Huancayo MaRTES 24 DE JunIo DE 2008
SUPLEMENTO
ESPECIAL
Bapuleados y marginados Alza de alimentos los lleva aún más a la extrema pobreza. Amenaza de DL 1015 los irrita y se suman para el 9 de julio. Día del Campesino es otro día de lucha para ellos.
II
dia deL campesino
Huancayo maRTES 24 DE JunIo DE 2008 La PRImERa
POR PARTE. DEL ESTaDo
Pérdidas deben ser mitigadas Pero para Eduardo Zegarra, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), el principal problema que se registra en las zonas que se encuentran por encima de los 3000 mil m.s.n.m es la pérdida de los ganados, situación que dijo debería ser mitigada inmediatamente por el Estado. Dejo en claro además que la ratificación del TLC es negativa para el sector agrario. “El tema agrícola no es en este caso tan grave, primero porque estamos en una época donde ya las grandes cosechas ya ocurrieron, las zonas donde hay mayor producción agrícola son los valles interandinos y ahí no se está sintiendo tanto el problema. En este caso el friaje está más afectando al ganado y a la población misma que vive en las zonas más altas. Por lo menos se estaría necesitando entre 200 y 300 millones de dólares anuales para enfrentar los efectos de la mayor apertura comercial, recursos que deberían ir a una reconversión de zonas afectadas por la mayor importación que vengan de Estados Unidos”, aclaró. Asimismo, el economista señaló que el desempeño de Agrobanco, deberá garantizar un soporte técnico, pues de lo contrario podría caer en los mismos errores del pasado, cuando los préstamos no beneficiaron necesariamente a los pequeños agricultores. DETALLES l Es necesario que se implemente un sistema de compensaciones para los efectos del TLc y se dote de infraestructura a las zonas campesinas que hoy se encuentran en su mayoría, en extrema pobreza.
DATOS l a través de agrobanco, podrían manejarse algunos programas de ayuda que puedan ayudar a que el agricultor salga adelante por su propio esfuerzo”, aseguró.
ria que viene realizando el actual gobierno. En ese sentido sostuvo que tras las heladas que han azotado la sierra del país, es indispensable que se les de facilidades de crédito a las más de 5700 comunidades a nivel nacional, para que puedan reemplazar el 80 por ciento de los cultivos afectados.
CRISIS AGROPECUARIA. nacIonaL SE aGRaVa PoR aLZa DE FERTILIZanTES
El campesino y el friaje político l crece descontento generalizado contra políticas agrarias del Gobierno. El Día del Campesino no es otra cosa que la fiesta del Hatun Raymi que se celebraba en el Tahuantinsuyo para dar la bienvenida al solsticio de verano en los Andes. Este año, las desmesura-
das alzas de los insumos agrícolas, el friaje y las heladas que se presentan en los departamentos de Huancavelica, Junín, Pasco, Ayacucho, Huánuco, Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Cusco, Puno y otros, han producido que esta festividad se vea en cierta parte opacada, debido a que la agricultura y la ganadería, viene siendo afectada considerablemente por este fenómeno. Cultivos de papa, maíz y cereales en general que producen
algunas localidades ubicadas a 3,500 metros de altitud, han sufrido los estragos de las bajas temperaturas, situación que no es atendida a tiempo por el gobierno, con medidas efectivas, que por ende generan una crisis, ya que las temperaturas llegarían a 20 grados bajo cero. Melchor Lima, secretario general de la Confederación Campesina del Perú (CCP), afirmó que los agricultores no están conformes con la política agra-
Seguro agrario “El agro peruano vive en estos momentos una situación crítica por el friaje. Se tienen que asignar un presupuesto especial para poder atender a esto lugares que son agraviados, por eso nosotros planteamos un seguro agrario para ser atendidos como pequeños agricultores de las comunidades campesinas”, sostiene. No estamos contentos con estas políticas de Alan García. Hay crecimiento económico solamente para los grandes y no para los pobres. Debe llegar a la mano de los agricultores un dinero efectivo para que se pueda invertir en el agro, no queremos un TLC (Tratado de Libre Comercio) excluyente, que sea impuesto por los neoliberales, aclaró. José Enrique Málaga, presidente de la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (JNUDRP), consideró que en el breve plazo es necesario que el Estado brinde apoyo a las comunidades afectadas, pues la situación de las zonas alto andinas es realmente preocupante. Por otro lado, rechazó las críticas del empresariado, quienes culpan a los pequeños agricultores del fracaso que tuvo en su momento Agrobanco. “No solamente pensemos en la ayuda inmediata, sino también en la recuperación, hay que volver a sembrar, reparar infraestructuras.
El agro no existe para el gobierno Para antolín Huáscar, presidente de la confederación nacional agraria (cna), los agricultores no existen para el gobierno y esto se demuestra en la falta de una política que atienda sus demandas. Según el dirigente, es indispensable la existencia de un fondo económico de contingencia, que ayude a mitigar las consecuencias de las heladas. “La mayor parte
de la sierra sufrimos este friaje, no vamos a atenuarlo mucho menos con ropa o alimentación, lo que se quiere acá es hacer una política agraria, de tal forma que podamos hacer reservorios de agua cuando aparecen sequías. Después de este friaje va a parecer un sol fuerte y va a quemar los pastos y va a ver mortandad de animales en estas zonas.
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CARECEN. RIEGo
Apoyo nulo del Estado
Campesinos, los más afectados
l alza de precios de alimentos presiona economía campesina.
En lugar de contribuir a mejorar su economía, el incremento de los precios de los alimentos está erosionando los niveles de vida de las comunidades campesinas del país. De acuerdo con especialistas como Néstor Fuertes —de Soluciones Prácticas-ITDG—, el poder adquisitivo de los comuneros se habría reducido, en promedio, en 20%. La razón, para Fuertes, es clara: los precios de los productos que cultivan los campesinos no han sufrido el mismo incremento que los precios de los productos agrarios que compran en el mercado. En consecuencia, los campesinos no cuentan hoy con el dinero suficiente para afrontar el aumento de los productos que complementan su canasta alimentaria. Edgar Soto, poblador de la comunidad campesina de Huando (Huancavelica), revela un alarmante ejemplo del panorama
DAtos
l «Estoy seguro de que la tienen en su manual organizacional; pero, en la práctica, su presencia informativa es muy débil en estas zonas», sostiene.
descrito por Fuertes: en su comunidad, dice, el costo de vida se ha incrementado en 80%. Comuneros Alza de precios de alimentos presiona economía campesina como él producen principalmente alverja, haba, papa, maíz, cebada, trigo, oca y olluco, y adquieren del mercado otros productos, como arroz, leche, aceite y azúcar. Pero, mientras «la cebada está a sesenta céntimos, el arroz lo puedes comprar hasta a cuatro soles. Entonces, tenemos que vender cinco kilos de cebada para poder comprar un kilo de arroz», comenta. Cuanto más vinculada al mercado esté una comunidad, más afectada se verá. En ese sentido, las más perjudicadas son las comunidades del norte del país, que, según han mostrado
diversos estudios, dedican un porcentaje más alto de su producción a la comercialización, en comparación con las comunidades del sur. «Podría decirse que en el centro o norte, por ejemplo— se comercializa el 50% de la producción, mientras el otro 60% se queda en el hogar o se lleva a los mercados más cercanos», asevera Fuertes. «En contraste, en el sur, del 70 al 80% de la producción se reserva para garantizar la propia seguridad alimentaria de los comuneros, y solo el 20% se lleva a los grandes mercados». Corroborando estas afirmaciones, Soto sostiene que la mayor parte de lo que producen los 850 comuneros de la comunidad de Huando se guarda para el autoconsumo, y solo el excedente —del 15 a 20% de la producción — va al mercado. «Para nosotros, lo primero es la seguridad alimentaria de nuestros hijos, y por eso hay veces que nos oponemos a actividades como la minería, porque creo que no nos permite desarrollarnos y nosotros queremos tener alimentos sanos», precisa el comunero.
Autoconsumo La producción de autoconsumo se debe, en parte, a que son débiles en la comercialización de sus productos. En palabras de Soto, «si el producto baja de precio, nos pagan menos; pero si sube, ni nos enteramos». Solo las comunidades que cuentan con comités o asociaciones de productores debidamente organizados están en capacidad de afrontar adecuadamente las exigencias de la comercialización. De acuerdo con Fuertes, solo del 10 al 20% de las comunidades campesinas se han agrupado para comercializar sus productos; en el resto, los campesinos comercializan sus productos individualmente, creando la situación desventajosa ya mencionada. A las difíciles condiciones de comercialización se suma, como indica Ruiz Rosas, la inexistencia de un sistema público de información eficaz que permita acceder a datos sobre precios de los productos. De acuerdo con él, es la Dirección General de Información Agraria (DGIA) la llamada a cumplir esa función.
En general, el apoyo del Estado resulta, en opinión de muchos, nulo. «No hay inversión del Estado en tecnología: casi el 95% de las comunidades no tiene infraestructura de riego, lo que imposibilita el incremento de la producción », sostiene Soto. «Además, ya no hay tantas lluvias como antes, y hay más heladas. La producción disminuye y cada vez tenemos menos cantidad de productos para alimentarnos y comercializar ». Al respecto, Antolín Huáscar —presidente de la Confederación Nacional Agraria— subraya la ausencia de una política de Estado que vele por la pequeña agricultura. «De cada diez toneladas de productos que se ven en el mercado de abastos, siete provienen de la pequeña agricultura, de las comunidades campesinas», explica. «Pero el Estado no toma en cuenta eso y deja que los intermediarios sigan aprovechándose de los pequeños productores». ¿Cómo mejorar esta situación? Ruiz Rosas señala que impulsando la asociatividad es posible encarar una situación tan compleja como la que enfrentan las comunidades. Otros mecanismos serían la promoción de información y la investigación. Por su parte, Fuertes propone organizar a los pequeños productores para que puedan brindar una oferta de mayor volumen, amén de ayudarlos a transformar sus productos de forma que tengan mayor valor agregado. «Hay que procesar la papa, el café, etcétera, pues solo de esa manera van a poder competir en el mercado», arguye. «Pero eso requiere todo un proceso de cambio, capacitación, tecnología y financiamiento, ya sea de parte del Estado o de organismos privados». Otras propuestas pasan por estimular la agricultura orgánica; expandir las mejoras técnicas a través de la metodología de campesino a campesino, aplicada con éxito en varias zonas del país pero en pequeñas escalas; abrir líneas de crédito que impulsen múltiples iniciativas.