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MÚSICA

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HISTORIA DE VIDA

HISTORIA DE VIDA

El poeta cristiano Warren Donald Cornell, un elocuente predicador norteamericano, escribió esta alabanza que reseña el amor celestial, cuyo fundamento reposa sobre una vida en sintonía con el Señor.

EN EL SENO DE

MI ALMA

CENTRADA en la paz ofrecida por Jesucristo, la canción “En el seno de mi alma” contribuye a una cabal comprensión bíblica del amor celestial que se obtiene como resultado de una existencia en sintonía con el Creador. Escrita en 1889, reseña el tesoro que vale más que todas las riquezas de la Tierra. De acuerdo a diversos expertos en la historia de la música cristiana estadounidense, el reverendo Warren Donald Cornell, un elocuente predicador, poeta y evangelista, escribió esta alabanza, en el reverso de una carpeta publicitaria, al final de una fiesta espiritual celebrada en el estado de Wisconsin. Respecto a la melodía que acompaña la composición del siervo Cornell, los entendidos coinciden que fue elaborada por el pastor William Gustin Cooper, un ministro bautista, quien creó un atractivo sonido puramente pentatónico que es un ejemplo de sencillez y destaca por sus agradables armonías tónicas. En relación a su conexión con las Sagradas Escrituras, existe el consenso en el ambiente evangélico norteamericano que la composición del hermano Warren Donald hace referencia a los siguientes pasajes: Juan 14:27, Juan 16:33, Romanos 6:4, Efesios 4:7, Filipenses 4:7, 2 Tesalonicenses 3:16 y Santiago 1:17. Nacido el 15 de julio de 1861 en la ciudad de Evansville, el reverendo Cooper fue un portavoz del Creador quien anunció con gran entusiasmo las buenas nuevas del Altísimo en el territorio de Wisconsin. Hombre de fe sólida, bregó para llevar por el camino de la redención y del bien a las

ovejas descarriadas. Fallecido el 17 de octubre de 1938 en la localidad de Canton, el hermano William Gustin, impulsor de reuniones de fe al aire libre, escribió una serie de cánticos dedicados a proclamar

EN EL SENO DE MI ALMA

1 En el seno de mi alma una dulce quietud se difunde embargando mi ser, una calma infinita que solo podrán los amados de Dios comprender.

2 Qué tesoro yo tengo en la paz que me dio y en el fondo del alma ha de estar, tan segura que nadie quitarlo podrá mientras miro los años pasar.

3 Esta paz inefable consuelo me da descansando tan solo en Jesús, y ningunos peligros mi vida tendrá ¡si me siento inundado en su luz!

4 Sin cesar yo medito en aquella ciudad do al autor de la paz he de ver, y en que el himno más dulce que habré de cantar de su paz nada más ha de ser.

5 Alma triste que en rudo conflicto te ves, sola y débil tu senda al seguir, haz de Cristo el amigo, que fiel siempre es, ¡y su paz tú podrás recibir!

CORO ¡Paz! ¡Paz! Es aquella que el Padre me da, yo le ruego que inunde por siempre mi ser, en sus ondas de amor celestial.

el poder y el amor de Dios y concibió la música para varios poemas inspirados en temas vinculados a las Escrituras. El pastor Warren Donald Cornell, por su parte, llegó al mundo el 25 de abril de 1858, en el municipio de Whiteford, y predicó la sana doctrina desde 1879. En su juventud, fue formado para ser maestro de escuela y ejerció esta profesión en el estado de Texas. Posteriormente, sirvió en diversas congregaciones cristianas. Bajo el amparo y protección de Dios, mientras sembraba la semilla del Evangelio, desarrolló una perdurable labor poética que tuvo su máxima expresión en su obra “En el seno de mi alma”. Creyente misericordioso y defensor de la Biblia, dejó de existir el 9 de abril de 1936 en el condado de Fond du Lac.

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