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DAVID OTERO
from Revista Nº 36
LIVE THE MUSIC By Laura Ferrer
DAVID OTERO
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Hay muchos Oteros en “Otero y Yo” pero destaca el del músico constante que apuesta por su proyecto y cree en su forma de hacer canciones. Tras más de veinte años en el mundo de la música y de formar parte de una de las bandas con más éxito de los 90 - El Canto del Loco- nuestro protagonista, David Otero, está de estreno ya que acaba de publicar su nuevo trabajo “Otero y Yo” del que hemos charlado, entre otras cosas.
Por: Laura Ferrer Fotografía : Marina Agrelo Agradecimientos Taberna los Gallos
Laura Ferrer: David, en primerlugar darte la enhorabuenaporque acaba de salir haceunas semanas tu disco “Oteroy Yo” donde podemos disfrutarde una revisión de temas clásicos,nuevas canciones y colaboraciones muy interesantes. Háblanos de este trabajo. ¿Qué tal está siendo la acogida por parte del público?
David Otero: ¡Hola Laura! Lo bonito es que, como es un disco del que hemos ido sacando singles durante tanto tiempo, prácticamente ya había visto la luz antes de nacer y la acogida ha sido maravillosa. Nos acercamos ya a cuarenta millones de reproducciones en Spotify y eso es una barbaridad. A nivel de números la acogida está siendo preciosa.
L.F.: ¿Cómo surge la idea de rescatar y de algún modo darle una nueva vida a esas canciones que todos conocíamos ya y que fueron grandes éxitos hace más de diez años?
D.O.: Todo empieza en los conciertos. Un día toqué a guitarra y voz “Una foto en blanco y negro” como cuando sales en el bis cantando un trocito, y tuve una sensación tan bonita que metí tres o cuatro canciones que encajaban perfectamente con las mías, le daban una energía súper chula al directo. Tenía todo un sentido porque había sido mi carrera y lo disfrutaba muchísimo. A partir de ahí toda mi vida musical se había convertido en una especie de trenza que estaba deshecha, por un lado lo de El Canto, por otro lo de El Pescao, y por otro lo de David Otero. Lo que había que hacer era ponerse con la trenza, armarla y saber que esto se podía ver como tres caminos separados pero en realidad están todos interrelacionados y es ¡tan bonito!
L.F.:Supongo que serás consciente que a muchas personas, entre las que me incluyo, nos ha pasado que al volver a escuchar un tema como “Una foto en blanco y negro” nos ha reconectado con el pasado, nos ha llevado a emociones que sentimos en ese momento y eso es algo mágico.
D.O.:Me han pasado muchas cosas con estas canciones, sobre todo con las de El Canto del Loco. He tenido momentos preciosos. Gente que no las conocía y las ha descubierto. Pero también me ha pasado que como eran canciones que despertaban muchas emociones, ahora me han llegado mensajes muy feos y muy imperativos a mi Instagram prohibiéndome hacer estas versiones. Mi reflexión es que esa gente que estaba enamorada de la versión original, al fin y al cabo era mi canción, así que estoy agradecido aunque no les guste lo que estoy haciendo ahora. Y he hecho una cosa muy sana que es dejar de estar pendiente de tantos comentarios en redes porque no me hacen bien y lo mío está en componer, en hacer música. Mi media de uso diario de Instagram es de 15-20 minutos.
L.F.: Hablando de “Una foto en blanco y negro” que fue un himno hace casi veinte años, ¿cómo te quedas cuando haces la nueva versión con Taburete y se convierte en número uno, disco de platino, millones de reproducciones en Spotify…?
D.O.: Tenía mucho miedo por si la gente no entendía lo que quería hacer, lo pasé mal. En los momentos previos a sacar el tema tuve días de sufrir más que de disfrutar. Después ya he visto que la gente entiende lo que quería transmitir, que al final no es nada más que cantar canciones bonitas, no hay más secreto. La gente necesita escuchar canciones bonitas en su vida.
L.F.: En “Otero y Yo” estás muy bien acompañado por artistas como Dani Fernández, Cepeda, Funambulista, Marta Soto y otros. La mayoría de una generación diferente a la tuya. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos? ¿Conocían ya estas canciones?
D.O.: Sí, de hecho la excusa para pactar con ellos este proyecto es porque a muchos les habían llegado estas canciones antes de dedicarse a la música. Yo me acuerdo que Nil Moliner me enviaba sus maquetas cuando era un chavalín y mírale dónde está ahora. Ana Guerra me contaba que había estado en conciertos de El Canto del Loco cuando era una niña pequeña. Ellos habían sido público de esas canciones, y luego ser parte de ellas creo que es lo que les hacía ilusión. Su público ha sido también buen receptor de estas melodías.
L.F.:David, más de veinte años en el mundo de la música que se dice pronto. ¿Qué balance haces de estas dos décadas en las que me imagino que lo complicado es mantenerse?
D.O.: Ese era mi reto, cuando me preguntaban cómo me veía en veinte años mi reto era mantenerme. A veces vas a estar mejor, otras peor, eso es lo natural en la vida, pero seguir dedicando tu vida a tu proyecto y a la música es lo difícil.
L.F.: Para ti ¿qué es el éxito y qué importancia le das en tu vida?
D.O.: No es tanto el éxito profesional en sí. Del éxito he hablado mucho en sesiones de terapia, es algo que me ha interesado analizar. Saber diferenciar entre el éxito personal y el público. Muchas veceshay éxitos públicos que les llegan a genteque no lo quieren, o gente que tieneun éxito privado y no lo tiene público, yes igual de válido. Y para mí está sobretodo en como vivo el día a día con la genteque tengo alrededor, lo que me ofrecemi familia, lo que me quieren, lo queles quiero. El éxito, la fama o el aplausoduran muy poco y necesitas tener cosasmás allá.
L.F.: Estamos viviendo un momentocomplicado con una pandemia que loha cambiado todo y que está castigandoduramente a muchos sectores comoel de la música. Pero a pesar de estostiempos tan convulsos tú no has parado.Reedición de temas, cancionesnuevas, videoclips,composiciones para otrose incluso conciertos. No tepuedes quejar, ¿no?
D.O.: Creo que es un momentopara no ser nadaegoísta y pensar que lo quete ha pasado a ti le ha podidopasar a otros muchopeor. Es un momento dearrimar el hombro y no estar quejándose.Todo el mundo hacemos lo que podemos,pero como somos una sociedadmuy grande habrá quien se aprovechepara beneficio propio del mal ajeno. Engeneral como sociedad lo hemos hechobien. Yo estoy muy orgulloso de lo que hevisto cuando nos ha llegado un momentotan duro como este y me ha encantadover a mi país unido y siendo responsable.Creo que he tenido mucha suerte porqueen una situación así me ha llegado unmomento muy bonito y lo he intentadoaprovechar y disfrutar.
L.F.: ¿Cómo fueron esos primeros conciertos en los que tienes delante a un público con mascarilla que te impide ver si está cantando o sonriendo?
D.O.: Son conciertos raros, pero en alguno de ellos he tenido la sensación de que son emocionantes. Hubo uno en Valencia en el que sentí que la gente se emocionaba mucho y eso ya me valió la pena por todos los otros en los que igual no sabíamos bien cómo enfocarlos. Ha habido un punto de disfrute de otra manera distinta, de volver a reconectar con otra parte desconocida en el modo de transmitir, pero es raro.
L.F.: Durante el confinamiento te vimos muy activo en redes sociales con ese “Diario de Cuarentena”. ¿Te ayudaba personalmente esa conexión con el público, el contarles tu día a día?
D.O.: Ha sido brutal, uno de los momentos que más me he desahogado como ser humano. Sentía que había ahí alguien escuchándome y esa necesidad que tenemos de comunicar los que nos dedicamos a esto -tú como periodista y yo como cantante- se veía satisfecha. Tenía esa pequeña recompensa de saber que alguien empatizaba con lo que me estaba pasando. Veía las noticas y me daban ganas de llorar y eso era algo que no solo me pasaba a mí, sino a más gente. Saber eso ¡es tan humano! Sentir la empatía de que no estás sólo. Intentar reconocerte a ti mismo como persona. Cuando oímos historias, nos cantan canciones, vemos películas, entendemos que no estamos solos. Este mundo lo peor que tiene es la soledad, así que ¡viva la tecnología! porque a veces también nos salva.
L.F.: En una profesión como la tuya en la que un día puedes estar muy arriba y otro más abajo, ¿cuáles son los valores que a ti te mantienen con los pies en la tierra?
D.O.: Creer siempre en que lo que estás haciendo lo haces por ti y para ti, ahí está la clave para mantenerte en los momentos más duros. Por ejemplo este proyecto, “Otero y Yo” lo presenté a mi discográfica de toda la vida y me dijeron que no lo veían, que no les parecía rentable, que no apostaban por él, y en ese momento es donde hay que sacar las herramientas para seguir. No puedes venirte abajo y acabar tu carrera, ni pensar que ya no tienes talento. Ahí es donde tienes que preguntarte la enseñanza que te está haciendo la vida, el confiar en ti mismo y creer en tu idea. Opté por hacerlo forma independiente, producir mi disco y sacarlo. Es muy importante tener la conciencia de que las cosas las tienes que hacer por ti y para ti y que a veces el criterio del de enfrente puede estar equivocado, también el tuyo propio respecto a los demás.
L.F.: David ya con el disco en la calle ¿habrá conciertos próximamente o gira en verano?
D.O.: Hay conciertos ya a la vista. En abril empezamos pero estamos pendientes de las circunstancias. Queremos hacerlo todo bien, con seguridad cien por cien por responsabilidad con el público. Si hay posibilidades de tocar vamos a aprovecharlas. ¡Ojalá vengan muchos conciertos!