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HISTORIA DE VIDA
Cansado de vivir con el temor latente de que su familia descubriera la verdad, pensó en quitarse la vida. Preparó todo para poner fin a su tormento y cuando sintió que la vida se le iba por una sobredosis de cocaína, pidió a Dios una oportunidad y el Señor Jesucristo respondió.
ELISEO AQUINO FOTOS: ARCHIVO FAMILIAR
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LA DOBLE VIDA DE TOMÁS
Tomás Monserrate quiso ser un rescatista de la guardia costera de Puerto Rico. Se preparó para poder alcanzar su sueño, pero las malas amistades y su inmadurez lo llevaron por el camino de las drogas que destruyeron sus sueños.
Desde pequeño recibió todo el amor y cariño que sus padres le pudieron entregar en el pueblo de Gurabo, Puerto Rico. Su padre era un policía de San Juan de Puerto Rico y su madre era profesora, razón por lo cual nunca pasó ninguna necesidad material.
Desde la adolescencia anhelaba ser rescatista de la guardia costera. Con ese objetivo estudió cursos de salvavidas, buceo y mecánica marina para postular a la policía en la unidad de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA).
Durante sus estudios conoció a ciertas personas que lo llevaron al consumo de alcohol, empezó a fumar cigarros y probar la marihuana. A los 18 años se graduó de mecánico marino y todo estaba listo para que pudiera ingresar al FURA, pero su vida cambió por completo cuando fue detenido en un operativo contra las drogas que la Policía realizaba en la zona de residenciales.
Había llegado a ese lugar con unos amigos para comprar marihuana, sin percatarse que unos agentes encubiertos presenciaron toda la transacción; a unas cuadras los apresaron y los llevaron a la cárcel. Sumido en la desesperación llamó a su madre porque su papá le había advertido que, si algún día lo atrapaban cometiendo algún delito, él no lo iba apoyar.
Le dieron libertad condicional a cambio del pago de una fianza, pero se dio cuenta que con la sentencia emitida por el juzgado le impedía ingresar a la FURA para siempre. Sus sueños se desvanecieron, la situación lo sumió en la tristeza y sentía que había defraudado a sus padres. Su vida se había derrumbado.
A pesar de que prometió cambiar, se refugió en las drogas aún más, pero lo hizo de una manera que nadie en su familia se enteró.
DOBLE VIDA Sin motivación, ni propósito en su vida volvió a juntarse con sus amigos, entró en el mundo de las drogas donde empezó a consumir todo tipo de sustancias ilícitas. Para aparentar cambio, consiguió un trabajo de jardinería con un ingeniero agrónomo que le permitió obtener algún dinero para satisfacer sus vicios.
A pesar de que su dedicación a la jardinería tranquilizó a la familia en casa, su padre había perdido toda la confianza en él. Una vez le dijo que si en sus rondas por las calles lo encontraba cometiendo un delito lo iba capturar y meter a la cárcel.
A los 20 años Tomás conoció a Darlene Mato, en una fiesta que se realizó en el barrio; conversaron, bailaron, se dieron cuenta que eran vecinos y comenzaron una relación. Ella se había criado en un hogar cristiano pero, lamentablemente, sus padres se separaron y se había apartado de los caminos del Señor.
Dos años después, en febrero de 2007, ella salió embarazada, se lo contó a Tomás y decidieron casarse. En ese tiempo, él tenía un trabajo en un hospital, pero le ocultaba a ella su dependencia de las drogas. En realidad, vivía una doble vida.
En el hospital conocía a profesionales que consumían cocaína; entre ellos había enfermeros y médicos que, cuando tenían turnos de amanecida, utilizaban la cocaína para mantenerse despiertos. Esa práctica era muy común entre sus compañeros.
Por una reducción de personal fue despedido de su trabajo en el hospital. Tiempo después lo llamaron para trabajar en un laboratorio, pero, como requisito, debía hacerse una prueba para despistaje de drogas. Dejó de consumir para pasar la prueba y obtuvo el empleo.
TE VOY A SERVIR Después de cuatro años de matrimonio y dos hijos, Tomás se sintió cansado de vivir esta doble vida. Tenía una carga muy pesada, no podía más; en las noches, cuando todos dormían en su casa, él se despertaba para drogarse, miraba como en medio de sus alucinaciones surgían la figuran de sus amigos y hablaba con ellos; cada día le atormentaba la idea de que en cualquier momento lo descubrieran.
No quería volver a defraudar a sus padres. Creía que ni bien su esposa descubriera su vida oculta lo iba abandonar llevándose a sus hijos. Entonces, tomó la decisión de quitarse la vida.
Llamó a su cuñada para dejar a sus hijos, volvió a su casa y preparó todo para suicidarse con una sobredosis de cocaína. Minutos más tarde, en una habitación de su casa, cuando yacía en el suelo, sintió que su mente se aclaró por un instante.
Tomás no había conocido a Dios, pero en ese instante sintió que el Señor lo escuchaba y le dijo: “Si tú me limpias y me sacas de esto, yo te voy a servir”. En ese instante,
desaparecieron todos los síntomas de la sobredosis y comenzó a sentirse bien. Al ver todo lo sucedido quedó muy sorprendido por el milagro de Jesús hizo en su vida.
LA VERDAD Al día siguiente del intento de suicidio, pensó que ya todo estaba bien. Volvió a su vida de drogadicción y engaño, pero unos días más tarde la culpa lo volvió a abrumar en su trabajo; pensó que no solo había defraudado a su familia, sino también a Dios; sintió que no podía más con esa carga y decidió salir de su trabajo.
Llamó a su hermana porque quería decir la verdad; cuando llegó a la casa de sus padres, contó todo lo que había pasado, incluso de que quiso quitarse la vida; su padre lo abrazó y le dijo que había tomado una valiente decisión.
Lo llevaron a un centro de rehabilitación, pero no podía ser ingresado sin el consentimiento de su esposa. ¿Cómo contarle? Tomás pensaba que al decirle la verdad ella lo iba rechazar, pero se equivocó. Cuando se lo contó respondió que lo iba ayudar a salir de la droga.
Empezó el momento de la desintoxicación en la clí-
El padre pensaba que Tomás podría recaer. Siempre le decía a su esposa que le haga la prueba, pero el día que lo presentaron como pastor, acudió a la iglesia y le dijo: “usted recuerda que le dije que si lo capturaban yo no lo iba a ayudar. Ahora, como las cosas son distintas, estoy aquí contigo para apoyarte”.
nica que duró nueve días; fueron momentos bien duros para su vida; empezó a ser medicado lo cual cambió su temperamento. Él era muy alegre, pero ahora estaba retraído.
Para que sus hijos no vieran todo el difícil proceso, se fue a la casa de sus padres y es ahí donde empezó a vivir uno de los momentos más críticos de su vida.
LUZ DE ESPERANZA La suegra y el cuñado empezaron a ir al templo del Movimiento Misionero Mundial en Santa Barbará. Ellos decidieron a llevar a los hijos de Tomás a la Escuela Dominical donde tenían actuaciones al que invitaban a los padres.
Tomás recibió un día la visita de su esposa y, en medio del proceso de descontaminación, le contó que en la iglesia había un ayuno de jóvenes; le preguntó si quería ir, él se acordó de la promesa que le había dicho al Señor y aceptó, aunque su cuerpo estaba sin fuerzas y sentía mucho dolor; su padre lo llevó cargado al vehículo que le llevó rumbo a la iglesia.
Al llegar al templo todos los jóvenes estaban orando. Él no recuerda mucho porque estaba en mal estado; lo pusieron en el suelo y empezaron a orar por Tomás que, en ese momento, se sumió en la inconsciencia. No sabía si estaba vivo o muerto, pero sintió algo especial; descansó por un buen tiempo y cuando se levantó todos lo miraba con preocupación.
Se despertó lleno de alegría, con una paz, una tranquilidad tan grande, y ni siquiera sentía la necesidad de fumar un cigarrillo para calmar su ansiedad. Dios le había liberado del vicio.
Los pastores fueron a su casa para hacer un culto. Al entrar, ellos percibieron una presencia maligna; empezaron a reprender, hubo una batalla espiritual, al terminar el pastor le preguntó si quería aceptar al Señor como su salvador. Tomás accedió con todo su corazón. Era principios de mayo del 2011.
PROMESA CUMPLIDA Tomás se sentía feliz por estar en la iglesia, pero su esposa todavía no se había reconciliado con el Señor. Después de tres meses en un retiro espiritual, ella tuvo una experiencia con Dios. Más adelante tomó las clases para llegar bautizarse y después de dos años, en el año 2013, a la edad de 29 años, fue bautizada.
Juntos empezaron apoyar a la iglesia donde asistían. En el 2014, el pastor de la iglesia de Santa Bárbara, después de orar, escuchó el mensaje de Dios en el que le decía que Tomás podría ser líder de caballeros. Él no quería porque había muchos hermanos más capacitados, pero recordó que cuando estaba agonizando le prometió al Señor que le iba a servir.
En el año 2019 se graduó del Instituto Bíblico Elím. Unos años mas tarde, en enero del 2021, le dijeron que iban a retirar a unos pastores de avanzada edad y que él, junto a su esposa, iban a encargarse de la Obra en el pueblo de Humacao.
El padre pensaba que Tomás podría recaer. Siempre le decía a su esposa que le haga la prueba, pero el día que lo presentaron como pastor, acudió a la iglesia y le dijo: “usted recuerda que le dije que si lo capturaban yo no lo iba a ayudar. Ahora, como las cosas son distintas, estoy aquí contigo para apoyarte”.
Él se puso a llorar y sintió el respaldo de Dios.