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MÚSICA
Sustentada en el capítulo dos del libro de Lucas, la canción del siervo Jame Montgomery, publicada en 1816, apela a la sinceridad, la fe, la sencillez y la belleza para retratar el nacimiento de Cristo.
ÁNGELES ALZAD EL CANTO
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Publicado el 24 de diciembre de 1816 en el diario inglés “Sheffield Iris”, el himno “Ángeles alzad el canto” es una alabanza de aclamación del Evangelio que ha tocado los corazones de millones de personas. Escrito por el poeta cristiano James Montgomery, celebra el nacimiento del hijo de Dios y aborda la encarnación de Cristo con sutileza y gracia.
Inspirada en el capítulo dos del libro de Lucas, la composición de Montgomery apela a la sinceridad, la fe, la sencillez y la belleza para retratar la llegada al mundo del Salvador. También tiene un sentido de urgencia y emoción, magnificado por el uso de verbos imperativos en todo momento. Está estructurada en una cuidadosa progresión de acontecimientos.
Popular en muchas denominaciones de Europa, Norteamérica y Sudamérica, esta poesía, que apareció en una época de convulsión política entre irlandeses y británicos, se empezó a cantar en 1825 en las iglesias evangélicas del Reino Unido luego de ser reeditada por su autor. Plasmada como un cántico de unión, fue embellecida en 1867 con una melodía del compositor Henry Smart.
En los versos del hermano James se hace referencia a 1 Reyes 8:27, Job 19:25, Job 38:4-11, Salmo 22:27-28, Salmo 86:9, Salmo 145:10-12, Isaías 7:14, Isaías 60:1-6, Daniel 7:9-14, Joel 3:2, Hageo 2:4, Hageo 2:7, Malaquías 3:1-4, Mateo 1:1-3, Mateo 1:23, Mateo 2, Mateo 25:3132, Lucas 2, Juan 1:1-14, Romanos 8:34, Romanos 14:11, 1 Corintios 15, Filipenses 2:5-11, 1 Tesalonicenses 4:16, Hebreos 1:1-12, Apocalipsis 1:7, Apocalipsis 3:21, Apocalipsis 6:9-10, Apocalipsis 7: 9-12 y Apocalipsis 15: 4.
FIEL AL REDENTOR Nacido el 4 de noviembre de 1771, en la ciudad escocesa de Irvine, el siervo Montgomery fue hijo de unos misioneros del Señor quienes predicaron la Palabra en las Indias Occidentales. Fiel al Redentor desde su niñez, heredó la pasión de sus padres por compartir las buenas nuevas a toda criatura. En el primer tramo de su existencia, estudió en la escuela cristiana Fulneck.
En 1792, tras realizar diversas labores para subsistir, se unió al periódico “Sheffield Register”
ÁNGELES ALZAD EL CANTO
1 Ángeles alzad el canto de la nueva celestial; y llevadla al mundo entero para dar consuelo y paz. Adoremos, adoremos ha nacido nuestro Rey.
2 Oh, pastores que oísteis el gran coro celestial; el mensaje tan sublime por doquiera anunciad. Adoremos, adoremos ha nacido nuestro Rey.
3 Sabios contemplad con gozo de la estrella el fulgor; ese astro portentoso que los guía al Salvador. Adoremos, adoremos ha nacido nuestro Rey.
4 Fieles, todos adoradle con humilde gratitud; Todo honor y homenaje tributad al Rey Jesús. Adoremos, adoremos ha nacido nuestro Rey.
como asistente del creyente Joseph Gales, dueño de dicho medio de comunicación, quien a través de su publicación apoyaba la tolerancia religiosa y la abolición de la esclavitud. Allí, impulsado y cobijado por su jefe, empezó una carrera poética que lo llevó a proclamar el poder de la sana doctrina.
Autor de más de cuatrocientos poemas, tuvo una vida intensa en la que empleó su trabajo igual que un púlpito para defender la causa de Cristo. En 1794, tomó las riendas del diario en el que laboraba y lo renombró como “Sheffield Iris”. De su mano, se consolidó como un espacio contrario a los problemas civiles de su época. Encarcelado dos veces, apoyó las misiones y respaldó a la Sociedad Bíblica Británica.
Respetado por todos los que lo conocieron, James Montgomery alcanzó una gran popularidad gracias a su ingeniosa poesía que plasmó con fe la piedad evangélica. Fallecido el 30 de abril de 1854, jugó un papel protagónico en el desarrollo espiritual de la ciudad de Sheffield, perteneciente al condado inglés de Yorkshire del Sur, donde fue honrado por sus esfuerzos en pro del cristianismo.