Surco Publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista en Mar del Plata y Balcarce. Año XXIII - Nº 276
Diciembre / 17
Que tus manos sean siempre generosas y solidarias y que tus pasos transiten, firmes, el rumbo de la paz; que tus oídos permanezcan abiertos a la voz de Dios y al clamor de tus prójimos, y que tu boca sepa pronunciar palabras que animen, que sanen, que perdonen, que denuncien la injusticia y que anuncien la vida.. que tu mirada brille pura con la luz de la esperanza y que tu vida entera refleje en cada acto, en cada gesto, en cada sonido y en cada silencio el amor de Dios... Gerardo Oberman
IGLESIA EVANGÉLICA METODISTA de MARTÍNEZ Tres Sargentos 1924/28 – Martínez (Bs As) 4792-6928 - www.iemamartinez.org
Boletín de anuncios 5 de noviembre de 2017
La Iglesia no puede pretender instaurar en el mundo una “teocracia política”, ni pretender conquistar forma alguna de poder. El cometido de la Iglesia es el servicio activo en todas sus dimensiones. En vez de pretender levantar un “imperio” de poder sacro-profano, su misión es ejercer un ministerio (servicio) sin coacciones ni violencia, comprometiéndose en forma efectiva y creciente a favor de las personas y grupos olvidados y marginados, despreciados, pisoteados y repudiados por el mundo, tomando, al mismo tiempo, buena nota del cuidado que necesitan los “que mandan”. Si no fuera así, en vez de derribar las “barreras de separación” que ya existen, ¿no estaría levantando otras nuevas, sean espirituales, ideológicas o confesionales? Y, en vez de anunciar la paz y la justicia, ¿no estaría predicando la discordia y las contraposiciones? Si no fuera así, ¿cómo podría ayudar a la humanidad a controlar sus mecanismos de defensa, a abandonar sus propios intereses para ir al encuentro de los demás, buscando el mutuo entendimiento? La Iglesia no puede aliarse con uno u otro de los poderes de este mundo en contra de los otros. No puede identificarse con una determinada agrupación secular, partido, asociación cultural, o con un grupo de poder económico o social. ¿Cómo podría comprometerse con un determinado sistema, sea económico, social, cultural, político, filosófico o ideológico? Si lo hiciera, ¿cómo podría inquietar, desconcertar, perturbar y abrir juicio con su radical mensaje a todos los poderes, partidos, grupos o sistemas de este tiempo, exponiéndose con eso a la oposición de ellos y a sus ataques? ¿Cómo podría no intentar eludir el sufrimiento, el desprecio, la calumnia, e incluso la persecución, recorriendo el fácil camino del triunfo en vez del de la cruz? ¿O considerar a los que están “afuera” como enemigos merecedores de su odio y hasta del exterminio, como ha ocurrido en el pasado, en vez de considerarlos seriamente como “prójimos”, a quienes hay que comprender, sobrellevar, respetar y alentar?
Una comunidad de creyentes que se olvida que está para prestar un servicio activo y desinteresado a la sociedad, a las personas, a los grupos y a sus mismos enemigos, pierde su dignidad, su derecho, y hasta la misma justificación de su existencia, porque ha renunciado así a lo que es esencialmente el discipulado cristiano. Hans Küng
Aporte de Martín Roubicek
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La Fe de Abraham En estos días en que celebramos los 500 años de la Reforma Protestante iniciada por Martín Lutero y continuada después por otros tantos reformadores, es importante destacar que la Reforma rescató una enseñanza fundamental de las escrituras y es que la salvación es por Fe. ¿Pero qué significa tener fe? En el Relato de Génesis 22: 1-9 se narran los hechos sucedidos en torno al casi-sacrificio de Isaac, un hecho que siempre es recordado porque en él se mostró la fe de Abraham. Hay muchas hipótesis respecto de este relato, que dicho sea de paso, está bastante descolgado tanto de la narrativa previa como también de la posterior, es decir, que se trata claramente de un agregado cuya intencionalidad no conocemos del todo. Para algunos se trata de un relato que explica la fundación del santuario israelita en el que a diferencia de los santuarios cananeos no se ofrecían víctimas humanas. Para otros se trata de un relato que justifica la prescripción ritual del rescate de los primogénitos en Israel. Todos los primogénitos pertenecen a Dios, pero no debían ser sacrificados sino rescatados. (Ex 13:11). Otros encuentran aquí un relato del reflejo de la reiterada condenación de los profetas contra los sacrificios infantiles (Levítico 18:21). En tanto que para algunos se trata de un relato que prefigura el sacrificio de Jesús, el hijo de Dios. Pero más allá de todas estas explicaciones, yo quiero invitarlos a que nos detengamos en cuál habrá sido la intención que dio lugar a la inclusión de este texto, sino más bien en aquello que el mismo relato nos deja ver y percibir. Por extraño que pueda parecernos, lo que Abraham hace – aceptar la entrega de su hijo en sacrificio- que es como matar una parte de uno mismo –aceptar el sacrificio de su única esperanza de descendencia, esa que tanto había esperado- es un acto que termina siendo reconocido por Dios como un acto de obediencia y Fe. Algunos quizás se pregunten ¿Fe en qué? ¿Fe en que Dios proveerá y no será necesario llegar al sacrificio? ¿Fe en la idea de que Dios aprieta pero no ahorca? Muchos piensan que la Fe de Abraham estaba depositada en el hecho de que llegado el momento, Dios se encargaría de dispensarlo del esfuerzo al que estaba siendo llamado, que Abraham confiaba en que Dios aprieta pero no ahorca. Sin embargo no parece que haya sido así, pues hasta el final, Abraham estaba dispuesto a realizar el sacrificio de su hijo Isaac. Por lo tanto ¿En qué se muestra la Fe de Abraham? En que se dispuso a realizar un acto de obediencia a Dios que a las claras no redundaba en ningún tipo de beneficio personal. No había nada en ese acto de obediencia a Dios del que Abraham pudiera jactarse después, ni que lo enalteciera ante la mirada de los demás. Lo de Abraham era pura obediencia a pérdida, algo que no siempre está presente ni siquiera en las mismísimas obras religiosas que muchos hombres y mujeres realizamos alguna vez. ¿Por qué digo eso? Porque no todas las obras “sacrificadas” que hombres y mujeres realizan, por desprendidas, abnegadas, generosas o altruistas que sean, llegan a ser actos de fe. De hecho, deberíamos confesar que en realidad muchas de las obras religiosas que a veces hacemos son más bien fruto de la concupiscencia. ¿Qué significa esa palabra? En el lenguaje teológico significa: amor a uno mismo.
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Martín Lutero señalaba que no sólo hay concupiscencia en las obras de la carne sino que también había amor a uno mismo incluso en obras de carácter espiritual. De manera que en muchas de las virtudes que se practican no sólo hay amor a Dios, sino también amor a uno mismo. “De modo que practicamos estas virtudes porque dan gozo y tranquilidad a nuestro corazón o también porque nos reportan la alabanza de los hombres; y así sucede que practicamos nuestras virtudes no por causa de Dios sino por causa de nosotros mismos.” Hombres y mujeres realizan obras en favor de sí mismos (por amor a sí mismos- por el placer y el reconocimiento que las mismas les otorgan) pero disfrazan, por decirlo de alguna manera, como si se tratasen de un acto de obediencia a Dios, a la Palabra de Dios. Dicen estar cumpliendo la voluntad de Dios, practicar sus obras, pero en realidad son obras que practican por amor a sí mismos. No está mal hacer obras que nos hagan bien, ni tampoco está mal esperar con ellas obtener algún grado de reconocimiento y aprobación, porque de hecho, gran parte de nuestra autoestima (necesaria para obtener equilibrio emocional y psíquico) se construye en base a estos actos que nos hacen sentir bien y por medio de los cuales somos aceptados por otros. Pero que nadie se engañe a sí mismo ni busque engañar a los demás y menos aún a Dios, cuando lo que nos guía es el amor a uno mismo, no importa cuánta sea la generosidad, el sacrificio o el altruismo que haya en esas obras, no serán un acto de fe. Ahora bien, ¿Cómo darse cuenta de que una obra está dirigida por el amor a uno mismo y no por obediencia a Dios? Cuando lo que hacemos queda ajustado a la medida de nuestra conveniencia. Cuando llegado el momento en que aprieta el zapato somos nosotros (y no Dios) quienes salimos a buscar un carnero que nos evite un sacrificio. Cuando sólo acepto de Dios aquello que de antemano he definido como posible para mí. Si antes me cierra a mí, entonces sí soy obediente a Dios. Estoy dispuesto a hacer muchas cosas en favor del prójimo, pero cuando el Señor me pide que ame a mis enemigos…¿Pero cómo voy a hacer eso? Entonces salgo a buscar la excusa justificadora para no hacerlo. Estoy dispuesto a orar, dar el diezmo, participar con disciplina en la vida de la iglesia, pero cuando no recibo lo que esperaba por ello, entonces se abandona todo. En cambio, Abraham se colocó en manos de Dios, no especuló sobre el tema de costos beneficio; ni tampoco fue él quien definió el límite de lo posible, sino que fue Dios quien puso el límite salvador. Queridos, estimados hermanos y estimadas hermanas. El relato de hoy nos invita a que tengamos siempre presente que no somos nosotros quienes elegimos cuándo seguir al Señor, sino que es él quien decide en qué momento nos llama a tomar su cruz y seguirlo. En un abrir y cerrar de ojos el Señor puede colocarnos ante la situación de tener que obedecer a su Palabra por encima de todas las cosas, de tal modo que nos veamos obligados a dejar que muera nuestra concupiscencia, es decir, que muera el amor a nosotros mismos, que tenga que morir nuestro ego, nuestros intereses, nuestras comodidades, e incluso nuestra propia voluntad, no lo sabemos. No sabemos cómo ni cuándo la cruz se alzará frente a nosotros reclamándonos que carguemos con ella. Pero lo que sí sabemos es que esa llamada es de Dios. Leonardo Schindler
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EL MÁS GRANDE Se sientan en los puestos de gran eminencia, buscan ser reconocidos, les gusta que les llamen Maestros, Padres o Doctores, que les besen sus anillos, que les saluden en las calles con grandes gritos y reconocimientos. Creen merecer todo honor, se consideran superiores, mejores que todos y todas. Viven encerrados en sus delirios de grandeza, buscan siempre ser servidos, se ubican en los primeros lugares de los sitios públicos, dicen elocuentes y largos discursos, destacan por su forma de vestir, por sus finos modales, adornos y joyas relucientes. Gente con buenas teorías. Hagamos lo que ellos dicen, pero no todo lo que hacen muchos de ellos.
Se han sentado en las cátedras de nuestros verdaderos Maestros, con más soberbia que sabiduría, más orgullo que bondad. No son solidarios, dejan toda la carga al pueblo, no están dispuestos a caminar al lado de la gente que sufre, ni a identificarse con nadie que no sea como ellos. Entre nosotros y nosotras quien quiera ser más fuerte, grande o primero, tiene que servir y ser solidario, ese es el código de Jesus, la ley del amor. Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera Maracaibo - Venezuela 30 de Octubre 2017. (San Mateo 23: 1 al 12).
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Celebración familiar o comunitaria de la Nochebuena 2017 Evangelio de Lucas 2.(1-7), 8-20:(El César ordena levantar un censo, y José con María, que estaba desposada con él, tienen que ir a Belén, ciudad de David, y allí ella tiene un hijo.) Y esa noche un ángel se les aparece a unos pastores: Hoy les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. ¡Gloria a Dios en las alturas! Profeta Isaías 9.2-6: El pueblo que andaba en oscuridad vio una gran luz; tú, Señor, has traído una gran alegría: tú estás deshaciendo la esclavitud que oprimía al pueblo. Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, y tiene los nombres de Admirable, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de Paz… Carta a Tito 3.4-7: Dios mostró su bondad y amor por la humanidad, y por pura misericordia nos salvó, dándonos nueva vida por el Espíritu Santo, y tener así la esperanza de recibir en herencia la vida eterna. Salmo 97.1-2, 6-12: ¡Alégrese toda la tierra! Los cielos anuncian su justicia, todos los dioses se inclinan ante él. El Señor ama a los que odian el mal, protege la vida de los que le son fieles. Preferimos el clásico texto de Isaías 9.2-6, usado en leccionarios de años anteriores, más alusivo al esperado nacimiento del Mesías.
Recursos para la predicación Lucas 2.1-20 Introducción En el amplio marco de la popularización y la comercialización de la Navidad, los textos clásicos de Mateo y de Lucas han sido divulgados hasta el cansancio por relatos, cuadros, pesebres, canciones, poesías, tarjetas; de manera que la amplia mayoría presume – presumimos– que su contenido es cosa conocida. Precisamente por ello se impone un esfuerzo mayor por leer, comprender y transmitir con exactitud los textos. Análisis exegético Vs. 1-5 Los vs. 1-5 caracterizan al Niño mediante diversas especificaciones: es un personaje histórico (Lucas suministra datos de la llamada historia secular: César Augusto, el censo, Cirenio; nace en el seno de una familia (José-María); queda vinculado a Galilea y Nazaret; nace en Belén, la histórica ciudad de David; es descendiente de David. Vs. 6-7 Una vez preparado este panorama, el Niño nace (vs. 6-7). Lucas vincula terminológicamente (verbo cumplirse) el momento del nacimiento del Niño con el pasado históricosalvífico, indicando que en Jesús se cumplen promesas, anuncios y esperanzas. V. 8 Los comentarios bíblicos abundan en detalles sobre el papel de los pastores. Por una parte, hay algunos textos veterotestamentarios que divulgan una visión positiva de los pastores, llamando así a Moisés, David, Yavé mismo, el Mesías. Por otra, sobreabundan textos de la literatura rabínica que ofrecen una imagen pésima de los pastores. Los ven como marginados; los consideran delincuentes, pillos, ladrones, indignos de confianza, incapaces para actuar como jueces y para dar testimonio público (en este último punto, están al mismo nivel que los publicanos). Era uno de los “oficios de ladrones”. Se los tenía por tramposos, pues conducían sus rebaños a propiedades ajenas y, además, robaban parte de los productos de los rebaños. Frente a ello, sorprende la imagen agradable que tenemos del pastor por la predicación de Jesús. Es precisamente esta gente marginal la que recibe el primer anuncio del nacimiento de Jesús. Algo similar sucederá con la resurrección: las mujeres, que habían venido con Jesús desde Galilea, son las primeras en recibir ese anuncio. Al igual que los pastores, inmediatamente comunican la buena nueva. El anuncio del nacimiento del Salvador Cristo el Señor a pastores se halla así en total oposición con la valoración común y corriente de la sociedad o por lo menos de aquellos sectores que estaban bajo la influencia de las directrices religiosas que despreciaban a los pastores Estas personas despreciadas pasan por una profunda transformación. Primero reciben el anuncio del evangelio: son evangelizados. Es más, son los primeros evangelizados. A esto se agrega la referencia a la alegría. Aquí como en otros lugares del EvLc, la alegría se produce a raíz de las experiencias de la salvación que llega en Jesús y que establece una comunión de amistad entre las personas beneficiadas y Dios. Vs. 9-12 El anuncio es un compacto cristológico insuperable. El texto crea un contraste llamativo entre la pobreza del nacimiento y sus resonancias trascendentales (ángeles enviados – se 6
sobreentiende que por Dios –, títulos mesiánicos) y cósmicas (irrupción del mundo celestial, resplandor impresionante, modelo teofánico de aparición, presencia del ejército celestial, doxología). En el otro extremo de la vida de Jesús, en su muerte, el lector y la lectora del EvLc se encontrarán con otro símbolo de miseria: la cruz. Ésta será sobrepasada por la gloriosa resurrección del Crucificado. Vs. 13-14 El texto introduce dos nuevas realizaciones. La gloria y la paz son atribuidos a Dios y a la tierra y los hombres, respectivamente. La alabanza y la indicación de gloria y paz contienen más de lo que se nota a primera vista. El texto relaciona así al Cristo con la paz mesiánica, el Shalom. Pero al mismo tiempo ha de tomarse en cuenta que esos términos tenían una enorme carga política. La Pax romana era un concepto fuertemente instalado en todo el imperio romano, y se mantenía a fuerza de espada “gracias” a las legiones del ejército imperial que vigilaban el vasto imperio a lo largo y a lo ancho. El texto lucano, al colocar primero la gloria y luego la paz, establece que la acción históricosalvífica realizada por Dios a través del Salvador es respuesta soberana, libre, sin condiciones previas por parte de los hombres; respuesta a determinadas situaciones de necesidad en la humanidad detectadas y asumidas por Dios y cuyas carencias concretas se ubican en el plano económico (pobreza, miseria, opresión, injusticia) y relacional (desprecio, pecado, marginación). Dios otorga su paz de manera totalmente diferente a la de Augusto. Tomando en cuenta todos estos elementos, notamos que el texto establece una oposición entre la paz de los marginados, que viene de Dios a través del Salvador Cristo el Señor; y los programas habituales de “paz” realizados por los poderosos. Esta oposición frecuentemente suele ser pasada por alto, ya que no aflora de manera explícita y porque el mensaje navideño ha sido terriblemente comercializado y a la vez “espiritualizado” por lecturas individualistas y dulzonas. Rescatando el significado “subterráneo” de la historia navideña, hemos de deducir que todo programa de paz, que no pase por las respuestas concretas a las situaciones de necesidad y marginación de los primeros receptores del anuncio navideño, no puede pretender venir de Dios. Por consiguiente, queda desacreditado. Al mismo tiempo, toda Navidad que no relacione su celebración con este contenido del texto bíblico, carece de autenticidad. Vs. 15-20 Los evangelizados verifican ahora por cuenta propia la verdad de lo anunciado. Se ponen en movimiento y constatan que el anuncio es correcto. Habiendo pasado por esta experiencia, se transforman en evangelizadores. María, por su parte, guardando el mensaje y meditándolo, se convierte en creyente y en modelo de la comunidad que va creciendo en firmeza y en número. Rumbo a la predicación La preparación de la predicación navideña ha de partir de dos constataciones. Navidad es la celebración cristiana más popularizada de todas las fiestas del año litúrgico; y los textos navideños son en cierta manera los más “gastados” de todos los relatos bíblicos. Los cultos de Nochebuena y Navidad siguen “gozando de muy buena salud”, en el sentido de que cuentan con mucha participación de creyentes, participantes habituales, simpatizantes, familiares, conocidos, visitantes ocasionales, alejados y muchos otros que vienen a buscar un poco de calor humano y de contención. Segundo, tal como ya se dijo, los textos bíblicos navideños parecen demasiado conocidos, y es como que ya no encierran ninguna novedad. Un repaso exegético alternativo, que se propone leer el relato lucano a partir de las oposiciones que “saltan” del texto, quizá pueda colaborar con el hallazgo de enseñanzas ocultas bajo la capa de romanticismo y comercio navideños. En este sentido, la predicación podría invitar a celebrar a Cristo y su obra en los siguientes términos: o Creemos en Jesucristo, un Señor y Salvador totalmente opuesto en todo sentido a los parámetros de la sociedad que se rige según el poder, la gloria, la importancia, la riqueza, el prestigio, el estatus. Navidad es una preciosa ocasión para renovar (o iniciar) la fe en este Señor. o Tenemos el privilegio de ser una comunidad alternativa, en la que ha de haber amplio espacio para personas marginadas, pobres, despreciadas, no queridas. o Cada evangelizado, cada evangelizada es un evangelizador, una evangelizadora. ¿Lo asumimos? ¿Cómo lo hacemos? Dr. René Krüger (Iglesia Evangélica del Río de la Plata, argentino), Comentario Exegético-Homilético 33, ISEDET, diciembre 2002. Resumen
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Credo de Navidad Creemos en Jesucristo y en el poder del Evangelio que comenzó en Belén. Creemos en aquél cuyo Espíritu glorificó una pequeña aldea, de cuya venida los pastores dieron aviso, y para quien no hubo lugar en un mesón. Creemos en aquél, cuya vida cambió el curso de la historia y a quien los reyes de la tierra despreciaron y los hombres orgullosos no pudieron comprender. Creemos en aquel al que los pobres, los oprimidos, los tristes, los enfermos, los ciegos y los leprosos le dieron la bienvenida y lo aceptaron como Señor y Salvador. Creemos en aquél que por medio del amor cambió los corazones de hombres soberbios y malvados; que con su vida les demostró que es más importante servir que ser servido y que la mayor gloria está en dar la vida por los demás. Creemos en la paz, que no es sólo ausencia de guerra, sino justicia entre las personas y las naciones. Creemos en la reconciliación, el perdón y el poder transformador del Evangelio. Creemos que la Navidad es fuerza y poder, y que este mundo puede cambiarse, si con humildad y fe nos arrodillamos ante el retablo de Belén y seguimos a aquel que, por amor a nosotros, murió en la cruz. Creemos que nosotros debemos ser los primeros en hacerlo. Autor desconocido. Tomado de: Selah
Oración de confesión Por no haber sabido entender siempre tu voluntad, por querer hacer la nuestra, sin consultarte, sin tenerte en cuenta en nuestras decisiones. Perdón, Señor. Por vivir insensibles a las necesidades de nuestros prójimos, por no haber tendido la mano, generosa y solidaria, por no creer en el milagro que empieza abriéndonos a los demás. Perdón, Señor. Por las palabras pronunciadas a destiempo, aquellas que lastiman, las que ofenden, las que ocultan, las que entorpecen, las que no construyen… Perdón, Señor. Por no hacernos plenamente parte de tu proyecto, de un espacio de construcción de alternativas, un lugar de encuentro, de reconciliación, de plenitud. Perdón, Señor. Por nuestras actitudes que te ignoran o te agreden, o por aquellas que te muestran parcialmente, que no alcanzan a revelarte como un Dios de pura ternura. Perdón, Señor. Por aquellas cosas que no nos animamos a expresar verbalmente… escuchá nuestra oración silenciosa Por todo esto, confiando en tu amor sanador y liberador, te pedimos: Perdón, Señor. Tomado de Red Crearte 8
Oración por el año que comienza Comienza un nuevo año. Lo pongo en tus manos, Señor. Tú, Padre amoroso, que velas por mí y estás por encima de los límites del tiempo y del espacio, sabes lo que necesitaré en este año que inicia. Me abandono a tu misericordia, a tu providencia. Que sea lo que Tú dispongas, Señor. Aumenta mi fe, que sea capaz de descubrir tu presencia a mi lado. No permitas que nada me separe de Ti. Dame fortaleza y perseverancia en las pruebas, y ayúdame cada día a recordar que nunca sucederá nada que Tú y yo juntos, no podamos superar. Líbrame de la indiferencia. Házme sensible a las necesidades de los demás, y muéveme no sólo a orar, a interceder por ellos, sino a realizar acciones concretas en beneficio suyo. Ayúdame a no ser avaro ni desperdiciado con mi tiempo, con mis dones. Enséñame a darme a los demás, a comprender que sólo vale la pena lo que se hace por los demás. Enséñame a salir de mí mismo para ir al encuentro de mis hermanos, sin prejuicios, sin retórica. Simplemente como Tú, con la mano extendida y el corazón abierto. Pero líbrame de la vanidad, de creerme bueno, de sentirme satisfecho. No dejes que me paralice la inercia, el orgullo, la complacencia. No dejes de inquietarme, de ponerme en movimiento, de lanzarme contigo a construir tu reino de paz, amor y justicia. Enséñame a mantenerme sencillo y alegre, a ser verdaderamente testigo tuyo en mi mundo. Ayúdame a desprenderme de todo lo que me estorba para seguirte, líbrame de lo que me hace tropezar, de lo que me pesa: de mis rencores, mis egoísmos, mis orgullos, mis miserias, mis apegos. Enséñame a ser paciente, comprensivo, dulce, a perdonar a los otros, a acogerlos en mi corazón. Enséñame a amar como amas Tú. Quiero descubrirte en cada día de este año que empieza, y ayudar a que otros te descubran también. Señor, que cuando me busquen a mí, te encuentren siempre a Ti. Amén. Autor desconocido
Bendición Que el bebé de Belén les traiga paz, Que el niño de Nazareth les traiga alegría, Que el hombre de Galilea les traiga fortaleza, Que el Cristo del Calvario les traiga valentía, que el Cristo Resucitado les traiga esperanza, y que el Cristo Ascendido sea un anticipo de su gloria. Amén Padre Potter de Peckham, obispo anglicano en Belén Tomado de: Red Crearte
Bendición para bendecir Que Dios te bendiga para ser respuesta de su amor en esta Navidad y siempre. Que el soplo de su Espíritu te impregne fuerzas para sostener a los desanimados. Que tus palabras salgan del corazón y se abran camino buscando paz con justicia y que, con tu canto de alegría porque el Salvador nació puedas hacer feliz la Navidad de quienes no se sienten felices. Amén. Cristina Dinoto
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ACTIVIDADES
Escuela Dominical: Domingos 3 y 17, 11 hs.
ESTUDIOS ESTUDIOS BÍBLICOS BÍBLICOS
Taller de Navidad para niños Días 20, 21 y 22 de diciembre de 10 a 12 hs Cierre: el 22, a las 20 hs.
Los caminantes: en casa de Elisabeth: los jueves a las 17 hs. Los navegantes: en casa de Teresita: los miércoles a las 18:30 hs. Los de la diáspora: en casa de Ruth y Martín: los miércoles a las 18:30 hs.
Domingo 17: Almuerzo fraternal a la canasta (asado). Importante: Llevar un regalito para intercambiar, así cada uno tendrá su regalito de fin de año.
24 de diciembre, 11 hs.: Culto 25 de diciembre, 11 hs.: Culto de Navidad 31 de diciembre, 11 hs.: Culto
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Leccionario #
Diciembre
Domingo 3: Primer Domingo de Adviento Isaías 64:1-9 Salmo 80:1-7, 17-19 1ª Corintios 1:3-9 Marcos 13:24-37
Domingo 17: 3er Domingo de Adviento Isaías 61:1-4 Salmo 126 1ª Tesalonicenses 5:16-24 Juan 1:6-8, 19-28
Domingo 10: 2º Domingo de Adviento Isaías 40:1-11 Salmos 85:1-2, 8-13 2ª Pedro 3:8-15 Marcos 1:1-8
Domingo 24: 4º Domingo de Adviento 2ª Samuel 7:1-11, 16 Salmos 89:1-4, 19-26 Romanos 16:25-27 Lucas 1:26-38
Nuestros cumples #
Lunes 25: Navidad Isaías 62:6-12 Salmo 97 Tito 3:4-7 Lucas 2:1-20 Domingo 31: Primer Domingo de Navidad Isaías 61:10-62:3 Salmo 148 Gálatas 4:4-7 Lucas 2:22-40
Quiénes
surco
Diciembre
Es una publicación mensual de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en Mar del Plata y Balcarce 2 - Blanca Gatica (Balcarce) 5 – Viviana Sánchez Levis 5 - Sabrina Burgos (Balcarce) 6 – Nidia Barrault 7 - Paul Mc Cargo (Balcarce) 15 – Jorge Barrault 15 – Ian Levis 15 – Yanina Bordolli 16 – Guillermo Nielsen 17 – Liselotte Stauffer 23 – Josefina Bonasi Martínez (Balcarce) 24 – Juan Martín Roubicek 26 – Rodolfo Van Benthem 27 – Sabrina Idiart Martínez (Balcarce) 28 - Agustina Burgos (Balcarce) 29 - Teresa Boucher 30 – Walter Alejandro Glavina 31 – Claudia Petrucelli (Balcarce)
Directora: Viviana Baccaro Redacción y colaboración: Leonardo Schindler Diciembre de 2017 Año XXIII - Nº 276
Dónde y Cuándo HORARIOS DE CULTOS En Mar del Plata: - Domingos 11:00 hs. Belgrano 3333 - Tel.: 473-5808 Cultos en Balcarce: - Domingos 10:30 hs.
Aniversarios: 6 – Mónica y Jimmy 11 – Mabel y Leonardo 11 – Claudia Petrucelli y Marcelo Requena (Balcarce) 19 – Marcela y Juan Pablo (Ian) 22 – Edith Maillet y Pedro Baccaro 30 – Diana y Gabriel 11
Calle 15 N 677 - Tel.: 43-2668 Para comunicarse con la dirección de este periódico: viviummdp@gmail.com.ar En Facebook: Darío Ferrari