Surco Publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista en Mar del Plata y Balcarce. Año XXI - Nº 253
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Enero / 16 Canto para el camino (versión libre del Salmo 126) Sí, creímos estar soñando cuando Dios nos tomó en sus brazos y nos liberó de nuestras cadenas. No podíamos dejar de reír y de cantar y danzábamos y saltábamos sin pausa. Los vecinos del pueblo decían: “Algo grande debe haber hecho Dios en sus vidas”. Y es verdad: Dios hizo cosas grandes y maravillosas por cada uno de nosotros y por eso nos desborda la alegría; ¡no es posible contenerla! Ahora, buen Dios, libera a quienes aún siguen presos y oprimidos, a quienes están tristes y no encuentran paz; así como haces correr los arroyos y los ríos, haz que corra tu justicia y que fluya tu amor. Lo que hemos sembrado con esfuerzo y trabajo, muchas veces sufriendo y llorando, que se traduzca, por tu gracia, en bendición para que podamos sentirnos nuevamente de fiesta. Red Crearte
Clarin.comBuena VidaSalud 01/12/15
La importancia de acompañar cuando ya no se puede curar Salud Los seres queridos de un paciente terminal tienen que poder aprovechar el último tiempo para poder disfrutar de los momentos juntos. Y los especialistas deben estar preparados para acompañar cuando ya no pueden curar. "Siempre recomiendo que el moribundo no esté solo, pero quien lo acompañe tampoco", dice Criado.
Lucio Criado* experiencia de 32 años en los cuales he tratado de descubrir qué sucede con cada paciente que he acompañado a morir.
A lo largo de mi vida profesional como médico clínico me tocó acompañar en la muerte a muchos pacientes que atendí durante años. Estuve junto a ellos en el momento del diagnóstico de la enfermedad terminal y en el final de sus vidas los acompañé a ellos y a sus familias.
Un médico argentino muy respetado, el doctor Francisco Maglio dice: "Los médicos estamos acostumbrados a estar al lado de los enfermos, pero debemos también estar del lado de los enfermos". Esto significa que ante la sensación de fracaso por no poder curar no debemos dejarlos solos, ni a ellos ni a su familia. Al sistema de salud, cualquiera sea ante esta "memoria formativa de las universidades de éxito", le cuesta pensar en la muerte como un lugar de trabajo intenso para con el paciente y su entorno. Afortunadamente han surgido grupos de Cuidados Paliativos que con gran profesionalismo acompañan este proceso.
Es verdad que siempre se piensa que los médicos estamos preparados para curar y es correcto. La formación profesional en la etapa universitaria no nos enseña a pensar en la muerte como un desenlace de la enfermedad. En las universidades se nos enseña a curar, generando una memoria formativa hacia el éxito y mirando la muerte como fracaso, o peor aún, no existe en la currícula formativa la muerte como alternativa. En los últimos años ha habido un deseo de aproximación al tema con un trabajo práctico que se titula "Cómo dar malas noticias". Y con eso se da por cerrado el caso. Tenemos luego que aprender al lado de los pacientes. Y lamentablemente muchos no logran cruzar la barrera personal de poder estar cerca de la muerte y del moribundo y superar los sentimientos que esto genera.
Recuerdo un paciente con cáncer avanzado cuya familia no quería que él supiera de su enfermedad. Un día vino solo al consultorio y me preguntó "¿Qué tengo doctor?". Yo le respondí: "¿Usted que piensa?"."Cáncer", me respondió. Le pregunté por qué pensaba eso. "Porque ni mi familia, ni mis amigos me hablan sobre qué vamos a hacer el próximo verano. Me empezaron a velar en vida. Me dicen 'ya vas
Quiero en estas pocas palabras contar la 2
a mejorar, pero no me miran a los ojos'. Piensan que no me doy cuenta".
desprecia y la muerte lo rechaza. La vida lentamente se va apagando y en esta etapa debe prestarse atención a pequeños detalles, como tener la habitación adecuadamente calefaccionada, la cama con almohadas y si se puede el perfume de las flores que más le gustan y una música suave (la que más disfrute), acariciar su mano o su cara, ya que los sentidos son lo último que se pierde.
Cuando un paciente con una enfermedad grave como el cáncer se enfrenta a la situación de fracaso terapéutico percibe que la muerte está por delante y tiene miedo a dos cosas: a morir solo y al dolor físico. La familia y sus amigos tienen que poder aprovechar ese último tiempo para poder disfrutar de los momentos juntos, porque quedan pocos. Poder darse las gracias por lo vivido y también pedir perdón por los errores involuntarios o voluntarios, ya que luego de la muerte es imposible. De esta manera se construye una paz que posibilita una despedida serena.
He aprendido algo muy interesante de mis pacientes y sus familias: cuando llega el momento final, es muy duro, difícil, angustiante estar al lado del moribundo tomando su mano en soledad. Es deseable encontrarnos con la muerte estando de a dos. Estar dos o más al lado de la cama tomando la mano o cercanos físicamente es la condición ideal. El que ha vivido esa experiencia solo o acompañado sabe reconocer la diferencia. Me han dicho mas de una vez "sentí estar solo en la habitación con la muerte a mi lado y viví una situación de angustia jamás vivida". Siempre recomiendo que el moribundo no esté solo, pero quien lo acompañe tampoco.
Pasa el tiempo y el deterioro progresa y las necesidades de asistencia son mayores, aparece el agotamiento familiar y allí es donde el entorno debe ser extremadamente solidario y donde los grupos de Cuidados Paliativos tienen un gran aporte. Cada momento puede ser el último, cada diálogo puede ser póstumo, cada palabra puede ser la última y pueden estar llena de significado para quien las escucha y se queda en esta vida por un tiempo más.
Este tema se debe hablar con la familia y entre colegas igual que se habla de antibióticos y de diagnósticos. Considero que quienes acompañamos a morir debemos estar familiarizados con las necesidades de los pacientes y su familia respetando las decisiones personales, apoyando cada momento las diferentes solicitudes y complicaciones que se sucedan.
Allí es importante poder hablar donde se prefiere morir, en casa o en una institución de salud. El paciente y su entorno más cercano debe hablar de esto. Muchos pacientes han elegido morir en su casa, su cama, con sus olores, sus cuadros rodeados de sus afectos y otros han preferido una institución de salud preparada para acompañar este momento. Ninguno es mejor que el otro, se deben respetar las decisiones. Hay familias o situaciones familiares que no permiten que la muerte suceda en la casa y otras que desean que allí sea.
*Lucio Criado es Coordinador Clínico del Sanatorio de la Providencia, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina y magister en Farmacopolítica.
El moribundo es uno a quien la vida lo
Aporte de Carmen Mazuryszyn
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Extracto de las Obras de Juan Wesley De su Obra “Recomendaciones al pueblo llamado metodista respecto a su manera de vestir” extraemos: No me gusta repetir la misma cosa una y otra vez, especialmente cuando es tanto lo que tengo para decir que es posible que el tiempo que me queda de vida (que no es mucho) no sea suficiente. Sin embargo, en algunos casos es útil para ustedes que lo haga, y entonces no lo siento como una carga. Quizás sea mejor hablar libremente y agotar el tema de una vez, para que ya no haya necesidad de volver sobre él.
abiertos a escuchar los argumentos que voy a presentar. En la medida de lo posible, despójense de todo prejuicio fruto de su educación, de la costumbre, o de lo que ven hacer a otros. No cierren sus ojos a la luz; acepten la luz que les llega de Dios o de otra persona. Alégrense de tener mayor visión que antes, de que se abra vuestro entendimiento. Reciban la verdad del amor, y así encontrarán motivo para bendecir a Dios por siempre.
Cuando después de leer la Biblia con cierto detenimiento, miramos el mundo a nuestro alrededor para ver quién cree y quién vive de acuerdo con sus enseñanzas, inmediatamente nos damos cuenta de que tanto el sistema de vida como las verdades allí propuestos, fueron desbaratados y diseminados como los miembros de Absirto*. Cada una de las denominaciones cristianas ha conservado una porción de la verdad cristiana, ya sea en lo referente a la práctica de vida, o bien, al mensaje. Unos sostienen un aspecto y otros, otro, como lo hicieron sus padres antes de ellos. Entretanto, ¿qué deben hacer quienes quieren guardar toda la palabra de Dios? Sin duda, recoger todos estos pedazos, para que, si fuera posible, no se pierda nada;2 imitar con toda diligencia a todos los que vemos que siguen las enseñanzas de la Biblia; y reunir en una única concepción verdad y práctica cristianas, aspectos que la mayor parte de los cristianos ha separado.
No les aconsejo imitar a los cuáqueros con respecto a los detalles de su vestimenta, que no tienen otra razón de ser que distinguirles del resto de las personas. Ser diferente por el simple hecho de serlo no corresponde a un cristiano; por lo tanto, no les estoy aconsejando usar un sombrero de determinadas dimensiones o un modelo de saco en particular. Más bien, en aquello que es absolutamente indiferente, que no tiene ninguna importancia, la humildad y la cortesía recomiendan seguir las costumbres del país. Pero sí les aconsejo imitarles, en primer lugar, con respecto a la prolijidad en su vestimenta. Esto es digno de ser apreciado y está acorde con el llamado de los cristianos. Cuiden que toda su ropa esté tan limpia como la situación económica lo permita. Es cierto que los pobres no pueden estar tan limpios como quisieran debido a que tienen poca ropa para cambiarse. Pero aun ellos deben estar tan limpios como les sea posible, mostrándose diligentes y cuidadosos en su aseo. En realidad, esto es particularmente necesario para ellos porque la limpieza es uno de los aspectos de una buena economía. Asimismo, la higiene contribuye al cuidado de la salud mucho más de lo que comúnmente se cree. Por lo tanto, los pobres, en especial, deben esforzarse por ser limpios, provocando la envidia de la clases más altas.
Hace muchos años observé que los cuáqueros cumplían con varios aspectos prácticos de la vida cristiana. Dos cosas en particular me llamaron la atención: la sencillez al hablar y la sencillez en el vestir. Voluntariamente adopté ambas cosas, aunque con ciertas restricciones; particularmente, la sencillez en el vestir. Esto mismo les aconsejé hacer a ustedes cuando Dios les llamó por primera vez a apartarse del mundo. Basándome en la experiencia adquirida desde entonces, les aconsejo hoy lo mismo que les aconsejé hace más de veinte años.
En segundo lugar, les aconsejo imitarles en cuanto a la sencillez de su vestimenta. Esto incluye dos aspectos: 1) que su ropa sea económica, no costosa; mucho más barata que la que usan otras personas que están en igual situación, o que la que ustedes usarían si no conocieran a Dios. 2) que sea sobria, no vistosa, o llamativa; que
Antes de seguir avanzando, tengo que rogarles, en nombre de Dios, que estén 4
no siga la moda.
Aconsejo a las mujeres no usar anillos, aros, collares, encajes (no importa su color), o esos cuellos altos y fruncidos, que sin exagerar, pueden llegar a tener doce pulgadas de espesor. A los hombres les aconsejo no usar chalecos de colores, medias de colores estridentes, hebillas o botones brillantes o muy costosos, ya sea en sus sacos o en las mangas; tampoco deben usar esas modernas y costosas pelucas. ……. Sea como sea, ¿creen que pueden adornarse, al mismo tiempo, con trajes costosos y con buenas obras? Me refiero a poder hacerlo con la misma intensidad que si hubiesen destinado mucho menos dinero para su vestimenta. Saben que esto es imposible; cuánto más invierten en lo uno, menos les queda para invertir en lo otro.
Estas normas tan simples se pueden aplicar tanto a los materiales utilizados para confeccionar las prendas, como al diseño de las mismas, y también a la manera de usarlas. ……. Para expresarlo de otro modo: Todo lo que hagan con respecto a la vestimenta, háganlo de tal modo que puedan ofrecérselo a Dios como sacrificio agradable por medio de Cristo Jesús, para que así aumente su recompensa en los cielos y su corona tenga más brillo. Y así será, si actúan conforme a la humildad, sobriedad y caridad cristianas. ¿Quieren que les dé más detalles? Entonces, exhorto a todos aquellos que deseen que yo vele por sus almas4 a que no usen oro (no les importe si los funcionarios del gobierno o los magistrados lo utilizan como insignia de sus cargos), perlas ni piedras preciosas; no usen peinados elaborados o extravagantes, ni trajes costosos, aunque sean sobrios. A quienes pueden recibir esta palabra, les aconsejo que no compren terciopelo ni sedas, ni lencería fina; no compren cosas superfluas, que sirvan sólo de adorno, aunque estén muy de moda. No vistan ropa de colores vivos, aunque ya la hayan comprado; no usen ropa vistosa, brillante, o llamativa, nada que sea el último grito de la moda o que pueda atraer la mirada de la gente que pasa a su lado.
*Wesley cita la leyenda de los “argonautas”, donde Absirto el hermano de Medea, es descuartizado por ella, mientras huye de su padre con el “vellocino de oro”. La selección de los párrafos de los textos fueron elegidos teniendo en cuenta varios criterios (temática, extensión, contenido del mensaje, impacto en el lector, etc.) sin embargo no excluyen cierta cuota de arbitrariedad difícil de evitar, por lo cual pedimos disculpas por anticipado.
No es indolente, pero tampoco pleitea con sus criaturas rebeldes. Las deja divagar y condesciende a dialogar con ellas. Se ha vestido con su piel y no ignora lo que les sucede, el olor de la tierra, el aroma de la brisa marina, el rumor de los bosques. Enamorado del tiempo, eligió quedarse atrapado en los relojes con tal de ser conocido íntimamente. Hoy ronda de incógnito por el mundo.
El Dios eterno, a quien no derrota el tiempo, el único ser duradero plantado en las alturas de todo, nos mira y compasivo se inclina. No dice nada, sólo nos toca un momento y acompaña nuestro devenir. No ríe, no puede reír ante tantas tragedias. Tampoco llora. Vive instalado en sus juicios que día con día dosifica y transmite sin descanso. Se reinventa en cada amanecer.
Leopoldo Cervantes Ortiz Red Crearte 5
Paraíso
Saber escuchar
Cierta noche tres amigos ascendían por la pendiente del monte Sinaí, esperando llegar a la cima antes del amanecer. Estaban ansiosos por respirar el mismo aire donde, siglos atrás, habían resonado las voces de Dios y de Moisés. - Hagamos un alto para reponer fuerzaspropuso el de más edad, al llegar a una planicie del monte. Encendieron un fuego, repartieron pan y queso de cabra, y llenaron sus copas con vino de Grecia. -Amigos míos- dijo el más joven, -¿sabéis cómo me imagino el Paraíso? Como un lugar con mujeres bellas, banquetes deliciosos y siestas profundas sin sobresaltos. Al oír esto, el otro joven se entusiasmó y exclamó: -Para mí, el Paraíso es un lugar con una eterna primavera, ríos de agua cristalina y aldeas tranquilas donde habitan los grandes hombres de la historia, con quienes se puede hablar y compartir la sabiduría cada vez que a uno le plazca. Luego le preguntaron al mayor, que había escuchado sonriente y en silencio el relato de sus compañeros de aventura, cómo imaginaba el Paraíso. Con inmensa paz interior respondió: -Yo me lo imagino como una planicie del monte Sinaí, donde tres buenos amigos se detienen, se sientan alrededor del fuego, saborean el pan y el queso, beben vino griego y hablan del Paraíso a la luz de las estrellas.
Un joven caminaba con su padre cuando éste se detuvo en una curva del camino y después de un breve silencio, le preguntó: -Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas algo más? El joven agudizó sus oídos y poco después le respondió: -Escucho el ruido de una carreta. -Eso es- dijo su padre. -Es una carreta vacía. -Pero, ¿cómo sabes que está vacía, si aún no la vemos? Su padre respondió: -Es muy fácil. Cuanto más vacía está, mayor es el ruido que hace.
De paso Un turista americano fue a la ciudad de El Cairo. con el propósito de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió cuando descubrió que vivía en una habitación muy humilde, llena de libros, con una cama, una mesa y un banco como único mobiliario. -¿Dónde están sus muebles?- quiso saber. Rápidamente, el sabio le preguntó: -¿Y dónde están los suyos? -¿Los míos- se sorprendió el turista. -¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso! -¡Qué coincidencia! ¡Yo también!- concluyó el sabio.
u u u u u u u u u u Sumar Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal. Si cultivas un rosal, habrá más flores en el jardín. Si siembras un grano de trigo, habrá más pan sobre la Tierra. Si creces como persona, habrá más humanidad en el mundo. Si enciendes una vela, habrá más luz en la noche. Si haces una fogata, hará menos frío en el invierno. Si irradias tu sonrisa, habrá menos tristeza a tu alrededor. Si esperas cambiar cuando todo haya cambiado, vivirás sin ver las transformaciones. Pero si comienzas cambiando tú, ya estarás cambiando el mundo... No esperes a que otros lo hagan. Comienza tú primero y sé ese cambio que deseas ver en el mundo. Aporte de Alberto Cueto 6
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Oración de viejo SAN JUAN 21 “18 Cuando eras joven, te vestías e ibas a donde querías. Pero te aseguro que, cuando seas viejo, extenderás los brazos y otra persona te vestirá y te llevará a donde no quieras ir. 19 Jesús se refería a cómo iba a morir Pedro, y cómo de esa manera iba a honrar a Dios. Después le dijo a Pedro:—Sígueme.” Comparto este repaso de la palabra del Señor, desde estos privilegiados tiempos de viejo, a la luz del SALMO 71. Señor, Tú sí que supiste lo que era ser despojado de tu propia vestimenta y en cambio ser obligado a marchar donde no quisiste. Como a Pedro le enseñaste, hay un camino común para todo ser humano. Llegará el temblor de manos, de la juventud el contraste. Tu palabra nos enseña que mintió Abraham por el miedo, que Isaac quedó casi ciego, que Jacob se hizo un quejoso Que Moisés vio caer sus manos y precisó de ayudantes, que Elí dependió de un niño, que David fue un temblequeante . Que Noemí lloró a sus muertos en tierra de extranjería. Llanto de viuda y de madre ¿Cómo Mara no sería?! Que El Predicador advierte que las funciones vitales se debilitan y caen, que la adolescencia pasa, que la juventud es escasa. Que el bravo y valiente Pablo, con su gran sabiduría, precisó del Dr. Lucas cuando anocheció su día Danos, Señor que al llegar los días de la vejez, cuando débiles y enfermos vivamos el tiempo infausto que nos hace depender Sintamos la gratitud de ser parte de Tu viña, donde no se pierde nada y el racimo que se seca contiene también semilla Que soledad y viudez son parte cierta de nuestra vida mortal, que a las fuerzas de otros tiempos sigue la debilidad Que si un día parte fuimos del sostén de los ancianos al tocarnos ser los viejos agradezcamos alegres por otras jóvenes manos Y como el viejo salmista seamos agradecidos por esos tiempos dichosos que en otros tiempos vivimos Por el amor con que fuimos gestados para nacer y el amor con que gestamos a los hijos y las hijas que ayudamos a crecer Por el privilegio inmenso que tuvimos de servir. Por la humildad y el cariño al tiempo de recibir. Porque aun la voz cascada y la memoria insegura pueden cantar a Tu gloria, pueden llegar a Tu altura Y así como Pedro pudo, podamos bien recordar que Tú proveerás las manos, amorosas y potentes, que nos han de acompañar. Domingo Ferrari
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Mis hipocresías Te confieso mis hipocresías, buen Jesús. Si hoy anduvieras nuestras calles e ingresaras a nuestras iglesias y vieras “nuestro modo” de vivir la fe, de compartir tu Evangelio, de celebrar tu nombre, seguramente te escandalizarías, como tantas veces te escandalizaste con quienes decían ser pueblo de Dios, con quienes pretendían ser guardianes de las sanas doctrinas, de las enseñanzas puras, de las formas correctas, de la “ortodoxia”. Sepulcros blanqueados, los llamaste y eso ha de haber sido un tremendo insulto. Quién sabe cómo nos dirías hoy, cómo expresarías tu dolor, tu vergüenza, tu tristeza por la manera en que creemos estar sirviendo a los valores de aquel Reino que predicaste, que viviste, que compartiste desde el amor más auténtico y sincero. Si, querido Jesús, te confieso mis hipocresías. Y te pido me renueves a la imagen de tu vida entregada, de tus palabras liberadoras, de tus gestos sanadores, de tu mirada transparente, de tu mano extendida, de tu corazón solidario, de tu teología desprejuiciada, de tus enseñanzas sencillas. Te confieso mis hipocresías, Jesús caminante, y te ruego me encamines por el rumbo del encuentro y del servicio por senderos de justicia y de verdad, hacia horizontes de armonía y de paz. Gerardo Oberman
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Oración para concluir el año Señor, al terminar este año, quiero darte las gracias por todo lo que recibí de Ti. Gracias, por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor; por cuanto te fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice este año; el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que, a lo largo de estos meses, amé; las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron la mano, y a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor, la alegría Fragmento, tomado de Red de amigos cristianos
Oración de año nuevo Señor Dios, dueño del tiempo y la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Y al empezar un año más, detengo mi vida ante el calendario nuevo, aún sin estrenar, y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos. Hoy te pido para mí y para todos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la caridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y de paz. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y los labios a las palabras mentirosas, egoístas o hirientes. Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno; que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Cólmame de bondad y alegría para que cuantos conviven conmigo encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año de paz, y enséñame a compartir esa felicidad. Fragmento, tomado de Red de amigos cristianos 10
Nuestro Taller de Navidad
Manualidades
Canciones
Pesebre actuado
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Leccionario #
Enero
Domingo 17 Isaías 62:1-5 Salmo 36:5-10 1ª Corintios 12:1-11 Juan 2:1-11
Domingo 3 Jeremías 31:7-14 Salmo 147:12-20 Efesios 1:3-14 Jun 1:(1-9), 10-18
Domingo 24 Nehemías 8:1-3, 5-6, 8-10 Salmo 19 1ª Corintios 12:12-31a Lucas 4:14-21
Domingo 10 Isaías 43:1-7 Salmo 29 Hechos 8:14-17 Lucas 3:15-17, 21-22
Nuestros cumples #
Domingo 31: Jeremías 1:4-10 Salmo 71:1-6 1ª Corintios 13:1-13 Lucas 4:21-30
Quiénes
Enero
surco Es una publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Mar del Plata y Balcarce Directora: Viviana Baccaro
2 – Silvia Tiani 2 – Laura Cortese 3 - Nelly Gómez 3 – Graciela Chiarinotti de Petrucelli (Balc.) 7 – Jürg Gerd Stauffer 7 – Mercedes de Morrel (Balcarce) 8 – Nazarena Rubicek 9 - Margarita Maifredini (Balcarce) 11 - Susana Papa 12 – Mirian Morrel de Mucci (Balcarce) 13 – César Farace (Balcarce) 14 - Gilda Genovali 17 – Patricia Farace (Balcarce) 19 – Diana Tiani 19 – Viviana Althaus 20 – Lara García Costanzo 22 – Dora Agüero 23 – Raúl Passalacqua 28 - Aurora Salomón
Redacción y colaboración: Elisabeth Stauffer Nancy Costanzo Alberto Cueto Enero de 2016 Año XXI - Nº 253
Dónde y Cuándo HORARIOS DE CULTOS En Mar del Plata: - Domingos 11:00 hs. Belgrano 3333 - Tel.: 473-5808 Cultos en Balcarce: - Domingos 10:30 hs. Calle 15 N 677 - Tel.: 43-2668
Aniversarios:
Para comunicarse con la dirección de este periódico: viviummdp@gmail.com.ar
9 - Elvira Banar y Hugo Simiele (Balcarce)
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