CAPBA Fascículo Nº14 - 2024

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FASCÍCULOS

HACIA EL CONGRESO DE BIOCONSTRUCCIÓN

CONSTRUIR CON TIERRA

“Esta breve descripción, sincera y sin muchos preámbulos, es nuestra declaración de amor y de intenciones para con el mundo, escrita en piedra o ladrillos, o tierra, mejor dicho.”

_De la memoria de las oficinas Nordeste / Paraguay / Mínimo Común Arquitectura

Y agregan:

“Nos queda la reflexión: ¿sería lógico pensar que la arquitectura sostenible y sustentable es solo para las personas con el poder adquisitivo suficiente para poder pagarse su obra y llevar mejor condición de vida? Nosotros no estábamos dispuestos a renunciar a las cualidades de la tierra, queríamos poder construir para Luce y Pablo como para todos”

_De la memoria de la vivienda L&P /Paraguay / Mínimo Común Arquitectura

Es muy posible que estos breves comentarios que elegimos para compartir con ustedes, sean parte de las reflexiones de muchxs de nosotrxs a la hora de afrontar un proyecto de arquitectura. Es más, son tópicos esenciales de la enseñanza en nuestras universidades públicas. Y no es para nada una apuesta al regreso de una mirada romántica de la profesión; se trata, más bien, de volver a pensar la pertinencia de nuestros saberes, de nuestras prácticas, que no se aplican en la nada, sino en un lugar determinado, en una geografía reconocible, en un tiempo específico, sin olvidar nunca su carácter universal. Situarse correctamente -si es que ese lugar existe- en este tiempo particular, es asumir que no existe proceso que pretenda ser viable si reduce su horizonte de acción solo a quienes cuentan con recursos económicos suficientes. Adentrarnos en la construcción con tierra, madera o bambú (son los temas que trataremos en tres fascículos sucesivos) intenta pensar la materialidad de los proyectos arquitectónicos en términos contemporáneos, a partir de técnicas ancestrales profundamente ligadas a los sitios donde tienen lugar. Lo hacemos con la certeza que hay allí, más allá de las posibilidades concretas de cada una de ellas, saberes afincados en experiencias comunitarias que no podemos -no debemos- desconocer. Son siglos dedicados a desarrollos tecnológicos que -seguramente- requieran ser actualizados y que, fundamentalmente, contienen una visión del mundo natural en diálogo con el mundo construido. Es este el lugar en donde elegimos pararnos para conversar, para encontrar acuerdos estables que nos permitan avanzar de manera consistente en la construcción del hábitat que -como ya sabemos- no implican solo una solución habitacional o un equipamiento más o menos mejor construidos o proyectados, sino cómo es su pro-

ARQUITECTO RAMON ROJO

PRESIDENTE CAPBA

ducción, quiénes la producen, si impactan o no en la economía local. En definitiva, se trata de procesos complejos en los que debiéramos saber intervenir. Para eso necesitamos información. Construir con tierra, como veremos en las páginas que siguen, es un mundo vasto y complejo, en lo que no está todo dicho. Nuestro saber tecnológico actual habilita potenciar antiguas prácticas, de ninguna manera descartarlas. Permite comprender, a quien tenga interés, que recluirlas en un lugar recóndito de la memoria colectiva no parece ser una decisión inteligente en términos de un uso sensato de los recursos reales disponibles. Aunque no parezca tan así, la autoestima de nuestras comunidades va también en ello. Construir en tierra, con suelo, no significa una posición conservadora. Sería, a nuestro entender, un error de valoración sobre nuestras tradiciones constructivas, las mismas que nos permitieron proyectar sofisticados edificios de hormigón armado a mediados del siglo XX. Revitalizar nuestros legados, dotarlos de la necesaria actualidad es francamente una actitud revolucionaria para enfrentar los desafíos que plantea la era de la Inteligencia Artificial. La tierra es un recurso del que disponemos, que los avances de la técnica permiten utilizar de manera sostenible, esto es, no decapitando suelos productivos. Sin embargo, pareciera indispensable desplazar del centro de la escena cierta mirada romántica que aun conservamos sobre el material, como si fuera un escudo protector ante las prácticas y usos contemporáneos, que son una realidad, que no podemos solo resistir. Se trata de reflexionar sobre su pertinencia, o no, si nos son útiles, o no, si nos alejan o nos acercan de la larga búsqueda de una comunidad organizada y -por lo mismo- solidaria. Tradición y contemporaneidad son convergentes. Se retroalimentan, no se excluyen. Quien sostenga lo contrario corre el riesgo de sobrevalorar el pasado sin percibir que el presente es siempre una oportunidad, en tanto y en cuanto seamos capaces de poner en valor nuestro acervo cultural.

Decíamos en el fascículo anterior:

“El saber popular ha sido siempre parte esencial de la arquitectura. Su mayor o menor sostenibilidad radica en cuanto se acerca o se aleja de él como inspiración. Claro que no es una verdad absoluta, no podría serlo nunca; aunque debiéramos admitir que su condición relativa ha logrado atravesar el tiempo y llegar hasta aquí indemne. Claro está que el saber del artesano, primer escalón en la producción racional de la arquitectura, ha dado paso al cuerpo de conocimiento técnico del que hoy disponemos, con un grado de sofisticación inimaginable unas pocas décadas atrás.”

Lo reafirmamos

STAFF CAPBA FASCÍCULOS

Propietario Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires

Director Arq. Ramón Rojo

Consejo editor Arqs. Juan Carlos Sánchez y Mario Pérez

Direccion de arte y diseño Estudio RO-K

Revista del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires

ARQUITECTURA DE TIERRA: ¿PATRIMONIAL O CONTEMPORÁNEA?

CONSEJO EDITORIAL

“… afirmamos que frente a las cuestiones cruciales relacionadas con la preservación del medio ambiente natural, la diversidad cultural y la lucha contra la pobreza, el uso del material tierra es esencial e irremplazable. Reivindicamos el derecho a construir con tierra porque todo ser humano tiene derecho a una vivienda adaptada a sus necesidades y recursos. La vivienda y el urbanismo del mañana deben responder de forma sostenible a esta aspiración.”

“Habitar la tierra. Manifiesto por el derecho a construir en tierra cruda”. CRAterre (https://craterre.org/en/)

Con un objetivo introductorio y didáctico a la problemática, y en camino al próximo Congreso de Bioconstrucción y Cambio Climático organizado por el CAPBA, se han seleccionado textos e imágenes de una publicación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), “Bioarquitectura aplicada a un edificio público sustentable” (https:// bit.ly/31358JZ) . En las próximas páginas, informes y reseñas sobre distintas técnicas, las más utilizadas en la actualidad, para construir con tierra y elementos vegetales. Acompañando el texto, proyectos nacionales y latinoamericanos testimonian los beneficios -constructivos, estéticos, ambientales, económicos- que habilita la tierra como materialidad substancial en una obra.

BIOCONSTRUCCIÓN,

ARQUITECTURA

SUSTENTABLE Y BIOARQUITECTURA

Ancestralmente, la humanidad se cobijó de la intemperie empleando materiales naturales para la construcción de su hábitat: piedra, madera, fibras vegetales, arcilla, estimonianarena, e

incluso hielo. Con diversas técnicas se materializaron refugios integrados al paisaje que forman parte del patrimonio constructivo de lo que hoy se conoce como bioconstrucción. A partir de la revolución industrial empezó a darse una sustitución de materiales y técnicas guiada por la idea de progreso. También aparecieron prejuicios que asociaron la bioconstrucción a la precariedad y la pobreza, la vincularon incorrectamente con problemas de salubridad (como la enfermedad de Chagas) y de comportamiento estructural (como los derrumbes por sismos).

La arquitectura sustentable propone minimizar el impacto ambiental global de las edificaciones. Con herramientas como la bioclimática se enfoca en minimizar los impactos ambientales en la etapa de uso. Considera las condiciones climáticas, la orientación de la vivienda, la vegetación circundante y el comportamiento térmico de los materiales de su envolvente para propiciar la iluminación y climatización natural, como el uso de fuentes energéticas pasivas y renovables, entre otras.

ACCIONES GLOBALES

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas que consta de 17 objetivos y 169 metas asociadas, instan a los países a adoptar medidas que promuevan la prosperidad al tiempo que protegen el planeta. Los países que adhieren a la agenda 2030 se comprometen a adoptarlos como propios y a establecer marcos nacionales para su logro.

NORMAS Y DESARROLLOS LOCALES

Un informe reciente de la Red Protierra Argentina, enfocada en el desarrollo responsable de la construcción con tierra, investiga la situación reglamentaria nacional y concluye que la vacancia de un reglamento nacional referido a construccio-

nes con tierra propició acciones individuales, heterogéneas y dispersas en provincias y municipios que dictaron ordenanzas, decretos, leyes o modificaciones reglamentarias que, en líneas generales, carecen de anexos técnicos. Los casos analizados demuestran que, en la práctica, se desconoce además la posibilidad de aplicar reglamentos nacionales para técnicas constructivas como el BTC y los entramados de madera. La investigación también constata que no existe norma para la preservación del patrimonio construido en tierra, incluso rige una restricción para el empleo de adobe, indicada por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica, para toda obra de carácter nacional. La preocupación por la estabilidad y calidad de las edificaciones cobró una dimensión mayor a raíz de los sismos en San Juan de 1944 y 1977; frente a estos fenómenos, la construcción con tierra quedó en el foco de la discusión. La arquitectura tiene por tarea buscar mecanismos que aseguren resolver el cobijo y la seguridad de las personas, existen experiencias en sismorresistencia para las construcciones con tierra desarrolladas en otros países que pueden ser buenas referencias, así como un importante desarrollo de técnicas tradicionales y nuevas. El trabajo de la Red Protierra subraya también que existe una dispersión de términos empleados sobre las técnicas de construcción que favorece a la confusión y que muchas de las cuestiones señaladas podrían resolverse en torno a un reglamento: acuerdos, glosarios, sistematización de manuales, elaboración de nomencladores, acciones, actividades e instrumentos que estimule al desarrollo tecnológico de la construcción con tierra y/u otros materiales naturales.

CONSTRUCCIÓN CON TIERRA

El concepto arquitectura de tierra, debatido recientemente por la Red Iberoamericana de Arquitectura y Construcción con Tierra (Red Proterra), incluye al conjunto de manifestaciones constructivas, arquitectónicas y urbanísticas que han sido proyectadas y construidas con la tierra como material predominante. El desarrollo de esta arquitectura se remonta a más de diez mil años de antigüedad y se adapta a ámbitos rurales y urbanos en diversos climas y regiones.

La materialidad de la arquitectura de tierra presenta una amplia diversidad de diseños espaciales, formas, técnicas y elementos constructivos, siempre a partir del empleo de un material base: los suelos naturales estabilizados apropiados para la construcción. Forma parte de las opciones posibles de arquitectura sostenible para cualquier tipo de edificación y puede tener costos económicos competitivos.

La caracterización del material para su empleo es investigada por diversas disciplinas contemporáneas para, por ejemplo, la construcción de infraestructura vial. El parámetro de identificación más significativo es que se trata de suelo infértil (sin materia orgánica) que se ubica en estratos inmediatamente inferiores a las capas más superficiales, también llamadas horizontes O y A. Esta tierra árida, ubicada a partir del horizonte B, se caracteriza por ser de colores pardos y poseer diversas granulometrías (tamaños de grano que la constituyen) y plasticidad. La alteración de estos parámetros incide en su comportamiento físico-mecánico. La plasticidad es una propiedad que depende del contenido de agua y refiere a la cohesión de las arcillas, según el tipo y cantidad presente. La tierra se compone de diversas proporciones de arcilla, limo, arena y graviIla o grava. La arcilla es un producto procedente de la erosión de rocas que contienen feldespato (presente en el 60 % de la corteza terrestre) y otros minerales que se comportan como aglutinantes de áridos de mayor tamaño. Puede tener diferentes colores de acuerdo al origen de sus óxidos metálicos. Existen diversos ensayos de laboratorio y de campo que permiten analizar la composición del suelo y, si las propiedades mecánicas requeridas no están presentes, se puede aditivar a

la mezcla cierta porción de componentes naturales o industriales para su puesta en obra.

Las superficies exteriores de los muros cuyo material predominante sea la tierra son vulnerables a la erosión por lluvia, viento y humedad ascendente, por lo que es necesaria su protección por diseño (por ejemplo, mediante aleros) o la aplicación de aditivos en sus terminaciones superficiales, y su aislación hidrófuga en los cimientos.

En el uso de la tierra se hacen presentes muchas ventajas:

■ Posee masa térmica, que es la capacidad de un cuerpo para almacenar energía térmica y ayudar a balancear la transferencia de calor.

■ Es reutilizable ilimitadamente, solo debe triturarse y humedecerse con agua.

■ Economiza costos de transporte, si se utiliza la tierra disponible localmente; incluso suele emplearse la proveniente de la excavación de los cimientos.

■ Es agradable al tacto y su manipulación es inocua.

■ Regula la humedad ambiental gracias a su capacidad de absorberla y desorberla.

La bioarquitectura suele hacer referencia a las tres pieles que protegen a los seres humanos: la epidermis, la vestimenta y la vivienda. Todas comparten la idea de brindar protección de los agentes externos y ser permeables para permitir respirar y exudar al ambiente. Esta es una de las características que diferencia a la bioarquitectura de otras formas de construir que impermeabilizan toda la envolvente.

SISTEMAS CONSTRUCTIVOS: MUROS Y CUBIERTAS

TAPIAL

El tapial, tapia, tierra apisonada o pisé, es una técnica ancestral presente en buena parte del patrimonio histórico y contemporáneo de Argentina. Viviendas, capillas, iglesias y otros edificios han sido construidos con suelos estabilizados, principalmente en las regiones del Noroeste y Cuyo.

La técnica consiste en la colocación de sucesivas capas de tierra dentro de un molde tapialero (encofrado) que se compactan a golpes con un pisón manual o neumático. El resultado es un muro monolítico (de una sola pieza) construido in situ, sobre los cimientos o sobrecimientos definitivos.

Las dimensiones de cada tapia y su esbeltez (relación espesor/altura) se calculan según el proyecto. Los espesores más comunes son de entre 40 y 60 centímetros. La consistencia del material para realizarla surge de una preparación de tierra tamizada con bajo contenido de humedad. También se realiza un curado posterior (humectación superficial) que permite que seque lentamente para evitar fisuras.

La compactación con pisones manuales insume 20 h/m3, mientras que con la utilización de pisones neumáticos el tiempo es de 2 h/m3. En ambos casos se logran densidades altas que pueden superar los 2000 kg/m3.

BLOQUES DE TIERRA COMPRIMIDA (BTC)

El BTC es un elemento de colocación manual (mampuesto) que se elabora mediante la compactación de suelo en una prensa. La mezcla se prepara con tierra tamizada, un estabilizante (cal o cemento) si hiciera falta y agua (humedad inferior al 10 %). No requiere cocción, por lo que se evitan los GEI asociados a la combustión.

La necesidad de controlar la humedad de la mezcla durante la producción y el curado (parte del secado) requiere que el trabajo se realice bajo techo, situación que conlleva un bienestar en el ámbito laboral.

Entre los beneficios de la construcción con BTC se destacan su rápida ejecución, su regularidad de forma que permite menores correcciones de nivel entre hiladas, y la posibilidad de hacerlos encastrables permite emplear espesores de mortero de asiento mínimo entre las juntas.

Los muros de BTC se construyen con las prácticas habituales del oficio de albañil, cuidando la nivelación y el aplomado, empleando un mortero en estado plástico, entre sólido y líquido.

Las medidas de un BTC oscilan entre 8 cm y 12 cm de espesor, 14 a 15 cm de ancho y 29 cm a 34 cm de largo, según la prensa y el molde utilizados.

Producto de la compactación, el BTC logra una densidad importante que le otorga resistencia a los esfuerzos de compresión. Se puede dejar a la vista en exteriores con alguna aplicación superficial de hidrófugos o protegido por diseño (por ejemplo, aleros). El reglamento CIRSOC 501, que regula la construcción de estructuras de mampostería compuesta, debe tenerse en cuenta para el diseño y cálculo de los muros de BTC. En cuanto a su utilización en zonas sísmicas, el Reglamento INPRES-CIRSOC 103 parte III admite y establece requisitos para la utilización de morteros y mampuestos.

ADOBE

El adobe es un elemento que se elabora con tierra, agua y habitualmente fibra vegetal (rastrojo de trigo, cebada, centeno u otras gramíneas), moldeado y secado a la intemperie sin cocción. Se utiliza como mampuesto para la construcción de muros, cúpulas o bóvedas. Sus dimensiones son variables: en Argentina, las más frecuentes son 40 x 20 x 10 centímetros y 40 x 30 x 10 centímetros.

En la elaboración de adobes es habitual el uso de materiales locales estabilizantes como son el estiércol y el mucílago de plantas cactáceas para mejorar la durabilidad, mientras que las fibras colaboran con la resistencia mecánica y reducen la retracción en el secado.

Para la fabricación, también llamada corte, de los adobes se utiliza un molde llamado adobera, que puede ser de madera o metal, y se trabaja con la mezcla en estado plástico. El secado es natural y depende de las condiciones de humedad y temperatura locales, idealmente a la sombra para evitar que sea brusco, en un terreno limpio, plano y con espacio que permita la circulación de aire. Los adobes tienen gran inercia térmica, bajo impacto ambiental y bajo costo energético en su fabricación. Al igual que cualquier muro de mampostería, se debe cuidar la traba entre hiladas para evitar la aparición de fisuras y utilizar un mortero de asiento que posea las mismas características y capacidades que el elemento a unir.

En Argentina no existen normas técnicas específicas para la construcción con adobe por lo que la norma técnica peruana E.080 se constituye como antecedente para la región. En ella se establecen condiciones de resistencia, se definen criterios de diseño arquitectónico en términos de esbeltez y aper-

tura de vanos (huecos), y se desarrollan propuestas concretas para el refuerzo de muros sismorresistentes.

QUINCHA

El término quincha proveniente del quechua, significa cañizo, seto o barrera, y refiere a la técnica constructiva para la materialización de cerramientos basada en el uso de madera, caña, fibras vegetales y tierra.

La quincha es considerada una técnica de entramado mixta por utilizar más de un material: está compuesta por una estructura principal, una secundaria (marcos y refuerzos), relleno y revestimiento, presenta muchas variantes dependiendo de cada uno de los materiales empleados y la configuración de ellos. Constituye así una envolvente vinculada a la estructura y se apoya sobre una base que le sirve de protección hidrófuga inferior. El relleno, denominador común de esta técnica, por lo general se compone de una mezcla de tierra y fibras vegetales. Al no tener la tierra un rol estructural es posible usar una mayor diversidad de suelos, a diferencia de técnicas como el adobe o el tapial. Las proporciones en la mezcla y los espesores de los muros son variables de acuerdo a usos, costumbres y cálculos de transmitancia térmica.

Los materiales del refuerzo pueden ser listones de madera, cañas o mallas metálicas electrosoldadas (quincha metálica), funcionan como estructura auxiliar destinada a sostener y consolidar el relleno. Los refuerzos se vinculan a un marco o a la estructura principal y pueden ubicarse en el centro del muro, o por fuera como contenedores del relleno.

Los revoques de carga, gruesos y terminaciones (revoques finos, revestimientos, etc.) son indispensables y colaboran en mejorar el rendimiento aislante del sistema.

Los marcos contienen al relleno y vinculan los refuerzos, son utilizados cuando los refuerzos no se unen directamente a la estructura principal. Las quinchas prefabricadas utilizan marcos, parantes y travesaños, que conforman un bastidor que las constituye en paneles.

Los estudios sobre sistemas tradicionales de quincha permitieron el desarrollo de quincha reforzada basada en la materialización de paneles independientes que pueden incluso prefabricarse para luego colocarse entre los vanos de la estructura principal. Debido a su popularidad vernácula, existe gran variedad de técnicas y materiales que entran en la definición de quincha, que es nombrada con diversos localismos: “bahareque” en Centroamérica, “pau a pique” o “taipa de sopapo” en Brasil, “jacal” en México, “cuje” en Cuba, “fajina” en Uruguay, “estaqueo” en Paraguay, “wattle and daub” en inglés, “torchis, pierrotage o columbage” en francés, “leichtlehmbau” en alemán, y “quincha” en Perú y Argentina. La variabilidad de procedimientos y materiales la caracterizan en todos los casos por ser liviana, aislante y sismorresistente.

Los estudios realizados respecto a la capacidad de aislación térmica sobre paneles de quincha han mostrado un buen desempeño. De acuerdo a Cuitiño et al. (2015), para un panel de 9,4 cm de espesor se ha determinado una transmitancia térmica de 2,64 W/m2 K, que puede llegar hasta 1,51 W/m2 K.

Quincha seca

La quincha seca utiliza una estructura igual al sistema de quincha húmeda, la diferencia es que en el relleno solo se utiliza paja (sin barro). Este sistema tiene un mejor efecto de aislación debido al menor uso de masa térmica.

La técnica consiste en introducir a la estructura secundaria, compuesta por tablillas de madera aserrada, capas sucesivas de paja seca y presionar hasta completar el muro. Las fibras vegetales se embeben de agua con cal para evitar el asentamiento de insectos y se sahúman antes de revocar. Es una de las técnicas empleadas en la zona serrana de Córdoba por sus características y beneficios. Las fibras más utilizadas en la región son el rastrojo de trigo, de coirón (Festuca gracillima Rothm.) o de moha (Setaria italica) entre otras gramíneas. La estructura hueca de sus tallos incrementa la propiedad de aislación térmica.

En la técnica de quincha se recomienda aplicar revoques de barro no menores a 5 cm. De esta forma se busca evitar que el vapor de agua condense en la estructura o el relleno generando gotas (“punto de rocío”) que ocasionen la pudrición de la madera o la paja.

Quincha de fardos de cortadera

La cortadera (Cortaderia selloana) es una planta de la familia de las gramíneas, endémica de América del Sur, usada entre otras aplicaciones para cubrir techos.

El sistema de quincha de fardos de cortadera fue desarrollado por el arquitecto Armando Gross, responsable del Taller de Bioconstrucción (TABI) de la UNC.

Para la ejecución de esta técnica, los fardos de cortadera disponibles en medidas de 1,20 x 0,10 x 0,50 metros, se cosen con cintas de polipropileno a los montantes de madera aserrada de un entramado liviano que conforma una estructura

independiente no portante de cerramiento para la quincha. La técnica de fardos de cortadera tiene dos variantes y la decisión de su aplicación depende de la orientación del muro y la zona climática donde se utilizará. Estas son:

< Doble fardo con cámara de aire, recomendada para climas fríos debido a su desempeño en el aislamiento térmico. Consiste en dos capas de fardos con una cámara de aire central.

< Fardo simple con masa térmica, combina en un mismo muro la aislación térmica del fardo que se coloca hacia el exterior y la masa térmica de la tierra, las fibras y la arena que se aplica en el interior del muro y es contenida por una estructura secundaria de varillas de madera.

Revoques

En bioarquitectura se tienen en cuenta la procedencia de los materiales, el gasto energético en producirlos, el desempeño, el destino al final de su vida útil, la salud de quienes lo producen, lo aplican y lo habitan. La pertinencia de los tipos de revoques necesarios se define en función de la técnica constructiva sobre la que serán aplicados. Existen tres tipos de revoques: de carga, grueso y fino. Es importante humedecer bien las superficies donde se aplicarán las distintas mezclas en estado plástico y maleable. El revoque grueso se realiza con una mezcla de tierra, agua y, a diferencia del de carga, incorpora arena y utiliza tramos de fibra más cortos (5 centímetros aproximadamente). Es importante la tarea

de regleado y posterior fratachado a presión para aglomerar sus componentes a la base del revoque de carga, como así también para preparar y generar una superficie apta y de suficiente adherencia para la aplicación del revoque final, que se denomina fino. Los revoques grueso y fino están compuestos principalmente por fibra vegetal, arena, limo y la arcilla necesaria para activar su cohesividad y adherencia. Es difícil establecer proporciones ideales, pues también influyen la granulometría de la arena, la cantidad de agua, el tipo de arcilla, la forma de preparación y la calidad de los aditivos. Por tal motivo es necesario hacer pruebas con mezclas variadas para poder determinar la más adecuada. Existe gran variedad de aditivos que se incorporan en la mezcla para revoque fino con el objetivo de estabilizar y colorear, algunos de estos son: albuminato de calcio, mucílago de cactáceas, cal, clara de huevo, leche, emulsión asfáltica, engrudo (harina cocida en agua), aceite de lino, aceite de girasol, cera de abejas, cenizas, estiércol y óxidos (ferrites), entre otros.

Cubierta invertida

Se denomina así a la cubierta en la que la aislación térmica protege a la capa impermeabilizante. Su nombre proviene de la disposición de capas opuesta a la tradicional, en la que el impermeabilizante protege al aislante térmico.

Techos vivos

Un techo vivo o cubierta verde es aquel que está preparado con diversas capas de impermeabilización, drenaje y sustrato, que permiten el crecimiento de vegetación. Entre sus características y beneficios se destacan:

< Mejora el aislamiento térmico y acústico de los edificios.

< Puede funcionar como hábitat y corredor biológico junto a diferentes espacios verdes de la ciudad y mitiga en parte los impactos de la urbanización.

< Amortigua naturalmente temperatura y humedad, lo que permite el ahorro energético en aclimatación.

< Fija carbono y aporta oxígeno a la atmósfera.

< Colabora en el embellecimiento del paisaje, aumentando la calidad de vida de la población.

< Mitiga el efecto “isla de calor”, que consiste en la evidencia de temperaturas más elevadas producto de la acumulación de calor por los materiales pétreos que conforman el espacio urbano, y por aumento de la reflectancia que producen las superficies lisas y claras.

< Retarda y filtra parte del escurrimiento de aguas pluviales, aliviando los caudales de drenaje y reduciendo la probabilidad de inundaciones.

< Protege a la membrana hidrófuga de los rayos UV, prolongando su vida útil.

Existen al menos dos tipos de techo vivo, según el tipo y espesor del sustrato y el mantenimiento requerido:

Sistemas extensivos. Poseen una capa de sustrato con poca carga orgánica de entre 5 y 15 centímetros de espesor, son livianos, no transitables y poblados por especies vegetales que demandan poca humedad y nutrientes. La suma de estas características logra una cubierta de bajo mantenimiento.

Sistemas intensivos. Con sustratos orgánicos abundantes y especies diversas, precisan un soporte reforzado, mantenimiento y riego, pueden ser transitables y brindan las cualidades ambientales propias de un jardín.

Losa alivianada de hormigón

Consiste en reemplazar los ladrillos cerámicos y/o bloques de poliestireno expandido (telgopor) por fardos de cortadera (Cortaderia selloana). Para ello, las viguetas se colocan a 40 cm para poder colocar el fardo con cierta curvatura, a modo de arco, de forma tal que resista mejor el colado del hormigón fresco durante la etapa constructiva.

CUBIERTA INVERTIDA
TECHO VIVO

CASA ANTAKARANA

ARGENTINA

AUTORES ESTUDIO TIKA BIO ARQ / ARQUITECTAS BETTINA TOMMEI Y MARÍA MERCEDES CODONE FOTOGRAFÍA ARCHIVO ARPAT / PH: NIDIA BELLENE

El objetivo principal de esta vivienda es generar un espacio de aprendizaje durante todo su proceso de construcción, tanto para su propietaria como para otras personas, colectivos e instituciones que se suman en ese camino. Se construye a través de la modalidad de obra escuela, realizando encuentros, talleres y mingas. La idea es mostrar diferentes técnicas de construcción ancestrales adaptadas a la actualidad y al lugar donde se encuentra. De esta manera, no solo se viven experiencias de aprendizaje e intercambio de saberes y recursos, sino que también en la vivienda queda plasmada la energía de cada una de las personas que participan. Bettina Tommei, la propietaria, expresa en la construcción su esencia, buscando romper con las formas rígidas y estructuradas aprendidas, creando otras más armónicas y más flexibles. El nombre Antakarana, que pertenece a un símbolo sagrado del hinduismo, resuena en muchos sentidos en las intenciones, significado y búsqueda de este espacio.

FICHA TÉCNICA UBICACIÓN ARROYO ABRA VIEJA, DELTA DE TIGRE / PARTIDO DE TIGRE SUPERFICIE CONSTRUIDA 90 M2 FECHA DE INICIO 2017 / EN PROCESO

La envolvente es un cubo, de seis por seis metros, y en su interior la forma se disuelve a través de líneas más blandas. El único muro divisorio de toda la casa, que es curvo, se articula con el entrepiso y la escalera caracol que se vuelca hacia el ingreso de la vivienda también con líneas curvas. El techo Hogan se complementa con todos los elementos que configuran el espacio, que abren paso, en el centro del ambiente, a la observación de la geometría ascendente, acentuada por la lucarna que baña todo el ambiente de luz cenital natural. La vivienda se diseñó basándose en los principios de la arquitectura bioclimática, buscando reducir al máximo el impacto ambiental, adaptándose al clima y al entorno, aprovechando al máximo los recursos naturales, la vegetación, el viento, el sol y reduciendo el impacto negativo del edificio sobre el entorno. Se logra, de esta forma, una serie de beneficios para los ocupantes de la vivienda, generando espacios saludables y mejorando la calidad de vida.

El emplazamiento de la vivienda fue evaluado preliminarmente en pos de modificar el entorno lo mínimo posible, cuidando la arboleda existente. También se tuvieron en cuenta recomendaciones que resultaron de un estudio de Geobiología que se realizó en el lugar. La llegada a la vivienda desde el muelle, a través de la rampa curva, permite el acceso peatonal aun en los momentos en que se alcanza la cota de inundación máxima. Esta pasarela curva de ingreso también responde al estudio del Feng Shui, ralentizando y suavizando el flujo de energía hacia la puerta de entrada.

La galería, futuro invernadero, está ubicada hacia el norte. Hacia esa orientación y hacia el este se ubicaron las ventanas más grandes, mientras que al oeste y al sur las ventanas son más pequeñas y ubicadas con precisión para generar ventilación cruzada y visuales. La lucarna central del techo se abre para lograr el efecto chimenea que evita acumular calor durante el verano y una buena ventilación del ambiente. Hacia el sur, se utiliza el recurso de ubicar equipamiento, como muebles de guardado, que funcionen de fuelle en la orientación menos favorable. Además, en las paredes exteriores se utilizó una técnica con alto contenido de fibra vegetal para lograr una aislación térmica adecuada para la zona bioclimática.

La vivienda se encuentra ubicada a orillas del arroyo Abra vieja, en el Delta de Tigre. Es una construcción palafítica, debido a que se encuentra ubicada en una zona afectada por las crecidas. La casa se desarrolla sobre una platea de hormigón de treinta centímetros de espesor con armadura de hierro superior e inferior. Embutida en la misma, se colocaron herrajes en donde se anclaron las columnas de rollizo impregnado con CCA, de veinte centímetros de diámetro. La casa se encuentra aproximadamente a cuatro metros del nivel del terreno.

La vivienda se desarrolló con un sistema constructivo prefabricado para reducir el tiempo de obra en el sitio, ya que al estar ubicada en una zona inundable se dificulta el acopio de materiales y el armado de un obrador. De esta forma, se cerró toda la envolvente en un mes y luego se completaron internamente las paredes. El sistema se basa en la realización de bastidores prefabricados construidos de madera de pino de 2”x4”, emplacados en su exterior con contrachapados fenólicos de 12 milímetros, conformando muros portantes.

Para el relleno de muros se utilizó, en su mayoría, la técnica de Tierra Alivianada Encofrada y de BTA (Bloques de tierra alivianada) en los muros de doble altura, generando con estas técnicas una aislación térmica y acústica adecuada para la zona en que se emplaza la obra. En los sectores en los que se colocó la Tierra Alivianada se prepararon los bastidores pintándolos con barbotina y colocándoles clavos en sus laterales con el fin de ayudar a la unión de la madera con la tierra alivianada. La placa contrachapada que se puso en su exterior fue utilizada como encofrado perdido y en el interior se utilizó otra placa de 12 milímetros provisoria. Luego se colocó el relleno de paja de trigo y tierra del lugar entre las montantes de los bastidores, desmontando la placa provisoria al momento de completar el relleno. Para la colocación del encofrado provisorio se instalaron tacos para lograr un espesor de 20 centímetros en todas las paredes exteriores y sobre estos se atornillaron las placas provisorias. Una vez terminada la preparación, se comenzó con la colocación de la mezcla hasta completar aproximadamente 10 centímetros, mientras se compactaba con el puño y/o con pisones de madera, y se colocó una hilera de tubos de PVC que atravesaban el ancho del muro, con el fin de facilitar la aireación y el secado del mismo en su interior. Una vez secos los muros, se rellenaron estos huecos con la misma mezcla. En los muros de doble altura se utilizaron BTA ya que esta técnica resultaba más sencilla para trabajar en los sectores más altos, donde no se puede acceder desde el entrepiso. Los bloques

fueron realizados en el lugar con moldes de madera llamados “bloqueras” de 20 centímetros de ancho, 50 de largo y 20 de alto, utilizando la misma mezcla de paja y barbotina que en la técnica de Tierra Alivianada Encofrada. Una vez secos por completo los bloques, se le colocaron guías de madera a los bastidores donde se encastran los mismos para darles estabilidad. Cuando se secaron por completo la totalidad de las paredes, se realizó el revoque grueso de aproximadamente unos 3 centímetros de espesor, formulado con una mezcla de tierra del lugar, arena y paja. Una vez seco el revoque grueso, se colocó un revoque entrefino de aproximadamente un centímetro de espesor, preparado con tierra tamizada, bosta y arena. La terminación final se realiza con un revoque fino de aproximadamente 5 milímetros, preparado con tierra tamizada estabilizada

con arena, marmolina de diferentes granulometrías y engrudo de mandioca, para lo cual se hicieron pruebas determinando la dosificación más apropiada. La división interna fue realizada con la técnica de Quincha, utilizando bastidores de madera y colocando un relleno con mayor proporción de tierra para generar masa térmica que permite acumular el calor que se genera en el interior de la vivienda. Para calefaccionar el ambiente, se construyó una estufa del tipo BBR 6 con un banco acumulador de calor. Se optó por el uso de Adobes, que son bloques de tierra cruda estabilizada con arena y fibra vegetal en poca proporción, secados al aire. Los mismos se fabricaron en el lugar utilizando moldes de madera. La elección de esta técnica se debe a su capacidad de acumulación de temperatura.

PLANTA BAJA
PLANTA SEGUNDO PISO
PLANTA DE TECHOS
PLANTA PRIMER PISO
VISTA ESTE
VISTA OESTE
VISTA NORTE
VISTA SUR
CORTE A-A
CORTE B-B

VIVIENDA “HEMICICLO SOLAR MODULAR” ARGENTINA

AUTORES ESTUDIO TIKA BIO ARQ / ARQUITECTAS BETTINA TOMMEI Y MARÍA MERCEDES CODONE COLABORADORES INGENIERO JUAN MANUEL GONZÁLEZ (CÁLCULO ESTRUCTURAL) / SSS IMAGE (RENDERS) / VARIOS AUTORES (FOTOGRAFÍA) / COOPERATIVA SINERGIA NATURAL (CONSTRUCCIÓN)

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN BARRIO JULARO / PARTIDO DE EXALTACIÓN DE LA CRUZ

SUPERFICIE ANTEPROYECTO 96,5 M2

SUPERFICIE CONSTRUIDA 48,3 M2

FECHA DE INICIO 2023 / EN PROCESO

Cuando los clientes compraron el terreno en Barrio Jularo, la idea de irse a vivir fuera de la ciudad se hacía cada vez más posible y con ella la decisión de un cambio en la forma de vida. La bioconstrucción era consonante con esa búsqueda de estar en armonía con la naturaleza y de construir una vivienda saludable.

A través del diseño participativo, clientes y arquitectas exploraron diferentes ideas que iban dando forma al futuro cobijo. Las propuestas fueron evaluadas pensando en qué medida cada una cumplía con las expectativas y necesidades, teniendo en cuenta el requisito de construir en etapas.

La vivienda se diseñó a partir de un “Hemiciclo solar”. La forma acompaña el recorrido del sol como premisa de estrategia bioclimática que aprovecha la mayor ganancia solar en invierno y se protege del sol con aleros dimensionados para que en verano no ingrese a la vivienda. El trazado se comienza a configurar desde un punto central desde el cual surgen anillos y rayos concéntricos que delimitan la ubicación de los volúmenes modulares, orientando el rayo que marca la zona central de la vivienda hacia el norte y quedando comprendida la extensión total de la planta en el cuadrante que recibe las orientaciones solares más favorables para la zona bioambiental. Todos los ambientes principales están orientados en este sentido, mientras que al sur se ubican aquellos

que, por su función, implican menor permanencia, y muebles de guardado que actúan como espacios tapón. En la orientación más desfavorable se posicionan aventanamientos más pequeños, regulando los llenos y vacíos de la envolvente en relación a las estrategias bioclimáticas. Este esquema morfológico, a su vez, permite que la vivienda incorpore la estrategia pasiva de ventilación cruzada.

El desarrollo está comprendido por cuatro módulos rectangulares de 3,20 x 4,90 metros, vinculados por tres módulos trapezoidales más pequeños que funcionan como fuelles y permiten que la planta general adopte la forma semicircular del “Hemiciclo solar”. La idea de modular la planta surgió de la necesidad de construir en etapas y de poder implementar, a futuro, la modalidad de “autoconstrucción”. En la primera etapa de construcción, los propietarios se podrían capacitar para luego “autoconstruir” los siguientes módulos. El anteproyecto está pensado con dos crecimientos futuros; en una primera instancia, los recursos disponibles fueron destinados a construir una vivienda mínima, que cumple actualmente con sus necesidades y fue posible materializar con sus posibilidades económicas.

La primera etapa de construcción consta de dos módulos rectangulares y un fuelle trapezoidal. La cocina ocupa todo un módulo, dado que los propietarios son cocineros profesionales

y trabajan desde su vivienda. El otro módulo está ocupado por el estar y el baño, mientras que el fuelle de vinculación es un pequeño comedor. Este último es el único volumen que crece en altura generando un mirador y dando la posibilidad de acceder al techo vivo, que en un principio será el dormitorio y a futuro un espacio de meditación.

Los cimientos son convencionales, pilotines de hormigón armado y vigas de fundación. Sobre éstas se construyó una mampostería de elevación con cajón hidrófugo y encima de la misma se apoyan tirantes de piso de pino impregnado con CCA, generando una cámara de aire ventilada bajo la construcción. En el módulo de la cocina y en el sector del baño, en lugar de esta cámara de aire, se realizó un relleno de tierra compactada y contrapiso donde se alojan los desagües, teniendo en cuenta que son los sectores en los que se colocarán pisos cerámicos para facilitar su limpieza.

La estructura principal de la vivienda es de madera. Los muros están construidos con el sistema de bastidores ensamblados, que configuran muros portantes. Este sistema se completa con un envarillado diagonal de madera que rigidiza la panelería y que permite contener el relleno de los muros.

La técnica constructiva de los muros es “Quincha liviana húmeda”. Los revoques exteriores son de tierra estabilizada y los fuelles están revestidos con madera exterior.

PLANTA BAJA / PRIMER ETAPA
PLANTA ALTA / PRIMER ETAPA
PLANTA / SEGUNDA ETAPA
ANTEPROYECTO / ESQUEMA
VISTA ESTE
VISTA OESTE
VISTA NORTE
VISTA SUR
CORTE A-A
CORTE B-B
CORTE D-D
CORTE C-C
CORTE A-A
CORTE A-A
CORTE D-D

CASA LELOIR

ARGENTINA

AUTORES ESTUDIO UBUNTU / ARQUITECTA

PAULA FLORENCIA STELLA Y ARQUITECTO DIEGO GIL

COLABORADORES ARQUITECTO RODOLFO

ROTONDARO Y JAVIER GRANILLO

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN PARQUE LELOIR / PARTIDO DE ITUZAINGO

SUPERFICIE LOTE 450 M2

SUPERFICIE CONSTRUIDA 120 M2

FECHA DE INICIO 2022

El diseño de la casa fue participativo: buscamos interpretar, con escucha activa, los deseos de los futuros habitantes y crear el espacio deseado manteniendo relación con el entorno natural. Buscamos, también, conservar la vegetación existente del terreno y abrirnos al recorrido del sol. Al momento de pensar la materialidad, propusimos a la familia trabajar con tierra cruda. Le contamos de sus beneficios y realizamos unas muestras para que pudieran ver de qué se trataba. Hoy en día, las tapias arman el espacio interior, son las que aportan color, textura, y regulan la temperatura y la humedad de la casa.

La eficiencia energética de la casa también fue una prioridad, por lo que las paredes exteriores realizadas con ladrillos de tierra cocida se organizan en un doble muro con aislación térmica, las que, junto con las aberturas con doble vidriado hermético, brindan un alto nivel de confort a la vivienda.

PLANTA
VISTA SUR
VISTA LATERAL
CORTE A-A
CORTE B-B
CORTE C-C
DETALLE MURO
DETALLE MURO

CASA DE DAMIÁN Y MAGALÍ ARGENTINA

AUTORES BARRO BIOARQUITECTURA / ARQUITECTOS FABIAN MELILLO Y LUCAS UVA / NAHUEL UVA

COLABORADORES JUAN GONZÁLEZ (ASESORAMIENTO ESTRUCTURAL), NICOLÁS DUMON (RENDERS) Y MAGALÍ SAVEGNAGO (FOTOGRAFÍAS)

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN GONNET / LA PLATA

SUPERFICIE TERRENO 350 M2

SUPERFICIE CUBIERTA 170 M2

SEMICUBIERTA 90 M2

FECHA FINALIZACIÓN 2024

LO NATURAL COMO EJE

La casa de Dami y Maga está pensada íntegramente como una serie de sistemas, que incluyen materiales naturales con mínimo o nulo tratamiento, materiales reciclados, y técnicas y conceptos de avanzada como respuesta a la trama urbana (en el contexto de un incremento permanente de los climas extremos), como por ejemplo, la masa térmica de los muros, las orientaciones, la ventilación cruzada, las carpinterías, el sistema de aleros y revestimientos, que apuntan principalmente al confort y calidad de vida, pero además, a minimizar el consumo energético. Lxs propietarixs son una pareja joven, sin hijxs por ahora, con mascotas, que entendieron la necesidad de proyectar una vivienda para el mundo que se viene, y lo sienten como un asunto propio. Buscaban construir su casa familiar, lo más amigable posible con el ambiente y el entorno, segura, asoleada, ventilada y muy espaciosa, como lineamientos principales. El terreno, de 10.70 x 32.50 metros, con algunas restricciones y retiros a cumplir, está implantado en Gonnet, un barrio verde y arbolado en las afueras de la ciudad de La Plata, de calles y veredas espaciosas y con mucha presencia de vegetación dentro de las propiedades y en el espacio público. Un barrio clásico de la ciudad, consolidado, con calles asfaltadas, retirado pero a 15 minutos del centro, y de clase media trabajadora. El entorno de la obra son dos casas muy grandes, con ladrillo a la vista, de dos niveles ambas. Una de ellas está en el terreno lindero sur y comparte con la casa, medianera de dos niveles.

La otra está a un lote baldío de distancia al norte, lo cual genera, por juego volumétrico, proyecciones de sombras y otros vínculos: un diálogo natural.

La obra se desarrolla en dos plantas: en el nivel inferior, lo público, con un acceso generoso, de menor a mayor, aportando la experiencia de ingresar a un espacio controlado, reducido y semicubierto, y producir el encuentro con un espacio único y amplio interior, donde están la cocina comedor, un amplio living, y como soportes, el toilette, despensa y lavadero. Se produce el diálogo con el exterior e incluso el exterior puede convivir en el interior. En planta alta, un espacio privado con un sanitario principal y amplio y tres dormitorios, uno para la pareja y otros dos que, por el momento, funcionarán como taller y oficina. Estas habitaciones se disponen en torno a un espacio distribuidor amplio, con una de sus caras pintadas en azul profundo -con el objetivo de que proyecte luces de color, tanto en planta baja como alta-, e interactuando de forma directa con el exterior mediante las ventanas en doble altura de la escalera.

VOLUMETRÍA, ESTÉTICA

Y PARTIDO

La propuesta es liberarse de todos los bordes del lote con un volumen central protagónico, en dos niveles, con el área social en planta baja y el área privada en planta alta, con una cubierta superior de dos planos en forma de ve corta, y las de las galerías exteriores, a modo de pollera baja. La espalda de este volumen se orienta hacia el sur, dejando un gran muro con pocas ventanas, con dos volúmenes revestidos en madera para componer el juego volumétrico, junto a los cielorrasos y estructuras a la vista. Se propone que se pueda ver parte de la estructura y la inclinación del muro más asoleado (norte), como respuesta al programa y partido, pero también para aprovechar los rayos del sol de la temporada templada y fría, pero los del verano, que son más “altos” -con el apoyo de los aleros- no ingresan de forma directa a la casa. La búsqueda de lo plástico también va en el sentido de plantarse en la trama urbana, a la vista del transeúnte, con el esqueleto de la vivienda a la vista en la fachada lateral. Las vigas principales, tanto en planta baja como alta, atraviesan la envolvente lateral inclinada, dejándose ver los nudos y encuentros estructurales. El pino Paraná y el eucalipto, seleccionados para lo que queda expuesto, protagonizan y dan calidez al proyecto, presentes tanto dentro como fuera de la casa.

ESTRUCTURA Y MATERIALIDAD

La fundación de hormigón garantiza una durabilidad normal en una zona bioclimática muy húmeda y azotada por sudestadas, con presencia en los suelos de arcillas y material orgánico en cantidad. El sistema está conformado por pilotines y vigas de hormigón armado, que albergan los anclajes metálicos donde luego se encastran y fijan los apoyos.

Las columnas y vigas de arriostre son postes de eucalipto reciclados y nuevos, mientras que las vigas principales son dos piezas de pino Paraná aserradas de 3”x10”, que abrazan las columnas a nivel de entrepiso y techos y son perforadas por dos varillas roscadas que completan el nudo. Para la tirantería de entrepisos, techos y estructura de muros se usó saligna. Las cubiertas son de chapa tradicional, aisladas con celulosa reutilizada proyectada. Los muros se ejecutaron con la técnica “quincha”, que consiste en una estructura secundaria de listones de madera de 2”x2”, colocada a 45° e invirtiendo el sentido entre interior y exterior, que será contenedora y soporte para las instalaciones y el relleno de barbotina y paja en planta baja, y solo paja en los interiores de planta alta. Los muros de tierra se ejecutan sobre cajones hidrófugos que ayudan a elevar el nivel para evitar la humedad ascendente. Los paramentos son terminados a plomo y escuadra, con tierra, arena y paja para los revoques gruesos, áridos finos y arcillas en polvo en finos interiores, y arena y cal exteriores.

PLANTA ALTA
PLANTA BAJA
VISTA OESTE
VISTA ESTE
VISTA SUR
VISTA NORTE
CORTE TRANSVERSAL

CASA KARPYZA

ARGENTINA

AUTORES TICA BIOARQUITECTURA / ARQUITECTO EMANUEL ROCHA / CUCHARA Y BARRO / ARQUITECTO RODOLFO GARCÍA NUÑEZ

COLABORADORES MMO LEANDRO CABRERA (EJECUCIÓN DE OBRA) / ARQUITECTA FLAVIA ARRASCAETA (DISEÑO DE PAISAJE)

Somos dos estudios de arquitectura patagónica que, desde hace más de dos años, colaboramos en la concepción y diseño de espacios arquitectónicos, aplicando los principios fundamentales de la bioclimática, el diseño participativo y la construcción con materiales naturales y locales, con el objetivo de desarrollar entornos habitables sostenibles, cuidando y respetando el entorno natural.

En la Casa Karpyza, el proceso de diseño se caracterizó por un diálogo constante con una participación significativa de la propietaria en las decisiones, resultando en una vivienda que integra de manera armónica, tanto las búsquedas visuales y programáticas de la familia, así como la topografía del lugar y los requerimientos térmicos de la región.

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN PARAJE GOLONDRINAS / LAGO PUELO / CHUBUT

SUPERFICIE CUBIERTA 136 M2 / SEMICUBIERTA 25 M2 FECHA FINALIZACIÓN 2024

La obra se ubica en un predio de dos hectáreas en la zona rural de la localidad de Lago Puelo, provincia de Chubut, rodeada de bosque nativo. El claro donde está construida se formó tras un incendio de interfaz en el año 2021. Morfológicamente, la vivienda se configura de manera compacta para minimizar la superficie de contacto con el exterior, presentando amplias aberturas hacia el norte y hacia los paisajes naturales elegidos por sus residentes. Se desarrolla en una sola planta para asegurar accesibilidad óptima.

Considerando las dificultades del acceso al gas natural en la zona rural, el diseño de la vivienda contempla la calefacción por medio de una estufa de masa térmica tipo Gymse, estratégicamente ubicada en el centro de la misma, con un pulmón

que hace de intercambiador de aire, distribuyendo el calor hacia las habitaciones más alejadas.

Las características bioclimáticas de la región (zona VI, de clima muy frío) requiere que las viviendas cuenten con una excelente aislación térmica y una alta capacidad de almacenamiento térmico. Debido a las condiciones climáticas que restringen la temporada de construcción, se optó por un sistema de técnica mixta, que combina una estructura de entramando de madera (quincha) rellena con adobes, lo que proporciona la masa térmica, y un envolvente térmico de lana de oveja tratada. Este tipo de aislación térmica seleccionada por su relación costo/beneficios es de categoría Óptimo (B+), compuesta por un envolvente de lana de oveja a granel, en techos de 4” y paredes de 3”, y de arena volcánica en pisos. Como acabado interior se utilizan revoques de barro, mientras que hacia el exterior se emplean revestimientos de madera o revoques de barro tratados. Este sistema nos permitió agilizar el proceso constructivo, al realizar una parte significativa de la obra en seco, asegurando así la continuidad de la ejecución aún en los meses más fríos del año.

La estructura principal está conformada a base de bastidores de 2”x4”, de pino blanco, con vigas y cabios de oregón, según cálculos basado en el reglamento CIRSOC, utilizando exclusivamente madera local para reducir la huella de carbono, debido a que el transporte y producción de materiales son la porción más importante en la contaminación ambiental que genera una obra. Siguiendo con la búsqueda de poner en valor los materiales locales, el relleno de los bastidores se realizó con adobes a

medida, fabricados en la misma zona, con tierra arcillosa y aserrín de descarte de los aserraderos locales. Estos adobes se cortaron y secaron durante el verano, para estar disponibles en invierno, minimizando los procesos húmedos de la obra. El mortero se realizó con arcilla del propio terreno, previamente analizada, utilizada en imprimaciones y revoques, con fibra local de rastrojo de centeno y avena. Para las terminaciones se emplearon diversas técnicas, dependiendo de la exposición que tuvieran: en las habitaciones, se priorizó la buena refracción de la luz mediante una pintura natural en base a arcilla blanca, cuarzo y engrudo; en áreas expuestas a la salpicadura directa de agua (erosión hídrica y mucha humedad ambiente), como la ducha y lavamanos, se utilizó estuco tradicional a la cal; y en la cocina, se aplicó un trabadillo (estuco de yeso, cal y árido), ajustado tras pruebas de color con la luz ambiental. De este modo, se aseguró la protección de las paredes sin perder su transmisión de humedad tan necesaria. Para el exterior, sobre la aislación de lana de oveja, se alternaron revestimientos de barro y madera flameada (ciprés carbonizado). En lugares donde el diseño volumétrico no incluye aleros ni zócalos, se empleó madera flameada, mientras que en áreas con dichos elementos, se utilizó revoque de tierra con una protección de barniz natural para preservar los colores y texturas autóctonas de la arcilla y la madera de la región. Este enfoque integral no sólo busca reducir la huella de carbono sino generar diseños y espacios confortables que demanden la menor cantidad de energía durante su uso, así como también resaltar la relación con el entorno natural de la Patagonia.

IMPLANTACIÓN

PLANTA
VISTA ESTE
VISTA OESTE
VISTA NORTE
VISTA SUR
CORTE A-A

DETALLE CONSTRUCTIVO

CASA ENTRE MUROS

ECUADOR

AUTORES AL BORDE / ARQUITECTOS DAVID BARRAGÁN Y PASCUAL GANGOTENA

COLABORADORES ARQUITECTO BOLÍVAR ROMERO (ASESORÍA TÉCNICA EN CONSTRUCCIONES DE TIERRA) / ESTEFANÍA JÁCOME Y JOSÉ ANTONIO VIVANCO / RAED GINDEYA (FOTOGRAFÍAS)

El deseo de establecerse por siempre en un espacio que lo sienta como suyo, la búsqueda por vivir en armonía con la naturaleza, la necesidad de autonomía de los tres miembros que conforman la familia, el bajo presupuesto entendido como optimización de espacios y recursos, y la frase “Siempre hay otra manera de hacer las cosas y otra manera de vivir”, acuñada por Ella, se convirtieron en el punto de partida para nuestro trabajo. Alejada de Quito y del vértigo de la ciudad, la casa se implanta en las faldas del volcán Ilaló, en un terreno indómito de alta pendiente, limitado por dos quebradas, abierto a la vista del valle. Un corte en el terreno inclinado permite generar una plataforma para el asentamiento del proyecto y suficiente materia prima para generar gruesos muros de carga. La forma ondulada e irregular resultante del corte en el terreno, define la disposición ordenada y rectilínea de cada muro de tapial. La sucesión de estos tapiales y las distintas alturas de la cubierta provoca que la vivienda se fisione en espacios, ya sea por usuario o actividad, puesto que a la casa se la entiende como la secuencia de refugios individuales. Para evitar el efecto dominó, los muros rompen su paralelismo resolviendo la estructura y fortaleciendo el carácter de cada “refugio”. Para tomar conciencia de la gran sección de los tapiales, excavamos los muros y en ellos disponemos el mobiliario como estrategia de optimización del espacio. La circulación, concentrada en un extenso corredor, conforma un elemento que aísla el proyecto de los vecinos inmediatos, refuerza la autonomía de cada espacio y promueve la apertura de estos hacia la atractiva vista.

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN TUMBACO / QUITO

SUPERFICIE 200 M2

SUPERFICIE TERRENO 5000 M2

SUPERFICIE CONSTRUIDA 180 M2

FECHA FINALIZACIÓN 2008

PIDIENDO PERMISO AL ILALÓ

La relación armónica entre naturaleza y objeto construido es muy importante para su dueña y determinante en el diseño, proceso constructivo y funcionamiento de la casa:

1. Siguiendo tradiciones ancestrales, se hace una ceremonia de pedido de permiso al volcán: ofrendas y buenos augurios son enterrados, generando un centro energético en el espacio que divide lo social de lo privado. La casa se entrega con una ceremonia de limpieza de malas energías y finalmente se deposita una ofrenda en el centro energético que funciona como punto de contacto entre los usuarios y el volcán.

2. Las aguas grises van a piscinas de tratamiento, convirtiéndolas en aguas de riego; se diseña un baño seco y un sistema de calentamiento de agua solar. La madera y caña han sido cortadas en buena luna para evitar el uso de productos químicos en su tratamiento.

3. La tierra como material de construcción genera bajo impacto en su entorno, la materia prima sale del desbanque en el terreno, no produce escombros, almacena calor y regula el clima interior al tener capacidad de absorber y desorber la humedad más rápido y en mayor cantidad que otros materiales.

Esta arquitectura busca poner en evidencia la naturaleza material de los elementos que la componen, potenciando sus cualidades estéticas, formales, estructurales y funcionales.

PLANTA
VISTA FRENTE
VISTA CONTRAFRENTE
DETALLE

PANAL / CONDOMINIO REGENERATIVO SUSTENTABLE

CHILE

AUTORES AYMA ARQUITECTURA Y MEDIO AMBIENTE / NICOLE SPENCER CHUAQUI

COLABORADORES ARQUITECTO INTI PERALDI WILLSON / MARÍA ISABEL CID ACEVEDO Y NICOLE

SPENCER CHUAQUI (PAISAJISMO) / GUILLERMO MORENO LARA (CÁLCULO ESTRUCTURAL) / MIGUEL

CORNEJO Y EQUIPO (JEFE DE OBRA) / BIOANTU (PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS) / VICENTE MÉNDEZ PURCELL (REVISOR INDEPENDIENTE) / PABLO BLANCO (FOTOGRAFÍAS)

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN CONDOMINIO ARBORETUM / PEÑALOLÉN / SANTIAGO DE CHILE

SUPERFICIE CONSTRUIDA 1.100 M2

FECHA FINALIZACIÓN 2019

El proyecto se desarrolla a través de un plan maestro de micro barrio tipo esponja conformado por siete unidades de uso mixto, las que fomentan una mayor calidad de vida para sus habitantes, minimizando tiempo de traslado desde su casa a su lugar de trabajo o actividades recreativas, pudiendo albergar viviendas, talleres, salas de exposición y oficinas. Al ser un proyecto absorbente en el 100% de su superficie, capta el total de las aguas pluviales infiltrándolas a la tierra a través de techos verdes, jardines nativos regenerativos y pavimentos percolantes. A su vez, dichas áreas verdes generan un corredor ecológico dando continuidad al parque Arboretum, que une la pre cordillera de los Andes con la ciudad, garantizando así la biodiversidad existente antes de la intervención del proyecto. Para una mínima emisión de huella de carbono, se utilizó la quincha de fardos de paja como sistema constructivo en todo el conjunto, utilizando la tierra de las excavaciones para la aislación y revoques de las unidades y las rocas para muros de pircas y paisajismo, reduciéndose así también en gran parte el retiro de escombros. Este sistema, junto con los techos verdes y un correcto enfoque solar, garantizó una mayor eficiencia térmica, logrando un ahorro energético en climatización de un 80%. Todo el conjunto trata las aguas residuales a través de una planta de tratamiento (humedal), ubicada en la plaza común, para ser utilizadas en el riego de áreas comunes, techos verdes y jardines de cada casa, reduciendo el consumo de agua en un 80%. Tenemos un compromiso con la sociedad a través de talleres gratuitos durante la ejecución de las obras, educando a niñas y niños sobre la importancia de construir de manera consciente. A través del uso de materiales naturales, techos verdes, sombreaderos caducifolios y vegetación nativa, el condominio se mimetiza con su entorno y armoniza con el medio ambiente, devolviendo a la tierra lo que se le quitó en el momento de construir.

PLANTA BAJA
PLANTA ALTA
VISTA SUR
VISTA SUR
CORTE DETALLADO

VIVIENDA L&P

PARAGUAY

AUTORES MÍNIMO COMÚN ARQUITECTURA / ARQUITECTOS SOLANO BENÍTEZ Y BURRÓ SERGEI JERMOLIEFF MERLO Y ARQUITECTA VERÓNICA VILLATE GNEITING

COLABORADOR FEDERICO CAIROLI (FOTOGRAFÍA)

Corría el 23 de enero del año 2020, una mañana calurosa, como las tantas de verano en Asunción, la capital del Paraguay, la temperatura rondaba los 29 grados celsius siendo apenas las 8:30 de la mañana. El sonido característico del teléfono móvil hace su aparición dentro de las oficinas del pequeño estudio ubicado en el barrio Ricardo Brugado, mejor conocido como el barrio de la Chacarita. A la tercera repetición constesta Solanito:

-Hola ¿qué hacés, Tapiti?

-Claro Tapiti, me acuerdo, sí, ahora vemos.

-Ya está, nos vemos el viernes, Tapiti, saludos a Luce. Antes de cualquier pregunta, la respuesta: Pablito se quiere reunir para ver lo de su casa, lo que hablamos ayer después del fútbol. Las señales de unos amigos bien decididos a construir con nosotros su futuro hogar. Pablo y Luce, una pareja recien casada, él uruguayo y ella paraguaya, con parentela en Uruguay; ambos diseñadores gráficos que trabajan remotamente para empresas en el exterior, lo cual nos introduce a la ubicación del terreno, en la ciudad de Limpio, el barrio Surubi´i. En transporte particular son 45 minutos por avenida, lo suficientemente cerca de Asunción para las actividades cotidianas y sociales pero tambien lo suficientemente lejano para mantener una condicion suburbana, con amplios terrenos, vegetación y tranquilidad. El barrio viene en auge edilicio, regido por una normativa interna, la cual

FICHA TÉCNICA

UBICACIÓN BARRIO SURUBI´I / LIMPIO SUPERFICIE 200 M2 FECHA FINALIZACIÓN 2021

condiciona el proyecto para la aprobación del consejo barrial. En los últimos debates dentro de nuestro universo de Mínimo Común, se planteaban las condiciones de las viviendas actuales y las principales técnicas constructivas ecológicas que estan ganando popularidad en el espectro de la arquitectura paraguaya. Nosotros, instruidos en el ladrillo, manejábamos alternativas de adobe. El trabajo que estaba en proceso nos formó dentro de la materialidad: era una obra en el interior, a 350 kilómetros de la capital; las condiciones eran muy diferentes, ahora tendriamos más recursos disponibles. Queríamos experimentar con tapial, debido a los buenos resultados de colegas y amigos, una técnica con condiciones excelentes para el clima de nuestro país. Al hacer las primeras pruebas, debido a que nunca habiamos trabajado de esa forma y nosotros somos nuestros propios constructores, nos empezamos a dar cuenta que los tiempos eran muy largos dentro del proceso constructivos, necestibamos más gente, pisones neumaticos, encofrados especiales, dinteles de mayor resistencia y un sin fin de cosas más para llevarlo a cabo, lo que resultó en un proceso de decepción ante la imposibilidad de realizar la obra de esa forma, porque los costos superaban los estándares de la construcción y el presupuesto estaba bastante acotado. Además de la angustia, nos queda la reflexión: ¿sería lógico pensar que la arquitectura sostenible y sustables es solo para las personas con el poder adquisitivo

suficiente para poder pagarse su obra y llevar mejor condición de vida? Nosotros no estabamos dispuestos a renunciar a las cualidades de la tierra, queriamos poder construir para Luce y Pablo como para todos, lo que nos lleva a una nueva experimentación. Nuestros maestros encofradistas tienen una habilidad sorprendete de trabajo: el señor Eusebio, de unos cuarenta largos años aparentes, lidera el equipo; con él trabajan su padre, hermanos, amigos y cualquiera que les pueda seguir el ritmo. Con claves descansos de rondas de terere, su misión es arrasar la obra: llegan, bajan puntales, tablas y arranca la sinfonia de sierras y martillos y asi hasta tener un hermoso entablillado de cielo listo para recibir toneladas de concreto que se encargarian ellos mismos de mezclar y vaciar. La misión era similar: en lugar del techo, cubririamos el horizonte, unas paredes prismaticas de madera huecas por dentro servirían de encofrados. Con la habilidad de Eusebio y sus muchachos, eso era cuestion de solo un par de horas para la artesanal tarea. Modulando cada pared en la medida de cortes estandar de madera comercial, nos ahorraríamos aún más tiempo: 2,40 x 2,40 metros era la medida de piso a techo de cada módulo. El espesor debiamos determinarlo, pero sabíamos que podíamos hacerlo de 15 o 20 centímetros, que era lo ideal por el consumo de material. El proyecto, con idas y vueltas desde su concepción, consistía en una volumetria simple, sin muchos riegos estructurales, una “L” sumergida entre la vegetación. El sol del oeste incide todas las tardes en lo más cerrado de la casa y las mañanas se iluminan en el amplio estar, cocina y comedor, pero lo más importante era garantizar el descanso con las habitaciones frescas, y con la idea futura de agrandar la familia, el confort debía estar garantizado. Las paredes de tierra protegerían los sectores íntimos, una losa huerta, cultivada por sus propios dueños y apoyada en unos finos pilares metálicos, alimentaría al pequeño Agus.

Después de muchos errores, aprendimos sobre la nueva técnica, hicimos pruebas muy pequeñas hasta lograr estabilizar la tierra que utilizaríamos. Ensayos con probetas nos daban resistencias similares a las del ladrillo, los tiempos de cargado nos permitían cargar dos módulos por día con un equipo chico, de forma manual; las dosificaciones eran similares al hormigón, al utilizar 10% de cemento en la mezcla. Como teníamos miedo, ibamos disminuyendo gradualmente ese porcentaje hasta que llegamos a utilizar solo el 5% como estabilizador. Había opciones de otros estabilizadores con menor impacto, pero en el mercado local no eran de facil acceso, y por ser nuestro primer acercamiento, tampoco estábamos para correr más riesgos: había una familia que esperaba su hogar.

Existe una larga tradición alfarera guaraní, creadora del kambuchi, un cántaro moldeado en barro por las mujeres paraguayas para transportar el agua del ykua y manterla fresca a lo largo de toda la travesía con el fin de, en un acto de amor, ofrecerla a los hombres para combatir el implacable calor. Como reza una canción tradicional escrita por el gran Mauricio Cardozo Ocampos: “Sobre su cabeza erguida / Lleva un cántaro nativo / Agua para el peregrino / La hermosa mitacuña.”

“Soy tu ardiente soñador / Dame un poco de agua fresca de tu cántaro de amor / Dame un poco de agua fresca de tu cántaro de amor.”

Al igual que nosotros, en el mismo acto, estabamos listos para ofrecer la casa nacida de la tradicional tierra roja guaraní, moldeada por nuestros artesanos a un costo razonable con la técnica que nosotros denominamos tierra vertida. Encontramos muchos ejemplos alrededor del mundo, pero en Paraguay nunca se hizo; todavía no sabíamos cómo saldría, pero el esfuerzo era innegociable. La vivienda L&P se construyó con los sueños de una pareja iniciando su recorrido juntos, con sus ganas de vivir en un espacio apto para el correcto desarrollo de sus funciones, que utilizarán a lo largo de su vida, y con la confianza otorgada para llevar a cabo una casa única en su estilo, con barro y olor a tierra despues de la lluvia.

PLANTA

OFICINAS NORDESTE CURUGUATY

PARAGUAY

AUTORES MÍNIMO COMÚN ARQUITECTURA / ARQUITECTOS SOLANO BENÍTEZ Y BURRÓ SERGEI JERMOLIEFF MERLO Y ARQUITECTA VERÓNICA VILLATE GNEITING COLABORADORES PAULA GALEANO, HASSAN YARYES, ERNESTO MARECO, DANIELA YEPES, DELEYMA PACHER, OSVALDO AGUILERA, JUAN SALVARÉ / ARQ. JAIME OLMEDO (INGENIERÍA) Y DANIEL OJEDA (FOTOGRAFÍA)

Nos llega el encargo de la construcción de unas oficinas. En Curuguaty, un lugar a 350 kilómetros de la capital, Asunción, en una zona agrícola y ganadera. El dilema de cómo construir en medio de la nada.

Intentaremos ordenar los procesos en cinco ideas, que reflejan la intención que tuvimos al proyectar. 1/ Suelo. Lo primero, debíamos controlar el territorio de una manera sutil. Imaginamos una línea en el paisaje, que nos permita observar lo que pasaba a nuestro alrededor, protegernos de otros animales e insectos y protegerlos, para lo cual hicimos un movimiento que nos permitiese estar a 1.5 metros del suelo: una plataforma. 2/ Cubierta. Una vez conseguido el control sobre el territorio, proyectamos una sombra. Como primera condición necesaria en un clima en el que los 45 grados centígrados son cosa de todos los días. Una sombra que albergue a la propia construcción, dirija los vientos y acopie las aguas, para que en su propio proceso constructivo permitiese dar cobijo a los obreros y, posteriormente, salvaguardar la interacción de las personas debajo de la misma. Una vez que entendimos la importancia de la sombra, pensamos en cómo podríamos realizarla, liviana y económica. Encontramos en los cabos un elemento muy eficiente. La catenaria nos sonreía.

La estructura funcionaría como un diagrama de momento flector, los perfiles IPN en las puntas trabajarían solo a la compresión y los cabos a la tracción nos brindan 45 metros

FICHA TÉCNICA UBICACIÓN CURUGUATY SUPERFICIE 200 M2

de luz con la simpleza de un trazo en el aire.

3/ Materialidad. A la hora de construir las oficinas, no teníamos muchas opciones de materiales. Construimos las oficinas enteramente de tierra, fabricando cada ladrillo en el lugar, con el uso de una prensa. Llevamos solo los materiales que no se podían destruir en el camino: hierros, cabos y cemento. Lo demás nos proveía el terreno.

4/ Parasol. Protegernos del sol y dotar a las oficinas de privacidad, era la necesidad imperativa. Desde el interior, en la proximidad a los muros, entenderíamos el paisaje de otra manera. Desde el horizonte se perdería en las sombras el vivir cotidiano dentro de estos muros transparentes.

El parasol fue construido del mismo material que las paredes, de tierra, pero esta vez sin cemento, lo que nos permitió borrarlo con agua, quedando solo las líneas del mortero, como lo haría el paso del tiempo. Devolvimos la tierra, una vez más, al suelo. A la vida.

5/ Agua. Aprovechando la curva de la catenaria, juntamos el agua de lluvia en un espejo, lo que nos permite reutilizarla: la bombeamos hasta el punto más alto de las chapas para luego distribuirla y así enfriar todo el techo, en un circuito constante de generación de microclima fresco y húmedo, para humanos y plantas que, tras el paso del tiempo, terminarán tomando todo el proyecto. Esta breve descripción, sincera y sin muchos preámbulos, es nuestra declaración de amor y de intenciones para con el mundo, escrita en piedra o ladrillos, o tierra, mejor dicho.

PLANTA
CORTE A-A

VIVIENDA DE

TIERRA

LÍQUIDA

PARAGUAY

AUTORES OFICINA X / FELIPE RAMIREZ + NICOLE JAQUET

COLABORADORES PAISAJISMO PRIMITIVO (JARDINES) / DANIEL

OJEDA + LEONARDO MÉNDEZ (FOTOGRAFÍA)

“L.C. 1920. Casas de hormigón líquido. Se echa desde arriba como llenaría una botella con cemento líquido. La casa se construye en 3 días. Sale del encofrado como una pieza de fundición. Pero uno se rebela ante procedimientos tan revolucionarios.” “Hacia una Arquitectura”. Le Corbusier

El proyecto se realiza en un lote de 6 metros de ancho y 25 de largo. El partido consiste en una vivienda con patio central, el que articula todos los espacios y resuelve la ventilación natural de los ambientes.

La casa se concibe como una caverna, con aberturas que parecen perforaciones en los muros, dejando filtrar los rayos solares y entrever los espacios como tratamiento de arquitectura estereotómica, en tanto que la luz es dibujada sobre los espacios en penumbras. La planta baja es totalmente fluida y continua en planta libre; en ella, los espacios se definen interiormente solo a través de muros y recorridos, como si se tratase de una cueva. Esta arquitectura con tinte primitivo se construye con muros de tierra y estructura de hormigón; de esta manera, la alegoría de la caverna se vuelve un axioma arquitectónico.

La construcción se materializa en tierra vertida directamente en encofrados, con paredes de 18, 15 y 10 centímetros de espesor. La técnica de vertir la tierra como pieza de fundición supone la deconstrucción de la tierra apisonada. La tierra vertida, al poder ejecutarla con espesores reducidos,

FICHA TÉCNICA UBICACIÓN CAÑADA DEL CARMEN Y MBOCAYATY / FERNANDO DE LA MORA SUPERFICIE 230 M2 FECHA FINALIZACIÓN 2021

posee menor consumo de material y se vuelve apropiada al lote, debido a los solamente 6 metros de ancho disponibles del terreno.

La estructura de hormigón armado se diseña de manera eficiente, con el objetivo de reducir el consumo de los materiales y disminuir el impacto ambiental con respecto a las estructuras tradicionales. La estrategia adoptada consiste en un esquema de vigas maestras a los lados que definen los espacios donde apoyan losas curvas de hormigón armado, cuyas trayectorias siguen los diagramas de momento flector de las vigas, logrando trabajar solidariamente como mesas de compresión para los momentos positivos y negativos, respectivamente. Estas mesas de compresión reducen las secciones necesarias para las vigas y disminuyen los espesores de losas a través del aumento de inercia generado por la curvatura, lo que conlleva un ahorro de 20% de hormigón y acero en comparación con una estructura convencional. Estas losas curvas parecen tratarse de un fluido de hormigón líquido. Representan la belleza de las formas que dibuja la gravedad. La casa se materializa como una pieza de artesanía a gran escala, donde la tierra dirige la orquesta del espacio fluido cuya morfología adquiere la de su recipiente, fraguando en paredes perforadas, lisas, sesgadas o pliegues de 10 centímetros de espesor que se fugan al cielo. Como un cántaro construido con las manos, con la belleza de la tierra y el aroma a arcilla.

PLANTA BAJA
PLANTA ALTA
PLANTA TERRAZA
VISTA FRENTE
VISTA FRENTE CON REJA
CORTE LONGITUDINAL
ESQUEMAS ESTRUCTURALES

ESTRUCTURALES

ESQUEMAS

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