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Percy Lazon de la Jara, PhD, BOptom, FIACLE, FAAO

COMO DECÍA MI ABUELITA…

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pesar de los terribles momentos que el mundo está pasando por la pandemia, miles de personas fallecidas, problemas económicos y millones de personas en cuarentena, en casos complicados como este siempre hay una luz al final del túnel. En momentos difíciles es cuando la innovación y las oportunidades aparecen y hay que saberlas aprovechar.

Después de casi un año que el COVID-19 apareció en el mundo, los negocios se han visto afectados por la nueva normalidad de no poder asistir a lugares públicos y el sector de salud no es ajeno a este reto. Sin embargo, la telemedicina, un concepto utilizado desde hace muchos años, se ha vuelto un instrumento fundamental para los servicios de salud para la comunidad. ¡En la mayoría de los casos lo único que se necesita es un teléfono celular!

La telemedicina es el uso de tecnología a través de computadoras, teléfono o teléfonos celulares que nos conectan directamente con un profesional de la salud –doctores, optómetras, terapistas, psicólogos– desde cualquier lugar en donde exista conexión, desde nuestro hogar, nuestro auto o nuestra oficina.

Como el acceso a los servicios de salud es restringido debido a la pandemia del coronavirus, profesionales de la salud, gobiernos y pacientes están interesados en las oportunidades que brinda la telemedicina, como videollamadas, conversaciones telefónicas y visitas electrónicas, para poder satisfacer las necesidades desde consultas de rutina, prescripción de medicinas y dispositivos médicos.

El uso de la telemedicina en USA, por ejemplo, ha crecido en prácticas privadas de 5% hasta 100% en algunos casos durante la

cuarentena, todas estas visitas eran virtuales, excepto aquellas en las que eran necesarios exámenes especiales. Desde el punto de vista de los pacientes, estas visitas virtuales son muy convenientes, ahorran tiempo ya que desde la comodidad de su hogar u oficina pueden tener acceso a servicios de salud.

En el campo de la salud visual la telemedicina nos puede ayudar con sistemas de citas y consulta por video, exámenes de agudeza visual, en algunos casos auto refracción y exámenes visuales completos. Así como lo leen, en la actualidad existen una seria de aplicaciones que cubren estas necesidades.

Si la telemedicina era un campo que se venía desarrollando rápidamente, el COVID-19 ha hecho que esta tecnología avance a pasos agigantados. Inversiones privadas se han multiplicado en este campo, ya que las oportunidades son muy valiosas, para el negocio y nuestros pacientes. Los beneficios son obvios para nuestra práctica privada, el sólo hecho de poder ver a nuestros pacientes remotamente sin la necesidad de verlos personalmente es algo atractivo para el profesional y el paciente. En este nuevo mundo digital donde muchas de nuestras actividades diarias, como ordenar comida o hacer compras, son en línea, no debemos subestimar el poder de la telemedicina como un servicio clave a ofrecer a nuestros pacientes en nuestros negocios.

Existen muchas aplicaciones de telemedicina para nuestro campo de trabajo, triaje de pacientes cuando llaman para una consulta, suministrar más información para que nuestros pacientes consideren ciertas opciones antes de su consulta, como manejo de la miopía, uso de lentes de contacto, tratamiento de ojo seco, etc., proveer video consultas fuera de las horas de oficina, cuidado primario de la salud ocular remoto, entrenamiento en el uso de lentes de contacto remoto, selección de anteojos remoto, etc.

Nuestra profesión tiene la oportunidad de mejorar la salud de nuestros pacientes con el uso de la tecnología, con el objetivo de suministrar una alternativa segura para sus necesidades visuales. Es obvio que no todas las visitas serán remotas o virtuales, pero la tecnología disponible nos permite filtrar o tamizar a los pacientes que en realidad tenemos que ver personalmente. El uso de esta tecnología nos brinda la oportunidad de tener una práctica más eficiente y a la vez ofrecer un mejor servicio a nuestros pacientes. En las próximas ediciones compartiré en mayor detalle las aplicaciones disponibles para los profesionales de la salud visual y las oportunidades frente a nosotros. La tecnología avanza a pasos agigantados estos días, y cómo decía mi abuelita…“Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, estamos en contacto.

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