rednacional deescritores deVenezuela
MÉRIDA serie Palabra Inicial
Colección Gelindo Casasola
MIRLA ORIANA ROSALES
A TRAVÉS DEL TELÉFONO
SISTEMA NACIONAL de IMPRENTAS REGIONALES
MIRLA ORIANA ROSALES
La portada de esta paquette, es realizada con un formato de 14cm x 28cm, a la cual, se le aplican dos dobleces. A continuaci贸n, se muestra a la izquierda la doblada y en las im谩genes de abajo, el tiro y retiro de la misma.
Ukumarito (voz quechua), representación indígena del oso frontino, tomada de un petroglifo hallado en la Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de Mora. Mérida – Venezuela.
El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial el perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos. A través de un Consejo Editorial Popular, se realiza la selección de los títulos a publicar dentro de un plan de abierta participación.
La Colección Gelindo Casasola, en su serie Palabra Inicial, proporciona a voces de la escritura más reciente la oportunidad de publicar sus primeros textos, en un formato de edición limitada como lo es la plaquette. Un galicismo heredado de escritores franceses de finales del siglo XIX y comienzos del XX, que en forma de folleto dieron a conocer su obra. Estas ediciones no son más que la continuidad del trabajo que dejaron, entre otros, El techo de la ballena, Talud, La draga y el dragón, La espada rota, Laurel, que de alguna manera inauguraron, en el ámbito editorial, estas novedosas publicaciones en el país. Aquí la palabra renovadora tendrá un espacio: una impronta en la literatura venezolana. Este formato incorpora la obra de artistas plásticos locales que complementan una publicación integral en un maridaje entre la palabra y la imagen.
MIRLA ORIANA ROSALES
A TRAVÉS DEL TELÉFONO
Fundación Editorial el perro y la rana Red Nacional de Escritores de Venezuela Imprenta de Mérida. 2011 Colección Gelindo Casasola / Palabra Inicial
Otra vez el teléfono repicó, era de nuevo esa voz, esa voz inconfundible, era la llamada doscientos noventa y cuatro. Ya se sabía cada tono, cada matiz de esa voz, hacía cincuenta y nueve días que la llamaba, solo un nombre, que faltaba por ver si era cierto. ¿Quién era ese hombre que la estaba mortificando con sus llamadas de contenido amoroso? Le susurraba palabras en distintos tonos, cada día recibía alrededor de cinco llamadas y siempre era igual. Pensó algunas veces cambiar su número telefónico, pero muy a pesar de que se molestaba y a veces le causaba temor, había curiosidad en ella.
¿Quién era? ¿por qué lo hacía? Algunas veces, al caminar las calles, buscaba entre la gente al dueño de esa voz. Era posible que estuviera allí muy cerca, había momentos en los cuales se sentía observada por unos ojos imperceptibles y miraba a los lados temerosa creyendo encontrarlos, pero no, nunca los halló, ¿quería encontrarlos? No había forma de saber quién era el autor de su intranquilidad. Pasaba horas pensando como hacerlo, pero no había la mínima posibilidad de saberlo. Eran las 2:15am, repicó el teléfono. Por un descuido se le había olvidado bajarle el timbre y se sobresaltó. Casi dormida respondió. El extraño parecía | Entre el sueño y la realidad
tener la seguridad de que sería ella quien tomaría el teléfono para contestar a su inoportuna llamada. Se oyó del otro lado de la línea una sonora carcajada y luego aquella voz diciendo -la asusté mi jardinerita-. Era así como le decía desde la llamada ciento veintiséis -sí, soy yo, ¿es que usted no se cansa de estarme molestando y perturbando?- El no respondió, como si no hubiera oído. Empezó con sus emotivas palabras, pero esta vez ella no las oía. De pronto se le ocurrió una macabra idea, sabía que daría resultado, tenía que ser así porque ya estaba cansada. Soltó un grito y dijo ¡te tengo! ¡te atrapé! ahora sí voy a saber quién eres, fantas
ma perturbador de sueños, demonio de la medianoche, y comenzó lentamente a halar el cable del teléfono, sin soltar el auricular. Poco a poco el cable se fue desprendiendo de donde estaba asegurado en la pared y fue amontonándose en un rollo en el piso al lado de su cama. No se sabía de dónde salían tantos metros de cable. Ella continuaba halando, no se oía todavía nada, pero de pronto se escuchó un grito de asombro y sorpresa. Ella se reía a carcajadas, lo había conseguido. Del otro lado de la línea alguien dijo -¡no, no puede ser, nooo! Ella continuaba halando el cable, cada vez se hacía más difícil, ya no cedía fácilmente como los primeros me10 | Entre el sueño y la realidad
tros. Tuvo que esforzarse un poco más, sintió un ruido extraño en la pared, junto al techo, por donde entraba el cable del teléfono a la habitación, la pared se estaba agrietando. Haló con más fuerza, cayó un pedazo de bloque soltando polvo que la hizo limpiarse la nariz y estornudar. Luego otro pedazo -mientras ella sonreía con marcada satisfacción-; finalmente otro pedazo bastante grande y se asomó él. Así que éste era el que llamaba, lo tenía atrapado, no podría escaparse, al fin podía verlo frente a frente. Él luchaba fuertemente por soltarse de la maraña de cables que enrollaban su cuerpo, tenía cable enrollado en su cabeza, su cuello, 11
sus axilas, su cintura, por entre las piernas, parecía que tenían vida, no lo dejaban, cada vez se sentía más aprisionado. Cuando cayó como un fardo en el piso al lado de la cama, junto con miles y miles de metros de cable, trémulo sin poder pronunciar alguna palabra y con los ojos que se le salían de sus órbitas por el susto, sólo logró decir te amo mi jardinera…
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Imagen en portada
© Hermes Leonardo Pérez Zapata hermeszapat@gmail.com Técnica: Grabado 14 x 20 cm
Se terminó de imprimir en enero de 2011 en el Sistema Nacional de Imprentas Mérida - Venezuela. La edición consta de 500 ejemplares impresos en papel Ensocremi 55 gms.
La magia imaginativa de Mirla Oriana, logra establecer contactos estrechos con aquellas poligonales literarias del Boom latinoamericano, que después de mediados de Siglo XX, marcaron una época de transición y renovación para nuestras letras. A través del teléfono, de contenido idílico; presenta a un personaje espectro –al principio– que luego resulta ser, un enamorado inquisidor. Llamadas telefónicas obsesivas, hostigantes; concebidas dentro de un hilo narrativo de suspenso con el uso meticuloso de cifras en gradación absoluta. La hiperbolización del cuento llega al clímax, cuando ella, comienza a halar el cable del teléfono hasta que rompe la pared y descubre al usurpador de sus sueños. Juan Ramón Suárez Zambrano
ISBN 978-980-14-1528-2
9 789801 415282