Centro de Industrias Culturales Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial (CDEE)
Boro” Creativo
“
Construyendo redes culturales en Buenaventura Informe Valorativo del Convenio de Donación de Costo Reembolsable entre ACDI-VOCA y Comfandi
Elaborado por: Luis Fernando Barón, Dirección Académica Rocio del Pilar Dávila y Luis Miguel Alvarez, Coordinación General Eliana Donneys, Asistente de Investigación Jennifer Silva, Asistente de Investigación
Cali, Enero 20 de 2015
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“Boro” Creativo Construyendo redes culturales en Buenaventura Resumen Este informe presenta una valoración de los avances, logros y aprendizajes del Convenio de Donación de Costo Reembolsable entre ACDI-VOCA y la Caja de Compensación Familiar –Comfandi durante el segundo semestre de 2015. Los resultados de este trabajo muestran que, en corto tiempo, esta iniciativa ha favorecido la construcción de una red de conocimiento y reconocimiento de iniciativas artísticas y culturales en Buenaventura, que ha ayudado tanto a la construcción de identidades individuales y colectivas, como a los trabajos conjuntos y a la visibilización de experiencias y saberes tradicionales y contemporáneos. Estos resultados han representado, además, una mejora en los productos y servicios de estas iniciativas así como en las condiciones de negociación de los mismos. Sin embargo, el trabajo realizado hasta ahora apenas ha sentado las bases para el desarrollo de un proceso que pueda ser sostenible y autónomo. En este sentido se han identificado actores claves, se han construido confianzas entre estos actores e instituciones, y se avanzando en el desarrollo de formas de trabajo y de formación que se han adaptado a los contextos sociopolíticos de Buenaventura y a las condiciones particulares de los integrantes del Boro: formación, situación laboral, desarrollo artístico y organizativo y disponibilidad de tiempo, entre los más importantes. Por lo anterior, se observa que el Convenio ha avanzado parcialmente en el logro de sus objetivos centrales, que propenden por identificar, evaluar y acompañar emprendimientos culturales en el distrito de Buenaventura, para la consolidación de modelos de negocio como oportunidad para la generación de ingresos y la empleabilidad de comunidades afrodescendientes, especialmente jóvenes. Así, se ven avances y logros significativos en la identificación, evaluación y acompañamiento. De igual forma, se observan importantes adelantos en la construcción de confianzas, empoderamiento y autonomía de un grupo importante de emprendedores, que a futuro podrán estar mejor preparados para contribuir a la construcción de sistemas de gobernanza de la cultura, que respondan a las exigencias y necesidades de los pobladores del Puerto. Sin embargo, el Convenio todavía no muestra avances verificables en el desarrollo de modelos de negocio que favorezcan la empleabilidad y el mejoramiento de ingresos de comunidades afrodescendientes, especialmente jóvenes. La valoración realizada muestra que la permanencia y sostenibilidad del proceso dependen de la manera en que se afronten los siguientes desafíos: a) el fortalecimiento de la red hacia adentro y hacia afuera;
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b) la implementación de un plan de acción que defina ejes y acciones estratégicas de corto y mediano plazo; c) el plan de acción debería considerar el mantenimiento y desarrollo del proceso de formación y acompañamiento técnico y cultural, que permita tanto profundizar en aspectos técnicos y de fortalecimiento de los emprendimientos, como en las historias y condiciones socioculturales de la región, y en la formación para la participación en el diseño e implementación de políticas públicas locales. Es importante anotar que esta no es una evaluación de impacto, porque los tiempos del proyecto, la inexistencia de información (como una línea de base), y el tipo de metodología acordada no corresponden con los requerimientos de un trabajo de esas dimensiones. Por lo anterior, para la elaboración de esta valoración, el Centro de Industrias Culturales de la Universidad Icesi, diseñó una metodología fundamentada en la reconstrucción de la experiencia y las trayectorias de participantes del proceso, privilegiando las voces de los beneficiarios del mismo. Para realizar este trabajo se ejecutó una visita de campo de cuatro días, que incluyó el desarrollo de 10 entrevistas a personas claves del proceso del Boro Creativo1, observaciones participantes en los lugares donde se desenvuelven varios de los emprendimientos, y conversaciones informales con integrantes del convenio y otras personas cercanas a este proceso.2 También se realizó una revisión bibliográfica y una mirada a dos informes desarrollados por Comfandi como parte del Convenio. Este ejercicio es resultado del trabajo de un equipo interdisciplinario y de un diálogo de saberes entre investigadores, profesores, estudiantes, líderes sociales y emprendedores culturales. A continuación se incluye un contexto socio histórico básico, que busca identificar asuntos que permitan entender mejor las condiciones en las que surgen y se desarrollan tanto las experiencias culturales que han hecho parte del Convenio, como de la creación y crecimiento del Boro Creativo. Enseguida hace una síntesis de los objetivos y acciones del Convenio, con una mirada a los avances del mismo, en términos de procesos y productos, y después hace una presentación de la red de emprendimientos que han hecho parte del mismo. Paso seguido, se presentan reseñas de seis agentes que han dinamizado el proceso del Boro, y cierra con una identificación de logros, aprendizajes y recomendaciones.
De acuerdo con uno de nuestros entrevistados, Boro, denota un grupo de personas haciendo algo. En este caso particular, el Boro Creativo es resultado de un proceso interactivo entre diferentes líderes y lideresas, organizaciones sociales y emprendimientos culturales que se ha consolidado como una iniciativa de trabajo en red. 2 De esta manera, se obtendría información de las actividades y resultados del proyecto directamente de los emprendimientos culturales que participaron en el proyecto. 1
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Agradecimientos: Muchas gracias a todos los participantes e integrantes del Boro Creativo, que nos dejaron caminar y recorrer las calles y barrios de Buenaventura, entrar a sus casas y sus corazones, y recorrer y vivir con Uds. sus historias y experiencias. Mil gracias a Ximena Vásquez, Diana Ledesma, Ana Copete, Karol Pico y el equipo de Phenomena, así como a Yonathan Marín y Andrés Rivera, por su apoyo, por su tiempo y toda
su disposición y orientaciones durante este trabajo. Gracias también a Natalia
Santiesteban por su juicioso trabajo de revisión, ajustes y aportes a este documento.
1.
“Mucho más que Puerto” contextos culturales, étnicos y sociopolíticos
Buenaventura es uno de los puertos más importantes de Colombia. Este Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico está ubicado en la Costa Pacífica, en el Departamento del Valle del Cauca. Sin embargo, las riquezas naturales y culturales de este Distrito, así como el dinamismo de sus actividades portuarias y comerciales, contrastan con su histórica pobreza e inequidad.3 De igual manera, su ubicación privilegiada sobre Pacífico, hace de este municipio no sólo un punto geoestratégico para el intercambio de bienes y saberes, sino también, un espacio de disputas por el control de sus áreas, corredores y recursos, que han sido agudizadas por el escalamiento del conflicto armado desde hace dos décadas. Todo lo anterior ha llevado a que Buenaventura sea calificada como “uno de los municipios más pobres, desiguales y violentos de toda Colombia” (Molano, 2013). Uno de los procesos políticos más importantes en Buenaventura ha sido la lucha de largo aliento que ha presentado la comunidad afro para lograr su “reconocimiento como actor político a partir de la afirmación de su etnicidad” (CNMH, 2015: 80). También es importante tener en cuentea que las organizaciones étnicas en Buenaventura “surgieron de la confluencia de organizaciones juveniles, populares y culturales –CEPAC-, así como de la experiencia de militancia en fuerzas de izquierda por parte de algunos de los líderes y fundadores del PCN (Proceso de Comunidades Negras)” (CNMH, 2015: 81). El gran acervo cultural (CNMH, 2015) existente en Buenaventura, está marcado por la resistencia que ha ejercido su población frente las diferentes dinámicas que se han presentado la zona. La violencia económica y la violencia armada, entre otras, han desencadenado “procesos organizativos, estrategias de sobrevivencia en el territorio, construcción de comunidades emocionales y recreación de prácticas culturales” (CNMH, 2015: 23). Un sinnúmero de espacios logran llegar a ser lugares de entereza y ‘aguante’ contra lo indeseable, verbigracia la peluquería, el cual es un oficio que “se trasmite generación tras generación y se luce con orgullo. Dominar el arte de realizar figuras sobre el cabello de mujeres y hombres rememora las más ingeniosas estrategias de resistencia de los ancestros africanos” (CNMH, 2015: 193). La música también es un medio para ejecutar 3
Ver por ejemplo Pérez (2007).
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un performance que manifieste inconformidad con la realidad que se antepone, ritmos como reggae, rap, hip hop y bachata son los más comunes entre los afrobonaverenses. De acuerdo con información del Censo del 2005, la población de Buenaventura era para este tiempo de 259.510 habitantes, de los cuales el 88% de la población se consideraba Afrocolombiana. 4 Sin embargo, información más reciente muestra que del total de 362.625 habitantes del territorio, el 83,66% se reconoce como afro (Boletín POLIS 2015). Sin embargo, aunque Buenaventura maneja cerca del 46% del total de actividades portuarias colombianas; genera un recaudo tributario de más de $2 billones anuales5, y tiene condiciones de desarrollo y crecimiento económico excepcionales, su población tiene indicadores de vida bastante más bajos que el promedio nacional (POLIS, 2013). Información de la Encuesta Continua de Hogares del año 2004 muestran niveles de pobreza superiores al 80% y los de indigencia superaban el 43%. Además el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) a diciembre del 2008, en la cabecera municipal era de un 34,46% y en el resto de un 44,21% (Comfandi 2015). “Estos indicadores nos demuestran que, el crecimiento económico a través de grandes proyectos macroeconómicos como el transporte de carga o el turismo, no se expresa en una transformación beneficiosa para las condiciones de vida de sus habitantes.” (POLIS, 2013: 15). De otra parte, el Centro de Memoria Histórica (2015), ha evidenciado que desde comienzos del año 2000, las cifras e indicadores de violencia, como masacres, homicidios, asesinatos selectivos, secuestros y desplazamientos forzados se incrementaron significativamente en este municipio, debido a la intensificación de acciones y presencia de actores armados como el Bloque paramilitar Calima y la guerrilla de las FARC (CNMH, 2015). Según fuentes de la Policía, entre 2006 y 2012 los homicidios en Buenaventura sumaban más de 1.400. De igual manera los reportes de desaparecidos para el 2011 seguían creciendo de manera desenfrenada, hasta ser considerada por su pobladores como una estrategia sistemática del terrorismo (Molano, 2013). De acuerdo con Gonzalo Sanchez, director del CNMH, las comunidades de Buenaventura, en especial la población de los ríos Yurumanguí y Raposo, son las que más han padecido el fenómeno del desplazamiento en el Pacífico colombiano. Asimismo, entre los años 2005 y 2013, se presentó un aumento en el espectro de los grupos armados ilegales (GAI) existentes en el territorio, y el tipo de prácticas de terror ejercidas por estos, debido a las violentas disputas por la apropiación de rutas de armas y drogas ilícitas. En este sentido una líder comunitaria afirma que el fondo de estas formas de violencia no sólo es el narcotráfico:
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Ver más en http://axe-cali.tripod.com/estadisticas-c.htm
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Ver más en Molano (2013)
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“… es el control territorial del municipio, es una táctica de terror para que la gente se vaya de la zona insular ‘para’ y se desplace hacia las zonas rurales, para que los megaproyectos puedan tener rienda suelta. Los mafiosos, aliados con algunos empresarios, quieren sacar a la gente a punta de miedo y comprando barato, para luego hacer buenos negocios”6 Como se puede evidenciar el tejido socio-económico, étnico y político de la ciudad puerto presenta unas particularidades determinantes, las cuales pueden afectar cualquier tipo de interacción y relación a nivel local, departamental, nacional e internacional que se presente en -y con- Buenaventura. En este contexto, nace el Convenio de Donación de Costo Reembolsable entre ACDI-VOCA y Comfandi, del cual se hablará a continuación, y que tiene por objetivo principal “identificar, evaluar y acompañar emprendimientos culturales en el distrito de buenaventura”, “favoreciendo el mejoramiento de ingresos de comunidades afrodescendientes, especialmente jóvenes.”
2. Propósitos y actividades del Convenio De acuerdo con el Informe No. 1 de Comfandi (2015), este programa surge de una propuesta de desarrollo regional que identifica dos desafíos claves para los emprendimientos culturales: 1) la creciente sobreoferta cultural en el mundo globalizado, que requiere estrategias que ayuden a establecer un balance entre oferta y demanda, y 2) la baja credibilidad en la relación entre la cultura y la creatividad para la formulación de modelos de negocios sostenibles y sustentables. De la mima manera, el programa surge en el contexto de desarrollo de la Política nacional para la promoción de las industrias culturales en Colombia (CONPES 3659) que buscan potencializar y modificar la representatividad del sector, y generar procesos de emprendimiento, redes y alianzas. Política que incluyó ejercicios pilotos en Cali, Cartagena y Cauca, de los que Comfandi fue operador. Con este marco, Comfandi propuso poner en marcha la transferencia del modelo de emprendimiento cultural como un ejercicio piloto para el municipio de Buenaventura: “Un proceso de formación y acompañamiento empresarial para artistas, gestores y emprendedores culturales del Distrito Especial Industrial Portuario, Biodiverso y Eco-turístico de Buenaventura, interesados en la consolidación de modelos de negocio creativos y culturales, como una oportunidad para la generación de ingresos y empleabilidad.” El proyecto también apuntaba a aprovechar el potencial de las industrias culturales para estimular la innovación enfocada en el crecimiento económico, el empleo pleno y productivo, y el trabajo digno, bajo la idea de un “modelo de desarrollo económico y social inclusivo, que requiere sistemas de 6
Ver Molano (2013)
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gobernanza de la cultura y la creatividad las cuales respondan a las exigencias y las necesidades de las personas (UNESCO, 2014).” Este trabajo tomó como referente la metodología de Cadena de Valor (CV) del Proyecto Industrias Culturales, que incluyó el desarrollo de entrevistas y visitas de campo en Buenaventura para ser ajustada. Como una estrategia para dinamizar la Cadena de Valor, ser propuso en un primer momento, (a) la
Difusión del Mercado Musical del Pacífico, fomentando el trabajo en red y
motivando la participación en este escenario, al tiempo que se proveen las condiciones para que agrupaciones de Buenaventura participaran del Showcase oficial del mercado, en rueda de negocio y PITCH. Además, se implementó (b) la participación de emprendimientos culturales de Buenaventura en el Bogotá Music Market, como la organización de una Gira por Bogotá para la agrupación del Barrio Inc. El trabajo realizado en esta fase mostró que las agrupaciones necesitaban trazar un plan estratégico de acción, así como entender cuál es la relación entre los agentes que forman parte de la industria de la música y cómo se formalizan esas relaciones, incluyendo la importancia de posicionar un circuito en Buenaventura con extensión a Cali . Además, este trabajo permitió brindar la oportunidad para que los emprendedores evitaran los intermediarios en la negociación de sus propuestas y comprendieran la importancia de contar con personas con experiencia en el campo, para evitar cometer errores y llegar asumir gastos innecesarios. En un segundo momento, tal y como lo muestra el Informe 2 (2015) se propuso el diseño de una estrategia de comunicación que lograra evidenciar la implementación del modelo de Aceleramiento Empresarial, sustentado en los siguientes procesos:
Asistencia técnica, asesorías en temas específicos a los emprendedores de Buenaventura, para consolidar sus modelos de negocio.
Comunicación cultural, desarrollo de una estrategia de difusión diseñada desde el contexto y realidad cultural de Buenaventura, donde los encargados de poner en marcha serán los mismos emprendedores.
Circulación, promover la participación de emprendedores en mercados culturales y escenarios estratégicos.
Evaluación de impacto, para la construcción de una línea de base cultural en Buenaventura.
La Estrategia de Comunicación definió como propósito: visibilizar las acciones de fortalecimiento de emprendimiento cultural local en Buenaventura, como motor de desarrollo económico, con el fin de contribuir a la generación de empleo e ingresos, en poblaciones económicamente productivas en las que 7
sus tradiciones culturales presentan una serie de prácticas, oficios y manifestaciones. De manera particular señaló los siguientes objetivos: 1. Motivar la creación de una red de comunicación cultural y creativa local -“El Boro Creativo”que logre representar y establecer canales y contenidos propios de ciudad. 2. Reconocer e identificar metodologías de acompañamiento pedagógico de acuerdo a las necesidades y dinámicas del territorio. 3. Establecer diálogos entre los diferentes actores del sector en la ciudad de Buenaventura; artistas, gestores y emprendedores culturales, además de instituciones y procesos sociales. 4. Visibilizar los resultados de apoyo y acompañamiento de Comfandi y ACDI-VOCA al sector cultural de Buenaventura Para la definición de la Estrategia se propuso usar la estructura de cadena de valor de una industria cultural de (Alberich, 2002). Ella incluye, el desarrollo de una pre-investigación, que identifica síntomas, demandas y la elaboración del proyecto. De igual forma incluye una etapa de Diagnóstico, en la que se desarrolla un conocimiento contextual del territorio y se acerca a los principales problemas abordados. Enseguida viene una etapa de Programación, que recoge los conocimientos y puntos de vista existentes, utilizando métodos cualitativos, y luego se desarrolla la tercera etapa donde se elaboran y negocian conclusiones y propuestas. La última etapa de post-investigación, incluye la puesta en marcha del plan de acción y la evaluación para la identificación de nuevo síntomas. Como resultado del Diagnóstico se formularon tres principios rectores tanto para el desarrollo de la estrategia de comunicación, como de toda la implementación del convenio7, De igual forma se propuso un modelo de comunicación.8 En la etapa de Programación se realizó, de una parte, un proceso de diseño de la identidad gráfica para los emprendimientos culturales, y se toma la decisión de llamarse “El Boro Creativo”, que en el lenguaje local se refiera a colectivo, abrazo o grupo de personas, al que posteriormente se hizo su propio logo. De otra parte, y como otro resultado del Diagnóstico, se desarrolla una propuesta de Muralismo, que incluyó un proceso de trasferencia de la experiencia y un mapeo de las artes plásticas y visuales de Buenaventura. Este proceso también incluyó un encuentro con el “Boro” donde el colectivo le expresó sus intereses como locales, búsquedas visuales y compartieron su experiencia de conceptualización; igualmente identificaron posibles lugares donde sería importante realizar una intervención y posibilitaron el contacto con otros posibles interesados. Los principios son: (1) Mirar hacia adentro “Sankofa”, (2) Identificar fortalezas y debilidades para convertirlas en oportunidades; Y (3) Fortalecimiento del trabajo en red. 8 Ver Informe No. 2 p. 11. 7
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Las conclusiones del Segundo Informe muestra que en este momento el trabajo se centró en la búsqueda y discusión de cómo hacer visible los elementos propios de Buenaventura, con el propósito de hacer efectiva una estrategia de comunicación cultural, con el reto lograr que la cultura fuera un canal de comunicación asertivo y efectivo para la gestión del desarrollo del territorio. También evidencio las dificultades de un participación más activa debido a los compromisos laborales de los participantes que llevó a la invitación de “impregnar disciplina y compromiso en el cumplimiento de las proyecciones de este colectivo… y a poner de su parte para la consecución de resultados.” (p. 29).
3. Tejidos de las redes del Boro
Boro Creativo
Gráfica 1: Proceso de formación de la red (Realizado con miembros del Convenio)
El Boro Creativo se ha convertido en territorio (espacio), en práctica, pero sobre todo en red. En él se han entretejido muy diversas iniciativas culturales y sociales, que desafían los límites mismos de aquello que entendemos o no por cultura. Tal y como está expresado en la Gráfica 1 (franja amarilla), la red se originó a partir de las relaciones entre Comfandi y cuatro líderes vinculados a procesos sociales y culturales de Buenaventura que fueron animando y conectando a otros líderes, lideresas, iniciativas y organizaciones por sus vínculos de parentesco vecindad, actividades artísticas y culturales, y trabajo con asuntos étnicos. Estos jóvenes líderes se caracterizan por sus experticias y saberes en música, diseño, producción audiovisual y promoción cultural, principalmente de carácter técnico y empírico. También se identifican por su trabajo y organización social y cultural, que implica relaciones con instituciones como el Sena, la Universidad del Valle, Manos Visibles, el Ministerio de Cultura, y el mismo Comfandi, entre los más 9
importantes. Este primer grupo, apoyado por asesores de este Convenio, se reúne con profesionales en diseño, comunicación, arquitectura y administración, entre otras, para desarrollar actividades de reconocimiento, creación colectiva y fortalecimiento de sus emprendimientos. Más adelante, se suman a otras iniciativas sociales y culturales, que además fueron como sus primeros “clientes”, pero que por las características de sus trabajos sociales y culturales se integran a este colectivo. Desde fuera de la ciudad, principalmente desde Cali, el colectivo fue apoyado por un grupo de mentores que no sólo ha contribuido a su formación y conocimientos, sino que los han guiado y apoyado en varias actividades conjuntas relacionadas con el diseño gráfico, estrategias de comunicación, serigrafía y muralismo entre las más importantes. La Grafica 2 muestra los sectores más importantes involucrados en la red.
Líderes
“Clientes”
Asesores
Emprendi-
(Convenio)
mientos
Mentores (Profesionales y activistas)
Gráfica 2: Sectores involucrados en el Boro
La variedad de los integrantes de la red está representada por proyectos culturales que le apuntan a las expresiones artísticas como herramientas de transformación social. Estas son iniciativas de jóvenes que piensan y actúan en el presente y futuro de sus similares dentro del contexto bonaerense. Así, por ejemplo, la Fundación Tura Hip-Hop, hoy es un referente cultural, que forma, crea, produce, distribuye y consume saberes urbanos con contenidos locales, que vislumbran el otro lado del puerto desde el Hip-Hop. En la misma línea está el trabajo del Barrio INC que con su trabajo musical, representan las voces y sonidos de las calles y callejones de Buenaventura. Estos jóvenes Hoppers han sido creadores y productores de contenidos musicales con los que gracias a procesos como el Boro creativo, han exportado a nivel nacional su talento. Las iniciativas se han vinculado a procesos como el Mercado Musical del Pacífico, al Bogotá Music Market y al Pitch: Pacífico, región de oportunidades, con el fin de consolidar relaciones estratégicas en el mercado local, que les permitan generar mayores impactos en la industria cultural del Puerto. Por 10
otro lado está Fatdog´s que representa un proyecto de hermandad y visión colectiva desde el arte audiovisual para demostrar que Buenaventura no es solo puerto, es gente pujante que se la juega por reunir y combinar las habilidades y conocimientos de sus integrantes, que tienen como eje la familia y el barrio. . Semillas de Vida y Asoparupa, por su parte, son ejemplos de emprendimientos culturales cuyo trabajo está en la trasferencia de saberes y conocimientos de las prácticas ancestrales del pacífico colombiano. Como productoras de saberes y de herencias, estas experiencias aportan a visibilizar desde lo cultural las prácticas y medicinas naturales como legado del pueblo afrodescendiente. Asoparupa desde la partería tradicional y Semillas de vida desde el uso de platas curativas. Por otro lado, se resalta el trabajo de Chava, quien desde los oficios cotidianos de la cocina, ha emprendido el camino de sazonera, para hacer empresa desde su quehacer cargado de tradición gastronómica. Donde Chava es un proyecto que apuesta a activar las redes del mercado de Buenaventura. Estas tres iniciativas se encuentran y se reconocen dentro del Boro creativo como productoras y consumidoras de saberes ancestrales, cuyo trabajo colectivo ha sido de mucha importancia en el proceso de fortalecimiento y consolidación de sus emprendimiento u desarrollo social y local del Puerto de Buenaventura La tabla que se presenta más abajo muestra la composición del Boro así como las actividades diferenciales realizadas con sus integrantes. Sin embargo, para este ejercicio de valoración nos concentramos en los testimonios de seis emprendimientos culturales que nos ayudan a tener visiones diferentes sobre cómo se ha venido tejiendo este esfuerzo colectivo y los resultados y aprendizajes que han desarrollado en sus pocos meses de trabajo. Sin duda, el éxito de cada uno de los emprendimientos culturales a los que le hemos hecho seguimiento en el presente informe, dependerá de ahora en adelante de sus capacidades estratégicas para concretar alianzas y mantener relaciones con los agentes culturales indicados en la cadena de valor y de esta manera, permitir la consolidación de sus modelos de emprendimiento en el escenario cultural de Buenaventura.
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Nombre
Emprendimiento
Actividades
Liceth Quiñones
Asoparupa
Cliente del boro colectivo - desarrollo portafolio de servicios y productos
Brayan Fernando Ocoró Ruiz
Bentura / Fundación Tura hip hop
Recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro
Emerson Caicedo
Bola 8 entretenimiento / Fundación Tura hip hop
Recibió taller de mercado cultural durante el mes de diciembre / circulación Bogotá music market / asesorías de la industria musical / taller de serigrafía
Angie Cardona / Vanessa Angúlo
Buteéta
Recibió taller de mercadeo cultural durante el mes de diciembre y taller de puesta en escena y producción ejecutiva
Emanuel Gonzales
Juliana Acevedo
Pirotecnia producciones/chuzo de cleo/ telón de chonta Pirotecnia producciones/chuzo de cleo / telón de chonta
Recibió taller de costos durante el mes de diciembre Recibió asesoría de propiedad intelectual en el mes de diciembre
Michel Tarazona
Pirotecnia producciones
Recibió asesora de costeos en el mes de diciembre
Yonathan Marín
Del Barrio Inc. / Fundación tura hip hop
Recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro/ congreso de diseño / mercado musical del pacífico /circulación Bogotá music market/ asesorías de la industria musical
Edison Sánchez Mancilla. Carlos Andrés Sánchez Mancilla Cenen Andrés Hurtado Balarezo. José Iván Hurtado Murillo. Tomás Espinosa Mosquera. Jhon Edwin Espinosa Mosquera. Johan Eduardo Mendoza Castillo. Jhon Jaime Cortes Riascos.
Del Barrio Inc. - banda musical
Circulación Bogotá Music Market
Ivan Castro
Diseños mobiliarios
Recibió taller de costos durante el mes de diciembre
Dora Garcez
Fundación Ahly Garcez
Cliente del boro colectivo - desarrollo imagen de un cd para villancicos
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Jacobo Martínez Minota
Fundación ancestral/ fundación etnias / uramba 13
Apoyo con diseño y creación de página web proyecto Juanchaco y Ladrilleros
Juan Carlos Angúlo
Griots del Pacífico
Recibió taller en puesta en escena y producción ejecutiva
Diana Liceth Angulo
Pacificus music
Recibió taller mercadeo cultural
Lucia Solís
Semillas de vida
Cliente del boro colectivo
Diana Lara
Boro colectivo
Recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro congreso de diseño
Pedro Quiñones
Grupo vanar
Recibió taller de propiedad intelectual en el mes de diciembre
Jhon Erling rivera
Boro creativo
Congreso de diseño / recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro
Andres Rivera Ortega
Boro creativo
Recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro
Rober Angulo
Laso
Yesy Rivera
Laso
Fernando Ocoro
Boro creativo
Congreso de diseño / recibió taller de formación en diseño e identidad gráfica para el colectivo el boro
Archivo fotográfico buenaventura
Asistió a taller de serigrafía en Cali
Puerto rojo
Asistió a taller de serigrafía en Cali
Paola Valencia
Mercado musical del pacífico/ circulación Bogotá music market / asesorías de la industria musical Mercado musical del pacífico/ circulación Bogotá music market / asesorías de la industria musical
Gina Godoy Andres Gaviria
Información provista por Equipo Comfandi
4. Reseñas de agentes claves del Boro Al otro lado del Puerto: Redescubriendo el Talento de Barrio De Buenaventura siempre nos cuentan lo mismo. Que es un territorio históricamente avasallado por las lógicas neo-capitalista, la corrupción, la violencia y la precariedad, que se acumulan en la cotidianidad de las comunidades afrodescendientes de este rincón pacífico. Sin embargo, no todas las historias se 13
revelan a la luz de las miserias. Hay claros oscuros que valen la pena resaltar, por ser referentes de resistencia, y movimientos de cambio desde el ámbito cultural. Yonathan Marín, es uno de esos jóvenes convencido de que “Tura” tener más calor humano, ya que el desarrollo desmedido y salvaje que se ha dado en el sector turístico del puerto, ha opacado la hermandad en el territorio y la posibilidad de ver a la ciudad como referente cultural en prácticas identitarias. “Hay un calor humano que es más valioso que la inversión industrial en Buenaventura, y tiene que ver con la parte alegre, cultural y pacífica de tura” dice. Este calor humano al que se refiere Yonathan, también tiene que ver con la unión, con lo grupal, con el quehacer colectivo en busca de mejores proyectos de vida para los jóvenes bonaverenses desde el sector cultural. Por ello, este joven de 31 años de edad, que se ha vinculado a diferentes procesos culturales, busca de consolidar su formación como Dj productor. Hoy rompe paradigmas desde el liderazgo urbano en el Pacífico, para poder prever las vicisitudes futuras en un sector que tiene empuje y talento. “Nosotros los jóvenes a través de la fundación y la música queremos llevar un mensaje, demostrar que Buenaventura es más importante que eso…” Son esas oportunidades estratégicas, las mismas que lo tienen aquí, creyendo en lo que hace, asumiendo postura con sus responsabilidades, sin importar las murallas o los riesgos. Comprendiendo que las interacciones fuertes crean redes fuertes, y generan r procesos prósperos y sostenibles. Así ve él las alianzas estratégicas que se han desarrollado dentro del Boro, que han colaborado en la conservación, consolidación y promoción del patrimonio cultural e identitario de Buenaventura. Proyectos culturales como estos, buscan generar e impulsar dinámicas culturales que fortalecen el desarrollo económico y social y local de las propuestas culturales en el puerto. “Yo tome la decisión de hacer lo que yo no hacía… Meterme en el sector de la música y organizarme, ahora trabajamos para visibilizar el talento que hay en el sector urbano” Como líder observó e identificó potenciales para hacerse valer como artista, puesto que unas de sus mayores preocupaciones es que los jóvenes bonaerenses no tienen oportunidades reales en el sector cultural, por lo que siempre terminan laborando en el puerto o regalando su trabajo. Por eso él trabaja para hacer respectar el sector, enseñándole a los muchachos a hacerse valer como artistas y a no regalarse por cuestiones económicas. Según Yonathan, es muy difícil transitar por la línea dicotómica entre el querer hacer lo que le apasiona y el cumplir con sus obligaciones. 14
“Es muy difícil cuando hay que pagar energía, hay que pagar agua, hay que pagar comida, entonces tocaba trabajar en el muelle y estar pendiente del embalaje, de las cargas y las descargas de la bodega” Con procesos como el Boro llegan al nodo central de la situación, para activar de verdad el sector cultural y darle a los artistas herramientas para exigir el respeto y reconocimiento que se merecen. “Comfandi hizo posible ir a la gira en Bogotá, y eso fue algo que marcó al grupo, porque ninguno nunca había hecho algo parecido, por otro lado yo me metí en lo de los mercados musicales, comencé a gestionar vínculos con la revista Shock, a conocer promotores, compradores… a movernos en el mundo de las relaciones que es tan importante en el sector cultural…” Sin duda alguna, proyectos como el Boro, - cuyo significado en boca de Yonathan denota un grupo de personas haciendo algo-, han fortalecido la parte organizativa y la unidad grupal de los procesos artísticos y culturales a los que pertenece este líder juvenil, con el fin de generar lazos de unión entre los participantes e incentivado las alianzas estratégicas para el desarrollo social, económico y colectivo. “Nosotros esperamos que el proceso del Boro pase a una segunda etapa, que es la parte de trabajo con los grupos, porque así ya es otra cosa… en el Boro el trabajo y la capacitación son dos elementos importantes… Si me van a pagar por lo que me gusta hacer… yo me arriesgo, aunque tenga una familia” Yonathan sabe que en este proceso hay muchas cosas en juego, que son muchos los desafíos a afrontar para darle continuidad al proceso. Uno de ellos, es su familia; las responsabilidades de acarrear con un hogar y todo lo que ello implica. El segundo de sus desafíos tiene que ver con trabajar la disciplina, desde la parte organizativa, y así continuar con el proceso del Boro en el tiempo. Él asevera que; “Si no hay disciplina y dedicación no se puede lograr lo que uno quiere en la vida”. Bola 8: Cambiando a TURA con CULtura
En el pacífico colombiano más allá de lo que oímos y vemos desde lo lejos; hay voces de guerreros afrodescendientes, visibilizando lo que no se dice, politizando las mentes de los y las jóvenes a través del Hip-Hop, como herramienta de transformación social. Este es el caso de Emerson Caicedo, también conocido como “El Decano”, quien lleva más de 20 años tratando de cambiar el contexto en el que creció a punta de versos y no a plomo o cemento, como es la costumbre. Es un joven líder, Hopper, productor y Arquitecto del Puerto de Buenaventura, quien a través del arte urbano, incentiva a otros jóvenes para que se empoderen, construyan y refuercen procesos de transformación social. Es por ello que cada trabajo de la Fundación Tura Hip-Hop, es un aporte para cambiar el mundo, asevera Emerson 15
“… eso es Hip-Hop, Hip-hop aprendiendo sobre los derechos de los niños y de los adolescentes con el fin de que los jóvenes tengan una mirada diferente hacia el futuro” Es desde aquí, desde el arte, que se subleva y ruge, que ellos denuncian las diferentes problemáticas del entorno en el que habitan. Los niños en la escuela por ejemplo, dice Emerson, aprenden a escribir sobre sus derechos, sobre lo que ven y lo que siente. Su trabajo consiste en enseñar música con temáticas que defiendan y promulguen esos derechos. Se trata de que ellos mismos con sus palabras se hagan valer como seres humanos y promuevan la convivencia y el respeto, divulgando una cultura de paz, desde el arte urbano, que sirve como herramienta para transformar el silencio apacible de los lugares comunes, en diálogos abiertos y participativos. “Porque hacer Hip-Hop es cambiar el mundo.” Su accionar, busca dignificar el territorio en el que habita y al mismo tiempo, tratar de minimizar los imaginarios negativos de su ciudad natal, usándolos 4 elementos formativos del Hip Hop: el rap, el grafiti, el Brack-dance y el DJing. Expresiones artísticas usadas para visibilizar, sensibilizar y resistir con el fin, como lo asegura Emerson de que: “… los jóvenes tengan una mirada diferente hacia el futuro” “El trabajo que hacemos en la Fundación, es romper paradigmas y mostrar que con el Rap estamos haciendo procesos de cambio para los jóvenes y niños de Tura…Creo que haciendo lo que estamos haciendo podemos cambiar la mentalidad de muchos jóvenes… Así como cambio la mía” A través de estos pilares La fundación Tura Hip-Hop trata de postularse como referente para los y las jóvenes bonaerenses que deseen encontrar en el Hip-hop su proyecto de vida. Emerson asegura, que esta pasión cambió su mentalidad de gánster, e inició un camino de trabajo constante y disciplinado. Al tiempo que se le reconoce como “Bola 8, El decano” un Hopper que inició su trayecto desde un estudió improvisado, pero que preocupado por el presente y el futuro de los y las jóvenes de buenaventura inició con su idea de una Escuela Formativa en el arte urbano para transformar espacios sociales. “La transformación que queremos desde la fundación está enfocada en el pensamiento juvenil… darles a los pelaos la opción de elegir la cultura como estilo de vida” Por medio de los diferentes talleres formativos impulsados en iniciativas como el Boro, pretende desarrollar sus capacidades e incentivar la de los otros líderes y lideresas del puerto. Hoy Emerson la ve más clara que muchos años atrás. Hoy sus saberes han madurado y se encuentra trabajando desde inicios del presente año para que el colectivo Tura Hip hop, - iniciado en el 2010
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como festival urbano- se consolide como referente cultural, generador de espacios para el emprendimiento y el aprendizaje. “Tura es el diminutivo de Buenaventura, las últimas cuatro letras de cultura, todo esto es Tura Hip-Hop” Si bien es cierto que el talento, las ganas y las voluntades han logrado poner en marcha muchos de los propósitos e ideas creativas de estos jóvenes bonaverenses, también hay que reconocer que las alianzas estratégicas han sido de suma importancia para el fortalecimiento de dichos proyectos. Tal es el caso de del Boro, en donde la formación integral de líderes y lideresas alrededor de sus saberes culturales, han tejido redes no solo de desarrollo; sino también de hermandad y solidaridad en el Puerto de Buenaventura. “Lo que funcionó fue la articulación de los diferentes procesos que se están dando en el territorio por medio del Boro… El compartir de saberes en los talleres que permitieron resultados tangibles y visibles.” Para Emerson la tarea a consolidar de aquí en adelante es la gestión de recursos y espacios que permitan posicionar a la escuela “Tura Hip-Hop” como referente cultural. Con el fin de que esta iniciativa colectiva, de aquí a tres años se convierta un Centro de Emprendimiento Cultural, abierto a todo aquel que tenga los deseos de cambiar el mundo por medio del arte urbano. Rivera’s Broth: Uno para todos, todos para Tura.
“Yo sí me voy a ir, a capacitarme, pero para volver a trabajar en Buenaventura. Yo hablo (…) sobre lo que tenemos y otros no tienen, y eso hace que yo viva encantado aquí.” Cuando uno va para otro lado y le dicen: ¿Uy, usted por qué habla tan fuerte? Entonces uno sabe ya por qué uno habla fuerte acá, ¿Me entiende? Es por la cuestión de los ríos, porque las casas estaban muy lejos, unas de otras, entonces el vecino en vez de llegar a la casa del otro a saludar, desde la ventana (le gritaba) ehhhh, auhhh…” Jesy Andy, Andrés, y Erlyn Rivera, son tres hermanos que diariamente se la juegan por crear magia, sonido e imagen, en la casa de su familia, la cual han modificado infatigablemente, tumbando paredes de cemento e indiferencia, para organizar un estudio de grabación y un espacio de encuentro para artistas de Buenaventura. La música, el arte y la cultura, son los ejes principales de la vida de los hermanos Rivera, quienes han encauzado su talento para el desarrollo de su ciudad natal. Su madre, la señora Ledys, ha vertido paciencia y amor apoyando el sueño de sus hijos, pues prefiere que estén en su hogar, potencializando sus capacidades artísticas y ayudando a otros a que lo hagan. Ella, junto con su 17
esposo, han puesto sus recursos (tiempo, dinero y su propia casa) para a Jesy Andy, Andrés y Erlyn, en la travesía de luchar por lo que nace en su corazón y en la lucha por sus utopías. A los 18 años, ‘de puro embale’, Jesy Andy, se dio a la tarea de preparar un espacio de grabación en la vivienda de sus padres, en el barrio Lleras, para a jóvenes que tenían el sueño de componer y grabar pistas musicales; Más tarde, Andrés y Erlyn, se involucraron en la aventura de apostarle al arte como una forma de vida, como una profesión. Así, se fueron formando con experiencias propias y con capacitaciones que recibieron de instituciones como la Universidad del Pacífico o el Laboratorio Social de Emprendimiento (LASO). Hoy, cada uno se dedica a su pasión: la música, el diseño gráfico y la creación audiovisual, pero con una meta compartida: resignificar a Buenaventura en el imaginario local y nacional, hablar con voz propia de su territorio, e invitar, por medio de sus competencias a que se conozca más de su ciudad, porque “Buenaventura es más que puerto, es gente”. La gente de la cuadra, de la esquina, del barrio ha sido el público principal de su ingenio creativo y la disciplina artística que cada uno tiene. En el barrio viven y gozan. En estos espacios han encontrado un lugar de reconocimiento y apoyo a su quehacer, pues en el tiempo que el estudio tiene en la casa de los Rivera, se han tejido formas de solidaridad entre vecinos y amigos, acogiendo las ‘lyricas’, los ritmos y las imágenes que brindan ‘FatDog's producciones’. Este espacio barrial ha sido el telón de encuentros en medio del paisaje urbano, hecho de casas de ladrillo, pisos de concreto y parlantes descomunales. Los vecinos han visto desfilar una serie de rostros y pintas nuevas, en su mayoría raperos o ‘vapores’, quienes se caracterizan por usar ropa ancha, pañoleta, manta y boina, de acuerdo a la ‘garullada’ que quieran expresar, los cuales, se han convertido en parte fundamental del movimiento urbano de esta zona de Buenaventura. A pesar de los prejuicios de las premoniciones, las interacciones entre los diferentes actores inmersos en estos espacios, se ha desarrollado de forma pacífica y constructiva, pues han logrado establecer una relación en la que el barrio no sólo apoya los proyectos y actividades de FatDog's, sino que los ha adoptado como parte de su identidad. “Lo bueno es que nuestro público principal era el barrio, íbamos a hacer una canción y como se escuchaba desde la terraza porque eso es abierto, se escuchaba en toda la manzana. Uno a veces baja y le decían: ‘Oye esa canción que están haciendo está suave´ o ´ ¡No, decirle a ese man que no cante! (risas) (…) Hay vecinos complicados como en todas partes, pero muchos de los más complicados también acogieron a artistas, se volvieron amigos, y así patrocinaban mucho la gente (…)
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Tiempo atrás, intentos de crear arte con jóvenes como ellos, redes urbanas y artistas, les aportaron muchas lecciones. Aunque gran parte de estas iniciativas fracasaron, hablando con un matiz de oportunidad en el corazón, los hermanos afirman que, gracias a las fallas que experimentaron en el pasado, se atrevieron una vez más a creer en lo valioso del trabajo en colectivo, y se vincularon al proyecto del Boro Creativo. La experiencia en el Boro, como ellos mismos relatan, ha sido una catarsis profesional y personal, pues les ha aportado un nuevo panorama respecto a lo que son, a su ‘esencia’, como Andrés sostiene: “aprendí muchas cosas en ese proceso de mi Buenaventura, del pacífico como tal. Eso me llena mucho, de verdad me gusta, y quiero seguir en eso. Aquí donde estoy no pienso parar, voy a seguir conociendo nuestras raíces y recalcándolas donde vaya”. El Boro se ha convertido, para ellos, en un ‘abrazo colectivo’ real. Ha implantado nuevos sueños, y les ha aportado conocimientos necesarios, a través de talleres especializados, para continuar su camino artístico. Jesy Andy afirma que por medio del Boro, él empezó a: “investigar, y a ver que somos totalmente diferentes, a enamorarme más de Buenaventura., Porque lo que para mí es normal, como salir en chancletas a la tienda, en otras partes no lo es. También como bañarse en aguacero, en otras partes no se bañan en aguacero, aquí llueve y mis hijos me dicen: ¡Uy papá!, ¿podemos bañar en aguacero? Y los dejo, porque es una tradición… Entonces eso me llevó a pensar ‘ve somos diferentes, somos ricos’. ” Por su parte, Erlyn rescata como el proceso lo ayudado a descubrir sus raíces. “Es decir, yo siempre defendía que sí, que nosotros los negros, que nuestra cultura, pero yo no tenía como toda esa base concreta, ¿Me entiende? Como por qué somos así, por qué. Y pues la verdad con este proceso pude ver cosas que no conocía (…) cada día me sorprendo más y como que me ilusiono más, porque es muy chévere saber de dónde viene uno, por qué uno es así, pues uno piensa que uno es así simplemente porque sí (…) que eso desde atrás que viene, el hablado, el gritado.” Gracias al ejercicio de observarse a sí mismos ‘hacía adentro’, han logrado construir nuevas propuestas, redescubriendo su contexto de ciudad puerto, reconociéndose como parte de la cultura afro, proyectando su identidad en el lenguaje y la industria cultural naciente de Buenaventura. Actualmente, tienen en mente varios sueños pendientes por hacer realidad, como ‘Newyorcito’, una serie animada que pretende narrar las memorias de Buenaventura. También, la Academia ‘Área 24 feel’, como un espacio abierto para todo aquel que quiera desarrollar sus talentos artísticos. Los desafíos, los tienen claros: no deben dejar que nada los desvíe hacia la continua búsqueda de su propio saber. Además, deben proporcionar más a confianza en lo local, en su gente, en sus capacidades. Los hermanos Rivera son un claro ejemplo de que la unión y la constancia, conjugadas, derivan en procesos valiosos, culturalmente ricos y también rentables. Son la viva muestra de que, muchas veces, 19
hay que lanzarse con ganas, empezar a moverse con rapidez para ver los sueños cumplidos, más si se trata del bienestar de toda una comunidad. Asoparupa: tradición de luz y lucha
“La cultura de un pueblo no va a acabar porque alguien venga y diga que se acabe. Eso es imposible, fortalezcámosla, sí. Impartámosla sí, dediquémonos a ella, a verla crecer y a verla sembrar en otros.” Rosmilda Quiñones o “Minda”, es una mujer luchadora, enérgica. Sus ojos claros, que “heredó de su padre” son capaces de reflejar la esperanza, el aguante y el amor que siente por el Pacífico colombiano. La trayectoria de vida de esta líder afrobonaverense, muestra su entrega a la defensa de los procesos de resignificación de lo ancestral, del reconocimiento y los reencuentros con las tradiciones del Pacífico, a la constancia por el trabajo social. Minda nació y creció en Maguí Nariño. Sostiene que desde temprana edad fue una niña ‘díscola’ e inquieta. Luego, sus ansias y anhelos se volcaron hacía el trabajo comunitario: “porque esa fue como la debilidad mía, andar muchísimo haciendo obra social. Yo, dónde veía que había un grupo de señoras, y siempre señoras, haciendo algo… les decía: yo quiero hacerlo también, y ahí me incluía en esos grupos a aprender, y a hablar. Entonces la gente me fue viendo ese carisma de estar con la gente, con la comunidad”. Al radicarse en Buenaventura, se encontró con el quehacer de la partería. Sin embargo, en un primer momento creyó que su corazón le dictaba no seguir ese rumbo, porque a pesar de empezar con una capacitación teórica-practica para ser partera, pensaba en dedicarse a la enfermería. Pero, sorpresivamente para ella, la partería le brindó a Minda lo que estaba buscando desde hace mucho tiempo atrás: un nicho propicio para desarrollar proyectos socio-organizativos en beneficio de la población de Buenaventura. Allí empezó el arte de la partería acompañado de un proceso de organización social alrededor de esta labor. A la hora de pensar en el nombre que le pondría a este sueño cumplido, Minda proyectó y localizó la red de parteras que quería tejer en la Región del Pacífico. De este modo nació la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico. Luego de resolver el aspecto legal de ASOPARUPA, inscrita en la Cámara de Comercio de Buenaventura el 3 de mayo de 1996, con el objetivo de ejercer a plenitud esta pasión, inició una travesía de largo aliento, en busca del reconocimiento de la labor a nivel local, nacional e internacional. “En ese tiempo nos sentábamos en los andenes de algunas casas y hablábamos: bueno ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo es que le vamos a hacer para organizarse y ser reconocidas? (…) Yo me montaba a las emisoras y decía 20
que había una asociación de parteras, que no sé qué, y empecé hablaba hablar, y la gente empezó a poner cuidado. Y yo dije bueno, necesito identificar cuantas parteras somos. Entonces me monté un evento, un Congreso de Parteras. Primero fue regional, para ver que llegaran todas las que querían y las que eran parteras realmente, para poder identificar cuantas eran… el segundo año, fue departamental, y llegaron hasta de Jamundí; el tercero, fuimos a uno nacional. Y en estos momentos, ya hemos hecho 10 congresos internacionales”. La tarea inicial de Minda fue, resignificar el saber ancestral de la partería en el imaginario local, pues se encontró con un ambiente hostil hacia esta práctica tradicional, no sólo por parte de las instituciones de salud. También, identificó gran temor en las propias parteras respecto a lo que ellas estaban haciendo: “había mujeres que atendían los partos y le decían a las mujeres: no vayan a decir que yo le atendí el parto ¿oyó?, Temían que los médicos se dieran cuenta que ellas estaban atendiendo muchos de los partos. Y empezaron a llegar muchas parteras de la zona rural, desplazadas. Y (pensábamos) como que, llegó una partera, pero cómo hacemos, sólo no vayan a decir que es partera”. De ahí que Minda se involucrara de lleno en el reto de la memoria y la gratitud al trabajo relacionado con el alumbramiento. El trasegar y las experiencias de ASOPARUPA a través de los años, han logrado que la organización tenga un gran reconocimiento social en variados contextos Cada vez que realizan su trabajo de acompañamiento durante y en el momento de los partos, reivindican
simbólica y
prácticamente , el ser mujeres afro, luchando por hacer presencia en territorios olvidados -espacios rurales y urbanos en los que no hay atención para mujeres en gestación:- “entonces en todo este andar del trabajo de la partería, ha sido ese reconocimiento, esas ganas de hacerlo, ese servicio a la comunidad. Llegar donde esas madres que a veces no tienen ni siquiera la plata para ir a un hospital, porque no tienen para el transporte (…) el ‘Dios se lo pague’ que le dicen a uno (…) y con eso, uno se llena con eso, uno siente la tranquilidad de saber de qué recibió una nueva vida”. Actualmente, la tarea que se han fijado Minda y las mujeres parteras miembros de la Asociación, es tener un reconocimiento institucional. El colectivo se ha acercado y ha propuesto a entidades del Estado que articulen su labor a las actividades de salud, a la vez que garantizan unos mínimos básicos y vitales para las personas que ejercen la partería. Sin embargo, hasta ahora, sus voces no han tenido eco y no han logrado el respaldo que esperan. Con esto en mente, renuevan sus ilusiones y con un tono de optimismo miran hacia el futuro, dispuestas a seguir luchando. “Me sostiene en esto, créame, lo que ha sido dedicación, mucha dedicación, mucho sentido de pertenencia, mucho amor al oficio, el rescate y la conservación de esta cultura”
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Minda afirma que la tradición y cultura de la partería, que se trasmite de generación en generación, es de carácter ancestral, pues cumple con la ‘heredad’ del saber, al realizar relevos generacionales manteniendo el contenido y flujo de información. “El desarrollo de ese saber, y el cuidado y la preservación de ese saber (…) lo vamos a ir sembrando, en muchas mujeres jóvenes, para que continúen. Porque cuando una partera se muere, ese saber se va a la tierra, entonces la idea es que no se vaya a la tierra sino que quede en cabeza de otra mujer joven. Entonces estamos en todo ese proceso, y esa es la invitación (…) Que se dediquen también a esto, que esto no tiene fin. Esto continuara, que la que se va muriendo a ella se le va acabando, pero continúa la que queda.” Al presente, Minda continúa luchando en pos del trabajo social en Buenaventura, a través de ASOPARUPA, la estructura organizacional que le permite construir nuevos sueños, horizontes e imaginarios. El encuentro con el Boro le ha permitido categorizar y valorar su saber cómo un emprendimiento cultural. Minda afirma que su labor, ya la ejecuta, y ahora en la coyuntura en que se encuentra, debe pensar “cómo lo voy a plasmar, cómo lo voy a impulsar (…) El valor que le puedo dar a eso que estoy haciendo, que yo sé, porque cuando uno valora lo que hace, lo que sabe, eso tiene unos resultados, para crecer.” Además, el Boro le ha aportado a la Asociación asesoramiento en cuanto a lo que quieren proyectar y cómo lo quieren hacer. Cuestiones como el logo, la historia organizativa y los servicios que ofrecen, son temas que permiten la comunicación de ASOPARUPA con el medio local, departamental, nacionales e internacional. Semillas de Vida: Saber ancestral con sabor Pacífico “Entonces yo digo, entre un médico y uno, yo tengo el cartón de la vida. Un cartón ancestral, porque yo he adquirido los conocimientos de mis antepasados para aliviar a la gente” Lucia Solís Rodeada de misticismo aprendió a distinguir los elementales. Lucia Solís cuenta que le vendaban los ojos, por si en algún momento en los avatares de la vida llegase a perder la vista. Entonces ella, con solo oler la planta, ya sabría de cual se trataba. Así fue como aprendió a mirar con los ojos del alma. “Primero inicié con las plantas de cocina, a percibir y retener su fragancia y al siguiente día era otra planta y así desde las más dulces, hasta las más amargas”. Ahora todo ese legado misterioso y honorable tendrá que ser heredado por un hijo, un nieto o escoger a alguien de afuera, para que no se pierda la tradición. Y es que los saberes de doña Lucia, contienen historias con olor a brisa salada y a tierras costences, a deseos de alivio con sabor a viche, a palo y bejuco enterrado, en el vientre caliente.
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“Hay viñetes que hay que tener por varios meses en el vientre. El vientre es cuando uno somete el preparado a procesos entre tierra y aire. Entonces hasta cierta parte las cavas en donde está el licor, van bajo tierra. No más se le deja la cabecita por fuera, porque es el punto de respiración.” El vientre según nos cuenta doña Lucia, hace un proceso similar al de un embarazo, en donde la tierra hace el proceso de fermentación con el vino. Este ha de pasar por diferentes estados térmicos dentro de la tierra, proporcionando más calidad al producto. Pero las plantas no sólo sirven para la preparación de licores con fines recreativos. Es muy común su implementación en procesos medicinales. Este es el caso de ciertas semillas y raíces picantes, cuyas propiedades, según Lucia, ayudan a eliminar y evitar las células cancerígenas. De manera similar, el vino del Naidi, posee alto contenido de antioxidantes y vitamínicos. La línea entre lo formal (medicinal) y lo informal (místico-natural) se desdibujaban con sus palabras que revelaban de a poco, ciertos poderes mágicos en las plantas, que son más poderosos que cualquier producto farmacéutico. Lucia, Solís nació en Buenaventura, el barrio Lleras, anteriormente conocido como la Punta del Lleras. Un punto comercial de la parte céntrica del puerto donde arribaban las lanchas. Cuando apenas tenía 7 años, cuenta que un pariente de tercera generación la escogió a escondidas de su madre, para enseñarle las prácticas ancestrales sobre el manejo de las plantas. Pues para Lucía, en la raza afro, no se pierden las relaciones con las prácticas tradicionales. Ese pariente la eligió a ella para dar continuidad al misticismo de la naturaleza. No se trató de postulaciones o de actitudes caprichosas, él vio en Lucia la continuidad de sus saberes mágicos y ella aceptó, sabiendo que su niñez, desde ese momento sería diferente. Mientras los niños de su edad estaban pensando en jugar, ella estaba por escoger, el camino del corazón. “…El proceso siguió hasta los 15 años, luego me pusieron a escoger, en lo que me quería encaminar, si en lo medicinal o en lo otro… porque las plantas se prestan para muchas cosas, es decir, tienen doble moral…” Las plantas, dice ella, tienen doble moral porque así como pueden aliviar el dolor del enfermo, también pueden envenenarlo. De esto se trata esta moral, que ligada intrínsecamente a la conciencia humana, expone las intenciones propias con las que se ha de utilizar la planta. Lucía cuenta que con las plantas emprendió el camino medicinal, un camino de beneficios mutuos en donde la naturaleza se convertía en su estilo de vida, para terminar siendo parte de su familia. Después de iniciado este camino, uno aprende a amar la naturaleza, a escuchar la naturaleza, a entender la naturaleza para poder darle ese sentido de uso a las plantas. “… la naturaleza puede vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ella” 23
De aquí la importancia, dice ella, de enseñarle a un niño no sólo a ir al colegio o a la universidad, sino de ir a otros lugares en donde las personas puedan llegar a enamorarse de esta herencia ancestral y seguir con la tradición de aliviar los diferentes dolores que acongojan el cuerpo. Esta mujer, madre de 5 hijos, lleva más de 15 años en miras de consolidar su proyecto Semillas de Vida como emprendimiento cultural. Con esto ella busca re-significar y re-valorar las prácticas ancestrales medicinales, a partir del uso curativo de las hierbas en el territorio Pacífico. Se trata pues de recobrar el sentido de pertenencia por una práctica histórica que hace un llamado a la conciencia de los hombres, con el fin de despojarlos del chip de actitudes voraces y de esta manera, poder entrar en una sincronía energética con la naturaleza. Como si se tratase de un proceso de simbiosis entre el ser, la naturaleza y el desarrollo. “El criterio del ser como tal no es el que la naturaleza espera, porque cuando unos hombres y unas mujeres comienzan a destruirla, como hemos hecho hasta ahora, en hay mucha crueldad por parte del ser humano…” Lo anterior es una de las razones más fuertes en doña Lucia para asegurar que el foco de este problema se encuentra en la falta de oportunidades para los y las jóvenes bonaerenses. Por ello, dice que es necesario cambiar la mentalidad de estos futuros remanentes: “Un remanente es, haga de cuenta esos niños, pero con un trabajo educativo en la conservación y amor por la naturaleza, entonces ellos crecen con otra mentalidad”. Para posicionar su proyecto de Semillas de Vida y hacer que el legado no se muera, ella ha transitado muchos caminos. Cuenta que inició con la fundación Fundaproductividad para enseñar a madres cabeza de hogar, artesanías, cocina y manipulación de alimentos. Posteriormente fue construyendo amistades y una red de clientes con los que logró posicionar sus bebidas en el territorio. En el 2012 legalizó su empresa ante la Cámara de Comercio y hoy representa legalmente a la fundación Afrosaid, una iniciativa de producción artesanal que nace de su trayectoria de vida y de sus proyectos de hacer empresa, recurriendo a la tradición, para que ese legado cultural no se pierda. Hoy dice Lucía, al ver más clara la oportunidad de hacer empresa, montaron en Calle Larga, detrás del Aeropuerto, una comunidad “de negros” en donde se cultivan diferentes tipos de plantas de la costa Pacífica. Se trata de plantas medicinales con las que buscan continuar el legado del saber ancestral. Después de idas y venidas, entre proyectos e iniciativas, Doña Lucía se encontró con el proceso adelantado por el Boro. Aunque al principio no vio muy clara su vinculación con el ámbito cultural, después de las capacitaciones y salidas de emprendimiento estratégico vio en el proceso del Boro, la oportunidad de visibilizar no sólo a Semillas de Vida, desde las alianzas y el trabajo colectivo, sino también de ver crecer a su hijo Héctor desde el Grafiti, desde el mural, desde su arte. Hoy ve que el 24
Boro no solo ayuda al diseño y socialización de sus bebidas ancestrales, sino que abre nuevas oportunidades de emprendimiento cultural a jóvenes llenos de talento como su hijo. “Ahora espero que en la segunda fase del proceso con Comfandi, se vean los resultados probatorios con los productos que represento…Esto se comenzó y esto se terminó y esto tiene resultados.” Dice Doña Lucia. Donde Chava: vida y resistencia en el mercado. “Yo debo mucho a este sitio, yo quiero mucho esta Galería9, yo quiero mucho mi profesión, porque no es de taquigrafía ni tampoco de computadores, es de carbón.”
La plaza de mercado José Hilario López es un espacio, un momento, una oportunidad, en la que si se está atento, los ojos alcanzan a tocar, a saborear, todo lo que ven. Ahí, en el puesto número veintidós, se encuentra Elizabeth Caicedo, mejor conocida como “Chava”, quien tiene una profesión ‘de carbón’ que al ejercerla le llena el corazón, y ha suplido las necesidades de ella y de sus tres hijas. El espacio de la Galería es de Chava, y ella lo sabe, pues se apropia de su puesto como el escenario perfecto para que la magia ocurra. Cuando esta mujer afrobonaverense da rienda suelta al arte de cocinar, sin requisitos de pesas o recetarios, el saber ancestral y empírico se ejecuta a un ritmo acompasado, a puro ‘calculo’, derivando en unas explosiones de aromas, texturas y sabores, que solo quien ha estado ahí comprende la dificultad de narrarlo, sin desfigurar la realidad, lo maravilloso de esta expresión de arte. Esta sazonera alegre, que le pone gusto a la comida y a los instantes que comparte con sus clientes, dice que tiene el adobo ‘en la mano’. Esto quiere decir que la agradable sensación que sobreviene al degustar un producto que ofrece Chava, está ligado principalmente al hecho de estar preparado por ella. Ciertamente, esto no es descabellado de pensar o afirmar, pues se puede dar fe que el gusto que tiene ella ‘en la mano’, está enlazado con la experiencia, los aprendizajes prácticos que le ha proporcionado su historia, como el mismo espacio de la Galería. “Las coqueras, las plataneras, los pescadores, los de las naranjas, los de la papa china, los del ñame, todo lo que dé el mar y la tierrita, vea se les compra por aquí. Por eso es que disfrutan un pescado delicioso, porque aquí se lo preparan fresco, sólo mire la textura (…) todo fresquito, bota leche, pa’ decirle así.” La ubicación central de la plaza de mercado de Buenaventura, permite que lo urbano y lo marítimo se encuentren diariamente. Y también permitió, en ese entonces, que se diera el afortunado acercamiento 9
Galería es la forma como se llama popularmente a la Plaza de Mercado en el Suroccidente Colombiano.
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entre Chava y su talento gastronómico innato. Una mujer joven, originaria de ‘los gruesos de Guapi’ que en 1995 llegó en busca de trabajo, y se topó con su pasión. “Era una madre desesperada con una hija en el hombro y la otra caminando, la mayor tenía 5 y la segunda tenía 3 (…) Entonces desesperada no encontraba que hacer, alguien me dijo: ¿A usted no le gustaría lavar platos allá en la galería?, le dije que sí, vamos, lléveme. Porque yo no conocía de esta existencia tan hermosa. Y entonces me trajeron.” La plaza de mercado fue el lugar donde Chava, por primera vez, se encontró con el ingenio y talento que ya poseía para la comida, como heredad de sus ancestros del Pacífico. Fue ese lugar donde se identificó como cocinera, oficio que ha aportado de ahí en adelante a su felicidad, porque como ella sostiene: “este espacio para mí es muy importante porque aquí crecí, aquí crecieron mis hijas, aquí me evalúe más como persona, descubrí un talento que Dios me ha dado, descubrí el valor que las demás personas me dan por mi talento.” La Galería es un espacio en el que convergen un sinnúmero de memorias, de realidades, y de múltiples historias de vida, como la de Chava, que se entrelazan y aceptan, así sean similares o diferentes. Variadas situaciones y contextos se encuentran en la plaza central, por tanto, de igual forma en el diario vivir de Chava, pues el espacio y ella misma hacen sinergia, y en repetidas ocasiones pueden mezclarse, hasta fundirse entre sí. Algunas veces escucha las balas pasar por su lado, y otras tantas, debe servir un plato de comida a los artífices de los escándalos y la violencia callejera. Esto antes que exaltarla, le ha enseñado que su rol de sazonera y su identidad, prevalecen en su puesto de trabajo, y que ahí puede ejercerlo, y resistir. La Galería es un espacio de significación e identidad para Chava, dónde ella puede “ser ella” y gozar de lo que hace. Ahí puede celebrar triunfos individuales, a la vez, que se reconoce en una colectividad, pues Chava sostiene que “ya somos asociación: Cocineras tradicionales de la región pacífica. Ya estamos reconocidas en las leyes. Estamos tituladas”. El descuido del municipio frente a este espacio central de vida comunitaria y regional, es evidente. La resistencia de las cocineras, los comerciantes y demás actores de la plaza de mercado, también lo es. El aguante, esfuerzo, la puja de la comunidad siempre está presente, muchas veces manifestándose de forma silenciosa pero certera. Chava hace parte del Boro, porque está entretejida en sus redes. Su comida, su experiencia y una de sus hijas, traen y llevan, informaciones, conocimientos y deliciosos platos de Piangua, Toyos, Jaibas, entre otros más. Este tejido ha abierto las posibilidades para que esta asociación de artesanas de la cocina nutra su experiencia y empiecen un camino de reconocimiento local y étnico junto a jóvenes artistas, parteras y trabajadores de las culturas tradicionales y contemporáneas. Pero también sus conocimientos,
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su amor y pasión por lo que hacen, así como sus experiencias del lugar que habitan y recrean, son una gran contribución a ese conjunto de notas, sabores, sonidos y olores Pacíficos.
5. Avances, desafíos, recomendaciones La experiencia del Boro Creativo es resultado de la confluencia de procesos de organización y acción de largo, mediano y corto plazo. En este espacio se han cruzado las trayectorias, conocimientos y luchas de individuos y organizaciones que vienen trabajando con propósitos comunes desde hace varios años, incluso décadas, que incluyen (1) la búsqueda del bienestar (o vida buena) de los habitantes de Buenaventura principalmente para niños y jóvenes, (2) la recuperación y afirmación de saberes ancestrales, (3) la movilización y reconocimiento de las comunidades afrocolombianas, (4) la exploración artística y creativa, y (5) la construcción y visibilización de “otras Buenaventuras”. La conformación del Boro, además, denota un excelente ejercicio de generación y confianza, apoyado por el equipo Comfandi. Ello evidencia la responsabilidad del proceso de intervención y el progreso de los proyectos de emprendimiento cultural. Los contextos sociopolíticos de Buenaventura muestran: un acelerado crecimiento poblacional y un gran desarrollo económico de las actividades portuarias, comerciales y turísticas, que, sin embargo, contrastan con históricas y estructurales pobrezas e inequidades, con unas violencias permanentes, que generan miedo y terror en la población general, y con procesos de reconocimiento cultural, político y ambiental de las riquezas de la zona. Por su parte la industria cultural tiene una participación creciente en la economía nacional que ronda el 4% y se espera que para los próximos años se acerque a un 8%. Sin embargo, esta tarea requiere un trabajo mancomunado entre actores que apoyen el fortalecimiento de las actividades empresariales culturales. Por lo anterior, proyectos como el que Comfandi ha ejecutado, con apoyo de ACDI VOCA y que el Centro de Industrias Culturales de la Universidad Icesi, no solo tienen un valor un valor económico sino un profundo valor social en el mediano y largo plazo. De manera particular observamos que este proceso en poco tiempo ha logrado generar un lugar de reconocimiento, encuentro, acción conjunta y visibilidad de la diversidad de actividades culturales de Buenaventura, que han encontrado allí una nueva oportunidad, una nueva chispa, para desatar procesos articulados y solidarios en una dinámica de red. De manera particular, se identifican los siguientes logros: 1) Generar un espacio de encuentro para iniciativas, proyectos y emprendimientos culturales y artísticos, que favorece el conocimiento y reconocimiento mutuo, así como el desarrollo de acciones colectivas. Este espacio ha generado sentido de apropiación y de reencuentro y fortalecimiento de identidades individuales y colectivas. 27
2) La creación de una red que ha identificado líderes y lideresas culturales y sociales (bien diversas), que acudió a relaciones familiares, de vecindad y de trabajo como nicho inicial de desarrollo. 3) Proponer un espacio social y avanzar en el desarrollo de una metodología de formación y seguimiento (“mirar hacia adentro”), desarrollada de acuerdo con las necesidades y posibilidades de los participantes que incluye, por una parte, aspectos técnicos, creativos y empresariales, y de otra, asuntos históricos, culturales, identitarios, e, incluso espirituales (en el sentido más amplio de la expresión). Esta propuesta no sólo ha favorecido la cualificación de prácticas y productos, y el desarrollo de negocios y comercialización de los mismos, sino el conocimiento de historias y valores culturales y de tradiciones ancestrales, acompañadas de prácticas contemporáneas de expresión artística y cultural que están marcadas por procesos transnacionales y de carácter global. Además ha contribuido a la transferencia de experiencias y al mapeo de las artes plásticas y visuales de Buenaventura. 4) Propiciar el diálogo de prácticas y saberes tradicionales y contemporáneos, así como diálogos intergeneracionales e interétnicos que favorecen alianzas y acciones puntuales entre los integrantes del Boro. Además, fortalecen las prácticas y saberes mismos de las personas y organizaciones que hacen parte del Boro: por ejemplo los apoyos de personas y grupos que manejan y asesoran en el uso de medios sociales, como Facebook, Instagram y WhatsApp, así como la inclusión de platos y bebidas tradicionales en los eventos de los grupos); así como la inclusión de perspectivas y dimensiones más políticas en el accionar del colectivo y las experiencias que lo componen. 5) Iniciar un proceso de visibilización y socialización de los avances tanto del colectivo como de sus experiencias, productos y servicios, que ha beneficiado la promoción y negociación de los mismos, además de facilitar acceso en el mercado musical de varios de los integrantes. De la misma manera observamos resultados cuantificables que soportan los anteriores avances, entre los que están:
La creación de un espacio de red en el que participan de manera directa y permanente más de 15 emprendimientos (cada uno de ellos con un promedio de 7 integrantes), y más de 30 líderes, lideresas y activistas culturales y sociales con influencia en sectores marginados y vulnerables de Buenaventura.
18 integrantes de los emprendimientos participaron en talleres de Serigrafía, Identidad Gráfica, Puesta en Escena y Producción Ejecutiva, Costes, Propiedad intelectual Mercado Cultural).
18 Integrantes participaron en Mercados y Congresos. 28
7 integrantes fueron asesorados en industrias musicales, costes y propiedad intelectual.
A 5 emprendimientos se les desarrollaron diseños de identidad gráfica y diseño de productos, dossier de presentación y páginas web, rescatando contenidos locales en el proceso de creación de marca y representación para las iniciativas de emprendimiento cultural.
Desarrollo e implementación colectiva de una estrategia de comunicación.
Una “Rueda de Oportunidades”.
1 concierto.
El proceso también ha permitido identificar aprendizajes como la importancia de una exploración y formación sobre “lo propio” que ha incluido miradas culturales y sociales sobre Buenaventura, favoreciendo la recuperación y conocimiento de historias y condiciones del desarrollo del municipio. El trabajo en red también ha servido para construir confianza y trabajo en equipo. También se evidenció el potencial de acción que tienen los jóvenes emprendedores para crear y consolidar alianzas que permitan que su trabajo musical sea reconocido y remunerado, y se puso en evidencia, para los mismos integrantes de El Boro Creativo, su capacidad técnica y profesional, como la de sus compañeros, fortaleciendo la confianza entre ellos, y en el talento local que los rodea. De igual manera se ha iniciado una discusión y unas experiencias prácticas que buscan encontrar balances a las tensiones generadas entre los valores tradicionales y culturales de los conocimientos, actividades y productos del Boro, y otro tipo de valores comerciales y del mercado. Esto podría conducir a perspectivas (que desde otros enfoques se podrían llamar modelos), que logren combinar los valores tradicionales y culturales con los comerciales y del mercado.
Recomendaciones El Boro representa una oportunidad cultural, social, económica y política para Buenaventura que hay que alimentar y fortalecer. Conceptualmente, el emprendimiento cultural como el emprendimiento tradicional, requiere una base mínima de conocimientos y herramientas que de no tenerse, el impacto de sus acciones será frágil económicamente hablando. Y en definitiva, esas actividades no serán sostenibles. En este sentido es importante mencionar que a pesar de los avances mencionados este ejercicio colectivo está todavía en gestación. Abandonar los apoyos formativos, organizativos, de emprendimiento y de relaciones sociopolíticas y culturales implicaría, no sólo arriesgar los avances ganados, sino también comprometer la débil confianza que hay en la mayoría de actores locales frente a
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proyectos y organizaciones externas que “regularmente llegan, hacen, conocen, prometen y se van”, tal y como lo mencionó uno de nuestros entrevistados. En este sentido proponemos las siguientes recomendaciones, que, de paso, proponen una ruta estratégica para posibles acciones futuras: 1) Sugerimos que se fortalezca el trabajo de formación y acompañamiento, ofreciendo herramientas que impulsen tanto los emprendimientos culturales pero también las competencias personales y de trabajo en red. En este sentido es importante asegurar por una parte las capacitaciones e intercambios técnicos que ayuden a mejorar los procesos, productos y servicios de las experiencias, así como el apoyo a los emprendimientos culturales fundamentado en acompañamientos y actividades prácticas como la participación en mercados y ruedas de negocio para la industria cultural. En esta línea sería importante avanzar en la definición de una metodología de acompañamiento que permita que el diseño de políticas culturales desde los colectivos o comunidades, con apoyo de redes de organizaciones externas, que el mismo Comfandi pude animar como se sugiere más adelante. Así se pueden generar rutas que permitan una apropiación y unas metodologías con mayor incidencia en el desarrollo de políticas sólidas y sostenibles. De igual manera proponemos que se incluya una formación y acompañamiento que profundice y haga más complejas las miradas históricas, sociales y políticas que los integrantes tienen sobre Buenaventura, en relación con el Pacífico colombiano y el americano, para que ganen en capacidad crítica, en reconocimiento de los procesos étnicos e interétnicos en esta región del país y las posibilidades de interacción y conexión con otros actores y espacios sociales. 2) Recomendamos impulsar el trabajo en red propiciando, tanto el fortalecimiento de la red hacia adentro, como las interacciones del Boro con otras experiencias y redes del Pacífico y con otras del suroccidente del país, bajo la consideración estratégica de Cali como un nodo sociocultural, económico y político en esta zona. De la misma manera la red debería construir lazos más visibles y permanentes tanto con instituciones públicas y privadas como con las comunidades a las que se dirige su acción, para que aseguren el soporte e impulso de sus proyectos e iniciativas. De manera particular se observa que Comfandi podría desempeñar un rol activo como puente entre la empresa privada y los colectivos culturales, que trascienda la creación portafolios y generen oportunidades de intercambio de servicios y productos culturales, generando valor
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compartido para los actores y consolidando redes y colectivos a través de victorias tempranas. De igual manera sería muy interesante desarrollar intercambios con redes y colectivos culturales de otros lugares de la región, que puedan compartir sus experiencias, estrategias de sostenibilidad y trabajo. 3) De acuerdo con lo anterior, la definición de un Plan de Acción, que defina ejes prioritarios es definitiva para la labor de fortalecimiento de redes internas y externas (tal y como ya se sugería desde los informes de Comfandi). El reconocimiento y la re-significación social de los emprendimientos culturales; el fortalecimiento y desarrollo de redes locales, nacionales e internacionales, y la formación como actores para la participación en políticas públicas, podrían ser ejes de ese Plan. El proyecto que estamos valorando, no inició ni con el desarrollo de una línea base ni con la formulación de unas hipótesis de intervención. Ello hace muy difícil las probabilidades de desarrollar evaluaciones de impacto de corto, mediano y largo plazo, así como la producción y ponderación de indicadores que den cuenta de este tipo de procesos. Por la anterior se sugiere que el desarrollo de un Plan Estratégico concertado, incluya este tipo de insumos. De igual manera, es importante que dentro del Plan Estratégico se considere la realización de jornadas para el diseño y aplicación a convocatorias y proyectos culturales. La guía y desarrollo de un paso a paso en la construcción de proyectos reales es necesario. Además de su seguimiento y evaluación. Así los colectivos entienden la dinámica de aplicar a distintas fuentes de financiación para sus ideas. 4) Finalmente vemos necesario impulsar los procesos y acciones de visibilización, reconocimiento y valoración cultural de las experiencias del Boro y de su colectividad. El desarrollo y fortalecimiento de la Estrategia de Comunicación propuesta ayudaría mucho a este trabajo, así como las interacciones directas del Boro con las instituciones locales y sector empresarial del municipio. Como se puede ver a aquí se sugiere apoyar el desarrollo económico de la industria cultural, pero buscando contribuir a la resolución de problemas sociales de base para entornos en conflicto como es el caso de Buenaventura. Si no se cumplen estos dos niveles, se estarían generando nuevos desequilibrios que sumados a los ya existentes, se agravaría la situación social y de seguridad de los miembros de la comunidad. En este punto, se debe fomentar un trabajo fuerte con otras instituciones de carácter local, regional y nacional. Se debe buscar la coordinación de esfuerzos y un control cercano de las 31
diferentes actividades que se realicen. Este aspecto aunque no era primordial en el trabajo del ejecutor, debería tener una estrategia que contemple el trabajo en equipo desde el punto de vista institucional. En este sentido, es importante reconocer que los logros mencionados más arriba y la visibilidad y reconocimiento que ha logrado el Boro y sus integrantes, representan en sí mimos un proceso de formación y empoderamiento de sus integrantes, que los posiciona (búsquenlo o no) como actores sociales y políticos, especialmente en un lugar donde las violencias, el terror y el miedo han marcado las construcciones de poderes locales. Por esto mismo se deben tomar las medidas de formación y de protección que correspondan a las acciones y roles que estos actores sociales están desempeñando. En esta perspectiva, encontramos que buena parte de los integrantes, principalmente los más jóvenes, hay una gran desconfianza y descreimiento de los asuntos y prácticas políticas formales del municipio. Lo anterior los ha llevado a tomar distancia tanto de los trabajos y acciones políticas, que incluyen tanto canales formales y tradicionales de participación, como otras maneras de acción más informales y no tradicionales. Esto los distancia de los debates y acciones de mediano y largo aliento. Y aunque no sugerimos una acción directa, si vemos que los espacios culturales que están creando pueden hacer mediaciones y contribuciones a futuro mediante un mayor conocimiento, contacto y relaciones con la política en el sentido más profundo y en su participación en el diseño y elaboración de políticas públicas en el sentido más práctico. Adicionalmente, valoramos positivamente el interés porque los resultados del proyecto sean de larga perdurabilidad y proyección. Los proyectos coyunturales y puntuales pueden tener indicadores efectivos en temas concretos pero, en el mediano o largo plazo, sus resultados se desvanecen por una causa ya explicada: la no operación sobre las competencias individuales de los participantes, en paralelo con el trabajo en la estructura empresarial cultural, buscando su sostenibilidad económica y comercial de su proyecto cultural, y una fuerte relación con los contextos locales pueden hacer grandes aportes al bienestar y la paz de Buenaventura. Solo así, la industria cultural crecerá y generará impacto económico. Es por eso, que los resultados de este proyecto generarán impacto económico, medible a través del desarrollo social de la comunidad y en la sostenibilidad económica empresarial y cultural de cada uno de sus participantes.
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Referencias Centro Nacional de Memoria Histórica (2015). Buenaventura: un puerto sin comunidad. Bogotá, CNMH. Boletín POLIS (2013). Desigualdad, R. Y., Reto, E., & DE, P. L. F. Molano, A (2013) Radiografía de la vida en el principal puerto del Pacífico. Una tragedia social que el narcotráfico ha rociado de terror. El Espectador. PÉREZ, G. (2007) Historia, geografía y puerto como determinantes de la situación social de Buenaventura. Banco de la República – Sucursal Cartagena. Sánchez, G. (sf). Pacífico, H. U. E. El foro De Buenaventura
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