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El plano geométrico de las ciencias sociales en los programas educativos

El plan geométrico de las ciencias sociales en los programas educativos

Juan José Lara Ovando Universidad Autónoma de Querétaro

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Resumen

Los planes de estudio de la Universidad Autónoma de Querétaro, reflejan la incesante problemática que tienen las disciplinas respecto a su actualización, apenas concluyen sus estudios las primeras generaciones vigentes, se vuelve indispensable revisar y analizar que la formación educativa incida en el avance científico de la disciplina misma, de las vinculaciones interdisciplinarias y de las necesidades educativas y sociales que se viven. En el ámbito de las ciencias sociales, los planes de estudio tienen una problemática peculiar para lograr esa actualización, ya que sus programas se centran en la información o en las técnicas (lo cualitativo o lo cuantitativo) que son ubicados en los ejes horizontal y vertical de dichos programas. Lo que se realiza en este artículo es analizar esa relación desde un sentido geométrico que pudiera permitir una mayor integración entre ambos sentidos formativos.

Palabras clave: Evaluación, geometría, ciencias sociales, plan de estudios, sociología.

Abstract

The study plans of Universidad Autonoma de Querétaro reflect the incessant problems that the disciplines have in terms of their updating, as soon as the first generations in force finish their studies, it becomes essential to review and analyze that educational training affects the scientific advance of the discipline itself, of interdisciplinary links and the educational and social needs that are experienced. In the field of social sciences, the study plans have a peculiar problem to achieve this update, since their programs focus on information or techniques (qualitative or quantitative) that are located on the horizontal and vertical axes of such programs. This article analyzes this relationship from a geometric sense that could allow a greater integration between both formative senses.

Key words: Assessment, geometry, social studies, study plans, sociology.

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La primera versión de este artículo se presentó en el Segundo Congreso Académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales [FCPyS]. Dicho Congreso fue realizado expresamente para iniciar formalmente trabajos de modificación o creación de un nuevo plan de estudios en dicha Facultad en la Universidad Autónoma de Querétaro. El congreso se realizó en febrero de 2012, aunque los trabajos de revisión del plan de estudios iniciaron hasta un año después y entró en operación en julio de 2016.

El congreso anterior, el Primer Congreso Académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, se realizó en agosto de 2002 y el plan de estudios se modificó durante el año 2003 y los trámites académico administrativos se realizaron el año siguiente. En 2005 empezó a operar y desde entonces se siguió ese plan de estudios en dicha Facultad, que tuvo vigencia de 11 años y egresaron las generaciones correspondientes. La característica de dichos planes de estudio, como del anterior a ellos, que procedía de 1997, ha sido su generalidad, es decir, todas las licenciaturas (que eran tres: Sociología, Ciencias políticas y administración pública y Comunicación y periodismo) se modificaron con el mismo esquema y estructura, así como, el mismo procedimiento y metodología.

Hoy en día, año 2020, han egresado dos generaciones del actual plan de estudios, así que es posible empezar a plantearse como ha funcionado dicho plan y que requerimientos plantearía su posible modificación o adecuación próxima. La intención de este artículo es hacer hincapié en la estructura general del plan de estudios, que a juicio personal después de tener un amplio y rico contenido horizontal (unidades de aprendizaje en el plan de estudios del 2006), le dio más peso al contenido vertical , lo cual centra las críticas para tratar de superar este problema desde una óptica previa a la revisión a la que estará sujeta por parte de los académicos del mismo plantel, con miras a generar un análisis preliminar que abra la discusión sobre la orientación que debe tener el plan de estudios de una Facultad con un plan de estudios integral y competitivo

Se parte de un acercamiento geométrico que, seguramente, es poco común, aunque, no inexistente en las ciencias sociales, mucho menos en la estructura de la planeación escolar, pero que permite un hipotético acercamiento a una reflexión sobre el sentido de la organización en un plan de estudios.

El origen geométrico

En geometría, un plano es el ente ideal que solo posee dos dimensiones, y contiene infinitos puntos y rectas; es uno de los entes geométricos fundamentales junto con el punto y la recta (Baldor, 1985, p. 12).

El plano solamente puede ser definido o descrito en relación a otros elementos geométricos similares. Se suele describirlo apoyándose en los postulados característicos, que determinan las relaciones entre los entes geométricos fundamentales. Cuando se habla de un plano, se está haciendo referencia a la superficie geométrica que no posee volumen; es decir, que es solo bidimensional; y que posee un número infinito de rectas y puntos que lo cruzan de un lado al otro (Baldor, 1985, p. 13). Sin embargo, cuando el término se utiliza en plural, se está hablando de aquel material que es elaborado como una representación gráfica de superficies de diferente tipo. Los planos son especialmente utilizados en ingeniería, arquitectura y diseño ya que sirven para diagramar en una superficie plana otras superficies que son regularmente tridimensionales.

En ciencias sociales donde se encuentra de manera más común el uso del plano es en la geografía, en donde es una representación de un área, por supuesto, geográfica, usualmente una porción de la superficie de la Tierra, que se dibuja o se pinta sobre una superficie plana. Para hacer gráfica esa representación que no debe perder su sentido geométrico, se utiliza el sentido bidimensional que es caracterizado por latitudes y longitudes que permiten el esquema de coordenadas se logra ubicar el norte y el sur, así como el este y el oeste (Figura 1).

Figura 1.

Representación gráfica del sentido bidimensional geométrico

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Otra acepción de mucha importancia es que el plano es comúnmente utilizado para ubicar sitios estrictos y, cada vez más populares, no obstante no deja de perder su carácter bidimensional y por eso permite localizar los lugares de manera universal. Más su uso no es únicamente popular, su referencia es más amplia, por eso puede ser ubicado como un mapa, pues aunque difiera de éste en que su sentido cartográfico es mucho más sencillo, tiene un elemento básico; incluye propiedades métricas, lo que significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o superficies sobre él, y obtener un resultado lo más exacto posible.

De manera general, las ciencias sociales no son ajenas a la geometría, pues desde los autores clásicos ya existe una clara intención de utilizarla, George Simmel (1986, pp. 22-26) hace algunas referencias a ello en un libro publicado en 1908, donde señala que las formas de socialización son tan diversas como los espacios en los que se producen y tan complejas como las maneras de relacionarse haciendo referencia a su diversidad de contenidos y espacios como relación geométrica y manifestando la necesidad de usar la geometría como una posibilidad de estudio de los fenómenos histórico-sociales.

La geometría como herramienta

En ese sentido, Barriga y Enríquez (2012) han elaborado un interesante artículo metodológico en el que utilizan a la geometría como una herramienta en las ciencias sociales, en el que refieren la relación cuantitativa y cualitativa de la investigación social asumidas previamente como supuestos por parte de los investigadores, razón por la que asumen un paradigma; así les llama; u otro, esto es, cuantitativo o cualitativo. La geometría es un elemento que permite “la unificación práctica de nuestro quehacer” (p. 181), asegurando que se pueden eliminar dogmas y ampliar criterios, lo que resultaría en un encauzamiento de inquietudes y objetivos.

La postura en la que caen los cuantitativistas es sobrevalorar la estimación numérica, es decir, dar relevancia al número como factor de calidad; los cualitativistas lo que hacen es restarle importancia a las matemáticas en el uso de la investigación social, para ellos el lenguaje de investigación y el lenguaje matemático son diferentes y, por ende, el primero es básico y el segundo es secundario o menor. Realmente, ninguno de los dos paradigmas le da importancia al lenguaje matemático, si se toma en cuenta que el número es considerado como un fetiche y “se olvidan que el objetivo de la matemática es transmitir contenido, ideas, al igual que cualquier otro lenguaje” (Barriga y Enríquez, 2012, p. 184). En ese sentido la geometría es la disciplina que permite “interpretar el mundo de forma gráfica, con dibujos y formas, sin caer en el fetichismo del número pero rescatando formas matemáticas que tratan los temas de equivalencia y orden, criterios bastante más cualitativos que cuantitativos” (p. 185).

La propuesta de los autores está en trabajar más lo cualitativo y lo subjetivo que lo cuantitativo y lo objetivo puesto que lo que define la búsqueda de conocimiento radica en lo que integra el ordenamiento de trabajo de un investigador en base a las características conceptuales que define para acceder a una fuente analítica. En ese sentido plasman una relación de cuatro elementos que implican las inquietudes y vinculaciones internas y externas del investigador con las problemáticas de procesos emergentes a aquellas inquietudes como sus factores condicionantes, que denomina: intrasubjetividad, extrasubjetividad, intersubjetividad y transubjetividad. Traducido a los ejes disciplinares serían lo relativo a la cultura, la sociedad, la lengua y las relaciones sociales, económicas y políticas (Barriga y Enríquez, 2012, pp. 195-199). De esa manera, los ejes generales que cubrirían un plan de estudios de ciencias sociales tendría que tener al menos cuatro áreas que se delimitarán de manera similar a la aquí planteada.

El plano educativo

Con esta fuente que permite acercarse o identificar un sitio con la mayor seguridad, distintas disciplinas sociales pueden contextualizar gráficamente el lugar en el que se desarrolla alguna problemática específica que requiera caracterizar, pero no es exactamente eso lo que interesa tratar aquí, en esta exposición, sino otro muy diferente, pero de mayor interés por ahora, para esta investigación. A lo que se refiere es a los planos curriculares, es decir, los planes de estudio, que es de uso de las ciencias de la educación y concretamente de la didáctica.

Los planes de estudio mantienen esa correspondencia del plano geométrico, es decir, manejan una superficie bidimensional, que aquí se traduce en lugar de latitud y longitud de la geografía, en los sentidos horizontal y vertical del currículum escolar. Pero además, trasladado de la geometría, los planes de estudio son entes ideales,

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por lo que nunca se cierran, más que temporalmente, puesto que sus finalidades son perfectibles y se van modificando a medida que las necesidades educativas y los contextos sociales lo requieren.

Tyler (1986) destaca que la idea de que hay relaciones horizontales y verticales entre los contenidos de un plan de estudios apunta de manera indirecta a la necesidad de aceptar que en un plan de estudios los contenidos suponen relaciones antecedente-consecuente entre los diversos temas que se tratan cada semestre (p. 15). Esto, a su vez, obliga a considerar el problema de la profundidad con la que estos contenidos pueden ser desarrollados en un curso, o bien, las diversas temáticas de las asignaturas que hay que abordar en un año escolar o semestre académico, o los elementos que contribuyen a su mutuo enriquecimiento y a su integración (Díaz-Barriga, 1997, p. 20); aunque se puede dar el caso de que en una elaboración deficiente del plan no exista el suficiente encadenamiento de temas entre una asignatura y otra, o bien que las materias previstas para un semestre tengan elementos que planteen una contradicción entre ellas, lo que se puede convertir en un obstáculo para el aprendizaje.

De hecho los planes de estudio surgieron de esa manera, siguiendo la línea contextual, cuando era necesario conformar una educación que fuera acorde con las necesidades del crecimiento industrial en los Estados Unidos, durante la segunda mitad del siglo XIX. Si la educación se adecuaba con ese crecimiento y lograba darle continuidad bajo aspectos propios no tendrían impedimento para desarrollarse como lo preveían. El sociólogo John Dewey fue pieza clave para hacer un análisis de la educación y las necesidades sociales y educativas que podían resolverse con una formación educativa curricular, lo cual expresó en algunos análisis y quedaría plasmada definitivamente en El programa escolar; documento medular del que partirían los renovadores de la educación e impulsores de los planes de estudio modernos, después de la Segunda Guerra Mundial; aunque previamente tendrían un acercamiento a las cuestiones curriculares al finalizar la Primera Guerra Mundial, en la época del capitalismo monopolista, a partir de las ponderadas tesis de Bobbit. (Boyer, 1999, p. 17)

No obstante, el interés sobre la organización de los planes educativos y la planeación curricular; aunque no formalmente el plan de estudios; proceden de la segunda mitad del siglo XIX, también en los Estados Unidos y, desde luego, como elemento que contribuiría a apoyar el desarrollo industrial. La medida estaba enfocada a la integración de la sociedad con el desarrollo. (Boyer, 1999, p. 21)

Los estudios sobre el currículum que ahora conocemos proceden de fines de los años cuarenta, precisamente en la época del crecimiento y la modernización, en la cual la educación es pieza sustancial.

El primer momento de la teoría curricular se produjo en la gestación de la industrialización de este siglo, el desarrollo de las propuestas para la elaboración de planes de estudio se concretó en los trabajos publicados primeramente por Tyler en 1949” (DíazBarriga, 1997, p. 35)

Las elaboraciones de estos planes ya venían siendo discutidas en la Asociación Nacional de Educadores de ese país en los años 30; aunque sería un poco más tarde, “con Taba, la discusión sobre la propuesta curricular adquiere mayor solidez conceptual; y en ella, las etapas para la formulación de un plan y un programa de estudios tienen por objeto lograr la articulación entre la teoría” (La teoría curricular y la elaboración del proceso, hoja 4) y la práctica, lo que rebasaba la etapa de tecnificación del pensamiento educativo centrado en la urgencia de elaborar objetivos conductuales que proponía Tyler previamente.

El plan de estudios

Con esas bases se han diseñado los planes de estudio de las Escuelas y Facultades de la Universidad Autónoma de Querétaro en los años recientes, dado el interés en constituirse en centros educativos de alto nivel. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales modificó el plan de estudios de toda la Facultad, en el que se encuentran los modelos curriculares de tres licenciaturas, que son: Sociología, Ciencias Políticas y Administración Pública y, Comunicación y Periodismo en los años 2004 y 2015. Posteriormente, un año después, se anexó a ese modelo la licenciatura en Relaciones internacionales, en 2016, iniciando actividades para 2017.

En dicho plan se adecuaron los mapas curriculares de esas cuatro licenciaturas al objetivo de constituir a la Facultad como un centro académico destinado a la enseñanza, la investigación y la difusión en el campo de las ciencias sociales.

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Lo que se tiene presente en dicho plan de estudios es la idea geométrica de los planos. Con ello está diseñada la currícula de cada carrera, retoman la estructura bidimensional, son horizontales y son verticales. La importancia de ello radica en que deben empatar en unidades de aprendizaje y habilidades educativas, lo que se traduce en conocimientos y herramientas o de otra forma en teoría y técnicas. Esa es la concepción y así se planeó, más no se encuentra fielmente reflejado puesto que el peso recae más en una que en otra: en la primera modificación fue en las unidades de aprendizaje, es decir, en los conocimientos teóricos o enciclopédicos que dichas unidades ofrecen; en la segunda modificación en los ejes temáticos. Las unidades técnicas prácticamente no existen puesto que no se construyeron de esa forma, a excepción de la carrera de Comunicación y Periodismo en la que se encuentra una unidad de habilidades técnicas, más esta es anexa al resto de materias que conforman las unidades de aprendizaje; es decir, es una unidad extra, aunque así se concibió curricularmente. Las carreras de Sociología y Ciencias Políticas y Administración Pública adolecen de esa unidad, en tanto que Relaciones Internacionales está ligeramente mejor habilitada puesto que se creó cuando esas características eran predecibles.

No obstante, no es necesario que estas tres últimas licenciaturas cuenten con esa unidad técnica, sino que deberían incluirla desde su concepción en el planteamiento inicial. Esto no quiere decir que los planes de estudio no contengan herramientas técnicas, porque cada grupo de materias concentrada en cada unidad de aprendizaje incluye, al mismo tiempo que las teóricas e informativas, las de elementos técnicos e incluso metodológico. Siendo así se puede decir que los planes de estudio por carrera se encuentren insolventes y hayan sido mal elaborados, pero el sustento técnico es sumamente inferior al teórico, lo cual tampoco es un problema serio si se toma en cuenta que una disciplina científica no se sostiene meramente con técnicas, más el desbalance es notorio porque el uso y manejo de técnicas y de procedimientos metodológicos para abordar trabajos de investigación es todavía limitado. Optimistamente se puede pensar que esta vía se irá fortaleciendo.

El problema mayor es que, si se parte de esa evidencia, se asoma de inmediato otra muy superior, se adolece de metodología; si las técnicas se encuentran opacamente presentes, la metodología brilla por su ausencia, sólo se encuentra como ya se señalaba previamente, como un complemento de la teoría o de la información de las unidades de aprendizaje, de manera añadida, como un adjunto o agregado que no resulta medular para formar a un alumno; cuando es indispensable para que adquiera seguridad en su campo profesional, ya que no solamente puede tener la información respectiva a su carrera, sino que podrá explicar de dónde y cómo provienen esos conocimientos, así mismo, podrá analizar el medio al que se enfrenta.

Si se toma en cuenta que una de las necesidades básicas de la educación en la UAQ es la generación de conocimientos, la metodología es fundamental para lograrlo porque esa es la fuente esencial de la investigación que, a su vez, es la fuente generadora de conocimientos. En ese sentido, las dimensiones del plan de estudios debe incluir, además de la línea teórica horizontal, una línea vertical de carácter metodológico, que no puede llenarse meramente con técnicas, sino que debe buscar que empate muy bien con la línea teórica, para de esa manera converger en una fusión muy profunda de una educación profesional.

Las licenciaturas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ a partir de la reestructuración más reciente, la del 2015, incluyen en sus planes de estudio una integración de esta naturaleza. Las dimensiones teórica y metodológica no solamente no se corresponden en ellas sino que no existen; en realidad, lo que ha sucedido es que se ha cubierto la dimensión vertical con materias de característica técnica o meramente informativa de la unidad de aprendizaje; es decir, que el plan de estudios de cualquiera de las licenciaturas de dicha facultad se sostiene en aspectos relativos a temáticas de uso en ellas, lo cual puede proveer de elementos enciclopédicos, con los que los estudiantes pueden llegar a estar muy bien informados pero con muchas limitaciones para extenderse a otras áreas, tanto prácticas para el desenvolvimiento de su campo profesional-personal, como para realizar actividades de investigación en cualquier nivel.

La dimensión vertical aparece en un plano geométrico, es parte de él, ahí se encuentra y lo que permite es la ampliación de vertientes y rutas para ubicar y derivar una representación o figura. En la configuración de un plan de estudios, ahí se haya, sobre todo si tiene calidad geométrica como el de los mapas curriculares de esta facultad. Lo que quiere decir que en dichos planes de estudio existe la dimensión vertical y tiene ahora tanto o mayor peso que en los planes anteriores, al grado

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que, en el actual plan de estudios, parecen tener mayor presencia y fuerza que la vertiente horizontal, como si se hubiera invertido. Siendo así, dichos planes de estudio todavía están subelaborados y también subutilizados. De modo que si los resultados en las cohortes de egresados de esas tres carreras en los últimos tres años no se consideran malos, es de esperar que puedan ser mejores si el funcionamiento de ambas dimensiones -vertical y horizontal- es equilibrado.

Desde luego para que el plan de estudios pueda tener esa expectativa amplia que posibilita su doble dimensión, es necesario que la línea vertical posea un contenido metodológico que se estructure con las unidades de aprendizaje para que puedan converger complementándose entre sí y completando los modelos teóricos y metodológicos que los profesionistas que egresen de esa facultad abarquen para un espectro más amplio que las ciencias sociales, políticas, comunicativas e internacionales requieren para integrarse a la sociedad dinámica, cambiante, desigual, violenta y preocupada en que se encuentran.

El plano estricto

Con apoyo en la currícula de las licenciaturas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, lo que se observa es que las cuatro carreras cuentan con ocho semestres y a la vez con dos unidades de formación y con cuatro ejes de aprendizaje. Las unidades de formación se dividen en dos partes; la primera en los primeros dos semestres y la segunda del tercer al octavo semestres; los ejes de aprendizaje se desarrollan a lo largo de toda la carrera al menos con una materia hasta el séptimo semestre.

Tomando en cuenta la licenciatura en Sociología, como ejemplo de los diferentes programas académicos de la FCPyS, dada su importancia interna, ya que es la carrera que da inicio a dicha Facultad y el por lo mismo el programa que siempre ha existido en ella, se decide en este artículo ejemplificar con su plan de estudios dado que revisar todos complejizaría y ampliaría el análisis. Debido a ello el ejemplo de plan de estudios que veremos a continuación es el de esa licenciatura.

Las unidades de formación se denominan básica y disciplinar, por eso la primera es común en dos semestres a las cuatro licenciaturas con el objetivo de mantener una formación de ciencias sociales para todos; la segunda es organizada por cada licenciatura para desplegarse de la manera que consideren más adecuada. Los ejes de aprendizaje son cuatro y se denominan: teóricometodológico; contextual, de integración e intervención; técnico-instrumental y universitario, aunque en algunas licenciaturas son siete ejes al ir separados entre sí, es decir: teórico, metodológico, contextual, de integración, de intervención, técnico-instrumental y universitario.

Las unidades de formación no tienen una caracterización específica, simplemente responden, la primera a dotar de un proceso de integración general en ciencias sociales, realmente poco interdisciplinar ya que la interrelación entre ellas es básica, no integral. La segunda unidad en cambio se estructura en fortalecer los elementos distintivos de la licenciatura y por lo mismo que lo distancian del resto de licenciaturas con las que se estructura el modelo de plan de estudios de la FCPyS.

El eje teórico-metodológico cuenta con 16 materias; repartidas por dos cada semestre, durante los dos primeros; en el tercero se llevan tres materias; al llegar al cuarto semestre son nuevamente dos e igual número de materias en el quinto semestre; en el sexto semestre sólo una materia y de ahí en adelante, séptimo y octavo son dos en cada semestre. El objetivo de éste eje es dotar a los estudiantes de los conceptos y categorías propias de las ciencias sociales, así como de los procedimientos de desarrollo de las mismas hasta poder generar a través de la investigación social. La finalidad radica en que puedan moverse en un campo que les sea favorable a través de los conocimientos teóricos y de los elementos que han favorecido la forma en que se han desarrollado y les proveen de autonomía y proyección en el campo de las ciencias.

El eje contextual, de integración e intervención comprende 17 materias a lo largo de los estudios de la carrera: cinco de ellas se desarrollan los dos primeros semestres; dos y tres respectivamente; una materia en el tercer semestre y tres en el cuarto; tres en el quinto semestre y cuatro en el sexto; en el séptimo semestre se lleva una materia optativa que queda contemplada en éste eje. En el octavo semestre no se llevan materias que correspondan al presente eje. El objetivo del eje contextual, de integración y de intervención es formar a los estudiantes en su universo de trabajo a través de elementos que le permitan identificar las áreas, el campo y las fronteras de su disciplina de modo que aprenda a moverse en ella con la suficiente información para que se integre de lleno en ella a través de su desempeño activo.

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El eje técnico-instrumental cuenta con siete materias que se encuentran distribuidas entre el primero y el sexto semestre. Durante el primer semestre se imparten dos materias de éste eje y a partir del segundo semestre se imparte una semestralmente hasta llegar al sexto. Los dos últimos semestres ya no incluyen materias de dicho eje. El objetivo del eje técnico-instrumental es el de acercar a los estudiantes a la fase de elaboración práctica de los contenidos informativos y de análisis por medio de técnicas y habilidades que les faciliten llevarlo a cabo. Cabe mencionar que las técnicas de cada área profesional son únicas y en el caso de las licenciaturas de la FCPyS están muy dirigidas para crear datos que permitan el análisis profundo de las problemáticas de nuestra sociedad.

El eje universitario consta de 16 materias, de las cuales 14 son seriadas: Inglés de I a VIII y Actividades culturales y deportivas de I a VI; la primera de ellas durante los ocho semestres (todos) y la segunda de primero a sexto semestre; en séptimo y octavo semestres se llevan Servicio social y Práctica profesional, en ese orden y de manera continua. El objetivo de este eje es que exista una afinidad con los estudios universitarios, ya que en todas las licenciaturas los estudiantes deben aprender a leer, entender y si es posible hablar el idioma inglés, además de llevar alguna actividad deportiva o cultural, ya sea de manera exclusiva o alternada, es decir, pueden llevar una de ellas en toda la carrera o pueden alternarla en uno o varios momentos. Por supuesto dicha actividad los integrará de manera física o artística en el medio universitario y profesional. A la vez, este eje es general en la Universidad Autónoma de Querétaro, todos los planes de estudio de integración de 2012 en adelante lo incluye.

A diferencia de cómo se estructuró el plan de estudios del año 2005, en el que las unidades de aprendizaje; denominaba así en aquel momento; figuraban como protagónicas de tres licenciaturas que se sostenían horizontalmente con material informativo; preponderantemente, el plan de estudios del 2016 invirtió esa relación en la que la conformación vertical lleva la mayor estimación con material que debiera tener una repercusión con relevancia técnica y metodológica, dejando de lado la formación teórica informativa. En los hechos, lo que ha mostrado el proceso de aplicación de este plan de estudios, es que si hay una vertiente más técnica que teórica, sin que haya una brecha enorme entre ambas. Sin embargo, la relación entre el esquema vertical y el horizontal sigue siendo disímil y poco articulada, lo sostiene más bien la experiencia de la misma institución a través de sus profesores, sus modelos de influencia y las actividades que realizan.

Otra vertiente

En realidad en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales hubo otro plan de estudios al mismo tiempo que los que analizan aquí, el de la licenciatura en Estudios Socioterritoriales. Aún más, dos licenciaturas, una tardía en ese proceso de reestructuración y la otra

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posterior, que son: Desarrollo local y Gestión pública y gobierno, respectivamente, ambas impartiéndose en campus externos al de Centro Universitario; la primera en Amealco y la segunda en Cadereyta. Si bien estas tres licenciaturas siguen los lineamientos generales de plan de estudios existentes en la facultad, su estructura es diferente. Al no encontrar integradas estas carreras con las anteriores, se identifica que están disociadas y que no existe una unidad estricta en el plan curricular.

Eso se debe a que la licenciatura en Estudios Socioterritoriales; refiriéndose exclusivamente a ella para concretar la crítica; se integra a la facultad durante el año 2010, cuando se forma el plan de estudios y en 2011 se acepta e inicia sin que se haya buscado una integración directa al plan de estudios previo, el cual incluía a las tres primeras licenciaturas. Se integró de manera independiente, lo cual fue muy bueno pues por sí misma logró articular un programa bien concentrado que le permitía al menos tener un nivel similar al de las otras carreras, aunque por su unidad interna posiblemente mejor, pues se trabajó pensando exclusivamente en ella, más el formato que siguió fue del mismo tipo, posiblemente para mantenerse cercana a los otros planes de estudio y no generar diferencias, principalmente porque existía la intención de que se integrara a las tres carreras a través de un mismo plan de estudios en el que se contemplaran cuatro licenciaturas.

La licenciatura en Estudios Socioterritoriales se cerró después de cinco generaciones, la última ingresó en 2015 y egreso en 2019, debido a su escasa demanda, pero con un factor a su favor, una expectativa de empleo muy favorable. El formato que encontrado en la licenciatura en Estudios Socioterritoriales fue también de tipo bidimensional, con unidades de aprendizaje y áreas de integración en la vertiente horizontal, pero con bloques de concentración de asignaturas en la vertiente vertical por lo que encontramos en ella seis bloques, que son: teoría, historia, temas aplicados, metodología, idioma y taller, lo cual le dio una dinámica más amplia y diversificada que a los planes de estudio previos, ya que combinaba varios de los elementos que cruzan la formación profesional con perspectivas más amplias. Aquí se encontraban metodología y teoría, además de preocupaciones más estrictas, como algunos talleres específicos que los podían preparar para la intervención en las prácticas profesionales.

Su modelo fue menos formal que el de los planes anteriores pero permitió mayor participación de los procesos de aprendizaje, sin que en ello se perdieran características que el plan de estudios general había ganado como la movilidad. Posiblemente se tenía la experiencia del plan anterior y al elaborar este se pensó en superar algunas de las preocupaciones que ese modelo presentaba.

El plano geométrico se mantuvo, aunque con una característica que se integra a la bidimensional, tenía niveles. Dichos niveles se iban uniendo hasta integrar ángulos y rectas que bifurcaban caminos propios que darían lugar a nuevas superficies y representaciones gráficas de distinto tipo. No se quedaba en la estructura clásica bidimensional sino en un esquema geométrico con más dimensiones, lo que puede resultar más rico aún, si es que esa bidimensionalidad se manejaba con la simplicidad que el mismo plan permitía para evitar complejizaciones en su manejo y utilidad.

Se ha de señalar que el programa empleado en dicha licenciatura fue único, no se llegó a modificar. Tanto este programa como los vigentes en el momento que el que comentamos operó, no tenían integrada las materias del que posteriormente sería el eje universitario, es decir, no incluía Inglés ni Actividades culturales y deportivas, solamente eran parte de los estudios las materias de Servicio Social y Prácticas Profesionales.

La experiencia

La puesta en práctica de dos planes de estudio diferentes al mismo tiempo y en un solo plantel de ciencias sociales, puede implicar cierta dificultad dado que el interés propio del plantel es la de generar un sistema único curricular que incluya a los planes de estudio integrando unidades de aprendizaje con ejes temáticos. En dicho sentido se tiene precedente de dos programas distintos hechos en diferentes momentos. Uno de ellos es al que se ha referido, que incluye a tres carreras y otro es el de la Licenciatura en Estudios Socioterritoriales, que por cuestiones de aprovechar en un par de años a dos expertos en la temática se organizó con ellos el plan de estudios de la carrera, de manera independiente a las otras tres, tomando en cuenta no sólo los aportes de los expertos sino la problemática que ya se notaba en los planes de estudio conjuntos.

Se presentan en la figura 2 a los dos, señalando entre los programas del planteamiento único a la carrera de sociología, que es la representante más clásica de las tres.

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Figura 2.

Plan de estudios. Planteamiento único a la carrera de Sociología.

Como contraparte, se presenta el plan de estudios de Estudios Socio Territoriales.

Figura 3.

Plan de estudios Socio Territoriales

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES LICENCIADO EN ESTUDIOS SOCIOTERRITORIALES

1º SEMESTRE 2º SEMESTRE

Epistemología C: 10 Teoría Social C: 10

Espacio y Sociedad C: 10

Conformación del Estado-Nación S XX C: 10

Cómputo C: 5

Inglés I C: 5 Introducción a la Geografía Humana C: 10

Mundo Contemporáneo C: 10

Métodos Cualitativos Aplicados al Territorio C: 5

Práctica de Campo socioterritorial I C: 5

Inglés II C: 5 3º SEMESTRE 4º SEMESTRE 5º SEMESTRE 6º SEMESTRE 7º SEMESTRE 8º SEMESTRE

Introducción a la Economía C: 10

Medio Ambiente: Problemáticas y Gestión C: 5

Historia Económica del Territorio C: 10

Estadística Inferencial C: 5

Inglés III C: 5 Economía Regional y Urbana C: 10

Teoría de la Región C: 10

Identidades y Culturas Regionales C: 10

Región y Ciudades en Querétaro C: 5

Representaciones Cartográficas C: 5 Sociología Urbana C: 10

Antropología Urbana y Rural C: 10

Problemas Urbanos Actuales C: 10

Transporte y Movilidad Regional y Urbana C: 5

Métodos Cuantitativos Aplicados al Territorio C: 5 Sociología Rural C: 10

Problemas Rurales Actuales C: 10

Sistemas de Información Geográfica y Geomática C: 10

Práctica de Campo Socioterritorial III C: 5

Taller de Geomática C: 5 Políticas Públicas Investigación C: 10 C: 30

Sistema Político Mexicano C: 10

Tema Selecto en Estudios Socioterritoriales C: 5

Finanzas Publicas y Gestión Local C: 5 Prácticas Profesionales C: 30

Planeación y Políticas Territoriales C: 10

Práctica de Campo Socioterritorial II C: 5 Taller de Desarrollo Local C: 2

Taller de Servicio Social C: 2

Nota: Esquema de la curricula de la Licenciatura en Estudios Socioterritoriales por la Facultad de Ciencias Políticas, Universidad Autónoma de Querétaro. Sección: Mapa Curricular (https://www.uaq.mx/index.php/ carreras/licenciaturas/fcpys/licenciatura-en-estudios-socioterritoriales

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La propuesta

La doble dimensión del plan de estudios es también una doble dimensión del trabajo y del esfuerzo que se sostiene en la organización. Si todo el plan de estudios contiene las vías horizontal y vertical con unidades de aprendizaje y unidades metodológicas podrán disponer de mayor independencia en la formación estudiantil. Tanto a nivel educativo como organizativo se debe tener esa expectativa.

Seguramente es más complicado, por eso no se ha logrado integrar en el plan de estudios general, pero es una necesidad y hay que elaborarlo, con dos dimensiones o en niveles pero el entrecruzamiento de las variables es el que conforma a una investigación, así que es el que debemos darle al plan de estudios para que el empeño e interés en la búsqueda sea una herramienta que los estudiantes vean como propia, que no haya que insistirles en encontrarla de manera individual y aislada, que sea parte de su formación profesional. Todo mundo tenemos miedo a lo desconocido, entonces tenemos que acercarlos para que tengan seguridad y no sientan que les falta aprender cosas para su desempeño profesional. Desde luego siempre hay faltantes, pero si reducimos la inseguridad también disminuimos los faltantes.

El plan de estudios de las licenciaturas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales debe recuperar la expectativa geométrica para conducir los procedimientos por las veredas del conocimiento finito infinito, es decir, con la doble expectativa en la que pueda cerrar y abrir una visión más integral de inclusión tanto de la participación estudiantil como académica.

Referencias

Baldor, J. A. (1985). Geometría plana y del espacio, con una introducción de trigonometría. Publicaciones

Cultural.

Barriga, O. A. y Enríquez, G. (2012). La Geometría como herramienta para las Ciencias Sociales y su relación con el número y la palabra. Revista Pucara, 24, pp. 179-202. https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/ index.php/pucara/article/view/129/129

Boyer, E. L. (1999). Una propuesta para la educación superior del futuro. UAM-Porrúa.

Díaz-Barriga, Á. (1997). Didáctica y curriculum.

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