátese del
veces de policía cósmico.
universo físico o del mundo animal, la intimidad divina
La insistencia de Job en la justicia, con el descuido
va
encaminada
a
sostener
la
vida.
Para
esta
consiguiente de otros valores, ha estado oscureciendo
cosmovisión, la creación no es simplemente un
o enturbiando el plan divino, impidiendo que las
acontecimiento pasado; la mañana ha de ser rehecha
intenciones de Yahvé se hagan patentes, y todo ello
cada día por su creador, llamando al amanecer,
debido a que las palabras de Job estaban creando una
agarrando los bordes de la tierra, sacudiendo de su
cosmovisión alternativa.
sitio a Sirio, haciendo subir el horizonte en relieve
Según el discurso pronunciado desde la tempestad,
como arcilla bajo un sello hasta que todo resalta como
las preguntas de Job, por fundamentales que sean
los pliegues de una capa y la luz de Sirio se atenúa
para
mientras las estrellas de la línea del Navegador se van
su
propia
comprensión
y
bienestar,
por
influyentes que sean además en la historia del
apagando una a una (38.12-15).
pensamiento teológico, no son en absoluto preguntas
En esta cosmovisión, el dios de toda la tierra cuenta
interesantes. Existe un orden universal que Yahvé
los meses de preñez de la madre de cada animal
mantiene continuamente desde que lo instituyó en la
salvaje (39.2), imbuye a los caballos salvajes de su
fuerza (39.19), adiestra a los halcones en el vuelo (39.26), proporciona carne fresca a las crías de águila en sus fortalezas rocosas (39.27-30) y a los jóvenes leones en sus guaridas (38.39-40), dirige al cuervo hasta su presa cuando sus polluelos graznan por falta de alimento (38.41). En este discurso, el mundo es otro y enormemente variado. Vive para sí mismo, y si algo desempeña un papel decisivo, si algo sirve para un propósito distinto de sí mismo, es por casualidad. Los propósitos de la estructura universal son infinitamente múltiples, cada uno de sus elementos posee su propia esencia y su propia misión —sea el mar, las nubes, la luz, las tinieblas, la lluvia, las estrellas, la cabra montés, el avestruz, el caballo de guerra o el águila—. Como la “Belleza abigarrada” de Gerard Manley Hopkins, esta visión suscita Gloria a Dios por las cosas moteadas, por los cielos de dos colores como una vaca pinta, por el paisaje delineado y parcelado –aprisco, barbecho y arado–; Y todos los oficios, sus herramientas, aparejos y atavíos.
Es una disertación sin resúmenes, sin oposiciones, sin proposiciones, sin generalizaciones. Funciona con imágenes, y maximiza la repercusión y la influencia. Tiene poco tiempo para la claridad o la lógica. No es el lenguaje de la Summa ni de la Institución, ni siquiera el del Deuteronomio o el de los diálogos del libro de Job. En los discursos divinos, por supuesto, no hay nada acerca de los seres humanos, nada acerca de ética, justicia o días de sesión de tribunal. Es una charla para contables; la tarea de Dios es ser el dirigente e inspirador de la empresa global. En los discursos es donde Dios hace la declaración de su misión, da su visión, su pensamiento empresarial. Lo humano es sólo una de las secciones de la economía global, y a sus problemas específicos no se les puede dar la absoluta prioridad de Dios. En la teología de los discursos divinos no hay ningún problema con el mundo. Yahvé no intenta justificar nada de lo que sucede en el mundo de los asuntos humanos, ni hay nada que tenga que enmendar.
El mundo es tal como él lo diseñó. Su orden universal no asegura la justicia para los rectos o los malhechores, y él personalmente no se compromete a corregir las injusticias que se dan en los asuntos humanos. Mientras que Job consideraba la justicia como un valor supremo (quizá como el valor supremo), se podría decir que los discursos divinos proponen otros valores rivales. En la filosofía política contemporánea, esto se llamaría situación de “pluralismo de valores” –como el que se da en los conflictos entre libertad e igualdad, o entre lealtad a los amigos o a la patria–. El pluralismo de valores haría pensar que incluso un valor tan sumamente apreciado como la justicia podría ser tan sólo un valor entre otros, y que tal vez no haya manera de dirimir todos los conflictos entre valores. Finalmente, en la teología de los discursos divinos se encuentra una respuesta implícita a la pregunta de Satán: ¿Sirve Job a Dios de manera desinteresada? (1.9), con la cual empezaba la entera acción del relato. Esta pregunta, de hecho, ya había sido respondida en el prólogo en el sentido de que Job continúa temiendo a Dios aun cuando se haya eliminado la presunta “recompensa” de su piedad, esto es, su prosperidad. Ha demostrado que es piadoso “sin causa”. El Satán había insinuado que tenía una causa, que era piadoso porque había descubierto que ser piadoso le compensaba: Dios lo había bendecido, y por esa causa reverenciaba a Dios. Ahora bien, en los discursos divinos se responde de nuevo, aunque en un sentido diferente, a la pregunta de si Job sirve a Dios de manera desinteresada; pues dado que niegan que exista un nexo causal entre hechos y consecuencias, se sigue que todo hecho se hace “sin causa”, sin ninguna recompensa propiamente dicha. Ningún acto, bueno o malo, lleva aparejado un pago o una recompensa, pues en el universo no rige principio alguno de retribución. Puesto que nadie es recompensado por temer a Dios, tampoco Job tiene que ser recompensado por temer a Dios. Parece que la vieja teología de la retribución ha quedado finalmente acallada. __________________________________________________________
7 ª REUNIÓN VI RTU AL DE OR ACIÓN Y REF LEXIÓN 17 de julio de 2020