“Obesidad y Desnutrición en el jardín de niños”
Grado y grupo: 1º C Materia: Desarrollo Físico y Salud Maestra: María de Jesús Veliz Ayala
Alumna: Martínez Díaz Ileana Elizabeth “Como reconocer posibles casos de desnutrición escolar y acciones que puede emprender la educadora en estos casos” Los niños que presentan desnutrición presentan una serie de características visibles al ojo humano, como: •
Cabello quebradizo
•
Piel reseca, áspera y probablemente descamada
•
Fisuras en parpados, labios y bordes de las rodillas y codos
•
Puede haber lesiones pequeñas, como hematomas por la escasez de vitamina C
•
Alteración en el ritmo de producciones fecales
•
Alteración en el desarrollo
•
Alteración en el desarrollo del lenguaje
•
No se desarrolla adecuadamente motrizmente
•
Falta de atención
•
Falta de fuerza (debilidad)
•
Delgadez
•
Tienen el abdomen abultado
•
Ojos saltones
•
Mal humor
•
Indisponibilidad para realizar para realizar diversas actividades
Y otras que no están a simple vista como: •
Padecer hepatomegalia (crecimiento del hígado)
•
Padecer taquicardias
•
Caries dentales
•
Descalcificación
•
Anemia
Observando bien a los niños de nuestro preescolar no podemos dar cuenta si alguno de nuestros alumnos presenta algún tipo de desnutrición teniendo como referencia las características anteriores. Si
algún alumno presenta desnutrición primero tendríamos que hablar con el niño y hacerle preguntas sencillas con las que podamos obtener algo más de información sobre su alimentación en casa, como: ¿Ya desayunaste?, ¿Qué comiste ayer?, ¿Qué es lo que más comen en tu casa?, etc. Preguntas como estas nos pueden ayudar a obtener más información sin que el niño se sienta agredido. Después deberíamos de notificar a la directora lo sucedido con dicho alumno, y posteriormente tendríamos que hablar con los padres del niño para poder entender mejor cual es el problema que hay en casa y ver las causas de tal desnutrición. Después podríamos convocar una junta de padres de familia en donde se hable de la importancia de una buena alimentación y como se debería comer balanceadamente, y si es necesario canalizar con un especialista. Y si el problema es muy serio, o los papas no ponen atención en la alimentación del niño y en vez de mejorar la situación, empeora, notificar a las autoridades correspondientes.
“¿Cómo atender y prevenir los casos de obesidad desde el jardín de niños?”
El aumento en el consumo de carbohidratos refinados, particularmente en forma de pasteles, refrescos, golosinas y frituras, así como el avance del sedentarismo, son algunos de los factores que influyen en el crecimiento de los casos de obesidad en los niños y las educadoras podemos evitar que las cifras de niños obesos sigan aumentando, empezando con el ejemplo. Si las educadoras empezamos a comer balanceadamente y consumiendo mayor cantidad de frutas y verduras y les vamos explicando la importancia de comer bien a los niños, no solo como una clase, si no como algo cotidiano, como en el receso, los niños empezaran a querer copia lo que hagamos e inconscientemente los niños querrán empezar a comer como nosotras solo por imitarnos. También podemos establecer un menú escolar, en donde establezca que y en qué cantidad se deben de consumir los alimentos y las mamas les tendrán que mandar solo lo que dicta el menú. Tendremos que implementar actividades recreativas que requieran mayor esfuerzo físico. Promover el consumo de agua natural, ya que aparte de ayudarnos a hidratarnos, esta nos ayuda a expulsar la grasa que no nos sirve de una forma natural. Y si ya tenemos algún caso de obesidad en nuestro jardín de niños aparte de implementar todo lo anterior mencionado, tenemos que darle apoyo psicológico al niño ya que muchas veces sufren bulling por su exceso de peso, también tendríamos que hablar con los papas y hacer conciencia sobre lo que es y la importancia de una buena alimentación y de hacer ejercicio. También podríamos implementar más actividades que requieran un esfuerzo físico y tratar de integrarlo más a ese tipo de actividades. También podríamos hacer una junta en donde estén tanto padres como alumnos en donde una nutrióloga no hable sobre el tema, que nos diga cómo debemos de comer, que y en qué cantidad. También podemos tener una báscula y un metro dentro del salón y cada semana o cada mes podemos pesar y medir a los niños para así poder
estar monitoreando y tratar de controlar su peso dependiendo de su estatura.