SER MÚSICO EN CALI HOY. MÚSICOS DE ROCK Y SUS EMPRENDIMIENTOS ECONÓMICOS
INFORME DE RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN
INVESTIGADOR: JUAN CAMILO FISCHER
20 DE MAYO DE 2013
INTRODUCCIÓN La globalización y las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han generado un nuevo contexto en el que se desarrolla la industria musical y discográfica, imponiendo nuevos retos a quienes se dedican a actividades en este campo (músicos, productores fonográficos, entre otros). Sin embargo, los retos que impone un mundo globalizado no son genéricos, de tal forma que los músicos de diferentes géneros musicales que se desarrollan en las distintas latitudes del mundo han tenido que realizar adaptaciones particulares para sobrellevar los cambios del contexto. En el marco del proyecto “Ser músico en Cali hoy. Músicos de Salsa y Rock y sus emprendimientos económicos”, financiado por el Proyecto de Industrias Culturales de Cali (PRIC), este informe presenta los resultados del componente de músicos de Rock. En este trabajo se buscó comprender el funcionamiento de los distintos tipos de emprendimientos que llevan a cabo los músicos de Rock de la ciudad y las condiciones propias del contexto local, teniendo en cuenta que Cali ha sido catalogada en el imaginario popular (local e internacional) como la Capital de la Salsa, lo que hasta cierto punto ha invisibilizado la producción de Rock en la ciudad. A continuación se presentan los objetivos de esta investigación, el marco conceptual, los resultados del trabajo de campo y las conclusiones, que incluyen algunas rutas posibles de investigaciones posteriores. 1. OBJETIVOS Y MARCO CONCEPTUAL El objetivo general de esta investigación fue describir los emprendimientos económicos de músicos de Rock en la ciudad de Cali y el contexto en el que se desenvuelven dichos emprendimientos. Los objetivos específicos que se desprenden de este objetivo general son: • • •
Identificar las características propias de los emprendimientos de los músicos entrevistados. Describir el contexto local en que se llevan a cabo estos emprendimientos. Identificar la forma en que el contexto local condiciona los emprendimientos de los músicos y sus formas de adaptación.
Este trabajo parte de la teoría del arte como acción colectiva (Becker, 1974), en la que se considera que el arte es producto de la cooperación entre varias personas, que pueden ser los artistas en sí mismos y lo que se considera personal de soporte. Algunas de las categorías de análisis propuestas para esta investigación se desprenden del trabajo de Faulkner y Becker (2011), quienes estudian el trabajo de “músicos comunes” (p. 39) en Estados Unidos. Entre varios de los temas que estos autores tienen en cuenta en su trabajo están las formas en que los músicos aprender a tocar, construyen un repertorio y las destrezas que necesitan para trabajar, y los lugares de trabajo. De esta manera, las categorías y sub-categorías de análisis que se usaron en esta investigación fueron las siguientes: Formación: se indagó por el tipo de formación, principalmente musical, que tienen los entrevistados. Las respuestas fueron clasificadas en: •
Estudios formales: estudios en instituciones de educación superior, sea a nivel técnico o profesional. Se incluyen los estudios en oficios no relacionados con la música.
• •
Profesor particular: estudios con profesores privados o academias de música, que no otorgan título técnico o profesional. Estudio autodidacta: aprendizaje por cuenta propia (incluyendo la utilización no guiada de métodos musicales) y en la práctica.
Trabajo(s) que desempeña el músico: se indagó por el tipo de trabajos que desempeñan los músicos, entendiendo que el trabajo no solo implica la remuneración económica, sino teniendo en cuenta que existen actividades humanas que requieren tiempo y esfuerzo, y aún así no son remuneradas. Los trabajos fueron clasificados en: • •
• •
Trabajos no musicales: trabajos que no tienen ninguna relación con la música. Trabajos relacionados con la música: trabajos que tienen una relación directa con la música, sin que impliquen interpretar o componer obras musicales. Esta fue una categoría emergente durante el trabajo de campo. Se incluyen la docencia, la producción fonográfica, la organización de eventos, entre otros. Tocar música de otros: el trabajo de interpretar canciones de otros autores. Tocar su propia música: el trabajo alrededor de producir e interpretar obras propias.
Funcionamiento del proyecto: se indagó por las características propias de cada proyecto musical, teniendo en cuenta las siguientes sub-categorías: • • •
Equipo de trabajo y funciones: miembros del equipo de trabajo y las funciones que desempeñan. Infraestructura técnica: equipos, instalaciones y espacios con los que cuenta el proyecto. Gastos e ingresos: gastos en los que incurre el proyecto y los ingresos que obtiene. Los ingresos no necesariamente cubren todos los gastos del proyecto.
Contexto local: se indagó por las características propias del contexto caleño, que condicionan el funcionamiento de los proyectos de Rock. Las sub-categorías de análisis fueron: • • • • •
Dificultades del contexto: condiciones que dificultan el trabajo del músico de Rock en la ciudad. Esta fue una categoría emergente durante el proceso de análisis de las entrevistas. Público: características propias del público roquero en la ciudad. Opinión sobre las políticas públicas: percepciones que tienen los entrevistados sobre las políticas públicas y su impacto en el Rock local. Medios de difusión: medios de comunicación y formas que utilizan los músicos para difundir su trabajo. Lugares del Rock: se entiende lugar como “un sitio socialmente definido por el uso que se espera darle, por expectativas compartidas acerca de qué tipo de gente llegará allí para participar en esas actividades y también por los acuerdos financieros subyacentes” (Faulkner y Becker, 2011: 149). De esta manera, se incluyen en lugares del Rock bares y establecimientos que permiten la presentación de bandas en vivo, festivales de Rock, salas de ensayo y estudios de grabación.
2. METODOLOGÍA Partiendo de una metodología cualitativa, se realizaron entrevistas semiestructuradas a músicos de rock. Las entrevistas semi-estructuradas permiten que el investigador indague por temas que pueden surgir durante la conversación y que no estaban contemplados en el formato de preguntas inicial. La
posibilidad de explorar temas no planeados previamente aporta a la riqueza de los datos y el posterior análisis. El muestreo de la población se hizo de manera intencional y no aleatoria, haciendo uso de la técnica de “Bola de Nieve”. La Bola de Nieve consiste en la identificación inicial de sujetos clave, con quienes se realizan las primeras entrevistas, para luego ampliar la red de informantes con los contactos que aportan dichos sujetos. Esta técnica usada en la investigación cualitativa permite adentrarse en las redes sociales y de trabajo (como en este caso) construidas espontáneamente por los sujetos con quienes se trabaja. No obstante, es necesaria la revisión constante y cuidadosa de la lista de contactos que se construya en el desarrollo de la investigación, para evitar que la recolección de datos se lleve a cabo en pequeños círculos cerrados, lo que limitaría los alcances de la investigación. Se realizaron 10 entrevistas a músicos de Rock que desempeñan diferentes actividades relacionadas con el Rock en la ciudad, con el fin de conocer la perspectiva de actores del Rock con perfiles muy disímiles entre sí. Los músicos entrevistados fueron: • Daniel Rosero: bajista de Krönös, Legend Maker y La Rúa, estudiante de Ingeniería de Multimedios. • Danny Castillo: guitarrista/cantante de Paranoia, organizador del Festival de Rock Alternativo y Medioambiente: Calibre, profesor de guitarra en la academia Sterling. • David Corkidi: guitarrista de Krönös y productor musical. • David Mosquera: psicólogo, guitarrista/DJ de Liquidelic. • Felipe Bravo: teclista, guitarrista y vocalista de Superlitio, y productor musical. • Freddy Barrios: vocalista de Los Borbotones y Estigma. • Javier Devia: miembro del Colectivo Ra la Culebra, baterista del mismo grupo. • Juan Osorio: ex-baterista de Estigma, baterista de Los Borbotones, Vikiny y Krönös. • Jimmy Acevedo: guitarrista y vocalista de Betrayer FTM. • Jorge Fresquet: ex–vocalista de Krönös, cantante solista (Fresquet) y profesor de música de la Universidad Autónoma y el Jardín Infantil Estrellita de Mar. A través del análisis temático de contenido (Navarro y Díaz, 1999) de las entrevistas se intentó comprender los “mundos artísticos” de este amplio género musical en la ciudad. Las entrevistas y el análisis estuvieron guiados por las cuatro categorías generales y las sub-categorías de análisis presentadas en el apartado anterior. La codificación de los textos se realizó en el programa de análisis cualitativo de datos ATLAS.ti versión 7.
3. RESULTADOS 3.1. Formación En el mundo del arte es común la convivencia de sujetos con un alto nivel de educación formal con sujetos que han tenido una formación prácticamente autodidacta, así como sujetos con educación dirigida pero no formal, y las combinaciones posibles de estas formas de educación. El mundo de la música no es una excepción a esta situación, y por lo tanto, tampoco el Rock, que en algunas de sus vertientes ha partido de la filosofía do it yourself, hágalo usted mismo.
Educación formal Entre los músicos entrevistados podemos ver que algunos han conseguido estudios de educación superior en música (nivel técnico, en este caso), aunque la mayoría tengan una formación que mezcla entre la formación autodidacta y las clases de profesores particulares. Muchos de los músicos entrevistados tienen incluso un título profesional de alguna disciplina distinta a la música, o están en proceso de obtenerlo. En algunas situaciones, el tener un título formal de músico o estar en proceso de conseguirlo, puede generar ciertas oportunidades de trabajo: Entrevistador: en las academias como Sterling ¿qué exigencias te hacen para ser profesor? Danny Castillo: lo que tengo como desde la experiencia, las academias básicamente exigen que estés estudiando música. No les preocupa mucho que seas graduado, sino más bien que estés estudiando, que estés en tal semestre de tal universidad; Univalle, Conservatorio e IPC, que es lo que manda la parada aquí en Cali. También que tengás un conocimiento bien claro de los instrumentos que podás enseñar.
En estos casos, la exigencia principal no parece ser el poseer el título como tal, sino dar cuenta de determinadas competencias pertinentes para la enseñanza de la música. El poder dar cuenta de estas competencias no es solo cuestión de presentar un certificado de estudios, sino que el mismo posicionamiento en el gremio como músico o artista, permite la obtención de determinados trabajos. Entrevistador: ¿en qué momento empezaste a dar clases? Jorge Fresquet: yo empecé a dar clases cuando llegué de París, daba clases particulares. Entre los alumnos que tuve, tuve a Mauricio Campo. Ese fue el vocalista de Superlitio, tuve a Marcelo Cezán en esa época. Después enganché al Colegio Colombo-Británico para preparar los muchachos que hacían el musical. E: ¿cómo llegas allá? J.F: allá yo llego porque hice el Jesucristo Super Estrella en Bogotá, yo fui Judas, y en ese año, en el 96… yo creo… el Colegio Colombo-Británico montó esa obra. Un amigo teclista que tenía relación con el Colombo-Británico, Jorge Sabogal, me dijo que me necesitaban y desde ese momento empecé a dar clases en los colegios. Del Colombo al Bolívar, del Bolívar al Farallones y del Farallones al Juvenilia, y del Juvenilia a la Universidad Autónoma.
Como lo menciona Jorge Fresquet, el hacerse un lugar y un nombre en el mundo artístico, junto los contactos que se establezcan, permite la obtención de determinados trabajos que de otra manera podrían requerir la presentación de títulos profesionales. Formación autodidacta y clases particulares Es común encontrar músicos que tienen formación autodidacta, que han recibido clases particulares o incluso una mezcla de ambos. Daniel Rosero comenta haber tenido una formación basada en clases particulares: E: aparte de Musitodo ¿has estudiado música o bajo en algún lugar? Daniel Rosero: en Musitodo pasó lo de 3 meses de guitarra acústica, pasó ese tiempo y yo como que me le paré en la raya al dueño de Musitodo y le dije “bueno ¿y mis clases de bajo?”, y el man me acomodó clases de bajo allá, creo que con Adolfo Arbeláez. El man era muy conocido aquí en Cali, por una banda de Rock, como Heavy incluso Progresivo… el man tocaba también en Big Mamma, la banda de Blues, con Luis Fernando… (E: en la Big Mamma’s Blues Band).
El man me dio unas tres clases dentro de Musitodo y el man como que por debajo me dijo “ve, pues si querés vas a mi casa, yo te cobro más barato, y te doy las clases igual”. Creo que hasta me daba más tiempo, y yo de una… yo con el man si vi por ahí 8 meses y luego él se fue a Argentina. Eso también fue como otra educación. E: luego viste, me imagino, con Jorge Herrera [Director de la orquesta de salsa La Misma Gente, y profesor en la Universidad Icesi]. D.R: sí, luego entrado en la universidad aproveché el tiempo con Jorge Herrera.
Por su parte, Freddy Barrios comenta como su formación musical ha sido principalmente autodidacta, con ciertos momentos en los que se ha acudido a profesores particulares. Freddy Barrios: Fue muy duro porque hubo muchos tropiezos al comenzar, porque me di cuenta que lo que estaba haciendo, lo estaba haciendo de una mala manera. Estaba cantando sin técnica, sin nada de esas cuestiones. Es ahí donde empiezo a recibir consejos por personas que tenían esa técnica (…), en este momento no recuerdo… el primer profesor que yo tuve de técnica vocal que me enseñó solamente la técnica vocal como tal, o sea, la respiración. Eso fue uno de los mayores consejos que me han dado a mí, porque a partir de ahí empecé a tener la conciencia de que tenía que tener una técnica para cantar, tanto para cantar como para hablar. Era algo que yo no tenía. Por ejemplo, yo cantaba un fin de semana y quedaba disfónico toda la semana. Tenía que volver a cantar el próximo fin de semana
Jimmy Acevedo, agrega dos aspectos importantes en la formación autodidacta y son el carácter permanente de la formación en la práctica y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que permiten el acceso libre y rápido a la información. Entrevistador: ¿has estudiado música? Jimmy Acevedo: todo ha sido empírico. Todo ha sido como de la práctica de todos los días con el instrumento. Eso ha sido el estudio y uno se apoya que en métodos, se apoya en internet, ahorita que está como fácil tener internet. Y pues la banda, porque la interacción con los músicos de la banda me ha servido a mí como crecimiento como músico, porque inclusive uno sigue aprendiendo porque uno sigue practicando y todo eso.
Para un músico como Jimmy, el ensayar y tocar en vivo con otros músicos hace parte importante de su proceso de formación, en tanto la comunicación con otros permite el intercambio de conocimientos, así como el tocar constantemente permite mejorar en cuestiones de interpretación. El uso de las TIC también es un elemento importante en la formación autodidacta de los nuevos músicos, en tanto se puede acceder a material bibliográfico importante, a videos instruccionales de músicos reconocidos, así como a un sinfín de producciones musicales de los más distintos estilos. Es necesario tener en cuenta que las distintas maneras en que se forma un músico no son mutuamente excluyentes, pues algunos músicos pueden empezar de manera autodidacta y complementar con la instrucción de profesores particulares, o tomar ciertas bases en algún tipo de formación dirigida (sea por un profesor particular o por algunos cursos en programas técnicos o profesionales) para luego iniciar una exploración y formación autodidacta. Felipe Bravo: Entonces cuando ellos me compraron ese teclado, yo creo que ellos pensaban que iba a ser un juguete, pero ese teclado tenía una canción que era un demo, y yo jugaba haciéndome que la tocaba. Pero una vez mi mamá pasó ahí por mi cuarto, y se dio cuenta que yo realmente ya estaba sacando la canción de demostración. Y sin clases y sin nada. Yo no recuerdo bien, pero pues me imagino que uno tiene… nace con algún aptitud para eso, me refiero como al oído, a identificar una nota de otra. Quizá. Entonces empecé con esa profesora y ella se enfermó, pero ella alcanzó como a darme un impulso, cómo se construían los acordes y ese tipo de cosas que son como básicas en la música, que le sirven a uno después, y que le dan herramientas para uno mismo como seguir descifrando lo demás. Entonces después de que
ella no pudo seguirme dando clases, empecé a escuchar como mucho Rock argentino y mucho Rock en Español. Soda Stereo, Charlie García, Spinetta, Caifanes. Como lo que podía llegar de Rock en Español yo lo escuchaba y empecé a sacar las canciones. Y también empecé como a juntarme con gente que tocaba y empecé a armar como grupitos, y ahí empecé también yo como a tratar de componer con otros músicos o yo mismo. Después ya en la universidad vi clases de piano como una materia de música aparte y después lo último que hice fue ver clases con Jaime Henao, que es un gran maestro, un gran músico… Entrevistador: que está ahorita en El Colectivo. F.B: él hizo El Colectivo. Cuando yo tenía clases con él tenía la idea de hacer una academia de música con su forma de enseñar y eso. Bacano ver que lo pudo llevar a cabo. Con él vi mucho de armonía de Jazz y obviamente reforzando lo que se podía de piano. Y un tiempo, cuando yo sentí que ya tenía lo que había ido a buscar, seguí con mi carrera. Esas son las veces en mi vida que he estudiado música.
Durante las entrevistas no se exploraron en profundidad los motivos por los cuales un músico decide hacerse una carrera en este mundo artístico, prescindiendo de un título formal, sea de nivel técnico o profesional. No obstante, en algunas entrevistas y conversaciones informales se hicieron algunas referencias a la falta de cumplimiento de sus expectativas formativas. Jorge Fresquet, por ejemplo, menciona que le gustaba “la música y el canto desde muy niñito. No era una pasión formal lo que me acercaba a la música, era simplemente el goce y el disfrute de cantar.”, apuntando el desfase entre su relación subjetiva con la música, una relación de intimidad personal antes que profesional, y el tipo de educación artística impartida por las instituciones de educación superior. Por su parte, Juan Osorio comenta que “aquí no hay una academia, ni ninguna entidad formal donde te enseñen a tocar batería. Es música y son cuestiones, digámoslo, muy generales en cuanto a instrumentos.”, aludiendo explícitamente a sus expectativas de formación. Sumado a esto, en conversaciones informales con músicos que no fueron incluidos en la investigación, aparecieron relatos sobre la obtención de ingresos económicos importantes antes del ingreso o culminación de los estudios de educación superior. Es importante señalar que la mayoría de los músicos entrevistados tienen formación profesional o técnica en oficios distintos a la música; Daniel Rosero estudia actualmente Ingeniería de Multimedios, David Corkidi es administrador de empresas, David Mosquera es psicólogo, Felipe Bravo y Jorge Fresquet son comunicadores sociales, Fredy Barrios técnico en Ingeniería de Sistemas, Javier Devia es economista y Jimmy Acevedo es abogado. El hecho de tener estudios alternos a la música, en algunos casos, les ha permitido obtener trabajos relacionados con la música, en otros casos permite tener un trabajo más estable que ayuda a completar los ingresos necesarios para la subsistencia. En algunas entrevistas la educación formal en oficios distintos a la música se concibe como un plan B, en caso que la música no aporte los ingresos económicos suficientes. No hay motivos para pensar que los músicos entrevistados en esta investigación sean los únicos que tienen una formación profesional distinta a la música y aún así, se dedican al arte.
3.2. Trabajo(s) que desempeña el músico Así como es variado el tipo de formación que han tenido los músicos entrevistados, también son variados los oficios que desempeñan, sean estos trabajos musicales o no. Los tipos de trabajos que reportaron los entrevistados fueron agrupados en cuatro sub-categorías que, al igual que la formación musical, no son mutuamente excluyentes. Se clasificaron en trabajos no musicales, trabajos relacionados con la música, tocar música de otros y tocar su propia música. Trabajos no musicales
En las entrevistas en las que se mencionan trabajos no musicales, suelen aparecer como la fuente principal de ingresos de los músicos, independientemente de si sus emprendimientos musicales son o no sostenibles. No se profundizará en los tipos de trabajos no musicales que desempeñan los entrevistados, pues estos varían independientemente de los emprendimientos musicales. Tocar su propia música y tocar música de otros Las sub-categorías tocar su propia música y tocar música de otros, fueron establecidas previamente a las entrevistas, ya que se tenía la certeza de que existen artistas cuyos emprendimientos giran en torno a la producción y exposición de material musical original (sea por medio de presentaciones en vivo o algún formato de grabación), así como otros músicos suelen tocar (generalmente en vivo) canciones de algún artista reconocido. En las entrevistas se re-confirmó esta certeza. Los proyectos de música original en los que trabajan los músicos entrevistados son Krönös (banda de hard rock, formada a finales de los ochentas), Legend Maker (banda de Power Metal, con alrededor de 15 años de trayectoria), Paranoia (una mezcla de Noise Pop; Alternative, Indie, Rock, Grunge), Liquidelic (“un proyecto que está encaminado a explorar nuevas tecnologías y ritmos contemporáneos, para enfocar ideas que transmitan sobre nuestro mundo circundante y las problemáticas.”, como menciona David Mosquera), Superlitio (que no es una “banda de género” en palabras de Felipe Bravo), Ra la Culebra (una banda de “Sancocho rock”, que hace parte del Colectivo Ra la Culebra), Betrayer FTM 1 (banda de Thrash Metal), Estigma (grupo de hard rock, formado en 2000) y Fresquet (proyecto solista de Jorge Fresquet). Los músicos que tocan música de otros lo pueden hacer tanto con agrupaciones fijas, como con ensambles que se organizan para presentaciones específicas; este tipo de trabajos suele ser llamado “chisga” 2 . Las agrupaciones fijas en las que tocan los músicos entrevistados son La Rúa, Los Borbotones y Vikiny. Estas tres bandas suelen tocar como bandas de planta en algunos bares de la ciudad, que se mencionaran en el apartado sobre el Contexto local. Igualmente, algunas son contratadas para presentaciones privadas. El repertorio que manejan estas bandas, aunque está condicionado a versiones de canciones de otros autores, suele ser de libre escogencia, en tanto las bandas construyen una imagen alrededor del tipo de música que tocan y la calidad de las interpretaciones, y no ante el setlist que presentan cada noche. Freddy Barrios comenta: Aquí tenemos gente que viene cada ocho días religiosamente y es gente que sale contenta porque dicen “yo puedo venir cada ocho días y nunca voy a escuchar lo mismo”, a no ser que haya un cumpleaños o que haya un caso muy fortuito en que se repita una canción que ya hayamos tocado en el mes. Pero de resto… la única petición es el repertorio y que sea acorde a lo que esté sonando en el bar.
Y posteriormente agrega: así sea interpretando canciones de otro artista siente uno esa energía y como decir cómo quisiera yo estar interpretando estas canciones tan grandes, tan maravillosas… sin embargo, al interpretar eso uno se siente bien porque son artistas que a uno le gustan. O sea, muchas veces toca uno canciones que a uno mismo le gustan, entonces la alegría es inmensa. Aparte uno conoce mucha gente. A veces uno se sienta a hablar con las personas y saber que las personas, 1
Como hecho anecdótico: en una ocasión fui a ensayar como bajista de Betrayer, cuando la banda estaba iniciando, alrededor del año 2005. Después de la entrevista a Jimmy, hablamos al respecto y no pudimos recordar por qué no continué con la banda. Ese fue el primer contacto que hice con Jimmy. 2 En conversaciones informales con algunos de los músicos entrevistados y algunos otros, se define “chisga” de tantas maneras y se toman posiciones tan distintas que ameritaría un proyecto de investigación específico.
lo que uno hace le encanta, entonces es muy enriquecedor saber que lo que uno está haciendo, lo está haciendo muy bien.
No obstante existen situaciones en las que la banda se contrata para un evento específico, una fiesta temática u otro por el estilo, y en ese caso se ve restringido el repertorio. Cuando pasa esto, es porque la temática es compatible con el tipo de repertorio que maneja la banda. Algo similar ocurre cuando son ensambles temporales: Danny Castillo: Por lo menos, en diciembre tuve con unos compañeros, que tocan en diferentes bandas, un tributo a los Beatles. Nos contrató un señor que estaba cumpliendo 50 años y el man es súper fanático. De hecho, no fue él el que nos contrató, sino un familiar que quería darle el regalo. Entonces me llamaron a mí, porque yo soy un gran fan de los Beatles y como que me suena bien la cosa. Hicimos el ensamble, pero generalmente ellos, los que me llamaron, tocan los tres solos, que son guitarra, bajo y batería. Pero en esa ocasión me llamaron a mí para reforzar una guitarra y las voces. Entonces es como un ejemplo de lo que pasa.
Trabajos relacionados con la música Una de las sub-categorías que surgieron del trabajo de campo fue la de trabajos relacionados con la música. Cuando se le preguntó a Jorge Fresquet si era posible vivir de la música en Cali, su respuesta fue: Es difícil, pero sí se puede, porque a partir de tu trabajo como músico, como roquero, de tu posicionamiento en la ciudad, te salen otras cosas. En mi caso particular, yo soy profesor de técnica vocal de la Universidad Autónoma, trabajo en un jardín infantil en la parte de música y de la dirección de los plays de los niños cuando se gradúan de pre-jardín y en diciembre también. Y esos trabajos… otros que he tenido, por ejemplo, escribí 10 años para el periódico El País una página que se llamó “Lo Rockero”, trabajé en Telepacífico más de 10 años en un programa que se llamó “Blue Jean”, en otro, “Señales de Humo”, “El Especialista”. Tuve otro pequeño programa que se llamaba “El Garaje”, y todo tenía que ver con música y con Rock, específicamente.
Vivir de la música no significa únicamente que la fuente principal de ingresos económicos es tocar música (sea en vivo o en estudio, sea material original o “chisga”). Vivir de la música incluiría también otros oficios relacionados a este mundo artístico. En el caso de Fresquet estos trabajos relacionados con la música toman la forma de docencia y el trabajo en medios de comunicación. En este punto se evidencia el papel que puede llegar a cumplir la educación formal en oficios distintos a la música en el vivir de la música. Así como Fresquet ejerció la Comunicación Social en programas y columnas en periódicos que giraban en torno al Rock, otros músicos relacionan directamente su formación profesional con el quehacer musical. David Mosquera: Ahorita estoy trabajando en Imbanaco en un programa que tiene que ver con el buen uso del tiempo libre de niños, pero eso va con bebés como desde los seis meses, más o menos, hasta niños de 10 años. Entonces es un programa de atención psicológica y en ese programa se hace como una especie de intervención. Está relacionado con el fortalecimiento de sus habilidades. Y lo que yo hago con la música es eso. Para ellos yo soy el profe de música, pero yo en específico no estoy enseñando música académica, sino que estoy enseñándole que mediante ese arte ellos puedan desplegar sus potencialidades y puedan descubrir otras formas de percepción y de sentir el mundo mediante el tacto con los instrumentos, mediante el ritmo, que sepan la diferencia entre los tonos. Cada elemento de la música es algo mágico que se puede utilizar de una forma beneficiosa para el ser humano. Entonces en ese lado hago eso y pues les enseño música, porque al final la idea es que estén tocando algo, pero de esta forma.
Otro caso es el de Javier Devia, cuya formación profesional y de educación continua le aportan directamente al funcionamiento de su proyecto musical: E: ahora sí, vos me decías que hay gente que no sabe cobrar y que ustedes también pasaron mucho tiempo sin cobrar. Contame cómo cobran ustedes y cómo ha sido ese proceso. J.D: primero que todo, hay que conocer dinámicas de mercado. Afortunadamente ciertas capacitaciones que hemos tenido y mi formación profesional, yo soy economista y tengo un posgrado en administración pública. Trabajo acá en la universidad. Entonces hay cosas que uno empieza a decir, bueno, hay unos valores que tienen determinado tipo de cosas, pero lo más importante es que vos tengás un producto para vender y un producto para vender…
Otro trabajo relacionado con la música que desempeñan algunos de los entrevistados es la organización de eventos y conciertos. Estos son los casos de Javier Devia , del Colectivo Ra la Culebra, Danny Castillo y el resto del equipo que organiza el Festival de Rock Alternativo y Medioambiente: Calibre, y Jimmy Acevedo, con la organización del concierto Day of Wrath. Ra la Culebra, aparte de ser una banda que toca material original, es un colectivo artístico, que se encarga de la organización del Intercolegiado de Agrupaciones Musicales y el Festival Internacional Unirock Alternativo. Sobre estos proyectos se profundizará en el siguiente apartado, sobre el funcionamiento, y en el apartado sobre el contexto local y los lugares del rock. Para terminar, otros trabajos relacionados con la música que mencionaron los sujetos entrevistados tienen que ver con la producción y grabación de música. Felipe Bravo, paralelo a su trabajo con Superlitio, es productor musical junto a Pedro Rovetto, bajista de la misma banda. Ambos trabajan en Bogotá grabando y produciendo bandas en un estudio de grabación profesional del cual son socios. Por su parte, David Corkidi ha trabajado en la producción de música para radio y televisión, y actualmente cuenta con su propio estudio de grabación, abierto al público. David Mosquera comenta haber grabado a algunos artistas locales en un pequeño estudio casero. Sobre este tema se volverá en el siguiente apartado.
3.3. Funcionamiento del proyecto Los emprendimientos relacionados con música que tienen los entrevistados son variados tanto en la forma en que funcionan como en el tipo de emprendimiento. Se habla de emprendimientos relacionados con la música y no de emprendimientos musicales, por la misma lógica en que se habla de trabajos relacionados con la música: no todos los proyectos que llevan a cabo los entrevistados son exclusivamente tocar música, aunque todos tienen al menos un proyecto de este tipo. Equipo de trabajo y funciones La forma en que se componen los equipos de trabajo varía de banda a banda, aunque las funciones generales son compartidas. Algunos proyectos limitan sus miembros a los integrantes de la banda, como es el caso de Betrayer FTM. Jimmy Acevedo explica: Aparte de que toco en la banda, yo soy como el manager de la banda, por decirlo así… pues estoy bien en cuestión de contactos con gente en Suramérica, con gente Norteamérica para ver lo que son conciertos, para ver lo que son… para buscar sellos, buscar apoyo… vos sabés, que de la revista de afuera, que de mandar intercambio de música para enviar música de aquí para allá, para hacerte conocer. Entonces estoy como en todo eso.
Para los casos en que los mismos miembros de la banda son quienes se dedican, por ejemplo, al manejo de redes, Felipe Bravo hace una sugerencia importante: Felipe Bravo: A mí me parece que la parte de las redes sociales no es bueno que la manejen más de dos personas, porque si uno maneja un discurso… E: es coherente, maneja una única estrategia… F.B: sí, porque ya nos pasó que a veces otro de la banda metía un… y se notaba que era tan diferente que a uno como que lo saca de onda. Uno tiene que sentarse y hacer una estrategia. A veces no todo el tiempo, a veces solo para un sencillo, para un video.
La situación en la que son los miembros de la banda quienes se encargan de las actividades relacionadas con el funcionamiento del proyecto no es aplicable a todos los emprendimientos, sea por el diferencial aportado por personal experto en ciertas áreas o por la necesidad de llevar a cabo actividades durante las presentaciones. En muchos casos, los músicos prefieren contratar personal especializado para trabajos como el manejo de redes sociales, el diseño de la imagen de la banda, trabajo de Booking y Management, entre otros. Aparte de esto, David Corkidi menciona la importancia de trabajar de la mano de un productor musical a la hora de realizar una grabación, y que este sea el productor apropiado: Siempre trabajar con un productor, siempre buscar un productor. Las grandes bandas lo siguen haciendo. Si una banda como Kiss, como Van Halen, que llevan toda la vida, como Black Sabbath, Rolling Stones todavía graban un disco con un productor, es por algo. La idea de trabajar con un productor no es porque vos no lo podás hacer solo. El productor es una persona que va a mirar objetivamente el trabajo de la banda y lo va a potenciar, lo va a llevar a un punto donde la banda, por obvias razones, porque son sus propias canciones, de pronto no son totalmente objetivos. Ahora, no necesariamente todo el mundo es un buen productor. Hay músicos que son grandes productores, pero no son grandes intérpretes. Entonces la gente que produce, produce por su experiencia y también lo hace porque ha hecho cosas que han tenido un éxito. Ahora, el gran problema que nos ha traído la tecnología es que cualquiera puede hacer una grabación, entonces todos los músicos aprendieron a manejar un software y todos se creen productores. Entonces siempre hay que trabajar con un productor, y el productor tiene que ser un productor acorde al estilo de música que querés hacer. No vas a trabajar con un productor de Salsa o de Vallenatos o de Pop un disco de Heavy.
Javier Devia comenta la importancia de tener un equipo trabajando alrededor de la banda, especialmente para acompañar las presentaciones de su agrupación: Somos un equipo de siete personas […]. Realmente uno no son solamente los cuatro que tocan, es el que toma las fotos, el que hace el video y el ingeniero de sonido. Es un grupo de trabajo. Una banda que sea responsable y seria tiene un grupo de trabajo detrás. Y por ejemplo, ahí no está el Community Manager, que a ese también hay que pagarle. Esas son cosas que va uno aprendiendo y que tienen que hacerse. Si no, no va a pasar nada con tu banda. Si no hay un registro no pasa nada, y más hoy en día que todo es la farándula que vos podás mover. Entonces eso es bien importante.
En el caso específico de Liquidelic, la banda cuentan con miembros no músicos, que desempeñan funciones artísticas, que en este caso están relacionadas con lo visual. La distribución de funciones y la contratación de personal adicional al musical dependen directamente de las necesidades y recursos con los que cuenta una banda. Un grupo que esté iniciando puede no tener los recursos económicos para contratar a alguien que haga manejo de redes y esta función podría recaer en uno de los miembros, así como el establecimiento de contactos (dentro y fuera de la ciudad) para la realización de conciertos o distribución de material grabado,
entre otras funciones. Este tipo de bandas también podrían solicitar el apoyo de allegados, sin que esto implique un gasto económico adicional. Agrupaciones que cuentan con cierta trayectoria y planean profesionalizarse pueden preferir contratar personal especializado para ciertas funciones. No se profundizó sobre la conformación de los equipos y funciones de los proyectos relacionados con la organización de eventos, aunque los entrevistados mencionaron que son grupos de varias personas, dedicadas a la consecución de recursos económicos y otros aspectos logísticos. Infraestructura técnica En términos de infraestructura técnica, algunos proyectos han logrado hacerse de los recursos físicos necesarios para mantener un funcionamiento como banda más o menos independiente. Casos como el de Ra la Culebra, Liquidelic y Krönös cuentan con sus propios estudios de grabación y lugares para ensayar, lo que reduce gastos en términos de salas de ensayo y alquiler de equipos de grabación o estudios, y en algunos casos se vuelven fuentes de ingresos. Claramente la dotación de instrumentos musicales es parte importante y podría decirse que obligatoria para el funcionamiento de toda banda. Gastos e ingresos La conformación de equipos de trabajo y la infraestructura técnica con la que cuenta el proyecto tiene una relación directa con los gastos e ingresos. Proyectos que implican el trabajo de un equipo más grande puede significar mayores gastos: David Corkidi: Cuando nosotros vamos a hacer una presentación, depende del tipo de concierto hay una medio tarifa… hay un mínimo que de ahí no nos podemos bajar porque Krönös tiene un personal, o sea, tenemos un ingeniero de sonido, de sala, ingenieros de monitores, ingeniero de luces, cuando lo amerita, porque cuando vamos a tocar en un bar muy pequeño, obvias al ingeniero de monitores y el ingeniero de luces. Tenemos un personal de producción, aquí el señor Edwin es el Stage Manager de Krönös y si vamos a un concierto grande hay que llevar a más gente de escenario. Si nos movilizamos por nuestra cuenta también hay que contar con la gente que siempre trabajamos para transporte.
En algunos casos es posible que un equipo de de trabajo más grande no necesariamente suponga el incremento de gastos del proyecto, según sea el tipo de involucramiento de cada miembro del equipo. Cuando se trata de contratar personas para que realicen ciertas funciones especificas, supone la contratación de las mismas, mientras que si se trata de un colectivo que realiza un emprendimiento cultural, el pago a los integrantes del equipo puede aplazarse hasta el momento en que el proyecto empiece a generar las ganancias suficientes: Javier Devia: Con los proyectos culturales, como te digo, este año ya estamos buscando equilibrio y ganancia. El año pasado hubo equilibrio, este año estamos buscando ya ganancia. Y lo que pasa como cualquier empresa, vos tenés que mirar es a futuro. Bueno, a tanto años, tal cosa. Tanto periodo de pérdida, de aguante, otro periodo de equilibrio y bueno, vamos a empezar a ganar dependiendo de la estrategia. Uno tiene que ser paciente, lo que pasa es que la gente no es paciente, y es que es muy complicado ser paciente. Pero yo espero que de aquí a unos 5 años, la balanza se equilibre, y lo que yo gane por ingresos culturales sea por lo menos igual a las ganancias de mi trabajo.
Igualmente, la obtención de una infraestructura técnica implica la inversión de una cantidad significativa de dinero. Los músicos entrevistados mencionan gastos en instrumentación, backline (amplificación para sonido en vivo), equipos de iluminación, equipos de grabación, salas de ensayo
o grabación. El costo de esta inversión depende de los intereses hasta el momento de cada emprendimiento. Sin embargo, estos gastos en equipo son una clara inversión que realiza cada proyecto (utilización de un fondo común) o sus miembros individuales (cada quien consigue sus propios equipos), que permite una posterior independencia, por ejemplo, de la industria discográfica, de los gastos en salas de ensayo o grabación, alquiler de sonido e iluminación, etc.; e incluso una posibilidad de ingresos importantes, que aumentan la sostenibilidad de los emprendimientos, aunque no todos los entrevistados buscan ingresos de esta manera. Los emprendimientos de los músicos entrevistados recaen en ciertos gastos, sea por falta de una infraestructura técnica propia o porque son gastos en los que se incurre en el momento de llevar a cabo un trabajo. El gasto en el alquiler de salas de ensayo tiene tarifas muy variadas, que pueden ir desde los 3 mil pesos por músico, hasta los 10 o 15 mil pesos en ensayos de una hora. Algunos lugares alquilan las salas por un precio establecido, independientemente de la cantidad de músicos. En el caso de las bandas que suelen tocar música de otros artistas, una forma de reducir estos gastos es aplicar una rutina de estudios durante la semana, de manera que todos los miembros llegan semana a semana con las canciones aprendidas y se ensamblan durante las pruebas de sonido. Los gastos alrededor de la realización de un trabajo suele presentarse en forma de transporte, alimentación, entre otros. Estos gastos suelen incluirse en las exigencias de cada proyecto, sea que el acuerdo de trabajo sea únicamente el cubrimiento de estas necesidades o el pago de una cantidad monetaria que se establece teniendo en cuenta los costos en los que incurre el músico y la ganancia mínima. Varios de los músicos cuyos emprendimientos giran en torno a obras originales mencionaron que muchas veces los ingresos por presentaciones no alcanzan a cubrir la totalidad de los costos de transporte, alimentación, estadía y demás. Si esta situación es concebible o no, depende de las expectativas de cada artista y su involucramiento con el proyecto. Otro gasto en el que incurren las bandas es la grabación de su propia música, aunque esta situación tiene sus matices. David Corkidi y Felipe Bravo recomiendan la inversión en el alquiler de estudios profesionales de grabación y la contratación de un productor; en general, condiciones que permitan un trabajo con calidad profesional. Por su parte, muchas bandas se han orientado hacia el do it yourself, una filosofía de hacerlo uno mismo y aprender en la práctica, de tal manera que apuntan a realizar sus propias grabaciones, o se busca el apoyo de personas con los equipos necesarios y un cierto conocimiento, que permita hacer trabajos de alta calidad con bajo costo. El caso de Betrayer FTM llama bastante la atención en un contexto de transformación de la industria discográfica. La banda ha incurrido en gastos de grabación para la realización de demos, sin embargo, la grabación de su primer disco, No life ‘til fury, fue financiada Violent, un el sello discográfico bogotano especializado en música Metal. Este disco actualmente está siendo distribuido de manera digital por el sello estadounidense, Born of Chaos, sello con el cual Betrayer FTM firmo contrato para la grabación de su segundo álbum. Jimmy comenta sobre otras bandas de Metal de la ciudad que han logrado firmar contratos del mismo tipo. La transformación de la industria discográfica no ha significado la desaparición de la misma, sino la adaptación a un contexto globalizado y permeado por las nuevas TICS, y es posible que en el caso del Metal, existan numerosos sellos discográficos interesados en mantener viva la producción de nuevas bandas de música extrema. En el caso de los proyectos que generan espacios en vivo para las bandas, los gastos suelen ser en alquileres de espacios, alquiler de sonido, iluminación, pagar a las bandas o al menos cubrir los gastos en los que estas incurren. Estos gastos hacen que sea costosa la organización de un evento de
alta envergadura y por tanto requiera la inversión de entidades públicas o privadas, sobre todo en los festivales de entrada gratuita. Ejemplos de esto son el Festival Internacional Unirock Alternativo, que se realiza principalmente a través de inversión de empresas privadas y el apoyo de la Vicerrectoría de Bienestar Universitario de la Universidad del Valle, y el Festival de Rock Alternativo y Medioambiente: Calibre, que se financia principalmente con dineros de la Comuna 2, diferentes Secretarías del gobierno local y la Red de Bibliotecas. Javier Devia explica cómo el Unirock se financia a través de dineros privados, contradiciendo la percepción que algunos tienen sobre las empresas privadas como apáticas frente al Rock. Se pudo constatar durante la edición del 2013 del Festival Internacional Unirock Alternativo, que hubo patrocinio de varios medios de comunicación (impresos y digitales), una tienda de instrumentos musicales, así como Comfandi y el Proyecto de Industrias Culturales, entre otros. Estos dos emprendimientos permiten evidenciar que mientras exista un plan de trabajo estructurado y una propuesta atractiva, es posible conseguir financiación para grandes proyectos. Los dineros con que se financian los gastos de algunos conciertos más pequeños suelen correr por cuenta de los organizadores directamente, como es el caso del Day of Wrath, que organiza Jimmy Acevedo, junto con Mauricio Murcia (guitarrista de Betrayer FTM), Hernán Casas de la banda Skull y Cristhian Espinal de Attack Fire. Los costos en que incurre la organización del Day of Wrath se cubren con los ingresos por boletería; el bar Metal Beer no les cobra por el alquiler del espacio, sino que se beneficia con la venta de cerveza durante el concierto. Sobre las oportunidades de ingresos que tienen las bandas, Javier Devia menciona la importancia del trabajo conjunto con algunos centros culturales de la ciudad: … los centros culturales por lo general te dan la opción de que ganés plata. Si ellos no te pagan, te permiten la boletería, cosas así. Nosotros el lanzamiento del álbum lo hicimos en el Centro [Cultural Comfandi].
No todos los eventos se financian de la misma manera, dependiendo si es un festival o un concierto puntual, si se cobra la entrada o el ingreso es gratuito, la forma de negociación con los administradores del espacio en que se realiza, entre muchas otras variables.
3.4. Contexto local Hasta el momento se ha descrito el quehacer de los músicos entrevistados, desde sus procesos formativos, hasta los tipos de trabajos que realizan y las formas en que se organizan para realizarlos. Sin embargo, estas actividades se realizan en un contexto específico, que en gran medida determina las formas en que se desarrollan dichos proyectos. A continuación se abordará lo dicho en las entrevistas sobre el contexto local, en términos generales, haciendo énfasis en el público y músicos locales, las opiniones sobre políticas públicas, medios de difusión y lo que se ha llamado lugares del rock. En la sub-categoría lugares del rock se menciona la oferta de lugares para tocar en vivo, estudios de grabación y salas de ensayo. Dificultades del contexto En términos generales, los músicos entrevistados mencionan, como condiciones del contexto que dificultan el trabajo del roquero, lo que tiene que ver con el estigma que recae sobre el rock como música de sujetos marginados y lo que tiene que ver directamente con las dificultades económicas. Sobre el estigma del roquero, tanto el músico como el público, los entrevistados refieren:
Danny Castillo: es triste, pero acá todavía estamos atrasados, que la gente todavía cree que el Rock es drogadicción y es satanismo y un montón de cosas que no tienen nada que ver. Hay como un estigma bien grande sobre el género, sobre el roquero. Y de hecho vos los ves en cualquier parte. Una persona con barba y con el pelo largo no puede pedir trabajo en un banco, no puede pedir trabajo en otro lado. Javier Devia: el roquero sigue siendo estigmatizado por muchas razones, por la propia connotación del Rock, que es rebeldía, que es irreverencia o que es anarquía, independencia. Todo este tipo de cosas. Pero cuando vos lo ves y conocés, vas más allá, vos sabés que el roquero es el que lucha por los derechos de los animales, porque sos el que va y se le planta a las corridas de toros, el que recoge los perros de la calle, el que dona sangre. Entonces son concepciones que también tiene que ir cambiando.
Los estereotipos y estigmas que se construyen alrededor de la identidad roquera pueden dificultar el trabajo de los músicos que se dedican a los distintos estilos musicales que abarca el Rock, aunque las dificultades económicas parecieran ser generales del quehacer musical en la ciudad. Si bien entre algunos sectores persisten las imágenes negativas construidas sobre el roquero, se puede evidenciar una oferta creciente de festivales y establecimientos que cuentan con bandas de planta o por lo menos ponen música rock, en sus distintas vertientes. Al respecto David Corkidi menciona: Pero yo creo que la escena como tal ha crecido, no solamente la escena de bares, toda la industria alrededor de la música y del Rock ha crecido, la moda, los tatuajes, los bares, la cantidad de bandas que hay, la cantidad de estudios de grabación que hay.
Las dificultades a las que se enfrentan los músicos parecen estar más del lado de la valoración del trabajo del artista. Freddy Barrios comenta: Para mí la música es como cualquier profesión (…) para mí un músico es lo mismo. Entonces mucha gente ve la profesión del músico como el fiestero, el que toca porque sí, o el que toca por cervezas, que incluso muchos músicos hicieron que la gente empezara a ver esa profesión así. A partir de un tiempo para acá empezaron unos músicos de universidades, de academias, músicos muy letrados a darle un vuelco de 180 grados a esto. Somos músicos, hemos estudiado 5 años o hemos estado más de 5 años en la música por toda la ciudad o el país y demostrando que somos buenos en lo que estamos haciendo y tienen que valorarnos por lo que estamos haciendo.
Pero no se puede pensar que la responsabilidad de este problema recae únicamente en quienes contratan a los músicos. Danny Castillo comenta cómo los músicos han tenido parte de responsabilidad en este asunto: Acá como que no se valora bien el trabajo del artista. Además que los mismos artistas o los mismos músicos nos jalamos la manguera, porque uno dice “no, yo no lo hago porque… pagame más, está muy barato”, pero hay otro músico que lo hace por ese valor o más barato. Eso ha generado una dinámica que no…
Esta situación no pareciera aplicarse exclusivamente al oficio del músico, sino a las artes en general y quizás otras ocupaciones. Las personas que contratan servicios buscan ahorrarse un dinero y algunas personas, quizás empujadas por la necesidad económica, ofrecen sus habilidades por precios menores a los del mercado, haciendo que los contratantes estén cada vez menos dispuestos a pagar cantidades mayores por el mismo servicio. Se genera un círculo vicioso que no sólo afecta a quien reduce los precios por sus servicios, sino a las demás personas de su gremio, que se ven obligadas a trabajar por cantidades cada vez más reducidas.
Las dificultades en torno a los pagos que reciben los músicos no son exclusivas de Cali. Varios músicos mencionan que, tanto dentro de la ciudad como por fuera, la retribución por las presentaciones en vivo, a veces son el cubrimiento de las necesidades de transporte, alimentación y hospedaje, cuando es necesario. Claro está que esta situación depende de las exigencias que establece cada banda y el reconocimiento que tiene el proyecto. Daniel Rosero comenta, por ejemplo, que ha tocado con Legend Maker en festivales en los que no le han pagado a las bandas, sin embargo, al ser una “banda invitada” sí han recibido un pago monetario. Público y músicos locales Lo referente al pago a los músicos no tiene que ver únicamente con los dueños de bares y organizadores de eventos. Una queja presente en todas las entrevistas es la dificultad para que el público invierta en una entrada a un concierto, y la mayoría de los entrevistados relacionan esta situación con la cantidad de festivales gratuitos que se están dando en la ciudad. En palabras de los músicos, el público se está “malacostumbrando”, no está pagando por ver a los artistas. Danny Castillo: en la ciudad hay una gran problemática, es que el público de Cali se ha acostumbrado o nunca se acostumbró a pagar. La gente es muy difícil que te pague por un evento. Entonces eso perjudica a todo el mundo, perjudica al empresario, perjudica a las bandas, perjudica a los músicos, perjudica hasta el mismo público, porque desde hace muchos años los empresarios han dejado de mirar a Cali, porque Cali no es una ciudad rentable. Jorge Fresquet: Quisiera que los conciertos y todos los eventos no fueran gratuitos. Yo peleo por eso porque hacer música y hacer arte no es fácil y no es gratis para nadie, entonces no entiendo por qué se ensañan tanto en eso, en hacer eventos donde la gente no pague nada, entonces después vas a tocar en un bar y la gente no va, porque ya te vieron gratis, o porque están esperando el concierto de la alcaldía o de la gobernación, donde te van a ver gratis
Comparando con la ciudad de Bogotá, Felipe Bravo comenta: Usted tiene de todo y en diferentes tamaños. Eso es muy interesante. Y usted tiene que pagar para entrar. Allá ya no regalan nada. Hay unos eventos que son gratuitos: Festival de Verano, Rock al Parque, Jazz al Parque, Salsa al Parque, pero es como una agenda que tiene el distrito y ya todo el mundo la conoce, y está muy bien porque hay que hacer eso, hay que hacer eventos gratuitos, claro que sí, pero la mayoría… se está equiparando con los eventos que son pagos.
Los músicos entrevistados consideran que en Cali sí hay un público importante para la música rock, pero que este público tiene que re-educarse para pagar por las bandas que quiere ver. Algunos músicos comparan el público del Rock en Cali con el de otras ciudades como Medellín y Bogotá, y lo consideran un público difícil de cautivar. Juan Osorio: honestamente pienso que es el público más difícil del país. Es un público muy complicado porque… a ver ¿cómo explico eso? Creo que es un público que se concentra más en ver dónde está el error, que disfrutar realmente de la música. Lo hablo sobre todo como al nivel de las bandas locales. Obviamente si viene a tocar… qué se yo… Aerosmith, pues no van a tener esa actitud. Pero como al nivel local, yo noto eso, porque he tocado en Bogotá, donde la plaza y la cultura musical se supone que es más alta, y nada, la gente va a disfrutar de la música. Aquí vos ves y todo el mundo es mirando y como que “no, pues sí, está como bueno, pero no…”. En Medellín es algo muy similar a lo que pasa en Bogotá: copian de una. De los mejores públicos, yo creo que del país van cogiendo hacia el sur y por el eje cafetero. Esa gente es realmente apasionada por la música y sobre todo por la música en vivo. Entonces creo que el público caleño es de los más difíciles. Obviamente eso es como un tester bacano, porque en el momento en que vos enganchás al público caleño, seguramente vas a poder enganchar cualquier público del país.
No todas las problemáticas que tiene el rock en la ciudad recaen el público, en los contratantes o en los músicos que cobran poco. Según algunos de los músicos entrevistados, en Cali existen muy buenas propuestas roqueras, sin embargo, la gran mayoría de las producciones no tienen la calidad que puede encontrarse en ciudades como Medellín y Bogotá. David Corkidi: al Rock en Cali le falta profesionalizarse en todo sentido, como ya lo han hecho en Bogotá y lo están haciendo en Medellín. Hoy en día hay una ventaja que no había hace unos 15 o 20 años atrás, hoy en día hay una oferta de equipos musicales muy grandes y los músicos están acostumbrados aquí a tocar con cualquier cosa. Tienen que empezar desde lo más personal que es estudiar, volverse mejores músicos, hasta trabajar su sonido, porque el sonido es como la vestimenta de un músico. Si tenés un buen sonido, saliste bien a la calle, si tenés un mal sonido es como que salgás con la ropa sucia o arrugada. Profesionalizarse como bandas, como artistas […]. La gran mayoría no tienen un demo bien hecho, no tienen un estudio fotográfico, no tienen un montón de cositas que son indispensables para que una banda se pueda vender, porque es como que vos tengás un producto y no tengás un brochure, un mostrario. Se tienen que profesionalizar en todo sentido. A la hora de ir a hacer un demo¸ no buscar lo más barato y lo más económico. Ese es el gran pecado que tiene Cali, que a mí como pionero del Rock en la ciudad, cada vez que voy de promoción en las diferentes ciudades me dicen “¿qué pasa con el Rock de Cali?”. ¿por qué? Porque hay cosas interesantes, pero no tienen la calidad para que suenen en la radio en estas otras ciudades, y difícilmente aquí en Cali también lo hacen. Porque hay que empezar a hacer el esfuerzo de empezar a hacer productos más profesionales. Se pueden hacer. Entrevistador: ¿qué crees vos que le falta al Rock en Cali? Juan Osorio: disciplina, compromiso, unión. En general, el músico caleño es muy talentoso, pero desafortunadamente hay músicos que se confían de ese talento, entonces quedan tocando en un nivel como intermedio, cuando se pueden hacer cosas mucho más grandes con disciplina. Creo que es vital la disciplina. El movimiento rock se fortalecería mucho más si nos unimos, pero pues cada movimiento tira para su lado y sí, estamos creciendo de alguna forma, pero creo que hace parte de la evolución también.
Varios de los músicos entrevistados consideran que hay unas condiciones que dificultan vivir de la música de la manera en que cada uno quisiera, lo que requiere que el músico se adapte muy bien a las exigencias del contexto. Danny Castillo, por ejemplo, comenta que “cuando uno estudia, a uno le enseñan como que tenés que moverte en todo, porque el trabajo del músico, sobre todo acá, es bien complicado”. Freddy Barrios, por su parte, cuando hablaba sobre su educación formal, menciona que estudió un oficio no relacionado con la música para tener un plan B, situación que considera es común entre muchos de los músicos del país. Hablando sobre la organización del concierto Day of Wrath, Jimmy Acevedo relata: Unimos fuerzas económicas para traer a estas bandas y poner las bandas de nosotros a tocar, porque la verdad en Cali hacer conciertos… o no sé qué pasa, no hacen muchos, no hay. Entrevistador: ¿en general en el Rock o específicamente para el Metal? J.A: pues hermano, yo creo que hasta en la salsa. Yo veo que los salseros sólo tocan en diciembre aquí. Hasta en eso me atrevo a decir que está mal. Lo digo en un contexto en el que supuestamente la ciudad consume salsa porque es la capital de la salsa […]. Si ellos están mal, pues nosotros que supuestamente somos, para otro tipo de personas, que somos como marginados, pues imaginate qué tan duro pueda estar.
Opiniones sobre las políticas públicas El tema anterior nos lleva a las opiniones que los músicos tienen sobre las políticas públicas en torno al arte y en especial el Rock. De manera generalizada existe un descontento frente a las
políticas de cultura en la ciudad, aunque algunos discursos pueden mostrar perspectivas divergentes. En general, los músicos consideran que los recursos que la administración pública invierte en cultura y en particular en el Rock no son suficientes para generar el desarrollo de esta industria. Javier Devia: Vos mirás el presupuesto de Rock al Parque o de Altavoz, entonces uno dice lo que nos dan aquí es una risa, eso no le da ni cosquillas, no alcanza ni para un dedito de Rock al Parque. Es irrisorio, y así se quiere tener artistas de nivel internacional. Es muy complicado, porque eso hace que la industria crezca en su totalidad, cuando hay recursos.
La problemática que mencionan los músicos no es únicamente en la financiación de conciertos, sino en términos generales, el fomento a las industrias culturales, en especial el Rock. Danny Castillo, por ejemplo, menciona: Digamos que el apoyo que ellos le dan a esto es “démosle dinero para que haga un concierto”, pero no hay un apoyo real sobre la situación y la escena roquera de la ciudad, porque es que aparte de que hay bandas, hay mucha gente alrededor. Hay estudios de grabación, hay salas de ensayo, hay bares, hay productores, hay diseñadores, hay gente que camella el video. Realmente es una industria cultural que debe ser vista con buenos ojos y que es una industria que puede dar mucho dinero, porque en el mundo, de la música que más da dinero es el rock, solamente que acá tienen otra visión, aparte de que Cali tiene el título de Capital de la Salsa. Pero es triste porque acá ni siquiera las bandas de salsa de la ciudad las apoyan. Salvo el Grupo Niche y los que han tocado en el Grupo Niche, pero de resto ¿qué otras bandas hay reconocidas de Salsa en la ciudad? Muy pocas. Como que ¿vamos a ser la capital mundial de la Salsa? Aquí tenemos que exportar artistas cada dos meses y ni eso. Entonces ¿cómo es el cuento acá? Como que realmente a la parte oficial le hace falta un poquito más de apoyo al tema de la música, porque realmente yo creo que es algo que le pasa a todos.
Aunque Javier Devia reconoce lo insuficiente de los recursos ofrecidos por la administración pública, también menciona que la organización ciudadana puede lograr sus objetivos, si conoce sus derechos y el funcionamiento de la burocracia estatal: Las políticas públicas de hecho no han impactado el Rock. Lo que pasa es que a medida que la gente se va educando y van entendiendo cómo funcionan los aspectos legales… mejor dicho, a la administración pública hay que arrancarle los recursos. Ya se han encontrado los mecanismos para arrancarle los recursos. Entonces ya es fácil arrancarle los recursos, ya se sabe a quién hay que escribirle, a dónde y en qué fecha llevarle los proyectos. Entonces ellos no tienen más remedio, porque en últimas saben que es un movimiento muy grande, pero fue un movimiento que estuvo dormido durante mucho tiempo. En este momento esa es la cuestión, sin embargo los recursos siguen siendo muy poquitos.
Algunos de los entrevistados mencionan que el problema de la falta de apoyo al Rock y a las industrias culturales pasa por problemas de clientelismo y politiquería. Para algunos músicos las políticas culturales han estado más influenciadas por los intereses particulares que por un interés en el fomento de los emprendimientos culturales, que hacen parte de la economía local. Uno de los entrevistados propone que para algunos políticos que median la financiación pública de eventos culturales, el objetivo puede ser el capturar población votante. En algunas entrevistas se mencionaron problemas de manejos de dineros, particularmente en la organización del concierto Calidorock, realizado en diciembre de 2012, situación que posteriormente se volvió un escándalo mediático, por lo menos entre los medios especializados en Rock Nacional. Pero las opiniones en torno a las políticas públicas no se centran únicamente en la falta de dinero y los intereses ocultos, sino también se menciona el impacto que esta inversión ha tenido sobre el rock local, en especial, la disposición del público para pagar por un espectáculo.
David Corkidi: el público roquero de Cali es un público chévere, es un público que va y disfruta de los conciertos, pero tiene el problema que está teniendo todo el público aquí en Colombia y en el resto de Latinoamérica. Los festivales gratuitos están acabando con la escena. ¿qué pasa? Que las alcaldías y las secretarías de cultura están destinando unos fondos para hacer unos festivales y por leyes y cosas esos festivales deben de ser gratuitos, y por ahí empezó el problema, entonces la gente que trabaja en el medio va a buscar esos fondos para lucrarse y hace las cosas de alguna manera y el que está perjudicado es el músico, porque no se paga por ir a ver un espectáculo. Se perdió esa cultura, yo siento que se ha perdido la cultura de pagar por ver un espectáculo.
Llama mucho la atención la respuesta que da Jimmy Acevedo a la pregunta sobre su opinión en torno a las políticas públicas y su impacto en el Rock. Jimmy Acevedo: la verdad a mí me parece que hay mucha banda que se pega de que “mi ciudad no da nada por mí”. No, a mí me parece que ni el municipio, ni la ciudad tiene por qué dar nada. Usted arma una banda, ensaye, componga, grabe, haga trades para que conozcan su banda en otro lado, haga envíos, así. ¿eso qué tiene que ver que Cali no desembolsa un billete por…? Toques hay, sino que hay que buscarlos, pero entonces yo veo que la gente se queda es como esperando a ver si de pronto un alcalde roquero y nos pone a vivir a todos. No, eso no va a pasar jamás. La verdad no voy de acuerdo con ese tipo de cosas.
Jimmy parte desde una perspectiva más individualista de los emprendimientos, y propone que una banda debe hacerse su camino a través del trabajo duro y del explorar los distintos medios de difusión de su música para forjarse un nombre y un público, antes que preocuparse por el apoyo de los estamentos públicos. En una reunión propuesta por la Secretaría de Cultura para la elaboración de un Plan Decenal de Cultura, uno de los asistentes hizo un comentario similar, en el que exponía la supuesta imagen contestataria e independiente del rock y su contradicción al quejarse por la falta de inversión pública. Medios de difusión Una banda se forma, ensaya, logra grabar un disco ¿y luego? ¿Qué hay que hacer para que la banda le llegue a un público? Uno de los grandes problemas que puede tener un emprendimiento musical es la posibilidad de difundir sus producciones. Aunque en la ciudad no existen emisoras de radio especializados en el Rock, es cierto que existen medios diversos en los que un músico puede dar a conocer su música. En principio se pudo identificar que emisoras como Univalle Estéreo y Javeriana Estéreo están abiertas a difundir material producido por bandas locales. En el caso de Univalle Estéreo, existen programas como Café Rock o Cuerdas de Acero e incluso el Informativo La U Fm, que están abiertos para presentar material de músicos de Rock locales. En Javeriana Estéreo se identificó el programa Lágrimas de Acero, en el que incluso se han realizado especiales en vivo, llamados Edición Limitada, como el tributo a Led Zeppelin, realizado el 27 de enero de 2013 y contó con la participación de varios músicos de Rock locales, incluido Freddy Barrios. Tanto Cuerdas de Acero como Lágrimas de Acero se especializan en rock pesado. La emisora virtual e independiente Radio Macondo dice explícitamente en su página de Facebook “El constante apoyo a las manifestaciones culturales, nos ha convertido en un espacio natural para los artistas, desde el cual pueden presentar sus propuestas de una manera gratuita e incluyente”. Estas opciones radiales se distancian de muchas emisoras tradicionales, que funcionan con la llamada “payola” (un pago que deben hacer los músicos para que sus producciones sean presentadas en la programación radial) y en algunos
casos más extremos la “anti-payola”, nombre que le da el maestro Jaime Henao 3 a la práctica corrupta de pagar para que no se exponga la música de otros artistas. Los medios de difusión locales no son únicamente radiales. Se identifico el programa televisivo Login, que se transmite por Telepacífico, canal que también transmitió la final del Intercolegiado de Agrupaciones Musicales, organizado por Ra la Culebra. Liquidelic, por ejemplo, se presentó en vivo el 19 de febrero de 2013 en el programa Entre líneas, trasmitido en el Canal Universitario de la Universidad del Valle. El canal Cali TV, existe un programa llamado Lenguaje Rock, cuya descripción reza “somos un programa de tv dedicado a mostrar lo que pasa en la escena rock colombiana, además contamos la historia y mostramos la música de las grandes bandas del rock”. El canal televisivo K Music, además de haber transmitido el Rockampeonato Claro, concurso nacional de bandas organizado por Claro, también cuenta con el programa Súpertónica, dedicado a las distintas vertientes del Rock, nacional e internacional. A nivel nacional existen algunas emisoras en las que las bandas pueden presentar su música, como son Radionica y Radioactiva (esta última no tiene cobertura en la ciudad de Cali). La radio y la televisión no son los únicos medios disponibles para que los artistas difundan su música. Actualmente la Internet se ha vuelto una herramienta vital para el funcionamiento de muchos emprendimientos, no exclusivamente artísticos, ya que permite la comunicación en tiempo real con personas en distintos lugares del mundo. Entrevistador: ¿cómo haces esos contactos? ¿Cómo has establecido esas redes en Latinoamérica, en Estados Unidos? Jimmy Acevedo: primordialmente, lo que hablaba en un principio, la internet. Me parece que ha sido un vehículo que, en cuanto a Betrayer, lo hemos enfocado en ese sentido. Lo que también te acababa de decir, hacer envíos a esas personas… también le da la confianza a uno de que esos contactos son buenos. Prácticamente con la internet.
Al igual que Jimmy, Javier comenta el uso de Internet para establecer contactos en Latinoamérica, así como el enlace con medios de comunicación en otros países: Javier Devia: yo me fui solo. Escribí mucho por internet y luego fui y ahí se logró hacer algo. Digamos que me fui de vacaciones, pero lo que estuve haciendo fue: bajé hasta la Patagonia, yendo a emisoras a buscar la música de Ra y así.
Aparte de los medios de comunicación tradicionales y la internet, una forma evidente de difusión es el tocar en vivo. David Corkidi menciona cómo en la etapa promocional del último disco de Krönös, se realizaron conciertos dirigidos a medios (televisión, prensa, etc.), de manera que la gente tiene la oportunidad de conocer el nuevo material de la banda, antes de comprarlo o descargarlo. Jimmy comenta que después de la primera vez que tocaron en Ecuador, empezó a escribirle gente de distintos lugares de Latinoamérica, preguntando por la banda, e igualmente se redujo la dificultad para establecer contactos por internet. Cada banda busca las formas más efectivas para dar a conocer su producción, y éstas no son las mismas para todos los proyectos. Felipe Bravo enfatiza en la importancia de buscar medios especializados, cuando las propuestas musicales se alejan de lo comercial:
3
Entrevista realizada por el profesor Alejandro Ulloa a los maestros Jaime Henao y Jorge Herrera, disponible en http://www.youtube.com/watch?v=vvqfvWY-xtk.
Yo a las bandas que son de género y que son muy especializados los géneros yo les diría… mirá hay medios especializados en todo. Lo que pasa es que puede que los medios especializados en su género sean pequeños, pero hay. Úselos con toda. Vaya contra los medios especializados en su género. Coja ese público. Comparta el público, no sea acaparador ni se crea lo máximo, porque le va a ir como el [****]. Usted no puede llegar a decir que usted es la mejor banda de Death Metal del mundo, no lo haga. Más bien gánese el público que tienen las otras bandas de Death Metal. Compártalo. Que vayan a sus conciertos. Haga conciertos con las otras bandas de Death Metal. Que si usted dice “entre los dos arrastramos 300 pagando una boleta”, eso está re-bien, hágalo. Pero es que siento que muchas veces se tratan de meter en espacios que no va a funcionar y los veo que pelean por eso.
Lugares del rock En imaginario popular, Cali como Capital de la Salsa no es considerada una ciudad roquera. Es posible evidenciar la enorme cantidad de lugares dedicados a la Salsa, principalmente al baile, sobre la limitada oferta de lugares para el Rock. No obstante, por medio de las entrevistas y algunos recorridos por la ciudad, se pudo encontrar una oferta de establecimientos que tienen espacios para la presentación en vivo de bandas, así como salas de ensayo y estudios de grabación. El listado no es exhaustivo, sin embargo incluye todos los lugares referenciados por los músicos en las entrevistas y algunos más. A continuación se presenta una matriz con lugares donde los músicos de Rock pueden tocar en la ciudad. Tabla 1. Lugares de música en vivo Zona Carrera 66 San Fernando
Granada
Calima
Festivales y concursos
Música en Vivo Bar El Faro Pizza/Bar Ruta 66 La Mancha Nivel 2 Metal Beer Rock City Vieja Guardia Rock Martyn’s Bourbon St. London Bar La Estación Food & Pub Thunder’s Rock Bar La Estación Beer & Food Barloventus Cali Underground Festival Internacional Unirock Alternativo Intercolegiado de Agrupaciones Musicales Festival de Rock Alternativo y Medio Ambiente: Calibre Cruzada del Fuego La Rockomotora Cali Gothic Metrópolis: duelo de talentos
Ubicación Carrera 66 # 11-18 Carrera 66 #11-60 Calle 5 # 26 - 55 Calle 5 # 26 – 53 (segundo piso) Calle 5 # 26 – 53 (tercer piso) Calle 5 # 12-57 Calle 4D # 34 - 23 Avenida 6A N # 24N - 22 Calle 17N # 8N - 45 Avenida 6A N # 25 N - 44 Avenida 9N # 20N - 32 B Carrera 5N # 69 – 16, 3 Piso Cr 5N # 67 n-30 Carrera 5N # 66-18, 2 Piso N.A N.A N.A N.A N.A N.A N.A N.A.
Zonas aisladas
(Takeshima) Rockópolis (Madame Blue Proyectos) Pizza al Paso
Rock Púrpura Alterno Bar
N.A. Cra 2A No. 2 – 55 Oeste, El peñón. Av. 6N No. 38N – 28, La Flora. Cra 100 No. 15 – 114, Ciudad Jardín. Av 3norte #35N-17 Avenida Vásquez Cobo # 25 N – 10, esquina
Se identificaron tres zonas importantes que reúnen varios bares en los que hay presencia de bandas en vivo. Al sur de la ciudad, en el barrio el limonar se pueden encontrar los bares Ruta 66 y El Faro Pizzería/Bar, que tienen bandas en vivo los días jueves, viernes y sábado. En estos bares las bandas suelen tocar versiones de canciones de otros artistas. Aquí suelen tocar Los Borbotones, Vikiny y otros grupos de los cuales no se entrevistó ningún integrante, aunque también se han realizado conciertos de grupos como Kraken, Desnudos en Coma, Julio Nava, entre otros. En el barrio más céntrico de San Fernando, se puede encontrar un edificio en la calle 5 con carrera 26, donde están los bares La Mancha, Nivel 2 y Metal Beer. Metal Beer no cuenta con la presencia permanente de bandas, sin embargo, en este bar se suelen realizar conciertos de Metal en los que se presentan varias bandas en una misma noche. En este lugar se realiza el Day of Wrath, concierto que se mencionó en apartados anteriores. En La Mancha suelen presentarse bandas haciendo versiones de canciones de otros artistas, mientras que en Segundo Nivel las bandas manejan un repertorio original, principalmente. Cerca a esto bares, en el mismo barrio, se encuentra también Vieja Guardia Rock, donde las bandas pueden presentar su material original. Un poco más al norte de la ciudad, en el barrio Granada, se encuentran los bares Martyn’s, Bourbon St., London Bar y La Estación. En los bares de granada suelen presentarse bandas con repertorio de canciones de otros músicos, aunque no exclusivamente. Más al norte de la ciudad, en Calima, se ubican los bares Thunder’s Rock y Barloventhus. No se pudo identificar el tipo de repertorio de las bandas que se presentan en estos bares. El restaurante Pizza al Paso, en sus distintas sedes (aquellas que no se ubican en centros comerciales) suelen presentar artistas de distintos géneros musicales, los días sábados y viernes. La programación mensual se puede consultar en su página web. Alterno Bar 4 , cerca a la terminal de transportes de Cali, no suele tener bandas en vivo permanentemente como otros establecimientos reseñados, sin embargo ha sido espacio para numerosos conciertos. Como lugares del rock, se pueden considerar los festivales que se realizan en la ciudad, aunque no tienen una ubicación física precisa. Algunos de estos festivales se realizan siempre en las mismas locaciones, otros cambian año tras año, y muchos se realizan en escenarios comunes (principalmente el Teatro al aire libre: Los Cristales, y en algunas ocasiones el Teatrino del Museo de Arte la Tertulia). Algunos de los eventos tienen características particulares que los diferencian de los festivales de Rock, que en su mayoría son de entrada gratuita. La Rockomotora, por ejemplo, realiza un concierto además de un disco recopilatorio con sencillos de las bandas que participan en 4
Como segundo hecho anecdótico: el primer concierto de Metal al que asistí fue la Cruzada del Fuego III, que se llevó a cabo en Alterno Bar en el 2003.
este proceso. Metrópolis es un duelo de talentos, organizado por Estudios Takeshima, la Secretaría de Cultura y Turismo y el Ministerio de Cultura. Además de estos lugares se pueden considerar los centros culturales de la ciudad, como menciona Javier Devia, y otros lugares, que por no dedicarse exclusivamente al rock no fueron identificados durante el trabajo de campo. A continuación se presenta una matriz en la que se enlistan las salas de ensayo y estudios de grabación que fueron referenciados por algunos de los entrevistados y otros músicos de Rock con quienes se tuvieron conversaciones informales. Tabla 2. Estudios y salas de ensayo Tipo Estudios
Nombre REC (Juan Carlos Murcia) DIAL Music Estudio Producciones Joe’s
Sound Chaser Studio (Adrian Oleas) Ado Producciones Audio Medios (Eduardo Serrano) All MusicStudios (Julio Ramirez) David Corkidi
Salas de ensayo
Takeshima (Secretaría de Cultura y Turismo) Torre Fuerte
Ático Maxter Decibel Elite
Ubicación Buitrera Carrera 64A # 5-75
Teléfono 318 785 83 33 339 99 99 5567992 – 3007750851 – 3152884666 447 14 72
Carrera 85B con 16 (El Ingenio) Cra 59A #11B-26 (Santa Anita)
317 331 78 79 – 371 06 03 373 37 47 – 317 2527040 681 74 17
Calle 6 # 73-30 Edificio Amalfi Carrera 5 # 6 – 05 Calle 4 # 23B - 13 Miraflores Calle 13 # 65-62 Limonar Calle 13 # 40C - 08 Panamericano Calle 5 # 17 - 60 Local 102 Calle 10b # 29A - 42 Colseguros
Producciones Joe’s
Sterling Music Hall ELX Backline Thian
Calle 9 # 51 – 93 Camino Real Carrera 63 # 9 - 29 Limonar Calle 49N # 3GN – 09 Vipasa Calle 10B # 29ª - 42
8858855 ext 123 8961993 312 285 3473 – 317 496 7815 – 383 11 61 316 482 42 60 – 375 72 72 300 7399777 315 8865973 374 09 80 - 311 637 01 08 5567992 – 3007750851 – 3152884666 552 99 23 301 513 13 77 3745234 - 3117307977 654 21 79 – 315 416 25 86 311 637 0108
4. CONCLUSIONES Habiendo presentado los resultados del trabajo de campo, es posible presentar algunas conclusiones generales sobre el quehacer de los músicos de Rock en la ciudad. En primer lugar, en términos de la importancia de la educación formal, se puede observar que muchos de los músicos de la ciudad (no exclusivamente roqueros) han prescindido de la educación superior en música, y aún así muchos logran vivir de la música. La formación en oficios distintos a la música aparece muchas veces como el Plan B que tiene el músico, atendiendo a las dificultades del contexto para lograr la subsistencia a partir de ingresos derivados del trabajo musical. En algunos casos la formación en oficios no musicales sirve como herramienta auxiliar para los emprendimientos musicales: estudios en sonido, administración o economía, medios visuales, pueden aportar directamente al funcionamiento del emprendimiento musical. En algunos casos se combina la formación profesional no musical con actividades relacionadas con la música: estudios en ciencias sociales permiten trabajos en músico terapia o investigación sobre música (como ejemplo, esta investigación), estudios relacionados con las disciplinas de la comunicación permiten trabajos periodísticos o en medios de comunicación. Por otro lado, el aprendizaje se puede considerar como un proceso continuo, de tal manera que hasta los músicos más estudiados, aprenden permanentemente en su experiencia musical, y cualquier músico autodidacta puede decidir en algún momento de su vida iniciar una carrera técnica o profesional en música. Del análisis de la categoría formación se desprender preguntas sobre el significado de la educación formal para los músicos y la posible deserción de las instituciones de educación musical. Sobre el trabajo que desempeñan los músicos se pudo evidenciar que los trabajos no musicales, cuando están presentes, suelen ser la fuente principal de ingresos económicos para los músicos, y en algunos casos estos trabajos son los que sustentan la inversión económica de los emprendimientos económicos. Los emprendimientos que se centran en la producción y presentación en vivo de material original suelen ser los emprendimientos de menor estabilidad y cuya inversión inicial es más riesgosa. Mientras que una banda que toca material original debe hacerse un público propio, los emprendimientos que giran en torno a tocar canciones de otros artistas pueden atender a un público más amplio y compartido con otros grupos, al basar sus repertorios en canciones conocidas por la mayoría de personas que escuchan determinado estilo musical. Si bien para muchos el escenario ideal sería poder vivir de su propia música, el tocar música de otros o desarrollar algún otro tipo de trabajo son formas de sustento válidas en tanto se pueden pensar como formas de adaptación al contexto del mercado musical. La discusión (interminable) sobre la validez de forjarse una carrera como intérprete o como compositor, es decir la discusión sobre la “chisga”, abre interrogantes sobre el significado y la relación subjetiva que construyen los músicos con su trabajo y su música. Sobre este tema, Felipe Bravo sugiere que los músicos se deben preguntar ¿qué es el Rock hoy? Ya que como cualquier género músical, el Rock está en continuo desarrollo y transformación. En términos de funcionamiento de los emprendimientos, estos proyectos se ubican en distintos puntos de un continuo entre un grupo reducido y autosuficiente y proyectos que cuentan con un amplio equipo de soporte. Dependiendo de los recursos y expectativas de los emprendedores, pueden preferir equipos pequeños de trabajo, en algunos casos los mismos músicos cumplen funciones distintas a tocar y componer, o equipos con funciones especializadas. Los grupos más pequeños implican una mayor carga de trabajo para sus miembros, al reunir varias funciones en una misma persona, un personal menos especializado en ciertas tareas, pero también implica menores costos, así como una cierta independencia (se depende únicamente de los miembros indispensables
de la banda). Un grupo que cuente con un equipo de apoyo reduce la carga de funciones entre sus miembros, aumenta la posibilidad de trabajar con miembros con experticia en ciertas funciones (por ejemplo manejo de medios, formatos audiovisuales, entre otros), pero esto implica un mayor costo y la dependencia de un mayor número de personas. Los gastos e ingresos dependen de qué tipo de proyecto se trate, de manera que la organización de eventos puede financiarse con inversión pública o de empresas privadas, o con una inversión inicial de capital que se planea recuperar con boletería y/o ventas al interior del evento (cerveza, comida, etc.). Mientras tanto una banda incurre en gastos relacionados con la producción discográfica y los costos de una presentación (transporte, alimentación, entre otros), gastos que suelen ser cubiertos por un cobro a los organizadores de los conciertos, y en el mejor de los casos contratos discográficos. Sin embargo, algunas bandas que tocan su propia música, aún tienen problemas para recuperar el dinero que invierten a la hora de realizar una presentación. La relación subjetiva que establecen los músicos con su arte interviene directamente en la posibilidad de continuar con un emprendimiento que no es auto-sostenible económicamente. Por ejemplo, un emprendimiento relacionado con producción original puede tener un mayor involucramiento subjetivo del músico, mientras que la chisga se relacionaría más con la obtención de recursos económicos. No se consideraría una pérdida el costo de la inversión en equipos e infraestructura técnica, puesto que estos gastos supondrían una cierta independencia e incluso posibles ganancias. En cuanto al contexto local, se observa un descontento generalizado con los manejos que se han dado a la promoción de la cultura en la ciudad y los manejos de dineros destinados al Rock. No obstante, muchos músicos han logrado llevar a cabo sus emprendimientos con financiación privada (sean grupos de chisga que cobran por presentación o eventos financiados con patrocinios de empresas privadas). Aunque se puede evidenciar un gran número de propuestas musicales, lugares para tocar en vivo, medios de difusión, se percibe una cierta fragmentación entre las distintas partes. Se han realizado intentos por cambiar esta situación, como ejemplo la Mesa de Concertación para el Rock, que agrupa varios de los festivales de Rock que se realizan en la ciudad, para tener un dialogo concertado con las instancias públicas, algunos programas radiales, como Radio Macondo, han estado comprometidos con el fomento al Rock en la ciudad, así como Cali Suena en Vivo, propuesta del PRIC. No obstante sería importante una mayor integración entre los festivales, bares, medios de comunicación, entre otros actores relacionados con el rock en la ciudad. Se debe reconocer que el contexto caleño no es el más propicio para el auge de emprendimientos roqueros que sean sostenibles y generen ganancias para los músicos, y es importante que los emprendimientos se proyecten por fuera de la ciudad y el país, lo que muchas bandas han demostrado que no es una tarea imposible. 5. REFERENCIAS Becker, H.S. (1974). Art as collective action. American sociological review, 39 (6), 767 – 776. Faulkner, R. y Becker, H.S. (2011). El Jazz en acción: la dinámica de los músicos sobre el escenario. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. Navarro, P. y Díaz. P (1999) Análisis de Contenido. En J.M Delgado y J. Guitiérrez (Ed.), Métodos y técnicas cualitativas de investigación en Ciencias Sociales (pp. 177-224). Madrid: Editorial Síntesis S.A.
6. ANEXO: TRANSCRIPCIONES DE ENTREVISTAS. 6.1. Entrevista a Daniel Rosero, bajista de Krönos, Legend Maker y La Rua. Miércoles 16 de Diciembre, 8:00 pm en Parque de Capri. Entrevistador: ¿Cuánto tiempo llevás vos en la música? Daniel Rosero: yo podría decir que entre 7 y 8 años. E: y ¿Cómo empezaste? D.R: Vos sabés que el Colegio Lacordaire siempre ha tenido como esa inclinación artística. Siempre concursaba en la Abeja de Oro, que yo no sé si aún sigue, un concurso de música colombiana a nivel intercolegiado. Yo veía esa movida y siempre me interesó eso, y tenía los profesores allá. En ese entonces vos escogías si clases de música, artes plásticas o como ir al ático. El ático era como el departamento de la radio del colegio. Yo entre esas tres escogí música. Me acuerdo que incluso le hacían a uno un examen de admisión y yo ni siquiera pasé. Yo creo que eso también me puso la espinita. E: ¿en qué año fue eso? ¿cuántos años tenías? D.R: no sé, Como 15. O sea, yo pillo la vuelta, como que me interesa la música… el interés por el bajo. Entonces yo digo “listo, voy a aprender”. Me fui a una academia que se llama… ¿cómo se llama esta academia de la autopista? E: ¿Musitodo? D.R: Musitodo. Yo llego ahí donde este man y le digo “ah, yo quiero tocar bajo”. Yo no tenía el instrumento, pero pues tenía como la ventaja de que el instrumento estaba en el colegio. El man me dice “para aprender bajo tenés que tocar guitarra primero”. Duré como 3 meses con la guitarra y ahí fue que… yo siempre le decía a mi profesor de guitarra que yo quería era bajo, y se dio una oportunidad para tocar en la banda del profesor, que se llamaba Centauros. Esa fue como mi primera experiencia. E: ¿qué hacías con esa banda? D.R: Mirá que fue mi primera experiencia completa, porque yo incluso con esa banda alcancé a grabar en un estudio que quedaba en Nápoles. (E: ¿todavía queda ahí?) El man vendió todo eso… Me acuerdo que el baterista en un punto no tenía batería y tocábamos con…. El man tocaba con un teclado. Eso era muy cagada. Pero yo no veía eso… yo lo veía como la banda más brutal, porque era mi primera experiencia, era tocando con mi profesor. Era como, uff, bacanísimo. Y digamos, los ensayos eran en los Alcázares… yo cogía un Coomoepal 12, me demoraba como todo el día llegando hasta allá. Como que al mismo tiempo Centauros, lo que te decía del colegio, tenía los profesores abeja de oro… E: dame un segundo. ¿cuándo tocaste con Centauros, te pagaron en alguna vez? D.R: sí, yo ahí ya recibía como mis primeros ingresos con la música. Obviamente eso también incentiva. Y yo estaba muy pequeño. 15 años. Entonces me encinté bastante. Lo del Colegio, la Abeja de Oro. Llegó mi promoción y era como el concurso y no tenían bajista, pero como yo empecé con el Metal, uno era muy cerrado. Sólo Metal. Y tenía estos manes encima, que música colombiana, y uno como que no, ¡Metal! Entonces como que “no, tocar eso”. Y estos manes como que “no, no hay bajista”. Entonces eso también fue como una experiencia que me abrió la cabeza, porque estudiar Pasillos, Bambucos, 3/4, 6/8, eran como
cosas diferentes y la riqueza que hay ahí en la música colombiana, y uno cerrado solo al Metal. Eso también estuvo brutal, yo ya de ahí como que dejé a un lado esa etapa. E: luego ahí vos entrás a la universidad… D.R: sí, yo salgo del colegio. Centauros… sinceramente no me acuerdo qué fue lo que pasó, por qué yo perdí contacto. Yo creo que yo me cansé de esos viajes tan largos, porque realmente nunca hubo como una pelea entre nosotros, ni nada. Y entré a una banda que puedo decir que como que me reforzó todo eso que traía, que fue Bajo Cuerda. Con esa banda tuve también como la experiencia de grabar a un nivel mucho más profesional, en Audio Medios. E: ¿eso es un estudio? D.R: sí. Eso era de ese man de Eduardo Serrano. Un estudio de aquí muy conocido en su tiempo. El man se fue a Argentina un tiempo. El man ya volvió y no sé si montó su estudio con el mismo nombre. Yo realmente no sé… E: ¿cómo fue el llegar a grabar? ¿Qué les tocó hacer? ¿qué les costó sacrificar o por qué pudieron llegar ahí? D.R: eso es algo que entre las bandas que tengo actualmente, una de ellas lo implementa, que es usar un fondo común de los ingresos de la banda, un porcentaje, destinado a lo que uno se gasta en grabación. Eso fue lo que hicimos con Bajo Cuerda. Teníamos toques igualmente, cobrábamos. También salía mucha vaina como con el Estado, porque uno de estos manes trabajaba… no sé si es la Casa de Cultura de Yumbo, o algo así, entonces también salían toques así. Privados también. Entonces esos fondos se hacían relativamente rápido. Entramos al estudio, grabamos. Digamos que estos manes también me hicieron madurar musicalmente, porque no sé… estás tocando y la gente como que te empieza a subir con los comentarios, entonces… yo me acuerdo, uno era como todo show-off, en el sentido de que… particularmente en el bajo la idea es como tener el Groove y acentuarlo con la batería, y a mí me gustaba era… E: hacer solos… D.R: sí, llenaba las cosas un resto y estos manes que musicalmente… eran profesores todos, no eran profesionales para el tiempo, porque ellos luego entraron al IPC, estudiaron, pero pues era gente que sabía mucho. Estos manes sí me sentaron y como que “ve, lo estás haciendo mal”. Eso también fue una buena experiencia para la grabación, todo. E: en esa época ¿te entraba plata a vos de los toques y eso? O sea, ¿alcanzaba para financiar la grabación y te entraba? D.R: sí, mirá que incluso fuera de eso, nosotros compramos un sonido, la banda compro un sonido. Lo partimos en los porcentajes. Llegó el día que la banda se acabó y como que ¿cuánto es lo mío de ese sonido? Entonces todo eso se recuperó. O sea, grabación, sonido… pues realmente los instrumentos, uno de ellos tenía las cosas. Yo tenía mi bajo para ese entonces, pero pues contaba con un mejor bajo que me ponían estos manes, 5 cuerdas. Donde ensayábamos era la casa del baterista, ese man de Victor Castro. E: ¿La plata que te entraba fue por vender los equipos o te entraba…? D.R: no, me entraban ingresos de los toques. E: recuerdo que vos estuviste con Sobrenatural. D.R: ah sí. Yo creo que eso fue como al mismo tiempo de Bajo Cuerda. Yo entro a Sobrenatural porque… este man de Manuel vivía en la casa de Camilo [Casa con sala de ensayo en el barrio Santa Anita]. Yo no sé si alguna vez crucé palabras con el man, el man me mostró unos temas
que tenía grabados. A mí me gustó y ya, yo entré ahí. Pero eso era como otro cuento, porque como que no tenía los mismos cimientos, algo que yo sí vi en Bajo Cuerda, uno graba ya a un nivel más profesional y le ve más futuro a una vaina que a otra. Entonces yo estaba en Sobrenatural más por gozarme el parche. Además para ese entonces ahí entre a Mayor, que era un amigo del colegio. Era más como por parche. Con esa banda eran pocos los ingresos, porque eran pocos los toques. E: ¿siempre has cobrado cuando tocás? ¿o podés marcar un momento en el que ya definitivamente empezaste a ser más serio en eso? D.R: un punto… no. E: desde Centauros ya estabas cobrando por presentación D.R: sí. Pues obviamente uno como que no tenía la palabra, “dame mi plata” o algo así, pero digamos que los manes repartían los ingresos por toque. E: Vos estuviste con Bajo Cuerda, con Sobrenatural, mientras estabas estudiando Sistemas. D.R: a inicios de Bajo Cuerda yo creo que ya había salido del colegio. Centauros fue… como que me complicó el colegio. Yo no era el mejor estudiante, pero yo pasaba nítido, y fue algo que me llamó la atención que 11° yo… yo perdí una materia y uno no se podía graduar así. Pero resolví eso. Eso fue por dedicado a la música, más que todo al bajo. No sé, afiebrado con el instrumento. E: aparte de Musitodo ¿has estudiado música o bajo en algún lugar? D.R: en Musitodo pasó lo de 3 meses de guitarra acústica, pasó ese tiempo y yo como que me le paré en la raya al dueño de Musitodo y le dije “bueno ¿y mis clases de bajo?”, y el man me acomodó clases de bajo allá, creo que con Adolfo Arbeláez. El man era muy conocido aquí en Cali, por una banda de Rock, como Heavy incluso Progresivo… el man tocaba también en Big Mamma, la banda de Blues, con Luis Fernando… (E: en la Big Mamma’s Blues Band). El man me dio unas tres clases dentro de Musitodo y el man como que por debajo me dijo “ve, pues si querés vas a mi casa, yo te cobro más barato, y te doy las clases igual”. Creo que hasta me daba más tiempo, y yo de una… yo con el man si vi por ahí 8 meses y luego él se fue a Argentina. Eso también fue como otra educación. E: luego viste, me imagino, con Jorge Herrera [Director de la orquesta de salsa La Misma Gente, y profesor en la Universidad Icesi]. D.R: sí, luego entrado en la universidad aproveché el tiempo con Jorge Herrera. E: pero entonces ha sido más como una instrucción particular, más que de una academia. D.R: lo de la academia fue como esa primera base que fue lo de la guitarra, que realmente no es necesario. Yo considero que uno puede entrar al instrumento directamente, pero pues eso me hizo bien, porque uno se defiende en la guitarra también. E: bueno, ¿vos en este momento con quienes tocás? D.R: estoy con Legend Maker, con Krönös y la banda que es como mi trabajo, que es la de los bares. Se llama La Rua. E: contame cómo llegaste a esas bandas D.R: Te voy a hablar primero de La Rua que es como lo más reciente… E: o contamela en órden, para entender cómo llegaste hasta dónde estás ahora.
D.R: yo creo que ya llevo más de 4 años en Legend Maker. Yo llego ahí porque Álvaro [Duque], uno de los guitarristas… yo con él toqué hace mucho tiempo también. Una de las vainas, como de mis principios fue una banda que yo tuve con este man de Jairo… que le decían Puchi. Tocábamos Rhapsody, tiempos Momias. Él entró ahí en un tiempo en que yo ya no tocaba con Jairo y cierta ocasión, como que el bajista, que era Julio, el man como que se salió, entonces volví a tocar con estos manes. Fueron como 3 ensayos o algo así y pillé a Álvaro. Mucha gente me hablaba de Álvaro, que un guitarrista sorprendente, que relimpio, re-rápido. Entonces yo quería pillar eso. Yo creo que por eso en parte le acepté los ensayos a este man. Nos vimos ahí, ni hablamos ni nada, pero el man me vio tocar. Para ese entonces él no estaba tocando en Legend Maker, pero él entra, se va Mauricio Moncada, y estos manes empiezan a buscar bajista y yo como que salgo ahí es porque Álvaro me recomienda. Recibo la llamada de Luisfer [Luis Fernando Caballero, teclista], me dice “prepara estas canciones”, tres canciones. Cuadramos un ensayo. Yo recibo esa llamada… yo no era muy fan de Legend Maker, pero hasta me había llegado música. Creo que tenía To Hell or To Heaven en el computador. Y lo que yo había escuchado de estos manes es que eran re-aceitosos. Tenía como el miedo. Yo fui a allá y solo había preparado una canción de las tres. El ensayo fue como en San Antonio, en un ensayadero que montó este man de Pipe [Felipe Suarez], bajista de Krönös… (E: Torrefuerte se llama el ensayadero) [Ubicado en el barrio Miraflores]. Yo llego allá y estos manes como que “listo, toquemos tal tema”. Lo tocamos, y eso que a medias, y a los manes les gustó, más que todo porque no me saqué las líneas como eran, sino que le metí mi estilo, y para ese entonces estaba jugando con el tapping. Incluso una parte, un motivo, lo hice con tapping y a los manes como que les tramó, porque si yo hubiera sido estos manes no me hubiera elegido. Como que sacás tres temas y llegas con uno… Volví a recibir la llamada de ellos, les gustó la vaina y seguimos ensayando. De hecho, nosotros seguimos ensayando varias veces y yo no estaba dentro de Legend Maker. Esos manes como que tenían la fama de hacer eso. Como que vos seguías ensayando con ellos, pero no estabas en la banda hasta que los manes te decían oficialmente. Llegó el día que coge Luisfer y me entrega un CD firmado por todos, como que “Bienvenido”. Ahí ya van más de cuatro años. Legend Maker ha sido una experiencia brutal, porque fue como mi primer contacto con plazas grandes como Rock al Parque. E: contame en qué lugares tocás con Legend Maker. D.R: Más que todo festivales así, regionales. Con ellos aún no he tenido mi primer toque por fuera del país. Una vez se iba a dar en Ecuador, de hecho varias veces han salido como propuestas pero no se concretan. E: ¿cómo llegan ustedes a estos festivales? D.R: yo considero que es más toda la trayectoria de la banda, que la llaman a esos festivales. Porque la otra forma son las convocatorias. Pues de hecho también hemos participado en concurso y convocatorias, como lo fue para la primera vez que vino Maiden [Iron Maiden, banda inglesa de Heavy Metal, que visitó a Colombia por primera vez en 2008], que hicieron lo de The Troopers, nosotros entramos ahí y fue como modalidad concurso. Vos me preguntaste por las plazas. No sé, Rock al Parque 2009. 2009 fue un buen año porque… yo creo que yo entré en 2008 a Legend Maker, 2009 ya tuve Rock al Parque, Ibagué Ciudad Rock. Todas esas cosas grandes de una y eso fue una experiencia bacana. E: y por cuestiones de plata ¿cómo han sido esos festivales? ¿les pagan a ustedes? D.R: sí, claro. La banda recibe los ingresos. Lo que pasa con Legend Maker es que ahí son pocas las veces en que yo he recibido plata, pero es por lo que te comentaba. Aquí en esta banda sí
estamos manejando como 100% de los ingresos al fondo de la banda, por motivo de grabación del tercer álbum. E: o sea, esta banda no te da plata a vos, pero sí es autosostenible. D.R: exacto. Y a pesar que no me da plata, yo sigo en la banda como por mi gusto, por el Metal. E: y ¿te implica gastos esta banda? D.R: sí, pues uno igual paga los ensayos. E: ¿dónde ensayan ustedes? D.R: actualmente estamos ensayando donde Thian [Martinez, actual guitarrista de Fresquet], pero un tiempo estuvimos ensayando donde una persona que se llama Oscar, no sé cuál es el apellido. El man es el que te decía… yo creo que es de lo de Music Store. Ese man vive como por la Roosevelt, como por detrás de la Biblioteca Departamental, como por lo de los disfraces. Ahí duramos bastante tiempo. La ventaja es que teníamos como una sociedad con otra banda que ensayaba ahí, entonces estaban amplificadores de nosotros, la batería de ellos, como que nos partíamos la cuenta de energía, entonces salía muy económico ensayar ahí. Pero eso se acabó. Ahora estamos ensayando donde Thian. E: ¿cuánto les cuesta el ensayo allá? D.R: igual sigue siendo como económico por… como otra sociedad con Thian (risa). Ahí hay como un Joint Venture con la empresa de Thian como ensayadero. No sé si está pautando en la página o algo así, entonces tenemos como un descuento ahí. El valor no me acuerdo. Como 4 mil, 5 mil pesos por un ensayo de tres horas. E: ¿Legend Maker toca aquí en Cali? D.R: sí E: ¿en qué lugares? D.R: sino que ahora estamos en la pre-producción, ya está en un buen porcentaje y la idea es ya entrar a grabar. E: ahora están enfocados es en la grabación. Y cuando han estado más activos, en términos de conciertos ¿cómo los ha recibido Cali? D.R: Pues Legend Maker es una banda de la ciudad. Si no estoy mal lleva más de 20 años… pues bajo otro nombre. Legend Maker cumplió 15 y tiene bastante acogida aquí, por ser de la ciudad, por todos los años que lleva. E: ¿qué tipo de toques hacen acá? D.R: más que todo… mirá que son pocas las veces que hemos tocado en bares, de hecho. Más que todo han sido como festivales, incluso por buenas causas. No sé en qué año fue eso, 2010 o 2011, que fue el Concierto por la vida, cosas así. Más que todo toques en los cristales. E: ¿en esos conciertos les han pagado? D.R: sí. E: ¿qué conciertos han sido? Concierto por la vida… D.R: no sé, 2009 Cali Underground. E: ¿En Cali Underground les pagaron? D.R: Sí.
E: y ¿sabés si a todas las bandas en Cali Underground les pagan? D.R: No, creo que para ese entonces sólo las bandas invitadas nacionales, porque Legend Maker figuraba ahí. E: las de convocatoria no. D.R: no… han sido varios toques en los Cristales. E: ¿Los ingresos de Legend Maker son más por fuera de la ciudad que acá adentro? D.R: pues en los tiempo en que ha estado bien activo, digamos que son más por fuera de la ciudad. E: ¿vos crees que Cali es una buena plaza para el Rock? D.R: digamos que sigue en proceso, porque sí ha habido una cierta mejoría con tiempos pasados, como que se está activando más, se está como invirtiendo en eso. Digamos, en lo que estás ahora [Quizás refiriéndose al Proyecto de Industrias Culturales] es algo nuevo, algo que uno no veía antes como apoyo a las bandas. Sí, la vaina está evolucionando bien, está mejorando para el Rock. E: bueno, contame cómo llegaste a Krönös D.R: Luis Fernando es teclista de Krönös también. No sé cuánto tiempo lleva en Krönös. Yo le pongo más de 4 años. Sale este man de Pipe [Felipe Suarez], los manes empiezan a buscar. Yo no tenía idea que estaban buscando bajista. Yo me enteré por un amigo que me comenta que David Corkidi me estaba contactando, que le diera mi celular. Entonces me pareció muy raro, me informé y me di cuenta que estaban buscando. David Corkidi me llama y me dice como prepara estos temas y me da como 20 (risas). Yo le digo que es una exageración, quedamos como en 5 canciones o 6. De la banda sólo conocía a Luisfer, no conocía a Juancho, ni tenía idea de que Fresquet ya no estaba. Ensayamos en el estudio de Krönös… E: ¿Dónde queda? D.R: aquí no más. Amalfi se llama el edificio. E: y ¿ese estudio es sólo para Krönös o ellos prestan el servicio a otras bandas? D.R: en este momento y lo que llevo de la banda, ha sido enfocado a Krönös, pero David Corkidi como que lo va a abrir al público. Ahorita le hizo una remodelación. Bueno, ensayamos. A los manes les gusta, pero eso era como un Factor X, porque mucha gente estaba detrás. Eso fue más convocatoria, tenían como muchos bajistas atrás, pero para el tiempo que yo me presento fueron como los últimos días de la convocatoria. Luego recibo la llamada de David, como bienvenido. Yo no grabé el último trabajo, lo grabó Felipe, entonces el proceso fue sacar las líneas igualitas. Incluso el man me manda solo el mix de la batería y el bajo para sacarlo igualito, pero yo realmente no le hice tanto caso. Eso también es una recinta, porque el productor de ese álbum, Germán Villacorta, que es un man muy reconocido, trabajó con Alice Cooper y todo el cuento, y no sé qué más artistas, no le gustó como tocaba Pipe con los dedos, porque le daba diferentes volúmenes, y el man le dice “tocá con pick”. A mí llega un man hoy y me dice tocá con pick, yo creo que yo grabaría eso mal, porque el pick no es mi fuerte. Entonces alisto el nuevo álbum… estamos manejando creo que 20 canciones o un poquitico más, de los clásicos y así se alimenta el repertorio. Hasta hoy no hemos empezado ningún proceso de producción de lo que sería el próximo trabajo. Digamos Krönös yo no lo veo como veo Legend Maker que es como algo donde tengo más propiedad, es más mi banda. Krönös para mí en este momento… yo entro a la banda y está
todo hecho y como que no tengo ninguna propiedad. Es como si yo fuera a allá y marcara ficha, como oficina. E: ¿a vos te entra plata por Krönös? D.R: sí. Los toques son bien pagos. Un toque promedio está entre 300 para mí. E: ¿en qué lugares toca Krönös? D.R: festivales. Hasta ahora lo que ha salido son festivales. Y bares también. E: ¿son por invitación o convocatoria? D.R: invitación. E: y en bares ¿aquí en Cali? D.R: aquí en Cali sólo hemos tocado en La Estación, hace nada, finales de este año. E: y tocaron en el CalidoRock D.R: ah sí. E: ¿ese concierto es periódico o es la primera vez que lo hacen? D.R: es la primera vez que lo hacen E: ¿y quién organiza eso? D.R: no sé si eso es de esa mesa de concertación. No estoy seguro. E: y ¿qué tanto has tocado con Krönös? D.R: Festivales. Con Krönös ya tuve la experiencia de Altavoz, que es como de los festivales grandes que me faltaba. Manizales Grita Rock fue con Legend Maker. E: ¿cuánto llevás con Krönös? D.R: un año ahorita en octubre. Mirá que no son tantas las veces que hemos tocado en Cali. Que me acuerde como finales de año, para la temporada de feria. Este año tocamos, el año pasado o antepasado tocamos en la tertulia. Eso fue como el Concierto Jóven. Mirá que el año que pasó no fueron tantos los toques. E: La Rua. Contame de La Rúa. D.R: La Rúa es relativamente nueva. Con Leonardo Quintero, el guitarrista, yo ya venía tocando en los bares con una banda que se llamaba Los Gils. E: ¿hace cuanto tocás en bares? D.R: con estos manes de hecho… ah no, no fue mi primera experiencia como lo que llaman chisga. En bares podría decirse que hace unos tres años. E: ¿cómo es tocar en bares? ¿Qué condiciones te ponen? ¿Cuánta plata te entra? D.R: Marica, eso realmente no es tan bien pago, pero son ingresos rápidos también. Te hablo de Bourbon St. Respecto a condiciones, es muy bacano en el sentido de que a uno lo tratan muy bien, te dan alimento pos-toque, te dan un balde de cervezas. El ambiente es muy bacano. Yo disfruto mucho más tocar ahí que tocar en esta parte de la 66, porque la gente es muy diferente. E: ¿la gente, el público? D.R: El público. No sé, es como más cálido allá, es más alborotado. Aquí como que… no sé qué pasa con la 66. Yo no disfruto esos bares del Faro ni Ruta. El Faro lo disfrutaba antes de la renovación que le hicieron.
E: ¿a ustedes qué les exigen a la hora de tocar? D.R: exigencias… no, mirá que nada, sólo el tiempo. Uno hace dos tandas los fines de semana… regularmente los miércoles es una sola salida de 45 minutos. E: ¿te exigen algo sobre el repertorio? D.R: no, mirá que eso incluso es algo en lo que se apoyan bandas, porque hay mucha banda que toca allá que nunca oxigenan los repertorios. Siempre están tocando la misma vaina, pero pues la idea de La Rúa es como no hacer eso. Nosotros siempre oxigenamos eso y también la idea es como tocar canciones que no tocan todas las bandas, porque todas las bandas están tocando las mismas canciones. Obviamente también por cuestiones de gusto del público, uno tiene que soltar su clasicazo ahí, pero la idea es montar cosas nuevas. E: y ¿ustedes cómo definen qué tocar? D.R: siempre manejando ese equilibrio entre darle el gusto al público, porque realmente por eso es que le pagan a uno, por entretener, y el gusto de uno. Últimamente estamos montando como Papa Roach y cosas que uno escuchaba cuando estaba MTV. E: cuando MTV pasaba música D.R: eso (risas). Cosas así, que digamos… no sé, Last Resort, uno muy rara vez se la escucha a una banda de bar. E: ¿vos mensualmente cuánta plata te estás ganando tocando? D.R: mirá que haciendo cuentas uno está como en el salario mínimo, por tocar 3 veces a la semana. Obviamente uno no cuenta con las garantías de tener un contrato, como cesantías, seguro y todo eso. E: ¿vos tocás fijo en un bar? D.R: Sí, llegamos a estar tres días en Bourbon, pero ahorita solo estamos 2, miércoles y sábados. E: contame cómo es una semana normal tuya. D.R: Universidad. Los ensayos, nosotros hemos implementado algo que tuve con Los Borbotones, que es una banda muy bien organizada de trabajo en bar, y con los manes… los manes son muy organizados y profesionales, y la vaina es evitar costos adicionales de pagar un ensayadero, entonces ahí se exigía y se demandaba que cada persona estudiara las canciones, montar nuevos temas, cada uno estudia sus canciones, hace su tarea y llegaba los días de los toques y en la prueba de sonido, como todo el mundo estudio, se sacaban los temas, salían de una. Entonces eso lo implementamos en La Rúa. Una semana, universidad los días de clases, horarios, normal. Uno saca su tiempo, estudia lo que va para la semana. Eso realmente le quita a uno unas dos horas, tres horas, máximo. Entonces llega el miércoles… no estoy metiendo los ensayos de Krönös. Digamos, con todo activo, el horario se cuadra para poder asistir a las cosas. Los últimos ensayos que tuve con Krönös, porque ahorita no estamos ensayando porque están renovando el estudio, estaban cuadrados por la mañana. Mis clases eran más bien por la tarde. Voy a ensayo por la mañana, salgo tipo medio día, voy y almuerzo, salgo para la U. Las canciones las saco como por la noche, las miro o estudio el instrumento. Llegan los días de los toques, el miércoles… usualmente el día de los toques evito ensayar con otras bandas, por la vaina del tiempo. Digamos que tengo clase el miércoles, voy a la clase y luego tengo que estar allá probando sonido, cuadrar sonido para la noche y llega el día del toque. Así es el toque que se mete entre semana. Ya los fines de semana es más relajado.
E: contame qué es lo más difícil de hacer rock en Cali. D.R: ahora hay una polémica porque el público de Cali no está pagando. Eso se lo adjudican a que se está dando mucho festival gratuito en la ciudad. Eso como que está poniendo en esa disposición al público caleño. Hay una crisis y en parte la estamos viendo porque si vos pillás a Cali no han traído ningún artista conocido y sobre todo en la escena rock. Yo creo que eso es como una grieta que se está marcando, y hablando de la escena, vos querés salir con tu banda, queres, aparte de ganar el aprecio, pues también tener tu remuneración por tu trabajo y eso aquí en Cali no está pasando. Eso es una dificultad. E: cuando has tocado por fuera de la ciudad ¿ha sido también en festivales gratis o en qué otro espacio? D.R: sí, mirá que los festivales regionales... yo no conozco ninguno que cobre la entrada. Por lo menos en los que he tocado no. E: bueno ¿y qué facilidades hay en la ciudad para hacer Rock? D.R: yo la verdad como que estoy desinformado, digamos de lo que me comentabas de estos proyectos… esos de apoyo a la cultura que hace el Estado. Yo realmente de esa movida estoy como desinformado. Pero uno está viendo como que ya hay más interés en esa parte, como en apoyo de bandas y eso hace unos años no se veía. E: ya para terminar ¿qué lugares conoces vos en los que suela haber Rock en vivo, salas de ensayo, estudios o academias? D.R: academias… Bellas Artes es bien conocida, Musitodo. Nunca fui a Vivaldi pero uno como que siempre escuchaba buenos comentarios. Ahora estoy viendo que los estudios están dando como muchos cursos para producción en la casa. E: ¿qué estudios conoces vos? D.R: Yo no sé si Eduardo Serrano está trabajando con el mismo nombre de Audio Medios… incluso Santiago Mendoza, el guitarrista de Legend Maker, está trabajando con él en esos cursos. Sé que el estudio de él está haciendo eso. Donde nosotros grabamos [Bajo Cuerda] fue con un ingeniero que se llama Juan Carlos Murcia, el man tiene su estudio también. Creo que está trabajando por la Buitrera (E: ¿REC?). Sí. Está Ático, el de Poncharelo. El de Julio Ramirez, el del cubano, en el norte. Ahí fue donde grabó Fresquet. E: zonas de la ciudad que conozcas donde hay Rock en vivo. D.R: digamos que Granada está creciendo, porque ahora hicieron La Estación, que es relativamente nuevo y es como de los mismos dueños del Faro. Está Bourbon. Yo sé que en el norte, sino que uno como que está desinformado. Sé de músicos que mantienen… Daniel Vasquez, o este man de Carlitos Heavy, que es un guitarrista. Ese man también es de la escena norte. Yo me di cuenta de eso hace poquito porque Javeriana Estéreo hizo como un tributo a Led Zeppelin y estos manes tocaron allá, y pillé músicos que nunca había pillado en Cali, y muy buenos…. ¿Sinestesia es? ¿eso queda en el norte? (E: sí, sino que yo no sé si todavía existe). Esos manes tocaban allá. Creo que yo también estaba enterado que se había acabado. Y sé que están tocando en otro bar por allá. Como por la Vasquez Cobo hay un bar… porque a mí me invitaron para lo del Fin del Mundo o algo así, como un Jam. Allá estaban todos esos, toda la escena norteña estaba allá. E: vos me hablaste de Javeriana Estéreo ¿qué medios de difusión de Rock puede haber en la ciudad? D.R: así marcados, está la radio. Sé que está Lenguaje Rock, no sé de qué canal, pero sé que es local. Javeriana Estéreo, Univalle con Cuerdas de Acero. Sé que hay más… realmente no
recuerdo los nombres. Está Radio Macondo, que impulsa por eso de Madame Blue proyecto. Y hay otras que son pequeñas, de internet, pero no me acuerdo nombres. Ahorita Login está abierto al Rock. Ah, con Legend Maker y con Krönös, eso fue el año pasado, en este toque que fue transmitido en vivo. Es algo que hace Login en el teatro estudio de Telepacífico, que es con bandas y lo transmiten en vivo. Eso es algo que están haciendo. Hacé de cuenta el programa Login, pero es como un especial. E: y de festivales ¿qué hay acá? D.R: eso está muy confuso, porque como hicieron esa mesa, como que se juntaron todos los de los festivales, lo que era antes el Cali Gothic, Calibre y todo eso. Sé que los manes están trabajando juntos. Pero igual eso es una peleadera. Si vos te metés a ese grupo Cali Metalero, siempre es una tiradera, hasta le suben memes a ese man de Freddy Alberto, el de Cuerdas. Una peleadera y una amenazadera. Sé, por estar leyendo, que este año piensan hacer Pazifico Rock, algo que han intentado varias veces y se les cae. No sé si vuelva Cali Underground y supongo que Calibre… Sé que este man de Hugo hace esas Veladas Goticas que también son parte de la escena de Metal. No sé si la Cruzada siga vigente.
6.2. Entrevista a Danny Castillo, guitarrista y vocalista de Paranoia, organizador del Festival de Rock Alternativo y Medioambiente: Calibre. Martes 22 de enero, 3:00 pm en Chipichape. Entrevistador: ¿vos a qué te dedicás? Danny Castillo: yo soy músico de profesión, soy graduado. Estudié en varias partes y finalmente terminé en el IPC. Digamos que fue como… porque también estudié en varias ciudades. Estudié en Popayán y Palmira, y realmente como que la universidad con que más me sentí… tenía más empatía, fue el IPC. Porque las otras universidades tienen un concepto muy clásico y muy del siglo XVI, como para burlarme un poquito. Eso hace parte de la historia de la música, pero nosotros ya estamos en el 2013 y creo que deberían como actualizarse. Entonces por cosas de la vida, terminé en el Instituto Popular de Cultura y ahí me gradué en el 2010, y ejerzo la carrera. Soy profesor de música. He trabajado en varias academias. Actualmente trabajo en la academia Sterling. También doy clases particulares y también estuve en un proyecto que se llamó Culturama, que también fue una academia musical, y ahora también estoy como en proceso de armar mi propia academia. Ese es como el cuento en el que ando y también toco en algunas partes. Tengo una banda que se llama Paranoia, pero ya es como un proyecto más personal, de música propia y digamos poco convencional. Y pues a veces salen cositas de tocar en algunos eventos, entonces se hace el ensamble para tocar, pero digamos que lo de tocar como otras cosas sí es muy esporádico. E: en las academias como Sterling ¿qué exigencias te hacen para ser profesor? D.C: lo que tengo como desde la experiencia, las academias básicamente exigen que estés estudiando música. No les preocupa mucho que seas graduado, sino más bien que estés estudiando, que estés en tal semestre de tal universidad; Univalle, Conservatorio e IPC, que es lo que manda la parada aquí en Cali. También que tengás un conocimiento bien claro de los instrumentos que podás enseñar. E: Me decías que también tocabas en varios lugares, ¿eso es con Paranoia o tenés otros grupos? D.C: no, con Paranoia es lo que te decía ahora, es un proyecto netamente personal… bueno, con mis compañeros. Sino que Paranoia ha pasado como varias etapas. Yo le llamo como temporadas. La
temporada uno, grabamos un primer CD, que eso fue hace mucho rato. Luego se fue un integrante, cambió la formación, entró una nueva persona y grabamos un segundo CD. De ese segundo CD solamente quedamos dos personas. Entonces, cuando digo personal es algo como, no únicamente mío, sino que es un proyecto de varias personas y es algo de música inédita y como con algo bien claro y digamos no tan comercial, como otras agrupaciones del país. Digamos que en el medio uno conoce mucha gente, entonces a veces me llaman para integrar otro grupo. Yo lo que más hago es tocar guitarra y cantar, entonces me llaman para que haga esas cosas y a veces lo hemos hecho también con Paranoia, pero no con el nombre de la banda como tal, sino como otro proceso. E: y en esos casos ¿qué diferencia hay entre Paranoia y cuando no tocan como Paranoia? D.C: cuando no tocamos como Paranoia, y somos Paranoia, pues es tocar música de otras personas y es de acuerdo a la ocasión; si es una fiesta de pelados o si es una reunión familiar, o si es una cosa más decente, por llamarlo de alguna forma. Digamos que uno se adapta a lo que el cliente quiere. E: ¿cómo llegan esos clientes? D.C: todos son contactos. Gente que uno lleva años en el cuento, entonces un amigo lo enlaza a uno con otro y entonces así se van dando las cosas. Generalmente es así. E: y ¿qué tipo de música tocan en esos casos? D.C: yo he tocado de todo. Salsa muy poquito, porque no es mi fuerte, aunque lo sé hacer, porque cuando uno estudia, a uno le enseñan como que tenés que moverte en todo, porque el trabajo del músico, sobre todo acá, es bien complicado. Eso es importante, te ayuda como abrir un poco la mente. Realmente lo que a uno le apasiona es algo, a mí lo que me apasiona es el Rock, pero he tratado de no encasillarme únicamente en eso. Yo he tocado hasta en misas de iglesia, hasta en matrimonios. Entonces varía. E: ¿Cuando tocás en misas o matrimonios, qué condiciones te exigen? D.C: hay unas condiciones sobre todo estéticas, no en el sentido de que tengo que tener el pelo de tal manera o sin barba, sino de pronto tener una estética en cuanto a la vestimenta. Debe ser un poco seria, convencional. Y nada, en cuanto al repertorio es netamente litúrgico y eso ya tiene como unas reglas y un orden y todo el cuento. Eso es como lo único. E: y ¿tocás con músicos más o menos fijos? D.C: no, eso sí varía, porque es de acuerdo a las condiciones. Entonces generalmente si necesitamos a un man que toque el piano y una guitarra y un bajo, entonces se buscan. Es de acuerdo al formato que se necesite. Por lo menos, en diciembre tuve con unos compañeros, que tocan en diferentes bandas, un tributo a los Beatles. Nos contrató un señor que estaba cumpliendo 50 años y el man es súper fanático. De hecho, no fue él el que nos contrató, sino un familiar que quería darle el regalo. Entonces me llamaron a mí, porque yo soy un gran fan de los Beatles y como que me suena bien la cosa. Hicimos el ensamble, pero generalmente ellos, los que me llamaron, tocan los tres solos, que son guitarra, bajo y batería. Pero en esa ocasión me llamaron a mí para reforzar una guitarra y las voces. Entonces es como un ejemplo de lo que pasa. E: y más o menos ¿cuánto cobrás vos en esas situaciones? D.C: mirá, acá sí hay un problema… eso generalmente oscila entre mínimo 60 mil pesos a máximo 150 mil pesos por persona, aunque realmente lo que casi siempre pagan son 70, 80 mil pesos. Eso es como el estándar. Entonces a veces si son muchas las personas de la banda, también el que está pagando se empieza a echar para atrás o timbrar. Que quitemos tal persona, solo vamos tres, entonces es complicado. Acá como que no se valora bien el trabajo del artista. Además que
los mismos artistas o los mismos músicos nos jalamos la manguera, porque uno dice “no, yo no lo hago porque… pagame más, está muy barato”, pero hay otro músico que lo hace por ese valor o más barato. Eso ha generado una dinámica que no… E: que la gente se acostumbra a pagar poquito D.C: exacto. Y que no le hace bien al gremio. E: ¿vos qué entendés por chisga? D.C: Chisga es el término que se le usa cuando uno va a tocar covers o música para otros, sea en un bar, en una fiesta, en un concierto… es eso. E: ¿considerás que cuando vas a tocar, digamos el tributo a los Beatles, eso es chisga? D.C: sí, claro. La chisga es como un término que se ha popularizado entre los músicos. No sé si a nivel de Colombia, pero en Cali todo el mundo sabe qué es chisga. E: ¿cómo ves que entre los músicos perciban la chisga? D.C: yo la verdad conozco varias personas que están en el medio de la chisga y yo no sé… a mí me parece como que a veces la gente tiende a quedarse en ese círculo y como no avanzar. Y a veces los mismos dueños de establecimientos y gente que camella en este tipo de cosas, contratando artistas, se aprovechan un poco de esa situación, porque a uno como músico le gusta tocar. A uno le apasiona tocar. Yo toco igual de apasionado un tema de los Beatles que una canción que yo componga o de otro artista, o sea, porque la música uno la siente. Entonces esa gente se aprovecha a veces un poco y no le paga a uno lo que debería ser. Entonces por ese entusiasmo que uno tiene la gente a veces como que se acostumbra y se queda en ese círculo. Yo no tengo un mal concepto de la gente que mantiene chisgueando. Realmente tengo amigos, muy buenos amigos, que mantienen en ese cuento y viven de eso, y mantienen en eso. Pero yo he visto que, por lo menos, sus proyectos personales los dejan a un lado por estar pendientes de sacar 15 canciones cada semana, o de estar variando su repertorio. Entonces creo que eso es lo que no me gusta de eso. E: Contame cómo ha sido el proceso de Paranoia. ¿cuáles han sido las dificultades que han tenido? ¿cuáles han sido las facilidades? D.C: mirá, Paranoia empieza a finales del 2002… eso resultó por un grupo de amigos. Yo tenía un amigo que vivía en la unidad donde yo vivía, entonces empezamos a tocar guitarra, empezamos a tener empatía con grupos. Luego él me presentó a otras tres personas y teníamos como un gusto por la música de los noventa, que era Nirvana, Radiohead, Pearl Jam, Soundgarden, Sonic Youth y de ahí en adelante otras bandas. Entonces empezamos a tocar covers de estas bandas, que es como en general empiezan las bandas. Así se fue formando Paranoia, luego empezamos a hacer música propia y pues realmente ha sido un proceso de mucho aprendizaje, porque cuando yo empecé a tocar en Paranoia, yo sabía muy poco. Yo realmente por ese gusto que Paranoia me dio hacia la música, yo empecé a estudiarla como tal, digamos que en serio. Digamos que las primeras etapas de Paranoia fueron muy viscerales. Fue como muy de amor a la música, pero con poco conocimiento. De pronto un poco medio Punk. E: hágalo a su manera. D.C: exacto, no tengo que ser el músico graduado para tocar y mostrar mis emociones. Entonces cuatro acordes y tal. Y así se fue formando la vuelta con Paranoia. Se han grabado dos CDs. Uno en el 2005, otro en el 2008 y actualmente estamos como en el lanzamiento, vamos a lanzar algo nuevo. E: ¿dónde han grabado ustedes?
D.C: hemos grabado desde lo más malo hasta lo más bueno. Las primeras grabaciones de Paranoia, que son del 2004, se grabaron en un estudio que en ese tiempo era muy conocido acá, que se llamaba ATOM. E: ¿todavía existe? D.C: no creo. Eso lo manejaba un man que le decían Lulo. El man era muy conocido. En ese tiempo era como que le gustaba camellar con el Rock de la ciudad y no era como tan caro, porque el factor económico siempre es un problema en las bandas, sobre todo en las de Rock… bueno lo digo yo, que es lo que yo he vivido, es bien complicado el tema económico. Entonces esa persona era como asequible, el estudio era semi-profesional. O sea, había cositas para hacer algo decente y en ese tiempo muchas bandas grabaron ahí, muchas. Entonces nosotros grabamos allí. Posteriormente empezamos a comprar equipos y el segundo CD que nosotros grabamos, en el 2008, casi 2009, lo grabamos todo nosotros, pero lo mezclamos en otra parte, con Gustavo Serna, que es un gran músico de la ciudad, que fue guitarrista fundador de una banda que se llama Mr. Fong, que tuvo su éxito en los noventa y parte del 2000. Y ahora que es lo mejor que hemos hecho, es que ahorita, 2012, julio, fuimos a grabar a Bogotá, con Pipe y Pedro de Superlitio. E: ¿ellos tienen el estudio es allá? D.C: sí, tienen el estudio allá. Ellos lo tenían en Cali, como en el 2010, y realmente les tocó irse porque en Cali… Cali está todavía un poquito en pañales en este tipo de procesos, entonces dijeron “acá no nos está funcionando” y están en Bogotá, porque en Bogotá, querámoslo o no, es la ciudad que tiene más nivel en este momento en cuestiones de Rock. Entonces allá la tienen clara, y para poder estar allá en la escena, tienen que estar en un nivel… no se pueden bajar de ese nivel. Entonces, esa ha sido como la experiencia más profesional de Paranoia, porque fue un proceso que empezó en febrero con Pipe, que fue el productor de lo que grabamos, estuvimos haciendo maquetas, cuadrando cosas. Y posteriormente, en julio, estuvimos grabando y realmente es un estudio 1-A, una cosa increíble. Yo la verdad desde que viví eso he tratado de decirle a la gente, a mis compañeros y a la gente que conozco, que realmente traten de vivir esa experiencia, porque es muy buena. E: ¿cómo llegaron ustedes a contactarse con Pipe y a grabar? D.C: es un poco de lo que hablábamos ahora. Es el proceso de Paranoia. Yo, la verdad, el primer CD de Paranoia casi no lo escucho, porque realmente hay cosas que ya no me gustan, porque ahorita las pude haber grabado mejor. Pero en ese tiempo no tenía el conocimiento que ya tengo ahora. Digamos que eso ha sido como una evolución poco a poco. Después de grabar el segundo CD, de hacer una gira, tocamos en varias ciudades... porque realmente Paranoia es una banda underground, pero que estamos en el proceso de salir de allí. Entonces por eso… yo conozco a Pipe desde hace rato, porque yo también hago un concierto, el Calibre, entonces por medio de eso he conocido mucha gente y he conocido a Pipe y nos hemos hecho amigos. Entonces en el 2011, a finales, como en Diciembre, estuve hablando con él y le conté lo de la banda y llegamos a un acuerdo y empezamos a trabajar. Entonces digamos que el acercamiento fue más porque nos conocíamos y realmente… obviamente esto económicamente tiene un valor. Tampoco es porque Pipe… somos amigos. Realmente Pipe y Pedro viven de esto, de grabar y producir bandas, y para mí lo hacen muy bien. Entonces digamos que todo eso tiene un valor. Tampoco es que cualquiera no lo pueda hacer y realmente Pipe y Pedro son unas personas accesibles, y que son unas figuras reconocidas de la ciudad, y eso es importante, que conocen la dinámica y la problemática de la ciudad. Entonces eso como que ayuda a mejorar la calidad de las bandas, que eso es lo que estábamos buscando con lo de Paranoia. E: ¿cuánto les costó a ustedes la grabación?
D.C: mirá, nosotros hicimos un paquete con ellos. Costó alrededor de cinco millones de pesos, pero es un proceso que fue pre-producción, producción, grabación y mezcla. Pre-producción, hicimos un trabajo con Pipe de febrero a casi junio, donde nosotros le dimos las maquetas de las canciones que ya teníamos. Entonces con él empezamos a trabajar en quitarle o ponerle cosas. Yo por lo menos estaba muy… lo que más quería era que le trabajáramos más a las voces, porque a mí parecer es lo que más falla en las bandas de la ciudad. Puede haber muy buenos guitarristas, muy buenos bateristas, y los hay. Aquí hay grupos muy buenos, con ideas muy buenas, pero los vocalistas me parece que les hace falta un poquito, sin creerme yo el mejor ni el peor, simplemente yo digo que yo estoy en ese cuento de lo que nos falta. Entonces yo estaba enfocado en mejorar la parte vocal y creo que se logró. Entonces trabajamos eso de febrero a junio en pre-producción, la producción como junio-julio. Nos fuimos a Bogotá a grabar. Grabamos en 6 días. Y luego ya, casi dos meses como de mezcla con Pedro, que es el que maneja más las máquinas… digamos que ese fue el proceso y costó más o menos lo que te dije. E: ¿esa plata de dónde salió? ¿Del bolsillo de ustedes o de algún fondo que tiene la banda? D.C: la verdad, eso salió en gran parte del bolsillo mío, porque yo puse gran parte y lo demás lo pusieron los demás integrantes de la banda, en menor proporción. ¿por qué lo puse yo como más? Porque yo tenía un dinero guardado, realmente esto lo veía como si fuera mi tesis, porque por primera vez lo estaba haciendo con todas las de la ley, entonces me enfoqué en pensarlo de esa manera, entonces le invertí y creo que valió la pena, aunque no se ha lanzado, estamos en ese proceso, porque queremos lanzarlo con video, como bien bacano, entonces como que estamos en eso, pero realmente satisfechos. La cuestión del dinero es complicada porque a veces por no tenerlo uno deja de hacer cosas y la verdad lo que traté como de hacerle ver a mis compañeros es que la plata no puede tampoco ser un impedimento para poder realizar las cosas y plasmarlas. El dinero siempre está ahí. Hay es que salirlo a buscar, así sea trabajando o en lo que sea. Yo soy como el único que trabaja y vive de la música. Los otros compañeros tienen otros trabajos y hacen otras cosas, pero es como, bueno, la plata se puede ir a buscar, entonces no nos frenemos por eso y hagamos las cosas. E: ¿en qué lugares ha tocado Paranoia? D.C: Paranoia ha tocado en muchos lados. E: ¿en la ciudad y por fuera? D.C: Sí E: contame más o menos qué tipos de lugares son donde han tocado. D.C: como te hablaba ahorita, Paranoia es una banda que ha sido muy underground, ahorita lo que buscamos con esto de la grabación con Superlito es como salir a otro campo. Pero nosotros hemos tocado en muchas partes. Hemos ido a tocar a Bogotá muchas veces… E: ¿a bares o festivales? D.C: bares. No hemos tocado en festivales. Hemos tocado en Medellín, también en bares. Hemos tocado en Armenia, en Manizales, en Pereira. Íbamos a tocar una vez en Villavicencio pero eso se cayó, afortunadamente, porque no se veía muy bien. Y en varias ciudades del Valle. Hemos tocado en Cartago, en Candelaria, en Palmira… E: ¿todo eso ha sido en bares? D.C: sí, en bares y en eventos no tan grandes, como de pronto un Rock al Parque, pero sí hemos tocado en algunos eventos medianos, y generalmente en bares. E: ¿qué condiciones exigen ustedes a la hora de tocar?
D.C: mirá, realmente los toques que hemos realizado últimamente… ah, bueno y el paréntesis, en Cali hemos tocado en muchas partes y en festivales. En Cali si hemos tocado en festivales. E: en Cali bares y festivales. Listo, ahorita hacemos énfasis en la ciudad. D.C: nada, las condiciones que han sido en otras ciudades… porque eso ha sido un sistema underground, entonces lo que hemos hecho es la unión con varias personas de diferentes ciudades, que también tienen bandas, entonces hemos hecho un estilo de convenios, en el cual nosotros vamos y luego ellos vienen. Pero realmente son condiciones pues de que vamos por el cover, boletería, algunas veces hemos ido por bar que nos paga cierta cantidad. Pero realmente ninguna de esos modelos suple todos los gastos que uno tiene que hacer cuando se pega un viaje a otra ciudad… E: o sea, recuperarías alguna parte de lo que es transporte, comida, pero no todo. D.C: obviamente a uno lo tratan bien, porque eso sí, no lo voy a ocultar ni a negar. Uno va a otra ciudad y realmente en otra ciudad uno se siente como más acogido. Es curioso eso. Y a nosotros nos ha pasado mucho que por lo menos en Bogotá y en Medellín nos dicen que qué banda tan buena, que en esas ciudades no hay bandas de ese estilo. Entonces es como curioso ese tipo de cosas. Uno la pasa bien, uno se enrumba. Ese tipo de cosas, geniales. Pero pues la parte económica nunca alcanza a suplir todos los gastos que uno tiene, porque no solamente son los pasajes; es el hospedaje, es la alimentación. Son varias cosas que uno las hace de amor al cuento. Y por lo menos nosotros en el 2009, que es como lo más que yo podría recordar, hicimos una gira. Yo lo llamo una gira porque yo me puse de acuerdo y creé un cronograma de octubre a diciembre, y tocamos en muchas ciudades de Colombia, que las mencioné ahora. Y varias también en Cali. Entonces fue un tour de promoción del segundo CD que se llama Sonora Jane, entonces fue como promocionando todo eso y en muchas partes nos fue bien, en otras más o menos, pero la experiencia siempre fue bacana. E: específicamente en Cali ¿dónde han tocado? D.C: nosotros en Cali hemos tocado, yo creo, en todos los festivales que ha habido. Pues desde que nos fundamos. Hemos tocado en el Cali Underground en cuatro veces, 2004, 2005, 2006 y 2009. Hicimos todo el proceso, porque en la primera versión que tocamos, tocamos a las 11 de la mañana, no había nadie. Igual tocamos. Segundo año tocamos un poquito más tarde, 2006 como por la noche. 2009 también por la noche. Hemos tocado en Calibre, también en tres versiones. 2006, 2007, 2008 y ahorita 2012, cuatro. Hemos tocado en la Rockomotora. No recuerdo en qué año tocamos en la Rockomotora, pero tocamos. Hemos tocado en diferentes eventos de la ciudad. Tocamos en el Concierto por la Vida, un concierto que se hizo en el 2011. Nosotros no somos activistas, pero sí estamos comprometidos con la cuestión del medio ambiente, entonces hemos participado en dos versiones de un concierto que se llamaba el Concierto por el agua. Cuando estaba todo el cuento de hacer un referendo para el agua, para que no la privatizaran y todo este cuento, estuvimos tocando ahí. Se me escapan algunos. Lo último que hicimos el año pasado, que nos fue muy bien, fue tocar en el Rockampeonato Claro. Que fue un concurso que creó Claro, anteriormente Comcel, y pues realmente ha sido de los mejores conciertos que hemos tenido, porque eso fue en los Cristales, el montaje estuvo espectacular, el sonido brutal y estaba llendo, y realmente… nunca nos habíamos sentido así de acogidos por la gente de Cali. Hemos tocado en conciertos a horarios estelares y la gente aplaude… porque el público de Cali, esa es otra cosa, es bien complicado. Entonces este concierto fue algo muy bonito porque la gente aplaudía y gritaban, y estaba muy eufórica. E: ¿cómo complicado el público caleño? D.C: es que el público caleño no valora a los artistas, me parece a mí. Y para mí es triste eso, pero pues yo lo digo sin tapujos y sin nada. la verdad es que el público de Cali… lo mínimo que uno
puede hacer por un artista, por algo de respeto, es aplaudirle. Y acá a veces ni lo aplauden. Y no lo digo por Paranoia, lo digo por todas las bandas. Yo he estado en todos los lados. He estado tocando, he estado organizando, he estado de asistente, de público, y siempre he notado eso. Hasta a veces con los artistas de afuera… es difícil, no sé por qué. No sé por qué el público de Cali es tan apático. Entonces lo bonito fue que la gente era muy eufórica y gritaban. Y al final, cuando tocamos la última canción, que yo tiré la guitarra y todo el mundo estalló como en euforia, y pedían otra. Eso realmente pocas bandas de Cali viven eso. E: en estos festivales ¿qué condiciones les da la organización? Ya que ustedes han tocado varias veces en el Underground, en el Calibre. ¿Qué le ofrece el festival a los músicos? D.C: mirá, nosotros hemos tocado en festivales que no nos han dado nada. Solamente vayan y toquen. Desde festivales que nos han pagado. E: ¿cuáles? D.C: Calibre nos ha pagado. E: ¿le paga a todas las bandas que tocan? D.C: sí. No es mucho, pero es un reconocimiento. E: ¿en el Underground, por ejemplo? D.C: no. En el Underground nunca nos pagaron. Nos trataban bien, no puedo decir que no. en el 2009 tuvimos un problema en el Cali Underground, que no quiero como hablar de eso, pero pues eso hizo que yo tuviera un distanciamiento con Alejandro Díaz, que es el director o el que se creó la película del Cali Underground. Pero básicamente las condiciones en los festivales son como básicas: si no te pagan, te tratan bien… te tratan bien en el sentido de que te recogen, al menos, o te dan un incentivo de transporte, te dan refrigerio, te dan agua, te dan la grabación de lo que hagás. Eso pasaba con el Cali Undeground. Por decir algo, se grababa el audio y nos lo daban, y con eso uno pues se podía mover o hacer… muchas bandas hicieron CDs en vivo. Entonces eran como unos regalitos añadidos, porque no había pago y porque realmente a veces, como te he dicho, he estado en varios puntos, a veces el presupuesto no alcanza para pagarle a todas las bandas, entonces como que toca hacer ese tipo de cosas. Pero digamos que nos han tratado bien. Normalcito, que es como lo mínimo. E: bueno, hablame sobre tu proceso en el Calibre. D.C: listo. El proceso del Calibre nace por Paranoia. Calibre nace en el 2006 por una necesidad. Nosotros con Paranoia llevábamos varios años tocando. En 2003 empezamos como a tocar en cualquier parte. Pero realmente nosotros no sentíamos que teníamos un lugar fijo dentro de la escena, porque nosotros tocábamos en Cali Underground en el día que era como el Punk, y nosotros no éramos Punk, pero tocábamos como en esa tendencia, porque tampoco éramos Metal. Éramos más como Punk, pero sin serlo. E: igual el día de Punk incluyen cosas de Reggae… D.C: sí, exacto. Es como el día que ahora ya le llaman alternativo, pero en ese tiempo era más Punk. Y todos los eventos que hacían en la ciudad eran como el Punk Fest o… porque en ese tiempo también había una cinta muy… yo le llamo Neo-Punk, pero ellos le dicen Punk Rock o ese tipo, que es esa corriente medio Blink 182, que a mí no me disgusta, me agrada, pero no estoy como tan enfocado en eso. Entonces el Calibre nace porque o había eventos muy tirados hacia ese tipo de género de Punk o muy Metal, porque acá siempre ha habido una escena Metal fuerte. Digo yo, no sé ahora cómo esté. Pero siempre estábamos esas dos tendencias y nosotros estábamos como en la mitad y no había como… y muchas veces hicimos conciertos con bandas de Punk, pero realmente no nos sentíamos como tan a gusto. Entonces como que Calibre nació porque
había la necesidad de hacer un evento donde nosotros, personalmente hablando, tuviéramos cabida, y a través de los años que estuvimos tocando fuimos conociendo muchas bandas afines o acordes a nosotros. Conocimos a Inmodium, a Los Últimos Románticos, a Dada Noise, entre otras y empezamos a armar un parche y realmente nos tocaba como tirar más a los cuentos del Punk. Entonces en el 2006 surge la idea de hacer un festival del Rock Alternativo. Afortunadamente nosotros somos de la comuna 2, acá donde estamos en Chipichape, que es todo el norte. Conocimos una persona que se llama Danilo Oliveros, que en ese tiempo era como el… el que estaba a cargo de la Biblioteca La Campiña, que es un barrio que queda acá cerca, parte de la comuna 2. Danilo es una persona muy emprendedora y muy enfocado, y con muchas ganas de trabajar con la comunidad en temas culturales. Nos conocimos por cosas de la vida, entonces empezamos a hablar de la banda y todo el cuento y empezamos a hacer cosas, y eso nos fue conectando con más gente y nos conectamos con algunas fundaciones que estaban haciendo proyectos culturales en la comuna y les tiramos la idea y caló muy bien, entonces se creó el Festival de Rock Alternativo y Medio Ambiente: Calibre, en 2006, que fue en el parque de la música. La primera versión fue muy… digamos, muy underground. No fue como ya lo es en este año o en años anteriores. Pero empezó como con algo muy pequeño en el parque de la música. Siempre fue pensando en que fuera ese tipo de evento al aire libre. Desde ahí nace el Calibre y ha tenido varias transformaciones, pero siempre ha tenido como esa visión y esa ruta que es el Rock Alternativo y no salirse de esa dinámica. E: ¿cómo se financia el Calibre? D.C: bueno, el Calibre se ha financiado de varias formas. Pero digamos que ahorita el Calibre se financia con dineros de la comuna. Eso se llama Situado Fiscal. Nosotros hicimos el primer Calibre y seguimos trabajando en la comuna, haciendo actividades y resulta que… mucha gente no sabe, pero en las comunas se manejan Juntas Comunales, de Acción Comunal. Cada barrio tiene un presidente y eso se llama el Comité de Planificación. Son términos que uno va aprendiendo que… este tipo de cosas no son habitadas por jóvenes, porque los jóvenes son muy apáticos al este tipo de cosas, les da pereza. Y uno va a esos espacios y son siempre gente de la tercera edad o señores cuarentones, cincuentones o ya jubilados. Pero uno puede apropiarse de esos espacios, y nosotros nos fuimos apropiando y empezamos a trabajar, y Danilo fue como el gestor cultural de la comuna 2. Entonces empezamos a hacer proyectos y el Comité de Planificación hace anualmente presupuestos de acuerdo a las necesidades de cada barrio de su comuna. Digamos, hablan de la parte ambiental, entonces que necesitamos un parque en tal barrio, entonces aprueban el proyecto y destinan un recurso. Y eso anualmente la Alcaldía tiene que hacer cumplir esos dineros. Mucha gente no sabe eso. Entonces digamos que cada comuna tiene sus cosas y hay un rubro de cultura, donde cada comuna tiene que hacer un plan de cultura para la comunidad. Entonces nosotros nos fuimos metiendo por ahí haciendo varias cosas y hemos logrado que haya un presupuesto fijo para el Calibre dentro de la comuna 2. Entonces eso anualmente… no deja de ser, a pesar que se tiene un dinero, que tampoco es suficiente, porque el festival vale más, porque la idea con el festival es año tras año ir creciendo. Y si no crece por lo menos mantenerse donde se mantuvo y no devolverse. Entonces generalmente siempre ese tipo de cosas debes como ir sumándole presupuesto y ese tipo de cosas. E: y ¿el resto de plata que no cubre lo de la comuna? D.C: se financia con gestión. No tanto patrocinios, porque la empresa privada es un poco reacia al Rock. Yo pienso que nos ha hecho falta un poco de tener como alguien enfocado a vender el concierto a la parte privada. Nosotros somos cinco personas en Calibre. Está Carlos Balcázar, Álvaro Rodríguez, Jean Pierre Lalinde, Danilo Oliveros y Danny Castillo, que soy yo. Somos cinco que somos el grupo de trabajo. Entonces nosotros somos como muy buenos en la parte musical y en la parte de gestión con el Estado, con la parte oficial, pero en la parte privada nos falta. Y eso tiene su cuento, su lenguaje. Nosotros hacemos mucha gestión en torno a la parte
ambiental, entonces hacemos varias cosas dentro del Calibre. Pero a una empresa privada no les interesa nada de eso. “-Es que vamos a limpiar el Río Cali –sí, a mí no me importa eso ¿cuánta gente va a ver mi marca o a cuánta gente le voy a vender mi producto?”. Eso es lo que realmente le interesa a la empresa privada. Y es válido. Si van a invertir un dinero es para que su empresa se vea reflejada. Entonces como que ese lenguaje no lo hemos manejado, entonces nos ha faltado un poco. Entonces hemos hecho la gestión netamente pública. Secretaría de Cultura, Secretaría de Salud, Secretaría de Gobierno, Secretaría de Deporte, los diferentes estamentos… la Gobernación. Como todo ese tipo de cosas es que nosotros tratamos… la Red de Bibliotecas, porque Calibre también tiene algo muy chévere y es que la entrada al Festival es donando un libro. Digamos que es algo simbólico como cobrar algo, pero finalmente cualquier persona tiene un libro sin usar en la casa, entonces tratamos como que saquen ese libro que no van a volver a leer, que lo donen y nosotros lo donamos a las bibliotecas públicas de la ciudad. E: ¿considerás que las políticas públicas de las últimas alcaldías han facilitado o dificultado hacer Rock en Cali? D.C: yo digo que siempre lo dificultan, porque es que acá no hay como un apoyo concreto hacia el Rock. Aquí, aparte de que está bien estigmatizado el género, aquí la gente… es triste, pero acá todavía estamos atrasados, que la gente todavía cree que el Rock es drogadicción y es satanismo y un montón de cosas que no tienen nada que ver. Hay como un estigma bien grande sobre el género, sobre el roquero. Y de hecho vos los ves en cualquier parte. Una persona con barba y con el pelo largo no puede pedir trabajo en un banco, no puede pedir trabajo en otro lado. Estamos enormemente atrasados en ese sentido. Y la parte oficial no se queda atrás. Digamos que el apoyo que ellos le dan a esto es “démosle dinero para que haga un concierto”, pero no hay un apoyo real sobre la situación y la escena roquera de la ciudad, porque es que aparte de que hay bandas, hay mucha gente alrededor. Hay estudios de grabación, hay salas de ensayo, hay bares, hay productores, hay diseñadores, hay gente que camella el video. Realmente es una industria cultural que debe ser vista con buenos ojos y que es una industria que puede dar mucho dinero, porque en el mundo, de la música que más da dinero es el rock, solamente que acá tienen otra visión, aparte de que Cali tiene el título de Capital de la Salsa. Pero es triste porque acá ni siquiera las bandas de salsa de la ciudad las apoyan. Salvo el Grupo Niche y los que han tocado en el Grupo Niche, pero de resto ¿qué otras bandas hay reconocidas de Salsa en la ciudad? Muy pocas. Como que ¿vamos a ser la capital mundial de la Salsa? Aquí tenemos que exportar artistas cada dos meses y ni eso. Entonces ¿cómo es el cuento acá? Como que realmente a la parte oficial le hace falta un poquito más de apoyo al tema de la música, porque realmente yo creo que es algo que le pasa a todos. E: ahorita me mencionabas que hay estudios, que hay salas de ensayo, que hay bares ¿podés identificar más o menos qué estudios, qué salas de ensayo, qué zonas donde haya bares de rock? D.C: por lo menos acá, estudios de grabación hay en todas partes. Hay en el sur, hay en el norte, hay en el oeste. En el oriente debe haber; yo no los conozco. Pero digamos que enfocados al Rock, sur y norte. El tema de los bares es algo como complicado. Bares hay por el sector de la 66 con Pasoancho y Autopista. Hay varios bares, pero tienen sus condiciones que a mí me parecen como que no, no voy de acuerdo con eso. E: ¿qué tipo de condiciones? D.C: aparte de que hay, yo lo digo de una forma cómica, hay como una mafia entre los músicos, porque los que tocan en El Faro, tocan en Ruta y se cambian, y se turnan y un día tocan acá y otro acá, y es un círculo bien cerrado. No le dan como la opción a nuevos o es bien complicado entrar allí. No es imposible pero es bien complicado. Tienen sus condiciones de que… primero, solamente chisga, solamente covers, algunos solamente música en inglés. Los pagos a veces no son muy buenos y lo peor de todo es que esos bares no tienen la infraestructura técnica para los
grupos. Me explico: a los grupos, aparte de que les pagan poco por tocar, tienen que llevar sus propios instrumentos. Entonces al baterista le pagan 80 mil pesos y tiene que pagarse un taxi desde no sé donde hasta el bar, para llevar toda su batería, porque el bar no tiene batería. Entonces ahí… digamos que viva cerca, son 10 mil, 15 mil pesos de taxi. Porque si es muy de buenas le cabe la batería en un solo taxi. Aparte de eso, el bajista y el guitarrista y todos, tienen que llevar los amplificadores, los instrumentos. Aparte de eso, se acaba el show y tienen que hacer lo mismo y regresar sus instrumentos. Entonces yo no sé cómo hacen. E: en la zona del norte ¿identificás algún punto donde haya Rock en vivo? Digamos, en Granada ya me han hablado que está Martyn’s, Bourbon St., La Estación. ¿Alguna otra zona acá en el norte? D.C: No, esa es como la zona. Existe una zona, pero es más pequeñita. Es por el lado de la quinta, donde está Lennon, La Mancha, Segundo Nivel. Ahí suele haber bandas en vivo, sobre todo en La Mancha. Pero no, básicamente son como los bares que mueven como el cuento acá. E: bueno, ya para cerrar ¿cómo es una semana típica tuya? D.C: una semana mía es ir a dar clase, a trabajar. Bueno, no te contaba algo, es que yo hago parte de algo que desde Calibre, que empezamos a trabajar, después nos conocimos con otras personas que hacían como eventos similares y se formó el Movimiento Rock Cali, que es una fundación. Entonces con también con ellos yo trabajo, y un día normal es también reunirme con ellos, planear cosas para este año. Por decir algo, ahorita estamos planeando, creo que vamos a traer a… aunque esto es como medio primicia, pero ya pronto va a salir. Creo que vamos a traer a Café Tacuba, ahorita en abril, un concierto acá en la ciudad. El año pasado trajimos a Manu Chao… pues no nosotros, fue como una alianza entre varias personas, pero digamos que nosotros estábamos a cargo de eso acá. Trajimos a Manu Chao, luego trabajamos con Enrique Búnbury, que también vino acá. Este año vamos a arrancar con Café Tacuba, si todo sale bien. Y esperemos que sí. Entonces mi semana está entre reuniones de Calibre, del Movimiento Rock, ensayos de Paranoia, ir a dar clase a la academia, a veces doy clases particulares. Y finalmente cada semana tiene como su afán. A veces hay semanas que es muy normal, otras que toca correr mucho en hacer muchas cosas. E: contame sobre Movimiento Rock. D.C: a ver, Movimiento Rock es una idea que nace en el 2009 a raíz del último Cali Underground. Hubieron muchas críticas a ese concierto, entonces después de eso recibimos una invitación de que se estaba formando una idea de empezar a… la gente que camellaba en eventos de la ciudad, empezáramos a hacer como una mesa de trabajo, para unir fuerzas y como hacer una sinergia para que todo fuera mejor. Porque anteriormente era complicado el acceso a la Secretaría de Cultura y eso era como cada uno tirando por su lado. Entonces como que vamos a unirnos y vamos a camellar por un bien común. Entonces nos empezamos a reunir varias personas, entre ellos Edwin Villarreal, que hace la Cruzada del Fuego, que es un evento de Metal; Durán Gómez y Edgardo Materón, que hacen otro evento que se llama Cali Gothic; también Sandra Hernández, que hace un evento o proceso que se llama Rockópolis, que es un concurso de cantantes de Rock; está Andrés Guzmán de la Rockomotora, que también hace un concierto y hace un compilado de música… E: ¿la Rockomotora sigue funcionando? D.C: sí. Lo que pasa es que no ha podido volver a hacer el evento, pero sí, él sigue. Y Calibre. Entonces seguimos trabajando y se creó el Movimiento Rock Cali, y posteriormente de formó una fundación. Sandra Hernández, de Rockópolis, se distanció, se retiró. Y estamos desde el 2010 trabajando nosotros en pro de varias cosas. Nosotros trabajamos en pro de la cultura Rock de la ciudad, y eso tenemos que abordarlo desde varios puntos. Nosotros empezamos porque
hacemos conciertos. Entonces tratamos de mantener nuestros conciertos, pero a la vez también tratamos de generar conciertos masivos en la ciudad y traer artistas de nombre. Porque en la ciudad hay una gran problemática, es que el público de Cali se ha acostumbrado o nunca se acostumbró a pagar. La gente es muy difícil que te pague por un evento. Entonces eso perjudica a todo el mundo, perjudica al empresario, perjudica a las bandas, perjudica a los músicos, perjudica hasta el mismo público, porque desde hace muchos años los empresarios han dejado de mirar a Cali, porque Cali no es una ciudad rentable. Yo no puedo traer a un artista que cueste 60 mil dólares y tengo que cobrar la boleta a 100 mil pesos, porque es que si no me voy a quiebra, y la gente no te paga. Entonces la gente dice “yo no voy a llevar nada a Cali, porque en Cali no pasa nada”. Y hasta hace unos años pasaba así. El año pasado que empezamos a hacer cosas, que trajimos a Manu Chao… hace muchos años yo no veía en Cali un concierto tan lleno, pagando. Manu Chao fue un evento que había mucha gente. La cifra oficial fue que se vendieron 5.004 boletas. Y eso para Cali es una cifra que es grande y que Manu Chao es un artista que no está pegando ahora. O sea, vino con un pasado, porque no es el artista que esté sonando, no era un artista de moda, y se metieron 5.004 personas. Había más gente. Yo creo que había por ahí seis mil, porque habían invitados, gente que se ganó boleta, infiltrados, más la gente de seguridad. Había más de seis mil personas. Pero la cifra sí fue que se vendieron 5.004 boletas. Entonces eso ha hecho que empiece otra vez la dinámica de los empresarios a mirar a Cali como que sí se puede generar ese tipo de espacios, y lo más importante con esto es que la gente tiene que aprender a pagar por el espectáculo. Acá es triste, pero acá se hace un concierto de bandas locales y la gente no paga ni cinco mil pesos, no paga. Prefiere ir y quedarse afuera o no ir. Entonces es algo que también perjudica mucho a las bandas, porque si la gente no consume, es muy difícil que una banda pueda subsistir, porque una banda necesita vender música, necesita vender entradas, necesita vender camisetas, porque realmente es una industria. Entonces el Movimiento Rock trata de hacer todo eso y ahorita estamos trabajando, a parte de los conciertos privados, de hacer conciertos de nuestros procesos, estamos trabajando en un Proyecto de Acuerdo, ante el consejo de Cali, para poder que se institucionalice un proceso de Rock en la ciudad. ¿Eso qué quiere decir? Nosotros le hemos llamado el Pazífico Rock, que es la idea de hacer un gran concierto, estilo Rock al Parque, en la ciudad. Pero no al pie de la letra del Rock al Parque, sino que conlleve a más cosas y genere realmente una industria cultural, a través del Rock. Entonces le estamos como jalando a eso. Nos hemos metido un poco con la parte política, porque realmente nos hemos dado cuenta de que este tipo de procesos, si no se respaldan con políticos, con concejales, con gente que está en ese cuento, no se toma en serio. Entonces lo que estamos tratando de hacer con el proyecto de acuerdo es que se institucionalice el Pazífico Rock. ¿qué quiere decir eso? Que se vuelve como una ley. Entonces puede ser el alcalde que sea, pero tiene que cumplirlo, porque si no es… puede ir a la cárcel. Está en el Plan de Desarrollo. De hecho, nosotros hicimos un logro el año pasado que fue meter en el Plan de Desarrollo 20132016, en la parte de cultura, tener un párrafo que dice “apoyo al circuito de festivales Pazífico Rock”. Eso implica que, sean 10 o 20 pesos, o 100 millones o 1000 millones, lo que sea, el secretario tiene que asignarle un presupuesto a eso. Y es un poco lo que pasa con el Petronio Álvarez y con la Feria de Cali, acá no puede llegar un alcalde a tumbar el Petronio o la Feria. No puede. Aparte que la gente ya sabe la dinámica, no pueden hacerlo, porque ya está en la ley. Entonces el Proyecto de Acuerdo lo que quiere hacer es reforzar ese Plan de Desarrollo, porque finalmente es un Plan que va hasta el periodo del alcalde Rodrigo Guerrero. Después llegará otro, entonces pasaría lo mismo. Queremos reforzar, estamos trabajando en eso. Vamos a presentar el proyecto en Marzo, y la idea es que la gente nos apoye, porque nosotros somos los ponentes, pero realmente esto es algo para la ciudad. No es algo como para nosotros únicamente, como algunas personas quieren hacerlo ver. Esto es algo más para la ciudad, para trabajar en pro de todo esto. Y es algo que se ha hecho, que Rock al Parque ya tiene, porque alguien no puede venir a quitar el Petronio, tampoco puede hacer alguien lo mismo en Bogotá con el Rock al
Parque. De hecho se vuelve tan masivo, que ni la misma comunidad dejaría que quitaran esos espacios. E: ¿algo que querás agregar? D.C: no, nada. Realmente muy bacano… yo soy muy abierto a este tipo de cosas, porque me parece que es importante crear industria y crear historia en el Rock, porque a Cali le hace mucha falta. Acá hay gente muy talentosa. Yo conozco grupos muy buenos, con ideas muy buenas. Obviamente en Cali falta algo y es que los grupos se tienen que tomar un poquito más en serio las cosas e invertirle un poco más, y creérsela un poco más. Entonces, nada, bacano este tipo de cosas, porque uno tiene que dar su granito de arena a este proceso, que es el que uno lleva en la sangre, que es el Rock y pues hay que seguir camellandole.
6.3. Entrevista a David Corkidi, guitarrista de Krönös y productor musical. Viernes 15 de febrero, 11:30 am en Unicentro. E: bueno ¿vos qué formación tenés? David Corkidi: qué formación… E: en general. D.C: bueno, yo estudié guitarra clásica, teoría de la música y solfeo con el difunto y muy querido maestro Cicerón Marmolejo, que fue profesor de Ricardo Cobo, de… yo creo que toda la camada de músicos de escuela de los 70s, 80s y 90s pasamos por Cicerón, por la academia de él. Además de eso estudié Administración de Empresas. E: y ¿a qué te dedicás en este momento? D.C: bueno, en este momento yo tengo una inmobiliaria que es el negocio, al lado de Krönös, que es un proyecto de vida… Krönös ya va a cumplir, dentro de poquito, 30 años de labores. Me dedico a eso, a la música. En una época estuve haciendo música para radio y televisión. Desde el año 94 tengo un estudio de grabación y estaba metido en la producción y grabación y composición. Ahora de nuevo estamos terminando… estamos listos para atender a todas las bandas de Rock. O sea, aparte de la inmobiliaria y de Krönös, la parte de producción. E: bueno, contame en este momento Krönös cómo funciona como proyecto. ¿cómo se sostiene, en qué tiene gastos? D.C: bueno, Krönös es un proyecto de vida como te decía. No es un proyecto que está arrancando de cero, lo cual de cierta manera facilita su funcionamiento. Tiene una infraestructura, desde hace mucho años, en equipos, en planta y pues también tiene una historia que lo respalda, que de cierta manera nos facilita a veces la llegada a diferentes lugares. Pero Krönös es un proyecto que se auto-sostiene, por así decirlo. Nosotros grabamos un disco hace un año y medio. En este momento ya estamos en la etapa de conciertos al público, estuvimos primero en la parte promocional y conciertos promocionales. Ahorita ya estamos haciendo la parte de conciertos… E: ¿cuál es esa diferencia entre los promocionales y los conciertos? D.C: bueno, cuando vos estás en la etapa promocional visitas medios, medios escritos, medios visuales, medios de radio, televisión. Entonces a veces hay conciertos o toques de televisión o toques que, por ejemplo, vas a una ciudad y haces una campaña promocional, entonces hacemos una presentación de medios en algún lugar. De pronto hay uno que otro invitado… fan, por la página, por las páginas, alguna campaña que uno hace, pero básicamente son presentaciones dirigidas a los medios.
E: bien y ¿aquí en la ciudad de Cali a qué tipo de medios podría acudir una banda de Rock para promocionarse? D.C: no, hoy en día medios es lo que hay. Yo lo que le sugiero a una banda… lo que pasa es que por lo general las bandas no tienen dinero cuando están empezando. Pero tiene que enfocarse, sobre todo hoy por hoy como funcionan las cosas, tienen que enfocarse como una empresa. Lo ideal es que haya una persona que esté encargada de todas las redes. Hoy todo se mueve en las redes. A través de internet vos podés hacer demasiado. Pero es un trabajo muy dispendioso. Nosotros también lo aprendimos un poco tarde, porque no éramos de esta era, pero es indispensable tener una persona que esté trabajando y que esté moviendo toda esa parte. Y bueno, si la banda funciona como una empresa, tiene que haber… si no hay un manager o un management, o una empresa de booking, que esté ayudándole a la banda a concertar ese tipo de situaciones o de negocios, pues lo tiene que hacer alguien de la banda. Hoy en día está muy implantado como el do it yourself. Antes vos grababas… que eso nos tocó a nosotros… firmabas un contrato con una disquera y la disquera te grababa, hacía una inversión en tu banda o en tu producto, y ellos tenían que salir a venderlo. Hoy en día le toca a los artistas hacerlo, hacer su banda, hacer todo, desde… E: tocar, manejar redes, conseguir los toques. D.C: manejar redes, ensayos, equipos… manejar la banda como una empresa para que pueda salir adelante porque es difícil. E: ¿quiénes conforman Krönös? Aparte de los músicos que están ahí. ¿hay un equipo atrás? D.C: sí. Nosotros en la parte de Booking estamos desde el año pasado trabajando activamente con Stormblaze. Stormblaze es una empresa colombiana que tiene su sede en Inglaterra también. Ellos son muy activos. Nicolás López es el manager CEO de Stormblaze. Es un tipo que está dedicado de tiempo completo al management y al booking, y es muy activo en Europa y en todo América. Y en la parte de prensa pues hemos trabajado en cada ciudad con una persona. En Bogotá contratamos a una persona, en Medellín otra, aquí en Cali otra. En este momento tenemos una persona que está dedicada solamente al trabajo de redes. Para la parte de imagen de la banda trabajamos con RWM Estudios. Con ellos hicimos toda la parte de imagen de la banda, imagen fotográfica, imagen de todo el trabajo. La página web también nos la diseñó Evans, RWM Estudios, porque la idea era salir con un producto homogéneo, no que las fotos te las hiciera una persona y… creo que es la primer vez que Krönös trabaja de esta forma, que con una sola persona hacemos toda la parte de imagen. La producción la hicimos al lado de Germán Villacorta, que ha trabajado con Ozzy Osbourne, Alice Cooper, Metallica, Tony Iommi de Black Sabbath, George Lynch de Dokken, Zakk Wylde, ha estado nominado al Grammy como 5 veces. Para este trabajo yo quise hacer las cosas como siempre pensé que se tenían que hacer, tener una persona en cada área que le diera a la banda lo que la banda necesita. E: ¿cómo son los ingresos de Krönös para cubrir estos gastos? P.B: bueno, al comienzo es una inversión, como una empresa. Hay que hacer inversión de capital para poder hacer una página web, así mismo la producción, todo lo que necesités. Todo eso hay que hacer una inversión y después la recuperación viene a través de los conciertos. E: ¿los conciertos dan para mantener activamente a la persona que maneja redes y todo estos gastos? P.B: hay que trabajar mucho. No es fácil, pero sí da, pero hay que trabajar bastante en eso. Si no te ponés las pilas a trabajar en eso, difícilmente podés lograrlo. E: vos ahora me decías de con quién grabaste el último disco ¿en dónde lo grabaron?
P.B: el disco lo grabamos aquí en Cali, con toda la tecnología que vamos a tener a disposición. Lo grabamos en el Dial Estudio, pero llevamos toda la tecnología de nosotros allá, que eso va a estar a disposición de todas las bandas que quieran venir a producirse aquí en nuestro estudio. La mezcla la hizo Germán en Los Ángeles y la masterización la hizo Dave Collins, que es quien masteriza a Mötley Crüe, Madona, Police, Sting. E: cuando empiece a funcionar el estudio ¿más o menos qué tarifas estarían manejando? P.B: mirá, las tarifas yo creo que… no hemos hecho todavía un consenso en esa parte, pero yo creo que van a ser unas tarifas competitivas. De todas maneras lo que la gente va a tener a disposición en el estudio, no lo va a encontrar en otras partes, porque es una tecnología de punta a todo nivel, o sea, amplificadores, variedades de todo. Porque la idea es ayudarle a las bandas también y que se den cuenta la diferencia. Si tú le vas a grabar un álbum a una banda que está empezando y ellos traen sus propios equipos, pues no va a sonar tan bien. Entonces la idea es tener, no solamente un buen estudio, sino tener a disposición todas las herramientas que necesita una banda a la hora de producir. Desde una batería, platillos, que viste sacar de una caja ahora… todo, guitarras, bajos, amplificadores de todos los estilos. Así mismo el estudio va a estar dotado de microfonería, desde equipos vintage clásicos, desde los años 70s para acá. E: o sea, un estudio robusto. D.C: sí, la verdad es que sí. E: ¿Krönös cuando toca, en qué tipo de lugares ha tocado? D.C: en todo lado. O sea, desde festivales como Altavoz y Rock al Parque, hasta festivales privados que organizan empresarios, toques privados en diferentes ciudades, circuitos de bares en las ciudades más importantes, como Bogotá, Medellín y Cali… E: y aquí en Cali ¿en qué lugares han tocado ustedes y qué lugares podría llegar a tocar una banda? D.C: mirá, hay muchísimos lugares donde tocan grupos, a los que nosotros no hemos ido. Pero nada más la 66 hay un circuito de bares interesantes, está El Faro, está Ruta 66, Arkham, creo que también en Toflo… E: creo que Toflo ya está cerrado… D.C: está La Mancha, que es en la quinta como más céntrico. También por ahí hay uno que se llama Rock City, algo así. (E: ¿en qué parte?) ahí más arribita, como por las cascadas de la quinta. En Granada hay un súper bar que se llama La Estación. Tocamos ahí en diciembre, muy lindo. Es tipo Hard Rock Café, muy parecido a Ruta. También está en Granada Bourbon St. Y al frente está… bueno, se nos va el nombre. Más al nororiente está Barloventhus… ahí hemos tocado un par de veces. Palermo también es un sitio en la 44. Yo nunca he tocado y no lo conozco. Pero hay muchísimos bares. Hoy en día, a diferencia de cuando nosotros empezamos, ya las bandas tocan en los bares. Eso hubiera sido perfecto para nosotros en su momento, pero pues no había. E: ¿qué creés vos que le falta al Rock en Cali? D.C: al Rock en Cali le falta profesionalizarse en todo sentido, como ya lo han hecho en Bogotá y lo están haciendo en Medellín. Hoy en día hay una ventaja que no había hace unos 15 o 20 años atrás, hoy en día hay una oferta de equipos musicales muy grandes y los músicos están acostumbrados aquí a tocar con cualquier cosa. Tienen que empezar desde lo más personal que es estudiar, volverse mejores músicos, hasta trabajar su sonido, porque el sonido es como la vestimenta de un músico. Si tenés un buen sonido, saliste bien a la calle, si tenés un mal sonido es como que salgás con la ropa sucia o arrugada. Profesionalizarse como bandas, como artistas. Organizarse. Por ejemplo ahorita la mesa de concertación de la Secretaría de Cultura, dentro de sus procesos formativos hizo una convocatoria para que las bandas que habían aquí en Cali, de
los diferentes estilos, participaran y tocaran en el Cálido Rock y se ganaran un dinerito. La mayor sorpresa es que dentro de los requisitos que se les pidió a las bandas, la gran mayoría no los tenía. La gran mayoría no tienen un demo bien hecho, no tienen un estudio fotográfico, no tienen un montón de cositas que son indispensables para que una banda se pueda vender, porque es como que vos tengás un producto y no tengás un brochure, un mostrario. Se tienen que profesionalizar en todo sentido. A la hora de ir a hacer un demo¸ no buscar lo más barato y lo más económico. Ese es el gran pecado que tiene Cali, que a mí como pionero del Rock en la ciudad, cada vez que voy de promoción en las diferentes ciudades me dicen “¿qué pasa con el Rock de Cali?”. ¿por qué? Porque hay cosas interesantes, pero no tienen la calidad para que suenen en la radio en estas otras ciudades, y difícilmente aquí en Cali también lo hacen. Porque hay que empezar a hacer el esfuerzo de empezar a hacer productos más profesionales. Se pueden hacer. Obviamente cuesta un poco más, pero vos no necesitás hacer un súper álbum de 13 canciones para empezar, vos podés hacer un demo de dos canciones, podés grabar una canción muy bien grabada. Obviamente si uno tiene un repertorio variado, pues puede hacer unas cuatro canciones. Grabarlas en un muy buen estudio. Siempre trabajar con un productor, siempre buscar un productor. Las grandes bandas lo siguen haciendo. Si una banda como Kiss, como Van Halen, que llevan toda la vida, como Black Sabbath, Rolling Stones todavía graban un disco con un productor, es por algo. La idea de trabajar con un productor no es porque vos no lo podás hacer solo. El productor es una persona que va a mirar objetivamente el trabajo de la banda y lo va a potenciar, lo va a llevar a un punto donde la banda, por obvias razones, porque son sus propias canciones, de pronto no son totalmente objetivos. Ahora, no necesariamente todo el mundo es un buen productor. Hay músicos que son grandes productores, pero no son grandes intérpretes. Entonces la gente que produce, produce por su experiencia y también lo hace porque ha hecho cosas que han tenido un éxito. Ahora, el gran problema que nos ha traído la tecnología es que cualquiera puede hacer una grabación, entonces todos los músicos aprendieron a manejar un software y todos se creen productores. Entonces siempre hay que trabajar con un productor, y el productor tiene que ser un productor acorde al estilo de música que querés hacer. No vas a trabajar con un productor de Salsa o de Vallenatos o de Pop un disco de Heavy. Eso más o menos es como la directriz que una banda tiene que tener, y una vez tenés tu demo que suena bien, preocupate por la parte visual. E: claro, es un producto completo. No es sólo lo que suena en el equipo de sonido, sino que es todo un paquete. D.C: hay bandas que ya lo están haciendo, pero el grueso de las bandas aquí en Cali, en el Valle, a diferencia de las bandas en Bogotá y en Medellín, y una que otra en una ciudad así, a las bandas de Cali les falta mucho eso. E: ¿cómo ves vos al público de Cali, al público roquero? D.C: el público roquero de Cali es un público chévere, es un público que va y disfruta de los conciertos, pero tiene el problema que está teniendo todo el público aquí en Colombia y en el resto de Latinoamérica. Los festivales gratuitos están acabando con la escena. ¿qué pasa? Que las alcaldías y las secretarías de cultura están destinando unos fondos para hacer unos festivales y por leyes y cosas esos festivales deben de ser gratuitos, y por ahí empezó el problema, entonces la gente que trabaja en el medio va a buscar esos fondos para lucrarse y hace las cosas de alguna manera y el que está perjudicado es el músico, porque no se paga por ir a ver un espectáculo. Se perdió esa cultura, yo siento que se ha perdido la cultura de pagar por ver un espectáculo. Entonces si no se paga por ver un espectáculo ¿de qué vive el músico? Es más o menos un poquito así la cosa. Ahora, la situación del Rock, por así decirlo, a nivel mundial está tan complicada que hay una afluencia de bandas internacionales tan grande, que también le ha perjudicado la escena a las bandas nacionales. Ahora te tenés que partir la torta con las bandas que vienen de afuera y que cobran muchísimo menos que las bandas de acá.
E: o en algunos casos que cobran muchísimo más, pero son la banda a la que la gente va. D.C: muy pocos casos. E: las bandas grandes. D.C: exacto. E: la gente no te paga 10 lucas por ver una banda en la ciudad, pero te pagan 350 para ver a Metallica. D.C: exacto, pero por ejemplo vienen bandas internacionales que son buenas, que vienen por todo Suramérica y que te hacen conciertos de 500 dólares y de 800 dólares o de mil dólares y pues para ellos, ellos están haciendo varios conciertos en diferentes ciudades en el mismo país. Pero eso no es bueno para la escena roquera. E: ¿cuánto más o menos cobra Krönös por una presentación? D.C: el día que vayamos a hacer un contrato hablamos de ese tema. Pero obedece... para no cortarte así, obedece a muchas cosas. Cuando nosotros vamos a hacer una presentación, depende del tipo de concierto hay una medio tarifa… hay un mínimo que de ahí no nos podemos bajar porque Krönös tiene un personal, o sea, tenemos un ingeniero de sonido, de sala, ingenieros de monitores, ingeniero de luces, cuando lo amerita, porque cuando vamos a tocar en un bar muy pequeño, obvias al ingeniero de monitores y el ingeniero de luces. Tenemos un personal de producción, aquí el señor Edwin es el Stage Manager de Krönös y si vamos a un concierto grande hay que llevar a más gente de escenario. Si nos movilizamos por nuestra cuenta también hay que contar con la gente que siempre trabajamos para transporte. Entonces hay unos gastos fijos antes que haya una utilidad, y eso lo proyectamos depende del concierto. Si vamos a tocar en un bar de 100 personas y 300 personas es lo mismo, pero si vamos a tocar en un bar de 500 a 800 personas, la banda obtiene otro precio. Si vamos a tocar en un sitio de 800 personas para arriba, la banda tiene otro precio, porque va todo de acuerdo a la capacidad de convocatoria que tenga la banda. También si vas a tocar a un festival grande, pues ya son como unas tarifas que tienen los festivales para los invitados nacionales. Si te busca un empresario para hacer un toque particular, es otro tipo de show. Pero más o menos sí hay… pero no hay una tarifa rígida. E: ¿vos cómo percibís que hayan impactado las políticas públicas al Rock en la ciudad? Ya mencionas lo de los conciertos gratis, que pueden haber mal acostumbrado al público. ¿en qué otros sentidos puede haber afectado y en qué sentido puede haber ayudado? D.C: mirá, ha afectado en el sentido de lo que hablábamos, que ya la gente para ver las bandas no paga una boleta, entonces si vos ves en un festival a una banda, la banda no puede volver a tocar en Cali en los siguientes meses, a menos que sea una banda que tenga mucha acogida. La calidad de los eventos también ha bajado mucho por eso mismo, porque nunca hay un presupuesto decente como para hacer un evento. Yo quisiera ver aquí en Cali un escenario como el que hay en Rock al Parque o en Altavoz. ¿por qué no? Pero aquí no se pueden hacer ese tipo de eventos por presupuesto. E: ¿qué potencialidades puede tener el Rock en la ciudad? D.C: eso es relativo a proyectos que la gente haga… el potencial siempre va a estar implícito en todo lo que vos haces. De ahí en adelante estará sensible a las cosas que estén pasando en el momento a su alrededor. Pero yo creo que la escena como tal ha crecido, no solamente la escena de bares, toda la industria alrededor de la música y del Rock ha crecido, la moda, los tatuajes, los bares, la cantidad de bandas que hay, la cantidad de estudios de grabación que hay. E: contame sobre la oferta de estudios que hay ¿qué estudios conocés que graben Rock?
D.C: mirá, hay muchísimos que yo conozco. Yo, realmente, si fuera a grabar un disco de Krönös, sólo hay dos lugares en los que lo puedo grabar aquí en Cali, que es el Dial y el estudio de nosotros. E: ¿Dial dónde queda? D.C: queda en Tequendama. E: bueno, no sé si querés agregar algo para cerrar. D.C: no, yo creo que hemos hablado más o menos de todo. ¿qué se te ocurre a vos? E: creo que hemos cubierto todos los temas de la entrevista. 6.4. Entrevista a David Mosquera, guitarrista/DJ de Liquidelic. Entrevistador: ¿qué actividades relacionadas con la música prácticas actualmente? David Mosquera: bueno, yo compongo música, toco con la banda. Entrevistador: ¿hacés otras cosas que tengan que ver con música, que no sea lo que tiene que ver con la banda, con Liquidelic? David Mosquera: sí. Ahorita estoy trabajando en Imbanaco en un programa que tiene que ver con el buen uso del tiempo libre de niños, pero eso va con bebés como desde los seis meses, más o menos, hasta niños de 10 años. Entonces es un programa de atención psicológica y en ese programa se hace como una especie de intervención. Está relacionado con el fortalecimiento de sus habilidades. Y lo que yo hago con la música es eso. Para ellos yo soy el profe de música, pero yo en específico no estoy enseñando música académica, sino que estoy enseñándole que mediante ese arte ellos puedan desplegar sus potencialidades y puedan descubrir otras formas de percepción y de sentir el mundo mediante el tacto con los instrumentos, mediante el ritmo, que sepan la diferencia entre los tonos. Cada elemento de la música es algo mágico que se puede utilizar de una forma beneficiosa para el ser humano. Entonces en ese lado hago eso y pues les enseño música, porque al final la idea es que estén tocando algo, pero de esta forma. Eso por un lado, por otro lado también he estado metido en la gestión cultural de la música, entonces siempre estoy como atento de lo que sucede. Yo era participante de la mesa de concertación de Rock de la Secretaría, que fue la primera mesa que selecciona aquí en Cali y que hace parte de un proceso de inclusión del Rock a la parte cultural de la ciudad, una forma oficial, porque siempre ha habido una rogadera para poder pedir… para poder sacar presupuesto. Pero eso es una cuestión más allá del presupuesto, porque eso es un proceso de fortalecimiento de una industria. Entonces ahí hubo problema entre personas que están interesadas en el presupuesto y otras que están interesadas en la parte cultural. Eso del presupuesto, por ejemplo, que hagan un festival y no se le pague a las bandas, eso es mal porque las bandas se pasan todo el año trabajando y ellas son las que quieren ese material cultural. E: contame cómo ha sido el proceso de la mesa de concertación. D.M: siempre escogían a un representante y a un suplente, entonces yo en ese momento estaba trabajando como gestor cultural de Cali Underground, y a Cali Underground fue el que seleccionaron con mayor cantidad de votos. Ingresamos al proceso y Alejando Renunció porque se rayó… los motivos son de él, pero sí hay motivos que de alguna forma se les veía venir. Yo seguí ahí y la cuestión era que siempre estaba mediado todo el proceso como por un interés. Yo no quiero hablar de nombres ahora porque a mí no me parece prudente éticamente, pero siempre hubo un interés, entonces la participación no se daba de una forma paralela y equilibrada entre los miembros de la mesa.
E: ¿en qué sentido? D.M: en que había mucha discusión, de que no se había llegado a nada, ningún acuerdo y como que se veían cosas que no eran muy buenas por venir. Entonces muchos actores renunciaron de la mesa y ahora hicieron este concierto en el que pusieron a Krönös… (E: el Calidorock) El Calidorock… (E: Krönös, Fresquet y Ekhymosis) y pusieron muchos otros grupos, y los nuevos grupos de Cali… salieron dos grupos que son prácticamente el mismo, Fresquet y Krönös, y a Ekhymosis se le pago una gran cantidad de plata y ahí hay un bochinche tenaz, porque se supone que se le pagaron 12 millones de pesos, pero Ekhymosis iba a cobrar 5 y al final terminaron cobrando 8, y ahí estuvo metida solamente una persona de la mesa [nombre omitido]. Entonces imagínese la vaina. Ensuciarse las manos no aguanta. Y bueno, aquí a nivel político, el Rock está mediado por concejales que están muy interesados en hacer eso y eso es bueno por un lado y por otro no, porque le da sólo la participación a unos actores en esa gestión. Y eso tiene que ver con el circuito de conciertos Pazífico Rock, porque cuando hicieron el Plan Decenal de Desarrollo de la región, se presentó otro proyecto por parte de la mesa para fortalecer el Cluster del Rock y sólo se seleccionó el proyecto del Pazífico Rock al que le va todo el dinero, cuando en la mesa están todos los participantes. Y desde ahí empezó la discusión. E: ya. Contame su proceso como gestor del Cali Underground. D.M: Mi función era en esencia escribir el proyecto, el marco lógico y estar atento de eso, y eso fue lo que yo hice. E: ya ¿cómo llegaste al Underground? D.M: llegué con Alejandro que ya me conocía y ya venía de trabajar en otras instituciones en las que estaba coordinando proyectos de forma cultural y también de forma educativa, y el Cali Underground es un proyecto que más que un concierto es un proceso educativo para las bandas. Entonces eso está relacionado con la forma de seleccionar las bandas y con todo lo que sucede alrededor de eso. Nosotros alcanzamos a hacer la convocatoria y alcanzamos a hacer las audiciones, que fueron tres días como de 60 bandas, una tras otra, un solo ajetreo. Y yo lo que hacía ahí era como estar atento desde la parte del Stage Manager a cómo era el manejo de ellos antes de la tarima, que es una parte vital de un buen músico, porque si no llegan a tiempo o no están preparados, o están borrachos, o están muy tensos o algo pasa. Eso suele pasar mucho acá, las personas no lo toman en serio. Hubo una banda que estaba montada y el bajista no llegó y pues no pude dejarlos subir a tocar. E: Contame cómo funciona el Underground desde la gestión previa hasta el momento en que las bandas tocan. D.M: yo entré al Cali Underground en febrero del año pasado y lo que pasa es que para poder radicar un proyecto hay que hacerlo desde antes. Entonces este año fue la gestión de poder financiarlo desde otros mecanismos dentro de la secretaría y por organismos internacionales. Pero nosotros habíamos gestionado el proyecto ya con una secretaria que fue Sandra de las Lajas y ella duró apenas seis meses, y cuando nosotros teníamos la reunión que era en junio, para definir el presupuesto, ella había renunciado. Eso se supone que ella debía haberlo dejado planeado para que no se vieran afectados los procesos por culpa de los representantes. Yo no sé qué tanto le paso a esa señora, pero yo sé que no hubo organización ni la seriedad. E: festivales como el Cali Underground ¿cómo se financian? D.M: como es un proceso de ciudad, está metida también la administración, pero puede hacerse de manera pública y privada. Y la forma privada está también regida por poder tener un capital de financiación, sea propio o también se puede hacer de forma pública, con un capital de financiación de empresas por Responsabilidad Social, o una forma privada con capital de empresas que quieran ganar plata, pero eso es mucho más complicado porque si no, tendríamos
la de conciertos acá. Las empresas invierten en otros géneros, no en Rock, porque el Rock lo ven como… la gente al parecer no paga mucho por ir a ver Rock. Pagan más es por ver Reggaetón o Salsa, aunque hay muchos roqueros en la ciudad y se van a ver las bandas a otros lados. E: contame cuáles son las condiciones que se les exigen y se les dan a una banda que toca en un concierto como el Underground. D.M: las condiciones de exigencia son de compromiso, que se note el compromiso con el proceso; de composición, que se note como la originalidad del proyecto; la ejecución, cómo lo tocan, el manejo de tarima; cómo se prepara antes de montarse al escenario, qué tan rápidos son montándose al escenario. La idea de una banda es que pueda tocar con muy buen sonido, pero para poder llegar allá uno tiene que tener un espacio, poder haberse ganado ese sonido y poder uno mismo efectuarlo. Para eso uno ve si tienen ingenieros de sonido, pero si el ingeniero de sonido sabe cómo es la vuelta, en 15 minutos lo tiene. Entonces ejecución, composición, originalidad, compromiso, manejo de imagen, que tiene que ver con redes sociales, community management de la banda, con la propia imagen del diseño gráfico que ellos tengan, su concepto visual, porque una banda también se ve. Y tiene que tener las canciones grabadas, tiene que tener por lo menos un video. Pero ahora no sé cómo sea, ya las bandas están seleccionadas y la idea es que van a hacer el concierto gratuito. Yo me salí para poderme dedicar del todo a la música, porque la gestión cultural… logré hacer el proyecto, hablar con los mecanismos que están, pero Alejandro era el que estaba haciendo eso y el tenía su cuestión desde antes. E: el Undeground, y no sé si funciona también en otros festivales, ¿Qué les da a los músicos? D.M: este año la idea era pagarle a cada banda un millón de pesos. En el Calidorock se le pagó a cada uno un millón de pesos. Yo me imagino que en Rock al Parque le han de pagar a las bandas, no estoy seguro. Por lo general los viáticos, que tienen un espacio para conocerse. Las bandas más que todo van por la multitud. La multitud es lo que paga, porque una banda que tenga seguidores… para poder tener seguidores tiene que tocar. Más allá del Streaming, el streaming sirve, pero los seguidores se realizan en el escenario. E: y ¿los años anteriores se les ha pagado a las bandas? D.M: eso no lo sé bien. E: bueno, contame de Liquidelic D.M: yo antes tenía un proyecto que se llamaba Cinética Líquida que lo hice con otros dos músicos, y la vaina fue que empezamos todo al mismo tiempo, y nos demorábamos mucho componiendo, porque nos la pasábamos “Jammeando” y era lo máximo, y salían cosas muy bacanas, pero era complejo poderlas volver una canción. Como éramos tres, cada uno tenía una idea diferente a veces. Como al año y medio se acabó el proyecto. Yo venía trabajando en una ONG y se acabó este trabajo porque renuncié por motivos personales, profesionales y éticos, y de ahí me fui de viaje por Suramérica y estuve viajando como ocho meses. Fui hasta la Patagonia chilena y volví a Cali a hacer música, pero esta vez como más claro y logré como hacer ciertas composiciones y llegué a encerrarme a componer. Estuve tres meses componiendo. Salieron como 5 canciones en tres meses, luego entró una vocalista y después conseguí un bajista, para poder tocar con un bajo real, no solo secuenciado, más orgánico. Y llevamos 7 meses trabajando. E: contame sobre lo que hace Liquidelic ¿dónde toca? ¿qué otras actividades hace? D.M: Liquidelic es un proyecto que está encaminado a explorar nuevas tecnologías y ritmos contemporáneos, para enfocar ideas que transmitan sobre nuestro mundo circundante y las problemáticas. Entonces siempre estamos en función de lo que sucede en el mundo para poder manifestar eso, y lo trabajamos mediante tecnología, tanto de sonido como visual. Entonces tenemos dos instalaciones visuales, donde se proyectan imágenes que están relacionadas con eso
y pues esa es una cuestión que la idea es manejarla de una forma pedagógica y poder llevarlo a escuelas, fundaciones, a todo lado, que es una propuesta también innovadora, y hablar sobre lo multimedia, la interacción multimedia, y generar talleres que interactúen con las personas de esta forma, para que logren encontrar una nueva herramienta para explorar su creatividad y para poder comunicar sus ideas. Estamos en un mundo audiovisual, de constante comunicación… el proyecto todavía está trabajando hacia eso. Llevamos 7 meses, poco tiempo, pero ya tenemos algo avanzado. Este año pensamos tocar en los festivales que haya y que se pueda inscribir, y también gestionar toques privados, y cuando esté más el proyecto, poderlo llevar a las instituciones. E: ¿ya en este momento han tocado, ya han hecho conciertos? D.M: tocamos en el Roldanillo Fest, en una fiesta que se hizo por Filadelfia, un pueblito que queda como yendo del roundpoint de la Guadalupe hacia arriba. Eso lo organizó La Iguana tomaba Café. Fuimos como banda invitada y era un concierto con acampada, río y piscina. Fue rebacano el parche. Y también tocamos después en un evento que hicieron en Casamata, que era un museo clandestino de la ciudad. Ahí tocamos en una fiesta que se llamó Al espacio nos vamos, que era una turba artística, tenía artes plásticas, muralismo, habían otros grupo musicales, había radio en vivo. Después hicimos un concierto el 21 de diciembre en Domus Teatro, que fue como el primer acercamiento a lo interactivo-multimedial. E: ¿ese lo organizaron ustedes? (D.M: ajá) y ¿cómo fue organizar eso? D.M: fue hacer toda la gestión, la publicidad, hablar en el teatro, hacer el negocio, hacer todos los preparativos. En ese concierto estuvimos con Yamore, hablamos con él, hicimos la preparación de lo que iba a ser el body paint de neón, que hace parte de lo visual. Hicimos otra instalación visual, eso fue cortar y pegar cajas y ver imágines, y empezar con el diseño de las imágenes y los conceptos y estar todos los días reunidos a eso, reunidos a ensayar, ensayar y ensayar. Y estar con el ingeniero de sonido cuadrando la gestión, y allá tuvimos dos ingenieros de sonido y pudimos grabar el concierto y quedó bien. Es complejo cuando no lo conoce a uno todavía nadie. Nos conocen nuestros amigos, pero no hemos tocado en un escenario grande. Todo han sido conciertos underground para poder ir afianzando el proceso y estar preparados. Tener una cancha antes de ir a un escenario gigante. E: y en estos toques como el del Roldanillo Fest, el de Casamata, el de La Iguana, ¿a ustedes les pagaron por tocar? D.M: en Roldanillo no. Nos llevaron, nos dieron todo, nos trataron muy bien. E: les cubrieron todos los viáticos. D.M: todos los viáticos. Todo. Mínimo eso y eso porque yo sé que el organizador no está ganando nada, y eso fue con las uñas y la alcaldía de allá. Porque otra cosa es uno saber que la gente se está lucrando con uno. Ahí sí les exijo. Claro que tampoco es que seamos conocidos, pero así uno no sea conocido, el trabajo vale y se puede cobrar. En Casamata sí nos pagaron. E: ¿más o menos cuánto les pagaron? D.M: ese día a cada artista le dieron 100 mil pesos, y fue algo pequeño, había muchos artistas. E: pero ¿a cada grupo o a cada músico? D.M: a cada grupo o colectivo de artistas. Eso es muy poquito, porque nosotros cobramos millón seiscientos por todo el show. Ese es el precio porque todavía no tenemos una trayectoria. Si ya logramos tener una trayectoria, una imagen o salir en Televisión, que eso al parecer lo vamos a hacer, en un programa que nos invitó, estoy todavía cuadrando la cuestión. La cuestión de las bandas es que no se ponen en la jugada a valorar el trabajo y no cobran lo que deberían cobrar.
Entonces hay mucha banda regalada. Pero si el grupo es bueno y tiene una buena acogida, puede. E: ¿a ustedes ya les han pagado eso que vos decís? D.M: todavía no hemos ido a ese escenario donde nos paguen eso. Por ejemplo, eso se puede cobrar en una universidad, en un colegio o en un buen concierto, que esté bien armado. Te pueden hasta pagar tres palos. E: en que ustedes organizaron ¿ustedes cobraban la entrada? ¿recuperaron la plata? D.M: sí, nosotros ganamos plata. Cobramos la entrada a los estudiantes a 10 mil y al público a 15 mil pesos. A algunas personas les pareció caro, a otras no. E: ¿cuántas personas más o menos entraron? D.M: entraron aproximadamente 60 personas de 100, que en el estimado de un concierto, si fuera más grande, no es mala cosa. La idea era que fueran las 100, entonces no ganamos mucho, pero pudimos cada uno tener algo y no perder y ganar la grabación de lo que queríamos hacer, y ganar esa experiencia. E: ¿cuánta plata se les fue armando el toque? En parte lo pregunto porque me mencionas lo multimedial y el tipo de música que haces… D.M: nosotros traemos todos los equipos. Eso es una ayuda. Si nos tocara alquilar los equipos… uf, eso sería la replata. Gastamos es en taxis, en comida. E: los equipos de lo visual también los tienen. D.M: sí. E: ¿son tuyos o son del colectivo? D.M: del colectivo. Entonces ahí el ingeniero de sonido tiene un proyector, y Domus tenía otro proyector que no nos lo cobró. Buenos proyectores. Los programas, pues un programa de VJ mapping vale mínimo un millón de pesos, porque si no tenés un buen programa, eso se te va a parar por ahí. E: todos esos equipos son los que ya tenían ustedes individualmente o han conseguido cosas como grupo. D.M: pues es que todos hemos estado juntos consiguiendo cosas, pero cada uno le ha invertido. Es una inversión. Es una inversión porque yo si llevara cinco años y te estuviera diciendo esto mismo, me preocuparía mucho, pero pues llevamos 7 meses, entonces la idea es que ya con todo esto, de un momento a otro sale la maquinaria con toda, y ahí ya se puede hacer… y poder viajar. Ese es el sueño, viajar y ganar de tocar viajando.
6.5. Entrevista a Pipe Bravo, guitarrista, teclista y vocalista de Superlitio, productor musical. Viernes 8 de febrero, 11:30 am en Unicentro. Entrevistador: ¿vos qué formación tenés? Pipe Bravo: soy comunicador social de la Universidad del Valle, graduado, con énfasis en audiovisuales. También estudié, aisladamente, en varias ocasiones de mi vida algo de música, sobre todo piano. E: ¿en academias o…?
P.B: tuve primero una profesora privada cuando tenía como 13 años. Ella me dio como el impulso, unas bases, porque cuando yo hice que mi mamá y mi papá me compraran un teclado, yo creo que ellos pensaban que era como un juguete, que iba a ser pasajero, porque ya antes había intentado tocar guitarra, y no me acuerdo qué rabieta me habrá dado con el profesor y una vez no lo dejé entrar a la casa, y el man obviamente no volvió. Además no recuerdo ni siquiera por qué. Entonces como que mi mamá y mi papá quedaban como que no sabían si yo me tomaba en serio o no lo de la música, o era un hobbie, o si sencillamente me gustaba y ya. Entonces cuando ellos me compraron ese teclado, yo creo que ellos pensaban que iba a ser un juguete, pero ese teclado tenía una canción que era un demo, y yo jugaba haciéndome que la tocaba. Pero una vez mi mamá pasó ahí por mi cuarto, y se dio cuenta que yo realmente ya estaba sacando la canción de demostración. Y sin clases y sin nada. Yo no recuerdo bien, pero pues me imagino que uno tiene… nace con algún aptitud para eso, me refiero como al oído, a identificar una nota de otra. Quizá. Entonces empecé con esa profesora y ella se enfermó, pero ella alcanzó como a darme un impulso, cómo se construían los acordes y ese tipo de cosas que son como básicas en la música, que le sirven a uno después, y que le dan herramientas para uno mismo como seguir descifrando lo demás. Entonces después de que ella no pudo seguirme dando clases, empecé a escuchar como mucho Rock argentino y mucho Rock en Español. Soda Stereo, Charlie García, Spinetta, Caifanes. Como lo que podía llegar de Rock en Español yo lo escuchaba y empecé a sacar las canciones. Y también empecé como a juntarme con gente que tocaba y empecé a armar como grupitos, y ahí empecé también yo como a tratar de componer con otros músicos o yo mismo. Después ya en la universidad vi clases de piano como una materia de música aparte y después lo último que hice fue ver clases con Jaime Henao, que es un gran maestro, un gran músico… E: que está ahorita en El Colectivo. P.B: él hizo El Colectivo. Cuando yo tenía clases con él tenía la idea de hacer una academia de música con su forma de enseñar y eso. Bacano ver que lo pudo llevar a cabo. Con él vi mucho de armonía de Jazz y obviamente reforzando lo que se podía de piano. Y un tiempo, cuando yo sentí que ya tenía lo que había ido a buscar, seguí con mi carrera. Esas son las veces en mi vida que he estudiado música. E: bueno, pero Jaime Henao no es cualquier cosa. ¿vos ejercés la comunicación social? P.B: no, pero a través de cosas de la banda de pronto se podría decir que sí. E: ¿por lo audiovisual? P.B: por lo audiovisual y por otro tipo de cosas en manejo de medios y estrategias de medios, y ese tipo de cosas. Pues de pronto. Por lo audiovisual por los videos y eso… nosotros también metemos un poquito la mano en ese, sin embargo no se podría decir que eso es ejercerlo plenamente. Sin embargo yo tuve una ocasión en donde lo hice por el lado de la radio y de hecho me gusto y lo quiero volver a hacer. De hecho quería volver a hacer radio. Lo hice para Javeriana Estereo, que había un programa que se llamaba La Caja de Pandora, se llama, yo creo que todavía existe. Y había un segmento en que Mauricio… (E: Mauricio Cuevas) Mauricio Cuevas me llamó una vez y me dijo que si me interesaba hacerlo, que él quería como meter algo de música diferente y yo a veces pues tengo la oportunidad como de encontrar estos grupos que no son tan famosos acá en Colombia, quizá en otros lugares más, en otros no tanto, y que a veces he tenido hasta la oportunidad de verlos o he coincidido en un festival que hemos tocado, o los he visto por fuera, entonces como que sé que son buenos y bacano que la gente los pueda escuchar. Entonces yo como que presentaba ese tipo de música, reseña y recomendaba... me acuerdo una página web que tuviera que ver con música y ponía una banda local. Era un segmento como de media hora. La verdad lo disfruté mucho y quisiera volverlo a hacer. No exactamente eso, pero sí volver hacer algo de radio. E: ¿vos en este momento a qué te dedicás?
P.B: Yo tengo a Superlitio, que digamos que es una banda que debido a que llevamos una trayectoria larga y tenemos un movimiento de banda que es considerable… por épocas a veces se intensifica tanto que uno como que no puede estar ni en la casa. También soy productor, soy socio de un estudio en Bogotá, con Pedro el bajista de Superlitio y además con Loop, que es una empresa que tiene diferentes servicios que tienen que ver con música, como salas de ensayo y alquiler de equipos de sonido, luces, todo. Tenemos un estudio entre todos esos socios que lo pudimos hacer grande, que ahí es donde hemos hecho algunas producciones Pedro y yo. Para darte un ejemplo, ahorita estamos terminando el disco nuevo de Ilona, que es producido por Pedro y por mí, ahí en el estudio. Hemos hecho más trabajos a algunas bandas de Bogotá, algunos solistas de Pop y también he trabajado, no como productor pero sí como… en la preproducción o co-produciendo algunas bandas de Cali. Lo que pasa es que a veces se dificulta porque cuando uno está en Bogotá, el medio bogotano tiene más presupuesto para eso y mucha más experiencia, además tienen más donde moverse porque casi que esa industria se mueve desde Bogotá. Entonces desde Cali, yo entiendo cuando las bandas no tienen el presupuesto que está allá, pero entonces uno se descuadra porque uno cobra una cosa aquí, cobra otra cosa allá, y hay que suplir algunos gastos y bueno. Es un enredo. Yo la verdad, para mí la mejor estrategia y lo hice con una banda recientemente, que se llama Paranoia, con Danny, con los muchachos, es que me los llevé a Bogotá. Los convencí que hicieran el gran esfuerzo de invertir en grabar las tres canciones que grabamos y me los llevé a Bogotá a grabar. Y yo creo que es bueno el resultado y les sirvió. Ellos con la grabación de una de las canciones fue que llegaron a la semifinal de ese Rockampeonato Claro. Yo creo que es bueno que vayan figurando las bandas de Cali en ese tipo de cosas, porque están fuera del mapa. Todas están fuera del mapa. A la única que he visto muy bien referenciada es a Zalama Crew, que es fusión, que esa es la otra cosa que es una discusión larga y ardua. Hay que de una vez revisar qué es lo que es Rock ahora porque lo que yo veo de propuesta de Rock en Cali es añeja, o es de los noventas o es de los ochentas, y está muy bien hecha y todo, pero eso no va a llamar la atención de inmediato, por más buen músico que seás. La gente va a decir “yo estuve ahí cuando estaban los noventas y los ochentas”, no creo que sea necesario escuchar una banda que suene igualito a, sin ningún aporte. Puede ser que tenga un sonido ochentero, como decimos ahora, pero tiene que tener algo más. E: entonces vos tenés ahorita Superlitio y la producción. Contame cómo empezó Superlitio, cómo fue el proceso de Superlitio. P.B: bueno, Superlitio empezó a finales de los noventa, yo creo que en el 97… en Cali. El núcleo del asunto fue que en ese momento las bandas venían de los colegios y no se conocían muy bien entre ellas, y se sentía como una rivalidad medio estúpida y más bien era una actitud como “caleño come caleño”, porque era ir a ver a los otros y cruzarse de brazos y a criticarlo. Básicamente era eso. Pero entonces había un bar que era el único que ponía como música alternativa y que los dueños tenían ese interés de poner esa música diferente y atraer ese público que no era… que era realmente el público alternativo de Cali. Quizás en otro bar no lo dejaban entrar por tener el pelo pintado de rojo, amarillo y azul. E: ¿qué bar era? P.B: se llamaba Plaza Sésamo. Y era un roto asqueroso, pero tenía su feeling. Inclusive ahí presentaron bandas. Ahí presentaron a 2 Minutos, a las bandas del momento en Colombia que como que llegaron a tocar y eso era un bar chiquitico, pero eso enseñó mucho. Es decir, ese roto ayudó mucho, y entre esas cosas es que obviamente los que nos gustaba el Rock Alternativo, Rock en Españo, Rock Latino, pues la música que no sonaba en la radio, íbamos a ese bar. Y vaya coincidencia, éramos los de las bandas más que todo. Entonces eso como que forzó que nos hiciéramos amigos, nos conociéramos y algunos se hicieron muy amigos. En Plaza Sésamo hacían una cosa muy curiosa y era que metían los nombres de todos los músicos de las bandas en una bolsita, dependiendo del instrumento que tocaban y hacían como una rifa, y uno tenía que
sacar. Los que sacaban hacían un homenaje a Soda Stereo, a The Doors, a Pink Floyd, a The Cure, a lo que fuera. Entonces eso obligaba a que los músicos de diferentes bandas, tocaran entre ellos. En uno de esos hicimos el de Soda Stereo, y en eso había otros músicos más. Pero estábamos Salvatory Aguilera, Pedro y yo, y entonces sentimos que había como una afinidad musical y Salvatory, Pedro y yo decidimos armar un proyecto. Al principio tocábamos ahí en el cuarto de Salvatory, que tenía la batería ahí. Íbamos y nos encerrábamos en ese cuarto como a 200 grados centígrados y tirábamos ideas y tirábamos ideas. Después fuimos probando gente y finalmente quedó Alejo y Mauricio, que fue el que cantaba antes. Después de nosotros tener como un grupo de ideas… nosotros hicimos todo al revés. Cada uno tocaba en bandas diferentes y eran bandas de género, y el problema con la música de los noventas, y que es lo que te digo que me temo que no hemos avanzado mucho en algunos casos, es que nuestras propuestas de esa época eran casi que igualitas… no a un género, sino a una banda en específico. Uno podía reconocer “esta banda se parece a tal banda americana o inglesa”, lo que fuera pero era igualita. Entonces lo que hicimos con ese proyecto fue como que todos veníamos de bandas de género, de bandas que de pronto se parecían a otra banda y dijimos “hagamos algo diferente, mezclemos influencias”, que además eran muy diferentes las de todos. Así fue que empezó Superlitio. Cuando te digo que todo al revés es que la gente tocaba y tocaba y tocaba, y buscaba toquecitos y después, si estaba de buenas, grababa una canción y si estaba sobrado grababa un disco, que eso era unos casos muy escasos. Pero nosotros cuando tuvimos un grupo de canciones grabamos, sacamos un CD… (E: ¿dónde lo grabaron?) lo grabamos en Estudios Nieto, donde después ensayábamos, y con un amigo que él sabía cómo se manejaba la consola, pero eso era todo. Éramos supremamente ingenuos en cómo producir un disco y cómo grabarlo. No teníamos ni idea, pero lo hicimos. Y eso dio para tocar, hicimos un lanzamiento, se llenó, cobrábamos la entrada, lo cual era increíble, nos invitaron como a todos los festivales gratuitos de Rock que había en el país en esa época. Y curiosamente recuerdo que era como la época más underground de Superlitio, pero era muy exitoso. Nosotros donde tocábamos era un alboroto total y la gente se enloquecía. Y éramos nosotros que también… teníamos 20 años, creo. Nosotros éramos un resorte. Nosotros no tocábamos ni bien, pero saltábamos desde que empezaba hasta que terminaba el concierto y era una cosa súper loca. E: ¿cómo era económicamente la banda en ese momento? En ese momento los ingresos por los toques, por los discos… P.B: mirá que nos pagaron. A nosotros siempre nos pagaron. Nos pagaban poco y yo me acuerdo que durante mucho tiempo 250 mil parecía ser la cifra que le pagaban a las bandas que empezaban y lo que pasa es que uno tiene que ir trabajando muy duro por su lado para ir subiendo eso. E: ¿en qué sentido? P.B: vos tenés que mejorar tu show en vivo, tenés que invertir en hacer videos. Si sonás en la radio, pues mejor. La radio siempre en esa época era muy esquiva para las bandas colombianas. Tremendamente esquiva. Yo me acuerdo alguien que además yo sigo en Twitter ahora y que está en una disquera muy grande, que en esa época era director de una emisora muy dura en Colombia, yo me acuerdo haber estado sentado en una mesa con los de mi banda, y él diciendo que no le interesaba poner las bandas de Rock colombiano, que le parecían muy malas y así. Y ahorita yo lo veo en Twitter como queriendo quedar como un caramelo. Pero él realmente fue sincero, en esa época eso era lo que pasaba. Entonces nosotros también hay que dar que por nuestro lado no había producciones muy buenas, colombianas, porque no sabíamos. No sabíamos cómo producir un disco. De hecho, ya después, mucho después que trabajamos con una disquera gringa que nos firmó cuando estuvimos allá como en el 2001, que después ya pudimos subir y con Twitty Gonzalez, gran productor, grabar un disco en Los Ángeles, con todas las de la ley, ahí nosotros empezamos a aprender cómo se hacían los discos.
E: ¿ustedes cómo llegaron ahí? P.B: nosotros tocamos en varios Rock al Parque, pero en uno de esos, con el segundo disco que nosotros hicimos, el primero se llamó “Marciana” y el segundo se llamó “Sonido Mostaza”. Eso lo hicimos como de la misma forma, prácticamente. Pero estábamos en un Rock al Parque y él nos vio, nosotros lo conocimos, lo saludamos y ya. Pero después, curiosamente, estábamos en Bogotá y estábamos escuchando una emisora y lo estaban entrevistando a él, y le preguntaron que qué de lo que había visto colombiano en Rock al Parque le había gustado, y entre los que le habían gustado dijo que nosotros. Eso paso años antes de que trabajáramos con él. Nosotros lo que pasa es que nunca se nos olvido, porque además nos gustaba mucho Soda Stereo y su aporte como en los teclados y ese lado… nosotros desde el principio queríamos meterle como tecnología al asunto, queríamos secuencia, programming y toda esa vaina. Nos llamaba la atención, porque además nos gustaban grupos así. Yo escuchaba Depeche Mode y Nine Inch Nails, y todo ese tipo de vainas a mí me encantaban. Lo que pasa es que nosotros no sabíamos bien cómo se hacía, pero lo empezamos a hacer de forma muy folclórica, por decirlo así. En el segundo disco lo empezamos a meter más, mucho más. Secuencias y vainas con los sintetizadores. Y ya después, fuimos a Estados Unidos como en el 2001, por nuestros propios medios, fuimos al LAMC, Latin Alternative Music Conference en Nueva York. Uno conoce un montón de gente. Después fuimos a Los Ángeles y en esa ida, en un toque compartimos escenario con una banda de allá que se llamaba Desierto Negro y resulta que ellos estaban firmados por una disquera que se llamaba Cielo Music Groove, que estaba buscando actos latinos, como de alter-latino, que así le decían en esa época… E: ustedes se contactaron, consiguieron los toques… P.B: sí, fuimos consiguiendo toques y después de Nueva York fuimos a dar a Los Ángeles y tocamos con ellos, y ellos tenían esa disquera, y ellos nos vieron tocar y se nos sentaron y nos dijeron que les había gustado, que si hablábamos. Y después nos pasaron lo que va antes de un contrato, que es como un contrato corto diciéndote que tienen la intención como de trabajar con vos y después si nos pasaron un contrato, pero ya nosotros habíamos aceptado y fuimos a Los Ángeles a grabar el disco, que fue el “Tripping Tropicana”, que fue el disco que nos puso en el mapa realmente, porque ahí está “qué vo’a hacer”, además que pudimos potencializar esas mezclas que hacíamos y ahí fue que nosotros realmente nos preguntamos qué era Rock para nosotros. No estoy diciendo que lo que se remite a la actitud y a las guitarras, al bajo y a la batería no sea Rock. Eso va seguir siendo Rock siempre, siempre que alguien saque un grupo así, pues va a seguir siendo Rock. Pero yo digo ¿qué es Rock colombiano ahora? Podría ser también eso. Nosotros nos empezamos a preguntar si podría ser también esto que estamos haciendo, que es meter ese tipo de mezclas. Nos acordamos de Twitty, lo contactamos. Estaba no pasando por el mejor momento de su vida y para él fue también interesante. Lo que yo rescato también es que Twitty realmente se metió en el disco, o sea, él trabajó de la mano con nosotros y gracias a él, también nosotros aprendimos muchísimo de los modos de producción de un disco y una banda y un estudio y como se manejaba esa vaina. Y le chupamos mucho conocimiento. Él fue el productor de ese disco y ese disco nos abrió muchas puertas, entre esas la de la radio, que siempre había estado cerrada. Ya ahí empezó a abrirse y por ejemplo, ya empieza a aparecer de vez en cuando en los medios más grandes. Una entrevista en Caracol, una entrevista en RCN y ese tipo de cosas que eran inaccesibles para una banda independiente, underground. Entonces empezó la vaina; nos nominaron a un Grammy Latino, Premio lo nuestro. E: ¿en ese momento ustedes ya podían vivir de la banda? P.B: en ese momento sí, vivíamos de la banda, pero esto es una montaña rusa muy tenaz. Nosotros empezamos muy bien con esa disquera y todo estaba bien, pero después la disquera empezó a
fallar en un montón de cosas vitales. Por ejemplo, el disco nuestro lo sacaron en Europa y el tipo de la disquera que lo sacó en Europa quería llevarnos a tocar allá, pero necesitaba que la disquera nos pusiera los pasajes para nosotros llegar y él se encargaba del resto. El problema es cuando vos firmás contrato… nosotros firmamos un contrato que no debimos haber firmado, porque nos amarraba por todas partes. Cuando vos firmas un contrato en el cual, por ejemplo, la otra parte es la que decide muchas movidas de tu banda, es problemático, porque ellos le habían dicho que sí nos iban a poner en Europa, y faltando poco tiempo dijeron que no, cuando ya no se podía hacer nada al respecto. Eso perjudicó muchísimo nuestra carrera. Nosotros empezamos a tratar de salirnos y en esa batalla legal que duró muchos años, como dos años y medio, tres años, todo lo que se había ganado, quizá se perdió. Entonces los ahorros se acabaron, la banda estaba quieta, no podíamos grabar, no podíamos sacar discos y en un momento pensé que se iba a acabar. Después gracias a “Perro come Perro”, que Carlos se acercó, que quería una canción. Nosotros dijimos “bueno, grabemos una canción para Perro come Perro” y que recién acabábamos de romper el contrato. Lo que pasa es que cuando habíamos roto el contrato, ya no quedaba ni plata, ni tantas ganas, unos vivían en Estados Unidos, otros en Colombia, entonces yo pensé que ya no había banda. Yo, personalmente. Pero empezamos a trabajar lo de “Perro come Perro” y como que nos acordamos de por qué habíamos armado la banda al principio, como esas ideas y esa forma de fusionar las personalidades y los gustos musicales, como que salió a flote otra vez ahí y nos metimos solos al estudio a grabarlo, sin productor y sin nada. Nosotros nos metimos a grabarlo solos y notamos que habíamos aprendido mucho del disco pasado, y al ver también a Carlos Moreno contento con el resultado y diciendo “esa es, esa es la canción de la película”, y después ver cómo respondió la gente a la canción. Además que para nosotros fue una sorpresa, yo creo que la gente cree que nosotros sacamos canciones para que sean hits y nosotros como que ese caso fue totalmente lo contrario. Nosotros sacamos la canción para que coincidiera con todo lo que tenía que ver la película y que le gustara a Carlos Moreno. Me acuerdo, una vez estábamos en Bogotá y resulta que en Radioactiva de Bogotá estaba de Top 3. Y nosotros “¿quién hizo eso? ¿quién metió esa canción?”. Nosotros ni idea y la tocábamos en vivo y la gente se la sabía. Después de hacer esa experiencia, decidimos hacer un disco nuevo. Entonces Perro come Perro fue lo que catalizó que quisiéramos volver, entonces los que estaban en Estados Unidos volvieron, nos juntamos, empezamos a ensayar, juntamos unas canciones. Pero teníamos un problema porque teníamos unas canciones de un estilo y otras más roqueraelectrónica. Pero cuando Pedro estaba en Los Ángeles, él estudio producción en Los Ángeles como un año, dos años, y se encontró con un productor español muy famoso que se llama Rafa Sardina. Nosotros teníamos un demo de las canciones nuevas y se lo mostró y el man dijo que le había gustado mucho y que si teníamos productor. Pedro se rió como diciendo “nosotros no te podemos pagar a vos ni en un millón de años” y él dijo “no, ahí arreglamos”. Y el tipo se vino acá, hicimos el disco que fue el “Calidosound” (E: que también incluye “Perro come perro”)… que nosotros metimos Perro come Perro… que además por Perro come Perro existe ese disco. Yo creo que ese es el disco más Pop que hemos hecho. El productor es un productor de Pop. Queríamos hacer esa experiencia también, no le pusimos como muchas secuencia… estuvimos como medidos en los sonidos, queríamos que fueran como de guitarras, teclados, pero no sintetizadores (E: algo más natural)… sí, algo más orgánico. Percusiones le metimos, vientos. Quisimos hacer un disco así. Y por ese lado resultó muy bien en una canción, que lo que hizo fue ampliar el público de nosotros, porque era un público que conocía de bandas colombianas. Pero cuando hicimos “Te lastimé” eso se amplió a gente que escuchaba otros géneros, diferentes edades y fue como una experiencia diferente, porque fue cuando… yo cantaba esa canción desde siempre y ya era como asumir eso de front man, cantante. Aparte si iba al aeropuerto, la pelada que me estaba atendiendo ya me reconocía. Entonces era muy extraño para mí, pero también uno entiende lo que puede hacer la radio, con una canción que a ellos les sirve, porque a ellos les servía una canción como esa. Entonces empieza uno a entender que la música tiene una parte
que es introspectiva, que es cuando uno hace la canción, cuando uno trabaja con la banda en darle un sonido, cuando uno graba el disco, es como una parte de músico que uno no sabe qué va a pasar después. Pero ya teniendo el producto, vos necesitás hacer alguna estrategia, hacer alguna estrategia, alguna forma de mostrarlo, porque si no, se va a quedar en vos. Entonces vimos el alcance que tenía eso. E: bueno, ¿en qué momento te metiste vos en la producción? O sea ¿en qué momento empezaste a ser productor? P.B: después de la experiencia de Perro come Perro, Pedro y yo… cuando empezamos con la disquera y grabamos el “Tripping Tropicana”, nosotros en esa época nos manteníamos de la música. Y en esa época, curiosamente, bien. Nos iba bien. Porque además de los dos primeros discos habían sacado mucha música para musicalizar una serie de RCN y eso también nos había dado plata. “Qué vo’ hacer” sonaba en la radio, entonces nos dimos cuenta que llegaban derechos de autor. Llegaba de varias partes. Y si tocábamos también nos llegaba. Nosotros, la verdad, para tener 24 años, 25 años, estábamos re bien. Pero eso después se acabó y eso le pasa a mucha gente. Pero nosotros empezamos a comprar equipos para grabar. Al principio para grabar nuestras cosas, pero después teníamos amigos que querían hacer discos o grabar canciones, y como nosotros habíamos tenido la experiencia con Twitty, habíamos visto como se hacía bien, entonces dijimos “buenos, ¿por qué no producimos?”. Y creo que lo primero que hicimos fue el primer disco de Transporte, que fue una banda que existió hace unos años. Cogimos en el apartamento de Pedro, con los equipos que habíamos comprado… aquí en Cali… y empezamos a grabar a Transporte. Menos mal los tres que eran Transporte eran muy talentosos y tenían muy buenas ideas. Ya lo de tomar decisiones sobre la música es algo que yo entiendo, pero dejarse producir de otra persona para algunas bandas es algo extraño, porque es como dejar meter a alguien a la banda momentáneamente, entonces puede tomar decisiones sobre cosas que uno siente que se le están “metiendo al rancho”. Por ese lado siempre es una pelea con algunos músicos. Hicimos algo también de Rocket, una banda… E: en ese momento ustedes ya les estaban cobrando. P.B: sí, pero en ese momento creo que cobrábamos como 200 mil pesos por canción, que eso ahora es como 2 millones de pesos por canción. Pero pues ahorita tenemos con qué respaldarlo, es decir, más experiencia, un estudio con todo… después pasamos a mi apartamento y ahí también teníamos las vainas, y ahí grabábamos, y ahí hacía una bulla terrible a mis vecinos. Todo era cuestión de aprender. Todo era aprenderlo a hacerlo nosotros mismos y tratando como de hacerlo de la mejor manera y barato para las bandas. E: vení ¿los dos primeros discos de ustedes los grabaron ustedes…? P.B: con amigos. Pero no teníamos ni idea de qué estábamos haciendo. Pero increíble que esa vaina suene, que eso hubiera sonado. No teníamos ni idea bien cómo se hacía. Era adivinando. E: ¿vos estás en este momento radicado en Bogotá o acá en Cali? P.B: en las dos ciudades. Toda la banda vive en Bogotá. La razón por la que estoy acá es muy chistosa. Yo tengo un perro grande, y el dueño del apartamento que alquilaba pensaba que yo tenía un perro mediano o pequeño, pero cuando vio que era un perro grande dijo “el perro no puede vivir aquí”. Entonces me devolví para acá y me ha dado pereza buscar apartamento en Bogotá. Como que no he buscado dónde, entonces voy y vuelvo todo el tiempo. E: pero la idea sería quedarte en Bogotá. P.B: ¿sabés qué es lo que pasa? Que a mí me gusta la vida en Cali, pero la verdad donde se trabaja y donde se mueve todo es en Bogotá. Es un dilema muy tenaz.
E: bueno, ¿vos cómo ves la industria o la escena Rock en Cali? Comparando con hace 15 años que ustedes empezaron y con Bogotá. P.B: hay que empezar diciendo que la escena en Colombia ha crecido un montón, porque ya no es una masa que no se sabe de dónde viene, cuántos años tiene, qué le gusta y cómo responde hacia las bandas colombianas, como era antes, sino que ya son individuos que ya sabés cuántos años tienen, qué les gusta, de dónde vienen. Inclusive las redes sociales han ayudado a dar número casi que fijos y de pronósticos… es gente que escucha Rock colombiano, no como porque “yo apoyo al Rock nacional”, sino porque realmente le gusta. Es una escena que ha crecido por el lado de los músicos, porque ya las producciones son muy buenas. Tal vez aquí no conocen tantos, pero uno en Bogotá escucha a cada ratico bandas… si cuando yo empecé yo hubiera podido sonar así… hay productores. Ya en Bogotá hay una competencia tenaz en estudio y en producción, lo cual también es bueno porque hace que la gente haga buen trabajo, entonces eso también facilita que a la gente le llegue un producto que diga “esto me gusta”, “lo entiendo”… y en Cali la vaina es interesante por un lado y triste por otro. Interesante porque sí hay gente que le para bolas a las producciones colombianas, sí hay, y hay gente que le gusta el Rock, y bastante. Por ejemplo esos bares que ponen Rock y tienen una banda que toca covers de Rock. De ese tipo de bares hay un montón en Cali. Hace años sólo había uno y estaban otros que eran chiquitos, como Plaza Sésamo. Eso es lo que hace falta… E: ¿qué bares identificás vos en este momento? P.B: ese tipo de bares tipo Pub, con tarima y eso. Que además digo que es interesante porque algunos de esos bares nos han contratado a nosotros y a otras bandas colombianas, y es cobrando entrada, que eso hace toda la diferencia en un evento. Una cosa es un evento gratuito y otra cosa es un evento donde usted tiene que pagar una entrada. A nosotros nos han contratado y a otras bandas colombianas también y esos eventos se llenan, con una boleta de 30 mil, 40 mil pesos… y dejan gente afuera… Ruta 66, El Faro, de pronto Bourbon. Y en algunas ocasiones se llena y se queda gente afuera. Eso es muy interesante porque hay otras ciudades de Colombia donde hacen muchos eventos de Rock, multitudinarios, pero todos gratuitos, y se les ha vuelto un problema cobrar una entrada. E: que es algo de lo que muchos de los que he entrevistado se quejan de Cali, que hay muchos eventos gratuitos que permiten que las bandas se vean, pero hacen que el público piense dos veces a la hora de pagar, después de haber visto bandas gratis. P.B: es que ese es un problema que es delicado acá, porque ahí está el otro lado que es triste, que es… durante muchos años yo noté que no había política hacia ese lado, como hacia el Rock. Antes estaban como en contra. Entonces como que no daban presupuesto para hacer buenos eventos. Y algo que yo he visto que fue un proceso en Bogotá desde no tener casi nada a ahorita ser como una de las capitales latinoamericanas de escena, donde hay escena. Porque quizá en otras capitales hay más conciertos, por ejemplo Buenos Aires, concierto Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo… E: y que si va Roger Waters hace nueve fechas seguidas… P.B: eso es increíble. Pero Bogotá tiene una cosa y es que es súper diverso. Usted tiene de todo y en diferentes tamaños. Eso es muy interesante. Y usted tiene que pagar para entrar. Allá ya no regalan nada. Hay unos eventos que son gratuitos: Festival de Verano, Rock al Parque, Jazz al Parque, Salsa al Parque, pero es como una agenda que tiene el distrito y ya todo el mundo la conoce, y está muy bien porque hay que hacer eso, hay que hacer eventos gratuitos, claro que sí, pero la mayoría… se está equiparando con los eventos que son pagos. Y lo que hacen los promotores es que, obviamente no traen el mismo que trae gratis para cobrar. Pero la gente ya se acostumbró y digamos que no todos los eventos se llenan, pero pues algunos que sí. Acá en Cali casi no hay conciertos… no hay, prácticamente. Hay unos muy aislados en el año y no son como
de bandas relevantes… digo de afuera. No hay nadie que las traiga y los que sí las traen, como por ejemplo los de Mi Kasa Bar, los costos son muy altos, entonces todo el tiempo están tratando de luchar para no perder plata o para equiparar los gastos, y si ganan pues perfecto. Y eso así es muy duro. Eso necesita apoyo de la ciudad, de los patrocinadores. Uno no puede llegar a depender solamente de la taquilla y entonces muy triste ver lo que te digo, como que por muchos años ver que había una política casi en contra, le daban unas chichiguas a los que hacen festivales acá… que yo no sé cómo los hacían. Entonces les toca no pagarle a las bandas, no les pagaban… las bandas bravas, digamos que el montaje no era el mejor montaje del universo. Entonces si la gente que es escéptica con la escena y con las bandas de acá, va y ve una banda que no está motivada, que no tiene experiencia en tarima, que no le ha tocado ver a otras bandas que sí la tienen, porque Cali no le da esa oportunidad a esas bandas… o sea, los que son metaleros, aquí no le traen a Iron Maiden. E: nos toca ir a Bogotá tres veces al año. P.B: pero no todos tienen plata para pagar 300 mil pesos de entrada y 300 mil pesos de pasaje. Entonces no todo el mundo puede, entonces no han visto qué es una banda de Metal en serio, en vivo, tocando. Eso nosotros desde el principio empezamos a tocar en Bogotá, en Medellín, y nos tocó alternar en festivales con bandas grandes y nosotros veíamos boquiabiertos cómo era la vaina. Era como una pellizcada bien tenaz. Y esa oportunidad no la han tenido acá muchas bandas y eso hace que estemos muy retrasados y sin presupuesto para hacer eventos gratis. Y cuando los hacen es una pelea. Yo he visto por ahí en las redes unas peleas por los festivales de acá. A las bandas de Cali no las tienen en cuenta para nada en Bogotá y en Medellín, ni en ninguna otra parte. Solamente en festivales chiquitos y seguramente no les pagan. Hay que sacarle el jugo en Cali que hay gente que sí está dispuesta a pagar. Hemos tocado varias veces en esos bares y siempre se llena. E: ¿qué lugares podrías identificar para que las bandas toquen en vivo? Ya me hablaste de Bourbon, Ruta… ¿los teatros están dispuestos a alquilar…? P.B: hay un problema con los teatros. Hay que entender que… bueno, está Mi Kasa Bar y ellos también hacen eventos en otros lugares como las bodegas de Bavaria, hicieron uno que tocamos nosotros con Bomba Estéreo a las afueras de Cali, hicieron en el Centro de Eventos del Pacífico uno con Chocquib Town y Calle 13. Pero hay que ir, hay que pagar la boleta y si hay un patrocinador, tiene que participar, así sea con poco, que participe, porque si no la gente que hace los eventos no van a seguir haciéndolos porque traer una banda es costoso. Y eso es sólo una parte. El montaje es costoso, los permisos son costosos, alquilar el lugar es costoso. E: ¿crees que pueda haber patrocinadores aquí para que las bandas…? P.B: yo creo que sí podría, lo que pasa es que tienen que ser astutos. Tienen que verlo también como un negocio. Yo he visto en estos festivales en Bogotá, vos vieras las zonas de comidas. Son impresionantes. Hasta los mejores restaurantes de Bogotá se meten en eso, porque esos eventos son largos y muchas veces son a las afueras de la ciudad. Vos tenés que comer y vos pagás caro por comer, pero te ofrecen hasta comida deliciosa. Lejos, con frío, pero comiendo rico. Y esa gente vende como un demonio. Vos tenés que ver el potencial que tiene que ser… por ejemplo en el concierto de Red Hot Chilli Peppers había 35 mil personas. Ahí hay bastantes clientes potenciales. Entonces mirá, esa gente tiene que pagarle al festival su puesto y eso le sirve al festival un montón. Hay que verle el negocio al asunto. Hay que soltarse de una cantidad de cosas, hay que arriesgar al principio, no se puede pensar que se puede ganar siempre, porque es algo que hay que construir, hay una escena que hay que construir, así como hicieron en Bogotá. E: ¿la difusión de la música cómo la ves acá?
P.B: mirá acá hay buenos ejemplos, yo no puedo decir que ponen de todo, pero es que tampoco lo pueden hacer, pero he visto emisoras que ponen bandas colombianas y bandas locales. E: ¿qué emisoras? P.B: por ejemplo, Javeriana Estéreo, la de Univalle, La X, Boom FM… te estoy hablando de lo que no es tropical ni reggaetón. E: o sea que es posible que las bandas de acá lleguen con su producción a ofrecerse… P.B: mirá que sí. Lo que pasa es que vos tenés que ser muy hábil también. No podés estar desfasado y esto es solamente para las cosas que caben dentro del formato. También a las bandas que son de géneros que son muy especializados, como el metal… E: sí, digamos una banda de Death Metal no va a llegar Boom FM. P.B: y que no lo intente. Yo le diría “no lo intente”. Yo a las bandas que son de género y que son muy especializados los géneros yo les diría… mirá hay medios especializados en todo. Lo que pasa es que puede que los medios especializados en su género sean pequeños, pero hay. Úselos con toda. Vaya contra los medios especializados en su género. Coja ese público. Comparta el público, no sea acaparador ni se crea lo máximo, porque le va a ir como el (***). Usted no puede llegar a decir que usted es la mejor banda de Death Metal del mundo, no lo haga. Más bien gánese el público que tienen las otras bandas de Death Metal. Compártalo. Que vayan a sus conciertos. Haga conciertos con las otras bandas de Death Metal. Que si usted dice “entre los dos arrastramos 300 pagando una boleta”, eso está re-bien, hágalo. Pero es que siento que muchas veces se tratan de meter en espacios que no va a funcionar y los veo que pelean por eso. ¿Usted para qué va a querer que le den un espacio en la radio comercial de FM de Cali? Hay unos programas que son especializados, hágase notar en esos programas. No lo van a poner a las 12 de la tarde en La X y en Boom FM si usted es una banda de Metal, al menos de que usted haga… usted también tiene que ser flexible. Esto es algo con lo que al principio yo peleaba, pero si usted hace una versión… como hizo esta banda El Mägo de Oz, que tenía una versión con guitarra acústica de esa canción “… debo saber si es verdad” (E: Rata Blanca), eso Rata Blanca… esos manes hicieron eso, una versión acústica y eso sí lo ponían a cualquier hora. Pero entonces si usted es muy radical, no pelee por los espacios, porque usted tampoco va a ceder nada. Más bien pelee por los espacios especializados. Nosotros nos hemos dado cuenta que entre más creativa sea la propuesta o más diferente, pues más llama la atención. Si usted tiene un video que es curioso, seguramente lo van a querer poner. Hay que usar bien las redes. No es solamente tenerla, sino manejarla y si tiene una estrategia de cómo tratar sus seguidores y cómo aumentarlos, mejor. Y si usted tiene la parte gráfica, una forma de presentar su banda visualmente, mejor. Esto es como un universo paralelo. Muchas veces a mí se me olvida. Lo que te estoy diciendo son lecciones aprendidas que a mí a veces se me olvida y después a uno le toca recordar que sí, esa vaina existe. Esto es fuera de ser músico, esto es otra cosa. Pero uno puede armar como un mundo paralelo con lo que uno escribe y cómo se ve el mundo de la música y de las letras que uno hace con su banda. Puede ser como el mundo paralelo, y si usted le hace una parte visual a eso, audiovisual y una forma de hablarle a los fans que corresponda con el cuento, mejor. E: En Superlitio ¿los miembros de la banda manejan las redes, la parte visual? P.B: sí, pero siempre ha habido alguien que ha sido más encargado de eso, pero nosotros lo hacemos también. A mí me parece que la parte de las redes sociales no es bueno que la manejen más de dos personas, porque si uno maneja un discurso… E: es coherente, maneja una única estrategia…
P.B: sí, porque ya nos pasó que a veces otro de la banda metía un… y se notaba que era tan diferente que a uno como que lo saca de onda. Uno tiene que sentarse y hacer una estrategia. A veces no todo el tiempo, a veces solo para un sencillo, para un video. Para darte un ejemplo con alguien que yo conozco, los del Diamante Eléctrico, una banda nueva de unos amigos. El cantante de ellos era solista, Juan Galeano… de Pop… Pop Rock, y el armó el Diamante Eléctrico. Entonces en un video lo matan. Y ellos hicieron toda una campaña por las redes por la muerte de Juan Galeano, y eso tenía que ver también con la muerte de Juan Galeano, el solista. Y en el video lo matan y lo entierran los otros dos de la banda. A eso es lo que yo me refiero. Eso es más interesante que poner un bajo, la batería y la guitarra, y filmarlos tocando. Alrededor de eso no se puede hacer mucho. E: ¿aquí en Cali conocés productores, estudios de grabación…? P.B: sí hay. Está All Music, que es de Julio Ramirez, que es un músico tremendo, cubano. Él de hecho graba muchas bandas de Rock Pesado y muy bien. Él hizo el disco de Fresquet. Él es muy bueno, lo conozco de hace muchos años, antes de que hiciera su estudio. Está Eduardo Serrano de Audio Medios, creo que es que se llama el de él. Son muy buenos porque son muy buenos músicos, entonces con los detalles se esmeran lo que pueden, hasta donde dejan… hay una cosa que tienen que entender, uno trata de hacer bien las vainas hasta donde el músico mismo deja. Hay unos que todavía no están listos para grabar, pero igual uno hace el mejor esfuerzo. Pero no todo el mundo está listo para grabar. Está Dial, es un estudio grande, que queda por la novena con 64 creo, 65. Está Julian Gil que es más por el lado del Pop, que ha trabajado con Mauricio Camacho en Toke de Keda, pero ha hecho salsa y ha hecho varias cosas. Está Gustavo Serna, es guitarrista. Hizo creo que lo de Mr. Fong y ha hecho otras cosas también, muy bien hechas (E: ¿sabés cómo se llama el estudio de él?). No. También está Mika Joere (¿), que es de ascendencia holandesa, creo, pero es más caleño que yo. Él se mete mucho por el lado del Rock cristiano, pero lo hace muy bien. Tiene un estudiecito en su casa, con buenas cosas y lo que he escuchado que ha hecho, lo hace bien. Lo que pasa con algunos estudios y con estos productores no es ellos, ellos están muy bien capacitados para hacerlo. Yo creo que les falta… no pueden cobrar mucho, entonces no pueden tener unos equipos así… o una sala de grabación y unas baterías de donde escoger. Entonces, con lo que tienen les toca bandearse. E: el presupuesto de las bandas no da para que el presupuesto de los productores sea más alto y mejore la producción de las bandas. P.B: por eso es que… esto es quizás el mensaje más fuerte para Cali y es: una sola cosa que crezca no sirve. Necesita crecer todo. E: necesitan crecer los espacios en vivo, los espacios para grabar y producir… P.B: los espacios en los medios… las bandas, los productores y los estudios. A medida que todo eso va creciendo es que se mejoran las condiciones de absolutamente todos. Los promotores y los patrocinadores, denles más plata a los promotores para que puedan traer mejores eventos y no se quiebren. E: ¿algo que quisieras agregar? P.B: nada, que si es por Cali, yo veo que Cali tiene algo muy interesante, creo que hay gente que sí quiere, lo que pasa es que no cree que todas las propuestas de acá valgan la pena como hacerles el gasto, pero yo creo que es que hay que demostrarlo y tiene que haber una voluntad política de ayudar a que eso suceda. Esto así solos no se va a poder. Si no está la voluntad política así como hubo en ciudades como Bogotá y Medellín, no van a dar las bases para que eso arranque y después se mantenga solo. Yo creo que hay que aprovechar eso que hay interesante en Cali que se está moviendo. Yo sí lo veo de forma optimista.
6.6. Entrevista a Freddy Barrios, vocalista de Los Borbotones y Estigma. Viernes 26 de octubre, 6:00 pm en Bar Ruta 66.
Entrevistador: bueno, en primer lugar ¿vos tenés formación musical? Fredy Barrios: No, la mayoría de mi formación ha sido totalmente empírica. La formación musical ha sido consejos que he recibido ya a lo largo de todos los años que he estado en la música. Pero yo me considero totalmente empírico. E: ¿cómo empezaste? FB: Yo creo que como la mayoría que empieza en la música, con sueños. En mi caso yo soñé con ser actor o ser cantante. Lo de la música empezó porque yo cantaba, cantaba solo en la casa, cantaba para mí. Hacía conciertos para mí. Pero el estallido ya de la carrera musical viene siendo en el colegio. Ahí fue cuando se empezó a materializar ese sueño, o sea, vamos a hacer una banda, pero ahorita sí en serio. Empezamos a tocar canciones de Led Zepellin y lo que se tocaba… en ese colegio empezamos a recibir información del rock normal, Soda Estereo, el rock en español que se movía. Pero bajo cuerda siempre estaba el rock n’ roll que era el que llevaba en la sangre. E: ¿cómo llegaste a dedicarte a la música? FB: luego de estar en esa banda sentí una cosa maravillosa. Yo dije “no, esto es lo mío”, pero no había llegado de una manera profesional, siempre era como por hobbie. Luego de eso pasé a otra banda en la que ya se empezó a sentir los conciertos como tal, los auditorios llenos, gente que esperaba a ver al grupo. En ese momento las cosas no eran muy profesionales, pero había corazón, había mucha piel en eso. Luego de eso sí ya entre a Estigma, a principios del 2000, en la cual me cambio mucho el concepto de qué era tener una banda. Los estándares eran diferentes, tenía que seguir uno ciertos horarios, cierta disciplina, a la cual yo no estaba acostumbrado. Para mí fue como un choque, o sea, si vas a hacer esto, tenés que hacerlo, pero bien. Fue como un golpe, pero fue algo también muy bacano, porque no estaba viviendo una disciplina de decir estás desafinado o tenés que entrar aquí, o que la intensidad de la canción. Eran cosas muy nuevas para mí, era una información muy compleja pero era llamativa para mí. Fue muy duro porque hubo muchos tropiezos al comenzar, porque me di cuenta que lo que estaba haciendo, lo estaba haciendo de una mala manera. Estaba cantando sin técnica, sin nada de esas cuestiones. Es ahí donde empiezo a recibir consejos por personas que tenían esa técnica vocal, en este momento no recuerdo… el primer profesor que yo tuve de técnica vocal que me enseñó solamente la técnica vocal como tal, o sea, la respiración. Eso fue uno de los mayores consejos que me han dado a mí, porque a partir de ahí empecé a tener la conciencia de que tenía que tener una técnica para cantar, tanto para cantar como para hablar. Era algo que yo no tenía. Por ejemplo, yo cantaba un fin de semana y quedaba disfónico toda la semana. Tenía que volver a cantar el próximo fin de semana. Eso fue ya como con el pasar de los tiempos que empecé a adquirir esa conciencia. E: ¿estas clases de técnica vocal eran clases particulares o en alguna institución? F.B: yo llegué a tener tres clases particulares. Con la primera banda que tuve, los muchachos hicimos entre todos una colecta y entonces dijimos “vamos a destinar esto en pro de la banda”, entonces una de las falencias que eran más notables era mi técnica vocal, la cual no poseía en ese entonces. Entonces quisimos entre todos destinar eso y era algo que era demasiado urgente y muy vital, porque la voz es la cara de la banda, es el que tiene el contacto más cercano con el público y pues necesitaba estar muy bien para poder afrontar esa situación. E: ¿vos qué actividad musical realizas en este momento?
FB: en este momento yo soy interprete, la parte de compositor es algo que ha pasado a segundo plano por situaciones ajenas a lo que uno quiere. Yo soy un intérprete de la música y eso para mí sigue siendo una escuela. En estos momentos estoy con Los Borbotones, tocamos en unos bares muy reconocidos al sur de la ciudad. Ya llevamos un muy buen tiempo y hemos creado un nombre para ser reconocidos a nivel local. La idea del grupo fue hacerle tributo a los grandes íconos del rock n’ roll y del pop también, porque se ha manejado este formato acá. E: ¿cómo se formaron los borbotones? FB: en el argot musical se maneja una palabra que se llama “chisguear”, la chisga. Yo estaba chisgueando en el norte y en Estigma tenía como compañero a Juancho Osorio que era la batería. El ya venía trabajando en bares y restaurantes en el norte y siempre me había mandado el dato de “si podemos hacer algo sería chévere”. Yo no lo tenía muy claro porque mi espectro músical era limitado en ese entonces y también mi registro vocal. En las charlas con Juancho y con la necesidad económica del músico de aquí de cali, llega un momento en el que dice vamos a aprovechar este talento y a tener una entrada, porque la idea de uno como músico es vivir de la música. Uno quiere vivir de la música que uno mismo hace, es algo muy difícil en el medio en que nos movemos, pero es algo que va a ser una escuela y que va a tener una entrada y va a ser bastante interesante. Para mí el reto fue empezar a cantar en tonalidades que nunca había pensado, interpretar artistas que nunca jamás había cantado y fue muy enriquecedor y me di cuenta de que si uno teniendo el conocimiento de su instrumento puede llegar hacer muchas cosas. E: aparte de Los Borbotones ¿qué otras actividades realizás? FB: yo en estos momentos estoy dedicado totalmente a la música. Aparte de la música yo soy técnico en ingeniería de sistemas, lo cual no ejercí. No ejercí porque la música siempre fue como el proyecto principal que tenía en mi vida. Siempre había que tener un as bajo la manga o un plan B, por decirlo así. Yo creo que la mayoría de los músicos, me atrevería decir que en toda Colombia, tenemos. Pero siempre me proyecté “primero la música, primero la música” y pues en estos momentos puedo dar gracias a la música que estoy viviendo de ella y pues que tengo muchos proyectos para hacerlo gracias a la música. E: ¿tenés otras entradas aparte de la música? FB: no, en estos momentos no. Solamente la música. En estos momentos puedo decir que vivo de la música. Obviamente es algo que injustamente es mal visto. Son unas de las profesiones que son subvaloradas, por decirlo así. Pero de hace unos 4 años para acá se ha venido como un gremio musical, en el cual se le está dando la importancia que merece a la música, y hay pocos sectores en los cuales han creído en eso y están dándole el crédito a los músicos. E: ¿a qué te referís con que ha sido subvalorada? FB: Para mí la música es como cualquier profesión (…) para mí un músico es lo mismo. Entonces mucha gente ve la profesión del músico como el fiestero, el que toca porque sí, o el que toca por cervezas, que incluso muchos músicos hicieron que la gente empezara a ver esa profesión así. A partir de un tiempo para acá empezaron unos músicos de universidades, de academias, músicos muy letrados a darle un vuelco de 180 grados a esto. Somos músicos, hemos estudiado 5 años o hemos estado más de 5 años en la música por toda la ciudad o el país y demostrando que somos buenos en lo que estamos haciendo y tienen que valorarnos por lo que estamos haciendo. E: ¿vos invertís dinero para la música? FB: Claro. Yo creo que el sacrificio es como en todo. Tenés que invertir dinero, tenés que invertir tiempo y tenés que tener toda la disposición para esto. Por ejemplo en el grupo en que estoy
ahorita podemos vivir de la música porque tenemos la conciencia de que esto es lo que queremos, queremos hacer las cosas bien, no la tomamos muy a la deportiva o ser tan mediocres. Yo creo que esto es constancia total y la idea de nosotros es cada vez ponernos un reto. Como dice el dicho, lo importante no es llegar a la cima, sino sostenerse. Entonces yo siempre lo he tomado como un reto, seguir aprendiendo y estudiando mucho más. Yo creo que eso es lo que nos ha mantenido a nosotros y que nos ha dado el poco renombre que tenemos en la ciudad. E: ¿cuándo invertís plata, en qué lo hacés? FB: sobre todo en la parte técnica. Los músicos invierten en instrumentos, en ensayaderos, o en clases. Que son las cosas más primordiales que tiene un músico. Un músico vive de su instrumento. Si soy guitarrista, para poder ser un muy buen guitarrista debo tener un muy buen instrumento. Al tener un buen instrumento, sino tengo un buen conocimiento, debo invertir en estudiar ese instrumento. Ya en cuestión de transportes, porque el músico lleva consigo su instrumento, o sea que si no tenés un transporte, te toca estar pagando taxi o gastar en bus o haciendo colectas con los amigos para andar en carro. Esos son los sacrificios en cuestión económica. E: pero vos como vocalista ¿cuánto gastas? FB: ser vocalista es una de las cosas que tiene los pro y los contras. Una de las cosas más benéficas de ser vocalista es que no tenés que cargar con instrumentos, a menos que vos llevés un sonido que no tengan… entonces cargar con tu instrumento. En los lugares que tocamos siempre requerimos de unas condiciones técnicas en las cuales la parte de la voz sale sana, en ese sentido. Lo que yo invierto sería en mi micrófono personal, que sería por cuestiones de comodidad, por cuestiones técnicas de que yo sueno bien con mi micrófono, entonces invierto en mi micrófono, en mi línea, y si uno quiere y posee el dinero, en cuestiones como retornos, que podría llamarse un lujo innecesario dependiendo del lugar que toquen. E: ¿cuánta plata se te va a vos en ensayos? FB: por suerte ahora, con la disciplina que tenemos ya no ensayamos. Desde que empezamos tenemos la mentalidad de que esto no es una diversión, nuestro trabajo es entretener a la gente, entonces tenemos una disciplina y una manera de trabajar. Nosotros mandamos un repertorio al principio de la semana, cada quien lo estudia por su parte. Tenemos una prueba de sonido alrededor de dos horas, el mismo día del toque. Y es allí donde hacemos el ensamble. Los errores y cosas que haya que acomodar, cada quien debe tener la conciencia y también depende mucho de qué tan compacta sea la banda E: ¿ustedes cada cuánto tocan en la semana? ¿y dónde? FB: nosotros tocamos tres veces a la semana, más o menos, es como la forma en que tocamos cada semana, el ejercicio que tenemos nosotros. Tres veces a la semana, cada semana. A parte de ensayos que se tienen dependiendo del evento que se tenga. E: ¿cómo es una semana típica tuya? FB: la semana típica es levantarse, por ejemplo, de lunes a miércoles a estudiar, o sea, escuchar canciones. Levantarse uno a prender su equipo, su computador y estudiar. O sea, el trabajo de uno es escuchar música. Entonces es estudiar mucho, la intensidad… por ejemplo en mi caso es la letra, cómo canta, qué le puedo aportar yo a la canción como intérprete, que me sirva a mí también, que me enriquezca a mí en la formación de vocal. Ya se parte la semana y empiezan los ensayos previos a los toques. Los fines de semana ya la conciencia cambia, se trata un poco de estar concentrado en el día del toque, se hace una prueba de sonido donde se revisa cada detalle de la música. Termina la prueba y tenemos ese espacio como de dos, tres horas para
descansar y tratar de concentrarse. Viene la hora del show. Se termina el show y casi siempre es como de relax, por decirlo así. Entonces se comparte un poco con la gente que está allí y ya más que todo concentrarse al próximo día, porque casi siempre al otro día hay un show nuevo. E: ya… ¿qué te gustaría haber hecho con la música en Cali y que no hayás podido hacer? FB: a mí me gustaría mucho haber institucionalizado la música. En Cali… toda mi vida he vivido en Cali y he estado en el cuento de la música ya más de 10 años, y me hubiera gustado mucho que se hubiera valorado más, en el caso este que es el Rock, y que hubieran más espacios. Lastimosamente hace unos 6 años perdimos emisoras que eran las que jugaban por el Rock n’Roll. Ya no tenemos medios. Entonces a las bandas que están haciendo les toca luchar por su propia cuenta. Ahora hay unas herramientas muy a favor, que son las redes sociales y están esas páginas en internet, donde vos podés montar tus videos y mostrar todo tu producto. Sería muchísimo mejor, por lo menos aquí en Cali, que tuviéramos otra vez esos espacios donde pudieran las bandas mostrar su producto. Ya con eso habrían muchos lugares más dónde tocar. Porque hay muchas bandas, yo siempre he insistido con eso. Hay mucho talento aquí. Yo he conocido muchas bandas, por ejemplo, tocando acá en los bares del sur… hace tres años, solamente habíamos tres bandas. A partir de dos años para acá, he conocido muchísimas bandas y todas buenas. Entonces ¿qué es lo que pasa? A muchas bandas les toca emigrar a otra ciudad, para Medellín, para Bogotá, porque aquí los espacios son muy pocos, entonces son muy peleados por las pocas bandas que hay. Sería muy bueno que gente, ya fuera social, política o llámese como sea… gente que tornara su vista hacia el Rock n’Roll y que realmente viera que hay un movimiento, pequeño, pero bastante interesante y que se empieza a dividir por esas cuestiones… de que no hay el apoyo. Entonces, sería muy bueno, me gustaría mucho haber institucionalizado el Rock n’ Roll aquí en Cali. E: bien, y de las cosas que quisiste hacer ¿qué si has podido? FB: digamos que, siendo un poco paradójico o irónico, qué se yo, es haber creado algunos pocos movimientos de los cuales todavía surgen algunos. O sea, haber participado en ellos. Hace unos ocho años había bastantes festivales, se contaba en el año de cinco a seis festivales solamente dedicados al Rock. Ahora, de esos festivales se han quedado tres. Esos son unos festivales o movimientos como tal, dedicados al Rock n’ Roll, que todavía están existiendo. E: ¿Cuáles son los que hay ahora? FB: reconozco ahorita Movimiento Rock Cali, Cali Underground, que aún se ha mantenido. Se me escapa el nombre del otro que hacen. Son festivales que hacen… los hacían a final de año y ahora los están haciendo en sitios pequeños o algo así, pero todavía están luchando por el movimiento Rock. Y eso es una de las cosas buenas, que están apoyando el Rock n’ Roll. E: en tu opinión ¿qué le falta al Rock en Cali? FB: el Rock está. Bandas de Rock hay. En todos sus subgéneros están. Lo que falta es apoyo. Esa es la palabra que yo creo que envuelve todo lo que necesita el Rock n’ Roll en Cali, apoyo. Volteen la vista, pónganle ojo al Rock n’ Roll en Cali. Si vos mirás, por ejemplo, hablan de Colombia donde tenemos íconos del Rock n’ Roll. En Cali tenemos a la banda, de hace muchísimo tiempo, hablamos de Krönös, que estamos hablando de 30 años prácticamente y a partir de ahí no hay ninguna banda que vuelva a decir, bueno ¿después de Krönös, qué? En Medellín está Kraken, han salido ciertas bandas. Bogotá tiene sus bandas. Se han dividido entre el Rock y el Metal, pero igual hay festivales en Bogotá, tienen Rock al Parque, en Medellín tienen Altavoz ¿y Cali qué? En cuestiones muy grandes, por ejemplo en conciertos grandes, en Bogotá se están haciendo conciertos grandes. En Medellín van a hacer conciertos grandes. ¿en Cali qué pasa? ¿dónde está la gente que está interesada en el Rock, que ya tiene mentalidad nueva, que se ha quitado ese estigma de que el roquero es el vago, es el vicioso, es
la persona que no tiene plata? Cosa que no es así, porque si vos ves, los pelados de ahora son los pelados que invierten su dinero, o ahorran o piden un dinero para comprarse un CD, o para ir a una gira o un concierto de la banda que le guste. Entonces la plata, lo que pasa es que si hubiera un apoyo y hubiera una institución acá que hiciera festivales, que la gente de acá no tuviera que salir a buscar los espacios del Rock n’ Roll. Eso sería lo más bello que podría pasar aquí. E: bien ¿hasta qué punto crees que las políticas públicas de las últimas alcaldías han facilitado o no el hacer música en Cali? FB: en lo personal, lo que yo he visto, al Rock en Cali se le ha ultrajado, se le ha maltratado. Se le han prometido muchísimas cosas, llega el momento en que se van a hacer y se olvida todo. En la administración pasada recuerdo que se iba a tener presente en la Feria de Cali, que es una feria que es muy reconocida por ser muy rumbera, se estaba pidiendo a gritos un espacio para nosotros los roqueros, y fue un espacio que se negó totalmente. Nos dieron unos pañitos de agua diciendo que para febrero se hacían y eso no pasó nada. Esperamos que con esta nueva administración no se deje atrás… hay unas entidades que están promoviendo mucho eso. Esperamos que logren algo con esto para el bien comunal del Rock Caleño, tanto para las bandas que somos de aquí de Cali, como para los fanáticos del Rock que están buscando esos espacios y más para esas épocas en las que solamente se piensa en rumba, en matanza de animales y matarse a tiros. E: aparte de Ruta 66 ¿en qué otros lugares tocás? FB: con Los Borbotones estoy en Ruta 66, estoy en El Faro Pizzeria/Bar y también estamos tocando en Pizza al Paso, nos estamos alternando entre El Peñón y La Flora. Y aparte nos movemos en toques privados. E: ¿con qué criterios ustedes aceptan o rechazan una propuesta? FB: la mayoría de las veces las cosas que nos impiden tocar son las condiciones técnicas. Nosotros hemos sido muy delicados con esto, porque si la banda no suena bien, se va a ver mal. Entonces, si la banda suena mal, es una mala banda. Entonces una de las cosas con las que más jodemos es en cuestiones técnicas. Ya lo otro es la cuestión económica. Hay mucha gente que cree que porque uno es músico va a tocar por cincuenta mil pesos y no entiende el sacrificio que se hace en cuanto a ensayos, montaje de canciones o el transporte de la misma infraestructura que lleva la banda. Es algo que siempre hemos tratado de recalcar a la gente, que tengan conciencia de todo lo que se hace para llevar un buen show. Muy pocas personas han tenido en cuenta eso. Personas que han sido, entre comillas, músicos fracasados o músicos ofuscados, que son la mayoría de la gente que quiere tener una banda en vivo o los que son muy fanáticos del Rock y tienen en cuenta, y saben, porque están cada ocho días en los bares mirando y se dan cuenta cómo es el montaje de todo este proyecto, son los que realmente valoran eso. La otra gente hemos tratado de llevarlos a esto y ya se firman contratos o actas en las cuales uno estipula eso y que si se viola, se rompe el contrato. E: contame cómo se diseña el contrato, cuánto cobran… FB: nosotros lo manejamos con una base. Se ha procurado siempre que el músico no se baje, por decir, de cien mil pesos. Es algo que hemos requerido entre músicos, por transporte, por el tiempo, porque algunos tienen que sacrificar tiempo con sus familias o tienen que dejar de tocar en otra parte por tocar en eso, porque siempre hemos tratado como una prioridad esta banda. Y lo del montaje. Porque a veces uno va a tocar en ciertas partes y le exigen ciertas canciones, entonces uno trata siempre de acoplarse a eso y amoldarse, y eso requiere ensayos… entonces nosotros empezamos como a hacer cuentas de eso. Todo empieza a calcular, y si vos te ponés a analizar, por ejemplo, un baterista va a llevar su batería y si
estamos en el sur y hay que tocar en el norte, son veinte mil pesos de taxi, ida y vuelta son cuarenta mil pesos, y si se va a ganar setenta mil pesos, se va a ganar treinta mil pesos, lo cual para él no va a ser negocio. Si queremos vivir de esto y obviamente soportando ese cobro que se hace, porque nosotros nunca vamos a decir “te vamos a cobrar un millón” y vamos a tocar porque sí. La gente que siempre nos ha contratado se va como a la fija con esto, porque saben el show que tenemos preparado, yo creo que por el tiempo que llevamos. E: ¿ustedes manejan la tarifa diferente dependiendo las condiciones? FB: sí, porque las condiciones técnicas pueden variar si es una casa o si es un evento al aire libre, entonces… por ejemplo, ahí si ya tenemos que alquilar un sonido nosotros, entonces ese sonido lo tenemos que meter en el contrato. Dependiendo de la lejanía tenemos que contratar un transporte, porque es más factible para nosotros contratar un transporte para todos, que cada uno estar llegando. Algunos cuentan con transporte, tienen su carro, otros no tenemos transporte. Entonces es mejor contratar una van y ahí mismo se lleva todo esto, incluido el sonido, se le paga a un ingeniero de sonido, entonces ahí es donde las tarifas varían. E: ¿y el dinero se reparte entre igual… FB: sí, esa fue la filosofía y la política de nosotros. Independiente de los toques que se hagan, vamos a repartirlo de la misma manera. Somos 5 integrantes y si nos ganamos un millón… porque el baterista es el que más carga o es el que lo consiguió o porque es el amigo de no sé quién… independiente de lo que sea, siempre va a ser equitativo el pago. E: y ¿a ustedes qué condiciones les exigen los dueños de los bares o de los lugares donde tocan? FB: cuando es una banda de planta es en los repertorios, no repetir mucho en los repertorios. Ser muy dinámicos en eso y tener la mejor energía… tener la mejor energía… porque es igual… para cada show es independiente de si vos te sentís mal, si tenés problemas, si estás enojado o si estás enfermo. Siempre tenés que mostrar una buena cara a la gente porque la gente viene a verte y a la gente no le interesa si estás mal, si estás bien, sino que ellos quieren entretenerse con un buen show. E: y aparte de no repetir el repertorio ¿qué otras cosas les piden sobre el repertorio? FB: Nosotros no hemos tenido problema porque nosotros tenemos una dinámica en la cual no repetir mucho. Nosotros cada ocho días estamos acá, entonces procuramos repetir como cada tres meses. Aquí tenemos gente que viene cada ocho días religiosamente y es gente que sale contenta porque dicen “yo puedo venir cada ocho días y nunca voy a escuchar lo mismo”, a no ser que haya un cumpleaños o que haya un caso muy fortuito en que se repita una canción que ya hayamos tocado en el mes. Pero de resto… la única petición es el repertorio y que sea acorde a lo que esté sonando en el bar. Por ejemplo, es un bar Pop-Rock, no podés pretender tocar algo tropical, a menos que se hagan arreglos, a menos que sea un evento especial en el cual vos tratés de acoplar eso y que se especifique que se va a hacer eso. E: aparte de la recompensa económica ¿qué otro beneficio considerás que te trae esta actividad? FB: para mí es una escuela. Es muy enriquecedor. El tocar Rock como tal es algo que a mí me encanta y me enriquece el alma, porque a veces uno siente como si fuera el músico que llena estadios, entonces así sea interpretando canciones de otro artista siente uno esa energía y como decir cómo quisiera yo estar interpretando estas canciones tan grandes, tan maravillosas… sin embargo, al interpretar eso uno se siente bien porque son artistas que a uno le gustan. O sea, muchas veces toca uno canciones que a uno mismo le gustan, entonces la alegría es inmensa. Aparte uno conoce mucha gente. A veces uno se sienta a hablar con las personas y saber que las personas, lo que uno hace le encanta, entonces es muy enriquecedor saber que lo que uno está haciendo, lo está haciendo muy bien.
E: ¿vos qué crees que espera el público de los músicos en vivo? FB: el público siempre espera que la entreguen toda. Ahora se ha manejado… la idea del concierto como tal, yo creo que ha cambiado. Antes la gente esperaba el concierto en los lugares grandes, en los estadios, en los teatros. Ahora desde los mismos bares, porque en estos mismos bares han traído artistas que ya han tocado en estadios o en teatros, y siempre esperan es que el artista se entregue, que entregue todo de sí. Por ejemplo, si está tocando una canción, que interprete con su alma esa canción, que los haga vibrar, que los haga llorar. Yo creo que la gente quiere eso y muchas veces, por suerte, ha salido con esa sensación. E: ¿qué considerás vos que es un buen músico de Rock? FB: para mí un buen músico de Rock es aquel que tiene una disciplina, que tiene conciencia de que lo que está haciendo es lo que ama y que lo quiere hacer muy bien, para poder después sustentar con eso, tener una buena retribución económica. Si no tenés esa conciencia, si no tenés esa pasión, ese amor por lo que estás haciendo, yo creo que no hay nada. Para mí eso lo dice todo, es el amor por lo que uno está haciendo. Eso es lo que debería pensar toda la gente. Yo amo cantar Rock, esto es lo mío y yo sé que si sigo así, es un sacrificio que a largo plazo va a tener un producto muy grande.
6.7. Entrevista a Javier Devia, baterista de Ra la Culebra, colectivo organizador del Festival Unirock Alternativo. Viernes 1 de febrero, 10:20 am en Universidad del Valle. Entrevistador: bueno, contame cómo ha sido el proceso de Ra la Culebra. ¿cómo se formó? ¿cuáles han sido los objetivos que los han guiado? Javier Devia: Son como dos escenarios diferentes, dos momentos diferentes. El primero es el inicio de la banda, hace ya bastante, en el año 96. Estábamos muy jovencitos, recién salidos del colegio y nos gustaba la música Rock, y decidimos ponernos a tocar. No sabíamos. Ninguno. Entonces digamos que es una etapa de aprendizaje. Entonces aprendimos a tocar y lo hacíamos por hobbie, pero lo tomamos como un hobbie muy serio, porque a pesar de que éramos una banda nueva en Santander de Quilichao, que fue donde iniciamos, nadie tenía un ensayadero. Nosotros fuimos los primeros que adecuamos un lugar, lo insonorizamos… y empezamos a tocar con los instrumentos más asquerosos del universo, pero pues ahí se empezó. Y pues obviamente nadie trabajaba, entonces lo que medio le daba el papá a uno o cualquier cosa que se podía truquear o pedir regalado. Pasaron tres años. Digamos que ahí se medio aprendió, por lo menos, a tocar y empezamos a tener reconocimiento dentro de la escena, porque hacíamos una música diferente. Luego llegó la etapa universitaria y cada quien empezó como con diferentes estados. Hasta ahí eso simplemente fue goma. Después esos tres años nos separamos. Hubo uno que se fue a estudiar a Manizales, otro a Popayán y dos nos vinimos para Cali. Pasaron cuatro años y nos reunimos, y dijimos “no, ya, volvamos. Hagámosle”. Todos hemos compartido esa pasión y empezamos a trabajar aquí en Cali, al principio de recocha, cuando dijimos “no, hagamos ya algo más serio”. Hubo un cambio de integrantes. Hubo un integrante que ya no quiso seguir, entonces eso nos dio otro enfoque, entró un man que es músico, nos enseñó un poquito más de tonalidad, y digamos que la música adquirió otra calidad. Y en ese momento tuvimos una reunión y dijimos “bueno, ¿vamos a tomar esto en serio o no? ¿Que sí? Bueno vamos a tomar esto en serio, vamos a tratar de organizar una grabación, un video”. Obviamente con recursos propios. Todavía no se pensaba como un emprendimiento cultural, hasta que después de un concierto que tuvimos en los cristales, en el 2006, un Cali Underground, se nos arrimó una muchacha, nos dijo que le había gustado la propuesta y que ella
trabajaba con Vive y piensa joven, que era un proyecto de emprendimiento cultural, del Centro Cultural Comfandi. El Centro Cultural Comfandi ha sido nuestra casa desde el principio, prácticamente desde cuando decidimos y entendimos que una banda no son cuatro o cinco locos tocando, jugando al rockstar, sino que es un emprendimiento cultural, es una empresa. Entonces nos metimos en ese proyecto y tuvimos muy buena acogida. Nos empezó a ir muy bien y al año siguiente ya éramos la cabeza de ese proyecto, desde la parte musical, y ese proyecto fue el piloto del PRIC. María Elisa Holguín, que era la directora del Centro Cultural, vio ese proyecto y lo acomodó y lo presentó al banco interamericano de desarrollo y a ellos les gustó. Y desde ahí se generó todo eso. Digamos que nosotros íbamos a ser los de primera camada para ello, pero se presentaron ahí unos inconvenientes, y el proyecto quedó en papel para nosotros. Pero seguimos trabajando por nuestra cuenta y digamos que todos esos dos años que estuvimos en Vive y piensa joven, nos ayudaron para entender que es el trabajo que haga uno y nada más, y que era una empresa. Aparte de eso tuvimos determinadas capacitaciones que nos sirvieron, entonces empezamos a hacer varias cosas. Una de ellas fue el primer piloto del Intercolegiado de Agrupaciones Musicales, y otra de ellas fue el Festival Internacional Unirock Alternativo. E: ¿ese era el que antes se llamaba Unibandas? J.D: no. Unibandas fue una vez. Y no pasó nada más con ese festival. Tampoco los organizamos nosotros. El Festival Internacional Unirock Alternativo en este momento ya va para su quinta versión, es el 21 y 22 de marzo, y es un festival que es uno de los festivales de rock más importantes de la ciudad, y empezó con nada, con una semillita ahí en el lago, porque ahí se hizo la primera versión, en la Tulpa. Ahorita ya es un escenario donde tenemos tres artistas internacionales, varios nacionales, las mejores bandas del Valle. Entonces, ha sido un pequeño hijo desde ese emprendimiento, que ha dado sus frutos. Obviamente estamos buscando que se mantenga y que crezca año a año. Lo mismo el Intercolegiado. Hoy en día el Intercolegiado es una cosa que, por ejemplo, la final fue transmitida por Telepacífico, tuvimos premios, tuvimos… es decir, eso hace parte de un plan de negocios de Ra la Culebra. Ese plan de negocios se realizó hace años y se le pasó al PRIC. E: o sea, que Ra la Culebra no sólo es la banda, sino que también… J.D: es un emprendimiento cultural. Obviamente todo esto va encaminado… es una sola línea recta. ¿Cómo funciona? Ra la Culebra es la banda, tiene el Festival Internacional Unirock Alternativo, y tiene el Intercolegiado de Agrupaciones Musicales. Entonces todo está unido, el ganador del Intercolegiado toca en el Unirock, que ese es un privilegio, y la gente del Unirock, se va para diferentes partes de Latinoamérica y Colombia, donde hemos estado, donde hemos abierto puertas, a hacer intercambios con esos lugares, que es una de las cosas más importantes que debe tener un artista, porque eso te da hoja de vida, te da experiencia con públicos diversos, es algo muy enriquecedor. Esas son cosas que hemos aprendido en el camino, con altas y bajas, porque hemos estado en la buena y en la mala, pero que como que en el camino de la independencia hemos visto… fue nuestro camino y nos gustaría regalarle esa réplica a otras agrupaciones que creemos que trabajan seriamente, porque hoy en día esa vaina de que viene una casa disquera y se te abre las piernas, eso ya no sucede. Lo que no hagás por vos, nadie lo va a hacer. En ese mismo camino, la banda se ha visto beneficiada con los intercambios. El primer intercambio, la regla es: lo hace Ra. De ahí, los años siguientes los hacen otras agrupaciones. En ese sentido ya hemos enviado tres bandas a Chile. E: ¿cómo han hecho ustedes esos contactos? J.D: autogestión. Yo soy digamos que la cabeza de Ra desde lo cultural y yo entendí hace rato que es yendo, preguntando y hablando, pidiendo, diciendo, escribiendo, proponiendo. Y eso es lo
que hago. Hay cosas que me consigo gestionando y hay cosas que van llegando. Cuando uno empieza a moverse ya en el círculo la gente hasta te busca para ciertas cosas. E: ¿cómo es organizar el Unirock o el Intercolegiado? ¿Cómo es el proceso de cada año? J.D: bueno, esos son dos proyectos que son grandes. Se hacen en dos semestres separados. Nunca vamos a hacer en el mismo semestre dos, porque nos enloquecemos. Unirock se hace en el primero y el Intercolegiado en el segundo. El proceso de Unirock empezó desde noviembre 15, cuando terminamos el Intercolegiado. Empieza uno con los creativos a organizar un logo, vamos a mejorar la página web, ¿qué tuvimos de problemas el año pasado? ¿qué tuvimos que fortalecer? ¿cuáles son las expectativas para este año? Empezamos como grupo, la cabeza principal, a pensarnos el festival del año siguiente, lanzamos las convocatorias en diciembre; en este momento estamos en convocatorias, consiguiendo recursos. E: ¿cómo consiguen los recursos? J.D: gestionando. Pidiendo. E: ¿con lo público, lo privado? J.D: realmente nosotros somos un festival que vamos más hacia lo privado. Es decir, no se puede negar que hay una participación público-privada, pero es un festival muy diferente a todos los festivales de la ciudad. No sé si vos conozcas más o menos la escena rock, pero por ejemplo, casi todos los festivales de la ciudad se hacen en Los Cristales. (E: y La Tertulia) Sí, aunque La Tertulia es más como para toques, pero no un festival. Resulta que la característica de estos festivales, aparte de ser gratuitos, que no tengo nada… ojalá yo pudiera cobrar aquí la entrada, pero el Alma Mater no lo permite y esto es un evento, de una u otra manera, de la Vicerrectoría de Bienestar. La Universidad nos da determinada cantidad de cosas en logística y nosotros como colectivo tenemos que conseguirnos todos los demás recursos, empezando por quién coordina, quién escoge, quién es jurado de bandas, todo esto, patrocinadores para que salga un evento súper pro. Todo ese tipo de cosas. Aparte de eso incentivos para las agrupaciones, porque una de las vainas que se está trabajando en términos generales en Cali es que al artista, al músico hay que pagarle, y pues como artistas nos hemos visto afectados N veces. Aquí en Cali por lo general no le pagan a las bandas. Eso es una concepción generalizada. Habemos pocos que sabemos cobrar, por ejemplo, y me cuento allí porque en el proceso al principio costó mucho. Yo podría decirte que durante unos tres años nunca supe ni cuánto, ni cómo, ni por qué cobrar. E: Ahorita paso a ese punto específico, que me importa mucho, pero el patrocinio de las empresas privadas ¿qué tanto es? ¿para qué se usa? ¿qué tan difícil es hacer esa gestión? J.D: mirá que no es tan difícil realmente. Hay tips para tocar esas puertas, hay diferentes estrategias. Después de que usted toque una puerta, lo más grave que pueda pasar es que te digan que no, y si te dicen que no, vos tenés que decir “muchísimas gracias. De todas maneras estoy muy interesado en que se vinculen a nuestro proyecto y el próximo los espero con otra propuesta”. Es como eso. Mucha gente que me ha dicho no inicialmente, después ha dicho sí. Es más, mucha gente me ha dicho “mirá, no se puede”, y después me llaman, “no, mirá, sí estamos interesados”. ¿Cómo es el patrocinio con la empresa privada? El patrocinio con la empresa privada es una vaina como de especie, como que “ve, mirá, nosotros vendemos X producto. Entonces ¿cómo hacemos?”, “mirá, monten un stand y véndanlo”. Pero entonces el stand tiene un valor y aparte de eso, la idea es que nos patrocinen y nos colaboren con algo. Por ejemplo, regálenos productos para regalar al público, a las bandas. Habrá gente que te dice “listo, te doy en efectivo tanto…”. E: y ¿qué tipo de empresa patrocina? J.D.: te vas a reír. Es súper variado, desde veterinarias, hasta gente que vende empaques para los portátiles. Hemos tenido de todo, cerveza, cigarrillos, esto que te digo, páginas web, hemos
tenido gente que vende artesanías. Obviamente ya se dan otras condiciones. Y entonces, ahí poco a poco se va sumando para lograr organizar un festival, por lo menos decente. E: y ¿a las bandas ustedes cuánto les pagan? J.D: depende. Hasta el año pasado no pudimos pagarle a ninguna banda nada. Lo que se les otorgaba era el cupo. O sea, a las bandas se les da lo mínimo, que es transporte, alimentación, un camerino decente, su hidratación. Las condiciones mínimas… a las locales. Y con las internacionales y nacionales hay unos tipos de intercambios diferentes. Hay unos intercambios que son monetarios y unos intercambios que son en especie. Este año cambia eso, cambia el modelo porque precisamente el ir creciendo en la manera en que hemos ido creciendo, nos ha permitido tocar otras puertas, y pues la idea es, aunque no le podamos pagar a cada banda el billete uno tras otro, le vamos a brindar determinado tipo de valor monetario. Mínimamente se le van 500 mil pesos, así sea en bonos de lo que sea. Digamos que en ese sentido, ningún festival lo había hecho aquí, así como ningún festival de aquí ha sacado artistas. Y aquí ha habido festivales que han estado 8, 10 años y no hacen nada, lo único que hacen es buscar su lucro privado. Nosotros hemos buscado… después de tanto tiempo, 8 o 10 años, lo único que hacen es enriquecerse ellos. Y en últimas ni se enriquecen ni nada, porque no te saben trabajar un negocio. Realmente, nosotros lo primero que hemos hecho es mejorar las condiciones artísticas, logísticas y después… como te digo, este año es la primer vez que estamos teniendo en el panorama, “expectadas” ganancias. El año pasado obtuvimos las primeras ganancias, el cuarto. Nunca hemos tenido pérdidas, afortunadamente, pero siempre había sido “chan con chan”. El año pasado pude decirle a todo mi equipo de trabajo, que son 30 personas, “mirá, tienen una bonificación de 50 mil pesos”, y todo el mundo ¿qué? Eso fue muy bueno, y no me los quedé. Yo podía haberme quedado con unos millones en mi bolsillo, como hace mucha gente, pero entonces yo dije “esto es un equipo” y a todo el mundo tenga, tenga, tenga. Aparte el año pasado les pagamos, aparte de ese bono. Se pudo pagar. Entonces dijimos “este año ya, aparte de que vamos a pagar bien a todos, artistas, grupo de trabajo, nosotros mismos tenemos que ganar algo”. Entonces digamos que estamos como buscando eso, y hasta ahora vamos bien. Todavía nos faltan un par de cosillas, pero vamos bien. E: ahora sí, vos me decías que hay gente que no sabe cobrar y que ustedes también pasaron mucho tiempo sin cobrar. Contame cómo cobran ustedes y cómo ha sido ese proceso. J.D: primero que todo, hay que conocer dinámicas de mercado. Afortunadamente ciertas capacitaciones que hemos tenido y mi formación profesional, yo soy economista y tengo un posgrado en administración pública. Trabajo acá en la universidad. Entonces hay cosas que uno empieza a decir, bueno, hay unos valores que tienen determinado tipo de cosas, pero lo más importante es que vos tengás un producto para vender y un producto para vender no es que te parés creyéndote Jimi Hendrix, a tocar una guitarra como un palo en un escenario. Cuando vos vas a ver a un músico o a una banda, vos vas a ver una banda por algo. Porque te gusta la música, esa es una razón, pero si te gusta la música, podes escuchar un CD. Es porque vos querés ver una interpretación en vivo y querés ver un show, y a medida que hemos salido por toda Latinoamérica, hemos encontrado que las mejores agrupaciones tienen un mejor show y hemos estructurado el nuestro. Entonces nosotros, desde hace un tiempo, tenemos un show. Es decir, no es “toca Ra la Culebra”, no, “Ra la Culebra va hacer un show”. El show consta de tres partes. Entonces uno vende ese show. Pero ya tenés un producto tangible. E: ese valor agregado que hace que no sea simplemente escuchar una banda. J.D: sí, es que por ir a ver tocar unos manes ¿cuántos les pagan a esos manes de los bares? Les pagan 80 lucas por cabeza, 70 lucas por cabeza, 60. Entonces serían… ¿son 4? 300 mil pesos. Por ir a ver unos manes tocar… y son músicos profesionales… dos horas… 60 lucas. No. Realmente la originalidad, el trabajo, los instrumentos, todo tiene un valor agregado, todo tiene
que sumarse en esa función de costos. Aparte de eso tenés un show. Por eso uno no es una banda de Tributo, es una vaina que la gente tiene que ir a ver, tiene que apreciar. Hay gente que le gusta y gente que no, como cualquier producto. Pero uno empieza a ver si su producto es bueno o es malo. Dependiendo de la cantidad de gente que le guste. Afortunadamente con Ra, el producto ha cogido, se ha sentido la fuerza. E: en este momento ¿ustedes más o menos cuánto cobran por un show? J.D: Nosotros tenemos una tarifa que a pesar de todo es económica. Un show completo de Ra la Culebra dura más o menos 1 hora 30, 1 hora 40 minutos. Por ese show nosotros cobramos 1’600.000 pesos. Es económico, a pesar de la hoja de vida que tenemos ¿por qué? Porque sabemos que la realidad es así. Pero uno tiene que saber cobrar. Si vos sabés que es una entidad que tiene billete, no cobramos millón seiscientos, vamos a pasar la cotización por mucho más, para iniciar una negociación. Pero si es un colegio de unos niños por allá en Aguablanca, pues lo más probable es que digamos “póngame el transporte el transporte y un refrigerio y ya” ¿qué vamos a cobrarles? Eso es una diferenciación de precios básica. Yo sé que es el pan de todo el mundo, y todo el mundo te dice “venga, nosotros queremos que toquen, pero no tenemos plata”. Lo que hacemos nosotros es: hacemos un show más o menos así, pero conseguite mínimo esto y mínimo tanto. Porque también hay que darse ciertos valores. Hay momentos en los que los amigos y tal cosa, y uno dice bueno, nada. Pero lo mínimo que debe tocar uno es… nosotros ya la tenemos como clara: si vamos a tocar media hora, lo mínimo son entre 500 y 600 mil pesos. E: ¿y eso se repartiría entre los cuatro de la banda o…? J.D: somos un equipo de siete personas. Por eso te digo que es muy económico. Realmente uno no son solamente los cuatro que tocan, es el que toma las fotos, el que hace el video y el ingeniero de sonido. Es un grupo de trabajo. Una banda que sea responsable y seria tiene un grupo de trabajo detrás. Y por ejemplo, ahí no está el Community Manager, que a ese también hay que pagarle. Esas son cosas que va uno aprendiendo y que tienen que hacerse. Si no, no va a pasar nada con tu banda. Si no hay un registro no pasa nada, y más hoy en día que todo es la farándula que vos podás mover. Entonces eso es bien importante. E: ¿ustedes cuántas veces han tocado fuera del país? J.D: hemos tocado 2 veces en Argentina, 2 veces en Chile, una vez en Ecuador… E: ¿pero fue una misma gira? J.D: no, dos giras diferentes. E: ¿cómo fue? J.D: ¿cómo fue? Pues increíble (risas) una experiencia increíble, un aprendizaje brutal, aparte de eso el enriquecimiento cultural, de las amistades que logra hacer uno, de que vos mirés el mundo. Es otra visión del mundo que ya no te la están diciendo por un televisor, ni te la están contando. Cuando vos vas allá y vivís, y sabés que es una sequia y vas a un viñedo, y sabés cuánto vale una botella de vino que aquí cuesta 80 mil pesos, allá te la venden en 2000 mil pesos y sabés cómo se conciben las cosas, eso te da otro enriquecimiento, te da otras cosas. E: ¿ustedes como consiguieron la primera gira? J.D: yo me fui solo primero. E: haciendo contactos… J.D: yo me fui solo. Escribí mucho por internet y luego fui y ahí se logró hacer algo. Digamos que me fui de vacaciones, pero lo que estuve haciendo fue: bajé hasta la Patagonia, yendo a emisoras a buscar la música de Ra y así.
E: unas vacaciones laborales. J.D: sí, pues ricas. Igual me gusta. E: ¿Vos trabajas aquí en Univalle? J.D: ajá. E: bueno ¿cómo es una semana tuya de trabajo, entre lo que hacés aquí en Univalle y Ra la Culebra? J.D: a mí siempre me han preguntado que qué tal mi trabajo. Yo digo “yo tengo el mejor trabajo del mundo”. Yo tengo mucho tiempo disponible para todo. Es decir, no tengo un trabajo esclavizante, eso ya me libera para ciertas cosas. Digamos que yo puedo dedicarle a mi trabajo aquí, 4 horas. Y a lo demás le puedo dedicar entre 2 y 3 horas diarias. Hablo de jornada laboral, de 8 a 5. Después de las 5 tengo más tiempo para mí, para ensayar, para la agrupación, para la gestión, para otras cosas. Entonces digamos que ese tiempo… yo me siento muy afortunado por eso. Tengo un trabajo estable y tengo la posibilidad de trabajar en mi proyecto cultural. E: ¿vos que hacés acá? J.D: yo tengo un cargo técnico-administrativo. Acá se divide por planta de cargos. E: ¿cómo son tus ingresos respecto a lo que hacés en Univalle con lo que hagás en tu proyecto cultural? J.D: en este momento, yo vivo y subsisto, y mi banda también subsiste de mis ingresos. Realmente, lo que produce la banda no da ni siquiera para los gastos que da, por ahora… como banda. Con los proyectos culturales, como te digo, este año ya estamos buscando equilibrio y ganancia. El año pasado hubo equilibrio, este año estamos buscando ya ganancia. Y lo que pasa como cualquier empresa, vos tenés que mirar es a futuro. Bueno, a tanto años, tal cosa. Tanto periodo de pérdida, de aguante, otro periodo de equilibrio y bueno, vamos a empezar a ganar dependiendo de la estrategia. Uno tiene que ser paciente, lo que pasa es que la gente no es paciente, y es que es muy complicado ser paciente. Pero yo espero que de aquí a unos 5 años, la balanza se equilibre, y lo que yo gane por ingresos culturales sea por lo menos igual a las ganancias de mi trabajo. E: vos me decías que los festivales no han generado pérdidas en los años anteriores. (J.D: no) Esos sí se han mantenido en equilibrio. ¿la banda sí ha generado algunas pérdidas? J.D: sí, claro. No, gastos… (E: sí, pérdida tiene una connotación negativa) Digamos que la ecuación gastos frente a ganancias no es equivalente. Nos hemos gastado más dinero del que ha producido. E: ¿en qué lo gastan ustedes? J.D: en viajes, en tiquetes, viajes, alimentación, instrumentación, pero… E: ¿la instrumentación ha salido de lo de la banda o de cada uno? J.D: una cierta parte. Digamos que lo básico salió de cada uno, pero la banda… por eso yo digo que no sé, de pronto no voy a hablar de pérdidas, porque es un proceso también de inversión. Nosotros compramos prácticamente todas las cosas para nuestro propio estudio. Nosotros tenemos nuestro propio estudio. Que la interfaz, que una batería de gama media-alta, que un computador, que un set de micrófonos profesional para grabación en estudio. Han sido una cantidad de cositas… que un procesador para tal cosa, que una melódica. E: ¿eso salió de la banda?
J.D: de la banda. Por eso muchas veces no se ha quedado… como dinero constante o el que uno se gasta para uno. Pero sí ha sido un proceso de inversión. E: vení, y ¿ese estudio ustedes lo tienen abierto o es únicamente para ustedes? J.D: no. De nosotros. E: y ¿tienen plan de abrirlo? J.D: Jamás. E: bueno ¿qué es lo más difícil de hacer Rock en Cali? J.D: esta no es una ciudad roquera. Eso es lo más difícil. Aquí predomina el cliché de la salsa y el pacífico. Entonces se cree que el roquero de aquí de Cali no tiene el nivel a nivel nacional. Valga la redundancia. E: se cree ¿quién? J.D: a nivel nacional. La parada roquera aquí la mandan Bogotá y Medellín. Eso es innegable. Entonces los manes tienen una concepción de que aquí no pasa nada con el Rock. Pero lo que precisamente estamos mostrando desde hace un periodo de tiempo es que sí hay, sí pasa y hemos sorprendido en muchas ocasiones, en muchas partes. Mi propia banda lo ha hecho, no solamente las viejas glorias, cosas de antaño, sino que se está produciendo música creativa, nueva, independiente. Y una de las cosas que tiene el Unirock es posicionar eso. En este sentido, por ejemplo, este año viene una de las emisoras más grandes del país, Radionica, a cubrirnos. Y le vamos a mostrar una cara que ellos no han conocido de Cali, y es la diversidad. Ellos vinieron como a otro festival aquí importante, pero yo siento que a los organizadores se les fueron un poquito las luces. Porque cuando un ente tan importante viene, vos tenés que mostrar algo que es una realidad, y ellos mostraron una cosa que no era una realidad. Yo creo que allí hubo un gran error, pero la idea es como “vea, esto es lo que pasa de verdad”. E: ¿vos crees que acá hay público para el Rock? J.D: sí, mirá. Es irónico, pero sí. El caleño es un man que puede ser un roquero y se va a rumbear salsa. Aquí todo el mundo baila, le gusta irse a tomar una… así como todo el mundo puede ir a un bar a escuchar música rock tranquilamente. Eso se evidencia en los bares, eso se evidencia en los colegios. Yo que dirijo un intercolegiado me doy cuenta que el público de Cali es una cosa loca, y eso es una vaina histórico-cultural. Por ejemplo, en los años 70s y 80s la gente, los roqueros hacían los conciertos en las discotecas de salsa. Y se hacía el concierto, terminaba el concierto y ahí empezaba la rumba. Y así era y no había problema. Es que hay concepciones que no se pueden cambiar… Andrés Caicedo, si vos lo has leído. E: Rolling Stones y Richie Ray y Bobby Cruz. J.D: exacto. Entonces eso hace parte… diferente del roquero del eje cafetero que es más metalero, que es más radical. Allá sí se nota más fuerte la diferencia. Es como eso, aquí hay público para todo. Aquí no se puede catalogar como que hay público para esto… vos vas a Petronio, todos los roqueros están en Petronio. Igual, la gente de todo tipo viene a los festivales. Vos ves desde el metalero hasta en un toque de tecno. No sé si vos conocés, aquí hay unas rumbas clandestinas que llaman Convultion. Vos ves metaleros, ves de todo allá yendo a bailar música electrónica. Realmente el caleño es más de rumba, y ¿qué es rumba? La fiesta, y ¿qué es la fiesta? Donde haya música y sabor. El género claro que importa, sí importa, y el estigma importa mucho. No te voy a decir que todos son parecidos. No el roquero sigue siendo estigmatizado por muchas razones, por la propia connotación del Rock, que es rebeldía, que es irreverencia o que es anarquía, independencia. Todo este tipo de cosas. Pero cuando vos lo ves y conocés, vas más allá, vos sabés que el roquero es el que lucha por los derechos de los animales, porque sos el que
va y se le planta a las corridas de toros, el que recoge los perros de la calle, el que dona sangre. Entonces son concepciones que también tiene que ir cambiando. Así como que el roquero es un mechudo que no hace nada. Ponete a mirar, nosotros estuvimos haciendo unos estudios… yo también le hecho mente a esto del Rock desde otras perspectivas, no solamente el PRIC. Yo trabajo con la Mesa de Concertación del Rock aquí, con la Secretaría, y médicos, posgrados… es decir, gente muy bien preparada. Simplemente son gustos musicales. E: ¿cómo ha sido lo de la Mesa de Concertación? J.D: fue. En este momento está en un stand by. Esa mesa de concertación fue un intento por unir los diferentes parches roqueros. Aquí hay un conflicto entre varios grupos. Yo digo “hay” porque yo no me siento tocado por eso, porque nunca he peleado una migaja de la secretaría de cultura. Pero aquí hay unos que sí lo hacen y están en una pugna constante por los recursos públicos, y eso nos ha afectado mucho, y ellos no se dan cuentan. Entonces, digamos que la Mesa de Concertación fue un pequeño alivio, en su momento, o una pequeña iniciativa para lograr unirnos. Hasta cierto punto funcionó, hasta el punto en que los egos individuales ya no soportaron más, y ahora al final del proceso parecía que todo… siendo el primer año, la primer experiencia, parecía que todo iba por buen camino, pero pues hubo rumores, chismes y determinado tipo de situaciones que deterioraron lo que fue la mesa. Sin embargo, eso obedece más a unas tácticas de quienes no desean que la mesa exista, porque la mesa lo que va a hacer, y esa es la fundamentación, es darle un equilibrio a todo, así haya un poquito menos, pero para todos. Esa es la fundamentación. ¿Que tuvo errores? Claro, es que es lo primero. Es que la gente no tiene paciencia, y en estos rollos, más cuando hay una problemática de por medio y una problemática encaminada a los recursos, vos tenés que tener una paciencia mínima para solucionar un conflicto. Es lo primero en resolución de conflictos, vos tenés que tener paciencia, vos no podés ser impaciente con el otro, porque el otro tiene su visión y sus puntos, y si los dos han estado de acuerdo en sentarse en un sitio, toca solucionar y eso va tomar un tiempo. Ese tiempo es un periodo, para que las cosas funcionen, de cinco años en la mesa, porque el Rock acá se deterioró por varios personajes. Esos tienen nombre propio… yo podría decírtelos, pero no lo voy a hacer. Esos mismos personajes causan tanto problema aquí. Y aquí no ha habido como quien se pare fuerte con argumentos y diga tal cosa. Por eso lo que nosotros hacemos… ni participamos en esas discusiones. Nosotros hacemos, hacemos con nuestro festival. Por eso te digo ¿cuántos festivales de aquí han sacado agrupaciones de Cali? Hay algunos, pero no tienen un plan como el que tenemos nosotros, una misión, una visión clara. No es porque “ah, el mío es mejor”, simplemente estamos trabajando, trabajamos por el Rock desde nuestra perspectiva. No lo podemos hacer todo, pero desde esa perspectiva, ese puntico nosotros lo aportamos. E: ¿vos cómo has visto que las políticas públicas hayan impactado el Rock en la ciudad? J.D: yo siento que la han impactado… es extraño. Las políticas públicas de hecho no han impactado el Rock. Lo que pasa es que a medida que la gente se va educando y van entendiendo cómo funcionan los aspectos legales… mejor dicho, a la administración pública hay que arrancarle los recursos. Ya se han encontrado los mecanismos para arrancarle los recursos. Entonces ya es fácil arrancarle los recursos, ya se sabe a quién hay que escribirle, a dónde y en qué fecha llevarle los proyectos. Entonces ellos no tienen más remedio, porque en últimas saben que es un movimiento muy grande, pero fue un movimiento que estuvo dormido durante mucho tiempo. En este momento esa es la cuestión, sin embargo los recursos siguen siendo muy poquitos. Vos mirás el presupuesto de Rock al Parque o de Altavoz, entonces uno dice lo que nos dan aquí es una risa, eso no le da ni cosquillas, no alcanza ni para un dedito de Rock al Parque. Es irrisorio, y así se quiere tener artistas de nivel internacional. Es muy complicado, porque eso hace que la industria crezca en su totalidad, cuando hay recursos. E: ¿qué lugares de rock hay en la ciudad? Me refiero a dónde se toca, se graba, se ensaya ¿hay una buena posibilidad para que las bandas lo hagan?
J.D: sí, aquí lo hay. Lo que ocurre es que son de difícil acceso o costosos. Para toques muy pocos lugares que presenten… E: ¿costosos los estudios? J.D: sí, pero sí los hay… es que sí los hay. Hay mucho estudio, mucho lugar, hay mucho sitio donde ensayar. Es más podrían haber muchos sitios donde tocar, pero la gente dueña de los bares no ha creído y ahí es donde la política pública debería afectar. Yo estoy proponiendo desde hace mucho tiempo, dentro del marco de las políticas públicas, que el ente cultural obligue a todos los establecimientos nocturnos que mínimo una o dos veces al mes presente un artista local, todos, inclusive los de salsa, de jazz, los roqueros. Por ejemplo, el parche de la 66, el parche de los bares del norte, que en cada bar… E: ¿el norte en qué parte? ¿granada? J.D: 44 norte, granada. La zona rosa del norte, norte. E: ¿Qué hay por ahí? Ya he identificado la 66, granada, de pronto los bares de la quinta. J.D: en el parchecito de manzana del saber siempre hay bandas en vivo. En el norte había un bar que se llamaba Palermo, ese se acabó, pero en esa zona hay una cantidad de barcitos. 44 norte, entre la sexta y la tercera norte. Eso es un corredor. E: bueno, en términos de festivales ya me has mencionado varios, el Unirock, el Calibre, Underground, Cruzada, Cali Gothic. ¿conocés algún otro? J.D: … el Calidorock. E: pero ese fue del año pasado. J.D: sí, pero ese festival… la idea es que se va a posicionar. Se va posicionando. Está en Buga el Mamut Fest… E: ah bueno, de los lugares en que ustedes han tocado como banda, aquí en la ciudad aparte del Unirock, Calibre, ¿qué otros espacios hay? J.D: no, bares y fiestas privadas. E: vos me comentaste que ustedes comenzaron con el Centro Cultural Comfandi, ¿crees que en otros centros culturales hay como cabida para este tipo de proyectos? J.D: sí, claro. En Confenalco hay otro parche. De hecho hay un parche que hace toques cada jueves o viernes a fin de mes, una cosa así. Tengo unos parceros que trabajan ahí. Yo trabajo más con Comfandi. Pero sí, si hay cabida… en la Alianza. Yo pienso que sí, sí se puede. Solamente es tocar la puerta y brindar la propuesta. E: mirá que en ninguna de las entrevistas me han mencionado Centros Culturales, sino bares y festivales. J.D: es lo más importante. Es de lo más importante, además porque los centros culturales por lo general te dan la opción de que ganés plata. Si ellos no te pagan, te permiten la boletería, cosas así. Nosotros el lanzamiento del álbum lo hicimos en el Centro. E: por fuera de la ciudad ¿dónde suelen tocar ustedes? J.D: por fuera de la ciudad en festivales y bares. E: y ¿cómo son las condiciones ahí? J.D: depende. Es que todo es negocio. Y siempre como negociante, la gente te va a querer tirar menos precio, vos vas a querer ganar más, entonces lo que se intenta es que la cosa quede en
equilibrio. Depende también de qué tan conocida sea tu banda. Es lo que tiene que hacer uno y es lo que hemos estado haciendo nosotros. Estamos en ese proceso y nos ha ido bien. El año pasado nos fue muy bien. El año pasado tuvimos tres festivales nacionales, dos internacionales y eso empieza a pesar, la gente te empieza a referenciar y pues este año apuntándole con todo al Rock al Parque, que más que cualquier cosa es una ventana.
6.8. Entrevista a Juan Osorio, baterista de Los Borbotones, Bikini, Estigma y Krönös. Jueves 22 de Noviembre, 6:00 pm en El Faro Pizzería Bar. Entrevistador: Bueno, en primer lugar, quisiera que me contaras cómo ha sido tu recorrido en la música. Juan Osorio: oh, es una pregunta bastante amplia. Básicamente, siempre me sentí atraído por la música rock. Al principio, mi círculo social, cuando estaba entre los 12, 15, 16 años, era más propio de la cultura caleña. A todos mis amigos les gustaba la rumba y pues yo iba más bien en un plan de resignación. Pero cuando entré a la universidad empecé a encontrar gente más afín. Además me cambió la vida por cosas del destino y me metí ya con la música, no solo a escucharla, sino a tocarla, interpretarla, y de ahí en adelante, el cambio ha sido bastante drástico. Para los que somos roqueros sabemos que no es sólo escuchar música, ni tener el pelo largo, ni ponerse una camiseta negra, sino que en la gran mayoría de casos hay un mensaje, hay una ideología detrás de todo, y pues eso cambia hasta tu comportamiento, considero yo para bien, porque prácticamente el rock me salvó la vida. Siempre lo he dicho así. Y ahora con muchos proyectos y sueños trazados, y muy feliz, porque gracias a dios, puedo vivir de la música y hago lo que más me gusta. E: ¿cómo empezaste vos a tocar? J.O: la vaina nació porque uno de los primeros conciertos a los que fui, fue a un concierto de Maná que hubo aquí en Cali. Pues, a los que han visto Maná en vivo seguramente han visto que el baterista es como uno de los más destacados del grupo y pues no fue la excepción en mi caso, y yo “wow!”, me impresioné, y “yo quiero tocar, yo quiero hacer las cosas que hace ese man”. E: ¿cuántos años tenías? Más o menos. J.O: eh, 16, más o menos. Eh, y desde ahí, que fue como en el 98, más o menos, pues no era tan fácil adquirir una batería, como lo es ahora, y pues ya un par de años más adelante fue que, por cosas del destino, encontré a un amigo que conocía a otro amigo, que vendía instrumentos, y entonces ya por ahí, comencé a rebuscármela. Cuando ya comencé a tocar batería en la sala de mi casa, muchos pelados “uy, bacano”, y llegó un guitarrista, y llegó otro, y un man que cantaba. Entonces comencé a armar una banda así. Y una cosa me fue llevando a la otra, porque ahí pasé al grupo de la Universidad Autónoma, ahí tocamos, de ahí me llamaban para otras bandas. Entre ellas estuvo Estigma, que es una banda en la que yo estuve también con Fredy, rodamos un rato, he tocado con varios artistas. Ahora tengo unas bandas que tocan de planta en algunos bares, y pues soy parte de la formación de Krönös, hace un poco más de cinco años ya. E: ¿cómo llegaste a Krönös? J.O: abriendo conciertos Krönös con Estigma. Ahí como que interactuamos, soy amigo del baterista, incluso fui su alumno por un tiempo, y cuando Jose Beltrán, que era el baterista de Krönös abandonó, me recomendó y ya los demás me habían visto tocar, entonces fue como más fácil.
E: contame sobre tu formación como músico. J.O: básicamente ha sido empírica, porque aquí no hay una academia, ni ninguna entidad formal donde te enseñen a tocar batería. Es música y son cuestiones, digámoslo, muy generales en cuanto a instrumentos. Pero en batería, al no haber esa posibilidad me senté a tocar y a ver videos, tuve clases particulares con algunos bateristas locales, e internacionales, porque tuve la posibilidad y ya. Pero básicamente ha sido sentarme a tocar. E: ¿vos en este momento estás dedicado 100% a la música? J.O: sí. E: ¿qué hacés como músico en las semanas? J.O: tengo una rutina de estudio, que es como lo primordial. Es más que para conservar un nivel, es para crecer, para aprender, para ampliar el rango. Doy clases y cuento ahora con tres bandas fijas y pues los ensayos que tengo con esas tres bandas más o menos copan mi tiempo. E: ¿cómo esas actividades aportan a tus ingresos económicos? J.O: yo creo que un 60 o 70% de mis ingresos son los toques con las bandas en las que estoy de planta en los bares, es un trabajo fijo. Cada ocho días estás tocando, entonces ya recibes como un salario. Las clases particulares vendrían a formar más o menos como un 20, 25% adicional, porque no son fijas siempre. Los alumnos cancelan o aplazan, o en algún momento en un mes tengo 12 o 15 alumnos, pero de pronto en otro mes solo hay 4 o 5. Entonces eso es muy variable. Lo mismo pasa con Krönös. Con Krönös no hay una constante, entonces vendrían a ser como extras. E: ¿con qué bandas estás de base? J.O: Los Borbotones y otra banda que se llama Bikini. E: y aparte de tocar en los bares fijo, ¿tocás en otro lado? Digamos, fiestas privadas… J.O: claro, este trabajo va muy relacionado con eso. Mucha gente se acerca a preguntarnos que les gustaría, que una fiesta, que no sé qué, y en muchas ocasiones hemos tocado de regalos de cumpleaños y cosas así, y pues sí se hace, pero bajo condiciones favorables para ambas partes. Porque yo era de los que estaba en total desacuerdo con los músicos que iban a tocar así como a fiestas, porque yo veía como el trato que tenían y me parecía la cosa más, con todo respeto, estúpida del caso. Que los músicos tenían que entrar por la cocina, o que tenían que comer por allá detrás. Yo decía jamás en la vida. Entonces las condiciones son totalmente diferentes a esas que yo vi¸ porque la idea es estar cómodos todos. Si vos querés un grupo de músicos para tu hijo, para tu papá, para un familiar o algún amigo¸ pues bacano poder compartir con ellos si es que te gusta el trabajo verdaderamente. E: contame cuáles son las condiciones que ustedes exigen para tocar en un lugar. J.O: lo primero es un sonido que esté acorde al sitio, porque varía de acuerdo al tamaño del sitio. No es lo mismo la sala de una casa, que tocar en un auditorio, que tocar en un kiosco, que tocar en una cancha de fútbol, eso va cambiando. Y varía también acorde al tiempo que la persona o el cliente quiere que toquemos. Muchas veces es “hagan un show normal”. El show de nosotros dura entre una hora y una hora y quince minutos, más o menos. Pero hay personas que quieren que hagamos dos salidas, o hagamos tres, o quiero que toquen toda la noche. Entonces ahí el precio también varía… y las condiciones, porque si nos vas a tener toda la noche, pues debe haber un refrigerio o algo así adicional. E: y ¿a ustedes qué tipo de exigencias les hacen en el repertorio?
J.O: mirá que eso ha sido… no ha sido como una constante, porque la gente que nos ve tocar, además de que le gusta el grupo, le gusta el repertorio que maneja. Entonces en muy pocas ocasiones hemos contado con exigencias. De pronto sí en alguna ocasión nos hacen sugerencias, digamos en los bares. “queremos un evento especial”, entonces nosotros ya pensamos. Hace poco hicimos un tributo a Michael Jackson, entonces fue montar un repertorio de 20 canciones exclusivas de Michael Jackson, con todos los arreglos. O hacemos conciertos sinfónicos, que alguna vez hicimos. Cosas especiales, pero ya es como iniciativa de alguno de los bares, porque ese tipo de eventos son mucho más costosos. E: y ¿qué tipo de criterios utilizan ustedes internamente para escoger un repertorio? J.O: básicamente son gustos propios. Como nosotros somos todos contemporáneos, vivimos la época de los 80s, 90s, entonces eso y rock clásico son como los puntos fuertes en el repertorio que manejamos nosotros. Obviamente hacemos música de la nueva, pero la que a nuestro gusto nos parece chévere. E: en promedio ¿Cuánto cobran como banda por presentación? J.O: el promedio por show estaría entre los 700, 800 mil pesos, más o menos. E: contame cómo es una semana típica tuya de trabajo. J.O: digamos que la semana comienza el lunes, entonces procuro no programar nada de clases o de ensayos, porque el lunes es el día que yo organizo toda mi semana. Entonces el lunes en la mañana lo que hago es organizar los repertorios de los shows del fin de semana, bajar las canciones, dejar todo listo para comenzar a estudiar y en toda la tarde hago una rutina de estudio. Entonces procuro no salir, a veces pasa, pero digamos que listo. El martes en la mañana también sigo con mi rutina de estudio, en la tarde doy clases, que puede haber dos o tres alumnos y ya. Los miércoles en la mañana tengo ensayo con Krönös. Antes procuro hacer un poco de estudio. En la tarde sigo dando clases y ya llegando la noche tengo ensayo con una de las bandas con que toco en los bares, que es con Bikini. Los jueves en la mañana tengo ensayo con Krönös, en la tarde ya tengo prueba de sonido con Bikini y pues lo que queda de la tarde y de la noche , en algunas ocasiones doy clases. Los viernes en la mañana es de rutina de estudio o de clases, dependiendo de lo que esté disponible. Los viernes en la tarde ya es prueba de sonido con Borbotones, ya de ahí en adelante ya no doy clases porque ya se viene como la parte pesada de la semana. La prueba de sonido es el mismo ensayo, puede durar entre 2 y 3 horas y si queda haciendo falta seguimos, y puede extenderse hasta 5 horas un ensayo, más el show que es una hora larga, más la trasnochada, lo que queda es descansar el sábado. En la mañana dar un breve repaso a las canciones que vamos a tocar esa noche, probar sonido esa tarde del sábado, igual pasa que se nos extienden los ensayos. Hacemos el show en la noche y el domingo lo único que toco es la cama. E: ¿cuánto en promedio ganás vos mensualmente? J.O: en promedio podríamos estar hablando de un millón y medio mensual, más o menos. E: y de eso ¿cuánto invertir en música? O sea, en comprar discos, en comprar instrumentos o implementos, ensayos… J.O: como constantemente estoy tocando el instrumento se desgasta más de lo usual, entonces sí procuro tener el instrumento tanto impecable, como actualizado, porque cada vez salen platillos nuevos, con nuevos sonidos, entonces yo trato siempre de estar como a la par con lo que está saliendo y procuro crecer, o sea, procuro tener cosas más chéveres aún. Entonces cuesto con un muy buen equipo de batería, de percusión, a lo que mantengo como en mantenimiento y podríamos estar hablando de alrededor de 200 mil pesos mensuales me cuesta el mantenimiento del set. ¿Comprar música? Pues eso es ya como muy esporádico, pues
porque ahora obtener la música es mucho más fácil y pues ya como todos sabemos, ese mercado en cuanto a la música se ha caído bastante. Sí le invierto a ir a ver un concierto, ir a ver un show de un artista que venga o de alguna banda de amigos que venga a tocar. Es bacano disfrutar y aprender de lo que viene. Y los ensayos, todos los que se requieran, el tiempo, lo que pueda costar un ensayadero, al ensyadero que vamos usualmente vale 10 mil pesos una hora, por músico. Y lo que uno puede comer… E: cuando van a ensayaderos ¿es con las tres bandas o con alguna? J.O: Krönös cuenta con su propio ensayadero, entonces ahí los gastos son más bien como de almorzar por fuera o tener algo para tomar, cosas así. Con Borbotones si nos pasa mucho que no nos alcanza el tiempo en el bar, entonces vamos y pagamos ensayadero. Usualmente es una hora, porque pues el grupo ya tiene un ritmo de trabajo, entonces podemos agilizar un poco esa situación. Y con Bikini el ensayo, sino es en el ensayadero que siempre usamos, entonces ensayamos en la casa de alguno de nosotros. E: ¿qué te habría gustado hacer musicalmente que no hayás podido hacer? J.O: uno de mis sueños es tocar con Sting o girar por Europa, por Estados Unidos, Asia y tocarle a gente… lo que más bacano me parecería es tocarle música en español a gente que no lo hable. Por eso admiro mucho a Juanes. Tanto Sting como Juanes son los dos artistas que yo admiro mucho y con los cuales ojala pudiera tocar. Sting por lo musical, pero lo de Juanes es ya por la ideología que lleva, de hablar en español y llevar el español, y poner a la otra gente a cantar en español, como a nosotros nos ponen a cantar en inglés sin saberlo. Ese es como uno de esos sueños que me gustaría hacer. E: y ¿qué sí has logrado hacer de lo que hayás querido como músico? J.O: grabar un disco, sonar en emisoras, granar premios, y tener un reconocimiento, pero no es la fama, digámoslo entre comillas, la “fama barata”, sino como el reconocimiento de una persona que está haciendo bien su trabajo, que le dedica tiempo, que le invierte lo que sea necesario para presentar un show digno al público que lo vaya a oír. E: ¿qué crees vos que le falta al rock en cali? J.O: disciplina, compromiso, unión. En general, el músico caleño es muy talentoso, pero desafortunadamente hay músicos que se confían de ese talento, entonces quedan tocando en un nivel como intermedio, cuando se pueden hacer cosas mucho más grandes con disciplina. Creo que es vital la disciplina. El movimiento rock se fortalecería mucho más si nos unimos, pero pues cada movimiento tira para su lado y sí, estamos creciendo de alguna forma, pero creo que hace parte de la evolución también. En el momento en el que ya cada gremio se dé cuenta que solo no puede, pues entonces vamos a comenzar a darnos la mano y es ahí donde seguramente ya las cosas van a funcionar mejor. E: ¿cuándo vos decís que cada uno tira para su lado, hacia donde tiran? J.O: un ejemplo, hay un evento de Ska y de Reggae… se sectoriza. Como es el evento de nosotros, son solo bandas del género, la entrada es gratis para todo el mundo y hay 44 bandas. Entonces el rock coge para otro lado. Puede tener un evento en los Cristales, pero por vivencias propias, el rock es más tolerante frente a eso, entonces puede recibir una banda de Reggae, puede recibir una banda de Metal. Es un poco más abierto. Lo mismo pasa con el Metal. Cuando es un evento de Metal, solo metaleros van, porque donde se aparezca un man, un punkero o algo, perdió el año. Entonces en el momento en que toda esa vaina se una, va a ser un movimiento mucho más grande, como pasa en Bogotá. E: vení, en el caso de Estigma ¿hacia dónde hala el público? ¿hacia el público rock o público metal?
J.O: yo creo que más rock, porque con Estigma, aunque hay unas influencias de Rock Duro, también hay canciones que les gustan a las niñas, y canciones que sonaron en radio. Yo creo que es más por el Rock en español que le metemos… pues cuando yo estuve en Estigma le metimos el venenito por ahí, pero pues era justamente lo que queríamos, hacer sonar una banda de Rock en emisoras. E: incluyendo los toques como banda de planta ¿ustedes cómo consiguieron estos espacios? J.O: bueno, lo de Los Borbotones nació porque una banda de unos amigos que tocaba en un bar del norte, de planta, el baterista se fue de viaje como dos semanas. Me llamaron para remplazarlo. Seguramente me habían visto tocar con Estigma. “vení y tocá esta semana con nosotros” y yo “ah bueno, listo”. Coincidencialmente venían a tocar al Faro también. Cuando eso El Faro tenía sólo banda los viernes. Entonces comenzamos a tocar y de remplazo pasé a quedarme en el grupo. Entonces los dueños del Faro me dijeron que armara un grupo para tocar los sábados, y ahí nació Borbotones. Con Fredy yo soy amigo desde hace más de diez años y tenemos una amistad muy bacana, y además una compatibilidad musical bastante chévere. El fue el primero, yo pensé de una “Fredy”, y comenzamos a llamar a otros músicos y al cabo de tres o cuatro meses ya habíamos definido bien la formación. Entonces ahí comenzó la vaina con Borbotones. Ya después abrieron Ruta 66 y pues pasamos directo a allá, a tocar ambos días. Y con Bikini pues pasó algo parecido, porque se vio la necesidad de tener una banda los jueves en el bar, y yo hice la propuesta porque yo conocía una nena que canta muy bien y otro par de músicos que complementaban el grupo, con el que podíamos hacer un buen trabajo y pues aceptaron, y acá estamos ya más de un año. E: ¿cómo describirías vos al público de Rock de Cali? J.O: honestamente pienso que es el público más difícil del país. Es un público muy complicado porque… a ver ¿cómo explico eso? Creo que es un público que se concentra más en ver dónde está el error, que disfrutar realmente de la música. Lo hablo sobre todo como al nivel de las bandas locales. Obviamente si viene a tocar… qué se yo… Aerosmith, pues no van a tener esa actitud. Pero como al nivel local, yo noto eso, porque he tocado en Bogotá, donde la plaza y la cultura musical se supone que es más alta, y nada, la gente va a disfrutar de la música. Aquí vos ves y todo el mundo es mirando y como que “no, pues sí, está como bueno, pero no…”. En Medellín es algo muy similar a lo que pasa en Bogotá: copian de una. De los mejores públicos, yo creo que del país van cogiendo hacia el sur y por el eje cafetero. Esa gente es realmente apasionada por la música y sobre todo por la música en vivo. Entonces creo que el público caleño es de los más difíciles. Obviamente eso es como un tester bacano, porque en el momento en que vos enganchás al público caleño, seguramente vas a poder enganchar cualquier público del país. E: ¿cómo describirías vos al público específicamente de tus bandas? J.O: el público que manejamos en las bandas con los bares es genial. Nos tomó un poco de trabajo echárnoslos al bolsillo, pero pues con mucho trabajo y dedicación creo que lo logramos y creo que hay mucha gente que nos sigue cada fin de semana y con Krönös, pues con Krönös es muy bacano tocar porque… tocar en Cali con Krönös es chévere, pero es más bacano tocar afuera. En Bogotá Krönös lo adoran, se llenan los sitios, la gente es más cálida. En Medellín pasó igual, en Pasto, en Manizales… es muy bacano tocar por fuera. Entonces, los públicos que manejamos con estas bandas me parecen muy chéveres. E: ¿qué considerás vos un buen músico de Rock?... y una buena canción. J.O: wow… es que ahí entramos con una ideología que tengo yo… y pues yo no acostumbro a catalogar a los músicos ni a la música como buenos o malos, porque para mí es cuestión de gustos porque es arte ¿me entendés? En el caso por ejemplo de un pintor, si al man le dio por
pintar una vaina abstracta y vos no lo entendés, no quiere decir que sea malo, o si no te gustó, no quiere decir que sea malo. Es una cuestión de gustos. Entonces, siendo consecuente con eso, por ejemplo una canción que a mí me guste pasa, yo creo, lo que a la mayoría nos pasó con canciones como November Rain. Vos escuchás la canción y ves el video y vos no podés saber ni cinco de inglés, pero vos captás el mensaje de una y te llega. Entonces para mí eso hace que la música hable, sin necesidad que la letra te lo diga. Para mí ese es el éxito de una canción, digámoslo, como vos me lo planteaste, buena. Y lo mismo pasa con un músico, para mí un músico… a mí me gusta ver tocar a un músico con ganas, que te transmita cada nota, cada golpe, cada sílaba, que te la haga no sólo escuchar acá [se señala el oído], sino como muy adentro. No importa si es el más virtuoso o si es el que no, o hasta si es el más desafinado o no, pero si el man logra ese gancho, para mí, cumplió con el objetivo. E: de lo que sabés de políticas públicas ¿crees que las políticas de las últimas alcaldías han facilitado o no hacer música en Cali? J.O: la verdad yo no estoy muy conectado con ese asunto, pero la alcaldía presente ha entorpecido muchos procesos que se venían haciendo, incluso muchos espacios que estaban abierto, como justamente estos de la 66, eran como objetivo de algún tipo de intensión como de cerrarlos. Se entendía que era como por invasión de espacio público, por los parqueaderos y por el volumen, a lo cual se le trabajó con todas las leyes y normas que habían y sin embargo seguían montándose excusas para tratar de cerrar los espacios. Y conciertos que se habían planeado con la alcaldía y cosas así se cancelaron. No es del todo malo, porque también hay eventos que ha patrocinado la alcaldía, que aún no han muerto. Pero yo he visto, particularmente en el caso de la alcaldía presente, que el apoyo además que no es mucho, ha mermado. Igual sé que hay algo como de una mesa de concertación actualmente y se está planeando hacer algo chévere, pero del dicho al hecho… esperemos a ver qué pasa. E: bueno, y ya como cerrando ¿qué lugares o qué espacios conoces de Rock en la ciudad? Bares, festivales… J.O: bueno, sé de uno que está cogiendo fuerza año tras año, que busca la mejor voz de Rock de la ciudad, que se llama Rockópolis, que es una convocatoria que se hace durante todo un año y más o menos entre octubre y noviembre está entregando la mejor voz… es un evento muy bacano, porque además de buscar nuevos talentos, los forma, porque eso es parte de su proceso. Entonces eso me parece un espacio y un evento que hay que rescatar y es uno de los más fuertes ahora. Sé que está la Cruzada del Metal [se refiere al festival de metal Cruzada del Fuego], que por desgracia este año se canceló, pues porque la gente se está acostumbrando a ver conciertos gratis, entonces ya cuando hay una boleta, pues no pasa nada y se nos están acabando los espacios por eso… y pues en los bares ha crecido notablemente eso, porque si vos checkeas, hace cuatro años los bares de rock con bandas de plata, yo creo que eran dos o tres, máximo. Ahora vos ves al Faro, a Ruta 66, cuando existía Arkham, Martyn’s, Bourbon St., ahora está La Estación, que es un bar nuevo que se abrió en el norte, todos los Pizza al Paso tienen bandas, entonces ya los espacios se han abierto. E: bueno y algo que quisieras agregar. J.O: si hay una temática que ahorita la toqué y me preocupa, y es sobre todo como hacer un llamado a los organizadores de los conciertos, sea el tipo de concierto que sea, sea a los mismos bares, a todos los que generan esos espacios, que deberían ser conscientes que si el público quiere ver un espectáculo, debería pagar. Si vos vas a cine, vos pagás tu entrada, si vas a teatro pasa lo mismo, si vas a ver una exposición, seguramente pasa lo mismo. Entonces si vas a ver una banda de Rock que te gusta, pues ¿por qué no pagar la entrada? Eso es como generar, además de conciencia, cultura, y entonces eso hace que el gremio crezca, entonces seguramente la próxima vez que vas a ver eso, vas a encontrar un escenario más bonito, un sonido más
chévere, una iluminación más bacana, una banda mejor puesta. Entonces el show se enriquece y se enriquece todo el gremio como tal. Eso sería lo que yo tengo… también le estamos trabajando, porque es un trabajo también que tenemos que hacer las bandas y es algo que sí me gustaría destacar ahí.
6.9. Entrevista a Jimmy Acevedo, guitarrista y vocalista de Betrayer FTM. Viernes 22 de febrero, 5:30 pm en El Limonar. Entrevistador: bueno Jimmy, ¿vos a qué te dedicás? Jimmy Acevedo: yo soy egresado de la Universidad Santiago de Cali, me gradué el año pasado de Derecho. También soy músico… E: ¿has estudiado música? J.A: todo ha sido empírico. Todo ha sido como de la práctica de todos los días con el instrumento. Eso ha sido el estudio y uno se apoya que en métodos, se apoya en internet, ahorita que está como fácil tener internet. Y pues la banda, porque la interacción con los músicos de la banda me ha servido a mí como crecimiento como músico, porque inclusive uno sigue aprendiendo porque uno sigue practicando y todo eso. E: bueno, vos tocás con Betrayer… ¿hacés alguna otra actividad musical? J.A: todo lo que hago musicalmente es con Betrayer FTM. E: y aparta de la banda, ¿vos qué hacés? ¿desempeñás el derecho? J.A: pero en el momento sólo dedicado totalmente a la música. Yo terminé eso del derecho, pero lo dejé ahí, lo tengo en stand by. Más bien ando metido de cabeza en el manejo… porque aparte de que toco en la banda, yo soy como el manager de la banda, por decirlo así… pues estoy bien en cuestión de contactos con gente en Suramérica, con gente Norteamérica para ver lo que son conciertos, para ver lo que son… para buscar sellos, buscar apoyo… vos sabés, que de la revista de afuera, que de mandar intercambio de música para enviar música de aquí para allá, para hacerte conocer. Entonces estoy como en todo eso. E: ¿cómo haces esos contactos? ¿cómo has establecido esas redes en Latinoamérica, en Estados Unidos? J.A: primordialmente, lo que hablaba en un principio, la internet. Me parece que ha sido un vehículo que, en cuanto a Betrayer, lo hemos enfocado en ese sentido. Lo que también te acababa de decir, hacer envíos a esas personas… también le da la confianza a uno de que esos contactos son buenos. Prácticamente con la internet. E: y ¿es fácil acceder a gente que mueva en la escena en otros lugares? O sea, si vos le escribís a alguien es fácil que te conteste? J.A: la verdad es difícil. Es de mucha insistencia. Eso toca insistir. Si de pronto ese contacto que te llegó… o sea, un contacto te da un contacto de otro y así sucesivamente. Eso sí es como una cadena. Si de pronto ese contacto que alguien te paso, de pronto no funcionó, toca buscar en otro lado, para ver si de pronto… sobre todo eso nos ha pasado como cuando he organizado las giras que ha tenido Betrayer. Un ejemplo, estaba concretando la fecha en Lima y necesitaba conseguir una fecha en Arequipa… el contacto que me dieron de Arequipa no funcionó, entonces toca buscar por otros lados y preguntándole a mucha gente para ver quién, de pronto, te puede apoyar.
E: contame con un poquito más de detalle cómo ha sido lo de organizar ambas giras… ¿ustedes han hecho ya…? (J.A: tres, tres giras)… Tres ¿cómo ha sido organizar esas giras y qué has aprendido en cada una? J.A: yo tengo que decirte que eso fue como un pequeño efecto “bola de nieve”, porque a nosotros cuando nos invitaron a tocar por primera vez al Ecuador, fue en un pueblito que se llama Latacunga… (E: ¿cómo les llegó esa invitación?) Luis de Destroyer, a él lo contactaron para que llevaran a Destroyer a ese concierto, pero Destroyer por X o Y motivo no pudo hacerlo. Entonces él me dijo “ve, hablate con este man, que ellos están interesados en llevar una banda colombiana para ese festival, que se llama el Larva Fest” y me dio el mail, le escribí al man y cuando le escribí al man me dijo que sí y a las dos semanas ya tenía cuatro fechas en Ecuador. E: y ¿les pagaron esas fechas? J.A: esa primera gira no, esa fue más bien como que todo promoción. Como era la primera vez que salía la banda, entonces para nosotros como que nada más con salir y tocar en Quito, que en Latacunga, que en Guayaquil y que en… ya lo veíamos como que… hermano, gol, eso es más que suficiente. E: ¿los gastos todos corrían por…? J.A: ah sí, los gastos de transporte, alimentación y hospedaje, eso estaba cubierto. Eso lo hizo fácil, hizo fácil que nosotros llegáramos allá. Entonces esa primera gira que hicimos en el Ecuador, como que… yo creo que eso se empezó a correr la voz a nivel suramericano, porque entonces ya gente que yo me escribía, lo de los contactos y todo eso, ya no era como tan difícil buscarlo, sino que más bien a unos los buscaba, pero otros iban saliendo, preguntaban por la banda y tales. Entonces así fui conociendo como contactos en Perú. Al año siguiente, al ver que nosotros hicimos en esa gira, como banda nos dijimos “tenemos que mejorar aún, para el año siguiente”, que era el 2010, “hagamos la primera gira suramericana”. Entonces, así fue. E: armaron la gira… ¿cómo les fue? J.A: la verdad, muy bacano. Tengo que decirte que en esa primera gira, la primera fecha en Argentina fue… la verdad a mí eso nunca se me va a olvidar, como que primera vez que llega una banda de Colombia por allá, a un pueblo que se llama Resistencia, que es como fronterizo con el Paraguay, y esa gente como muy loca, en el sentido en que nos tenías hasta como canción de fútbol, como si fuéramos un equipo de futbol argentino, nos tenían así que “Sí, llegaron los colombianos” (con acento argentino) y nosotros como que “¿qué es lo que está pasando?”, que coreen las canciones. E: ya la música les había llegado antes. J.A: sí, sí, exactamente. E: y ¿con los organizadores?... bueno en las siguientes giras ¿ya les empezaron a pagar? J.A: sí, ya nos pagaban 100 dólares por fecha (E: 100 dólares a la banda) sí, exactamente, 100 dólares por fecha, entonces pues eso también hizo posible la tercera gira, que ya inclusive añadimos Brasil, que yo creo que es como el… hasta ahora, el máximo logro porque vos sabés que Brasil es cuna de Metal aquí en Suramérica, entonces como que llegar y ser una banda de Cali y llegar hasta Brasil, hacer prácticamente la U en Suramérica, porque para llegar a Brasil estuvimos en Ecuador, en Perú, en Bolivia, en Argentina, en Paraguay… o sea, mucho kilometraje. E: bueno, vos me comentás que a ellos en las giras ya a ellos les había llegado la música, que vos les mandabas música a los contactos en Estados Unidos y todo eso. ¿Ustedes cuantos trabajos tienen?
J.A: nosotros tenemos, en cuanto a discografía, tenemos un disco, lo que llaman ahora un Larga Duración, que es lo que uno dice “el álbum”, el No life ‘till fury. Tenemos… nosotros como toda banda, empezamos con un demito y llegamos al álbum y estamos ya a puertas de grabar el segundo. E: contame cómo ha sido eso. ¿dónde lo han grabado? ¿qué han necesitado para hacerlo? J.A: te voy a comentar sobre el primer álbum que es lo que hemos hecho. ¿ese primer álbum cómo nació? ¿cómo se hizo una realidad? Nosotros teníamos, por un lado, un pacto con Cristian Giusepe, un man que dibuja del (****), el de SRT Project (¿?). El man es un brutal, el man inclusive en esa época trabajaba en El Tiempo, y gracias a un amigo que trabajaba en El Tiempo, que lo conocía a él. Él me dijo “hermano, es que estamos buscando una banda que haga un Soundtrack para un proyecto que se llama SRT, que es un comic, entonces la idea es que si usted me hace la canción, yo le hago una caratula rebrutal, para lo que sea”. Entonces yo le dije “breve” y entonces yo me dediqué a escribir y hacer la canción y así nació “La Orden del Caos”, que es la canción… que es el soundtrack de ese proyecto. E: que esa está en el No life ‘til fury. Que es la única que está en español en ese disco. J.A: exactamente, exactamente. Entonces ya teniendo lo que es el arte de tu disco… por ahí en esa época, Violent de Bogotá, un sello bogotano, nos escribió… cuando ese man nos dio la caratula, nosotros subimos “próximamente” y nos escribió el Violent, un sello disquero bogotano y entonces le mandé la música, unos demos que ya tenía, porque no habíamos grabado el No life ‘till fury. Entonces el man copió y nos mandó un contrato para hacer el disco, que él lo producía. Sacamos mil copias. E: ¿y les pagaban algo a ustedes? J.A: nos pagaban con copias. Hicimos un trato de la mitad. 500 para Betrayer, 500 para el sello. Entonces la verdad aceptamos porque acá en Colombia es buen trato. E: sobre todo ahorita con el auge del internet y la piratería, ahora ya las bandas no les llega el contrato de “grabame 10 discos”… J.A: de hecho ya con la vuelta de los iTunes y la música digital, lo que es el CD va pasar como con el Tape o el LP, que va a pasar a un segundo plano y que la gente ya solo se va a decir a descargar. E: ¿ustedes ya vendieron esas copias? J.A: esas mil copias… eso salió en el 2010, entonces lo que fue en la gira eso fue material que nosotros nos llevamos, material que nosotros vendimos por allá. Pero copias van a haber de ese álbum, porque ahoritica que nosotros firmamos con el sello gringo, con el sello de Estados Unidos, que se llama Born of Chaos, ellos hicieron una re-edición… ese álbum con Violent salió de nueve canciones, este va a salir con 10. E: ¿cómo llegaron a esta disquera? J.A: llegamos de la siguiente manera: el año pasado, nosotros al llegar de la gira que estuvimos en Brasil, que se llama The burning road 2011, nosotros ya teníamos tres canciones hechas, inéditas. Entonces eso fue lo que llegamos a ensayar y nos dedicamos a grabarlas. E: dónde las grabaron? J.A: ve, eso fue algo re-sencillo, una grabación muy bacana y muy económica. Fuimos a Sound Chaser, que el dueño es Adrian Oleas, que el man sabe de música, ese man es un brutal. Ahí grabamos el disco, ahí grabamos el No life ‘till fury, por eso fuimos allá, grabamos las baterías en una sesión de dos horas y de ahí me llevé como las capturas de la batería y me las llevé con
un bajista que estuvo remplanzado al ex-bajista de nosotros, Clifford, por cierto tiempo… él tenía un computador, allá llevamos eso y allá grabamos. Grabamos esas tres canciones y las empezamos a mover, cuando me llegó al correo de Betrayer un correo de Metal Messiah Radio, que es una radio de Miami en la Florida, y que también es disquera, no muy grande, pero también es disquera. Entonces a raíz que me escribieron, yo empecé a escribirles que pretendíamos grabar un álbum y que estábamos buscando el apoyo para eso y de tanto hablar con ellos, de un momento a otro me hicieron una invitación a Estados Unidos. No me pagaron eso, eso sí te lo aclaro. El pasaje salió porque la familia te ayuda, pero me enviaron una carta de invitación para que yo fuera allá a conocerlos. Me tocó el papeleo de hacer visa y eso, pero no hubo ningún problema. No lo iba a haber porque estaba con esa disquera. E: en la primera gira a Ecuador, por ejemplo, ¿los gastos han salido del bolsillo individual o ustedes…? J.A: no, en las giras ha salido de la organización y de los promotores. Nosotros nunca hemos pagado un manager para girar, porque para eso estoy yo. Pues yo no le voy a cobrar a mi banda para eso. Igual nosotros hemos encontrado apoyo suramericano por lo menos con Macabre Records, que son amigos míos, Ramón Faridas. E: ¿apoyo en qué sentido? J.A: organizó prácticamente las seis fechas que hicimos en Argentina: Rosario, las dos en Buenos Aires, la de Resistencia… E: y se ha encargado de cubrir todo eso. J.A: sí, lo que es transporte, alimentación y hospedajes. E: … listo. Llegaste a Estados Unidos a hablar con esa disquera… J.A: y ellos me contactaron con otra disquera que se llama Born of Chaos, que es la que estaba hablando ahoritica. Y bueno, con ellos ya llegamos al acuerdo de grabar el disco que te estaba mencionando, que creo que vamos a empezar a grabar ahoritica en mayo, a más tardar. E: y ¿dónde van a grabar? J.A: ahí mismo. La idea es grabar acá, hacer capturas y después enviarle a ellos para que ya ellos mezclen y produzcan. E: ve, yo vi en estos días que en el Facebook tenían como “descarga el disco digital”, pero ¿está de descarga gratis o…? J.A: no. E: ¿cómo están haciendo eso? J.A: por medio de la disquera. La disquera es la que se encarga de ese tipo de manejos ya. (E: Born of Chaos). Exactamente. E: ¿y a ustedes cuánto les llega de eso? J.A: nosotros al firmar el contrato con ellos acordamos que todo va a ser por mitad. Va a ser todo por mitad. E: ¿uno paga por descargar el álbum entero o por canción? J.A: lo puede hacer de las dos formas. Una canción vale un dólar. E: ¿y el disco entero?
J.A: 15 dólares, pero ahí te mandan dos, porque están haciendo una promoción de Betrayer y con otra banda. Pero en realidad vale 10 dólares. O sea, 20 mil pesos, nada del otro mundo. E: y ¿a ustedes eso les llega permanentemente o se acumula y en algún momento…? J.A: ahoritica apenas estamos empezando a ver que ya lo pusieron digital, pero yo creo que esa es una pregunta que si me la hacen de aquí a diciembre, yo de pronto me habría dado cuenta “no, eso es una (****)”. Pero ahoritica no puedo decir nada. Yo creo que todo va a salir bien. E: ve, aquí en la ciudad ¿ustedes dónde suelen tocar? o ¿dónde hay toques y que ustedes hayan participado? J.A: pues hermano, nosotros hemos participado en esos Cali Underground, que ha sido en los Cristales y una vez en las Canchas Panamericanas. Otros lugares así: Metal Beer. E: donde ustedes tocaron hace ocho días. ¿eso quién lo organizó? J.A: eso lo estuve organizando yo y Hernán de Skull. E: ¿cómo es organizar un evento de esos acá? J.A: hermano vea, nosotros no es la primera vez que hacemos esto. Nosotros ya hemos traído a Anal Vomit, que es como decir Masacre para Perú. Ya hemos traído a una banda de la Argentina, que es Toxic Wine. Entonces nosotros como que unimos fuerzas. Nosotros tenemos un parche como de bandas, que es como Attack Fire, Betrayer y Skull, entonces Cristian de Attack Fire, Hernán de Skull, yo y el Canibal de Betrayer, unimos fuerzas económicas para traer a estas bandas y poner las bandas de nosotros a tocar, porque la verdad en Cali hacer conciertos… o no sé qué pasa, no hacen muchos, no hay. E: ¿en general en el Rock o específicamente para el Metal? J.A: pues hermano, yo creo que hasta en la salsa. Yo veo que los salseros sólo tocan en diciembre aquí. Hasta en eso me atrevo a decir que está mal. Lo digo en un contexto en el que supuestamente la ciudad consume salsa porque es la capital de la salsa… inclusive no sé por qué, esto no es Puerto Rico, pero es lo que es. Si ellos están mal, pues nosotros que supuestamente somos, para otro tipo de personas, que somos como marginados, pues imaginate qué tan duro pueda estar. E: ¿esos toques los organizan ustedes poniendo la inversión? J.A: exactamente, ponemos inversión y esperar a ver qué tal nos va. E: y ¿cómo es el negocio con Metal Beer? J.A: Ellos tienen el espacio, que la cerveza a tanto y así. E: pero entonces, ustedes cobran una entrada y ¿esa entrada es toda para ustedes o para el local? J.A: la verdad nosotros todos estos conciertos que hemos hecho, al final siempre toca cancelar todo y ya. Yo no puedo decir que me hice dinero por hacer este concierto. Es más bien como por el mismo Metal. A mí me gusta Anal Vomit y quiero que vengan a tocar a la ciudad y… E: pero ¿Metal Beer les cobra a ustedes por ese espacio o ellos hacen lo de la noche con las cervezas de ellos? J.A: sí. Toca más bien como el sonido y la tarima y todo eso. E: eso es lo que ustedes ponen (J.A: exacto), o sea, en eso se les va lo de la boletería y Metal Beer lo que hace es prestar el lugar. (J.A: sí) ¿Hay otros lugares acá en la ciudad donde la gente pueda proponerles armar un toque?
J.A: pues yo creo que sí, pero no sabría decirte como “este lugar”. La verdad no sé. Es que hay mucho lugar, no tiene que ser Metal. Yo me he dado cuenta que hay bandas de Rock en Español y tocan en el Faro, una cosa así y son más bien como bandas de planta de un lugar, o las bandas que tocan en el lado de Granada y todo eso. E: ya. Y me imagino que también han girado dentro del país. J.A: hemos tenido fechas en Colombia, sí, pero como decir una gira, que “vamos a hacer 10 fechas alrededor de Colombia”, no. E: ¿y en dónde han tocado ustedes? J.A: acá en Colombia hemos tocado en Pereira, hemos tocado en Popayán, hemos tocado en Roldanillo, hemos tocado en Cali, en Palmira. E: y ¿ha sido generalmente en toques como los que ustedes arman o en festivales tipo Underground? J.A: mirá, por lo menos el toque que hicimos en Pereira el año pasado. Eso fue en un bar que se llama Oz, en un lugar que se llama el Lago Uribe. Un man le dio por organizarle una fecha a Toxic Wine, entonces nos contactaron y “vengan y toquen ustedes también”, y así. E: y en los toques aquí, en el país ¿les han pagado o también les cubren los gastos? J.A: generalmente es así, acá es duro, por lo menos desde mi experiencia con Betrayer. Aquí prácticamente hemos tocado como de energía. Inclusive es porque nososotros no… digamos que el enfoque de nosotros ha sido más afuera que adentro en Colombia. Nosotros no sabemos qué es ir a tocar a Bogotá, no sabemos qué es ir a tocar a Medellín. O sea, para nosotros ha sido más fácil ir a tocar a Buenos Aires y a Campo Grande, Brasil, que a tocar a Bogotá. No sé por qué, pero así es. E: ¿vos creerías que para el Metal de la ciudad le es más fácil salir del país que posicionarse acá? J.A: yo no sabría como decírtelo en el sentido de que… asegurártelo. Yo te puedo hablar de mi experiencia. Hemos visto más aceptación para Betrayer fuera del país, que en nuestro país. E: ¿vos has visto algún tipo de impacto que hayan tenido algunas políticas públicas sobre el Rock en la ciudad? Positivo o negativo. J.A: la verdad a mí me parece que hay mucha banda que se pega de que “mi ciudad no da nada por mí”. No, a mí me parece que ni el municipio, ni la ciudad tiene por qué dar nada. Usted arma una banda, ensaye, componga, grabe, haga trades para que conozcan su banda en otro lado, haga envíos, así. ¿eso qué tiene que ver que Cali no desembolsa un billete por…? Toques hay, sino que hay que buscarlos, pero entonces yo veo que la gente se queda es como esperando a ver si de pronto un alcalde roquero y nos pone a vivir a todos. No, eso no va a pasar jamás. La verdad no voy de acuerdo con ese tipo de cosas. E: ¿vos crees que es posible vivir de hacer Rock y Metal, o de algo relacionado con el Rock y el Metal en la ciudad? J.A: no. Aquí no es posible. Aquí toca irse del país o cambiar de ciudad, irse para Bogotá o una cosa así. Acá se va a quedar así, igual. Yo creo. De pronto no, de pronto esté equivocado. Pero la verdad no creo que aquí en la ciudad no hay cómo, algún día, una banda subsistir y vivir de eso, y pagar su renta, y tener una vida digna, no, no lo creo. A no ser que lo que mezcle con otra cosa. E: ¿cuáles son los gastos en los que entran ustedes como Betrayer y cómo solventan esos gastos? J.A: los gastos primordiales que nosotros ahoritica estamos cubriendo es ir a pagar el ensayadero.
E: ¿dónde ensayan ustedes? J.A: nosotros ensayamos en Maxter, por la Pasoancho. Eso es lo que invertimos nosotros es la ida a ensayar allá. Nosotros ensayamos dos veces por semana, una hora. E: y para la grabada el sello les cubre. J.A: exactamente, el sello nos está cubriendo todo, nos está cubriendo el arte. E: cuando el sello bogotano, también se los cubría. (J.A: sí) y ¿lo de los demos? J.A: o sea, lo que son demos ahí sí ya fueron grabaciones autoproducidas, saque dinero para que… y así. Esos sí fueron autoproducidos. Lo que fue como el Tape Bike, Bullets and Rock n’ Roll, un EP que sacamos que se llama Get what you deserve, el primero que se llama Bestial Torment Rage que eso fue por allá 2007. Todo eso lo pagamos nosotros, pero lo que ha sido el No Life ‘til fury y esto que vamos a grabar ahoritica, sí hemos tenido la suerte y el apoyo de los sellos. E: ¿crees que otras bandas podrían llegar a conseguir apoyo así de sellos? J.A: yo creo que sí. Aquí en Cali hay bandas muy brutales, y de hecho ya se ha visto. Ya me hablé con los pareceros de Infernal Maniac y esos manes ya los cogió un sello Neo Zelandés. Entonces sí se puede, sino que aquí hay mucha gente que se queda esperando que haya un gobernador o un alcalde o que tu ciudad haga algo por vos y la verdad, en mi opinión, Cali no tiene porque conocer tu banda ni por qué apoyarla ni nada. Vos armás una banda es porque querés estar en una banda y eso te va llevando a algo, al recorrer el camino, no quedarse esperando el gran día que no va a llegar. 6.10. Entrevista a Jorge Fresquet, cantante solista, profesor de música. Viernes 30 de noviembre de 2012. Entrevistador: ¿se puede vivir de hacer música en Cali? Jorge Fresquet: se puede vivir de hacer música en Cali, claro que sí. Yo lo hago particularmente, yo vivo de la música. E: ¿se puede vivir de hacer Rock en Cali? J.F: se puede vivir de hacer Rock en Cali, es difícil, pero sí se puede, porque a partir de tu trabajo como músico, como roquero, de tu posicionamiento en la ciudad, te salen otras cosas. En mi caso particular, yo soy profesor de técnica vocal de la Universidad Autónoma, trabajo en un jardín infantil en la parte de música y de la dirección de los plays de los niños cuando se gradúan de pre-jardín y en diciembre también. Y esos trabajos… otros que he tenido, por ejemplo, escribí 10 años para el periódico El País una página que se llamó “Lo Rockero”, trabajé en Telepacífico más de 10 años en un programa que se llamó “Blue Jean”, en otro, “Señales de Humo”, “El Especialista”. Tuve otro pequeño programa que se llamaba “El Garaje”, y todo tenía que ver con música y con Rock, específicamente. E: dirías que se puede vivir de hacer Rock, porque el Rock no sería únicamente ir y tocar Rock, sino muchas cosas relacionadas con el Rock. J.F: sí. Nos gustaría, a mí particularmente me encantaría vivir solamente de tocar Rock, de hacer conciertos, de hacer discos, y uno trabaja para eso. En estos momentos estoy inmerso en un proyecto que se llama A la Carga, que es el nuevo trabajo de nosotros y esa es la meta. La meta es poder vivir de tocar con la banda. E: esa es la meta ¿por qué no se hace en este momento? Vivir de tocar con la banda.
J.F: Cali es una ciudad muy pequeña, es una ciudad pluricultural, en donde, lastimosamente, la gente que ha manejado los hilos de la cultura en Cali no son idóneos. Son más bien gente allegada a la política, más que a la cultura. Entonces por eso es difícil. Cali es una ciudad con un potencial muy grande a nivel cultural, no solamente con la música, sino con todas las artes, pero ese ha sido el problema que ha tenido durante muchos años, el manejo que tienen los líderes acerca de la cultura en esta ciudad. E: por parte del público ¿cómo ves vos el público?... ¿hay público de Rock en Cali? J.F: hay público y hay mucho público de Rock en Cali, y hay mucho público por cautivar, porque el Rock bien hecho y el Rock con contenidos es muy atractivo para todo tipo de público. Entonces que sí se puede hacer ese tipo de cosas en esta ciudad, porque hay mucho material y mucha gente que está ávida de estas expresiones culturales. E: … listo, me decís que en Cali hay público de Rock, hay público por cautivar ¿cómo verías el público que hay en este momento? ¿cómo responde? ¿qué le exige a los músicos? J.F: el público va para donde lo lleven, realmente. Los medios de comunicación están mandados a trabajar por la cultura, más que por las cosas comerciales. Eso hace falta un poco también para que la gente se vuelque a propuestas interesantes, de todo tipo. ¿Cómo hacer para cautivar la gente? Trabajando. Yo creo que hay que trabajar con mucha autenticidad y creo que el caleño no es tan superficial como parece y como creen los medios que es el público caleño. Entonces creo que hay que cautivarlo con buenas propuestas y aunando fortalezas, y aunando varios entes, como son la empresa privada, las empresas públicas y los hacedores del arte y de la música. E: ¿cómo ves vos a los músicos de Rock en Cali? J.F: es complicado, porque hay de todo. Vuelvo a remitirme a que Cali es una ciudad pluricultural, y el Rock tiene muchos colores, así como la raza vallecaucana y como el clima y como los colores de esta ciudad. Entonces yo veo que hay mucho por ver, hay propuestas interesantes y hay bandas emergentes y músicos emergentes muy interesantes, que en un tiempo van a dar de qué hablar. E: ¿qué crees que le podrían faltar a esas bandas para que puedan surgir como ellos quisieran? J.F: un mejor espacio, en todo sentido. Que les brinden espacios sanos, y ese “sanos” no tiene que ver con drogas y con esto, sino que no estén viciados de política y de intereses que no tienen que ver con la cultura y con el desarrollo de los seres humanos, de los jóvenes y de la cultura de una ciudad. Esos son los espacios sanos a los que yo me refiero. Hace falta eso. Los hay y que hay buenos inicios de este tipo de espacios y creo que se está viendo un cambio, yo siento un cambio en la ciudad, lo huelo, lo percibo. E: ¿en qué sentido? J.F: en todo sentido. La gente quiere estar bien, la gente quiere un mejor vivir, un mejor ambiente. Entonces éste es un momento propicio para juntar estas fuerzas y llevar a cabo las buenas propuestas que hay. E: contame sobre tu formación musical ¿cómo llegaste vos a este cuento? J.F: mi formación musical. A mí me gusta la música y el canto desde muy niñito. No era una pasión formal lo que me acercaba a la música, era simplemente el goce y el disfrute de cantar. Entonces desde muy niño yo canté. Cantaba en el colegio, cantaba en el salón. Después me acerqué al Rock. Pero nunca quise estudiar música como una carrera formal, entonces busqué una carrera que tuviera que ver con las artes, que fue Comunicación Social. Yo estudié Comunicación Social en la Universidad del Valle, me gradué y paralelo a eso siempre canté con bandas de Rock. Después me interesé un poco por la técnica vocal, más que por la formación escolar. Y sí, tomé
clases de técnica vocal, tuve la oportunidad de estar en París con un muy buen profesor de técnica vocal. E: ¿eso en qué año, más o menos, fue? J.F: eso fue del 87 al 89, estuve dos años en París. Y en Cali con el Coro Polifónico y con instructores de técnica vocal que teníamos en esa época. Ahí empezó mi acercamiento a la técnica vocal como tal. E: ¿eso fue antes o cuando ya estabas en Krönös? J.F: eso fue antes de Krönös. E: ¿en qué momento vos empezaste a vivir de la música? J.F: yo empecé a vivir de la música cuando llegué de París. Yo llegué en el 89 de París y ya tenía la posibilidad de trabajar en un programa de televisión, que se llamaba “Video Activo”, presentando videos, y paralelo a eso me dieron trabajo en el periódico El País para escribir una página de Rock, para la revista del viernes. 10 años estuve allí y siempre trabajé en Telepacífico… sí, esos fueron mis trabajos y desde ahí no he dejado de trabajar. E: vos has estado metido mucho con la comunicación de lo musical (J.F: sí…) ¿en qué momento empezaste a dar clases? J.F: yo empecé a dar clases cuando llegué de París, daba clases particulares. Entre los alumnos que tuve, tuve a Mauricio Campo. Ese fue el vocalista de Superlitio, tuve a Marcelo Cezán en esa época. Después enganché al Colegio Colombo-Británico para preparar los muchachos que hacían el musical. E: ¿cómo llegas allá? J.F: allá yo llego porque hice el Jesucristo Super Estrella en Bogotá, yo fui Judas, y en ese año, en el 96… yo creo… el Colegio Colombo-Británico montó esa obra. Un amigo teclista que tenía relación con el Colombo-Británico, Jorge Sabogal, me dijo que me necesitaban y desde ese momento empecé a dar clases en los colegios. Del Colombo al Bolívar, del Bolívar al Farallones y del Farallones al Juvenilia, y del Juvenilia a la Universidad Autónoma. E: ¿cómo es una semana tuya cotidiana? J.F: una semana mía… los lunes hay ensayo de la banda de Fresquet y al medio día tengo clase en la Universidad Autónoma. El martes en la mañana estoy en el jardín infatil, “Estrellita de Mar”, con los niños, hasta las 11 y media. A las 12 llego a la Universidad Autónoma hasta las 2 de la tarde. Hay muchas actividades en la tarde que tienen que ver con medios de comunicación, con trabajar las redes sociales. El miércoles otra vez jardín infantil en la mañana y después ensayo en la tarde con Fresquet. El jueves vuelvo al jardín en la mañana, al medio día estoy en la Universidad Autónoma y en las tardes me reúno con el asistente, Julio Valencia, a trabajar redes sociales, a trabajar en diseños de cosas. De pronto voy donde Simón Padilla, que es la persona con quien trabajo la página web. Y el viernes ensayo en la mañana y en la tarde diferentes actividades. Menos mal que tiempo libre, entre comillas, para poderme mover en cosas que necesito para el proyecto Fresquet. E: cuando me hablás de redes sociales y de la página, es del proyecto Fresquet. J.F: del proyecto Fresquet, exactamente. E: gran parte de tu tiempo vos está dedicado es a la docencia y a la producción de Fresquet. En cuanto a presentaciones, toques en algunos lugares…
J.F: estamos en estos momentos para el concierto del 23 de diciembre. Ya nos escogieron a nosotros como la banda representativa del Rock Caleño para este concierto y estamos trabajando muy duro porque vienen bandas de afuera y queremos que Colombia y los caleños sepan que aquí hay mucho potencial y estamos muy dedicados a eso en este momento. E: ahí me mandaste a un tema y es sobre… ¿cómo has percibido vos que las políticas públicas impacten el Rock en Cali? J.F: es muy difícil porque, como te digo, la gente que ha manejado los hilos de esto, no tienen mucha credibilidad y se encuentra uno con mucha incultura dentro de la gente que maneja la cultura. Vos te sentás con la secretaria de cultura en una reunión de la mesa de concertación y lo primero que dice ella es que ella no tiene ni idea del Rock, que ella viene de la cultura afro y que ella no tiene idea del Rock. Entonces yo me preguntaba, una persona que toma un puesto de esos ¿cómo no está empapada de toda la cultura de Cali y tiene no más como una educación sesgada a la cultura afro? Nosotros que no somos afrodescendientes tenemos un espectro mucho más grande y yo te puedo decir con conocimiento de causa que el roquero es mucho más culto que muchísimas otras personas que tienen otras tendencias musicales. El roquero es mucho más amplio en su espectro como melómano, en su espectro musical. Eso lo podés percibir hablando con la gente… no todos, pero una persona que llega a manejar la cultura de un departamento, la cultura de una ciudad, debería estar empapada de todos los temas y de todo. Eso es una muestra, no más, de lo que puede uno ver y percibir en el manejo público de estas cosas. E: ¿qué cosas te habría gustado hacer en la ciudad, con la música, que no hayás podido hacer en el momento? J.F: no sé… nosotros tuvimos la oportunidad con Krönös en el 94, 93 de tener el estadio lleno cantando “fuego en mis venas”. Eso es un sueño que cualquiera lo quisiera tener y yo lo tuve… se dio. En esta ciudad, yo quiero que esta ciudad sea más consciente de su potencial. Eso es lo que quisiera. Quisiera que los conciertos y todos los eventos no fueran gratuitos. Yo peleo por eso porque hacer música y hacer arte no es fácil y no es gratis para nadie, entonces no entiendo por qué se ensañan tanto en eso, en hacer eventos donde la gente no pague nada, entonces después vas a tocar en un bar y la gente no va, porque ya te vieron gratis, o porque están esperando el concierto de la alcaldía o de la gobernación, donde te van a ver gratis. Ese es el tipo de cosas que no me gustan de la cultura de las artes aquí. Y eso lo hacen mucho por ganar adeptos los políticos, porque ellos hacen conciertos gratuitos, entonces todo el pueblo votará por ellos, porque son una maravilla de personas. Entonces no voy con eso. E: ¿vos tenías un proyecto que se llamaba Madame Blue? J.F: no. Madame Blue era una banda con la cual yo trabajaba en un bar. Ese bar se llamaba “Blues Brothers”, y Madame Blue ahora es una empresa que realiza el Rockópolis, de la cual hace mi parte mi baterista, Jose Beltrán es uno de los dueños y socios de Madame Blue Proyectos. E: ¿en algún momento fuiste parte de la banda? J.F: pero éramos Jorge Fresquet y Madame Blue, así nos presentábamos. E: ¿tocaban sólo en Blues Brothers? J.F: tocábamos sólo en Blues Brothers… y alguna vez tocamos en Sevilla, Valle, que nos contrataron, pero eso fue una cosa muy extraña. E: ¿cómo fue eso? J.F: no sé, era en un ambiente de una feria o algo así, y eso lo consiguió Jaime Henao, que era el teclista de la banda en ese momento y que era muy allegado a la gente de Sevilla por los festivales de música que hacen allá.
E: y ¿qué tipo de repertorio fueron a tocar allá? J.F: nosotros tocábamos covers de Styx, Boston… era muy roquero, pero un toque comercial. E: ¿vos aparte de Rock qué otra música hacés? J.F: yo hago canciones infantiles para el jardín infantil donde trabajo. Eso lo hago muy a menudo, cuando me llega la musa de una le corro a eso y salen canciones. Ahora estoy haciendo un proyecto el jardín infantil haga un disco con 14 canciones que ya tenemos compuestas. E: ¿para que sean interpretadas por los niños? J.F: no, porque son chiquititos que no cantan todavía. Son muy niñitos, entonces de pronto hay uno que otro que pueda cantar, pero la idea es hacerlo con voces adultas. E: bueno, cuando empezaste a hacer música ¿llegaste por roquero o empezaste en general con la música? J.F: cuando era pelado era baladista. Yo cantaba baladas. El fuerte mío eran las baladas de Piero, me encantaba y me encanta todavía Camilo Sesto. Ese fue como el devenir mío. E: y ¿cómo llegaste a hacer Rock? J.F: yo entro al Rock porque escucho Emerson, Lake & Palmer y Genesis, cuando entré a la Universidad en el 79. Y a mí me impactaron muchísimo porque Emerson, Lake & Palmer y Genesis, en esa época cuando cantaba Peter Gabriel… eran las estructuras de las canciones, las melodías y todo, eso era brutal. Después entra Black Sabbath en mi vida y Led Zeppelin, The Who, Deep Purple, y ahí yo me vuelvo loco porque encuentro como un ambiente y una forma musical con la cual yo me identificaba en ese momento. Era muy silvestre, me gustaba mucho el campo, todavía, porque vivo en las afueras de Cali y a mí me encanta. Y tenía eso, para mí el Rock me olía a eso, a campo… en esa época. Después entra el Hard Rock y ya huele más a ciudad, a moto, a carros rápidos. Igual… me gustaba porque era una estructura que venía del Rock básico, que era lo que escuchábamos en los 70s y 80s. Y así entro yo al Rock. Después estoy en la Universidad cantando, tarareando canciones en el CDU, después de hacer deporte con mis amigos, y uno de ellos era norteño y tenía toda la música que él nos prestaba, y conocí una banda que se llamaba Krisis, que necesitaban un cantante, entonces yo fui a probar y desde el 80 yo empecé a cantar Rock en bandas. E: ¿cómo era hacer Rock en ese momento? J.F: muy bacano, porque había un solo programa de Rock, no había internet, pocos discos, bandas extranjeras no venían nunca, o sea que vos hacías un concierto y se llenaba porque era lo único que podías ver. Yo tengo muchas fotos de ese momento donde el Evangelista Mora estaba lleno, los bares estaban llenos… E: ¿y en ese momento se podía vivir de tocar? J.F: no, ni loco, E: ¿más ahora que antes? J.F: claro, más ahora que antes. Obviamente, porque en ese momento no había una estructura como industria, y uno tocaba por camisetas, por una cerveza, por ganas, porque no tenías la necesidad, porque vos vivías en la casa de tus papás, entonces ahí no había lío. E: y ¿en qué momento se empieza a organizar eso acá? J.F: con Krönös yo creo que yo ya sentí que empezábamos a devengar y a cobrar por los conciertos… en el 89, cuando yo llego. Igual, antes de irme para Francia, con mi banda Kaos algo ganábamos. Me acuerdo mucho que cualquier plata que ganábamos, nosotros nos
juntábamos en el cuarto de Ezequiel, uno de los guitarristas, y nos tirábamos la plata para arriba y nos bañábamos como en esos pesitos que nos ganábamos… era como un agüero que teníamos y funcionaba, porque nos salían otros conciertos después del baño de dinero. (Risas) E: y ¿Cuando ya estabas en Krönös empezaste a ganar más de los toques? J.F: empezábamos a ganar más, pero no estábamos muy organizados, realmente. Entonces más era el esfuerzo que hacías, que lo que ganabas. Ahora es diferente, ahora la música y tu proyecto sale del corazón, de las ganas de hacer música con tus amigos, pero ya hay otro tipo de organización, y esto es un proyecto que tiene que funcionar a todo nivel, porque si no, no dura. Estamos haciendo eso, lo estamos proyectando y va todo muy bien. En estos momentos los muchachos y yo, y la gente que trabaja con nosotros, está contenta de cómo van las cosas. E: ¿vos creés que se pueda vivir de tener una banda en la ciudad? J.F: complicado ¿no? es complicado. Estamos haciendo el esfuerzo y yo creo que lo vamos a logar. E: ¿tu idea sería eventualmente dejar la docencia para dedicarte a…? J.F: no me gustaría, porque me gusta el contacto con los muchachos. En la Universidad Autónoma, este semestre tengo unas personas muy valiosas, a las cuales uno les puede llegar con algún tip, con algo y vos ves los cambios, que para mí es lo más importante, ver qué es lo que pasa después de que uno entra en la vida de estos pelados. Entonces, no sé, es algo que a mí me motiva mucho, más que el dinero que pueda generar, la satisfacción que te da el que el movimiento de rock y lo que está pasando en la ciudad, vos tengás algo que ver en eso. Y lo puedo ver y me parece muy bacano. Entonces, no sé. Obviamente que si esto funciona como pensamos y como estamos viendo que va a funcionar, va a haber menos tiempo para tener horarios estrictos y compromisos laborales con empresas. Vamos a ver qué pasa, cómo puedo darle la comba al palo para de pronto hacer asesorías o cosas así, para no dejar de trabajar en la docencia. E: de tus ingresos mensuales ¿qué tanto proviene de docencia, qué tanto proviene de tu proyecto? J.F: en estos momentos proviene todo de la docencia. Ahora lo que hay es inversiones que hacer en el proyecto. Las inversiones salen de los mismos toques y de cosas que son paralelas al proyecto, porque la docencia es para la casa. Ahí hay compromisos adquiridos, de créditos, de deudas, compromisos con los colegios de los muchachos. Todo eso hay que cumplirlo. E: o sea que ¿Fresquet como banda es autosostenible? J.F: Fresquet como banda es autosostenible. En estos momentos empieza a ser autosostenible. Pero en el inicio no, porque la inversión para hacer un disco es grande. La inversión para hacer un disco y un lanzamiento es muy grande y yo tuve, por ejemplo, que vender mi moto de toda la vida, para pagar parte de la inversión de la grabación del disco. Para el lanzamiento también tuve que vender una propiedad que tengo en Ladrilleros, porque no la vendí toda, vendí la mitad. Y bueno, cuando vos crees en un proyecto pues le invertís y estás seguro de que eso se va a revertir, y era lo que yo sentía y lo que pienso y lo que me dicen las personas que me conocieron en moto toda la vida… les dio pesar que yo saliera de mi DT. Es que seguramente voy a comprar una mejor moto después. Vamos a ver qué deparan las cosas, pero estamos trabajando muy duro para que se den las cosas