Institut Torre del Palau Terrassa Curs 2014-2015
Departament de Lleng端es
Concurs de relats amb motiu del dia de Sant Jordi
Relats triats per la seva qualitat i relats guanyadors
Terrassa, juny 2015
SANT JORDI 2015
CASTELLANO
3º ESO GR.3
Mis vacaciones empezaron cuando salí del instituto el último día de colegio. Los primeros días de vacaciones empecé jugando al ordenador prácticamente todo el día, y mis padres me comunicaron que nos iríamos un mes a Holanda con mi hermano para visitar a mis abuelos. Cogimos el avión y cuando aterrizamos en Holanda estaban mis abuelos esperándonos en el aeropuerto de Ámsterdam. Nos alojamos en casa de mis abuelos durante todo el mes. Mi abuela nos preparó todas las comidas típicas holandesas. También visitamos museos, pueblos cercanos, la ciudad de Ámsterdam,… Mi hermano y yo decidimos aprender holandés, y así pudimos hacer amigos. Pero el mes acabó y volvimos a casa. Fue una experiencia muy buena. A la vuelta volví a pasar los días con la misma rutina de siempre: jugar, jugar y jugar con el ordenador… pero unas semanas después mis padres nos regalaron otro viaje a Finlandia. Así que volvimos a hacer las maletas y nos fuimos una semana a Finlandia. Cuando llegamos allí comprobamos que el clima era totalmente diferente al de aquí. Visitamos muchos sitios, museos y conocimos la cultura de allí. En definitiva, este ha sido uno de los mejores veranos de mi vida, he descubierto que me encanta viajar y que los planes en familia pueden ser muy divertidos. Pol Da Silva
Anna Pérez Mis abuelos ¿Nunca te has parado a pensar en la gente de la calle? ¿Con cuántas personas nos cruzamos a lo largo del día? Muchas veces he pensado sobre eso, sobre cómo juzgamos las miradas, expresiones faciales, y las ropas de los seres que nos encontramos cada día. Hay facciones que nos expresan dolor, sufrimiento y cansancio, debido a una tez pálida y abatida. Hay almas felices, que asociamos a ropajes coloridos y bohemios, con bocas mostrando sonrisas que se esconden detrás de labios carmín. También están las falsas apariencias. Pensamos que un individuo acaba de salir de la cárcel o acaba de cometer un homicidio al ver ciertos tatuajes, una expresión ruda o una barba demasiado larga, cuando en realidad, no sabemos nada de la vida de ese chico. Y así hablamos también, de personas que podrían pasar totalmente desapercibidas, de lo que podría sentir alguien al encontrarse a mis abuelos. Ella era de Andalucía, una chica risueña, que emigró desde Almería a Terrassa cuando sus padres fallecieron. Él, un joven chico de Terrassa de toda la vida. El destino hizo que se cruzaran en un baile y nunca más se pudieran separar. Llevan más de medio siglo juntos, que no es moco de pavo. Sus puntos de vista son totalmente distintos y a pesar de todo, se complementan perfectamente. Van juntos por la calle, paseando y cogiditos de la mano y después de tanto tiempo, es admirable. Me encanta estar con ellos, es así. Han sido mis segundos padres desde siempre, cuando mis padres no podían cuidarme. Me han enseñado a valorar lo que te da la vida y a superar cualquier obstáculo que se te pone por delante en todos los aspectos. Pero no vamos tan solo a filosofar, no puedo negar la admiración que le tengo al cocido de mi abuela. ¡Santo Cielo! Que tiemble Arguiñano o cualquier cocinero de renombre, ante sus patatas fritas. Y a mi abuelo… Gracias a él, he aprendido que en la vida hay que tener paciencia, como cuando él espera a que crezcan las verduras del huerto, y si salen mal, otro año será el bueno. Creo que si él no hubiese estado conmigo cuando en primaria aprendía a dividir, con lo mal que se me daba, me hubiese cogido una depresión… Tal vez exagere, pero él me ha enseñado a tomarme la vida con calma, y es que sin paciencia no sé como les podría ayudar cada vez que pierden el hilo con los móviles y ordenadores, pero yo lo intento. Hay una frase que dice así “No valoras lo que tienes hasta que lo pierdes”, y no quiero que eso me pase con mis abuelos. Por eso, quiero darles las gracias por todo lo que hacen por mí, y si alguna vez os los cruzáis por la calle, a una abuelita bajita y apariencia risueña, y a un hombre alto con cara de buena persona, os prometo, con total sinceridad que esta vez las apariencias no os engañarán.
ÀLEX FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
¿ QUE SERÁ DE LA MÁQUINA DEL TIEMPO ? David se acababa de despertar, estaba preparado para ir al trabajo, pero justo cuando iba a salir de su piso sonó el teléfono. David fue corriendo a cogerlo, pero no llegó a tiempo. Pudo ver que la persona que habia llamado era su primo Andrés. - Ya lo llamaré luego, no creo que sea importante. - Pensó sin preocuparse. Al llegar al Museo de Historia, donde trabajaba como administrativo, empezó ha hacer sus tareas pendientes. Al llegar la hora de comer decidió llamar a su primo. - Andrés, siento no haberte llamado antes, estaba muy ocupado. ¿ Que querías ? - Primo, no te lo vas a creer: he hecho una máquina del tiempo. La única pega es que necesito a dos personas para viajar. - ¿Me estas tomando el pelo? Espero que no, sería una broma de muy mal gusto. - No es ninguna broma. Ven a casa esta tarde y verás como no te miento. David, que no lo tenia muy claro, decidió ir a casa de su primo después de comer. Si era mentira, vería a su primo; si era verdad, se lo pasaría muy bien. Al terminar su plato de macarrones cogió una manzana y fue corriendo a su Ford Fiesta. En un santiamén estaba en la casa de su primo. Tras hablar detenidamente de la máquina del tiempo ambos entraron en una chimenea que, según Andrés, era la máquina del tiempo. - ¿ A dónde quieres ir ? Bueno mejor dicho, ¿a cuándo quieres ir?. - Me gustaría ir a la edad de los vaqueros, bueno, mejor al Cretácico, me gustaría ver dinosaurios de verdad. - Vale, pues allá vamos. Andrés cogió un mando y marcó la fecha deseada. Contra todo pronóstico, la máquina funcionó. Estaban en un ambiente tropical, se escuchaban numerosa aves y olía a decenas de flores que nunca habían olido. Decidieron dar una vuelta por aquel precioso entorno. En pocos minutos encontraron un dinosaurio. Ninguno de los dos sabía qué
ÀLEX FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
dinosaurio era, pero pudieron apreciar que era una especie de estegosaurio. - Andrés, estos dinosaurios son preciosos, mas prefiero ir a otra época en la cual no nos puedan atacar. - Yo pienso lo mismo. Vamos a la época de los vikingos. Será peligroso, pero no tanto. Andrés marcó la fecha deseada y, al igual que había pasado, antes llegaron al tiempo deseado. David y su primo fueron visitando diferentes épocas, entre ellas el antiguo Egipto, el Paleolítico y la Edad Media. Cuando David y Andrés se cansaron de viajar, volvieron al siglo XXI. David quería explicarle a todo el mundo la gran invención de su primo, mas Andrés no lo tenía claro. Decía que si todo el mundo se enteraba todos querrían viajar en el tiempo y eso sería una catástrofe. Si la gente empezaba a viajar por el tiempo podrían cambiar el futuro por una de aquellas razones que solo saben los científicos. David no podía creer que su primo no quisiera decírselo a nadie, podrían ser ricos y muy famosos. David y Andrés estuvieron varias horas hablando al respecto. Andrés no cambiaba de parecer. David se cansó de hablar con su primo y se fue a su piso. Estaba muy cabreado, no entendía como su primo prefería no decir nada, al fin y al cabo Andrés se haría famoso, él no. David no quiso pensar más en el tema, prefirió irse a dormir. Al día siguiente David se levantó y se puso a mirar las noticias de la TV. Al ser domingo el museo estaba cerrado, lo que quería decir que David no tenía que ir a trabajar. Al poco rato de ver las noticias, David decidió ir a casa de su primo otra vez. El hecho de ver las noticias no paraba de recordarle que, si convencía a su primo, podría ser el titular más importante del día siguiente. Al llegar a casa de su primo volvieron a discutir durante varias horas y al final llegaron a una conclusión: hacer documentales de las etapas del tiempo. Con esa solución los dos primos ganarían mucho dinero y fama, tal como quería David, y nadie sabría lo de la máquina del tiempo, como quería Andrés . Los dos primos llegaron a la conclusión de que hablar tranquilamente es la solución para todos los problemas.
MI ABUELA PREFERIDA: Mi abuela preferida se llama Adela, pero yo la llamo “Iaia” o “Abu”. Tiene setenta años, pero desde mi punto de vista aparenta menos. Era una mujer muy enérgica hasta que mi abuelo (Iaio Lluís) enfermó y ahora va en silla de ruedas, a causa de un “Ictus” que le dejó todo el lado derecho paralizado. Ahora mi abuela está todo el día pendiente de él, y necesita ayuda. Creo que por eso tengo tanta afinidad con ella. Mi abuela tiene una perrita que se llama Laica. Se la regalaron cuando mi abuela enfermó, para que le hiciera compañía. Laica es la perra más mimada que existe en este mundo. Es un “yorksiretoy”, un chucho de poco más de un kilo y medio, una rata con pelo.Pero lo queremos un montón. Mi abuela es muy especial, poque cada día del mundo me llama para hacerme un resumen del programa que nos encanta, “Mujeres y hombres y viceversa”. Siempre que puedo voy a su casa a verlo y criticar a los “personajes” que salen en el programa. Cada vez que estoy triste o enfadada con mis padres o con mi hermana voy a verla, y le cuento mi problema, y ella me cuenta una historia de su época, que a veces lo empeora, (Casi siempre), pero me hacer reír y se me pasa todo. Y por eso es mi abuela preferida.
Anna Pérez Mis abuelos ¿Nunca te has parado a pensar en la gente de la calle? ¿Con cuántas personas nos cruzamos a lo largo del día? Muchas veces he pensado sobre eso, sobre cómo juzgamos las miradas, expresiones faciales, y las ropas de los seres que nos encontramos cada día. Hay facciones que nos expresan dolor, sufrimiento y cansancio, debido a una tez pálida y abatida. Hay almas felices, que asociamos a ropajes coloridos y bohemios, con bocas mostrando sonrisas que se esconden detrás de labios carmín. También están las falsas apariencias. Pensamos que un individuo acaba de salir de la cárcel o acaba de cometer un homicidio al ver ciertos tatuajes, una expresión ruda o una barba demasiado larga, cuando en realidad, no sabemos nada de la vida de ese chico. Y así hablamos también, de personas que podrían pasar totalmente desapercibidas, de lo que podría sentir alguien al encontrarse a mis abuelos. Ella era de Andalucía, una chica risueña, que emigró desde Almería a Terrassa cuando sus padres fallecieron. Él, un joven chico de Terrassa de toda la vida. El destino hizo que se cruzaran en un baile y nunca más se pudieran separar. Llevan más de medio siglo juntos, que no es moco de pavo. Sus puntos de vista son totalmente distintos y a pesar de todo, se complementan perfectamente. Van juntos por la calle, paseando y cogiditos de la mano y después de tanto tiempo, es admirable. Me encanta estar con ellos, es así. Han sido mis segundos padres desde siempre, cuando mis padres no podían cuidarme. Me han enseñado a valorar lo que te da la vida y a superar cualquier obstáculo que se te pone por delante en todos los aspectos. Pero no vamos tan solo a filosofar, no puedo negar la admiración que le tengo al cocido de mi abuela. ¡Santo Cielo! Que tiemble Arguiñano o cualquier cocinero de renombre, ante sus patatas fritas. Y a mi abuelo… Gracias a él, he aprendido que en la vida hay que tener paciencia, como cuando él espera a que crezcan las verduras del huerto, y si salen mal, otro año será el bueno. Creo que si él no hubiese estado conmigo cuando en primaria aprendía a dividir, con lo mal que se me daba, me hubiese cogido una depresión… Tal vez exagere, pero él me ha enseñado a tomarme la vida con calma, y es que sin paciencia no sé como les podría ayudar cada vez que pierden el hilo con los móviles y ordenadores, pero yo lo intento. Hay una frase que dice así “No valoras lo que tienes hasta que lo pierdes”, y no quiero que eso me pase con mis abuelos. Por eso, quiero darles las gracias por todo lo que hacen por mí, y si alguna vez os los cruzáis por la calle, a una abuelita bajita y apariencia risueña, y a un hombre alto con cara de buena persona, os prometo, con total sinceridad que esta vez las apariencias no os engañarán.
MI ABUELA PREFERIDA Mi abuela preferida es la madre de mi madre. Se llama Teresa. Tiene los ojos azules, el pelo rubio clarísimo y es un poco bajita. Es muy activa, continuamente va de aquí para allá haciendo faena. Siempre está trabajando en algo, sea lo que sea, pero no puede quedarse quieta. De lo que hace en todo el día, lo que más me gustaba cuando era pequeña, era que tocara el piano. En su casa tiene tres, pero uno ya está muy desafinado. Cuando yo era una niña, cogía una silla y me sentaba a su lado. La mirava cómo movia los dedos por todo lo ancho del teclado. El mejor momento era cuando se ponía a cantar. Mi abuela tiene una voz muy bonita y muy aguda que nunca desafina. Me gustaba cantar con ella, aunque no supiera la letra, me le inventaba. Y en esos momentos me acordaba de las canciones que me cantaba para que me durmiera cuando era un bebé. Lo que más me fascinaba y hacia donde siempre miraba, eran las partituras. Un montón de bolitas negras y blancas repartidas entre infinidad de rayas y, mezclados entre las bolitas, algunos símbolos que no entendía. Algunas veces también había escrita la letra de las canciones. Casi nunca apartaba la vista de ese papel tan divertido y me lo imaginaba como un mundo nuevo por explorar. Un día, fui a un concierto al aire libre con ella y con mi abuelo. Aún no habían empezado y nos sentamos a primera fila a esperar. Entonces salió un chico y cogió un instrumento que esaba en el escenario. Era de color oro y brillaba a la luz del sol, porque no había focos. El muchacho empezó a tocar un montón de notas. Mi abuela me dijo que era para calentar el instrumento. Pero casi no me enteré, estaba abstraída por aquel sonido tan bonito y alegre. Ahora voy al Conservatorio de Terrassa, desde los ocho años, y estudio el saxofón. Ese día, gracias a mis abuelos, supe que era especial para mí y ahora disfruto un mucho tocando en conjuntos instrumentales como cuartetos de saxofón y la Banda Municipal de Terrassa.
SANT JORDI 2015
CASTELLANO
4ºESO B
UN SUEÑO Ella era una chica de 18 años, con el pelo largo y negro, y de piel muy pálida. En el instituto tenía bastantes amigas, pero reales solo pocas, y siempre solía juntar con su grupo de toda la vida, formado por cuatro amigas: Andrea, Laura, Sandra y Claudia. Su media de notas era bastante alta, y le gustaba salir a divertirse con ellas. Estaba en la época de conocer chicos, y desde siempre había estado enamorada de su mejor amigo, Sergio. Nunca fueron más que amigos, pero siempre hubo algo especial entre los dos. Era una niña feliz que disfrutaba de la vida, pero un día esto cambió. Ana era una mañana cualquiera, salió de casa a las ocho de la mañana para coger el autobús y llegar al instituto. Llegó, saludó a sus compañeros y entraron a clase. La mañana transcurrió sin ningún problema, además, ese día Sergio a la hora de comer le había dicho que luego le llevaba de vuelta a casa con su coche. Así que al salir de clase quedaron en la puerta y se fueron. Al principio todo iba genial, no encontraron tráfico y llegarían antes a casa; pero cuando llegaron a una carretera llena de curvas empezó a sonar su canción preferida. Los dos empezaron a cantarla y a reírse. De repente Sergio bajó el volumen para coger el móvil, le estaba llamando su amigo. Le dijo que fuera a su casa en cuanto pudiera, ya que su primo, al que no veía hacía tiempo, había ido a visitarle, y en menos de una hora cogía el tren para volver a su casa. Sergio, sin pensarlo, aceleró. Cada vez estaba más cerca del coche de delante, hasta que chocó a gran velocidad y acabó estampando el coche contra un árbol a gran velocidad. Después de esto Ana no recordaba nada, ni cómo había llegado hasta el hospital, ni qué le había pasado… nada, ni que había pasado la tarde con Sergio, los dos solos. Sentía todo y nada, sentía dolor, frustración, rabia,… y ansia por saber cómo estaba Sergio. Los médicos no le decían nada, solo le decían que se centrara en recuperarse ella. Recibía muchas visitas, y ella se sentía bien, porque no había salido tan mal parada para lo que podría haber sido, tan solo tenía un brazo roto y dolor de cabeza. Hasta que llegó el peor momento de su estancia en el hospital, ese momento que ni a los médicos ni a los pacientes les gusta vivir, cuando le comunicaron que Sergio había dejado este mundo y que no habían podido hacer nada para evitarlo. Ana, rota de dolor, empezó a llorar y a llorar, tanto que parecía que así se acababa su vida, y en ese momento, sintió más dolor en el corazón que en el brazo que se había roto. Todo estaba perdido, todos sus sueños, y no sabía qué hacer.
SANT JORDI 2015
CASTELLANO
4ºESO B
Hasta que… abrió los ojos. Era una mañana como cualquier otra, con un sol que iluminaba la cara y, al mirar a su lado, vio que era real, que Sergio estaba a su lado. Todo había sido un sueño, un sueño del que le había encantado despertar. Nada había cambiado, todo había sido fruto del mundo de los sueños y ella, más feliz que nunca, lo despertó a besos. Ester Sánchez Sánchez
SANT JORDI 2015
CASTELLANO
4º ESO A
LOS SUEÑOS ESTÁN PARA LOGRARLOS Todo el mundo tiene sueños en su cabeza. Cada uno de ellos diferentes, unos más difíciles, otros más fáciles, pero todos tienen una característica común: son posibles. Muchas personas ven sus metas muy lejanas y con pocas posibilidades, en vez de pensar que cada paso que dan para conseguirlo están más cerca de lograr lo que quieren. Mis principales sueños están centrados en el mundo del deporte, en el mundo de la natación, un deporte que ocupa gran parte de mi vida. Me ha ayudado a ser una persona más exigente conmigo misma y querer mostrar siempre lo mejor de mí. Además, la natación me ha enseñado que para conseguir lo que uno quiere, es imprescindible el sacrificio y la lucha para lograrlo, acompañado siempre por un pensamiento positivo y con muchas ganas. El camino hacia la recompensa puede ser duro, pero la satisfacción y la felicidad al ver que has conseguido lo que siempre has soñado es inexplicable. La CONSTANCIA es la clave. Laia Redondo
El Hurto Es él, teniente, tiene usted que creerme. No pregunte cómo: simplemente lo sé. Solo él (y ojo: residen numerosos delincuentes en este vertedero que tenemos por municipio) puede conseguirlo. Tengo testigos, teniente. Dicen que le vieron, de noche, de reojo. Le vieron cometer El Hurto, en vivo y en directo. Que qué fue lo que hurtó? No pueden decirlo, por supuesto, es el quid del suceso. No me mire con esos ojos, muy señor mío, de tener usted dos dedos de frente hubiese conocido su merced qué fue lo que hurtó en el mismo momento en que ello sucedió. Piense, hombre, piense con detenimiento. Use sus cinco sentidos: rememore todo lo que hoy he dicho. Esfuércese en percibir que prescindo del uso de cierto elemento en mi discurso. Obvie lo que digo, si es preciso. Si consiguiese usted ver que no es el qué, sino cómo digo lo que digo, lo que merece su interés... Siendo yo consciente de su rostro de incomprensión y siendo mi único propósito por el momento que usted logre entender lo que le digo, me serviré de cierto recurso (un poco insólito, debo reconocer) en pos de cumplir el susodicho objetivo. Seguro conoce usted de cierto guiso típico y distintivo de nuestro territorio, cuyos ingredientes son por todos bien conocidos: fideos, puerro, pollo... Observe que prescindo de decir un ingrediente imprescindible en el desempeño del mejunje. Intente decírmelo. Sé qué reconoce qué me dejo por decir. Inténtelo, se lo ruego. Lo ve, señor teniente? No puede. Siente usted un poder indescriptible que le impide decir el ingrediente. Con el término indecible en su mente, intente emitir términos homólogos. Siente usted que es imposible decir un enorme número de ellos, no es cierto? Piense usted en qué demonios tienen todos ellos en común... Correcto! Lo veo en su rostro. Por fin comprende usted que es lo que él nos quitó. Por fin entiende usted lo severo y peligroso del incidente. Tenemos que detenerlo. No podemos permitir que este delincuente quede impune. Por cierto... conoce usted el procedimiento con el que reponer lo perdido?
Tristan
CINCO INSPIRACIONES No soy tu Quijote porque no lucho contra tus gigantes, pero cada vez que veo tus dientes, mi cordura se pierde. No soy tu Don Juan. Pero, a quién pretendo engañar, si cuando estoy contigo, soy Doña Inés a punto de estallar. Pero podría ser tu heroína, la que vencería a todos, por tan sólo verte amanecer cada día. Verte, saber que eres mi Eros, O mejor, saber que eres tú. Y saber que tu risa no es un sueño. “Porque los sueños, sueños son”. Alba Cuadrado
SANT JORDI 2015
CASTELLANO
4º ESO C
WINTER WIND -
Señorita Haley, vaya preparándose.
Empezaba la cuenta atrás. Repasé la partitura mentalmente por enésima vez. “Winter wind” sonaba en mi cabeza mientras mis dedos se movían en el aire al compás de la música. Mi mano izquierda se movía lentamente; la derecha, en cambio tenía que ser rápida y precisa. Imaginaba cada nota, cada sonido, como si lo estuviera escuchando en aquel preciso instante. Descubrí a Chopin por primera vez cuando tenía seis años, en un concierto donde actuaba Elisabeth, una amiga de mi madre. La recuerdo perfectamente cuando salió al escenario, segura de sí misma, imponente. Salió, se sentó en la banqueta, y se enfrentó al piano. No sabría cómo describir la actuación. Cuando empezó a tocar se me hizo un agujero en el estómago que me absorbió y paralizó a la vez. Transmitía los sentimientos con tal fuerza, que eran palpables en el ambiente: pasión, tristeza, melancolía,… creaban una especie de ilusión que te transportaba dentro de la pieza. Ni siquiera sé cuánto duró. Solo sé, que al terminar, la única cosa que deseaba era ser pianista y poder llegar a interpretar las obras con la misma fuerza que ella, hacer que la gente quisiera tocar. Las lágrimas caían descontroladamente por mis mejillas. El público aplaudió eufórico. Aquella noche no solo me enamoré de una canción, de un instrumento y de la música, sino que aquella noche marcó un antes y un después en mí. Cuando salimos nos reunimos con ella. Yo seguía llorando. La rodeé con los brazos y le supliqué que me enseñara a tocar el piano. Llegó el día y ella está allí, a mi lado, esperando incluso más impaciente que yo a que llegara mi turno. Me llamaron. Elisabeth me estrechó la mano y me dijo: “¿Para quién tocarás hoy?”, me guiñó un ojo y me dejó ir. Había llegado mi hora. Salí. La luz de los focos era cegadora. Me concentré en el stainwai and som que tenía en frente mío, majestuoso, esperando. Me dirigí hasta el centro del escenario, saludé al público, tal y como lo había ensayado millones de veces delante del espejo de mi habitación, me senté y respiré hondo. Este era mi mayor deseo hecho realidad, pero solo porque Elisabeth, esa noche de hacía ya nueve años atrás, había accedido a enseñarme lo hermosa que podía ser la música. Aquella noche tocaría para ella. Coloqué mis manos sobre el teclado. Disfruté unos segundo del silencia de la sala, y entonces, empecé. Júlia Sanz
El submarí groc Estava en el meu despatx, amb els peus sobre la taula i els papers de la feina per terra. La brisa suau del ventilador em feia sentir més lliure, amb ganes que vinguessin les vacances d’estiu. Però sobretot que el director del diari, meu cap, em deixés de molestar. Però aquestes coses passen molt de tant en tant, i ara no era el cas. Una silueta va obrir d’un cop la porta, era el director! Va arribar tan enfadat que va deixar anar unes paraules que van fer canviar el recorregut de la meva vida: - Et juro que com no em portis un reportatge de primera, m’encarregaré que et perdis la feina- Va dir. A partir d’aquest moment vaig decidir que faria el millor reportatge de la meva carrera com a periodista. Ja que encara no n’havia fet cap. Em vaig informar d’un nou experiment científic, una de les meravelles de l’home respecte a la natura. Un submarí ecològic que quan va per fora de l’aigua, fa servir unes veles enormes que fan moure el submarí i, aprofitant que la llum del sol toca el vehicle aquàtic, produeix energia amb unes plaques solars molt potents que estan situades a les barques salvavides del voltant del submarí. Aquesta energia també fa moure el vehicle per sota de l’aigua. Aquest invent em va semblar tan espectacular que vaig decidir fer-ne un reportatge. Vaig agafar un taxi per dirigir-me a Barcelona, la ciutat on es construïa aquesta meravella. En arribar l’aeroport del Prat, una limusina m’estava esperant a la porta de l’avió, eren el enginyers que també havien construït aquell fantàstic cotxe. Em van portar cap al seu taller, en Max em va mostrar un llençol que tapava alguna cosa. L’enginyer va estirar del tros de roba i va aparèixer una silueta enorme amb unes grans finestres que permetien veure l’interior del submarí. - Senzillament espectacular!- Vaig pensar. Després de fer unes quantes fotos i entrevistar el personal, em van explicar que el vehicle ja estava acabat i que si volia els podia acompanyar a fer la volta pel món, sense utilitzar cap tipus de material que pogués perjudicar el nostre planeta. Jo els vaig dir que estava encantat, i que aprofitaria per acabar el reportatge que donaria la volta al món.
Comença el viatge
Dia 1 A les sis del matí hem quedat per començar el gran viatge. Hi érem tots: un dentista, un metge, un mecànic i molts altres més. Just estava sortint el sol, quan nosaltres carregàvem el nostre submarí, batejat amb el nom de Submarí groc. Els petits vaixells de pesca venien carregats de peix, marisc, i algun que altre animal que s’havia enganxat a l’ham de la canya de pescar. El dia ha anat passant molt lent, l’única font de distracció era mirar com les onades viatjaven per a la superfície del mar. Dia 2 Avui no feia massa vent, per tant ens hem submergit sota del mar, i hem utilitzat l’energia solar que vam emmagatzemar ahir. Dia 5 Hem sortit del submarí per fer una mica de submarinisme, i una morena ha atacat un del enginyers. Per sort el metge l’ha pogut curar. Dia 20 Està plovent a bots i barrals i durant tot el dia hem estat navegant per dins de l’aigua. Dia 50 Se’ns acaben les provisions, sort que d’aquí poc arribarem a Madagascar! Dia 79 Ja veiem Barcelona, tots tenim moltes ganes de tornar, tantes que no ens hem pogut estar de sortir a la superfície, ensenyar les veles i agafar una gran velocitat. Però una tempesta ens ha retingut, i no podrà ser fins demà que no podré entregar el reportatge que em salvarà de quedar-me sense feina.
El laberint del lleotaure Ja fa alguns mil·lennis, en una de les poblacions més antigues i més importants de la història, va succeir una de les històries més conegudes de tot el món. Aquesta història tractava de déus molt poderosos. Hi havia deus tan poderosos que fins i tot tenien el poder de tria el poder que volguessin. Tot i això, encara alguns mortals volien desafiar-los, els que els desafiaven eren severament castigats, convertint-los en monstres. Aquests deus eren de l'antiga Grècia, concretament de la ciutat d'Atenes, una de les ciutats més importants en aquell moment de la història de Grècia. En aquella ciutat des de ja feia uns anys, un dels millors constructors de l'antiga Grècia, havia sigut convocat pel gran rei d'Atenes Nol. Aquest rei era molt poderós, però ell havia de seguir el que els deien els deus, com tots els grecs. El rei, en concret, creia en el déu Apol·lo -déu del Sol-, i li va demanar a Nol que havia de fer un laberint interminable per a una monstruositat que havia creat. Resulta que un mortal anomenat Dídac va mirar molt fixament l'esposa d'Apol·lo i el va maleir. Però a l'esposa d'Apol·lo li va agradar que un mortal la mirés i per això li va pregar al seu marit que no el matés. Aleshores, Apol·lo va agafa el Dídac i li va posar un cap de lleó. Aquella bèstia era molt lletja, abominable i molt perillosa, creien molts. Però en veritat era un ésser humà, amb cap de lleó. Després d'haver acabat el laberint, el rei va ensenyar-lo al déu. Va dir que no podia entrar perquè no se'n podia sortir, és clar, sense les eines adequades. Només es podia sortir d'una forma, amb un cubell ple d'aigua. Aquest laberint estava en pendent i la porta de sortida estava a baix, així que tirant una mica d'aigua, es podia saber cap a on havies d'anar. Tot i això, era molt difícil de sortir. Quan el déu va posar al Dídac, van batejar el laberint com al laberint del lleotaure. Aquella bèstia estava condemnada a morir al laberint, però el que no sabia el deu era que el lleotaure tenia un informador de tot. L'informador li va dir al lleotaure que del laberint només se'n podia sortir d'una manera i que si es volia treure el cap, el lleó havia de matar el deu. Quan es va adonar que li havien donat una bossa amb una bota d'aigua molles de pa, va decidir fer el que li havia dit l'informador: buidar tota l'aigua per sortir. Així, després de passar una fam i una set insuportables durant uns dies, va aconseguir sortir del laberint. El primer que va fer, va ser anar a la ciutat a buscar en Nol. El que va sentir el Nol quan venia el lleotaure eren només crits de gent que veia el monstre. El lleotaure li va preguntar a Nol on estava el temple d' Apol·lo. El rei encara atemorit li va senyalar el camí. Va anar directe, sense pensar-ho i allà mateix, mentre dormia el deu, li va clavar un punyal que li va travessar tot l'estómac matant-lo. I allà es va trobar amb la seva informadora, l'esposa d'Apol·lo, que li va treure les restes del cap de lleó que ja li havia caigut. Dídac Díaz 1esoB
La imaginació nul·la Hola, em dic Joel i tinc catorze anys. Vaig a tercer d' ESO a l'Institu Ramón i Cajal. El dijous passat tenia un dia curt quant a classes. Només en tenia cinc, però de les més difícils, com matemàtiques o socials. També tocava català on la professora va dir que havíem de fer una redacció. El tema era lliure. Vam obrir els ordinadors, i tots van començar a escriure. Jo no tenia idees i vaig esperar un llistat de temes variats que va donar la professora. Quan va arribar, no me'n va convèncer cap. No sabia què fer. Els meus companys ja portaven unes vint línies cadascú. Jo estava bloquejat. No podia pensar. Tota l'estona estava escoltant el soroll de quan escrius amb les tecles. Allò era símptoma que tots estaven escrivint, amb molta fluïdesa, i a més, tots alhora, coordinats. També se sentien paraules, converses entre vàries persones. Estava sol, tot sol, i no podia pensar en un tema ja que aquells sorolls em turmentaven. Per això, en vaig buscar alguns per Internet. Cap pàgina amb temes m'agradava, i res em va venir al cap. Estava totalment col·lapsat. Finalment, va sonar el timbre de final de classe i vam anar a casa. Tota aquella tarda, vaig estar pensant en la redacció. Mai m'havia passat, això de no saber què escriure. Sempre havia tingut imaginació, però aquell dia no. Fins i tot, quan vaig sortir a entrenar, estava pensant com podia començar, de què podia tractar... Res em va agradar. Eren idees patètiques, no servien per res, i si les escrivia, trauria un zero en la nota. Els següents dies, hi vaig seguir pensant, ja que m'importava treure bona nota i cada cop quedava menys temps per lliurar-la. Potser podia escriure sobre el que em va passar un dia, o un altre, o explicar alguna pel·lícula que m'hagués agradat. Doncs res. No eren idonis, més aviat absurds. Només quedaven dos dies, i encara no tenia ni una línia, el document estava en blanc, sense fer servir, buit de paraules i lletres. Davant d'allò, vaig decidir a començar a escriure qualsevol cosa per animarme una mica d'aquell desconsol que tenia davant l'ordinador. Cap línia. Un altre dia va acabar, i no havia ni començat la redacció, no tenia el tema tan sols. Me'n vaig anar a dormir, per descansar del mal de cap que tenia, per buscar idees. Aquella nit vaig tenir un somni fantàstic, amb un argument genial per a la redacció. Per tant, vaig obrir el portàtil, i vaig decidir començar a plasmar aquell somni en el document, totalment en blanc. La redacció em va quedar molt bé, amb un plantejament, un nus , i un desenllaç sorprenents. Una setmana després de lliurar-la, la professora ja la tenia corregida. Ens la va donar, i vaig treure un excel·lent. Estava molt content. Després de les peripècies que havia passat per escriure-la, l'havia pogut acabar, i a més, amb una nota esplèndida.
BUSCANT LA FELICITAT Em dic Mayra Armengol. Sóc una noia que viu a Terrassa, una ciutat de la província de Barcelona. Tinc 17 anys i practico un esport: el futbol. Per a mi, el futbol és una de les activitats més importants de la meva vida. Sense el futbol no seria feliç. Hi he dedicat molts anys i molts esforços. La meva carrera futbolística va començar al Bonaire. Era molt petita: tenia sis. Abans dels sis anys, ja corria pel camp del meu barri fent el que més m' apassionava: tocar i xutar la pilota. Vaig jugar cinc anys al Pla del Bonaire. Hi vaig tenir bons entrenadors i companys, els quals em van ajudar a créixer com a futbolista. Un dels meus entrenadors, en Marià, el dia del meu aniversari, em va donar una gran sorpresa. Ell creia que estava prou capacitada i tenia prou qualitats per jugar en un bon club. La sorpresa era que m' havia aconseguit poder fer les proves per ingressar a l'espanyol! Quan en Marià m'ho va dir, vaig sentir una alegria impressionant i estava molt il·lusionada. Estava desitjant poder fer les proves el més aviat possible. Aquesta és la manera com vaig arribar a l'Espanyol. Dec milers d'abraçades i agraïments a en Marià. Cada dilluns, dimecres i divendres entrenava al club de l'Espanyol. Els caps de setmana sempre jugava partits i, en un partit contra el Terrassa, vaig conèixer un noi que es diu Òscar, a qui també li agrada molt l'esport. Ell practicava el ciclisme, però no ho feia en un nivell tan professional com el meu. Vam començar una relació, primer d'amistat i després me'n vaig enamorar. Estava molt il·lusionada amb ell; passàvem junts llargues estones que no les canviaria per res del món i esperava passar-ne moltes més al seu costat. Però no va ser així. Quan feia més o menys mig any que sortíem, ell em va dir de veure'ns perquè volia parlar amb mi. Vam estar parlant, i va fer-me la següent pregunta: ''el futbol o jo”? Ell em deia que com que dedicava tant de temps al futbol, no estava per ell. Havia de prendre una decisió. Vaig prendre la decisió de quedar-me amb el futbol. La relació es va acabar. De vegades, en el descans, encara recordo la seva pregunta. Vaig estar molt temps pensat en ell, però de tot una se'n surt. Un diumenge vam jugar contra un equip que venia dels Estats Units, i van contactar amb mi. Volien fer-me saber que els va agradar molt com jugava, que ja feia temps que em seguien i que tenien una proposta per mi: em volien proporcionar una beca per poder anar-me'n a Tennessee i anar a jugar a una universitat i estudiar. Decidir-me, em va costar moltíssim. Si me n'anava, deixava el club dels meus amics i, el més importat: la meva família. Al final, vaig decidir anar-me'n perquè una oportunitat com aquesta no es presenta cada dia. En el nou club vaig créixer com a futbolista. Ara fa tres mesos que sóc als EEUU, i encara que trobi a faltar totes les persones que estimo, sé que ho estic fent per un somni: ser una reconeguda jugadora de futbol.
L’OCELL DE LES ESTACIONS Fa molt i molt temps en un regne on la gent, les collites i els animals canviaven d’estat d’ànim segons les estacions de l’any: primavera, estiu, tardor i hivern. Durant els segles, la jerarquia havia seguit així però alguna cosa canviava quan arribava la primavera: la gent era feliç i les collites eren insuperables. Quan arribava l’hivern les coses canviaven: la gent no era com abans. La gent estava trista, deprimida i passaven gana perquè les collites eren pèssimes, molt dolentes. Alguna cosa feia que canviés l’estat d’ànim de les persones. En Marc, el príncep, fill del rei Jaume, havia tingut una de les millors educacions de tot el regne a l’aire lliure, en la naturalesa, acompanyat d’animals salvatges i ell va ser qui va descobrir el naixement d’un ocell mai descobert. Durant els anys, es va adonar que des del naixement fins a la mort, l’ocell canviava la gent, només existien en un lloc en concret i era en aquell regne. En Marc va avisar el seu pare perquè feia molt de temps que passaven tots aquells canvis. En Jaume va encomanar a un caçador que li portés aquell ocell tan especial. L’ocell va quedar en una gàbia durant molt temps i durant tot aquest temps el regne va caure en una desgràcia permanent. La primavera era com l’hivern, sempre era el mateix. En Jaume, el rei, va contraure una malaltia i va acabant morint. En Marc es va convertir en el nou rei i no sabia què fer per acabar aquella desgràcia que corrompia aquell regne durant tant temps. L’ocell anava envellint, no es podia reproduir. El regne anava empitjorant cada vegada més. Al principi de cada estació de l’any, el rei escoltava pel balcó un soroll estrany, com si un ocell hi cantés, i el de dins responia. Amb la finalitat que aquella parella d'ocells es poguessin reproduir-, l’ocell engabiat va ser alliberat i les coses van tornar a la normalitat, però en Marc volia descobrir per què no sempre les persones estaven contentes i es va endinsar cap al bosc. Volia tenir sort. Pensava que veuria aquella parella d’ocells i així va ser. I amb la idea que tenia al cap, els va construir un niu on generacions d’ocells hi podrien viure. Des d'aquella bona acció del rei Marc, el regne va viure bé, bo i feliç durant segles i segles . Èric da Silva
La filla del mar Aquesta història va d'una noia especial que tenia una història especial. Es deia Vera, la filla del mar. El poble deia que aquella noia era molt misteriosa. No sabien qui eren els seus pares, però els paisans l'anomenaven la filla del mar. Li van dir així perquè un dia al vespre, del mar va sortir una petita capsa on hi havia el nadó. Hi havia rumors que deien que era molt perillosa, que amb els seus encants et seduïa i després et matava. No intencionadament. Vera, amb 14 anys, es va enamorar d'un noi, i ell també es va enamorar d'ella. Un dia quasi a mitjanit, van sortir a passejar i es van banyar al mar. Van estar jugant dins del mar calmat, però, de sobte, Vera es va girar un moment i el noi va desaparèixer. Es va submergir sota el mar però no va trobar res. Un petit vaixell de pescadors que passava per allà va veure la Vera demanant ajuda, alguns pescadors es van llençar al mar per ajudar-la. Va començar a haver-hi moltes ones i el mar s'anava empassant els pescadors d'un a un. Els pescadors van desaparèixer en l'incansable mar, desintegrats, sense rastre d'ells. La Vera i els pocs pescadors que hi quedaven, se'n van anar nadant fins a la vora del mar, i no van tornar a veure'ls mai més. El poble estava molt angoixat amb la mort dels seus veïns, i no acceptaven la Vera. Deien que ella havia sigut la culpable de tot això, però ella no entenia res, no va entendre com van poder desaparèixer en el mar i no trobar els seus cossos. Una altra llegenda diu que del mar on va sortir aquella noia, estava enamorat d'ella, i que en un atac de gelosia, el mar va fer desaparèixer el seu amic. També diuen que amb cada noi que s'ha enamorat d'ella el mar l'ha fet desaparèixer i que Vera ja no es podia enamorar més. Quan Vera ja tenia vint-i-dos anys es va tornar a enamorar una altra vegada, aquesta vegada amb un turista que va venir al poble, qui no sabia res de la llegenda. Quan van començar a sortir a passejar cada nit, el mar es va començar a posar gelós. Vera en un intent de salvar la vida del seu enamorat, es va ficar lentament en el mar, i va desaparèixer en ell. El mar ja la va tenir per a ell sol.
El dragón celestial Había una vez, en Japón, un joven llamado Takamura, hijo de un señor feudal. Estaba completamente enamorado de una simple jovencita campesina llamada Hatsuke, y esta también se había enamorado del noble joven. Los dos tenían tantas ganas de verse que, durante unos meses estuvieron saliendo juntos. Un día se les vino a la cabeza que podrían casarse y tener hijos para formar una familia feliz. Así que decidieron que se lo preguntarían a sus padres, pero, por un lado el señor feudal no iba a permitir que su hijo se casase con una simple campesina y que no tuviera ningún familiar noble y, por otro lado, los padres de la campesina se iban a negar por miedo de que si el matrimonio no salía bien o le pasaba algo al joven noble, les echarían la culpa a ellos y los encarcelarían. A pesar de aquellas dudas, los dos tenían clara su intención de casarse. Así que decidieron fugarse los dos juntos. Hatsuke cogió un pañuelo muy grande y lo llenó con comida, ropa y agua. Takamura lo único que cogió fue su bien más preciado: su estatua del dios del amor, el Dragón Celestial para que les ayudara a ser felices juntos. Salieron a las 5 de la madrugada, para que no los viera nadie. Siguieron un camino que pasaba por un pequeño bosque de cerezos, caminaron hasta que fueron las 10 de la misma mañana y pararon descansar un pequeño lago y recobrar fuerzas. Al mediodía, habían llegado a un pequeño pueblo de la región de Kioto. Por aquella zona nadie los conocía, así que Takamura se alegró porque no los reconocerían y podrían pasar una temporada en aquel pueblo. Al cabo de un tiempo, regresaron a la ciudad para decirles a sus padres que habían decidido que no se casarían. Al llegar, los dos se llevaron una gran sorpresa. Sus padres estaban sentados en un banco hablando de forma muy seria. Fueron a ver qué les pasaba, al verles sus padres saltaron de alegría y corrieron a abrazarlos como locos, preguntándoles dónde habían estado durante tanto tiempo. Les dijeron que estaban muy preocupados porque los habían buscado por todas partes sin encontrarlos y que hasta se había producido una pelea entre las dos familias: unos decían que era culpa del señor
feudal porque no aceptaba que su hijo se casase con una campesina y los otros decían que era culpa del campesino porque no quería que su hija, al casarse con el hijo de una familia noble, esta le quitase sus campos y sus tierras. Cuando por fin pudieron hablar, el joven noble y la campesina les dijeron a todos que habían decidido no casarse para no crear más conflictos. De repente saltó el padre de la campesina y dijo que si querían casarse que lo hicieran, pero con una condición: que el señor feudal les diera un hogar mejor para vivir y recursos para trabajar en el campo. El señor feudal no aceptó y, tras ver la intención del campesino, cogió el brazo del joven y se fue para su castillo. El campesino hizo lo mismo con su hija y se fue para su casa muy indignado. La noche llegó en seguida a la ciudad y llegó la hora de dormir, pero en ese momento ocurrió una cosa increíble que nadie se esperaba. En medio de los jardines del castillo apareció la figura de un dragón de color amarillo muy brillante, tanto que era como si ya se hubiera hecho de día. Takamura se despertó de un salto y al ver la figura en el cielo supo en seguida quién era: ¡era el Dragón Celestial! Bajó las escaleras como un rayo y al llegar a los jardines le preguntó al dragón qué quería. La bestia le dijo una simple frase que hizo cambiar del todo la perspectiva del joven, “para ser feliz no hacen falta bodas, ni regalos, ni fiestas; para ser feliz solo se necesita el amor y la compasión de un corazón tan puro como el agua”, y al terminar la frase desapareció lentamente. A la mañana siguiente, el joven noble madrugó para ir en busca de su amada y contarle lo ocurrido la noche anterior noche. Al escucharlo, la campesina se dio cuenta de que no hacía falta casarse para ser felices y de esa forma se lo dijo a sus padres. El campesino arrepentido decidió ir al castillo para disculparse con el señor feudal por su comportamiento del día anterior. Al final todo salió bien, aunque Takamura y Hatsuke no se casaron fueron felices para toda la vida.
Bru Esogie
Vainilla Periwinkle
2ndo Bachillerato
La verdadera belleza «No eres más que un espejo roto, mírate, apenas se te reconoce en el reflejo.» Estoy sentada en clase, la lección no me interesa, así que agacho la mirada y me fijo en las uñas de mis manos pintadas de rojo. Siempre he odiado el rojo, así que las escondo entre las mangas del jersey. Intentando volver a distraerme, dirijo la mirada hacia la ventana y miro a través de ella. Las flores bailan al son de la brisa primaveral, los pájaros baten frágilmente las alas y se posan sobre los bancos de madera, el sol de abril me inunda de calor y hace que cierre los ojos lentamente. Brindo por la tranquilidad. Sin darme cuenta empiezo a soñar, me percato de que soy un árbol, siento como mis ramas se mueven al ritmo de las caricias de la estación. Pero de repente me doy cuenta de que no tengo color, ni una sola tonalidad de verde juega entre la sombra y la luz. Qué digo. Tampoco tengo sombra. «No tienes nada, no eres nada. Siempre estás pintándote las hojas de una tonalidad diferente según él pájaro que se posa en tus ramas.» De repente, la profesora me nombra (sabía que no estaba en clase con ella) y me pide salir a la pizarra. «Oh vamos, es tu oportunidad de lucir tu mentira y que todos se la crean.» Me levanto decidida y me paseo elegantemente hasta la pizarra, donde escribo el ejercicio mientras sé que toda la clase me mira. «Así que hoy las cartas cantarinas del país de las Maravillas han decidido pintar tus pétalos del color que define a otra, ¿ya te encuentras cómoda en este atuendo? ¿Crees que por llevarlo conseguirás ser como ella? Quítate todo ese maquillaje y dile al profesor que no has podido hacer la tarea porque pasaste la tarde buscándote a ti misma en otras personas. ¿Lo has conseguido? ¿Te has encontrado? No, por supuesto que no, solo estás actuando. Y lo peor de todo es que sigues intentando convencerte de que hoy también te has levantado siendo tú, pero es mentira, eres una mentira, únicamente te has levantado con el mismo objetivo de todos los días: ser aceptada, sin importar cuánto tengas que olvidar quién eres.» Me tiemblan las manos, me bloqueo, estoy demasiado preocupada por todos esos ojos analizándome de arriba a abajo. Se me resbala la tiza de los dedos, y justo en el momento que choca contra el suelo, suena el timbre. Respiro hondo. No consigo silenciar mi consciencia. Y no deja de atormentarme. Otra vez lloviendo. La lluvia siempre es la protagonista en este pueblo, quizás por esa razón me he sentido tan en paz cuando he conseguido cerrar los ojos en clase en ese breve paréntesis de calidez. Quizás por cerrar los ojos y mirar dentro de mí he logrado verme. Y ha sido entonces cuando he encontrado mi sitio. Mi yo. Me subo al coche de vuelta a casa y veo como las gotas de agua caen desde el cielo gris y resbalan por el frío cristal que me resguarda de ellas. Parecen caminos. Senderos que se hacen y deshacen con el viento. Travesías que aparecen aceleradamente para después desaparecer. No consigo encontrar una sola gota de agua que escriba un recorrido sin final, pues todas tienen uno y ninguno se une a otro. Simplemente desaparecen del cristal, ya no puedo seguir con la mirada cómo se precipitan por el vidrio húmedo. Ya no están. «Sé que no te gusta que llueva, como sé que no te gusta cómo te dejan atrás, como no consigues unir tu camino al de otras
personas, como te quedas helada y resbalas por la vida de aquellos a los que quieres impresionar. Eres como una gota de agua, nadie puede ver lo que hay en ti, todos ven a través, no quieren fijar su atención en una copia, en alguien vacio. Piénsalo, te gusta pedir cualidades, talentos y habilidades de los demás ¿pero qué les ofreces tú a ellos? Estás tan convencida de que ser tú no va a gustarle a nadie que te has olvidado de internarlo. Quizás esta lluvia te ayude a limpiar toda la pintura de la que te has cubierto. La lluvia, fresca y cristalina, cayendo desde el cielo gris, borrando caminos que jamás recorrerás.» Me siento incomoda, algo me oprime el pecho. «Porque tú lo quieres así.” Intento cambiar de posición dentro del coche, me desabrocho el cinturón, pero suena ese estúpido pitido que me lo impide. Aun así no hago caso y dejo que suene. A mi lado mi madre hace girar el volante y entramos en nuestra calle. Me mira extrañada y me pregunta si tengo prisa, que ha de decirme algo importante. “Sí, tienes prisa, necesitas prepararte un nuevo “yo” para el día siguiente. Vamos, ¿de verdad? ¿más? ¿por qué hacer algo que no define quién eres? ¿qué ganas? Has de saber que la felicidad no nace de engaños a tu mente. Porque ahora, gracias a eso, las que crees mejores confianzas son solo una farándula, una comedia dentro de un drama. Si te engañas a ti las engañas a ellas.» Quiero salir ya del coche, subir escaleras arriba sin mirar hacia los lados, y encerrarme en la habitación. Pero mi madre me detiene antes de que pueda abrir la puerta. Nos mudamos. Me sonríe plácidamente, cree que me hace un favor, sé que notaba que no me sentía bien aquí, que este lugar me encerraba, pero nunca supo que donde no estaba cómoda realmente era en mi interior. Que soy yo misma quien no deja abrir la flor del cerezo, y que prefiere ser el tronco de un sauce llorón, prisionero de la sombra. «Veo que por fin estás empezando a aceptarlo. Eres tu propia cárcel y la sociedad es tu tortura, pero este es el castigo de tu crimen, nadie más tiene la culpa excepto tú.» «El tiempo siempre acaba desnudando a las personas. Dime si comportarte como una marioneta de la sociedad, intentando hacer creer que eres quien no eres llena tu vacio. Podrás ser el centro de todas las miradas, pero siempre acabarás decepcionando a todos los que te rodean, porque les habrás presentado a alguien que no eres tú, y entonces ¿quién eres?» Me tumbo en la cama, y así como llora el día, lo hago yo. Pero un rayo de sol inunda la habitación, un rayo de sol ilumina mi oscuridad. Un rayo de sol seca mis lágrimas. Ahora me arrepiento de haber desafiado mis posibilidades, de caminar con tacones cuando debí saltar descalza, de tapar mi rostro con maquillaje cuando mi piel era libre de imperfecciones. Decido beberme esos haces de luz, aprovechar la mudanza, esa oportunidad fortuita de descubrirme a mí misma y de sentirme bien cuando pronuncio mi nombre. Quiero dejar de resbalar con la tela de raso de todos mis disfraces. Porque la verdadera belleza está en ser auténtica. «Pregúntate algo: “Si quisieras ser alguien, ¿escogerías ser tú?»
GUANYAR NO HO ÉS TOT Un bon dia de primavera, un dia normal com tots els altres, segueixo estudiant i preparant-me pels exàmens finals. Estic farta d'haver de faltar als entrenaments de dansa i necessito desconnectar una estona. Comença a sonar el telèfon i de cop i volta un petit sobresalt corre al meu interior. Baixo les escales corrents i contesto: - Hola? - Hola, truquem de la companyia de dansa «volem guanyar» de Parets del Vallés. - Amb qui volen parlar?- contesto bastant atemorida. - És vostè la senyoreta Abril Sánchez? - Sí- dic amb un fil de veu - Trucàvem per informar-la que ha sigut seleccionada entre milions de ballarines per poder entrenar durant un any sencer a la nostra acadèmia. No m'ho podia creure, m'estaven oferint la possibilitat d'entrenar en el millor centre de dansa a escala nacional. Sempre havia tingut la il·lusió, però mai m'ho hauria pogut imaginar. A mi, a una ballarina del munt, aquesta oportunitat... Potser tot era una badinada de mal gust però per si de cas, havia de respondre: - Segueix vostè al telèfon? - Sí, sí, segueixo aquí - T'agradaria aprofitar aquesta oportunitat única? - Mm... Haig de parlar-ho amb els meus pares, però demà a primera hora donaré una resposta. Després de parlar amb els meus pares i passar-m'hi tota la nit donant-li voltes al tema, de bona matinada vaig trucar al centre i vaig informar que assistiria a les classes a partir d'aquell mateix dia. La secretaria em va informar dels horaris. Sincerament eren uns horaris bastant complets. A partir d'aquell moment m'havia d'esforçar molt més per poder mantenir les meves notes en l'àmbit acadèmic i per demostrar-li a l'entrenadora d'aquella acadèmia que jo era una bona ballarina. Era el primer dia, estava molt nerviosa, ja que no volia que el meu primer dia fos decebedor. Va començar la classe i vaig notar un cert favoritisme cap a mi el qual les altres nenes no rebien. L'entrenadora cridava com un ogre, encara que em feia una certa por, com que els crits no anaven dirigits a mi, no em preocupava gaire. Les dues primeres setmanes van ser meravelloses i fascinants però a mesura que passava el temps, el favoritisme i l'afecte que mostrava la senyoreta Raquel va anar disminuint en picat. S'apropava la primera competició internacional a la qual jo assistia. Durant les setmanes anteriors vam treballar més de l'habitual. La nit abans de la competició, abans de marxar a casa, la Raquel em va ficar una pressió impressionant, quasi amenaçant-me. Em va dir que la seva acadèmia tenia un llistat molt alt, cosa que jo ja sabia, i que no volia que en el meu primer campionat la deixés n'evidencia davant de les entrenadores d'acadèmies rivals. També em va comentar que allò ja no era pas un joc i que tot era molt més important del que jo em pogués imaginar. Vaig passar una nit horrible en tots els sentits. Els nervis de la competició es van sumar a la pressió que m'havia ficat la meva entrenadora, però al fi es va fer de dia i era hora de marxar a la competició. Vam entrar al pavelló, i vaig tindre una sensació molt estranya, ja que feia menys de quatre mesos, jo competia en unes de les acadèmies que al costat de la que estava ara, eren molt més inferiors. Després d'una estona escalfant i carregant-me de nervis va arribar el meu torn de sortir a l'escenari i demostrar el que havia treballat. En aquells instants l'únic que desitjava era fer a la perfecció la
meva actuació. Vaig sortir a pista amb una actitud positiva, encara que amb molts nervis i molta pressió. Va començar a sonar la música i em vaig quedar totalment en blanc. No em recordava de la coreografia que tantes vegades havia assajat. Vaig marxar corrent i vaig explotar a plorar. En sortir de l'escenari l'únic que volia era una abraçada de la Raquel consolant-me i dient que no em preocupés pel que havia passat. Vaig córrer als vestuaris a plorar, no volia que ningú em veiés. Per la porta va aparèixer la Raquel amb una cara somrient, i realment em va impactar molt, ja que jo esperava una esbroncada monumental. Sense perdre el somriure de la cara em va dir: - Cent flexions ara mateix. Jo vaig obeir. Estava trista, sabia que havia defraudat a molta gent. El dilluns vaig tornar a l'acadèmia i semblava que tot continuava com sempre. Va començar l'entreno i la Raquel no m'entrenava. No parava de cridar-me i qualsevol moviment que feia estava mal fet. Aquesta actitud respecte a mi va continuar així durant mesos i jo ja no podia més. No sóc cap robot, només sóc una ballarina del munt, amb tretze anys i amb ganes de gaudir de la dansa.
Riu Blau Era un dilluns al matí, quan la Sara, la professora de primer C de primària de l'Escola Terrassa, va dir que el dimarts vinent s'anirien d'excursió a la muntanya de Sant Llorenç del Munt. Tot els nens i nenes de la classe es van posar molt contents i el dia abans van començar a preparar les motxilles. A les 10:15, després de una hora i quart d'autocar, van arribar a l'esplanada del Colom. Van caminar trenta llargs minuts, quan van veure un riu. Adam i Lucas caminaven en silenci quan l'Adam va dir: - L'altre dia la meva mare em va comprar un paquet de cromos i em van tocar els millors cromos. - Què dius! Els millors cromos són els que tinc jo. Van començar una baralla sense fi quan en Lucas li va donar una empenta a l'Adam tan forta, que el va llançar al riu. Va sortir molt enfadat però, va anar a agafar un mocador i va veure que tenia la mà de color blau. No s'ho podia creure estava tot blau. Lucas es va mullar una mica la mà per veure si a ell li passava el mateix i... Si! Van anar corrents a la tutora i li van dir molt preocupats: - Sara, Sara! - Què passa nois? - va preguntar. - El riu esta encantat. Si fiques la mà et tornes blau! - No digueu ximpleries, esteu secs i amb el color de pell de sempre. Es van mirar i tenia raó. Estaven secs i no eren blaus. Com podia ser? - Ja veuràs, fica la mà dins de l'aigua. Sortirà blava. L'Estefania va ficar la mà i va sortir normal. No l'entenien, a alguns si i a altres no? Perquè? Van fer una prova, van demanar a tots els nens i nenes de la classe que es mollesin el braç per comprovar a qui li passava i a qui no. Van seguir la llista de nens i les quatre primeres eren: Gisela, Laura, Pilar i Jessica. Ho van provar, estaven mullades però ja esta. Van pensar que potser això, només els hi passava al nens, i no a les noies. Li van demanar al Josep, el més llest de la classe que ho fes també
però tampoc es va tornar blau. Ho van provar amb tots i totes però res. Ells eren els únics que els hi passava - Vinga nois, ja ens anem cap a l'escola. Que ja son les 15:15 hores. Es van anar però no deixaven de pensar el aquell riu misteriós. Quan va arribar a casa seva, en Adam, s'ho va explicar tot a la seva mare i ella va dir: - Com pot ser això? Vinga a berenar. Ell el que va fer va ser demanar-li al seu germà gran que busques per internet el riu a veure si sortia alguna cosa i si, posava: ''En el riu de la muntanya de Sant Llorenç del Munt, hi ha molta gent diu que es torna blava i en un moment es seca. Això es perquè es un riu misteriós, no a tothom li passa. Peró això com pot ser? Es la pregunta que es fa molta gent. Dons es fàcil d'explicar, a la gent que te bon cor no li passa. Si no vols ser un 'pitufo' tota la teva vida has de ser bona persona''. Maria Parrado 1r ESO D
Teníem vuit anys Teníem vuit anys. Teníem vuit anys quan aquella professora va entrar a les nostres vides. Teníem vuit anys quant els estudis de la meva classe i jo ens van deixar d'importar, tot per culpa de la nostra professora. Per culpa d'ella tots vam començar a tenir un mal comportament, tot per culpa d'aquella bruixa, que ens va començar a fer portar-nos malament perquè tothom tenia un odi molt gran contra ella, això va fer que tothom comences a fer el que volia en les seves classes, això va fer que les seves classes fossin un descontrol. Des d'aquell curs (era tercer) vaig començar a portar una mala vida amb els meus amics (i jo). Vam començar a consumir drogues com per exemple la marihuana, a començar a traficar amb drogues també, i a començar a ficar-nos en baralles de bandes llatines. Tots aquests anys van ser molt foscos. Van ser de quart fins a cinquè, perquè quan em tocava anar a sisè els meus pares em van portar a una psicòloga, aquella psicòloga es deia aquella psicòloga es deia Marta, em va salvar la vida. La psicòloga em va ensenyar que no es podia portar odi contra una persona dins el cor durant tant de temps perquè sinó no pots viure la vida que voldries. Li vaig dir que m'encantava la meva vida però era mentida perquè no volia que em veiés plorar, per treure l'odi de dins meu, però no ho vaig suportar i vaig començar a plorar a la falda de la Marta. Em va dir que a partir d'aquell dia jo tornaria a l'escola, i així ho vaig fer. Quan vaig tornar a l'escola va ser com una explosió de sentiments, perquè els meus amics també havien tornat a l'escola. Llavors també vaig començar a plorar encara més fort que a la falda de la Marta, els meus amics se'ls hi va enganxar també i tota la classe va començar a plorar. Hi havia una professora, que no coneixia que ens estava mirant a tots, no comprenia el que estava passant perquè era nova i no sabia res del qué ens havia passat. Aquell primer dia no vam fer gaire classe, o almenys no estàvem escoltant perquè aquell dia va marcar un abans i un després en les vides de tots aquells nens que anàvem en aquella classe. Ara mateix vaig a primer d'ESO i potser no era la vida que més desitjava però al menys ara ja tinc una vida de debò gràcies a la Marta, la psicòloga que em va canviar al vida i em va ajudar ha veure que la vida té sentit, i no cal caure en la temptació de les drogues i la mala vida.
Clara Moral, 4rt A
Núvols de fum Abans de res, posem-nos en situació. Era un començament de setmana com qualsevol altre. Sí, era dilluns i, de lluny, ja es començava a veure el cel rosat del sol naixent, com era habitual a les 6:30 d'un matí qualsevol d'hivern. Les primeres persianes es començaven a enfilar. Uns minuts més tard, els primers obrers abandonaven les seves cases. Alguns acomiadant-se de les seves esposes amb un petit gest, altres, callats, amb la mirada perduda. Un nou dia a la fàbrica acabava de començar. I és clar que se'ls veia que no els agradava llevar-se d'hora per anar a les fàbriques, però, quin altre remei tenien per tal de poder tirar endavant les seves famílies? D'altra banda, el matí havia avançat. Els colors del cel havien canviat del rosa al blau de les 9:00. Totes les persianes del barri obrer eren amunt. Cal destacar que pràcticament tots els nens eren fora, gaudint d'una vida sense preocupacions. Alguns esmorzaven allò que les seves mares els havien preparat mentre que els altres ja havien començat amb la partida de bales. No necessitaven grans joguines per passar-s'ho bé. Estaven acostumats a viure amb poca cosa, però eren feliços. Més tard, les dones sortien amb la bugada per dirigir-se cap al petit riu on la rentarien. El sol ja havia assolit el seu punt més alt quan els nens eren cridats a dinar. Si ens endinsem a alguna de les cases, veiem que menjaven plats consistents, com llenties o sopes, ja que no tornarien a menjar fins que la lluna sortís. A la tarda/nit, quan el sol era inexistent, el cel gris i els núvols de fum, els homes tornaven, tots amb les cares brutes de treballar en les carboneres. Tots els nens tornaven a casa, aquest cop per no sortir-ne fins al dia següent. El sopar estava preparat i les famílies s'explicaven anècdotes del dia al voltant d'una taula que, segurament, tornava a fer olor de sopa o llenties. En definitiva, no era la millor vida ni el millor ambient. La contaminació era alta a causa de les fàbriques, però, i què? Aquella gent hi vivia, i prou feliços. Tenien família, amics i menjar i diners suficients per sobreviure en aquella societat. Però també tenien un fet del qual n'havien d'estar agraïts: al matí següent tornarien a veure canviar el cel del rosa al blau amb núvols, fossin de fum o no.
Laia Sànchez Gonzàlez 4B ''OBSESSIÓ'' M'han dit que dediqui una hora a l'estructura d'aquesta escriptura, però no ho faré, escriuré automàticament. Ni tan sols m'importa aquesta nota; no penso desaprofitar aquesta oportunitat d'expressió. I, a més, amb un tema que respon perfectament a les idees del meu cap. Per començar, he de dir que jo sempre he estat una noia de números més que de lletres. Potser això expliqui per què em passo els dies comptant, fent càlculs sense parar... Cada cop que els números pugen a la bàscula em sento... horrible. No hi ha cap altra paraula per descriure aquesta sensació. Simplement és espantós, et sents inútil, lletja, sense voluntat per res. Estic farta de comptar calories, quilos, i defectes. Però no puc escapar, o no vull. No vull llençar a la paperera aquest maleït esforç per sentir-me bé. I que trist és sentir només buit, soledat i fred. Sóc una ombra que engoleix tota la llum que se li apropa. He arribat a un punt en què em sento còmoda en la meva tristesa, com la nostàlgia de tornar a la teva llar. Però això no és tot, també he de dir que m'agrada la música. Toco un instrument que sempre va amb mi: la meva pell. La toco com un violí, amb un petit arc de metall, però ningú no ha escoltat mai les meves melodies doloroses i pesades. Potser algun dia abandoni aquesta obsessió, o potser ella algun dia em faci abandonar aquest món. Mentrestant, jo seguiré sumant i comptant, tocant i desafinant... O tallant i desafilant?
REDACCIÓ ST. JORDI Títol: Som persones Som el nostre futur i la nostra pròpia extinció. Perquè sense voler-ho hem creat una de les armes més perilloses, ben utilitzada pot fer miracles però ens pot fer caure en desgràcia si no la controlem. Ja ho deia Feurebach: “la religió té per pare la misèria i per mare la imaginació. Així els déus són criatures de la imaginació, però d'una imaginació encesa per la sensació de l'home a la seva dependència, de les seves afliccions i el seu egoisme; són criatures no només de la imaginació sinó també de l'emoció, especialment l'esperança i la por”: Som persones, no hauríem de deixar-nos guiar per una fe cega domada per una religió sorgida de la imaginació i la por. Som persones, no som lacais ni enviats de déus il·lusos als quals fem responsables de les ventures i desventures del que anomenem vida, el vertader regal. Som persones, som més que això. Éssers humans, conscients del que fem, som i sentim; capaços de pensar, aprendre i preguntar. Capaços de crear història. Som persones, no titelles de la misèria i el pànic. Som més que això, no ens cal deixar de ser qui som per l'egoisme que altres en han imposat. Som persones, no ens cal matar, pegar o esgarrapar, podem fer sentir la nostra veu per sobre l'aldarull que fa el món. Som més que això, sense apedregar, afusellar o mutilar podem fer saber la nostra opinió. Som persones, podem actuar, salvar i curar sense res a canvi. Som més que això, ajudem, ensenyem i cuidem perquè estimem, i sabem que estimar és donar. Som persones i sabem estimar. Som persones i podem fer tot això i molt més, perquè creiem en nosaltres, en la valia pròpia. No ens cal la fe en la religió, un invent propi. Som més que això. Som persones, podem canviar el món, fer-lo millor. Només ens cal tenir fer en nosaltres mateixos.
Anna Cabané 4t C
Poema de Sant Jordi
Tema: Festes buida-butxaques. La gent espera impacient l'arribada de les festes i en un intent omniscient fan regals a les parelles. Però realment el que es vol i els estimats prefereixen que un dia qualsevol rebin el regal que es mereixen No cal esperar pas l'arribada d'una data per intentar sorprendre a la teva estimada. Un detall és suficient, pot ser un petó digital, ja sigui inconscientment lo important és important.
UNAS VACACIONES... DIFERENTES
Un día cualquiera, Miguel se despertó para ir al colegio. Eran las 8:45 de la mañana cuando se subió al coche de su padre y se fueron hacia la escuela. Era la última semana de clases y ya no había exámenes. Estuvo todo el día haciendo esos talleres que solo sirven para perder tiempo. Al salir de clase fue a comer a casa de su abuela, donde tambien estaban sus padres. Miguel les preguntó sobre las vacaciones. Ellos respondieron que estaban pensando en ir a Tenerife en agosto. El chico estuvo todas las vacaciones pensando en irse a la isla. Cuando por fin llegó agosto, Miguel hizo las maletas rápidamente para llegar pronto al aeropuerto y coger a tiempo el avión. Ya en el hotel, puso la ropa en el armario y cogió la cámara de fotos. La familia se fue a visitar Tenerife, estuvieron toda la mañana y parte de la tarde. Llegaron al hotel sobre las 17.30. Aún hacía calor, así que Miguel decidió quedarse en la piscina hasta la hora de cenar. Cuando estaba revisando las fotos que había hecho durante el día tumbado sobre su toalla, se le acercó una chica de más o menos su edad. Era de estatura normal, pelo castaño y ojos marrones. Miguel le enseñó a Ana (así es como se llamaba la chica) las fotos de su cámara. Miguel le empezó a preguntar cosas sobre ella: de dónde era, su libro favorito, qué le gustaba hacer... Ana hizo lo mismo y quiso saber más sobre el chico. Coincidían en muchísimas cosas, más de las que ellos podían haber imaginado. Ya era la hora de cenar, se habia pasado el tiempo volando. Los dos se quedaron con las ganas de conocerse más el uno al otro. Al día siguiente, después de desayundar, volvió a irse con sus padres a visitar Tenerife. Se lo estaba pasando bien, pero no dejaba de pensar en Ana. Sentía curiosidad por conocerla mejor. Quería volver lo antes posible al hotel para pasar algo de tiempo con ella. Pero Miguel no llegó demasiado pronto, lo justo como para cenar lo que sobraba en el buffet del hotel e irse a dormir ya que al dia siguiente se tenía que levantar bastante pronto. Cada tarde pasaban unas pocas horas juntos. Eran pocas, pero las suficientes como para conocerse un poco mejor. Cada vez se parecían más, parecían dos fotocopias. Las vacaciones se pasaron muy rápidamente. Era difícil que se volviesen a ver: Ana vivía en Cádiz y Miguel en Gijón. Les separaban más de 1.000 kilómetros, pero se prometieron
que algún día se volverían a encontrar. Seis meses más tarde, Miguel fue con su tío a Cádiz a ver a Ana. Fue muy emocionante volver a verse después de tanto tiempo. Miguel iba a Cádiz 3 veces al año con su tio: en marzo, en junio y en noviembre. No son muchas veces pero es mejor que nada. A día de hoy siguen hablando cada noche por Whatsapp. Y sueñan con vivir algun día juntos.