comercio exterior 304Política Agraria Común (PAC)
La futura Política Agraria Común
(PAC)
Josep Puxeu Rocamora Secretario de Estado de Medio Rural y Agua Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM)
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s completamente lógico que exista a la vez una preocupación por parte de las autoridades responsables de la negociación de la PAC si tenemos en cuenta la importancia que tiene para la economía del país el volumen de los pagos comunitarios al conjunto de la economía española, más aún en épocas tan delicadas desde el punto de vista presupuestario como la actual.
Es comprensible que los agricultores y ganaderos estén preocupados por las continuas reformas a las que tienen que hacer frente. En efecto, desde el año 2000 no han parado de ver diferentes cambios de la política del año 92, cuando se establecieron las ayudas directas, y es normal que estos cambios tan frecuentes
y próximos unos a otros generen inquietud en los agricultores y ganaderos, que en líneas generales tienen ciclos largos en los planteamientos de sus negocios. La Comisión presentó en noviembre del pasado año el documento denominado La PAC en el horizonte de 2020: responder a los retos futuros en el ámbito territorial, de los recursos naturales y alimentario. En este documento, que se conoce como la Comunicación de la Comisión, se indican tres tipos de razones para hacer una propuesta de modificación: económicas, ambientales y territoriales. Entre las razones económicas, cita la volatilidad de los precios, la necesidad de garantizar los aprovisionamientos a la población y la lucha contra
314 Pocas cosas causan tanto interés y preocupación en los sectores agrícolas y ganaderos que el anuncio de una modificación de las reglas del juego de la Política Agrícola Comunitaria (PAC). La importancia de las ayudas en muchos subsectores y en las rentas de los productores justifica suficientemente el interés y la inquietud en los agricultores y ganaderos.
“La PAC figura en la estrategia 2020 como una de las políticas que pueden contribuir a superar la crisis y a la sostenibilidad de la economía del conjunto de la Unión Europea” la crisis económica. Entre las ambientales destaca la calidad del aire y del agua, la conservación de los diferentes hábitats y la reducción de los gases de efecto invernadero, y entre las territoriales la vitalidad de las áreas rurales y la conservación y mejora de la diversidad de la agricultura en la UE. Para conseguir estos objetivos, finaliza resumiendo que las medidas que propone se dirigen en dos direcciones principales: por un lado una mayor equidad en el reparto de las ayudas y por otro orientar la PAC a la estrategia 2020, encaminada a mejorar el conjunto de la economía de la UE los próximos años, contribuyendo a la sostenibilidad.
Objetivos y medidas de la Comisión Es evidente que los objetivos que plantea la Comisión pueden ser aceptados por el conjunto de la sociedad, agricultores y ganaderos, que en sí mismos no constituyen un problema y en muchos casos se trata de asuntos que están afectando directamente al funcionamiento de los sectores productores, y el mejor ejemplo en la actualidad es el de la volatilidad de los mercados, entre los que podemos destacar las materias primas para la alimentación animal que tantas repercusiones está causando en los agricultores por el alza de los precios y como consecuencia de sus rentas, y en los ganaderos por el incremento de los costes de producción.
324Política Agraria Común (PAC) Para conseguir estos objetivos y sin ánimo de hacer un comentario exhaustivo, que excedería con mucho los objetivos de este artículo, sí creo preciso destacar algunas de las medidas que propone la Comisión, ya que van a tener consecuencias directas en el nivel de los apoyos públicos a cada sector productor, aunque es importante insistir que es aún demasiado pronto para poder precisar sector por sector cuáles serán las consecuencias directas de la nueva futura política. Sin pasar a efectuar un análisis por sectores de las consecuencias que puede tener el planteamiento de la reforma, es evidente la idea diferente que puede tener un productor de frutas y hortalizas, o de porcino, sectores sin ayudas directas, con el enfoque de un productor de cereales o ganadero de vacas nodrizas que tienen sus ayudas directas y sus referencias históricas.
Perspectivas económico-financieras Es necesario también recordar, como consideración previa, que estamos inmersos en el debate de las nuevas perspectivas financieras que tienen que entrar en vigor en el año 2014 y que evidentemente van a condicionar la futura PAC en los apoyos al conjunto de la agricultura comunitaria. No podemos dejar de lado las profundas modificaciones que están experimentando los Estados Miembros de la Unión a raíz de la ampliación y el cambio en los saldos netos, que harán modificar la posición negociadora en las instituciones correspondientes.
La propuesta mantiene un esquema tradicional en las grandes líneas de trabajo, ya que divide en dos pilares la configuración. Por un lado el primer pilar, que engloba las ayudas directas y las herramientas de mercado, y separado lo que entendemos por segundo pilar; es decir, las ayudas al desarrollo rural. Las principales modificaciones surgen de la división de las ayudas directas en cuatro apartados. El primero mediante el establecimiento de un pago de “tarifa plana”, que sería la parte desacoplada, igual para todos los productores de un Estado o de una región, y desvinculado de las anteriores referencias históricas. Un segundo tramo con lo que se llama en la jerga el “pago verde”, que trataría de retribuir las externalidades medioambientales de la agricultura. Un tercer tramo, que sería una ayuda a las zonas desfavorecidas y un cuarto con ayudas especificas a sectores o producciones, similares a las que ahora se incluyen en el denominado artículo 68. Si bien la existencia de una tarifa plana ligada a la superficie resulta un tema tan novedoso como polémico, posiblemente esté resultando más conflictivo aún la propuesta de ligar las ayudas a un nuevo concepto que se denomina “agricultor activo”. Todo el mundo intuye lo que quiere decir, pero es muy difícil buscar la definición legal del término a la hora de tener derecho a recibir las ayudas. También está suscitando vivas discusiones el debate sobre el recurso, o no, a los derechos históricos actuales, que tendría una repercusión directa sobre los productores que aprovecharon el desacoplamiento de las ayudas para abandonar. La reforma parece que intenta
“En la Comunicación de la Comisión se indican tres tipos de razones para hacer una propuesta de modificación de la PAC:
económicas, ambientales y territoriales”
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El futuro agropecuario español mantener la mayor cantidad de los fondos que resulten de las negociaciones de las perspectivas financieras a los agricultores que permanezcan activos en el sector.
Dificultades para el “pago verde” El “pago verde” por su parte, es un apoyo directo, incuestionable desde un punto de vista teórico, pero con dificultades para una aplicación sencilla y que tenga en cuenta los diferentes modelos productivos de los países de la UE. Por poner un ejemplo, en España hay importantes sectores ganaderos (lácteo, vacuno de carne) que ahora
Existe un aspecto que parece que se va abriendo camino: el relativo a la influencia sobre los costes de producción de lo que denominamos el modelo europeo de producción, que consiste en el conjunto de normas que están vigentes en la UE y que superan la normativa internacional, y lo que significa de pérdida de competitividad, al no poder exigir a nuestras importaciones los mismos requisitos de sanidad animal, bienestar, alimentación animal… El propio Parlamento Europeo en su informe sobre la reforma acepta en su planteamiento
“Para conseguir los objetivos, las
medidas propuestas se dirigen en dos direcciones: una mayor equidad
en el reparto de las ayudas
y orientar la PAC a la estrategia 2020” reciben ayudas directas (pago único) y que se basan en modelos de producción sin tierra, en contraposición con las producciones del norte de Europa. Por ello, un pago verde que se basara exclusivamente en prácticas agronómicas relacionadas con la superficie sería muy complicado para nuestros sectores. El mantenimiento de ayudas directas a algunas formas de producción o a determinados sectores productivos o áreas determinadas, que comenzaron
¿Ligado sólo a las ayudas?
hace un par de años con el “chequeo médico”, se mantienen en la propuesta de la Comisión.
que una de las bases en las que se deben asentar las ayudas directas es precisamente este problema. Para España se trata de una buena noticia, ya que este asunto fue abordado durante nuestra presidencia y se consiguió un documento de conclusiones muy bien acogido por los sectores españoles y por el conjunto de la UE, que precisamente subrayaba la necesidad de retribuir a los agricultores y ganaderos europeos ese déficit de competitividad a través de ayudas y/o de precios razonables por sus productos.
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s importante destacar que los sectores más competitivos de España no tienen ayudas directas; como por ejemplo el de frutas y hortalizas o el sector porcino. Por lo tanto, es necesario interiorizar que el futuro de los sectores no está ligado exclusivamente a las ayudas. Las actuaciones dirigidas a una mayor eficacia productiva, el incremento de los programas de I+D+i, una mayor estructuración sectorial o el trabajo en la consolidación y apertura de nuevos mercados de exportación para nuestros productos, son los pilares sobre los que tenemos que asentar las políticas de futuro. El avance paulatino en líneas de este tipo será la mayor garantía de progreso para nuestros agricultores, ganaderos y el conjunto de la industria agroalimentaria. También hay que resaltar que en los sectores ganaderos hemos avanzado a una gran velocidad en los últimos años. Desde nuestra entrada en la entonces Comunidad Europea, con todos los sectores ganaderos deficitarios, hemos pasado, salvo excepciones (leche y carne de ave) a ser excedentarios en todas nuestras producciones. El ejemplo del porcino es muy representativo, ya que en la actualidad exportamos cada año más de lo que se producía cuando nuestro ingreso. Pero hemos desarrollado producciones que por aspecto y calidad son similares a las de cualquier área geográfica del resto del mundo. La disminución de la protección en nuestras fronteras y las dificultades en la competencia en costes nos obliga a incrementar las producciones, susceptibles de ser diferenciadas por los consumidores de dentro y de fuera de nuestras fronteras. Una parte de esta diferenciación es el llamado “Modelo europeo de producción” y otra más a largo plazo lo constituyen producciones ligadas a nuestras particularidades, como la raza o el modelo de producción. Aunque no pretendo dar a entender que se debe sustituir el porcino blanco por el ibérico, ya que pueden y deben coexistir ambas, creo que la producción del ibérico es un buen ejemplo de este razonamiento.
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“El “pago verde” es un apoyo directo, incuestionable desde un punto de vista teórico, pero con dificultades
para una aplicación sencilla que tenga en cuenta los diferentes modelos productivos de los países de la UE”
Instrumentos de Mercado El segundo apartado del primer pilar de la futura PAC, dedicado a los instrumentos de mercado, es primordial para el futuro del sector agroindustrial. En efecto, hacer frente a dos de las líneas básicas de la futura política que indica la Comisión en la justificación de la Reforma, relativas a la volatilidad de los mercados y a la garantía de los aprovisionamientos, no puede conseguirse si no se acompañan de instrumentos de gestión de los mercados. Temas tan conflictivos en estos años como la intervención pública, el almacenamiento privado o el mantenimiento de stocks estratégicos están suscitando debates tan interesantes como virulentos. Muchas voces autorizadas opinan que la única forma de cumplir los grandes objetivos que propone la Comisión en su comunicación es a través de medidas en los mercados.
En este apartado, figuran también una serie de iniciativas que fueron ampliamente preparadas por la presidencia española y que se han debatido ampliamente en el Grupo de Alto Nivel de la leche y los productos lácteos, sobre la necesidad de establecer mecanismos eficaces que corrijan los graves desequilibrios existentes en la cadena de valor agroalimentaria y permita mejorar la capacidad negociadora de los agricultores y sus organizaciones, con el fin de conseguir un mejor funcionamiento de la transmisión de coste y valor desde el productor al consumidor, mediante la modificación de la normativa comunitaria sobre competencia.
El Desarrollo Rural La tercera línea de apoyo la constituye el Desarrollo Rural; la propuesta mantiene las medidas tradicionales y la mayor
354 novedad consiste en la posibilidad de incluir medidas por regiones o sectores y la inclusión de apoyos a mutualidades o seguros. La intención parece ser el agrupamiento de las medidas directas a las explotaciones en el primer pilar y en el segundo dedicarlo a medidas que tengan un aspecto territorial marcado o la política de incorporación de jóvenes agricultores. A pesar de todo lo que se ha discutido y escrito sobre la futura PAC, es importante asimilar que es pronto todavía y que las fases más importantes se desarrollarán el año próximo, aunque hay algunas cosas muy positivas que ya están acordadas. Se trata de las partes más importantes para esta década y la siguiente: la primera de ellas es que la PAC continúa existiendo y se mantiene como una política comunitaria, el Tratado de Lisboa así lo establece. Es muy importante igualmente recordar que la PAC figura en la estrategia 2020 como una de las políticas que pueden contribuir a superar la crisis y a la sostenibilidad de la economía del conjunto de la Unión. En los primeros documentos, se acepta, como parece obvio, que es necesaria la existencia de una política agrícola para hacer frente al desafío que se nos presenta de luchar contra el hambre en el mundo y para ello, además de promover el incremento de la producción de alimentos en todo el mundo, es necesario utilizar el potencial productivo de áreas tan importantes como la UE. También se valoran las repercusiones que tiene la volatilidad de los precios de
“La revista Veterinarios es un innovador y atractivo
proyecto de comunicación que conecta a la clase política
presente en los foros de discusión internacionales con los
profesionales agropecuarios y con toda la sociedad.
Felicidades a quienes han hecho posible un acercamiento
tan necesario”
364Política Agraria Común (PAC) las materias primas, no solamente por su repercusión en la producción ganadera. No podemos olvidar las repercusiones que tiene para la alimentación de la población del mundo el alza de los precios de productos como el trigo o el maíz. También se reconoce de una manera más ajustada y equilibrada en los conceptos la función productora y gestora de bienes públicos de la agricultura en el conjunto de los territorios, y muy especialmente en las áreas rurales, que son inconcebibles sin la presencia de agricultores y ganaderos que son los auténticos responsables de la configuración de nuestros territorios. En España tenemos numerosos ejemplos de lo que acontece en una parte del territorio cuando desaparecen los agricultores y ganaderos, para entender esta afirmación.
Los requisitos del modelo europeo y sus repercusiones en los costes, en un mercado internacional cada vez más abierto, hace años que representa un motivo de preocupación en los productores y debe ser resuelto en esta ocasión. Para finalizar, me gustaría hacer una reflexión breve sobre una cuestión que considero de la mayor importancia: el debate sobre la PAC siempre se ha centrado, y así será en esta ocasión, en los flujos financieros y los importes de las ayudas. Los EE.MM hacen el balance de lo que ponen y lo que reciben, y los productores calculan el importe de las ayudas que podrán percibir y las comparan con la situación anterior. En el primer apartado, los responsables de las finanzas de los
“Los sectores más competitivos de España no tienen
ayudas directas de la PAC; sirva como ejemplo el de frutas y hortalizas o el sector porcino” Dudas razonables por despejar
La parte opuesta está conformada por las dudas más importantes que quedan por despejar en los próximos meses. La primera de ellas es el presupuesto. Evidentemente, la disponibilidad de fondos para la PAC condicionará todas las medidas y la posibilidad de poner en marcha varias de ellas. Existen dudas, razonables a mi juicio, sobre la insuficiencia de los mecanismos de intervención de los mercados que propone la Comisión a la hora de corregir o mitigar la excesiva volatilidad de los mercados y las repercusiones negativas que produce.
EE.MM no pueden dejar de lado las repercusiones de estas modificaciones de la política sectorial sin hacer la cuenta de manera diferente si se trata de un Estado miembro que aporta más de lo que recibe, o recibe más de lo que aporta. No podemos olvidar que cuando la Comisión habla de un reparto más equitativo de las ayudas, se refiere principalmente a los Estados miembros de la última ampliación y que de momento el dinero de la PAC del que disponemos actualmente es el mismo que teníamos, en términos de porcentaje de PNB, cuando el ingreso de España y Portugal. Las consecuencias de esto se extraen solas.
Desde un punto de vista más concreto para agricultores y ganaderos, resolver la duda sobre las referencias históricas a la hora de asignar las ayudas directas o partir de cero, y la definición de “activos” va a ser el factor más importante para cada titular. También es preocupante la imprecisión de los requisitos medioambientales para tener derecho a las ayudas, ya que se dice que serán medidas “sencillas”.
Ahora toca esperar y seguir atentamente el avance de las negociaciones y las imprescindibles estrategias y pactos con otros Estados Miembros para conseguir nuestros objetivos. Hay que tener en cuenta un par de dichos de la jerga comunitaria: el primero es que hasta que todo está cerrado, nada está cerrado y el segundo, más importante aún si cabe, es que en estos debates no se trata de tener razón; se trata de buscar una mayoría cualificada que te la dé.
Perfil Josep Puxeu Rocamora • Nacido el 15 de noviembre de 1958. • Actualidad. Secretario de Estado de Medio Rural y Agua. • 2005-2008. Secretario General de Agricultura y Alimentación. • Presidente de la Empresa Pública Grupo TRAGSA. • 2003. Consejero Delegado de INDULLEIDA. • 1996. Director de la División Agroalimentaria y Cooperación de la Empresa Pública para el Desarrollo Agrario y Pesquero de Andalucía. • 1993. Director General de Política Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. • 1991. Director de Programas de Centros Comerciales y Mercados Minoristas de la Empresa Nacional MERCASA. • 1986. Asesor Ejecutivo del Gabinete del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. • Participó en la fundación de la Unió de Pagesos.