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Las Condes - Santiago - Chile

Tel: +56 9 9016 3016 - www.conade.cl en el país y que su cantidad ha aumentado el último tiempo, ésta sigue siendo limitada. La recolección casa a casa es aún más escasa en el país y, en muchos casos, no incorpora la posibilidad de incluir dentro de los materiales reciclables a los envases plásticos flexibles”. En relación a esto último, cabe recordar que en septiembre de este año comenzará a regir la Ley sobre Responsabilidad Extendida del Productor (REP) para los envases y embalajes que, entre sus obligaciones, considera el retiro domiciliario para la gestión de estos residuos, por lo que se espera que esta cobertura vaya creciendo gradualmente.

En cuanto a la infraestructura de pretratamiento, Valdivieso comenta que para valorizar los plásticos flexibles muchas veces se requieren etapas de lavado y de clasificación automatizadas que permitan separar los distintos tipos de envases y descartar aquellos que no se pueden aprovechar.

Luego expone algunas dificultades que existen para el involucramiento ciudadano en esta tarea: “Estos plásticos, usualmente, no son reconocidos como valorizables, en parte porque su identificación es compleja (por ejemplo, un envase plástico flexible Nº 7, que no es valorizable, es muy similar en aspecto a un envase plástico flexible Nº 4, que sí se puede valorizar). Esa es una de las razones por la que las personas no suelen separar ni disponer este tipo de envases para su posterior valorización”

La Directora del PCP resalta que, actualmente, una parte importante de los envases plásticos flexibles de origen industrial sí se valorizan y en, muchos casos, existe la posibilidad de incorporarlos en el mismo proceso con los de origen domiciliario. Es por eso –recalca– que las principales barreras para su valorización están en las etapas iniciales de recolección y pretratamiento. Recuerda, además, que “las etapas están concatenadas, es decir, si los envases plásticos flexibles no se recolectan en volúmenes significativos, no se genera una oferta de material suficiente y de calidad que permita potenciar y aumentar la infraestructura de valorización, y viceversa”

Proyecto Piloto

Considerando el escenario descrito, en julio de 2022, el Pacto Chileno de los Plásticos, con el apoyo financiero y técnico de las entidades de Reino Unido WRAP/UKRI, inició el proyecto Piloto Flexibles, orientado a evaluar la factibilidad técnica y económica de separar y clasificar envases plásticos flexibles (tipo PP Nº 5 y PE Nº 4) posconsumo domiciliario, a partir de residuos reciclables colectados en las comunas de Ñuñoa y Lo Barnechea, y, luego, valorizarlos mediante la producción de nuevos envases y embalajes.

La iniciativa ha buscado promover la recolección a través del retiro casa a casa en dichos municipios que ya cuentan con este sistema de recogida, pero que hasta ahora no incluían este tipo de plásticos.

El proyecto finaliza en febrero de 2023 y, según explica Fernanda Valdivieso, durante los ocho meses de trabajo se han medido “las cantidades de envases plásticos flexibles posconsumo domiciliarios recolectados en las comunas que forman parte del piloto, lo cual ha sido impulsado a través de la campaña comunicacional ‘Duro con el Flexible’. Dicha campaña tiene el foco de educar a la ciudadanía en torno a la problemática asociada a este tipo de envases y, sobre todo, ha estado centrada en impulsar a los vecinos y vecinas de estas comunas a que dispongan, junto con el resto de los materiales valorizables, los envases plásticos flexibles que se generan en cada uno de sus hogares”

3Puntos limpios administrados por municipios recolectan estos materiales: Santiago Centro (Parque Los Reyes, General Bulnes 1565), La Granja (Av. Vicuña Mackenna 0820-E) y El Monte (Ignacio Carrera Pinto 48).

Cabe indicar que el PP 5 se encuentra en envoltorios de alimentos como tallarines, galletas, hamburguesas, helados, cereales y caramelos; mientras que el PE 4 se suele utilizar para envasar pan de molde, papel higiénico, servilletas, pañales, arroz, detergente en polvo, verduras congeladas, embalajes de packs de botellas y latas, bolsas de basura, entre otros.

Los envases recolectados se llevan a una planta de clasificación manual, donde se separan para luego trasladarlos “a empresas de valorización para ser reaprovechados como materia prima en la fabricación de nuevos productos, potenciando de esta forma la economía circular. En este proceso, el PP 5 flexible está siendo valorizado por Inproplas, y el PE 4, por Cambiaso”, señala la directora del Pacto Chileno de los Plásticos.

Haciendo un balance de lo logrado hasta ahora, Fernanda Valdivieso resalta que, en materia de educación ciudadana, “los avances han sido valiosos, y la experiencia enriquecedora, tanto para la comunidad como para nosotros, al darnos cuenta que el lenguaje que se utiliza, el rol de las familias incluyendo a los niños y niñas como agentes de cambio, y las formas de acercamiento, son claves para generar cambios de hábitos”

En lo que respecta a la separación y clasificación de estos materiales, advierte que una de las limitantes para segregar volúmenes significativos de este tipo de envases es que este trabajo se realiza aún en forma manual. “Esta y otras etapas del proceso de valorización debieran mejorar significativamente en el país una vez que comience a operar la Ley REP para envases y embalajes, que entrará en vigencia en septiembre de este año”, sostiene.

Formas De Valorizaci N

Considerando la experiencia internacional, ¿de qué manera se podrían valorizar los plásticos flexibles en Chile?

Fernanda Valdivieso responde que esto depende de las regulaciones y de la infraestructura existentes en cada país para estos fines. Agrega que los usos que se puede dar a este tipo de materiales reciclados son similares en el mundo. “Como ejemplos específicos de aplicaciones, en India se recolectan bolsas de leche de PE 4, las que tienen como mercado final la fabricación de bolsas en Europa. En Sudáfrica, los films de PE recolectados son destinados a bolsas de basura, films estirables para pallets, entre otros”, grafica.

Implementar tecnologías como la clasificación automatizada ayudaría a valorizar los plásticos flexibles, dice Fernanda Valdivieso.

También comenta que, en Chile, “parte del PP 5 flexible es transformado en zunchos, que son cintas para embalar todo tipo de cajas y paquetes para diversas industrias como la agrícola, y el PE 4 se usa para la fabricación de bolsas de aseo. Además, ambos materiales son utilizados para fabricar madera plástica” Finalmente, la especialista concluye que para potenciar la valorización y las aplicaciones más circulares de los plásticos flexibles es clave implementar algunas tecnologías como la clasificación automatizada, el lavado y el destinte.

Marisol Garrido Directora de Operaciones Séché Group Chile

El desafío de industrializar la Economía Circular

En los últimos años y potenciado por fenómenos globales como la pandemia del Covid-19 o eventos atribuibles al cambio climático, como sequías e incendios, se han instalado la sostenibilidad y la Economía Circular como conceptos claves para la continuidad del desarrollo socioeconómico, colaborativo y sostenible, en mayor armonía con el entorno. Esta conciencia ambiental ha derivado en políticas públicas, demandas sociales, estrategias de sostenibilidad e indicadores como los ASG (Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo). Sin embargo, sigue habiendo una desconexión entre el resultado real de acciones concretas y su impacto comunicacional.

Según el ministerio del Medio Ambiente, en Chile, más del 50% de los residuos generados provienen del sector industrial y alrededor de un 20% es valorizado. Ya sea mediante iniciativas innovadoras y formales, en otros casos, el proceso enmascara mercados informales tanto nacionales como extranjeros. Por lo tanto, hay una gran oportunidad para el mundo industrial de encontrar reales aplicaciones de circularidad en sus modelos actuales.

Entendiendo que entre las prioridades de la jerarquía de gestión de residuos están el ahorro y el uso eficiente de los recursos, muchas veces incentivado por motivos económicos más que ambientales y que, a su vez, esas acciones llevan tiempo implementadas y sin mayor crecimiento, entonces cabe preguntarse cómo avanzar al siguiente nivel. Los residuos industriales son propios de cada actividad y, por lo tanto, no necesariamente se pueden encontrar soluciones transversales. Es necesario asumir la conversión de residuos a nuevas materias primas como procesos productivos en sí mismos, tomando responsabilidad de su generación e internalizando dentro de la actividad principal los aspectos económicos y técnicos que conlleva su procesamiento.

La buena noticia es que hemos avanzado, contamos con experiencias nacionales e internacionales que podemos transferir y adaptar según las necesidades de cada rubro. El llamado es a quienes nos importa, a quienes tenemos la capacidad de gestión, a quienes podemos acceder a recursos técnicos y tecnológicos y formar especialistas. Todos nosotros somos los convocados a trabajar colaborativamente en investigar, desarrollar y concretar soluciones con impacto a escala industrial.

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