‘’Comencé a prepararme con el diplomado Carrera del Dirigente y a medida que me involucraba quedé fascinada con el trabajo que se realiza en La Telefónica. Me inspiraba ver la entrega que le ponían a su trabajo mujeres como Noris Cruz, quien en ese momento era la presidenta del Consejo de Administración, María Betances, Delmis Rodríguez, Ivelisse Cruz y todo el personal administrativo. Algo realmente admirable’’.
Vocación de servicio
Dulce siempre ha sido una mujer muy despierta, independiente e idealista. Desde que estudiaba en un colegio de monjas en Montecristi aprendió a ser disciplinada y a servir, recuerda que acompañaba a las monjas en las misiones y le gustaba tanto ayudar a los demás, que pensaba que algún día entregaría su vida al ministerio, pero la vida estaba dirigiendo su camino en otra dirección.
Rompiendo paradigmas
‘’La superación y el éxito no se consiguen de la noche a la mañana. Se construyen día a día, haciendo pequeñas cosas bien hechas’’.
Amor por La Telefónica
Según sus palabras, el reconocimiento más grande que recibe es la satisfacción que le produce el fruto del esfuerzo. “Siempre trato de apoyar a mi distrito, y me siento bien cuando un socio se acerca a mí con cualquier inquietud y puedo servir de canal, porque me ven como la cara de su cooperativa…de igual manera me siento feliz cuando estoy en el multiuso o en el área de servicio y sé que a través de la Comisión de Mantenimiento aporté mis conocimientos para que el personal y los socios gocen de espacios en buenas condiciones. Disfruto saber que se hizo un buen trabajo”. Dulce León, quien se define como una mujer familiar, alegre, amante de la música, honesta y madre orgullosa, siempre trata de contagiar a todos los que la rodean con el espíritu de cooperación.
Sus padres ya habían visualizado un futuro para ella y decidieron enviarla a la capital a estudiar Biología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Estando en la ciudad cambia de decisión y comienza a estudiar Ingeniería Civil, una carrera considerada, en ese tiempo, para hombres.
Para ella, cada socio debe asumir que es dueño y parte esencial de la cooperativa, colaborando mutuamente y mostrando interés por su organización. “Debemos motivarnos y motivar a los demás a participar de las actividades que realiza La Telefónica y sobretodo, Prepararnos para realizar un trabajo con excelencia en beneficio de todos. Es cuestión de planificarse, tener voluntad y disciplina.”
“De cincuenta estudiantes, solo 6 eran mujeres. Y los varones siempre nos hacían bromas despectivas… A mis padres tampoco les agradó la idea de que estudiara ingeniería, pero con el tiempo lo aceptaron y se sentían muy orgullosos”.
La situación actual que atraviesa el mundo, debido a la pandemia del Covid-19 amerita, más que nunca, que se incentive la cooperación, que se dé a conocer la labor ejemplar que realizan las cooperativas y se promuevan sus principios y valores como herramienta para enfrentar la crisis.
Dulce tuvo que esforzarse al máximo para vencer los estereotipos y prejuicios hacia la mujer para lograr destacarse. Se unió al Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS) en una época bastante revolucionaria, y terminó trabajando como monitora o asistente de los maestros de Ingeniería, empleo que le permitió costear los gastos de su carrera.
Integridad, servicio, educación, eficiencia y solidaridad son solo algunos de los valores que promueve La Telefónica, a través del ejemplo de Dulce León, de sus directivos, personal y principalmente, sus socios.
DULCE LEÓN A SUS
17 AÑOS DE EDAD
Leivis Santos Departamento Social y Educación I N FO R M AT I VO
L A
T E L E F Ó N I C A
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