LIBRO DE JOB. RECÓNDITA ARMONÍA. PRESENTACIÓN
E
Víctor Morla l libro de Job es un canto a la dignidad del ser
parece
un
hombre
humano, que trata de superar el mero “estar”
¿Qué descubrió? También lo
para llegar a “saber(se)” a cualquier precio,
ignoramos.
Pero
nuevo.
podemos
incluso contraviniendo convencionalismos sociales e
pensar que su vida se sitúa en
ideologías religiosas. Solo quien se atreve a formular
otro nivel: el de la existencia.
inusuales e incómodos porqués estará en el camino
Job
adecuado para encontrar respuestas. Y eso es lo que
ostracismo, había salido fuera
hicieron los poetas responsables de esta insuperable
de sí y había contemplado el
obra literaria que tenemos entre manos. […]
dolor del mundo. Y el dolor,
Puede que una persona o una determinada circunstancia «saquen» a alguien de su anodina
había
abandonado
su
reflexionado y asumido, es fuente de madurez. […]
subsistencia y le obliguen a hacerse preguntas, que lo
También el libro de Job se hace eco de esa
conducirán a un mejor conocimiento de sí mismo y, al
permanente tensión, bien que en el plano religioso:
propio tiempo, a un estilo de vida digno de llamarse
¿existe una creación, es decir, un diseño moral de la
existencia. Eso es lo que le pasó a Job.
realidad? De ser así, ¿qué sentido tiene entonces la
Nuestro hombre era honrado, cabal y religioso, a
dispersión que siente el ser humano en sí mismo, su
más de propietario de una inmensa cabaña ganadera.
inclinación hacia el bien y hacia el mal, o la ruptura
Tenía muchos hijos e hijas, lo que aseguraba la
violenta entre las naciones? […]
continuidad de su apellido. Nada le faltaba. Por otra
En los discursos de Yahvé desde el torbellino (caps.
parte, gozaba del amparo de su dios, que le había
38–42) se aprecia claramente la contraposición entre
“rodeado de protección por todas partes” (1.10). ¿Pero
armonía y caos. La composición de estos capítulos no
realmente “existía”? ¿Le dejaba ver el exterior de su
es fruto de una sola pluma. En realidad, se trata de un
mundo la cerca protectora de Yahvé? De un dramático
poemario (véase comentario), pero con sus elementos
manotazo de su dios, la empalizada defensiva queda
didácticamente ensamblados por el redactor final de la
destruida y, con ella, sus riquezas materiales y
obra. El primer discurso (caps. 38–39) se centra en el
humanas: su familia.
orden, en la armonía: cosmos y naturaleza animal
Arrojado a la intemperie y enfermo, Job trata de
palpitan al unísono siguiendo las pautas que imprimió
buscar la razón de tal aparente sinsentido. Al principio
en ellos el Creador. El segundo discurso divino (40,6–
se mantiene en la sabiduría recibida y exculpa a su
41,26) nos presenta la otra cara de la realidad: la
dios. Más tarde, sin embargo, estalla en improperios,
existencia del caos y del mal, representados por la
maldiciendo su vida y acusando a su dios de injusticia
figura de Behemot-Leviatán, también creatura de
e inmoralidad. Al final, después de numerosas
Yahvé. El redactor nos ofrece así un llamativo cuadro
preguntas y, sobre todo, después de las preguntas que
impresionista, de trazos fugaces pero precisos, donde
le formula Yahvé en su intervención, nuestro hombre
conviven caos y armonía en un todo indisoluble, pero
se va serenando. No sabemos qué pensaría Job en su
de equilibrio inestable.
interior, pero la impresión que saca el lector es que
Se infiere de aquí que un comentario al libro de Job
doctrinales y su mal disimulada saña, intentaron en
podría llevar como subtítulo “Caos y armonía”, donde
vano reconducir a Job al grex. Lamentablemente la
la cópula reflejaría una tensión no resuelta, que va más
actitud
allá del momento de la percepción de lo Uno y se
desatendida, si no secuestrada, por las iglesias a lo
prolonga necesariamente en la propia existencia y en
largo de la historia, hasta llegar a nuestros días.
la historia. Un hipotético subtítulo “Del caos a la
Desafortunadamente, siguen abundando teólogos
armonía” implicaría no entender el libro de Job. El
gregarios, pensadores orgánicos adictos al órganon
héroe, tras verse expulsado del (falso) orden que se
del poder religioso, que tratan de adormecer o, en el
había fabricado, se percibe a sí mismo y a la
peor de los casos, amenazar con soflamas a quienes se
comunidad humana inmersos en la disarmonía y
toman
concibe el “cosmos” como una entidad amoral, y su
convencionalismos doctrinarios que irremediable e
funcionamiento como una traición a la dignidad
intrínsecamente desembocan en insufribles aporías.
radical
la
de
libertad
Job
de
ha
sido
pensar
culpablemente
al
margen
de
humana. Sin embargo, a través del sufrimiento y de la
¿Cabe Dios en una metáfora? Al que haya leído el
«visión» parece que Job llega a encontrar sentido a la
libro de Job fijándose solo en los trazos gruesos le
coexistencia (¿necesaria?) de orden y caos, que tendrá
recomendaría una o varias relecturas, hasta que
que aceptar también en su propia existencia.
descubriese un imperceptible hilo rojo que atraviesa
Y esto parece ser la vida: la búsqueda de un
intermitentemente la urdimbre del libro: el lenguaje
equilibrio inestable asumido con libertad, la presencia
religioso; más en concreto, sus posibilidades y límites.
de una tensión no resuelta que servirá de tema
Porque el libro de Job sorprende al lector con una
predilecto a todos los cantores de la historia.
doble teo-logía o un doble modelo divino: un dios
Quien, tras haberlo leído, cierre el libro de Job y
mudo y retributivo, maniatado por su insobornable
piense para sus adentros admirado: «¡Qué hermoso
pacto con la justicia (los tres amigos), y un dios atento
libro! ¡Qué renovador y lacerante mensaje!», solo a
que formula preguntas al ser humano (representado
medias lo habrá entendido. Un lector que quiera dar
por Job) para que acabe descubriendo su propia
con la clave del libro de Job y revisar a su luz su propia
verdad y la verdad de su hábitat mundano.
existencia deberá asumir el riesgo de morar para
Y
todo
ello
conduciendo
al lector
por un
siempre entre sus versos, de habitar de forma
embravecido mar de metáforas, por una intrincada
permanente entre las palabras que lo tejen. […]
jungla
de
imágenes,
que
son
aproximaciones
Y el libro de Job no es ajeno a este esquema.
educativas a la singularidad del ser divino, a quien solo
Nuestro héroe vivía feliz en su entorno, colmado de
descubriendo es capaz el ser humano de una
envidiables
y
satisfactoria autocomprensión religiosa. Pero en la
cultivando cómodamente una fe que le proporcionaba
Biblia no existe poema o relato que intente una
sustanciosos dividendos: “No hay nadie como él en la
definición teórica de la esencia divina, sencillamente
tierra” (1.8), le espetará orgulloso Yahvé al Satán. Job
porque no es posible. Ni siquiera desde una
era un reconocible e imitable miembro del grex
disposición apofática.
religioso.
(aunque
Bien
es
convencionales)
verdad
que
virtudes
no
escogió
¿Hay alguien que pretenda saber y se sienta capaz
voluntariamente la intemperie y el ostracismo social,
de explicar lo que Dios no es? Valga de nuevo la
pero esta nueva situación le dio alas para emprender
paradoja de que solo desde el irracionalismo del
un viaje sin retorno, adoptando una actitud egregia
símbolo (Dámaso Alonso dixit) seremos capaces de
desde la que cuestionó la doctrina recepta del
vislumbrar los tenues perfiles del ser de lo que no es.
pensamiento judío.
¡Mejor que escuchemos a los grandes poetas del
A su lado empalidecen las figuras de tres teólogos gregarios: Elifaz, Bildad y Sofar, que, con sus aporías
Antiguo Testamento! ¿Cabe hablar de Dios desde fuera de la metáfora?