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LA LECCIÓN DE PEDRO VARGAS
“Por desgracia, el ser agradecido es la excepción y no la regla” Imagen Óptica uienes tuvimos la oportunidad de escuchar la voz del extraordinario cantante mexicano Pedro Vargas –en la época de oro de la radio y los inicios de la televisión– nunca olvidaremos su original manera de despedirse: “Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido”
Si rescatamos esta famosa frase del ámbito de lo metafórico, podemos interpretarla literalmente de varias formas:
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No basta agradecer una sola vez.
Hay que agradecer todo aquello que nos satisfaga.
Debemos agradecer todo lo que nos beneficie… y a todos aquellos que hagan algo a favor nuestro.
¿QUÉ SIGNIFICA AGRADECER?
Sentir gratitud // Mostrar gratitud o dar gracias (Dicc. de la Real Academia Española).
Reconocer (Dicc. Anaya de la Lengua).
Corresponder con gratitud a un favor (Dicc. Larousse).
Expresar la gratitud con palabras u obras // Sinónimos: Apreciar, estimar, reconocer (Dicc. Enriquezca su Vocabulario de Reader´s Digest).
¿QUÉ SIGNIFICA SER
AGRADECIDO (A)?
Que agradece (Dicc. RAE).
Se dice de la persona que expresa, manifiesta o siente gratitud.
Voz opuesta: desagradecido (a) (Dicc. Reader´s Digest).
Es usual utilizar la expresión “¡Muchas gracias!”, equivalente a “Muy agradecido” o “Mil gracias”. Lo que refleja cualquiera de estas tres frases equivale a dar a entender que se trata de algo “profundo”… más allá del simple agradecimiento. Existe otra frase que va más allá en el tiempo: “Mi eterno agradecimiento”.
Debemos agradecer todo lo que nos beneficie… y a todos aquellos que hagan algo a favor nuestro.
El Agradecimiento Y La Pandemia
Nadie me quita de la cabeza que la “dichosa” pandemia nos volvió seres humanos más agradecidos.
Es indiscutible que este problema de salud mundial nos movió el tapete. Incrementó nuestro malestar, por el largo encierro, la obligatoriedad del cubrebocas, el uso obligado de gel, el tener que lavarse las manos a cada rato, y la falta de convivencia social. Pero sobre todo el miedo a convertirse en parte de las estadísticas de los miles de personas que sucumbían ante la amenaza de ese enemigo invisible, llamado Covid-19.
Y como no hay mal que por bien no venga –en mi opinión– nos volvimos más agradecidos:
Por tener más tiempo para compartir con nuestros seres queridos.
Por aprender a estudiar y a trabajar desde el hogar.
Por el incremento de mensajes de buena voluntad, vía celular.
Por permitir tener más tiempo para leer, a quienes ya poseían el hábito de la lectura.
Por recordarnos que nadie tiene la vida comprada.
Por el hecho de reconocer el sacrificio que hicieron muchas personas por exponer su vida al cuidar a familiares que adquirieron el contagio.
Por la creación de las vacunas que ayudaron a aminorar los contagios y/o disminuir los efectos de un contagio.
Por la creatividad que se despertó en varios individuos, a pesar de la distancia. Ejemplo, las canciones grupales (que fueron grabadas) interpretadas sin que nadie se moviera de su domicilio.
Por los ahorros que hicieron algunos, al no tener gastos en diversiones.
Por disponer de más tiempo para hacer ejercicio en casa, dedicarnos a la meditación o a conocernos más a nosotros mismos.
Nadie me quita de la cabeza que la “dichosa” pandemia nos volvió seres humanos más agradecidos.
Por permitir a algunos empresarios determinados ahorros al evitar gastos en sus instalaciones habituales.
Por permitir a algunas personas incrementar su religiosidad ante las amenazas cercanas de perder la vida.
Por el ahorro que hubo al no gastar en medios de transporte de cada uno de los integrantes de la familia.
Por volvernos más conscientes del cuidado de nuestra salud.
Por aprender a someternos a una disciplina a la que no estábamos acostumbrados.
Por observar el valor de cientos o miles de médicos y enfermeras que expusieron sus vidas, por salvar las de los demás.
Por crecer exponencialmente el número de empresas que comenzaron a llevar sus productos al domicilio de los clientes.
Por tener un celular y/o una computadora, que nos sirvieron para estar en contacto con el mundo.
Por el hecho de que muchos individuos descubrieron el valor de la solidaridad, ya sea dando algo a los demás o recibiendo algo de ellos.
Y el más importante de todos los agradecimientos: Por no formar parte de las estadísticas de desaparecidos.
¿QUÉ SIGNIFICA LA GRATITUD?
(Según Elsa Rodríguez)
La gratitud nace del corazón y no es solo la forma mecánica de dar las gracias, sino que consiste en apreciar verdaderamente lo que alguien hace por nosotros.
Ser agradecido es entender el esfuerzo que hacen los que te aprecian por servirte o complacerte. A veces puede ser algo tan cotidiano, que no te das cuenta de ello.
Una persona agradecida no busca pagar cuando alguien le hace un favor, sino corresponder con otro tipo de atenciones. “De personas bien nacidas es ser agradecidas”, dice un refrán y hay que ejercitarlo.
La gratitud es como una cadena, hoy te hacen un favor y mañana tú podrás hacer otro. La gratitud nace por la buena voluntad y la sana actitud que tuvo la persona al hacerte un favor, más que por el beneficio recibido.
Lo Que Se Ha Dicho Del Agradecimiento
Mahoma: Aquél que no agradece un pequeño favor, no agradecerá uno grande.
Miguel de Cervantes: De gente (sic) bien nacida es agradecer los beneficios que recibe.
Lao-Tse: El agradecimiento es la memoria del corazón.
Samuel Johnson: La gratitud es un producto de la cultura; no es fácil hallarla en las personas carentes de delicadeza.
Jean de La Bruyère: Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.
Daniel Defoe: Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
Marco Tulio Cicerón: La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra a todas las demás.
Francisco Gómez de Quevedo y Villegas: El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
Proverbio griego: La gratitud pronta es la más dulce.
Juan Luis Vives: El que recibe, ha de mirar, no la materia de lo dado, sino al que le ha hecho la dádiva.
Interpretaci N
Hay que aprender a agradecer hasta el más pequeño de los favores recibidos; la gratitud es propia de las personas educadas; cuando la gratitud es genuina es que nace del corazón; es válido agradecer en exceso; debemos agradecer lo que tenemos; la gratitud es el origen de las demás virtudes; el hombre de bien es el que sabe agradecer; el agradecimiento debe ser oportuno; no importa tanto lo que se recibe, sino la persona que otorga el favor; la gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra a todas las demás.
LA PALABRA “GRACIAS”
Se trata de un término de uso común en todos los idiomas. Su significado original es que la persona a la que se la decimos reciba la “gracia de Dios”, lo que equivale a desear que la vida de quien ha hecho algo por nosotros marche bien. Más allá de la connotación religiosa, con el paso del tiempo, esta palabra se ha convertido en una respuesta educada de reconocimiento a quien de alguna manera nos ha favorecido, sin importar el tamaño o la importancia del favor.
Crecer en la gratitud no es devolver un favor por otro, como si fuera un intercambio comercial, sino generar vínculos profundos de ayuda y amistad, acciones permanentes de dar, recibir, compartir y reconocer el bien que podemos hacer a los demás y que los demás pueden hacer por nosotros.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA: LA INGRATITUD
Dale Carnegie: Esperar gratitud de la gente es desconocer la naturaleza humana.
H. Noguera T.: Todo parece indicar que la ingratitud es la regla y la gratitud es la excepción.
Auguste Rodin: Saluda a la ingratitud como una experiencia que enriquecerá tu alma.
Confucio: Compórtate con amabilidad, pero no esperes gratitud.
Lucio Anneo Séneca: Nadie escribe en su agenda de bolsillo los favores recibidos.
Nietzsche: El que da algo grande no encuentra reconocimiento, pues al favorecido le pesa demasiado la grandeza.
Todo parece indicar que la ingratitud es la regla y la gratitud es la excepción.
Santiago Ramón y Cajal: Hay tres clases de ingratos: los que callan el favor, los que lo cobran y los que lo vengan.
Jacinto Benavente: Lo peor de la ingratitud es que siempre quiere tener la razón.
Miguel de Cervantes Saavedra: Uno de los pecados que más ofenden a Dios es la ingratitud.
Voltaire: Entre todas las pasiones siempre he detestado el vicio de la ingratitud.
Interpretaci N
La ingratitud forma parte de la naturaleza humana; es más fácil encontrar ingratitud que gratitud; las experiencias ingratas enriquecen el alma; cuando se hace un favor, lo más recomendable es no esperar gratitud del favorecido; por lo regular, los más grandes favores suelen ser poco valorados por quienes los reciben; quien hace un favor pudiera recibir alguna de estas tres respuestas: silencio, insatisfacción o rechazo; hay ingratos capaces de justificar su ingratitud; la falta de gratitud se convierte en ofensivo pecado; es factible sentir molestia ante la ingratitud.
El Agradecimiento En La Industria Ptica
Si eres accionista o dueño de una óptica. Deberás agradecer a:
La persona que tienes como responsable en el manejo de la misma (llámese director, gerente o encargado), por liderar al equipo de trabajo. Un buen sueldo no basta.
Los fabricantes de equipo propio de la industria, que crean cada día mejores herramientas para poder dar calidad a la clientela.
Los proveedores de los productos que vendes y los apoyos para los servicios que prestas.
Si eres director, gerente o encargado. Deberás agradecer a:
Los accionistas o el dueño, por la oportunidad que te han dado de liderar su negocio.
Los proveedores, que de hecho son tus socios, por el buen trato recibido y las alianzas que pueden establecerse.
Los integrantes de tu equipo de trabajo, sin distinción de puestos, ya que sin ellos no podrías entregar buenos resultados a quien te contrató para ese delicado cargo.
Si eres colaborador. Deberás agradecer a:
A los accionistas o dueño del negocio, por arriesgar su dinero creando la fuente de trabajo donde prestas tus servicios.
El directivo que te admitió como parte del equipo, al cual le debes lealtad y compromiso incondicionales.
Tus compañeros de trabajo, sobre todo a aquellos que en forma desinteresada comparten contigo sus conocimientos y experiencias.
Si eres accionista, dueño, gerente o colaborador. Deberás agradecer a:
SU MAJESTAD EL CLIENTE, ya que sin él no existiría tu óptica y no habría ganancias para los accionistas o el dueño, ni trabajo para el gerente ni para ti y tus compañeros…ni canales de distribución para los proveedores (ni impuestos para el gobierno).
Los Dos Tipos De Agradecimiento
Solo hay dos: de palabra, utilizando el “gracias” (ya sea mediante la voz o por escrito) y de obra o especie.
En el caso de este último, existen varias opciones que reflejan gratitud hacia los colaboradores (la idea es subrayar que dicho empleado es valioso para la empresa):
Deberás agradecer a los accionistas o dueño del negocio, por arriesgar su dinero, creando la fuente de trabajo donde prestas tus servicios.
Los bonos de asiduidad, puntualidad o productividad.
La foto del mes (“El mejor empleado”, “El mejor vendedor”, etcétera).
Bono por antigüedad (ejemplo: a los 5, los 10, etc... años).
Apoyo en la educación formal (ejemplo: para que el empleado termine la secundaria o el bachillerato). Algunas grandes empresas han apoyado a sus colaboradores a lograr un título universitario.
Un vale para una cena (con su pareja) en un buen restaurante. Un viaje (por un gran logro a favor de la óptica).
Un ascenso, en lugar de contratar a alguien de fuera (obvio, siempre y cuando el empleado cubra el perfil).
Una canasta navideña, etcétera.
El Agradecimiento Obligado Gracias A Nuestros Clientes
PODEMOS:
Sostener un hogar.
Educar a nuestros hijos.
Desarrollar nuestro intelecto.
Planear para el futuro.
Formar un patrimonio.
Ejercer nuestro derecho al trabajo.
Aplicar nuestros conocimientos.
Convivir con otras personas.
Mostrar nuestra valía.
Poner en práctica nuestras habilidades.
Lograr nuestra superación.
Realizar nuestras ilusiones.
Servir a la sociedad. (Luis Castañeda)
LA PREGUNTA DE LOS 64 MIL
¿Por qué recordamos con tanto afecto a don Pedro Vargas? La respuesta es fácil: más allá de su extraordinaria voz y su gran profesionalismo, este gran cantante, al terminar cada actuación, se dirigía al publico y expresaba: ¡Muy agradecido, muy agradecido, Muy agradecido!
El autor es escritor, conferenciante y capacitador, especializado en Desarrollo Humano y Oratoria. E-mail: escritorhnt@outlook.com (Este colaborador acostumbra dar respuesta a todos los correos que recibe.