Surco Publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista en Mar del Plata y Balcarce. Año XXI - Nº 251
somos comunidad solidaria Iglesia Evangélica Metodista Argentina
Noviembre / 15 Al alba, nuestro espíritu te busca, Oh Dios, pues tus mandamientos son luz. Enséñanos tu justicia y háznos dignos de cumplir tus mandamientos con todas nuestras fuerzas. Disipa toda oscuridad de nuestros corazones. Concédenos el sol de la justicia y protege nuestras vidas de toda mala influencia con el sello de tu más Santo Espíritu. Conduce nuestros pasos hacia el camino de la paz y haz que ésta sea una mañana apacible para que podamos entonar los himnos matutinos dirigidos a ti, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, el único Dios, más allá de todo comienzo y creador de todas las cosas. Amén. Fragmento de una oración matutina a la Divina Trinidad de San Basilio el Grande. Del libro de Culto de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Busan (Corea), del 31-10-13 al 08-11-13.
ENFRENTAR LOS DESAFÍOS QUE LA COYUNTURA REQUIERE. AFIRMA EL METODISMO ARGENTINO octubre 13, 2015 Al visualizar el panorama argentino la Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) valora “los avances que se han venido realizando, en materia de conquistas sociales e institucionales, de políticas públicas que han mejorado sensiblemente la situación de los sectores más postergados de nuestra sociedad” y cree “que para seguir creciendo en nuestra participación ciudadana y democrática, es necesario poder enfrentar los desafíos que nuestra coyuntura requiere”. Claridad y compromiso surgen desde el mensaje final de la XXIV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) que sesionó desde el 9 al 12 de octubre en el Colegio Ward, Villa Gral. Sarmiento, Buenos Aires. Se reproduce textualmente el mensaje de la IEMA. “Desde la XXIV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, en los tiempos que nos toca vivir como ciudadanas y ciudadanos del país, valoramos los avances que se han venido realizando, en materia de conquistas sociales e institucionales, de políticas públicas que han mejorado sensiblemente la situación de los sectores más postergados de nuestra sociedad. Creemos que para seguir creciendo en nuestra participación ciudadana y democrática, es necesario poder enfrentar los desafíos que nuestra coyuntura requiere. Temas como, los justos reclamos de nuestros pueblos originarios por el derecho legítimo a sus tierras, el cuidado consciente de nuestro medio ambiente y el cumplimiento de leyes que tiendan a su protección, así como el crecimiento del narcotráfico y su red de violencia, que demandan políticas eficaces a favor de los más vulnerables de esta situación, deben ser parte de la agenda diaria del país. Con esta conciencia nos hemos sumado como Iglesia Metodista a las marchas a nivel nacional, por ejemplo, en la plena implementación de la ley 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) las protestas contra la contaminación ambiental, por la justicia en los casos de violencia institucional de discriminación o “gatillo fácil” contra los sectores más pobres, entre otras. Asumimos como propia la lucha de distintos sectores de la sociedad por establecer dentro del nuevo código civil y comercial en Argentina, la “libertad de cultos” que reasegure el libre ejercicio de la pluralidad de cultos en el país. Los derechos humanos y sociales han sido siempre el resultado del reclamo y de las luchas de los colectivos sociales que la Iglesia Metodista ha acompañado con voz profética desde hace casi 180 años, en la certeza de que es el evangelio mismo, quien nos demanda protagonismo y acción en favor de los sectores más vulnerables de nuestra población que quedan marginalizados en este tiempo de globalización y exclusión. Esta XXIV Asamblea General, bajo el lema “Con Cristo somos comunidad solidaria”, nos compromete con un Evangelio transformador de realidades, personales y sociales y nos desafía a compartir las luchas y esperanzas de nuestro pueblo. Oramos al Dios de la vida por nuestro país, su historia. Su tiempo por venir” + (PE) SN 0931/15
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El tercero de la foto Por Juan Forn Todos conocemos la imagen: se ha vuelto ícono e incluso estatua, sólo que en la estatua se eliminó a uno de sus tres protagonistas. No es una crítica ni una denuncia: también nosotros eliminamos mentalmente de la foto a aquel flaquito pelirrojo que parecía estar de prestado en la escena. El año era 1968: la masacre de MyLai en Vietnam, el Mayo francés, los asesinatos de Martin Luther King y Bobby Kennedy en Estados Unidos, los tanques rusos acabando con la Primavera de Praga, la matanza de Tlatelolco y, apenas unos días después, empiezan las Olimpíadas, precisamente en México, con la sangre de los estudiantes muertos todavía fresca. En la final de los 200 metros llanos, el podio es ocupado por dos atletas negros norteamericanos y un australiano, bastante más bajito y esmirriado que ellos. Los dos negros suben a recibir sus medallas descalzos y con un guante negro cada uno, y cuando suena el himno americano bajan sus cabezas y alzan el puño enguantado, haciendo el saludo de los Panteras Negras (iban también descalzos, en alusión a sus hermanos de raza de los algodonales de Luisiana, que no tenían derecho a usar calzado). La foto dio la vuelta al mundo: en el reino de la confraternidad ecuménica a través del deporte, hacía su fulminante ingreso la protesta política. Casi medio siglo después me escribe un lector, uno de esos lectores exigentes que es una bendición tener, y me pide que cuente la historia de la foto y del blanquito que aparece en ella de prestado: el australiano Peter Norman. Yo tenía ocho años en 1968, y había sido educado en los valores del Barón de Coubertin: me acuerdo todavía de la consternación que despertó aquel episodio pero, como el resto del mundo, lo ignoraba todo sobre Peter Norman. Los velocistas negros Tommie “Jet” Smith y John Carlos sabían, desde principios de 1968, que tenían chances seguras de ganar medalla: sus tiempos eran cada vez mejores, no tenían rivales a la vista, el oro estaba entre los dos. También eran miembros de un grupo de atletas que habían creado el OPCR (Programa Olímpico por los Derechos Civiles) que apoyaba la lucha contra la segregación racial. Ante el desdén del Comité Olímpico por sus pedidos decidieron que, al subir al podio, portarían un distintivo de la organización como protesta. Smith había nacido en Texas, el séptimo de once hermanos, era hijo de un peón de los algodonales. Carlos era de Harlem, hijo de un zapatero remendón. Ambos tenían en claro por quién corrían. En las rondas preliminares arrasaron con sus rivales y en la final también picaron ambos en punta, Carlos a la cabeza y Smith mordiéndole los talones hasta que en el sprint de los últimos cincuenta metros superó a su colega y ya estaba alzando los brazos cuando vio por el rabillo del ojo al australianito Norman, que había hecho toda la carrera en sexto lugar, achicando a trancazos la distancia hasta instalarse como una cuña entre ambos. Para entender cabalmente la escena hay que decir que Norman medía casi veinte centímetros menos que los dos afroamericanos: cada tranco de ellos era tranco y medio para él. Sin embargo algo le había pasado desde su llegada a México: no paraba de mejorar sus tiempos. Hasta entonces no alcanzaban a hacer sombra a los de Smith y Carlos, pero ahora estaba ocurriendo lo imposible. Norman hizo los 200 metros en 20.07, una marca que nadie había logrado hasta entonces. Obligó a “Jet” Smith a dejar la vida en esos últimos metros y convertirse así en el primer atleta en el mundo en bajar la barrera de los veinte segundos (clavó la aguja en 19.86). Carlos quedó en tercer lugar, con sus 20.10. En el vestuario antes de subir al podio, Smith y Carlos encararon a Norman y le avisaron lo que iban a hacer. El australiano venía de una familia de “salvos” (así llamaban en su país a los voluntarios del Ejército de Salvación). Cuando Smith y Carlos le preguntaron si creía en los derechos civiles y en la igualdad ante Dios, contestó: “Creo que todo hombre tiene derecho a beber la misma agua. Creo en lo que creen ustedes”. Y a continuación señaló el distintivo del OPCR y preguntó si tenían uno para él. Otro atleta norteamericano le dio el suyo. Smith y Carlos se preguntaban de dónde había salido ese blanquito que pensaba más en lo que estaban por hacer que en su medalla de plata. En el revuelo descubrieron que se les había perdido un par de guantes. “Que cada uno use uno”, sugirió con practicidad Norman. Desde el podio no pudieron apreciar del todo lo que pasaba en las tribunas: el estadio entero en silencio cuando, con los primeros compases del himno, Smith y 3
Carlos alzaron su puño enguantado. Ambos fueron desafectados y expulsados de la Villa Olímpica en cuanto bajaron del podio (al atleta que le dio el distintivo a Norman también lo suspendieron). Apenas volvieron a casa empezaron los problemas. Uno de ellos terminó lavando autos en Texas, el otro cargando bolsas en el puerto de Nueva York. Les escribían insultos en la puerta de sus casas, cada noche sonaba el teléfono con amenazas anónimas. Debieron pasar más de diez años hasta que pudieron volver al mundo del atletismo, ya como entrenadores, y después como portavoces de la igualdad en el deporte. Para Norman fue peor. En Australia, las minorías raciales sufrían una forma más silenciosa pero igual de cruel de discriminación (en el censo nacional de 1968 se contaron las ovejas pero no los aborígenes). Expresar apoyo a la equidad racial fue condenarse al ostracismo. No sólo se le hizo difícil seguir corriendo; tampoco conseguía quién le diera trabajo. Repetidas veces lo invitaron a pedir perdón por el episodio de México, pero él se negó, y siguió entrenando por las suyas y logrando tiempos superiores a sus rivales. En los cuatro años siguientes batió trece veces la marca de calificación en los 200 metros para ir a las Olimpíadas de Munich en 1972, pero no lo convocaron al equipo nacional y, por primera vez en la historia de los Juegos, Australia no tuvo sprinter en las finales de 100 y 200 metros. Norman intentó dedicarse al fútbol australiano profesional pero una lesión en el tendón de Aquiles lo puso al borde de perder la pierna por gangrena. Se hizo adicto a los calmantes que le recetaban, luego alcohólico, luego se recuperó y empezó a militar en el sindicalismo y trabajar en una carnicería. Usaba su medalla olímpica para trabar la puerta de su departamento. Cuando se anunció que Australia organizaría los Juegos en el 2000, se ilusionó con que lo incluyeran en los festejos. Los organizadores de Sydney invitaron a todos los medallistas olímpicos australianos a desfilar el día de la inauguración, pero a Norman no sólo lo excluyeron del desfile: ni siquiera le mandaron entradas para ir al estadio. Era el mejor velocista de la historia australiana pero no existía. Incluso en la estatua que se había erigido en el campus de San José, California, conmemorando aquel podio de México 68, el segundo lugar estaba vacío. Murió sin que nadie le pidiera perdón, el 9 de octubre de 2006. Los ya sexagenarios Smith y Carlos viajaron hasta Melbourne y llevaron el féretro en el funeral. La banda que acompañaba el cortejo tocaba “Carrozas de fuego”. El sobrino de Norman, Matt, había hecho un documental sobre su tío: no consiguió financiación en su país, pero logró terminarla igual. Después de colarla en el circuito de festivales y cosechar media docena de premios, el Comité Olímpico declaró el 9 de octubre Día Mundial del Atletismo. La marca de 20.07 sigue sin ser superada en Australia hasta el día de hoy. Ningún otro record en el atletismo mundial ha durado tanto.
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IGLESIA EVANGÉLICA METODISTA ARGENTINA
CON CRISTO
SOMOS COMUNIDAD SOLIDARIA
Pastor Frank de Nully Brown Obispo
Buenos Aires, 16 de octubre de 2015 A las congregaciones Metodistas y Unidas La Gracia y la Paz de Jesús sean con todos nosotros en este tiempo de Pentecostés. Damos gracias al Señor por la celebración de nuestra XXIV Asamblea General bajo el lema “Con Cristo somos comunidad solidaria” donde afirmamos la continuidad de los lineamientos de trabajo: O Ser congregaciones amorosas, contenedoras, inclusivas y sanadoras. O Ser congregaciones que hacen nuevos discípulos y discípulas. O Ser congregaciones abiertas a los cambios y movimientos que se producen en la gran parroquia
donde estamos insertos. O Ser congregaciones proféticas, que se sumen con otros espacios sociales a la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria. En esta Asamblea se eligió la nueva JUNTA GENERAL de acuerdo a nuestra tradición democrática quedando conformada de la siguiente manera: Consejo de Mayordomía y Gestión Consejo de Vida y Misión Titulares: Titulares: Humberto Santoni (laico, de Rosario) Magalí Heredia (laica, de Bahía Blanca) Miguel Pets (laico, de San Luis) Rosi Pérez (laica, de Mendoza) Marcelo Van Norden (laico, de Neuquén) Rubén Bucafusco (laico, de Martínez) Nora Garófalo (laica, de Lanús) Américo Jara Reyes (ministro, de Rosario) Jorge Ostapczuck (ministro, de Rosario del Tala) Maximiliano Heusser (ministro, de Córdoba) Suplentes: Suplentes: Amal Azam (laica, de San Luis) Nora Viacava (laica, de Buenos Aires) María Angélica Farías (laica, de Rosario) Gabriela Amaya (laica, de Rosario) Ariel Fernández (ministro, de Rosario) Guido Bello (ministro, de L. Guillón y Temperley) Mariana Beux (ministra, de Valle del Chubut) Oramos por estos hermanos y hermanas que han sido elegidos para esta tarea de conducir la vida de la Iglesia. Fraternalmente en Cristo,
Pastor Frank de Nully Brown Obispo
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Mensaje de la XXIV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina A las Congregaciones Metodistas de Argentina
CON CRISTO SOMOS COMUNIDAD SOLIDARIA
Los miembros de la XXIV Asamblea General de la IEMA, se dirigen a las Congregaciones y Comunidades de nuestro país, para hacerles llegar su saludo y deseos de bendiciones en la misión que realizan a diario. Es con gratitud y convicción que sentimos que durante nuestra Asamblea nos ha acompañado el Espíritu Santo, guiándonos en las decisiones y abriéndonos caminos y entendimiento a los desafíos de misión que tenemos por delante como Iglesia Metodista Argentina. Somos parte del pueblo de Dios llamado metodista, que en el mundo convoca cerca de 90 millones de personas que celebran y cantan su fe, a la luz de una rica tradición wesleyana. Estamos convocados a renovarnos espiritualmente con una clara conciencia social en el tiempo que nos toca vivir, afirmando que somos llamados a ser y hacer discípulas y discípulos en Cristo para transformar el barrio, la ciudad, las provincias, el país y el mundo, anticipando el Reino de Dios. La Iglesia Evangélica Metodista en Argentina tiene una identidad muy rica de compromiso con la sociedad a través de toda su historia de casi 180 años. En esta larga historia de compromiso con el evangelio y nuestra sociedad, la presencia metodista se ha expresado en múltiples formas como la obra evangelizadora, educativa, la de defensa de los derechos humanos desde los orígenes del Estado argentino, obras de servicio y el trabajo ecuménico que la distingue. Estamos plenamente convencidos de que necesitamos un “sacudón”, un “despertar” como en Pentecostés, que el Espíritu Santo abra nuestras mentes y corazones y renueve nuestro compromiso con Jesús de Nazaret, en comunidades que añadan nuevos seguidores y seguidoras. Nos desafiamos a ser congregaciones vivas y vibrantes que impactan en las pequeñas y grandes ciudades y en las zonas rurales, aportando a la paz, al cuidado del medio ambiente y la justicia, siendo “la sal de la tierra y la luz del mundo” (Mateo 5:13-14) Recordamos las palabras del apóstol Pablo al joven Timoteo cuando dice: “No nos ha dado Dios, un espíritu de cobardía, sino de amor, poder y dominio propio” (2ª Tim. 1:7), y confiamos plenamente en que este espíritu de osadía y valor nos conduce hoy a nuevos y mejores horizontes. Alentamos a todos a orar por nuestras comunidades que están con dificultades, a comprometernos conexionalmente en su renovación y crecimiento, y por aquellas que están en ese proceso, para que este Espíritu del Señor nos guíe, corrija y afirme en sus caminos. Nos exhortamos mutuamente a crecer en la mayordomía generosa de nuestro tiempo, dones y ofrendas, para la obra de nuestra iglesia. A perseverar en la oración y comunión mutua, y en la diversidad de ministerios desde la evangelización, el discipulado y el servicio profético. Que el Señor de la vida nos aliente en el trabajo diario y confiando en Su poder transformador. Así sea.
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Escribiendo con el corazón en la mano Pocas veces un libro de origen académico logra en pocas páginas cumplir su objetivo profesional, y a la vez conmover a todo tipo de lectores y reflejar las vivencias más intensas de su autor. Sin duda, la terapista ocupacional Silvina Oudshoorn consigue esos tres propósitos en el libro que termina de editar, "En la Cornisa de la Vida" (Intervenciones desde Terapia Ocupacional). Por Oscar Lardizábal Silvina Oudshoorn escribe con el corazón en la mano. Esta madre de tres hijos, el del medio fallecido de cáncer 25 años atrás cuando tenía sólo tres años de edad, le aporta a los terapistas los últimos conocimientos científicos para hacer su tarea de manera efectiva y humana, y todavía más: como creadora de Paanet trae desde ahí la fuerza y la fe de los testimonios de los pequeños y los jóvenes que con alegría -sí, con alegríaluchan contra la enfermedad. Para quien en Mar del Plata no lo sepa... ¿qué es Paanet? Es una asociación civil marplatense que Oudshoorn dirige desde hace dos décadas, y que se dedica a contener a familias de niños y adolescentes con cáncer. Silvina ha sido docente e investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata y se formó en Psicooncología en la Universidad Favaloro. "En la Cornisa...", corazón y conocimiento marchan a la par y, dice Silvina, que lo hacen por un camino muy angosto que acerca el sufrimiento, la esperanza, el dolor y la vida. Lejos de un modelo tecno-médico deshumanizado, la autora plantea "una visión diferente del hacer profesional, sanadora y liberadora en donde la espiritualidad se erige como eje central de la búsqueda del sentido de la vida", una espiritualidad incluida en el actualísimo modelo canadiense de Terapia Ocupacional". -¿Qué te llevó a especializarte en psicooncología en la Universidad Favaloro? -Siendo terapista ocupacional y trabajando en salud mental, en el año 90 mi hijo del medio tuvo cáncer. A nivel familiar descubrimos todo un mundo y un campo profesional que nunca antes había imaginado, sobre el cual avanzar. Yo digo que tengo tres hijos. Dos acá y uno arriba. Marcos, el del medio, falleció en 1990 y por esto en el libro primero soy Silvina, después mamá y luego terapista profesional. Marcos me sigue inspirando, como también lo hacen, de otra manera, mis otros dos hijos. Silvina es simpática y no deja de sonreír. "Cuando murió, a Marcos le faltaba sólo un mes para cumplir los cuatro años. No me olvido su lucha por seguir adelante y que nos decía, desde antes, y mucho nos llamaba la atención, que siempre habría de ser chiquito. Disfrutaba cada día intensamente y ahora cuando me dicen, con pena, lo pequeño que era, les digo que las vidas son lo que deben durar. Quién dice cuánto, quién lo puede imponer. Lo importante es la calidad del tiempo que vivimos". Desde el humor y el placer Admite Silvina que el cáncer -una palabra que muchas veces por miedo tratamos de no pronunciarse asocia a muerte y sufrimiento, pero la recopilación de testimonios en el libro habla de otras cosas que alimentan la fortaleza, la esperanza y la alegría genuina de vivir, como lo son el sentido del humor, el placer, el encuentro con el otro, la empatía, todo aquello que se debe y se puede cultivar siempre, aún transitando por la enfermedad del cáncer. Y porque también los adelantos tecnológicos, científicos y de tratamiento así lo quieren, "tener cáncer -expresa Silvina con entusiasmo- no es el final de nada, sino que muchas veces es el principio de un cambio importante en la vida". El libro tiene capítulos para las voces de los protagonistas. Y los chicos lo hacen desde su espíritu y creatividad. Maxi, por ejemplo quiso hablar de la amistad, la familia y el futuro a través de sus historietas. Facu Capurro expresa su rap con aparente rabia hacia quienes se quejan por minucias teniéndolo todo, incluida la salud, pero también proclama: "Pero siempre estoy con fe que esto 7
pronto va a pasar y como un mal recuerdo todo esto va a quedar". El paradigma tecno-médico separa la mente del cuerpo, y toma a éste como una máquina a reparar, en cambio la licenciada Oudshoorn propone el modelo humanista que ve la persona íntegra con su cuerpo, mente y espíritu, y desde ahí se trata de "posicionar a la persona para que sea ella misma la responsable de su sanación. Las experiencias en Paanet que se refieren también conmueven y vale conocerlas leyendo el libro. De cara al estado de crisis que la noticia de un cáncer sumerge a la persona y a todo el grupo familiar, "la propuesta desde esta nueva Terapia Ocupacional -se lee en "En la Cornisa de la Vida"es el lugar y valorización desde los lugares del placer, autogenerados a partir de la búsqueda de recursos (emocionales, espirituales, de salud) que cada uno de nosotros posee". Y en la misma página, es la misma Silvina Oudshoorn la que abre su alma así: "A las pocas semanas de haber fallecido mi hijo, me encontré en el jardín de mi casa sonriendo ante una hermosa puesta de sol. Realmente me sentía en paz, y hasta recuerdo... feliz. Minutos después conscientemente inhibí esa sensación de plenitud ante el pensamiento. Me sentí culpable de no estar triste. ¿Cómo puedo estar sonriendo si Marcos murió? Ahora, años más tarde, entiendo que podría haber defendido ese estado desde la convicción de que el duelo también es dinámico y no debe oponerse con la vida". "¿Por qué no habría de curarse?" Y en la entrevista nos advierte a los grandes, es decir a quienes vemos muchas veces a los chicos como meros proyectos de personas grandes, y no por lo que son hoy, chicos con ganas de jugar, ganas de seguir aprendiendo, con ganas... tal como son los chicos que concurren a Paanet, que tienen la sabiduría natural de no centrarse en la enfermedad sino en el gusto por lo que tienen. Silvina se pone luego del lado de los padres, comprendiéndolos, pero reconociendo (y vuelve a sonreír) que suelen ser complicados. "Entonces, primero -les aconsejamos- los grupos y las redes de autoayuda, ya que dolor compartido, dolor diluido". "Y, al fin -enfatiza como nunca antes- pensar que la mayoría de los chicos con cáncer hoy en día se curan, entonces por qué mi hijo no se va a curar también".
l l l l l l l l l l l l l l l l l l Consejos para vivir una vida en plenitud Cuando digas, "te amo", dilo de verdad. Cuando digas, "lo siento", mira a la persona a los ojos. Cree en el amor a primera vista. Jamás te burles de los sueños de los demás. Ama profunda y apasionadamente, puedes salir herido, pero esa es la única manera de vivir la vida completamente. Enfrenta a los desacuerdos, pelea limpio, no ofendas. No juzgues a los demás. Habla lentamente, pero piensa con rapidez. Cuando alguien te haga una pregunta que no quieres responder, sonríe y pregúntale "¿Por qué quieres saber?" Recuerda que el más grande amor y los más grandes logros involucran mayores riesgos. Recuerda Respeto a ti mismo, Respeto a los demás, y Responsabilidad para todas tus acciones. No permitas que una pequeña disputa dañe una gran amistad. Cuando te des cuenta que has cometido un error, toma medidas inmediatas para corregirlo. Sonríe cuando respondas al teléfono. Quien llama lo podrá escuchar en tu voz. Cásate con una persona que guste de conversar, pues cuando llegue la vejez las habilidades de conversador (a) serán más importantes que cualquier otra. Pasa algún tiempo en soledad. Abre tus brazos al cambio Recuerda que el silencio es, a veces, la mejor respuesta. Vive una vida buena y honorable. Luego, cuando te hagas viejo y recuerdes el pasado, verás cómo la disfrutas por segunda vez. Una atmósfera amorosa en tu hogar es importante. Haz todo lo posible para crear un hogar tranquilo y armonioso. Ante desacuerdos con tus seres queridos, céntrate en la situación presente. No traigas de vuelta el pasado. Lee entre líneas. Comparte tu conocimiento. Es una manera de lograr la inmortalidad. Se gentil con el planeta. Jamás interrumpas cuando estés siendo halagado Recuerda que la mejor de las relaciones es aquella donde el amor entre dos personas es más grande que la necesidad del uno por el otro. 8
Marcos 10:17:31
Una lectura ecológica del evangelio de hoy El mundo, la humanidad, se encuentra hoy, también ante el desafío de tener que pasar “por el ojo de una aguja” si quiere conseguir... no ya la vida eterna celestial, sino simplemente la supervivencia terrestre. Es un “ojo de aguja” nuevo. Nunca nos habíamos visto en esta situación. Siempre, desde siempre -es decir, desde que el homo et mulier sapientes, aparecimos sobre esta tierra-, el ser humano percibió la tierra como ilimitada, inagotable, cuasi infinita, capaz de absorber impasible nuestro proyecto de desarrollo continuo, infinito. Pero hace sólo cinco siglos (Magallanes, 1522) se dio cuenta de que la tierra no era una superficie plana infinita, sino una superficie esférica, cerrada sobre sí misma, y por tanto, limitada. Y ha sido sólo al final del pasado siglo XX, cuando ha descubierto que su proyecto humano de desarrollo podría topar con los límites de la Tierra. Así lo proclamó proféticamente, en solitario, el famoso libro del Club de Roma “Los límites del crecimiento”, de 1972, que no fue escuchado. Pero su profecía fue confirmada y ratificada al filo del cambio del siglo (1992, “Más allá de los límites del crecimiento”), al denunciar que estábamos en peligro de sobrepasarnos (”overshoot”) más allá de la capacidad del planeta para absorber y regenerar los recursos que consumimos. Ese peligro ya se hizo realidad oficialmente el 23 de septiembre de 2008: los científicos que siguen el estado del Planeta, especialmente la Global Foot Print Network han hablado del “Día del sobrepasamiento”, el “Earth Overshoot Day”, día en el que calculan que hemos sobrepasado en un 30% su capacidad de reposición de los recursos necesarios para las demandas humanas. En este momento estamos necesitando más de una Tierra para atender a nuestra subsistencia... El Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2007-2008 confirmó la denuncia, y, de otra manera y con otros datos, confirmó que si toda la humanidad adoptara un nivel de vida como el de EE.UU. o Europa, necesitaríamos 9 planetas (pág. 48 de la edición en español). Despidámonos pues de la “vida eterna” para la Humanidad. El planeta seguirá, sí, pues ha pasado crisis semejantes, y aunque la vida terrestre sea diezmada, el planeta seguirá, pero seguirá... sin nosotros. Ésta en la que estamos ya hace tiempo es la “sexta extinción”. La anterior, la quinta, hace 65 millones de años, por efecto de un meteorito según las actuales hipótesis, causó la desaparición de los dinosaurios. La sexta, la presente, actualmente en curso acelerado, está causada concretamente por una especie biológica que ha llegado a convertirse en fuerza geológica. Parece que va a ser una crisis profunda, que se llevará consigo a dos tercios de las especies actuales (entre ellas la causante). Nada de “vida eterna”, pues, sino la condena a “una muerte anunciada”, y con carácter de inminencia. Pero... “sólo una cosa tienes que hacer si quieres todavía alcanzar”... una prolongación de la vida: abandona el “sistema” que te lleva a la muerte, centrado obsesivamente en el enriquecimiento material, ciego a los costes ecológicos, y pasa a adoptar un nuevo estilo de vida, un nuevo paradigma, una nueva forma de mirar al planeta, comprendiendo que eres Tierra y dependes de ella, y que en vez de vivir de espaldas a ella y en guerra contra ella, debes vivir en amistad y en relación cariñosa y simbiótica con ella. Se ha dicho muy frecuentemente en los últimos tiempos que el cristianismo tenía, ha tenido un “punto ciego” en el aspecto ecológico, que todo nuestro patrimonio simbólico de los tres grandes monoteísmos está construido no sólo “de espaldas a la naturaleza” (nos consideramos no naturales sino sobrenaturales), sino en buena parte “contra la naturaleza”, como sus dueños y dominadores, por derecho divino incluso... Afortunadamente, la encíclica del Papa Francisco, de este año, Laudato sii`, acaba de dar un buen paso en sentido contrario. No podemos borrar nuestra historia pasada, ni nuestra realidad actual, pero al menos acabamos de dar un primer signo de conversión desde la cúpula misma de la institución. Como dice la encíclica, no se trata sólo de cuidar la naturaleza, sino de toda otra forma de pensar, una nueva cultura, una revolución mental. Y también una revolución teológica: la de dejar de pensar que la ecología no tiene que ver con la vida cristiana, ni con la vida espiritual... y pasar a pensar que respetar la vida, cultivarla, reverenciarla, sentirla como nuestra placenta, nuestro hogar, nuestra hermana madre Tierra... tiene que formar parte, por derecho propio, del hecho de ser cristiano, como forma parte del hecho de ser ser humano. La Agenda Latinoamericana 2010 (latinoamericana.org/index2010.html) ya planteó la necesidad de afrontar a fondo el tema de nuestra “conversión ecológica”, y el de la “reconversión 9
ecológica” del cristianismo (incluida nuestra teología, nuestras creencias y nuestra espiritualidad). Todos los cristianos/as deberíamos insistir en nuestras comunidades en tocar, en hacer presente, en estudiar este tema, el tema “planetariamente más urgente”... Sus textos y materiales pastorales pueden ser tomados de su archivo (servicioskoinonia.org/agenda/archivo); ofrece también sugerencias para organizar grupos de estudio, materiales para la educación popular, textos y reflexiones para organizar en nuestras comunidades una reflexión profunda sobre el tema en su página complementaria: latinoamericana.org/2010/info. El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 92, “Por el ojo de una aguja”, de la serie “Un tal Jesús”, de los hnos. López Vigil. El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí: http://untaljesus.net/texesp.php?id=1400092. Puede ser escuchado aquí: http://untaljesus.net/audios/acp92b.mp3. Servicio Bíblico Latinoamericano Aporte de Elisabeth Stauffer
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Declaración CLAI Argentina ante aumento de femicidios 20 oct 2015 Reunidos en Buenos Aires en ocasión de la Consulta de Consejo Latinoamericano de Iglesias –CLAI-, vemos con profundo dolor y consternación que el número de víctimas de femicidios en nuestro país ha aumentado en el último mes de modo alarmante. Han perdido la vida de modo violento mujeres- madres y personas trans, incluyendo a una de las dirigentes más destacadas del movimiento LGTTB. Viendo con estupor el aumento de la violencia; que quienes deben proteger a las víctimas – funcionarios judiciales, de seguridad, etc.- no cumplen con los protocolos a seguir; y que como sociedad necesitamos desplegar nuevas estrategias y cambios en los modelos de pensamiento que garanticen protección efectiva a las mujeres: declaramos que estos hechos reiterados de violencia, discriminación y abandono constituyen un drama nacional que afecta a nuestra sociedad, a nuestras comunidades de fe y a todas las mujeres que crecen y desarrollan sus vidas amenazadas por esta realidad. Por ello exhortamos a las comunidades de fe a reflexionar sobre esta situación, orar, acompañar pastoralmente a las víctimas, exigir el esclarecimiento de estos hechos así como generar y multiplicar acciones comprometidas con la superación de todas las formas de violencia. En nombre de quien vino para que todos y todas tengamos vida y vida en abundancia. Juan 10:10 Equipo ejecutivo de la Mesa Nacional de CLAI en Argentina/Miembros argentinos de la JD del CLAI Coordinadora Regional de la Pastoral de Mujeres y Justicia de Género/Coordinadora Nacional de la pastoral de juventud/Secretaria Regional del CLAI Río de la Plata
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Escuela Dominical: Domingos 1, 15 y 29.
ESTUDIOS BÍBLICOS EN HOGARES Casa de Elisabeth, “Los del Camino”: Jueves, 17 hs. Casa de Ruth: Miércoles, 18:30 hs. “Los Navegantes”: Miércoles, 18hs.
Todos los lunes, a las 13:30, nos reunimos en la Iglesia para preparar algunos sandwiches y jugos para llevar al basural, para compartir con la gente que trabaja ahí. Toda donación es bienvenida, galletitas, agua, jugo, sandwiches, dinero, lo que puedas traer para colaborar, será muy bien recibido. Es mucha la gente que lo necesita. ¡¡Gracias por tu colaboración!!
Comparto con mucho agrado la carta que recibí de nuestro amigo y hermano Rodolfo: Querida Viviana, Gracias por el envío de la revista el Surco. Quiero confirmar su recepción y cómo lo disfrutamos. Un abrazo fuerte desde Holanda donde estamos luchando sobre el tema de los refugiados y sus problemas y los problemas de dónde recibirlos. Además la discusión trata de la religión musulmana y sus problemas internos, más la persecución de los cristianos en los lugares donde están alojados. Además la unión europea está muy dividida sobre qué hacer con los aviones rusos que de vez en cuando cruzan nuestros cielos. Encima de todo esto está la discusión de por qué nuestra iglesia de 2 millones de miembros pierde cada año unos 60.000 miembros. Bueno, mi iglesia local no sabe bien qué hacer. Tengo 87 años pero vale la pena todavía meterse en las discusiones y saber a quiénes vamos a votar. Nuestra iglesia local es mayormente socialista. Bueno, así no más algunas observaciones sobre este mundo que está en revolución. Bendiciones. Rodolfo van Benthem
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Leccionario #
Domingo 15: 1ª Samuel 1:4-20 Daniel 12:1-3 Hebreos 10:11-14, (15-18), 19-25 Marcos 13:1-8
Noviembre
Domingo 1: Rut 1:1-18 Salmo 146 Hebreos 9:11-14 Marcos 12:28-34
Domingo 22: 2ª Samuel 23:1-7 Salmo 132:1-12, (13-18) Apocalipsis 1:4b-8 Juan 18:33-37
Domingo 8: Rut 3:1-5; 4:13-17 Salmo 127 Hebreos 9:24-28 Marcos 12:38-44
Nuestros cumples #
Domingo 29: Primer Domingo de Adviento Jeremías 33:14-16 Salmo 25:1-10 1ª Tesalonicenses 3:9-13 Lucas 21:25-36
Quiénes
Noviembre
surco Es una publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Mar del Plata y Balcarce
1 – Yanel Glavina Levis
Directora: Viviana Baccaro
6 – Katherina Smirnoff
Redacción y colaboración: Elisabeth Stauffer
6 – Jennifer Stauffer Barrault 7 – Ingrid Wheeler
Noviembre de 2015 Año XXI - Nº 251
16 – Ariel Smirnoff 22 – Delfina y Gabriel Requena (Balcarce)
Dónde y Cuándo
27 – Marcela Carignano
HORARIOS DE CULTOS
27 - Indira Luz Cabral de Ruffini
En Mar del Plata: - Domingos 11:00 hs.
30 – Oscar Villarreal (Balcarce)
Belgrano 3333 - Tel.: 473-5808 Cultos en Balcarce: - Domingos 10:30 hs. Calle 15 N 677 - Tel.: 43-2668 Para comunicarse con la dirección de este periódico: viviummdp@gmail.com.ar En Facebook: Metodistas en Movimiento 12