(desgrabaciones compiladas)
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES JEFE DE GOBIERNO Ing. Mauricio Macri JEFE DE GABINETE Lic. Horacio Rodríguez Larreta MINISTRO DE DESARROLLO ECONÓMICO Ing. Francisco Cabrera DIRECTOR DE INDUSTRIAS CREATIVAS Y COMERCIO EXTERIOR Lic. Enrique Avogadro
(desgrabaciones compiladas)
Ăndice
Textos introductorios - Enrique Avogadro / El sentido de esta publicación
06
- Adrián Lebendiker / Alma Matter
07
- IMDI / Materiales: nuevas fuentes de innovación
08
- Organización de la publicación
09
Conferencia - Carmelo Di Bartolo / Design Innovation
10
- Patricia Marino / INTI Textiles
20
- Jum Nakao / La costura de lo invisible
28
- Frano Violich / KVA MATx
29
- Marco Capellini / Capellini Design & Consulting – MATREC
35
- Diana Cabeza / Estudio Cabeza
44
- George Beylerian / Material ConneXion
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Mesa de Casos 01 - Federico Churba y Patricio Lix Klett / Estudio Churba | Lix Klett
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- Rodrigo Chapero y Lucas Desimone / Baumm
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- Manuel Rapoport / Designo
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Mesa de Casos 02 - Santiago Schapira / Yerra
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- Patricio Machado / El Catando
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- Mariana Cortés y Karina Benítez / Juana de Arco
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- Pedro Reissig / Vacavaliente
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- Gustavo Viau / Planas Viau
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El sentido de esta publicación Enrique Avogadro
Director de Industrias Creativas y de Comercio Exterior
La Conferencia CMD se ha posicionado en los últimos años como uno de los eventos más relevantes en el ámbito del diseño, la innovación y los negocios. En las tres ediciones realizadas hasta el momento, se han presentado cada vez un promedio de veintiocho disertantes frente a un público de aproximadamente trescientas personas. A pesar de que han pasado casi dos años desde la última edición Conferencia CMD ’07: “Encuentro Internacional. Materiales y Diseño”, llevada a cabo los días 20 y 21 de julio de 2007, parece fundamental rescatar y difundir el valioso material expuesto en aquella ocasión. El sentido de su publicación radica en que el contenido es aún novedoso y aplicable, consecuencia de la anticipada perspectiva con que fueron abordados los distintos temas en su momento. Publicar los contenidos de la Conferencia CMD ’07 en formato digital y con distribución gratuita a través de la página web del CMD tiene como objetivo poder otorgarle mayor difusión al material presentado en su momento ante un público acotado de asistentes. Asimismo, con esta publicación damos continuidad al ciclo Conferencia CMD - Encuentro Internacional, el cual desafortunadamente se vio interrumpido durante el año 2008. El ciclo se reanudará este año: en noviembre tendrá lugar la cuarta edición, con un eje temático situado en la relación entre empresarios y diseñadores, volviendo a poner en primer plano nuestro interés en el desarrollo de espacio de reflexión y transferencia como éste.
Alma Matter Adrián Lebendiker
Ex Director General del Centro Metropolitano de Diseño
Un abordaje sistemático alrededor de las interacciones entre el producto y sus diferentes escenarios de actuación tiene como ventaja la posibilidad de construir conocimiento de una manera consistente, y nos brinda la oportunidad de confrontar parte de ese bagaje conceptual con diferentes experiencias reales observadas desde diversos ángulos. En ese sentido contar con un evento anual, sustentado en una investigación previa, donde participan especialistas en la temática abordada a través de ponencias que son minuciosamente documentadas, constituye un programa completo de trabajo que abarca todo un año y que excede ampliamente los alcances de una conferencia de dos días. La innovación en materiales ha sido el tema seleccionado en esta oportunidad para la Conferencia anual CMD, ubicada en las antípodas geográficas del encuentro anterior, donde la estrella fue el diseño en el punto de venta y la distribución. Curiosamente, un país como el nuestro, con un patrón productivo estructurado en la exportación de materias primas, no ha tenido un desarrollo importante en el terreno de la innovación de aquellas. Paralelamente, los países industrializados, muchos de ellos sin contar con bendición alguna por parte de la madre naturaleza, han sido prolíficos en investigaciones y tecnologías que han hecho de los nuevos desarrollos de materiales la base de profundas transformaciones en campos tan diversos como el textil, los plásticos o los semiconductores. El diseño permite incorporar nuevas dimensiones de uso donde químicos, físicos e ingenieros han aportado luz a partir de sus investigaciones en materiales. La “calidad percibida”, es un campo de trabajo donde el universo perceptivo del usuario se pone por delante a la hora de elegir tal o cual material o de diseñarlo. Así es como los aspectos táctiles, visuales y olfativos aportan una experiencia enriquecedora no siempre considerada en la profundidad que requiere por quienes manufacturan productos. Nuestro objetivo, entonces, es poner en valor el conocimiento y el desarrollo alcanzado en esta materia hasta la actualidad como aporte a un proceso donde la innovación sea cada vez más el producto de un denso y complejo proceso de imbricamiento entre el conocimiento y la práctica.
Materiales: nuevas fuentes de innovación La Conferencia CMD es una plataforma de promoción y transferencia en donde se combinan contenidos teóricos y proyectuales. Ha sido creada por el Centro Metropolitano de Diseño con el objetivo de promocionar el pensamiento estratégico tanto a nivel metropolitano como regional y es organizada anualmente por la Asociación de Amigos del CMD, con el apoyo de empresas del sector. Su tercera edición, Conferencia CMD 07: “Encuentro Internacional. Materiales y Diseño”, estuvo orientada a abordar los procesos de generación de nuevos materiales, como así también las iniciativas orientadas a la exploración que desarrollan empresas y diseñadores, las que permiten generar valor simbólico, económico y social a partir de la materia prima. Dentro de los proyectos de desarrollo de productos, la materialidad se convierte en una de las principales características determinantes, ya que establece las posibilidades físicas, tecnológicas y morfológicas, pero también determina una porción importante de los aspectos de comunicación del producto, al ser uno de sus signos distintivos. La utilización de materiales existentes en aplicaciones distintas, la investigación en nuevos materiales, la utilización de materiales ecológicos, reciclados o reciclables son algunas de las diversas posibilidades que se plantean en el desarrollo de nuevos productos, espacios o conceptos. Así, los materiales se convierten, al mismo tiempo, en una fuente de inspiración para creadores, una oportunidad de negocios para empresas y una posibilidad de nuevas experiencias para usuarios. De esta manera, el evento fue planteado como un espacio de intercambio y transferencia, fortaleciendo la discusión entre diseñadores, empresarios y emprendedores sobre el uso estratégico del diseño para el desarrollo de nuevos productos y negocios.
Organización de la publicación La presente publicación tiene como objetivo documentar los contenidos presentados durante la “Conferencia CMD ’07: Encuentro Internacional - Materiales y Diseño”, desarrollada el 20 y 21 de julio en la Ciudad de Buenos Aires. A su vez, se constituye como un mecanismo de difusión y transferencia de conocimiento específico en el campo del diseño y la innovación. Esta publicación presenta las desgrabaciones de las ponencias presentadas en el siguiente orden: en primer lugar las exposiciones de los oradores principales, tanto nacionales como internacionales; y luego las presentaciones correspondientes a las dos mesas de casos de empresas locales. Las ponencias han sido levemente editadas de manera que los contenidos desarrollados sean potenciados y enfatizados. Asimismo, en la carátula correspondiente a cada una de las ponencias figura un link a través del cual se podrá apreciar la presentación digital utilizada por el orador para acompañar e ilustrar su relato. En el caso de la presentación de Jum Nakao, se podrán ver tres videos que resumen el contenido de su exposición. Para acceder correctamente a estas presentaciones recomendamos visualizar el archivo desde el programa Acrobat Reader. En caso de no poder hacerlo oprimiendo “ver imágenes”, se recomienda copiar el link que aparece debajo y pegarlo en algún navegador de Internet. Esperamos que este material resulte de utilidad en el trabajo cotidiano y acompañe la implementación, cada vez más frecuente, de actividades de diseño e innovación dentro de las empresas locales.
20 de julio 2007
Carmelo Di Bartolo Design Innovation
Diseñador industrial y consultor en diseño estratégico. Fundó, junto a Pino Molina Betancor, Design Innovation, un laboratorio de investigación en diseño avanzado donde elaboran planes estratégicos para empresas y entidades públicas. Fue profesor del Politécnico de Milán y del Instituto Europeo de Diseño en Milán y Madrid, en el que también fundó y dirigió su centro de investigación. Ha publicado artículos en numerosas revistas especializadas y de divulgación relacionadas con el diseño y es autor del libro Estructuras naturales y modelos biónicos.
VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/carmelo_di_bartolo?viewMode=presentation
Carmelo Di Bartolo | Design Innovation
Un riesgo en el que se podría incurrir al hablar de materiales sería pensar que este tema sólo involucra cuestiones de la química, la física y los números. Los materiales comprenden eso, pero también muchas otras cosas. Voy a hablar en mi presentación sobre la calidad percibida en el diseño de avanzada. En nuestro estudio, Design Innovation, trabajamos en el diseño de productos, pero lo que más nos interesa es la etapa anterior al producto: el proceso. Y en él es muy importante el papel de los materiales.
–atendiendo a aspectos ergonómicos y de seguridad–; en fin, todas las variables involucradas en el proceso de producción del vino para montar la bodega. Y por último sí, la venta del vino, con la botella y la etiqueta ya diseñadas, junto con toda la mística cultural que lo caracteriza. Entonces cuando se habla de la calidad del vino no se trata solamente de la calidad del vino en sí, sino que hay toda una economía impresionante que se genera alrededor. Muchas veces cuando te están vendiendo un vino te están vendiendo una experiencia, y detrás de esa experiencia caben todos esos aspectos que describíamos antes.
Hoy en día, cuando diseñamos un producto, el problema que se presenta no es el de la cantidad. La tecnología es en todo el mundo la misma. No se puede competir por tener máquinas o herramientas superiores, porque seis meses más adelante otra empresa tendrá una máquina más grande y mejor, y tal vez hasta en otro país. Entonces, el problema no es solamente cuantitativo sino cualitativo. ¿Cómo utilizar esas herramientas y materiales, y cómo transformar todo eso en un producto? ¿Cuáles son los valores evidentes de esos productos y cómo se pueden percibir? Cuando hablamos de calidad, pensamos en principio en una calidad básica y estandarizada, la cual se encuentra regularizada por normas –a nivel nacional o del Mercosur– para importar y exportar. También hay normas de calidad y seguridad internacionales que hay que cumplir. Por ello esta calidad no puede ser un valor competitivo, ya que está sistematizada y es obvia para todo producto. Pero hay otros tipos de calidad, como la calidad que se convierte en marketing territorial, por ejemplo, en el caso del vino. En la Argentina es increíble la magnitud de la industria del vino, pero esta no implica únicamente el diseño de la etiqueta y la botella. El diseño del vino es un proceso que incluye una infinidad de aspectos, como el financiamiento, el planeamiento de la utilización de las inversiones, la compra del viñedo, la generación de un plan de viabilidad, la logística del transporte, el diseño de la tierra, de los tractores y de la indumentaria de los trabajadores
También existe una calidad bio, como cuando un supermercado promete ciertos parámetros de calidad al etiquetar una pera o una manzana. Es el contrato que hace con su cliente para poder controlar sus cadenas de producción, el cómo se transporta esa manzana bio y si se contamina el ambiente al hacerlo. Como decíamos antes, no se genera valor agregado en un producto utilizando una mejor máquina, porque esto es algo accesible y normal para cualquier empresa. Pero podemos hablar de otra calidad, de una calidad percibida, que sí es la que puede crear ese valor añadido. Por ejemplo, los productos de la empresa japonesa Muji no llevan logo. En ellos lo que interesa no es la marca sino su inteligencia; como la de uno de sus aparatos que de acuerdo a cómo se lo posiciona funciona como calendario, lámpara, termómetro o timer. Se trata de una simplicidad basada en la intuición. Otro caso es el del nuevo Fiat 500, que presentamos el 4 de julio para el 50.º aniversario del Fiat 500 original. Ha sido una experiencia magnífica, no solamente por el hecho de diseñar un coche sino también por estar diseñando el desarrollo futuro de una marca como Fiat. Aquí, la calidad está basada en la referencia al pasado, sin llegar a ser un rediseño ni una actividad retro. Es como sacar la miel de esos productos y ver cómo se podrían diseñar hoy. Actualmente existe una tecnología impre11
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sionante, muy fuerte y competitiva, que no tiene nada que ver con la que existía antes, pero el producto hace referencia a un valor del pasado, a la recuperación de la calidad a través de materiales ecológicos. El papel reciclado comunica un concepto de calidad consolidado, a pesar de que su producción genere frecuentemente polución. Cuando hablamos de confección textil, pensamos por ejemplo en un nido tejido, pero también se puede tejer tecnología, como los tejidos inteligentes. De la misma forma aparece la calidad en el cuidado de los detalles. Siempre que tomamos agua o vino y apoyamos la botella sobre la mesa, se marca el mantel con un círculo. Entonces, ya que va a quedar marcado, se puede diseñar un vaso o una botella que dejen una huella diseñada determinada, para que luego vaya desapareciendo paulatinamente.
o un inbreeding. Recordemos ese experimento famoso de Lawrence y los patitos, los cuales lo habían confundido con su madre y lo seguían como si efectivamente lo fuera. Eso es un inbreeding. Cada persona en su vida crea su experiencia, marca su huella, que va a caracterizar su manera de ver las cosas. El juego es una de las cosas más importantes del mundo porque implica un descubrimiento de la materia y una calibración de la parte sensorial. En un laboratorio de Bruno Munari, un diseñador muy importante en Italia y en el mundo, se realizó un experimento donde se creaba la estructuración de la materia para conseguir un diseño a través del juego. Son cosas que luego son calificadas por los adultos como cosas de niños: “Ya pasó el tiempo; ahora tienes que convertirte en una persona madura e importante. Deja de jugar y empieza a producir”. El elemento sorpresa es fundamental, si no hay sorpresa no podemos diseñar nada más que aburrimiento. Cuando uno termina la universidad, empieza a trabajar y entonces comienza el aburrimiento y las prohibiciones. Todo está estandarizado y los sentidos que no se utilizan día a día se empiezan a atrofiar. Por eso es importante empezar el proceso de desestructuración, para poder descubrir o redescubrir lo previamente censurado. Actualmente se están desarrollando en distintas ciudades recorridos que generalmente hacen las personas ciegas, pero para personas videntes. Por ejemplo en Madrid, han abierto un restaurante para ciegos. Cambia totalmente la percepción del mundo sin la vista, pero en su reemplazo existen otro tipo de ‘ojos’ como pueden ser las orejas o las manos. Siempre tenemos una parte del cerebro que es emocional y otra racional, y una buena química que relacione estas dos partes es lo que va a permitir redescubrir las habilidades de los otros sentidos. Los sentidos no son solamente la vista, el olfato, el tacto, el gusto, el oído. También son parte de los sentidos la antropología que poseemos y nuestro ecosistema de referencia, en definitiva, nuestro territorio y nuestra cultura.
Todos buscan bienestar, aunque en verdad sólo una pequeñísima parte del mundo lo consigue. Existe muchísima gente con graves problemas primarios sin solucionar, pero las personas que sí los tienen solucionados buscan el bienestar y la vivencia de experiencias positivas. Reflejo de esto es que el concepto del care y la metodología de los hospitales sean trasladados a otras esferas ajenas a temas de la salud. Cuando pasamos al campo de la cualidad y los cuidados, vamos directo al concepto de fase sensorial, es decir, a cómo se perciben los materiales. Estos pueden ser fríos, calientes, pueden tener ruido, olor, etc. Antiguamente, en una fase primaria, los materiales se percibían solamente con los ojos. Hoy en día los materiales se tocan, su huelen, se comen; y todo eso permite percibir una calidad. Entonces existe todo este aspecto sensorial por descubrir en todos los productos. Desde la niñez el hombre empieza a descubrir cosas, pero más tarde los sentidos se van atrofiando y, al final, se requiere de un proceso de desestructuración para reapropiarse del concepto de descubrimiento. Todas las personas reciben una estimulación sensorial 12
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Hay una calidad que se percibe como interfase, que agiliza la usabilidad, la funcionalidad, el confort, el cuidado y la seguridad. Estos aspectos están vinculados a lo que llamamos calidad real, pero también existe la otra calidad, la calidad percibida. Obviamente existe una calidad normativa en la estructura de un coche que debe asegurar la protección para que pueda entrar en el mercado, pero ¿cómo puedo comunicar esa calidad? Por ejemplo, aspectos cromáticos o referencias al vientre materno pueden indicar que uno está protegido. Otro tema vinculado a la calidad es la ergonomía. Los diseñadores por años hemos trabajado con el manual de ergonomía americano de Dreyfuss. Lo malo es que esos manuales se realizaron en base a las medidas de los marines americanos, que miden dos metros de altura. En Europa, cuando decidieron comenzar a usar un manual propio empezaron a aplicar el manual Phillips, basado en las medidas de los holandeses, que miden incluso más de dos metros. Luego, finalmente, se comenzó a usar el manual italiano, pero, por ejemplo, no coincidía con las características físicas de los habitantes de la isla Cerdeña (al sur de Italia). Por eso hay que ser muy cuidadoso con el uso de la ergonomía, tomándola como una herramienta pero no como única fuente de información para el diseño de los productos.
hay que diseñarla de tal forma que comunique esas prestaciones. Hay una calidad real que comunica aspectos ecológicos, por ejemplo que el plástico se puede reciclar, pero también hay una calidad percibida, vinculada con esa idea de que todo es perfecto en cuanto al papel reciclado. El proceso tiene que comunicarte un sentido ético, “yo consumo algo que se recicla porque así participo del cuidado de la Tierra”. A partir de aquí, surgen nuevos sentidos, como por ejemplo el sentido de la performance en un destornillador con un diseño de texturas, con una buena ergonomía y un buen grip. Eso comunica una prestación, una función, al igual que las aletas para hacer submarinismo o los cepillos dentales con sus bicomponentes. Existe también un sentido de la protección. Los trajes para motociclistas comunican “tranquilo, en caso de accidente, yo te protejo tus vértebras y tu espalda”. Podemos hablar también del sentido del high tech, el cual se renueva cada seis meses. Por este lado está presente el concepto de la piel, un recubrimiento inteligente que ofrece una interfase muy sencilla, para cambiar el color por ejemplo. Otro sentido es el de la limpieza. Cada material debe ser diseñado para su función. Diseñar, por ejemplo, enchufes con superficies curvas que eviten el depósito de hongos en la primera semana de su uso. Son cosas que parecen tontas, pero son muy importantes. Tenemos además el sentido de lo zen, de la paz, de la filosofía. No todo es eficiencia práctica, existe además una eficiencia del alma, la cual permite pensar en otras referencias, como formas y curvas que trasmiten tranquilidad, creando una cámara de descompresión.
El concepto de comodidad no es solamente un concepto antropométrico. Es también un problema de confort y de familiaridad, es decir, un problema de percepción. Hoy día se diseña un concepto de un asiento confortable pensando en cómo las personas usan su sillón o su cama. Obviamente, la comodidad es un concepto tremendamente cultural. En India se sienten muy cómodos durmiendo en el suelo. Una persona en una hamaca o alguien en posición de yoga, se está sentando cómodamente, a su manera.
Nosotros somos aproximadamente veinte personas trabajando en nuestro equipo de Design Innovation, cada uno con una especialidad distinta, evaluando el problema desde aristas diferentes. A veces tenemos problemas inmediatos, como hacer un producto para el día siguiente; pero otras, diseñamos un concepto para dentro de veinte años. Poca gente sabe que detrás de un producto hay un gran proceso que empieza con la
Existen tecnologías de punta que garantizan una performance estructural, pero después esa performance 13
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formación, y que luego sigue con la parte estratégica, con el diseño avanzado, con el concepto, para terminar finalmente en el producto y su lanzamiento al mercado. Es así como a veces toma un par de años diseñar un producto. Vale decir que un coche nuevo que compramos hoy, donde todo funciona a la perfección, se ha ingenierizado hace cuatro años o más. Desde seis años antes ya se ha comenzado trabajando sobre la tendencia y la disponibilidad tecnológica. Y previamente, ocho o diez años antes, es difícil trabajar sobre el diseño de un coche, pero sí es posible trabajar sobre el concepto de movilidad. Por ejemplo, empresas como Fiat o Toyota empiezan veinticinco años antes a pensar cuál es el futuro de la movilidad, sin detenerse puntualmente en el coche. Pueden llegar a plantear así un servicio de car sharing, un servicio de aparcamiento o un monopatín; porque el problema básico no es más que cómo mover mercancías o personas desde un punto A hasta un punto B. En este caso, nuestros interlocutores no son los diseñadores o los ingenieros, sino personas especialistas en la macroeconomía.
matemáticas y minimalistas, porque nos interesa mucho trabajar con el mínimo empleo de materiales, principalmente porque los materiales son energía y cuanto más se utiliza, más gasto energético se produce. Se generan grandes desperdicios cuando se produce sin entender los grosores necesarios y las geometrías que brindan resistencia. Son casos en los que se trabaja en términos cuantitativos: añadir y nunca quitar. La naturaleza no nos permite copiar, porque no se puede, pero sí buscar referencias en ella. Hay algunos ejemplos históricos de la biónica, como las pinzas, las ventosas y el velcro. Son cosas que se han inventado a lo largo de los años, generalmente por observaciones directas, a veces por observaciones científicas y otras hasta por casualidad. En el caso de tener que desarrollar un traje para un nadador, está claro que es importante entender cómo nada un pez, para luego poder diseñar materiales que permitan un funcionamiento hidrodinámico adecuado, como la piel de un tiburón. Para crear materiales limpios, la inspiración y el desarrollo provienen del terreno de la nanotecnología. Este tema, tan en boga últimamente, tiene campos aplicativos increíbles, pero todavía se encuentran en estado de ensayo. Hay muchas mujeres que compran productos estéticos con nanotecnología, pero hay que tener cuidado porque son productos aún no controlados que van a entrar en el organismo. Es un tema que está en proceso de experimentación, es decir, en su fase de velocidad lenta. Algunas aplicaciones posibles permitirían, por ejemplo, tener siempre limpia la superficie de una cocina gracias al movimiento de partículas micronanotecnológicas, o el desarrollo de carpas tejidas a escala macro con materiales industriales basadas en el estudio de morfologías a escala nano.
Actualmente estamos desarrollando un experimento en Canarias donde estudiamos todos los procesos de calidad percibidos en un producto, pero trasladados a la ciudad. No estamos hablando de mobiliario urbano sino de la usabilidad de la ciudad, vista de distintas maneras. ¿Cuál es nuestra postura metodológica? Básicamente la de la doble velocidad. En el mundo de la investigación, el proceso es lento, porque no es posible decir que se empezará un día con un descubrimiento y que se terminará en, por ejemplo, seis meses. Sin embargo, el producto requiere una velocidad alta. Entonces, es muy difícil que un investigador se pueda poner a hablar con un técnico de una empresa porque están hablando idiomas distintos. El diseño de avanzada es multidisciplinario, los datos que se dan a velocidad rápida para producir luego una investigación lenta. Nuestro método es biónico, es decir que buscamos sugerencias en la naturaleza. Estudiamos estructuras
Todo esto nos lleva al campo del diseño, con su estudio de los materiales, las texturas, la performance, y todos sus niveles de comunicación. Nosotros en nuestro estudio contamos con un pequeño banco de materiales donde los clasificamos desde el punto de vista de su 14
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usabilidad y su calidad percibida. Tenemos por un lado la calidad real de los materiales, la física, y por otro lado, la calidad percibida, con la cual entra en juego la expectativa del usuario. Nos interesa muchísimo crear mezclas y transferencias de un sector al otro. Cuando diseñamos el interior de un auto, nos interesa incorporar materiales no convencionales. Fiat tiene un laboratorio de física y química con miles de científicos trabajando. ¿Qué les puedo contar yo a esos señores? Estos profesionales trabajan constantemente con materiales de la industria automotriz, pero cuando se introducen otro tipo de materiales, cambian completamente las posibilidades para trabajar su forma, su performance y su percepción. Este intercambio entre distintos sectores es un buen híbrido que regenera, es sangre nueva para el producto. Como yo siempre digo, cuando hay una aldea donde los paisanos se casan entre sí, salen muchos niños tontos porque no existe intercambio de sangre. La Argentina es un ejemplo, en cambio, de ricas combinaciones. Cuando nos casamos con alguien que conocimos en el aeropuerto, la expectativa es que nazcan niños inteligentes.
complejos porque se manejan muchas variables a la vez. Entonces, el fichero sensorial y el fichero técnico se complementan, con el objetivo de trasladar esos procesos cualitativos en el producto. Hace aproximadamente un año, una empresa nos pidió que trabajemos sobre nuevos tipos de materiales y nuevas calidades percibidas en el diseño de placas de cocción. Desarrollamos cerca de ciento veinte materiales que luego de los ensayos se redujeron a treinta, luego a doce hasta llegar finalmente a ser cuatro. Una vez que llegamos a esos cuatro materiales, fue necesario diseñar nuevos layouts de fábrica, porque esta estaba preparada para producir vidrio de cerámica. Esto significaba que cambiar el producto implicaba una inversión importante. Otro aspecto fundamental en la calidad de los materiales es la memoria antropológica, es decir, para nuestro caso la italianidad, y para el caso de ustedes la argentinidad. Todos los países que hayan creado un Estado y una cultura tienen acumulados un conjunto de valores, formas de trabajar y lugares comunes que conforman su memoria antropológica. Si se pierde esa memoria antropológica no es posible competir con China, porque la competencia deja de ser una cuestión de cantidad para pasar a ser un tema de calidad. Por ejemplo, el capuchino existe en todo el mundo, pero el capuchino italiano es otra cosa, tiene otro valor, al igual que la Toscaza o el Coliseo. Son sabores, experiencias e imágenes que carga cada persona, y que se comunican en los productos. Yo busco que exista una coherencia en los productos argentinos que me hable de su tierra, de su economía, de su inteligencia, de su música. Si lo que me interesa es comprar algo anónimo, pues me compro una minipimer Phillips que es igual en todo el mundo. Justamente es el concepto de italianidad el que nos ha permitido diseñar el último modelo de la Vespa, en el cual se han tenido en cuenta los mapas de tendencias y necesidades, pero también los códigos genéticos
Para el desarrollo del interior de un auto de Fiat, comenzamos aplicando una metodología para estructurar los aspectos de calidad. Identificamos todos los puntos problemáticos dentro de un auto y luego los organizamos según mapas vectoriales. Luego creamos la división entre grandes superficies, instrumentos y complementos. Buscamos los materiales que nos pueden servir para cada utilidad, sirviéndonos de ficheros sensoriales y ficheros técnicos. Es fundamental esta integración entre el aspecto sensorial y el técnico, porque el idioma del diseñador tiene que poder vincular la velocidad lenta de la investigación con la velocidad alta de las empresas. Muchas veces, los errores los cometemos nosotros, los diseñadores, con nuestra arrogancia, con nuestro síndrome de Leonardo, al sentirnos hiperseguros para resolver todo. Pero lo cierto es que hay proyectos que se vuelven muy 15
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que siguen permitiendo la regeneración de restyling. El vehículo ya está terminado, pero se encuentra en el campo del lego diseño, con aún cinco años de confidencialidad por delante.
zar a manejar alternativas para reemplazar ese material. Efectivamente, desde enero de 2007 ya no se puede utilizar la fibra de vidrio con poliéster. Hay empresas que se han preparado con mucho tiempo de antelación y otras que han fracasado porque no creyeron que ciertamente esto pudiera pasar. Nosotros estamos empezando a utilizar las fibras vegetales. En la Argentina existe un importante mercado y desarrollo del mimbre, y a mí me interesa especialmente de estos productos la estructura, cómo se obtienen las formas, cómo se pueden complementar con biopolímeros (originados en el maíz o en la soja) o con el polipropileno. Los asiáticos están vendiendo barcos enteros de fibras de coco que permiten hacer moldeados con termoplásticos normales como el polipropileno.
Hoy en día se están realizando muchos nuevos proyectos en el campo de la fibra vegetal, y especialmente en la Argentina se le suma a este tema una cuota de dramatismo por su experiencia con los cartoneros. Hace un tiempo tuvimos la oportunidad de trabajar con Comieco, el Consorcio Nacional de Reciclaje de Papeles, que nuclea cerca de tres mil empresas que producen desde la pulpa del papel, la celulosa, hasta el packaging. Existe una ley nacional que obliga a estas empresas a invertir en investigaciones. Para ellos trabajamos en un concepto que va desde el reciclaje hasta la organización de paquetes para el supermercado, a través de la elaboración de macroescenarios. Es cierto que al mundo del reciclaje lo rodea siempre un aura de cosa negativa, de marginalidad. Usar esos papales tan grises crea una sensación terrible de tristeza y depresión, aunque digan que están perfectamente reciclados y nos hagan sentir que estamos cumpliendo con nuestro deber como ciudadanos. Pero todo esto puede revertirse con la introducción de nuevos conceptos y nuevas tecnologías (siempre buscando referencia en la naturaleza) como la fibra óptica y las fibras de LED.
En un antiguo proyecto del año 92 o 94 desarrollamos el Zic, un auto eléctrico cuya misión era básicamente ecológica. Pero desarrollar un auto de estas características no consiste simplemente en utilizar una batería que limpie hasta el alma, sino que también importa el peso del vehículo, el material utilizado, su posibilidad de reciclado, es decir, un proceso integralmente ecológico. La sustracción que tiene el auto en su parte trasera no ha sido un gesto meramente estético, sino que se ha hecho para reducir el tamaño total del auto, porque claramente cuanto más volumen tenga más energía va a necesitar para calefaccionarlo en invierno. Fueron veintidós meses trabajando para este proyecto, bajo cuatro líneas metodológicas principales: 1) diseñar, por primera vez en el desarrollo de un auto, inicialmente el interior y luego el exterior, 2) diseñar toda la semiótica interna con lenguaje eléctrico y no mecánico, por tratarse justamente de un auto eléctrico, 3) utilizar materiales de origen natural y 4) crear una familia con cierto código común. Realizamos maquetas de papel, escala 1:1, para realizar los ensayos. En Europa se da un fenómeno muy peligroso con los autos pequeños que se usan, sin registro de conducir, por chicos de catorce o dieciséis años, ya que no cumplen con ningún tipo de normati-
Otro aspecto importante en la elección de materiales es la parte normativa: hace siete u ocho años, la Unión Europea decretó que a partir de enero de 2007 no se podrían utilizar más en el interior de los automóviles materiales que no pudieran ser separados y reciclados. Esto dejaba automáticamente fuera a la fibra de vidrio con poliéster, pero lo cierto es que la UE lo comunicó siete u ocho años antes de que entrara en vigencia la normativa, y eso permitió poner en marcha programas de ayuda e investigaciones para que los empresarios que estuviesen atentos pudieran empe16
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vas. A partir de esto, empezamos a trabajar sobre el concepto de seguridad percibida en el mundo de los autos. Empezamos estudiando la parte de interfase, y terminamos diseñando muchos elementos que después se aplicaron a distintos productos. El resultado de toda esta experiencia permitió el resurgimiento de La Multipla, un experimento desarrollado en el año 1960. Al ser un auto que permite llevar tres personas adelante y tres atrás, su proceso de diseño ha sido un tanto desestructurado y poco convencional. Fueron seis años de desarrollo para finalizar realizando este auto que muchos dicen que es feo, pero lo cierto es que eso es algo muy subjetivo. Yo creo que es un auto muy querible, y que el público se ha encariñado con él, creando un campo de fidelidad, un club, un estilo de vida compartido. Al comienzo la gente no lo entendía. Los franceses lo compraban porque tienen más cultura dentro del campo del diseño conceptual, pero a los italianos les disgustaba. Se presentó en París en 1996, pero con una estrategia de comunicación sumamente errónea, al intentar asociar un concepto tan innovador con la imagen de Schumacher. Sin embargo, el auto fue un éxito. Hay quienes lo han comprado hasta seis veces. Lo que sucede con este auto es comparable a lo que sucede con una mujer de nariz un poco grande, pero terriblemente sensual. Si uno intenta modificarle la nariz, probablemente pierda todo su encanto.
muy académicos, pero no son más que herramientas para generar embudos y determinar ideas. Uno de los más grandes desafíos de mi carrera ha sido el diseño de superficies táctiles para no videntes. En relación a este tema hemos trabajado en un proyecto estudiando y haciendo maquetas analógicas de aproximadamente ciento veinte estructuras naturales, como conchas de mar, fresas y cactus. El cambio de superficie para la persona vidente es algo meramente decorativo, pero para el ciego es información. Para este proyecto hemos trabajado con Pirelli, la autoridad municipal metropolitana de Milán y, por supuesto, con personas no videntes. Ha sido una experiencia muy rica, que nos ha permitido posicionarnos como expertos en texturas y que, principalmente, nos ha generado mucha felicidad. Existe un ejemplo que nunca me canso de citar, que es el de los cascos para motos. Estos son poco efectivos porque son diseñados pensando como si la cabeza fuera una pelota que se lanza a cuatro metros de distancia, pero en la forma en que un cuerpo cae siempre existe una energía tangencial. Sin embargo, los cascos hoy día no están calculados para perder dicha energía. En un congreso que se realizó sobre neurología infantil pediátrica, se refirieron a los diseñadores de la siguiente manera: “Nosotros sabemos cómo operar a un niño para quitarle un hematoma, pero el problema es que los diseñadores hacen autos, casas y juguetes llenos de peligros, como mesitas con esquinas filosas y grifos para la bañadera muy propensos a generar traumas”. Es cierto que las estadísticas de accidentes con muerte de niños en el hogar son impresionantes, por eso, para ese congreso preparamos un trabajo que explicaba cómo se puede diseñar de manera más sensata, evitando este tipo de riesgos.
En el caso del Caravanas Laika, existía un problema básico sin resolver: la coexistencia de dos lenguajes. Por un lado un lenguaje de auto de conducir, y por otro lado, un lenguaje de hogar o doméstico. Lo que sucede es que cuando el usuario frena el vehículo, para utilizarlo como casa, existe toda una parte que queda inutilizada y ocupando espacio. A partir de esta problemática comenzamos a hacer un brainstorming sobre las partes creativas, técnicas y comerciales para llegar al ADN de este vehículo. Como resultado obtuvimos mapas que a primera vista parecían ser
Otro proyecto interesante que hemos desarrollado es el diseño de un asiento para autos que, desprendién17
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dose de su referencia de origen de sillón del hogar, presenta una estructura mucho más liviana y con prestaciones más adecuadas a su uso particular. Por otro lado, dentro del campo de la biónica desarrollamos un contenedor de shampoo que, basado en el estudio del comportamiento del seno materno, varía su volumen de acuerdo al la cantidad de líquido a contener. También, tomando como referencia el modo en que los electricistas enrollan los cables entorno a su brazo, diseñamos un alargador que, en lugar de buscar esconder el cable, lo evidencia y lo hace llamativo.
funcionan. También existen los teléfonos tattoo que se colocan en la piel y duran el tiempo de la carga telefónica, o los post-it electrónicos, pero son todas cosas que hay que esperar que se digieran para que puedan tener una aceptación en el público. Nosotros siempre estamos realizando paralelamente proyectos propios, sin el encargo de una empresa, los cuales nos permiten abrir la cabeza y desarrollar nuevos conceptos. En una investigación de dos años en la que participaron cerca de veinte estudiantes de distintas partes del mundo, trabajamos sobre el tema de la piel. Cuando hablamos de piel hablamos de la superficie de un producto, de una interfase. También podemos entenderla como soporte para la decoración, como sucede en varias culturas africanas, indias, neozelandeses o en grupos más específicos como los marinos.
Motorola en una oportunidad nos encargó diseñar, no un teléfono, sino una comunicación. Concluimos que la mujer es más inteligente que el hombre, y que por lo tanto merecía una comunicación diseñada espacialmente para ella. Nos basamos en la figura de la mujer biónica. Motorola tenía un desarrollo con MIT para estudiar nuevas tecnologías de comunicación, y nosotros trabajamos sobre alguna de ellas: una para colocar en la oreja, otra que al usarla como crema en el cuerpo se convierte en teléfono, y un poco más extremista, el microchip para situar debajo de la piel. Son todos conceptos muy fuerte, que todavía no tienen un mercado para recibirlos, pero lo cierto es que son cosas que se están ensayando y que efectivamente
Todos los procesos que hacemos deben estar cuidadosamente ensayados, atendiendo a todas las variables implicadas, porque lo que resulta en la Argentina puede que no avenga en Italia, y lo mismo sucede a nivel empresarial. No hay una receta de cocina automática, sino que se trata de crear un proceso que se regenere constantemente.
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Carmelo Di Bartolo | Design Innovation
Preguntas del público ¿En cuanto a la experiencia sensorial, ha trabajado en el diseño de olores? Sí, especialmente en la industria del vino y del aceite. También hay una gran movida en cuanto a la aromaterapia, fragancias para hoteles y aparatos de ventilación dentro de los autos. Pero todavía estos productos provocan alergias en ciertas personas, generando problemas de dermatitis o inflamación en los ojos. Para los autos existe el clásico Aromagic, pero muchos usuarios no lo toleran y lo quitan. Estamos trabajando en esto, pero a paso muy lento. Se necesitan muchas experimentaciones clínicas para que un producto masivo de este tipo esté libre de errores. Otra cosa es la cualidad organoléptica del vino y del aceite. Existe un aparato llamado “nariz biónica”, utilizado en varios laboratorios, que sirve a las grandes empresas para detectar ese tipo de cualidades en un producto. También hay profesionales con su nariz entrenada para detectar estas mismas cualidades. ¿Cómo se compone el grupo de recursos humanos en su empresa? ¿Cuántas personas trabajan en cada una de las fases del iceberg? Somos aproximadamente veinte personas, entre diseñadores industriales, arquitectos, ingenieros, estrategas y gente de comunicación; después contamos con una persona que hace maquetas y otra para la parte organizativa-logística. La cuestión es que funcionamos a partir de un trabajo integrado con la empresa o entidad que nos encarga el proyecto, y por eso el número de recursos humanos varía según el caso. Hay proyectos sencillos donde pueden trabajar dos o tres personas de nuestra oficina y cuatro o cinco de la empresa. En otros, hay dos de nuestro equipo y ciento cincuenta de la empresa. Uno de los aspectos más importantes cuando se habla de advanced design o de diseño estratégico es el tema de la coordinación para poder lograr puntos de equilibrio en el proceso. ¿Cómo se financian los proyectos de su estudio? Como cualquier otra empresa privada presente en el mercado, tenemos un balance de entradas y salidas, junto a toda la incertidumbre y ansiedad que esto implica. Intentamos solamente trabajar con industrias que tengan una cultura de la innovación incorporada y que quieran utilizar la metodología del diseño como palanca para el desarrollo de sus actividades. Buscamos trabajar sobre proyectos que permitan crear cosas interesantes, aunque de vez en cuando aceptamos los llamados “retos alimenticios” para poder asegurar la nómina mensual a toda la gente que colabora. De todos modos, incluso estos proyectos tienen también algo de interesante, porque nos permiten ensayar y bajar al contacto con la realidad a través del diseño de productos muy concretos, cosa que a veces se pierde cuando se trabaja exclusivamente dentro de la esfera del diseño estratégico.
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20 de julio 2007
Patricia Marino INTI Textiles
Ingeniera textil, con postgrado en Ingeniería Gerencial, máster en Gerenciamiento de la Innovación Estratégica y diploma en Habilidades Docentes. Actualmente, dirige el Centro de Investigación y Desarrollo Textil del Instituto Nacional de Tecnología Industrial y dicta clases en la Carrera de Ingeniería Textil de la UTN. Ha dirigido numerosos proyectos nacionales e internacionales, participado en varios congresos y publicado más de setenta artículos sobre temas relacionados con el sector textil y de la confección.
VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/patricia_marino?viewMode=presentation
Patricia Marino | INTI Textiles
Yo vengo del mundo de la tecnología y la producción industrial, vinculada al área textil y de la indumentaria, donde la mirada no es la misma que la del mundo del diseño. En principio, para nosotros los tecnólogos del área textil, es muy importante estar muy atentos a qué es lo que pasa con nuestro sector, a nivel internacional y a nivel local, y ver cómo podemos ser más competitivos. Nosotros venimos analizando los profundos cambios que se producen en esta industria, fundamentalmente en los últimos quince a veinte años, en los cuales hubo marcadas transformaciones en lo que hace a la organización de nuestra cadena de valor, con grandes deslocalizaciones en la producción. Hoy se empieza a producir un producto en algún país y se termina la cadena de valor en cualquier otro, y esto implica un gran esfuerzo tecnológico, de comunicación y también de imagen de marca. Las cadenas de comercialización son hoy las que reorganizan la producción hacia atrás. El sector tiene una larga cadena de transformación que dura aproximadamente diez meses, desde que se concibe el producto hasta que aparece en el mercado. Este proceso cada vez más implica, además de sus eslabones tradicionales de transformación, otros conocimientos para aplicaciones específicas y desarrollo de productos que el industrial debe tener en cuenta para luego poder integrar equipos multidisciplinarios.
sea uno de los más exigidos en cuanto a lograr un ciclo de vida muy corto de producto. Como consecuencia del dinamismo imperante, en comparación con otros sectores del comercio internacional, es uno de los de mayor crecimiento. Otra característica del sector es el gran vínculo existente entre los procesos artesanales y los que hacen a la identidad y la cultura y, por otro lado, la tecnología de punta que impacta en un público que la valora y la busca cada vez más.
Por otro lado, vemos que esta globalización y aceleración de la potencia del conocimiento hace que un sector tan conservador y tradicional como es el sector textil, que prácticamente durante más de cincuenta años no tuvo cambios en su estructura, va incorporando muy velozmente conocimientos horizontales de otras áreas, como la microelectrónica y la biología.
Hay muchos aspectos que hacen a la complejidad del campo, pero yo quisiera focalizar en aquellos que son de carácter cualitativo, vinculados a lo que un consumidor valora a la hora de comprar o elegir un producto. Podríamos hablar mucho de cada uno de ellos, pero hoy nos centraremos en lo que se refiere específicamente a los materiales diferenciados. Es decir, de la larga lista de temas que hacen a la marca y a su diferenciación, vamos a orientarnos puntualmente hacia los materiales. Substancialmente, podríamos decir que hay dos grandes tipologías de productos. Una está vinculada a los productos masivos, los cuales se venden en grandes volúmenes, tienen poca diferenciación y una calidad cada vez más estandarizada. En principio, solo por ahora, se podrían identificar a los productos de origen chino en esta categoría, donde la ganancia está basada en los grandes volúmenes. Digo solo por ahora porque también China está empezando a recorrer el camino de la diferenciación. La otra tipología estaría vinculada a productos relacionados con la moda y a los productos técnicos que satisfacen necesidades muy específicas, que son para pequeños núcleos de consumidores.
Estamos viviendo una producción incesante de nuevas mercancías y nuevas aplicaciones. Este crecimiento mundial del consumo, donde el público no puede esperar a tener dos estaciones al año sino que quiere productos en forma permanente, hace que el sector
Podríamos caracterizar el desarrollo del sector textil e indumentaria en el último siglo en tres etapas distintas. La primera mitad del siglo XX, que con el advenimiento de los polímeros, dio surgimiento a las fibras sintéticas y a las pinturas, abriendo un espectro del área que hasta 21
Patricia Marino | INTI Textiles
el momento solo se basaba en productos naturales. La segunda mitad del siglo, caracterizada por el desarrollo de maquinarias de producción, y, por último, en lo que va a estos primeros años del siglo XIX, vemos que el desarrollo e ingeniería de materiales comienza a hacernos vislumbrar horizontes muy diferentes, no solo en nuevos productos sino también en nuevas aplicaciones para el material textil. Este es entendido hoy en día de otra forma, como un material liviano, flexible, de fácil aplicación, con economía energética y aprovechable para usos que la industria textil ni había soñado desde sus comienzos.
Existe otra gran vertiente de los textiles antes mencionados, pero más vinculada al uso cotidiano: los textiles inteligentes. Estos están más ligados a la vestimenta y tienen un efecto interactivo entre quienes los usan y el medio exterior. Estas diferenciaciones (textiles técnicos y textiles inteligentes) son las que especifican dos ferias muy grandes que se hacen en Alemania: Techtextil y Avantex. Otro gran rubro, surgido más recientemente, son los smart textiles, los cuales están vinculados a la incorporación de sistemas electrónicos, que son también para funciones inteligentes, pero más cercanas a la microelectrónica y, eventualmente, a la informática.
Dentro de esta caracterización de los materiales diferenciados, voy a intentar orientarme hacia donde van las experiencias de los últimos desarrollos. Un área que trabaja sobre la diferenciación de productos es la de los textiles técnicos. Estos, muy vinculados a los usos industriales, poseen especificaciones técnicas claramente definidas a partir del uso concreto que tendrán, y, por esta razón, ofrecen una solución más innovadora que los materiales tradicionales.
Si observamos las cifras podemos apreciar cómo los textiles innovadores, es decir, todo este grupo de textiles diferenciados, van creciendo más fuertemente que el crecimiento de los textiles tradicionales. Hoy hay un 27% de consumo de textiles de este tipo en el mundo, liderado por Alemania, Estados Unidos, China y Japón. También vemos que buena parte de la investigación, el desarrollo y la inversión de fondos en todo el mundo hoy están siendo dirigidos al desarrollo de nuevos materiales de la industria textil diferenciada en creciente competencia con China. Es decir, la Comunidad Económica Europea tiene líneas específicas para promover la inversión en el desarrollo de nanotecnología, aplicaciones textiles, smart textiles, equipos multidisciplinarios de investigación entre países y universidades, en colaboración con empresas, especialmente pequeñas y medianas. En fin, existe una actividad muy intensa, con una gran diversidad de proyectos y fondos en juego.
Dentro del conjunto de textiles técnicos podemos encontrar materiales compuestos con fibras de carbono y resinas, los cuales permiten obtener materiales muy livianos para ser utilizados, por ejemplo, en autos de competición o aviación. También podemos encontrar materiales para la geotécnica –es decir, todo lo que hace a la ingeniería de caminos–, que permiten construir un camino muy rápidamente e inmune a la erosión del agua. Asimismo están muy presentes en todo el campo vinculado a la seguridad de las personas o las llamadas tareas profesionales de riesgo, en donde existen equipos de protección del fuego, de salpicaduras de ácidos, etc. En definitiva, son textiles que van cumpliendo una función cada vez más específica y normalizada, con valores técnicos para ser evaluados.
La indumentaria ha sufrido una evolución sumamente acelerada respecto de qué es lo que las personas pretenden de una prenda. Antes se le pedía cubrir el cuerpo, luego estar vinculada a la moda; pero hoy son muchas más las cosas exigidas, como por ejemplo 22
Patricia Marino | INTI Textiles
aspectos relacionados con la seguridad, la ecología y la inteligencia. La clasificación tradicional de textiles en los tres grandes grupos –vestimenta, hogar y textil técnico– se ve afectada por la incorporación de nuevas concepciones, como los ecotextiles, los textiles para aviación, los medicinales (para ser incorporados al organismo), los textiles para deportes, entre muchas otras. Incluso el lenguaje de las etiquetas que acompañan a las prendas se ha ido modificando, y ha debido ser aprendido por los nuevos usuarios para que estos puedan conocer qué le esta ofreciendo esa prenda.
significó una gran revolución en el sector, cambiando el concepto de fibra textil e incentivando el reemplazo del consumo de fibras naturales por fibras sintéticas. Hoy en día, la misma noción de “sintético” se ha modificado, introduciendo un protagonismo hacia los biomateriales, biopolímeros y otras fibras que no son las que encontramos en la naturaleza, pero que están directamente vinculadas a los polímeros, que sí son parte de ella. Dentro del campo de los biomateriales, tenemos los casos más viejos del lyocell y el modal; las nuevas fibras de soja con características parecidas a la seda que produce China; las fibras de maíz utilizadas en textiles técnicos, que son polímeros con comportamientos muy similares a la fibra de poliéster pero naturales; las fibras de quitina de crustáceos, con un efecto muy interesante respecto a la protección contra los rayos ultravioletas; las fibras de coníferas y las fibras de bambú con un efecto antimicrobiano. Dentro de estos biomateriales de última generación encontramos características particulares, como fibras con microencapsulados en su interior –que permiten conservar la temperatura corporal– o fibras de poliéster con carbón activado de coco, que permiten cambiar completamente el manejo de la humedad. El poliéster y las fibras sintéticas tienen generalmente un mal comportamiento en lo que hace al confort de las personas, pero con estas micropartículas de coco se logra un buen transporte de humedad, confort y, además, protección contra rayos ultravioletas. También existen fibras que se utilizan a la hora de fabricar un hilado, pero que después en los últimos procesos desaparecen. Esto permite tener una estructura mucho más voluminosa, liviana y abrigada a la vez, a través de cambios en la morfología de hilados que, si bien son sintéticos, pueden eliminar muy rápidamente la transpiración. Estas fibras hoy en día tienen una muy amplia difusión, especialmente en toda la indumentaria para deportistas. El nombre de Dupont para estas fibras es Coolmax, pero también se las conoce como dry fit. Lo interesante y particular de ellas es que, como mencionaba anteriormente, se logran simplemente mo-
Vemos entonces cómo se van presentando una gran cantidad de nuevos conceptos que deben ser considerados a la hora de pensar en un producto textil. El término “nanotecnología”, que se escucha cada vez más en el campo de la producción, trabaja sobre la modificación de materiales a escala atómica para obtener nuevas prestaciones, funciones y terminaciones. Por otro lado tenemos el concepto de “biomateriales”, los cuales aseguran cuál será el ciclo de vida y deposición del producto final. En el Instituto de Tecnología estamos todo el tiempo pensando qué conocimientos se han desarrollado y qué empresas tenemos en la Argentina, y así saber seleccionar qué hacer para no quedar fuera de la dinámica mundial y para poder explotar la chances competitivas de nuestro país. Por eso es muy importante pensar en qué etapa del proceso se produce la innovación y qué recursos tenemos nosotros para intervenir en ella. La innovación puede estar centrada en las fibras, la materia prima que alimenta la industria textil, en los hilados y los tejidos, en las terminaciones o en el diseño de la prenda misma. Simultáneamente, cada una de estas instancias se cruza con el eje anterior, es decir, con los conceptos tecnológicos. Por ejemplo, el campo de la innovación en fibras ha sufrido grandes cambios entre 1982 y 2005. Hacia fines de la década del 80 el concepto de microfibra desarrollado en Japón 23
Patricia Marino | INTI Textiles
dificando su morfología. Las fibras antimicrobianas, por su parte, son fibras que no proliferan las bacterias generadas, por ejemplo, por la transpiración, evitando la generación de olores desagradables. Las antiácaros impiden la proliferación de hongos que sirven de alimento para los ácaros, controlando de esta forma su población.
las formas de la naturaleza, sino sus funciones. Algunos de los ejemplos más conocidos son el velcro o la réplica de la textura de la piel del tiburón para trajes de natación. Es interesante, este último caso, ya que en un principio se pensaba que una superficie lisa siempre ofrecería menos resistencia a la fricción, pero con las nanosuperficies fue posible acceder a nuevas prestaciones, bajando la fricción del cuerpo con el agua entre un 15% y un 20%. Hoy en día, todos los nadadores que compiten en las olimpíadas usan trajes que reproducen esta función. También está el caso de los proyectos dentro de la industria textil que estudian un tipo de lagartijas llamadas gecko, las cuales poseen una tipo de patas que les permite caminar y trepar adhiriéndose a cualquier superficie, sin ningún agregado adicional, sino simplemente por su morfología. El traje del hombre araña fue inspirado en estas lagartijas. Existen, además, productos inspirados en las alas de las mariposas, cuyo color no está dado por pigmentos naturales sino por pequeñas microescamas que reflejan la luz y, según como sea ese reflejo, cambian su color. Este es un caso interesante para evitar el uso de colorantes y poder obtener una enorme gama de nuevos productos. Hay investigaciones vinculadas al caparazón de algunos bivalvos, los cuales poseen una dureza extrema por estar formados por materiales compuestos, es decir, materiales con intersticios de otros materiales. El microencapsulado no es una tecnología nueva, pero sí es llamativo cómo es utilizado cada vez con mayor frecuencia en terminaciones de textiles. Nosotros, desde el INTI, estamos trabajando en varios proyectos para permitir una rápida transferencia de todos estos conceptos a la industria y poder ofrecer nuevas aplicaciones. Algunas de las funciones que se pueden lograr a partir de microencapsulados son los insecticidas –para evitar el uso de productos químicos que perjudican la salud–, los anticelulíticos –cuidando y regenerando la piel a partir de la vitamina E–, y materiales capaces de absorber el calor corporal, como comentábamos anteriormente sobre las membranas que conservan calor
Estos tratamientos tienen hoy en día una expansión muy grande en Europa y los Estados Unidos, tanto, que es muy difícil encontrar allí una prenda que no los tenga. Sin embargo, desde nuestro país es muy complicado hacer innovaciones en lo que respecta a las fibras, ya que se requiere un tipo y un volumen de producción que no son compatibles con la escala de la industria local. Por eso hay muchos trabajos de acá que focalizan la innovación en las terminaciones del tejido, agregando algún proceso que pueda dar una prestación diferente al textil, sin tener que producir grandes cantidades. Dentro de la innovación en la etapa de terminación tenemos algunos desarrollos interesantes, como los tratamientos con efecto plasma, los tratamientos químicos con enzimas y los tratamientos físico-químicos como los microencapsulados. En cuanto a esta etapa, una de las líneas de desarrollo más importantes es la de las membranas. Algunos tipos de membranas, disponibles en el mercado desde hace ya algunos años, permiten eliminar la transpiración evitando tener el cuerpo mojado e impidiendo la penetración de agua desde el exterior. Hoy en día la empresa Schöeller comercializa membranas inspiradas en el biomimetismo, que toma como referencia el comportamiento de las piñas, las cuales se abren o se cierran según el grado de calor y humedad del exterior. Así, cierran sus poros si afuera hace frío, manteniendo el calor corporal, o agrandan sus poros si la temperatura sube, ofreciendo siempre una sensación de confort según las condiciones ambientales. El biomimetismo no trata de imitar 24
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corporal. Las microesferas absorben ese calor y las parafinas cambian de fase con él. Mientras cambian la fase se mantienen a la misma temperatura, y luego van liberando lentamente ese calor. Este material seguramente lo puedan ver en las olimpíadas de invierno, no en prendas completas, sino aplicado en las zonas del cuerpo que térmicamente se detectan como más frías. Tenemos aquí el ejemplo del registro térmico de una mano con guante con microcápsulas, y el registro de un guante sin ellas.
Dow Corning por el desarrollo de un material siliconado flexible que ante un impacto se endurece instantáneamente, absorbiendo el golpe. Dow Corning se ha asociado con una empresa de Finlandia para producir un traje para motociclistas con aplicaciones de dicho material en las zonas más expuestas a los golpes, permitiendo la generación de una especie de yeso instantáneo ante la generación de un impacto. Llevando el concepto de personalización al extremo, tenemos el caso de la empresa Fabrican, que desarrolló un aerosol que suelta partículas de algodón y permite hacer una prenda en el momento.
Hasta ahora hemos hablado de ejemplos vinculados a la terminación de los textiles, pero también nos interesa investigar cómo se podría intervenir tecnológicamente en la prenda, es decir, en la última etapa del proceso. Este campo de intervención es otro fuerte a abordar dentro de las posibilidades de nuestro país y nuestra industria. ¿Cómo se pueden incorporar modificaciones innovadoras? Una forma posible, la cual ha demostrado un gran crecimiento últimamente, es a través de la unión entre la microelectrónica y los materiales textiles. Existen casos de prendas tecnológicas que cumplen funciones concretas, como dar instrucciones a maquinarias, crear interiores inteligentes y generar interfases para juegos de computadora. Uno de los ejemplos más novedosos dentro de este rubro son los paneles solares flexibles, que proveen de energía a la propia prenda. Existen portafolios con estos paneles en los cuales puedo enchufar mi laptop, trajes de baño de la marca Triumph, con materiales luminosos flexibles, y el kit de elementos flexibles Lumalive, de Philips, el cual se vende a diseñadores para que puedan utilizarlo en distintos tipos de prendas. Esta tecnología permite obtener piezas que de día tendrán una determinada forma y color, y a la noche, con el encendido de un switch, podrán iluminarse cambiando totalmente su aspecto.
Como mencionamos anteriormente, un eje muy importante sobre el cual trabaja hoy en día la innovación es el de la nanotecnología, y obviamente los desarrollos textiles no le han sido indiferentes. Existen fibras sintéticas con nanopartículas de algodón en la superficie, lo cual permite sumar confort a las ventajas propias de las fibras artificiales. Un hilado de nanofibras puede tener 20 micrones de diámetro, es decir, la mitad de un cabello. Algunas investigaciones desarrolladas en Japón están estudiando la aplicación de nanofibras y nanomembranas para reparar las células del cerebro degeneradas por el Alzheimer. Como verán, la tecnología textil no tiene fronteras. Uno de los ejemplos más significativos que vincula a la naturaleza y a la nanotecnología es el de la hoja del loto, la cual derribó el mito de que cuanto más lisa es una superficie menos se ensucia. Esta tipo de hoja presenta una rugosidad tal que no permite que la suciedad penetre, arrastrando todo lo que se encuentre sobre la superficie. Analizando esta característica, se podrían obtener textiles capaces de repeler manchas, ya sea para aplicar en el campo de la indumentaria, o también en la tapicería y en cualquier otro producto que utilice textiles en su confección. Otro tema interesante para seguir su avance en el futuro es el tratamiento plasma. Este consiste en someter el textil a gases inertes y, según el tipo de gas que se uti-
Siguiendo el camino dentro de la innovación en prendas, la reciente feria Avantex ha premiado a la empresa 25
Patricia Marino | INTI Textiles
lice y el tiempo de exposición, se le podrá conferir distintas propiedades. El efecto plasma tiene una ventaja muy grande, ya que modifica la superficie sin costo ambiental y con bajo consumo de energía. Muchas de esas propiedades que obtiene el textil se logran hoy en día a partir de procesos y productos químicos. Se están haciendo cada vez más desarrollos de plasma en fibras naturales, que modifican su morfología.
internacional de las fibras naturales, por la importancia que tienen para el consumidor y por su rol en la lucha contra la pobreza. Finalmente, como conclusión, quería destacar dos ejes que yo creo muy importantes. El primero está vinculado al valor que tienen los materiales textiles en la calidad de vida, las nuevas tecnologías y las nuevas prestaciones, lo que permite pensar cosas que en principio podrían parecer inimaginables. El otro aspecto que quisiera destacar es el carácter multidisciplinario que han tomado los desarrollos de innovación en productos dentro del sector textil. Ya no existen esas investigaciones de ingenieros textiles exclusivamente, sino que se incorporan nuevos jugadores. Y entre ellos se encuentran los diseñadores, que han otorgado una inyección de aire nuevo con el diseño en textiles. Hoy en día uno va a congresos y, donde antes éramos pocos y viejos, ahora se presentan una gran cantidad de jóvenes de distintas disciplinas que permiten pensar y abrir la cabeza sobre nuevas aplicaciones. Les agradezco que hayan tenido paciencia para escuchar una charla tan tecnológica. Muchas gracias.
No quería dejar de mencionar la importancia del amplio espectro de materiales que nos brinda la naturaleza, aunque muchas veces no sean bien aprovechados. Por ejemplo, los algodones naturales con color natural diferenciado. Premiere Vision tiene un sector de fibras nobles que promueve cada vez más, mezclándolas con distintos tipos de fibras naturales muy costosas. La empresa AWI (Australian Wool Innovation) ha registrado varios productos desarrollados con procesos de modificación de la lana. Marks & Spencer vende trajes que pueden ser lavados en lavarropas, logrando mayores prestaciones y revalorizando las fibras naturales. En este mismo sentido, la FAO (Food and Agriculture Organitation) ha decidido que el año 2009 será el año
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Patricia Marino | INTI Textiles
Preguntas del público ¿Cuánta importancia cree que se la da al desarrollo de materiales y textiles en un país exportador de materias primas como el nuestro? Nuestro país, es cierto, es exportador de materias primas, pero también tiene un sector textil muy importante para la economía nacional. Es la cadena de transformación más larga y es uno de los que ocupa mayor cantidad de mano de obra. Entonces, tiene un sector importante y, además, tiene otro diferencial interesante y es que tenemos un consumidor que valora las novedades, valora el diseño. Es decir, no digo que seamos Europa o Estados Unidos, pero visitando otros países cercanos vemos que las oportunidades son menores. Es decir, el mercado externo es interesante, pero primero tenemos un mercado interno que resulta una oportunidad. ¿Cómo ayuda el INTI a los productores textiles y qué acciones concretas realiza para comunicar esta tarea? Bueno, nosotros trabajamos con toda la cadena textil y como centro tenemos alrededor de 200 empresas socias, cerca de 700 clientes en el año, y desarrollamos muchas actividades vinculadas al diseño. Tenemos el observatorio de tendencias, en donde por cada presentación asisten unas 400 personas. Además, concretamente estamos trabajando en un proyecto que hemos presentado a la Fundación Argentina de Nanotecnología y que está auspiciado por la Fundación Proteger. En primera instancia, este proyecto está vinculado a las aplicaciones de microencapsulados en textiles, porque es un camino que podemos recorrer por ahora, y digo “por ahora” porque pensamos que podemos recorrer otro más importante, pero por ahora tenemos este know-how. En base a la realidad productiva regional, ¿cuál es el camino a seguir: el de la investigación o el de la aplicación de nuevas técnicas? ¿Por qué el desarrollo textil en cuanto a fabricación es tan pobre, pero por otro lado, sí hay mucha investigación? Digamos que los caminos son todos posibles. Respecto a la disponibilidad de materiales, hay empresas con las que nosotros trabajamos que hacen productos para el sector y, por otro lado, hay empresas propias del sector que están buscando alternativas y nuevos materiales o aplicaciones. No es un camino simple. Todas las variables deben sumarse. ¿Hay posibilidades de concurrir al INTI para hacer consultas sobre ciertos desarrollos? Pertenezco a un emprendimiento textil muy cerca del Delta argentino que está tratando de utilizar materiales como el fornio. Sí, por eso quise poner al final el tema de las fibras naturales. Me parece que es una oportunidad con valor agregado, todo el espectro de fibras naturales nos parece que es un camino con altas posibilidades para nosotros.
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20 de julio 2007
Jum Nakao La costura de lo invisible El diseñador Jum Nakao ofreció una presentación, acompañada por la participación en vivo del músico Paulo Beto, que invitó a reflexionar sobre el proceso creativo en todas sus dimensiones. A través de imágenes y videos del proceso de desarrollo de la colección A Costura do invisible presentada en julio del 2004 en el San Pablo Fashion Week, nos introdujo en el proceso creativo del desfile, mostrando el camino recorrido desde la primera reunión, hasta llegar (luego de 700 horas de trabajo) al desfile con las delicadas prendas confeccionadas íntegramente en papel vegetal. Esta colección es considerada como una de las más importantes y memorables de la década, y su desfile ha sido seleccionado como uno de los más representativos de la moda del siglo XX en el Fashion Museum of Paris. Jum Nakao fue socio de DuPont en el proyecto Hotel Lycra Internacional Project, diseñó la línea Premium Jum Nakao for Nike (la primera línea de la marca en asociación con un diseñador) y fue director creativo de varios proyectos en el Instituto Brasil de Arte y Moda. Como su presentación fue básicamente audiovisual, los invitamos a ver dos videos que resumen el contenido de su exposición.
VIDEO 1
http://www.youtube.com/watch?v=X3zJBjSA9H0
VIDEO 2
http://www.youtube.com/watch?v=N0JzAxP4WzY
VIDEO 3
http://www.youtube.com/watch?v=iEuTgRiOKzQ
21 de julio 2007
Frano Violich KVA MATx Fundador del Estudio Kennedy & Violich Arquitect. Estudió arquitectura, arte y realizó un máster en arquitectura en la Escuela de Arquitectura en la Universidad de Harvard. Dictó clases en la Escuela de Diseño de Rhode Island y en las Universidades de California, Virginia y Michigan. A lo largo de su carrera ha publicado sus trabajos en prestigiosas revistas y libros de diseño y arquitectura, ha recibido numerosos premios y ha exhibido su obra, entre otros lugares, en la Bienal de Arquitectura de Rotterdam, en el Museo de Arte Moderno de San Francisco, en el Museo Cooper-Hewitt de Nueva York y en el Museo de Arte Contemporáneo de Mérida, México. VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/frano_violich?viewMode=presentation
Frano Violich | KVA MATx
Estoy encantado de estar aquí con ustedes. En primer lugar, agradezco al Centro Metropolitano de Diseño por la invitación y a su equipo, a quienes conocí hace un tiempo atrás en Nueva York en la conferencia de Material Connexion. En esa oportunidad me contacté con lo que viene ocurriendo aquí en Buenos Aires, especialmente con la llamada economía creativa. Actualmente existe una tendencia que me interesa mucho: un movimiento que reclama a los diseñadores que contribuyen a la economía creativa una posición mucho más fuerte con respecto a los otros brazos de la economía. Existen quienes piensan que lo que nosotros hacemos como diseñadores o arquitectos es lujo y que no es importante o substancial. Uno de los motivos por los que estoy aquí fue para conocer cómo el CMD está cambiando esa mentalidad. Yo vivo en el estado de Massachusetts, donde tenemos un nuevo gobernador que está tratando de brindar un apoyo importante. Considero que los artistas, es decir, la gente que trabaja en textiles, música, video, diseño de juegos, todo lo que es tradicional y también lo que es novedoso en la industria creativa, tenemos que hacer acciones más concretas y fuertes para fomentar la innovación.
que un virus mortal había sido liberado. Todos pensaban que provenía del cuerpo humano, pero nadie imaginaba que podía salir de la infraestructura, es decir, de la arquitectura. Es ahí donde aparece el concepto de que las ideas pueden contaminar, de alguna manera, la infraestructura que nosotros construimos. En este salón, por ejemplo, tenemos un montón de luz, cables, aire acondicionado, que son también reflejo de la infraestructura económica. Es a partir de este tipo de problemáticas que a nosotros nos interesa realizar nuestras investigaciones. Somos arquitectos y tenemos un interés particular en la infraestructura, hecha tanto a partir materiales concretos como a partir de cosas inmateriales. La infraestructura, entonces, es nuestra motivación e inspiración, y lo digital es solamente una herramienta para llegar a algunos resultados. Sin embargo, con esta herramienta nació otro sector de nuestra táctica en arquitectura, a la que llamamos MATx (que significa materiales), con la que buscamos generar propuestas que fusionen materiales con infraestructura. Entonces, nuestro método se resume básicamente en este diagrama triangular que consta de tres elementos: MATx, arquitectura e infraestructura.
Yo trabajo junto a mi socia, Sheila Kennedy, la cual se encuentra en este momento en México colaborando con un grupo de indígenas, mientras yo estoy aquí dando esta charla, principalmente por dos razones. En primer lugar, para contarles un poco qué es lo que hacemos en nuestro estudio y poder mostrarles, mediante diagramas que describen nuestro método, los resultados de algunas investigaciones que luego aplicamos en la arquitectura. La otra razón para venir aquí es poder actuar, de algún modo, como representante del hemisferio norte y ver qué se está haciendo aquí en relación a la economía creativa.
La luciérnaga es un ejemplo de biomimesis, la cual muy eficientemente puede iluminar su propio espacio. Este concepto es muy fuerte y funciona como inspiración para poder integrar esa inteligencia a la infraestructura necesaria para construir nuestras ciudades y edificios. Hace un tiempo hicimos una pequeña investigación sobre iluminación con madera laminada. Nos interesó encontrar una manera de combinar la materia prima, como la madera, que es muy táctil y sensual, con la tecnología de la información, que a veces es considerada fría e intangible. Colaboramos con Phillips en un proyecto que utilizaba una cinta electroluminiscente para ponerla debajo de la última lámina y así conseguir el efecto de madera lumínica. Son efectos de la superficie muy significativos, y costaría millones de dólares implementarlo en un edificio, pero el conocimiento de esta investigación fue muy importante para otros proyectos.
Recuerdo una escena de la película Outbreak (Epidemia) en la que Dustin Hoffman, en el personaje Sam Daniels, está mirando el techo con mucho miedo por30
Frano Violich | KVA MATx
Otra pequeña prueba que hicimos fue en textiles; lo aplicamos a una lámpara y descubrimos cómo almacenar energía. Encontramos la manera de colocar fósforo en hilos de diferentes tipos, y lo utilizamos en el interior de un edificio para hacer espacios semiprivados donde los empleados pudieran sentarse y hablar. Este proyecto devino en otro en el cual utilizamos cables e hilos de igual grosor para formar un tejido uniforme. Estos cables no ocasionaban shocks eléctricos al tocarlos. Lo interesante es que los DDS (digital data storage) estimulan el fósforo. Dos tipos de infraestructura de luz pueden hacer un contrapunto y colaborar para lograr un efecto secundario.
accesibilidad para computadoras y comunicación, con electricidad, que logra quitar los muros y el techo de las oficinas. La idea es generar un sistema ecológico (y un tanto espiritual también) que sirva para que cuando una empresa nueva se instala en un edificio pueda adaptarse rápidamente, ya que se trata de un sistema sumamente flexible. El concepto tiene total sentido si pensamos que un edificio puede estar durante cien años albergando a más de veinte empresas distintas en distintas épocas. Hay tecnologías muy interesantes, como los LEDs, que utilizamos en el sistema Want. Este sistema parece salido de una película de Harry Potter: te permite personalizar tu espacio, cambiar la luz, tener una imagen proyectada de lo que sea, cambiar la temperatura, disminuir el sonido o lo que sea necesario para un puesto de trabajo. Hicimos un cielo raso hecho con láser que da lugar a un espacio muy flexible para una universidad, pudiendo tener múltiples programas, proyecciones, colores, clases a distancia y sala destinada a conferencias. Lo importante aquí es ver las propiedades de un material no sólo en su aspecto físico sino también en su comportamiento. Si usamos LEDs en vez de lámparas incandescentes, disminuimos el consumo eléctrico al 10%, la electricidad global al 50% (en los Estados Unidos), la emisión de carbono y el gasto de dinero. Son datos como estos los que hacen que los clientes se interesen por nuestras investigaciones. Nosotros trabajamos con empresas grandes como Dupont, Herman Miller y Phillips; las cuales muestran un gran interés para que las cosas cambien. En los próximos 5 o 10 años aumentarán los impuestos para las empresas según las emisiones de carbono que generen, esto es una realidad, un tema que los preocupa, y por eso nos consultan. Estas son empresas grandes, como elefantes, que casi no se pueden mover, pero nosotros (y otros estudios como el nuestro), al ser más pequeños, podemos movernos rápidamente y hacer prototipos.
Otro proyecto fue el que hicimos para la Escuela de Diseño en Risby, donde renovamos el edificio con herramientas digitales, pudiendo cortar la pared para hacer como una especie de silla hecha de varios niveles de terciado. Terminó quedando un lugar muy sensual para quedarse. Lo que hicimos fue mezclar materiales que usualmente no son muy amigos, como el acrílico y el terciado. Lo que buscábamos era un efecto de transparencia para dar paso a la luz. El conocimiento adquirido en aquella experiencia nos llevó a un proyecto mucho más grande de Chicago en un edificio de 25.000 m2. Hicimos un muro al que llamamos junk wood (madera basura), instalado en tres pisos. En su interior, colocamos pantallas de LCD donde los patrocinadores del edificio pudieran mostrar sus institucionales. Era entonces una combinación de elementos bien diferentes, pero interesante. Un problema mundial importantísimo que tenemos es la basura generada a partir de una obra arquitectónica. Es por eso que colaboramos con una empresa de Michigan llamada Herman Miller que fabrica muebles, entre muchos otros, de Charles and Ray Eames. También colaboramos con un ingeniero en Los Ángeles que hizo algo llamado Smart Rear. Este proyecto consiste básicamente en una pieza estructural, con 31
Frano Violich | KVA MATx
Intervinimos en una oportunidad un edificio de unos doscientos años de antigüedad hecho por Richardson, donde se ve como se puede iluminar de forma artificial pero también natural. Es un edificio muy importante en la ciudad, de patrimonio histórico, que se conecta con la Universidad de Harvard. Ellos querían ubicar allí su escuela de cine y video. Pusimos un sensor en el exterior del edificio que, manejado por una computadora, observaba todo el interior. Tuvimos que poner los sensores espiando por las ventanas, sin decir nada a nadie. Descubrimos que era un espacio de mucha importancia para los artistas, ya que allí ocurrían las ferias y las exposiciones, pero tenía un gran problema: no tenía luz. Por un lado la necesitaban, pero por otro lado no la querían porque ahí funcionaba la pantalla de cine. Por eso, terminamos desarrollando una ventana cinemática que polariza la luz solar.
tos del agua, teniendo en cuenta que el lugar está en las orillas de una isla. Hicimos un proyecto junto con una fábrica sobre la base del fluorcarbono y la fibra de vidrio. Son como dos pieles superpuestas. Normalmente se coloca arriba, pero cuando se pone abajo, se torna muy tenso y sustentable porque puede construirse en pocos días en vez de en meses y con elementos prefabricados. Nos inspiró también la niebla, la que nos permitió utilizar el techo para proyectar información o luz, de tal manera que el sitio esté iluminado no solamente en forma artificial sino también por la luz natural a través de la neblina. También queríamos poner LEDs en la periferia, ya que pueden cambiar el color de su luz: cuando viene un ferry, son verdes; cuando el tiempo es malo, cambian a rojo y destellan. Ahora estamos trabajando en esto junto con varios artistas, y es una gran oportunidad para interactuar con distintos colaboradores. Debido a que en el lugar hay una infraestructura para barcos muy vieja, pero bella, nos inspiramos en las columnas rotas que han quedado en el agua para diseñar nuevos elementos, y hemos pensado en una combinación de cosas. No podemos poner sillas muy cómodas porque se instalaría la gente que duerme en la calle, y existen muchas reglas a seguir relacionadas con la seguridad después de lo ocurrido el 11 de septiembre. Por otro lado, queríamos hacer algo interactivo con los pasajeros. Hay mucha tecnología y muy accesible. Entonces, por ejemplo, fuimos a jugueterías o tiendas como Easy y compramos productos para el jardín o juegos para niños, y los transformamos en híbridos. Nuestro ingeniero, con un memory chip, pudo hacer un programa para que el banco que se instale pueda ser interactivo. Es interesante que cuando baja el sol se ilumina, y cuando una persona se sienta, se apaga; pero se enciende un fósforo en su interior que sigue dando luz durante diez minutos. Hay varias maneras de jugar con esto.
Mediante este triángulo se esquematiza el típico trabajo de un arquitecto: arquitecto, cliente y constructor. Pero MATx a veces sale de la arquitectura para hacer estos proyectos particulares, donde se requiere una colaboración mucho más amplia y variada. Los arquitectos normalmente trabajamos con ingenieros de estructura, ingenieros de electricidad, etc.; pero para hacer investigaciones de materiales, como en MATx, se necesita mucho más, como colaboradores de iluminación, video y audio. El siguiente proyecto que les voy a mostrar está en construcción en Nueva York, entre los ríos Harlem y Este. El problema es que, pese a la variedad de transporte público disponible en esa ciudad, no existe el ferry. Este proyecto público comenzó en el año 2000, un año antes de nuestra crisis. En esa época, uno de los que encargó el proyecto quería reformar la infraestructura para hacer un sistema de transporte inteligente: información constante de demoras, tiempos de llegada del ferry, noticias, todo en tiempo real. Quisimos, al mismo tiempo, aprovechar desde lo estético los efec-
También trabajamos el tema de la reflexión en el techo. En la superficie debajo de él, estamos usando un nuevo material con aplicaciones de coding y plata, que refleja 32
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los movimientos del agua. Nos interesaba mucho el dibujo en el cielo raso por el efecto de la lluvia. En este caso se presentó, nuevamente, el triángulo de colaboradores, pero también se necesitaron de otros especialistas. Por ejemplo, para conseguir el material del techo tuvimos que ir a un sitio en las afueras de Nueva York, donde hay muchos escenógrafos de teatro. Fue increíble trabajar con ese equipo, pudimos contar con tecnologías como corte por chorro de agua, corte láser y plataformas para hacer fabricaciones digitales mucho más grandes. El problema es que los constructores tradicionales están atrasados, utilizan herramientas antiguas. Nosotros no tenemos paciencia para esperar y estamos presionando para que se integren el diseño digital y la fabricación digital.
que cosechan energía, hechas de cintas fotovoltaicas flexibles. Creemos que si las energías suaves comienzan a funcionar podemos bajar el consumo del petróleo. Entonces, estas cortinas se rebaten hacia afuera para almacenar la energía solar y durante la noche se cierran para aprovechar la energía y la luz acumulada. Estos productos son de bajo voltaje. Estamos intentando de encontrar una manera de que la gente pueda escoger diferentes tipos de cortinas que den mayor o menor energía y también que se puedan hacer pedidos de distintos tamaños de cortinas. Este sistema es muy eficiente porque no consume muchos materiales. La cortina puede cambiar su posición según la hora del día. Puede estar más arriba cuando toma sol y, cuando se baja durante la noche, proyectar energía y luz. También se la puede poner en una posición que genere un espacio para cenar o lo que se le ocurra al usuario. Es decir, hay múltiples estados posibles para el proyecto. Esta parte del proyecto se trata de hacer muy bien el plan de negocio: no puede ser solo un proyecto en el aire, las empresas con las que trabajamos necesitan un informe serio de las claves que hacen al proyecto viable. En el caso del techo de la casa, estamos utilizando fabricación digital, de tal manera que cada porción cortada parezca personalizada y única.
Nuestro estudio se encuentra en una parte muy industrial de Boston. Es un edificio de cien años de antigüedad aproximadamente. Compramos allí porque era muy barato, pero con la intención de convertir ese barrio en una zona creativa. Contamos con un equipo muy variado de profesionales, como diseñadores de producto, ingenieros en computación y fabricantes de tejidos. Es un estudio de diseño diferente, con la mitad de la superficie conservada como taller para herramientas análogas, un espacio al que llamamos clean room, para las herramientas digitales (como el equipo de corte láser), un laboratorio electrónico y un espacio para que entren los camiones. El laboratorio electrónico está iluminado con LEDs interactivos. Arriba está el estudio, y toda la electricidad e información que utilizamos está en el suelo, lo que permite una mayor flexibilidad. Contamos también con una biblioteca de materiales, nada que ver con la de George Beylerian (Material Connexion), pero sí nos sirve de inspiración. Realizamos un proyecto junto con una empresa de Inglaterra, y la idea es integrarlo a la arquitectura, porque creemos que no es suficiente hacer el producto y nada más. Estamos tratando de bajar el consumo de energía en las casas a la mitad a través del uso de cortinas
Tengo dos proyectos más para presentar. El primero, lo incluí anoche porque me parecía que estaba muy relacionado con el tema de esta conferencia. Se trata de un proyecto de investigación sobre materiales y efectos culturales que hice en Yucatán en el año 1993, como parte de un curso del Instituto Nacional de Bellas Artes de México junto con los Estados Unidos. En esa oportunidad, al ver los ovillos de hilo, pensé en identificar dos mundos culturales: por un lado un mundo de las materias primas a base de hilo sisal, y por otro lado el mundo del nylon, resultado de la explotación del petróleo en México. El sisal es utilizado por los mayas desde hace 15.000 años. Lo usaban para limpieza dental, para hacer sandalias, cuerdas, cordeles y para 33
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muchas cosas más. Hicimos un mapa que muestra las trescientas haciendas en Yucatán en el año 1800. Todas funcionaban con el puerto Progreso desde donde se exportaba el sisal. En la arquitectura, las columnas, (muy simbólicas de su cultura) tienen la imagen del sisal. En ese momento ese material constituía un lujo para la economía que pudo cambiar profundamente la cultura maya. Al final, en la exposición que realizamos, pusimos con la colaboración de una empresa ovillos colgando del techo, la mitad de nylon y la mitad de sisal.
Ellos se interesaron mucho por nuestro experimento ya que, si bien el gobernador de Yucatán quería poner infraestructura eléctrica en toda la región, esto implicaba un tremendo cambio y un gran gasto en transporte de acero, construcción de caminos, etc. Por eso les resultaba atractivo nuestro proyecto, ya que podía brindarles electricidad y luz pero libre, es decir, sin grandes infraestructuras. La falta de electricidad para ellos es un gran problema, ya que durante la noche la visión se les anula completamente y las urgencias médicas se vuelven muy difíciles de resolver. Hay velas, pero son muy costosas para ellos, y además se encuentran muy lejos de los centros urbanos donde las podrían comprar. Lo que decidimos fue hacer productos que compartieran la misma batería, lo cual ha sido un gran aporte para el proyecto. Fue muy interesante ver como distribuían las lámparas a toda la comunidad por un sistema de lotería. Finalmente ellos quisieron integrar los kits de baterías y LEDs en sus propios productos. Ese momento fue increíble e inesperado. Por eso les digo que me gustan las cosas más salvajes: nadie sabe cómo van a terminar. Para cerrar quisiera retomar un dicho de Edwin Land, el inventor de la cámara Polaroid, que dice: “La gente que aparenta haber tenido una nueva idea, en verdad sólo a dejado de tener viejas ideas”.
Para terminar quisiera mostrarles un proyecto llamado Luz Portátil, al que está dedicada mi socia Sheila. Identificamos en todo el mundo dónde hay electricidad y dónde no, y descubrimos que donde no, se pueden generar híbridos con elementos muy accesibles, como fotovoltaicos, teléfonos celulares con baterías chicas, lámparas de LEDs y sistemas sensores. Al principio hicimos algunos prototipos que eran muy feos, pero luego pudimos ir integrando la electrónica con materiales textiles y así lograr una plataforma luminosa y transportable para lugares sin luz artificial. En una oportunidad trabajamos junto a un grupo de estudiantes de arquitectura, investigando una comunidad indígena de Sierra Madre, en la parte noroeste de México.
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21 de julio 2007
Marco Capellini Capellini Design & Consulting / MATREC
Arquitecto graduado en el Politécnico de Milán y especialista en el campo del Ecodiseño. Desde su estudio Capellini Design & Consulting, con sedes en Roma y Milán, colabora con el desarrollo de nuevos productos y servicios de bajo impacto ambiental. Creó y desarrolló Matrec, la primera base de datos italiana gratuita sobre materiales reciclados, y originó el proyecto Remade in Italy, que también cuenta con el compromiso de países como la Argentina, Brasil, Chile y Portugal. Fue ganador del premio FAAR en 1995 y galardonado en el XVII Premio Compasso d´Oro. VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/marco_capellini?viewMode=presentation
Marco Capellini | Capellini Design & Consulting / MATREC
La primera vez que vine a Buenos Aires fue en octubre del año pasado (2006) y quedé fascinado. Admito que no me entusiasmé del todo cuando recibí la invitación para participar de esta conferencia, porque si bien volver a Buenos Aires era fantástico, estar aquí con ustedes es una responsabilidad enorme. El compromiso de transmitir un mensaje, mi experiencia, mi punto de vista y mi pasión por mi trabajo –no tanto por dinero, sino más bien por la posibilidad de sentir nuevos estímulos–, que es lo que me convence para seguir adelante.
que quiero mostrar las novedades que están por venir, la transformación que se está viviendo. En esta época de cambio, los materiales toman una marcada importancia en el desarrollo de nuevos productos. Mi presentación está dividida en cuatro partes: en primer lugar, de los materiales a los ecomateriales; en segundo lugar, Matrec: la primera base de datos de materiales reciclados; tercero, un tema que es toda una provocación: del made in Italy al Remade in Italy y cuarto, “Hello chair: how are you?” o “La comunicación de los productos”.
Me dedico básicamente al ecodiseño, término bastante amplio. Hace un tiempo, en una entrevista que tuve, una periodista de una radio muy importante de Italia me presentó como “Marco Capellini, ecodesigner, quien encuentra inspiración hurgando en la basura” (risas). Claramente la periodista estaba confundida, y recién después de una hora pude hacerle entender qué es lo que hago realmente y por qué voy a conferencias en distintos países a explicar mi proyecto. En resumen, se trata de un trabajo muy particular, un trabajo que comienza con la elección de materiales con cualidades ecológicas y sigue con la visión y desarrollo de productos a partir de ellos; mientras en su camino, atraviesa transversalmente aspectos técnicos y económicos. Mostraré solamente un recorrido, un poco la síntesis de mi actividad desarrollada durante estos últimos doce años y qué proyectos tengo para el futuro. Quiero demostrar cómo la cuestión ambiental, siempre definida como una suerte de moda, una tendencia apoyada por el marketing y la comunicación, puede ser en realidad totalmente operativa al sistema industrial. Al principio, cuando empecé con mis proyectos de ecodiseño y todavía no había conciencia ecológica, era yo quien visitaba a distintas empresas con propuestas sin resultados positivos. Diez años después, cuando la situación cambió completamente, son las empresas mismas las que se acercan solicitándome proyectos que no generen daño ambiental. Es por eso
Comenzaré a exponer sobre la evolución de los materiales a los ecomateriales. No voy a entrar en una disertación legal, pero la aparición de leyes ambientales se ha tornado un tema central en los últimos cinco años. No soy un ambientalista de aquellos que interrumpen el paso de los barcos pesqueros, soy una persona básicamente común con un enfoque industrial y con tendencia ambientalista como un nuevo modo de aproximarse al producto. A mediados de los 70, se empezaba a hablar de la problemática ambiental. Con el transcurso de los años, este tema empezó a concentrarse primero en el sector industrial, por la emisión de gases contaminantes muy peligrosos. Un acontecimiento importante fue el accidente en 1976: una explosión en una fábrica de productos químicos en una ciudad cerca de Milán, que produjo un desastre en toda la región. A partir de este trágico suceso, se introdujeron una serie de reglamentaciones, ya que toda la atención de la comunidad legislativa europea se concentró en la responsabilidad de los empresarios sobre los productos. Desde entonces, todo fabricante, sea lo que fuere que produzca, debe hacerse cargo del paradero de ese producto al término de su vida útil. Es decir, debe reciclar el producto. Además, se están debatiendo nuevas leyes a poner en práctica en 2008, que dirán lo siguiente: quien quiera fabricar un nuevo producto, deberá realizar primero un análisis acerca de su impacto ambiental y determinar 36
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sus características del medio ambiente. Por lo tanto, el tema deja de ser una moda: o se respetan las leyes ambientales para generar nuevos productos o estos no podrán salir al mercado. El problema central es que estos cambios generan inconvenientes económicos para el proyectista y para la empresa.
cundaria. A las siete de la mañana, de repente, el tren se detuvo: se habían robado parte del cableado de cobre. Esto les da una idea del alto precio en el mercado negro de los materiales ferrosos y no ferrosos. Por lo tanto, el reciclado de materiales se trata de una estrategia muy importante y para nada banal.
Hace un tiempo atrás, el proceso de generación de un producto estaba conformado por una serie de fases que terminaba en la de distribución y venta. El producto llegaba a nuestra casa y el embalaje se tiraba en cualquier lado, quedaba en la baulera, en la calle o en alguna fosa. Con la introducción de las nuevas medidas, el escenario está cambiando. En Europa estas leyes abarcan todo tipo de productos: electrodomésticos, automóviles, baterías y todo aquello que dependa de la energía. Un sector interesante donde se puede actuar es en el área de las reparaciones y sustituciones. Si la Sra. Rosa, una típica ama de casa, manda a sustituir un componente roto de un electrodoméstico, el fabricante debe obligatoriamente reciclarlo, ya no puede tirarlo. Que el fabricante deba retirar el producto de la casa de la Sra. Rosa ha ocasionado un aumento en los costos. Por consiguiente, el producto que hace pocos años era concebido sólo para ser ensamblado, de un día para el otro, debe ser concebido para ser ensamblado y desensamblado. Esto implica que el proyectista deba pensar todo el ciclo de vida del producto. Lo importante es que la empresa no vea sólo el costo final de la desmantelación del producto, sino la utilidad de hacerlo. Esto último está relacionado con la venta del material que va a obtener con el reciclado. En síntesis, lo que está sucediendo es que el material reciclado comienza a tener un cierto valor. Hay otro aspecto importante: el precio de la materia prima a nivel mundial está en constante aumento. Aumenta la bencina, el petróleo y, por lo tanto, aumenta el costo del plástico. También aumentan los materiales ferrosos y no ferrosos, como el cobre y el aluminio. Recuerdo que una vez me tomé el tren de Milán a Roma para visitar a un cliente. Era una línea se-
Entonces, esto de meter la mano en el cesto de la basura para ver con qué me encuentro no es tan loco. Porque cuando tengo que pensar en un nuevo producto, empiezo con su última etapa. El beneficio final es aquel que surge de la separación de los componentes, de la optimización de los materiales. Se investiga en el cesto de la basura para elaborar una hipótesis. Las nuevas normas han generado grandes cambios en Italia. Antes, la tendencia era que un producto hecho de materiales reciclados era un producto de baja calidad, de segunda clase, costoso y solo una moda pasajera. Esa era la mentalidad que siempre imperaba y que todavía hoy, en cierto modo, existe. Siguiendo indicaciones de la Unión Europea, el gobierno italiano introdujo una ley que dicta que al menos un 30% anual de los productos manufacturados por cualquier administración pública –comuna, provincia, regiones– deben ser fabricados con material reciclado. Para Italia, esto equivale al 17% del PBI, una cifra enorme. Entonces, sucedió algo muy extraño: se generó demanda, pero faltaba oferta de calidad. Generalmente, a mí me sucede casi lo opuesto. Esta vez teníamos una gran demanda de la administración pública y una oferta muy escasa. Era un escenario de mercado con materiales no sólo reciclados, sino de bajo impacto ambiental porque se está aplicando la estrategia del GPP, green public procurement. El objetivo era el siguiente: suministrar al mercado de productos de calidad hechos con materiales reciclados y naturales que puedan responder a las exigencias, no solo del sector público, sino también del privado. Esto implicaba para las empresas la responsabilidad del fin del ciclo de vida del producto, que tiene un costo que ya hoy estamos pagando. 37
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El desarrollo de un producto que se llame “verde” es monitoreado por varios sistemas de certificación ambiental, porque hay que tener en cuenta que quienes invierten en la Bolsa están cada vez más atentos a cómo una empresa se posiciona en términos de responsabilidad social y ambiental. Estamos muy atentos al aspecto ambiental, porque es necesario informar a las empresas sobre el nuevo escenario, la nueva tendencia, posibilidades de subsidios para desarrollar estos productos, creación de instrumentos de ecodiseño y difusión de la información sobre los materiales reciclados. En resumen y para pasar al segundo tema, estamos en un escenario en el cual en el transcurso de diez años ha tenido lugar una transformación tremenda. Las leyes han obligado a las empresas a moverse dentro del grupo de productos “verde”. Las empresas han intentado de algún modo acompañar esta tendencia, pero todavía hoy queda mucho por hacer, especialmente en cuanto a los productos reciclables desmantelables, que ahorren energía, productos que sean cada vez más responsables en su relación con el consumidor.
nivel nacional, pero teníamos que entender lo que ocurría mundialmente. Por consiguiente, tuvimos el apoyo de la misma EPA (Environmental Protection Agency), el Instituto Ambiental Canadiense, el centro de estudios FAARCSAR, la Universidad de Delft –donde tuve la fortuna de realizar un máster durante cinco meses–, el Ministerio del Medio Ambiente italiano y el Observatorio Nacional de los Desechos –el organismo italiano que controla la gestión de los desechos–. Es un proyecto que inicialmente nació con el apoyo del Consorcio Nacional del Reciclado, y está conformada por la CiAI, Comieco y CoRePLa (en el 2006 se sumó también la región de Lombardía y Cestec). Esta asociación se encarga de recoger, recuperar y reciclar el embalaje en Europa. La nueva página de Matrec está alojada en el sitio www. matrec.it, y básicamente dividida en cuatro secciones. En cada una de las secciones se presentan los ecomateriales, ecoproductos y estrategias de ecodiseño. También está a disposición un servicio de newsletter mensual. Hay algo importante que quiero destacar: los sudamericanos son muy buenos en el uso de materiales. Para nosotros la reutilización de los materiales es más un hecho artístico, pero los productos que se crean terminan siendo menos innovadores y creativos que los realizados por diseñadores sudamericanos. Nos concentramos más sobre el reciclado en sus etapas de preconsumo y posconsumo. La función de Matrec es contar cómo están hechos estos materiales, qué características tienen, cuáles son sus propiedades, cómo fue producido el material. A menudo sucede que muchos materiales reciclados son utilizados por algunos sectores, pero sin ser valorizados. Las empresas en Italia están haciendo y descubriendo los materiales obtenidos del reciclado de los neumáticos que, por sus características de aislante, pueden ser utilizados en la construcción de viviendas. También tienen propiedades de resistencia en términos de dureza y elasticidad, que puede aportar al desarrollo de mesas y sillas para el exterior. Por lo tanto, Matrec tiene la función de hacer
El segundo punto que voy a tratar es Matrec. En 2002 inventé este proyecto, anticipándome un poco a los tiempos, pero no a George Beylerian, quien fue el precursor en este tema. En 1996, fui a Nueva York a ver su fantástica exposición de Material Connexion. Cuando volví a Italia, me dije que tenía que hacer pública la gran cantidad de información de carácter ambiental que con los años había juntado y compartirla con empresas, diseñadores, profesionales y con todas las Sras. Rosa. Así nació la idea de crear un instrumento, que se convertiría en un sitio web, y que tendría la función de dar información sobre materiales reciclados, productos a partir de dichos materiales, estrategias de ecodesign y actualizaciones. Matrec nace para ofrecer un servicio público, para suministrar información ambiental y fundamentalmente con el apoyo de actores internacionales, porque nosotros nos iniciamos a un 38
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público todo aquello que deriva del reciclaje. Este no tiene porque ser de baja calidad o feo, aunque sí existen materiales que derivan de una recolección diferenciada y son de baja calidad. Pero también tenemos materiales que son verdaderamente excelentes.
aprovechando que hay una tendencia a la bioarquitectura en Italia y que ella utiliza materiales diseñados con bajo impacto ambiental. Por lo tanto, Matrec es una empresa que brinda un servicio. Los materiales están a la vista, y es posible tocarlos, olerlos. Por ejemplo, uno de ellos está hecho con el reciclado de frascos de vidrio de un hospital. Tenemos varios materiales que derivan de botellas de vidrio. No son todos necesariamente materiales 100% reciclados, algunos son 50% material virgen, 50% reciclado. Son un mix, pero aunque fuera sólo un 10% reciclado, el objetivo está cumplido, porque una botella está reciclada, está reutilizada en sustitución de un material virgen.
Un ejemplo que mostramos sobre productos reciclados es la silla de Sawaya Moroni, hecha de polipropileno reciclado –derivado de la recolección diferenciada de envases– con un añadido de un 20% de vidrio. Es una silla hermosa. Si no estuviera especificado que es de plástico reciclado, no se detectaría. Este es un aspecto importante que es lindo destacar. No es absolutamente cierto que el producto resultante de la recolección diferenciada sea de mala calidad. Es lógico que si pensamos en las lapiceras o las banquetas que se hacían hace noventa años, la calidad sí era notablemente inferior. Carmelo Di Bartolo, que trabaja en el sector de la percepción de materiales, no me creería si digo que todos los materiales reciclados son agradables de ver y tocar. Es verdad, tenemos materiales reciclados de serie A y serie B. En los últimos años se está apostando a desarrollar tecnologías que logren que todos los materiales reciclados sean de serie A.
Un material reciclado puede tener diferentes propiedades pre y posconsumo, y puede responder a determinadas exigencias. El Kerastar es un material inerte mezcla de ladrillos, tejas, hormigón y material de demolición, que se utiliza para las edificaciones. Otro material, Enviroglass, estadounidense –también existe uno inglés pero con otro nombre–, se obtiene de la recolección diferenciada según el color de las botellas de vidrio. El vidrio es desmenuzado e incrustado en un basamento inerte y sirve para la pavimentación de carreteras. El Syndecrete, es una composición íntegra de vidrio. Son materiales distintos que están siendo muy utilizados y mucha gente desconoce su origen reciclado. Un ejemplo de esto es la máquina italiana Moka para preparar café, que está hecha con aluminio reciclado. Efectivamente, la mayor parte de los trabajos en aluminio derivan del aluminio reciclado porque se ahorra un 95% de energía. Pero si le dijéramos a un italiano que la Moka se hace con aluminio reciclado, primero nos miraría raro y luego lo negará. En conclusión, muchos productos se están haciendo en material reciclado, pero no lo sabemos. Aunque sea impensado, China es uno de los mayores recicladores a nivel mundial. Ellos transforman nuestros desechos y allí diseñamos los productos. Esto también se aplica para los textiles.
En 2006, frente a la demanda de las empresas, habíamos creado un pequeño espacio en Milán (no tan grande ni tan importante como el de Material Connexion) porque teníamos materiales que queríamos mostrar, para poder tocarlos y olerlos. Habíamos reunido en ese espacio entre unos 200 y 220 materiales reciclados a partir del posconsumo de productos. Cada uno contaba con una síntesis de sus características básicas, que se pueden profundizar si se entra a la web. El 26 de noviembre pasado, el presidente de la Región de Lombardía, Roberto Formigoni, inauguró un centro que está funcionando muy bien, que apunta a generar espacios de encuentro. Un lugar para todos aquellos actores relacionados con el ecodiseño, para conversar con las empresas e incluso con arquitectos, 39
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Entonces, algo de vital importancia es poder comunicar estas características. Comunicar que el producto está hecho de materiales naturales, reciclados y de bajo riesgo ambiental. Sumarle valor al producto a través de todo esto. Tenemos un material que está hecho con el reciclaje de botas para niños, un material inglés obtenido a partir de la recolección diferenciada. Es lógico que la cantidad de material suministrada en este caso no sea enorme. Uno de los problemas más importantes con los productos reciclados es justamente el suministro del material usado. Por consiguiente, no se puede pretender una producción enorme si hay poco material. El mercado del reciclado no está listo para soportar la demanda. Otro material de origen inglés, Mobiles, está realizado a partir de cubiertas de celulares compactadas bajo presión sobre una base de goma o polietileno. Esta técnica y este material permiten realizar productos personalizados a través de la selección de otros productos. Con la goma ocurre lo mismo: la mayor parte del suelo de la pistas de atletismo son realizadas con el reciclado de la goma. Neumáticos y granulados de goma se pueden utilizar para pavimentos aptos para chicos. Estas aplicaciones son bastante frecuentes, pero mal difundidas o comunicadas.
riales para encontrar aquel que respondiera mejor a sus exigencias. El problema era poder encontrar un material que transmitiera el calor, ya que no podía ser plástico, goma, cartón ni madera. Tal es así que la investigación se fue circunscribiendo paulatinamente a los materiales ferrosos y no ferrosos. Terminamos encontrando un material llamado Duocel, utilizado en la aeronáutica, con una resistencia al calor enorme. Cuando se lo presentamos a la empresa, no les gustó porque no se notaba que el material era reciclado. Menciono este ejemplo porque es frecuente que las empresas no sepan lo que quieren. Ellos se imaginaron que yo llegaría con la barita mágica para hacer realidad todos sus deseos. Yo en verdad llegué con dos materiales que no eran mágicos pero respondían con eficiencia, en términos de prestaciones y de reciclaje de materiales. Con esto quiero decirles que el aspecto de la comunicación del material reciclado es importante por un lado, pero no tanto por otro. Es importante que el material reciclado tenga difusión, es importante transmitir que con el aluminio reciclado de la cafetera se puede ahorrar el 95% de energía, son mensajes que ayudan al producto. En septiembre de 2004, en un restaurante romano cerca de la Plaza de España dimos luz a Remade in Italy. Todos conocen el made in Italy, sello que se le da a los productos italianos que son conocidos a nivel mundial, como la Ferrari o la calidad italiana; pero necesitábamos avanzar y hacer algo más. Entonces, Remade in Italy era el mejor desafío: hecho en Italia pero otra vez. Un proyecto que tenía como objetivo crear en el año 2005 productos de excelencia y alta calidad con empresas importantes, con la intención de comunicar al ciudadano y a la administración pública: “Esto es un producto de calidad”, “Este no es un producto ordinario” o “Este es un producto hecho en material reciclado por grandes empresas de alta calidad”.
También se están haciendo avances importantísimos en el campo de los materiales ferrosos y no ferrosos. Con estos materiales no se puede inventar tanto, a decir verdad. Es cierto que ya hace ochenta años se fundaban centros de investigación para estudiar estos temas, pero la tecnología está realizando muchos avances que presentan nuevas características para estos materiales. Un ejemplo relacionado con este tema lo viví recientemente. En el transcurso del último año una empresa fabricante de calefactores se puso en contacto conmigo. Querían hacer un calefactor con materiales reciclados para producir una línea de alta gama con un precio superior a los €1.000. Me puse en acción, primero con el scouting o búsqueda de mate-
Remade in Italy nace en el año 2005 con la ayuda de la Región de Lombardía (región al norte de Italia), con 40
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la coordinación técnica del Cestec, con el apoyo del Ministerio de Medioambiente y con la colaboración de tres institutos nacionales relacionados con el reciclaje: Corepla, Comieco y Cial. Además, varios sponsors: el Observatorio Nacional de los Desechos, la Asociación para el Diseño Industrial (ADI) y la Fundación ADI.
tipo de material, el tipo de condiciones y el pegado de las piezas. Luego se hace la simulación para ver qué técnica sería la ideal, por ejemplo, una técnica al vacío o de encaje. Finalmente, a través de un gráfico y simulando utilizar materiales reciclados, se obtiene un puntaje que mide su nivel de eficiencia. En conclusión, Ecotool es un instrumento fundamental para las empresas, ya que mide a través de un puntaje la viabilidad del producto. Para hablar de un producto reciclado de bajo impacto ambiental es necesario poder medirlo, hacerse una idea general y, por supuesto, comunicarlo. Por lo tanto, es importante idear un sistema con el cual hacer dialogar al producto con el consumidor y con la empresa también.
El primer paso fue hablar con las empresas lombardas. Se había creado una demanda, pero faltaba oferta. Íbamos a intervenir tratando de aumentar esta oferta. Comenzamos en 2005 con la Región de Lombardía, y para 2006 ya habíamos pasado por todas las empresas italianas. En 2008 llegaremos a cubrir toda Italia y a saltar a nivel internacional. Nos relacionamos con toda una serie de empresas que nunca habían presentado materiales reciclados y ahora, con nosotros, realizan productos total o parcialmente hechos en materiales reciclados. Habíamos apuntado alto, en el sentido de que eran todas empresas muy importantes. Por eso, decidimos presentar los productos en el Salone de Mobile de Milán, un evento reconocido mundialmente por su importancia. Era un desafío muy interesante y bello, un nuevo negocio, un nuevo modo de concebir el producto y de dialogar con él, una forma de convencer a las empresas de realizar productos que el mercado estaba pidiendo. Estuvimos también en Shangai. Se decidió hacer un Remade en China porque consideramos que muchos de nuestros desechos van hacia China y luego los nuevos productos los traemos desde allí. El tema es que esto no se dice ni se difunde. Actualmente estamos muy contentos con nuestros productos, pero no se reconocen como realizados a partir del reciclado de materiales. Y lo contamos porque es un valor agregado que no vemos.
Uno de mis clientes, Ariston, de Indesit (también comercializa sus productos en la Argentina), cuando entró en vigor la reglamentación que lo obligaba a desmantelar los desechos de electrodomésticos y aparatos electrónicos, me pidió un proyecto para mejorar la reciclabilidad de sus productos. Para eso construí un sistema que llamé Índice de Medición de la Reciclabilidad del Producto, el cual mide a través de un puntaje el número de componentes, condiciones, el desmontaje y toda una serie de aspectos técnicos. Hemos realizado varias exposiciones de Remade in Italy. En 2006 estuvimos en Galleria Meravigli, pero actualmente no la hacemos más allí, sino en el Salón Fuori del Salone del Mobile di Milano. Un año después de Shangai, volvimos a Pekín en ocasión del Sino-Italian Green Week, un evento organizado con la colaboración del Ministerio de Ambiente italiano y chino, cuyo objetivo era la puesta en valor de los productos reciclados. Remade in Italy creció, logró una envergadura a nivel internacional y está presente en lugares como Shangai, Portugal, Pekín, Alejandría y ahora Buenos Aires. El 3 de noviembre vamos a lanzar Remade in Argentina. Lo importante es que año a año se incrementa el número de empresas que
También hicimos Ecotool (www.ecotool.it), un instrumento al cual las empresas pueden entrar gratuitamente y simular el producto que deseen, sea una silla, una mesa o cualquier otro objeto. Primero se ven las características que lo distinguen, como el 41
Marco Capellini | Capellini Design & Consulting / MATREC
participan. La inscripción para la edición de 2008 comienza el 1º de septiembre y asombrosamente ya recibimos 50 solicitudes de empresas que quieren participar. Las empresas y el público quieren siempre productos nuevos y hacia eso nos dirigimos; hemos logrado nuestro objetivo de comunicar a través de ellos. El primer año era todo más precario, pero ha crecido mucho la calidad acumulada año tras año. A nivel internacional, ya adhieren empresas como Karem, Albed, Orsogrill citta e Internationalpet. También hay nuevos diseñadores como Massimiliano Fuksas, y el año entrante tendremos el aporte de Giorgetto Giugiaro. Entonces, poco a poco el proyecto va tomando cuerpo y alma y se proyecta mundialmente. Entablamos relación con Portugal porque fuimos a Lisboa a firmar un protocolo con una empresa. Estaban allí los ministros de Medioambiente portugués e italiano y así surgió Remade in Portugal. El 1º de septiembre en Lisboa se reunirán todos los ministros del Medioambiente de la Unión Europea, y estarán todos invitados a participar del proyecto. Solamente falta que confirmen Grecia y España.
que el Ministerio y yo estamos muy contentos porque se ha logrado el objetivo planteado. Es muy fácil hablar con la Luna o con el mar, pero no lo es con una silla, una mesa, o un monitor. Lo que quiero decir es que un producto debe comunicar, al punto de casi poder hablar. Frente a lo que está sucediendo en términos de mercado y ecosistema, no se puede negar que el problema del cambio climático es real. Es todo un conflicto social que involucra la forma en que viajamos, comemos y vivimos. Por lo tanto, es importante que el mercado empiece a incorporar todos estos cambios. Una de las pautas a transmitir es qué cosa es justa y qué cosa no. Un buen ejemplo es el taburete diseñado por Philippe Starck. Si uno decide comprar una pieza así, sabe perfectamente que está diseñada por Philippe Starck, que se llama Hudson, cuáles son sus dimensiones, su peso, su precio y su material. Cuando alguien la compra quizás piense que el taburete es bello, que tiene un color y una forma agradable, que le sirve y que no es tan costoso. Esos son los principales aspectos en los que uno piensa. Es una pieza de Philippe Starck, no de Marco Capellini. Si estuviera diseñada por Marco Capellini, costaría tres dólares y no trescientos. Entonces, sabemos el nombre, la dimensión, el peso, el diseñador, el precio, pero no sabemos de su valor agregado. Desconocemos que el aluminio utilizado es 20% virgen y 80% reciclado. Este 80% es equivalente a 469 latas de aluminio provenientes de la recolección diferenciada. Tanto diseñadores, emprendedores como consumidores tienen la obligación de dar valor al producto, a sus características ambientales. Toda esta información de nuevas tecnologías se reunió en un libro con la colaboración del Ministerio del Medioambiente italiano. Allí presentamos 140 productos realizados con materiales reciclados con sus respectivas “recetas”; por ejemplo, el banco Loco realizado con el reciclaje equivalente a 3866 latas de aluminio
El objetivo principal de todo esto es obtener productos de excelencia en material reciclado, difundiéndolos no sólo a nivel nacional sino también internacional. Se trata de una evolución cultural. Además, este proyecto no es tanto de negocios para el gobierno sino más bien un proyecto de negocios para las empresas. Las que han participado de nuestro circuito han visualizado las oportunidades a nivel local y sobre todo internacional. En abril de este año, los proyectos presentados por la Argentina y Brasil fueron un gran éxito y ya tienen mucha demanda. El único problema es el costo de enviar estos productos de la Argentina a Italia. Estamos tratando de encontrar una solución que facilite su transporte, pero el concepto de lo ambiental ha ayudado muchísimo a estos productos. En conclusión, Remade in Italy es un proyecto con el 42
Marco Capellini | Capellini Design & Consulting / MATREC
y 340 latas de acero. Al igual que la silla Alice, que está realizada con el reciclaje equivalente a 38 latas de acero y 85 de aluminio, o la puerta Ice door. Otros ejemplos son la chez long Polly, hecha con 84 latas y el resto en cartón, la puerta Milo, con 25 botellas y 443 latas de aluminio. Estos productos no hablan como el mar o la Luna, no, pero sí comunican. En conclusión, mi idea era explicar por qué es importante afrontar la temática ambiental, y transmitir por
qué no es una moda. No pretendo que después de mi presentación, alguien vaya a un supermercado y quiera hablarle a los productos… pero sí, que estén un poco atentos del valor agregado de un producto. Por lo tanto, el escenario del diseño es en pos de la sustentabilidad de productos con valores sociales, ambientales y económicos. Espero haber transmitido algo con verdadero significado.
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Diana Cabeza Estudio Cabeza Arquitecta y artista, a través de su Estudio Cabeza diseña y reflexiona sobre los elementos urbanos como soporte para el uso comunitario en el espacio público. Sus trabajos e investigaciones han sido publicados en numerosos libros y revistas, y premiados tanto a nivel nacional como internacional. Ha trabajado también en el exterior para empresas europeas y latinoamericanas. Ha sido asesora y miembro del Tribunal de Honor de la Sociedad de Arquitectos de Buenos Aires y docente en el posgrado de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Torcuato Di Tella, en esa ciudad. Sus elementos urbanos equipan una gran variedad de espacios públicos de la Ciudad de Buenos Aires, como Puerto Madero, La Boca, Costanera Sur, el Centro Cultural Recoleta y el Museo Sívori, entre otros. VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/diana_cabeza?viewMode=presentation
Diana Cabeza | Estudio Cabeza
Mi nombre es Diana Cabeza y soy la diseñadora principal y directora del Estudio Cabeza. Nuestra especialidad es el diseño y desarrollo de equipamiento urbano para el espacio público. Esto cubre todos los sistemas de soporte de uso comunitario, abarcando todas las escalas, desde lo más público a lo más privado y corporativo. Los elementos a los que hago referencia son concretamente veredas, plazas, parques en la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, Trelew, Río Gallegos y Malargüe. En los Estados Unidos también hemos hecho equipamientos, en ciudades como Nueva York, Washington, Houston, Miami; en España en Almeria, Murcia, las Islas Canarias, Tenerife, y también hemos enviado equipamiento a Bangkok.
que utiliza estos espacios, la tecnología es simplemente un medio. En nuestro estudio creemos que los elementos urbanos son fundamentales en la definición de las identidades de los sitios. Estos, a través de sus prestaciones, conforman una red de la que nos valemos para poder vivir en comunidad. En el caso de Puerto Madero, en la Ciudad de Buenos Aires, trabajamos la idea de contexto e identidad aplicada a la reconversión de un espacio industrial portuario en un espacio público. Para ello, diseñamos toda una serie de elementos de descanso que intentan evocar, a través de su tecnología y forma, a las antiguas barcas y cornamusas que poblaban históricamente el puerto. En cambio, en el monasterio de las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena y en el Centro Cultural Recoleta, buscamos un lenguaje más bien clásico y atávico. Otro caso interesante fue la reconversión del Mercado de Frutos del Abasto, un centro comercial para el cual diseñamos todos los elementos urbanos, tanto del interior como del exterior. Nuestra idea fue tratar de recuperar la identidad del barrio del Abasto a través de la relectura y reposicionamiento de sus veredas. Se interpretó todo lo que eran antiguas bocas de acometidas y servicio, junto a la tecnología de la fundición, para desarrollar una línea de pisos útiles que fueran armando y demarcando la territorialidad del mercado.
Nuestra obsesión siempre está fijada en el espacio público y su problemática. Trabajamos en forma interdisciplinaria con arquitectos, paisajistas y desarrolladores cuya intervención nos ayuda a ampliar nuestro marco programático en espacios urbanos. También trabajamos en forma conjunta con ingenieros e institutos, como el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y el CITEMA (Centro de Investigación y Desarrollo de la Industria de la Madera y Afines), donde ensayamos nuestras producciones. Todos nuestros productos están calculados junto con ingenieros, y lo aclaro porque no me voy a ocupar en esta oportunidad del tema estrictamente tecnológico, sino que voy a hablar de la tecnología a través del diseño, ya que no soy ni ingeniera ni tecnóloga, sino que soy diseñadora. En un primer lugar me gustaría hacer una presentación institucional rápida del Estudio Cabeza, para que puedan conocer la magnitud de elementos y tecnologías que usamos, pero siempre guiados por conceptos básicos que hacen a nuestro desarrollo y concepción de lo que es el espacio urbano y sus elementos, los cuales forman el telón de fondo para nuestra vida en común. Nosotros hacemos una lectura de la tecnología a través de la reflexión sobre los ritos y las relaciones sociales que conforman el espacio urbano. Para la gente
La definición de fronteras entre lo que es espacio público y espacio privado es otro de nuestros temas de estudio: analizar todas las sutilezas que existen en los espacios que son más privados, los que son más públicos y los que son públicos pero con dueño, como el caso de los centros comerciales. Como diseñadores, tenemos que ser intérpretes muy sutiles de todas estas diferencias dentro de las tipologías de espacios públicos. El afuera y el adentro es otras de nuestras preocupaciones. Tratamos siempre de incorporar en el interior la frescura y la libertad del afuera, es decir, del espacio público; y al mismo tiempo teñir al espacio público con 45
Diana Cabeza | Estudio Cabeza
cierta intimidad propia del espacio privado. Es decir, nuestra idea siempre es crear “estares” urbanos por un lado, y veredas y espacios públicos en los interiores de los edificios por el otro. De esta dualidad se valen prácticamente todos nuestros elementos, ya que sirven tanto para un uso interior como exterior.
como grandes topografías y territorios que albergan la posibilidad del encuentro con la comunidad. La accesibilidad es otro motivo de preocupación. En todos nuestros diseños hay una reflexión acerca de este tema, siempre trabajando con la integración de una ciudad para todos.
En cuanto a la escala urbana, nuestros paisajes tienen dimensiones infinitas, inconmensurables, y así también nuestros espacios públicos y ciudades. El equipamiento debe responder a esa escala, por eso todas nuestras piezas constituyen sistemas de asociación a lo largo, en tiras, bis a bis, espalda contra espalda. Así, forman sistemas de componentes que nos posibilitan armar configuraciones rectas o curvas que respondan con el tamaño a la contundencia que requieren estos grandes espacios. Todos los elementos que diseñamos tienen distintas posibilidades de configuración y de apareamiento.
Trabajamos mucho el tema de la sensualidad de los materiales, sus colores, sus texturas, sus oposiciones entre blando y duro, sus temperaturas. Nos interesan los materiales en tanto activen nuestros sentidos y nos conecten con la vida, que se puedan percibir como pieles que entran en contacto con nuestras pieles. Siempre trabajamos con esta idea de piel sobre piel, cuerpo sobre cuerpo, como layers que se superponen e interactúan. También realizamos productos customizados, es decir, personalizados para pedidos particulares, como el caso del mobiliario para el edificio Bloomberg, de César Pelli, en Nueva York, o el banco Comunitario, diseñado para el Jardín Botánico de Chicago. En muchos casos, el equipamiento estándar no conviene porque hace falta pensar el mobiliario en relación a la escala de la ciudad. Tal fue el caso del equipamiento para la Ciudad de Buenos Aires, donde ganamos el concurso con Martín Wolfson y Leandro Heine, junto al grupo de De Gennaro y Maseda. Para ese proyecto desarrollamos toda la señalética y el mobiliario urbano para la gran trama de la ciudad y el casco histórico, pero lamentablemente aún no se ha llegado a materializar. En el caso del banco Picapiedras, el diseño ya lo teníamos desarrollado, pero se terminó de cerrar como producto espacialmente para el Ecocentro de Puerto Madryn. Con este banco se vuelve a comprobar, con su gran topografía útil, nuestra búsqueda de los elementos como libre apropiación.
El concepto de coreografía es otra noción importante con la cual trabajamos. Casi todos nuestros elementos son combinables y se retroalimentan entre sí, armando distintas composiciones. La idea de una coreografía con elementos urbanos se basa en que cada unidad tenga un espacio, una dimensión y un tiempo, pero con un registro y relevancia hacia las otras unidades. La libertad de usos es otro tema de interés. Creemos en un concepto de ergonomía viva donde los elementos funcionan como dispositivos neutros, para que el usuario, al apropiarse de ellos, sea quien determine el uso. Nuestros diseños son soportes que permiten gran libertad y diferentes posibilidades de apropiación. Este es todo un desafío: un máximo de apropiación con un máximo de seguridad urbana. Otro aspecto relevante es el comunitario. Los latinoamericanos tenemos muy arraigado el sentido de lo comunitario y del espacio público, y esto lo plasmamos en la escala de nuestros elementos que funcionan
Por último, quisiera destacar que siempre intentamos trabajar con la tecnología justa para los requerimientos 46
Diana Cabeza | Estudio Cabeza
del lugar y el usuario. Tratamos de ir más allá de los usos y diseñar quedándonos cerca del alma del lugar y del hombre que lo habita.
tanto para construir la cocina, donde se come, como para construir la letrina, donde se defeca. También con la piedra se construyen estas demarcaciones de carácter ritual llamadas apachetas, en el norte, y se convierte eventualmente en elemento energético. Cuando nos trasladamos hacia el otro ecosistema, más bajo, más agrícola y no tan pastoril, también nos encontramos con una materia prima que comienza a cubrir todas las esferas de la vida del hombre, tanto en el hábitat como en los objetos de uso: el adobe. Nuevamente, el mismo material presente tanto en elementos urbanos, como es el refugio de colectivos, como en elementos domésticos, como el horno de pan. Los protectores de árboles, asientos, muros y espacios destinados a las actividades de ritual: todo construido en adobe. Otra unidad muy interesante característica de la Puna es la unidad textil. La lana que proviene de la llama o de la oveja es hilada y trabajada, teñida con tinturas naturales –extraídas de hierbas o de frutos–, para elaborar desde prendas hasta juguetes. En la Puna, leen en la naturaleza las posibilidades de uso y las tecnologías disponibles. Se maximiza el uso y la materia prima, y se minimiza la intervención tecnológica. En estas economías de bajos recursos se presentan infinidad de lecciones para incorporar a la hora de proyectar.
Bien, ahora que terminé la presentación institucional del Estudio Cabeza, quisiera continuar con la exposición de quién soy yo y cómo pienso el tema de los materiales y la tecnología dentro de mis desarrollos proyectuales. Soy arquitecta egresada de la Universidad de Belgrano y profesora de dibujo y pintura de la Escuela de Bellas Artes. Creo que la tecnología y los materiales juegan un papel fundamental porque sirven como medio para conectar el diseño con la vida, que es mi principal preocupación. Para mí, los espacios que contienen las cosas no son abstractos sino que son concretos. El espacio habitado por el hombre es un espacio social, antropológico y experimental. Del mismo modo concibo a la tecnología, como un elemento totalmente experimental y como un medio al servicio de la antropología. Quisiera presentar el relevamiento que estoy llevando a cabo hace un tiempo en la Puna argentina. Me interesa mucho este lugar por cómo se enlazan aspectos, como el paisaje natural, los materiales, la tecnología y la identidad. Vamos a detenernos en dos ecosistemas: por un lado el más pastoril de la Alta Puna, que funciona básicamente con el uso de la piedra, y por el otro, el ecosistema agrícola más bajo, cuyas producciones giran principalmente en torno al adobe. En el primer caso, la utilización de la piedra viene desde las culturas preincaicas, como se puede ver en las ruinas de Loma Rica y de los indios quilmes. Lo interesante es ver cómo esta piedra empieza a acaparar todo el espectro del hábitat del hombre, es decir, a escala geográfica, a escala agrícola (con los patios de cultivo) y a escala objetual. La piedra puede concretar el uso de elementos tanto de uso doméstico como de uso comunitario. Morteros, hornos, protectores para árboles, muros, son algunos ejemplos. La piedra puede servir
Ahora quisiera hacer una reflexión sobre los nuevos paisajes rurales y costeros. En estos casos la situación es inversa: tenemos un paisaje natural transformado por la tecnología. Por ejemplo, el caso de almacenamiento de cereales, que pasó del histórico silo vertical a los actuales chorizos horizontales. Estos, de plástico bicapa con interior negro y exterior blanco, conservan los cereales sin oxígeno ni luz para que no germinen, pero al mismo tiempo generan un nuevo contexto que transforma nuestro horizonte y paisaje natural. Esto se puede ver claramente en los mapas de Google. En la Pampa costera uruguaya es muy interesante cómo los mojones que vienen de las canteras de piedras, van demarcando y alterando todo lo que es el campo rural uruguayo. Allí 47
Diana Cabeza | Estudio Cabeza
los cercos dejan de ser de madera y se aprovechan las hendiduras del trabajo de la piedra para atar los alambres.
exterior? ¿Cómo es construir un mundo privado en lo público? ¿Cómo vivir de lo que los demás desechan? La idea de construir un nido urbano nos enfrenta con una dialéctica urbana que es la casa, el nido inmerso en el espacio público. Esta idea de transparencia de lo privado nos contacta con nuestra intimidad y nos lleva a repensar el tema del afuera y el adentro, de lo privado y lo público, de lo propio y lo ajeno, de lo individual y lo colectivo. Nos lleva a reflexionar sobre la idea del límite de vivir el exterior como un interior.
Por otro lado, me gustaría contarles sobre el proyecto Nidos Urbanos. En el año 2005, se hizo una convocatoria en Brasil que se llamó Safety Net, o sea, nido seguro. Fueron diseñadores de todo el mundo y en representación de la Argentina fuimos Alejandro Sarmiento y yo. La consigna era reflexionar sobre la idea del nido seguro. Al principio, salí a caminar por el espacio público y me puse a tomar fotos de la gente que vivía en la calle, de los sin techo. Con ese material armé una presentación que se tituló Nidos urbanos, que tiene como objetivo analizar y reinterpretar como el nómade urbano, el ser que queda fuera del sistema, elabora su morada en el espacio público. A partir de esta situación de absoluta precariedad, propuse repensar el tema que me preocupa también desde la tecnología y la materialidad: las capas de protección del hombre. Me interesa especialmente pensar la interfase del hombre con el medio: “La idea de la construcción de un lugar en el no-lugar nos empuja a investigar las posibilidades esenciales de la materialización de las distintas capas de protección del hombre con respecto al mundo exterior: la vestimenta o hábito, el mundo objetual y el habitáculo”. Creciendo capa sobre capa, layer sobre layer, piel sobre piel, la dimensión del espacio entre vestido y objeto, objeto y arquitectura, entra en una dialéctica sutil que nos abre caminos infinitos para explorar. Las metrópolis latinoamericanas de borde urbano civilizado y margen contiguo postergado arrojan un costado sombrío que es ese no-lugar. Ese pedazo de espacio público sin nombre ni identidad constituye un vacío posible de apropiación. Como un diseñador sagaz, el paria urbano dibuja, en un recodo del paisaje urbano o en un hueco de la naturaleza de su paisaje verde, un lugar o reparo básico. ¿Cómo son los límites de ese lugar? ¿Cómo es la interfase entre el interior y el
El relevamiento local de esta situación se hizo en una esquina de la calle Godoy Cruz. Con el transcurso del año la gente que la habita se va nutriendo y guareciendo con diferentes layers o filtros: el toldo de plástico si llueve, el mimbre si hace calor o directamente una placa de una publicidad. En invierno, se agregan algunos elementos de calefacción. Con el tema de los layers siempre hay una idea de crear un territorio, de separarse con un filtro, de generar una alfombra del piso. Otro ejemplo es la casa de cartón, como va cambiando su materialidad y como estas casas van armando también una topografía urbana. En este caso relevamos otro contexto: Tokio, en Japón, donde las casas de cartón hasta tienen precintos plásticos. Finalmente, con un equipo de gente, construí tres habitáculos muy relacionados con los bichos. El primero es el Bicho Canasto: todo de cartón y por dentro de felpa, con unas grandes orejas como puertas que se abren y se cierran. También desarrollamos Crisálida, un habitáculo de polietileno, plástico y barras de hierro. Con el tema de las bolsas de residuos, las intervenimos y armamos almohadones. Se retomó la tan familiar imagen de la bolsa negra, que es usada como abrigo por la gente que queda fuera del sistema. El último nido urbano fue Oruga, un habitáculo realizado en membrana asfáltica, con unos huequitos que funcionan como ventanitas al exterior. Siempre hay un layer interior y otro exterior, y la idea fue iluminar a través de las ventanas que fueron hechas con botellas de plástico. Esa instalación más tarde la llevé a Barce48
Diana Cabeza | Estudio Cabeza
lona, donde se hicieron algunas intervenciones, como una burbuja de espacio privado, una burbuja de intimidad, para poner en espacios públicos.
sita. Quisiera leerles un texto que refleja sintéticamente el espíritu del proyecto: “Como piel sobre piel, como superficie sobre superficie, como estatua inteligente, lector de suelos, sensor de topografías, lámina sutil entre el cuerpo y la tierra. Objeto sensible, adaptable, organismo vivo, memoria latente de territorios conocidos o por conocer. Pisada tras pisada, se desnuda, se crispa, se ablanda, se contrae, se expande”. La zapatilla es una extensión del pie, es un film que está entre el pie y el espacio que transita, que va mutando de acuerdo al campo que va pisando, pero también puede generar un masaje interno al pie porque es una superficie totalmente nexo, de contacto, un in between.
El último tema del que voy a hablar es topología natural y nexo con el cuerpo. En una investigación titulada Topografías útiles, relevamos a la naturaleza como un soporte de descanso en donde la piel de la naturaleza está en contacto con nuestra piel, donde el cuerpo de la naturaleza está en contacto con nuestro cuerpo y nosotros buscamos alojamiento en él, encontrando una textura para acariciar, para que nos acaricie o para que nos rasque. La arena es un ejemplo, uno se tira en ella y puede dejar una huella. Estas topografías –que son topografías vivas–, son elementos que se convierten en un alimento para el diseño. Nexo piel fue un proyecto para la muestra Transitando, cuya curadora fue Andrea Salzman. Esta muestra tenía como objetivo reinterpretar la zapatilla Waffle Racer, que había sido diseñada treinta años atrás, para lanzarla al futuro. Eso se armó en un gran espacio, con unas topografías en las que los hermanos Faivre trabajaron el tema de diseño y ambientación de la instalación. En mi caso, pensé en un calzado como una extensión táctil del pie, que va mutando de acuerdo a la topografía que tran-
Finalmente, la tecnología sirve en tanto y en cuanto uno se contacte con la vida. Es útil como vía para extender nuestros sentidos y para poder llegar a conjugar verbos: pisar, palpar, refugiar, congregar, estar al sol, dormir. La tecnología sirve en cuanto genere integración entre el paisaje y los productos que creamos, entre el paisaje y la gente, entre los productos entendidos como cuerpos que reciben cuerpos, entre los layers naturales, entre la piel con la piel y entre los territorios o los elementos pensados como grandes territorios y como parte de nuestra tierra.
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George Beylerian Material ConneXion
Fundador y director de Material Connexion, una empresa que investiga, compila y brinda información sobre todo tipo de materiales innovadores. Material Connexion cuenta con una biblioteca de materiales orientada a arquitectos, diseñadores, ingenieros, artistas, fabricantes y empresarios que contiene muestras de más de tres mil materiales destacados. Beylerian fue director de los proyectos Scarabaeus y Casa Idea, en Bloomingdale’s, entre otros, y fue director creativo de Steelcase Design Partnership.
VER IMÁGENES http://issuu.com/imdi.cmd/docs/george_beylerian?viewMode=presentation
George Beylerian | Material ConneXion
Gracias a todos por estar aquí y tomarse el tiempo para escucharme. Para empezar, me gustaría contarles un poco mi historia. Yo no estoy aquí como representante tecnológico, sino que soy un empresario que ha tomado a la tecnología para encausarla en un emprendimiento de negocios que vengo desarrollando durante la última parte de mi vida. Nací y viví en Egipto hasta los 21 años y luego me radiqué en Nueva York. Tengo una licenciatura en Dirección de Empresas de la Universidad de Nueva York. Mis padres son armenios y hoy soy ciudadano estadounidense. Material Connexion es una conexión con el mundo exterior y tiene que ver con las oportunidades. Creo que el negocio de la tecnología está hecho para los científicos, aunque sé que abarca un espectro mucho más amplio de profesionales. Yo valoro muchas esa interdisciplinaridad, tanto, que este año en Nueva York al cumplir nuestro décimo aniversario, aprovechamos para rendir homenaje a los diferentes profesionales relacionadas con los materiales.
cionar materiales se convirtió en una nueva pasión que desconocía en mí. Fundé Material Connexion sin tener literalmente ningún plan ni ninguna intención de convertirlo en un negocio multimillonario, y esto no es una modalidad típica en alguien de negocios. Sin embargo, mi ejemplo puede ser inspirador para aquellos que están a punto de hacer algo nuevo. No hay que ponerse nervioso, sólo hay que hacer lo que indica el corazón. Los materiales me interesan mucho porque soy una persona táctil y siento mucha curiosidad por la innovación y la ciencia. No sé nada de ciencia ni de tecnología, pero cuento mi historia porque es fascinante que yo dirija uno de los bancos de materiales más conocidos del mundo, y que sea su presidente sin ser científico. Por supuesto, para contrarrestar, tenemos muchos científicos trabajando en la empresa. Una de las cosas que me llevó a esta situación ocurrió en el año 1987, cuando Steelcase compró mi empresa, Beylerian, que era muy exitosa porque tenía una imagen muy alta ante el público. Ellos la adquirieron junto con otras cuatro, y yo decidí qué trabajo haría para ellos. Lo que realmente necesitaban en aquellos tiempos era una imagen creada por firmas de diseñadores de primera, tal como Herman Miller y Knoll, que tienen una espectacular filosofía de diseño y son muy exitosos en sus comunidades. Steelcase era la más rica y grande como empresa multimillonaria, pero no tenían muy buen gusto. Producían en grandes cantidades y estaban decididos a hacerse cargo del negocio. En la década del 80, la palabra diseño comenzaba a tomar importancia y ganar popularidad. Aunque personajes como Florence Knoll y Charles Eames ya existían, sólo diseñadores y arquitectos intelectuales de elite compraban sus productos. Un encargo importante, por ejemplo, de mil sillas, se lo pedían a Herman Miller o a Knoll porque ellos tenían a los diseñadores más populares. Entonces, mi trabajo en Steelcase fue intentar cambiar la mente de la gente del mundo de la arquitectura, de manera tal que empezaran a pensar en Steelcase positivamente,
Empecé de muy joven como aprendiz de ventas en una empresa que fabricaba cerraduras, puertas corredizas, manijas, etc. (todo de muy alto nivel). Allí fue donde adquirí mucho conocimiento sobre temas que son muy específicos, y que deben ser precisos. Se me enseñó a ser muy exacto en mi área de trabajo, ya que si cometía un pequeño error se convertía en un error enorme. Pero por supuesto, a la larga, terminé aburriéndome, como sucede siempre. Puedo decir, con asombro, que Material Connexion es el negocio que me ha durado más tiempo (ya hace diez años). Tal es así, que no sería una gran sorpresa si me jubilo y me vengo a vivir a Buenos Aires, a pasarla bien mientras veo como crece y se desarrolla esta hermosa ciudad. En base a mi experiencia, puedo decir que fue mi curiosidad la que gobernó mi vida de negocios. No estoy formado en diseño, ni en arquitectura o arte, pero tengo una gran pasión por cada una de estas áreas. Siempre fui un coleccionista de cosas. Por eso colec51
George Beylerian | Material ConneXion
como una firma que realizaba diseños fabulosos. Steelcase compró algunas empresas y yo me convertí en el director de marketing. Comencé haciendo exposiciones para ellos, cada una con una temática particular. Una de ellas fue Las mujeres del diseño, focalizada en las cincuenta arquitectas y diseñadoras más famosas de los Estados Unidos. No entraré en detalles, pero fue interesante ver cómo inmediatamente estas cincuenta personalidades famosas se encariñaron con Steelcase. Luego realizamos una exposición llamada Elegancia industrial, que trataba justamente sobre la elegancia en el diseño industrial, pero el punto de partida no eran los productos en sí, sino cientos de personas reconocidas (filósofos, poetas, escritores, políticos, etc.), eligiendo un equipamiento ideal y personal. Este concepto tuvo bastante impacto en la gente e hizo aumentar el interés del público por Steelcase. Hasta que un día, cuando hablaba con uno de mis colaboradores, él trajo a colación el concepto de los materiales. Ahí fue que me surgió la idea de hacer un negocio en base a esto. Decidimos hacer una exposición donde invitaríamos a los diseñadores y arquitectos más importantes del mundo para que cada uno expusiera sus materiales preferidos, en función del futuro, la nostalgia y otros conceptos. Así fue como empezamos a viajar a distintas ciudades con los paneles elaborados por los 148 arquitectos participantes. Esta muestra, denominada Mondo Materialis, recorrió distintos museos de Japón, India, Europa y América. No había una consigan específica, cada uno podía armar su panel con lo que quisiera. William McDonough, quien es hoy el gurú del diseño “verde”, recién empezaba su misión ecológica en aquellos tiempos. Sin embargo, lo que hizo para la exposición no tenía relación con lo “verde”. Presentó un proyecto llamado Interference Paint, una pintura iridiscente con un sistema automático que, al presionar un botón, simula un ojo que hace literalmente un guiño. En la obra de Philips se utilizaron materiales muy elegantes en distintos colores que, al abrirse la puerta, generaban un sonido muy delicado, como de pájaros cantando a la vera del mar.
Estoy realmente asombrado por el mundo del diseño ecológico, pero debo decir que me asombran aun más todas las otras posibilidades. Mi principal pasión es un mundo mejor, con mejores materiales, y creo que no se trata solamente de salvar el mundo. Considero que hemos progresado mucho al respecto pero, como ya mencioné antes, Material Connexion no es una empresa exclusivamente amante de la ecología. Nos encanta la tecnología y la ciencia y esperamos que, en el largo plazo, cada material que entre a nuestra biblioteca esté en armonía con la ecología. En Suecia, no se entusiasman tanto con este tema porque vienen desarrollando diseño ecológico desde hace más de veinte años. También los alemanes han tenido una actitud mucho más dinámica con respecto al medio ambiente. Entonces, de repente, los nuevos ricos en los Estados Unidos nos damos cuenta de que, claro, puede ser un buen negocio. No quisiera entrar en temas políticos, pero hay que saber que muchas veces este tema se utiliza con fines de lucro. En síntesis, cada experiencia surge y es creada a partir de un material. Creo que ya entenderán el mensaje que intento transmitir. Un ejemplo de cómo hacer la diferencia con la aplicación de nuevos materiales viene de la mano de Ingo Maurer, de Alemania, al transformar una escalera típica de hogar tradicional estadounidense en otra espectacular, hecha con plexiglas y LEDs. Otro ejemplo es la pelota de fútbol de Nike fabricada con Spectraflare, un material especial iridiscente que, a baja iluminación, tiene una apariencia de metal líquido plateado y, con luz intensa, cambia a un color muy vívido, similar a un arco iris. Uno de mis ídolos es el diseñador de indumentaria Hussein Chalayan, creador de un vestido de papel hecho con Tyvek. Lo mismo que pasa con los productos, pasa con los espacios. Hay muchos ejemplos de sitios donde se ve un uso de una gran cantidad de materiales. Por ejemplo, el restaurante chino en Brooklyn diseñado por Evan Douglis, muy chic, en el cual se usó tecnología digital para diseñar las pare52
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des. La forma ondulante de la superficie evoca a un reptil moviéndose. Cuando hablamos de innovación en materiales hay que tener en cuenta constantemente la excitación de los cinco sentidos. En relación con este tema, la tecnología hoy en día ofrece una inmensidad de posibilidades, como el caso de los polímeros celulares de Eastman Chemical, con fragancias encapsuladas en el plástico. Es verdaderamente asombroso: se puede tener hasta 5000 perfumes encapsulados, como el Chanel Nº5 o cualquier otro, y el aroma se mantiene impregnado indefinidamente. Trabajamos con algunos interiores de autos, como el concept car Nissan Urge, en el que se aplicaron pisos hidrófugos, mallas de poliuretano para los asientos y paneles laterales de aluminio, que permitieron dar la sensación de estar totalmente al aire libre.
estar expuesto, seguramente lo tendremos. De todas formas, 1400 materiales en exhibición es igualmente una enorme cantidad de tecnología y conocimiento. A veces sucede con empresas grandes, como Nike, que viene un grupo a visitar la biblioteca y cerramos el lugar por dos días porque necesitan el asesoramiento de nuestros consultores permanentemente. Esto atrae mucho a los clientes. Nuestro objetivo es inspirar a los diseñadores y promover la innovación en materiales. También llevamos a cabo actividades culturales. Hoy en día hay una tendencia a tener piezas todas diferentes entre sí, es casi chic tener productos no industriales. Entonces esa pieza tiene un concepto de edición limitada y, por lo tanto, podemos elevar el precio de los productos dándoles esta extra individualidad. Nuestra primera conferencia que hicimos seis años atrás fue genial desde lo conceptual, ya que pudimos juntar a artistas y fabricantes. El año pasado dimos una conferencia llamada Terra Matter, en Nueva York. Estaba compuesta por un grupo muy fuerte, como Yves Béhar, Kenneth Cobonpue y Michael Braungart. Michael tiene un laboratorio GPA en Frankfurt y es lo más top en el mundo de lo ecológico. Este año, para celebrar nuestro 10º aniversario, organizamos la conferencia Matter X, donde rendimos homenaje a los diez grupos o estudios que hayan sido identificados por los distintos medios de prensa y seleccionados como posibles candidatos para un primer premio. Tenemos el honor de tener aquí a uno de ellos, Frano Violich, que en equipo con Sheila Kennedy (KVArch) obtuvieron el premio de arquitectura. Muchas de estas personalidades nunca se habían visto antes. Yo no intervine para nada en su selección, sino que resultaron, como decía anteriormente, de la elección de la prensa. La pareja DDCLAB, que obtuvo el premio de moda, hace indumentaria increíblemente hi-tech, con textiles extraordinarios. Son prendas muy impactantes, informales y muy vendibles. Ellos venían haciendo este trabajo hasta que nosotros se los presentamos a un árabe muy elegante, dueño de una de
Cualquiera de ustedes puede entrar a nuestra biblioteca on-line para hacer consultas; o también visitar nuestras oficinas en Milán, Alemania, Bangkok y, por supuesto, Nueva York, nuestro lugar, donde cada idea es una solución en términos de materiales. Tenemos un sistema llamado Material Tabula, que utilizamos para presentar las muestras. Hay un texto que describe en no más de cinco líneas lo esencial del material, y también se puede acceder a una información adicional más detallada en la base de datos por medio de una suscripción. Allí se obtiene la investigación completa llevada a cabo por nuestro personal. Dividimos el sistema en siete categorías, como una típica tabla, y en algunos casos estas categorías están subdivididas, al tener por ejemplo, metal y vidrio combinados en un mismo material. En nuestra biblioteca de Nueva York tenemos aproximadamente 4000 materiales que hemos recopilado durante los últimos diez años, pero sólo exhibimos cerca de 1400, porque tenemos clientes muy sofisticados que vienen una o dos veces al año y preferimos ir rotando los materiales periódicamente para no mostrar siempre lo mismo. De manera tal que si alguien viene a ver un material x, pese a no 53
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las más grandes y fabulosas tiendas de ropa, y ahora factura por miles de dólares gracias a ellos. La pareja londinense de Industrial Facility recibió el premio de diseño industrial. Sandy Chilewich también fue seleccionada en la categoría de diseño textil. Ella no es diseñadora, sino simplemente una mujer de negocios que creó una línea de productos a partir de vinilos que, lamentablemente para muchas personas, es sinónimo de mala palabra. Sin embargo, sus productos se venden en el Museo de Arte Moderno y en muchos otros locales. Franz von Holzhausen ganó el premio en transporte, Cao Perrot Studio en diseño de paisajes, Patrick Jouin en diseño editorial, David Gibson en diseño gráfico, Iñigo Manglano-Ovalle en arte y Clodagh en diseño de interiores.
tro de la categoría de vidrio, el Silica es increíblemente versátil, ya que permite lograr conjuntos transparentes con cosas tejidas incrustadas en ellas. Mi buen amigo Philippe Stark decidió usar arañas de cristales para un hotel, las cuales diseñó en la última noche. Estas arañas de cristales están absolutamente en todo el edificio. Los materiales de origen carbónico son materiales muy controversiales. Son las unidades constructoras de las formas de la vida y la fuente de los materiales más fuertes y livianos. Por supuesto, se ha convertido en un material muy difícil de conseguir ya que es muy escaso. Las aerolíneas han usado toneladas de este material, pero sólo se lo encuentra en el mercado negro. Como ejemplo puedo mencionar a la mesa Burning Relic, de Jim Zivic, en carbono monolítico.
Material Connexion ha editado dos libros. El primero, con una producción muy hermosa ejecutada por Thames & Hudson de Londres, se llama simplemente Material Connexion y tiene entre 300 y 400 páginas. El segundo es un libro de referencia fantástico, con cientos de ilustraciones, fotos de materiales e instalaciones de productos, que va a estar disponible en cuatro idiomas: alemán, inglés, danés y español. A partir de mi fascinación por el arte, también incluyo en el último libro algunas obras de artistas. Una es de Charles Worthen, de Dusseldorf, Alemania, que realiza esculturas en resina. También hay obras de Claude Cormier, que hace árboles muertos enormes y los cubre con pelotas de plástico. Otro ejemplo es un vestido increíble enviado por un graduado del St. Martin Collage, Gareth Pugh. De esta manera, quiero mostrar mi tendencia a ver a los materiales en relación con el arte.
Por último, tenemos los materiales orgánicos, que derivan de la naturaleza. Los materiales que están basados en el trigo son muy innovadores. Estos polímeros son fantásticos y no requieren del uso del petróleo. También tenemos láminas de fibra comprimida. Pero lo que yo valoro realmente son las piezas hechas con árboles muertos masticados por gusanos, que se encuentran en la selva. Con ellos se hacen souvenirs, y algunos son realmente espectaculares. Las mostramos sobre un papel dorado o naranja para poder ver a través de los huecos. Es como el trabajo japonés en esmalte. Gert Winghardt indaga en el concepto de los materiales naturales en arquitectura. Los productos de madera no me gustan totalmente porque la tendencia es usarlos para objetos un poco ordinarios, como un reloj de madera por ejemplo. Pero se pueden encontrar lindos diseños, como el de la escultora Chris Lehrecke, que hizo una hermosa silla Augie. Un material natural, que por muchos años fue ilegal, resulta de la caza del pez pastinaca o raya, una especie casi en extinción. Se crían en Tailandia, donde se los encuentra mucho en venta callejera. En la época del Art Decó se veían muchos diseños con cuero de raya, como muebles y cajas de cigarrillos. Eran realmente hermosos pero extremadamente caros.
La invención creada por los hermanos Ronan & Erwan Bouroullec, que consiste en una obra que reúne textiles y espuma en forma de azulejos, crea un entorno muy interesante. Este trabajo, hecho para Vitra, de Suiza, me parece brillante porque genera, a través de los materiales, entidades visuales y sensoriales nuevas. Den54
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Ahora se pueden comprar billeteras de ese material por sólo cinco dólares. Otros ejemplos de productos hechos con materiales naturales son los elaborados con cáscara de coco reciclada o con bambú embebido en resina. Claro que hay que fijarse que la resina sea la correcta, porque por un lado tomamos cada vez más conciencia ecológica, pero después consumimos cosas que pueden destruirlo todo. Existe una enorme gama de posibilidades con materiales naturales. Estuve en Jerusalén el año pasado y me encontré con un edificio iluminado revestido de ónix. Me comentaron que se había elegido ese lugar para celebrar un aniversario porque era menos peligroso que otros edificios. Pregunté por qué. La respuesta fue que este material reacciona mejor que el vidrio en caso de explosión por una bomba. Se rompería en pedazos pero sería menos peligroso. Además, quedaba muy hermoso.
Los metales no son mi tema favorito, pero un material que me atrae mucho es el Aluminum Form, una estructura en láminas de acero. El primero en utilizarlo fue Volkswagen para un protector entre el motor y el auto. Es como una esponja: extremadamente liviano y con diferentes densidades y huecos. En Alcoa se utiliza Aluminium Form, pero entre hojas de aluminio común colocan otros materiales, como si fuera un sándwich. Existen enormes posibilidades con este material. Otro material muy plástico es el titanio. Hay algunos casos de utilización de metales que me encantan, como por ejemplo un Hotel en Groningen. Se ve un bloque de aluminio y, de repente, el bloque se convierte en ventanas y paneles que se abren, pero cuando los paneles se cierran, todo el edificio se convierte en una unidad. Uno de mis estudios de arquitectura favoritos es Herzog & de Meuron, en Basilea, Suiza. Son personas muy creativas en cuanto a la aplicación de materiales, y lo han demostrado en varias de sus obras, como en el Young Museum de San Francisco, cubierto de un tratamiento en mallas y el edificio Hollandrama, totalmente cubierto en cobre.
Hubo muchos avances en relación con el cemento, desde piezas tradicionales de tipo étnico hasta mezclas varias que utilizan al cemento como base. Con respecto a los cerámicos, me gusta la aplicación que le dió Ingo Maurer con su lámpara de LEDs. Es fantástica, creo que tiene un precio de 16.000 dólares. La utilización de tecnologías CAD y CAM dan la posibilidad de realizar piezas únicas de diseño y prototipos rápidos. El programa Motion Capture captura los movimientos de un bosquejo en el aire y son pasados a un archivo 3D para luego ser materializados por tecnología de prototipado rápido. Es así de simple, mientras uno está durmiendo el programa produce las piezas, basta con tener una computadora lo suficientemente poderosa. Obviamente hoy en día es muy caro, pero en el futuro va a generar un gran mercado. Este es un concepto de edición limitada, como el que generó Patrick Jouin –quien ganó el premio en esa especialidad–. Hoy en día se ha creado todo un nuevo mercado alrededor del prototipo rápido, que puede ser algo elitista, pero permite hacer cosas que son imposibles de hacerlas manualmente.
Quisiera contar algunas historias de éxito en relación a los materiales. Una de ellas es la llevada a cabo por la gente de Nike, que en su momento vino a visitarnos. Ellos inventaron la famosa zapatilla de la serie Jordan –por Michael Jordan, nuestro héroe del básquet– mientras buscaban nuevos materiales. Este es un modelo que ya no se fabrica más: hicieron cinco millones solamente (risas). En su diseño utilizaron un material que venía en forma de tubo, normalmente usado para cubrir cables, pero hicieron que los fabricantes le dieran a ese tubo una forma totalmente chata para poder incorporarlo en la zapatilla. Otra historia interesante es un proyecto para Revlon, llamado Aveda, que se caracteriza por su tendencia hacia todo lo que sea natural. En este proyecto utilizaron partículas granuladas recicladas para hacer toda una gama de cosméticos, lo cual creo que ha sido una muy buena idea, y les ha permitido ga55
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nar un importante premio de diseño. Un ejemplo de éxito es Sandy Chilewich, con la creación de todo un nuevo negocio a partir del diseño de manteles individuales. En sólo tres años montaron un negocio de 12 millones de dólares. Los productos están hechos en vinilo tejido, lo cual obviamente les hizo preguntarse si no serían mal vistos por no ser ecológicos, pero la empresa estaba preparada para hacerlo de todas maneras, dispuesta a afrontar al público. Y lo hizo de forma muy inteligente: dijo que si se pensaba cuanto jabón y agua se ahorraba, entonces el producto sería ecológico. De esa manera, se equilibraba lo malo con lo bueno. El resultado es que en absolutamente todos los hoteles tienen estos manteles individuales, y montaron un negocio millonario sin siquiera tener una fábrica. También pensaron toda una gama de productos con recubrimientos en vinilo. Todos son casi iguales en diseño (sillas, mesas) pero con delicadas diferencias que hacen única a cada pieza. Pero tuvieron que pensar no solamente en la tecnología, sino también en el concepto integral, el packaging, cómo se vendería, etc. Si van al MOMA, van a encontrar al menos veinte diseños diferentes suyos. ¡Bravo! Otra historia de éxito es la pintura llamada Interference Paint, que tiene una terminación muy hermosa y cromática. Siempre me gusta hacer un reconocimiento al trabajo artístico, porque son los artistas los primeros en inventar cosas. Tengo una escultura en casa de un artista americano llamado Greg Kaufmann, que hace obras hermosas de gran tamaño. Una es una burbuja de plástico terminada con Interference Paint, que queda como metálica y da la sensación de que adentro tuviera iluminación. Los que ven esta escultura piensan que es una lámpara porque irradia mucha luz. Todo lo que se puede hacer con un material, terminaciones y procesos, todo eso está en la mente de un diseñador para ser aprovechado. Cuarenta años después, están haciendo pinturas que imitan esta apariencia. Y me animaría a decir que la original todavía es mejor.
Los temas más actuales en relación con los materiales son: la nanotecnología, la autenticidad en plásticos, las nuevas fuentes lumínicas, los materiales inteligentes, la sustentabilidad, la mix media. Sí, estamos rodeados de estos temas todos los días. Tres años atrás, en mi primer discurso en Filadelfia, yo me pregunté de qué se trataba la nanotecnología. En aquel tiempo era todavía una nueva palabra. Hoy en día hay multimillonarios invirtiendo miles de dólares en nanotecnología porque no se quieren perder la oportunidad de ser los primeros en hacer mucho dinero a partir de este tema. Y es así, la nanotecnología tiene un futuro enorme, aunque ya tiene diez años o más de desarrollo. Esta tecnología está en un estadio científico, se trata de una ciencia de lo microscópico, de lo que no se puede ver. En conclusión, hay muchísimo dinero invertido en nanotecnología. Con respecto al uso de los plásticos, son buenos ejemplos el iPod y la iMac. Hacen que el plástico se vea como plástico. Yo me hice experto en este material ya que durante dieciocho años produje en los Estados Unidos muebles de plástico diseñados por Kartell, en Italia. Sé mucho sobre el material y el costo de estar en el negocio del plástico. Otro producto relacionado con la utilización del plástico es una pieza única: la escalera hecha por Karim Rashid. Él es mitad egipcio, mitad británico; vive en los Estados Unidos y es muy exitoso. Son sorprendentes las nuevas fuentes lumínicas que ofrece el mercado, porque básicamente la iluminación es mágica. Puede ser simplemente luz o puede venir acompañada de arte, como es el caso de Ingo Maurer, que hace cosas fabulosas con fibra óptica. También hay nuevas fuentes lumínicas con cemento. En realidad esto tiene cinco años de antigüedad, pero recién ahora está disponible en el mercado. Se trata de cemento traslúcido, un concepto realmente innovador: deja pasar la luz, pero no es transparente. Se imaginarán los resultados en el ahorro de luz en una casa. Imaginen un edificio que no necesita ventanas porque la luz pasa 56
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a través de las paredes. La iluminación con LEDs que Ingo Maurer tanto utiliza y la lámpara por Yves Behar con polímeros electroluminiscentes son otros ejemplos de nuevas fuentes lumínicas.
hry en ónix, oro y ébano para Tiffany & Co. También en la bicicleta diseñada por Calfee Desig, donde combina bambú con fibra carbónica, haciendo contrastar el carácter tecnológico con los viejos productos en los que todavía importaba lo natural.
Un material inteligente puede ser, por ejemplo, una piel que se cura a sí misma. Dentro de esta categoría están las pantallas digitales que son tan delgadas como papeles, las pantallas flexibles, en fin, hay mucho para hablar sobre innovación, pero solo quiero dar una idea general.
Por supuesto, también hay muchos casos de innovación en materiales en la arquitectura, mi tema favorito. En Suiza se hizo un edificio recubierto con algo que parece pasto, pero en realidad es un material que tenemos en nuestra biblioteca. Se trata de un PVC (cloruro de polivinilo) con un proceso de corte tal que luce como si fueran hojas. Estas hojas pintadas en verde y caqui sirven además para camuflar tanques de combate, y existe también en color blanco para Finlandia, donde siempre nieva. Se construyen cañerías de las cuales se prenden estas hojas simulando ramas; parecen árboles fantásticos de ciencia ficción. Los edificios Neuchâtel son básicamente estructuras metálicas cubiertas por hojas de algún polímero que crean un efecto extraño y futurista. Creo que lo divertido de lo que hago reside en que se pueda tomar una idea para luego cruzarla con otra. La obra de arquitectura más bella que vi consiste en una estructura en el medio de un lago. Está hecha de acero perforado cubierta con Corten Steel, por eso toma ese aspecto tipo oxidado. Como resultado logra ese efecto de ensueño. Se la visita en botes en grupos de veinte personas y está siempre con sus puertas abiertas. Es una mega estructura, realmente de una película futurista. Yo creo que si no fuera por los materiales con los que está realizada, no tendría esta apariencia ni lograría ese efecto. El edificio Niebla, por Diller Scofidio, filtra el agua del lago y la convierte en vapor que debido a un efecto de presión produce niebla. Hay que tener cuidado de no caminar muy cerca porque de veras te mojas. Se accede al edificio navegando, y al llegar arriba hay un bar; es muy divertido. Este es el tipo de cosas que se pueden hacer con los materiales a través de la arquitectura: crear sensaciones.
Sin profundizar mucho en el tema de los ecosistemas, se han hecho varias cosas en relación con la innovación, los materiales de bajo impacto, la optimización de la manufacturación, la distribución eficiente, la optimización de la vida útil de un proyecto y el fin del ciclo vital. Yo creo que la mayor innovación ha sido de Herman Miller, un inventor que empezó con la manufactura de una tela para la silla Pelican, pero el costo económico de hacerla fue tan enorme que se les prohibió vender el material por cinco años. Luego, Herman apareció en escena con la silla Aereon y tuvieron un éxito enorme; ganaron premios en todo el mundo y la razón principal fue el uso de ese material. Por supuesto, después vinieron la silla Zelig y muchos otros competidores. El auto Toyota Prius es muy eficiente, no usa nafta, sino que es eléctrico, con PC. La estrategia de bajo impacto es clara. También hay que pensar en el proceso de desconstrucción óptimo que planea, cómo se desmontan las piezas y hacia dónde van. Creo que el proyecto de diseño ecológico de Nike es muy interesante: cuidan cada parte del proceso de desmontado. Es asombroso cómo hacen propaganda de esto. Muchas empresas han tenido mucho éxito porque pudieron hablar de su extensa contribución con la humanidad. La mix media es algo muy interesante, y se puede ver por ejemplo en los brazaletes creados por Frank Ge57
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En cuanto a la aplicación de materiales en el interiorismo, un buen ejemplo es el del restaurante chino Haku, de Evan Douglis, en Brooklyn, que ya mencioné anteriormente. Para armar las paredes, primero se genera una imagen tridimensional en el programa de animación Maya, luego se producen moldes con CNC y finalmente se utiliza plástico líquido para volcarlo en dichos moldes. Por supuesto, la terminación es con pintura de automóvil a alta temperatura. Es interesante rescatar de este ejemplo que no siempre se tiene un material listo para usar. Muchas veces hay que planearlo y diseñarlo. Es parte de todo el paquete. Varias tiendas presentan buenos casos de innovación de materiales en diseño de interiores. Hay un caso muy gracioso, una tienda de golosinas muy conocida, en la que todos los interiores están hechos con chupetines. Es muy efectivo el efecto aunque no es de mi gusto, claro. Un salón de manicura en Hong Kong tiene superficies clínicas antigérmenes. La tienda Armani diseñada por Russell Groves utiliza materiales minimalistas, colores simples y genera un lugar muy elegante. No es un gran diseño, para nada, pero depende de la buena elección de los materiales que las ideas queden bien. La escultora Michele Oka Doner, amiga mía, realiza trabajos basados en plantas y hojas exóticas que incrusta o vuelca en otros materiales. Por ejemplo, el techo de la Joyce Boutique es un fantástico techo dorado con hojas de bronce. Peter Marino utiliza mallas para sus tiendas, como la de Louis Vuitton. La tienda Viktor & Rolf Boutique en Milán es sorprendente: un negocio que está todo cabeza para abajo. Es muy confuso. Los arquitectos pueden hacer todo tipo de cosas (risas). Un material ya viejo, pero asequible y, por lo tanto, competitivo es el Corian. Un ejemplo de su utilización es un colectivo urbano donde se muestran publicidades.
que fue inventada hace cuarenta años. Ella es de International Fashion Machines, y en una oportunidad utilizó fibras de plata conductoras para generar una tela que luego podía ser impresa con tintas sensibles al calor. También en su obra Leaping Lines hace uso de textiles electrónicos. La obra de Sachiko Kodama consiste en el ferrofluido: partículas ferromagnéticas suspendidas en aceite, controladas por un campo magnético cuyo voltaje cambiante está directamente conectado al ruido del entorno. De manera que si toses o susurras, reacciona de manera diferente. De los artistas británicos, mi favorito es Danny Lane, que realiza obras extraordinarias en vidrio. El Archipelago, de Alan Parkinson es otro trabajo que me encanta. Siempre voy a Venecia para la bienal, pero no suelo mirar las pinturas, sino que me interesan principalmente las instalaciones, como esta obra hecha de grandes tubos que son parte de la entrada a los jardines Gardini. Si alguien, a partir de un árbol muerto, inventa una silla… para mí eso es arte. Un artista egipcio usa periódicos enrollados para hacer una especie de cigarrillos largos que luego dispone muy apiñados. Después se puede ver la historia de la vida que hay en esos diarios. Es por eso que digo que los artistas son los verdaderos creadores de todo. Otra muestra de la bienal es una obra arquitectónica hecha de varios pedazos de un edificio. También había otra que planteaba un juego con tres barriles. Una obra muy interesante consistía en un Volkswagen desarmado con sus piezas colgando como si fuera un despiece. Es genial, en vez de tirarlas, él las transformó en una obra de arte que un museo puede comprar. También estuvo expuesta una pirámide hecha de ladrillos, y la obra llamada El Buda, hecha de pedazos de cristal de murano, aquellos que se descartan cuando se los sopla y quedan con defectos. En contraste con todo esto, me gustaría contarles mi experiencia en Marruecos, donde nos invitaron a parar camino a la bienal. Cuando llegué me di cuenta de que ese lugar había permanecido idéntico por siglos. Tenían colores, tejidos, cueros, arte y diseños muy antiguos. Se trata realmente de la re-
Los materiales en el arte, este sí que es mi tema favorito. La artista alemana Maggie Orth, que vive en Stuttgart, hace trabajos con pintura iridiscente, aquella 58
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interpretación de períodos artísticos anteriores. Unas alfombrillas, que podrían ser de vinilo, estaban tejidas, hechas industrialmente y producidas en rollos. Me parecieron horriblemente feas, pero de tan feas llamaban la atención. Otro objeto extraño fue una obra en un museo hecha con cuero de caballo. Estaba expuesto un caballo verdadero, pero muerto, como si fuese simplemente un material. Los mosaicos por supuesto, están por todos lados. Yo crecí en ese entorno, en Egipto. El artista Demian Hirst hizo unas píldoras artificiales de un tamaño anormalmente grande y vendió toda una vitrina a 500.000 dólares. De nuevo se da lo
mismo: sin los materiales indicados no hubiera podido hacerlas. También hay buena utilización de materiales para crear distintas pantallas, como mamparas. Otro artista, Abraham Cruzvillegas, utiliza plumas para aplicarlas en un paraguas. También Jim Lambie, que utiliza un material en tiras para crear una especie de base para mesa. Federica Maragoni, que es una apasionada del vidrio y lo usa en todas sus obras. El artista Hicham Benohoud demuestra todo lo que se puede hacer con una cinta, aunque sea un poco masoquista tal vez. En fin, es increíble todo lo que pueden hacer los materiales por nosotros.
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20 de julio 2007
Federico Churba y Patricio Lix Klett Estudio Churba | Lix Klett
Federico Churba y Patricio Lix Klett, ambos diseñadores industriales de Buenos Aires, a través de su proyecto La Feliz, exploran el mimbre plástico como material autoportante.
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Federico Churba y Patricio Lix Klett | Estudio Churba | Lix Klett
Federico Churba: Mi nombre es Federico Churba y a mi lado se encuentra Patricio Lix Klett. Nosotros tenemos distintos proyectos hechos en conjunto, de los cuales varios tratan la temática de la investigación en materiales. Entre ellos está el caso de desarrollo de alfombras de cuero, que será expuesto en la jornada de mañana por la empresa Yerra. El caso que vamos a presentar hoy es La Feliz, una línea de productos para el ámbito doméstico que en su primera colección consta de muebles, lámparas y otros objetos. No venimos a mostrar recetas, fórmulas o métodos de experimentación con materiales, sino que simplemente vamos a contar nuestra experiencia en torno a la investigación para este proyecto. Describiremos cómo fueron los primeros contactos con el material, los acercamientos, el planteo de objetivos y el proceso final de prueba y el error. La experimentación y el método crítico fueron la base para poder obtener los resultados a los que llegamos. El material del que partimos es un monofilamento, un polímero que se construye formando un alambre plástico macizo que funciona como sustituto del alambre metálico. Quien lo comercializa originalmente lo pensó para el campo, para situaciones a la intemperie, por esto presenta determinadas ventajas con respecto al alambre tradicional metálico: resistencia a las condiciones exteriores y a los rayos UV, es más duradero, no lastima el cuero de los animales, en el caso de usarlos en el alambrado, no se prende fuego, soporta altas temperaturas. Estos son los primeros datos duros y de catálogo que obtuvimos sobre el material.
problema que era saber si iba a ser resistente o no para las necesidades planteadas. Así fue que hicimos una investigación donde lo que nos interesaba era que cada proyecto tuviera una pequeña cuota de innovación. A raíz de la investigación, descubrimos que, con el mismo material, en otros países venían trabajando productos con tejidos plásticos, pero en fábricas muy grandes con características ideales. No era nuestro caso, pero entendimos que para poder dar un paso más teníamos que eliminar la estructura, que era lo que no había hecho nadie aún. Ya teníamos entonces nuestro proyecto de hacer muebles, el material y ahora un objetivo: logran volúmenes tejidos sin la utilización de una estructura de base. De ahí en adelante era cuestión de experimentar. Sabíamos que teníamos siete meses para poder llegar con el proyecto a toda la agenda de diseño que hay en Buenos Aires. Federico Churba: La búsqueda estructural fue el eje central de nuestro proyecto. Desde ese lugar fue que empezamos a investigar la primera intervención con el material. Indagamos sobre los lenguajes que podíamos empezar a generar y las distintas formas de vínculos. En un primer momento exploramos la disposición paralela de los alambres con conitos de madera y secciones de PVC; uniéndolos, lográbamos una malla con cierta memoria. El material viene enrollado en bobinas y, naturalmente, tiende a tomar cierta curvatura gracias a su memoria. En otro sentido, pero en forma paralela a esta investigación, exploramos qué pasaba con el entrecruzamiento de los alambres si formábamos rombos o triángulos, buscando esa estructura que queríamos conseguir.
Patricio Lix Klett: En junio del año pasado ya teníamos claro que queríamos salir con una línea de muebles, no sabíamos todavía si para el interior de la casa o para el exterior, pero ese era ya un consenso entre nosotros. En un determinado momento, encontramos el material que nos pareció que podía llegar a ser interesante. Sabíamos que queríamos hacer muebles y teníamos un posible material. Nos encontrábamos frente a un
Patricio Lix Klett: En ese momento se podía percibir en el taller la coexistencia de varias tecnologías posibles. En cada cuarto pasaba una cosa distinta. Es decir, no explorábamos por un camino hasta llegar al final, sino que trabajábamos por varios caminos en paralelo. Si se nos acababan los precintos seguíamos con otro 61
Federico Churba y Patricio Lix Klett | Estudio Churba | Lix Klett
recurso, y así sucesivamente. Teníamos poco tiempo y no sabíamos por medio de qué tecnología íbamos a llegar al fin propuesto.
escucharan y entendieran que el material que ellos vendían para un contexto puntual podía tener otras utilidades, y cuál sería la ventaja para ellos si nos ayudaban a llevar a cabo el proyecto. Paralelamente estaba todo el trabajo con los artesanos tejedores, que trabajaban con nosotros en nuestro taller y hoy continúan desde un pueblo mimbrero en Benavides. Con ellos tuvimos una constante ida y vuelta, nosotros pidiendo desde la función y la forma, y ellos aportando desde la técnica, tratando de llegar a puntos de confluencia que fueran útiles para el proyecto.
Federico Churba: Otra alternativa que consideramos fue la del entrecruzamiento de alambres. El material se comporta casi de la misma manera que un alambre metálico. Nos inspiramos un poco en lo que son los arcos romboidales. Estas espiras las entrelazamos con otros alambres rectos, formando superficies abiertas o cerradas, nuevamente, sin saber cuál sería el destino final de las muestras experimentales. Paralelamente trabajábamos con la técnica del tejido de mimbre, con la que se forman superficies y volúmenes, y nuestra búsqueda de resistencia estructural terminó definiendo a esta tecnología como la ideal para lograr nuestro fin. Finalmente llegamos a una pieza que dio validación a toda la investigación. Fue la primera sobre la cual nos pudimos parar encima, incluso de a varios, y que resistía sin deformarse. Fue entonces cuando vimos la posibilidad de desarrollar piezas más grandes que pudieran resistir el uso que queríamos darle.
Patricio Lix Klett: De pronto llegábamos a instancias donde creíamos tener algo resuelto, entonces salíamos el viernes a brindar, pero al llegar el lunes hacíamos la próxima pieza, nos sentábamos arriba y se desarmaba. Lo que parecía un proceso lineal era en verdad un proceso mucho más largo lleno de marchas y contramarchas. No fue nada fácil conseguir un mimbrero y enseñarle la técnica, porque si bien el método tradicional es conocido, nosotros sumamos nuevas técnicas basadas en la memoria del material. Nuestros productos nunca fueron dibujados en la computadora, los diseñamos trabajando directamente sobre los prototipos, entendiendo al producto desde las manos del trabajador.
Patricio Lix Klett: Una vez que tuvimos la técnica y el material necesarios para el proyecto, la cuestión morfológica parecía ser algo sencillo. Nos parecía interesante trabajar con la técnica del mimbre –por ser tradicional, que resulta conocida al ojo de la gente–, y aplicarla a un nuevo material. A partir de entonces dejamos de experimentar con distintas técnicas y empezamos a mezclarlas entre sí.
Federico Churba: Finalmente llegamos al evento lanzamiento, en la feria Design Connection de noviembre de 2006, con una línea de doce productos. También los expusimos en Casa Foa, en el espacio de Eduardo Aldacour y en una peluquería. Patricio Lix Klett: Para ese entonces todavía estábamos terminando de pulir algunos detalles, los productos eran prototipos que se veían como productos. Hasta allí la etapa de experimentación del proyecto. De ahí en adelante comenzamos con la etapa comercial, pero aquí se termina nuestra charla porque nuestro interés era básicamente contar nuestro proceso de experimentación con el material hasta llegar a un producto final.
Federico Churba: No quisimos traer muchas imágenes de los productos porque nos parece que lo más interesante no es el resultado sino toda la etapa previa. Uno de los puntos cruciales fue el poder asegurarnos el aprovisionamiento del material. Enseguida nos contactamos con la industria que lo fabricaba, y lo cierto es que fue un gran trabajo convencerlos para que nos 62
20 de julio 2007
Rodrigo Chapero y Lucas Desimone Baumm
Lucas Desimone y Rodrigo Chapero, del emprendimiento Baumm, investigan y desarrollan alternativas para la reutilización de materiales desechados por la industria publicitaria.
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Rodrigo Chapero y Lucas Desimone | Baumm
Rodrigo Chapero: Quisiéramos comenzar mostrando unas imágenes de la Ciudad de Buenos Aires, para poder tener una idea de la cantidad de materia prima con la que contamos para llevar adelante nuestro proyecto. El concepto de nuestro emprendimiento surgió en un viaje a Europa, cuando vimos el producto de una empresa que utilizaba lonas de camiones para hacer bolsos urbanos. Rescatamos ese concepto básico de tomar un producto y resignificarlo para crean uno nuevo. Una vez en la Argentina, empezamos a estudiar qué posibilidades teníamos para aplicar ese concepto acá. Casi de casualidad encontré guardado en el depósito de mi casa un banner de publicidad que había usado para un stand, y ahí me di cuenta de que podía ser una material muy interesante para desarrollar lo que queríamos hacer. Además, ofrecía una gran variedad de gráficas, colores y textos que podían aportar mucha riqueza estética al producto final. Habíamos encontrado entonces el material que estábamos buscando, pero nos faltaba resolver cómo disponer de todo esos carteles que imaginábamos que, al recambiarse periódicamente, se descartarían también constantemente. Comenzamos visitando casas de impresión y pequeños talleres de diseño, llevándonos recortes, errores de impresión y lonas falladas. Íbamos acumulando todo este material en un pequeño taller, hasta que finalmente llegamos a hacer un arreglo con una empresa muy grande que imprime carteles. Hoy por hoy esta empresa nos provee de casi la totalidad de la materia prima que utilizamos. Todas las lonas que llegan a nuestro taller son acondicionadas y clasificadas según calidad y color. Hay una gran variedad de telas, con diferentes espesores y funciones. Algunas son utilizadas para gigantografías, otras, para banners más pequeños, por eso la consistencia, la textura y la resistencia del material va variando. Entonces, una vez que tuvimos resuelto el aprovisionamiento del material comenzamos con la resolución del producto. Desarrollamos los primeros modelos a partir de la prueba y el error. El material estaba diseñado para ser aplicado
a una situación muy particular, donde quedara quieto ante la exposición a vientos, lluvias y rayos de sol. Fue muy trabajoso lograr manipularlo con cierto grado de detalle a un nivel más acorde a la escala humana. Hicimos varias pruebas y adaptaciones de máquinas hasta que finalmente llegamos a nuestra primera pieza. Lucas Desimone: Rodrigo es diseñador industrial y yo soy fotógrafo, y justamente en esa interacción entre la producción en tres dimensiones y en dos dimensiones nace el concepto de Baumm: tomar imágenes planas y trabajarlas para obtener un producto tridimensional. Cada bolso los cortamos de forma individual, de modo casi artesanal. Tomamos los distintos moldes y vamos componiendo sobre la misma tela, seleccionando texturas, tipografías y colores. Generalmente preferimos trabajar con lonas más bien pequeñas, porque cuando el textil es muy grande la imagen se abstrae mucho y no se llega a percibir ninguna figura en el producto final. El nombre Baumm proviene de la palabra alemana baum que significa árbol. La idea troncal de nuestro proyecto es reutilizar materiales desechados y aplicarlos a productos nuevos. De este concepto troncal se ramifican distintas variantes. Una de ellas es Baumm Art, donde generamos productos a partir de piezas de arte. El último viernes de cada mes se hace Gallery Nights, un recorrido por Recoleta donde las galerías de arte abren sus puertas. Marca Futuro nos propuso generar un producto nuevo para cada mes durante todo el año y mostrarlo en su showroom. El primer caso fue sobre arte erótico, se llamó Erotizante y trabajamos con una muestra de la artista plástica Mirtha Bermegui. Seleccionamos una obra de ella que nos atrajo por sus texturas y colores, la imprimimos en 2,30 x 2,30 metros, y generamos a partir de ella veinte carteras. En verdad, si poníamos un molde junto otro, a partir de esa misma lona podrían haber salido 35 carteras, pero al aplicar un criterio de selección del área a utilizar para cada uno de los productos, disminuye la cantidad de unidades resultantes. En el último Gallery Nights, la temática fue 64
Rodrigo Chapero y Lucas Desimone | Baumm
el trabajo artístico de arquitectos. Para esa ocasión pensamos realizar fundas para laptops, ya que los arquitectos hoy en día no circulan con sus tableros o sus planos enrollados sino con sus computadoras portátiles. Trabajamos junto a la revista Summa, seleccionando veinte de las mejores tapas e imprimiéndolas en una gran lona, respetando las dimensiones originales. De esta forma, cada funda quedaba determinada por las dimensiones y la impresión de una tapa de la revista, rescatando el gesto similar de cómo se cargar una laptop y una revista.
Rodrigo Chapero: De esta forma, a través de B-Own, elaboramos productos para las empresas con sus propios desperdicios. El material vuelve a la empresa en forma de un nuevo producto, único, original y con la misma carga de identidad que tenía el cartel publicitario. Lucas Desimone: El primer cliente al que le ofrecimos este servicio fue a Adidas, al que le desarrollamos regalos empresariales para fines de 2006. Luego, nos ofrecieron hacer algo con toda la campaña de primavera que estaban por desechar. Como era diciembre y comenzaban las vacaciones decidimos hacer un necessaire de viaje. El segundo trabajo fue para General Motors. Nos entregaron muchísimos banners que tenían para descartar y con eso fabricamos cuatrocientos bolsos pequeños. Lo interesante es que cada uno de esos bolsos es una pieza única e irrepetible, aunque todos tienen lenguajes muy similares.
Otra rama que se desprende del concepto original de Baumm es B-Own. En un principio, un gran porcentaje de las lonas que teníamos en nuestro depósito no las podíamos usar por tener gran presencia de logos o colores que identificaban de manera muy evidente la identidad de una empresa en particular, y no era nuestra intención estar haciéndoles publicidad gratuitamente. Sin embargo, de esa misma dificultad surge una nueva posibilidad de servicio dentro de nuestro proyecto: ¿por qué no hacer productos de merchandising para esas mismas empresas que han desechado su publicidad? El ciclo sería el siguiente: la empresa genera una campaña publicitaria, la manda a imprimir, la cuelga en toda la ciudad durante un mes, y cuando la descuelga y pasa a ser un desecho empieza nuestro trabajo.
Rodrigo Chapero: A partir de esa idea troncal que comentábamos al comienzo, la intención es seguir ramificándola en nuevas ideas y productos. Hoy en día hacemos básicamente bolsos, pero también estamos desarrollando en paralelo proyectos que utilizan esta misma materia prima pero para otras aplicaciones, como mobiliario e iluminación. Estamos comenzando un nuevo camino, pensando en nuevas tipologías de productos que puedan obtenerse a partir de esta materia prima que seguirá generándose como residuo.
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20 de julio 2007
Manuel Rapoport Designo
El estudio Designo, a cargo de los diseñadores industriales Manuel Rapoport y Martín Sabattini, está radicado en Bariloche y tiene como objetivo crear productos que rescaten las historias, los materiales y la mano de obra artesana de la Patagonia.
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Manuel Rapoport | Designo
Vengo a presentarles lo que estamos haciendo desde hace cuatro años en nuestro estudio. Somos dos diseñadores industriales, Martín Sabattini es de Córdoba y yo soy de Bariloche. Estudié en Córdoba, donde nos conocimos y empezamos a armar este estudio de diseño y producción de mobiliario, iluminación y accesorios del hábitat.
tos que hacemos. Vivimos en un contexto natural que nos inspira desde el espacio mismo para generar los productos. En cuanto a nuestra metodología de trabajo, puede suceder que hagamos proyectos a pedido, buscando el material más adecuado para generar ese objeto; o bien puede ser que diseñemos productos propios inspirados por el aprovechamiento de algún material en particular. En el primer camino, a través de la observación, experimentación e inspiración en los materiales, surge un pedido en particular. Por ejemplo, una vez un cliente nos pidió una silla de madera, entonces utilizamos la madera de lenga. Desde ya, adaptando las técnicas y metodologías para satisfacer un poco nuestros caprichos de diseño. La lámpara que se llama Grúa es un diseño que teníamos antes de instalarnos en Bariloche, que fue evolucionando. Primero, la tulipa estaba cubierta en cuero porque era flexible. Sin embargo, luego, con las enseñanzas de un luthier, pudimos hacerla en radal, una especie hermosa de allá, que nos permitió el doblado de la madera. Por último, pudimos hacerla en madera de lenga, pero con laminado. O sea que pudimos hacer la lámpara en los dos tipos de madera. Nos inspiramos en unos edificios que siempre vemos en las estaciones de ferrocarril y en los cascos de estancias, aunque en realidad están en toda la Argentina, y lo trasladamos para generar una barra. Es un proyecto que no se llevo a cabo, pero también surge de una inspiración.
Prácticamente todos saben dónde está Bariloche, en la zona noroeste de la Patagonia, pero hago énfasis en el lugar ya que voy a introducir la temática sobre materiales propios de un territorio. Me parece oportuno mostrarles el mapa de las ecorregiones de la Argentina, ya que no me lo enseñaron en el colegio y me parece muy importante tenerlo presente. En cuanto a materiales y a los recursos disponibles es fabuloso. Nosotros estamos entre la estepa patagónica y los bosques andino-patagónicos. Hay una diferencia geográfica muy grande en pocos kilómetros. Al sur del lago Nahuel Huapi pueden llover cuatro mil milímetros anuales, mientras que en la otra punta del lago, a unos kilómetros, solamente llueven 250 milímetros, es prácticamente desierto. Este es nuestro contexto de trabajo, de donde sacamos materiales e inspiración para lo que hacemos. Trabajamos con maderas de las especies nativas. Sobre la ladera de la montaña, arriba, se ven las lengas rojas; en el medio, se ven los cipreses y los coihues, que son perennes; abajo, los ñires y los radales. Todas son especies de maderas fabulosas del sur. También trabajamos con piedras de lagos, ríos y canteras; y con cuero, de cabra, chivo, oveja y vaca de la zona. De alguna manera, por trabajar con estos materiales, realizamos objetos únicos. Usamos recursos tecnológicos y humanos de nuestro medio y lo volcamos en nuevas configuraciones. Tratamos de transmitir eso: los valores del material y la hechura a mano de los productos. Nosotros estamos en la búsqueda de cómo transmitir esa identidad de la Patagonia en los produc-
El camino inverso es partir de un material, viéndolo en su lugar original, explorando y descubriendo, y luego pensar el producto. A partir del típico cañaveral surgió un producto que originalmente era un banco, pero también funciona como mesa para poner las revistas en la parte de abajo. La caña de coihue es diferente a las otras maderas de bambú ya que es maciza. Entonces, se genera una estructura súper fuerte, a pesar de que visualmente pueda percibirse como frágil. Además, las 67
Manuel Rapoport | Designo
cañas dispuestas en diagonal suman resistencia. Así es como tomamos materiales, los llevamos al taller, experimentamos y luego van naciendo productos. Otra idea que surgió de ver el entorno fue el producto que desarrollamos al utilizar un tronco seco trabajado por el tiempo. Hicimos un rompecabezas que se llama Anillos del tiempo, que consiste justamente en eso, una rodaja de madera, cortada aleatoriamente, que se convierte en rompecabezas.
Otro producto nuestro se llama Big-Bang Baby, nombre bastante pomposo, que sale de una planta del sur llamada “moneda del Papa”. Seguro que la habrán visto en la casa de alguna abuela como decoración, pero tiene propiedades en su interacción con la luz fabulosas para aprovechar. Por eso nosotros la empezamos a cultivar, a pesar de ser bastante invasora. En los jardines de Bariloche hay muchas. Las conseguimos y empezamos a usarlas para hacer lámparas colgantes, de pie y veladores.
Ahora me voy a detener un poco en un material en particular. Los que conocen el sur saben que en el siglo XIX y principios del XX se usaba muchísimo la madera de alerce, una especie nativa de la región usada para revestimientos de techos y paredes de las casas. Es un árbol endémico de la zona que llega a vivir 3.500 años y tiene propiedades fabulosas. Pero se abusó excesivamente de su extracción y entró en riesgo de desaparecer. Por eso ahora es una especie protegida y está prohibido talarla en la Argentina. Entonces nosotros estamos ahí al acecho, y cuando desarman un techo de algún galpón cuyas tajuelas están viejas, las recuperamos para que no las quemen, las limpiamos y empezamos a experimentar. La utilizamos en un biombo que fue uno de nuestros primeros productos. En muchos casos se ven los huecos de los clavos. También la aprovechamos como superficie de recubrimiento de muebles y mesas en general. La cortamos, le hacemos un lijado al final y queda sólo el color. Bueno, es un trabajo muy laborioso, artesanal y para el que no conoce la historia de todo esto, tal vez lo considere un producto caro. Pero si uno logra transmitir toda esta simbología, se empieza a dimensionar el valor real.
Otro producto que no es nuestro, pero lo considero ilustrativo porque muchos lo deben haber visto en Bariloche, es el reloj o tabla de copetín hechos con nudo de coihue. Es un recurso muy utilizado y trillado que ya no se aprovechaba. En el tronco del árbol se forma un hongo que convive con él. Este hongo forma el nudo que tiene una apariencia similar a la raíz de nogal. Lo primero que hicimos fue escuadrarlo. Se me ocurría, viendo estas cosas y reflexionando en esta charla, que los diseñadores para ser verdaderos designers toman los elementos naturales y los ortogonalizan; mientras que a los productos sintéticos o plásticos, los deforman. No sé si concuerdan, pero yo creo que se da un poco eso; entonces para pretender ser designers hicimos justamente eso. Después lo cortamos más todavía y le agregamos imanes a las piezas, formando un rompecabezas tridimensional. Bueno, para terminar me voy a tomar la libertad de entrar en algunas cuestiones teóricas, para dejarlas picando. De alguna manera, nosotros creemos que los materiales son transmisores de identidad. La cultura y las tradiciones están ahí, solo hay que usarlas, aprovecharlas y, sobre todo, mantenerlas. Los materiales son un valor intrínseco de los productos, son parte interna y no un valor agregado, por así decirlo. Como hipótesis, el material elegido para un producto le confiere un valor específico: sus cualidades funcionales y sensoriales. Estos materiales, además, portan información propia –es como un chip que llevan– con historia que aumenta
No es casual que surjan nuestros percheros con piedras. A mí me gusta mucho la escalada en roca y sabía que no era complicado agujerearlas. Entonces, empezamos a hacerles agujeros, ponerles un soporte y fijarlas directamente a la pared o sobre madera, generando contrastes de materiales. 68
Manuel Rapoport | Designo
el valor del objeto, ya que esa información tiene cada vez mayor presencia en la conciencia colectiva. Los diseñadores tenemos la responsabilidad de transmitir esa información.
Como conclusión, nuestra empresa nace puntualmente de nuestra necesidad, la de dos diseñadores en el sur, con pocos recursos y muchas ganas de hacer. Esto derivó en buscar insumos y aprovechar las posibilidades productivas del lugar, es decir, Bariloche. Así nacieron nuestros objetos, a partir de la necesidad, como en otros lugares de la Argentina y seguramente del tercer mundo. A esto nosotros lo vemos más como una fortaleza que como una debilidad, porque si lo analizamos, este tipo de productos están más cerca de un desarrollo sustentable, social, económico y ambiental: involucran más mano de obra, conservan cultura y tradiciones, consumen menos energía y contaminan menos. No sé, quizá trabajando desde los materiales, explotando su información, la experiencia que brindan y su significado, podamos avanzar hacia un desarrollo íntegro y dar un ejemplo de vanguardia hacia el mundo. O quizás no importe tanto que sea hacia el mundo, sino más bien un ejemplo hacia nosotros.
Teníamos un profesor en primer año, en la facultad de Córdoba –Linares, se llamaba– que nos decía que el diseño no es un “hágalo usted mismo” o un “voy a la ferretería y veo lo que encuentro” a lo McGiver. A nosotros siempre nos quedó esa idea picando, porque la verdad es que para nosotros parte de nuestro diseño es justamente eso: ir a las cajitas que tenemos en nuestro taller y ver qué posibilidades surgen de concretar productos. Y nos parece que es viable, que está bien. De alguna manera, es aprovechar los recursos que tenemos del país. Nunca me senté a pensar en producir esos accesorios. Un abanderado de esta forma de hacer diseño es Alejandro Sarmiento, un ejemplo que seguimos.
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21 de julio 2007
Santiago Schapira Yerra
Yerra es la palabra con la que se denomina al proceso por el cual se marca con un metal caliente al ganado, y es el nombre que Santiago Schapira eligió para su empresa exportadora de alfombras de cuero marcadas con láser. Trabajando en conjunto con diseñadores industriales argentinos, desarrollaron la tecnología y diseñaron una línea de alfombras y cueros para tapicería en distintos colores, generando diversos estampados y patrones geométricos.
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Santiago Schapira | Yerra
Yerra es una empresa exportadora de alfombras de cuero con pelo. Les cuento un poco la historia, cómo surge el proyecto, y después las dos etapas que tiene el proceso de comercialización: primero el mercado virtual y, después, el presencial.
una forma distinta, vincularme con los clientes de otro modo, hacer negocios afuera y, por supuesto, generar riqueza. Aunque en verdad era más grande el desafío de hacer algo distinto. Para lograr que la venta virtual funcione, probamos muchas cosas. Primero, nos fuimos a un campo más étnico de la venta, agregándole historia vinculada a lo local a los productos que fabricábamos. Después nos fuimos a algo más contemporáneo. Lo cierto es que el proyecto funcionaba vendiendo por Internet a consumidores finales.
Yerra es mi empresa, la cual comenzó a gestarse hace seis años en Córdoba. Yo soy administrador y siempre tuve la impresión de que en la facultad nos enseñaban a ser directores de grandes empresas y de proyectos chicos. Creo que por eso me costó iniciar un proyecto que pudiera comenzar de cero. Comencé sin contarle a nadie la idea, con pocas expectativas de que pudiera crecer, sin dejar mi trabajo en la empresa familiar con mis padres. Empecé siempre volcado al mercado internacional vendiendo por Internet y, llegado un punto, las ventas nos dijeron que teníamos un proyecto en marcha, que estábamos exportando y que funcionaba.
El desafío original estaba cumplido, y ese fue el punto en el que se planteó un nuevo desafío: incrementar el volumen de ventas. Hasta el momento, era una persona que compraba una alfombra y ahí se terminaba el proceso. Con todo el esfuerzo que implicaba entrar en contacto, era una pena que el vínculo se extinguiera tan rápidamente. El nuevo desafío que se planteó era cómo generar ventas de mayor volumen. Así hicimos muchísimas pruebas. Quisimos ofrecerles a otros vendedores de Internet nuestros productos, lo que se llama drop shopping: que ellos vendieran por otros canales nuestros productos con su marca y nosotros les vendiéramos a sus clientes con la marca de ellos. Funcionó un poco nada más, realmente no fue exitoso. Probamos vincularnos con tiendas en Estados Unidos y en Londres para que ellos tuvieran nuestros productos, pero realmente no pasábamos de las primeras llamadas y correos, y de pronto se perdía todo. Probamos vincularnos con grandes distribuidores, a quienes evidentemente no podíamos ofrecerles buenos precios. Llegamos a probar mandándoles la mercadería antes de que la pagaran y sólo si les gustaba la compraban pero, por supuesto, nunca llegaron a hacerlo. Resultó ser argentino el que no lo pagó. Bueno, fueron diferentes pruebas que realizamos hasta que en un punto empecé a buscar ayuda. Una tarde me junté con un amigo de mi papá vinculado a las exportaciones, que había sido director de una empresa grande. Él me dijo que para cerrar acuerdos de otro volumen iba a tener que darle la
Les cuento sobre la primera etapa de comercialización, la virtual. Esta etapa tenía dos pilares que lo hacían un buen proyecto. Por un lado era rentable y, desde el punto de vista financiero, era muy bueno porque la venta por Internet nos permitía vender, cobrar y recién ahí salir a comprar el producto para entregarlo. Es decir, teníamos un margen de maniobra positivo. De esta manera, le podíamos ofrecer a los clientes una gran variedad de productos, inclusive la posibilidad de hacerlos a medida, sin la necesidad de tener que stockear ese producto ni invertir en eso, y al mismo tiempo brindar un servicio muy bueno porque a los pocos días los compradores recibían el producto en su casa. Los productos que vendíamos en ese momento eran alfombras de cuero con pelo –tipo patchwork, con pedazos de cuero cosidos– y el cuero con la forma de vaca. Dentro de esta etapa todo fue prueba y error. Empezamos con otro tipo de productos y finalmente cambiamos por las alfombras. Fuimos buscando y mejorando el proceso comercial. El proyecto tenía mucho de desafío personal, yo tenía muchas ganas de hacer negocios de 71
Santiago Schapira | Yerra
mano a alguien en algún punto de la negociación, ese tipo de acuerdos se cerraban estrechándole la mano a alguien. Fui a Londres a ver si alguien me podía estrechar la mano y así fue. Esta especie de prueba piloto resultó muy positiva porque no sólo pude comprobar que ése era el camino correcto –para ponerse a negociar a otra escala había que estar ahí– sino que también corroboramos que había un mercado internacional para nuestros productos. Lo más importante es que nos permitía generar vínculos a más largo plazo. Así pasamos a la siguiente etapa de comercialización: la del mercado presencial. En ese punto, habíamos determinado que el camino a seguir sería desembarcar en la economía real. Ya teníamos la experiencia de que a grandes distribuidores no le podíamos vender porque no teníamos las tarifas necesarias. Ahí surgió la necesidad de innovar. La única estrategia era entrar en el mercado con un producto diferenciado. Necesitábamos un producto distinto. Los primeros intentos para lograr un producto así los inicié yo solo. En ese momento, éramos solamente yo y otra persona que trabajaba conmigo en la oficina de mi papá. Habíamos hecho un desarrollo para una tienda de Londres y el desafío era continuarlo para poder armar una línea de alfombras. En fin, resultó un proceso súper fluctuante, con muchísimas limitaciones e incapacidad para solucionar técnicamente algunos aspectos. Medio por casualidad, buscando una solución técnica, llegamos a vincularnos con Federico Churba y Patricio Lix Klett. En un primer momento nos tiraron algunas ideas de cómo solucionar ciertas cuestiones técnicas y, al final, terminaron ellos haciendo una propuesta para trabajar juntos. Yo nunca había trabajado con diseñadores, y la verdad es que tenía un poco el preconcepto de que la innovación era algo a lo que llegaba alguien brillante a las cuatro de la mañana, sin posibilidades de predecir el resultado o ponerle una fecha. Entonces, no me convencía del todo la idea, pero fuimos avanzando de a poco en la negociación. Yo quería que ellos fueran socios del proyecto y distribuir la inversión, y así fue
como llegamos a un acuerdo de ese tipo. El proceso de innovación fue súper ordenado, lógico y satisfactorio. A un año de haber lanzado el producto en el mercado americano, lo presentamos para la selección de la biblioteca de materiales de Material Connexion y nos aceptaron. El material fue innovador y el desarrollo fue exitoso. En ese momento, cuando empezamos a trabajar con Federico y Patricio, teníamos un cronograma con una fecha pautada de presentación del producto en el mercado. Se plantearon dos líneas como procesos de innovación. Técnicamente, una línea era troquelar el cuero y poder configurarlo de maneras distintas, y la otra era hacer una modificación sobre el pelo. Este último fue el camino que usamos y así surgió Yerra. La modificación que hacemos es a través de calor. El nombre Yerra refiere a un paralelismo con la técnica para marcar el cuero del animal con calor. Ahora les voy a hablar sobre la forma de comercialización de este producto. Seguíamos teniendo la venta por Internet de las alfombras sin intervenir y planteamos este nuevo producto para desembarcar en la economía real. Para hacerlo en los Estados Unidos, armamos una agenda de negocios con la ayuda de la Fundación Exportar y Cancillería, pasando por Dallas, San Francisco, Nueva York y Boston. Ahí partí con las alfombras bajo el brazo, muchísima incertidumbre y muy poco presupuesto. Tuvimos afortunadamente una respuesta excelente. La gente que yo fui a ver allá eran principalmente gerentes de tiendas muy importantes, de muebles italianos en los Estados Unidos vinculadas al diseño contemporáneo. También visité tiendas de alfombras de alta gama. La primera sorpresa fue ver el interés que mostraban por productos diferenciados. Tuvimos muy buena respuesta y logramos vender muestras a las tiendas para que las tuvieran en los showrooms. Así fue como el balance general del primer viaje resultó positivo. Pero luego nos dimos cuenta de que los showrooms habían comprado el producto, pero no lo vendían. No lográbamos que los consumidores finales se interesaran en el producto. 72
Santiago Schapira | Yerra
Entonces empezamos a probar mil alternativas nuevamente. Dentro del proceso de descubrir qué era lo que estaba pasando, teníamos la hipótesis de que era demasiado innovador, distinto a una alfombra de cuero más convencional. Así fue como empezamos a llevar productos tradicionales a estos showrooms y tuvimos mucho éxito. Igualmente, mantuvimos los productos innovadores, por los que si bien mostraban interés, terminaban comprando los convencionales. En esta hipótesis de que el producto era demasiado innovador para ser aceptado por la gente, empezamos a buscar un público especializado más familiarizado con la innovación. Empezamos a ofrecérselo a arquitectos y decoradores que hacían proyectos comerciales como hoteles, restaurantes y bares. Ellos mismos empezaron a sugerir usos innovadores a nuestro material. Por ejemplo, un estudio en Nueva York que estaba haciendo un hotel en Milán quería usar las alfombras para revestir las paredes de los cuartos. Aparte de nuestro dibujo estándar, ellos plantearon un nuevo diseño y se armó todo un proyecto a partir de ese producto. Otra gente que llegó por Material Connexion lo quería usar para hacer carteras. Así fueron surgiendo otros usos y aplicaciones novedosas, de alguna manera, exitosas.
Esto nos lleva un poco a nuestro tema del encuentro de hoy: ¿cuál fue el resultado de nuestro procedimiento de prueba y error en el proceso de comercialización? Terminamos, sin querer, testeando el mercado con una estrategia de diversificación de canales muy grande. Tenemos un producto económico para los consumidores finales; otro, que se vende muy bien dentro de las tiendas de alta gama –que apuntan a mercados de mayor poder adquisitivo–, otro producto que se vende muy bien a través de diseñadores residenciales y un último producto, Yerra, para los arquitectos y decoradores. No es que estamos establecidos y somos una gran empresa, somos algunos pocos trabajando en esto todavía. Pero el desafío de embarcar en la economía real, de vincularnos y de vender está cumplido. Para finalizar, seguimos con el mismo desafío de antes: generar más volumen. Ese es el mañana al que estamos apostando hoy. Volver a innovar haciendo un producto que ya está casi listo para presentarlo en septiembre de 2007, apuntando a poder ofrecer a los grandes distribuidores un producto más económico.
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21 de julio 2007
Patricio Machado El Catango
A cargo de Patricio Machado, diseñador industrial instalado en San Martín de los Andes, El Catando produce muebles armables y desarmables en madera de lenga, aprovechando todas sus características biológicas y físicomecánicas, pero también agregando el valor por ser originaria de uno de los lugares más admirados de nuestro planeta: la Patagonia.
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Patricio Machado | El Catango
El Catango, como todo emprendimiento, nació con una historia personal. En mi caso, hace cinco años decidí dejar Buenos Aires y los rubros del diseño que estaba transitando: la comunicación de productos de consumo masivo en puntos de venta, material P.O.P y stands. Estaba trabajando para grandes marcas con grandes presupuestos, corriendo demasiado y sintiendo que la vida me pasaba por el costado. Tenía ganas de trabajar y al mismo tiempo estar mirando la montaña o tomar un poco de aire puro. Era una cuestión personal más que profesional. Así fue que en el momento de elegir el rumbo, mirando el mapa de la Argentina, traté de elegir un lugar que geográficamente me gustara y que tuviera algún foco de potencial económico. Fue así, no había nada que me estuviera esperando en ningún lugar. Después de 2002, volví a mirar para el interior. A su vez, el mundo estaba mirando hacia el mercado argentino.
Desde las grandes ciudades llegaban productos para proveer al mercado local. La zona estaba deprimida económicamente y no había mucho mercado local y, por lo tanto, desarrollo de producto. Pensé en generar algo que reflejara la identidad del lugar, con una estética contemporánea que pudiera pisar otros territorios que no fueran los locales. Después de una rápida investigación, que reveló que el camino no estaba ni por el lado de los chocolates, de los dulces ni de las artesanías, descubrí que el nicho de los muebles no estaba cubierto aún en San Martín. Es así como surge la marca con el slogan “muebles contemporáneos de la Patagonia”. Eso definió mi negocio y lo que yo quería hacer. La estética contemporánea y su significado eran para mí algo familiar. Había vivido durante trece años en una gran ciudad contemporánea como Buenos Aires y había estudiado diseño industrial. Es decir, el lenguaje contemporáneo era algo manejable para mí. Está relacionado con las formas simples, proporcionadas, y con funcionalidad. Lo desconocido era la identidad patagónica. Asocié entonces la Patagonia con lo rústico, algo en estado casi natural, con poco nivel de elaboración o pocos procesos entre la materia prima y el objeto terminado. Los elementos que a mi entender hablaban de la identidad patagónica eran los materiales surgidos del lugar. No me cerraba transportar la materia prima patagónica a Buenos Aires y trabajarla en un taller desde ahí. El lugar de elaboración y el origen del material usado conferían el valor buscado. No muy lejos de donde vivo y donde transcurren mis días, aparecen este tipo de cosas: madera, piedra, agua, etc.
Llegué a San Martín de los Andes y mi primer contacto fue la Cámara de Comercio. Le pregunté a la primera persona que me atendió qué podía hacer allí con mi currículum. Evidentemente, no había ninguna empresa que pudiera pagar un exhibidor y mucho menos el diseño. En ese momento, el desafío fue creer que con todo lo que había aprendido, con mis capacidades, se podía crear algo nuevo en San Martín. Fue intuición, también. Es así como en la entrevista en la Cámara, la persona que me atendió me dijo: “Te voy a regalar un nombre, una marca: El Catango. El catango es un carro que se utiliza en la montaña para bajar la leña en lugares donde no pueden acceder los vehículos. Es un transporte utilizado hace muchísimos años que sigue vigente”. Cuando salí, rápidamente me encontré con los catangos en la calle y en la montaña. Registré mi marca bajo ese nombre. Para mi sorpresa no estaba ya registrada por otro, pese a que es un nombre muy típico del lugar. Además, incluye la palabra tango que en el exterior tiene impacto. Observé que no había desarrollo de muebles con diseño en San Martín.
Era interesante realzar la evidencia de que no había mucho proceso entre el árbol y la mesa resultante: remarcar la veta natural y lo macizo de la madera para que el producto fuera bien patagónico. Me pareció valioso también mostrar que la mesa estaba hecha de un único árbol. Las patas son los troncos del árbol cortados con una terminación y nada más. También me pareció que 75
Patricio Machado | El Catango
esta identidad patagónica estaba relacionada con los productos donde la estética no era el fin último, sino su uso. Un poblador, al momento de construirse una cabaña para vivir en el medio del bosque, no piensa tanto en la estética sino en su utilidad. Por otro lado, esa cabaña la construye con los materiales que lo rodean y con herramientas muy simples. Un catango, de hecho, tiene esas características: su rueda está hecha con una rodaja de un árbol y el único objetivo que tiene este transporte es mover la materia prima. Hasta ahora la identidad estaba conformada por rusticidad, materiales poco elaborados y originarios.
Las piezas resultantes de la combinación de lo contemporáneo y lo patagónico tienen poca elaboración. Yo tenía la posibilidad de trabajar con los talleres del lugar, pero hasta el momento sólo tenía la marca registrada y algunos dibujos. En las carpinterías no tenían idea de qué les estaba hablando, estaban acostumbrados a hacer ventanas y procesar machimbre para revestir casas y hacer pisos. Sólo un carpintero era reconocido como experto en trabajar la madera. De golpe, debían enfrentarse a hacer un objeto que se podía armar y desarmar, utilizando viejas técnicas como, por ejemplo, las cuñas, pero adaptadas a un mueble moderno. Encontré en esta solución de diseño para estas piezas un resultado muy patagónico, donde el usuario final termina construyendo y armando su mueble sin muchas herramientas. Con esta idea hicimos bancos y bandejas.
Cuando llegué a San Martín la producción se hallaba casi inactiva, pero la construcción no. Por entonces descubrí que existe una normativa municipal que obliga a los constructores a incluir en la fachada materiales originales de la región, sea madera o piedra, con la intención de conservar esta identidad de la que hablamos. El hombre históricamente construyó su hábitat, su casa y sus herramientas con los materiales que lo rodeaban y de ahí surgía en parte la identidad de un grupo cultural. Las casas de la región construidas en madera y piedra pueden soportar más de 30° en el verano y menos de 17° bajo cero en invierno. Mi idea no era crear piezas únicas sino, por lo contrario, productos seriados. El bosque andino-patagónico, que va desde Neuquén hasta la provincia de Tierra del Fuego, estaba cubierto en su mayoría por lenga, y esto lo convertía en un material conveniente a la hora de producir en cantidad. Yo necesitaba entre cinco y diez años de buena provisión de materia prima para poder sustentar la comunicación de este producto. La lenga contiene mucha información dura y blanda. Tiene determinada resistencia mecánica, excelente para ser trabajada en carpintería, para piezas chicas, para teñirla, laquearla, protegerla y ser lustrada. Si se la lija y lustra, se logra una madera de noble aspecto. Toda esta información se sumaba positivamente a la identidad del objeto.
La idea era presentar algo rústico y este tema se presentó como dificultad en la comercialización. En el mercado de San Martín de los Andes era difícil colocarlo porque era una cosa completamente novedosa, mientras que en las ciudades contemporáneas no quedaba claro si se trataba de un producto rústico o contemporáneo. Con el mismo concepto, se diseñó una familia de productos: una silla, un sillón y una mesa baja. Todos podían armarse con la cuña, a la mano y con secciones macizas. Evidentemente el ruido que se puede hacer en un lugar chico es considerable. Mostré mis productos en San Martín, La Angostura y Bariloche, y automáticamente empezaron a pedirme mobiliario contemporáneo para la zona. Por ejemplo, me encargaron el mobiliario para un restaurante de la bodega NQN. Esta bodega es un emprendimiento nuevo en San Patricio del Chañar, Neuquén, donde se busca desarrollar una zona vitivinícola. Su estética es muy moderna y me pidieron que diseñara una silla para equipar su restaurante en la misma línea. En este caso, el producto no fue desarmable ya que ocuparía un lugar fijo en el espacio. El rasgo de la cuña queda como un ornamento, factor que a un diseñador le empieza a hacer cosquillas en la espalda: 76
Patricio Machado | El Catango
el ornamento sin funcionalidad. Le di varias vueltas a eso y terminé pensando que justamente su función es otorgar identidad.
que comienzo a investigar y encuentro que un bosque nativo es aprovechable y no necesariamente tiene que ser explotado y devastado. También descubro que un árbol joven genera más oxígeno que uno viejo, el que al pudrirse y caerse daña a árboles más jóvenes. Además, con técnicas de organización sencillas y con control, el árbol puede regenerarse sólo. En conclusión, la madera es un recurso renovable, el consumo de energía que utiliza para crecer es simplemente la fotosíntesis y el aprovechamiento de los nutrientes del suelo. Claro, nunca pude llegar a un acuerdo sobre esto con nadie, ni conmigo mismo. Cuando visité los talleres, me pareció que se maltrataba a la materia prima y que no se la valoraba debidamente. La lenga es una madera preciosa y nuestro propósito también es revalorizarla como materia prima. En ese sentido, tengo una relación amistosa y equilibrada con el medio ambiente en tanto usamos lenga en cantidades razonables.
Este mismo criterio se lleva cabo en otro emprendimiento gastronómico muy grande en Villa La Angostura. Allí empiezo a experimentar la llegada de lo contemporáneo a la Patagonia. O sea, el proyecto se inicia con un concepto donde lo pesado era lo patagónico, cuando mi intención era hacer visible mi valor agregado en un mercado que yo no conocía. Sorpresivamente, antes de que terminara de hacerme conocer, me manotea el mercado local: querían conocer y consumir estética contemporánea pero patagónica. “Me gusta la silla pero quiero que sea de lenga, que esté fabricada acá y que tenga conexión con mi casa”. Es así que me animé a trabajar con la gente de la carpintería en nuevos diseños siguiendo esta línea. Por ejemplo, desarrollamos una reposera que fue diseñada para un concurso y para un hotel de la zona. Este diseño ganó el primer premio en FEDEMA en 2004 y terminó equipando –en dos diseños alternativos– un hotel en el medio del Parque Nacional Lanín, que es un spa termal de montaña. El ambiente más rústico imaginable, a 80 km en auto y en época invernal sólo accesible por barco, ahora albergaba diseño contemporáneo. Para mí, esta amistad entre lo contemporáneo, rústico y natural fue toda una sorpresa. La publicidad dice en la radio “muebles Catango, pensados en la Patagonia” y ese es el criterio que nos guía hoy.
Para terminar quiero leerles un texto que encontré en un libro de carpintería. Dice así: “Yo soy la tabla de tu cuna, la madera de tu barca, la superficie de tu mesa, la puerta de tu casa. Yo soy el mango de tu herramienta, el bastón de tu vejez. Yo soy el fruto que te regala y te nutre, la sombra bienhechora que te refugia contra los ardores del estío, el refugio amable de los pájaros que alegran con tu canto tus horas y limpian de insectos los campos. Yo soy la hermosura del paisaje, el encanto de la huerta, la señal de la montaña, el lindero del camino. Yo soy la leña que te calienta en los días de invierno, el perfume que te regala y embalsama, el aire a todas horas, la salud de tu cuerpo y la alegría de tu alma. Por último, soy la madera de tu ataúd. Por esto, viajero que me contemplas, tú que me plantaste con tu mano y puedes llamarme hijo, y que me has contemplado tantas veces, mírame bien pero no me hagas daño”.
No puedo dejar de mencionar algo. La lenga es una especie nativa que tarda cuarenta años en crecer. Cuando mando los catálogos al exterior, enseguida me preguntan de dónde proviene este árbol, quién lo corta, cuántos quedan y por qué lo uso. Tal es así,
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Mariana Cortés y Karina Benítez Juana de Arco
El proyecto Nido de Juana de Arco introdujo la técnica de “atar trapos” como una manera de generar trabajo sustentable durante la crisis de desocupación en el año 2001 en la Argentina y, al mismo tiempo, aprovechar los desechos de telas de las colecciones de la marca.
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Mariana Cortés y Karina Benítez | Juana de Arco
Mariana Cortés: Juana de Arco es una tienda de Palermo que abrió en el año 98. Yo soy la fundadora y en ese entonces buscaba un lugar donde vivir y trabajar. Me gustaba Palermo por el estilo de vida; de hecho, encontré la tienda dando vueltas en bicicleta por el barrio. Vi que unas personas se mudaban de este lugar cuya fachada me recordaba a la panadería de mis abuelos en el pueblo donde nací. Juana empieza entonces como un espacio vacío donde no sabía muy bien qué iba a hacer. En esa época a ese barrio se lo llamaba Palermo Sensible, porque era un barrio bohemio con muchos músicos y artistas. Empecé a conocer mucha gente que se fueron convirtiendo con el tiempo en amigos de la casa. Este lugar tenía una gran sala adelante, donde luego se montó la tienda, un PH donde en un principio vivía yo, y un sótano donde estaba el taller. Allí comenzamos a desarrollar las primeras prendas sin máquinas, aunque después las fuimos incorporando. El día que inauguramos montamos varias muestras de arte. Una de las cosas que implementamos para atraer a la gente hacia el local fue hacer muestras de arte todos los meses. También hacíamos té todos los sábados para mostrar la colección. Continuamente estuve rodeada de amigos del barrio y de mis hermanos, que siempre me han ayudado. Era un espacio que estaba abierto a cualquier propuesta y hemos hecho varias cosas: presentaciones de libros, discos, etc. Entonces, Juana de Arco comienza con la autogestión en el 98, hasta que en 2000 conozco a Karina, una de las primeras personas que empieza con el proyecto. Junto a ella empezamos a desarrollar el proyecto Nido.
clientes empezaron a pedirnos alfombritas, primero cinco, después diez, hasta que llegó un punto en el que no dábamos abasto. Así fue como empezamos a fabricar alfombritas para Juana de Arco. Mariana Cortés: La técnica la conocimos en Itacaré, Salvador de Bahía. La abuela de un amigo mío estaba haciendo esto y me llamó la atención. Después, cuando volví del viaje, tuve un casamiento en un campo donde nos regalaron bolsas de arpillera. En ese momento, yo llegaba a Buenos Aires y Karina estaba con este problema. Por otro lado, teníamos muchos residuos de textiles en el taller de las colecciones de Juana de Arco. Siempre fuimos de guardar todo, porque luego de hacer una colección, con los recortes sobrantes, seguíamos investigando. De ahí también nace la ropa interior, una de las líneas más conocidas y de mayor desarrollo hoy en nuestra marca. A su vez, de los residuos de la línea de ropa interior, comenzamos a aplicar la técnica de atar los trapos. Nos pusimos a dibujar y a pintar para sacar cada uno de los motivos del proyecto Nido. Una característica de Nido es que cada una de las personas que trabaja con el proyecto se especializa en hacer siempre el mismo objeto. Loli, por ejemplo, hace pelotas; cada una de esas pelotas es diferente. El residuo siempre va mutando porque una de las características de Juana es que trabajamos con muchos materiales, muchos colores y diferentes texturas. Esto da como resultado que cada objeto sea único y puramente artesanal. Mabel, en cambio, se especializa en casitas. Es decir, cada una de las personas que trabajan con nosotros va perfeccionando su propio objeto. Las Ratas aparecieron un poco más tarde. Este era un muñeco que yo tenía de chica y lo desarrollamos para el desfile del BAF Week 05, solo para una pasada, para presentar una miniserie de ropa infantil. Ahora estamos exportando el 70% de nuestra colección a Tokio. Estaba en la Argentina el presidente de la compañía Gb-France, le encantaron las Ratitas y nos hizo un pedido de sesenta. Fue un boom, porque para el desfile habíamos hecho cuatro solamente. Em-
Karina Benítez: El proyecto Nido comienza porque mi marido se había quedado sin trabajo. Él había viajado a Brasil, donde le enseñaron una técnica llamada “atar trapos”, la cual aprovecha retazos de textiles para generar nuevo productos. Todo empezó con un cuadrado al que le entretejimos trapos; muy de a poco fuimos dándole forma y mejoramos la técnica. Los 79
Mariana Cortés y Karina Benítez | Juana de Arco
pezaron a ser un éxito en Tokio, recibíamos correos de la gente que estaba muy contenta con el producto. Así fue como la Rata empezó a ser otro de los objetos del proyecto Nido. Es un muñeco hecho a partir del patch work de los residuos y rellenado también de ellos. Otro de los intercambios interesantes que hicimos fue la experiencia con Easy.
Ellos desarrollaron productos para Nido, inspirándose en los residuos y logrando toda una línea nueva de accesorios. Esto también lo hicimos con el Centro Metropolitano en el Buenos Aires Design. En la Fundación Konex, colocamos un nido propiamente dicho que se instaló en el campo Konex. También participamos en Proa, en otra exposición colectiva, donde hicimos un gran telar para el techo y una trama en la terraza. Este año Nido también llegó a ArteBa: en el barrio joven, un corazón hecho por Juana de Arco fue el centro de la exposición. Todas las personas que se van involucrando con Juana de Arco y van viendo nuestra colección, se interesan en el proyecto social que implica. Cada vez Nido va siendo más imagen de Juana y lo tratamos de incorporar en todas las colecciones que hacemos. Hay muchos proyectos muy variados que van llegando a Juana. Por ejemplo, hemos hecho el merchandising de películas; para Cocacolero, el documental con Evo Morales, hicimos un gorro. Cuando la película se estrenó en Bolivia se lo entregamos a Evo. También hicimos el huesito y bordados del perro Bombón, un proyecto que surge de un intercambio con Tokio.
Karina Benítez: Easy nos pidió siete modelos diferentes de alfombritas. Luego seguimos con treinta hasta llegar a doscientos pedidos. Creo que en ese momento todo Florencio Varela trabajaba para Easy. Mariana Cortés: Lo interesante de Nido es que siempre tratamos de incorporar nuevas cosas. Lo que alguna vez fue la galería de arte en el sótano de Juana hoy es un PH independiente frente a la Plaza Costa Rica, donde gestamos muchas ideas de arte. Allí muchos artistas utilizan el residuo, lo que nosotros llamamos Nido, para realizar diferentes obras. El año pasado en Tokio, con la responsable en Japón de Juana de Arco, hicimos un intercambio entre diseñadores argentinos y japoneses de una escuela de joyería llamada Hiko Mizuno College. El desarrollo en la escuela de joyería duró seis meses y los chicos japoneses crearon una colección que se exhibió en marzo de este año. En abril, junto a Germán Waisman, el arquitecto de la Casa de Arte, convocamos a seis diseñadores de joyería: Tamara Lisenberg, María Boggiano, Gabriela Horvat, Silvina Romero, Dani Vega y Magali Anidjar.
Karina Benítez: En definitiva, tenemos una gran variedad de productos, desde bolsitas y carteras hasta gorros y flores. Mariana Cortés: Para cerrar, Nido es como un hogar, una familia; tiene que ver con la vida doméstica, la mujer y lo femenino. Es una incubadora de ideas que nos conectan y nos unen. Gracias.
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Pedro Reissig Vacavaliente
Vacavaliente crea productos partiendo desde las posibilidades aún inexploradas del cuero como material para el diseño, sin limitarse a los usos y rubros tradicionales, y aprovechándolo como elemento estructural.
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Pedro Reissig | Vacavaliente
La oportunidad de preparar una presentación nos sirvió de excusa para reflexionar sobre un emprendimiento que ha tenido distintas etapas. Es por ello que también es nuestra oportunidad para entender mejor qué estamos haciendo y hacia dónde vamos. Vacavaliente tiene lo que llamamos loving leather, que es el subtítulo. Decidimos poner mucho énfasis en el arranque con las palabras. Hablo en plural porque Matías Fernández Moores, que es el gerente de Diseño y Producción, es una persona fundamental en la empresa. Parece un título hasta un poco rebuscado, pero uno de los primeros desafíos de Vacavaliente ha sido llevar una idea –sobre la que ahora voy a hablar– desde el diseño a la producción. Hemos puesto énfasis en cómo unir el paso del diseño a la producción para que estas ideas sean posibles.
muy difícil pensar al cuero desde otro lugar. En nuestro caso arribamos básicamente, en esta primera generación, a objetos. Algunos pueden caer en el nicho de marroquinerías pero, como podrán ver, nuestros productos están al costado de la marroquinería tradicional. Entonces este es el primer pilar de Vacavaliente. El segundo punto tiene que ver con que, ya que decidimos diseñar con cuero, exploramos las maneras de trabajarlo, y así llegamos a una tecnomorfología. Esta tiene que ver con la relación material-forma, forma-estructura, que encontramos afín a lo que hace el origami con el papel. Es decir, se parte de un único material, se opera sobre él como se hace en el origami, con pliegues y encastres, y se obtienen formas volumétricas autoportantes solo por la geometría. Este pensamiento se gesta en el estudio de diseño que fundé cinco años atrás, llamado Nudo Design. El estudio terminó siendo útil para Vacavaliente en tanto buscó un lenguaje y un método productivo intrínseco a lo que el material permite.
El nombre Vacavaliente remite, con vaca, al cuero y, con valiente, a un espíritu de animarse, de buscar, lo que en el campo del diseño se entiende como innovación. Loving leather tanto en español como en inglés tiene un doble sentido que es “cuero amado” y “amando cuero”. El cuero tiene muchas representaciones en la cultura. Hay una cultura del cuero muy antigua y rica ligada a lo exótico y a lo sensual. Hay entonces un sentimiento en Vacavaliente que arranca a partir de nosotros mismos, que estamos envueltos en piel. Hicimos mucha investigación sobre la idea de la piel como organismo, como mecanismo de adaptación. Hoy día el cuero está muy posicionado como un producto de lujo, de calidad; pero a lo largo de la historia, en culturas campestres tradicionales, el cuero ha sido uno de los materiales más útiles para la fabricación de viviendas, herramientas y vestimenta.
Y cuando digo material no es exactamente cuero, sino lo que se llama técnicamente cuero reconstituido. Si bien estamos muy interesados en otros tipos de cueros, hemos encontrado un material inédito como producto de diseño, aunque hace ochenta años que existe en la industria. Así, llegamos al tercer punto en el que se basa nuestra propuesta. El cuero reconstituido, al que preferimos llamar cuero reciclado, es viruta de cuero mezclada con un ligante que genera una pasta. Esta pasta se lamina y se vende en planchas, muy parecido al aglomerado que resulta de la madera. Es una industria que, si bien es rudimentaria, tiene muchas variantes: distintos espesores, tipos de ligantes y densidades del material. A nivel productivo es muy maquinable y se presta muy bien a la aplicación de terminaciones variadas. Más allá de pintar el material, lo imprimimos, lo metalizamos y lo grabamos. Hemos hecho también algunas terminaciones en las que se embuten otras par-
La propuesta de empresa de Vacavaliente se basa en cuatro puntos. El primero es romper con la inercia de un material que se instaló hace por lo menos 150 años como producto para marroquinería, talabartería, calzado, indumentaria y, principalmente, abrigos. Ha sido 82
Pedro Reissig | Vacavaliente
tículas en la superficie. Se convierte así en la piel de la piel. Esta posibilidad no la hemos explorado en cuero natural, pero sí en el reciclado, con el que se abren muchas oportunidades.
un material potencialmente estructural. Esa semillita comienza en 2002. A finales de ese año, formalizamos el emprendimiento como proyecto en el CMD mediante una convocatoria, buscando sumar gente de diferentes disciplinas. La idea era armar un design team totalmente abierto, sin agenda, simplemente planteándose qué se puede hacer con el cuero, sobre todo a nivel estructural. No para seguir forrando agendas y portarretratos –sin desprecio a ello–, sino para trabajar el cuero como material único. Esta premisa ha sido uno de los elementos fundamentales para poder llevar Vacavaliente al mercado, en cuanto a la reducción al mínimo de la cantidad de proveedores, pasos y potenciales problemas siempre presentes cuando uno lleva un diseño a producción y luego al mercado.
El último punto que nos da sello propio es realmente qué hacemos con los tres puntos anteriores. Es decir, queriendo romper con la inercia de la industria nacional, entendiendo las posibilidades de este material a través de la tecnomorfología y aprovechando las propiedades de este cuero reciclado, se abre un mundo de posibilidades. Nosotros tenemos nuestra particular mirada sobre lo que hacemos con esa posibilidad. Esta se ve representada en el sello distintivo de nuestros objetos en Vacavaliente. Y eso, más allá de la forma que le damos a los diseños, tiene que ver con nuestro interés en lo que le pasa a la gente en su interacción con los objetos. Sea el lazo emocional –como tener productos denominados mascotas, que representan vida animal apropiable– o sea la idea de jugar, pero no jugar con juguetes sino con el espacio, con uno mismo. Productos preartísticos –un producto que se transforma– y una idea de jerarquizar y celebrar objetos culturalmente valiosos como el lápiz, el ahorro y la sobremesa. Es decir, costumbres y prácticas sociales que, a veces, están en peligro de extinción por todos los desafíos de la vida contemporánea. Esta breve y poco estética línea cronológica fue una forma de ver cuáles eran nuestros objetivos originales y qué rumbo tomaron finalmente.
Partimos de la base de que si nos limitábamos a un solo material y encontrábamos la manera más sencilla y lógica de elaborarlo, de convertir esa materia prima en producto, podríamos reducir los potenciales obstáculos, sobre todo si uno no tiene bagaje empresarial o industrial. Ese fue el puntapié inicial que marcó el camino, mantener el foco en qué se puede hacer con el cuero, precurtiembre, en curtiembre y postcurtiembre, sin afectar la cadena de valor. Tardamos dos años en dar la cara, es decir, en salir a la sociedad a través de una muestra organizada por el Malba. Ahí mostramos la primera generación de productos, más bien de porte geométrico-abstractos. Desde esa presentación, que nos dio un feedback suficientemente positivo como para animarnos a ser empresa, tardamos un año y medio en depurar la gran cantidad de ideas que teníamos. En ese momento hablábamos de líneas tecnológicas, desde el cuero reconstituido, laminado o tajeado. Tomábamos analogías de otras industrias, como la metalúrgica o la maderera. Todavía en el campo experimental, y con un poco de ayuda del INTI y el SITEC, buscábamos cuál era la oportunidad para innovar con cuero aplicado a productos. Tuvimos
Vacavaliente empieza a mediados de 2002 en base a un emprendimiento que hizo Nudo sobre el sillón BKF, buscando maneras de tratar el cuero BKF de una manera distinta a la que se viene usando hace sesenta años. Simplemente cuero de talabartería de un espesor homogéneo, colgando de un armazón. Ese interés en ver cómo manipular y explotar el cuero de una manera más inteligente, más sensible, más expresiva, más lógica, es lo que lleva a pensar el cuero como 83
Pedro Reissig | Vacavaliente
suficiente claridad como para lanzar una primera línea con toda la experiencia adquirida y no morir en el intento. Es decir, teníamos decididas las estrategias para salir al mercado. A finales del 2005, lanzamos la primera línea de productos y seis meses después consideramos prudente salir como empresa. Pusimos un poco de capital y formalizamos el emprendimiento. Poco tiempo después, gracias al Malba nos invitaron a exponer en el MOMA, donde obtuvimos muy buena respuesta. Hoy estamos en veinte países, aunque en algunos de forma muy humilde, con solamente un canal o un cliente. Nosotros vendemos a canales o a distribuidores. En los Estados Unidos, por ejemplo, tenemos un distribuidor que nos lleva a cuarenta, cuarenta y cinco bocas.
Como decía entonces, tenemos tres líneas de productos. Mascotas es la que más tiempo de maduración tuvo. Viene con una presentación que dice: “Felicitaciones, tenés un nuevo amigo”. Existen once modelos distintos con diferentes colores y texturas. La mayoría de las mascotas son abiertas a descubrir, si bien sugerimos formas de usarlas. Esta línea tuvo mucho éxito en el MOMA. Empezamos con un pedido chiquito que fue creciendo con el tiempo, hasta que con su último encargo tuvimos que duplicar el tamaño de la empresa y mudarnos. Esto no es necesariamente bueno, lo cierto es que nos desestabilizó y generó un bache financiero muy grande. Se deben asumir ciertos riesgos que, si no se sostiene la demanda, se pueden volver problemáticos. Voy a comentar dos o tres de las Mascotas, ya que no se entienden muy fácilmente. Les voy a hablar de la cigüeña: esta Mascota si bien fue el fracaso comercial más grande, es para nosotros fuente de mucha alegría porque la hicimos con mucho sentimiento y contra indicaciones de mercado muy claras de que no iba a funcionar. Es un trofeo para nuevas madres: una cigüeña que se le regala a la mamá cuando tiene su bebé para guardar fotos y recuerdos de su hijito. El Conejo, quizá el lado opuesto a la maternidad, fue concebido como un portaprofiláctico. Ahí somos más cuidadosos en el lenguaje. Honestamente fue creado para darle un lugar digno y divertido a la salud sexual. Las orejas se inclinan, reflejando el humor del conejo. Se hamaca y tiene una posición muy provocativa si se lo descubre. Como dije al comienzo, más que juguetes, son situaciones que se van generando.
Hoy día la empresa tiene tres líneas de productos: Mascotas, Jugar y Habitar. La más conocida, Mascotas, se hizo en conjunto con dos diseñadores, Leandro Laurencena y Maxi Cifuni, que ahora tienen su propia empresa, Diseñaveral. Gracias a ellos pudimos concretar esta primera línea. La segunda está en cuatro o cinco puntos de venta en etapa experimental, a punto de lanzarse oficialmente en Nueva York, en agosto. La tercera línea terminó siendo una especie de popurrí, porque el único problema que tenemos en Vacavaliente es la gran cantidad de ideas y prototipos. El mercado, en cambio, nos pide simpleza, claridad en cosas muy concretas, así es como los canales quieren líneas de productos. Si les damos un producto para escritorio y un mueble, los matamos. No son compatibles el precio, los canales de distribución y el tipo de almacenamiento. Así es que tuvimos que adaptarnos mucho a las reglas del mercado y reformatear nuestras ideas en función de lo que el mercado pueda entender como líneas de productos. En ese sentido Habitar quedó como un paraguas con muchas cosas diversas que pierde mucha fuerza como propuesta conceptual, aunque nos ha permitido comercializar una mayor variedad de productos.
En la línea Jugar, trabajamos mucho con el elemento muñeco. Uno de los productos universales se llama la Pareja, con el que se generan distintas situaciones. Es también un homenaje al muñeco de papel. Otro objeto que creamos es un muñeco articulado de una sola pieza, las bisagras en la articulación son del mismo cuero. La Pelota de Pasto, inspirada en la pelota de trapo, nace con una geometría conocida no muy difundida, 84
Pedro Reissig | Vacavaliente
que se hace reversible y deja ver el cielo del otro lado. Plantea un doble sentido, por un lado el pasto como alimento para los animales que permite la generación del cuero, y por otro lado el pasto como el lugar donde se origina el juego en la niñez. The Team es otro de nuestros productos, en el que vienen doce hombrecillos, cada uno con una pose distinta, que se pueden poner de a dos, de a cinco o bien armar una esfera. Esto refleja un poco la nación de mundo según Vacavaliente: gente agarrándose de las manos, de la cabeza, de los pies, como sea, pero conectándose al fin. El Mono es un producto que convertimos en llavero, como regalo corporativo. Lo más interesante para nosotros es el pecho, donde se graban distin-
tos íconos representativos de valores o intereses en la vida. También tenemos señaladores de libros que juegan e invitan a la lectura. En Habitar, empezamos con algunos experimentos literalmente en origami con cuero. Estas son piezas únicas dobladas y la forma tiene funcionalidad y resistencia. Es un cuero muy finito, de 0,6 mm, doblado de tal manera que resiste un peso de dos kilos de presión. También hicimos un híbrido de individual de mesa y mantel para España. Finalizando, con nuestra idea es homenajear a la vaca como símbolo de una vida sin miedo y sin prisa. Muchas gracias.
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Gustavo Viau Planas Viau
Planas Viau es una empresa que combina las tradiciones milenarias en la producción de objetos de vidrio hechos a mano con la tecnología más actual.
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Gustavo Viau | Planas Viau
Estoy muy feliz de estar aquí. Nuestra empresa, Planas Viau, parte de la recuperación de una fábrica tradicional de vidrio soplado de la región de Bohemia, que había cerrado sus puertas en la crisis de los años 80, y quedó varios años inactiva. Conocí a la empresa en el año 1986, cuando tuve que hacer un soplado de vidrio para una película, porque mi antigua profesión era ser cineasta. Buscando dónde podía soplar vidrio en Latinoamérica, termino cayendo en esta gran fábrica, que al conocerla me dejó totalmente impactado, realmente casi me caigo redondo. Estaban exportando a cuarenta países del mundo y en ese momento tenían los mejores sopladores de vidrio de Europa. Al poco tiempo, me enteré de que la fábrica estaba en venta. Inmediatamente me conecté con mi hermano, que estaba muy cansado de ser un ejecutivo, y le digo ¿por qué no hacemos una locura y nos compramos una fábrica de vidrio? Se asombró muchísimo, pero lo cierto era que los dos estábamos muy aburridos y tener un proyecto nos llenaba de entusiasmo. También convencimos a un economista amigo que entró en el proyecto y entonces pudimos comprar la fábrica entre los tres. Así empezó esta historia. La gente que trabajaba fue nuevamente contactada una por una a través del capataz de la empresa, Rosendo Tellechea, un maestro soplador. Estuvimos prácticamente un mes buscando gente que ya se estaba dedicando a otros rubros, como la panadería o la verdulería. Nos dimos cuenta de que la idea era muy fuerte por la enorme emoción que sentía la gente al recuperar su antiguo oficio; no dudaban ni un segundo en decir “largo todo y empiezo mañana”.
los oficios. Por suerte, nosotros dimos con gente muy buena y de a poco se fue armando el proyecto, que duró un año y ocho meses de experimentación. No quisimos acceder a las fórmulas viejas sino a las nuevas. Ya que empezábamos de cero, decidimos experimentar todo y no copiar nada para así poder aprender. Habíamos calculado un bache financiero de un año, del que nos terminamos extendiendo. Esto nos dejo muy malheridos financieramente, situación que hoy en día continúa, pero de la cual estamos empezando a salir. ¿Cómo estamos empezando a salir? A partir del diseño, al que consideramos el único valor agregado que puede tener un producto; y aprovechando el talento que tenemos acá empezamos a tener resultados. Después de seis años, estamos empezando a exportar a Europa, a Estados Unidos y a varios países de Latinoamérica. Por supuesto, en pequeñas cantidades. Creo que si hay algo en común entre otros sectores dedicados al diseño es que tenemos un nicho muy específico sobre el cual no hay estadísticas de marketing realizadas. Cuando salís con tu producto, te das cuenta de que no hay con qué compararlo. En la Argentina, se hacen cuatro millones de copas por año de determinado vidrio. Pero los productos que empezamos a hacer a partir del diseño no tenían comparación. Esto generó también una crisis entre los socios: el economista decía que había que hacer mucha producción de copas y nosotros pensábamos que la fábrica no era para producir copas a granel. Finalmente, impusimos nuestra idea y si hoy estamos saliendo adelante es porque tomamos al diseño como emblema. Una de las cosas que yo quería modificar era que no había diálogo entre los trabajadores de la fábrica. Las escuelas de Bohemia y las de Alemania son escuelas muy cerradas.
Así arrancamos con la fábrica destruida, rearmando ladrillo por ladrillo. Recuperamos la técnica alemana que nos permitió hacer nuestros propios crisoles. Esto no tiene nada que ver con la fundición ni las técnicas del vidrio industriales; es totalmente artesanal y el “boca en boca” tiene gran importancia, se depende de una persona que quiera contar o no las viejas técnicas de
La planta está ubicada en Lomas de Zamora y tiene dos mil metros cuadrados. Tiene una arquitectura del siglo XVIII y esa atmósfera de trabajo muy artesanal. Nosotros respetamos todo el tema artesanal, pero di87
Gustavo Viau | Planas Viau
gitalizamos los hornos. La variación de 10 grados a 5 grados ocasiona un resultado final del producto totalmente distinto. Tal vez, buscando un color rubí se te va a un tomate y por eso perdiste toda la producción de un día. Hay variables de humedad, frío y tiraje que hay que saber controlar. Son todas cosas muy detallistas que hacen al producto final. Una de las cosas que recuperamos fue el molde de quebracho blanco sin hierro. Con este material, damos la oportunidad a los diseñadores de no tener que usar un material tan caro, como el cromo níquel para las matrices. Podemos hacerles un molde muy barato en la fábrica, utilizando madera del Norte, y sacar quinientas o mil piezas. Luego, si eso funciona, el diseñador puede pensar en hacer un molde de cromo níquel de quince mil dólares. Esto es válido para formas fijas. Para mí innovar en esto era volver a las fuentes, a los franceses del siglo XVIII. Si yo podía dominar esa técnica, iba poder llevar el diseño contemporáneo a donde yo quisiera. Mi idea básicamente era trabajar el sistema al ácido con capas de vidrio. Me refiero al vidrio compatible, porque el vidrio tiene tensión y para que se puedan mezclar los colores con tu cristal necesitás siempre la misma tensión sobre el vidrio. De otra manera, se quiebra y se rompe. Eso es una fortaleza de nuestra marca, porque tenemos veintiséis colores compatibles.
cen con moldes de madera e hilos de soplado al vidrio. También hacemos perfumeros franceses antiguos que estamos tratando de comercializar en Europa. Los jarrones netos que hacemos son singulares por su color. En base a un error con el encamisado en una pieza tallada al ácido tuvimos un éxito enorme en Italia, mientras que no pasaba lo mismo en Brasil. Los italianos manejan mucho el tema del encamisado en vidrio pero como están muy cómodos, no innovan. Hace trescientos años que están haciendo el payasito de vidrio. Cuando uno cae con una pieza como esa los sorprendés. Otra modificación que hicimos fue llevar el tallado a un diseño contemporáneo, recuperando los viejos talladores. Había una escuela de talladores en la Argentina, visitada por europeos también, que se estaba perdiendo. Ahora se recuperaron mucho con la aparición del mueble espejado, el espejo veneciano, que está de moda nuevamente a nivel mundial. En los colectivos de los años 70, todos los espejos eran venecianos. Los talladores de la Argentina están un poco viejitos, pero habría que recuperarlos y reunirlos en una escuela. Es importante recuperar las viejas escuelas porque un buen moldero, viejo y con conocimientos, no tiene ganas de enfrentar un producto innovador. Sino sólo queda usar un torno inteligente, pero no da el mismo resultado. Por lo tanto, hoy la lucha para mí para por construir un nexo entre lo viejo y lo nuevo. Es decir ¿cómo puedo llegar al molde necesario para que esta pieza sea diferente? A veces lo logramos, otras no.
Además, hemos hecho un encamisado de cuatro colores y las piezas fueron vendidas a Harrods de Londres. Cuando las compraron fue un orgullo muy grande, porque estuvimos como un año experimentando y realmente nos felicitaron por los resultados finales. Cuando vimos los precios que ellos colocaron a las piezas, entendimos su inmenso valor. Yo contraté a dos artistas rusos de la escuela de Kiev, con los que empezamos a hacer naturaleza muerta, a copiar animales, yendo al fondo de la cuestión, tal como era en el siglo XVIII. Con ellos logramos piezas fantásticas que han tenido mucho éxito. Se está trabajando con técnicas mixtas, incluyendo decantadores, que se ha-
Otro producto que pensamos específicamente para pegar más en los Estados Unidos (y así ocurrió), fue una pieza que diseñamos con un aire de los años 50, medio kitsch, pero con un vidrio excelente. Un producto que es un comodín dentro de la fábrica es el pisapapeles, muy común como regalo empresarial. Por otro lado, cuando sobra vidrio en los crisoles, hacemos placas. Como el vidrio es compatible, con esas placas el vidrio se vuelve a refundir en un horno eléctrico. Esto se hace 88
Gustavo Viau | Planas Viau
con moldes de acero repujado y es interesante porque se puede moldear la propia figura y los propios colores. Tener estas placas constituye una fortaleza de la fábrica, ya que todos los artesanos compran el 90% de las placas que provienen de los Estados Unidos. Un paso posterior que planificamos es comercializar placas masivamente. Fabricamos cuencos y platos que tienen mucha salida; hoy prácticamente todos los hoteles están sirviendo en nuestros platos de vidrio. Por otro lado, estamos diseñando una línea de iluminación. Una de ellas, llamada Tótem, va iluminada con 12 volts y es realmente muy bella. Creo que hay un gran vacío en el diseño de iluminación a partir de un buen cristal. Aquí pueden ver algunos productos que hicimos con diseñadores; siempre se acercan a la fábrica y en lo posible tratamos de ayudarlos. Hacemos un vaso con swing para un barco, nunca vuelca, que tiene un gran éxito. Con Ricardo Blanco, hicimos la tabla de asado “cheta” que tiene un gran cristal rubí abajo de la tabla. También hicimos cosas con Churba en los años 60. Hicimos una araña de 6,20 metros, helicoidal, que va de los colores fríos a los cálidos. Es interesante por su valor agregado, el diseño. Eso la convierte en una pieza de muy alto valor y deja mucha ganancia.
y biselados manualmente. Hay una gran diferencia y valor agregado entre un bisel hecho a máquina, como los que vienen de Europa, y un bisel hecho a mano. Hicimos iluminación para la heladería Freddo, con platos de 12 volts, mezclando vidrio industrial con vidrio chorreado y trabajando con un cristal muy blanco. Hicimos un loft con Jonathan Adams, el gran arquitecto inglés de la ópera de Cardiff. También un vitreaux simulando una obra de Klimt, donde los colores muestran su bondad, especialmente estando iluminados. Los separadores de vidrio industrial suelen ser muy feos, por eso, pensamos en hacer vidrios que semejaran pedazos de hielo, logrando un efecto muy interesante. En Punta del Este estamos con algunos vidrios antique: vidrios antiguos luego soplados manualmente o un vitreaux pintado en saya. También estamos desarrollando algunos proyectos exclusivos con Benedit, Clorindo Testa y Mónica Van Asperen. Un mate de vidrio que tuvo mucho éxito en Japón, hecho por Ricardo Blanco, son cosas que sorprenden, especialmente cuando te piden dos mil piezas. Con Rogelio Polesello empezamos a trabajar en una línea de iluminación para sus cuadros, con la que acabamos de hacer una venta muy importante a Sudáfrica. Luis Wells también trabajó sobre nuestras placas y con nuestro vidrio. Creemos que son las técnicas que aprendimos del siglo XVIII, trasladadas al diseño contemporáneo, lo que genera el éxito. Gracias.
También pueden ver en la entrada al Hotel Faena un vidrio plaqué rubí antiguo y espejos venecianos, tallados
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contactos Carmelo Di Bartolo
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Rua Capitao Macedo 371 04021-020 San Pablo, Brasil T. [55 11] 9919 6600 jum@jumnakao.com.br www.jumnakao.com.br
Frano Violich
KVA MATx 10 Farnham Street MA 02119 Boston, EEUU T. 617 442 0800 F. 617 442 0808 fviolich@kvarch.net www.kvarch.net
Marco Capellini
Capellini design & consulting / MATREC Via Gaeta 16 00185 Roma, Italia T. +39 06 4440286 info@matrec.it www.capcon.it / www.matrec.it
Diana Cabeza
Estudio Cabeza Ciudad de Buenos Aires, Argentina T. [54 11] 4772 6183 F. [54 11] 4777 0811 dcabeza@estudiocabeza.com www.estudiocabeza.com
George Beylerian
Material ConneXion 60 Madison Avenue, 2nd floor 10010 New York, EEUU T. 212 842 2050 F. 212 842 1090 info@materialconnexion.com www.materialconnexion.com
Federico Churba y Patricio Lix Klett
Estudio Churba | Lix Klett Costa Rica 4684 - taller 9 (CP1414) Ciudad de Buenos Aires, Argentina churba@lixklett.com www.lixklett.com.ar
Lucas Desimone y Rodrigo Chapero
Baumm Lavoisier 3514 (1431) Ciudad de Buenos Aires, Argentina lukas@baumm.com / chaper@baumm.com www.baumm.com
Manuel Rapoport
Designo Inacayal 195 8400 Bariloche, Río Negro, Argentina T. 02944 520973 estudio@designopatagonia.com.ar www.designopatagonia.com.ar
Santiago Schapira
Yerra Azcuénaga 24, 3ro 5 (C1029AAC) Ciudad de Buenos Aires, Argentina T. [54 11] 5217 0520 F. [54 11] 5217 0520 santiago@yerra.net www.yerra.net
Patricio Machado
El Catango Avenida Koessler 2083 (8370) San Martín de los Andes, Neuquén, Argentina T. 02972 429816 F. 02972 429816 patricio@elcatango.com.ar www.elcatango.com.ar
Mariana Cortés
Juana de Arco Costa Rica 4574 Ciudad de Buenos Aires, Argentina T. [54 11] 4864 1510 F. [54 11] 4864 1510 info@juanadearco.net www.juanadearco.net
Pedro Reissig
Vacavaliente Ramirez de Velazco 1531 (C1414ARD) Ciudad de Buenos Aires, Argentina T. [54 11] 4857 1502 hola@vacavaliente.com www.vacavaliente.com
Gustavo Viau
Planas Viau Hudson 2750 Ramirez de Velazco 1531 (C1414ARD) Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina T. [54 11] 4283 0114 F. [54 11] 4282 8967 planasviau@planasviau.com www.planasviau.com
DIRECCIÓN DE INDUSTRIAS CREATIVAS Y COMERCIO EXTERIOR
DIRECTOR GENERAL Enrique Avogadro COORDINADORA GENERAL Marisa Bircher INSTITUTO METROPOLITANO DE DISEÑO E INNOVACIÓN (IMDI) COORDINADOR Marco Sanguinetti EQUIPO Verónica Bluguermann Camila Offenhenden Contenidos correspondientes a la Conferencia CMD ’07 “Encuentro Internacional: Materiales y Diseño”, desarrollada en el mes de julio de 2007. Editados en el Instituto Metropolitano de Diseño e Innovación (imDi) por: Paulina Becerra Marco Sanguinetti Silvia Fábregas Verónica Bluguermann Camila Offenhenden Diseño gráfico Omar Grandoso Corrección Paula Álvarez Arbelais © 2009 Dirección de Industrias Creativas y Comercio Exterior Queda prohibida su venta; ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida mediante sistema electrónico o mecánico sin consentimiento Instituto Metropolitano de Diseño e Innovación (imDi).
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