SISTEMA NACIONAL de IMPRENTAS
MÉRIDA
Carmen Elena Angulo
rednacional deescritores deVenezuela
Colección Ramón Palomares
Ukumarito (voz quechua), representación indígena del oso frontino, tomada de un petroglifo hallado en la Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de Mora. Mérida – Venezuela.
El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial el perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos. A través de un Consejo Editorial Popular, se realiza la selección de los títulos a publicar dentro de un plan de abierta participación.
Como homenaje a uno de los maestros de la Poesía en Hispanoamérica, la Colección Ramón Palomares, en aras de fomentar este género, da espacio a la creación de autores inéditos y ya publicados, quienes en su afán por encontrar propia voz han decidido confrontar la palabra con la crítica, poetas y un público anónimo que finalmente es lector sin cortapisas de su obra. Mediante estas publicaciones intentamos dar justa difusión a una poesía merideña poco domeñada, inaprensible al lenguaje impuesto por directrices del esquema, dispuesta a preservar los sonidos de un español venezolano cada día más persistente en el tiempo invariable de la palabra.
Carmen Elena Angulo Peña
ENTRE ÁNGELES Y MARIPOSAS
Fundación Editorial el perro y la rana Red Nacional de Escritores de Venezuela Imprenta de Mérida. 2012 Colección Ramón Palomares
© Carmen Elena Angulo Peña © Fundación Editorial el perro y la rana, 2012 Ministerio del Poder Popular para la Cultura Centro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio, Caracas – Venezuela 1010 Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986 RIF: G-20007541-4 sistemanacionaldeimprentas@gmail.com editorial@elperroylarana.gob.ve http://www.elperroylarana.gob.ve Ediciones Sistema Nacional de Imprentas, Mérida Calle 21, entre Av 2 y 3. Centro Cultural Tulio Febres Cordero, nivel sótano Mérida – Venezuela sistemadeimprentasmerida@gmail.com Red Nacional de Escritores de Venezuela Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida – FUNDECEM Consejo Editorial Popular Hermes Vargas José Antequera José Gregorio González Karelyn Buenaño Leiber López Stephen Marsh Planchart Diseño y diagramación YesYKa Quintero Montaje artesanal YesYKa Quintero Ilustración © Francisco Rondón Depósito Legal: LF40220128004348 ISBN: 978-980-14-2466-6
Carmen Elena Angulo Peña
ENTRE ÁNGELES Y MARIPOSAS
Dedicado a los ĂĄngeles que hicieron de mi vida lo que puedo escribir hoy, y a las mariposas que con su danza de colores, me dicen que aĂşn existo. A quienes partieron y me esperan, y a quienes esperan que no parta.
1 PARTE
ENTRE
ÁNGELES Ella a Francisco Rondón
Ella, todos le temen, todos le huyen Nadie la vive, nadie la escucha, Es tan fea como la describen? Es tan triste como la pintan? Será realmente el fin? !O será el verdadero comienzo! Siempre está a tu lado Siempre te acompaña Y es solo ella quién te lleva, Y contigo cruza la barrera, Es el dulce sueño en el arroyo, Nace contigo y termina en tu otoño, Minando los años, cesando tus pasos. Ella, solo ella, te arrulla en sus brazos Y te despide de todos cuanto has amado.
11
Hoy te vi a mi señor padre José Ismael Angulo Valero
Justo en tu lugar favorito, Donde tantas veces pensaste en mí, Cada día, cada minuto, Regando tus plantas, Recorres la vida de uno a uno, Unos buenos, otros no tanto, Para tí todos iguales. Dándote pequeños frutos Que adornan tu árbol predilecto, El cual riegas y cuidas día a día, Y al que le das un nombre sencillo, Tan sencillo como tú. Hoy te vi., Caminas a mi lado como buen pastor, Que cuida su rebaño, Cumpliendo los designios de Dios. Hoy sentí, Que aún no estando, siempre estás, Siento tus pasos y tú esencia en el lugar, Como siempre, te oigo suspirar, Y cuando mis lágrimas afloran, Allí estás. Veo tu sonrisa, cual niño travieso, Sanando mis heridas, Porque tú ya no estás.
12 | Entre ángeles y mariposas
Traes recuerdos Grandioso viento que surcas el cielo, danzando como ave de gigantes alas, bailando con mis recuerdos, trayéndolos a mi memoria sin saber si duelen o si mi vida alegran, refrescas mi mente, así como al ambiente abrazas las hojas de los altos árboles, y bailas con ellos al compás de una balada al igual que a mi alma, cuando a solas llora, siendo tan inmenso, nadie te conoce, solo te sienten y a veces sus ojos cierran, ¡Será por no verte, o por ser tan gigante! Revuelcas mi diario en pasado y presente, Y solo te pido, me devuelvas a mi gente, La que un día partió, a un camino diferente, Y por más que tu pases, por años y años, tan solo me queda decirles, ¡Cuanto los extraño!
13
Esperanza a la vida A la memoria de una gran mujer y señora Esperanza
Un ángel voló, cual ave que surca el viento y despliega sus alas, para despedir la vida. El tiempo pasa y sin darnos cuenta, llega el momento de abrir nuestras alas para elevarnos al infinito, donde, sin estar vivos, seguimos viviendo, sin abrir los ojos, seguimos viendo y sin poder movernos, sentimos aún, los latidos del corazón, el mismo que estuvo inmerso entre muros de concreto, esperando cada momento, despedir la vida. Hoy, mis ojos se cerraron, mi boca se quedó en silencio, y mi alma, cansada de la vida, disfruta de volver a vivirla. que importa el sufrimiento, ni aquellos malos momentos, me llevo los recuerdos bellos, que fueron los cimientos, para vivir mi vida la misma que me enseñó a sufrir viviendo y a aceptar con el corazón en la mano, que no se debe esperar consuelo, sino, dar todo aquello que se lleva dentro, porque solo así, se sigue viviendo.
14 | Entre ángeles y mariposas
Suplicio de una madre No me arrebates ¡OH señora! sus mozos años, que tanto añora, vuelve más tarde, mi señora, cuando el camino esté polvoriento, cuando sus sienes, nieve tengan, y su días sean un bello recuerdo. Mira en sus ojos la juventud, su deseo de vivir a plenitud, de sembrar sus frutos con tanto amor, y levantar sus árboles con esplendor. No me lo quites, que aún es niño, Es carne de mi carne y dueño de mi cariño. ¡Mira más profundo, en su corazón! está lleno de sentimientos tiernos, esperanzas y mucho amor. Recuerda cuando pequeño, corría frente a ti no querías llevarlo entonces, gozabas con verlo vivir. Te lo ruego mi señora, llévame a mí, si es la hora, le dejo mis días, le dejo mis horas, déjalo a Él, ¡Y llévame contigo señora!.
15
Si tuviera que partir En este momento, Me despediría de este mundo Dando las gracias por conocerlo Expresaría en mi rostro. Una sonrisa en su honor, para devolverle a la vida, tantos años de atención. Rezaría en mi viaje Por todos los que se quedaron, Y aunque pase el tiempo, No los habré olvidado. Si tuviera que partir, Solo daría un adiós Como aquel que espera volver. Cuando siembra semillas de amor. Le daría la última mirada a mis retoños, Que dejo en la vida, Para guardar este dulce recuerdo, que tanto me llenó de alegrías. Si tuviera que partir, Solamente partiría, dejando lo mejor de mí, Mis seis hijos, para esta vida
16 | Entre ángeles y mariposas
¡Ah! …. aquellos aromas que traen recuerdos, los de mi niñez, por ejemplo, llenos del dulzor del cerro de cambures maduritos, y el cajón de alacena, de arepas de trigo y queso ahumado, compartido con el café y el papelón. A lo lejos la vaquera, con fresco olor a pasto y majada. Bajo los naranjos, las plantas de café florido, perfumando el aire, con tierra y humedad. Los aromas de mi niñez nunca se olvidan, a veces cuando sueño, vuelvo a sentirlos tan cerca, como cuando corría en los potreros, cerrando mis ojos y guardando recuerdos. Hay esencias que traen a tu mente, los viejos amores y los grandes amigos. El olor al nuevo día, el amanecer de mi hogar, cuando la casa invadía el café de mamá. El aroma a tierra húmeda, cuando regaba papá, sus matas sembradas, que en el patio están. El cuarto de mi abuela, tan suyo y nada más, hace tiempo que ha marchado, pero su aroma no se va. ¡Ah! esos perfumes, que en mi día a día están, quizá cuando yo me vaya, también mi aroma recordarán.
17
Amiga mía Donde andas mi amiga, hace rato no te veo, quiero contarte algo, tan grande como un estruendo. Escucha mi historia, amiga, el viento insaciable que arrebata mi existencia, recorre mis sentidos y envuelve mis días. Abraza mi alma y susurra a mi oído, con dulce pasión, me ha convencido. Dime tu, amiga, si me has comprendido, no escucho, hay silencio, ¿Porqué te has ido? Guardaste mi vida por largos años hoy no te veo por ningún lado, cierro mis ojos, y lejos te encuentro, entre luces y reflejos, ¡Sólo en mis recuerdos! Amiga de mi alma, no quiero estar sola, me siento muy triste, el llanto asoma. Mi mejor amiga, dada por Dios, hoy más que nunca, deseo estar en tu vientre, para empezar de nuevo, y me cuides siempre. 18 | Entre ángeles y mariposas
Solo a ti Te dedico el sol de cada amanecer, porque es señal de esperanza, lo majestuoso de las montañas que siempre nos llevará a la cima. El manto nocturno de las estrellas, y la belleza de la luna, que al hacerlas nuestras, significa que este amor no tendrá fin. Cuenta en una noche las estrellas y, verás que cada una, es una velita encendida en el firmamento brillando, porque el amor siga allí. Si miras un poco más allá verás al ser bello que nos ha dado la vida, y nos bendice cada día.
19
Horas de silencio Caminos oscuros busca mi andanza, senderos ocultos y silenciosos, para contarle a la nada, lo mucho que sufre mi alma. Gritos de silencio, murmullos al viento, nadie me escucha, nadie dice nada, horas sin tiempo, sueños profundos, todo en el aire, nada sin rumbo. Lloro a solas, tanto desvelo, sin hallar alivio ni consuelo. Busco entre tantos, sin estar ninguno, después de haber pasado por mi camino, dulces melodías llegan a mi oído, pero es solo el viento que tiembla de frío. Triste soledad, es mi destino, ando por el mundo y no encuentro a un amigo, que tan solo recuerde que anduvo conmigo, horas de tinieblas abordan mi mente, porque estoy siempre sola, ¡Y entre tanta gente!
20 | Entre ángeles y mariposas
Cada noche Tenebrosa oscuridad que entre brazos de fuego ardiente, llegas de pronto para cubrirlo todo cual sigiloso ladrĂłn nocturno, aumentando la soledad y el miedo. Te procura sus brazos la brisa y envuelves todo a tu paso, cual sombra de nube negra, te extiendes por doquier, hay quienes te temen, y quienes te desean, te conviertes en aliada, de enamorados y tunantes, prestando la oportunidad a hechos impensados. Incrementas el temor y el miedo, en aquellos que creen en fantasmas y espantos tiemblan de susto al sentirte tan cerca. Brindas avenencia a los que buscan relajarse, cuando tu llegas, se alejan del mundo, para vivir su vida. Guardas el bullicio de tanta gente, quizĂĄ. Porque eres tan imponente. Caes de pronto y te extiendes suavemente, a algunos das miedo y a otros seguridad, la cortesana de la noche, la seĂąora oscuridad. 21
Dedicado a mis padres Maria y Jose
Aún no me acostumbro a estar sin ti, Me hace falta tu presencia, esta casa está vacía, cuando amanece, falta tu café, y la radio encendida, con tus canciones de siempre y las noticias del día. Al sentarme en nuestra sala, nunca pensé, que allí faltarías, para darle vida a este espacio, donde tanto conversamos, mientras tu tejías. Aún no me acostumbro a estar sin ti, en esta gran casa vacía, donde escucho tus suspiros, y las matas que tanto cuidabas, llenan de susurros, cada rincón, mientras las embate el viento, buscando a su sembrador. Ya no me acostumbro a estar sin ustedes, cada día, más lo siento, llorando en cada momento, deseando volverlos a ver, y tan solo así, cesará mi tormento.
22 | Entre ángeles y mariposas
La vieja casa Mientras más vieja, más bonita, pareces cajita de sorpresas, cada rincón esconde una carita, pasillos y salones componen tu secreto, hay quienes temen llegar a conocerte. Ya no queda espacio para más recuerdos, de todos los pies descalzos, que recorrieron tus suelos, retumba en tus entrañas voces y silencios, de suaves melodías de violines al viento, talladas en el barro de tus cimientos. Amas y Señores han sido tus dueños, dejando allí, sus recuerdos, palabras, acciones y también sus sueños. Hombres mujeres crecieron en tu encierro, unos se quedaron, otros ya se fueron. Eres en verdad especial, y quienes se quedaron aún te cuidan, pasean por tu espacio, de noche, de día, no importa que los descubran, pequeños y matronas, vagan en las sombras, buscando retomar sus memorias,. al paso de los años, es larga tu historia, de alegrías y tristezas se componen tu leyenda, mi vieja casa de los años felices, donde mis viejos, plasmaron matices, sus cuentos e historias se escuchan en el aire, 23
suspiros y aromas, al abrir tus puertas, nos dicen que aún persisten. Caminante en el camino Recorre el caminante los senderos de la vida, observando el horizonte, buscando la salida. A la bella creación, un gran Dios nos invita, se presenta un manual con las reglas elegidas, con todo puesto a la mano, y siempre estamos perdidos. Mirando sin querer mirar, el paraíso servido, preferimos errar, mientras duramos en el camino. Al final del segadero, es cuando queremos mirar, tratando de arreglar, lo que ya no tiene arreglo. Estériles fueron los días, pues nada hizo el obrero, solo quejas decía, en lugar de agradecerlos. Cuando acaban los tiempos, podemos ver los linderos, cual bellos campos floridos, que despreciamos conocerlos.
24 | Entre ángeles y mariposas
Tantos días, tantas noches, buscando una pequeña salida, sedienta de sabiduría, tratando de entender, preguntando aquí y allá, deseosa de conocer, pero temerosa de saber. Tan pequeño entre mis manos, te observé al nacer, rosadito y suave, pero bello, grande y fuerte, llenaste de luz mis días, escuche tus melodías, te alimenté de mi seno y acaricié tus mejillas. Creciste sano y fuerte como ninguno, alegre y cariñoso, con orgullo llevas el nombre, de aquellos grandes hombres, que tanto quise en la vida. Joven, amable y educado, así la vida te ha formado, trabajador y honesto, lleno de tanta juventud. Como guerreros de la historia, hoy nos vestimos de esperanza, combatiendo en una batalla, con un enemigo sin tregua, quien no merece confianza, pues hoy nos da la mano, mañana dispara sus lanzas.
25
Somos viajeros Hay viajes que anhelamos y año tras año, nos preparamos hacemos maletas, a veces tardamos y al llegar la hora del vuelo, ni siquiera estamos arreglados. Aún sabiendo que el avión no espera, solo llega, y sin boleto, apura la cola, sin equipaje, sin sombrero ó gafas emprendes tu viaje. No sabes a donde vas, después de tanto planearlo el lugar no lo conoces, pero te está esperando. A lo lejos, el sol naciente, acaso para ti? es en verdad el viaje de ida, o solo es el viaje de vuelta, será este, el paso de un lugar a otro, o será el pasar a una vida nueva, aquella que sabemos que está al otro lado, y a la que tanto temor nos da asomarnos.
26 | Entre ángeles y mariposas
Como campanas Como campanas al viento algunas llenas de vida y otras, ya sin aliento. Pendiendo siempre en el aire, mirando pasar el tiempo, temiendo caer un día cuando cedan sus cimientos. Grandes fueron sus sueños, y hermosas sus melodías bailaron generaciones, muchas noches, muchos días, Hoy te ven con tristeza, se ha acabado la alegría. solo eres la campana, que perdura con los años. Sin fuerza para sostenerte, pendiendo de un fino hilo. Esperando caer al río que lleva por nombre olvido.
27
Porque soñamos A la memoria de mis seres queridos
Que bello es soñar, dormida ó despierta, soñar soñando, abriendo una puerta a la realidad ó al solo sueño. Soñar que eres libre, grande y experta, con el camino más claro, jamás recorrido, con los pasos firmes, de frente al futuro, pero sin dejar atrás el pasado lindo y vivido, surcando el desierto de penas y glorias, sin bajar la cabeza, sin sentir verguenza, sin dejar atrás al caído y sin querer alcanzar a quien ya ha recorrido. Soñar despierta, sin cerrar mis ojos, mirando el recuerdo, pasando de frente lleno de gente que ya se ha ido, pero sus rostros, en mi alma se quedaron prendidos, bordando un gran sueño, que jamás será olvido. Allí se encuentran, no sé si dormidos, o quizás en espera de nuevos caminos los que un día marcharon, Mis seres queridos. Soñar soñando, la ausencia se siente, pasando los tiempos, y grandes torrentes, van y vienen, más no los devuelven. Que bello es soñar, dormida ó despierta, aunque estos sueños, sean solo el reflejo, de la gran soledad, que cada día se siente. 28 | Entre ángeles y mariposas
Que no doblen las campanas Con tristeza, ni dolor, porque el ángel que hoy despliega sus alas en su esplendor, merece ser despedido con alegría y amor. Que las lágrimas sean la lluvia, que los campos hacen florecer, para ofrecer sus flores al cielo, y entre las nubes, volverlo a ver. Que te recuerden cada noche, recostado sobre tu almohada, y al llegar el nuevo día, sea la frescura de la mañana. Que el silencio esboce sus risas, y como la brisa recorra la casa, y que no se sienta el vacío, pues nunca dejará lo que ama. Vayamos llenos de gozo, aquí nadie ha muerto, se ha ido al encuentro, del ser más bello y tierno.
29
¡Llegó la hora! Cabalga el jinete en la noche profunda, Vestido en silencio, envuelto en penumbra Su paso se siente tan solo con el viento No voltean a mirar, Su presencia ya cala muy dentro. Pasea el jinete en el campo desolado, Murmulla la gente, No lo quieren a su lado. Lloran su presencia, Los que están desolados Ha llegado la hora, La partida está cerca. Se acerca el jinete tan inesperado El mundo se entristece, ¡La hora ha llegado!
30 | Entre ángeles y mariposas
Somos iguales Ángeles que bordan el cielo cuan manto azul de mar, con estrellas llenas de luz, cubriendo a sus hijos sembrados en bello jardín trinando y danzando, cual aves al viento, formando manadas, cuidando sus crías. Todo viene de un solo lugar, del seno de Dios. Quien nos creó para amar soñando al nuevo día, podamos despertar, para seguir andando y las metas lograr, si las lágrimas afloran, no importa de que reino somos, pues los hombres, las flores, y hasta las piedras también lloramos.
31
2 PARTE
ENTRE
MARIPOSAS Todos juntos Dedicado a mis hijos Ysabel, Narel Abdel y Henry Antonio.
Hagamos un poema, de entre todos un poquito, sea largo 贸 sea cortito, pero expresando algo bien bonito. Un poema sencillito, colocando sus granitos, cada uno diferente, para mostrarlo a toda la gente. Expresemos, lo grandioso que es poder escribir, lo que llevamos por dentro, nuestro pensar y sentir. Lanzando las palabras al viento, podemos llevar y decir, un maravilloso mensaje, cuando un poema, llegamos juntos a escribir.
33
¡Hace un año! Con todo mi amor a mi solecito
Hace un año, fui la mujer más feliz del mundo, nacía un ser lleno de luz y alegría para mi familia tan pequeña, tan delgada, pero con sus ojos brillando de picardía, sus pequeños labios sedientos de alimento, y sus manitas ¡Ay! sus manitas, como palitos de fósforos, moviéndose, queriendo saludar a este nuevo mundo que apenas podía percibir, a través de la membrana de aquel vientre, santa cuna, que aún siendo tan reducida, le proporcionó la fuerza y protección, para enfrentar el largo camino a la vida. Sofía Valentina, lleva por nombre, como una princesa del viejo continente, y con la misma elegancia y sutileza, que llama la atención del más desentendido, cual flor que pasa dejando su aroma impregnado en el aire, cual viento que sopla, y todos lo sienten. Mi niña Sofía, el sol de mi vida, hoy cumples un año, el más grande y bello año de mis días, te he visto crecer, reír, llorar, y aprender tantas cosas juntas, que ya no sé si eres mi nieta ó eres mi hija. 34 | Entre ángeles y mariposas
Mi niña Sofía A Sofía Valentina Barrios Peña
Tan bello que es nacer cada día a la vida cuando al despertar, te encuentras con sus pequeños ojitos mirándote, llenos de luz y alegría y diciendo, con toda su inocencia, que también se alegran de verte. Esa sonrisa, picara y misteriosa, y una boquita llena por un travieso diente que apenas se asoma y mordisquea el seno de mamá mientras te alimenta. Sus manitas que dejaron de ser palitos de fósforos, y que ahora las juntas con tanta reverencia para pedir la bendición, ¡Ah! y que digo de esos pies como un trencito en marcha, que solo reposan cuando están dormidos y al mirar su rostro, tranquilo, en reposo, te imaginas que está llena de sorpresas, y al despertar te dará su mejor sonrisa, y su diente se vuelve a asomar. Este es mi sol de cada día, duerme y despierta a mi lado, velando mi sueño en cada respiro, y sintiendo su presencia, siento que vivo. esa es mi niña, mi niña Sofía
35
Las Mariposas Son mis niñas bonitas, con sus caritas de ángel, llenas de amor e inocencia, de ojitos brillantes, unos chinitos, otros redonditos, y esa gran sonrisa, que nunca la dejan, con churros y crespos, que llevan por cabello, ¡Parece un arbusto! dicen algunos. con diaria pelea para desenredarlos, mas fácil las colitas se las hacen a Sofía, y a Barbarita, tan pequeña todavía, ni un ganchito se le queda para proteger su cabellera, solo usan un gorrito, cuando están juntas, parecen mariposas de bellos colores con un fondo de arco iris, donde sus risas se confunden, como flores de primavera, para formar el más tierno jardín, esas son mis niñas bonitas, llenando mi vida de tanta alegría, colmando mi mundo de tantas cosas, pues mientras más grandes, más hermosas. Esas son mis niñas bonitas, Gary, Bárbara y Sofía
36 | Entre ángeles y mariposas
Índice
1 Parte Entre ángeles
8
Ella
9
Hoy te vi
10
Traes recuerdos
11
Aún no me acostumbro a estar sin ti,
20
2 Parte Entre mariposas
30
Todos juntos
31
¡Hace un año!
32
Mi niña Sofía
33
Las Mariposas
34
Se termin贸 de imprimir en septiembre de 2012 en el Sistema Nacional de Imprentas M茅rida - Venezuela La edici贸n consta de 500 ejemplares impresos en papel bond 75gr
Carmen Elena Angulo Peña (Mérida, 1964) Carmen Elena inicia su interés en la escritura en la época de bachillerato. Dedica su tiempo a la realización de manualidades y al trabajo comunal en el área cultural, el cual lo desarrolla en la ciudad de Ejido, Municipio Campo Elías del estado Mérida. En este momento escribe la Biografía de su padre, un humilde trabajador, llamado José Ismael Angulo, quien junto a su esposa María Peña de Angulo, han sido su gran inspiración.