Libro del Evangelio - Capítulo 1

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INTRODUCCIÓN

A partir de su primer renglón La Biblia habla de Dios. “En un principio creó ’Elohim (Dios) los cielos y la tierra”. Génesis 1:1 En La Biblia Dios se presenta como la revelación que Él da de sí mismo, por lo tanto podemos decir que La Biblia es la autobiografía de Dios, además revela como alguien puede relacionarse con Él. Todos estos estudios se refieren a lo dicho por el Dios de La Biblia en su palabra acerca del Evangelio. No hacemos referencia a otros dioses ni a los otros libros, todo está basado en lo que dice La Biblia y por lo tanto qué dice el Dios de La Biblia. “ Yo soy YHVH (Yo Soy), y no hay otro, fuera de mí no hay Dios. Yo te he ceñido, aunque no me conoces”. Isaías 45:5

Primera Edición Compilada, Junio 2011. Revisada 2013 La versión bíblica utilizada para esta edición fue, La Textual (BTX) Esta obra no puede ser utilizada ni reproducida total o parcialmente para comercialización, sin la autorización escrita de su autor. 2


AGRADECIMIENTOS “Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el Mesías (Ungido), el cual se dio por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos, amén”. Gálatas 1:3-5 “Porque os hago saber, hermanos, que el evangelio proclamado por mí, no es según hombre; pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesús el Mesías”. Gálatas 1:11-12 PRÓLOGO “Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, así como os amé. Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que Yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las di a conocer. No me elegisteis vosotros a mí, sino que Yo os elegí y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros”. Juan 15:12-17

PROPÓSITO Los contenidos desarrollados en este libro son para salvación. Dios salva por medio del Evangelio y no existe otra manera de recibir este regalo de Dios. Hay que creer en el Evangelio para ser salvo y para creer, se debe conocer el Evangelio. “Pero éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Juan 20:31 “Así que la fe viene por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del Mesías (Ungido)”. Romanos 10:17

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DEFINICIÓN DE TÉRMINOS Estudio 1

“… Porque mi pueblo perece por falta de conocimiento…” Oseas 4:6

INTRODUCCIÓN Antes de estudiar y analizar el Evangelio debemos preguntarnos ¿Qué es el Evangelio?, ¿en qué consiste el Evangelio Bíblico y cuáles son sus implicaciones?. Para dar respuesta a estas preguntas, tendremos que aclarar antes algunos términos que tienen que ver con el Evangelio y su comprensión.

LA BIBLIA Es importante recordar o enterarnos que La Biblia está escrita originalmente en hebreo y en griego antiguo. El Nuevo Testamento en griego y el Antiguo Testamento en hebreo, por lo tanto a las palabras se les debe buscar el significado en dichos idiomas y no en otros. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas, incluyendo el español (dentro de cada idioma existen diferentes traducciones y en el español hay más de 40 de ellas). Para su comprensión tenemos que remitirnos a los idiomas hebreo y griego del tiempo en que fueron escritos y el uso de las palabras en esa época. Un ejemplo de traducción está en Salmos 119:105: “Lámpara a mis pies es tu palabra, y lumbrera a mi camino…” se encuentra en la versión original en griego, que dice: “antorcha” porque en ese tiempo la antorcha era lo que se utilizaba para alumbrar, pero si leemos una traducción del año 1.500 o 1.600 ya no dice antorcha, la cambiaron por “lámpara”, “luz” y dentro de poco utilizarán otro término como bombillo, linterna u otra palabra sinónima, propia de la mecánica del traductor, como una herramienta que él usa para hacer la traducción. La Biblia viene del término griego “TA BIBLIA”, no es un término femenino, es neutro; de ahí proviene la palabra biblioteca, si fuese traducida al español sería LO BIBLOS, que significa colección de libros pequeños. Se imprimió como libro en la Imprenta de Gutemberg a mediados del siglo XV, ya que anteriormente cada libro estaba escrito independientemente, en rollos manuscritos.

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La Biblia está dividida en Antiguo y Nuevo Testamento. El vocablo "testamento" es una mala traducción de la palabra griega "diatheke"; ésta significa pacto o alianza; en este caso su denominación sería Antigua Alianza o Pacto o Nueva Alianza o Pacto. Las Alianzas eran una especie de acuerdo entre Dios y el pueblo hebreo a través de un representante (del pueblo), con una demostración de aceptación de mutuo acuerdo de las partes. Fundamentalmente encontramos tres alianzas. En primer lugar, la llamada "Antigua Alianza" que es la realizada entre Yahvé y Abraham en representación del pueblo; Dios se comprometía a brindarle protección, ayuda constante, de entregarle la tierra prometida, una descendencia muy numerosa y señorío sobre las demás naciones. El pueblo hebreo por medio de Abraham, se comprometía a la fidelidad y aceptación de la voluntad divina. Cada Alianza necesitaba de una demostración de acuerdo de las partes, y esta demostración era por medio de sangre. En este caso, el rito, era la circuncisión por medio de la cual se selló el pacto. La segunda Alianza es la realizada entre Yahvé y Moisés en el Monte Sinaí, en ésta se ratifica la primera y el sello de dicha Alianza fue por medio de un cordero. El Antiguo Testamento, escrito antes de la primera venida del Señor Jesucristo (originalmente escrito en hebreo antiguo y algunas partes en arameo), son “las escrituras” del pueblo judío. El libro que tiene derecho a estar incluido dentro de La Biblia recibe el nombre de “canónico”. Un libro que no tenga este derecho se llama “no canónico” o deuterocanónico que significa fuera del canon. Canon, proviene de la raíz “caña” que significa medida. La caña era una vara con la que los antiguos medían los elementos. Esta proviene del hebreo Ganeh y del griego Kanon. Con el tiempo fue tomando el significado de “norma” (varias acepciones siempre relacionadas con medidas, como por ejemplo: regla, norma, lista, ley, límite, índice, catálogo). El significado literal de canon es figurativamente: vara recta, regla. En el sentido específico: lista, índice o catálogo. Dependiendo de las uniones que hagan de los diferentes libros, aparecen más o menos libros, pero el contenido es el mismo. En las traducciones modernas por ejemplo aparece 1ª y 2ª de Reyes, en las escrituras de los judíos (Antiguo Testamento) juntan los dos libros y aparece solamente Reyes; otro ejemplo es 1ª y 2ª de Crónicas, en las escrituras de los judíos es Crónicas. En resumen, en las escrituras de los judíos aparecen menos libros, alrededor de 34 o 35; nuestras traducciones constan de 39 libros pero el contenido es el mismo. Algunos escritores judíos unen los doce libros de los profetas menores en un solo libro, este Antiguo Testamento aparece con 24 libros pero no hay diferencia en su contenido. En las diferentes traducciones, tanto antiguas como modernas, los traductores son los que hacen las divisiones, subdivisiones de títulos, capítulos y versículos que no 5


están registrados en los documentos originales; hay variación numérica pero no de contenido, hay cambio de forma o presentación pero no de fondo o contenido. Cuando el Antiguo Testamento, (hebreo antiguo) se tradujo del hebreo al griego en el siglo II a.C (Septuaginta o la de los setenta), se tradujeron otros libros de la literatura judía (historia, novelas, poemas) llamados Deuterocanónicos, es decir que están fuera del canon de La Biblia. Estos son siete libros, a los cuales los traductores deben colocarle como encabezamiento, libro Deuterocanónico. Deutoro significa por fuera y canon significa listado, es decir, libros por fuera del listado del canon. Los traductores tienen la obligación de aclarar que dichos libros no pertenecen a La Biblia y aparece en la septuaginta, los cuales son: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1ª y 2ª Macabeos, algunos fragmentos de Daniel y Esther. Hay traductores que son: ateos, católicos, evangélicos, cristianos, protestantes y otros. Cuando se traduce La Biblia, ninguno de ellos en la traducción puede cambiar el significado, tampoco el lector puede darle una interpretación personal diferente porque el significado lo determina el autor (Espíritu Santo) y más en este caso. 2ª de Pedro 1:19-21 dice: “Tenemos también la palabra profética, la más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día amanezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura surge por iniciativa propia (interpretación privada), porque la profecía nunca fue traída por voluntad humana, sino que los hombres hablaron de parte de Dios siendo guiados por el Espíritu Santo”. El autor de las Escrituras es el Espíritu Santo que inspiró a los escritores humanos, los cuales son alrededor de cuarenta de diferentes épocas, culturas, profesiones y oficios, todos judíos menos Lucas, quien por algunos estudiosos es considerado gentil, es decir no judío, por lo cual se puede afirmar que La Biblia como libro, uniendo el Antiguo y Nuevo Testamento son de procedencia judía, se puede decir que La Biblia es humanamente de autoría hebrea (profetas), de donde se deduce que no hay Biblia católica, evangélica, protestante u otras; ni es el libro de ninguna religión o secta, es la palabra de Dios escrita en lenguaje humano. Como dice Romanos 9: 4-5: “Quienes son israelitas, de los cuales son la adopción y la gloria, los pactos y la promulgación de la ley, las ordenanzas y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino el Mesías (Caudillo), el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. La traducción que cambia el significado, no se autoriza a colocarle el nombre de La Biblia. Por ejemplo, el libro de los Testigos de Jehová, el libro Mormón y otros. Ningún libro y mucho menos La Biblia tiene interpretación privada, todos los libros tienen un significado y es únicamente lo que expresó su autor. En este caso, el autor es el Espíritu Santo que inspiró a los escritores bíblicos, por lo cual, Él es quien revela y explica su único significado; repito nuevamente, el que determina el 6


significado de un texto es el autor, no los lectores, oyentes, traductores e intérpretes. La Tercera Alianza, llamada también Nuevo Pacto y consignada en el Nuevo Testamento el cual consta de 27 libros, es de Dios con la humanidad, que confirma y ratifica todos los Pactos de Dios con el hombre. En esta Alianza (Nuevo Pacto) Dios se compromete al perdón de pecados y vida eterna a través de la sangre del Señor Jesucristo (de su muerte y resurrección). Éste es un compromiso de parte de Dios con la humanidad por medio de un hombre, el Señor Jesucristo. DIOS ¿Qué es Dios?, ¿qué significa Dios?, ¿qué características tiene Dios?. En Juan 4:24: “Dios es espíritu…”. El término Dios que está en español en nuestras traducciones, viene de una palabra hebrea “‫”אלוהים‬, este vocablo se pronuncia “‘Elohim”, no es su significado, es su pronunciación y escritura. Para facilitar la comprensión les doy un ejemplo: nosotros escribimos “mesa” pronunciamos “mesa”, pero esto no es lo que significa; “la mesa: es un mueble cuyo cometido es proporcionar una superficie horizontal elevada del suelo, con múltiples usos, como pueden ser el trabajar sobre ella, comer o colocar un objeto”. El término ‘Elohim (en hebreo) designa poder, naturaleza que no ha sido creada que no salió de algo, una naturaleza que existe por sí sola, no es de afuera, o sea, no es criatura, no salió de alguien o algo, esto expresa la palabra Dios (‘Elohim), literalmente, “El Todopoderosos” (en Hebreo antiguo esta palabra termina en “s” pero no es indicando pluralidad, es un término singular) El ser humano usa la palabra Dios equivocadamente, como si fuera el nombre de alguien. El término Dios, se refiere a una naturaleza con determinadas características. Una de ellas, fundamental, es que es una naturaleza no creada.

Dios no es el nombre de alguien. Por ejemplo: humano, es el nombre de una naturaleza con determinadas características que la diferencian de otras. Aún no conozco una persona llamada “Humano Pérez” o algo así. Puedo decir que no hay nadie que se llame “Humano”. La palabra humano se refiere a una naturaleza, no al nombre de alguien. Ahora bien, de esta naturaleza humana hay millones de personas diferentes, con esa misma naturaleza. El término persona, designa otras características diferentes a la naturaleza. Les doy como ejemplo: en el supuesto caso que se necesite hacer una investigación 7


médica de alguna enfermedad y analicen mi humanidad, los investigadores no tendrían que ir a revisar los millones de seres humanos existentes en la tierra, la humanidad de ellos es igual a la mía. Todos los seres humanos como humanidad tenemos las mismas características; pero si yo les digo que conozcan a Bylma Luisa, deben conocer a esta persona humana llamada Bylma Luisa y no a otros seres humanos que aunque tengan mi nombre, no son iguales a mí. Yo soy única como persona, aunque tengo la misma naturaleza de los otros millones de humanos que están en la tierra. Todos somos iguales como humanos, no como personas. La ciencia médica ha podido avanzar por los estudios que realizan a la naturaleza humana. Los resultados de éstos, determinan las características funcionales, biológicas y otras, de los millones de seres humanos sin necesidad de estudiarlos a todos, uno por uno. Si me estudiaran a mí como persona, a Bylma Luisa, mis traumas, problemas, sentimientos, carácter, los resultados de estos estudios no podrían ser aplicados a los otros seres humanos, no pueden hallar conclusiones generales, como tampoco afirmar que las personas humanas tienen un comportamiento basado en mí, porque Bylma Luisa como persona, es única. El hecho de ser persona, está determinado por algunas características como: § § §

Voluntad propia Sentimientos Alteridad: consiste en reconocerse a sí mismo como lo que es. Los seres humanos sí tienen alteridad y por ello son personas; una planta y un animal no tienen alteridad porque no se reconocen a sí mismos.

Volviendo al tema, hay tres personas bíblicamente que tienen naturaleza de Dios, con características diferentes como personas pero con igual naturaleza. Dios no es humano, no obstante tiene características de persona, siendo una persona espiritual, tiene voluntad, sentimientos y se reconoce a sí mismo. Génesis 1:17: “Y puso ’Elohim (Dios) las estrellas en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra”. Génesis 1: 25: “…Y vio ’Elohim que estaba bien”. En Éxodo 3:14-15 expresa: Respondió ’Elohim a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. Dijo además ’Elohim a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: YHVH, el Dios de vuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi Nombre para siempre jamás, y éste es mi memorial de generación en generación”. Conocemos a una persona que es Dios Padre, otra Dios Hijo y otra Dios Espíritu Santo, cada una cumple una función diferente en el Evangelio. No podemos decir que son tres Dioses, porque la naturaleza divina Dios, es una, como lo es la humana. Aunque haya N millones de personas humanas diferentes, 8


no quiere decir que haya N millones de naturalezas distintas. Dios es uno, así como la humanidad es una. ¿QUÉ ES LO ESPIRITUAL? Lo espiritual es una naturaleza. También es una dimensión donde habitan los seres con naturaleza espiritual, ésta tiene unas características diferentes a la naturaleza material y sus relaciones también son espírituales, o sea: lenguaje, cuerpo, comunicaciones, entre muchas otras. La naturaleza divina, es del orden espiritual, es única y diferente dentro de esta dimensión donde hay otros seres espirituales. Como lo he dicho antes, tres personas diferentes poseen según La Biblia, esta misma naturaleza, las cuales tienen determinadas características, una de ellas, es ser creadora. Crear es hacer algo diferente, que no existe, diseñar algo distinto, que no es parte del creador. Dios es creador, por lo tanto el Padre es creador, el Señor Jesucristo es creador y el Espíritu Santo es creador. Ellos crearon todo lo que existe tanto en el mundo material como en el espiritual (diferente a la naturaleza divina). A la esfera de lo material pertenece la tierra, el universo y todo lo que en ellos hay, producen y contienen, como: animales, plantas, estrellas y otros. Pertenecen también a este nivel: los planetas, las estrellas y todos los cuerpos celestes del universo. El universo es material; el cuerpo de la persona humana es material de la tierra e incluye su cerebro y sus funciones como: pensamientos, ideas y sentimientos. Todo es material porque es producto de la materia. Lo espiritual se mueve alrededor de lo material (arriba, abajo, a los lados) pero en la dimensión espiritual, en donde existen diversos seres con esta naturaleza que tienen características diferentes a la materia, tales como: §

Los ángeles: son seres espirituales, pero tienen características diferentes entre sí, incluyendo los ángeles que pertenecen al mundo de las tinieblas. La palabra ángel significa mensajero y son los mensajeros de Dios, no de los hombres, ellos obedecen a Dios, no a los humanos, todos, incluyendo a Satanás y a los demonios. Por lo cual, el ser humano no se comunica con los ángeles, sin embargo, Dios se ha comunicado con el ser humano por medio de ellos en algunas ocasiones.

Cada ángel (mensajero) es diferente, tienen funciones distintas aunque todos son mensajeros. Encontramos: querubines, arcángeles y ángeles. Como ejemplo: Satanás es un querubín. Ezequiel 28:15-19: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidades, y pecaste. Por tanto Yo te degrado del monte de Dios, y Te destruyo, oh querubín protector, de en medio de las piedras del fuego. A causa de tu hermosura se enalteció tu corazón; a causa de tu esplendor corrompiste tu sabiduría. Yo te arrojo por tierra, y delante 9


de los reyes Te pondré por espectáculo. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tus santuarios. He aquí Yo hago brotar en medio de ti un fuego para que te consuma, y Te reduzco a ceniza sobre la tierra a ojos de todos los que te observan. Todos los que te conocieron entre los pueblos se asombrarán de ti: Espanto serás, y para siempre dejarás de ser. (Dejó de ejercer el oficio de querubín protector) §

En la esfera de lo espiritual, a cada ser humano le fue creado en el momento de su concepción un espíritu humano fundido a su cuerpo que determina quién es él como persona en un solo ser.

¿Y qué es espiritual?, ¿lo espiritual es diferente a lo material?. Claro que sí, son dos naturalezas muy distintas. De la materia: sus estructuras, sus formas, sus características, los estudia la ciencia. El objeto que estudia la ciencia es la materia, ésta, cuenta con instrumentos adecuados, métodos, definiciones y procesos. Dios es el creador del objeto de la ciencia, es decir, de la materia y le asignó a los hombres el descubrir lo que Él había creado, explicarlo y manejarlo, esto lo hacen los seres humanos a través de la ciencia. No es de la naturaleza divina el tener materia porque la naturaleza divina es espiritual. Juan 4:24 dice: “Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad”. El Padre como es de la naturaleza divina, es no creado, no tiene materia; el Señor Jesucristo como Dios, es no creado, pero se hizo hombre y por lo tanto sí tiene materia; el Espíritu Santo como Dios es no creado, no tiene materia. Aquí vemos tres personas con la naturaleza divina: Dios Padre no tiene materia, Dios Hijo tiene materia, porque se hizo hombre y Dios Espíritu Santo no tiene materia. Juan 1:14: “Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó (habitó) entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Podemos concluir, que ninguna de las tres personas de naturaleza divina (Dios) es creada, su misma naturaleza lo determina así; tampoco Dios es una idea del ser humano, porque ellos no son de naturaleza material sino espiritual y las ideas son el producto del cerebro que es material. Cada objeto a conocer, determina el instrumento adecuado para abordarlo y conocerlo. Los objetos materiales requieren instrumentos materiales, los objetos espirituales necesitan instrumentos espirituales y lo espiritual divino necesita un instrumento de naturaleza divina, como dice Jahveh mismo en su palabra. 1ª Corintios 2: 11, 13, 14: “Pues ¿quién de los hombres sabe lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?. Así también, nadie ha conocido las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Lo cual también hablamos, no con 10


palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, adaptando lo espiritual a lo espiritual. Pero un hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad, y no puede entenderlas porque se han de discernir espiritualmente”.

Lo espiritual es conocido por medio de instrumentos (sentidos) espirituales. EL NOMBRE DE DIOS El nombre de Dios (‘Elohim) está en hebreo antiguo. Éxodo 3:13-15 Dios se lo reveló a Moisés: “Dijo Moisés a ’Elohim (Dios): Cuando vaya a los hijos de Israel, y le diga: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros y me digan: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les diré?. Respondió ’Elohim a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. Dijo además ’Elohim a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: YHVH (Yo Soy), el Dios de vuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre jamás, y éste es mi memorial de generación en generación”. Observemos que Moisés lo conoce como Dios (‘Elohim), como ser no creado, como la persona creadora y por eso le pregunta acerca de su nombre. Recordemos, que el Antiguo Testamento (Alianza o Pacto) está escrito en hebreo antiguo y una característica de dicho idioma es que al escribirlo no se colocan las vocales, sólo consonantes. Se pronuncian las vocales pero no se escriben. Cuando Dios le dijo su nombre a Moisés, se lo pronunció, Moisés escuchó cómo se decía y lo escribió sin vocales. Las cuatro consonantes en hebreo con que se escribe el nombre de Dios son: J H V H. El nombre de Dios, se escribe en hebreo JHVH, pero… ¿Cómo se pronuncia? no sabemos porque los judíos consideraron que llamar a Dios por su nombre era un irrespeto y nunca lo pronunciaron. Cuando leían las cuatro consonantes, pronunciaban otra palabra en hebreo, “Adonai”, la cual traduce, El Señor. Ellos nunca expresaron el nombre de Dios, por esta razón hasta el día de hoy, no sabemos qué vocales van en su nombre. Lo que sí sabemos es que quiere decir: Yo Soy; en griego lo llaman “Kirios” y significa, Señor. Moisés es oriental y entre ellos, los nombres tienen significado. El significado del nombre de Dios está escrito en Éxodo 3:15: “Dijo además ’Elohim a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: YHVH (Yo Soy), el Dios de vuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi

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nombre para siempre jamás, y éste es mi memorial de generación en generación”. Dicho en otras palabras significa eternidad, Dios es eterno; eternidad es existencia, no tiene ni principio ni fin. Algunos traductores y lingüistas, estudiosos del hebreo antiguo han dicho que las vocales que deben ir allí, son en su orden: E, O, A, para decir JeHoVaH, por lo tanto lo pronuncian Jehová. Para otros traductores, igualmente conocedores de la lingüística y de la gramática del idioma hebreo, las vocales que irían en su orden son: A, E, para decir JaHVeH y pronunciar Yahvé. Considero que cabe la posibilidad, (al existir estas diferencias entre los distintos lingüistas sobre la pronunciación) que pueden ser otras vocales las que vayan allí, como ejemplo Jihvih o Juhvuh. No lo sabemos por ser un nombre personal. El Padre como es Dios, se llama Jehová o Javeh; el Hijo como es Dios, Jehová o Javeh y el Espíritu Santo Jehová o Javeh. Por esto, tendríamos que llamarlos Jehová o Javeh Padre, Jehová o Javeh Hijo y Jehová o Javeh Espíritu Santo. El Señor Jesucristo dijo que Él era Dios, porque en Juan 14:6 Jesús les dijo:”—Yo Soy El Camino, La Verdad y La Vida;…” Juan 10:9: “Yo Soy La Puerta; el que por mí entrare, será salvo;…”. ¿Qué era lo que Él estaba diciendo al decir: “Yo Soy el que Soy”?. El Señor Jesucristo estaba llamándose a sí mismo Dios, estaba diciendo, “Yo Soy Dios, porque mi nombre, mi condición es, YO SOY”. En La Biblia, Dios se identifica con muchos títulos y cada uno se debe a algo que Él hace o alguna característica que tiene. TRES PERSONAS DIFERENTES Es esencial no confundir las tres personas de la deidad para entender el Evangelio. Bueno es conocer que en La Biblia no aparece el término trinidad. Trinidad se emplea en doctrinas falsas y no es un término bíblico, no aparece en los primeros cristianos, no se ha visto en sus hechos, ni en la cotidianidad y habitualidad de la Iglesia del Señor Jesucristo, tampoco en los escritos, ni en las cartas encontradas de los cristianos. La pregunta entonces es, ¿De dónde procede este término?. Recordemos que los dioses antiguos: los Caldeos, Babilonios, Persas y en general de las divinidades orientales, eran dioses trinos, es decir, dioses con tres caras, con varios brazos y personalidades, tenían tres formas, pero un solo centro o un solo ser. Un solo ser con tres caras o tres cabezas y tres personalidades. De ahí el concepto y la definición de trinidad. La Biblia no utiliza este término, ésta, no es la realidad del Dios Bíblico. La realidad del Dios Bíblico, es que es una naturaleza divina y hay tres personas diferentes que tienen esta misma naturaleza. 12


¿Cómo llama La Biblia esta situación de este Dios, en donde hay una naturaleza divina que la tienen tres personas diferentes? La Biblia no le coloca nombre; las personas humanas por tradición y por no entender lo que bíblicamente Dios está diciendo de sí mismo, tomaron el concepto equivocado y asumieron que era igual a trinidad. No es lo mismo, en La Biblia no aparece el concepto de trinidad de esa forma. Cuando la humanidad le quiere aplicar el término trinidad al Dios Bíblico que son tres personas distintas con la misma naturaleza, está utilizando erróneamente una palabra lejos de su significado. La Biblia está hablando de una situación muy distinta. El término Dios indica una naturaleza con determinadas características y hay tres personas con esta naturaleza divina enunciadas en La Biblia: Dios Padre, el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo, personas únicas, cada una con la misma naturaleza divina. Por lo cual no es biblíco lo trinitario ni el unitarismo. FE Las personas tienen un concepto equivocado de lo que es fe, la consideran un esfuerzo, un deseo, una esperanza y en muchos casos hasta ignorancia. Fe, no es nada de esto. Fe, es creerle A Dios, diferente de creer EN un dios. La Biblia dice en Santiago 2:19: “¿Tú crees que Dios es uno? Bien haces: los demonios también lo creen… ¡y tiemblan!”. Porque fe no es creer EN un dios, sino, creerle A Dios, lo cual es diferente. Para tener fe debemos conocer y saber lo que Dios ha dicho, lo cual está escrito en su palabra. En Romanos 10:17 dice: “Así que la fe viene por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del Mesías”. (palabra de Jesucristo, Dios) Si nosotros no conocemos lo que Dios ha dicho y hecho, lo que tenemos es ignorancia, optimismo, ilusión, pero no fe. Es erróneo afirmar que la fe es ciega, es imposible que la fe sea ciega porque ésta se nutre de un conocimiento, el cual es la palabra de Dios; por tanto no es un poder, esfuerzo o deseo. Por ejemplo, podemos tener el deseo y la seguridad de ir de una ciudad a otra, pero no nos hemos enterado, que el camino está taponado y que hubo un derrumbe; salimos de la ciudad y decimos: “Tenemos fe que vamos a llegar y que vamos a pasar por esta carretera”, pero como no sabemos lo que realmente sucede, salimos con un deseo basado en la ignorancia. Esto no es fe. Fe, implica conocer lo que Dios ha dicho porque fe es confiar, creerle A Dios lo que Él dice y hace. Hebreos 11:6: “Pero sin fe es imposible agradarlo; porque es

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necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que le buscan”. Unido a la fe hay otra palabra que se usa erróneamente, la cual es CREER, porque la fe tiene dos partes: el conocimiento de la palabra de Dios y creerle a Él. CREER Creer es muy diferente a Fe, no son sinónimos. Fe es creerle a Dios lo que ha dicho y hecho, para yo tener fe tengo que saber lo que Dios ha dicho, depende de un conocimiento. El creer en cambio es una actitud de confiar en lo que Dios está diciendo, creer es confiar. Creer no es solamente estar de acuerdo. La gente piensa que creer es estar de acuerdo, “sí, eso está muy bien”, “sí, eso es cierto”. Muchas veces podemos saber que algo es cierto, podemos entenderlo, pero no lo creemos, porque no estamos confiando. Confiar implica conocer a la persona o sus hechos. Les voy a dar un ejemplo personal: cuando yo salí de mi casa a estudiar a otra ciudad, no sabía conducir automóvil. Después de estar muchos años por fuera de la casa de mis padres, aprendí a conducir. Ir manejando a la casa de mis padres me implicaba desplazarme más de veinte horas desde mi sitio de residencia. Cuando llegaba a la casa de ellos, les decía que los llevaría a dar una vuelta por la ciudad, a lo que me respondían: “no, no vamos, porque tú no sabes conducir un automóvil”, a pesar que ellos me esperaban en la puerta y me veían llegar en el carro. Aunque mis padres estaban viendo una realidad y sabían que yo había conducido veinte horas, no estaban creyendo, ni estaban confiando en que yo sabía hacerlo. Pasaron los días, hasta que una vez les dije a mis padres: “ustedes me ven llegar, saben que llevo veinte horas conduciendo, parqueo el auto aquí en el garaje y ¿No creen que sé hacerlo?”. Mi padre con mucho temor dijo: “Yo, sí me subo, pero me ubico en la parte de atrás por si pasa algo”. Ya empezó a creer y a confiar, aunque con temor y temblor. En la actualidad me solicita que lo transporte y ya se sienta en el puesto del copiloto. Cuando uno confía en algo o en alguien se arriesga, mi padre desde hacía mucho tiempo conocía, estaba de acuerdo y tenía la certeza que yo sabía conducir, pero no lo había creído, ¿Cuándo creyó?, el día que se subió al automóvil y permitió que lo transportara, en ese momento fue cuando creyó. Vean la diferencia entre fe y creer; fe es creerle a Dios y para eso tengo que saber lo que Dios ha dicho, pero creerle a Dios es confiar en lo que Él ha dicho, en lo que Él es o en lo que hace, la fe depende y hace parte de este confiar y como resultado le obedezco. Yo no puedo confiar, creerle A Dios, si no conozco lo que Él ha dicho o lo que Él ha hecho. En Hebreos 11:1-3: “Y la fe es la certeza de lo que se espera, la 14


convicción de lo que no se ve. Lo es, porque por ella fueron aprobados nuestros mayores. Por fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. Por lo cual, la fe no es por vista como ya lo hemos dicho, es conocer a Dios y su palabra y creerle antes de ver. 2ª de Corintios 5:7: “(Porque vivimos por fe, no por vista)”.

Si le creo a Dios, veré lo que dice y hace.

EL EVANGELIO La palabra Evangelio, es un término griego latino que significa buenas noticias, buenas nuevas. Algo fundamental, no simplemente son unas buenas nuevas o buenas noticias, sino que son unas buenas noticias o buenas nuevas de parte de Dios a los hombres; esto lo hace Dios por medio de la revelación que es, Dios mostrándose a sí mismo a través de diferentes medios y la forma más precisa de hacerlo es por medio de su palabra.

El Evangelio procede de Dios no de los hombres. Romanos 10:13-17: "Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no creyeron? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no oyeron? ¿Y cómo oirán sin haber quien predique?. ¿Y cómo predicarán si no son enviados?. Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que proclaman buenas nuevas!. Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: Señor, ¿quién creyó a nuestra predicación?. Así que la fe viene por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del Mesías”. Lo anterior tiene consecuencias en la aplicación de la palabra, el hecho que el Evangelio proceda de Dios y no de los hombres, determina que éste, pasa a ser de mucho más alcance que su simple definición gramatical, porque además de ser palabra pasa a ser poder de Dios. Romanos 1:16 dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree: al judío primeramente, y también al griego (es no judío o gentil)”. Deducimos, si hay una buena noticia de parte de Dios, es porque hay una situación grave.

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RELIGIÓN Este término viene de la palabra latina cuyo significado semántico es: unir, atar, relacionar. Religión es todo lo que el hombre ha diseñado, imaginado, concluido, que lo puede unir, relacionar y ligar con una divinidad. Algo muy importante, toda religión proviene del hombre, es el hombre uniéndose con una divinidad y en muchos casos esa divinidad puede ser el Dios Bíblico. Aquí hay una diferencia fundamental, el Evangelio es una buena nueva que proviene de Dios hacia los hombres; las religiones, sin importar el dios que tengan, incluyendo al Dios Bíblico, proceden del hombre hacia su dios. Resumiendo, el Evangelio no es una religión, ni tiene nada que ver con las religiones; éste no procede del hombre sino de Dios y las religiones, sí proceden del hombre. Romanos 1:1 dice: “Pablo, siervo de Jesús el Mesías, un apóstol por llamamiento, habiendo sido apartado para el evangelio de Dios”. El Evangelio es de Dios, procede de Dios hacia los hombres, es la buena nueva de Dios hacia el hombre (humanidad).

Cuando Dios se relaciona con el hombre es Revelación; cuando el hombre se relaciona con un dios es Religión. Revelación, es la manifestación del Dios Bíblico al hombre, no es que el Evangelio signifique revelación, sino que Dios se ha revelado a los hombres por medio del Evangelio (buenas noticias), el cual es Jesucristo mismo. SECTA Cuando algunos miembros de la religión aceptan un cuerpo de doctrina pero disienten en algunos puntos de la misma y se independizan, es donde aparecen las sectas. Éstas, son con relación a una religión, no son independientes a su doctrina de la cual se desprenden las diferentes sectas a ella, o sea, del cuerpo de doctrina de la religión, del cuerpo mayor, de su tronco; hay unos disidentes que no están de acuerdo con algunos puntos; se independizan del cuerpo mayor de la doctrina, creyendo o transformando puntos o detalles de la misma con los cuales no están de acuerdo, formando así una agrupación aparte, pero teniendo en su estructura el grueso de la doctrina de la cual se separaron, considerándose además parte de ella. Las sectas están en relación con la religión, toda religión tiene sus sectas, o sea: personas, cuerpos o grupos disidentes del cuerpo de doctrina. Por ejemplo: la religión católica tienen sus sectas: ortodoxos griegos, los coptos egipcios y otros. La religión judía tiene como sectas a los fariseos, saduceos y otros.

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Las sectas también se encuentran en otras agrupaciones: políticas, deportivas, entre otras; pero en estos casos por lo regular se le llaman disidentes, contradictores y en algunos casos sectarios. Resumiendo, secta es el conjunto de personas que profesan una doctrina filosófica, religiosa, política... y disienten del cuerpo o tronco general, aceptado y establecido. Haciendo un paréntesis les digo, ignorantemente hablamos de las sectas satánicas; no hay sectas satánicas, hay religión, doctrina e iglesia satánica, porque los que creen en Satanás no tienen diferencias. Una de las características del mundo de las tinieblas y de los satánicos es que todo vale, Satanás es padre de mentiras, por ende en su doctrina todo es aceptado. No podemos hablar sino de religión y de iglesia satánica, pero no de secta. No podemos decir que son sectas satánicas comparándolas con otras religiones. GRUPOS Los llamados “grupos”, que no son sectas ni religión y desarrollan aspectos específicos, proyectos o un objetivo en común, tienen relación con la religión, organización y liderazgo aparte de las religiones y de las sectas, no responden a autoridades externas sino internas y se dedican a propagar sanas o falsas doctrinas. Como ejemplo tenemos las barras de los equipos de fútbol. Estos grupos tienen liderazgo y su propia organización, pero no dependen, obedecen, ni responden a las decisiones del equipo del cual son barra, no pueden cambiar la bandera, el uniforme, ni el mismo equipo, pero finalmente ser hincha de éste, es su objetivo común. Todos los grupos a nivel nacional e internacional llamados cristianos están en un problema, porque son grupos y no son iglesia y las iglesias locales son las que tienen la autoridad del Señor Jesucristo para predicar el Evangelio, el Evangelio que salva. Además, la iglesia local es el cuerpo de Cristo, donde el Señor Jesucristo es la cabeza y Él no lo es de los grupos ni de las sectas, éstas están dirigidos por humanos.

El Señor no está edificando ni sectas ni grupos sino su Iglesia. La Iglesia del Señor Jesucristo la está edificando Él en persona, sin representantes porque está vivo. En Salmos 127:1 dice: “Si YHVH no edifica la Casa, en vano trabajan los que la edifican, Si YHVH no guarda la ciudad, en vano vela la guardia”. El Señor Jesucristo es la cabeza de su iglesia. En Colosenses 1: 17


18: “Y Él es la cabeza del cuerpo, de la iglesia. Él es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga Él la preeminencia”. EVANGÉLICO Para muchas personas ser evangélico, es pertenecer a una secta o a un grupo, por lo regular se le relaciona con personas que no pertenecen a la religión oficial o estatal sino que hacen parte de otra doctrina. Algunas personas los consideran inclusive satánicos o no creyentes de Dios. El término evangélico se desprende de la palabra Evangelio. Recordemos que la palabra Evangelio no ha sido traducida y significa buenas noticas de parte de Dios a los hombres; comúnmente a los que creemos en el Evangelio y lo predicamos, se nos denomina cristianos y en muchos casos evangélicos, con en el transcurso del tiempo se fue adoptando otros significados y usos como sinónimo de cristiano. En la actualidad, principalmente en Colombia, dentro de la Iglesia del Señor Jesucristo, sus miembros se autodenominan evangélicos y ahí también el término ha adoptado una connotación diferente. Muchos cristianos pertenecientes a la Iglesia del Señor Jesucristo, apartándose de lo que dice La Biblia y guiados por el versículo de Mateo 7:16-20 que dice: “Por sus frutos los reconoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?. Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede un árbol bueno dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los reconoceréis”. Confundiendo frutos con obras, han determinado que los cristianos se reconocen por sus obras y comportamiento y no por sus frutos, lo cual es muy diferente. En Gálatas 5: 22-25 dice: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo y paz; paciencia, benignidad y bondad; fidelidad, mansedumbre y templanza; en contra de tales cosas, no hay ley. Pues los que son del Mesías crucificaron la carne con las pasiones y deseos. Ahora que vivimos por el Espíritu, andemos en el espíritu”. Diferentes Iglesias del Señor Jesucristo, locales, han diseñado las distintas obras y comportamientos que el cristiano debe hacer. Al repasar la definición de religión, todo lo que hace el ser humano con relación a una divinidad y en este caso con el Dios Bíblico, se llama religión. El Evangelio de los cristianos evangélicos es el mismo Evangelio bíblico con todos sus componente pero en este caso las obras de fe, han sido determinadas por miembros de las Iglesias y no por el Espíritu Santo; y dichas obras no son para reconocimiento sino para premios el día del juicio de los cristianos. En conclusión, los cristianos han introducido en las diferentes Iglesia locales del Señor Jesucristo, la religión evangélica. Etimológicamente todos los creyentes que hemos creído en el Evangelio, es decir 18


en el Señor Jesucristo, su persona y su obra, somos evangélicos pero no asociado con la religión evangélica que implica comportamiento. Además, no todos los llamados evangélicos son cristianos. (Para ampliar, ver Estudio 5: Doctrinas Falsas) Ni el Evangelio, ni el Señor Jesucristo, ni los creyentes en Cristo somos religiosos y menos de religión evangélica.

Ser cristiano es muy diferentes a ser religioso.

VIDA Y MUERTE El término “Vida” lo confundimos con existencia. Todo ser humano tiene existencia eterna es decir eternidad. En Eclesiastés 3:11 dice: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y puso eternidad en el corazón de ellos, sin que el hombre alcance a entender la obra que Ha-’Elohim ha hecho desde el principio hasta el fin”. Todo ser humano es eterno y por ende no va a desaparecer ni dejar de ser. Creemos que la permanencia y la existencia son la vida pero no es así, la existencia tiene que ver con la permanencia, por lo tanto no son la vida. Al no dejar de ser, el ser humano fue creado eterno. Entonces ¿Qué es el morir?, el morir no es desaparecer. Ningún ser humano desaparece, recuerden que el ser humano es eterno, tiene existencia eterna. Morir es separación. La muerte física es la separación del cuerpo y del espíritu humano. En 1ª de Juan 5:10-12: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, lo ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: que Dios nos dio vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida”. Entonces, si el ser humano fue creado con existencia eterna, ¿Qué es la Vida? y ¿qué es la muerte?. La Biblia dice que la vida del ser humano es Dios. No es estar sobre la tierra, no es nacer, comer, ni respirar, la vida es Dios, el Dios Bíblico y mientras las personas humanas no estén en Cristo, el Cristo Bíblico, no tienen vida.

Nacemos muertos, sin vida.

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Obviamente ya se debe haber concluido que muerte es no tener al Cristo Bíblico, porque Dios es la vida del hombre, esté sobre la tierra o debajo de ella, si no se tiene a Dios, se está muerto y si se tiene a Dios, se está vivo. Ahora, el ser humano al tener vida, tiene vida eterna. La persona humana es eterna; lo que es eterno no es la vida ni la muerte, sino el ser humano. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Dios le infundió la eternidad como característica al ser humano. El Señor Jesucristo es la vida de cada ser humano, el que no acepta al Señor Jesucristo está muerto, no tiene vida aunque esté sobre la tierra. El humano que tiene a Cristo, tiene la vida y como él (ser humano) es eterno, tiene vida eterna. En el evangelio de Juan 1:4: “En Él (Jesucristo) había vida, y la vida era la luz de los hombres”. PECADO La palabra pecado la tenemos prostituida porque lo que es desagradable en un momento dado, nos parece feo o tal vez inadecuado, a eso lo llamamos pecado; si está lloviendo y vamos a salir decimos “¡Ay que pecado!”, si vamos por la calle y vemos que alguien se cayó “¡Ay qué pecado, se cayó!”, si vemos que alguien tiene un dolor de muela “¡Ay qué pecado, cómo está sufriendo!”. Estos no son pecados. La palabra pecado, es un término hebreo y significa errar al blanco, no atinar, es como cuando se tiene un arco y al disparar no se da en el blanco con la flecha. ¿Cuándo existe pecado? La palabra pecado tiene que ver en La Biblia con Dios. El pecado no tiene que ver con el aire, con dolores o situaciones, sino con Dios. Toda desobediencia a lo que Dios dice, es pecado, es llevarle la contraria a Dios, desobedecerle. Otro concepto equivocado, es estar convencidos que pecado es hacer lo negativo de Dios, siempre hemos pensado que todos los pecados son un NO hacer, en un contexto negativo; el pecado es no hacer lo que Dios nos dice que hagamos y en la gran mayoría de los casos, sus órdenes son de hacer, en forma positiva. Para el ser humano, el concepto es que Dios es negativo, es un solo “no” a todo, no hagas esto o aquello. Si reviso las órdenes de Dios, sin temor a equivocarme, les puedo decir que alrededor del 90% de estos mandamientos son positivos (o sea, de hacer).

Si el Señor ordena hacer o no hacer algo y desobedecemos, es pecado.

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Pecado es hacer todo lo contrario de lo que Dios nos ha mandado a realizar. Para yo saber cuáles son los pecados, tengo que conocer lo que Dios ha mandado a hacer y a no hacer. LA LEY “Porque por las obras de La Ley ninguna carne será justificada delante de Él, porque por medio de La Ley es el conocimiento del pecado”. Romanos 3:20 Ley es una orden, un mandato, entonces: ¿Qué será La Ley de Dios?. La Ley de Dios son todas las órdenes y mandatos que Dios ha dado. Vamos a estudiar La Ley de Dios más no la ley en general, civil, penal o demás leyes humanas. La Ley de Dios es una, compuesta de una serie de mandamientos u órdenes. Si yo quiebro un mandato de La Ley, la quiebro toda. No quebré todas sus órdenes, sino un sólo punto, pero quebré La Ley. ¿Qué es quebrar La Ley?, es desobedecer, si yo desobedezco un mandato de La Ley, (es lo que se llama pecado) ya desobedecí a La Ley, ya quebré La Ley. El Señor Jesucristo en Santiago 2:8-11 dice: “Si en verdad cumplís la regia ley según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, hacéis bien; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y sois convictos por la ley como transgresores. Porque cualquiera que guarde toda la ley, pero tropiece en un punto, llega a ser culpable de todos. Porque el que dijo: No adulterarás, también dijo: No asesinarás. Ahora bien, si no adulteras, pero asesinas, te has hecho transgresor de la ley”. Por ejemplo: si yo le rasgo la punta a una página de un libro, rasgo la página y si la rasgo por la mitad, rasgo la página, es indiferente si la rasgo por la mitad o por la punta, por ende también está rasgado o dañado todo el libro aunque sea por una sola página del mismo. Si tomamos una parte de una página y le hacemos un rayón, no importa si es grande o es pequeño ya está rayada la página y rayado el libro. Desobedecer un mandato de Dios es lo que se llama pecado, por lo tanto, desobedecer La Ley, es pecado. Todo el que desobedece un sólo punto de La Ley, peca. Cuando nace una persona, muchos dicen que tiene el pecado venial u original por ser el primer pecado, esto no es cierto, no hay pecados veniales, todos los pecados son iguales porque son parte de La Ley. Todo pecado es mortal: las mentiras, la envidia, el chisme, porque recordemos que el que dijo no mentirás, también dijo: no codiciarás los bienes de tu prójimo, “envidia”. Vuelvo y les repito, el mismo Dios que dijo no mates, es el mismo que dijo no mientas y no envidies; el pecado de la envidia aparentemente no se ve y mucha 21


gente piensa que no está pecando porque no está matando, ni robando pero está envidiando; por tanto el que quiebra cualquier punto de La Ley se hace pecador. CONCEPTOS EQUIVOCADOS RESPECTO A LA LEY Existen algunos conceptos equivocados que tenemos con respecto a La Ley que Dios dio. Muchas veces pensamos que La Ley de Dios empezó con diez mandamientos y es incorrecto afirmarlo. Estos empezaron en Génesis 1:27-31 que dice: “Y creó ’Elohim (Dios) al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó. Luego ’Elohim los bendijo; y les dijo ’Elohim: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, dominad sobre los peces del mar y las aves de los cielos y sobre todo ser vivo que se mueve sobre la tierra. Y dijo ’Elohim: He aquí os he dado toda hierba que produce semilla que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en el que hay fruto y que produce semilla, os será de alimento. Y a toda bestia de la tierra, y a toda ave de los cielos, y a todo lo que repta sobre la tierra, en los cuales hay vida, toda hierba verde les será por alimento. Y fue así. Y vio ’Elohim todo lo que había hecho, y he aquí estaba muy bien. Y fue la tarde y fue la mañana: El día sexto”.

Desde que Dios creó al hombre lo guió con sus mandamientos. Dios les mandó a fructificar, es un mandato e incluyó al comienzo otros mandatos: “fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread...” Vemos como todas estas órdenes fructificar, multiplicar, sojuzgar y señorear la tierra, comer de todos los frutos, son parte de La Ley de Dios, demostrándose que ésta, no se inicia con los diez mandamientos. Por lo anterior, sabemos que el primer pecado no fue sexual y nada tiene que ver con sexo porque una orden de Dios fue fructificad y multiplicaos, siendo fundamental la relación sexual para ello. No castigaría Dios a Adán y a Eva por obedecer. Al creer las personas que el primer pecado fue sexual, están viendo a Dios como un malvado, pues castiga por obedecerlo. Los mandamientos de Dios siempre son acordes con la naturaleza del ser humano, Dios no nos ha mandado a hacer nada que humanamente no podamos hacer, ni que sobrepase nuestra capacidad humana. Todos los mandamientos de Dios son fáciles y posibles de hacer. Ahora bien, si Dios me manda a hacer algo es porque soy capaz de realizarlo, que no quiera hacerlo, es diferente.

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Toda persona, tiene la capacidad humanamente hablando de cumplir todos los mandamientos de Dios porque éstos están acordes con su naturaleza, son sencillos y realizables. Otra afirmación equivocada, es cuando creemos que todos los mandamientos son negativos, que en Dios todo es un “no”. En los versículos citados del Génesis, Dios muestra los primeros mandamientos con “sí”: multiplíquense, coman, señoreen, entre otros; son pocos los que incluyen un “no”, pero aún así, el ser humano cree que Dios es negativo. El término señorear se refiere a dominar, mandar y tener autoridad, Dios creó al ser humano para que dominara la tierra y fuera el señor de ella. El ser humano ha entendido mal. En el mandamiento de “multiplicaos” nos hacemos la pregunta: ¿Por qué se multiplicaban sin casarse?, la respuesta es sencilla, Dios dio la orden de multiplicarse sin casarse porque en ese momento no se había instaurado el matrimonio. El matrimonio se lo inventó el hombre no Dios, en Génesis 2:23-24 vemos lo que dice Adán al ver a Eva: “Y el hombre exclamó: ¡En verdad ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Por esto será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne”. Fue después de Moisés que Dios autorizó y legalizó el matrimonio, al ver la prostitución en la que había caído el hombre. Adán y Eva no estaban casados, los primeros seres humanos se tuvieron que relacionar entre ellos mismos para multiplicarse, hermanos con hermanas, madres con hijos... con La Ley de Moisés, Dios reglamenta este hecho, ordenando que no se casen entre hermanos, ni con la madre, ni con el tío u otro tipo de pariente, por la maldad del ser humano. Volviendo a los mandamientos, Génesis 2:16-17 dice: “ Y ordenó YHVH ’Elohim al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto come libremente, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás de él, porque el día que comas de él, ciertamente morirás”. Este es un mandamiento que contiene un “no”, al prohibir comer del árbol llamado de la ciencia del bien y del mal, (los nombres de todo lo que Dios crea son colocados por la humananidad). Muchos seres humanos han pensado que este árbol es simbólico, pero no lo es, Dios creó a Adán y a Eva y los puso en un huerto donde habían muchos árboles incluyendo éste, que no se sabe según La Biblia, qué fruto era, solamente que era comestible y que habían otros árboles de ese mismo fruto. El ser humano ha supuesto que era de manzana. Recordemos que pecado es, desobeder a Dios, literalmente el primer pecado fue hacer lo contrario de lo que Dios les había dicho, “no coman de este árbol”; con el objetivo de parte de Dios que no se olvidaran de Él porque morían. La motivación de Adán y Eva fue no creerle a Dios y creer que en realidad si comían serían dioses.

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El primer pecado NO fue sexual. Dios no le puso este árbol como prueba a Adán y Eva. Él es creador y sabe de lo que el ser humano es capaz de hacer y no hacer. Por ejemplo: si yo construyo una silla para soportar cincuenta kilogramos, no le puedo colocar encima cien kilogramos sabiendo cuanto resiste. Recuerden, cuando uno quiebra un punto de La Ley, quiebra toda La Ley. Adán y Eva desobedecieron una orden, por lo tanto, quebraron toda La Ley; los otros mandamientos de La Ley no habían sido promulgados, éstos fueron dados a través de Moisés muchas generaciones después, por lo tanto, la llamada ley de Moisés fue promulgada estando quebrada; esta ley estaba ya determinada por Dios, era el Manual de vida, de funcionamiento del ser humano acorde con su naturaleza humana creada pero este manual, al hombre morir ya no era para vida, por esto Dios la utilizó para mostrarnos que nacemos muertos y pecadores. En Éxodo capítulos 20, 21 y 22 se observan los mandamientos sobre los esclavos, la restitución, las leyes humanitarias, las leyes en el tabernáculo, los sacrificios de corderos, los sacerdotes de la tribu de Leví, la forma de vestir, las casas, las enfermedades y la lepra, entre muchos otros. Al estar quebrada La Ley, ninguna obra, ni su cumplimiento sirve para justificarse ante Dios. Gálatas 3:10-11 dice: “Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque está escrito: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas que han sido escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: El justo vivirá por la fe”. Si se está bajo La Ley tiene que cumplirse toda porque si uno deja de cumplir un punto de ella es maldito por Dios. Todo ser humano nace maldito por Dios por descender de Adán, quien quebró La Ley. En una ocasión, cuando llegué a una reunión se me acercó un joven y me dijo: “Si La Ley de Dios manda que las mujeres no se vistieran como hombres” ¿Por qué estaba yo vestida con pantalones?. A lo que inmediatamente respondí: “Primero, no estoy bajo La Ley, estoy en Cristo y segundo, tú también estás pecando porque estás mezclando lana con lino, tus medias son de lana y tu camisa de lino y esto está prohibido según La Ley. Igualmente, La Ley dice que tienes que matar corderos y no lo estás haciendo, sabiendo que estás bajo La Ley”. Significa que si yo decido estar bajo La Ley debo cumplir los 613 mandamientos, lo cual es posible; hay seres humanos que los han cumplido. Pablo dice, que ante La Ley era irreprensible como fariseo, o sea, él cumplía los 613 mandamientos. Cuando conoció al Señor Jesucristo y entendió lo que Él le estaba diciendo, 24


aceptó ser el primero de los pecadores. Aunque cumplió los 613 mandamientos, por medio de La Ley comprobó que había nacido pecador. Romanos 7:25: “(¡Gracias sean dadas a Dios por Jesús el Mesías, Señor nuestro!) Así pues, yo mismo sirvo con la mente a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado”. LA LEY ME CONFIRMA QUE SOY PECADOR ¿Para qué Dios dio el resto de La Ley si de antemano sabía que estaba quebrada y que no servía para justificación?. En Romanos 3:19-20 dice: “Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, las dice a los que están en la ley, para que toda boca sea cerrada, y todo el mundo quede expuesto al juicio de Dios; porque por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Un cristiano que se coloca bajo La Ley aunque cumpla los 613 mandamientos ha caído en legalismo, o sea, está desconfiando que por la muerte del Señor Jesucristo ya fue declarado justo, como dice Pablo a los Gálatas. Gálatas 3:1-5: Digo pues: “Mientras el heredero es menor de edad, aunque es señor de todo, en nada difiere de un siervo, sólo esto quiero averiguar de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por la predicación de la fe?¿Tan insensatos sois?, ¿Habiendo comenzado en el Espíritu, ahora os perfeccionáis en la carne?. ¿Tantas cosas habéis padecido en vano?. Esto es, si fue en vano. Aquel pues que os suministra el Espíritu y efectúa milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por la predicación de la fe?”. Dios dio La Ley para que el ser humano entendiera que había nacido pecador y no para justificarse ni para salvarse, fue por eso que encerró todo bajo pecado. Gálatas 3:10-14: “Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque está escrito: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas que han sido escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: El justo vivirá por la fe. Pero la ley no es por fe, sino: El que las haga, vivirá por ellas. El Mesías nos libertó de la maldición de la ley, hecho maldición por nosotros (porque está escrito: maldito todo el que es colgado en un madero), para que la bendición de Abraham llegara a los gentiles por Jesús el Mesías, a fin de que por medio de la fe recibamos el Espíritu prometido”. EL PODER DE LA LEY En relación con el funcionamiento de La Ley, Romanos 7:7-25 dice: “¿Qué diremos entonces? ¿La ley es pecado? ¡De ninguna manera! Más bien, no conocí el pecado sino por medio de la ley, y ciertamente no habría conocido la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. Y el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; pero sin la ley el pecado está muerto. Así que, en un tiempo, yo vivía sin ley; pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; y este mandamiento que era para vida,

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resultó ser para muerte; porque el pecado, aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, me engañó, y por medio de él, me mató. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento, santo, justo y bueno. ¿Entonces, lo bueno llegó a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Al contrario, el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegara a ser sobremanera pecaminoso. Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo, habiendo sido vendido a la esclavitud del pecado, soy carnal. Porque lo que hago no lo comprendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, eso hago, apruebo que la ley es buena. Así que ya no soy yo el que hace eso, sino el pecado que mora en mí. Porque yo sé que en mí (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer está en mí, pero no el hacer lo bueno; pues no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago. Y si lo que no quiero, eso hago, ya no obro yo mismo, sino el pecado que mora en mí. Así pues, queriendo yo hacer lo bueno, hallo esta ley: El mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios, pero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?. ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesús el Mesías, Señor nuestro!) Así pues, yo mismo sirvo con la mente a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.” En los anteriores versículos Pablo admite que tenía todos los pecados, más no los cometió porque La Ley los prohibía, de lo contrario los habría hecho. Él sin La Ley estaba tranquilo, pero se colocó bajo La Ley y comenzó a entender que lo bueno no estaba en él, que en él estaba el mal (pecado). La Ley es buena para lo que fue dada, si quiebro un punto soy pecador, pero si los cumplo todos no estoy pecando, pero estoy reconociendo que soy pecador, es por eso que la mayoría de los cristianos pecan al colocarse bajo La Ley, es decir querer cumplirarla. El objetivo de La Ley es sacarme el pecado mostrándome que lo tengo. La Ley lo declara, lo manifiesta. En las leyes humanas no matamos porque es un delito que tiene unas consecuencias penales y sociales, no porque no seamos capaces o no tengamos el deseo de hacerlo. Si usted dice que no va a mentir porque La Ley dice no mienta, aún estando en Cristo, tenga la seguridad que miente, porque ese es el oficio de La Ley. Los judíos estaban convencidos que si cumplían La Ley agradaban a Dios, pues la había dado para agradarlos o para justificarlos, todavía hoy existen cristianos que creen lo mismo.

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La Ley nunca ha justificado a nadie. Pero ¿Cómo se salvaban los seres humanos en al Antiguo Testamento? obviamente por la fe y ¿Qué es fe? Fe es creerle a Dios, los seres humanos en el Antiguo Testamento le creían a Dios, tenían fe y la fe es la que justifica delante de Dios.

La salvación ha sido por fe. La Ley nunca, ni aún antes del pecado, nos fue dada para salvación. No sabemos si Adán fue justificado, se deduce que le creyó a Dios, sólo lo sabremos el día de la resurrección. Abraham le creyó a Dios y le fue contado por justicia. Entonces ¿Qué es creerle a Dios?, creerle a Dios es tener fe, nadie se gana la salvación, cuando yo tengo fe en lo que Dios dice referente a la Salvación, Él me regala, me abona, me añade la Salvación. OBJETIVOS DE LA LEY Volvamos a La Ley. ¿Para qué La Ley nos quiere mostrar que somos pecadores?, ¿cuál es el objetivo?. Dios nos dio La Ley porque nos ama. Gálatas 3:19-24 dice: “¿Para qué, entonces, la ley?. Fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia que había sido prometida, y fue promulgada por medio de ángeles en mano de un mediador, y el mediador no es de uno solo, pero Dios es uno solo. ¿Entonces la ley está en contra de las promesas? En ninguna manera, porque si hubiera sido dada una ley que puede dar vida, la justicia sería verdaderamente por la ley. Pero la Escritura encerró todo bajo pecado, para que la promesa de la fe en Jesús el Mesías fuera dada a los que creen. Y antes que viniera la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que iba a ser revelada. Así que la ley ha sido nuestro tutor hasta el Mesías, para que por medio de la fe fuéramos declarados justos”. Entonces, el objetivo de La Ley es mostrarnos el pecado para que pudiéramos aceptar a Cristo, no fue de maldad, ni para amargarnos la vida, al contrario, para que nosotros al enterarnos que habíamos nacido pecadores y que aún lo somos, pudiéramos mirar a Cristo y aceptarlo. Es decir, La Ley nos estaba mostrando la salvación, nos estaba llevando a Cristo, como un ayo, o sea como una niñera lleva al niño de la mano. Gálatas 3:25 dice: “Y habiendo venido la fe, ya no estamos bajo tutor”. Cuando estamos en Cristo ya no necesitamos La Ley, ya cumplió su función, me lleva a Cristo, para que pueda aceptar su muerte como pago de mis pecados. La paga del pecado es muerte. Yo no tengo con que pagar, así que tengo que recurrir 27


y aceptar la muerte del Señor Jesucristo para pagarlo, este conocimiento es fundamental para la Salvación. Todo aquel que cree en el Señor Jesucristo se está reconociendo pecador porque el Señor Jesucristo murió por los pecadores. Hace años, durante la presentación del Evangelio a la madre de un amigo, noté como lloraba desconsoladamente, le pregunté la razón y me contestó que era muy pecadora, después de insistirle que confesara cuál era el pecado que la abatía para poderla ayudar me dijo: “Lo que pasa es que yo todo el día paso en mi casa en la cocina haciendo oficios domésticos y considero que eso es mucho pecado”. La señora no tenía un concepto claro de lo que era pecado. Pecado es desobedecer a Dios. A la pregunta: ¿Ha sido La Ley una bendición para nosotros?, respondo que sí. La Ley saca y muestra el pecado con el propósito que yo vaya a Cristo, lo dice en Gálatas 2:18-21: “Porque si edifico otra vez las mismas cosas que destruí, yo mismo me demuestro transgresor. Porque yo, por medio de la ley, a la ley he muerto, a fin de vivir para Dios. Con el Mesías (Ungido) he sido juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí. No rechazo la gracia de Dios, porque si por la ley fuera la justicia, entonces en vano murió el Mesías”. Por eso Pablo manda a corregir a los Gálatas, ya que estando en Cristo quieren volverse a La Ley, enseñaban a los judíos cristianos que se tenían que circuncidar al octavo día de nacimiento para ser salvos, como cumplimiento a un mandamiento de La Ley.

Estando en Cristo ya no necesito La Ley, me estorba y me hace daño. Estando en Cristo estoy bajo su Ley, la de la libertad, que es obedecer a la dirección del Espíritu Santo, Él no me saca el pecado aunque lo tenga, me saca obediencia. Debo interesarme por relacionarme con el Espíritu Santo, conocerlo y obedecerlo. La mayoría de las iglesias del Señor Jesucristo, por no decir la totalidad de ellas, están en problemas por seguir bajo La Ley, no están obedeciendo al Espíritu Santo sino a La Ley. El Espíritu Santo tiene el poder para mantener quieto al pecado, La Ley no, más bien lo manifiesta.

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SALVACIÓN Salvación es un término griego y su significado en español es: salud, “bien estar” (estar bien ubicado), sanidad. El Evangelio Bíblico es un Evangelio de sanidad, de bien estar, es situacional, estar bien ubicado con Dios y en el mundo espiritual de Él. Nos preguntamos entonces, ¿Cuál es la salud, la sanidad, el “bien estar” que Dios nos está dando con el Evangelio?, ¿de qué nos salvó Dios?, ¿qué nos quitó? y ¿qué se evitó para que nosotros pudiéramos tener salud, bienestar, salvación?. Filipenses 2:5-8: “Considerad entre vosotros lo que hubo también en Jesús el Mesías, el cual, existiendo en forma de Dios, no quiso por usurpación ser igual con Dios, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. El Señor Jesucristo muere físicamente, es la muerte de un hombre no pecador, porque siendo Dios se hizo hombre para morir por nosotros. Dios Padre no puede recibir su muerte porque Él mismo dice que la paga del pecado es muerte. Está escrito en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Jesús el Mesías, Señor nuestro”. La muerte del Señor Jesucristo queda disponible, porque Él no debía muerte en su condición de hombre. El Señor Jesucristo no es pecador, no desobedeció, no nació pecador (porque no desciende de Adán) y hasta la muerte de cruz obedeció a Dios Padre. A todos los seres humanos, Dios Padre y el Señor Jesucristo nos regalan la muerte del Señor Jesucristo, para pagar nuestros pecados porque la paga del pecado es muerte. Todo aquel que pague su deuda de muerte por sus pecados con la muerte del Señor Jesucristo, su deuda queda saldada, queda en paz con Dios y le borran del libro de los condenados. El quedar saldada la deuda con Dios, tiene implicaciones vitales: § Dios Padre y el Señor Jesucristo nos obsequiaron este regalo para que tuviéramos vida porque nos aman. Ante este regalo, el ser humano se vuelve a Ellos y lo único que puede salir de los creyentes, es gratitud, “Gracias porque me regalaron la muerte del Señor Jesucristo para recuperar la vida” (si es agradecido). La gratitud le hace bien al ser humano, le da un bienestar general, no a Dios, Él no está esperando gratitud. § Dios (Padre, Señor Jesucristo y el Espíritu Santo) conocen que nosotros los seres humanos los creemos mentirosos, que desconfiamos de Ellos (esa fue la motivación de Adán y Eva para desobedecer), por esto Dios le dio garantías al ser humano de cumplimiento de su palabra, referente al Evangelio y la Salvación sellando este nuevo pacto dándoles a los creyentes 29


el Espíritu Santo. Efesios 1:13-14: “En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido, que es arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión, para alabanza de su gloria”. OBRAS ¿Qué significan las obras?, ¿qué son las obras?. Obra es un hacer, hacer algo, es un comportamiento, es ejecutar algo. La Biblia habla de tres clases de obras: de La Carne, de La Ley y de La Fe. OBRAS DE LA CARNE Son todas las que hacen las personas humanas, dirigidas por su mente y por su espíritu humano, es decir, todo lo que realiza la persona humana. Todo lo que las personas humanas hacen, porque así lo decidieron y lo pensaron sin la dirección de Dios por medio de su Espíritu Santo, son obras de la carne y por lo tanto son obras muertas porque el ser humano nace muerto. Todas las obras de la carne son carnales, porque no son dirigidas por Dios, sino por el ser humano y como el ser humano nace muerto, sus obras de la carne son obras muertas. El matrimonio es una obra de la carne, es de la realidad humana. Adán fue quien se inventó el matrimonio y no Dios. Génesis 2:20-24 dice: “Y el hombre puso nombres a todos los animales, a las aves de los cielos y a toda bestia del campo, mas para el hombre no se halló una ayuda semejante a él. Entonces YHVH ’Elohim hizo caer al hombre en un profundo adormecimiento, y se durmió. Luego tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que YHVH ’Elohim había tomado del hombre hizo una mujer, y la llevó al hombre. Y el hombre exclamó: ¡En verdad ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Por esto será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne”.

Hay una sola obra de la carne que no es pecado y es el matrimonio. Aparte del matrimonio, cualquier obra de la carne es pecado, excepto lo que es de su naturaleza humana, no es pecado, como comer, dormir, trabajar, el matrimonio, las relaciones sexuales dentro el matrimonio, entre otras; todo lo demás que es dirigido por el ser humano es pecado porque la condición actual de éste, es pecador y por lo tanto, sus actuaciones dirigidas por él, son de un pecador sea no creyente o sea cristiano. Dios creó a la naturaleza humana sin pecado, pero el hombre le introdujo el pecado a su ser cuando desobedeció a Dios y por eso 30


nacemos todos pecadores, entonces todo lo que hace la naturaleza humana en su condición actual en dirección a un actuar, un comportamiento, una decisión tomada de manera racional, (con su mente humana) es un quehacer de la carne. Por ejemplo, hace algunos años un conocido cercano a mi familia debido a un comportamiento considerado ilegal, estuvo algunos meses en la cárcel, (se demostró su inocencia meses después) su mamá con el pago de un dinero mientras estuvo encarcelado le consiguió ciertos beneficios (no estamos de acuerdo con esta práctica ilegal y no ética), como pasarlo a un pabellón especial donde habían celdas individuales y como era en tierra caliente, tenía aire acondicionado y se le permitía que ella le enviara la comida desde la casa y una empleada se la llevaba, le servía, le lavaba los platos y la ropa, todo ésto dentro de la cárcel. Un día fui a visitarlo, le comenté que estaba mejor que en la casa porque poseía ciertos beneficios que antes no tenía, como aire acondicionado y una empleada exclusivamente para él; me comentó que eso no era cierto, porque estaba preso en una cárcel y todos esos beneficios eran en su condición de preso, que ese era el aire acondicionado y la empleada de un preso y que prefería no tener esos beneficios pero estar libre y en otra condición que en calidad de preso. En ese momento entendí por revelación del Espíritu Santo, que el cristiano es libre y su condición aunque tenga el pecado, no es actuar como pecador, sino como persona libre, no ser dirigido por la carne sino por el Espíritu. Si es cristiano el que hace las obras de la carne, es llamado un cristiano carnal, pero no deja de ser cristiano porque sigue estando en Cristo. OBRAS DE LA LEY Las obras de La Ley aparecen en La Biblia y son todos los mandamientos que contiene la llamada Ley de Moisés, también conocida como La Ley de Dios. Ninguna obra de La Ley es pecado, al contrario de las obras de la carne. Las obras de La Ley son órdenes dadas por Dios. Recordemos que pecado, es desobedecer a Dios, si yo obedezco las obras de La Ley no peco. La Ley contiene alrededor de 613 mandamientos. Aunque las obras de La Ley no son pecado, ninguna obra de La Ley justifica al que las realiza delante de Dios, o sea, el cumplimiento de La Ley no me sirve para salvación, no me salva. Gálatas 3:10-11: “Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque está escrito: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas que han sido escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: el justo vivirá por la fe”. Dios promulgó La Ley para que reconociéramos y nos diéramos cuenta que éramos pecadores pero no para justificarnos, porque para justificarnos nos dio el Evangelio. El cumplimiento de La Ley, aunque no es pecado no nos sirve para justificación. Romanos 3:10-20: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno, no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios, todos se desviaron, a una se 31


hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno; sepulcro abierto es su garganta, con sus lenguas engañaron, veneno de áspides hay bajo sus labios, su boca está llena de maldición y de amargura; veloces son sus pies para derramar sangre; destrucción y miseria hay en sus caminos, no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, las dice a los que están en la ley, para que toda boca sea cerrada, y todo el mundo quede expuesto al juicio de Dios; porque por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Si es cristiano el que hace las obras de La Ley, se le llama legalista y éste sí está en peligro, no de perder La Salvación sino de no vivir la sensación de tranquilidad que produce la Salvación del Señor, lo cual le produce temor y el Señor dice, que en el temor hay castigo. 1ª de Juan 4:18: “En el amor no hay temor, antes bien, el perfecto amor echa afuera el temor, pues el temor lleva en sí mismo castigo, de donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor”. A los cristianos de Gálatas 3:1-5 el Señor dice: “Digo pues: mientras el heredero es menor de edad, aunque es señor de todo, en nada difiere de un siervo, sólo esto quiero averiguar de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por la predicación de la fe? ¿tan insensatos sois? ¿habiendo comenzado en el Espíritu, ahora os perfeccionáis en la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano?. Esto es, si fue en vano. Aquel pues que os suministra el Espíritu y efectúa milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por la predicación de la fe?”. Desconociendo de esta forma lo que Dios hizo por nosotros con su muerte y resurrección. Hebreos 4:10-11: “Porque el que entró en su reposo, también él resposó de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos pues entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en el mismo ejemplo de desobediencia”. OBRAS DE FE Son todas las obras que el cristiano hace dirigidas y controladas por el Espíritu Santo. Las obras de fe son las preparadas por el Espíritu Santo para aquellas personas que están en Cristo; es decir, para los cristianos, para los salvos, los que han nacido de nuevo en el Señor Jesucristo. Las obras de fe tampoco son para salvación. En Efesios 2:8-10 dice: “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no es de vosotros, es el don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe; porque somos hechura suya, creados en Jesús el Mesías para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”. Claramente se ve que la Salvación no es por ninguna clase de obras incluyendo las de fe.

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De acuerdo a las obras no de fe sino de comportamiento en general por las leyes humanas, sociales, culturales, legales, ente otras, hay tres clases de personas humanas: § El hombre natural: son todos los seres humanos (varón y hembra) que nace muerto y pecador. Todas sus obras son de la carne. § El hombre natural que obedece La Ley de Dios (no cristiano): como está muerto y es pecador, sus obras son muertas aunque no son pecado. § El hombre cristiano: es todo aquel que ha creido en el Evangelio, es decir, en la persona y la obra del Señor Jesucristo Bíblico. Por las obras, hay tres clases de cristianos: -

Cristiano carnal: es salvo, pero dirigido por la carne, es decir, su mente. Cristiano legalista: es salvo y lo dirige La Ley de Dios. Cristiano espiritual: es salvo y lo dirige el Espíritu Santo y La Ley de la gracia en Cristo, sus obras son de fe y son para premios.

CRISTIANO El libro de Hechos expresa que fue en Antioquía cuando se les llamó por primera vez a los discípulos del Señor Jesucristo, “Cristianos”.

El término cristiano NO viene de cruz. La palabra griega Cristo, significa: ungido. Ungido es, escogido o enviado para cumplir unas funciones específicas por medio de unos procedimientos establecidos. Se ungían personas, objetos, entre otras cosas. El término cristiano, en un principio indicaba seguidor de Cristo, pero cuando el Espíritu Santo retomó esta palabra profundizó y amplió dicho término. En 1ª de Juan 5:10 hace referencia a “estar” en Cristo: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, lo ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”. Obviamente estar en Cristo implica haber creído en el Evangelio y por tanto, tener el Espíritu Santo y ser salvo. El Espíritu Santo nos ubica en una iglesia local y pasamos a ser parte del cuerpo de Cristo. Pablo en Gálatas 2:20 dice: “ Y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí”. Ya no vivimos nosotros sino Cristo en nosotros, y el espíritu de Cristo que es el Espíritu Santo desarrolla en nosotros sus frutos, sus dones y sus obras; dicho en otras palabras, cristiano es ser salvo, ser hijo de Dios, 33


ser parte del cuerpo de Cristo (que es la iglesia) y todas las áreas de su vida tanto espirituales, psicológicas, físicas, son dirigidas por el Espíritu Santo, siendo el mismo Espíritu de Cristo. Ser cristiano es una condición, es estar en Cristo.

Si usted es cristiano, lea los siguientes estudios para comprender el Evangelio y el hecho de estar en Cristo. Si no es cristiano, lea los siguientes estudios para que conozca al Señor Jesucristo, tenga Salvación y vida eterna.

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