Cuadernos de Formación Política - MOVIMIENTO ESTUDIANTIL - Juventud Insurgente

Page 1


cuadernos de formación política

Pág. 1


cuadernos de formación política

Cuadernillos de Formación Política:

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Historia del Movimiento Estudiantil y Políticas Educativas

Pág. 2


cuadernos de formación política

¿Qué es la Juventud Insurgente? Somos una corriente estudiantil y juvenil con construcción nacional que se define políticamente como clasista, anticapitalista, antipatriarcal y antiburocrática; y son estas características las que guían nuestra construcción. Como principal objetivo nos proponemos construir una juventud militante que siendo parte del pueblo trabajador, cumpla un rol activo en todas sus luchas. Entendiendo que ese camino debe ser encauzado con la enorme tarea de organizar a sectores de la juventud y el estudiantado en la lucha por el poder obrero y popular, para así aportar a un proceso social revolucionario de horizonte socialista, única opción para sacar a nuestro país y a nuestra América del saqueo, la pobreza, la opresión y la explotación. Consideramos que dentro de una herramienta política de la juventud, la militancia política debe contemplar una visión integral de las tareas a realizar, y es por eso que nuestra práctica militante estará trazada por la lucha en diferentes planos como, por ejemplo: el gremial, el académico, el institucional, el ideológico-político, también en el terreno de lo comunicacional, de la cultura y el arte y de géneros, entre otros. Contactos: FB: Juventud Insurgente Mail: juv.insurgente@gmail.com Página Web: www.juventudinsurgente.org

Pág. 3


cuadernos de formación política

Índice ¿Qué son los Cuadernos de Formación Política de la Juventud Insurgente? ……..……….Pág.6 Presentación…………………………………………………………………………………Pág.7 (Juventud Insurgente)

Reforma Universitaria de 1918 La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918. Su influencia en el origen de un renovado pensamiento emancipatorio en América Latina (Fragmentos) (Javier Pablo Hermo y Cecilia Pittelli) ….…………………………………………………..Pág.9 Manifiesto Liminar de Junio de 1918 (Federación Universitaria de Córdoba)…………………………………………….………...Pág.15

Julio Antonio Mella Nota introductoria (Néstor Kohan) ………………………………………………………………………….......................….Pág.21 El concepto socialista de la Reforma Universitaria (Julio Antonia Mella) ………………………………………………………………………………………………Pág.23 Tres aspectos de la Reforma Universitaria (Julio Antonia Mella) ………………………………………………………………………………………………Pág.25

José Carlos Mariátegui Nota introductoria (Néstor Kohan) ……………………………………………………………………………................…….Pág.28 Pág. 4


cuadernos de formación política La Reforma Universitaria Ideología y Reivindicaciones (Fragmentos) (José Carlos Mariátegui) ……………………………………………………………………………………………...Pág.30

El Movimiento Estudiantil en los 60’ y 70’ El movimiento estudiantil en la UBA entre 1955 y 1976. Un estado de la cuestión y algunos elementos para su estudio (Fragmentos) (Juan Sebastián Califa) ……………………………………………………………………………………………....Pág.33 La participación del movimiento estudiantil en el Cordobazo (Fragmentos) (María Laura Freyre) ……………………………………………………………………………………………....Pág.36

Políticas Educativas En ARGENTINA ¿QUÉ SON LES - CONEAU – ANFHE – PROHUM – LENES? (Comisión Contra la Mercantilización del Conocimiento de la FFYLL de la UBA)…….....…….Pág.47

En LATINOAMERICA ¡¡Estudiar, Luchar, Vencer!! (Fragmentos) (Cer-Cordón de Estudiantes Revolucionarios)……….............................................…..…Pág.57

Pág. 5


cuadernos de formación política

¿Qué son los Cuadernos de Formación Política de la juventud insurgente? Todo colectivo que se proponga transformar de fondo esta realidad necesita de la praxis. Es decir de la combinación en movimiento y en su justa medida de la teoría y la práctica. Ambas van de la mano, y no debemos dejar de lado nunca una por sobre la otra. Tan necesaria es la acción, el poner nuestro cuerpo diariamente, el llevar a acabo nuestras ideas en el terreno de la vida real, que si no lo hacemos, entonces nos convertimos inmediatamente en “revolucionarios de café”, simples opinólogos o charlatanes de feria. Pero al mismo tiempo, si hacemos un culto a la práctica y abandonamos la tarea de detenernos a pensar lo que hacemos, a balancear, a cuestionarnos lo mal hecho y rescatar lo acertado, y volver a planificar nuestras acciones, entonces nuestra actividad terminará inevitablemente desorientada y desviadade nuestro objetivo original. Y para poder pensar, re-pensar y re-plantearnos todo el tiempo nuestra práctica militante, necesitamos construir herramientas de análisis. La historia no empezó con nosotros. Las luchas de nuestro pueblo, la resistencia de las clases explotadas y oprimidas, sus experiencias, sus referentes, sus teóricos, sus procesos, sus legados, sus penas y sus glorias tienen una larga tradición y son una vasta cantera de donde ir a golpear con la maza para obtener de allí la gema de lasenseñanzas, las herramientas para analizar nuestra realidad, pero por sobre todo, para transformarla. Guiados por estas necesidades es que emprendimos desde la Juventud Insurgente la tarea de construir estos cuadernos de formación política como insumos para nuestra formación y la de todos aquellos compañeros y compañeras que lo deseen. Los ejes que se abordarán en esta oportunidad tienen que ver con Movimiento Estudiantil, Problemáticas de Géneros, Lucha Antirepresiva y Cultura y Juventud. A su vez para cada cuaderno buscamos fuentes en documentos históricos, en protagonistas, en intelectuales, seleccionamos fragmentos, editamos y a su vez escribimos una presentación para cada eje contando como entendemos desde nuestra corriente la importancia de cada temática, y el porqué de la selección hecha. Por último, somos concientes que estos cuadernos de formación política que hoy estamos editando son sólo un paso más en esa inabarcable tarea, de toda la vida, que es la formación política, que no se completa sin la práctica, que se enriquece con la participación colectiva y que no termina aquí, sino que apenas comienza, como un disparador para seguir en esa búsqueda de construirnos como una Juventud, que como dijera el Che, pueda crear y no sea una anomalía, realmente.

Pág. 6


cuadernos de formación política

Prologo ¿Por qué militamos en los ámbitos educativos? Porque estamos convencidos de que el movimiento estudiantil puede jugar un rol activo como actor social, como protagonista de las luchas del pueblo y como parte activa de un proceso de transformación social que nos permita construir una sociedad sin explotados ni explotadores. Así es que los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba se alzaron en 1918 contra la educación eclesiástica y oscurantista que entonces gobernaba la Universidad, por la democratización de sus estructuras, por un conocimiento laico y científico. Así fue que el movimiento estudiantil de Cuba supo apoyar enérgicamente la lucha revolucionaria en los 50’ llegando a ser parte activa y fundamental de la toma de la ciudad de Santiago, con el joven Frank Pais a la cabeza. Dinamizador fue el movimiento estudiantil que se movilizó de a cientos de miles por las calles de París junto a los obreros en aquel Mayo del 68’. Y fue el mismo año que los estudiantes de México dieron pelea, junto a un vasto movimiento social, en el que además de estudiantes de la UNAM, IPN, y diversas universidades; participaron profesores, intelectuales, amas de casa y obreros, que fueron crudamente masacrados por el gobierno mexicano el 2 de Octubre, en lo que se conoció como la masacre de Tlatelolco. Al año siguiente los estudiantes cordobeses volvieron a sacudir Córdoba y todo el país, junto con el movimiento obrero e inaugurando un período de rebeliones populares que pondrá en cuestión este sistema injusto y explotador. Estamos hablando del Cordobazo, hito de la unidad obrero-estudiantil, donde fundieron en un solo puño la vigorosa juventud y los estudiantes con las huelgas obreras, juntos en las calles enfrentando la dictadura de Onganía. Pero no hay que irnos tan lejos en el tiempo, el movimiento estudiantil se organizó y movilizó a nivel nacional cuando a fines de los 90’ se opuso fervientemente ala ley federal de educación y a la LES en la Universidad, llegando incluso a frenar la implementación de la ley federal en Neuquén y Capital Federal. Más acá fueron los estudiantes secundarios los que encendieron la llama de la rebelión estudiantil que en 2010 se levantó en Buenos Aires, la Plata y Córdoba, poniendo en la agenda nacional el problema de la educación pública. En estos años fuimos testigos de la gran lucha que dieron los estudiantes chilenos contra un sistema educativo retrógrado,heredado de la dictadura de Pinochet, que convierte en un servicio un derecho como la educación. El último hito de este movimiento lo tenemos en México, a partir de la trágica desaparición de 43 compañeros en manos del narcoPág. 7


cuadernos de formación política Estado, que motivó la movilización de grandes multitudes en este país hermano y nuevas instancias de organización y lucha social como hace tiempo no se veía en este país. En nuestros objetivos fundacionales nos proponemos la tarea de construir un movimiento estudiantil fuerte, amplio, combativo, unido a los problemas y luchas de su pueblo, que construya organización desde las bases, que tenga poder de movilización propio a partir de conquistar sus propias reivindicaciones(defender la educación pública al servicio del pueblo trabajador, ganar el boleto estudiantil, garantizar el acceso y la permanencia, conquistar un comedor universitario, becas, cátedras paralelas, etc). Que sirva también como escuela para nuevos y futuros luchadores que hagan allí sus primeras armas en la política y en la lucha social. A ello queremos aportar desde nuestra corriente, la Juventud Insurgente. Y por ello nos parece central para esta tarea estudiar procesos pasados, recuperarlos, rescatar lo mejor de sí y evitar volver a cometer sus errores. En esta oportunidad, nos propusimos abordar tres ejes: la experiencia de la Reforma Universitaria de 1918, el papel del movimiento estudiantil en los 60’ y 70’ en nuestro país y por último, un acercamiento a lo que son las políticas de mercantilización del conocimiento que buscan implementar el BM a nivel continental, con la complicidad de los gobiernos latinoamericanos y las resistencias de parte del movimiento. Con este cuaderno de formación política sobre movimiento estudiantil buscamos generar un humilde aporte al conocimiento de nuestra historia como movimiento, buscando en sus raíces, sus alcances y limitaciones; buscando en sus protagonistas, referentes revolucionarios y contemporáneos, una fuente de donde extraer ideas, reflexiones para el ahora. Porque hoy,más que nunca, sigue siendo fundamental encarar la tarea de construir un movimiento estudiantil que logre poner al estudiantado como un actor social dinámico, comprometido con la lucha de su pueblo, imponiendo en la agenda nacional el problema de la educación y construyendo conocimiento crítico, organización y lucha para la transformación de la realidad.

Pág. 8


cuadernos de formación política

Reforma Universitaria de 1918 La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918. Su influencia en el origen de un renovado pensamiento emancipatorio en América Latina (Fragmentos) Javier Pablo Hermo1 Cecilia Pittelli2

1Licenciado en Sociología (UBA) y Magister en Ciencias Sociales con orientación en Educación (FLACSO). Actualmente se desempeña como Profesor Adjunto en la Universidad de Buenos Aires. Es investigador y candidato a Doctor en Educación en la Universidad de Buenos Aires.

2Profesora de Historia (UBA), con estudios de Maestría en Política y Gestión de la Educación Superior (UBA). Actualmente, es Profesora e Investigadora en la Universidad de Buenos Aires. Es candidata a Doctora en Historia en la Universidad del Salvador de Argentina.

Pág. 9


cuadernos de formación política

(…) Por qué la Universidad de Córdoba entró en crisis Lo que sucedió en Córdoba en 1918 tiene una profusa bibliografía y no se desarrollará aquí, más que muy sintéticamente. Baste decir que se había intentado una reforma de carácter liberal -reconocido por el propio colectivo estudiantil en el Manifiesto Liminar de la Reforma-, que había sido producto de una intensa agitación estudiantil previa. Ante el clima convulsionado, el gobierno de Yrigoyen intervino la Universidad y con esta intervención se inició un proceso de democratización al llamar a una Asamblea Universitaria constituida por la totalidad de profesores titulares y suplentes, reemplazando a los cuerpos vitalicios que tenían el gobierno universitario. Esta Asamblea debía elegir Rector, esperándose que fuera electo un profesor comprometido con los cambios (Enrique María Paz), pero se eligió a uno que era expresión del pensamiento católico más tradicional (Antonio Nores), lo que provocó la irrupción de los estudiantes en la Asamblea y su finalización. El nuevo rector, Nores, integraba una asociación tradicional conocida como CordaFrates, que tenía una muy amplia influencia en la universidad, pero también en la política y la sociedad cordobesa. Como era de esperarse, el conflicto prosiguió, contando Nores con el respaldo del obispado de Córdoba y el de los poderosos miembros de la CordaFratesy los estudiantes con el de sectores populares y obreros que marchan a la huelga. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, Nores renunció y el Gobierno Nacional vuelve a intervenir la Universidad, se reforman los estatutos para cumplir muchas de las demandas estudiantiles e ingresan muchos de los líderes reformistas a la docencia, como el propio Deodoro Roca. A partir de allí nada sería igual. La Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, es creada al año siguiente en base a los preceptos reformistas. En la Universidad de Buenos Aires, las reformas que venían siendo realizadas, en buena medida, por quienes conducían la universidad, se consolidan y amplían. En la Universidad de La Plata el proceso de cambio y rebeliones estudiantiles continuó en 1919 y 1920, con características violentas y conflictos que terminaron con la reforma de los estatutos y la elección de nuevo Presidente (Rector).

Autonomía, cogobierno y Reforma Es así que la autonomía de la universidad será crecientemente entendida como capacidad de establecer un autogobierno –expresado como cogobierno de los claustros, con participación estudiantil y de los profesores como mínimo- y, también, en buena medida, de contar con autarquía financiera para administrar sus recursos. Ambas condiciones fueron reconocidas en Argentina en 1919 como consecuencia directa del Grito de Córdoba y fueron aplicándose de Pág. 10


cuadernos de formación política manera dispar en otros países del continente, principalmente a partir de la década de los ’30 del siglo XX, no sin luchas estudiantiles de por medio. (…) Otro costado, particularmente relevante para el análisis del ámbito universitario, es su impulso renovador para el desarrollo de la ciencia y su inclusión mucho más sistemática, en los claustros universitarios, todavía impregnados de la tradicional formación en leyes, teología y medicina, aunque había ya algunas facultades, escuelas y departamentos de ciencias exactas y naturales. Las carreras o programas académicos tecnológicos y científicos son hijos del mismo impulso modernizador que acompañó a la reforma, aunque ya había habido algunas políticas para impulsar la investigación científica y el desarrollo tecnológico, por parte de varios precursores. En todo caso, la vinculación profunda y necesaria entre docencia e investigación, así como las tareas de extensión, entendidas las tres como misiones principales de la universidad, es una herencia clara de los procesos reformistas. Claro que no será esa la única herencia del reformismo universitario. De hecho, su influencia más profunda estará marcada por una reaparición en escena del ideal revolucionario americano31 de fines del siglo XVIII y principios del XIX, contribuyendo a la recuperación de la necesidad de una identidad común y al destino de Patria Grande que habían soñado Bolívar y San Martín para una América unida e independiente.

Las ideas de la Reforma Sin embargo, es imprescindible resaltar el papel de vanguardia que tendrán las ideas y pensamientos de algunos de estos jóvenes estudiantes y graduados protagonistas excluyentes de este proceso de Reforma Universitaria; así como su proyección continental y extra-continental, llegando a influir a los protagonistas del Mayo francés. “La herencia de Deodoro afloraría en la enorme rebelión de los años 60 y 70 y su influencia sería universal, a tal punto que como reconociera Daniel CohnBendit la rebelión juvenil europea del Mayo Francés, estaría inspirada directamente por su pensamiento, incluso textualmente en algunas de sus consignas tales como 'en los exámenes responda con preguntas' o 'prohibido prohibir', estampadas en los muros de París”. El Manifiesto Liminar o Manifiesto de la F. U. de Córdoba publicado en La Gaceta Universitaria del viernes 21 de Junio de 1918 en su primera página titulaba su llamamiento a “La juventud argentina de Córdoba A los hombres libres de Sud América” en una clara expresión de fe emancipadora de lo que se consideraba un bastión del pasado colonial, clerical y oligárquico. Pág. 11


cuadernos de formación política Hay una búsqueda deliberada de relacionar este acto libertario con los sucesos independentistas de Mayo. La premisa sería: ruptura con el pasado hispánico, continuidad de la gesta revolucionaria de 1810, para destacar en este movimiento también su planteo fundacional. “La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo”.

La proyección del pensamiento emancipador y la Reforma. (…) la mayor influencia para la construcción de un pensamiento latinoamericano propio y emancipador estará dada por la continuidad y renovación del pensamiento de Martí, Vasconcelos, González Prada y Ugarte, que fueron seguidos por Julio Mella, Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, Aníbal Ponce, el propio Deodoro Roca y otros tantos que fueron capaces de leer las necesidades de cambio social en una clave americana. (…) También intervino de modo decisivo en los orígenes apristas otro gran dirigente peruano, José Carlos Mariátegui, conocido como el Amauta (del quechua: “maestro”, “sabio”). A diferencia de Haya de la Torre, Mariátegui va a profundizar una visión marxista latinoamericanista y por eso funda en 1928 el Partido Socialista del Perú, base del Partido Comunista Peruano. Su aguda visión de los problemas propios del continente, lo llevó a distanciarse de los dirigentes pro-soviéticos que comenzaron a ser mayoría en la sección latinoamericana de la III Internacional. “España nos legó, de otro lado, un sentido aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza. Dentro de este concepto, que cerraba las puertas de la Universidad a los mestizos, la cultura era un privilegio de casta. El pueblo no tenía derecho a la instrucción. La enseñanza tenía por objeto formar clérigos y doctores […]. La revolución de la Independencia, alimentada de ideología jacobina, produjo temporalmente la adopción de principios igualitarios. Pero este igualitarismo verbal no tenía en mira, realmente, sino al criollo. Ignoraba al indio. La República, además, nacía en la miseria. No podía permitirse el lujo de una amplia política educacional3”. 3 MARIÁTEGUI, José Carlos. 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Empresa Editora Amauta S.A., Lima, Perú. (1996). Fuente: http://www.yachay.com.pe/especiales/7ensayos/ENSAYOS/Ensayo4A.htm

Pág. 12


cuadernos de formación política Aníbal Ponce, quien fuera codirector de la Revista de Filosofía con José Ingenieros, es otro de los pensadores que van a retomar una visión marxista latinoamericana y que va a influir en muchos otros. Dijo, en ocasión de celebrarse el décimo séptimo aniversario de la Reforma y para criticar a las interpretaciones “cándidas”: “Creía [el reformismo] que la juventud tenía un valor en sí; que la historia era un choque perpetuo entre generaciones “polémicas” y generaciones “cumulativas”; y que bastaba por tanto desalojar de los claustros a los envejecidos y arrojar del gobierno a los mediocres, para que empezáramos a vivir la “hora americana”. No confiaba para eso en el único auxilio de sus fuerzas. En la calle y en la plaza había descubierto a un aliado formidable: el aguerrido y brioso proletariado americano. Pero aunque fraternizaba con él, y decía compartir sus ideales, le disputaba de hecho los puestos de comando y hasta pretendía esclarecerlo con su propia doctrina de las “generaciones”. Desdichada teoría y candorosa fatuidad a las que debió en buena parte su derrota […]. La “nueva universidad” a la que todos aspiramos, el “hombre libre”, cuya existencia queremos hacer una realidad sobre la tierra, exigen como condición primera la transformación radical de la sociedad sin alma. La universidad nuestra será libre cuando las masas americanas hayan conquistado también su libertad; cuando después de confiscar los latifundios, arrojar a los banqueros invasores y aplastar el enemigo de tantos siglos, empiecen a construir desde los propios cimientos la única sociedad en que podrán vivir la universidad “nueva” y el “hombre libre 4”. (…) Julio Mella, fundador del Partido Comunista Cubano, fue también un destacado discípulo de la reforma y participó activamente en recuperar la herencia de Martí, creando la Universidad Popular José Martí, inspirado en la Universidad Popular "González Prada" creada por Haya de la Torre en el Perú; con similares intenciones de facilitar el acceso a la universidad a los trabajadores y al pueblo. Luego, exiliado en México por la dictadura cubana de Machado, tendría notoria actuación en el Partido Comunista Mexicano, junto con otros jóvenes influenciados por Vasconcelos, la Reforma y la propia Revolución Mexicana -claro está-, como David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, entre muchos otros. Finalmente, se hace necesario dedicar unas palabras a la perdurable influencia del gran ideólogo y propulsor del movimiento reformista, Deodoro Roca. 4 PONCE, Aníbal. “Condiciones para la Universidad Libre”. Discurso pronunciado el 17 de junio de 1935. Fuente: http://www.labravo.com.ar/Politicas/IdRef/APonce.htm

Pág. 13


cuadernos de formación política “Su búsqueda permanente de la verdad, la belleza y el bien, lo articulan como un intelectual casi único en nuestra tierra, pues a ello sumaba su compromiso con el pueblo y la libertad: por las calles de Córdoba en 1918 los estudiantes rebeldes marchaban del brazo con los trabajadores de la Unión Obrera provincial -encabezada por el comunista Miguel Contreras- al grito de '¡Obreros y estudiantes unidos adelante!'. En la misma línea Deodoro sería detenido en 1919 cuando la matanza de la Semana Trágica” Él convirtió al sótano de su casa en Córdoba en un verdadero centro cultural por donde pasaron numerosos intelectuales, artistas y políticos comprometidos con el movimiento reformista y su co ntinuidad en los diferentes sentidos aquí planteados: entre tantos otros pasaron por allíMacedonio Fernández, José Ingenieros, Alfredo Palacios, Lisandro de la Torre, Stefan Zweig, el conde Keyserling, José Ortega y Gasset, Víctor Raúl Haya de la Torre, Eugenio d´Ors, Waldo Frank, y Rafael Alberti. La perdurabilidad de su pensamiento y la fuerza que transmitía a sus interlocutores signó también la realidad argentina y latinoamericana muchos años después:

“Tras su muerte, un joven asmático se mudó a Córdoba por recomendación médica. Allí, en una ciudad donde estaba vivo el recuerdo de Deodoro, se hizo muy amigo del hijo de éste, Gustavo, lo que le permitió pasar tardes enteras en su biblioteca personal. Dos décadas más tarde, Ernesto Guevara también se convertiría en ejemplo y símbolo de la juventud latinoamericana”5.

Conclusiones El siglo XX ha sido el de la expansión de los sistemas de educación superior y apertura a los sectores obreros y populares en muchos de los países de la región, especialmente durante los gobiernos nacional-populares, que posibilitaron el acceso y desarrollaron ofertas especializadas de universidades e institutos tecnológicos. Globalmente, puede afirmarse que ha habido un vínculo histórico entre el reformismo, la lucha estudiantil y los movimientos populares y de liberación nacional, con picos de expresión en las 5 PEDRÓ, Fernando. “Deodoro Roca. Entre influencias y olvidos”. En Revista Asterión XXI. Buenos Aires. N°4. (2002). Disponible en: http://www.asterionxxi.com.ar/numero4/deodororoca.htm

Pág. 14


cuadernos de formación política décadas del ’60 y ’70, en los que se produjo una radicalización de las luchas políticas con activa participación juvenil y estudiantil y en las que se retomaron y profundizaron muchas de las banderas reformistas, incluidas las de la unidad latinoamericana. La revolución cubana de 1959 y los levantamientos de Tlatelolco y París del ’68, tuvieron fuertes repercusiones en toda América Latina, incluyendo el Cordobazo de ese mismo año, con nuevas características de unidad obreroestudiantil contra una dictadura. Por otra parte, durante las dictaduras que se vivieron en la historia latinoamericana del siglo XX, el movimiento estudiantil formó parte -en la mayoría de los casos-, de los sectores opuestos al autoritarismo y reivindicó la democracia. La recuperación del funcionamiento democrático sin interrupciones que comienza en la década de los ’80, encuentra a las universidades públicas compitiendo con un número creciente de privadas que forman parte de la expansión general de la educación superior y cubren necesidades que no han sido resueltas desde el Estado, abriendo nuevos campos de tensión entre universidades y estados. Los ’90, con la adopción acrítica de las políticas y planteos neoliberales en educación, van a traer otros focos de conflicto y control para la educación superior.

Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria6 (21 de Junio de 1918)

La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica. 6 El Manifiesto Liminar es el nombre dado a la proclama del movimiento de Reforma Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) del 21 de junio de 1918. Redactado por Deodoro Roca y adoptado como documento programático por la Federación Universitaria de Córdoba. Constituyó la base de la reforma universitaria argentina. Su difusión e influencia se extendió rápidamente el resto de Latinoamérica constituyendo la base de todos los movimientos reformistas posteriores.

Pág. 15


cuadernos de formación política Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país con una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana. La rebeldía estalla a hora en Córdoba y es violenta porque ahí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las Universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y lo que es peor- el lugar donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las Universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria. Nuestro régimen universitario aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie de derecho divino; el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La federación universitaria de Córdoba se alza para luchar contra éste régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. EI concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiante, no se ejercita mandando sino sugiriendo y amando: enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un conminatorio reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuaternario, pero no una labor de ciencia. Pág. 16


cuadernos de formación política Mantener la actual relación de gobernantes y gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emanan de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las Universidades. EI chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de ciencia, es el del que escucha una verdad o la del que experimenta para creerla o comprobarla. Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de autoridad que en estas casas de estudio es un baluarte de absurda tiranía y solo sirve para proteger criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia. Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el doctor José Nicolás Matienzo, sólo ha venido a probar que él era más afligente de lo que imaginábamos y que los antiguos privilegios disimulaban un estado de avanzada descomposición. La reforma Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los mediocres han encontrado en ella inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que ver con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. EI sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son y dolorosas- de todo el continente. ¿Qué en nuestro país una ley se dice-, la ley de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos? Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral lo está exigiendo. La juventud vive en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo de contaminarse. No se equivoca en la elección de sus propios maestros. Ante los jóvenes no se hace rito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguro de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante, sólo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de alma, los creadores de verdad, de belleza y de bien. La juventud universitaria de Córdoba cree que ha llegado la hora de plantear este grave problema a la consideración del país y de sus hombres representativos.

Pág. 17


cuadernos de formación política Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de la elección rectoral, aclaran singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario. La federación universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país, y a América las circunstancias de orden moral y jurídico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio. AI confesar los ideales y juicios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida, quiere referir los aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no han presenciado desordenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referimos a los sucesos para que se vea cuánta razón nos asistía y cuánta vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos, se cumplían como el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. EI sentido moral estaba oscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales. El espectáculo que ofrecía la asamblea universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro exploraban los contornos en el primer escrutinio, para inclinarse luego al bando que parecía asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión públicamente empeñada, el compromiso de honor contraído por los intereses de la Universidad. Otros -los más- en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! ¡Religión para vencidos o para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de la juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos enemigos de la reforma. En la sombra de los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la revolución. La mayoría expresaba la suma de la represión, de la ignorancia y del vicio. Entonces dimos la única lección que cumplía y espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical. La sanción moral es nuestra. EI derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción jurídica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico, Pág. 18


cuadernos de formación política irrevocable y completo, nos apoderamos del salón de actos y arrojamos a la canalla, sólo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que esto es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuación, sesionado en el propio salón de actos la federación universitaria y haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de huelga indefinida. En efecto, los estatutos disponen que la elección de rector terminará en una sola sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobación del acta respectiva. Afirmamos, sin temor a ser rectificados, que las boletas no fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, aún no existe rector en esta Universidad. La juventud universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones públicas se ejercitan en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de "hoy para ti, mañana para mí", corría de boca en boca y asumía preeminencia de estatuto universitario. Los métodos docentes estaban viciados en un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la Universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas. Las elecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparan el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura la juventud, creyendo que la conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la ciencia. Fue entonces cuando la oscura Universidad mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferro, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros pies. Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados, contemplamos entonces cómo se Iban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios. No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, ni al juego de los intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. EI que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: "Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes". Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia universitaria! Pág. 19


cuadernos de formación política Recojamos la lección, compañeros de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión. La juventud ya no pide. Exige que se reconozcan el derecho de exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa. La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su federación, saluda a los compañeros de América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

Enrique F. Barros, Horacio Valdés, Ismael C. Bordabehere, presidente. Gurmensindo Sayago, Alfredo Castellanos, Luis M. Méndez, Jorge L. Bazante, Ceferino Garzón Maceda, Julio Molina, Carlos Suárez Pinto, Emilio R. Biagosch, Angel J. Nigro, Natalio J. Saibene, Antonio Medina Allende, Ernesto Garzón.

Pág. 20


cuadernos de formación política

Julio Antonio Mella [Nota Introductoria de Néstor Kohan7]

Julio Antonio Mella (1903-1929) fue el principal dirigente de la Reforma Universitaria de Cuba. También fundó la Liga Anticlerical en 1922, la Federación de Estudiantes Universitarios-FUC en 1923, la sección cubana de la Liga Antimperialista de las Américas y el primer Partido Comunista de Cuba en 1925. En su exilio, llegó a ser uno de los principales dirigentes del PC mexicano, desde donde colaboró con el levantamiento del nicaragüense Augusto César Sandino. En México fue el gran amor de la fotógrafa y militante italiana Tina Modotti (1896-1942). Ella le tomó sus fotografías más famosas (incluyendo algunos desnudos). Junto con José Carlos Mariátegui (1894-1930), Mella fue uno de los principales impulsores de la “latinoamericanización” del socialismo. Esto es: el intento de utilizar creadoramente —y no repetitivamente— las herramientas teóricas del socialismo europeo.

7 Las notas introductorias de Néstor Kohan que aparecen en este Cuaderno de Formación fueron extraídas del artículo “La Reforma Universitaria en el Siglo XXI” de la página web de Amauta, dentro de la “CátedraErenesto ‘Che’ Guevara”. Link: http://amauta.lahaine.org/?p=1997 Néstor Kohan (1967) es un filósofo, intelectual y militante marxista argentino. Publicó 25 libros de teoría social, historia y filosofía. Estudió esta última disciplina y se doctoró en ciencias sociales en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde es profesor e investigador del CONICET. Pág. 21


cuadernos de formación política En el marxismo de Mella, jamás se separan las luchas nacionales y antimperialistas (fundamentalmente contra el gobierno de Estados Unidos) de la tradición socialista. El suyo es un socialismo que se define y se conforma a partir de la confrontación con el imperialismo. En marzo de 1923, apenas cinco años después de Córdoba, la insurgencia estudiantil de La Habana declara la "Universidad Libre" y nombra a Mella rector interino. Mella, estudiante, tiene tan sólo 20 años. Más tarde, el joven es expulsado de la Universidad. El rector le hace un juicio. Mella le responde con una carta que remata diciendo: “la Universidad es de los alumnos”. De esta manera se hacía eco de la ideología antiautoritaria y juvenilista de la Reforma Universitaria. A raíz de su afiebrada militancia, este joven marxista se gana el odio de Machado, el dictador cubano de aquel momento. En 1929 Mella cae asesinado en una calle de México. Apenas tenía 26 años. Unos matones a sueldo de aquel dictador le pegan dos tiros por la espalda. A continuación reproducimos un artículo suyo donde sintetiza su visión socialista con su militancia en las filas de la Reforma Universitaria. Apareció originariamente en la revista Tren Blindado, año I, N° I, septiembre de 1928.

[Fin de nota introductoria]

Pág. 22


cuadernos de formación política

El concepto socialista de la Reforma Universitaria Julio Antonio Mella (1928)

Mucho se habla de "Reforma Universitaria". El malestar y la inquietud existentes entre los estudiantes hace que se oigan los balbuceos de un lenguaje revolucionario. En Tren Blindado y en pláticas públicas trataremos de desarrollar las bases sociales de este movimiento, sus antecedentes históricos, sus principios fundamentales y todo aquello que sea necesario para su mejor comprensión por la multitud estudiantil. Lo primero que necesitamos definir es el concepto real de la reforma universitaria. Hay mucha palabrería liberal y vacía sobre reforma universitaria, debido a que los elementos que en muchas partes tomaron parte de este movimiento lo eran de la burguesía liberal. Pero si la reforma va a acometerse con seriedad y con espíritu revolucionario no puede ser acometida más que con un espíritu socialista, el único espíritu revolucionario del momento. Las universidades, como otras tantas instituciones del régimen presente, están hechas para sostener y ayudar el dominio de la clase que está en el poder. Creer que los intelectuales, o las instituciones de enseñanza no tienen vinculación con la división sociológica en clases de toda sociedad es una ingenuidad de los miopes políticos. Nunca una clase ha sostenido una institución, ni mucho menos instituciones de educación, si no es para su beneficio. Es en las universidades, en todas las instituciones de enseñanza, donde se forja la cultura de la clase dominante, donde salen sus servidores en el amplio campo de la ciencia que ella monopoliza. Las universidades de los países capitalistas modernos crean abogados, ingenieros, técnicos de toda naturaleza, para servir los intereses económicos de la clase dominante: la burguesía capitalista. Si se considera que los médicos pueden ser una excepción se caería en un grave error. La inmensa mayoría de los médicos que se gradúan, ¿son para servir en instituciones de beneficencia colectiva o para formar en la burguesía profesional individualista y explotadora? Que muchos médicos no triunfen, por las mismas injusticias del régimen presente, no indica que la aspiración del gremio no sea ésta.

Pág. 23


cuadernos de formación política Sentado esto, que no necesita ampliarse para cualquiera que posea una media cultura social, diremos que la reforma universitaria debe acometerse con el mismo concepto general de todas las reformas dentro de la organización económica y política actual. No hay ningún socialista honesto que suponga factible reformar toda esta vieja sociedad paulatinamente hasta sacar de ella una nueva y flamante como en las viejas utopías. La condición primera para reformar un régimen -lo ha demostrado siempre la historia- es la toma del poder por la clase portadora de esa reforma. Actualmente, la clase portadora de las reformas sociales es la clase proletaria. Todo debe ir convergente a esta finalidad. Pero el hecho de que la solución definitiva sea, en esto, como en otras mil cosas, la revolución social proletaria, no indica que se deba ser ajeno a las reformas en el sentido revolucionario de las palabras, ya que no son antagónicos estos conceptos. Un concepto socialista de la lucha por mejorar la Universidad es similar al concepto del proletariado en su acción por mejorar las condiciones de su vida y su medio. Cada avance no es una meta, sino un escalón, para seguir ascendiendo, o un arma más que se gana al enemigo para vencerlo en la "lucha final". Luchamos por una universidad más vinculada con las necesidades de los oprimidos, por una universidad más útil a la ciencia y no a las castas plutocráticas, por una universidad donde la moral y el carácter del estudiante no se moldee ni en el viejo principio del "magister dixit", ni en el individualista de las universidades republicanas de la América Latina o EE.UU. Queremos una Universidad nueva que haga en el campo de la cultura lo que en el de la producción harán las fábricas del mañana sin accionistas parásitos ni capitalistas explotadores. Sabemos que no lo vamos a conseguir inmediatamente. Pero en la simple lucha por la obtención de ese ideal de la universidad del porvenir vamos a obtener un doble triunfo: agitar conciencias jóvenes ganando reductos en el frente educacional contra los enemigos del pueblo trabajador, y, probar, ante todos los revolucionarios sinceros, que la emancipación definitiva de la cultura y de sus instituciones no podrá hacerse sino conjuntamente con la emancipación de los esclavos de la producción moderna que son, también, los títeres inconscientes del teatro cómico de los regímenes políticos modernos.

Pág. 24


cuadernos de formación política

Tres aspectos de la reforma universitaria Julio Antonio Mella (1928)

1. LA DEMOCRACIA UNIVERSITARIA Un principio fundamental en la Reforma Universitaria es la organización democrática de la enseñanza. En cada uno de los lugares donde se ha luchado por la Nueva Universidad – Argentina, Chile, Perú, La Habana – se ha dado una organización democrática a la Universidad. No hay argumento posible contra los derechos de los estudiantes a regir sus instituciones. Si reconocemos que el ciudadano -inclusive el analfabeto – puede elegir hasta al Presidente de la República, no hay razón para negar este derecho a los estudiantes y que elijan su Rector y demás autoridades universitarias. Pero la elección de Rector no es todo. Se necesita que también los estudiantes tomen participación y dirijan la vida docente – planes de estudios, reformas de horarios, elección de autoridades subalternas en las escuelas, etc. – y para la realización efectiva de esta función hay que crear un órgano adecuado. Las escuelas deben tener una Asamblea Legislativa formada por los Profesores e igual número de alumnos. Nadie puede pensar que ésta mermaría el prestigio de los maestros. Por el contrario, habría una mayor comunión laborando codo a codo por la mejora de la institución. El estudiante, con mayor responsabilidad, adquiriría una mayor seriedad para tratar los problemas. Así incubaríamos directores eficaces de la vida ciudadana. Hay que recordar cómo en una época las universidades – la actual de la Sorbone, por ejemplo – eran verdaderas repúblicas donde maestros y alumnos convivían en un amplio espíritu de camaradería. Vemos en aquellas clases donde el maestro trata al alumno con cordialidad que éste corresponde. Pero en las otras donde el maestro pretende ser un gendarme convierte a los alumnos en burladores de esa ridícula autoridad. Junto a la Asamblea de Profesores y Alumnos de cada Escuela debe existir la Gran Asamblea Universitaria, formada por todas las anteriores. ¿Organismo enorme? Recordemos que si unos cuantos hombres cultos – profesores y estudiantes – no pueden ponerse de acuerdo, cómo vamos a creer en la posibilidad de un gobierno de instituciones por el pueblo en general. No serán menos los mexicanos que los argentinos o los chilenos o los cubanos donde las asambleas universitarias legislan y eligen en perfecta armonía.

Pág. 25


cuadernos de formación política

2. RENOVACION DEL PROFESORADO La parte fundamental de la Universidad son los alumnos. La Universidad son los alumnos. La Universidad existe para enseñarlos. Ellos vienen a ser como los obreros en la industria: los únicos que dan "valor" a la producción. Pero una entidad docente sin buenos profesores es nula. Los mayores males provienen del profesorado. Los hay rutinarios, elementos que han escalado las cátedras por favoritismos; otros, son buenos viejos fósiles que nos repiten un viejo disco; algunos suspiran con don Porfirio. Y los hay, también, para quienes la ciencia no avanza. Lo único que recuerdan es lo que saben desde jóvenes. También el aspecto moral es necesario ver. El maestro necesita estar vinculado con la ideología de su época y sentir los problemas de la sociedad. De otra manera su labor resultaría estéril. En todo movimiento de Reforma Universitaria es necesario una renovación del profesorado. Sin un profesorado revolucionario, de nada valen las otras reformas en la Universidad. Ellos continuarán siendo los saboteadores del nuevo espíritu. El Consejo Universitario o un Tribunal de Honor, es decir, que no resolverá apegado a normas legales, deberá recibir las acusaciones que se tengan contra profesores. Las analizará y resolverá. Si el profesor no reúne los requisitos necesarios para formar parte de la Nueva Universidad, debe salir. No vemos por qué la Revolución, que no ha respetado a los antiguos políticos y militares, debe respetar a los antiguos maestros. Ellos continuarán la crítica a las reformas obreras, agrarias y en materia de culto. La juventud, nutrida por los restos del "cientifismo porfirista", que aún perdura como tendencia, no será impulsadora de la Revolución, sino un lastre. En los movimientos universitarios de Latinoamérica, la juventud es la que ha expulsado a esos maestros por medios revolucionarios. Aquí, si la juventud no lo ha hecho, si no lo hace, el propio llamado "partido revolucionario" debe hacerlo por su salud y seguridad. No hay razón para expulsar clérigos, matar latifundistas y condenar patronos abusadores y permitir a sus aliados intelectuales – los profesores reaccionarios – que continúen ocupando sus posiciones: Ellos tienen un pensamiento tan estéril como un latifundio, una fe hipócrita como la de los clérigos y son tan explotadores de conciencia como un patrón capitalista.

3. Función SOCIAL En el movimiento de Reforma Universitaria, no todo es conquista de derechos para los estudiantes. Existen también nuevos deberes que se contraen.

Pág. 26


cuadernos de formación política El más importante es hacer el propio alumnado una cruzada de utilidad social. Debe hacerse que la Universidad sirva grandemente a la sociedad. Cada estudiante, como cada profesor, es propietario de una cierta riqueza de conocimientos. Si solamente la utiliza en su propio provecho es un egoísta, un individualista imbuido del criterio del burgués explotador. Descontando la pequeña cantidad de estudiantes que trabajan para ganarse el sustento, la inmensa mayoría son células muertas en la vida económica de una nación: no producen y consumen. Indudablemente que alguien, socialmente hablando, tiene que producir lo que ellos no producen y consumen. Son signos en la vida social. Hay razón en exigirles algo en favor de esa sociedad. ¿Tienen cultura? Que la pongan al servicio de la sociedad. Una ley de Reforma Universitaria debe abarcar un punto donde se obligue al estudiante y al profesor a ser útil para alguien más que para ellos mismos. Debe ser obligatoria la cruzada de enseñanza a los obreros y elementos pobres (universidades populares), de servir como profesores en la campaña contra el analfabetismo, de tomar parte en los consultorios gratuitos de estudiantes de Jurisprudencia, Medicina y Odontología que deben establecerse en todos los barrios. Y profesores y alumnos deben en las clases, en los seminarios de investigación, en comisiones especiales, estudiar cada uno de los problemas nacionales: situación higiénica del país, crisis industriales, problemas de transportes, reformas a la legislación, etc. La Universidad debe servir de cuerpo consultivo al Estado. Si vamos hacia la Universidad del porvenir, hacia la nueva Universidad y no la hacemos grandemente útil a la sociedad, quedaremos en mitad del camino. Las masas populares ven hoy, con bastante justicia, a los cuerpos docentes como unos órganos más de explotación. Debe justificarse con hechos que la Universidad es un órgano social de utilidad colectiva y no una fábrica donde vamos a buscar la riqueza privada con el título.

Pág. 27


cuadernos de formación política

José Carlos Mariátegui [Nota Introductoria de Néstor Kohan]

El pensador peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930) representa el vértice más alto del pensamiento marxista latinoamericano durante la primera mitad del siglo XX. Michael Löwy lo homologó con Walter Benjamin; José Aricó lo emparentó con Antonio Gramsci. Ninguna de estas comparaciones es exagerada. Si el dirigente socialista argentino Juan Bautista Justo (1865-1928) fue uno de los principales representantes latinoamericanos del socialismo reformista y moderado, Mariátegui expresa el

mayor exponente local del marxismo radical. A diferencia de Justo —de fuertes simpatías positivistas— el peruano construye un marxismo abierto a las vanguardias estéticas, al psicoanálisis, al surrealismo, a la filosofía de Nietzsche y al indigenismo. Su principal aporte consiste, precisamente, en reflexionar sobre el problema indígena. Una temática ausente en el socialismo europeo. Su revista Amauta —hoy célebre—es una de las más originales de América Latina. Mientras publica textos de las vanguardias artísticas, contribuye a fundar organizaciones sociales y políticas. Entre otras: el Partido Socialista del Perú (adherido a la Internacional Comunista) y la central obrera peruana (CGTP), además de diversos periódicos y revistas. Pág. 28


cuadernos de formación política Mariátegui, miembro de la Internacional Comunista y admirador de Lenin, polemiza en los ’20 con el incipiente stalinismo del argentino Victorio Codovilla (1894- 1970) y también con el padre ideológico del nacional-populismo latinoamericano: Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979). A ambos les cuestiona no comprender la transformación pendiente de América Latina. Ésta no es ni “democrático-burguesa”, ni “agraria-antimperalista” (como pensaba Codovilla) ni exclusivamente de “liberación nacional” (como postulaba Haya de la Torre). Mariátegui defiende el carácter socialista de la revolución latinoamericana. Una opinión que tendrá mucha influencia sobre el Che Guevara y en muchos revolucionarios posteriores. Entre los muchos títulos con que han sido editados sus escritos merecen citarse: Ideología y política, El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, La escena contemporánea, Defensa del marxismo y el más célebre de todos, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. A continuación reproducimos de éste último libro un par de fragmentos referidos a la Reforma Universitaria.

[Fin de nota introductoria]

Pág. 29


cuadernos de formación política

La Reforma Universitaria: Ideología y reivindicaciones (Fragmentos) José Carlos Mariátegui8

El movimiento estudiantil que se inició con la lucha de los estudiantes de Córdoba, por la reforma de la Universidad, señala el nacimiento de la nueva generación latinoamericana. La inteligente compilación de documentos de la reforma universitaria en la América Latina realizada por Gabriel del Mazo, cumpliendo un encargo de la Federación Universitaria de Buenos Aires, ofrece una serie de testimonios fehacientes de la unidad espiritual de este movimiento. El proceso de la agitación universitaria en la Argentina, el Uruguay, Chile, Perú, etc., acusa el mismo origen y el mismo impulso. La chispa de la agitación es casi siempre un incidente secundario; pero la fuerza que la propaga y la dirige viene de ese estado de ánimo, de esa corriente de ideas que se designa -no sin riesgo de equívoco- con el nombre de "nuevo espíritu". Por esto, el anhelo de la reforma se presenta, con idénticos caracteres, en todas las universidades latinoamericanas. Los estudiantes de toda la América Latina, aunque movidos a la lucha por protestas peculiares de su propia vida, parecen hablar el mismo lenguaje.

De igual modo, este movimiento se presenta íntimamente conectado con la recia marejada posbélica. Las esperanzas mesiánicas, los sentimientos revolucionarios, las pasiones místicas propias de la posguerra, repercutían particularmente en la juventud universitaria de Latinoamérica. El concepto difuso y urgente de que el mundo entraba en un ciclo nuevo, despertaba en los jóvenes la ambición de cumplir una función heroica y de realizar una obra histórica. Y, como es natural, en la constatación de todos los vicios y fallas del régimen económico social vigente, la voluntad y el anhelo de renovación encontraban poderosos estímulos. La crisis mundial invitaba a los pueblos latinoamericanos, con insólito apremio, a revisar y resolver sus problemas de organización y crecimiento. Lógicamente, la nueva generación sentía estos problemas con una intensidad y un apasionamiento que las anteriores generaciones no habían conocido. Y mientras la actitud de las pasadas generaciones, como correspondía al ritmo de su época, había sido evolucionista -a veces con un evolucionismo completamente pasivo- la actitud de la nueva generación era espontáneamente revolucionaria. La ideología del movimiento estudiantil careció, al principio, de homogeneidad y autonomía. Acusaba demasiado la influencia de la corriente wilsoniana. Las ilusiones demoliberales y pacifistas que la predicación de Wilson puso en boga en 1918-19 circulaban entre la juventud latinoamericana como buena moneda revolucionaria. Este fenómeno se explica perfectamente. También en Europa, no sólo las izquierdas burguesas sino los viejos partidos socialistas reformistas 8 José Carlos Mariátegui: “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” [primera edición de 1928]. Fragmentos del capítulo IV: "El proceso de la Instrucción Pública". Pág. 30


cuadernos de formación política aceptaron como nuevas las ideas demoliberales elocuente y apostólicamente remozadas por el presidente norteamericano. Únicamente a través de la colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros, de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras y de la crítica concreta de los intereses y principios en que se apoya el orden establecido, podían alcanzar las vanguardias universitarias una definida orientación ideológica. Este es el concepto de los más autorizados portavoces de la nueva generación estudiantil, al juzgar los orígenes y las consecuencias de la lucha por la Reforma. Todos convienen en que este movimiento, que apenas ha formulado su programa, dista mucho de proponerse objetivos exclusivamente universitarios y en que, por su estrecha y creciente relación con el avance de las clases trabajadoras y con el abatimiento de viejos privilegios económicos, no puede ser entendido sino como uno de los aspectos de una profunda renovación latinoamericana. [...] Es, en todo caso, un hecho uniformemente observado la formación, al calor de la Reforma, de núcleos de estudiantes que, en estrecha solidaridad con el proletariado, se han entregado a la difusión de avanzadas ideas sociales y al estudio de las teorías marxistas. El surgimiento de las universidades populares, concebidas con un criterio bien diverso del que inspiraba en otros tiempos tímidos tanteos de extensión universitaria, se ha efectuado en toda la América Latina en visible concomitancia con el movimiento estudiantil. De la Universidad han salido, en todos los países latinoamericanos, grupos de estudiosos de economía y sociología que han puesto sus conocimientos al servicio del proletariado, dotando a éste, en algunos países, de una dirección intelectual de que antes había generalmente carecido. Finalmente, los propagandistas y fautores más entusiastas de la unidad política de la América Latina son, en gran parte, los antiguos líderes de la Reforma Universitaria que conservan así su vinculación continental, otro de los signos de la realidad de la "nueva generación". [...]

POLÍTICA Y ENSEÑANZA UNIVERSITARIA EN AMÉRICA LATINA El régimen económico y político determinado por el predominio de las aristocracias coloniales -que en algunos países hispanoamericanos subsiste todavía aunque en irreparable y progresiva disolución-, ha colocado por mucho tiempo las universidades de la América Latina bajo la tutela de estas oligarquías y de su clientela. Convertida la enseñanza universitaria en un privilegio del dinero, si no de la casta, o por lo menos de una categoría social absolutamente ligada a Pág. 31


cuadernos de formación política los intereses de uno y otra, las universidades han tenido una tendencia inevitable a la burocratización académica. Era éste un destino al cual no podían escapar ni aun bajo la influencia episódica de alguna personalidad de excepción. El objeto de las universidades parecía ser, principalmente, el de proveer de doctores o rábulas a la clase dominante. El incipiente desarrollo, el mísero radio de la instrucción pública, cerraban los grados superiores de la enseñanza a las clases pobres (La misma enseñanza elemental no llegaba -como no llega ahora- sino a una parte del pueblo). Las universidades, acaparadas intelectual y materialmente por una casta generalmente desprovista de impulso creador, no podían aspirar siquiera a una función más alta de formación y selección de capacidades. Su burocratización las conducía, de un modo fatal, al empobrecimiento espiritual y científico. [...] El movimiento de la Reforma tenía lógicamente que atacar, ante todo, esta estratificación conservadora de las Universidades. La provisión arbitraria de las cátedras, el mantenimiento de profesores ineptos, la exclusión de la enseñanza de los intelectuales independientes y renovadores, se presentaban claramente como simples consecuencias de la docencia oligárquica. Estos vicios no podían ser combatidos sino por medio de la intervención de los estudiantes en el gobierno de las universidades y el establecimiento de las cátedras y la asistencia libres, destinadas a asegurar la eliminación de los malos profesores a través de una concurrencia leal con hombres más aptos para ejercer su magisterio. [...] Las mayorías docentes adoptaron una actitud de rígida e impermeable intransigencia contra los grandes principios de la Reforma Universitaria, el primero de los cuales había quedado proclamado teóricamente desde el Congreso Estudiantil de Montevideo, y así en la Argentina como en el Perú, lograron el reconocimiento oficial debido a favorables circunstancias políticas, cambiadas las cuales se inició, por parte de los elementos conservadores de la docencia, un movimiento de reacción, que en el Perú ha anulado ya prácticamente casi todos los triunfos de la Reforma, mientras en la Argentina encuentra la oposición vigilante del alumnado, según lo demuestran las recientes agitaciones contra las tentativas reaccionarias. [...] Con el nacimiento de una corriente socialista y la aparición de una conciencia de clase en el proletariado urbano, interviene ahora en el debate un factor nuevo que modifica sustancialmente sus términos. La fundación de las universidades populares González Prada, la adhesión de la juventud universitaria al principio de la socialización de la cultura, el ascendiente de un nuevo ideario educacional sobre los maestros, etc., interrumpen definitivamente el erudito y académico diálogo entre el espíritu demoliberal-burgués y el espíritu latifundista y aristocrático.

Pág. 32


cuadernos de formación política

El Movimiento Estudiantil en los 60’ y 70’

Pág. 33


cuadernos de formación política

El movimiento estudiantil en la UBA entre 1955 y 1976. Un estado de la cuestión y algunos elementos para su estudio (Fragmentos) Juan Sebastián Califa9

(…) Entre 1955 y 1976, el movimiento estudiantil argentino experientó cambios drásticos. En el marco de una inestabilidad política creciente, que alcanzó a los militares cuando el “onganiato” debió comenzar su retirada del poder a partir del Cordobazo, el movimiento estudiantil se radicalizo. (…)Es sabido que a medida que se avanza en el período la conflictividad social, expresada entre otras cosas en una protesta social cada vez más masiva, aumenta. En este nuevo contexto, el movimiento estudiantil fue el sector de la llamada clase media, pequeña burguesía en términos marcianos, que más masivamente acompañó el proceso de luchas sociales, irreconciliables con las clases dominantes, que se desató masivamente desde el Cordobazo. (…)Como actor político se lo debe colocar a partir de dichas luchas en lo que se conoce como la nueva izquierda (en contraposición a la izquierda tradicional del PS y el PC).Pero antes de alcanzar esa denominación, el movimiento estudiantil argentino vivió profundos cambios en sus prácticas políticas. En particular, hay dos grandes procesos en el interior de este movimiento que merecen especial énfasis. Uno de ellos es el progresivo abandono de la Reforma del 1918 como 9Licenciado en Sociología (UBA).Docente de la cátedra de Sociología (CBC-San Isidro-Nievas). Cursando el primer año de la maestría en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural (IDAES-UNSAM). jscalifa@hotmail.com

Pág. 34


cuadernos de formación política faro para la acción política. Ampliamente, y con diversas lecturas sobre la cuestión muchas veces, los militantes estudiantiles de izquierda eran quienes adherían al reformismo. Éstos, a medida que la década avance, pondrán cada vez más en tela de juicio este legado. Con el Cordobazo, podemos afirmar que definitivamente la reforma pasará a un segundo plano. Dicha fracción del movimiento estudiantil ,para entonces había cambiado bruscamente su juicio sobre ella. Si bien éstos continuaron asignándole un lugar destacado en la historia de cambios progresivos y progresistas a la reforma, ahora la juzgó por sí sola limitada para sus objetivos revolucionarios. En ese sentido esta fracción abrigó nuevas ideologías, que implicaron nuevas prácticas político-culturales, que creía más adecuadas para acercarse al pueblo. Otro proceso distintivo del período lo constituye la radicalización del sector católico del movimiento estudiantil. Ya sea como humanistas o integralistas, diversos modos con que se los conoció en las universidades argentinas, a esta fracción estudiantil antes de comenzar su radicalización política difícilmente se la podía confundir con la izquierda. Por el contrario, el amplio arco de agrupaciones que la componían iba del centro a la derecha. Fue a raíz del Concilio Vaticano II, con la consiguiente teología de la liberación a la que dio pie, que muchas de estas agrupaciones se radicalizaron políticamente. En su punto más álgido, es decir desde el Cordobazo, dichas agrupaciones e individuos se fusionaron, básicamente bajo el peronismo, con muchos de quienes provenían del reformismo universitario. (…)Sin duda fue durante estas décadas de inestabilidad política de la dominación burguesa, ya medida que se avanza en ella, cuando el movimiento estudiantil asumió las experiencias políticas y sociales más disruptivas del orden social que hasta aquí se conozcan. (…) La crisis de los paradigmas ideológicos que hasta aquí habían moldeado la política estudiantil, en particular el reformismo, se acelera en 1966 con el golpe de Onganía y la consiguiente Noche de los Bastones Largos que le pro- sigue un mes después en la UBA. (…) Estudiar el proceso de radicalización permitiría entender mejor el resultado, es decir, un estudiantado politizado a la izquierda y masivamente movilizado. Porqué, y cómo, los estudiantes se reorientan masivamente de la Reforma a la revolución o, aún más,porqué la Reforma no pudo proveer a los estudiantes de herramientas para ubicarse en el nuevo contexto revolucionario, es, en definitiva, lo que tal trabajo ayudaría a comprender y explicar.

Pág. 35


cuadernos de formación política

La participación del movimiento estudiantil en el Cordobazo (fragmentos) María Laura Freyre10

CONTEXTO Respecto al plano de la educación universitaria, Delich (1994) destaca que la intervención a las universidades y el éxodo de gran cantidad de profesores, intelectuales e investigadores altamente calificados que debieron presentar su renuncia por no acatar a las autoridades de la intervención, troncharon una evolución optimista para el país. El golpe de estado de 1966 interrumpió la consolidación de una estructura científico-tecnológica moderna en la universidad. Los estudiantes fueron doblemente afectados. Por una parte descendió inmediatamente el nivel académico. Por otra se instaló entre 1966 y 1969 un clima opresivo dentro de la universidad, y la reunión de autoritarismo y mediocridad. La protesta no se hizo esperar. “Pero los estudiantes no protestan porque la universidad [tuviera] un bajo nivel académico, o por la discrecionalidad del poder en su interior, sino porque como institución se resiste a asumirse como un instrumento de transformación social.” Las universidades que, a partir de ese momento, comienzan a depender del Ministerio de Educación, y se suspenden las actividades de los consejos directivos y del Superior. (...) La política de autoritarismo ostensivo de Onganía, como lo expresa Facundo Ortega, fue vivida como una singular frustración por estudiantes e intelectuales que vieron ahogadas sus expectativas individuales, políticas y sociales. La irritación e impotencia que creó el golpe del 66 es un antecedente importante para comprender la participación masiva de estudiantes e intelectuales en la protesta social del 69”. “Cuando por el mundo entero corren aires de dialogo y comunicación, cuando las instituciones se flexibilizan para ajustarse a nuevas exigencias, la universidad institucionaliza el autoritarismo, que por las exigencias del medio se disfraza de un lenguaje paternal que se extiende no solamente hacia los estudiantes, sino hacia los investigadores y profesores. Instrumento de integración, la universidad produce exactamente el efecto inverso en el medio estudiantil, empujado entonces a apartarse de la universidad como uno de sus centros de 10 María Laura Freyre es Licenciada en Sociología de la UBA y Becaria doctoral en el CONICET. Pág. 36


cuadernos de formación política preocupaciones, obligado a contar con una estrategia global para evitar su despolitización. Los estudiantes descartan toda reforma propiamente universitaria, asumen sólo algunas reivindicaciones parciales, inmediatas, cotidianas, pero piensan con toda coherencia que es preciso una estrategia global a nivel de la sociedad para que la universidad se transforme. Se descarta toda acción propiamente universitaria (que de ninguna manera debiera ser contradictorio con una estrategia global) y se alejan del medio que los produce. Esta doble orientación, hacia los problemas inmediatos y hacia objetivos metauniversitarios, los acerca conflictivamente a los sectores sindicales”. En 1969 los estudiantes no pueden establecer una relación paternalista hacia los obreros, ni pretender representarlos ante el conjunto de la sociedad. No solamente porque los sindicatos son fuertes, sino porque en el sistema de relaciones políticas en el que se desarrolla su acción han asumido de hecho la representatividad de los sectores populares, incluyendo a los estudiantes (...) Los estudiantes no pueden asumir el rol de intelligentzia, sólo les queda su acción como masa movilizada.”9 “No pueden sino comprobar la pérdida de prestigio de las ocupaciones liberales, la proletarización creciente de las profesiones, el hecho de que las élites no se recluten en su seno (...) y que las nuevas pautas establecidas estrechan su margen de maniobra y movilidad.” El mes de mayo fue particularmente convulsionado, marcado por un clima de movilización y protesta social y política, tanto en la ciudad de Córdoba, como en otras provincias del país. A lo largo de los días previos al 29 de mayo, se destaca la reacción estudiantil frente al autoritarismo y la represión policial, y la solidaridad para con los reclamos del sector obrero. A su vez, a medida que avanzan los días de mayo podemos corroborar un aumento del ejercicio de la violencia por parte de la fuerza policial. La suma de los hechos anteriormente detallados, culminará en la pérdida del monopolio de la fuerza en la ciudad de Córdoba por las 48 horas en las que se prolongó el Cordobazo, y en la herida que este hecho significó para el gobierno de Onganía.

PARTICIPACIÓN DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN EL CORDOBAZO “el Cordobazo se parece más en este sentido histórico a la Reforma Universitaria que a protestas aparentemente similares. Está lejos del mayo francés por su contexto y acción, o de las protestas en los campus californianos que se produjeron por aquel entonces. Con ambas tiene en común el protagonismo estudiantil. Pero la construcción social del evento es radicalmente distinta por la distinta significación del movimiento estudiantil en sociedades industrializadas como EEUU y Francia y sociedades pre-industrializadas como Argentina.” Como elemento de continuidad podemos destacar, en palabras de uno de nuestros entrevistados, que “hubo un hilo conductor entre la reacción estudiantil a la intervención de las universidadesPág. 37


cuadernos de formación política que se inició en agosto de 1966 y se prolongó hasta fin de ese año- y la gran llamarada del Cordobazo. La resistencia a la dictadura militar- hay que resaltarlo, no para crear un mito, sino para resaltar una historia un tanto olvidada- empezó en Córdoba con aquella extraordinaria movilización estudiantil del segundo semestre de 1966, que hizo reverdecer en esta ciudad los laureles de la Reforma Universitaria de 1918. Aquella gesta de los estudiantes de Córdoba tuvo un mártir- Santiago Pampillón- y produjo hechos anticipatorios del Cordobazo de 1969, como la ocupación del barrio Clínicas”12. Para comprender la participación del movimiento estudiantil en el Cordobazo resulta importante destacar su relación con la participación en otras movilizaciones anteriores. Por ello debemos recordar que “todo el estudiantado argentino reaccionó contra la intervención de las universidades, y la imagen infame de aquella “noche de los bastones largos”, cuando la policía agredió salvajemente a docentes y alumnos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, [y] puso al desnudo el verdadero rostro de la dictadura recién advenida.” Según el testimonio de Elpidio Torres (1999) el sector universitario es el único que reacciona inmediatamente al golpe de estado de 1966, “los universitarios de Córdoba realizan un detallado diagnóstico sobre el futuro de la “revolución argentina”, y concluyen que debían comenzar de inmediato la lucha contra la nueva dictadura militar.” Para los estudiantes del sesenta, el ejemplo de “La Revolución Cubana, (…)aparecía como una fiesta digamos, del pensamiento y de las posibilidades políticas, revolucionarias, el movimiento era la explosión de ideas dentro de las aspiraciones que teníamos todos de un cambio revolucionario.”

LOS ACTORES SOCIALES DEL CORDOBAZO “Junto con las muertes, las primeras muertes, y la represión muy dura fue lo que desbordó, hizo que tanto los sindicatos como los estudiantes ya comenzaran una especie de explosión, de agitación y que se dio en este contexto, y, en que la población comenzó a acompañar, en lugar de permanecer indiferente, que es lo normal; hay una protesta, la gente mira, la gente comenzó a participar, a ayudar a los manifestantes, estábamos en la calle y salía la gente y decía “che quemen esto”, sacaban las cosas para que se quemen” (Arese.) “Yo creo que fue una confluencia de dos grandes sectores, con el apoyo de la clase media, de la clase política, porque los partidos políticos estaban todos en el Cordobazo, y no solamente los partidos de izquierda, y en las manifestaciones del Cordobazo participaron todos, participaron los peronistas, los radicales y obviamente los partidos de izquierda más contestatarios, además del Partido Comunista que tenía fuerza todavía en aquella época, todas las versiones socialistas, o sea hubo una participación política además de la participación de la clase media.” (Moreno.) Pág. 38


cuadernos de formación política Sin embargo, las opiniones se dividen a la hora de establecer cuál de dichos actores sociales tuvo mayor peso en los sucesos de mayo. Así, podemos distinguir quienes piensan que el Cordobazo fue el resultado de la confluencia en la lucha, de las agrupaciones estudiantiles y de las organizaciones gremiales de los trabajadores, y quienes sostienen que existió una primacía sindical con acompañamiento de los sectores estudiantiles. “Yo creo que el Cordobazo es la primera oportunidad en que se pone en la práctica el viejo principio reformista de la unidad obrero-estudiantil. Y hay una exégesis que yo no estoy muy de acuerdo que dice que la participación del movimiento sindical de la clase trabajadora fue el factor fundamental en ese hecho social y cultural que fue el Cordobazo. Yo no digo eso, yo no estoy de acuerdo con eso. Yo creo que el Cordobazo fue fundamentalmente la confluencia de dos grandes vertientes, la gran industria y la universidad de masas, con sus respectivas expresiones, en el caso de la gran industria los sindicatos industriales, en el caso de la universidad de masas, las organizaciones estudiantiles de la época.” (Moreno.) Por otro lado, dentro del grupo de los partidarios de la hipótesis de la primacía sindical, Beatriz y Beba Balvé (1989) consideran que los actores principales de los acontecimientos de mayo fueron centralmente los obreros. Así, definen al Cordobazo como el “espacio- tiempo de cinco horas donde se libra un enfrentamiento que asume formas de lucha armada de masas, siendo las fuerzas enfrentadas por un lado el movimiento obrero combativo y resuelto, y las fuerzas armadas del estado. Cuando la lucha se desenvuelve en el ámbito de la lucha económica, los obreros se encuentran solos.”17 Las autoras amplían su punto de vista diciendo que “los estudiantes que previamente se habían solidarizado con los obreros en los plenarios llevados a cabo durante el mes de mayo y que habían acompañado el momento de la protesta, cuando se inicia el momento de la lucha abierta, se retiran del campo de batalla, afirmándose en su territorio para ofrecer resistencia a las fuerzas represivas que iniciaban el momento de las detenciones, quedando inmersos en el mundo de lo jurídico.” Dentro de esta perspectiva los entrevistados Héctor Schmucler y César Arese creen en la primacía sindical en el Cordobazo y declaran: “La característica del Cordobazo fue que resultó de la confluencia de sectores sindicales, de la CGT de los Argentinos y del sector más dialoguista del peronismo de las 62 organizaciones que confluyeron en una coordinación, no fue un accidente, sino una coordinación, para realizar una protesta el 29 de mayo. Y el 29 de mayo tuvo, en principio, una plataforma reivindicativa de carácter exclusivamente sindical, como fue el tema de las quitas zonales.” El Cordobazo “fue un paro obrero, organizado por los sindicatos, los estudiantes acompañaron, lo que ocurre es que los estudiantes normalmente acompañaban y coordinaron los grupos estudiantiles, coordinaron acompañar a los sindicatos, esa es la característica. Las columnas de larga planificación están organizadas por los obreros.” (Arese.)

Pág. 39


cuadernos de formación política

EL CORDOBAZO: ¿FUE PRODUCTO DE OBREROS ESTUDIANTES O DE LA SOLIDARIDAD OBREROESTUDIANTIL? La emergencia, en los años sesenta, de un nuevo actor social: los trabajadores- estudiantes. Aunque éstos no son obreros industriales, su pertenencia al mundo laboral implica una nueva conciencia respecto del mundo de los obreros industriales y un acercamiento a ellos en tanto trabajadores. “Este tipo de estudiantes tiene para con los obreros una actitud igualmente ambigua: solidaria, porque están en igual situación, diferente, porque de ellos los separa un proyecto de ascenso social distinto”. La emergencia de un nuevo tipo de estudiante y el cambio en la composición social del estudiantado universitario, se produce como un reflejo de los cambios sociales en el conjunto de la sociedad, que se manifestaban al interior de las casas de estudio, en el quiebre del perfil de la universidad de elite, que cada vez se iba acercando más al modelo de universidad de masas. “A lo largo de los sesenta, la masificación de la universidad permitió el ingreso de nuevos grupos sociales, relacionados con los sectores de servicios y productivos; muchos de estos estudiantes estaban vinculados a sindicatos con intensa actividad política, como Luz y Fuerza o SMATA, y a pequeñas empresas subsidiarias de la renovación industrial que habían surgido en Córdoba por esos tiempos. Esto facilitó el fortalecimiento de las relaciones entre el movimiento estudiantil y los movimientos políticos y sociales.” “¿Qué es lo que caracteriza a un estudiante? Se refería a los estudiantes universitarios, él [Sartre] dice, una cierta edad de la vida y una cierta relación con el saber y que eso a veces se hace una mezcla explosiva. Y yo creo que en Córdoba en aquel momento, en la gran industria se daba un fenómeno parecido, había jóvenes trabajadores que tenían una edad de la vida, como decía Sartre, y una relación con el saber y con la técnica o con el saber a través de la técnica (...) ahí también se plantea la similitud entre el joven estudiante universitario y el joven trabajador industrial, súmale el espíritu de la época. Y ahí está, porque acá el Smata en su época, las agrupaciones de Smata como sindicato cuando pasa a ser controlado por la izquierda no? y las agrupaciones sindicales de base, de izquierda, se han planteado, así como los estudiantes plantearon un cambio curricular de los contenidos de la enseñanza, éstos plantearon un cambio en el sistema productivo: queremos estar también nosotros, queremos cambiar la orientación del sistema productivo, queremos fabricar otras cosas. (Moreno.) Desde otra mirada, Beatriz y Beba Balvé (1989) refutan esta perspectiva acerca de la relación entre obreros y estudiantes y plantean lo siguiente. “En Córdoba, la fuerza social de enfrentamiento es obrera y la iniciativa en las luchas está en sus manos y en relación al ámbito de la lucha económica. En este ámbito, el grado de legitimidad de sus luchas en relación al Estado es inexistente y aquí, los obreros se encuentran solos en las luchas.”

Pág. 40


cuadernos de formación política

EL CORDOBAZO…¿UN FENÓMENO ESPONTÁNEO U ORGANIZADO? Este aspecto de los hechos de mayo sigue generando controversias entre quienes caracterizan al Cordobazo como una movilización fruto del espontaneísmo de las masas y quienes lo entienden como el resultado de la organización planificada. Tres de los entrevistados, Julio César Moreno, Héctor Schmucler y Francisco Delich, coinciden en señalar el contenido espontáneo de la movilización, puesto que destacan la masificación de la participación y la rapidez de los acontecimientos, en los que las bases en muchos casos sobrepasaban a sus dirigentes. Ellos dicen: “yo me acuerdo de las grandes asambleas en la ciudad universitaria de principios de mayo, fines de abril, mayo del 69, cuando yo le contaba que debutaba como cronista, y ahí ya no iba ni como estudiante ni como militante de alguna agrupación, sino como periodista y había mucha espontaneidad, no es que caían los grandes aparatos y decían tal cosa y eso se votaba y se hacía, no, no, había mucha discusión, mucho debate, mucha incerteza y las cosas se movían con mucha velocidad y a veces la masa, por llamarla de algún modo, superaba a los dirigentes en sus planteos.” (Moreno.) “Hubo una dosis de azar, de particular reunión de circunstancias que hacen de mayo un episodio único, singular (...) fue una fuerza social que niega con su acción la raíz misma del orden social, trata de construirse contradictoriamente, a partir de negociaciones y afirmaciones, ni claras ni coherentes, desarrolla su conciencia, estrecha su solidaridad, tienta un nuevo estilo de acción, afirma nuevas reivindicaciones, señala nuevos objetivos, postula nuevos valores. En general todos los entrevistados reconocen la presencia de elementos producto de la organización y planificación, y elementos que se deben a un desarrollo espontáneo de los acontecimientos. Algunos mencionan la organización y planificación llevada adelante por los sindicatos, que estructuran la movilización de las columnas de modo tal que fuera posible despistar a la policía; otros dan cuenta de la presencia de armas en el enfrentamiento como indicio de que se esperaba, y se quería producir un rebrote social del tipo que ocurrió; y también se menciona la organización, planificación y consignas de las agrupaciones estudiantiles cuyo objetivo era generar un alto grado de conmoción social. Desde la otra perspectiva se pone el énfasis en que, el grado de movilización y el apoyo masivo de la sociedad civil excedió por mucho lo que se esperaba para una movilización social, en el contexto de un gobierno dictatorial. Teniendo en cuenta todos los testimonios podemos entender que “el Cordobazo, no fue el producto espontáneo de un anarquismo de ocasión, ni el ejercicio caprichoso de una violencia soberbia y elitista, sino la expresión de una rebeldía profunda de los trabajadores organizados, de los jóvenes estudiantes, y del pueblo de Córdoba, que encarnaban y sintetizaban en su protesta, en sus banderas, en sus gritos, y aún en sus broncas, los anhelos contenidos en el espíritu y en la conciencia de millones de argentinos.” “Hay una parte que era organizada y hay una adhesión espontánea importante, no es que sean contradictorias, las dos cosas, porque hay una parte que son Elpidio, Tosco y el negro Atilio, esos tres, porque la planificación no les fue fácil, porque por primera vez, en la historia de las movilizaciones obreras cordobesas, la movilización no va hacia el centro por eso se desconcierta Pág. 41


cuadernos de formación política la policía.”; “mirá como se distribuyó la gente y ahí te vas a dar cuenta, que el paro fue convocado paro activo, está diciendo vamos a la pelea, porque sino quédate en tu casa a tomar mate y está todo bien, nos vemos, es un paro activo, en donde se distribuyó los gremios para acá para allá y vos sabes que un gobierno, una dictadura de esas reprime, así que estabas haciendo, un operativo anti discreción. Y una vez que, el eco yo digo también espontáneo, porque cuando la gente se empezó a sumar y a salir a la calle…” (Delich.) “El tema era el contexto social, el humor social, eso si era espontáneo, porque nadie planificó que veinte o treinta barrios de Córdoba salieran, estuvieran en las esquinas, bloquearan calles, los vecinos salían a tirar cosas, pero el movimiento de ingreso de los obreros organizados que se dirigieran al centro de Córdoba, ese día fue el único día que yo conozca en la historia de Córdoba que se cortó la luz, se interrumpió la luz, eso fue de Luz y Fuerza. Entonces era organizado, era organizado, lo que no era organizado era la repercusión popular.” (Arese.) Respecto al grado de organización con que contaban los grupos movilizados, Beba y Beatriz Balvé (1989) destacan que aquel era menor para las masas estudiantiles en comparación con las filas de los obreros. Por ello, las autoras destacan un mayor grado de espontaneidad en el grupo de los estudiantes. “En cuanto a los estudiantes, éstos se solidarizan con los obreros y brindan su apoyo a la huelga con movilizaciones pero, no tienen unificados los criterios respecto a la puesta en práctica del plan de lucha. Es así como en algunos casos se cita a los estudiantes a la puerta de las facultades, en otros se deja en libertad de acción para que cada uno decida la manera en que participará y otros, adhieren al paro pero se expiden en contra de cualquier tipo de violencia.” Sólo uno de los entrevistados destaca la primacía del contenido de organización y planeamiento detrás de los acontecimientos del Cordobazo: “Había comandos, grupos, éramos grupos de derecho teníamos que ir a Av. Maipú, los de medicina, no se, tenían que ir al clínicas, eso lo ignoro. Pero se había planificado que los grupos estudiantiles tenían que ir a determinados puntos y ahí hacer su acto, que fueron 20, para causar la mayor conmoción social posible. El hecho de que la represión fuera muy dura y que empezará haber muertos eso sucumbió por la ciudad inmediatamente, entonces ahí reaccionan tanto los otros estudiantes que no estaban como otros obreros, más agregados de la población, que me parece que quedó a las cinco de la tarde, claro de las dos o tres de la tarde a las cinco de la tarde la ciudad estaba totalmente, prácticamente todos los barrios de la ciudad tenían focos de resistencia, de gomas en la calle.” (Arese.)

LA RELACIÓN ENTRE MOVIMIENTO OBRERO Y MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Para comprender dicha relación características particulares, entre estudiante, a diferencia de la de como tal provisoria, en la mayoría

debemos tener en cuenta que el sector estudiantil posee ellas, es imprescindible mencionar que como tal, la figura de los obreros, corresponde a una etapa transitoria de la vida y de los casos asociada la juventud. A su vez, el colectivo de los Pág. 42


cuadernos de formación política estudiantes no se identifica con una posición de clase social, sino que por el contrario, es la situación de ser jóvenes y estudiantes el elemento que los aglutina, pues si bien en los sesenta todavía existía cierta homogeneidad en los orígenes sociales de los estudiantes, las consecuencias del proceso de masificación universitaria comenzaban a manifestarse en las características heterogéneas del colectivo estudiantil. En relación con este aspecto, resulta interesante destacar la opinión de Julio César Moreno respecto de la edad como uno de los factores de coincidencia y aglutinantes, en la confluencia de las organizaciones estudiantiles y obreras en la manifestación del Cordobazo, que citamos anteriormente en el apartado referido a la solidaridad obrero-estudiantil. Para explicar esta cuestión, desde otra perspectiva, Francisco Delich ensaya una hipótesis acerca de la confluencia obrero-estudiantil y menciona lo siguiente: “Las bases obreras empujan a sus dirigentes en demanda no tanto de salarios como de participación política. De allí, por lo demás, que puedan articular grupos no obreros en igual instancia.”26 Es decir, los estudiantes. La opinión de César Arese coincide con este diagnóstico: “Los estudiantes iban a hablar a las fabricas, iban acompañando, a hablar a las fabricas, porque los estudiantes, las agrupaciones estudiantiles, (tal vez asumiendo la representación de un partido), pero hablaban en las puertas de las fabricas y había relaciones entre determinados obreros, agrupaciones sindicales, que tenían relaciones con los grupos estudiantiles, era normal. Sí había reuniones en los barrios, en los sindicatos, con estudiantes. Y otro fenómeno, que también puede explicar un poco también el hecho, como la Universidad tenía proscripta la actividad estudiantil, en algunas facultades se hacían, pero también muchas reuniones se hacían en los sindicatos, se pedía permiso en los sindicatos para que les facilitaran, como los sindicatos no estaban intervenidos, era una actividad normal, era normal que los estudiantes pidieran para hacer sus reuniones en el sindicato Luz y Fuerza, sindicato gráfico, pero varios sindicatos admitían, que los estudiantes le pidieran los salones, para sus reuniones, eso generaba muchos nexos.” (Arese.) “Hasta 1960, la declamada “unidad obrero-estudiantil” había sido otro de los mitos vaciados de contenido. Desde el Movimiento Obrero, identificado con el peronismo, habíamos visto a la mayoría de los estudiantes nucleados en la FUA, y en la FUC –en el ámbito de nuestra provinciaen la vereda opuesta a la de los trabajadores.” Según Elpidio Torres “es revelador señalar las principales diferencias entre integralistas y reformistas, pues la resultante de esa discusión derivó en un giro trascendental del conjunto de los universitarios hacia el Movimiento Obrero al comienzo de la década del sesenta. A partir de allí se planteó una nueva y más fructífera relación entre los trabajadores y estudiantes; la consigna de la unidad obrero-estudiantil tuvo un nuevo contenido y se expresó luego con rotunda contundencia en el mayo cordobés.”

Pág. 43


cuadernos de formación política

CARACTERÍSTICAS DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LOS SESENTA Podemos destacar a las siguientes agrupaciones estudiantiles como las principales de la época: La Franja Morada, (en ese momento no tan ligada explícitamente con el Partido Radical) el Integralismo, el peronismo, el socialismo, la izquierda comunista, el MNR y la Juventud Comunista. Respecto a la práctica política hegemónica del movimiento estudiantil en los sesenta podemos mencionar como principales características a las siguientes: los actos relámpago, las asambleas, él carácter masivo de la participación estudiantil, su alto grado de representatividad en el conjunto estudiantil, la autonomía de las agrupaciones estudiantiles respecto de otras agrupaciones políticas y de la estructura formal universitaria, y su falta de organización en un sentido orgánico, debida a la amplia actividad de las bases que desbordaban a sus dirigentes. Sin embargo, a partir del golpe de Estado de 1966 se produce una disminución en los niveles de actividad del movimiento estudiantil como consecuencia de la represión y la persecución político-ideológica. “…los centros estudiantiles y, en consecuencia, la Federación Universitaria, que agrupaba los centros estudiantiles, tenían una fuerte autonomía… nadie imaginaba que un centro estudiantil manejara recursos económicos, nadie podía imaginar que el centro estudiantil o la Federación Universitaria fueran vehículos para negociar cargos, eran centros de acción, de acción político, gremial, etc… eran verdaderamente representativos y la Federación universitaria que agrupaba a los centros eran entidades de peso.” “La Universidad esta muy metida hacia adentro, las disputas son disputas ideológicas, son muy fuertes pero son espacios de discusión y espacio de enfrentamiento también entre los partidos y entre las organizaciones, la izquierda, el centro, la derecha, las Universidades son más marcadas porque, por su carácter simbólico, en la Universidad, no se discute tanto salario como orientaciones, así que es un momento de gran incremento del debate netamente ideológico.” “Luego del 66, año en que se instaura la dictadura militar de Onganía se disuelven todos los centros y luego de la efervescencia del año 66, al asesinato de Pampillón, la resistencia estudiantil a la dictadura, en los años 67 y 68 se dio una suerte de depresión en el movimiento estudiantil, que en el comienzo de los años, fines del 68 y comienzos del 69 comenzó a revertirse. De esa depresión se paso a una excitación social que desembocó en el Cordobazo.”. “Había un gran grado de aceptación a las organizaciones estudiantiles, los estudiantes no eran indiferentes a todas estas ideas. Era normal organizar una asamblea, que la gente participara, que se debatiera, que se debatieran este tipo de temas, se generaban actos, de política nacional, internacional, que los cambios de la sociedad se debatieran en asambleas importantes.” A mediados de los sesenta y particularmente luego de 1966 se produce un quiebre en la modalidad organizacional, consignas y práctica política del movimiento estudiantil. La violencia política ejemplificada por los francotiradores que actuaron en los hechos de mayo, constituye un Pág. 44


cuadernos de formación política antecedente de lo que ocurrió luego en los años setenta, los cuales estuvieron marcados por la radicalización y la extensión de las organizaciones armadas. “Paulatinamente la acción manipuladora, la negociación, ha dejado paso entre los estudiantes a la acción callejera y violenta. Ya, en 1966, la toma del barrio Clínicas demostró suficientemente la incapacidad de la policía de contener las manifestaciones y de romper el control sobre el barrio. En 1969 ocurrió exactamente lo mismo pero a nivel de la ciudad entera. La gimnasia revolucionaria permitió una acción sensiblemente más eficaz.” Respecto a las consignas típicas del movimiento estudiantil en la década del sesenta, podemos mencionar que aquellas se caracterizaban por referirse a cuestiones gremiales y administrativas alusivas a la situación interna de la universidad. “Lo novedoso de este renovado movimiento estudiantil estuvo dado por la participación masiva de los estudiantes en los reclamos en torno a la situación académica: libertad de cátedra, pluralismo teórico, autonomía universitaria, concursos. Sin embargo, hacia fines de los sesenta, se comienzan a dejar de lado las consignas meramente gremiales o que respondían a intereses corporativos y se manifiesta un viraje hacia consignas de carácter revolucionario, referidas a la sociedad en su conjunto y a cuestiones externas a la universidad en sí. El 24 de mayo del 69 “El radicalismo de Córdoba postuló en el primer Congreso Provincial de Estudio y Actualización Doctrinaria de la Unión Cívica Radical, entre otras cosas, “la lucha revolucionaria en la que el pueblo de la patria deberá intervenir a fin de cambiar las estructuras, la colectivización de la tierra, de las riquezas naturales y de los medios de producción previa una justa indemnización.” Estas nuevas consignas reciben la influencia de corrientes de pensamiento de la época como el guevarismo y el romanticismo de izquierda. En este contexto de ideas revolucionarias, “otra posición del movimiento estudiantil apuntó a hacer una crítica al sistema educativo en su totalidad, al que entendía como el principal vehículo de reproducción ideológica del sistema capitalista. Estas posiciones llevaron a impulsar como práctica política y de cuestionamiento, la creación de cátedras paralelas.” Estos cambios vertiginosos y radicales en las formas de la práctica política y en las consignas del movimiento estudiantil tendrán consecuencias importantes en los nuevos modos de la política estudiantil “las movilizaciones de mayo del 69 superan ampliamente a las anteriores, pero hay un elemento importante a resaltar, que es el distanciamiento que el movimiento estudiantil toma de las formas orgánicas y tradicionales de los aparatos de representación estudiantil, que darán lugar con el tiempo a nuevas formas democráticas y de autogestión. La crisis de legitimidad de la conducción tradicional del movimiento estudiantil produjo el surgimiento de formas de democracia directa que dio motivo a la aparición de una nueva dirección integrada por cuadros surgidos casi espontáneamente de las bases; ello abrió paso a una nueva generación de activistas y de dirigentes políticos que tendrán protagonismo en y luego del Cordobazo.” Pág. 45


cuadernos de formación política

CAMBIOS EN EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL A PARTIR DEL CORDOBAZO “El Cordobazo impulsó en la universidad una pronta radicalización de las organizaciones estudiantiles, que ya no buscaron en las viejas tradiciones políticas universitarias sino que el imaginario comenzó a rescatar políticas e ideas con cuestionamientos más amplios y radicales. Las reivindicaciones sostenidas en este movimiento marcaron la década del setenta tanto en las nuevas prácticas políticas, en las formas de organización, como en las formas de expresión de las organizaciones populares.” “Con el movimiento de la Reforma Universitaria, los estudiantes adoptaron una filosofía liberal que paulatinamente se degrada, eclosiona en forma contradictoria durante el peronismo y es finalmente abandonada al comienzo de la década del sesenta, cuando otros dos hijos del liberalismo reformista, Fidel Castro y Che Guevara, lo destrozan llevándolo hasta las últimas consecuencias. A partir de entonces los grupos marxistas minoritarios se transforman en mayoritarios y los antiguos católicos, clericales algo fascistizantes, devienen cristianos revolucionarios.” La radicalización que se produce en la década del setenta también se explica por la emergencia de la sociedad civil ante la oclusión de las vías tradicionales de la política que supuso la instauración del gobierno de facto. “En ese contexto de 1966/1969 es obvio que la sociedad civil, carente de articulación con el Estado, sólo podía reconcentrarse en ella misma, separarse del Estado primero, desconocerlo enseguida y desafiarlo finalmente.”

Pág. 46


cuadernos de formación política

Políticas Educativas ¿QUÉ SON LES - CONEAU – ANFHE – PROHUM – LENES?11

11 Fragmentos del Informe Nº 1 de la Comisión Contra la Mercantilización del Conocimiento de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyLL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para el VII Encuentro Nacional de Estudiantes de Letras (ENEL) realizado del 27-29 de octubre de 2011 en la Universidad Nacional de Cuyo. Pág. 47


cuadernos de formación política

I - LEY DE EDUCACIÓN SUPERIOR (LES). La ley 24.521, LES fue sancionada en 1995, bajo el gobierno menemista, siguiendo los lineamientos del Banco Mundial y dentro del marco privatizador neoliberal. La sanción de esta ley fue realizada sin debate de las comunidades universitarias, lo que suscitó diversas protestas populares. A partir de la sanción de la ley se generó una serie de presentaciones judiciales que intentaron frenar su aplicación. Una de ellas es el conocido fallo Marinelli que la declaró inconstitucional, y evitó durante varios años la aplicación de la LES en la UBA bajo el argumento de que viola la autonomía universitaria. La LES, según sus propios articulados (en particular los artículos 2, 59 inciso c, 13 inciso d, 28 inciso e, 29 inciso e), y oponiéndose a la reivindicación de la educación como un derecho, establece que la educación sea considerada un servicio, y en consecuencia entendida como un bien de intercambio. Entender la educación como un servicio que debe ser prestado (prestación que, a su vez, requiere una devolución por parte de quien lo recibe) habilita al Estado a desligarse de su obligación de garante del derecho. Es por esto que la LES no sólo viola la autonomía universitaria, sino que a su vez promueve la generación de recursos propios (ahogo presupuestario mediante), iguala el nivel de las universidades públicas con las privadas, y habilita de forma tácita la reducción de contenidos en favor de los posgrados privados. Es a partir de estos aspectos, y de otros procedimientos que iremos analizando, que la LES transforma el rol del estado para con la educación, invirtiendo su función de garante de un derecho a subsidiario de un servicio.

1. AUTOFINANCIAMIENTO DE LAS UNIVERSIDADES. La LES establece que las universidades pueden generar recursos propios por fuera de los que les designa el Estado. Así la educación se concibe como un servicio que puede venderse y comprarse, tanto como un productor de servicios. ¿Qué servicios? Leemos en el artículo 59): “c) [Las universidades] podrán dictar normas relativas a la generación de recursos adicionales a los aportes del Tesoro nacional, mediante la venta de bienes, productos, derechos o servicios, subsidios, contribuciones, herencias, derechos o tasas por los servicios que presten, así como todo otro recurso que pudiera corresponderles por cualquier título o actividad. 'Los recursos adicionales que provinieren de

Pág. 48


cuadernos de formación política contribuciones o tasas por los estudios de grado, deberán destinarse prioritariamente a becas, préstamos, subsidios o créditos u otro tipo de ayuda estudiantil y apoyo didáctico; estos recursos adicionales no podrán utilizarse para financiar gastos corrientes. Los sistemas de becas, préstamos u otro tipo de ayuda estarán fundamentalmente destinados a aquellos estudiantes que demuestren aptitud suficiente y respondan adecuadamente a las exigencias académicas de la institución y que por razones económicas no pudieran acceder o continuar los estudios universitarios, de forma tal que nadie se vea imposibilitado por ese motivo de cursar tales estudios”. Dos indicios: primero, la lógica mercantilista de la LES contempla como válido suplir un presupuesto estatal mediante recursos privatizadores; segundo, que los créditos y los préstamos se consideran ayuda estudiantil. En esta línea, la LES acompaña la justificación del ahogo presupuestario y la lógica privatizadora promoviendo la idea de excelencia académica y formas de producción de conocimiento en los que priman la lógica de la competencia y la acumulación de puntaje, como vemos en el artículo 58: “Corresponde al Estado nacional asegurar el aporte financiero para el sostenimiento de las instituciones universitarias nacionales, que garantice su normal funcionamiento, desarrollo y cumplimiento de sus fines. Para la distribución de ese aporte entre las mismas se tendrán especialmente en cuenta indicadores de eficiencia y equidad. En ningún caso podrá disminuirse el aporte del Tesoro nacional como contrapartida de la generación de recursos complementarios por parte de las instituciones universitarias nacionales.” Es así cómo la LES justifica el arancel y las prestaciones de servicios a terceros, a la vez que promueve la generación de recursos adicionales y entiende el aporte estatal como un premio a ser repartido entre las universidades nacionales: trazando un círculo entre el autofinanciamiento, la relativización del presupuesto y, como veremos, la injerencia del estado en la universidad. Para terminar este apartado, veamos en el artículo 13, inciso c, cómo comienza a cerrarse el círculo: “c) [Los estudiantes de las instituciones superiores de educación superior tienen derecho] a obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico y social que garanticen la igualdad de Pág. 49


cuadernos de formación política oportunidades y posibilidades, particularmente para el acceso y permanencia en los estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten la materia;” Si contemplamos en el artículo 58 que el Estado repartirá su presupuesto según criterios de eficiencia y equidad, el artículo 13 evidencia que con la LES las becas no se otorgarán a los estudiantes respondiendo a los motivos socio-económicos que evitan lograr nivel académico, sino que tanto las becas, como el ingreso y la permanencia, serán condicionados por la respuesta a las exigencias académicas y la aptitud suficiente (ver artículo 50 sobre el “rendimiento académico mínimo exigible”). De esta forma no se garantiza ni el ingreso ni la permanencia en la universidad, sino que bajo la máscara de la igualdad de oportunidades se esconde la reproducción de la lógica circular en la que para recibir las becas (¡y hasta el aporte del Estado!) son necesarias las condiciones materiales para sostener altos promedios e índices de eficiencia, cuando la realidad indica que es al revés.

2 AUTONOMÍA UNIVERSITARIA. ¿Qué es la Autonomía Universitaria? El principio de autonomía universitaria sostiene que la universidad debe ser autónoma y auto-gobernada, eligiendo su propio gobierno sin injerencia del poder político, y dándose sus propios estatutos y programas de estudio. La autonomía universitaria está fundada en la necesidad de evitar que los vaivenes del poder político se traduzcan en cambios arbitrarios de la vida y las autoridades universitarias. A partir de 1994 la autonomía universitaria y su autarquía financiera fueron garantizadas en la Constitución Nacional (art. 75 inciso 19, respecto a cuáles son las atribuciones del Congreso de la Nación). Los intereses que defienden los lineamientos básicos de la LES y la injerencia estatal que ésta implica tienden a equiparar la autonomía universitaria a la “universidad isla”, separada y aislada de su entorno, sobre todo haciendo énfasis en su relación con el sistema productivo. La equiparación permite que el Estado imponga, mediante la LES, la lógica mercantil que le permitirá a las universidades subordinarse al modelo y ser modificadas desde el exterior para ingresar, atenerse, y acotarse a la función que cumpla en el mercado. Bajo la LES entonces, la autonomía universitaria se vuelve una ficción, poco más que una palabra de adorno: vemos que el Artículo 29 le permite a la universidad “Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Cultura y Educación a los fines establecidos en el artículo 34 de la presente ley”. Cuando nos detenemos en el Artículo 34, podemos leer: Pág. 50


cuadernos de formación política “Los estatutos, así como sus modificaciones, entrarán en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial, debiendo ser comunicados al Ministerio de Cultura y Educación a efectos de verificar su adecuación a la presente ley y ordenar, en su caso, dicha publicación. Si el Ministerio considerara que los mismos no se ajustan a la presente ley, deberá plantear sus observaciones dentro de los diez días a contar de la comunicación oficial ante la Cámara Federal de Apelaciones, la que decidirá en un plazo de veinte días, sin más trámite que una vista a la institución universitaria.” La autonomía universitaria no implica solamente la libertad académica y de cátedra, sino la libertad de las universidades para construir por sí mismas sus estatutos, determinando el modo en que se gobernarán, designarán su claustro docente, personal administrativo y autoridades. Siendo el Ministerio de Educación el mediador a través de la LES, los estatutos deben obedecer al Gobierno de turno: de esta forma la potestad recae sobre éste para dictaminar los lineamientos generales. Cabe preguntarse entonces a qué intereses responderán dichos lineamientos y se adaptarán las universidades nacionales.

3 ACREDITACIONES, AUTOEVALUACIÓN Y EVALUACIÓN. El mecanismo principal mediante el cual el Estado viola la autonomía universitaria y adecua la educación superior a las necesidades del Estado es la acreditación. Este mecanismo consta de dos procesos: una primera instancia que aparenta ser puramente interna, la autoevaluación, y una segunda en la que participa de manera directa un organismo externo, la evaluación. Todo esto se halla asentado en el artículo 44: “Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de las instancias internas de evaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su mejoramiento. Las autoevaluaciones se complementarán con evaluaciones externas, que serán como mínimo cada seis (6) años, en el marco de los objetivos definidos por cada institución. Abarcará las funciones de docencia, investigación y extensión, y en el caso de las instituciones universitarias nacionales, también la gestión institucional. Las evaluaciones externas estarán a cargo de la CoNEAU o entidades privadas constituidas con ese fin, conforme se prevé en el art. 45, en ambos casos con la participación de pares académicos de reconocida competencia. Pág. 51


cuadernos de formación política Las recomendaciones para el mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán carácter público.” La instancia autoevaluadora es llevada a cabo por un comité conformado a tal fin, que posee las mismas características antidemocráticas que cualquier organismo institucional propio de nuestras universidades. Esta instancia responderá a la necesidad de adecuar las carreras de cada facultad (que inicien el proceso de acreditación) a los lineamientos mercantilizadores de la LES. La segunda instancia, como mencionamos, es la evaluación, llevada a cabo en este momento por la CoNEAU, un organismo no sólo externo y antidemocrático sino también compuesto por representantes de intereses privados. Es la CoNEAU (ver su composición en el apartado) quien determina si las carreras se ajustan o no a la LES y sus demandas. Volvemos entonces al manejo estatal, dado que el Ministerio de Educación es el órgano que establece los tres criterios fundamentales para que las carreras se acrediten por la CoNEAU: carga horaria, contenidos mínimos y exigencia práctica. Criterios que a su vez son sólo otra prueba de la disolución práctica de la autonomía universitaria, ingresando el Estado directamente a la formación brindada por las universidades. Pero esto no termina ahí, ya que si vamos al artículo 76, podemos leer: “Cuando una carrera que requiera acreditación no la obtuviere, por no reunir los requisitos y estándares mínimos previamente establecidos, la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria podrá recomendar que se suspenda la inscripción de nuevos alumnos en la misma, hasta que se subsanen las deficiencias encontradas, debiéndose resguardar los derechos de los alumnos ya inscriptos que se encontraren cursando dicha carrera.” Es decir que la LES le otorga sin miramientos la autoridad a la CoNEAU para recomendar que se suspendan las inscripciones a las carreras universitarias. ¿Quién establece qué Carreras deben acreditarse por la CoNEAU? El Ministerio de Educación. ¿Quién fija los requisitos bajo los cuales deben acreditarse por la CoNEAU? El Ministerio de Educación. ¿Bajo qué jurisdicción funciona la CoNEAU? Lo veremos en el apartado sobre su composición, aunque no hace falta aclararlo: bajo la del Ministerio de Educación, y todo esto en función de los intereses privados ya mencionados.

Pág. 52


cuadernos de formación política

II. COMISIÓN NACIONAL DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN UNIVERSITARIA (CONEAU). 1 ¿QUÉ ES LA CONEAU? La CoNEAU es un órgano creado por la LES, y está conformado por 12 miembros designados por el Poder Ejecutivo a recomendación de diferentes organismos: tres por la Cámara de Diputados, tres por la Cámara de Senadores, uno del Ministerio de Educación, uno por el Consejo de Rectores de Universidades Privadas, uno por la Academia Nacional de Educación, y tres miembros por las universidades públicas (Consejo Interuniversitario Nacional). Su función es la evaluación y acreditación de todas las carreras de grado reguladas por el Estado en tanto su “ejercicio profesional pudiera poner en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes” (LES, Artículo 43), y de acuerdo a estándares fijados por el Ministerio de Educación, los cuales, como ya establecimos, se fijan para las carreras que requieren la acreditación, es decir, las declaradas de “interés público” por el mismo Ministerio. Asimismo, la CoNEAU está encargada de (y tiene la potestad para) determinar parámetros como la restricción al ingreso, el arancelamiento de los estudios de grado, la modificación de los planes de estudio, contenidos mínimos, carga horaria, etc., además de ser la encargada de hacer los informes necesarios para autorizar la creación de universidades nacionales y privadas. Los procesos de acreditación se inician cuando la CoNEAU realiza una convocatoria para un número determinado de carreras, que vencido un plazo se torna obligatoria. Todas las universidades deben entonces comenzar el proceso de acreditación de las carreras reguladas, el cual sigue una serie de pasos predeterminados. La primera fase corresponde a la autoevaluación, donde cada universidad debe realizar un informe donde evalúe la situación de las carreras a acreditar. El informe resultante pasa a manos de la CoNEAU, encargada de realizar la evaluación externa, que tras hacer las observaciones pertinentes da lugar a la decisión final. La CoNEAU puede determinar acreditar una carrera por 6 ó 3 años, dependiendo de los resultados del proceso de autoevaluación y evaluación por pares, o directamente no acreditarla: en Pág. 53


cuadernos de formación política ese caso no podrá seguir dictándose en tales condiciones. Si la acreditara sólo por 3 años, vencido el tiempo la carrera deberá someterse nuevamente a evaluación para verificar si fueron solucionadas las falencias o seguidas las observaciones indicadas en el anterior proceso de acreditación. La acreditación por 3 años tiene lugar cuando la carrera no cumple con todos los estándares, sin embargo el informe final establece la posibilidad de alcanzar los niveles de “calidad” requeridos en un plazo cercano, o cuando la carrera cumple con todos los estándares fijados pero no tiene graduados por no haberse completado un ciclo completo de dictado.

V. LENES

1 ¿QUÉ ES LA LENES? Si bien la LES fue, efectivamente, sancionada durante el menemismo y de forma acorde a sus políticas, hay que tener presente que su mayor y más efectiva aplicación fue durante el transcurso del gobierno kirchnerista. La LENES es un proyecto de ley (que fue creado por Adriana Puigross, docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA) con el que el kirchnerismo pretende cambiar la LES. Dicho proyecto aún no fue aprobado por el Congreso Nacional. Según sus propios lineamientos y objetivos, esta nueva ley tiene por objetivo romper con el concepto de “universidad isla”. Si bien ya nos referimos al respecto (ver inicio) no está de más reforzar el hecho de que el concepto de “universidad isla” en boca del kirchnerismo se convierte en una mera figura para justificar la subordinación de la Universidad, y de la Educación en su conjunto, a la lógica y las necesidades del mercado: vemos que, buscando bajo esa misma fórmula retórica hacer de la autonomía universitaria una excusa liberal para aislarse, pretende reducir dicha autonomía para seguir los pasos neoliberales del gobierno menemista que sancionó la LES. Así, mientras la LES se realizó bajo los lineamientos del Banco Mundial, la LENES lo hace bajo los lineamientos de la UNESCO (que a su vez es financiada por el BM). De ésta manera el anteproyecto de ley contempla un organismo equivalente a la CoNEAU, el Consejo Educativo Nacional para la Acreditación y la Evaluación Superior (CENAES).

Pág. 54


cuadernos de formación política Del mismo modo que en la LES, la acreditación será para aquellas carreras que sean de “interés público”, deberá realizarse de forma periódica y, por tanto, deberá respetar los lineamientos del CNES (Artículo 26, incisos a y b).

Se repite, a su vez, la reglamentación de los órganos de cogobierno, estableciendo por ley que el claustro de profesores debe contar con “la mayor representación relativa de la totalidad de sus miembros”, aunque aclara que ningún claustro puede tener la capacidad (por número de representantes) de tomar por sí mismo las decisiones. Además –y esto es algo nuevo –incorpora al personal no docente como parte del cogobierno con voz y voto. (Artículo 36). La LENES, como vemos, sigue la estrategia básica del modelo: búsqueda de consenso mediante medidas simbólicas o sin peso real disfrazadas de reivindicaciones, y por detrás, perpetuando las estructuras antidemocráticas.

2 AUTOFINANCIACIÓN BAJO LA LENES. Las instituciones de la educación superior pueden generar recursos propios, provenientes de cualquier lugar, aunque sin que éste sea un reemplazo del dinero que el Estado debe dar para el financiamiento de la educación superior pública. Además, establece que por lo menos el 10% de los recursos propios debe ser destinado a “becas, préstamos, subsidios o créditos u otro tipo de ayuda estudiantil y apoyo didáctico; estos recursos adicionales no podrán utilizarse para financiar gastos corrientes” (Artículo 38, inciso c; Artículo 39 y Artículo 40, inciso c). Cualquier semejanza con el Artículo 59 inciso C de la LES, citado en la página 2, no es mera coincidencia, sino pura consecuencia. La LENES plantea una vinculación de la educación superior con el sistema productivo y una “autonomía responsable”: desde el primer artículo y hasta el último capítulo del anteproyecto figura la vinculación de la educación superior con el sistema productivo, el desarrollo productivo, el bienestar social, la justicia social, el desarrollo de la Nación, etc.; utilizando todos estos términos de forma ambigua, subordinando con las necesidades del pueblo a lo que no es otra cosa que las necesidades del mercado (Artículo 1; Artículo 5, inciso j; Artículo 6, incisos a y g; Artículo 12, incisos a, c, e, f, i y j; Artículo 27, inciso g; Artículo 31; Artículo 48, inciso d; Artículo 62, inciso a; Artículo 63; Artículo 64, inciso d). Pág. 55


cuadernos de formación política En esta misma dirección, establece en numerosos artículos la vinculación de la universidad con la sociedad en términos de devolución de una deuda: si la sociedad paga la universidad con sus impuestos, la universidad debe producir para retribuir la deuda, si la producción del conocimiento se rige por la lógica del mercado, entonces la universidad deberá adaptarse a esa lógica para desendeudarse con la sociedad. Frente al mito de la “universidad isla” se perfila la “universidad mercado”: flexible, funcional, influenciable, débil, re-productiva: dócil. A la vez, establece los “voluntariados obligatorios” como requisito para titularse, así como el derecho del Estado de contar con los graduados para realizar trabajo ad honorem siempre que se considere necesario (Artículo 12, incisos a, f y j; Artículo 14, inciso f; Artículo 55; Artículo 65). Para ello, establece que el vínculo entre la universidad y la sociedad estará mediado por “organizaciones, instituciones y personas representativas de la actividad social, cultural, económica, deportiva, ambiental y todas aquellas que contribuyan a construir una perspectiva integral sobre la problemática del desarrollo regional” (Artículo 17, inciso a). Además, esta “inserción social” de la universidad estaría vinculada a proyectos propios del gobierno nacional, gobiernos provinciales, municipalidades, etc. (Art. 12, inciso k; Art. 14, inciso k; Art. 21; Art. 67; Art. 70). La Ley propone un sistema de exigencias en términos de “rendimiento académico” como condición para mantener la regularidad. Estas exigencias serían definidas por cada institución, pero hay más de una mención al respecto a lo largo del anteproyecto (Artículo 29; Artículo 22, inciso m). Para la educación superior de formación docente y técnico-profesional, establece que es deber el “articular las carreras afines estableciendo en lo posible ciclos básicos comunes y regímenes de equivalencia, opción y reconversión”. (Artículo 48, inciso f). El marco, tanto del desarrollo del sistema productivo como del vínculo universidad-sociedad, tendría como norte el “desarrollo” de Latinoamérica. Dicho marco lo configura la acreditación en conjunto con organismos internacionales propios de la región (el MERCOSUR, por ejemplo).

Pág. 56


cuadernos de formación política

¡¡ESTUDIAR, LUCHAR, VENCER!!12 (Fragmentos)

Sobre las estrategias de resistencia del movimiento estudiantil en América Latina El objetivo de este artículo es ver el desarrollo, groso modo, de las políticas privatizadoras de la Educación Superior y las resistencias estudiantiles a éstas en Argentina, Colombia y Chile desde la década de 1990.

12 Artículo escrito por la agrupación estudiantil chilena CeR (Cordón Estudiantil Revolucionario). Pág. 57


cuadernos de formación política

II. LA RESISTENCIA ESTUDIANTIL A LA EDUCACIÓN DE MERCADO. En el ámbito de la Educación Superior en Argentina, Colombia y Chile los respectivos gobiernos impulsan leyes para la Educación Superior, financiadas y propuestas por el BM y el FMI, durante la década de 1990. En Argentina, durante el gobierno de Menem se crea la Ley de Educación Superior (LES). En Colombia, bajo la presidencia de Gaviria se presenta la Ley 30. En Chile, el gobierno de Frei impulsa la Ley de Modernización de la Educación Superior o Ley Marco. Las 3 leyes, en términos muy generales, pretenden hacer reformas en los ámbitos de (auto) financiamiento (privatización), calidad (acreditación) y gobierno universitario. La Resistencia Estudiantil a las leyes no se hizo esperar... En Argentina, particularmente en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la LES fue aprobada el 20 de febrero de 1996 en medio de protestas donde estudiantes fueron detenidos y golpeados en ex Centros de Detención de la Dictadura. Pese a la aprobación de la LES, dado el carácter tardío de la Contrarrevolución Neoliberal, aparentemente esta se retrasó en su aplicación gracias a instancias como la Rebelión Popular de 2001 conocida como el Argentinazo. En Colombia se reactiva la lucha estudiantil rechazando la Ley 30 entre 1992-1994 Luego las movilizaciones y capacidades organizativas entre 1994-2000 lograron en distintas universidades detener y resistir a los propósitos de la Ley 30. La organización estudiantil reapareció en el escenario nacional con fuerza pero no se logró derrocar la Ley 30 y sufriendo la más dura persecución, destierros, desplazamientos y asesinatos de toda su historia en Colombia. En la actualidad los estudiantes colombianos continúan su lucha contra la Ley 30 con nuevos bríos, principalmente agrupados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE). A través de este espacio fue que se articularon las movilizaciones nacionales en el 2011-2012, logrando algunas reformas en la educación, como bajar aranceles y conseguir más becas. La movilización tuvo un antecedente importante, la articulación con sectores campesinos y trabajadores levantando reivindicaciones sociales con críticas al modelo neoliberal colombiano y la violencia del estado hacia la organización social. Este proceso es inmaduro aun, pero va agarrando fuerza gracias a la organización y movilización del sector más consiente del pueblo colombiano. En Chile desde 1994 hubo movilizaciones en algunas Universidades contra la Ley Marco y su clímax se alcanzó en la movilización nacional de más de 2 meses en 1997, pero fue en 1999, luego del asesinato por la policía del estudiante Daniel Menco donde se frenó la Ley Marco en el parlamento. Pág. 58


cuadernos de formación política A partir del año 2003, con el “socialista” Ricardo Lagos en la presidencia, es que los ricos y poderosos tomaron la iniciativa con la aprobación de la Ley de Acreditación y la aprobación de la Ley de Financiamiento en 2005, es decir, la aprobación a cuenta gotas de la vieja Ley Marco. Pero el 2006 los estudiantes secundarios rompen el silencio alzándose contra la Educación de Mercado y quienes la sustentan en la denominada Rebelión Pingüina, cuyos antecedentes se encuentran en la creación de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y la movilización secundaria del año 2001 denominada “El Mochilazo”. Es la experiencia de todas estas luchas contra la Educación de Mercado las que hacen síntesis en las movilizaciones del 2011. Todas estas luchas contra la Educación de Mercado son las que hacen síntesis en las movilizaciones de bases del estudiantado chileno y permiten en el 2014 conseguir algunas reformas que en nada modifican la estructura de educación mercantilista del modelo neoliberal.

III. DESDE LA RESISTENCIA A LA VICTORIA… Como hemos visto desde la década de 1990 los dueños del poder y la riqueza en nuestra América Latina han intentado de forma concertada imponer la Educación como una Mercancía y no como un Derecho. También hemos visto como los(as) estudiantes organizados(as) de este continente ha resistido a la mercantilización. Es por ello que hoy, al fragor de las luchas de los(as) compañeros(as) chilenos(as) y colombianos(as), junto a la solidaridad de los(as) hermanos(as) argentinos(as) y de otros pueblos creemos que es necesario generar coordinaciones internacionales, de clase, y comenzar a construir fuerza social, política e ideológica para barrer con la Educación de Mercado y quienes la sustentan en nuestro continente. Ir avanzando desde estrategias de resistencia a estrategias de propuestas del tipo de Educación que queremos, al servicio de los intereses de los(as) trabajadores(as) y los pueblos.

Cordón de Estudiantes Revolucionarios (CeR).

Pág. 59


cuadernos de formación política

ANOTACIONES ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________

Pág. 60


cuadernos de formación política

Pág. 61


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.