INDIEFERMAG Nº 5. Agosto/Sept/Oct 2011

Page 1

INDIE

AGOSTO 2011| Nยบ5 SEPTIEMBRE OCTUBRE

magazine

KASABIAN VELOCIRAPTOR!

ENTREVISTA INDIEPOLLAS

Y ADEMAS OS HABLAMOS DE

BEIRUT * M83 * THE NEW DIVISION * WILCO * THE SUBWAYS NOEL GALLAGHER * MODESELEKTOR * YOUNG THE GIANT GIRLS * REAL ESTATE * GAUNLET HAIR * BJร RK * COMET GAIN y muchos mรกs



INDICE

INDIEFERENCIA MAGAZINE Agosto / Septiembre / Octubre 2011

Review: Kasabian: Velociraptor! 3 / Beirut: The Rip Tide 7 The Diogenes Club 8 / Wilco: The Whole love 9 The New Division: Shadows 11 / The Subways: Money & Celebrity 13 M83: Hurry Up, We’re Dreaming 15 / Noel Gallagher’s High Flying Birds 16 / Modeselektor: Monkeytown 17 Recomendaciones: 19 IndieArt: The Horrors por Neil Krug 21 Entrevista: Indiepollas 23 Ico Top: Agosto 25 / Septiembre 27 / Octubre 29

Photo: Neil Krug


KASABIAN VELOCIRAPTOR!

4 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 5


REVIEW KASABIAN Velociraptor! (2011) Por Jesús Daniel Marín

Kasabian siempre se han caracterizado por su etiqueta de hype o la promesa de ser “the next best thing“. A día de hoy, con cuatro discos a sus espaldas, creo que ha llegado la hora de que reclamen su sitio entre los grandes, o al menos entre los que están llamando a relevar a los que ya están en una clara caída en su carrera musical. Los de Leicester nos traen “Velociraptor!” para darle algo de luz a las tardes otoñales que se nos vienen encima. Si bien sorprende a primera escucha, por alejarse del rock con tintes electrónicos de sus dos primeros discos (o al revés si se prefiere, electro-rock), éste dinosaurio suena a aventura musical sin complejos. A un puzzle de psicodelia, sonido retro y hits capaces de crear los karaokes más hooligans en cualquier festival que se precie de tener a Kasabian en su cartel.

Un gong nos da la bienvenida al disco, dando paso a una ecléctica introducción a medio camino entre unas trompetas mariachis y unos ecos derivados del golpe del gong. Inmediatamente después, explota “Let’s roll just like we used to” con un ritmo que bien nos puede recordar a aquella aventura que decidieron emprender en su día Alex Turner y Miles Kane bajo el nombre de The Last Shadow Puppets (y que esperamos sinceramente retomen algún día). Canción con sonido añejo, con la voz de Meighan perfectamente identificable. “Days Are Forgotten”, último single de momento que nos han ofrecido los de Leicester, es la siguiente canción en sonar. Puro Kasabian al cien por cien. Pizzorno con sus coros, ritmo muy marcado, Meighan y sus golpes de voz y una sensación de que la canción no para en ningún momento. Reminiscencias de “Club Foot” previas al estribillo, mucho más melódico y apto para cantar, la inmediatez que le gusta a los chicos de Kasabian.

“Goodbye Kiss” es el primer medio tiempo del disco. Esas baladas que tanto gustan a estos chicos, en este caso rezuman señorío inglés y sabor a whisky en vaso bajo. “La Feé Verte” es un homenaje a la psicodelia y los toques hindúes de los años 70 y ya puestos, por qué no decirlo, la influencia que todas las bandas de la isla británica reciben de los Beatles. Un ritmo con tintes bohemios, una canción que destila Pizzorno por todos sus poros, sitar incluido. Podría ser la mejor canción del disco, sobretodo para aquellos que gustan del sonido añejo de los 70. Y con el final de esta canción, explota

6 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

“Velociraptor!“. No importa lo absurdo de la letra, lo que hace grande a esta canción es su estribillo que media Europa ha cantado durante el pasado verano a un ritmo frenético, bailando sin parar. Toques arábigos de fondo enriquecen el conjunto de la canción que da título al disco. “Acid Turkish Bath (Shelter From the Storm)” es su tema más complejo en este disco. Es el más largo, el mas difícil de escuchar por sus continuos cambios. Vuelve a cobrar suma importancia Pizzorno y sus coros y se hace uso nuevamente de un fondo arábigo, algo que como ya hemos visto, tiene un peso específico dentro del disco. “I Hear Voices” es la parte electrónica del disco. Sintetizada por completo, hasta la batería suena como si fuera programada. “Re-Wired” nos devuelve a los Kasabian mas típicos y no quiero decir que esto sea malo. Golpes de nuevo en el estribillo, como nos gusta para el directo y como les gusta a ellos. Pequeños efectos de guitarra clásicos de Pizzorno. Podría ser el “shoot the runner” de éste disco. “Man of Simple Pleasures” es el intermedio entre toda la vorágine que es el disco. Realmente, pasa desapercibida. Pero sin saber como explicarlo, si no estuviera, se echaría a faltar. “Switchblade Smile” es el primer adelanto que nos ofreció Kasabian de su disco y con él, un susto generalizado hacia un giro demasiado electrónico. Imposible no ponerte a bailar y a corear los “can you feel it comin’?” previos al estribillo. Otro tema del estilo típico de Kasabian, con el que saben que se pueden meter al publico en el bolsillo. Y el broche de oro lo pone “Neon Noon“, con esa introducción abusando de reverbs y distorsiones como si quisieran homenajear a Pink Floyd, con un Meighan demasiado Bowie a la voz, demostrando que también puede cantar sin que tenga que hacerlo rápido y recreándose en el buen uso de su instrumento vocal. Probablemente, sea la canción de toda su carrera en la que mejor nivel vocal demuestra. Y es digno de alabanza cerrar un disco así.

Kasabian ha demostrado que pueden cambiar de estilo sin renunciar a los principios que les hicieron encumbrarse a la cima de la montaña del hype y eso es algo que debe tenerse en cuenta. Este disco suena a música de los setenta, a toques arábigos, a rock en diversas vertientes, a electrónica, a grandilocuencia perfectamente orquestada. Suena a lo que es Kasabian, ganas de más y siempre cambiando.


Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 7


REVIEW BEIRUT The Rip Tide (2011) Por David G. Altarejos

Beirut, el grupo liderado por el estadounidense Zach Condon, nos trae un nuevo LP, el tercero después de “Gulag Orkestar” (2006) y “The Flying Club Cup” (2007). Cuatro años han pasado desde su último disco de larga duración, si no contamos el doble EP lanzado en 2009 con el título de “March of the Zapotec/Realpeople Holland”.

Beirut salió a escena con un enorme disco, allá por 2006. Gulag Orkestar fue todo un hallazgo, y Zach Condon le enseñó al mundo de lo que era capaz, con un sonido pop-folk marcado por la música balcánica y de Europa del Este. Pero tenía algo que los diferenciaba del resto; las trompas imponentes, el ukelele de Zach, o su espectacular voz hacían de “Gulag Orkestar” un magnífico disco con auténticas joyas como Postcards from Italy. Un año más tarde “The Flying Cup Club” salió al mercado y volvió a dejarnos maravillados. Si bien es cierto que no cambiaba la línea respecto al primer disco y que las canciones sonaban tal vez un poco más poperas o quizás más simples, el segundo LP mejoró en cuanto a los arreglos, las canciones eran más pegadizas y en general la grabación del disco estuvo mejor llevada. Prueba de ello son canciones como “Nantes”, “Guyamas Sonora” o “The Penalty”.

Dos años después, ya en 2009, Beirut sacó dos EP conjuntamente, “March of the Zapotec/Realpeople Holland”, totalmente distintos el uno del otro, cada uno con un sonido muy marcado. Mientras “March of the Zapotec” reflejaba la reciente visita de Zach Condon a Oaxaca (México), con una gran importancia de los instrumentos de viento, especialmente las trompas y trompetas, “Realpeople Holland” tenía un claro sonido electro-pop. Se podría decir que ambos EPs son los extremos opuestos del espectro musical de Beirut. Y llegamos a 2011 con “The Rip Tide”. Beirut vuelve a retomar lo que dejó en 2007 con “The Flying Cup Club” y recupera ese sonido tan característico que ha hecho

8 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

de ellos una de las mejores bandas actuales de la escena musical. “The Rip Tide” es un disco de corta duración, con únicamente nueve canciones y con aproximadamente 33 minutos de música. El álbum quizá pierda un poco de fuerza y energía respecto a los dos LPs anteriores, así como también pierde un poco ese sabor oriental que desprendían los álbumes previos. La sección de viento suena bien, muy bien, pero hemos visto a Beirut con más potencia y vitalidad en este aspecto. Aún así, la voz de Zach es impresionante, el sentimiento que le da a canciones como la que da nombre al disco, “The Rip Tide”, y la emoción que le imprime a otras como “Port of Call” o “Vagabond” hace que merezca la pena sentarse y quedarse ensimismado durante la media hora musical que nos regala Beirut. Otras magnificas canciones, un tanto más poperas, son “Santa Fé” y el primer single lanzado, “East Harlem”. Pero, en mi humilde opinión, la mejor canción del disco es “The Peacock”, con un Zach estelar. Es además una clara prueba de que a pesar de no tener esa extraordinaria orquesta marcando el ritmo con gran potencia, Beirut es capaz de producir canciones con un excelente resultado.

Aún así, no puedo dejar de tener la sensación de que falta algo, a pesar de que estamos ante un gran disco. Es un pequeñísimo paso atrás, pero un paso atrás en definitiva. “The Rip Tide” es una magnífica noche en París, mientras que “The Flying Cup Club” es una semana, y “Gulag Orkestar” es una primavera entera yendo en bici por toda Europa del Este.


REVIEW THE DIOGENES CLUB The Diogenes Club (2011) Por Juan Francisco Rodríguez García

Algo muy bonito pasa en tu vida cuando llegas a este disco. Te guste el electro pop o no. Para ponernos en antecedentes, lo que vamos a degustar a continuación es como la visita del hombre a la luna, poéticamente preciosa y un cambio de paradigma en la concepción de cierto campo, en lo que nos ocupa , el synth pop melódico (por decir algo).

Lanzados por la etiqueta Urban Torque, sello prácticamente desconocido pero con un activo de artistas francamente vanguardistas. Previamente habían editado con la banda raros EPs que ya denotaban sus ideales musicales, y rápidamente fueron comparados a coetáneos suyos como Röyksopp o los más azucarados Daft Punk, palabras bastante alentadoras. El trabajo de sus dos componentes roza el piano pop de los 80, juega con los A-Ha mas enamorados y termina haciendo bailar a las 6 de la mañana a un joven Barry White.

que bien podrían hacerte llorar en medio de la pista de baile.

Por poner el contrapunto a todos estos halagos, en ocasiones se echa de menos alguna muestra de sorprender al escuchante, ocurre en un par de ocasiones que temas mueren poco a poco, aunque esto quizás sea idea deliberada y una alegoría de lo que para ellos simboliza su concepción de relación hombremujer.

Para finalizar, no tengo en nada en contra del amor, solo sé que tras la escucha de esta obra de arte de neu-disco me siento más preparado para soportarlo.

La historia del disco, se puede resumir en las 3 fases que lo componen: cortejo, enamoramiento y festejo final. Fases por las cuales vamos sintiendo un aumento de los BPM a medida que nos acercamos al glorioso final. Por hablar algo de la parte técnica del álbum podría rescatar de inmediato los arpeggios de teclas de “Awake for the Week”, con unos teclados de un preciosismo y una finura digital

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 9


WILCO

Hay que mirar tan atrás para entender a esta súper banda que da hasta pereza. El día que lo dejen va a ser lo más parecido a los Beatles de nuestra época, tanto por prensa como por público: Wilco le gusta a –casi- todo

10 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

el mundo. No es sólo el típico grupo del que se puede decir eso de “no tienen un disco malo”, sino que antes de este The Whole Love tenían cinco imprescindibles (de siete álbumes). Ahora tienen seis.


Por Quique Gómez

WILCO THE WHOLE LOVE REVIEW

Jeff Tweddy, personaje con carácter, formó Uncle Tupelo junto a Jay Farmar (otro que tal baila, ahora en Son Volt) para cambiar la historia del country a finales de los ‘80. Clase obrera de un pueblo de Illinois, todos con camisas de cuadros y bares de cerveza, como en las pelis: exacto, hay que tener carácter para desmarcarse de semejante panorama. Pese al poco éxito comercial del principio se convirtieron en la referencia americana del country alternativo por mezclar en su estilo musical el punk y la instrumentación más variada.

Divididos (y enfadados, claro) ya en dos bandas, Tweddy con prisas saca el primer disco de Wilco, “A.M.” (1995), una verdadera continuación de aquella formación, ahora más cómoda en el sonido americano. Para el inminente “Being There” (1996) fichan a Jay Bennett. Dios los cría y ellos se juntan. Comienza el verdadero legado de los de Chicago, porque los tres discos que graban sólo se van mejorando sucesivamente: el segundo, “Summerteeth” (1999) supuso un reconocimiento comercial y la gente ya hablaba de ellos; para el tercero, “Yankee Hotel Foxtrot” (2002), la gente ya no hablaba de otros.

Pero claro, mucho estaba durando esa amistad, así que el enfadón líder decide echar a Bennett para grabar el siguiente “A Ghost Is Born” (2004 y, para un servidor, tercer mejor disco de aquella década). Todo hacía indicar que iba a ser imposible mejorar el –aún para muchos mejor disco de Wilco- anterior, pero contra todo pronóstico, y con la ayuda de Jim O’Rourke, graban un disco diferente, raro, una especie de caras B, un disco que te hacía poner cara de asco al principio… pero que cada vez que lo oías te gustaba más. Era como si hubiesen cogido el “Yankee Hotel Foxtrot” y le hubiesen dado un baño de LSD. Siguiendo el ácido símil, “A Ghost Is Born” es el “Sgt. Peppers” (1967) de The Beatles. Mezcla tanto preciosidades pop de piano y voz como lluvias eléctricas sin compasión, krautrock junto a improvisadas guitarras, baterías trotonas junto a riffs rock… espectacular.

Tanto gustó la espontánea aportación de O’Rourke, que para la siguiente época (ésta en la que estamos) deciden fichar a Nels Cline, un multiinstrumentista salido de la nada, que, desde que milita aquí,

está considerado uno de los mejores guitarristas (si no el mejor) de nuestro tiempo. A ver lo que dura. Ahora Tweddy ha dejado de automedicarse de tanta jaqueca e ida de olla, le dedica tiempo a su familia, no echa a miembros de la banda, etc… lo típico. “Sky, Blue Sky” (2007) supone un bajón, que aun siendo un buen disco (tarjeta de presentación made in Cline: “Impossible Germany”) le precedían dos joyas únicas. Suben el listón con “Wilco (The Album)” (2009), pero es el “The Whole Love” que nos ocupa el que los vuelve a poner en lo más alto.

De la introductoria “Art Of Almost” no hablamos porque ya se habrá dicho de todo. Es perfecta. El atípico single “I Might”, una canción en la que los seis miembros se van enchufando uno a uno, gana en cada escucha, sobre todo gracias a ese psicodélico teclado. El baladón in-crescendo “Sunloathe” da paso a lo que podría ser otro single, “Dawned On Me”. Pero es “Black Moon” esa canción que te pone derecho, la que te dice que esto va en serio. Impresionante medio tiempo con acústica y slide guitar de fondo. “Born Alone” sigue con el rollo happy que tan bien (también) se les da, más que nada porque la mezclan con el señor Cline y su hard-rock-guitar. Y hablando de slide, llega la más country del disco, la preciosa “Open Mind”, todo un homenaje a esa otra época de la que deberían estar orgullosos. “Capitol City” me recuerda a “Hummingbird”, con lo que eso supone, por su rollito desenfadado y cabaretero. Luego se enchufan en el rock de estadio con la magnífica y llena “Standing O”. y digo llena porque es este tipo de canción la que justifica que sean seis componentes: se les oye a todos. La preciosa canción que da nombre al disco podría cerrar el disco de forma redonda, pero es que han acertado a poner “One Sunday Morning” (doce minutos con los que están abriendo los conciertos de la actual gira) para dejarte con la boca abierta con esa combinación de guitarras acústicas, piano y voz que sólo ellos saben hacer. Hay gente que dice que es larga. A mí se me hace corta. Como todo el disco. Quiero más de Wilco, ahora que han vuelto a la cima. Y que no bajen nunca.

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 11


THE NEW DIVISION Por F. Javier Moreno

La banda de Los Ángeles enseña al mundo Shadows, su esperadísimo primer larga duración y con el que aquellos que nos los conozcan a estas alturas, les dejarán con la boca abierta. Después de sacar al mercado EPs como el “The Rookie” (2010), el cual tenía unas grandes canciones que evocaban melancolía y alegría a partes iguales, y tras sacar diferentes singles por fin podemos escuchar su primer disco que contiene 14 cortes en los que podrás escuchar new wave, lo-fi, indie pop, dance y te harán pasar por diferentes estados de ánimo. Y eso lo pueden decir muy pocas bandas.

El disco de The New Division comienza con “Opium”, la cual hace que imagines las olas de la playa y la brisa, un sonido muy lo-fi, con un regusto a Depeche Mode. Un tema que si bien al principio puede sonar muy relajante que a medida que avanza, va en aumento, con una linea de voz ideal, sobre todo cuando explota al co-

12 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

menzar los estribillos y notas una inyección de adrenalina que te hará moverte al ritmo de sus beats. “Shallow Play” añade un tono más melancólico, un tempo más lento acompaña todo el tema y los “aullidos” del cantante te envuelven en una atmósfera que te inspirará soledad. “Sense” adereza lo que llevamos escuchado con un sonido muy años 80s, donde se puede escuchar una guitarra y un piano a lo largo de todo el corte. “Shadows”, la cual da nombre al álbum, es un breve interludio con toque “mágico” con el que podrás coger aire para el tema que le sigue. “Violent”, con un ritmo dance machacón que se quedará en tu cabeza, hará que no pares de bailar. “Soft” sigue con la linea new wave, y como su nombre indica, un sonido bastante suave y tranquilo. Llegamos a “Munich”, la cual suena a hit rompe pistas nada más escuchar los primeros segundos, un tempo rápido que te pondrá la piel de gallina y la melodía de la voz hará que te unas cantando en los estribillos. Uno de los temas más destacados por el momento. “True Lies” nos trae de nuevo la calma, con unos sintetizadores que no pararán de sonar. Un corte que me recuerda mucho a los temas que escuchamos en su EP “The Rookie”.


REVIEW

Con “LA Noire”, llegamos al segundo interludio del disco, con una atmósfera psicodélica y angustiosa, muy parecida “Shadows”, el primer interludio que hemos escuchado, pero más oscura. Y llegamos a “Hearts for Sale”, un tema que si hubiera sido el único del disco no hubiéramos echado en falta más temas. Es la canción del disco, lo tiene todo. Soberbia composición con la que podría estar lanzando alabanzas sin parar. Comienza con un bajo y un groove que te deja drogado y te dirige a un puente oscuro con unos teclados y un ritmo in crescendo que explota en un estribillo que suena a clásico inmediato. Un tema realmente redondo.

“Special” pone la recta final al disco y nos trae de nuevo el electro new wave más puro. Continua “Memento”, un tema de casi nueve minutos de duración. Una atmósfera que inspira una sensación de esperanza y que nos da muy buenas vibraciones, con un sonido cálido que te hará recordar el verano. El corte es muy indie pop, con unos estribillos muy pegadizos y que a medida que avanza, se le van añadiendo sintetizadores mientras que poco a poco se van mezclando con una

base electrónica muy soft. Envuelta en punteos que no pararán de sonar hasta el final, está acompañada con un ritmo de batería que harán que tengas la necesidad de ir corriendo a bailar a la playa, con los pies mojados por las olas en las últimas horas de sol. “Shadows II” es el tercer y último interludio. Una dosis de relajación. Y llegamos al último tema, “Saturday Night”, con la que cerramos la fiesta con un sonido chill wave que poco a poco va cobrando fuerza con los sintetizadores, la cual se mantiene hasta el inevitable final.

Un disco que teníamos muchas ganas de escuchar y que nos ha brindando un buen puñado de canciones para relajarnos o romper las pistas de baile. Sea invierno o verano, siempre será agradable escucharlo, sobre todo si estás viajando. Un disco imprescindible y con un gran nivel. Deseando que les llegue el reconocimiento que merecen y que puedan viajar por el mundo mostrando la elegancia que desprenden sus piezas de arte.

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 13


14 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


REVIEW THE SUBWAYS Money & Celebrity (2011) Por Ismael Venzalá

The Subways, una de las bandas de rock británico del momento, vuelven a escena con su tercer trabajo titulado “Money & Celebrity” (2011) que promete ser uno de los discos más escuchados y pedidos en las pistas de baile esta temporada por su alto nivel de adicción.

El trío debutó con “Young for Eternity” (2005) (gracias a un concurso del mítico festival Glastonbury, en el que llegarían a tocar) que incluía temas como “Oh Yeah” o “Rock and Roll Queen” que se convirtieron en himnos y que incluso sonaron en un anuncio protagonizado por Kate Moss o en la película “RockanRolla” de Guy Ritchie. Su rock directo y pegadizo inspirado en el rock alternativo de los años 90 junto a la mezcla vocal de Billy y Charlotte en los coros, no pasó desapercibido para nadie y les permitió hacer su primera gira por UK.

Tres años después (2008) llegaría “All or Nothing”, disco con el que la banda se consagró y con temas más elaborados que en su debut, abrió conciertos de Foo Fighters y llegó a tocar en festivales muy importantes como el Reading, Rock Am Ring, Download o el propio Glastonbury. Canciones como “Shake Shake” harían que toda la gente saltase en cada concierto, otros como “Girls And Boys” nos podían recordar a los mismísimos Muse, grupo que la banda adora.

Ahora, la banda nos presenta este nuevo trabajo en el que quieren auparse definitivamente en la parte alta del rock internacional. El disco ha sido producido por Stephen Street, conocido por trabajar con bandas como Kaiser Chiefs, Blur o The Smiths y está compuesto por 12 temas de rock sencillo y más directo que su anterior trabajo, pero sin dejar de lado las señas de identidad del grupo: melodía, energía y coros perfectamente arreglados.

perdido su empleo. “Celebrity”, nos habla de una chica que quiere convertirse en famosa y aparecer en las revistas sin hacer nada realmente importante, otro riff cañero que puede hacer las delicias de los seguidores de Bloc Party y que no faltará en los directos. “Kiss Kiss Bang Bang” promete ser otro de los singles de este disco, otro tema muy británico. Bajan un poco los decibelios en “Down Our Street” con un sonido más cercano al otro lado del Atlántico (The Jam) y terminan con “Leave My Side”, un tema que trata del sentimiento de soledad cuando no tienes a la persona que quieres a tu lado, con un sonido muy limpio y grandes detalles de batería, melodía más agridulce que puede recordar a Blink182 y que es un tema redondo para cerrar este nuevo trabajo.

The Subways visitarán España por primera vez a mediados de Noviembre para presentarnos “Money & Celebrity” y lo mejor de sus discos anteriores, será en noviembre. He tenido la suerte de verlos personalmente en una de sus últimas fechas por UK antes de embarcarse en esta gira europea y sin duda son grandes personas además de músicos y comentan las ganas que tienen de tocar en nuestro país pues será la primera vez que lo hagan (ojalá la primera de muchas). Sin ninguna duda, sobre los escenarios es donde mejor se desenvuelven, no te dejarán indieferente a poco que te gusten musicalmente, recordando en este aspecto a The Hives, cuyos conciertos son una fiesta. No os los perdáis y uniros a la página de Facebook española del grupo: The Subways España.

“We Don’t Need Money To Have A Good Time”, se ha convertido en un single perfecto para definir el disco, un tema que suena muy californiano y que surgió tras una fiesta del cantante junto a unos amigos que habían Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 15


REVIEW M 83 Hurry Up, We’re Dreaming (2011) Por Jesús Daniel Marín

C

on semejante título, ¿qué se puede esperar del nuevo disco de Nicolás Fromageau y Anthony González? Pues un pasito más hacia el shoegaze y uno menos hacia la electrónica, pero sin dejar de lado por completo a esta última.

Ante la aventura de lanzar un disco doble en los tiempos que corren, M83 salen airosos y con mucho. En los más de 70 minutos que dura esta aventura espacial, encontramos desde dream pop ochentero, hasta shoegaze, pasando por tonalidades de electrónica y algún que otro tema más acelerado apto para cualquier noche de fiesta en vuestro garito típico, con referencias a grupos como MGMT o Empire of the Sun.

El disco empieza con una introducción en la que colabora Zola Jesus, poniendo voz junto a Anthony González para dar inicio a este viaje onírico a través de un espacio que nos puede llevar a pensar en el cine de serie B de grandes naves espaciales fabricadas con

cartones y cientos de lucecitas parpadeantes o en un mundo de ensoñaciones perfectas bajo cielos oscuros plagados de estrellas que no se cansan de iluminarlos.

Es con temas como el single “Midnight City” o la más rockera “New Map” donde sorprende ver los nuevos descubrimientos y giros de la música de M83, con momentos instrumentales que bien podrían pertenecer a una banda sonora intercalados a lo largo de los dos discos. También podríamos destacar canciones como “Reunion” donde aparece ese sonido épico de fondo que nos va a llevar de la mano durante todo este viaje, este sueño que nos propone Anthony González en su nuevo disco.

En resumidas cuentas, lo que en un principio iba a ser el disco más oscuro de M83 ha quedado como el disco con más luz y más épico. La espera ha valido la pena y ojalá no tarden mucho más en deleitar nuestros oídos con viajes sonoros como éste.

16 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


REVIEW NOEL GALLAGHER Noel Gallagher’s High Flying Birds (2011) Por Jesús Daniel Marín

Tenía miedo a que este día llegara. No por lo mucho que pudiera llegar a gustarme y no importarme nada que Oasis se separasen, sino por el hecho de que no pudiera gustarme algo que llevaba gustandome más de una década. Desgraciadamente, este momento llegó. Y aquí estoy, escribiendo la review del disco de Noel Gallagher con todo el dolor de mi corazón y pidiendo disculpas a nuestros lectores por lo personal de esta crítica.

Si bien el disco de Noel es una colección de lo que mejor sabe hacer, canciones, adolece de ser algo lento y repetitivo. Incluso en algunos momentos podría acusarse a Noel de hacer autoplagio, pues si nos paramos a escuchar bien, comprobaremos que podemos escuchar acordes de “Little By Little” o “The Importance of Being idle” en algunas de las canciones nuevas. Y siendo sincero, a este disco le falta fuerza en la voz. Noel tiene una voz que va perfecta con los medios tiempos, pero diez canciones al mismo tono de voz, puede terminar sienedo algo cargante. Lo cierto es que entre las mejores canciones del disco

se encuentran la preciosa y mejorada “Stop the Clocks”, que ya habíamos escuchado previamente en una demo de Oasis, “I Wanna Live in a Dream (With My Record Machine)” y la que abre el disco, “Everybody’s On The Run”. Por el resto de temas se intuye una predisposición a dejar de lado lo que venía haciendo con Oasis, pero convirtiendo posibles proyectos de canciones de rock and roll en temas de insulso pop del antaño probablemente mejor compositor y letrista del brit pop.

Es un disco en el que las melodías vocales tienen un mayor peso que las guitarras y lamentablemente, y siempre bajo el punto de vista de éste que escribe y repito una vez más que idolatro a Oasis, a Noel Gallagher nunca se le dió demasiado bien usar la voz. Está claro que mi opinión está muy influenciada por los años que he pasado siguiendo a Oasis, pero a día de hoy, si me tengo que quedar con la música de alguno de los dos hermanos Gallagher, con los ojos vidriosos diré que no será Noel. Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 17


18 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


REVIEW MODESELEKTOR Monkeytown (2011) Por David G. Altarejos

Los fans de Modeselektor (la banda de música electrónica de los alemanes Gernot Bronsert y Sebastian Szary) estamos de enhorabuena, y es que recientemente ha salido a la venta su último LP llamado “Monkeytown”, con la intención de no dejar indieferente a nadie y convertirse en uno de los discos imprescindibles de 2011. Con dos excelentes álbumes a sus espaldas, “Hello Mom!” en 2005 y “Happy Birthday!” en 2007, el dúo germano se juntó con el también alemán Sascha Ring, del grupo electrónico Apparat, para formar Moderat y lanzar un extraordinario álbum en 2009. Dos años después nos llega “Monkeytown”, un grandioso LP con muchas colaboraciones, de la talla de Thom Yorke (líder de Radiohead), Busdriver, Anti-Pop Consortium o Miss Platnum.

A lo largo de los años, y ya van unos cuantos, Gernot Bronsert y Sebastian Szary se han caracterizado por no tener un estilo claro y fijo, a pesar de que todas las influencias y corrientes de las que beben están claramente establecidas dentro del mejor techno berlinés. Este nuevo álbum no es una excepción. ¿Por qué elegir entre diversos estilos y ceñirse únicamente en uno? “Monkeytown” es el reflejo de lo que representan estos dos alemanes de origen berlinés, y su música polifacética abruma a detractores y amantes de la electrónica. Podemos encontrarnos con influencias diversas, alejadas unas de otras, como el ya mencionado techno, bass, dubstep, R&B o hip-hop. Todo esto aderezado con unas colaboraciones inmejorables, con Thom Yorke a la cabeza. No es noticia que a Thom Yorke le pierde el grupo alemán, es más, si prestamos atención a sus declaraciones, se puede decir que Modeselektor es el culpable de la nueva línea electrónica que lleva siguiendo Radiohead en sus últimos álbumes. Y así, vemos como las dos canciones más absorbentes (emocionalmente hablando) tienen por colaborador al frontman inglés. “Shipwreck” y “This” son dos canciones excepcionales, que atraerán a oyentes de todo tipo (no en vano “Shipwreck” es el single), y que cuentan con

un sonido dubstep tremendo, que hace de ellas verdaderas obras de arte. Pero no se queda la cosa ahí. El disco comienza con “Blue Pretenders”, canción con claras reminiscencias del anterior trabajo del dúo germano en colaboración con Sascha Ring; la canción bien podría haber aparecido bajo el nombre de Moderat. A continuación es el turno de otra colaboración, Busdriver, que se marca un tema digno de admirar, que diría aquella del APM. La canción “Pretentious Friends” mezcla de forma hipnótica el techno alemán con el hip-hop de calidad como si estuvieran destinados a estar juntos de toda la vida. En este LP, Modeselektor no se centra tanto en el hip-hop como quizá si hiciera en álbumes anteriores, pero aún así, produce dos grandes temas como el mencionado y “Humanized”, en colaboración con Anti-Pop Consortium.

A mitad de álbum nos encontramos con dos auténticas joyas. “German Clap” y “Grillwalker” son muestra de lo buenos que pueden llegar a ser sin necesidad de tocar otros estilos, centrándose únicamente en el techno. Pero, produciendo canciones como las que producen, ¿para qué encasillarse? Entre medias, “Berlin”, prueba de lo que acabo de decir. La unión entre R&B y techno es exquisita, y la voz a cargo de “Miss Platnum” es también uno de los causantes de esta brillantez. Es además una clara muestra de lo que hay que hacer para mezclar estos dos estilos, sin caer en la fórmula de los éxitos comerciales. El disco termina con una de las dos colaboraciones de Thom Yorke, “This”, y el cierre definitivo, “War Cry”, canción sin mucha historia, tranquila, suave. Es la calma después de la tempestad; pausa necesaria para terminar el disco, sin complicaciones, sin más.

En definitiva, “Monkeytown” deja el listón muy alto, con temas de todos los colores y para todos los gustos. Se trata de un disco de contrastes, de estar en una discoteca berlinesa a las 6 de la mañana bailando como un poseso, de correr por el bosque con el iPod en una tarde lluviosa, de animar una tarde gris de resaca. Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 19


RECOMENDACIONES Young the Giant / Young the Giant

Cuando alguien me dice que un grupo suena a Kings of Leon suelo obviar la recomendación. Cuando por accidente, escucho a ese grupo en una gala de unos famosos premios musicales, su fuerza me deja tan atónito que voy corriendo a buscar su disco. Y eso me ha pasado con Young the Giant, unos chicos californianos que suenan tanto a rock como a pop, con ciertos tintes y gusto por el folk. Su único disco por el momento les ha servido para que la MTV ponga sus ojos sobre ellos e incluso les ha dado la posibilidad de telonear a grandes grupos como Incubus. Y es que un debut como el de estos chicos no suele verse muy a menudo. Suena a música desgarradora, creada con sentimiento y

Los Eterno / Eterno Saludo Musical

Difícil papeleta la de definir el estilo de estos músicos, antiguos militantes del desaparecido dúo Clovis (más dos añadidos). La cosa está entre el rock, el free jazz y la psicodelia, pero lo bonito es que todo parece improvisado en este sensacional debut. Instrumental casi en su totalidad, el

llena de cariño. Sin llegar al edulcoramiento artificial de Kings of Leon, pero con la fuerza que podrían tener unos Biffy Clyro cuando se ponen melosos. Entre los grandes temas que contiene su homónimo debut cabe destacar la genial y más rockera “My body” con su marcial batería y unas guitarras que suenan sin parar, dándole un empaque muy interesante a la canción. Otros temas a seguir de cerca son “God made man”, “Cough Syrup” o la preciosa “Islands”. Si os apetece escuchar algo nuevo y agradable para las largas y oscuras tardes de otoño, Young the Giant os lo pueden ofrecer. A mí me han ganado. Por Jesús Daniel Marín

disco recuerda una barbaridad a los temas sin voces de Yo La Tengo, de tal forma que se podría decir que es un homenaje. Y en toda regla, ya que no sólo habitan aquí las guitarras que rozan la improvisación de Ira Kaplan, la jazzística batería de Georgia Hubley o esos profundos teclados que llenan la canción sin necesidad de nada más… sino es el resto de capas lo que los delata (el bajo acompañando en las sombras, delicados coros de fondo, uso excesivo del platillo, maracas…). Hagan la prueba, comparen este disco con la segunda parte (Love) del Genius + Love = Yo La Tengo (1996), el instrumental de esos tres geniecillos, y ya verán qué sorpresa. “Rompehielos” funciona de ma-

20 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

ravilla para empezar; “Franqui” es una gozada jazzera; “Círculos”, llena de pedales, engancha y tiene ritmo, pero algo menos que la más transgresora “La Mirada Del Jaguar”; “Dinerico” hace de cierre tranquilo, con clase; pero es la anterior, “Terracota” la que sobresale por encima del conjunto. Una auténtica preciosidad de canción que se toma algo más de tiempo (casi 9’) pero que bien los merece. Despliegan en esta candidata a canción del año todo ese material de recursos en un ejercicio de estilo que nada tiene que envidiar a los mejores temas de aquel idolatrado grupo de Hoboken. Muy grandes. Por Quique Gómez


Wye Oak / Civilian

Wye Oak es una banda indie shoegaze originaria de Baltimore, EEUU, formada en 2006 por Andy Stack (batería, teclado y coros) y Jenn Wasner (guitarra y voz), parece que últimamente está de moda los dúos chicachico. La formación cuenta con 3 LP (If Children, The Knot, Civilian) y un EP (My Neighbor / My Creator) lanzado el pasado año 2010. No tuvieron mucho éxito con sus 2 primeros LP y su EP, pero a principios de año con su último LP, Civilian, han logrado saltar a la fama y aparecer por ejemplo, en un trailer de la famosa serie estadounidense The Walking Dead.

RECOMENDACIONES trarse a sí mismos, y a su sonido folk del siglo XXI, como bien los describen desde su discográfica. Sintetizadores, coros, distorsiones… son un ejemplo de su mú-

canción del disco para un servidor; arranca con fuerza, poderosos riffs mediante, para serenarse durante su transcurso, y finalmente termina rompiendo. También no podemos dejar de hablar de “Civilian”, que da nombre al disco, además de ser el primer single. La canción empieza con suavidad, sin prisas, melodía de fondo y Wasner de nuevo haciendo un gran trabajo a los vocales, y poco a poco va cogiendo energía, va tomando forma gracias a los potentes riffs, a los coros de Wasner y Stack, distorsiones… para terminar con suavidad y elegancia. Como sica, así como los repentinos conclusión, se podría decir que arrebatos de riffs estruendosos estamos ante un típico disco otoWye Oak sigue la estela de gru- que nos sacan del ensimisma- ñal (no el de este año al menos), pos como Yo la Tengo o Land of miento que producen. Una gran a pesar de salir al mercado en Talk, y presentan un estilo y so- canción es “We Were Wealth”, marzo, y se podría describir como nido dream-pop con toques sho- donde la fantástica voz de Was- una tarde gris, nublada, paseegaze que hasta ahora, con 2 ner toma las riendas y la soberbia ando por un parque, con el viento discos y 1 EP a las espaldas, música envolvente nos deja aton- soplando y las hojas cayendo a poco había dado que hablar. Ha tados durante los casi 5 minutos nuestro lado. sido con este nuevo álbum, “Civi- que dura la pista. “Holy Holy”, el Por David G. Altarejos lian”, donde han sabido encon- mejor ejemplo de su música, es la

Las Buenas Noches

Un Mal Día Lo Tiene Cualquiera

El quinteto sevillano Las Buenas Noches reaparecen 3 años después de aquel prometedor debut “Aventuras Domésticas” (2008). Y no han perdido el tiempo porque se han hecho grandes músicos aparte de más variados compositores. El folk oscuro y tristón del debut (aquí también presente en “El Fin Del Mundo” y “El Hombre Del Tiempo” para empezar, y haciendo de unión con el anterior)

da paso a algo más optimista y luminoso (la genial “La Jungla”, “40 Ladrones” o “El Día De Tu Boda” que pone el broche). Se atreven incluso con sonidos más arriesgados (“Tucumán” y “Crimea” chorrean balcanismo) pero donde se les ve más sueltos es en su especialidad: narrativa pura y dura en clave de folk. Ya son unos grandes. Chimpón. Por Quique Gómez

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 21


22 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


THE HORRORS POR NEIL KRUG INDIEART

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 23


ENTREVISTA

24 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


ENTREVISTA

Entre las cosas que escuchamos los miembros de nuestra revista, ha entrado con mucha fuerza un nuevo podcast apto para todo el mundo y en el cual colabora también uno de los redactores de INDIEferencia magazine. Por este motivo, hemos decidido realizarles una pequeña entrevista y que nos hablen de su nuevo proyecto. Con todos vosotros, Indiepollas.

¿Cómo surgió la idea de Indiepollas y el porqué de su nombre?

Porque nos consideramos indies pero ante todo reconocemos que somos gilipollas integrales, como el 99% de los modernos. El 1% que falta es el cantante de Mistery Jets y porque no tiene fuerza en las piernas,por lo cual es vestido por su señora madre.

¿Entre cuantas personas elegís lo que debe sonar en cada podcast?

Vamos de cola en cola de discoteca preguntando a las chicas que últimamente están muy puestas en música indie,como demostramos en el Mega-Friday con la entrevista. Somos en esencia 3 personas (Jose ,Kike y Juanfran) pero pedimos nuevas colaboraciones en cada programa.

¿Cada cuanto tiempo hacéis un nuevo podcast?

Todos los viernes,porque nuestra música va en consonancia con el sentimiento de fin de semana.

¿Qué buscáis con la realización de un podcast como Indiepollas?

Juntarnos un día los 3 y reírnos de lo que nos reímos habitualmente, pero grabándolo. Nosotros queremos recuperar la esencia que tenia el podcasting cuando surgió, brevedad y dinamismo. Nosotros como locutores no consideramos que debamos tener más relevancia que la música, porque pensamos que cada persona

tiene su ideal de gustos, y el que se atreva a sentar cátedra es un gilipollas.

¿Tenéis pensado hacer algún especial a final de año recopilando lo que consideráis las indiepolleces indispensables del 2011?

No,pero como somos muy de copiar ahora sí, muchas gracias. ¿Quieres colaborar?

¿Os gustaría contar con algún grupo del cual seáis seguidores?

Chuski: Me vale cualquiera,menos Lori Meyers. Kike: Me gustaría contar con mi DJ fetiche, Shinichi Osawa, para preguntarle si se mojó los pies en Fukushima. JuanFran: Pasopalabra

¿Hay algún artista o grupo que jamas sonaría en indiepollas?

Cualquier grupo que cuente con un percusionista analógico.

Kike: Nunca pondría a Oasis y por supuesto a sus pupilos mas directos KASABIAN. Chuski: Nunca pondría al rapero hijo de Ana Obregon Juan Fran: Nunca pondría a Russian Red, pero si me deja restos de carmín en la p**** SI.

¿Que mensaje mandarías a los oyentes de Indiepollas?

Les pido un euro a cada uno que las copas del club Low están muy caras. Y queríamos agradecer de veras a todos los redactores de IndieFerencia Magazine y a los 5 millones de parados que deja Zapatero,entre los que nos encontramos,por lo cual nuestra única salida ha sido el mundo del podcasting, o nos morimos de hambre.

Los puedes encontrar en Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 25


Ico Top: Agosto

Por Quique Gómez

Stephen Malkmus & The Jicks / Mirror Traffic La canción “Tigers” que abre el disco supone toda una declaración de intenciones: reivindicación indie al gran padre de la escena en los ’90. El –aún- gamberro Malkmus, consciente ya de que esos dos primeros álbumes de Pavement son irrepetibles, se dedica aquí a continuar donde lo dejó con su otra formación por aquel entonces. Más inspirado incluso que en todo lo que vino a continuación, éste es su mejor disco con los Jicks. Preciosa y multiinstrumentada, “No One Is (As I Are Be)” da paso a uno de los pepinos del disco (y del año), “Senator”. Un auténtico monstruo indie-rock que parece sacado del “Slanted & Enchanted” (1992). El disco es largo, sí, pero tan variado que no se hace nada pesado, sobre todo si intercala temas de corte más delicado (“Brain Gallop” y su final jam; “Asking Price” con la absurdez sarcástica; “Long Hard Book” para atardeceres veraniegos, a la que le sigue “Share The Red” para continuar con esa sensación de escalofrío placentero en el,

posiblemente, mejor momento del disco; “Fall Away” es únicamente dulzura) con otros más eléctricamente orientados (“Stick Figures In Love” y su espectacularmente adictivo y guitarrero estribillo sin voz; continúa la cosa con “Spazz”, el otro hit indie del disco; “Tune Grief”, la más rock garaje). Lo que queda son otro par de perlitas y, qué gusto, nada de relleno. “Forever 28” es delicia indie; “All Over Gently” es de otra época, aquí traída a los 90… perdón, a los ’10. Así da gusto: analizas cada canción y te das cuenta tanto de lo bueno que es este hombre como de lo que lo echábamos de menos así, en estado puro. Si es que hasta para cerrar parece que “Gorgeous Georgie” está en su sitio, al final. Un final que con el repeat activado no supone tanto problema. Cuando el indie engancha, no puedes parar, no puedes escuchar otra cosa. Pero para eso hace falta que el disco sea bueno. Y éste, en su estilo, es el mejor.

The War On Drugs / Slave Ambient

Rock en el sentido más clásico es lo que nos encontramos en el nuevo álbum del cerebro Adam Granduciel, el cual, y al igual que su amigo Kurt Ville, no le hace ascos a las, a veces grandilocuentes, comparaciones con tótems del sector como Bob Dylan o Bruce Springsteen. Lo único que les queda para no sonar a plagio (o por lo menos, para ser originales) es experimentar. “Dragonwheel Blues” (2009) supuso el interés masivo por parte de crítica y público por todo lo bien que encajaba todo al mencionar las palabras “rock suave” o “lo-fi rock” en los tiempos que corren hoy día. Pero para un segundo disco la cosa se pone hostil. The War On Drugs se defienden de ridículos prejuicios de la mejor manera posible: con canciones. Aquí las encontrarán: desde la introductoria magia de “Best Night” al medio tiempo final “Blackwater”, se suceden temas que, con el mayor mérito del mundo, suenan sencillos siendo la hostia de sofisticadas. Capas de delicadeza (y de guitarras) bañan la casi totalidad del disco, con algún que otro detalle más rockero (“Your Love Is Calling My Name”). Lo sorprendente, y casi lo mejor que le puede pasar a este disco, es, como comentábamos, la sensación de mezcla entre lo más clásico del rock suave y lo vanguardista de los teclados al más puro estilo británico de los primeros ’90. Spacemen 3, The Jesus & Mary Chain o incluso Primal Scream resuenan en nuestras cabezas mientras se suceden temazos como “Brothers”, “Come To The City”, “Baby Missiles” o la instrumental “Original Slave” que recuerdan, y de qué manera, a los Spiritualized del “Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space” (1997). Todo un señor disco.

26 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011


Ico Top: Agosto

Beirut / The Rip Tide

Parece que el amigo Zack Condon (ejem) ha cogido de aquí y de allá para su nuevo y tercer disco. Pero muy lejos no se fue a pescar, más concretamente, ha sacado ideas de sus previos trabajos: los discos “Gulag Orkestar” (2006) y “The Flying Club Cup” (2007) y el doble EP casi experimental titulado “March Of The Zapotec/Realpeople Holland” (2009). De hecho, ese EP supuso una vuelta de tuerca a su sonido tan marcadamente balcánico, mezclando instrumentos tradicionales para tal fin con otros más electrónicos, consiguiendo diferenciar cada mini álbum con facilidad. Aquí, alejado ya de tanta experimentación, resume su carrera en su más ambicioso (en cuanto a sonido) disco, pasando cada canción por un, ahora más que nunca, depurado tamiz. Ese filtro se hace notar más que nunca en la preciosísima “The Rip Tide” que da nombre al disco; en “Santa Fe” y su único acercamiento a la electrónica; en la perfección vocal del cantante en “East Harlem”; en el balcanismo más moderado y fino en “Vagabond” o “Payne’s Bay”; en las originales “Goshen” y la última “Port Of Call”. Y así se nos pasa el disco, con la sensación de que este geniecillo ha conseguido reunir su mejor puñado de canciones en lo que lleva de carrera. Un gran buscador de su propio baúl de los recuerdos, y con muy buen gusto.

Jay Z & Kanye West / Watch The Throne

Más que un disco nuevo disco de Kanye West (con Jay Z, sí), parece la continuación del reciente y apoteósico “My Beautiful Dark Twisted Fantasy” (2010). Y sí, aquí está presente Jay Z, pero más que el 50% de la banda, parece el ayudante particular de Mr. West. Quién diría hace una década que el pupilo del “AMO” del hip hop iba a ser su “jefe” en la actualidad. Vale, sí, el disco es más rapero que aquella mencionada obra maestra (ya por orgullo), pero donde antes era Rihanna, ahora es Beyoncé (lógico); donde antes era Bon Iver, ahora es Frank Ocean; y donde antes era Monster, ahora es casi la totalidad del álbum, es decir, una colaboración del maestro a los caprichos del egocéntrico líder del asunto. Eso en cuanto a lectura, más o menos, negativa; en cuanto a lo bueno, la genialidad de un músico pop, aquí un poquito más camuflada en el hip hop que antes, soltando singles de todos los colores. Pese a una intro sin sobresaltos que recuerda al regular “808’s & Heartbreak” (2008), llegan tres pildorazos espectaculares: “Lift Off” con la esposísima en modo Crazy In Love; “Niggas In Paris” que opta a canción del año; y “Otis”, que más que un featuring, es el sample definitivo. Un poquito de tranquilidad antes del otro pepino (“That’s My Bitch”) y ya se nos ha pasado medio disco. Y es largo, aunque en contadas ocasiones denso, como ese tramo previo a “Made In America”, canción himno góspel alienígena, mitad bofetón pasteloso religioso, mitad maravilla atemporal nigga. Mr. Hudson colabora en otra canción 100% West, interpretada, 90%, por Z. Esta segunda mitad de disco suena menos original, más de piloto automático, pero remontan el vuelo la triada final: la más que bruta “H·A·M”, “Primetime” y esa maravillosa “The Joy” con la genial elección del sample de Curtis Mayfield entre bajos trip-hoperos. Esperemos que el señor West no se tome unas largas, pero más que merecidas (se está ganando el sueldo), vacaciones.

Comet Gain / Howl Of The Lonely Crowd

Nada más empezar “Howl Of The Lonely Crowd” ocurre lo mismo que con Malkmus y los Jicks, que te das cuenta de qué va la cosa desde el minuto 1. Para qué andarse con rodeos si el guión lo tienen claro. A diferencia de los mencionados, donde a Stephen Malkmus le sobra tiempo para sacar canciones a puñados, estos Comet Gain se lo toman con más calma, reapareciendo 6 años después del dignísimo “City Fallen Leaves” (2005). Otra diferencia notable es la procedencia de las bandas: éstos, británicos, hacen un indie mucho más directo, sin tanta composición, con menos variedad en cada pieza, pero no así en el conjunto, donde lo más brillante del álbum es precisamente eso, la precisión con la que aciertan en cada diferente intento de canción redonda. 13 canciones rápidas, más que cortas, donde dentro de tanto material indie, destacan tanto los chispazos veloces del principio (“Clang Of The Concrete Swans”, “The Weekend Dreams”, “Working Circle Explosive!”), las baladas más estilosas (“After Midnight, After Its All Gone”, “Some Of Us Don’t Want To Be Saved”, “In A Lonely Place”) o las genialidades más certeras a medio camino entre ambos palos (“A Memorial For Nobody I Know”, “Herbert Hunckle Prt 2”). Preciosos a la vez que precisos. Una joya de disco. Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 27


Ico Top: Septiembre

Wilco / The Whole Love

De la introductoria “Art Of Almost” no hablamos porque ya se habrá dicho de todo. Es perfecta. El atípico single “I Might”, una canción en la que los seis miembros se van enchufando uno a uno, gana en cada escucha, sobre todo gracias a ese psicodélico teclado. El baladón in-crescendo “Sunloathe” da paso a lo que podría ser otro single, “Dawned On Me”. Pero es “Black Moon” esa canción que te pone derecho, la que te dice que esto va en serio. Impresionante medio tiempo con acústica y slide guitar de fondo. “Born Alone” sigue con el rollo happy que tan bien (también) se les da, más que nada porque la mezclan con el señor Cline y su hard-rock-guitar. Y hablando de slide, llega la más country del disco, la preciosa “Open Mind”, todo un homenaje a esa otra época de la que deberían estar or-

Girls / Father, Son, Holy Ghost

“Honey Bunny” hace de “Lust For Life” en el segundo álbum de este loco dúo de San Francisco: abre de forma rápida, directa y muy pop otro genial disco. Para más coña, otro nombre propio sigue a la introductoria para meternos de lleno en el mundo Girls. Un mundo de rock clásico, alejadísimo de las tendencias actuales, donde el pop es más un estilo de vida que de música. “Alex”, de hecho, es otra perfecta canción en 2011, pero lo bonito es que lo sería también en los ’70. Un final de canción que recuerda

Por Quique Gómez

gullosos. “Capitol City” me recuerda a “Hummingbird”, con lo que eso supone, por su rollito desenfadado y cabaretero. Luego se enchufan en el rock de estadio con la magnífica y llena “Standing O”. y digo llena porque es este tipo de canción la que justifica que sean seis componentes: se les oye a todos. La preciosa canción que da nombre al disco podría cerrar el disco de forma redonda, pero es que han acertado a poner “One Sunday Morning” (doce minutos con los que están abriendo los conciertos de la actual gira) para dejarte con la boca abierta con esa combinación de guitarras acústicas, piano y voz que sólo ellos saben hacer. Hay gente que dice que es larga. A mí se me hace corta. Como todo el disco. Quiero más de Wilco, ahora que han vuelto a la cima. Y que no bajen nunca.

a David Bowie nos da paso a algo que podría ser Led Zeppelin. “Die” es hard rock, y punto. Y es que tenemos que volver otra vez al pasado para encontrar referencias de semejante barbaridad trotona. Ya no sé si es que se lo toman a coña o es que nos quieren mandar un mensaje, pero desde luego un pepino así no esperábamos encontrar en un disco de Girls. De verdad, gracias. Seguimos. “How Can I Say I Love You” es bofetada pop en mayúsculas, 50% single pop que ya lo quisieran muchos, 50% cursi. Es que les da igual. No contentos con estos cuatro temazos, llega “My Ma”, con sus coros y su instrumentación. Y es que hay que decir que a Christopher Owens ya no le vale sólo con JR White, sino que han tenido que fichar a una banda no sólo para el directo sino también para el estudio. El resultado se nota. “Vomit”, raramente el primer single, demuestra con las escuchas el porqué de semejante elección, con esa calma convertida en psicodélica tormenta cuando les da la gana. “Just A Song”, otro levantamiento de ceja: guitarra española que da paso a melo-

28 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

día pop de banda sonora de peliculón noventero. Sí, esta música hace desvariar.

Punto y aparte. Y es que hasta aquí, estas siete canciones forman, de momento, el mejor comienzo de álbum no sólo del mes, sino del año. Si hubiese sido EP sería la perfección. Pero todo hay que decirlo, a partir de ahora bajan un pelín el listón, por otra parte, lo más normal del mundo. A “Magic” le falta, ejem, magia (risas no) aun siendo una gran canción, y “Forgiveness” también es preciosa, mitad instrumental y mitad balada épica (subidón incluído). Pero el casi blues gospel de “Love Life” se hace algo larga siendo de las cortas, y “Jamie Marie” es un cierre que está hecho para un vozarrón tipo Jeff Buckley del que carece Owens. Un final de disco que no es que sea malo, al contrario, es muy bueno, pero que pone a Girls en la tierra, aquí, alrededor de los mortales, algo que parecía imposible con semejante repertorio inicial. Sumando, la media hace que se convierta en otro de los discos del año.


Ico Top: Septiembre

Wild Flag / Wild Flag

Un súper grupo formado por integrantes de Helium y, sobre todo, las añoradas Sleater-Kinney, no podía hacer un disco malo. Si bien es cierto que el derroche vocal de su ex-pareja y cantante de la anterior banda, Corin Tucker (ahora en The Corin Tucker Band, y su egocéntrico nombre) es realmente insustituible, Carrie Brownstein (elegida 25º mejor guitarrista, y 1ª en el ranking femenino) se pone al mando de la nueva formación en la que también milita Janet Weiss, batería de dicha banda. Sí, esto es más la continuación de Sleater-Kinney, con Carrie cantando de pluriempleada, con la guitarra y coros de Rebecca Cole y con un teclado (Mary Timoty) para rematar la contundencia rock. Que de eso trata la cosa, de rock. Más que lo de riot grrrls, que no deja de ser terminología por el simple hecho de ser tías, esto es rock del de toda la vida. Y rock del bueno. Ahí están los pildorazos “Romance”, “Boom”, “Future Crimes” o “Electric Band” para demostrarlo, pero es en lo alternativo, en lo indie, donde destacaron y destacan estas mujeres. Así, las canciones más originales del disco son, a la vez, las mejores: “Something Came Over Me”, recuerda a Sonic Youth; la tremendísima “Endless Talk” y su teclado retro, la garajera “Glass Tambourine” llena de coros, a lo Vivian Girls, que para eso ellas iban antes; o la que pone el broche al disco, “Black Tiles”, otra gozada. Pero si tengo que elegir una, me quedo con la penúltima, “Racehorse”, porque aparte de potencia rock con estribillo, tiene un final de esos épicos que se marcaba la Brownstein en la anterior banda muy de vez en cuando; un final acompañado de una batería totalmente engrasada a la guitarra (qué guitarra) y ahora con un teclado de lo más molón y psicodélico que te pone la piel de gallina. Deberían intentarlo más. Igual a la próxima están en lo alto de todos los tops. Hablo del año.

Mikal Cronin / Mikal Cronin

¿Y quién demonios es este Mikal Cronin? Pues ni puta idea, pero ya iba siendo hora de conocerlo, porque vaya discón. Que a nadie le engañe la inicial “Is It Alright”, porque para nada van por ahí los tiros. Bueno sí, por ahí y por otros muchos. Variado hasta decir basta, este disco supone un manual actual a cómo recoger referencias (indie de los ochenta y noventa) y hacerlas suyas. Menuda forma de hacerse un hueco en la nueva ola de genios locos del pop de garaje (Wavves, Ty Segall, Jay Reatard, Bradford Cox,…). Tanto esa citada primera canción como “Aparthy” y “Get Along” son de esas canciones mutables; “Green And Blue” es la canción que siempre quiso Noel Gallagher para el “Be Here Now” (1997); “Gone” es otra macarrada pop camuflada, eso sí, en distorsión; “Situation” y “Again And Again” son de lo más retro… Con un par de buenas baladas de por medio (“Slow Down” y “Hold On Me”) y un cierre a lo John Lennon, el amigo se ha firmado uno de los discos imprescindibles de este 2011. Habrá que seguirle la pista de cerca, porque apunta maneras de crack. De momento, ya lo tiene bien jodido para superar su debut.

Cymbals Eat Guitars / Lenses Alien

Comienza tan bien la continuación del tremendo “Why There Are Mountains” (2009) que cuesta creer que lo igualen en el resto del álbum. Y es que esa introductoria “Rifle Eyesight (Proper Name)” juega en su contra, porque querer remontar semejante ópera rock no es tarea fácil. Una canción que bien podía haber sido dividida en tres, no lo está porque todas ellas tendrían el mismo hilo sonoro de fondo. Yo también las prefiero juntas, como hicieron The Decemberists con su “The Crane Wife” (2006). No sólo te enseñan de qué son capaces de hacer sino que llenan el tema de más instrumentos, algo de agradecer, siempre y cuando esté bien hecho. Pues para chulos, ellos, porque si la primera parecía insuperable, la siguiente, “Shore Points” es otro temazo máximo. Una guitarra que hace arpegio (en el mundo indie, ojo), el teclado que no sólo lo ficharon para la primera, y esa voz berreando con estilo hacen que el nivel siga subiendo. Pero es que la cosa no para: “Keep Me Waiting” es otro pepino al más puro estilo Pavement, con todo lo que ello significa. Como era lógico, la cosa ya decae algo con “Plainclothes”, una pirueta que empieza como balada y se enreda demasiado; otro intento más de épica, “Definite Darkness”, buen tema pero con menos suerte que al principio; la preciosa “Another Tunguska”; la casi intrumental “The Current”, la cual hace de punto de inflexión al tridente final. Un tridente (“Wavelengths”, “Secret Family” y “Gary Condit”) que no hace más que alargar un discurso en el que, aún con buenas canciones, ya estaba todo dicho con las tres primeras. Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 29


Ico Top: Octubre

Por Quique Gómez

M83 / Hurry Up, We’re Dreaming No sé dónde estará el techo de Anthony Gonzalez, que convirtió su anterior álbum en el mejor de su carrera y ahora va y hace exactamente lo mismo con el nuevo. “Hurry Up, We’re Dreaming” (2011) es tan grande que se podrían llenar diez páginas hablando de él, así que ser escueto no va a ser tarea fácil. Y no me refiero precisamente a que sea doble CD, porque, aquí sí, eso está más que justificado.

Para “Intro” han acertado a escoger la potentísima voz de Zola Jesus para ponernos en situación. Una canción que hace verdadero honor a su propio nombre, porque es así como tiene que comenzar una aventura tan jodidamente épica. Y es que la cosa no decae tras la canción del año (“Midnight City”), sino que sigue la fiesta “Reunion”, una canción que deja en pañales a todo el nuevo disco ciber-party de Coldplay.

Real Estate / Days

Un poquito de calma, siempre eligiendo bien el momento, como el que continúa con la no menos espectacular “Wait”, y es que esto siempre ha tratado de dream-pop, aunque aquí parezca en muchas ocasiones que el señor Gonzalez se haya estudiado el manual de no sé qué maquinita. Maquinita que dota al conjunto de más electrónica, eso sí, sin perder en ningún momento el gusto por lo delicado. Electrónica como herramienta, no como estilo. Asi, canciones como “Raconte-Moi Une Histoire”, “Claudia Lewis” o la vitaminada “This Bright Flash” se suceden entre interludios creando una malla retrofuturista que bien podría encajar en películas como Blade Runner. Nunca antes estuvo tan justificado mezclar los términos “años ‘80” y “ciencia ficción” para un disco de pop. Pone el broche a tan maravilloso primer capítulo un tema al más puro estilo Spiritualized, “Soon, My Friend”. Punto y aparte. ¿Y hacía falta un segundo CD? Definitivamente sí: primero porque se nos ha hecho cortísimo; y segundo porque es tan bueno como el primero. Como si tal

Segundo asalto y confirmación: Real Estate son buenos. Es más, en lo suyo son los mejores. Lástima que no haya más bandas como ellos. Incluso las referencias son complicadas de encontrar (¿Neil Young mezclado con Yo La Tengo?). De todas formas, si hubiese algo parecido, en duelo directo ganarían siempre. Y es que ese sentimiento que le echan a cada una de las canciones, unido a lo bien que tocan los hacen insuperables. Ya lo demostraron hace no mucho con el igual de bueno “Real Estate” (2009). Aquí Alex Bleeker y Matthew Mondanile (ambos en Ducktails) se lo pasan mucho mejor junto a Etienne Duguay y Martin Courtney (Titus Andronicus) soltando pepinazos indie con mucho de melodías de guitarra, a modo de capas, para cargar este discazo de sutil belleza. Como ejemplo “Kinder Blumen”, una instrumental tan bonita que debería ser infinita. Culmina, y de qué forma, un póker iniciado por la preciosa “Easy”, la más lenta pero mejor “Green Aisles” (que encuentra hermana gemela en “Youn-

30 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

cosa, esta segunda intro nos engancha justo donde lo dejó el CD1 para dar paso al verdadero shoegaze (“New Map”), tan presente en el álbum anterior, del cual ésta hubiese sido single. Lo que diferencia a este disco es que ahora los singles son del tipo “Ok Pal”: otra potente joya que, una vez oída, no te la quitas de encima. Y vuelve el futuro. Emocionante a la vez que enigmático en su totalidad, hasta al baladón “Splendor” le queda bien la mezcla de coros y palmas con sintetizadores. El colmo de la chulería es mezclar todo ese ejército de recursos con folclore medieval (“Year One, One Ufo”) y que le salga bien. Un puto genio. Pensando que lo que queda para el final ya no podrá mantener el tipo, ahí están para desmentirlo la jovial “Steve McQueen” y la épica “Echoes Of Mine”, canción que bien podría representar la victoria de los buenos en esa hipotética película, en la cual el tema de los créditos sería la también genialmente nombrada “Outro”. ¿Dónde está el tercer CD? Sí, nos hemos quedado con ganas de más.

ger Then Yesterday” más adelante) y lo que parece ser el primer single (“It’s Real”, de hecho lo es) de su aún corta discografía. Viendo el resultado, también lo podrían intentar más a menudo. Pero donde se mueven más cómodos es en el lofi, y para demostrarlo está “Out Of Tune”, una canción que parece imposible que vaya mejorando a cada uno de sus cinco minutos. Canciones las de este álbum largas, pero que, precisamente, necesitan desarrollo para tan perfectas melodías. Incluso en la siguiente “Municipality” se marcan el lujo de acertar justamente en lo contrario: convertir un riff continuo de guitarra en el ritmo de la canción, más allá del bajo-batería. Interpretada por Bleeker, “Wonder Years” suena a country (esa voz), folk y pop a partes iguales; “Three Blocks” la tienes que oír dos veces seguidas porque no te crees que semejante despilfarro sonoro provenga de tan sólo dos guitarras. ; y “All The Same” pone el cierre con otra melodía tremenda que se alarga y con la que se despiden de tan generoso viaje. Esperemos que no tarden mucho en volver y así poder dar otro paseíto por los rincones más bonitos de la música popular. De hecho, podemos alargar un poquito la magia con el directo: Real Estate actúan, junto a Beat Connection (ojo con éstos también) en Barcelona (KGB, 30 de noviembre), Valencia (Wah Wah Club, 1 de diciembre) y Madrid (El Sol, 2 de diciembre).


Björk / Biophilia

Podríamos denominar a Björk como la artista femenina más grande de toda la historia de la música pop y quedarnos tan a gusto. Qué sí, que Patti Smith, Joni Mitchell, Tina Turner, Aretha Franklin, o incluso las más actuales PJ Harvey o Madonna son ejemplos por lo menos igual de importantes, pero desde luego ninguna tan especial. Esta pequeña islandesa de cara extraña lleva intentando (y consiguiendo) cambiar el rumbo del pop como a ella le ha ido saliendo del culo durante los últimos 20 años. Ahora, en otro importante ejercicio de vanguardismo, se queda muy cerca de ese último gran álbum que hizo hace ya diez años. “Vespertine” (2001) se posicionaba como una entrada tan importante

Ico Top: Octubre al nuevo milenio como lo fue la salida del anterior con “Homogenic” (1997), firmando así su cuarto (de cuatro) imprescindibles tras “Debut” (1993) y “Post” (1995) en el mejor arranque discográfico jamás conocido, además de un buen puñado de remezclas, bandas sonoras y colaboraciones. Lo que vino después, “Medúlla” (2004) y “Volta” (2007), siendo buenos discos llevaron a Björk a terreno peligroso. Un terreno cada vez más alejado del pop electrónico, difícil de entender para la gente normal (ella, definitivamente, no lo es) y demasiado enrevesado. Discos que no dejan de ser curiosos por semejante exploración (uno compuesto únicamente de voces; otro influenciado por toda la freak-scene del momento) pero que alejaban al pueblo medio de su, a veces incomprendida, magia. En “Biophilia”, con un par, continua la senda de la arriesgadísima experimentación. Pero lo bueno es que aquí sí que funciona, pese a contar con can-

Gauntlet Hair / Gauntlet Hair

ciones difíciles, de estructura rara y sonidos nuevos, donde, por encima de todo, ha decidido colocar su voz. Una voz que está más suelta que nunca y que mezclada con instrumentos de orquesta y sintetizadores (no hablaremos aquí de i-pads) ha resultado ser el hilo conductor una vez más. Probablemente su disco más transgresor aunque no lo parezca, es imposible analizarlo por pistas, todas ellas muy etéreas. Aquí sólo se puede hablar de conjunto. Y es que desde los ciclos lunares en “Moon” hasta los sonidos hawaianos de “Solstice” se suceden genialidades preciosistas como “Cosmology” o “Virus”, o ese difícil single, porque había que poner uno (“Crystaline”, genial para el directo a lo Aphex Twin, o incluso más hardcore). Estamos de enhorabuena, Björk ha vuelto. Pero un consejo, el que empiece con ella, que no lo haga con este disco.

Nunca pensé que este momento llegaría, pero por fin lo pudo decir: existe algo parecido a Animal Collective. Ya sólo el hecho de parecerse, sin querer criticarlos de imitadores, son buenas noticias. Para ser exactos tendríamos que mezclar 50% de los de Baltimore y otro 50% sumando, tanto el incomprendido segundo álbum de Foals como el primero de Klaxons (el comienzo de “Lights Out” es un canteo). Eso servirá para hacerse una idea de por dónde van los tiros en el, ya más que una promesa, debut de este loco dúo de Colorado. Pop moderno y esquizofrénico en el que las canciones cogen forma

a medida que le van sumando más y más texturas. Lo que aquí funciona mejor son las distorsionadísimas guitarras y los giros vocales locos y no tanto las bases, que no sé si lo pretendían, pero no suenan tan limpias como en los últimos discos de Animal Collective. En los tres primeros temas ya te han puesto las pilas, pero no es hasta “My Christ” (la mejor) cuando te das cuenta de que hay que tomarlos en serio, y no sólo como una mezcla de buenas influencias actuales sino como algo realmente original. Depurando un poquito algún que otro sonido y teniendo algo más de cuidado en la monotonía (es un disco muy constante) estaríamos hablando de algo realmente importante, porque ideas tienen: el durmiente pop de “Showing” funciona de maravilla de interludio para el arreón final (“Overkill” a toda hostia, “That’s Your Call” y “Shout In Tongues” en la cumbre de lo bizarro). Un disco bastante especial, pero un disco muy bueno. A ver cómo evoluciona la cosa para el segundo.

Existen dos vertientes musicales en el pop de los ’80 tras la muerte de Ian Curtis: la de más éxito en crítica que originó el movimiento rave (Happy Mondays, Primal Scream o New Order, sucesores de los propios Joy Division); y la de más éxito comercial (R.E.M., The Smiths o, por qué no, U2). Twerps y su homónimo debut se agarran radicalmente a esta segunda rama. Y lo hacen de forma descarada, porque lo de ellos parece real-

mente un disco de esa época. Hasta la tercera “This Guy” parece una cara B de The Velvet Underground (Nico incluída). Un disco muy completo que, lamentablemente, pasará desapercibido por el riesgo de no querer ser moderno. Porque esto no es retro (sería lo fácil, comercialmente), esto es clásico. De esta forma transcurren canciones preciosas como “Who Are You” o “Peculiar” repartidas entre algún que otro sobresalto rock & roll (espectaculares “Jam Song” y “Throught The Day”). Un disco que te pone una sonrisa en la cara y que te hace pensar un poquito, esta vez sí, que en esto de la música comercial hubo un tiempo mejor. “Coast To Coast” para finalizar es toda una declaración de intenciones. ¿Eres de la vertiente americana o británica? Twerps son de las dos. Y ojo, son australianos.

Twerps / Twerps

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 31


INDIESPENSABLES: AGO/SEPT/OCT

DISCOS

Quique Gómez

01. M83 - Hurry Up, We're Dreaming 02. Wilco - The Whole Love 03. Real Estate - Days 04. Girls - Father, Son, Holy Ghost 05. Stephen Malkmus & The Jicks Mirror Traffic

Ander Simón

01. Kasabian - Velociraptor! 02. Beirut - The Rip Tide 03. Summer Camp - Welcome to Condale 04. Big Deal - Lights Out 05. The New Division - Shadows

F. Javier Moreno Bel

01. Summer Camp - Welcome to Condale 02. The New Division - Shadows 03. Justice - Audio, Video, Disco 04. The Rapture - In The Grace Of ... 05. You Love Her Coz She's Dead You Love Her Coz She's Dead

Jesús Daniel Marín

01. M83 - Hurry up, we're dreaming 02. Beirut - The Rip Tide 03. Sidonie - El fluido Garcia 04. Young the giant - Young the giant 05. Kasabian - Velociraptor!

David García Altarejos

01. Modeselektor - Monkeytown 02. Beirut - The Rip Tide 03. Wilco - The Whole Love 04. The Subways - Money and Celebrity 05. M83 - Hurry up, We're Dreaming

32 INDIEFERENCIA MAGAZINE Ago/Sept/Oct 2011

06. Björk - Biophilia 07. Wild Flag - Wild Flag 08. Gauntlet Hair - Gauntlet Hair 09. Twerps - Twerps 10. The War On Drugs - Slave Ambient

06. Real Estate - Days 07. Girls - Father, Son, Holy Ghost 08. M83 - Hurry Up, We're Dreaming 09. Justice - Audio, Video, Disco 10. The Rapture - In The Grace Of ...

06. Kasabian - Velociraptor! 07. M83 - Hurry Up, We're Dreaming 08. Wooden Shjips - West 09. Surfer Blood - Tarot Classics 10. Male Bonding - Endless Now

06. The Rapture - In the grace of... 07. Summer Camp - Welcome to Condale 08. Veronica Falls - Veronica Falls 09. S.C.U.M. - Again into eyes 10. Opeth - Heritage

06. Kasabian - Velociraptor! 07. I Break Horses - Hearts 08. Justice - Audio, Video, Disco 09. Feist - Metals 10. Apparat - The Devil's Walk


INDIESPENSABLES: AGO/SEPT/OCT

CANCIONES

Quique Gómez

01. M83 - Midnight City 02. Veronica Falls - Bad Feeling 03. Stephen Malkmus & The Jicks Senator 04. Real Estate - Kinder Blumen 05. The Rapture - How Deep Is Your Love?

Ander Simón

01. Summer Camp - Brian Krakow 02. The New Division - Hearts For Sale 03. Youth Lagoon - Montana 04. Real Estate - Easy 05. Beirut - Port Of Call

F. Javier Moreno Bel

01. You Love Her Coz She's Dead Legacy 02. Summer Camp - Brian Krakow 03. Justice - Horse Power 04. M83 - Midnight City 05. The Rapture - How Deep Is Your Love?

Jesús Daniel Marín

01. SCUM - Whitechapel 02. Summer Camp - Brian Krakow 03. Young the giant - My Body 04. Sidonie - Negroni 05. M83 - Midnight City

David García Altarejos

01. Modeselektor - Shipwreck with Thom.. 02. The Subways - Like I Love You 03. Beirut - Port of Call 04. Justice - Audio, Video, Disco 05. M83 - Reunion

06. Beirut - Santa Fe 07. Jay Z & Kanye West - Niggas In Paris 08. Cymbals Eat Guitars - Shore Points 09. Gauntlet Hair - My Christ 10. Wild Flag - Racehorse

06. The Rapture - How Deep Is Your Love? 07. Kasabian - Goodbye Kiss 08. BOA - Push 09. Harrison Hudson - Every Girl 10. Neon Indian - Hex Girlfriend

06. The New Division - Hearts For Sale 07. Wooden Shjips - Lazy Bones 08. Grouplove - Colours 09. Surfer Blood - Miranda 10. Kasabian - Swichtblade Smile

06. Kasabian - La Fee Verte 07. Beirut - Port of Cali 08. The Rapture - How Deep Is Your Love? 09. Viva Brother - New Year's Day 10. Wye Oak - Civilian

06. Bombay Bycicle Club - Shuffle 07. Girls - Die 08. The Drums - Money 09. Feist - How Come You Never Go There 10. The Rapture - How Deep is Your Love?

Ago/Sept/Oct 2011 INDIEFERENCIA MAGAZINE 33


REDACCIÓN

Ander Simón, Quique Gómez, Joaquín Ollero, F. Javier Moreno, Jesús Daniel Marín, David García Altarejos, Juan Francisco Rodríguez García, Ismael Venzalá. DISEÑO & MAQUETACIÓN

F. Javier Moreno

FOTOGRAFIA / AGRADECIMIENTOS

Neil Krug - www.neilkrug.com WEB

indieferenciamag.wordpress.com twitter.com/indiefermag

MAIL

indieferenciamagazine@gmail.com En INDIEFERENCIA Magazine tenemos el fin de divulgar información sobre la música que nos gusta. Desde los grupos más destacados de la escena hasta las nuevas bandas que aún son desconocidas por la mayoría del público.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.