Tecnología como soportes de intermediacion.

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TECNOLOGÍA COMO SOPORTE DE INTERMEDIACIÓN Rastreo y evaluación de alternaciones identitarias motivados por las fuentes energéticas

Firmado digitalmente por NOMBRE NOMBRE MARTIN GUTIERREZ INMACULADA - NIF 80061777L MARTIN Nombre de reconocimiento (DN): c=es, o=FNMT, ou=fnmt GUTIERREZ clase 2 ca, ou=703002483, cn=NOMBRE MARTIN GUTIERREZ INMACULADA - INMACULADA - NIF 80061777L Fecha: 2010.11.30 18:41:38 NIF 80061777L +01'00'

Inmaculada Martín Gutiérrez. MCAS 09/10



UNIVERSIDAD DE SEVILLA Escuela Técnica Superior de Arquitectura Máster Oficial en Ciudad y Arquitectura Sostenibles Especialidad Investigación

Proyecto fin de Máster TECNOLOGÍA COMO SOPORTE DE INTERMEDIACIÓN RASTREO Y EVALUACIÓN DE ALTERNACIONES IDENTITARIAS MOTIVADOS POR LAS FUENTES ENERGÉTICAS Alumna: Inmaculada Martín Gutiérrez Tutores: Esther Mayoral Campa Carlos Tapia Martín

Diciembre 2010



INDICE ENCABEZADO

El monolito Trayectoria solar LIBROS LIBRO ESTE

Amanecer o de dónde partimos. 01 Notas básicas sobre la asunción de la sostenibilidad en la cultura y la sociedad. 02 El papel regulador de la sostenibilidad. 03 Sostenibilidad enfoque geopolítico. LIBRO SUR

Orto o dónde nos encontramos 04 Aportaciones de la tecnología como soportes de intermediación LIBRO OESTE

Ocaso o hacia dónde nos dirigimos 05 Cambios en arquitectura y Paisaje motivados por al tecnología. 06 Del paisaje antropizado al Paisaje tecnificado. 07 Camuflando los nuevos tapices del Paisaje. 08 Energía Incipiente. 09 Energía en retroceso. 10 Energía cero a 2.0 11 Paisaje en tránsito: del extrañamiento a los soportes de intermediación


LIBRO NORTE

Enfoque o espacios en sombra hacia donde se dirige la luz 12 Herramientas para una sostenibilidad real en los espacios de captaci贸n de energ铆as renovables.






ENCABEZADO

La tecnología siempre parece alejarnos de nosotros mismos, Rumi, el poeta y místico sufí de origen persa, escribió en 1273: "los nuevos órganos de percepción surgen como resultado de la necesidad, así pues aumenta tu necesidad para que puedas aumentar tu percepción". Bill Viola. Las horas invisibles CAAC JJAA. Catálogo 2007 Granada. Texto: el puercoespín y el coche. 1981: “El verdadero trabajo del vídeoartista contemporáneo, por tanto, tras adquirir las habilidades técnicas necesarias, consiste en desarrollar y entender el ser. Ahí es donde está el verdadero trabajo duro. El nivel de uso de las herramientas es un reflejo directo del nivel de usuario. Los palillos chinos pueden ser simplemente un utensilio para comer o un arma letal, depende de quién los use”

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El monolito “La idea de Monolito, en realidad, consiste en la radicación del "No Cuerpo"; es decir, en la idea de algo que posee el resumen de todo conocimiento y evolución. Esta idea encierra el devenir y perecer perpetuo, y lleva atada como nombre el de "Evolución". Sebastián Cortés. Diccionario para ver películas.

“Una fuerza de inteligencia sobrenatural, que aparece a grandes intervalos entre chillidos agudos, que da al mundo una violenta patada hacia arriba, hacia el siguiente peldaño de la escalera de la evolución”.

David Denby, comentando el extraordinario sentido de zeitgeist (espíritu del momento) de Kubrick.

"[…] nos da cierta idea" de lo que […] somos capaces de hacer."De lo que somos capaces como Comunidad en general y también de lo que somos capaces en particular como trabajadores, científicos, empresarios o políticos. Estos son nuestros poderes". Sanlúcar la Mayor.

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Manuel Chaves, inauguración de la central termosolar de


Trayectoria Solar

El trabajo se elabora bajo un índice subdividido en cuatro libros. Estos libros, se ordenan según la trayectoria solar. En su recorrido desde el Este hacia el Oeste pasando por el Sur. De este modo, elaboro los tres libros reseñados en el índice, bajo los nombres Este, Sur y Oeste que recogen la evolución de la tecnología implantada como sistema de captación y producción de energías limpias y sistemas de comunicación, en qué punto se encuentra y hacia dónde se dirige. El cuarto libro, Norte, recoge enunciados propositivos, alternativas de percepción y gestión, reflexiones y planteamientos incipientes para una nueva fase de investigación extensible a tesis doctoral, fundamentalmente enfocado en un territorio de puesta a prueba de las hipótesis que plantearemos en los libros precedentes, y la metodología de rastreo que se desarrollará para ello. En los libros se establece a través de su/s capítulos un recorrido por los conceptos de Sostenibilidad, Tecnología, Paisaje y Energía para trazar una síntesis de su evolución e interacción y finalmente especular sobre una hipotética tendencia no sólo desde aspectos formales y estéticos sino también sociales y cognitivos. influencia de las etapas

(1)

En este recorrido, se analiza la

de la construcción en el paisaje, registrando los materiales,

principalmente empleados en cada una de las mismas como herramientas y técnicas transformadoras del espacio, así como los sistemas de comunicación y modelo energético que predominan en cada una de ellas al constituir el fundamento de los procesos de transformación.

1 VILLANUEVA DOMINGUEZ, L. Las tres edades de la construcción. Informes de la construcción CSIC. Madrid, 2005 Vol. 57, nº 498 (julio-agosto)

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Si nos centramos en las etapas reseñadas por Luis de Villanueva Domínguez, identificamos claramente cuatro a las que hemos sumado una, en base a una revisión de las tendencias actuales en el mundo de la comunicación y la energía pero sobre todo desde un afán propositivo de un modelo alternativo de gestión de las mismas desde un enfoque sostenible que a su vez se encuentra en un incipiente proceso de investigación y desarrollo. Nuestro sistema de producción arranca del input de la Revolución Industrial, y es desde donde consideramos el punto de partida del presente trabajo en torno a los conceptos escrutados. Actualmente, nos encontramos en un modelo productivo asentado sobre las bases de una producción industrial que emplea fundamentalmente el petróleo como fuente de energía. En el presente trabajo estos puntos de partida se recogen como testigos a modo de apéndice que nos hace entender de donde arranca el proceso, a la vez que nos sirve como soporte la situación que vivimos en el campo de la tecnología para desarrollar el libro Oeste, donde recae el peso de la investigación, que rastrea las implicaciones sociales que la tecnología ha supuesto y supone para la sociedad, intentando dilucidar el posicionamiento que la sociedad pueda ocupar en la asunción de la misma en la creciente direccionalidad hacia sistemas tecnológicos que nos emancipen de la dependencia de los recursos no renovables o incluso bajo la hipótesis de un futuro modelo de autogeneración de la energía. El desarrollo del presente trabajo de investigación nace desde la tensión que subyace ante los “artilugios” o elementos tecnológicos que suponen la envoltura material que facilita la captación de energías limpias o renovables fundamento de la transición hacia un modelo sostenible de vida reivindicado desde la ecología, que a su vez posibilite el desarrollo reclamado por el sistema económico que rige el mercado actualmente a nivel mundial. En este panorama, se consolida paradójicamente la tecnología, ya que por un lado ésta se presenta como paradigma, pero desde determinadas vertientes sociales se plantea su caducidad y se fragua una cierta desconfianza hacia la misma.

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Pretendemos dilucidar si la tecnología a partir de sus mecanismos formales primordialmente, y como soporte de intermediación, puede suponer la vía para suponer un cambio identitario en la sociedad que vendrá o que ya está en camino. A lo largo de los capítulos desarrollados, aparecerán cuatro hipótesis de trabajo, puntos a analizar entorno a los que desarrollar la investigación para dar respuesta a la cuestión planteada en el título, que reflexiona acerca de si la tecnología puede configurarse como sustrato para la gestación de una nueva identidad. Estas hipótesis a las que los diferentes libros pretenden dar respuesta son las siguientes: 1.- Tecnología es confiable como paradigma en nuestros días 2.- Tecnología tomada como soporte de intermediación y sus aportaciones en tal caso. 3.- Alteraciones identitarias posibilitadas desde la tecnología. 4.- Consideración de la implementación tecnológica en el campo de las energías renovables como fundamentadora de un paisaje transitorio o como elemento del paisaje sujeta a mínimas revisiones a lo largo del tiempo. Para ello, los libros Este y Sur nos ayudarán a entender el punto de partida que conforma el arranque de la investigación centrándose en la sostenibilidad, el uno, y en los soportes de intermediación el otro.

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La filosofía oriental del Ying y el Yang pone de manifiesto que todos los elementos y todos los procesos virtuosos conllevan connotaciones negativas y viceversa. Así, en un análisis exhaustivo de qué acciones son más sostenibles en relación a otras, habría que analizar multitud de factores, como revelan las investigaciones de “análisis de ciclo de vida” de determinados productos o procesos. Del mismo modo, las tecnologías que nos posibilitan la obtención de energías renovables, contienen aspectos peyorativos que deben ponerse de manifiesto para desarrollar un completo análisis de las mismas. El fenómeno del “green washing” a menudo camufla entre las bondades de las energías renovables estos aspectos trazando una discurso dirigido a la aceptación de las mismas por el beneficio que a menudo las empresas e instituciones obtienen de su implementación, obviando otros aspectos condicionantes y a su vez relevantes que puedan obstaculizar el proceso. Desde el Informe del Club de Roma o el Informe Brundtland algunas cosas han cambiado, por la constatación del carácter finito de los recursos naturales y del soporte de los mismos, sin embargo ¿qué está ocurriendo para que no se asuma plenamente el enfoque que este cambio de paradigma está llevando? De las múltiples cuestiones que surgen a la hora de elegir un trabajo de investigación, resulta difícil enfocar un tema a desarrollar. El hecho que ha dirigido la investigación al campo de las energías renovables y su manifestación física en la tecnología es la observación y el sentimiento que a posteriori nos sugieren el tránsito por determinados espacios que han sido habilitados para la disposición, por ejemplo, de mecanismos tecnológicos de captación de energías renovables. A modo de ejemplo, el lector puede sintetizar en su cerebro la imagen de su persona cruzando una carretera regional a la cual se anexa en una determinada superficie un huerto solar de varias hectáreas. El primer sentimiento que fluye en numerosas ocasiones, revisando opiniones contrastadas, es el desencanto hacia la expresión material de aquello que se contempla, que en numerosas ocasiones se percibe como una colonización robótica de un paraje natural, quizá verde y probablemente repleto de especies locales que si bien no alcanzaron mucho porte o entidad, disfrutaban de la vida junto a algunos animales.

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Sea esta exposición motivos ya una abstracción cultural similar a la que se estudia, o una mera evolución bucólica, lo que se demuestra patente es la transformación y el extrañamiento que se acompaña de una aceptación no criticada por el supuesto beneficio económico y medioambiental que define su intromisión en nuestra cultura. Y ahí surgió nuestra preocupación por rastrear la posibilidad de modificaciones identitarias de la sociedad frente a estos espacios alterados, qué visión tiene el hombre de los mismos, cómo los asimila hoy y cómo ha evolucionado su relación con la tecnología y los paisajes tecnológicos desde el punto de vista cultural a lo largo del siglo XX y fundamentalmente en su segunda mitad. Basándonos en el carácter incipiente de la tecnología renovable en su implementación espacial, nos permitimos a su vez especular con nuevos modos de asociación entre el paisaje y la tecnología –no más de medio siglo-, entendiendo el paisaje desde su vertiente antropológica y su carácter singular en función de su localización geográfica. Los capítulos Este y Sur suponen un apéndice introductorio y un estado de la cuestión que nos conducen a los libros Oeste y Norte que encierran la investigación desarrollada en este trabajo el uno y abren nuevas vías de avance en la investigación el otro, pero que por cuestiones de desarrollo y evolución de los contenidos se estima necesario disponer este orden. La velocidad de los procesos sociales y la exigencia impuesta por los plazos, minan las reflexiones profundas de todos los componentes que entran en juego al modificar un entorno. ¿Dónde se quedó la transdisciplinaridad? Creamos conceptos que van desapareciendo del vocabulario, como por ejemplo, “tiempo” que es sustituido por fecha de entrega u hora de cita. Detrás de todo esto se hace necesaria la capacidad de nuevos agentes que propongan desde un punto de vista integral los fundamentos que estudien todos los aspectos transversales que determinen la idoneidad de una determinada implementación tecnológica en un contexto determinado.

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Nietzsche creó una versión adaptada a sus necesidades de la máquina de escribir, que si bien no era un artilugio comercial, se fraguó como consecuencia de un contexto y unas premisas particulares. Esta reflexión insta a una evaluación contextual de la implementación tecnológica.

“Nuestras herramientas de escritura trabajan sobre nuestros pensamientos”. Nietzsche.

Esta reflexión de Nietzsche se presume oportuna, si consideramos la tecnología como un elemento fundamental de escritura en el paisaje.

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LIBRO ESTE Amanecer o de d贸nde partimos



Capítulo Uno Notas básicas sobre la asunción de la sostenibilidad en la cultura y la sociedad

El presente trabajo trata de estudiar el proceso de transformación un territorio que trata de adecuarse a un modelo sostenible de captación de energía para poder hablar de una memoria que todavía no ha tenido lugar. Revisando las curvas demográficas y las curvas de contaminación de modo conjunto y comparado, debemos implicarnos en un proceso productivo que a lo largo del tiempo trate de disminuir el impacto, por un lado buscando disminuir la cifra de tecnología implementada en el territorio mediante el aumento de la eficiencia a la espera, por otro lado de asentar un sistema de autogeneración generalizada de la energía. Desde este último supuesto, entendemos los paisajes tecnológicos como situaciones en tránsito que buscan alcanzar un equilibrio que aún no se ha logrado mediante su transitoriedad en el territorio y su fijación en el entorno urbano, entorno este último, en que es posible que puedan surgir identidades que se acomoden a esta situación y puedan controlar los procesos de desigualdad social mediante la justicia espacial (2).

2 Soja, E. Necesitamos Justicia Espacial. EL PAÍS, viernes 11-06-10

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Existen determinadas personas que al margen de la crematística, desde los años 70 fundamentalmente nos aproximan al problema de la finitud de los recursos, de los límites del crecimiento, del desarrollo exponencial de los sistemas de producción de base imposible; Manfred Max-Neef, Bruntland entre otros, son personas cuyos nombres aparecen en cualquier indagación realizada en materia de desarrollo sostenible. A su lado, Severn Cullis-Suzuki, que a los ocho años de edad funda Environmental Children's Organization – ECO, una organización infantil de medioambiente, aunque más conocida por intervenir en la conferencia de Río de Janeiro de 1992 con un discurso conteniendo cuestiones ambientales desde la perspectiva de los jóvenes, o Michael Braungart y William McDonough estos últimos denunciando el sistema industrial vigente, luchan por concienciar a la humanidad, y especialmente a quienes tienen el poder de promulgar leyes que cambien el rumbo esquizofrénico que encierra el actual sistema de producción. En los sectores donde el tema de lo sostenible es tratado con ánimo de avanzar en propuestas y soluciones, es sencillo afirmar que las personas se preocupan, que el problema ya es genérico, pero bajando al escalón de los anónimos, las familias, los grupos sociales, el ciudadano de a pie, ¿hasta qué punto se es consciente del problema que representan nuestros modos de vida? Para dar respuesta a estas cuestiones parece oportuno revisar el punto de partida de la sostenibilidad y el sistema dentro del que se fraguan para poder esclarecer los condicionantes que pueden presentarse en la instauración definitiva de la sostenibilidad como fundamento de la sociedad y de los procesos llevados a cabo por ésta. En la historia del ser humano es relativamente reciente la percepción de los límites del planeta. Hoy día existe la conciencia de estar superando un límite en el campo medio ambiental, con la consiguiente idea de crisis. Con la revolución del sistema agrícola hubo un aumento en el rendimiento económico y la producción se multiplicó por 3, lo que implicó una transformación demográfica que supuso un replanteo de la estructura social.

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Durante los siglos XVIII y XIX, diferentes autores ya nos hablan y escriben sobre este tema: Adam Smith hacia 1776 escribe sobre el límite de las tierras cultivadas y el límite del capital invertido. Nace la economía como mecanismo, pero sin conciencia de límite. En 1798, R. Malthus (Economista) hace un estudio de

situación

crítica

del

sistema,

plantea

"imponer

restricciones sociales y culturales". En 1865 William Stanley Jevons nos habla ya del carbón como un recurso finito. Hace estudio sobre la caída del consumo del carbón y la consiguiente bajada de la producción.

TEORÍA BÁSICA DE MALTHUS

En 1885, Rudolf Clausius. Basa su teoría en un discurso donde hace un repaso de los recursos energéticos, habla de fuentes renovables y no renovables. Enuncia la "Segunda Ley de Termodinámica", dice que existe un cierto estado del sistema que no puede cambiarse con la misma energía, que existen fenómenos irreversibles en la naturaleza.

En el S XIX Gran Bretaña como potencia mundial basa su poder en la máquina de vapor, dependiendo su economía de esta y de la energía mecánica. Se abre el camino de la ciencia de la termodinámica. A finales del S XIX se enlaza el tener una percepción real de los límites del planeta y la existencia de unas ciencias sobre la percepción de los límites.

En el SXIX, E. Renius habla ya del efecto de la expulsión de Dióxido de Carbono, es capaz de predecir el cambio climático y el efecto invernadero, aunque en el momento existe una visión positivista al respecto.

En 1885, Rudolf Clausius. Basa su teoría en un discurso donde hace un repaso de los recursos energéticos, habla de fuentes renovables y no renovables. Enuncia la "Segunda Ley de Termodinámica", dice que existe un cierto estado del sistema que no puede cambiarse con la misma energía, que existen fenómenos irreversibles en la naturaleza. En el S XIX Gran

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Bretaña como potencia mundial basa su poder en la máquina de vapor, dependiendo su economía de esta y de la energía mecánica. Se abre el camino de la ciencia de la termodinámica. A finales del S XIX se enlaza el tener una percepción real de los límites del planeta y la existencia de unas ciencias sobre la percepción de los límites.

En el SXIX, E. Renius habla ya del efecto de la expulsión de Dióxido de Carbono, es capaz de predecir el cambio climático y el efecto invernadero, aunque en el momento existe una visión positivista al respecto.

1972, Club de Roma: Se trabaja sobre el futuro en el presente, se estudia y lanza una teoría de sistemas de ecuaciones con variables dependientes donde se relacionan población, con contaminación, producción industrial, alimentos per capita y recursos. .

3 Fuente: Future Human Race. http://universe-review.ca/F10-multicell.htm#

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se

realizan estudios y ya se calcula que en el año 2050 la raza humana causará un impacto

ambiental cuatro veces superior al del año 2000, llegándose a un límite sobre los recursos energéticos y naturales. En los años 70 ya se prevé que para el año 2050 el consumo de energía mundial se habrá duplicado. Gran parte de la energía procede de la explotación continuada de combustibles fósiles con la consiguiente problemática derivada de las emisiones de CO2 y el consecuente calentamiento global del planeta. En este momento se considera que el agente destructor es el modelo industrial que ha hecho aumentar la capacidad de producción principalmente en la sociedad desarrollada. En 1972, en la Reunión de Estocolmo se redacta declaración firmada por científicos en la que se evidencia que existe una relación directa entre el modelo de desarrollo industrial y el deterioro del medio ambiente. Se insta a la ONU a analizar la situación y a buscar alternativas. El final de este proceso conduce al encargo en 1983 de un estudio que proponga un nuevo modelo de desarrollo compatible con la conservación del medio ambiente; como resultado, vio la luz el Informe Brudtland. En 1987, el documento “Our common future” insta a la sociedad a que se comprometa a adquirir nuevos modelos de desarrollo. Se emplea por primera vez el documento “Desarrollo Sostenible”: es el que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Un desarrollo compatible con el mantenimiento de la calidad de vida, que en principio se centra en el aspecto ambiental. Las líneas generales de estos principios básicos, resumidas según Jorge Riechmann (Riechmann: 1998, 18) (4): a) Consumir recursos no renovables por debajo de su tasa de sustitución.

4 RIECHMANN, J. “Desarrollo sostenible: la lucha por la interpretación”. VV.AA. «De la Economía a la Ecología». Trotta/Fundación 1de Mayo. Madrid, 1998.

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b) Verter residuos siempre en cantidades y composición asimilables por parte de los sistemas naturales. c) Mantener la biodiversidad d) Garantizar la equidad redistributiva de las plusvalías. En vista de la evidencia de que algo está fallando y de la imposibilidad de mantener este estado en un plazo corto de tiempo, se han llevado a cabo políticas que incentiven la acción sostenible tanto en empresas como a nivel doméstico y educativo, pero en muchas ocasiones, se detienen en aspectos figurativos, gestos determinados que implican una imagen favorable, pero siguen sin cumplir la segunda premisa de la definición de sostenibilidad: “sin comprometer capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Políticas de reciclaje, mejora de zonas verdes, peatonalización de determinados entornos, a lo que hay que decir que no en pocas ocasiones tiene una misión de incentivo para el turismo, control de residuos, mejora de los sistema de transporte público entre otras, ayudan a crear una conciencia en el usuario y ciudadano último de que cada gesto cuenta y la suma de muchos es necesaria. El problema de estas medidas radican en que los puntos primero y quinto principalmente de los reseñados por Riechmann, su consecución no depende de la acción del individuo anónimo sino de una implicación real y directa de todas las fuerzas políticas mundiales. Los sistemas productivos siguen siendo los mismos, con algunas medidas correctoras, pero ineficaces para lograr un modelo estabilizado de mundo que señalaremos en el capítulo 2 del presente libro. Hasta ahora, a nivel general, la sociedad se implica en las cuestiones medioambientales a un nivel aceptable, la preocupación sería si esta sociedad estaría tan predispuesta si el estado de bienestar se viera afectado. Son muchos los autores que amparándose en razonamientos y estudios serios, afrontan la sostenibilidad como sustantivo y no la relacionan con el término desarrollo principalmente hablamos de los precursores de la teoría del decrecimiento.

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Para Latouche, “desarrollo” es, como para los teóricos de la Escuela de Frankfurt “deshonroso” si va precedido del adjetivo sostenible puesto que no contempla la finitud espacial ni de los recursos. Asociar desarrollo a sostenible significa un escudo para seguir consintiendo el desarrollo de los países industrializados(5), pese a ser científicamente inviable sin detrimento de otras comunidades. Georgescu-Roegen parte de la bioeconomía, introduce en la ciencia económica las aportaciones de la física y la biología. Desde la física, el 2º principio de la termodinámica, afirma que en la medida en que un sistema aumenta su entropía, la energía tiende a disiparse, y esta experiencia estamos viviéndola, cada vez resulta más difícil poder responder a las demandas de energía. Desde aquí, plantea que la ilusión del crecimiento de los economistas, capitalistas y marxistas, es una quimera desde los planteamientos de la sostenibilidad económica y ambiental. La cuestión social de la economía, se ha hecho evidente no como punto de partida sino como situación actual, en la que los desequilibrios han provocado problemas sociales y de desigualdad fundamentalmente evidenciados actualmente. La sostenibilidad, a nivel cultural está perfectamente asumida por la sociedad, siempre que a nivel individual el bienestar quede garantizado. En modo genérico, cuando el individuo social cuestiona estos valores, la conciencia de individualidad retorna, ya no somos parte del todo, y parece que las instituciones no dan ejemplo. Es una tarea de todos pero las herramientas que definitivamente la instauren en la sociedad y en la cultura, deben facilitarlas las instituciones desde un planteamiento serio por parte del gobierno.

5 NAREDO, J.M. “Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible”. http://habitat.aq.upm.es/cs/p2/a004.html

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Cuadro cronológico Tecnología, Ciencia y Sociedad

La investigación llevada a cabo, ha planteado siguiendo las pautas de los grupos de investigación Outarquias y Composite en la elaboración del cuadro de la cronología de la Arquitectura en el siglo XX, un cuadro cronológico análogo, no cerrado, sino sujeto a posibles revisiones e incorporaciones, síntesis de la sociología, la ciencia y la tecnología en el mismo espacio temporal que, sin embargo, avanza un poco más incorporando especulaciones en estos ámbitos disciplinarios considerando las perspectivas futuras que en este sentido parecen plantearse desde la tecnología, intentando vislumbrar cómo la sociedad puede verse afectada en su cultura e identidad dentro de estas circunstancias. Sin embargo, el cronograma requiere una explicación y recorrido histórico para poder llegar a examinar a lo largo de la investigación sobre el futuro de una sociedad tal vez incipiente que quizá pueda estar gestándose en estos momentos.

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Paul Schulenburg. Withdrawn man.

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Las leyes de la termodinámica que se fraguaron en el campo de la física, se han visto incorporadas paulatinamente a otras corrientes de pensamiento y disciplinas transversales que van desde la antropología a la biología o la ecología, no obstante, en un primer momento, que situamos en el siglo XIX fueron implementadas en la ingeniería dando lugar a un universo maquínico y a una gran variedad de tecnologías que se fueron incorporando a la sociedad como herramientas de manipulación del medio fundamentalmente para facilitar e incrementar la productividad. Las transformaciones físicas a las que dieron lugar se han explicado y desarrollado en determinados capítulos de este documento que fundamentan el apéndice de la investigación, mencionadas en el discurso acerca de las modificaciones espaciales que surgieron con el incremento de la productividad y por consiguiente de la demografía y su asentamiento fundamentalmente en el tejido urbano. El cuadro representado fruto de la exploración del pasado e indagaciones en la perspectiva futura, sitúa acontecimientos nacionales o mundiales además de aspectos sociológicos en la parte superior de la escala gráfica anual bajo la que se colocan hechos relevantes en avances tecnológicos y parámetros relacionados con la ecología en un desarrollo paralelo a éstos. Sobre dicho cuadro, asociado a períodos de 25 años, una generación, se expresa el incremento demográfico para observar cómo el desarrollo de la sociedad y la tecnología discurren paralelamente al incremento de éste. Algunas cuestiones científicas fundamentalmente en el ámbito médico se expresan a su vez para apoyar el discurso demográfico. El

cronograma,

reseña

en

un

primer

momento

avances

tecnológicos

fundamentalmente en transporte y comunicaciones tales como la invención del automóvil en 1895 o el aeroplano en 1903 y la televisión en 1937, sin olvidar la posición, en 1908 de la aparición del sistema de montaje Ford, primer testigo de la producción en cadena. Sin embargo, es después de la II Guerra Mundial donde la investigación hace un mayor hincapié en la tecnología de cara a su asunción y transformación del ámbito social y el posicionamiento de éste con respecto a la misma. La tecnología ha sido desde siempre un instrumento ideado

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por el hombre para facilitar su estancia en la tierra, mejorando los procesos productivos o permitiéndole acceder a nuevos recursos, sin embargo, cuando la tecnología evoluciona y es mediatizada institucional y socialmente mediante las figuras del poder, por el gobierno, surgiendo simpatizantes y detractores de la tecnología en cuanto a instrumento del sistema para actuar en el ámbito social. Manifestaciones tecnofílicas y tecnofóbicas se han ido sucediendo a lo largo de la historia conviviendo en el mismo ámbito temporal en determinadas ocasiones y generando situaciones paradójicas como el actual conflicto de la confianza hacia la técnica. Sin embargo, parece oportuno volver a reseñar que el posicionamiento social ente la tecnología no lo es hacia ella en sí misma sino hacia su modelo de gestión, fundamentalmente representado por el sistema capitalista. El capitalismo como sistema económico apareció en el siglo XVI como sustitución del feudalismo, con una base espontánea, fundamentado en el capital como relación social básica de producción, siendo fuente de debates económicos, políticos y sociales fundamentalmente desde el siglo XIX por las repercusiones de la Revolución Industrial. La producción que genera el capital es fundamentalmente desde esta época mediatizada por la tecnología. A menudo, la tecnología, asociada al sistema de gestión del capital se toma como símbolo del capitalismo y es fruto de debates sociales en cuanto a su idoneidad, cabe mencionar en este momento a los ludditas, movimiento de obreros ingleses de comienzos del Siglo XIX, que en su lucha contra la explotación capitalista recurrieron a la destrucción de las nuevas máquinas industriales, sin embargo, es asumido que su ira materializada contra la tecnología no castigaba directamente a la misma sino al sistema que gestionaba de la producción que provoca desestabilizaciones sociales, si bien han sido detractados por los apologistas del progreso. Tras la II Guerra Mundial, el optimismo en el progreso genera una corriente tecnofílica, que comenzó a gestarse con la Ilustración y es fuertemente apoyada por el Gobierno Norteamericano tras esta etapa bélica. La tecnología en este momento, se considera como el elemento que garantiza la inmunidad, se estima que el bienestar viene proporcionado desde la ella sirviendo como conducto a un control progresivo del medio y también del hombre mismo como se verá más adelante. En este momento el panorama de la moda y la novedad entran con su máxima fuerza en los patrones sociales. Conviene mencionar reflexiones surgidas

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de la exploración del libro “El imperio de lo efímero” de Lipovetsky, (Lipovetsky 2002:180) (6), que nos explica el fenómeno enmarcando su arranque en este período de postguerra que estamos introduciendo. La moda, se manifiesta en el ritmo acelerado de los cambios de productos, en la inestabilidad y en la precariedad de los objetos industriales. El ideal de permanencia es eliminado por la lógica económica, siendo lo efímero el carácter que rige la producción y el consumo de los objetos. “tras la Segunda Guerra Mundial, por un proceso de renovación y de obsolescencia “programada” que propicia el relanzamiento cada vez mayor del consumo. Pensamos menos en todos esos productos estudiados para no durar […] en el proceso general que fuerza a las firmas a innovar y a lanzar sin tregua nuevos artículos, ya sea de concepción realmente inédita, ya, como es cada vez más frecuente, revestidos de simples perfeccionamientos de detalle que confieren un “plus” a los productos en, la competición […] “La inutilidad funcional” no es representativa de nuestro universo técnico, que aspira cada vez más a la high tech alta fidelidad e informática” La producción de masas iniciada en EE.UU., en el sector automovilístico, alcanzó su cima tras la II Guerra Mundial cuando proliferaron las gamas, versiones y series limitadas, personalización de los artículos que conllevan a la diferenciación marginal de los mismos. El proceso arranca en los años 1920-1930, tras la gran depresión de los Estados Unidos, al descubrir los industriales que el aspecto exterior de los bienes de consumo podía representar en el aumento de las ventas. Baudrillard en sus trabajos teóricos que analizan la extensión de la moda en las sociedades, supo adivinar en la misma, la base de la sociedad de consumo. La moda, puede considerarse como un elemento fundamental en el establecimiento de clases y su competencia estatutaria. La innovación formal supone un ideal social, en el que las clases privilegiadas reactualizan su privilegio cultural.

6 LIPOVETSKY, G. El imperio de lo efímero. Anagrama. Barcelona, 2002. p. 180, 181, 185, 193-197

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La visión de la tecnología unida al progreso social alcanza su máximo exponente. Ésta se refleja en las políticas de planificación tecnológica de la época, hasta las actuales políticas de I+D+I, a través de la lógica del modelo lineal de innovación (7):

En el período descrito, no se tiene especialmente en cuenta la investigación analítica ni la investigación de campo, por lo que los modelos se extrapolan a cualquier situación, repitiendo patrones que en determinados contextos pudieron no resultar adecuados.

En este momento, se inicia la etapa Post industrial de la que hablamos anteriormente y los materiales que soportan mayoritariamente los sistemas productivos son subproductos del petróleo, estamos ante la incipiente época de los materiales sintéticos.

7 LUJÁN, JL. / MORENO, L. El cambio tecnológico en las Ciencias Sociales: el estado de la cuestión. CSIC Reis 74/96 p.130

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No obstante, El optimismo en el progreso se transforma en un pesimismo social general hacia los sistemas tecnológicos. Este pesimismo tecnológico se ve acentuado con los sucesos del 68 que engloban fundamentalmente las revueltas de mayo del 68 y la crisis marxista. Un hecho aparentemente insignificante, puede tener importantes consecuencias, un simple comentario, en este mayo del 68 desencadena un conflicto del mismo modo que un rumor, provoca la caída del muro de Berlín en 1989. 1968 supuso la revolución ante un sistema capitalista que tuvo sus registros en las fábricas, en las universidades y en las calles, suponiendo una oposición a que el capital continuara aumentando la tasa de explotación con el objeto de mantener la tasa de ganancia. La cuantificación del trabajo abstracto no considera la cuantificación del trabajo útil, es decir, siempre y cuando se genere un determinado volumen de capital –mediante el primero- las cantidad de trabajo empleada por el obrero en su obtención –trabajo útil-, no es relevante, y esto, atenta contra los derechos de los trabajadores que no están determinados en este momento. En su obra El Capital, Marx expone la relación entre trabajo abstracto y trabajo útil como el eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política. Acerca de la relación entre el trabajador y la máquina, extraemos un fragmento (8) de Marx que evidencia que el conflicto no es con la máquina, con la tecnología, sino con el sistema capitalista: “Por tanto, como considerada en sí la maquinaria abrevia el tiempo de trabajo, mientras que utilizada por los capitalistas lo prolonga; como en sí facilita el trabajo, pero empleada por los capitalistas aumenta su intensidad; como en sí es una victoria del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza, pero empleada por los capitalistas impone al hombre el yugo de las fuerzas naturales; como en sí aumenta la riqueza del productor, pero cuando la emplean los capitalistas lo pauperiza, etc., el economista burgués declara simplemente que el examen en sí de la maquinaria demuestra, de manera concluyente, que todas esas contradicciones ostensibles son mera apariencia de la realidad ordinaria, pero en sí, y por tanto también en la teoría, no existen. Con ello, se ahorra todo quebradero adicional de cabeza y, por añadidura, achaca a su adversario la tontería de no combatir el empleo capitalista de la maquinaria, sino la maquinaria misma". (Marx: 2002, 537) 8 MARX, K. El Capital. Vol.2. Siglo XXI editores. Buenos Aires, 2003 (1867) p. 537

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En este panorama, algunos autores como Marcuse (Marcuse: 2009,48)

(9)

trasladan en término

introyección - proceso psicológico por el que se hacen propios rasgos, conductas u otros fragmentos del mundo que nos rodea al ámbito social y productivo-, exponiendo que la sociedad está siendo manipulada y alienada por el poder que le hace asumir como propias las necesidades impuestas desde sus intereses. “Las técnicas de la industrialización, son técnicas políticas; como tales, prejuzgan las posibilidades de la Razón y la Libertad”. (Marcuse: 2009, 48). Los hechos reseñados no son el único conflicto social del momento, puesto que el mundo se encuentra inmerso en una etapa de conflictos englobados en la denominada Guerra Fría que supone un pulso entre las potencias capitalistas y comunistas en la que la tecnología tiene mucho que decir sobre todo en el campo de la defensa, aplicándose la tecnología nuclear no sólo a sistemas de producción de electricidad sino en la creación de armamento. De cara a la sociedad civil, esto supone un ingrediente a sumar a las reticencias ante una tecnología que parecía desvirtuar la armonía social más que cimentarla. Además, los incipientes grupos ecologistas reclaman el retorno al modelo de vida social preindustrial ante la emergente tecnología nuclear que de cara a la producción de energía y bienestar social parecía abrirse paso. Estos incipientes grupos ecologistas veían en este modelo de bienestar social el culto a lo superfluo. La crisis del petróleo en los años 70 ocasionada por el aumento del precio de esta materia prima empleada como fuente de energía supone una relación doble con la tecnología que por un lado se afianza y mejora para facilitar la extracción del mismo, y por otro lado evidencia que la tecnología está ligada a las fuentes energéticas y está a merced de la misma.

9 MARCUSE, H. El hombre unidimensional. Ed. Ariel. Barcelona, 2009 (1965) p. 48

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Entre los años 1984 y 1986 las tecnologías digitales hacen su aparición a gran escala; si bien ya había aplicaciones anteriores implementadas en determinados ámbitos institucionales, es ahora cuando la tecnología informática es accesible a la sociedad de forma masiva. En 1981 aparece en el mercado el primer ordenador personal basado en el sistema MS-DOS, no obstante, tres años después es cuando Apple saca al mercado el primer ordenador personal con interfaz gráfica. Para Bruno Latour reconoce que desde 1984 la tecnología y la cultura cada vez son más indisolubles, para él una purificación de la cultura con respecto a la tecnología es impensable, además cree que la distinción entre objetos y sujetos es casi imposible, por lo que inventa dos términos: cuasi objeto (10), influenciado éste por la carga cultural, y cuasi sujeto, que es el hombre con la carga tecnológica sin la que desde ese momento no puede pensarse en términos actuales. El ordenador, y su uso en red puede ser al igual que lo han sido otras tecnologías, un elemento constitutivo de sociedad y en este caso es un nuevo tipo de tecnicidad en tanto que conlleva lenguajes organizadores que favorecen nuevos modos de acción. Heidegger al hablar (11)

de la técnica moderna dice que la tecnología es inventada, ejecutada, desarrollada, dirigida y

consolidada por los hombres y para los hombres. Y, en consecuencia, está asociada a la idea de instrumento entendido como utensilio, medio de transporte, algo que el hombre usa con la intención de obtener una utilidad, un medio para un fin. “Sin embargo, la representación antropológico-instrumental de la técnica permanece tan clara y obstinada… [y]… no sólo sigue siendo dominante porque se impone de modo inmediato y palpable, sino también porque dentro de ciertos límites es exacta. Además, esta exactitud es reforzada y consolidada por el hecho de que el representar antropológico no determina únicamente la interpretación de la técnica, sino que irrumpe también en todos los dominios como el modo decisivo de pensar” (Heidegger 1989: 16).

10 LATOUR, B. El parlamento de las cosas. Artículo de El suplemento culturas (190) de La Vanguardia 8 Febrero de 2006) 11 HEIDEGGER, M. “Lenguaje de tradición y lenguaje técnico” Editorial Artefacto. (1962 [1989])

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Las aportaciones de Marx, Latour y Heidegger sobre la tecnología y su relación con la sociedad van acompañadas de multitud de nuevos términos que nos hablan de la ineludible influencia de la tecnología en la cultura, en la sociedad, en los sistemas de producción y en el hombre. Así, surge la Teoría Ciborg que propone entender los dispositivos tecnológicos como extensiones del cuerpo y la mente humanos. Su teoría se aplica tanto en el ámbito de la identidad, con Donna Haraway, como a cuestiones del ámbito social tales como política, territorio o arquitectura. En relación con el cuerpo y la máquina, encontramos el interesante texto de Paul Virilio, la “Estética de la desaparición” (11), del cual extraemos un fragmento: 75: Cuando el fascista Marinetti y sus émulos, ávidos de potencia motriz, pensaron en el superhombre antropocéntrico (identificación futura entre hombre y motor), preveían garras de acero y la desaparición del cuerpo en las voluminosas prótesis producidas por la tecnología de la época. Algo parecido al mutilado de guerra del cuento de Poe, convertido en un rompecabezas de órganos y miembros injertados; una suerte de muñeco mecánico capaz de desarmarse a sí mismo y de desaparecer completamente cuando desea descansar. No pensaban que identificarse con el motor significa identificarse con el vector, como explica Burroughs a propósito del lenguaje: ¿Es un componente como cualquier otro del cuerpo... Las palabras son microorganismos, polvo vivo que sólo la revolución electrónica reúne y ordena en niveles diferenciados de sentido'. 111: La máquina reemplaza por completo a la bienamada, la 'madre paisaje' habitada por el espíritu de la metamorfosis, pero la fatalidad técnica parece ser mucho más cegadora y temible que sus esbozos antropomórficos por la velocidad que confiere a nuestras aspiraciones. Lo que se vende con la máquina veloz no son ya los azares del viaje, sino la sorpresa del accidente, aquello que los miles de forofos de la moto venían a buscar, los sábados por la noche, al circuito pirata de Rungis… (Virilio, 1988, 75,111).

12 VIRILIO, P. Estética de la desaparición. Anagrama. Barcelona, 1988 (1980). p. 75, 111

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Otros términos en relación con esta incursión tecnológica son Ecología Maquínica, introducido por Félix Guattari, que nos subraya que el actual estado de desarrollo de las redes tecnológicas a través de las cuales interactuamos socialmente e intervenimos en el espacio, están transformando el sistema. A su vez, en el período en que comienza a consolidarse el uso de grandes ordenadores y se inventa Internet, John McHale y Buckminster Fuller comienzan a hablar de las máquinas y las redes de máquinas como prótesis o extensiones del cuerpo y la mente, Man Plus. Podemos considerar que en este momento, la etapa de la Modernidad llega a su fin puesto que la nueva sociedad producto de las nuevas aplicaciones técnicas y digitales, es radicalmente distinta a ella. La sociedad tradicional a lo largo de la historia se ha fundamentado en el concepto de grupo, entendido éste por comunidad a su vez integrada por unidades familiares que hoy

parece más acertado denominar unidades domésticas. Sin

embargo, la sociedad actual, que no puede denominarse moderna, pero que es herencia directa de ésta, no parece estar tan asociada a esta condición de pertenencia. La orientación de la sociedad tradicional con respecto al tiempo y la Tecnología está sujeta a un presente ligado al pasado, es preindustrial, fundamentada en la energía humana y animal, mientras que la sociedad moderna en este sentido puede decirse que aparece ligada al futuro y es Industrial, regida por fuentes avanzadas de energía. Las transformaciones en las sociedades tradicionales son lentas, con cambios notables tras el paso de muchas generaciones, sin embargo, las sociedades modernas están ligadas a cambios rápidos, evidenciados con el paso de una generación a la inmediata. En este contexto, el cambio fundamental entre una y otra sociedad, a nivel del ser humano es la conciencia de individualidad. El anonimato y la vida privada comienzan a cobrar importancia, y es en este momento donde el individuo comienza a plantearse algunas cuestiones con respecto a su vida y a la propia sociedad. Los rasgos descritos de la sociedad moderna se conservan en la sociedad actual, pero con claras diferencias, por lo que algunos autores como Beck han dado en llamarla sociedad Posmoderna y que se diferencia de la anterior por los procesos de globalización, individualización, revolución de género, subempleo y riesgos globales desarrollados simultáneamente. Esta sociedad posmoderna o bien

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esta segunda modernidad de la sociedad, se define con múltiples “apellidos” todos ellos propios de los modos de vida vigentes; algunos de éstos son: sociedad informática, de red, desecularizada, de riesgo, Cyborg, de los derechos humanos o sociedad de la tercera vía (13). Esta nueva sociedad, es una sociedad decisivamente influenciada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, fundamentalmente desde la primera versión de utilidad práctica presentada en 1990 del World Wide Web. Con esta nueva tecnología a un ritmo vertiginoso se suceden todo tipo de artilugios digitales que apoyan los flujos de transmisión de la información y de la comunicación, las TIC, teniendo una importante incursión en todos los ámbitos, tanto social, como educativo, laboral o doméstico entre otros. Nos parece que ahora somos los que dominamos el mundo, al respecto de lo cual, merece la pena extraer la siguiente cita, apoyada en los textos de Baudrillard (14). En el apogeo de las hazañas tecnológicas, perdura la impresión irresistible de que algo se nos escapa; no porque lo hayamos perdido (¿lo real?), sino porque ya no estamos en posición de verlo: a saber, que ya no somos nosotros quienes dominamos el mundo, sino el mundo el que nos domina a nosotros. Ya no somos nosotros quienes pensamos el objeto, sino el objeto el que nos piensa a nosotros. […] Así todas nuestras tecnologías sólo serían el instrumento de un mundo que creemos dominar, cuando él es el que se impone a través de un equipo del que sólo somos meros operadores. Ilusión objetiva, por tanto, análoga a la de la esfera mediática. La ilusión ingenua sobre los media es que, a través de ellos, el poder político manipula o engaña a las masas. (Baudrillard: 1997, 39).

13 BECK , U. La sociedad del riesgo mundial. Editorial Paidoss Ibérica. Barcelona, 2008. 14 BAUDRILLARD, J. El crimen perfecto. Ed. Anagrama, Barcelona, 1997 (1996). P.39

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Estos sistemas son el testigo de la conquista del espacio ya que son factibles gracias al uso de los satélites. Suponen además, la posibilidad de acceder a la noticia y la información en tiempo real, y desembocan con la llegada del siglo XXI en la denominada Digital Orgy, término que hace referencia a la invasión de instrumentos digitales que implementados en la cotidianeidad actualmente. Sin embargo, una vez más, las nuevas tecnologías y concretamente el acceso a Internet nos permiten hacer una lectura de la política y las naciones.

15 Fuente: YUSTE, B. http://www.abc.es/hemeroteca/historico-06-04-2010/abc/Medios_Redes/el-mapa-de-los-enemigos-deinternet_124675088496.html

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En determinadas naciones regidas por dictaduras, sistema comunista o fuertemente influenciados por la religión, el acceso a la libre información se ve fuertemente restringido o vigilado, lo cual nos hace entender que la información mediatizada por los instrumentos de poder privan a la sociedad de un conocimiento de los acontecimientos mundiales verídicos y por tanto, de una cultura libre. De este modo, se evidencia que la tecnología una vez más es un factor clave en la libertad y desarrollo de la ciudadanía. En muchas ocasiones, las limitaciones en el acceso a la información están asociadas a países en vías de desarrollo lo cual pone en evidencia una vez más que la tecnología es un elemento fundamental en el desarrollo intelectual y cultural. De este modo, vemos que la tecnología asociada a los sistemas de información y comunicación da lugar a la denominada Era Digital que crea un nuevo sistema de economía y relaciones. La economía financiera global depende absolutamente de la tecnología de la información, Castells (16) nos lo menciona en el siguiente texto: “”Por primera vez en la historia, el capital se gestiona la 24 horas del día mediante mercados integrados globalmente que funcionan en tiempo real: miles de millones de dólares de transacciones se llevan a cabo en segundos a través de los circuitos electrónicos de todo el mundo”. (Castells: 1996, 93). A su vez, la naturaleza y lugar de los nuevos modos de producción, gestionados de modo digital, cambian el trabajo mismo, afectando a la especialización, la abstracción, las relaciones laborales y el control sobre los trabajadores. Shoushana Zuboff

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contempla estas cuatro

formas en que la digitalización del trabajo cambia la naturaleza del mismo.

16 CASTELLS, M. La era de al Información. Vol. 1. La sociedad Red. Editorial Alianza, 2006. p. 93 17 ZUBOFF, S. In the Age of the Smart Machine: The Future Woek and Power, 1988.

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La era digital no sólo se determina en los procesos laborales-productivos o económicos sino que en un ámbito más íntimo, configura un nuevo mundo de relaciones digitales, sin soporte físico puesto que generalmente es desarrollado on-line, del mismo modo pero en sentido inverso, se está constatando fundamentalmente en Occidente la creación de las denominadas ciberclases, un sistema de estratificación relacionado con las modas tecnológicas de la información basado en el acceso a las mismas. En este sentido, corremos el riesgo de que las nuevas jerarquías virtuales puedan imponerse a las jerarquías oficiales. A nivel identitario y cultural, la tecnología está deshumanizando al ser humano, las relaciones no se establecen en el marco físico, y en el ámbito virtual las condiciones de edad, género, raza y geografía se diluyen. 102: Leibniz constituye por derecho propio el gran antecedente del mundo virtual que tanta importancia ha adquirido en los últimos años. Desde el momento en que se cuenta, como hizo Leibniz, con lo posible como categoría fundamental en la representación del mundo, queda resaltado su carácter de integibilidad virtual. Y así el Dios que conoce y valora el mundo antes de su creación halla su correlación en el hipertexto, la capacidad de cada mónada de contener toda la totalidad del mundo nos acerca a las posibilidades del ordenador, la realidad del usuario encerrado ante su aparato, nos recuerda a la mónada, sobre todo si se tiene en cuenta que una comunicación más especialiada se hace a costa de otras formas convencionales de sociabilidad, el cálculo característico aplicable en una realidad caracterizada por la comunicación de símbolos, etc. (Salas: 2004, 102). (18)

18 SALAS, J. de. Leibniz y nuestro tiempo. Revista Accidente. Fundación Ortega y Gasset. Madrid, 2004 (noviembre).

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Capítulo Dos El papel regulador de la sostenibilidad

¿Verdadero Zeitgeist...? Verdaderamente cada acción material en el planeta, en nuestro hábitat debiera pensarse como múltiplo de 6.000 x 106. Pero el “yo” en su tozuda persistencia, el ego, no quiere concienciarse cuando se pone en cuestión el estado de bienestar personal; a su, el vez individuo se considera finito e infinito. Finito frente a la idea de que una pequeña intervención en el medio es demasiado insignificante como para tener una repercusión a nivel global – finitud cuantitativa- y a su vez cree que si el problema desencadena en catástrofe, no estará para verlo finitud temporal-. Infinito y poderoso a su vez, importante como para abrazar el decrecimiento o el disconfort que supone el tránsito en la deshabituación de las malas costumbres. Una crisis económica como la actual, conduce a reflexiones y adaptaciones del modo de vida a las nuevas condiciones, estableciéndose un posible paralelismo con la supervivencia de las especies que Darwin investigó. Sin embargo, la preocupación genérica es “¿cuándo pasará?” tal vez la pregunta está tamizando la verdadera preocupación de ser capaces de restaurar el anterior estado de bienestar o mantener aquel con el que ya contamos. Estos son procesos peligrosos, que pueden conducir a que la sociedad actúe en el planeta de modo similar al de un individuo caminando sobre una banda de Möbius, que se recorre infinitas veces sin llegar al fin, salvo por la diferencia de que en la metáfora, la banda de Möbius es el planeta que da constantemente evidencias de su pausible no infinitud.

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A golpe de propaganda, las instituciones están logrando que el problema de “lo sostenible” se extienda como una mancha de aceite en el conocimiento colectivo y a tenor de la crisis de los recursos y el incremento de la demanda energética, además de buscar nuevos focos de oportunidad para revitalizar el tejido financiero. Se realiza un esfuerzo para resolver de modo conjunto dos problemas fundamentales de la sociedad del siglo XXI: la crisis económica y el problema medioambiental, promulgando leyes que limiten las demandas de consumo, las emisiones de CO2 y GEIs, en paralelo a nuevas oportunidades de negocio y tecnologías que posibiliten la transición del estado en nos encontramos en la actualidad al marcado por los objetivos a conseguir. Los modos de gestionar las propuestas que solventen los problemas comunes llevan a una disociación de posiciones. Por un lado las asociadas a pretensiones transparentes de lograr un futuro sostenible real y por otro las ligadas a intereses económicos encubiertos. Esto nos lleva a un panorama de confusión, como ocurrió en Babel – etimológicamente, lugar de confusión-, de modo que los procesos desencadenan soluciones parciales, nunca globales. Ante este panorama el hombre de a pie, no se posiciona responsablemente, a lo sumo se limita a adoptar conductas políticamente correctas. Falta un entendimiento que posibilite elevar la estructura hasta concluirla. Y la estructura en este caso no es si no un modo posible de desarrollar una opción factible para la vida en la acotación terrestre. El problema sustancial básicamente encierra el temor a la pérdida de confort. Parece oportuno entonces redefinir el concepto de confort.

Tras formular oficialmente la propuesta de desarrollo sostenible en 1987 por la CMMAD, -Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo- a través del documento titulado “Nuestro futuro común”, (Informe Bruntland), la idea es hacer sostenible el desarrollo, crear una nueva era de crecimiento económico para solucionar los problemas del mundo, principalmente de los países subdesarrollados. Para la CMMAD, los límites a este proyecto son humanos; la tecnología y la organización social; el desafío es mejorarlas y gerenciarlas para no sobrepasar la capacidad de carga de la biosfera y efectuar una gestión eficiente. Nuestro

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futuro común define el problema, el Programa 21 (Agenda 21), estrategia internacional presentada en 1992 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre de la Tierra) celebrada en Río de Janeiro, ratificada en 1997 en la XIX Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Río + 5) y en 2.002 en la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo, establece las medidas a seguir para instrumentar las políticas recomendadas. Los ejes del programa: globalizar, mantener el modelo económico basado en el comercio en el comercio internacional, la cooperación, la transparencia de tecnología, la educación. El problema de la sostenibilidad ha cambiado con el tiempo, la mirada actual impulsa el crecimiento económico debido a la herencia del Neoliberalismo

(17)

. El Neoliberalismo es

una teoría de prácticas políticas económicas que proponen que el bienestar humano puede ser logrado mediante la maximización de las libertades dentro de un marco institucional caracterizado por los derechos de propiedad privada, libertad individual, mercados sin trabas y libre acceso al comercio. Para que algún sistema de pensamiento llegue a ser dominante, requiere la articulación de conceptos fundamentales que se arraiguen tan profundamente en entendimientos de sentido común que lleguen a ser tomados por dados e indiscutibles El papel del Estado es crear y preservar un marco institucional apropiado para tales prácticas. Hay que construir un aparato conceptual que atraiga casi naturalmente a nuestras intuiciones e instintos, a nuestros valores y a nuestros deseos así como a las posibilidades que parecen ser inherentes al mundo social que habitamos. Los personajes fundadores del pensamiento neoliberal tomaron los ideales políticos de la libertad individual. El papel del Estado es crear y preservar un marco institucional apropiado para tales prácticas mediante: - Privatización: para abrir nuevos campos para la acumulación de capital en terrenos que anteriormente eran considerados como fuera de límites para los cálculos de rentabilidad. - Financiación: la desregulación permitió la destrucción de productos financieros estructurados mediante la inflación. Deuda Externa.

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- Administración y manipulación de la crisis: las crisis financieras siempre han causado transferencias de propiedad y poder. Es el arte de la redistribución deliberada de riqueza de los países pobres a los ricos. - Redistribuciones estatales: revisiones en el código tributario para

beneficiar a los

rendimientos de inversiones en lugar de ingresos y salarios. Esta herencia conduce a un modelo capitalista económico que actualmente está en tela de juicio por los desequilibrios colaterales que conlleva, desequilibrios no sólo económicos sino también sociales. La sociedad demanda un modelo sostenible en su gestión integral, para que la verdadera sostenibilidad, no ya el desarrollo sostenible siente sus bases. Esa sostenibilidad no puede sino considerar los aspectos económico, ambiental y social para que pueda llegar a consolidarse. En los últimos tiempos, los evidentes signos de agotamiento de recursos, deterioro ambiental y desequilibrios sociales y políticos han llevado al gobierno e instituciones a fomentar y desarrollar herramientas para que el mercado regule la contaminación, implemente sistemas de calidad, se fomente la investigación y el desarrollo y se instituyan condiciones de igualdad de derechos y oportunidades. Dentro de este amplio abanico, se fomenta el uso de energías renovables en el que se han concedido innumerables subvenciones y se ha hecho una amplia campaña de fomento. La realidad es que estas subvenciones han caído en numerosas ocasiones en manos de especuladores cuando el sector inmobiliario ha venido a menos. La financiación, pongamos por ejemplo para asentar y disponer de terrenos en concesión destinados a huertos tecnológicos generalmente en el campo de las energías renovables, ha hecho que muchos cambien los usos del suelo de agrícola a solar o eólico, sin un estudio serio de las repercusiones que esto pudiera suponer en el ámbito particular en el que se realiza, a qué nivel afecta al ecosistema local, cómo se gestiona el transporte y distribución y si

19 HARVEY, D. El neoliberalismo como destrucción creativa. The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science 2007

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es adecuada o no la distancia y ubicación contemplando un panorama global lejos de la simple disponibilidad energética. realiza, a qué nivel afecta al ecosistema local, cómo se gestiona el transporte y distribución y si es adecuada o no la distancia y ubicación contemplando un panorama global lejos de la simple disponibilidad energética. En los últimos tiempos se fomentó el huerto solar urbano, relegado a polígonos y núcleos poblados al evidenciarse las repercusiones territoriales que el despliegue tecnológico ocasionaba al privar al terreno de otros usos. De este modo, los inversores desplazan sus intereses.

Igual que un pez sigue el anzuelo, la tecnología se dispone allí donde hay rendimiento económico. Esto hace pensar en que hay que empezar a analizar completamente la gestión y distribución tanto económica como tecnológica, analizando el ciclo de vida completo de una

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Modelo Estabilizado del mundo

20 Future Human Race. http://universe-review.ca/F10-multicell.htm#top

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determinada producción energética y los mecanismos necesarios para ello, cuánta energía se invierte en su implementación, uso y distribución frente a la que producirán a lo largo de toda su vida útil, comparar los niveles de CO2 que restan a la atmósfera frente a los que generan, qué utilización tendrá el suelo en caso de desmantelamiento, traslado o finalización de la vida útil de una determinada tecnología, si ésta puede reciclarse o no, etc. A lo largo del tiempo, reseñas históricas y científicas fundamentadas tanto en observaciones como en estudios rigurosos, han llevado a desarrollar algunas gráficas similares bajo fundamentos orientados a la búsqueda de soluciones. En el capítulo dos del libro uno, se podía leer la gráfica indicadora del modelo estándar del mundo, pero también hay otras orientadas a la observación de tendencias y modo de revertirlas en el afán de lograr establecer posibles soluciones.

Modelo de Mundo Controlado

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Un modelo estabilizado del mundo, precisa de políticas de control a nivel global fraguadas sobre los siguientes objetivos: 1.- La población se estabiliza mediante el ajuste de la tasa de natalidad igual a la tasa de mortalidad en 1975. El capital industrial se permite aumentar naturalmente hasta 1990, después de lo cual, también, se estabiliza, mediante el establecimiento de la tasa de inversión igual a la tasa de depreciación. 2.- Para evitar una escasez de recursos no renovables, el consumo de recursos por unidad de producción industrial se reduce a 1/4 de su valor de 1970. 3.- Para reducir aún más el agotamiento de los recursos y la contaminación, las preferencias económicas de la sociedad se desplazan más hacia los servicios como la educación y los servicios de salud y menos hacia los bienes materiales producidos en fábrica. 4.- La contaminación por unidad de producción industrial y agrícola se reduce a 1/4 de su valor de 1970. 5.- Para evitar la escasez de alimentos, el capital se desvía hacia la producción de alimentos, incluso si dicha inversión sería considerada "poco rentable". 6.- Modificación del capital agrícola para el enriquecimiento del suelo y la conservación. Esto implica, por ejemplo, el uso de capital para compost los residuos orgánicos urbanos y devolverlos a la tierra. 7.- Para contrarrestar los drenajes de capital industrial como resultado de las políticas anteriormente mencionadas, y la duración media del capital industrial vaya en aumento, se precisa un mejor diseño para la durabilidad y la reparación y menos los descartes por razones de obsolescencia. Esta política también tiende a reducir el agotamiento de los recursos y la contaminación. Pero estos objetivos, apuntan hacia el decrecimiento y es ahí donde el binomio desarrollo-sostenibilidad, es discutible o amparándonos en el punto último, posibilitar un cambio en el sistema de producción industrial, analizando los ciclos de vida de los productos y sus envases orientarlos de la cuna a la cuna, esto es a ciclos cerrados.

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Capítulo Tres Sostenibilidad, enfoque geopolítico

La energía, debe ser un bien accesible a todas las comunidades que habitan el Planeta. Lejos de esta perspectiva, nos encontramos hoy en día como se demuestra y evidencia entre otros mecanismos de constatación con las imágenes de los satélites en cuanto a los niveles de iluminación planetaria.

La imagen constata físicamente la distribución y acceso a la energía eléctrica. El consumo de energía a nivel mundial, presenta un notable desequilibrio en cuanto a su distribución. Un 15% de la población mundial, consume más del 50% de los recursos energéticos del planeta, unos 1000 millones de habitantes, 2000 millones de personas apenas

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disponen de acceso a la energía y el resto de seres humanos, unos 3000 millones cuentan con suministro insuficiente. A menudo, esto desencadena guerras, violencia, pobreza, y falta de oportunidades para un sano desarrollo. El acceso a la energía en su vertiente positiva, supone bienestar y prosperidad pero no debemos olvidar los aspectos peyorativos, desequilibrio y contaminación ambiental. Ante la necesidad de satisfacer la demanda creciente de energía y considerando el territorio como un recurso escaso y finito, se están colonizando áreas despobladas como mares y desiertos configurando una nueva geografía y por tanto, un nuevo paisaje. Ésta no es una situación nueva; a lo largo de la historia, se han venido sucediendo con más o menos repercusión mediática intentos de colonización de tierra o mar o ambos para la explotación la gestión de determinados recursos. Esto revela que el control sobre las fuentes de energía y los recursos supone la conquista del poder. De hecho, las discusiones en relaciones internacionales acerca del cambio climático abarcan dos temáticas fundamentales, por un lado, lograr contener las emisiones a la atmósfera, por otro, analizar las implicaciones del cambio climático en la geopolítica. Lejos de unificar esfuerzos en este sentido, parece que ambos temas pertenecen y abarcan intereses contrapuestos cuando entra en juego la definición de nuevas fronteras y el domino sobre los recursos al alcance posibles de gestionar al liberarse espacio de su dominio acuífero. Los asuntos relacionados con el cambio climático cuando se unen a la creciente escasez energética podrían producir el deterioro de las relaciones internacionales. Hay testigos históricos que desvelan intentos de realizar distribuciones geoestratégicas de los recursos y el espacio desde principios del siglo XX hasta nuestros días y a lo largo de todo el planeta. El problema colateral que encierran estas propuestas, además de la alteración de los ecosistemas, la modificación de las formas y medio de vida de la sociedad, reside en las disputas y conflictos bélicos por el control de recursos, que en muchas ocasiones vuelven a ser recursos no renovables. Estas experiencias han sido estudiadas tanto en Estados Unidos, la Unión Soviética, Europa, América del Sur o el Ártico, de forma activa, o pasiva. El modo activo promueve una serie de acciones para la consecución de un objetivo, pasivamente aprovecha una situación latente para obtener beneficios. Algunos de estos proyectos geoestratégicos se exponen a continuación.

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Atlantropa o Paneruropa, 1927. Ideado por en arquitecto alemán Herman Sögel, este proyecto pretendía lograr la producción masiva de electricidad aprovechando el salto de agua generado de lograrse el objeto del estudio consistente en conseguir una división del Mediterráneo en dos; el bombeo de agua y los efectos de la evaporación lograrían un descenso de 100m del nivel del mar (diminuir en 350.000 Km3 el volumen de agua), obteniendo 660.000 Km2 de tierra firme liberada. Prácticamente esto supondría la aparición de un nuevo continente con la unión de Europa y África. El proyecto contaría con una segunda parte consistente en la construcción de diversas presas en el río Congo. Se lograría con estas medidas generar dos grandes presas hidroeléctricas

una

en

el

estrecho de Gibraltar y otra entre Italia, Sicilia y Túnez, y un embalse que conectaría con el lago Chad convirtiéndolo en un mar que además llevaría agua al desierto del Sahara. La propuesta apoyada

de por

Sögel

fue

ingenieros

y

arquitectos influyentes de la época

como

Erich

Mendelshon o Peter Behrens. Alemania, fue durante la República Weimar donde se despertó algo de interés real. En Italia, sin embargo, nunca agradó la idea por lo dependientes que son sus ciudades de la costa. Posteriormente, con la llegada de la energía y el fin del colonialismo, la idea fracasó.

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Atlantropa no fue el primer proyecto que intentó cambiar y dominar la geografía gracias a la tecnología. Antes que Sorgel, del 1923 al 1932, los ingenieros holandeses habían conseguido ganar miles de hectáreas al mar con la construcción del dique del Mar del Norte. Fue una obra magnífica que fascinó a los europeos de la época y que, al parecer, sirvió de fuente de inspiración para Sorgel. Núplex, 1960. A raíz de la aceptación en esta década que la energía nuclear despertaba entre los desarrollistas, se desarrolló la idea de Núplex que consistían en complejos nucleares que además de generar electricidad estaban destinados a desalinizar el agua marina y formar conjuntos industriales, concentración de empresas, instituciones y agentes en relación a estos objetivos y en zonas geográficas concretas, de modo que conformaran un polo de conocimiento especializado con ventajas competitivas. El proyecto fue ideado por el laboratorio Oak Ridge National y apoyado por John Kennedy y Lyndon Johnson. Estos proyectos se planificaron para numerosas zonas geográficas del planeta pero no fructificaron por lo elevados costes de la energía nuclear.

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Las experiencias antes mencionadas, pertenecen a un pasado relativamente reciente pero actualmente, existen proyectos tal vez menos significativos a nivel infraestructural pero con la misma base conceptual en cuanto al reparto de recursos energéticos o materias primas y minerales. Proyecto Pascua Lama, 2001 En la frontera que separa Chile y Argentina, se ha descubierto la existencia grandes depósitos de oro, plata y cobre bajo los glaciares. La compañía Barrick Gold, pretende explotarlas, para ello, el método previsto es el empleo de cianuro lo cual conlleva la posibilidad de contaminar el agua de los glaciares. Tras un primer estudio de impacto ambiental llevado a cabo por la empresa en 2001, y un segundo estudio aprobado por Chile y Argentina en 2006, la empresa anunció el inicio del proyecto en 2009, paralizado temporalmente por las propuestas de los campesinos que han obtenido su aplazamiento. Frente a los beneficios económicos que se estiman en 6.500 puestos de trabajo en fase de construcción y más de 1600 en fase de explotación de al menos 23 años, se destruiría la fuente de agua pura, contaminarían los dos ríos de modo que no podrían ser utilizados para consumo humano ni animal al ser contaminados con cianuro y ácido sulfúrico en el proceso de extracción del mineral.

Nuevas fronteras en el Ártico, 2008.

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El deshielo del ártico, ha posibilitado que la navegación sea cada vez más factible, e importantes recursos de petróleo, gas y minerales podrían quedar disponibles. Cuando la zona era un casquete polar, existía una considerable cooperación internacional en torno a actividades fundamentalmente científicas, pero, actualmente ante la posibilidad de disponer de nuevas fuentes de recursos, la división de intereses ha llevado a la fricción internacional especialmente unidos a la creciente escasez energética. Tras la colocación de la bandera rusa en el fondo submarino, se han generado respuestas casi automáticas de las otras naciones que reclaman sus derechos sobre el Ártico.

El gobierno británico ha formalizado ante las Naciones Unidas un reclamo de soberanía que incluye más de un millón de kilómetros cuadrados de tierra y mar en la región antártica. Los hechos constatan que lejos de unir esfuerzos por aligerar las consecuencias del cambio climático, éstas en ocasiones llevan a la comunidad internacional a sumirse en una disputa de intereses.

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Desde una Perspectiva geopolítica, la planificación territorial y fronteriza estudia constantemente nuevos proyectos con previsión futura, que si bien el fundamento es sobre una base renovable de recursos, no están lejos de la misma intención de control de los recursos. Roadmap, 2050 (19) Bajo este nombre descansa un proyecto que propone rediseñar Europa según el principio de ahorro de energía , convirtiéndolo en un continente verde , su finalidad, al menos aparente, es reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 80 % para dentro de cuarenta años. El proyecto, difundido por el arquitecto Rem Koolhas. Se trata de una propuesta urbanística y política simultáneamente, que cuenta con el apoyo de OMA, organización intergubernamental que es reconocida internacionalmente como un centro global de prácticas aduaneras. Su desarrollo y planificación se fundamenta en las principales fuentes de energía renovables de cada región de europea creando una red energética continental que vincule a todas racionalmente y compensar unas con otras. El plan también pretende incluir al norte del África –Proyecto Desertec- , y llegar así a una disminución total del 95% en esas emisiones.

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Pero no se trata de una propuesta únicamente urbanística y política, sino geopolítica y cartográfica, puesto que Europa pasaría a denominarse Eneropa y del mismo modo los actuales países se irían denominando en función de nuevas denominaciones asociadas a los recursos energéticos fundamentales que explotarían. Así, la actual Irlanda y la mitad occidental de Gran Bretaña se llamarán Estados de Marea, mientras que la mitad oriental serán las Islas de Viento. Los países de la ex Yugoslavia se convertirán en Biomassburg, en tanto que la mayor parte de Portugal, España, Italia y Grecia serán Solaría. El este de Rusia recuperará cuatro nomenclaturas que recuerdan a las de la vieja Unión Soviética, aunque esta vez será la C.C.S.R., las Repúblicas Para la Captura y el Acopio de Carbón. La aparente división por recursos aparentemente puede ofrecer otras lecturas entre líneas como es una encubierta jerarquía, en cuanto a la valoración y beneficios de cada uno de estos recursos, que como sabemos no están igualmente valorados. Podemos verlo claramente con la asignación planificada para la antigua Yugoslavia.

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Para poder distribuir y regular la transmisión energética, se estudian los flujos y requisitos que definen la capacidad de transmisión de energía entre regiones. En la imagen anterior puede verse cómo varían estos flujos entre la realidad actual y las previsiones contempladas por Eneropa. En base a esa transmisión se ha estudiado una red de infraestructura que permitirán en su caso el intercambio energético entre los diferentes estados miembros.

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El proyecto Eneropa pretende hacerse extensible al norte de África, al ser una región planetaria fundamental en cuanto a la explotación del recurso solar. El proyecto Desertec, como asó se ha denominado prevé conectar la futura red europea con esta zona aprovechando los recursos solares, hídricos, así como el viento, la energía geotérmica y la biomasa.

Todos estos intentos geoestratégicos parecen estar orientados en la obtención de recursos naturales con miras a lograr un dominio de los mismos y la supremacía sobre un determinado territorio. Se trata al fin y al cabo de un tipo de colonialismo. A la vista de lo anterior, es más que posible atender a la posibilidad de que los problemas desencadenados por el cambio climático, pudieran desembocar en conflictos militares, o determinados modos de colonialismo siempre buscando el beneficio propio en lugar del altruismo requerido. No es descabellado pensar en que distintos tipos de conflictos pudieran surgir si la economía mundial se nacionalizara. Los problemas medioambientales han

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creado una nueva figura de refugiado. Si antes había refugiados políticos, por ejemplo, ahora se está dando la figura cada con mayor presencia del refugiado medioambiental q quien determinados desastres ambientales o cambios territoriales ocasionados por desastres naturales o cambio de clima, les impide seguir manteniendo su modo de vida. A la figura del refugiado medioambiental, existe una alternativa menos deseable, que ya se ha materializado por ejemplo en Darfur, son los llamados “conflictos de subsistencia”

(20)

. Los conflictos interétnicos, en este

caso, se deben sobre todo a la competencia por los escasos recursos de la zona, y se han agudizado en los últimos decenios debido al considerable aumento demográfico y a las condiciones climáticas adversas.

21 Fuente: Roadmap 2050. http://www.roadmap2050.eu/ 22 GUIDDENS, A. La política del cambio climático. P236. Ed. Alianza. Madrid, 2009

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Si no se trata de buscar por todos los medios una equidad, en definitiva, una sostenibilidad social, con igualdad de derechos al menos a la educación, sanidad y servicios mínimos, ante un panorama de creciente incremento migratorio, además de las previsiones demográficas, donde los países en vías de desarrollo aumentarían notablemente su población, contrariamente a los países desarrollados, podría desestabilizarse la denominada sostenibilidad económica y podría dar lugar a serios conflictos armados. No se trata pues de una apuesta por la justicia únicamente, sino que a todas luces, ha derivado aun asunto de seguridad internacional. En este sentido, todo tipo de colonialismo, deuda externa y conflictos son temas por reorientar si se quiere llegar a reconducir la situación, porque aunque aparentemente tengan un efecto económico favorable para unos el detrimento es de una u otra manera para todos. Los países industriales son los que causan la mayor cantidad de emisiones a la atmósfera, sin embargo, sus efectos se dejan sentir con más fuerza en los países más pobres. Hay motivos por los que los países desarrollados colaboren en aliviar la situación de los más pobres, y no sólo por una cuestión humanitaria y de justicia social: la pobreza extrema desestabiliza la sociedad mundial, la presión demográfica es menos leve cuando un país mejora su economía. Entre los factores que obstaculizan a un país en su desarrollo se encuentran los conflictos civiles, mal reparto de las ganancias que generan los recursos naturales –abundantes en muchos casos-, no tener salida al mar y mala relación con países limítrofes y mala gobernanza. En la actualidad, con el curso que las sociedad y las relaciones nacionales e internacionales están llevando, y según la segunda ley de la termodinámica, parece que el estado del planeta no volverá a restituir el equilibrio inicial, puesto que la entropía resultante de su evolución crematística parece, por definición irrestituible. Ante esta visión, tenemos la alternativa enunciada por Jeremy Rifkins, basándose en la experiencia de observar determinados procesos sociales y educativos a lo largo de la historia. Rifkins viene a concluir que, a medida que la entropía aumenta, la empatía parece hacerlo en la misma medida en un intento de restablecer el equilibrio (23).

23 RIFKINS, J. La civilización empática. Ed. Paidos. Madrid, 2010

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“El trasfondo existencial y vivencial, el modo de vida y, a su vez, la fuente que origina y rige el modo general de conocer, propio de un determinado período histórico-cultural y ubicado también dentro de una geografía específica (…) consiste en el modo propio y peculiar, que tiene un grupo humano, de asignar significados a las cosas y a los eventos, es decir, en su capacidad y forma de simbolizar la realidad (…) por consiguiente es, un sistema de condiciones del pensar, prelógico o preconceptual, generalmente inconsciente, que constituye "la misma vida" y el "modo de ser" y que da origen a una Weltanschauung o cosmovisión, a una mentalidad e ideología específicas, a un Zeitgeist o espíritu del tiempo, a un paradigma (cambio de escenario o modo de mirar, interiorizar y expresar la realidad), a cierto grupo de teorías y, en último término también a un método y unas técnicas o estrategias adecuadas para investigar la naturaleza de una realidad natural o social. (...) El pensamiento aristotélico ha confundido el mapa con el territorio es decir, las palabras o conceptos con la realidad; así manipulando el mapa pensaban manipular la realidad. El lenguaje existente no es en su estructura similar a los hechos, por eso, los describe mal” (24).

24 Pérez-Pueyo, R. Procesado y optimización de espectros raman mediante téncincas de lógica difusa. Aplicación a la identificación de materiales pictóricos SONEIRA, M.J. (director/a). Tesis doctoral, Universitat Politècnica de Cataluynya, Departament de Teoria del Senyal i Comunicaciones, 2005.

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LIBRO SUR Orto o d贸nde nos encontramos



Capítulo Cuatro Aportaciones de la tecnología como soportes de intermediación

Entendiendo por soportes de intermediación

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todo elemento capaz de ayudarnos a

construir una mirada, un paisaje, un concepto, incluso una identidad, tratamos de determinar si la tecnología constituye uno de ellos y en tal caso qué nos aportaría. Para ello, tomamos como marco de referencia tres consideraciones y un diagnóstico del presente en cuanto a la relación de la cotidianeidad con la tecnología. La primera consideración será eliminar las nociones abstractas y generales por las cuales las situaciones y objetos son reconocidos, diferenciados y clasificados, es decir, las categorías, suscribiendo una relación objetiva de lo descrito, ligado a la relación espacio-temporal de la tecnología en el momento presente, su cronotopo, como unidad espacio-tiempo, indisoluble y de carácter formal expresiva en este caso en el territorio. La segunda consideración será preguntarnos por el papel de la ciencia que implementando sistemas tecnológicos en la vida diaria y nuestra relación con el mundo, ha producido el quiebro en el tránsito de la intimidad hacia el mundo que antes tenía lugar a través de una cultura y relación antropológica en paralelo y que es sustituida por dicha técnica. La tercera consideración es la condición mutable del territorio que se constituye como punto de mira esencial en el momento presente. Hoy en día, las máquinas pueden llegar a suponer una actitud ecológica con el entorno, así se sustenta el concepto de huertos tecnológicos, llegando formalmente a ser entendidas como una razón instrumental para la resolución de un determinado problema. Siendo los soportes de intermediación, como elementos intermediarios entre el hombre y la relación de éste con el mundo, podemos afirmar que la tecnología, puede ser considerada como tal. La

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tecnología como soporte de intermediación, junto a otros, no es un instrumento regulador, sino un elemento que nos posibilita determinada información que el individuo hace suya para constituir su propia identidad, su propia perspectiva del tiempo en el que vive y nos haga aprender de sus inconvenientes para crear una perspectiva hacia un tiempo futuro que los tenga en cuenta de cara a nuevas implementaciones. Un soporte de intermediación puede estar sujeto a revisiones y transformaciones a lo largo del tiempo, incluso dejar de serlo, sirviendo en el momento presente –extensible o nopara establecer una relación de lo parcial con lo total. La tecnología, aun estando en todo prácticamente, no lo es todo, puesto que no está sujeta a un criterio de permanencia estable.

25 Tapia, C.Generación de la forma: Soportes de Intermediación. Revista Historia y Teoría de la Arquitectura, 9. 2007.

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La tecnología extendida en el territorio, ha trastocado la relación tradicional entre figura y fondo, según Sloterdijk y Heinrichs

(26)

, la cultura técnica es donde lo implícito

deviene explícito y lo indefinido preciso. Para Castoriadis

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, el lenguaje, las costumbres, las

normas, la técnica no pueden ser explicados por referencias a factores exteriores a las colectividades humanas; ningún factor natural biológico o lógico pueden explicarlos. A lo sumo, estos factores pueden ser sus condiciones necesarias, pero jamás suficientes. De esto podemos deducir que la tecnología en el entorno, procede de la sociedad, de las colectividades humanas, y si pudieran surgir como respuesta a una problemática impuesta por factores naturales, es el hombre quien determina su aparición. La tecnología, forma parte fundamental del sustrato cultural humano. El término cultura, procede de la raíz latina colere, cultivar la tierra, y por analogía, se extiende al cultivo del conocimiento humano. Por tanto, es la acumulación a través del tiempo de experiencias que permiten a un pueblo actuar en el mundo que le rodea. La cultura viene determinada por determinados símbolos, por el lenguaje y por los valores y creencias. Una misma cultura puede albergar varios grupos identitarios, que son conformados dentro de ésta a medida que transcurre el tiempo y aparecen circunstancias que difieren de una etapa anterior de esa misma cultura. La cultura influye en el comportamiento de la sociedad que la asume. Pero en una misma cultura, pueden registrarse diferentes identidades. Aportamos una definición de identidad (28): “Sentido que cada persona tiene de su lugar en el mundo y significado que asigna a los demás dentro del contexto más amplio de la vida humana”.

26 SLOTERDIJK, P. / HEINRICHS, H. El sol y la muerte. Editorial Siruela, Madrid, 2004. p 142 27 CASTORIADIS, C. Figuras de lo pensable. Editorial Cátedra, Madrid, 1999. p 92-93. 28 VANDER ZANDEN, J. Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986.

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Determinados investigadores en el campo de la cultura han elaborado un cuadro mediante el cual puede estudiarse una cultura, este cuadro, es representado mediante el denominado Circuito de la cultura (29).

El ideograma viene a determinar que la cultura es definida mediante los sistemas de producción, la representación, el consumo, la regulación y la identidad. En este sentido, las modificaciones en estos conceptos, llevan asociadas un cambio cultural. En el momento vigente, rastreamos indicios que nos hagan pensar si la sociedad está orientada a un cambio identitario dentro de la cultura postmoderna, que de fraguarse, podría consolidar una nueva cultura. Hemos visto que la tecnología modifica los hábitos de producción y consumo, dirige un determinado modo de regulación y adquiere nuevas representaciones, y que actualmente la preocupación principal en la tesitura de crisis económica mundial se centra en el ámbito de la energía como fuente de alimentación de la tecnología para el funcionamiento de los procesos de producción y generación de capital. Los gobiernos, sin renunciar a la generación de riqueza y capital, buscan un modo de obtención de energía compatible con la atenuación de los efectos del cambio climático sobre el planeta y con la creciente escasez de fuentes de energías no renovables.

29 DU GAY, P. Doing Cultural Studies: The Story of the Sony Walkman. Buckingham: Open University Press, 1997.

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La actual crisis económica mundial originada en Estados Unidos con la subida de los precios de las materias primas, evidencia una dificultad para establecer un sistema productivo como el actual mantenido a largo plazo, basado en fuentes de energía no renovables. En este sentido, la gestión de la energía es el pilar fundamental en torno al que giran los intereses políticos de manera prioritaria. Esta prioridad se materializa a menudo en decisiones geopolíticas que influyen socialmente. Basándonos en la experiencia histórica con respecto a la tecnología, se observa un patrón diferente en cuanto a su creación y diseño. Si años atrás la tecnología era producida a medida que se iban explorando y explotando nuevas fuentes energéticas para mejorar los procesos productivos, la tendencia actual parece avanzar en sentido inverso, puesto que se estudia e investigan nuevas tecnologías encaminadas a la obtención y captación de la energía para mantener los procesos productivos. La nueva tecnología en este sentido, se hace evidente materialmente en los sistemas de captación de fuentes de energía renovables: solar, eólica, geotermal, maremotriz, etc. que nos hablan de un sistema de obtención de energía limpia ligada a la tierra y a los fenómenos naturales. Intentamos pues, desde esta nueva tesitura indagar en la influencia que esta nueva coyuntura tecnológica, como soporte de intermediación provoca y/ o aporta en la sociedad, en la cultura y si cabe, en la identidad. La segunda ley de la termodinámica, -la cantidad de entropía (energía que no puede utilizarse) de cualquier sistema aislado termodinámicamente tiende a incrementarse con el tiempo, hasta alcanzar un valor máximo”- se traduce en que siempre que se hace un trabajo, la cantidad de energía utilizable disminuye. Desde esta premisa, algunos investigadores aplican esta ley termodinámica más allá del campo de la física y la ingeniería, considerándola como factor fundamental del desarrollo antropológico, así, Leslie White, sociólogo y antropólogo estadounidense, formula su ley básica de la evolución cultural: C=E x T, Cultura, es igual a Energía por Tecnología. De este modo, según él, la cultura evoluciona a medida que crece la

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cantidad de energía disponible. Así, si no asumimos un retroceso en la cultura, en las formas de vida y en el estado del bienestar, debemos producir la tecnología que nos garantice un mantenimiento de la energía disponible, o su incremento. El determinismo tecnológico sostenido por el evolucionismo universal de Leslie White fue cuestionado por Julián H. Steward en la década de los cincuenta, pues según él, la experiencia humana no debía reducirse a unas únicas pocas etapas de desarrollo cultural. Steward en 1955, elabora en su libro Teoría del Cambio Cultural el proceso analítico de la Ecología Cultural divido en tres etapas: 1.- Análisis de la relación entre hábitat y tecnología; 2.- Análisis de los modos de comportamiento social anexos a la utilización de dicha tecnología; 3.- Estudio de la forma en que esos comportamientos afectan a otras características culturales. Con estos estudios, Steward pretendía demostrar que las culturas no siguen líneas infinitas de desarrollo histórico, lo que llamó evolucionismo multilineal, que apoya que puede producirse un cambio cultural en una determinada sociedad para adaptarse al medio. Steward insiste en que el medio ambiente (las adaptaciones ecológico-culturales) es un factor importante en el cambio y evolución cultural. En la tesitura mundial en la que el mundo se encuentra actualmente, ambas posturas no son antagónicas, sino que van de la mano, puesto que las necesidades energéticas continúan aumentando, (Leslie White) y a su vez, la condiciones ambientales que el cambio climático trae consigo, (Julian Steward) conllevan simultáneamente un cambio en las condiciones de producción, en la gestión de los recursos y en la adaptación de la sociedad a los nuevos requisitos. En esta adaptación el sistema gubernamental además de políticas verdes y de reciclaje, apoya la innovación tecnológica fundamentalmente ligada a procesos de obtención de energías limpias. Desde el fomento y la implementación de nuevas tecnologías para atenuar los efectos del cambio climático y abastecer la demanda energética, es oportuno recordar las Leyes de la Tecnología que formula Melvin Kranzberg tecnología en el Instituto de Tecnología de Georgia:

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(1917-1995), profesor de historia de la


1.- La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco neutral. 2.- La invención es madre de la necesidad. 3.- La tecnología vienen en paquetes grandes o pequeños. 4.- A pesar de que la tecnología puede ser un elemento primario en muchos asuntos públicos, los factores no-técnicos tienden a preceder en las decisiones de política sobre desarrollo tecnológico. 5.- Toda la historia es relevante, pero la historia de la tecnología es la más relevante. 6.- La tecnología es una actividad humana y por lo tanto también lo es la historia de la tecnología. Desde al materialismo histórico de Marx, que supone la negación de la autonomía de las ideas respecto de las condiciones de la existencia humana, podemos hacer una lectura de estas leyes, fundamentalmente de la segunda ley tecnológica de Kranzberg. Apoyando la hipótesis de White, Richard Newbold Adams aporta un enfoque energético de la antropología desde el Neoevolucionismo que plantea que el progreso cultural, social y del hombre ha venido a través de las mejoras en la obtención de energía. Adams pretende apoyar el enfoque energético en las ciencias sociales por un lado, y por otro, contribuir a una visión unificadora de las ciencias, físico-químicas, biológicas-ecológicas y sociales fundamentalmente bajo principios y leyes comunes que él fundamenta y trata de demostrar que son las de dinámica energética que se sustentan en la termodinámica. Todas estas aportaciones que relacionan la sociedad y la cultura con la energía se ven apoyadas con las aportaciones de Manuel Herrera Gómez, que afirma que el pensamiento y los conceptos técnicos influyen de forma decisiva en las orientaciones de la vida y en las interpretaciones de las sociedades modernas que tienden a considerar la técnica como el factor determinante del desarrollo sociocultural (30).

30 HERRERA GÓMEZ, M. Elementos para el análisis de la cultura postmoderna. Editorial Tecnos. Madrid, 2007.

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La civilización humana tiene dos requisitos fundamentales, por un lado seguir sobreviviendo materialmente y por el otro, seguir evolucionando social y culturalmente. La evolución histórica, se basa en la domesticación, por un lado, se domina la naturaleza, plantas y animales lo que produce un uso intensivo-expansivo de energía. Por otro lado, la “domesticación” de las personas se establece mediante las jerarquías sociales, que dan lugar a dos tipos de sectores sociales, por un lado el trabajador y por otro el regulador. En función del tipo de relación del trabajador y los reguladores, podemos diferenciar diferentes sociedades cuyas diferencias se intensifican mediante la gestión de la energía en cuanto a su obtención y consumo. A medida que transcurre el tiempo, la dependencia de la energía no humana se hace mayor, y cuando el incremento de las demandas energéticas en el tiempo no sigue un comportamiento lineal, proliferan multitud de recursos tecnológicos que buscan estabilizar la situación. En el intento por generar patrones que estabilicen la incertidumbre social, en el sentido anteriormente descrito, desde las instituciones reguladoras se facilitan una serie de herramientas que posibiliten un crecimiento lineal de la energía a lo largo del tiempo y acorde a las condiciones demográficas y a la demanda de la misma. Estas herramientas fundamentalmente se engloban en el denominado marco del desarrollo sostenible y materialmente se traducen en “políticas verdes” y en instrumentos para la obtención de energías limpias y renovables que aseguren las previsiones energéticas de la sociedad acordes a su demanda. Todo esto implosiona de manera visible sobre el territorio traduciéndose en formas tecnológicas. Paulatinamente en los últimos veinte años se ha visto un incremento progresivo de espacios naturales donde han proliferado, por ejemplo, huertos solares o parques eólicos. Pero ¿es posible asociar estos cambios paisajísticos y de las condiciones laborales y de gestión del territorio con un cambio identitario?

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Según Castells (31) existe un significado doble de identidad, por un lado ésta es dotar de sentido, por otro, sería un proceso de construcción de ese sentido que responda a determinados atributos que el hombre destaca sobre otros. Esta definición, unida al concepto de patrimonio como forma sincrética de manifestar un nosotros, y que por tanto no viene predefinido, sino que se construye como patrimonio de uso -soporte de nuestro modo de vida- o como patrimonio de consumo, unido a la idea de variante de paisaje según la geografía – transcendente en Occidente e inmanente en Oriente-, nos lleva a plantearnos la siguiente cuestión ¿Es posible en la era globalizada dotarse de significaciones diversas? Para Levi Strauss, el "desarrollo" tiende a implantar formas uniformes, encabezados (para Adams

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) por las

sociedades de alta energía, que requieren costos energéticos mayores o mucha más energía no humana para invertirla en la consecución de una cultura común, "ya que la comunicación exige que los mensajes caigan en un contexto mental común" (p. 163). El desarrollo favorece la destrucción la diversidad cultural o su homogeneización, eleva el nivel de vida de algunos y margina sobre bases regionales, de riqueza, ocupaciones y étnicas a otros, lo cual a su vez para enfrentar nuevos problemas no atendidos por la jerarquía evolucionan nuevas culturas, calificadas como "espurias" por Sapir

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. La intención de esos grupos es resolver problemas, y

al intentarlo crean nuevo material cultural. Por su carácter mutable, sujeto a constantes revisiones fruto de las políticas de I+D y el concepto de moda asentado en sus bases, la tecnología como soporte de intermediación, no puede considerarse como un factor constitutivo de un nuevo modo de sociedad, porque para cuando ésta ha asimilado la tecnología en su fondo, la forma ya ha cambiado, y las transformaciones, son registrables y constatables en períodos cortos de tiempo, sin embargo, al poder ser considerada ésta como soporte de intermediación nos aporta una constatación de la velocidad de los procesos. 31 CASTELLS, M. La era de la información. Vol. 2 El poder de la identidad. Editorial Alianza. Madrid, 1998. 32 NEWBOLD ADAMS, R. El octavo día, la evolución social como autoorganización de la energía, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa, México, D.F., 2001 33 BAUMAN, Z. L a cultura como praxis. Editorial Paidos. Barcelona, 2002. p.113

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Según Alvin Toffler (34), “La tecnología es una de las fuerzas más importantes que promueven el impulso acelerador. El lapso entre la concepción original y su empleo práctico, se ha reducido de un modo radical. También se requiere menos tiempo para difundirla en la sociedad. Asimismo, cada nueva máquina o técnica es una nueva fuente de ideas: se generan combinaciones con máquinas y técnicas preexistentes, formando nuevas “supermáquinas”. Pero lo realmente importante de los desarrollos tecnológicos pasa por la posibilidad de resolver problemas con un método diferente; sugieren nuevas soluciones a problemas sociales, filosóficos e incluso personales. Alteran todo el medio intelectual del hombre, su manera de pensar y de ver el mundo”. (Toffler: 1973, 20) A su vez, Toffler nos habla de que estos signos externos de aceleración, producen una aceleración interna en el individuo, que percibe el mundo mediante imágenes que sintetiza en su cerebro. Al cambiar el catálogo de imágenes constantemente, se crea en él una sensación de mundo impermanente que lo convierte un individuo más adaptable y sagaz que en tiempos anteriores.

34 TOFFLER, A. El shock del futuro. Editorial Plaza & Janés, 1973 (1970). p.20

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LIBRO OESTE Ocaso o hacia d贸nde nos dirigimos





Capítulo Cinco Cambios en arquitectura y paisaje motivados por la tecnología

Cabría pensar, por la utilización que la literatura especializada, que el más que definido pero siempre revisado y ampliado, concepto de paisaje ha sufrido una evolución a lo largo del tiempo por la perspectiva situacional y social desde el que se define. Desde que se acuñara por primera vez el término, su definición ha ido transitando desde lo estrictamente estético y visual hacia un concepto mucho más global. El concepto ha estado en constante evolución, ésta siempre paralela al modo en que la sociedad evoluciona. No comprendemos el término paisaje sin un espectador, que a su vez es agente social, con una determinada mirada hacia su entorno y ambiente que junto a los valores físico-estéticos conforman un lugar. Entre la Edad Media y el siglo XVIII se recogían unos modelos paisajísticos fundamentalmente campestres y pastorales, proyectando el modo de vida fundamental de la época, si bien, en el siglo XIX, con la incipiente actividad de ocio vinculada al viaje de la burguesía, consecuencia del capitalismo agrario o industrial, pareció que el término fue relegado al ámbito de las sociedades más favorecidas. No obstante, el empleo del término paisaje asociado a la geografía, fue propiciando que éste se entendiera más abarcando interrelaciones entre la sociedad y la naturaleza. Al ponerse de manifiesto la importancia del deterioro del que estaba sufriendo el medio ambiente en la década de los 60, y fundamentalmente desde los años 70, reforzada por la aparición de los movimientos ecologistas y defensores de la naturaleza, se inició un interesante debate que incide en la relación del hombre el paisaje que le rodea.

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A tenor de diversas crisis y foros donde participan científicos, sociólogos y ecólogos, vuelve a posicionarse el hombre como pieza fundamental del paisaje, no en términos jerárquicos pero sí perceptivos de un lugar y comprensión del mismo, además de la influencia que ejerce en el entorno en donde se ubica en base a un comportamiento determinado por la cultura. En Francia, grupos implicados en el tema paisajístico, consideraban que las evoluciones técnicas introducidas por la sociedad iban en detrimento de los paisajes, de lo que se deduce un aspecto únicamente estético del término en sus consideraciones. La cuestión medioambiental, llevó a involucrar aspectos de salubridad, relación sensible, fenomenológica, afectiva y simbólica en el concepto de paisaje en el contexto determinado en que una determinada sociedad vive. La tecnología, se involucra pues en sus afecciones visuales, geográficas y funcionales al paisaje, el cual aparece más tecnificado día a día. Al igual que los pólderes en regiones con poca tierra firme, la expansión tecnológica avanza a través de tierra y mar causando emociones al partícipe de estos escenarios, tanto como sujeto pasivo como sujeto directamente implicado. A medida que el hombre ha ido dominando los recursos, las materias primas, el entorno natural éste ha ido desarrollando artilugios, aparatos, técnicas constructivas y tecnología en general que se han manifestado morfológica y constructivamente. Si buscamos en el pasado los antecedentes de las innovaciones del presente, se hace oportuno revisar las etapas de la construcción y su influencia en las formas de crear y modificar el espacio y por ende el paisaje. Los archivos nos remiten a cuatro momentos no equitativos en sus respectivos cursos temporales en la evolución del hombre y su relación con la materia, entreviéndose una quinta que subyace del momento de búsqueda en el que nos encontramos actualmente.

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Esas cuatro etapas son productos de la adecuación del hombre a un entorno que impone su primacía en un primer momento. Podemos determinar que esas cuatro etapas son el Paleolítico, el Neolítico, Revolución industrial -Primera y Segunda Revolución Industrial- y finalmente la etapa Postindustrial en la que se encuentra la sociedad actual. De la observación detallada de la sociedad en cuanto a la cuestión de la sostenibilidad y las herramientas que desde las instituciones se facilitan para posibilitar el desarrollo sostenible, parece lógico plantear la existencia de una incipiente quinta etapa que parece posicionarse al menos desde sus planteamientos de base como precisa en un futuro próximo. A esta etapa se la conoce con el nombre de Post-carbono. A modo de esquema visual, reflejamos las edades de la construcción asociadas a los modos de energía y comunicación prevalentes en cada una de ellas (35).

35 VILLANUEVA DOMINGUEZ, L. Las tres edades de la construcción. Informes de la construcción CSIC. Madrid, 2005 Vol. 57, nº 498 (julio-agosto)

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En el Paleolítico, el hombre habitaba la tierra bajo la condición de nómada cuya materia primordial en su hacer y sobrevivir eran los vegetales. Esta materia marca sus tránsitos y movimientos en el espacio, atentos a las estaciones y en lógica sintonía con los requisitos del medio. La relación con el medio era de sometimiento. El impacto del hombre sobre la naturaleza era mínimo puesto que no producía artilugios para desarrollar su resistencia y resguardo a ésta, sino que se adecuaba a sus dictados. El Neolítico aparece tras la era glacial que a su término posibilita la aparición de la agricultura que conduce al sedentarismo. El hombre en el descanso del largo tránsito temporal en que se ubicó en el mundo como nómada, comienza a manipular la materia, sigue utilizando materiales naturales como la piedra, la madera o la tierra pero aparecen los primeros materiales artificiales como el yeso, la cal o la cerámica y como consecuencia, los sistemas constructivos, edificaciones de adobe y otros, abandonando así las cavernas. En definitiva, el hombre sale a la superficie y empieza a desplazarse por ella bajo intereses particulares. Aun así, el impacto que éste causaba no era acusado puesto que todas las acciones estaban orientadas a la supervivencia y mejora de las condiciones de vida, pero sin darse un interés acusado por la acumulación. Esa mejora de las condiciones de vida no era sinónimo aún entonces de lo que hoy entendemos por confort. Estas dos etapas abrazan la mayor trayectoria temporal del hombre en su habitar la tierra, de una manera amable y discreta sin apenas impacto sustancial en los ecosistemas. La Primera Revolución Industrial, acotada en los años que van de 1750 a 1840, tiene como punto de partida la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos de operación y manipulación del hierro, apoyado por la tecnología del vapor. La máquina de vapor supuso la primera colonización territorial acortando distancias y trazando nuevas rutas de conexión en el territorio; las primeras vías férreas fueron posándose progresivamente sobre éste, permitiendo el transporte de mercancías y el tránsito del hombre de un lugar a otro acortando el tiempo empleado en los desplazamientos. Supuso la creación de estaciones y vías que unían territorios antes únicamente conectados por caminos terrestres transitados por viandantes o carruajes. El primer registro patentado de la máquina de vapor, data de 1606 de la mano de

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Jerónimo de Ayanz y Beaumont. Esta primera revolución industrial, produjo sustanciales cambios no sólo formales sino que supuso un notable avance en las técnicas agrícolas, en constante evolución y mejora, lo que posibilitó el aumento de la población, al aumentar la productividad, y el acercamiento a la sociedad industrializada. Los desplazamientos y el intercambio comercial a mayor escala y velocidad, fundamenta el núcleo del tránsito de una población primordialmente rural a urbana, así, al mecanizarse los procesos de producción se fue propiciando y consolidando el tránsito de la manufactura a la maquifactura(36). Poco después de 1840, en el año 1874, se crea la primera máquina de escribir, la cual supuso una transformación mental severa en la forma de concebir la escritura, la cual pasa a ser simplemente una mediación, un registro, marcando en este modo de ser producida, una distancia con el escribiente, afectando al modo en que percibimos la escritura, del mismo modo que la incursión en la sociedad de la máquina de coser, hacia 1860 marca una distancia con el objeto producido y el modo de proyectar nuestra identidad sobre el vestido. El nuevo producto derivado de la máquina de escribir o de la máquina de coser, no sólo cambia nuestra identidad hacia la escritura o el vestido sino que también adquieren manifestaciones visuales diferentes, tal vez más homogéneas y estandarizadas. Patrones y tipografías ya no llevan el sello de lo singular. Del mismo modo, y en una línea temporal paralela, la incursión de estos nuevos modelos, sistemas, materiales y artilugios en el espacio, conlleva una modificación del aspecto físico del paisaje, que sufrió sustanciales y patentes cambios. La aparición de las fábricas, y un nuevo medio de locomoción además del incremento en la producción de alimentos supuso que los núcleos poblados fueran incrementando su escala propiciando la aparición de las primeras grandes ciudades, donde el nexo de unión entre los nuevos habitantes se fundamentaba en el trabajo fabril, en la producción.

36 BORISOV, ZHAMIN Y MAHÁROVA, Diccionario de economía política. Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1966

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Hacia 1825 nace el paisaje subterráneo, entendiendo éste como el trazado bajo rasante que permite el suministro, en este caso pionero, del gas ciudad. Aparecen las fábricas de gas que emplean carbono como materia prima. La producción de electricidad, no estará presente en los primeros desarrollos tecnológicos que ponen en marcha la primera revolución industrial, pero se desarrolla dentro de su período, concretamente, la aplicación del telégrafo generalizada en 1833 por Samuel Morse, supuso un gran avance en los procesos de comunicación a distancia. La producción eléctrica se generalizó progresivamente extendiéndose su uso a la iluminación de las calles y las casas hacia finales del siglo XIX, suponiendo la base energética en la que se apoya la siguiente etapa. La segunda Revolución Industrial se sitúa cronológicamente entre 1870 y 1920 caracterizada por el tránsito de la fábrica a industrias especializadas fundamentalmente dentro del campo de la química y el acero y de un modo fundamental en el petróleo y la electricidad. Los nuevos materiales mejorados comienzan a implementarse en los procesos de construcción: hierro, acero, vidrio y cemento son la antesala a nuevas técnicas constructivas con manifestaciones formales en edificios que adquieren mayor esbeltez, albergan a un mayor número de personas y se expresan formalmente de un modo novedoso y potente. La industria siderúrgica al introducir el convertidor Bessemer hizo posible el tránsito del hierro al acero. Estos nuevos materiales posibilitan la producción seriada. Este modo de producción desvincula al hombre del mimo por su creación, “muere” el artesano forzado y sobrevive el artesano vocacional puesto que las formas artesanales ya no suponen un mecanismo necesario en la producción que ahora aparece mecanizada siendo la antesala de la producción seriada, en cadena y estandarizada que progresivamente supone la deslocalización del producto. En los sistemas de desplazamiento aparece el motor de combustión interna, paso previo a la comercialización del automóvil y el desarrollo del aeroplano. A nivel productivo, destaca la producción en masa de bienes de consumo, la refrigeración mecánica y la invención del

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teléfono. El tiempo –productivo- se dilata exponencialmente diluyendo sus propios ciclos a la vez que las distancias se acortan de modo inversamente proporcional a la dilatación del tiempo. Las primeras centrales y redes de electricidad se empiezan a trazar desde 1883 en adelante, y consecuentemente las líneas eléctricas fragmentadotas del paisaje se despliegan aéreamente; la red ferroviaria ya lo había hecho de modo terrestre. Los primeros pozos de petróleo en zonas puntuarles aparecen en esta época. En el ámbito social, contemplado como pieza fundamental del paisaje, todo ello acarreó modificaciones drásticas en los campos de la demografía y los modos de vida -es ahora cuando nace la sociología como disciplina. La economía y el ambiente sufren a su vez notorios cambios en su estructura tradicional; a tenor de todo ello, nace el capitalismo y surgen las migraciones. El trabajo se despersonaliza, con la incursión de las máquinas y la producción en cadena, las jornadas laborales son prolongadas, produciendo notables modificaciones en la estructura del núcleo familiar urbano. Vemos pues, cómo al margen de las repercusiones estéticas, que las ciudades pudieran suponer, el cambio se extrapola a los aspectos sociológicos, tecnológicos y culturales, los mayores en el momento reconocidos desde el neolítico. Como cambio funcional destacamos la emancipación del hombre de la estacionalidad, los ritmos solares y el horario de producción posibilita “los días sin noche”. El agricultor se transforma en operario y obrero con dilatadas jornadas laborales, los roles y actividades cambian, las familias y las relaciones también. Se genera una nueva estructura física del espacio, la ciudad y los nexos de unión entre unas y otras, pero también existirá una nueva estructura relacional y de convivencia. Todo esto supone en definitiva un cambio sustancial en el paisaje, entendido éste desde aspectos ambientales y no sólo estético-formales. No obstante, el concepto de paisaje como ambiente, esto es, el paisaje unido al factor humano, no se consideró hasta finales del siglo XX.

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Capítulo Seis Del paisaje antropizado al Paisaje tecnificado

En el capítulo anterior, se ponían de manifiesto las principales fuentes de energía que se pusieron en marcha desde la Revolución Industrial y siguen hoy vigentes, El presente capítulo pone de manifiesto las transformaciones del territorio derivadas de la extracción de la energía antes mencionada. A finales de la II Guerra Mundial, comienza la que es considerada como la cuarta etapa en la historia de la construcción o etapa Post-industrial cuyos materiales fundamentales son los plásticos sintéticos. No sólo el objeto es diseñado, el material también, esto desencadena la automatización. Plásticos sintéticos y TICs son los componentes básicos acompañantes de los procesos constructivos e industriales vigentes hoy en día. Si indagamos en el origen de los materiales plásticos, hemos de remontarnos a 1860 cuando Estados Unidos ofrece un premio de 10.000 dólares a quien produjera un sustituto del marfil empleado entre otros usos para fabricar bolas de billar, cuyas reservas se agotaban. Así aparece el celuloide, un tipo de plástico, de la mano de John Hyatt. En 1907 Leo Baekeland inventa la baquelita, que es el primer plástico termoestable, el primero de los plásticos considerado sintético. La industria química toma el testigo y hacia los años 50 aparece como uno de los primeros materiales plásticos empleados en la construcción. Quizá si la reserva de marfil no hubiera descendido, el celuloide y los posteriores materiales sintéticos no se hubieran desarrollado.

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Pero ¿qué supone la incursión del petróleo en el paisaje? A modo de síntesis, un cambio radical en la morfología de éste y consecuentemente del modo en que se percibe, al ser la principal fuente de combustible de los sistemas de transporte que conectan el espacio vía terrestre, marítima o aérea. Los trazados que conectan los principales núcleos poblados son carreteras, transitadas por miles de vehículos de modo ininterrumpido y diario. El petróleo como combustible principal de los sistemas de transporte produce impactos no sólo nivel de emisiones de CO2 sino también a nivel formal y territorial Las prospecciones han llevado a ubicar en el mundo unos 50.000 campos petrolíferos pese a que no todos se encuentran en explotación. El mayor de los 500 campos petrolíferos más extensos del planeta es el ubicado en Arabia Saudí, Saudí Ghawar, que ocupa unos 8.000 Km2 y tiene unos 3.000 pozos.

Las plataformas marinas pueden ser tanto fijas como móviles, las primeras, tienen un costoso desmantelamiento por lo que suelen quedar abandonadas una vez terminan su función. Siendo de gran impacto visual. Para tener un orden de magnitud, la mayor de ellas, Petronius se encuentra en el golfo de México y cuenta con 610 metros de altura.

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Pero no podemos quedarnos sólo en el impacto y extensión de los núcleos de extracción. Los medios de locomoción terrestre, principalmente alimentados de petróleo o derivados como combustible, han provocado la implantación de grandes infraestructuras viarias, que se extienden por todo el planeta. El trazado de carreteras, altera el curso de las escorrentías, acumula CO2 y sesga el territorio natural. Además de los procesos extractivos, el procesamiento del crudo supone la necesidad de refinerías. Éstas ocupan a menudo extensísimas superficies terrestres, algunas de ellas equivalen en extensión a pequeñas ciudades. Tras la extracción y el refinado, el material obtenido ha de transportarse. Este transporte se realiza por vía terrestre generalmente por oleoductos cuyos diámetros pueden llegar a alcanzar 1,4 metros. El oleoducto mayor del planeta, el oleoducto Druzba(37) cuenta con 4.000 Km de extensión y va desde Rusia hasta Alemania. Generalmente, estos oleoductos son trazados por zonas deshabitadas o de modo subterráneo en zonas pobladas.

37 ALEKSANDAR, I. EnergyScapes. Gustavo Gili, Barcelona, 2010. p 68-69.

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Más allá del petróleo, otras fuentes de energía, como por ejemplo el agua, en su aprovechamiento como fuerza motriz para centrales hidroeléctricas, llevan a la construcción de presas y embalses. Las presas hidráulicas almacenan el agua para lo cual deben detener el curso fluvial. El detenimiento del curso fluvial, supone la alteración de los ecosistemas al modificar el recurso hídrico de las áreas donde se ubican. Las presas aprovechan la presión del agua que retienen cuya energía potencial se emplea en la producción de energía. El impacto de las presas es menor a nivel formal que de alteración del entorno, pese a que éstas pueden llegar a más de 2 Km de extensión y más de 150 metros de altura.

Presa de las Tres Gargantas, China. Una vez conseguida la potencia para producir electricidad, ésta, debe ser tratada para adaptar los niveles de tensión de modo que se pueda transportar y distribuir. El transporte y distribución se realiza a través de cableado que enlaza torres de alta tensión que se distribuyen

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por cualquier territorio. Son trazados que estamos acostumbrados a ver y a menudo se toleran a nivel emocional porque nos ha acompañado durante más de un siglo. Sin embargo, no se ha investigado opciones alternativas, aunque sí formales como veremos más adelante para su transporte y distribución. Estas subestaciones eléctricas son muy numerosas en la geografía terrestre porque se asientan próximos a núcleos poblados. Estas centrales transformadoras son un cúmulo de cableado y tendido eléctrico. En su momento, hubo incipientes intentos de estudiar la transmisión inalámbrica de la energía eléctrica de la mano de Nikola Tesla, que pensaba que era posible transmitir ésta a lugares lejanos a través de la atmósfera y la tierra, sin el empleo de conductores eléctricos. Su fundamento se fraguaba en los principios que posibilitaban la transmisión inalámbrica de información: conversaciones telefónicas, texto, música, imágenes y energía. En Long Island se creó un laboratorio para estudiar el fenómeno, pero la fuente de financiación del proyecto, retiró su contribución ante las dudas surgidas acerca del modo de contabilizar la energía distribuida y el aprovechamiento económico en caso de ser implementado, puesto que no era posible determinar la disposición de los contadores de consumo.

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Tal vez al no estar claro el papel de las distribuidoras eléctricas, buscando un paralelismo entre Tesla y la autogeneración energética, ésta no acaba de consolidarse como alternativa al problema de la energía. Se explicarán alternativas incipientes en el capítulo 10 del libro Oeste. Las plataformas antes mencionadas, constituyen marcas de impacto en el espacio natural además de no ser consideradas desde el punto de vista ambiental como los sistemas de repercusiones leves. Sin embargo, el replanteo de los sistemas de captación energética vuelve la vista hacia las fuentes renovables por ser pseudo-infinitas, más que por cuestiones de impacto, aunque de ello puedan presumir. Las principales fuentes de energías limpias que se encuentran en desarrollo hoy en día son la energía solar y eólica de un modo más acusado, aunque la geotérmica, biomasa, maremotriz y otras también van en aumento en cuanto a su implementación. Los huertos solares constituyen una extensión actualmente que puede llegar a ocupar superficies de hasta 2 y 4 hectáreas de terreno. La energía generada se obtiene de dos modos posibles, o por conversión directa, la llamada energía solar fotovoltaica o la denominada energía solar térmica para la cual, no sólo interviene el sol sino también

un fluido,

generalmente agua, que al calentarse a altas temperaturas pone en funcionamiento unas turbinas. Éste segundo sistema, causa un mayor impacto, puesto que debe contar con un aporte de fluido en grandes cantidades, que generalmente es agua, y se han dado casos en los que determinadas confederaciones hidrográficas no conceden los permisos oportunos para el empleo en estas funciones especialmente en épocas de sequía. Las primeras patentes sobre el uso e implementación de la energía solar datan de 1954, de la mano de los laboratorios Bell que patentan la primera placa fotovoltaica o el denominado Climax Solar-Water Heater, sin embargo, los primeros huertos solares pioneros en esta forma de captar energía serán a principio de los 80 en California, no obstante, el desarrollo de las grandes centrales no llegará hasta el año 2005.

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El agotamiento de un recurso, provoca su encarecimiento y consecuentemente la búsqueda de nuevas alternativas o modos de explotación y obtención de la energía. Las áreas geográficas a nivel planetario más óptimas para su implementación se ubican en el ecuador, o el llamado solar Belt, por la mayor incidencia de radiación solar. Esta ingente radiación solar del Astro hacia la tierra, se ve contrarrestada por la baja densidad que presenta, por lo que para obtener un rendimiento apropiado, los campos o huertos solares precisan abarcar grandes extensiones de terreno. El impacto visual generado por este despliegue no es el único allá donde se ubique. Generalmente, estas instalaciones se sitúan en terrenos en concesión a una distancia a menudo discutible con respecto a los núcleos poblados, por lo que para su transporte precisan además de conducciones adicionales. A menudo el terreno es hipotecado a otros usos del suelo y el carácter estético es secundario con lo cual, producen una imagen tecnificada, robótica y desértica del terreno en el que se ubican. La altura a la que se ubican, priva al hombre de senderos por los que pasear, obstaculizan la percepción natural del mismo y

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sesgan las especies vegetales en forma arbórea al ser contraproducente las sombras sobre las placas que disminuirían notablemente su rendimiento. La energía eólica es un magnífico testigo visual del incremento de las demandas energéticas. Al contrario que la tecnología solar, que a mayor demanda y requisito mayores extensiones de terreno ocupan, su desarrollo vertical evidencia de un modo más inmediato este hecho.

Actualmente, algunos de estos aerogeneradores pueden llegar a alcanzar alturas de hasta 200 metros, sin embargo, su trazado es más puntual y lineal que superficial, causando un menor impacto terrestre. La energía eólica es tal vez más tradicional teniendo en cuenta que ha sido empleada desde hace mucho tiempo atrás en los molinos de viento. Fue la primera energía renovable empleada salvo que en sus inicios tenía un destino agrícola o industrial frente al más extendido hoy en día que es para la electricidad.

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Los parques eólicos son compatibles con otros usos de suelo y se implementan tanto en tierra firme como en el mar. El tamaño de estos molinos va en función de las prestaciones que se espere obtener de ellos, su uso va desde pequeños molinos domésticos y navales hasta enormes maquinarias desplegadas a lo largo de un recorrido. Existen muchos más despliegues tecnológicos implementados territorialmente allí donde las condiciones climáticas más lo requieren como son la geotérmica o la mareomotriz sin embargo, no se encuentran tanto dentro del foco de debate al estar implementadas bajo rasante o en el mar en superficie o bajo el agua. Fuera de tierra firme, el debate paisajístico se atenúa al no ser el medio habitual de asentamiento humano.

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La perspectiva futura apunta a la colonización del espacio marino para disponer las denominadas “islas energéticas”, que serían los nuevos clusters del siglo XXI para la gestión y producción de la energía.

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Capítulo Siete Camuflando los nuevos tapices del paisaje

Ante el descenso de las reservas de petróleo sumado a la incipiente incursión de las cubiertas vegetales, la bio construcción y otras técnicas que rescatan valores de lo vernáculo, es cuanto menos respetable la idea de una quinta etapa en la historia de la construcción, la etapa Post-carbono. De ser así, esto supondrá una transformación integral en la ciudad y el territorio, y por ende, en el paisaje tapizado hoy por multitud de productos plásticos derivados del petróleo ya no sólo en tierra firme como han revelado los SIGS y algún navegante confundido ante el hallazgo de lo que pensaba era tierra firme; y es que los desechos humanos especialmente generados por el llamado paradójicamente primer mundo, no van de la cuna a la tumba, porque no descansan bajo tierra, sino doquiera lo envíen las corrientes del viento. Hoy en día, se conoce la existencia de dos “islas” de inmundicias, una se encuentra a 1.500 kilómetros de la costa californiana y muy cerca de un paraíso como Hawai. En esta zona la masa de basura tiene una extensión de 900.000 km2; Frente a Japón existe otra masa algo menor pero aún así muy importante de 700.000 km2, que estremece comparado con los 493.486 km2 de superficie de la España peninsular. Si ha de definirse el material que hile los procesos constructivos de esta quinta etapa no parece extraño pensar que puedan ser los minerales. El coltán es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas, televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, PDA, MP3, MP4... como material básico para la generación de baterías. El silicio es un material semiconductor que se emplea como material refractario, fertilizante en agricultura, vidrio para ventanas

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aislantes, en láseres para obtener luz con determinada longitud de onda así como en células fotovoltaicas. “[…] Desde esta perspectiva, la Revolución Industrial puede leerse como un retroceso, es decir, como un retorno hacia la organización biológica más arcaica del planeta […]” (38) Hoy en día nos encontramos en cuanto al agotamiento de las reservas de energías no renovables de las que nos servimos, el aumento de residuos y el deterioro de los ecosistemas, han hecho necesario plantearse la obligatoriedad de propiciar una quinta etapa en la construcción, en la industria en general. El término que la define es Post-carbono. La etapa post-carbono atañe a multitud de procesos y situaciones que apelan a un cambio en el sistema productivo que es preciso abordar y que fundamenta las bases de un nuevo modelo de ciudad y de sociedad como consecuencia de ésta. Las nuevas ciudades propiciadas desde esta perspectiva, que podrían denominarse ecociudades o más concretamente, ciudades postcarbono, las cuales tienen muy en cuenta los cuatro pilares fundamentales que afectan sustancialmente al entorno en que se ubican: Energía, Alimentación, Transporte y Agua y proponen soluciones desde los mismos de cara a su gestión y modo de inserción en las ciudades de manera que no sólo no deterioren el medio ambiente y el contexto en que se ubican por una implementación incorrecta sino que se dispongan y organicen propiciando soluciones atenuantes del problema más allá de ser una carga adicional para el mismo. En cuanto a la producción de energía, estas ciudades apuestan por fuentes de energía renovables aprovechando la física de los fenómenos naturales. La producción de alimentos deberá ser local, de este modo se evitará excesivo embalaje, y uso del transporte en la distribución, lo que actualmente lleva al modo de producir y distribuir alimentos a ser dependiente del petróleo. En este sentido, para ciudades con gran índice de población se han propuesto prototipos de granjas verticales para ciudades donde no se dispone de extensiones de terreno suficientemente amplias que permitan la agricultura en superficie.

38 VAZQUEZ ESPÍ, Mariano. Ecologías del desarrollo urbano. Revista Arquitectos, nº 182, 3/2007.

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Este prototipo ha sido introducido por Dick Despommier. El transporte se abastecerá de energía del hidrógeno o eléctrica, y el transporte público cobrará mayor importancia y presencia que el privado, cambiando el concepto tradicional de calle y por tanto, de paisaje. Finalmente el agua gestionada desde las Post-oil cities, contempla el ciclo completo de utilización, se aprovechará el agua de lluvia y se contempla el reciclado tanto de aguas grises como negras que mediante piscinas de oxidación, que funcionan con algas que limpian a las mismas el contenido de materia orgánica. Todos estos aspectos, trazan una ciudad, un panorama, un ambiente, en definitiva un paisaje cercano conceptualmente a las manifestaciones de arcología que en su día promovieran arquitectos como Paolo Soleri para su ciudad Arcosanti (39) como materialización del pasado de este modelo de ciudad, pero también nuevos proyectos en este sentido como Dongtan en China, o GuangMing en el mismo país o Gateway ecocity de la mano de Rem Koolhaas en USA. En definitiva, se trata de ciudades caracterizadas por tratar de tener un ciclo cerrado en la explotación de los recursos, son compactas, con usos mixtos y con alta densidad demográfica para asistir a un máximo de población con un mínimo de transporte privado. Todo avance e innovación en la obtención de energía, así como en las comunicaciones precisa un soporte físico patente, localizado o deslocalizado de nuestro entorno inmediato. Este soporte físico asentado sobre el territorio, tiende redes hacia los puntos de servicio, que de modo enterrado o aéreo atraviesan el espacio. Todo esto se hace sensible visualmente en el terreno, en ocasiones también acústicamente, son infraestructuras, soportes, tecnologías que ubicándose en el territorio forman parte del paisaje, y éste, no es el mismo que aquel sin estas, ni estética, ni visual ni medioambientalmente.

39 Fuente: SOLERI, Paolo. Arcosanti Project, Arizona, USA, 1970. http://www.arcosanti.org/project/main.html

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Entendemos por camuflaje de los tapices del paisaje, una disposición de las nuevas tecnologías e infraestructuras energéticas de forma estructurada desde parámetros ambientales, sociales y económicos, tendente a un modelo compacto y no extensivo que permita que el terreno se hipoteque lo menos posible. Desde la perspectiva presentada por las premisas de una sociedad “post-oil”, tal vez es posible un aprovechamiento de los valores vernáculos de la singularidad de cada lugar que posibiliten la esta nueva tendencia. En definitiva, si disminuimos las distancias entre los puntos de producción y consumo, si se aprovechan los valores climatológicos y vernáculos de cada lugar, la extensión de infraestructuras será menos precisa, reduciendo así la necesidad de transportar energía, y fomentando la autoproducción. El hecho de que un núcleo urbano se autoabastezca, posibilita una menor dependencia de los recursos energéticos de otras zonas, además, lleva asociado el fomento de los valores locales y su conservación frente a un mundo globalizado que va en detrimento de las culturas más desfavorecidas.

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Capítulo Ocho Energía Incipiente

Las necesidades energéticas del hombre han ido variando sustancialmente en un desarrollo paralelo al avance industrial y tecnológico. El incremento de la productividad que en un principio se consideraba, y aun hoy como motor de desarrollo, hay llevado a idear sistemas para transformar, modificar y generar energía. Los nuevos materiales a medida que han ido apareciendo, han propiciado el surgimiento de nuevas técnicas constructivas que se consolidaban en construcciones con mayor capacidad de carga y prestaciones. La tecnología para posibilitar esta producción ha ido adaptándose y adecuándose progresivamente a lo largo del tiempo. Las fuentes energéticas que actualmente se encuentran en uso, provienen de materias primas no renovables como son el carbón, el petróleo y el gas natural. En un principio, como fuente primigenia de energía precursora de la revolución industrial, encontramos el carbón. El carbón, es un tipo de roca formada por carbono combinada con otras sustancias. En 1990, por ejemplo, el carbón suministraba el 25% de la energía comercial del mundo, es una de las principales fuentes energéticas. La revolución industrial fue posible en gran medida por la manipulación del carbón, cuya combustión propició energía empleada en el desarrollo de nuevos sistemas de transporte como el tren de vapor y la mecanización de determinadas actividades productivas. Su extracción y manipulación viene realizándose desde la edad media empleándose fundamentalmente como combustible doméstico, hoy en día, los usos del carbón principalmente son aplicados a la producción de energía eléctrica y a la industria siderúrgica en occidente y América, si bien en África del Sur y China, también se emplea para mediante su

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transformación y manipulación, transformarlo en productos químicos como amoniaco o gasóleo. El petróleo sintético también se fundamenta en la transformación del carbón mediante su licuefacción, pero hoy en día, no existe ninguna planta en el mundo que realice esta producción. La minería del carbón y su combustión causan importantes problemas ambientales y tienen también consecuencias negativas para la salud humana, siendo una de las principales fuentes emisoras de CO2 a la atmósfera. Hoy en día, las reservas de carbón están previstas para una duración de unos 160 años, y se distribuyen a nivel mundial como expresa el siguiente gráfico.

El petróleo ha sido el recurso en el que la sociedad actual ha basado su sistema productivo y energético desde que en 1850 Samuel Kier, un boticario de Pittsburg, Pennsylvania (EE.UU.) comercializó por vez primera vez el aceite de roca" o "petróleo". En las refinerías se separan del petróleo distintos componentes como gasolina, gasoil, fueloil y asfaltos, que son usados como combustibles. También se separan otros productos de los que se

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obtienen plásticos, fertilizantes, pinturas, pesticidas, medicinas y fibras sintéticas, que fundamentan la etapa postindustrial en cuanto a materia prima se refiere. El petróleo y el gas natural se forman cuando grandes cantidades de microorganismos acuáticos mueren y son enterrados entre los sedimentos del fondo de estuarios y pantanos, en un ambiente muy pobre en oxígeno. Cuando estos sedimentos son cubiertos por otros que van formando estratos rocosos que los recubren, aumenta la presión y la temperatura y, en un proceso poco conocido, se forman el petróleo y el gas natural. Este último se forma en mayor cantidad cuando las temperaturas de formación son más altas. El petróleo y el gas, al ser menos densos que la roca, tienden a ascender hasta quedar atrapados debajo de rocas impermeables, formando grandes depósitos. La mayor parte de estos combustibles se encuentran en rocas de unos 200 millones de años de antigüedad como máximo. Las plataformas de extracción de petróleo, suponen un importante impacto visual y ambiental en el entorno en el que se implantan por la elevada cantidad de emisiones a la atmósfera que producen como por las grandes superficies de territorio que ocupan así como la falta de planteamientos en cuanto a su desmontaje y/o reutilización.

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Por su parte, los gaseoductos recorren miles de Kilómetros suponiendo una brecha en el territorio de considerable magnitud pese a que generalmente son submarinos, no así los oleoductos por su elevado coste de ejecución. Las reservas de petróleo y gas natural, son difíciles de determinar, puesto que se han descubierto nuevas reservas en las últimas décadas, si bien muchas veces la extracción en las más antiguas se hace difícil por encontrarse a mucha profundidad lo que encarece su explotación subiendo consecuentemente su precio en el mercado. Tanto el petróleo como el gas natural contribuyen de manera determinante en la contaminación ambiental tanto por su uso como por su producción y transporte. Al quemar los combustibles fósiles. Se aporta una gran cantidad de CO2 a la atmósfera, gas que tiene un importante efecto invernadero y se podría estar provocando un calentamiento global de todo el planeta con cambios en el clima que podrían ser catastróficos como así se está evidenciando cada vez mas asiduamente. Otro impacto negativo asociado a la quema de petróleo y gas natural es la lluvia ácida, en este caso no tanto por la producción de óxidos de azufre, como en el caso del carbón, sino sobre todo por la producción de óxidos de nitrógeno. Los daños derivados de la producción y el transporte se producen sobre todo por los vertidos de petróleo, accidentales o no, y por el trabajo en las refinerías. La energía nuclear (40), procede de reacciones de fisión y fusión de átomos en las que se liberan elevadas cantidades de energía para producir electricidad. La energía nuclear está en uso desde 1956 con inicios en Inglaterra. Para generar energía, el mineral más usado es el uranio, cuyas reservas de energía también son limitadas, siendo por tanto un recurso no renovable. A nivel ambiental además, la acumulación de residuos radiactivos supone un notable problema. La fisión nuclear se produce cuando dos núcleos atómicos (por ejemplo de hidrógeno) se unen para formar uno mayor (por ejemplo helio) se produce una reacción nuclear de fusión. Este tipo de reacciones son las que se están produciendo en el sol y en el resto de las estrellas, emitiendo gigantescas cantidades de energía.

40 JIMENO DIESTRO, G. Ciencias de la tierra y el medio ambiente. Editorial Anaya, 2007

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Los simpatizantes de la energía nuclear ven en este proceso la solución al problema de la energía, pues el combustible que requiere es el hidrógeno, que es muy abundante. Además es un proceso que, en principio, produce muy escasa contaminación radiactiva. La principal dificultad es que estas reacciones son muy difíciles de controlar porque se necesitan temperaturas de decenas de millones de grados centígrados para inducir la fusión y todavía, a pesar de que se está investigando con mucho interés, no hay reactores de fusión trabajando en ningún lugar. Los materiales y modo de energía a ello asociados descritos con anterioridad, suponen el principal motor o fuente de alimentación de la producción energética desarrollada hoy en día. La escasez o no renovabilidad del carbón, el petróleo, el gas natural o el uranio además de los problemas colaterales relativos a su extracción y distribución ponen de manifiesto la necesidad de investigar en otros modos de obtención de energía, lo cual supone un importante empuje al campo de las energías renovables. Las energías limpias son aquellas que reducen drásticamente los impactos ambientales producidos, entre las que cabe citar el aprovechamiento del sol, del viento y de los ríos, de los mares y océanos, del calor de la tierra así como de la materia orgánica. Las energías limpias, no obstante producen impacto a su vez derivado de las centrales desarrolladas para su captación, transporte y transformación. Todos estos aspectos, se pondrán de manifiesto más adelante.

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Capítulo Nueve Energía en retroceso

A medida que la población mundial aumenta, las necesidades energéticas lo hacen proporcionalmente, ¿cómo podríamos reducir esta demanda si la población da señales de un crecimiento? A tenor de las gráficas que estudian la tendencia demográfica y energética, parece extraño poder invertir esta tendencia de modo que sólo cabe indagar en aquellos aspectos que conducen a un uso eficiente de la energía, y esto es posible, tratando de disminuir la dependencia de nuestra economía del petróleo y los combustibles fósiles, en definitiva, de los recursos no renovables. El cambio climático global pone en manifiesto aún más esta necesidad de primer orden, debiendo ser compatible este uso eficiente de la energía con el logro de una vida más digna para todos los habitantes del mundo que conduce a un acceso global a la energía. Para lograrlo debe orientarse el esfuerzo hacia dos vertientes: aprender a obtener la energía de forma económica y respetuosa con el ambiente, de las fuentes de energías renovables y aprender a usar la energía de manera eficiente para lograr desarrollar actividades con el mínimo consumo de energía posible. Desarrollar tecnologías y sistemas que ahorren energía, es una cuestión de primer orden. Según estudios realizados por la FAO, las necesidades energéticas per cápita son distintas en unas y otras poblaciones y varían en función de los cambios en la estructura de la población, independientemente de los efectos del crecimiento demográfico sobre las necesidades mundiales. Es importante examinar primero los efectos de los cambios demográficos sobre las necesidades energéticas de la población. En una situación de crecimiento demográfico rápido, el factor dominante es obviamente el aumento del número de personas. Sin embargo, se ha concedido demasiada importancia al efecto del aumento en términos absolutos y no se ha prestado la debida atención al efecto de los cambios en la estructura de la población.

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Como se ver谩, la consecuencia de ello ha sido una evaluaci贸n deficiente del proceso de modificaci贸n de las necesidades energ茅ticas.

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Según las últimas proyecciones de las Naciones Unidas (variante media), entre los años 1995 y 2050 se registrará de nuevo un gran aumento de la población (el 72 por ciento), que pasará de 5 700 a 9 800 millones de habitantes. ¿Cómo invertir la tendencia de la creciente demanda energética? Posibilitando mecanismos que faciliten y posibiliten el ahorro. En este sentido, podemos citar un ejemplo: las luces fluorescentes usan la cuarta parte de la energía que consumen las incandescentes, pero hay otros modos de ahorrar energía. La Cogeneración es una técnica en la que se aprovecha el calor residual utilizando el vapor caliente que sale de una instalación tradicional, para ser una turbina de producción de energía eléctrica a suministrar a otros usos. Hasta ahora lo usual era dejar que el vapor se enfriase, pero en esta técnica, con el calor que le queda al vapor se calienta agua, se cocina o se usa en otros procesos industriales. Esta técnica se emplea cada vez más en industrias, hospitales, hoteles y, en general, en instalaciones en las que se produce vapor o calor, porque supone importantes ahorros energéticos y por tanto económicos, que compensan las inversiones que hay que hacer para instalarla. El aislamiento de edificios permite ahorrar mucha energía en sistemas de climatización/calefacción para mantener los edificios a nivel confortable. Construir un edificio con un buen aislamiento cuesta más dinero, pero a la larga es más económico porque ahorra mucho gasto de calefacción o de refrigeración del aire. Es interesante combinar un adecuado aislamiento con una adecuada orientación bioclimática. A modo de ejemplo, en viviendas pequeñas se han demostrado ahorros de entre un 15 a 40% al plantar árboles que proporcionen sombra en verano y corten los vientos dominantes en invierno. El ahorro de combustible en el transporte puede lograrse de modo directo o indirecto. En España, el transporte consume cerca del 50% del petróleo consumido en el país, para disminuir esta cifra, de modo activo, puede fomentarse el uso de motores de bajo consumo y

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combustibles alternativos que contaminen menos, siempre estudiando los efectos globales, puesto que está produciendo la hambruna en determinadas zonas planetarias que emplean el terreno antes agrícola en la producción de biocombustibles, tal caso se evidencia de un modo acusado en Chaco, Argentina, con el creciente cultivo de campos de soja. De modo activo, y en el campo de la innovación y el desarrollo, se están construyendo prototipos de coches que funcionan con electricidad, metanol, o etanol entre otros combustibles alternativos. Los coches eléctricos, cuando se equilibre coste y rendimientos, serán competitivos si esta fuente de energía la utilizan desde una producción renovable de energía, puesto que si consumen electricidad producida por centrales térmicas, la propuesta estaría lejos de llamarse solución, de este modo, sólo interesan coches eléctricos que consuman electricidad producida con gas, con energía solar o hidrógeno. El uso de hidrógeno como combustible está siendo investigado por científicos que buscan la manera de producirlo con ayuda de células fotovoltaicas cuya electricidad se usa para descomponer el agua por electrólisis en hidrógeno y oxígeno. Después el hidrógeno se usa como combustible en el motor del coche. Vuelve a unirse con el oxígeno en una reacción que produce gran cantidad de energía, pero que no contamina prácticamente nada pues regenera vapor de agua, no forma CO2, ni óxidos de azufre, y los pocos óxidos de nitrógeno que se forman son fáciles de controlar. Por ahora se han construido algunos prototipos, pero todavía sus costos y sus prestaciones no son suficientemente buenos para comercializarlos. Fomentando la sustitución progresiva del mercado de los vehículos alimentados por petróleo, deberían adecuarse también las estaciones de servicio para la distribución de estos nuevos combustibles que en el caso del hidrógeno, precisa innovación y desarrollo para solucionar el problema de la acumulación. De modo pasivo, es posible ahorrar combustible con buenas prácticas de conducción o mejorando el diseño aerodinámico. La legislación tiene un papel fundamental en este panorama, fundamentalmente en el plano urbanístico y de gestión del territorio. La concesión de licencias para determinadas actividades productivas, o de servicios, debería complementase con un exhaustivo estudio de los desplazamientos y tendencias de utilización. Del mismo modo una política de fomento del uso

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del transporte público y apostar por un modelo de ciudad compacta tienen notables aportaciones en este sentido. Las industrias en los países desarrollados emplean entre la cuarta parte y un tercio del total de energía consumido a nivel nacional. Las empresas se han dado cuenta de que una de las maneras más eficaces de reducir costos y mejorar los beneficios es usar eficientemente la energía, además de que la competitividad incentiva a la obtención de certificados de calidad que controlan entre otros aspectos, la gestión sostenible de la empresa. Reciclar las materias primas es una de las maneras más eficaces de ahorrar energía. Unas tres cuartas partes de la energía consumida por la industria se usa para extraer y elaborar las materias primas. Si los metales se reciclan, sólo se necesita una fracción de la energía empleada para extraerlos de los minerales. Por ejemplo, reciclar el aluminio supone emplear un 5% de la energía que se usaría para fabricarlo nuevo. A nivel mundial, en los países desarrollados, el consumo de energía en los últimos veinte años, no sólo no ha crecido como se había previsto, sino que ha disminuido. Las industrias fabrican sus productos empleando menos energía; los aviones y los coches consumen menos combustible por kilómetro recorrido y se gasta menos combustible en la calefacción de las casas porque los aislamientos son mejores. Se calcula que desde 1970 a la actualidad se usa un 20% de energía menos, de media, en la generación de la misma cantidad de bienes, en los países en desarrollo, sin embargo, aunque el consumo de energía por persona es mucho menor que en los desarrollados, la eficiencia en el uso de energía no mejora. Sucede esto, entre otros motivos, porque muchas veces las tecnologías que implantan son anticuadas. Deben tenerse en cuenta no sólo los costes de producción sino también los costes de mantenimiento en todos los procesos constructivos, y en este sentido, las tecnologías blandas tienen mucho que aportar.

41 Fuente: documentos de la FAO para la cumbre mundial sobre la alimentación. Roma, Noviembre de 1996.

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Capítulo Diez Energía cero a 2.0

El 23 de abril de 2009, la Eurocámara aprobó la revisión de la directiva que regula el rendimiento energético de los edificios. Todos los inmuebles construidos a partir de 2019 deberán producir la misma cantidad de energía que consumen, quedando en balance igual a cero, mediante paneles solares, bombas de calor y otros métodos ligados a las energías renovables. Se pueden usar varias tecnologías de micro generación para proporcionar electricidad y calor al edificio, si son casas individuales.

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Por ejemplo, la electricidad se realiza mediante celdas solares, celdas de combustible, etc. Algunos prototipos se han propuesto desde eventos como Solar Decathlon como modelos de casa autoeficientes. El calor por medio de biomasa, colectores solares térmicos, por biocombustibles, etc... Estos edificios usan energía renovable, también son diseñados para hacer uso de la energía ganada de otras fuentes, incluyendo iluminación eficiente, electrodomésticos y aprovechamiento del calor metabólico; aprovechan la energía del sol y utilizan la masa térmica para mantener constante la temperatura interior. Otro tipo de edificios son los denominados energía plus, que producen exceso de energía, es decir, más de la que consumen. Dentro de este panorama, parece más lógico pensar en un cambio en el sistema de generación y distribución energética. ¿Sería posible pasar del actual régimen de generación– distribución a la autogeneración de energía? En este caso, habría que producirla desde los sistemas renovables existentes. Esta probabilidad, entraría el enfoque de un modo de autogeneración de energía mediante la tecnología del hidrógeno, la ventaja radica en que mediante una reacción electrolítica el agua natural puede dividirse en oxígeno e hidrógeno y éste, sería un proceso reversible. La energía podría ser producida, almacenada y transportada en una pila de combustible. No obstante, parece que no hay el suficiente apoyo institucional en la investigación al respecto o es escasa ¿Por qué? Tal vez, la explicación sea el no tener claro el papel de las grandes compañías eléctricas en este contexto, como ya ocurrió con los experimentos de Tesla. Si cada núcleo familiar o cada comunidad produjeran su propia energía, no sería necesario más que una red de distribución general para dar servicio general en caso de urgencia o a determinadas edificaciones. Las conducciones y postes eléctricos no serían imprescindibles para conectar los puntos de consumo a las actuales centrales eléctricas, pudiendo aligerarse la carga paisajística en cuanto al aspecto estético se refiere. Los edificios deberían replantearse, estudiando locales de almacenaje y modo de contabilización energéticos.

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El incremento de la demanda de energía hace confluir una superposición de soportes tecnológicos dedicados a la capturar, producir, transportar y almacenarla que a menudo parece colapsar el paisaje. Ante este panorama sumada la creciente demanda energética, está tomándose en consideración la hipótesis de la denominada Energía 2.0 Al igual que Internet, y los sistemas de comunicación, partieron de la web 1.0 donde los medios de comunicación de masas creaban un contenido y una red para su distribución de modo unidireccional ha evolucionado hasta llegar a la web 2.0 donde tanto el usuario como el medio de comunicación generan y distribuyen información. ¿Es posible esperar lo mismo de la red eléctrica? Actualmente la red eléctrica funciona como la web 1.0 con empresas que se dedican a la generación masiva de electricidad y otras empresas se dedican a distribuirla. Sin embargo, cada vez se está hablando más de la electricidad o energía 2.0, en la que un núcleo de consumo energético, pueda ser tanto productor como demandante de electricidad en este caso. Hoy es posible contar con tecnologías de generación eléctrica en el mismo núcleo donde se consume; a grandes rasgos, esto es la energía 2.0 o generación distribuida. De implementarse esta opción la carga tecnológica del paisaje podría verse aligerada al existir generadores masivos, y tendría notables consecuencias positivas en las vertientes sociales, culturales y tecnológicas de cara al control de la red. Para que esta posibilidad pueda implementarse de modo genérico, es preciso que existan determinadas herramientas que permitan la facilidad de acceso a la energía. Esas herramientas en esta cuestión energética son la fotovoltaica, mini-eólica o pilas de combustible podrían las herramientas de la energía 2.0. a las que pueden incorporarse las minihidráulicas, generadores de emergencia, sistemas de control activo de la demanda o el nega-watio entre otros, pero para que funcione exitosamente, la clave tomada como punto de partida será la facilidad de acceso o democratización y la financiación además de la información.

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El conocimiento es fundamental en esta hipótesis puesto que cada usuario o un miembro de la unidad familiar, debe saber cómo montar una instalación y cómo mantenerla, y mejorarla, o inicialmente esa es la idea. Otros aspectos fundamentales son el acceso a la red informacional y el intercambio de experiencias y de conocimientos. Actualmente, en la red eléctrica, como emisor nos encontramos con las empresas eléctricas y en la distribución, en primer lugar con la red eléctrica y en segundo lugar, con las empresas distribuidoras, que son las propias eléctricas con distinta actividad jurídica. En la red eléctrica o energética 2.0, no hay ninguna empresa especialmente interesada en la implementación de la energía 2.0, porque al igual que ocurrió con la idea de transmisión inalámbrica de electricidad en la que trabajaba Tesla, no está claro el beneficio económico de las mismas. Cada vez más usuarios alternativos de la energía, defienden la generación distribuida como forma de desvincularse de las empresas eléctricas. De momento, lo que están logrando es implementar el autoconsumo generando y recepcionando la energía que precisan. Muchos de estos grupos fomentan a su vez un tipo de vida orientada al decrecimiento lo que cuestiona los valores del actual estado de bienestar, lo que en muchas ocasiones la sociedad desarrollada no está dispuesta a asumir y por tanto, no apoya la propuesta de modo general. La energía 2.0 implica ser emisor hacia otros conectarse a la red y eso implica convivencia con las empresas distribuidoras. Bajo la hipótesis de una energía 2.0, el control estaría en manos de quien garantizara la calidad del suministro. La nueva red, en vez de un control tan centralizado, probablemente habría de segmentarse en micro-redes que se comportan como pseudo-cargas (consumidoras/generadoras) ante el resto de la red. La capacidad de integración de la generación distribuida en la red eléctrica y la adaptación de ésta a aquella serán claves para alcanzar la energía 2.0. La energía 2.0 conlleva la aparición de nuevos modelos de negocio, tales podrían ser servicios a los nuevos emisores de información y explotación de los nuevos modelos de emisión. Una de las claves del éxito de las actuales empresas eléctricas en un contexto de energía 2.0 es su capacidad de adaptación a la nueva realidad y a los nuevos negocios. La clave sería transformando el negocio de “vender energía”

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por “vender servicios energéticos”. Si un usuario pasa a generar parte de su propia electricidad, demandará menos energía, pero necesita una instalación, una formación, una asesoría, un mantenimiento y unos servicios financieros que amorticen la instalación.

Fuente: Roadmap 2050. http://www.roadmap2050.eu/ La energía 2.0 se debe entender como una forma de diluir el límite que separa al productor del consumidor de energía dentro de la red eléctrica. Esto no es incompatible con la existencia de grandes consumidores y grandes generadores pero lo interesante es que una gran masa de población tenga la oportunidad de ser consumidor y/o productor neto de energía. Todo sistema energético que se plantea basado en energías renovables pasa por tener un vector energético almacenable, por ejemplo, el hidrógeno.

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Caminar hacia la energía 2.0 no exige de tecnologías maduras de almacenamiento, pero la energía 2.0 podría fomentarlas. De cara al fomento de puestos de empleo en el contexto de la energía 2.0 destacan dos aspectos, el primero es que al haber muchos más generadores distribuidos se precisarían sistemas que faciliten la compensación de la producción con el consumo, el segundo, la facilidad de acceso a la red, tanto para generar como para consumir. Estas dos cuestiones posibilitan un campo nuevo para las empresas en cuanto al almacenamiento de energía se refiere, éstas almacenarían (consumo) cuando el precio es bajo y hay poca demanda y sueltan esa energía (generan) cuando el precio es alto y hay mucha demanda. Las empresas no producirían energía pero es un campo para el desarrollo laboral y de negocios basados en el hecho comprar y vender energía en el momento adecuado y en que las pérdidas energéticas sean las mínimas.

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Capítulo Once Paisaje en tránsito: del extrañamiento a los soportes de intermediación

Este libro es un libro “especurativo”, especula con subjetividades. Especurativo es una palabra que pudiera nacer de la unión de otras dos: esperanza y curación. No está oficialmente registrada ni recogida en ningún diccionario de la lengua, al igual que la perspectiva que tomarán las manifestaciones tecnológicas incipientes no está determinada. La nueva tecnología, enfocada en la energía renovable y sus sistemas de captación, están rápidamente extendiéndose a través del territorio, dejando una imagen que a menudo puede resultar impactante. Se trata de disposiciones, huertos tecnológicos como experiencia relativamente reciente, que se manifiestan en el paisaje como un nuevo elemento conformador de éste. La “deslocalización de lo maquínico”, expresión empleada por Heidegger (42) que nos lleva de su mano y de la mano de la experiencia reciente, que la tecnología no necesita hoy disponer un emplazamiento previo, puede ubicarse en cualquier ámbito espacial (*). De este modo, el entorno en que se dispone se transforma. En la arquitectura moderna tenemos una obra que nos habla a priori de estas intenciones, la Ville Savoya de Le Corbusier, paradigma del funcionalismo que podía ubicarse en cualquier lugar – que no contexto – apoyada sobre pilotis que sólo habían de elegir el emplazamiento.

42 HEIDEGGER, M. Filosofía, Ciencia y Tecnología. Editorial Universitaria. Santiago de Chile, 1954. * Reflexión realizada al margen de la idoneidad climática, como capacidad y no como idoneidad.

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Ante la incursión de nuevas tecnologías en el campo de las renovables y su disposición e implante en el territorio, encontramos que se han producido una serie de transformaciones con un doble carácter. Por un lado encontramos las transformaciones sensitivas y por otro las transformaciones funcionales. Transformaciones sensitivas. Los sentidos por las que percibimos el mundo material son testigos de las transformaciones. -

Modificaciones topográficas y orográficas: del árbol vivo al árbol eólico:

En los lugares donde antes encontrábamos árboles de varias ramas, ahora éstos son acompañados o reemplazados por “árboles de tres ramas”, los molinos eólicos. Las imágenes nos hablan de una situación, en su transición. Los árboles con su presencia exclusiva dejaron paso a incursiones sutiles en su espacio, dedicadas al trabajo de la materia prima para fabricar bienes materiales de consumo preferentemente donde la figura humana se hacía todavía precisa para su manejo y atención. Las incursiones tecnológicas de hoy, son más autónomas, y la figura humana se relega a funciones de mantenimiento; el bien producido, fundamentalmente es inmaterial, pero contabilizable, la energía.

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Fenómenos físicos invisibles, hoy en día pueden transcribirse en el territorio realizando una lectura del trazado de los mecanismos o artefactos dispuestos para su explotación, es decir, visualizando la disposición de los molinos eólicos, por ejemplo, podemos determinar cuál es la trayectoria genérica o usual que sigue el viento en una determinada región, y estudiando el porte de los mismos, además, obtener información de las necesidades energéticas de una determinada zona o comunidad a la que da servicio, lo cual, a su vez, si entrecomillamos el fenómeno de la deslocalización, debido al transporte efectivo que hoy en día se hace de la energía, puede darnos una lectura cuantitativa de la población del lugar al que abastecen.

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-

Modificaciones en la Toponimia:

Muchos conceptos energéticos no pasan de ser variables que surgen en los modos de gestión de la energía. Algunos de esos conceptos se incorporan al lenguaje común debido a su utilización técnica. Con el tiempo, los términos que los designan se incluyen en los diccionarios generales, que les atribuyen definiciones elaboradas con palabras comunes. La incursión de nuevas tecnologías en una sociedad, trae consigo la adopción de nueva terminología que ha adoptado o recogido de alguna manera los nuevos modos de producción, o aspectos relacionados con la técnica. De este modo, surgen nuevas expresiones como “huerto tecnológico”, “huerto solar”, “campo de heliostatos”, “parque eólico”, que aquí se reseñan a modo de ejemplo. Estas expresiones, además de definir una funcionalidad del lugar al que designan, son genéricamente términos asociados a fenómenos naturales, al recurso que explotan fundamentalmente, y que por tanto nos habla de un lugar con sus características naturales. En ocasiones, la nueva terminología, se compone de raíces de palabras ya asimiladas por la lengua, como el caso de “geotermal”, de geología y temperatura, “mareomotriz”,

de

mar

y

movimiento…,

son

expresiones éstas últimas que pudieran haberse conformado tiempo atrás, pero que es ahora, a raíz del momento en que los recursos a los que apelan se están explotando,

cuando

han

sido

identificadas

y

definitivamente instauradas en el entendimiento común como parte del lenguaje. Nuestros sentidos se adaptan a la nueva situación y nuestra

acción

de

escuchar

paulatinamente

se

identifica y reconoce las toponimias de la energía, de la tecnología y de los nuevos sistemas de información y comunicación.

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-

Modificaciones de aspectos románticos de la percepción paisajística:

Hoy en día está totalmente asumido el papel del observador como pieza fundamental del paisaje, hasta tal punto de considerar que un espacio natural o no, no puede denominarse de tal modo sin la existencia de un espectador, porque el concepto de paisaje como ambiente, así lo determina, el paisaje unido al factor humano, no se consideró hasta finales del siglo pasado. Hasta entonces, una visión de un campo de girasoles podía parecernos estética o evocadora, llegando a ser incluso fuente de inspiración para artistas como Van Gogh. Hoy en día, ante un paisaje cada vez más tecnificado, nos preguntamos si es posible en un campo solar, por ejemplo, tener esa mirada romántica hacia lo percibido. ¿Es posible compaginarlas?

Existen algunas propuestas que pretenden crear paisaje desde esta tecnología estudiando la implantación en un determinado contexto de un modo no impositivo sino en sintonía con el mismo. Parece un ejercicio razonable si asumimos que la evolución y las nuevas posibilidades de confort se alejan del paisaje eminentemente natural del ayer, pero que éste sigue reclamándose y siendo necesario desde los escenarios emocionales de la mente humana. Buscando situaciones que simpaticen con ambas posturas, y esto sólo se consigue y logra desde la transdisciplinaridad, estudiando no sólo el rendimiento

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energético sino la plurifuncionalidad, la estética, etc., podremos tener escenarios simbióticos que sean asumidos por el receptor de un modo natural. Como muestra de este ejercicio, podemos citar dos ejemplos de esta reconciliación entre la técnica y el contexto tanto urbano; son los árboles solares en la avenida museo Mak en Viena.

- Modificación de las condiciones de percepción sensorial En ocasiones, los campos eólicos, formados por decenas de molinos, pueden alterar las sensaciones acústicas de un lugar. Los motores insertados en la cabeza de los mismos, acompañados de las hélices, no se encuentran silenciados y el sonido de los mismos puede percibirse donde antes no. Esta cuestión podría ser determinante en estudios de inserción plurifuncional. ¿Sería confortable y saludable compartir espacio habitacional en un campo eólico? ¿Afectaría disfuncionalmente a nuestra capacidad auditiva? Las pautas que permitirían contemplar una convivencia en estos entornos, son objeto de estudio e investigaciones, así, la 128


distancia mínima adecuada entre los vecinos y este tipo de instalaciones, para asegurar unas mínimas condiciones de confort habitacional en cuanto a la acústica se refiere, se estima en unos 7 diámetros de rotor que se corresponde a unos 300 metros. Los fabricantes se acogen al hecho de que el ruido de fondo de las actividades humanas y las aves, enmascararía, a velocidades de viento de 4-7 m/s, el potencial sonido de los aerogeneradores. En España, la ley 16/2002 de 28 de junio de protección contra la contaminación acústica, recoge en su anejo 3 los valores límite de inmisión de ruido en el ambiente exterior que no podrán ser sobrepasados por las actividades puestas en marcha a partir de la entrada en vigor de la misma. Niveles máximos dB (A) Zona de sensibilidad

Día

Noche

Alta

60

50

Moderada

65

55

Baja

70

60

Se realizan a su vez mapas de capacidad acústica, mediante los criterios fijados en el Decreto 245/2005 de 8 de noviembre, que se aprueban con posterioridad a Estudios de Impacto Ambiental realizado en zonas susceptibles de verse afectadas por la contaminación acústica. El ruido procedente de los huertos de aerogeneradores, en nivel global como en el rango de frecuencias audibles, se obtienen valores no muy elevados, menores de 70 dBA a pie de aerogenerador estudiando aerogeneradores ruidosos. Sin embargo, podrían ocasionar problemas de salud si la exposición al ruido no es prolongada, que sería el caso de un núcleo urbano. La distancia especificada como prudente está en torno a los 300-400 m de distancia. No obstante, en as ciudades existen cada vez menor velocidad de viento, por lo que de cara al rendimiento de esta tecnología, se estima la ubicación alejada de los núcleos poblacionales.

43 MARTÍN, MA. /TARRERO, AI. Impacto acústico de los parques eólicos y su evolución. Universidad de Valladolid, 2008.

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Transformaciones funcionales. Por transformaciones funcionales nos referimos a cambios en el modo de gestionar los territorios ocupados por tecnología de captación de energías renovables. -

Modificaciones en la productividad:

Las fracciones del territorio dedicadas a captar energías renovables, los denominados huertos tecnológicos, por la tecnología implantada para este fin, han trasmutado su tradicional función agrícola por una función energética. Esto ha supuesto el paso de una producción material física a una producción inmaterial implementada en procesos de comunicación –alimentación de TIC- y procesos productivos – como alimentación fundamentalmente eléctrica de maquinaria y tecnología asociada a determinados procesos industriales. También ha supuesto, desde el punto de vista no ya de la producción sino de la gestión, el tránsito de una productividad activa a una productividad pasiva. La productividad pasiva produce bienes materiales de consumo agrícolas, la productividad pasiva produce beneficios materiales fruto de la prestación de un espacio, un territorio. -

Modificaciones funcionales:

La plurifuncionalidad en los huertos tecnológicos parece hipotecada. Si antes en determinados terrenos convivían uso doméstico, agrícola, ganadero etc., el espacio ocupado por los huertos energéticos está relegado a la monofuncionalidad que en muchos casos es la antesala a la falta de apropiación de un lugar.

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La solución al problema medioambiental, no puede tiranizar al hombre y al espacio, debe permitir un ambiente contaminado de usos, que lo enriquezcan y permita que la sociedad se apropie de estos espacios y les dote de valor, condición fundamental para crear Patrimonio, Paisaje e Identidad.

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Repercusiones agrícolas y en la alimentación con ocasión de los cultivos energéticos:

La creciente demanda de productos derivados de la soja así como los biocombustibles, están produciendo fuertes estragos en determinadas regiones del planeta.

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A modo de ejemplo, citamos Chaco, en Argentina una región donde más de tres millones de hectáreas fueron vendidas con los aborígenes habitando en ellas, para el cultivo de soja transgénica, convirtiendo tierras de uso hipotecado donde sus pobladores están en total abandono y desnutrición.

Deforestación de los bosques de Chaco, Argentina

Una situación similar, también en Sudamérica, en Paraguay se da como consecuencia de los biocombustibles. La pobreza del país tiene mucho que ver con la mala distribución de la riqueza y las tierras, la corrupción, la falta de independencia de la Justicia, las escasas inversiones estatales y la falta de apoyo del gobierno a la economía campesina. A esto, se añaden otros factores: por un lado el plan de los biocombustibles entre Brasil y Paraguay, está priorizando el uso de la tierra para producir carburantes antes que el cultivo de alimentos, por el otro, el monocultivo de soja, promovido por el Banco Mundial, ha resultado ser una exportación muy rentable para las grandes compañías pero ha sumido a los pequeños agricultores en la pobreza. Esta agricultura, además, utiliza pesticidas y abonos tóxicos, contiene graves riesgos para la salud.

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-

Modificaciones en la gestión del territorio por concesiones de suelo:

El papel de la administración e instituciones tiene un carácter fundamental en los usos factibles de instaurar en un determinado terreno o espacio natural. Las figuras de planeamiento urbano a todas luces parecen estar ideadas para una situación obsoleta, dado que las condiciones territoriales a las que nos enfrentamos poco o nada tienen que ver con las que las generaron. Los PGOU generalmente clasifican los terrenos por tipos de suelo urbano, urbanizable y no urbanizable, siendo éste último aquel que no es susceptible de incorporarse al proceso de urbanización, por tanto, no es posible proceder a su urbanización. Dentro del suelo no urbanizable (S.N.U.) encontramos aquel de especial protección, el terreno que necesite especial protección por su valor medioambiental, paisajístico, histórico, arqueológico, ganadero, agrícola, ecológico, científico..., en él no se puede construir y estará sujeto a cuidados e imposibilidades de uso y suelo no urbanizable común que será aquel que no se incorpora al proceso urbanístico, pero no tiene características suficientes para especial protección. Se regulará simplemente porque no se puede urbanizar. En la ley del 98 se ha producido un cambio en la clasificación. Ahora el planeamiento urbanístico dice que todo lo que no sea suelo urbano y no urbanizable es suelo urbanizable, es decir, el suelo urbanizable es la categoría residual, antes era necesario declararlo especifica y previamente como suelo urbanizable, de tal forma que la categoría residual era el suelo no urbanizable (todo lo que no fuera suelo urbano y urbanizable, era suelo no urbanizable). Pero ¿qué ocurre con el suelo destinado a huertos energéticos? Parece necesario apelar a una nueva clasificación para este tipo de suelo concreto que a menudo parece estar itinerando entre los tres tipos. La gestión debería estudiar la distancia a los núcleos urbanos, sistemas de infraestructura, usos compatibles o ver si realmente son ellos los usos secundarios compatibles a otros. Las subvenciones dedicadas a su promoción, en muchas ocasiones habilitan espacios para huertos tecnológicos en terrenos que no presentan la idoneidad por distancia a núcleos urbanos u otros motivos para ello. Cabe por tanto apelar a un proceso reflexivo en torno a estos espacios desde una mirada transdisciplinar y bajo la perspectiva de la plurifuncionalidad.

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Ahondemos un poco más en la premisa de este capítulo: “de extrañamiento a soportes de intermediación”. Las nuevas tecnologías implantadas en huertos a menudo, consecuencia de la apropiación que el individuo hace del espacio y el territorio, toman formas utilitarias derivadas a otros usos. Así, se ha tenido conocimiento de que determinadas torres de huertos solares térmicos, en determinados puntos geográficos, son hitos para los aviones en su trayectoria, de modo que son puntos de referencia para iniciar la trayectoria de giro. Este hecho nos hace pensar que la tecnología implementada a gran escala en el territorio, debe compatibilizar más de un uso, de no hacerlo, el hombre no se apropiará ni se identificará con estos lugares como parte de su cultura. En cualquier caso, el hombre que transite por estos lugares tendrá el necesario planteamiento de buscar una finalidad, un sentido de éstos lugares más allá de la producción de energía invisible. Es preciso pues integrar herramientas que faciliten la integración de usos y funciones en estos lugares.

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LIBRO NORTE Enfoque o espacios en sombra hacia donde se dirige la luz



Capítulo Doce Herramientas para una Sostenibilidad real en los espacios de captación de energías renovables

La sostenibilidad, si es creíble, debe serlo en los tres aspectos mencionados en capítulos anteriores: ambiental, económica y social. Sabemos que en los lugares destinados a la captación de formas de energías renovables capturadas por la tecnología, los aspectos económicos y medioambientales están sobradamente justificados, no obstante, en cuanto a la sostenibilidad social, algunos de ellos, como el perceptivo por parte del individuo, de la sociedad, pueden quedarse fuera de las cuestiones abordadas. Bajo ese prisma, se rastrean la percepción que las personas puedan tener de estos lugares desde un punto de vista anónimo, de observador común, sin marcas institucionales ni premisas de partida. ¿Cómo afronta el hombre su encuentro con los nuevos sistemas energéticos aplicados en el territorio? Para intentar dar respuesta a esta pregunta, es preciso un trabajo de campo y posteriormente contrastar la observación directa con encuestas generalizadas, realizadas a una muestra representativa de la población, y siendo más estrictos, no circunscribirnos al entorno inmediato, a situaciones geográficas concretas, sin embargo, se han rastreado los aspectos más comunes derivados de la relación del hombre con estos lugares a raíz de su mirada hacia los mismos, hacia los soportes de intermediación tecnológicos entre el hombre y su entorno. Ante todo, los huertos tecnológicos no se implantan de un modo consensuado. En numerosas ocasiones, transitando un espacio anteriormente conocido, podemos verlo en la actualidad contaminado por artilugios donde antes no había más que elementos naturales. Esta situación provoca alteraciones en las premisas de un lugar, y a veces también reacciones. 137


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El presente capítulo, intentará exponer aspectos no contextualizados que serán rastreados en un territorio de puesta a prueba seleccionado en un futuro, que se encuentre sometido a los dictados de las energías renovables, pretendiendo explicar una metodología o nodos de observación para la puesta a prueba de las hipótesis planteadas que extenderá la investigación a una futura tesis doctoral. Un espacio tecnificado, concretamente aquel destinado a huertos tecnológicos o implementación territorial de sistemas de captación de energías renovables, conlleva asociado en su observación un determinado posicionamiento consciente o inconsciente. Estos espacios provocan reacciones y alteraciones. Entendemos por reacciones las que se asocian directamente al individuo como observador. Cabe preguntarse si estos paisajes podrían ser capaces de ser asumidos por la sociedad y que ésta se identifique con ellos. Manuel Herrera, en su libro “Elementos para el análisis de la cultura postmoderna” indica que la técnica es un factor determinante del desarrollo socio-cultural además, según él, el hombre y la sociedad se convierten en tecno-mórficas, propias de la técnica. Estas afirmaciones son perfectamente asumidas, así como las “posibilidades de hacer” derivadas de la técnica, lo que no parece serlo tanto es lo soportes que abren esa posibilidad, su materialización física. Indagamos si esas reacciones pueden modificar identidades y roles, y en esa búsqueda lo que se detecta es la certeza de que producen un extrañamiento. El paisaje antropizado está asumido en nuestra conciencia colectiva desde que la revolución industrial provocara un cambio en los sistemas productivos e industriales, pero ahora, se ha avanzado un paso más, del paisaje antropizado hemos dado el salto al paisaje tecnificado el cual, abrazado por las tecnologías renovables, es relativamente novedoso. Las primeras tecnologías implementadas para la captación de energías limpias, apenas aparecieron 20 años atrás, por lo que aun no están perfectamente asumidos aun teniendo conciencia de que es precisa su asistencia. El extrañamiento puede producirse en lo natural o en el artificio.

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Cuando se fomentó el olivar en el caso de Jaén, por ejemplo como sistema integrante e identificador de esa área territorial, probablemente supuso una reacción pese a fundamentarse en un objeto natural. Hoy en día, este extrañamiento, estudiado desde el artificio, desde la mixtura de la tecnología en el espacio natural, provoca en ocasiones resistencias. Las resistencias son fuerzas opuestas a la implementación de una determinada situación en este caso, u objeto En el tema estudiado, estas resistencias se instauran tanto en lo paisajístico y en su defensa, como en lo patrimonial. La resistencia a la “invasión técnica” del paisaje, nace de la concepción romántico-estética del mismo, no obstante esta visión acotada del paisaje desde mediados del siglo pasado ha dejado de tener sentido. El entorno natural, es emotivo, distiende, flexibiliza al hombre, y en un contexto social donde el tiempo es un factor determinante en el modo de relación y producción, parece ser un reclamo fundamental para el sujeto en su tiempo extra profesional, día a día se observa la tendencia de un turismo asociado a los espacios naturales in crescendo que ha dado lugar a nuevos términos como turismo sostenible o agroturismo. El espacio natural decelera el estresante ritmo urbano, nos devuelve a un tiempo contemplativo. Es por esto que cualquier contaminación del entorno natural cada vez más reducido por efecto de la conurbación, la globalización y la explotación es a menudo objeto de rechazo. Las resistencias a la tendente tecnificación del entorno, es aún más acusada cuando se extrapola a un entorno protegido o patrimonial, no por el objeto en sí sino por el contexto en el que se aplica. Conscientes de la importancia, en este caso de las energías renovables, no se ofrece resistencia a su utilización, pero sí al lugar donde se ubica. Esto ha dado lugar al denominado síndrome NIMBY, de las siglas en Inglés Not In My Back Yard, - no en mi patio trasero-, o síndrome

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SPAN – Sí, Pero Aquí No.- El sentido que produce todo esto es dual, por una parte, se acepta, porque se asume la tecnología como sostén de los procesos sociales de la actualidad, pero se es consciente de sus afecciones para la salud física en ocasiones o emocional. El NIMBY ha producido que los políticos, organizaciones y empresas adopten medidas de responsabilidad social como compensación. En aspectos extra emocionales, estos soportes energéticos, puentes tecnológicos que capturan el “alimento” de los procesos productivos, tienen una influencia decisiva en el orden económico y cultural. Desde el punto de vista económico, una determinada región que integra fuentes de energías renovables sufre una gran transformación en sus sectores productivos. En ocasiones, los modos tradicionales, con frecuencia agrícolas se ven transformados por la incursión de estas tecnologías. Ya se mencionó en el capítulo anterior cuando se explicó el tránsito de una productividad activa o material a la inmaterial o pasiva. El cambio en los patrones económicos de una determinada región puede ser aplicado tanto al ámbito rural como al urbano.

El orden cultural también se ve afectado. Estos paisajes, generan nuevas toponimias y nuevos comportamientos atendiendo al campo del consumo, la educación, la gestión de

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residuos o la distribución de la energía. Tener un soporte que de cobertura a acciones de mejora de la calidad del ambiente establece relaciones entre la habitabilidad de un lugar y su medio ambiente. Establecer una tecnología en un determinado lugar nos lleva a una lectura de sus recursos, de sus necesidades, de la implicación del entorno con su medio, de que las pautas de producir y generar energía deben tornar hacia aplicaciones sostenibles. Estas formas serán asumidas por las nuevas generaciones de un modo natural puesto que no concebirán un paisaje sin las mismas o al menos estarán adaptando la mirada a un paisaje constantemente en tránsito hacia nuevas situaciones, puesto que su desarrollo se ha fraguado con estos escenarios. Retomando las resistencias… y buscando procesos conciliadores entre el paisaje y la tecnología, surgen propuestas morfológicas aplicadas a esta última, que reconcilian la técnica y la estética. El diseño emocional, entendiendo por éste un modo de diseñar que tiene en cuenta el humor de la gente y su conducta, en respuesta emotiva al uso de un producto ó servicio, contribuye a una visión más amable de la inserción tecnológica en el espacio natural. A modo de ejemplo, se mencionan algunos ejercicios que trabajan en pro de esa conciliación, y que nos sugieren un proceso de transformación del entorno para poder hablar de una memoria como dijimos en el enunciado, que todavía no ha tenido lugar. Estas implementaciones amables y sostenibles en la forma tecnológica, no sólo sugieren un modo de dirigir una mirada afectiva hacia la misma, sino que van mucho más allá. Las tecnologías renovables, son relativamente recientes, no hace más de veinte años que han iniciado su incorporación progresiva en el territorio y a la luz de un futuro deseable de autogeneración energética, no podemos crear una perspectiva futura en nuestro imaginario que se prolongue más de setenta y cinco años. Con lo que los siguientes ejemplos, como decíamos, sirven para contar qué mirada debo tener hacia estos paisajes tecnológicos de modo que los procesos identitarios no queden fijados.

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Solar Roadways, Scott Brusaw, ingeniero ha sido uno de los pioneros en idear una implementación en el entorno natural de sistemas de captación de energía solar que produzca bajo impacto visual. A la vez que captura la radiación solar, contribuye a paliar el importantes efectos del cambio climático, puesto que emisiones de CO2 a la atmósfera son inferiores a las producidas por el alquitrán y los compuestos que forman una carretera convencional, a su vez, solventa aspectos relacionados con la seguridad vial al mejorar la visibilidad en las carreteras y permitiendo eliminar la señalética vertical.

Esta carretera solar cuenta con unas placas que están compuestas por una serie de células fotovoltaicas que se encargan de transformar la energía solar en eléctrica. Esta energía pude ser utilizada por la misma carretera o destinada a una red eléctrica convencional para abastecer a la población. Para tener una referencia cuantitativa, un una 1, 6 km de recorrido, es decir, una milla, estos paneles podrían abastecer hasta 500 hogares. Cada panel cuenta con luces LED multicolor que son configuradas para mostrar señales de circulación o mensajes de aviso. De igual modo, los paneles pueden calentarse para deshacer la nieve y el hielo. Actualmente sólo se ha instalado en algunos aparcamientos a modo de prueba dado su elevado coste. En contra de sus beneficios, habría que estudiar el fenómeno de las islas de calor en cuanto al que ésta superficie pudiera generar y si es apta para vehículos convencionales o éstos también deberían adaptarse al soporte de rodaje.

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Proyecto Tierra de Gigantes Este es el nombre que se ha dado a un proyecto de torres de transmisión creado por la compañía estadounidense Choi+Shine Architects con sede en Brookline, MA, EE.UU., que promete revolucionar el transporte de energía eléctrica con una red de torres más amistosas con el ser humano y el paisaje... El proyecto está inspirado en las enormes estatuas conocidas como moáis de la Isla de Pascua, pertenecientes a una misteriosa cultura ancestral de la etnia rapa nui. Los diseñadores de Choi+Shine son de la creencia que los moáis servían al pueblo de alguna manera y además pertenecían al paisaje.

Son unas torres fácilmente construibles, asequibles y duraderas, con estructura predominantemente reciclable por lo que su diseño se puede considerar sostenible y donde se han utilizado materiales como el acero, el vidrio y el hormigón. Cada torre se compone de un kit de piezas tipo mecano que reduce al mínimo los costos de construcción. Este diseño permite muchas variaciones en la forma y la altura de la torre a un mínimo costo. Incluso la figura-torre se puede personalizar para dar un sentido al lugar donde está ubicada, como una forma de señalización, con alteraciones sutiles en las manos, en la cabeza, etc., permitiendo una rica variedad de expresiones. La escala nos indica un determinado apego al mundo, a la tierra.

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La escala de los elementos los relaciona de una manera u otra – según sea la escala- con la base, el territorio.

La lectura de los tendidos eléctricos actuales es evocadora del infinito.

La lectura de los tendidos eléctricos “antropomorfizados” es evocadora de una transitoriedad. La antropomorfizción del territorio supone una poética en cuanto al entendimiento de éste. Supone un cambio en las bases que nos hablan de la ubicación del hombre en la tierra., abrazando la idea del posthumanismo, frente al transhumanismo, asumiendo la idea de las limitaciones de la inteligencia humana.

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Conclusiones

Con el presente trabajo, hemos pretendido crear a una reflexión en torno al modo en que la creciente demanda energética de la sociedad actual afecta a la gestión del territorio, al modo de percibirlo por la sociedad a través de los paisajes tecnológicos y cómo se adhieren nuevas connotaciones al concepto de paisaje. A su vez, reflexionamos sobre la permanencia de estos sistemas, desde dos posturas, una, desde la condición de permanencia y aumento, y otra, más factible y deseable en un futuro, su disminución en pro de la autogeneración energética, donde los escenarios de huertos tecnológicos irían paulatinamente abandonando la colonización territorial y circunscribiéndose progresivamente al ámbito urbano. Bajo esta última hipótesis y la condición de mutabilidad en la que se encuentra el mundo en la actualidad, llegamos a la conclusión, con las herramientas de estudio manejadas hasta ahora y revisando textos de investigadores previos, que la situación identitaria no tiene cabida porque la velocidad de los procesos no darían lugar a una constitución de la misma, aunque se contempla la posibilidad, de que en el ámbito urbano, pudieran surgir determinadas identidades que fueran capaces de facilitar y fomentar escenarios de equidad social sin niveles de marginalidad desde, por ejemplo, la justicia espacial. La especulación –ante la imposibilidad de predecir- con la idea de que los huertos tecnológicos dejaran de ponerse en carga y fueran elevados a un carácter de Patrimonio Tecnológico, análogo al proceso que dio lugar al denominado Patrimonio Industrial, pasaría por recordar situaciones irresolutas, situaciones peyorativas, igual que el Patrimonio del Paisaje Industrial de Río Tinto, pasa por reconocer que un colectivo humano en su momento estuvo ligado a duras condiciones laborales y productivas al mismo tiempo que tal situación devino en la transformación de toda la comarca.

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En este sentido la respuesta al interrogante, por ejemplo, de qué debe ocurrir para que un pozo de extracción sea considerado un elemento fundamental de la memoria, pasa por reconocer que este elemento –al igual que los aerogeneradores, helióstatos y paneles fotovoltaicos, pertenecen a un paisaje en tránsito que mejore el equilibrio pero que ahora, tiende a desaparecer desde la perspectiva de la autogeneración.

No podemos suponer la tecnología implementada para la captación de energías renovables como un elemento permanente en los futuros paisajes, puesto que posiblemente, la autogeneración energética se vincule a ámbitos urbanos. Bajo este supuesto, todo el despliegue infraestructural posiblemente podrá ver un retroceso en su despliegue territorial incluso si se enfoca la cuestión desde todos los ámbitos en una productividad local y autoabastecimiento energético de las comunidades, tal vez, tuviera cabida un desmantelamiento paulatino del despliegue tecnológico previamente dispuesto. 148


Volviendo a la tesitura en que se encuentra la tecnología desde el punto de vista de su relación con los recursos y la energía, es importante subrayar que si el proceso que ha llevado a cabo su proliferación inicialmente pretendía facilitar la extracción de recursos para la producción de energía, hoy el proceso parece enfocarse en sentido inverso, proliferando la tecnología que provea de energía, dada la escasez de recursos. El territorio, como recurso espacial finito, tampoco es inagotable, los modelos difusos tienden a compactarse, lo macro tiende a lo micro, y desde los mismos procesos globales, se fomenta indirectamente el recurso local. Ante la impermanencia de los procesos sociales, el hombre, como esencia de la sociedad, tiende a buscar una situación firme que estabilice el no-tiempo, y tal vez lo encontrará en una relación amable con la naturaleza. Esto supone un cambio en los patrones de conducta y en la forma de habitar, constituyendo una nueva mirada hacia la tecnología además de ser consciente de su caducidad y sus límites espacio-temporales. En todo esto, el papel de la arquitectura, juega un papel determinante, puesto que es la herramienta para construir espacios, soportes relacionales, de modos de vida, e identidades, soportes de intermediación.

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