Los procesos participativos para la construcción de líneas de investigación - INTA CIPAF

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PRÓLOGO El mapa de Gerardo Mercator 1 Por el Dr. Gustavo Tito (Director del IPAF Región Pampeana) Es difícil escribir un prólogo de algo que pasó, que sigue en movimiento y acción y del que somos parte. Intentarlo implica un esfuerzo por mirar hacia atrás, no para ver un proceso histórico, que tiene la ventaja de lo lejano. y solo requiere el ordenamiento de dos o tres causas-efectos o ejes principales. Este no es el caso. Porque la presente publicación nos relata apenas los inicios del IPAF Región Pampeana desde su conformación desde el mes de octubre de 2005 hasta el año 2009. Demasiado cerca como para ser historia y demasiado lejos para ser presente. Nos planteamos el esfuerzo de hacerlo, pues de otro modo se pierde información. No sólo datos en sí mismos (que son públicos) sino que lo que se busca es poner en valor experiencias que sirvan para nuevos procesos de cambio en el Estado, para que cada nuevo proceso no sea una aventura, “la primera aventura”. Nos obliga escribir este libro el hecho de que a mediados de 2005 se habían conformado tan sólo tres institutos y hoy, a tan sólo siete años ya están funcionando los cinco institutos del CIPAF, en cada región agroecológica de la Argentina. De este modo se cubre todo el territorio nacional y el INTA tiene la misión de generar y validar tecnologías apropiadas para todos los habitantes de la Argentina que se definan como Agricultores Familiares. Este compromiso nos lleva a reconocer nuestros errores y aciertos, para no repetir los primeros, y utilizar los segundos para rediseñar estrategias institucionales con el sector. Es clave situar los períodos en la historia de la Agricultura Familiar y su relación con el Estado. La creación del IPAF Región Pampeana se realizó en el marco del inicio de una política de Estado de apoyo explícito a la Agricultura Familiar. Dos años después se conforma la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Nación y se consolida con apoyo del mismo Estado el Foro Nacional de la Agricultura Familiar. Más tarde se crea en el seno del SENASA la comisión que refiere a normativas para el sector, además de una serie de instrumentos que facilitan su accionar como la Ley Nacional de Microcréditos, el Monotributo Social Agropecuario Gratuito y la Ley de Marcas Colectivas. Se trata en todos los casos de herramientas de políticas institucionales que plantean una reformulación del rol del Estado luego de la crisis del 2001. La creación del IPAF Región Pampeana suma un desafío institucional de envergadura, para crear “tecnología apropiada”. No ya para utilizar un recurso natural, o bien optimizar el uso de algún componente del ambiente, sino para centrarla en un actor: el Agricultor Familiar. Es un desafío que se “hace” con las organizaciones de la Agricultura Familiar, es una institucionalidad creada de “abajo hacia arriba”. Quiere decir que el “recorte” para realizar la investigación no es un trozo de la naturaleza o un tipo de producción, sino un actor social situado “en su contexto”. A ello se le suma que es un actor que se encuentra en estado de exclusión y que es necesario potenciarlo, ponerlo en valor, resignificarlo, visibilizarlo e incluso en algunos casos fomentar su sola existencia. Esto es una clara propuesta del INTA para el sector que nos alerta sobre su debilidad y sobre todo anuncia que la Agricultura Familiar debe ser protagonista del sistema agroalimentario nacional. Y debe serlo porque es capaz de generar empleo genuino y alimentos sanos para los mercados de proximidad, además de otros “servicios” hacia el resto de la comunidad como la ocupación geopolítica del territorio y la conservación de la agrobiodiversidad. Por eso el IPAF es una propuesta para adelante, y por eso nos ha costado mucho “parar la pelota” y mirar hacia atrás y sistematizar este proceso. Este libro se llena con el esfuerzo de investigadores, organizaciones de productores, extensionistas y decisores para empezar a enfocar un problema complejo, multidisciplinario, situado y en permanente conflicto. Para construir la demanda de la AF, iniciamos un diálogo multiactoral, con fuerte articulación inter e intrainstitucional y en diversos espacios simultáneos de construcción, preguntando y preguntándonos: ¿ Qué se debe y qué no se debe investigar para la Agricultura Familiar en la Región Pampeana?. Abierta la caja de pandora se armó un atlas de demandas de un sector popular excluido, con problemáticas estructurales vinculadas con viviendas, caminos, salud, comercialización, tierras, a los que se sumaron los factores productivos. O sea, la demanda habitual y conocida del sector desde los últimos 20 años. Hasta aquí nada nuevo. Lo innovador es que estas preguntas se las formula un Instituto de Investigación exclusivamente dedicado a la sector. ¿Cómo ordenar entonces este aquelarre de necesidades insatisfechas, de tal manera que se transformen en prioridades de investigación y que como tales estén fácil y rápidamente disponibles para se apropiadas por la Agricultura Familiar?. Para ello se nos ocurrió primero entender o interpretar el contexto político institucional actual, y en ese contexto detectar los cuellos de botella crónicos que no han podido permitir que el sector “despegue”, y sobre, nos planteamos buscar un enfoque que al solo efecto de una hipótesis de trabajo nos permita ampliar (decimos ampliar porque reconocemos desde el Estado una vacancia en ese sentido) con una mirada que contemple la complejidad del problema de la PAF en la Región Pampeana. La selección del enfoque Agroeocológico como 1

Gerardus Mercator (5 de marzo de 1512 – 2 de diciembre de 1594), cartógrafo flamenco.

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marco teórico, nos permitió avanzar mas de la demanda, nos permitió interpelar la realidad (incluso a los mismos Agricultores Familiares) e iniciar un camino hacia el desarrollo de alternativas tecnológicas apropiadas y apropiables. A su vez la selección de un marco teórico nos permitió avanzar en el trabajo interdisciplinario necesario e imprescindible, desde un mismo marco varias disciplinas se “ordenan” en sus preguntas de investigación, “ se diluye la torres de babel”, se encuentra un camino para transitar que está y estará sujeto a cambios que aumentan nuestro propio aprendizaje. Ese marco inicial consensuado con los mismo actores con los cuales se ha construído la demanda, nos permitió empezar a fijar prioridades de investigación, plasmadas en los primeros proyectos priorizando y fijando estrategias. Así, sobre al marcha, nos dimos cuenta de muchas cosas que nos faltaban , de muchos errores que hemos cometido, por acción o inacción. Si hoy miramos hacia atrás, tenemos la sensación de que nos pasó lo que le sucediera al geógrafo flamenco Gerardo Mercartor cuando creo el primer mapamundi, tratando de organizar sistemáticamente los diversos datos en una imagen coherente de la Tierra. Y lo que logró es un mapa distorsionado, donde las islas y los continentes tenían el mismo tamaño y las dos terceras partes del globo estaban por encima del Ecuador. Pero el marco de referencia de Mercator permitió a los cartógrafos recopilar gradualmente las narraciones de múltiples viajes en un cuadro global, pues había inventado el sistema de meridianos y paralelos. Sabemos que los inicios del IPAF Región Pampeana son como los de Mercator: un mapamundi distorsionado de soluciones tecnológicas para la Agricultura Familiar. Ya en 2012 comenzamos a percibir esas distorsiones, pero esperamos que ellas sean los paralelos y meridianos que nos permitan a nosotros y a otros tener un nuevo punto de partida para lograr que la Agricultura Familiar se transforme en un protagonista de la Soberanía Alimentaria.

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COMPILADORES

Lic. Alida Patricia DOMINGUEZ Dra. Mariana MARASAS AUTORES

Guillermo CAP Sergio DUNRAUF Gabriela GIORDANO Mariana MARASAS Alejandra MOREYRA Maximiliano PEREZ Raul PEREZ Guido PRIVIDERA Gustavo TITO Se agradece la colaboraci贸n de

Laura DE LUCA Edgardo GONZALEZ Cora GORTNIZKY Marcos HALL Sergio JUSTIANOVICH

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Indice SECCIÓN I INSERCION INSTITUCIONAL DEL IPAF REGION PAMPEANA 1- El contexto de surgimiento: La visualización de la Agricultura familiar 2- El IPAF Región Pampeana y el comienzo de un proceso participativo

SECCION II EL PROCESO PARTICIPATIVO 1- El relevamiento y análisis de las principales demandas de la agricultura familiar a. El relevamiento b. El análisis

2- Mesas participativas, territorios y un equipo ampliado 3- La presentación de los trabajos realizados. a. El Seminario de Agroecología b. El Taller de Agroecología c. Fortalezas y debilidades

SECCIÓN lll LA FORMULACIÓN Y PRESENTACIÓN DE LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

1- Aportes y estrategias para el avance y consolidación de los proyectos de investigación del ipaf. a. Seminario de agroecología: “El Rol de la Agroecología como enfoque científico para una Agricultura Sustentable. Su aplicación a la problemática de la pequeña Agricultura Familiar” 22 de marzo del 2007. Con Miguel Altieri y Santiago Sarandón. b. Seminario de agroecología: “Enfoque agroecológico para la agricultura familiar: Marco teórico y metodológico” y “La Agroecología: Los principales interrogantes que se plantea la investigación. La estrategia del “EMBRAPA” miércoles 12 y jueves 13 de septiembre 2007 Con Joao Carlos Costa Gomes c. Jornada de trabajo “Hacia la construcción de nuevos paradigmas de intervención en agricultura familiar: un aporte desde la economía social”, 23 de Agosto del 2007 Con José Luis Coraggio

2- Los proyectos de investigación.

EPILOGO ANEXO DOCUMENTAL Anexo l: Marco Teórico del IPAF Región Pampeana Anexo ll: Sistematización del Proceso Participativo del IPAF Región Pampeana- INTA para la construcción de líneas de investigación Anexo lll: La sistematización como proceso. Algunas reflexiones

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SIGLAS AF: Agricultura Familiar CIPAF: Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar EEA: Estación Experimental Agropecuaria EMBRAPA: Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária IAP: Investigación Acción Participativa IPAF REGION PAMPEANA: Instituto de Investigación y desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar Región Pampeana IPAF NOA: Instituto de Investigación y desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar del Noroeste Argentino IPAF NEA: Instituto de Investigación y desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar del Noreste Argentino PAF: Pequeña Agricultura familiar PNPAF: Programa Nacional de Investigación y desarrollo Tecnológico para la Pequeña agricultura Familiar

INVITADOS REFERENTES NOMBRADOS

Miguel Altieri. Ph.D. Profesor de Agroecología Universidad de California Berkeley desde l98l. Además de enseñar agroecología como base científica para el desarrollo de sistemas agrícolas sustentables, en Berkeley y varias Universidades de España, Italia y América Latina, su investigación se centra en la aplicación de principios agroecológicos para el diseño de agroecosistemas diversificados capaces de subsidiar a través de sinergias de la biodiversidad su propio funcionamiento (protección contra plagas, fertilidad del suelo y productividad). La aplicación de estos principios toma diferentes formas tecnológicas dependiendo de si se trata de sistemas campesinos de pequeña escala o sistemas de producción comerciales de una escala mayor. El Dr. Altieri ha publicado 7 libros ( entre ellos: “Agroecología: bases científicas de la agricultura sustentable”) y más de 200 artículos científicos.

Francisco Roberto Caporal Ingeniero Agrónomo, Extensionista Rural de EMATER/RS, Magíster en Extensión Rural, CPGER de la UFSM y Doctor en Agronomía por la Universidad de Córdoba, España. Actualmente desempeña la función de Coordinador General de Asistencia Técnica y Extensión Rural, en el Dater/SAF/MDA.

José Luis Coraggio Profesor investigador titular del Instituto del Conurbano y director académico de la Maestría en Economía Social de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Argentina. Co-coordinador de la Red de Políticas Sociales Urbanas, Urbared (UNGS/UNAMMéxico). Realiza investigaciones sobre economía popular y economía del trabajo, desarrollo local y políticas sociales. Ha trabajado en diversas instancias gubernamentales y universitarias (1961-76) y en la UNGS (1995 hasta la fecha) en la Argentina; México (197680), Nicaragua (1981-90) y Estados Unidos (1991-94).

Joao Carlos Costa Gomes Ingeniero Agrónomo por la Universidad Federal de Pelotas, Maestría en Extensión Rural por Universidad Federal de Santa Maria. Doctorado en Agronomía por la Universidad de Córdoba, España. Actualmente es Investigador de la Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA), Centro de Pesquisa Agropecuaria de Clima Templado, Pelotas, Brasil. Tiene experiencia en el área de Agronomía, con énfasis en Agroecología y Desarrollo Rural Sustentable.

Walter Pengue Ingeniero Agrónomo (fitotecnista) de la Universidad de Buenos Aires. Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales de la misma Universidad. Doctor en Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible, Universidad de Córdoba, UE. Investigador Adjunto del Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente – GEPAMA, Universidad de Buenos Aires, siendo su principal expertise el aporte de instrumentos de la Economía Ecológica al Desarrollo Rural Integrado.

Santiago Sarandón Ingeniero Agrónomo por la Universidad Nacional de La Plata. Profesor a cargo de la Cátedra de Agroecología, Facultad de Cs. Agrarias y Forestales UNLP. Investigador Independiente de la CIC. Profesor de varios cursos de Postgrado en Agroecología y AgriculturaSustentable.

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PRESENTACIÓN Este libro es el resultado de diferentes voces, la confluencia de opiniones, miradas y necesidades, que poco a poco fueron recogidas e integradas en un proyecto innovador de trabajo. Recoge la tarea que realizó en su conformación el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) Región Pampeana, al abrir sus puertas para construir de manera participativa sus futuras líneas de investigación. Se inició en aquel momento un recorrido que demandó más de tres años de experiencias compartidas (2006-2008). El objetivo central de esta estrategia fue levantar desde las raíces un proyecto institucional distinto, que permitiera visualizar la importancia de la Agricultura Familiar (AF) y a la vez, detectar sus principales necesidades y problemas. El IPAF Región Pampeana asumió a la Agroecología como marco teórico y base científica para el desarrollo de una agricultura sustentable para la AF, de manera que su incorporación fue acompañando el proceso participativo y reflexivo propuesto. Desde el comienzo se percibió necesaria la reflexión acerca de las formas tradicionales de hacer investigación y de llevar a cabo estrategias orientadas hacia la atención de sectores marginados. Por esto, la construcción de un diálogo distinto, horizontal, pluriactoral, fue considerado un eje central de trabajo, que debía sentar las bases que caracterizarían a la nueva Institución. Se presenta entonces un documento que es una síntesis de las principales acciones y discusiones que transcurrieron en esta primera etapa de vida del IPAF Región Pampeana, afín de reflejar la enorme riqueza y las dificultades que surgieron en la realización de este proceso participativo. A su vez, se intenta reflexionar acerca del proceso participativo mismo, como una herramienta metodológica y de investigación. Con la exposición de esta experiencia se pretende colaborar con aquellas instituciones, investigadores, organizaciones, productores, gobiernos, etc., que puedan estar buscando elementos de construcción participativa de proyectos, tanto vinculados con el Desarrollo Rural Local y Sustentable, como con otros objetivos. Lejos la intención de querer establecer una guía específica de realización de un proyecto participativo. Por el contrario, su presentación y sistematización pretende reflejar las múltiples instancias, los vericuetos de un proceso largo, multidisciplinario, que encierra en si mismo la riqueza de una estrategia abierta, en donde cada discusión influye en la dirección a seguir. En síntesis, un proceso en donde continuamente “se hace camino al andar”. En la Sección I se presenta la creciente visualización de la importancia de la Agricultura Familiar en la Argentina, que determina el contexto de surgimiento del Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (PNPAF) y los objetivos de la conformación del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF), constituyendo el origen y anclaje institucional del IPAF Región Pampeana en el INTA. En la sección II se intenta reflejar el periplo sobre los principales momentos y resultados del proceso participativo llevado a cabo para la construcción y formulación de las Líneas de Investigación del Instituto. Se comienza así por la narración del relevamiento de las demandas del sector y su posterior análisis. En la misma sección, se resume el trabajo de profundización y contextualización de las demandas surgidas según grandes temáticas, organizadas en Mesas Participativas y en Territorios. Se finaliza la descripción del proceso participativo con un resumen de lo compartido durante el Seminario – Taller de Agroecología: “Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar” (Nov. 2006). Durante el mismo se expusieron y discutieron las conclusiones elaboradas por las Mesas y Territorios y las posibles líneas de investigación asociadas, así como un fecundo intercambio con expertos en Agroecología, que brindaron sus propias experiencias y sus miradas sobre el camino realizado y futuro del IPAF Región Pampeana. En la Sección III, se presenta la continuación del trabajo del Instituto, momento que implicó la presentación del Marco Teórico del Ipaf Región Pampeana.También se incluye una serie de instancias de discusión con expertos investigadores que redundaron en el producto final: la formulación de las líneas de Investigación del IPAF Región Pampeana. Por último, en un breve epílogo se presenta la trayectoria de las Líneas de Investigación formuladas, así como los desafíos actuales del IPAF Región Pampeana. En un Anexo Documental, se encontrarán los principales documento surgidos durante el proceso participativo de construcción de las líneas de Investigación: el Marco Teórico del IPAF, La “Sistematización del Proceso Participativo” -presentado en el Primer Congreso de Agroecología del SOCLA (Colombia 2007)- y una guía metodológica sobre “Sistematización”.

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Secci贸n I

INSERCION INSTITUCIONAL DEL IPAF REGION PAMPEANA

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1- EL CONTEXTO DE SURGIMIENTO: LA VISUALIZACIÓN DE LA AGRICULTURA FAMILIAR La crisis generalizada que sufrió la Argentina en diciembre de 2001 trajo aparejada importantes transformaciones en todos los niveles. Con el fin del Plan de Convertibilidad y la posterior asunción de un nuevo gobierno, se comenzó a gestar un nuevo escenario nacional, tanto en sus aspectos económicos, como políticos y sociales, que permitió la emergencia de nuevas tendencias en el debate del desarrollo rural. La línea asistencialista de la política de desarrollo rural de la década de los ’90 incorporó nuevas preferencias e interrogantes, vinculados a una nueva concepción del rol de los pequeños y medianos productores en la sociedad y a la aparente institucionalización del problema del desarrollo sustentable, antes no tenido en cuenta. Desde las organizaciones representativas de la AF Surgió con claridad una demanda concreta hacia el sector publico: la de dar una respuesta a la problemática de la AF desde una mirada integral, que abarcara los diversos aspectos de su actividad. Muchas de estas organizaciones llevaron adelante una discusión interna que pudieron expresarse en demandas concretas al Estado, a la vez que ayudaron a lograr una comprensión más acabada de su realidad, enmarcada en las consecuencias de políticas neoliberales de exclusión y marginación. La Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares fue una de las organizaciones que hicieron explícita esta demanda. En su Documento Base se puede leer: …sabemos que este modelo que mercantiliza las riquezas naturales y genera una agricultura dependiente, responde a poderosos intereses transnacionales que atentan contra la soberanía de los pueblos y sus estados.” En este sentido es que las mismas se apoyan con esperanzas en las políticas nacionales y provinciales destinadas al fortalecer la agricultura familiar: “… estas políticas se están expresando en el trabajo que estamos desarrollando en nuestras comunidades y favorecen procesos de fortalecimiento de la organización comunitaria, la producción, la capacitación y la participación de las familias productoras. Profundizar esta presencia y compromiso del estado con todas sus capacidades, en la planificación participativa del desarrollo socio productivo de carácter local y regional, es una contribución a la reconstrucción de las comunidades rurales y al fortalecimiento del estado democrático.” 1 Ante las necesidades concretas expresadas, el Estado Nacional, a través del INTA, asumió la responsabilidad y el desafío de crear una estructura que trabajara en conjunto y atendiera específicamente al sector. Esta decisión fue aceptada y aprobada por los sectores de la sociedad involucrados, logrando un escenario favorable para la formulación de la propuesta. En este marco, se crea en el año 2005 el “Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (PNPAF)”, con el objetivo central de “generar, adaptar y validar tecnologías apropiadas para el desarrollo sustentable de la PAF” 2.

La concepción del PNPAF se basó cuatro pilares de trabajo y desarrollo: 1. “Tecnologías Apropiadas para la pequeña agricultura familiar. Cuando se plantea generar Tecnologías Apropiadas (TA), se está señalando la necesidad de desarrollar tecnologías productivas y organizacionales que guarden estrecha relación con las condiciones socio-económicas y culturales específicas y la dotación de factores con que cuenta la pequeña agricultura familiar. Es necesario comprender la lógica de esta en términos de estrategia de vida de la unidad doméstica, la importancia de la diversificación de empleo e ingresos, su rol en el mantenimiento de la diversidad biológica, la protección del medio ambiente, la conservación de técnicas artesanales y tradicionales, etc. Por otro lado, el énfasis en el desarrollo de tecnologías apropiadas, no excluye la necesidad de plantear la remoción de los condicionamientos estructurales (ej. tenencia de la tierra, mercados oligopólicos, deficientes infraestructuras de servicios, condiciones para el arraigo rural, etc.) que dificultan el desarrollo y la sustentabilidad de la pequeña agricultura familiar.

2. Investigación participativa (investigación / acción). El desarrollo y utilización de metodologías de I+D participativa deberán favorecer un diálogo directo y horizontal entre los actores y los técnicos de los centros tecnológicos. Este tipo de acciones permitirá superar la desconexión entre las necesidades tecnológicas reales de los sistemas productivos de la pequeña producción familiar y aquéllas generadas en los Centros de Investigación. Con este enfoque propuesto, se considerarán las condiciones sociales, culturales, agroecológicas y económicas en que se desenvuelve la pequeña agricultura familiar y las condiciones socio-organizativas más propicias para que los centros de investigación hagan su aporte efectivo. La investigación participativa es un proceso de generación de conocimiento basado en el diálogo y en la integración de saberes desde la práctica. Se reconoce al pequeño productor familiar como sujeto de conocimiento y no 1 2

Extraído del Doc. Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares (2001) http://www.inta.gov.ar/cipaf/noa/infoboletin/documentobase.pdf

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como objeto de la investigación (ó beneficiario). Lo que implica un esfuerzo compartido de búsqueda, análisis, conceptualización y sistematización en el proceso de producción de conocimientos.

3. La Seguridad y la Soberanía Alimentaria y la Pequeña Producción. La seguridad alimentaria es un concepto empleado como principio ordenador del desarrollo, un enfoque integrador de acciones tendientes al mismo y de manera más amplia, como el resultado integral del desarrollo social, económico y tecnológico de una sociedad. Se entiende que un hogar goza de seguridad alimentaria si tiene acceso a los alimentos necesarios para una vida sana de todos sus miembros (adecuados en términos de calidad, cantidad, inocuidad y aceptación cultural) y si no está expuesto a riesgos excesivos de pérdida de tal acceso. Esta condición ha sido consagrada como un derecho de toda persona en la Cumbre Mundial de la Alimentación. La soberanía alimentaria, a su vez, hace referencia a la autonomía familiar para decidir que producir, que comprar y que trocar, respetando el derecho para definir como alcanzar la dieta básica. Asimismo, la Agricultura urbana de base ecológica y familiar también constituye una alternativa eficiente para el acceso y abastecimiento alimentario en los centros urbanos, integrando un conjunto de sinergias positivas tales como: fuerte utilización de mano de obra con la consiguiente mejora de los ingresos y la integración social de las familias involucradas, planificación territorial, saneamiento ambiental y desarrollo de espacios verdes, mejor calidad de los productos consumidos tanto por los productores como por los consumidores, etc.

4. El empoderamiento de los actores. La posibilidad del desarrollo de la pequeña agricultura familiar no es solo una cuestión de disponibilidad de tecnologías apropiadas. No hay desarrollo posible sin actores que sean protagonistas activos del mismo y no hay innovación tecnológica duradera sin reconocimiento social.” 3 En abril del mismo año el PNPAF presenta su Documento Base con la finalidad de establecer su marco conceptual y metodológico. Este documento sirve de apoyo para la conformación de una red a través de la creación del Centro de Investigación y desarrollo tecnológico para la PAF (CIPAF), con institutos distribuidos por grandes regiones. El 26 de agosto de 2005 se hace efectiva la creación del CIPAF, con tres institutos regionales -IPAF- correspondientes a las áreas Pampeana, Noreste (NEA) y Noroeste (NOA). Su objetivo central apuntó a “planificar e implementar actividades de investigación básica y aplicada, mediante enfoques y/o procesos participativos, para la generación de tecnología apropiada para la PAF”, según la política fijada por su Consejo Directivo mediante el 4 Plan Estratégico Institucional (PEI) 2005-2015. Con la creación del CIPAF se hace presente la necesidad de generar una nueva comprensión de la agricultura familiar, determinándose entonces los principales lineamientos que enmarcarían el funcionamiento y orientación de la Institución, siendo los principales: -Que la PAF es parte de un sector social relevante en Argentina dado su gravitante rol en la seguridad alimentaria, en la absorción de mano de obra, en la actividad agrícola y en la retención de la migración campo – ciudad, que es el principal aportante a la formación de cordones periurbanos de pobreza. - Que en las últimas décadas se ha producido en Argentina un gran desarrollo tecnológico, centrado principalmente en tecnología de insumos y capital intensiva. Esto implicó una creciente simplificación de los agroecosistemas que al favorecer las economías de escala fue competitivo y fácilmente apropiable por la mediana-grande y gran empresa agropecuaria, pero tendió a desplazar al sector de pequeños productores y a los modelos productivos y producciones tradicionales. -Que últimamente se ha generado una demanda creciente de tecnología y de nuevas alternativas de producción para la pequeña agricultura familiar motivada por: a) la exclusión paulatina de los pequeños productores, b) por la necesidad de encontrar alternativas para atenuar y revertir el creciente desempleo, c) los problemas de acceso a los alimentos de los sectores socialmente vulnerables y d) como herramienta válida en la generación y aumento de ingresos. Las demandas están referidas tanto a tecnologías productivas (ó duras) como a tecnologías organizacionales (ó blandas). Es necesario superar un enfoque orientado a la mera contención de estos sectores y pasar a una estrategia de activa inserción socio-productiva de los mismos. -Que si bien la Institución ha sido y es pionera en el desarrollo tecnológico para gran parte de los sistemas de producción, la tecnología generada no siempre ha satisfecho la demanda del sector de la agricultura familiar.

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Idem cita 2 http://www.inta.gov.ar/cipaf/cipaf.htm

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-Que el desarrollo y adaptación de tecnologías de procesos, las tecnologías de base biológica, la Agricultura Orgánica y la Agroecología, revalorizan e incrementan el uso de la mano de obra, rescatan los saberes locales, favorecen el medio ambiente, preservan la biodiversidad y posibilitan la oferta de productos diferenciados con mayor valor agregado al consumidor. -Que en diferentes ámbitos a escala nacional, provincial y municipal existe una decisión política de enfrentar la pobreza rural y urbana, a través de acciones concretas en la agricultura familiar, dado que se estima que ésta brinda reales oportunidades para favorecer un desarrollo local sostenible.”5 Enmarcado en estas definiciones, las estrategias de trabajo, reflexión y formación permanente valoradas por el CIPAF partieron de aceptar la necesidad de situarse críticamente hacia las características que históricamente determinaron las políticas tradicionales para con el sector. En este sentido, se consideró prioritario crear espacios de reflexión provocando la contradicción con el paradigma dominante, que ayudaran a entender la realidad desde un lugar diferente. También se explicitó la necesidad de una retroalimentación constante entre las experiencias de terreno, la investigación y la reflexión teórica. Por último, se presentó como un desafío ineludible pensar la realidad desde la perspectiva de qué se necesita investigar, teniendo en cuenta que esta tarea ha sido poco ejercitada por profesionales vinculados a la investigación, así como por las organizaciones de productores, agudizándose cuando se ha pretendido pensar desde un marco conceptual diferente al de la investigación convencional o cuando se ha intentado avanzar hacia una construcción de una estrategia de Investigación Acción Participativa (IAP).

2- EL IPAF REGIÓN PAMPEANA Y EL COMIENZO DE UN PROCESO PARTICIPATIVO En este contexto, el IPAF Región Pampeana decide abrir desde su conformación un espacio participativo para construir sus líneas de investigación, considerando las necesidades, aportes y demandas de los actores de la agricultura familiar enmarcados en un diálogo horizontal y multidisciplinario que partiera de las necesidades reales de los productores y respondiera a los objetivos del CIPAF. El desafío fue construir una estrategia que pudiera, por un lado, abarcar lo mejor posible el territorio de incumbencia, consultando a la mayor cantidad de actores posibles relacionados con la PAF, y por el otro, problematizar la realidad con el desafío intelectual de conocerla más profundamente, de avanzar en la interpretación y explicación del problema. Muchos conocimientos tradicionalmente establecidos y dogmatizados se pusieron en discusión, dada la necesidad de repensar las nociones y actividades que se desarrollarían desde el IPAF, siendo las preguntas centrales: » ¿Como se construye un diálogo integrador entre la investigación, la extensión y los actores de la PAF? » ¿Qué se investiga y cómo se investiga, acorde a las demandas de la PAF? El objetivo concreto de este espacio participativo fue pensar y formular las Líneas de Investigación del Instituto. También se pretendía discutir y construir participativamente un marco teórico propio, basado en una concepción Agroecológica. Este debía contribuir a posicionar el IPAF Región Pampeana como una mirada crítica hacia los problemas de la agricultura y de la sociedad actual, al mismo tiempo que generar y mostrar una propuesta alternativa pensada desde y para la PAF.

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Idem cita 4

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Secci贸n II

EL PROCESO PARTICIPATIVO (Dic. 2005/ Dic. 2006)

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1- El relevamiento y análisis de las principales demandas de la Agricultura Familiar El primer trabajo de envergadura que se llevó a cabo en los territorios fue la detección y localización de las principales demandas de investigación y desarrollo tecnológico, así como el inicio de la articulación con las instituciones, programas y organizaciones ligadas a la PAF. Para esto se realizaron una serie de Talleres participativos con los diversos sectores de la PAF, a quienes se les consultó sobre los principales problemas del sector en relación a sus problemáticas locales. Este relevamiento fue acompañado por la presentación del IPAF Región Pampeana y sus principales objetivos. En una segunda instancia se realizó un análisis exhaustivo de las demandas recogidas, definiendo y aplicando una serie de criterios de selección y ordenamiento que permitieron visualizar con mayor detalle aquellas demandas vinculadas directamente con los objetivos del Instituto y contribuyó a trazar el camino a seguir. Mientras se realizaban estas actividades también se iba constituyendo el propio equipo del IPAF, ya que por entonces se contaba solo con una estructura incipiente de recursos humanos. El trabajo en el terreno de este pequeño equipo reflejaba, día a día, lo urgente del trabajo sobre la problemática de la PAF. En este apartado se presenta un breve recorrido por las modalidades que adoptaron estas instancias fundamentales del proceso participativo. En cuanto el relevamiento, se presentan las consignas de trabajo, los actores intervinientes, y los talleres realizados. Se prosigue con la presentación del análisis y ordenamiento de las demandas, en donde se visualizan las áreas temáticas construidas, vinculadas a posibles Líneas de Investigación.

a. El relevamiento Como primer paso en la instancia de relevamiento se unificaron criterios teóricos básicos que permitieran comenzar a desarrollar las acciones que se proponía el Instituto. En este sentido se definieron los conceptos de agricultura sustentable y el enfoque agroecológico como ejes principales para el abordaje de las distintas acciones que desarrollaría el Instituto. También se definió expresamente a que se refiere el IPAF con “tecnologías apropiadas”, haciendo especial énfasis en las tecnologías de procesos. Se delimitaron las acciones del IPAF, siendo la Investigación y el Desarrollo Tecnológico el alcance de las mismas. Muchas de las posibles demandas de extensión, gestión, infrestructura etc., deberían ser separadas de aquellas directamente relacionadas con el Instituto, y al mismo tiempo, se estimularía la articulación y/o derivación a las Instituciones, organizaciones o técnicos relacionados con estas temáticas. Por último, se apuntó la necesidad de integrar los aportes provenientes de la Investigación Participativa, con aquellos que se originan en la Investigación Básica o Pura. En cuanto a los actores invitados a participar de las discusiones sobre las demandas de la PAF, se intentó articular una gran diversidad. Se estableció contacto con las Instituciones extra e intra INTA que venía trabajando con el sector, tales como Organizaciones de productores, ONGs, Universidades, Extensionistas, Técnicos, productores individuales, etc. En cuanto a los actores que pertenecían a INTA, se solicitó a cada una de las 20 EEAs correspondientes a la Región Pampeana la designación de un referente para que articulara con el IPAF. De esta manera se intentó generar una comunicación fluida, permitiendo optimizar la captación de los problemas/demandas de los territorios, y de ampliar la convocatoria a los talleres de trabajo sobre la PAF. El detalle de las instituciones que participaron de los talleres puede verse en la Tabla 1. Tabla 1: Instituciones que formaron parte de la recolección de demandas.

Tipo de Instituciones/ Provincias

Organizaciones de agricultores familiares

Programas, Instituciones y ONG

Dependencias de INTA

Buenos Aires

-Mesa Provincial de Agricultura Familiar de la Provincia de Buenos Aires: -APF (Asociación de Familias Productoras de Florencio Varela) -APF Cañuelas (Asociación de Familias Productoras de Cañuelas) -Asociación Madre Tierra, de Tres Arroyos -Foro de Agricultura Familiar -ASOMA (Asociación de Medieros y Afines), del cinturón hortícola platense -Productores sin agro tóxicos del Parque Pereyra Iraola -Asociación Jaime de Nevarez, de Florencio Varela y Maipú -Feria verde de Mar del Plata

-Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (UNLP) -Facultad de Ciencias Naturales (UNLP) -Facultad de Ciencias Veterinarias (UNLP) -CINDEFI -Facultad de Ciencias Exactas (UNLP) -Facultad de Arquitectura (UNLP) -Programa Cambio Rural Bonaerense del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Pcia. de Buenos Aires -Ministerio de Desarrollo Humano, Bs As -Banco Social Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. -Facultad de Ciencias Agrarias (UBA)

-EEA San Pedro -INTA Castelar -EEA Barrow -EEA Cuenca del Salado -EEA Balcarce -EEA Villegas -EEA Pergamino -EEA Delta -Agriterris -EEA Bordenave -PH (coordinación Nacional) I-nstituto de Economía y Sociología Rural Continua en pag. 15

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Tipo de Instituciones/ Provincias

Organizaciones de agricultores familiares

Programas, Instituciones y ONG

Dependencias de INTA

Buenos Aires

-Grupo de productores de tomate platense -Coop. de Viñateros de Berisso -Grupo de Productores de Bolivar CRB

-Facultad de Ciencias Sociales (UBA) -CEPAVE -CISAGUA -Facultad de Ciencias Agrarias (UN Mar del Pata) -Programa de Auto producción de Alimentos de Mar del Plata -Universidad Nacional de Quilmes -El Albardón (ONG) -CETAAR (ONG) -Acción por la Biodiversidad (ONG) -CEDEPO (Centro Ecuménico de Educación Popular) (ONG) -Banquito de la Buena Fe (Red Nacional y CREAR) Municipalidades de Moreno y Florencio Varela (IMDEL e IDEL) -Cátedra Libre Soberanía Alimentaria (UNLP) -CEA Bolívar -ICECOR: Instituto de Comercio Equitativo y Consumo Responsable -(ONG) CEA-PEM Centro Educativo Agroecológico -PSA de la Provincia de Buenos Aires -FACEPT (Federación de centros de Educación para la Producción Total) FAA en Bolívar

San Luis

-Asociación El Dique -Asociación de Ayacucho y Belgrano -Asociación del Valle

-Programa Social Agropecuario. -Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

-EEA San Luis

Córdoba

-Apenoc (Asociación de productores del norte de Córdoba) -UCATRAS (Unión de campesinos de tras las sierras)

-Programa Social Agropecuario -Facultad de Agronomía de Córdoba -Universidad Nacional de Río Cuarto

-EEA Marcos Juarez

Santa Fé

-Municipalidad de Rosario -Coop. Dic Ltda-CCR-Ruedas-Rosario (ex--Travesía); FADER, Coop. Herramientas Unión Ltda. -N.F. Cólere Taller Metalúrgico RoldánS.Fe. -Centro de Estudios de Producciones Agroecológicas de Rosario (CEPAR), -Granja “Naturaleza Viva” -Programa Social Agropecuario -Incupo (Instituto de de cultura popular) (ONG

-EEA Oliveros -EEA Reconquista

La Pampa

-Facultad de Agronomia (UNLPam)

-EEA Anguil

Entre Ríos

-Programa Social Agropecuario

-EEA Paraná

Una vez establecidos los principales parámetros de trabajo y los contactos intra y extra INTA necesarios para su realización, se comenzó con el “relevamiento de demandas” propiamente dicho. La metodología específica elegida para este relevamiento fue la realización de una serie de encuentros que adoptaron la modalidad de Taller. Durante estos encuentros se presentó el IPAF Región Pampeana y sus principales objetivos, como también los referentes locales y los principales proyectos en marcha de cada región. Se realizaron una serie de talleres en pequeños grupos donde se explicitaron y discutieron las posibles demandas de la PAF, así como se intentó determinar las capacidades que se disponen en cada región para participar en las futuras Líneas de Investigación. En todos los casos en que fue posible se completó esta serie de Encuentros/Talleres con la visita y/o análisis de algún proyecto de la AF local.

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b. El Análisis El relevamiento de las demandas de la PAF dio como resultado un conjunto significativo, variado y complejo de aspectos a trabajar. Esta diversidad temática necesitó ser seleccionada (dejando de lado aquellas demandas que no constituían posibles interrogantes de investigación o desarrollo tecnológico y que correspondían a demandas de gestión, de extensión, políticas, etc.) y ordenada (eliminado las reiteraciones y agrupando según grandes temáticas). En primer lugar entonces se identificaron las demandas directamente vinculadas al trabajo del IPAF, llegando a un primer agrupamiento según grandes ejes temáticos. Los ejes temáticos definidos fueron: “Comercialización”, “Agroindustrias”, “Normativas”, “Maquinaria e Ingeniería Rural”, “Manejos de los Recursos Naturales”, “Contaminación”, “Socio-organizativo”, “Económicos” y “Alternativas para el manejo de los sistemas productivos”. Cada uno de estos ejes contuvo en su interior aquellas demandas que se refieren a una misma problemática, aunque también existieron demandas que figuraban en más de un eje temático ( como ser aquellas relacionadas con “contaminación”, que figuraban tanto relacionadas con el manejo de los recursos naturales como con problemas sociales y de salud). En todos los casos las demandas figuraron en relación a todos los ejes temáticos en que aparecían, ya que su presencia reiterada remitía a distintos aspectos de una misma problemática. La definición de estos ejes permitió visualizar las grandes áreas de vacancia existentes. En la Tabla 2 se pueden ver los ejes temáticos definidos con algunas de las demandas que se incluyeron en cada uno de ellos. Tabla 2: demandas organizadas según Ejes temáticos. Ejes temáticos

Ejemplos demandas incluidas

1- Comercialización

Cómo mejorar la comercialización y empaque de verduras sin agrotóxicos. Cómo generar mercados alternativos.

2- Agroindustria

Posibilidades de realización de plantas de elaboración y faena de productos agroindustriales de la PAF Necesidad de construcción de protocolos de elaboración de agroindustrias artesanales hortícolas sin agrotóxicos.

3- Normativas

Necesidad de certificar la trazabilidad de los productos de la AF Múltiples problemas en el uso y tenencia de la tierra

4- Maquinarias e ingeniería Rural

Cómo desarrollar maquinarias para Huertas Comunitarias Cómo rescatar y generar maquinarias adaptadas a la pequeña escala

5- Manejo de los recursos naturales a. suelo b. agua c. energías renovables d. recursos genéticos e. agrobiodiversidad

Necesidad de profundizar en el conocimiento del funcionamiento de los agroecosistemas y de entenderlos desde un enfoque sistémico. Formulación de estrategias de recuperación de suelos decapitados y degradados Necesidad de contar con elementos para realizar un buen manejo de agua de riego Buscar eficiencia y variedad en el uso de energías alternativas Cómo fomentar la diversificación de cultivos, nativas e introducidas

6- Contaminación

Problemas graves de contaminación de napas Cómo manejar los residuos de las huertas y granjas

7- Socio-Organizativo

Cómo evitar la discontinuidad de la participación en los grupos (y en los proyectos y/o producciones) así cómo los problemas de entendimiento entre sus integrantes.

8- Económico

Necesidad de aumentar y resignificar las microfinanzas para la PAF Necesidad de contar con una caracterización de la AF en el cinturón hortícola para poder tratar sus problemas específicos.

9- Alternativas para el manejo de los sistemas productivos

Cómo generar un manejo agroecológico de malezas en cultivos hortícolas Cómo generar y tratar la sanidad y alimentación agroecológica en animales.

En segundo lugar, los ejes temáticos fueron reagrupados en lo que se denominaron “Dimensiones”, con el objeto de representar con la mayor claridad posible las áreas de incumbencia que deberían abarcar las futuras líneas de Investigación. Se definieron así tres dimensiones: “Dimensión Social”, “Dimensión Económica” y “Dimensión Ecológico-Productiva”. En la Dimensión Ecológica- Productiva se incluyendo todos los ejes temáticos relacionados con el manejo de los recursos naturales (Maquinaria; Contaminación; Manejo de los recursos naturales; Alternativas en el manejo de los sistemas productivos) En la Dimensión Económica se incluyeron aquellos ejes temáticos vinculados a la Comercialización, Finanzas, Precios, Normativas y agroindustriales. En la Dimensión Social se incluyeron los ejes temáticos relacionados con las organizaciones y sus problemáticas particulares. Aquellos ejes que se aparecían en más de una dimensión (como “Contaminación”) fueron incorporados en cada una de ellas. Este agrupamiento permitió visualizar para cada una de las dimensiones la importancia relativa de cada eje temático (Fig. 1, 2,3 y4).

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Fig. 1 - Distribución de las demandas registradas para la dimensión Social 3%

DIMENSIÓN SOCIAL

21% Contaminación Socio-organizativo Otros 76%

Fig. 2 - Distribución de las demandas registradas en la dimensión Ecológica-Productiva DIMENSIÓN ECOLÓGICO-PRODUCTIVA

8% 7% Maquinaria

41%

Contaminación Altem. manejo de Sist. Prod 44%

Manejo de RRNN

Fig. 3 - Distribución de las demandas registradas en la Dimensión Económica DIMENSIÓN ECONÓMICA

14% 29% 8%

Comercialización Agroindustria Normativa Contaminación

36%

13%

Económicos

En algunos casos se realizaron una serie de análisis específicos, como la disgregación que se puede ver en la figura 4, donde se observan aquellos aspectos que están incluidos en el eje temático “Manejo de los Recursos Naturales” y la distribución relativa de los temas vinculados al mismo. Fig. 4 - Distribución específica para la variable “manejo de los RRNN”, perteneciente la dimensión Ecológica-Productiva. MANEJOS DE LOS RR.NN

20% Suelo

42%

Agua Energías renovables 20%

Recursos genéticos Agrobiodiversidad

9%

9%

Esta serie de agrupamientos contribuyeron a reflejar las áreas de trabajo a través de las cuales se podía avanzar en la discusión de Líneas de Investigación específicas. Del total de demandas incluidas en la dimensión Social (34), es importante resaltar que una gran mayoría (76 %, correspondientes a 26 demandas) estaban relacionadas con aspectos socio-organizativos, lo que determinó la importancia dada a estos aspectos en la conformación posterior de líneas de trabajo. Por otro lado, fue notable que dentro de la Dimensión Ecológico- Productiva, del total de demandas (107), tanto el manejo de los recursos

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naturales (47 demandas, 44%) como las alternativas en el manejo de los sistemas productivos (44 demandas, 41%) fueran las áreas críticas y más importantes en el abanico de temas vinculadas a esta dimensión. Por el contrario, en la Dimensión Económica las demandas se encontraron repartidas con mayor homogeneidad entre todos los ejes temáticos, siendo las principales áreas problemáticas del total de demandas registradas (92) las relacionadas con Comercialización (27 demandas, 29 %) y Normativas (33 demandas, 36 %).

2. Mesas participativas, territorios y un equipo ampliado Una vez visualizadas las principales demandas del la A.F, se decidió continuar el trabajo apuntando a profundizar en los problemas y las alternativas que se podían desarrollar desde el Ipaf. Para esto se propuso la implementación de dos grandes grupos de trabajo que conformaron las Mesas Participativas y los Territorios. Para la conformación de las primeras se tuvo en cuenta lo expresado como principales demandas. Por ejemplo, en el área Económica, el 36 % de las demandas tuvieron que ver con las Normativas y el 26 % con temas vinculados a la Comercialización, por la cual se constituyeron esas dos Mesas de trabajo. Para la dimensión ecológico-productiva se comenzó con la representatividad dada en los temas vinculados al manejo de los sistemas productivos (44%) con lo cual se crearon la Mesa de Fitosanidad y fertilizantes, y considerando que recursos genéticos y biodiversidad sumaron el 62% de la demanda vinculada al manejo de los RR.NN, se conformó la Mesa de Semillas. Por último se tomó la demanda vinculada al aspecto tecnológico (Herramientas y energías renovables) conformando la Mesa de Herramientas. El trabajo en los Territorios se constituyó como un área aparte debido a la fuerte presencia de las organizaciones (con un conjunto de intereses bien definidos desde su historia e identidad particular), asociada a una gran heterogeneidad en las demandas realizadas, por lo cual se consideró interesante el desarrollo de un abordaje territorial y holístico, para no fragmentar cuestiones que aparecieron íntimamente vinculadas. Se sumaba a esto emergentes de gran envergadura, como el tema en el manejo del agua o los problemas en la tenencia de la tierra, que requerían una planificación y una mirada de carácter regional. De ambos grupos de trabajo participaron los principales representantes de las organizaciones de la AF, así como técnicos y extensionistas que venían trabajando en cada tema particular. En esta instancia se sumó al pequeño equipo ya constituido del IPAF, un grupo de profesionales provenientes de distintos ámbitos y disciplinas. La presencia de biólogos, ecólogos, botánicos, sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales y periodistas tuvo el objeto de realizar una discusión en profundidad y holística de las temáticas surgidas, apostando a la interdisciplinaridad como un recurso indispensable para construir nuevas maneras de generar conocimientos. Se constituyó así el “Equipo Ampliado” del IPAF Región Pampeana, que se mantuvo hasta finales del 2007, participando tanto de las Mesas y los Territorios como en la formulación del Marco Teórico. El proceso participativo entonces continúo con la labor de re-pensar las áreas temáticas desde el marco teórico de la Agroecología. Las Mesas y los Territorios, funcionaron durante el año 2006 de manera permanente a través de reuniones y talleres de discusión, visitas a distintas experiencias productivas, ferias, capacitaciones, etc. Una sistematización de este momento del proceso participativo puede leerse en el Anexo ll. A estas actividades se sumó un equipo de Prensa y Difusión que posibilitó la conformación de una estrategia de comunicación de las múltiples actividades y discusiones. En paralelo al desarrollo de lo producido en las Mesas y en los Territorios, se profundizó la discusión del marco teórico y metodológico en agroecología. Este trabajo en paralelo permitió que las conclusiones principales arribadas en el trabajo interno de las Mesas y los Territorios se compartieran y discutieran con el total de los participantes y con expertos en Agroecología en el Seminario-Taller: “Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar” (Nov. 2006). A continuación se describe brevemente el trabajo y los lineamientos generados por cada Mesa Participativa y por los Territorios conformados, afín de presentar los principales problemas diagnosticados y sistematizados y la relación de los mismos con las futuras líneas de investigación. En la presentación de cada Mesa surge el camino que emergió durante su funcionamiento: la explicitación de los principales problemas de la agricultura convencional en relación a la PAF, para luego fundamentar la necesidad de alternativas, de donde surgen en gran parte los planteos de posibles Líneas de Investigación.

Las mesas Mesa de Fitosanidad y Fertilidad Esta mesa tuvo como objetivo fundamental analizar las alternativas para el manejo de las plagas, enfermedades y malezas desde una mirada agroecológica. Se partió de la idea de que, con la restauración de la biodiversidad funcional de los agroecosistemas, se incrementa la regulación natural de plagas y enfermedades. A partir del análisis de las demandas expuestas se llegó a una serie de conclusiones generales: -Es necesario relevar y socializar información existente sobre experiencias de manejo agroecológico e investigaciones realizadas. En ese sentido, existe mucho trabajo realizado a nivel local, regional e internacional que re-

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quiere ser sistematizado como primer paso hacia el desarrollo de las posibles áreas de investigación. Por otra parte, se planteó que estos saberes deberían ser comunicados a través de capacitaciones a productores y técnicos. Por último, se consideró la necesidad de que muchas de estas prácticas sean validadas dentro del sistema científico. -Un tema de gran importancia fue la consideración del suelo como un ente vivo, contendor de biodiversidad, y generador de vida. Luego de la discusión de diferentes experiencias, se llegó a un consenso de que plantas cuyo crecimiento y desarrollo se lleva a cabo en suelos “vivos”, son más vigorosas, productivas y sanas. Esto en franca oposición con aquellos sistemas basados en el uso de insumos externos, que consideran al suelo como un soporte inerte, sin vida, por lo que sólo se debe incorporar fertilizantes inorgánicos para producir. La desvitalización del suelo por el uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes inorgánicos, conlleva al empobrecimiento de la biodiversidad que encierra, y al incremento de plagas, enfermedades y otras problemáticas. Si bien se vio una conciencia de estas problemáticas, también se presentaron dudas y desconocimiento sobre alternativas. - Se consideró muy importante la generación de Fincas de Referencia, que aseguren el desarrollo de un proceso de investigación-acción participativa. Se propuso la construcción de una red de fincas de referencias, para facilitar la articulación entre los productores, técnicos de terreno, e investigadores. Las propuestas a trabajar en las diferentes fincas fueron: 1- Biofertilidad mediante el manejo de la materia orgánica y actividad biótica del suelo. 2- Control biológico de plagas y enfermedades. 3- Nemátodos, biofumigación, solarización, portainjerto. 4- Preparados botánicos. 5- Preparados minerales. 6- Estudiar las interacciones biológicas y los sinergismos entre los componentes de la biodiversidad, que con lle ven a la restauración de la funcionalidad de la misma

Mesa de Semillas Esta mesa tuvo como objetivo incorporar la problemática del recurso “semillas” considerando que el manejo de la biodiversidad y en particular de la agrobiodiversidad, daría a la agricultura familiar mayor estabilidad en sus sistemas productivos, con los beneficios socio-económicos y ambientales que de allí se desprenden. Entre ellos, la posibilidad de obtener una gran variedad de productos, plantas cultivadas y silvestres, así como variedades de semillas adaptadas a las condiciones locales, la obtención de cultivos sanos con resistencia a adversidades propias de cada lugar y un alto valor nutricional, la posibilidad de acceder a los múltiples usos que las plantas proveen (medicinales, cosméticos, culinarios, religiosos, etc.). Algunas de las consecuencias de los sistemas de producción modernos fueron planteados como problemas por los sectores consultados. -La necesidad concreta de recuperar variedades de semillas locales, adaptadas a las condiciones del lugar, es el reflejo de la pérdida de diversidad genética y el conocimiento de los productores a ella asociada, que ha sufrido la región. Parte de este conocimiento, incluye los diferentes criterios de selección de material reproductivo, métodos de almacenamiento y conservación. -En relación a este tema, surgió fuertemente en los sectores consultados, la necesidad de fortalecer espacios como las ferias de semillas en las que se promueve el intercambio tanto de material reproductivo, como de conocimientos asociados. -En este contexto, la recuperación de la biodiversidad implica el rescate y la revalorización de la diversidad cultural y los sistemas de conocimientos de los agricultores. Por lo que se consideró fundamental generar alternativas de protección de los recursos genéticos y el conocimiento que guardan los mismos. Se definieron las siguientes probables líneas de investigación: 1- Rescate/ recuperación, valorización y conservación de variedades locales. 2- Mejoramiento participativo de plantas. 3- Desarrollo de tecnologías apropiadas que compatibilicen uso y conservación de la biodiversidad 4- Desarrollo de alternativas de protección de recursos genéticos y conocimientos 5- Investigar críticamente el impacto de la Revolución Verde y la valorización de tecnologías apropiadas

Mesa de Herramientas Esta mesa tuvo una serie de objetivos de trabajo, siendo los fundamentales la necesidad de rescatar y valorizar

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los prototipos de maquinarias y herramientas que posee la PAF, así como desarrollar, sistematizar y validar tecnologías apropiadas. También se sostuvo necesario investigar todo el proceso de las cadenas productivas y marcos normativos para el acceso a maquinarias y la Identificación de formas de financiamiento y organización de acceso a nuevos mercados. Por último, contempló las posibilidades de organizar capacitaciones en el uso, fabricación, reparación y adaptación de herramientas y maquinarias para la AF. Las principales discusiones recorrieron las diferentes aristas problemáticas que implicó la adopción masificada del Modelo de La Revolución Verde, entendiendo que la maquinaria existente ha sido pensada y diseñada para el sector de medianos y grandes productores que trabajan bajo esta lógica de producción. En este contexto se determinaron los siguientes problemas: -La maquinaria existente en el mercado ha sido diseñada para el sector de medianos y grandes productores, orientados para una producción y para una escala de producción generalmente mayor a la de un productor familiar, resultando inadecuada para la PAF. -Sin embargo, se detecta que el modelo de agricultura convencional forma parte de la tradición cultural del pequeño productor, que presentan una elevada confianza en las tecnologías de insumos y una poca visualización de los problemas que ha generado el mismo. -Desconocimiento y falta de generación de tecnologías alternativas. -Los productores presentan demandas concretas y requieren respuestas inmediatas y puntuales a sus problemas. Por esto es difícil incorporar una mirada sistémica y de tecnología de procesos, buscando realizar experimentaciones donde el productor sea parte de proceso de investigación y pueda participar de la toma de decisiones. -Se agrega una falta de entrenamiento de los técnicos, extensionistas e investigadores, para iniciar el proceso de IAP. En base a los problemas encontrados, fueron planteadas algunas probables líneas de investigación: 1- Sistematización de experiencias de desarrollo de herramientas, implementos y maquinarias para la agri- cultura familiar. Confección de un catálogo. 2- Validación técnica y social de herramientas y maquinarias. 3- Desarrollo y adaptación de maquinarias, implementos y herramientas apropiados para la PAF. 4- Cadena de montaje y fabricación de las herramientas y maquinarias (fábricas recuperadas, aspectos organizacionales, cómo hacer para que la herramienta llegue al productor, etc.).

Mesa de Comercialización y Normativa Esta mesa se enmarcó en la necesidad de visualizar el marco normativo que el Estado constituye en sus tres niveles (local, provincial y nacional) y que determinará las dificultades o facilidades que se establezcan para el desarrollo y consolidación de la AF. La constitución de un espacio especifico que analice y estudie cómo la normativa vigente incide en la AF, y en tal caso cual debe modificarse y que debe aún legislarse en la materia, se consideró central para dar respuesta a un pequeño productor familiar, que es un sujeto importante en la estructura económica nacional. Otro actor importante que se consideró necesario incorporar en la discusión de las normativas existentes fue el consumidor, el cual a través de la adquisición de bienes y servicios que satisfacen sus necesidades y deseos, valida los procesos productivos. La problemática que se analizó permitió definir tres ejes que estructuran los principales problemas encontrados: - Eje Normativas: Las distintas normativas nacionales, provinciales y locales que hoy están en vigencia, no se adecuan a las necesidades de la AF. Por tal motivo, es necesario comenzar a relevar los “vacíos normativos”, que imposibilitan al pequeño productor comercializar en forma jurídica y bromatológicamente segura. Se requiere en principio que los pequeños agricultores familiares sean reconocidos como sujetos de derecho y a partir de este reconocimiento se diseñe normativas para el sector. -Eje Producción: La construcción participativa de los protocolos (Manual de Buenas Prácticas) tiene la intención de generar de “abajo hacia arriba” los insumos necesarios para diseñar normativas que contemplen las características propias de la pequeña agricultura familiar. -Eje Comercialización: se consensuó en que los costos son elevados, la certificación existente para comercializar es onerosa y no existen mecanismos de certificación adecuados al volumen de producción. Los canales existentes se encuentran concentrados, dificultando el manejo de las reglas del juego por el productor familiar, teniendo que adaptarse a los mismos. El patrón de consumo actual hace prevalecer productos agroalimentarios “industrializados”, estableciendo pau-

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tas de consumo homogéneas, estandarizadas, orientadas mayoritariamente por las estrategias de publicidad, sin considerar la calidad y los procesos de producción. En relación a estos ejes se definieron los siguientes objetivos a tener en cuenta para el desarrollo de posibles líneas de investigación: 1- Sentar las bases para la construcción y/o formulación de normativas adecuadas para la PAF Estas nuevas normativas en sus aspectos bromatológicos (elaboración, transporte e infraestructura), impositivos, previsionales, laborales, entre otros, deberían ser educativas (generadas por todos los actores involucrados en el proceso) y apropiadas por los productores familiares. 3- Realizar estudios sobre los distintos canales de comercialización apropiados para la PAF. 4- Construir metodologías para la formulación de protocolos participativos 5- Identificar y caracterizar consumidores actuales y potenciales de los productos provenientes de la PAF

Mesa de microfinanzas y fondos rotatorios Esta mesa se basó en la necesidad de incorporar la discusión del papel que cumplen en la A.F el acceso a las Microfinanzas y los Fondos Rotatorios. Lo que se llama Fondos Rotatorios y Microfinanzas son la forma en que las organizaciones que promueven a la Pequeña Agricultura Familiar en nuestro país denominan a una herramienta financiera que se ajusta a las necesidades de la población que acompañan. Los Fondos Rotarios funcionan, básicamente, como una “caja de recursos” financieros que manejan la organizaciones y que circulan entre ella y los productores, permitiéndoles financiar, en forma de créditos en dinero, productos en insumos, etc, y con lo que se recupera en forma de cuotas, se re-prestan a otros productores, haciendo que los recursos circulen. La escala del uso de estos recursos es local, en el sentido de que sus destinatarios se conocen y comparten, y son parte de los mismos sistemas productivos de base territorial, es decir, que comparten de una misma actividad socioeconómica, articulaciones cotidianas en un mismo territorio. Las microfinanzas y los fondos rotatorios son, entonces, una forma de finanzas solidarias locales. Los principales problemas planteados fueron los siguientes: -Intencionalidad de las microfinanzas: el microcrédito utilizado por distintas organizaciones, pasó a ser una herramienta que sirve como dinamizadora de los distintos procesos de desarrollo para la superación de una crisis. En el medio rural, en el que la falta de trabajo inclina a la población a migrar hacia centro urbanos, esta herramienta es utilizada para combatirlo, permitiendo el fortalecimiento de los procesos productivos existentes. En muchas ocasiones, el monto requerido por los productores es mayor que lo puede entregar la organización. Por lo tanto, las necesidades de los destinatarios no son cubiertas. Además de esta limitante estructural, los fondos que reciben las organizaciones por parte de los organismos financiadores, por lo general, no llegan en tiempo y forma para ser trabajados por las organizaciones y los potenciales prestatarios. Otro de los problemas identificados por las organizaciones se dio en relación al trabajo metodológico con respecto a la garantía solidaria, herramienta común de las organizaciones y cuyo significado y puesta en práctica genera discrepancias y discusiones. Se planteó así como elemento a analizar el impacto que va a tener al introducir la herramienta de financiamiento al interior de una dinámica grupal. Se plantearon abordar líneas de investigación de mayor definición teórica de cuestiones como: -Derecho al crédito: El crédito en el marco de la economía solidaria, como un derecho al cual de otra forma no se podría acceder por falta de “méritos” en las entidades bancarias de la economía del capital. -Tasa de interés: Se plantea como hipótesis que la tasa de interés debe tender a 0, ya que no se debe calcular renta, ni gastos operativos ni inflación. -Gestión-Planificación-Seguimiento de los fondos rotatorios y las bancas solidarias, ¿de qué manera se asegura la continuidad en el acompañamiento productivo y socio-económico con los productores? Por otra parte se destacan algunas líneas de trabajo relacionadas con la necesidad de conocer en profundidad las experiencias desarrolladas 1- recopilación de experiencias 2- rol que asume el Microcrédito en las organizaciones y en los sistemas productivos: ¿Cuáles son las capacidades mínimas necesarias para poner en funcionamiento y lograr la sustentabilidad de los Fondos Rotatorios y las organizaciones de microfinanzas? 3 ¿Cuál es la implicancia de la ley de financiamiento de la Economía Social? ¿Cómo incide en las políticas públicas?

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4- Confección de un Manual de procedimientos, como manera de definir pautas generales que faciliten el acceso al crédito por parte de los productores. LOS TERRITORIOS Territorio Córdoba El trabajo fue realizado en la región semiárida del noroeste de Córdoba, caracterizada por un sector agropecuario compuesto por pequeños y medianos productores. Con la construcción del dique aguas arriba del río Pichanas, existió una deficiente administración y distribución del agua, que favoreció a un par de empresas, ubicadas en la margen derecha del río - que concentraron el 60 al 80 % agua del dique- quedando el porcentaje restante a las más de las 500 familias que producen y viven de la tierra en la margen izquierda. Esta situación se tradujo en la pérdida de cultivos, la migración, etc. En el último año se produjo una incipiente mejora en la distribución del agua de riego del dique. Se apuesta desde la organización de productores a continuar mejorando el acceso y redistribución equitativa de los recursos y por lo tanto resulta de importancia planificar regionalmente los sistemas productivos familiares. Se agruparon las principales demandas en tres ejes temáticos: 1- Producción (incluyendo herramientas y semillas) y comercialización Planificar a corto, mediano y largo plazo la producción en función de las particularidades de cada zona. Generar sistemas diversificados de producción, Recuperación de chacras degradadas. Búsqueda, experimentación y adaptación de maquinarias 2- Agua Se plantea una redistribución del agua del dique. Se resaltó la necesidad de controlar y aforar para poderplanear la distribución. Se necesita movilidad para abrir y cerrar las compuertas y mejorar la distribución. Se plantea hacer eficiente el uso del agua, considerando alternativas -como construir represas para almacenar agua de lluvia y/o hacer perforaciones- para mejorar su utilización. 3- Tierra Se planteó la necesidad de nivelar lotes, uso de cobertura permanente, riego en tiempo justo y necesidad de intercambio con otros que estén trabajando con técnicas de riego y manejo del agua. Sobre la precariedad en los títulos, se plantea la necesidad de generar un mecanismo que aumente la seguridad en la tenencia de la tierra Probables áreas de investigación asociadas: 1- Caracterizar desde el punto de vista económico, ecológico, productivo y socio-cultural la PAF en la cuenca del río Pichanas. 2- Establecer las potencialidades y puntos críticos del funcionamiento de los sistemas productivos a nivel de predio, paraje y región. 3- Planificar en forma participativa el uso de la tierra a nivel de predio, paraje y región. 4- Generar estrategias de manejo del uso de la tierra y el agua a corto, mediano y largo plazo. Territorio Maipú Comunidades Productivas Solidarias Rurales y Unidad Práctica de Formación y Promoción de la Agricultura Familiar Este proyecto adoptó desde sus inicios características particulares pero conservó la necesidad de contar con una mirada integral de la propuesta y el efectivo involucramiento de las organizaciones participantes. Fue elaborado entre el IPAF Región Pampeana y la Asociación Civil Don Jaime de Nevares, implicando la realización, en su fase piloto, de la etapa de conformación de Comunidades Productivas Solidarias Rurales -80 hectáreas- con población desocupada y expulsada por el mercado de trabajo rural y urbano. La propuesta se enmarcó dentro de lo que viene desarrollando la Asociación desde la zona sur del conurbano bonaerense, el “Programa de Comunidades Productivas Solidarias”. El Proyecto presentado consistió en: Objetivos generales: 1- Desarrollar un modelo de colonización de tierras con un enfoque territorial, que en el mediano-largo

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plazo implique garantizar la producción de alimentos y productos para la venta, con contenido social y político de autonomía, organización y solidaridad para lograr un desarrollo rural integral. 2- Generar un espacio alternativo como proyecto de vida a mediano y/o largo plazo para las familias que se encuentran en condiciones de hacinamiento en zonas periféricas de la ciudad de Buenos Aires o dentro de la misma, en situación de calle Objetivos específicos: » Desarrollar los aspectos tecnológicos necesarios para una producción comunitaria que sostenga el crecimiento de un número de familias de manera equilibrada con el entorno, mejorando su calidad de vida. » Generar la integración y socialización de las familias que llegan a la colonia con los vecinos locales, los peones rurales y sus familias que viven en campos de la zona. Resultados esperados: » Ordenamiento territorial comunitario: usos del suelo y del predio diseñados; organización del trabajo establecida de manera. » Mejora y desarrollo del hábitat para las familias participantes » Cooperativa conformada por la colonia y los vecinos. » Escuela de Formación y Capacitación para la Producción Familiar y el Intercambio Solidario. Territorio San Luis El trabajo del IPAF se desarrolló en una región caracterizada por las sierras, con un clima seco y de bajas precipitaciones donde la producción cabritera es predominante. Más allá de este tipo de producción, las unidades de producción responden al clásico esquema de la reproducción campesina, donde se observa una alta gama en la diversificación productiva, además de la pluriactividad de los integrantes de la familia. Se diagnosticaron dos características esenciales. Por un lado, a partir del desarrollo de tecnologías de altos insumos, gran parte de la pequeña producción fue quedando fuera del sistema debido a la creciente demanda de insumos y por otro, el turismo ha generado un efecto de “presión” sobre el precio de las tierras que a lo largo de décadas fueron utilizadas por los campesinos para su subsistencia. El problema central es la tenencia de la tierra. Por un lado, la problemática de fondo hace referencia a la situación de tenencia en cuanto a lo legal; por otro lado, no solo la tierra apareció como problema sino que en algunos casos, el AGUA era determinada como otro foco de conflicto. Se hizo patente la necesidad de asesoramiento legal por parte de los productores para frenar atropellos que se producen a partir del desconocimiento de sus derechos como usuarios-productores de esas tierras durante más de un siglo. Del trabajo realizado se proyectaron las siguientes actividades: 1- Necesidad de la creación de una mesa de trabajo que aborde la producción pecuaria en zonas áridas como eje central. Se acordó la creación de esta mesa para el próximo año (2007) con la participación de miembros del IPAF así como otros actores que serán llamados a integrarla.( AER Cruz del Eje, Córdoba, Oeste de La Pampa, etc) 2- Desde el equipo de la AER se pretende desarrollar un Proyecto Socioterritorial del PSA, en conjunto con otros actores, lo que facilitaría el financiamiento de un proyecto integral que involucre a la Agricultura Familiar de la provincia de San Luis. Desde el Ipaf se ofrece colaboración para el desarrollo de dicho proyecto. 3- Por otro lado, un eje de investigación prioritario es la temática tierra. La zona presenta importantes conflictos alrededor de este tema y surge como una necesidad central hacer frente tanto a las demandas de asesoramiento legal así como también llevar adelante una sistematización que sirva para la reflexión crítica de esta problemática que atraviesa a la pequeña agricultura familiar de una punta a la otra del país. 4- Finalmente, se determinó la necesidad de realizar una caracterización de la pequeña agricultura familiar en el país, que facilite la comprensión de sus problemáticas específicas.

3- La presentación de los trabajos realizados. El trabajo en las Mesas Participativas y los Territorios generó un ámbito de debate intenso que obligó al IPAF Región Pampeana a asumir compromisos y desafíos para avanzar en la definición de sus posibles Líneas de investigación. Luego de casi un año de trabajo, se consideró necesario compartir lo realizado en cada grupo, para así generar, en la medida de lo posible, una mirada integradora que permitiera detectar los elementos comunes y

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fundamentales. Como complemento a esta presentación se decidió confrontarlas y analizarlas desde la Agroecología, contando para ello con el aporte de expertos de esta disciplina. Durante Noviembre del 2006 se realizó, en una primera jornada abierta a todo público, el Seminario “Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar”, contando con la exposición de los expertos en Agroecología Francisco R. Caporal, Walter A. Pengue y Santiago J. Sarandón. En una segunda jornada de dos días se realizó un Taller Interno de Agroecología, con la concurrencia de aquellos vinculados directamente al trabajo que se venía desarrollando en el IPAF.En este Taller se presentaron los trabajos de cada Mesa y de los Territorios, para posteriormente abrir un debate participativo, contando para esto con la opinión de los expertos citados. Se pudo así identificar algunas debilidades y fortalezas de la propuesta generada por el IPAF Región Pampeana. Se presenta a continuación una síntesis de lo ocurrido, discutido y registrado durante estos eventos.

a- Seminario de agroecología El seminario de agroecología se realizó el 15 de Noviembre de 2006, comenzando a abrir el debate a los temas más relevantes que permitieran vinculan la propuesta de investigación Agroecológica con la realidad de la Agricultura Familiar. El seminario se denominó: “Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar”. Estuvo co-organizado por el IPAF- Región Pampeana – INTA y la Cátedra de Agroecología, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de la UNLP. El objetivo de éste seminario fue brindar un espacio para analizar y debatir las bases conceptuales de la Agroecología (AE) y los principales desafíos que se presentaban a la hora de pensar en las líneas de investigación para la región. Esta jornada fue abierta a todos los investigadores del CIPAF, profesionales de INTA, técnicos de terreno de los distintos programas de intervención y vinculados a la Región Pampeana, integrantes de las mesas de trabajo, organizaciones de productores, alumnos y docentes-investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y de otras dependencias de la Universidad Nacional de La Plata y otras Universidades, etc. Los expositores fueron Francisco Roberto Caporal, Walter A. Pengue y Santiago J. Sarandón, referentes reconocidos de la Agroecología. En sus exposiciones abordaron diferentes aspectos de la problemática de la agricultura industrial, compartiendo sus experiencias en relación con la profundización de una mirada y un hacer agroecológico. En este sentido, el Dr. Pengue presentó los principales impactos que la agricultura industrial ha producido tanto en la Argentina como en la Región Pampeana, y discutió las cuestiones sociales y económicas necesarias para entender la transformación de la sociedad agraria Pampeana. En esta misma línea, el Dr. Sarandón profundizó en los problemas ambientales y sociales de la agricultura actual, impactos que se relaciona directamente con una forma de concebir la agricultura, siendo la formación de profesionales un área de insoslayable discusión y transformación si se pretende generar un proyecto sustentable de país. En este sentido, presentó la experiencia de la facultad de ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP con su incorporación curricular del enfoque agroecológico. Por último, el Dr. Caporal compartió la experiencia Brasilera de formulación de una “Política Nacional de Asistencia técnica y Extensión Rural”, a través de un proceso participativo que involucró a más de un centenar de organizaciones. Este proceso se definió específicamente un público destinatario, la agricultura familiar, al mismo tiempo que utilizó la Agroecología como base científica para el desarrollo rural sustentable buscado.

b- El Taller de Agroecología Esta actividad se realizó en los dos días posteriores con participantes del CIPAF, del Equipo ampliado del IPAF Región pampeana, participantes de las Mesas Participativas y de los Territorios y algunos profesionales invitados. El disparador de esta actividad fue la presentación del trabajo realizado en cada una de las Mesas (Fitosanidad, Semillas, Herramientas, Comercialización y Normativas y Microfinanzas) y de los Territorios (Córdoba, San Luis y Maipú). La estrategia implementada para la exposición fue una rueda de pósters donde figuraron: el diagnóstico de las demandas relevadas en cada mesa, la sistematización de los principales problemas y las probables áreas de investigación asociadas. Los participantes del Taller, incluyendo a los profesores invitados presentes, que en esta jornada fueron los profesores R. Caporal y S. Sarandón, fueron recorriendo los pósters con el intercambio y preguntas a las personas que estaban en cada uno de los mismos. Posteriormente los profesores invitados elaboraron y presentaron una devolución a todos los participantes, favoreciendo un intenso debate con el que se culminó la actividad. Una apretada síntesis de lo elaborado por el equipo de profesores, que pudo ser discutida durante el Taller, incluye una serie de comentarios generales que apuntaron a describir cómo se vio la tarea ya realizada por el IPAF región Pampeana, y un conjunto de fortalezas y debilidades que pudieran transformar y mejorar la actividad futura del Instituto. Comentarios generales: -Acerca de las demandas, se consideró innovador y muy bueno el hecho mismo de tomar todas las demandas y partir de estas para encontrar líneas de investigación y trabajar por mesas temáticas y territorios. Sin embargo, se explícito que muchas demandas eran muy generales y otras excedían las posibles líneas de investigación del IPAF, por lo que se consideró preciso tener claramente diferenciado la investigación, la extensión, la difusión, las accio-

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nes y validaciones. Se reflexionó que hay que generar un marco para una gestión compartida: un grupo no muy grande que represente a los actores y que pueda realizar un seguimiento de las demandas y las propuestas para su atención. En este sentido se consideró central la validación de las demandas (¿son realmente representativas?) y la devolución a sus lugares de origen para su reapreciación. -Acerca de las organizaciones: se identificó cierta disparidad en la participación, por lo que se vio necesario la existencia de formación en organización y participación para técnicos y productores. Se entrevieron algunas confusiones en el rol de la investigación y el rol de la extensión. Asomaron muchas cuestiones que tienen que ver con cambios políticos y que dependen de las organizaciones y de la lucha. Esto también se notó en algunas demandas, que reflejaron un déficit en la lucha política/cambios de poder, más que en la investigación. -Acerca de las posibles líneas de investigación: se notó una confusión entre aquellas que parecen estar ya definidas, otras hay que validar y otras hay que investigar, así como la contextualización de cada instancia de investigación según sean de corto, mediano y largo plazo. También se presentó ineludible la distinción entre aquellas que serían investigaciones más básicas y aquellas que serían IAPs. - Acerca del enfoque agroecológico: se señaló la necesidad de mayor claridad entre los participantes sobre el marco agroecológico. Aparecieron con mayor insistencia los temas económicos que los temas ambientales y sociales, así como una cierta disociación entre los temas. Se creyó necesario establecer criterios de evaluación de lo que hacen los investigadores y los extensionistas, que permitir ver si la práctica cotidiana y la intervención están dentro del enfoque. A su vez, lo innovador de la propuesta debe contar con un proceso de formación permanente de la práctica cotidiana: cómo se hace? Para qué se hace?. Porqué?, etc. Por otro lado, se consideró sumamente interesante el montaje de una estrategia de comunicación para dentro INTA, sobre la agroecología y lo participativo, mientras que no resulte en una isla: el proceso de comunicación debe ser para dentro y para afuera. Algunos Posibles Obstáculos a considerar: 1- ¿Es posible garantizar de manera continua que las demandas expresen los intereses y las necesidades reales de la mayoría de los agricultores? 2- ¿Se dialoga con las organizaciones y grupos realmente estratégicos de cada zona? 3- ¿El proceso participativo posee reglas claras y roles bien definidos para los actores?. 4- Posibilidades limitadas del instituto. Por ejemplo: el proceso tan abierto y las demandas tan amplias que se obtuvieron, puede generar frustraciones o crear falsas expectativas sobre el alcance de lo que va a hacer el IPAF. Es necesario compatibilizar el proceso explicitando las posibilidades reales de trabajo (número de profesionales, presupuesto, etc.) 5- ¿Cómo compatibilizar las líneas de investigación de un Instituto que pertenece y será evaluado por el INTA, con las demandas de los agricultores? Algunas fortalezas a profundizar: 1- Que la gente pueda exponer sus problemas y demandas lo más abiertamente posible. Esto genera un grado de compromiso mutuo muy fuerte. 2- La fuerte articulación dada entre ONGs, organizaciones, universidades y otras instituciones. 3- Las posibles Líneas de investigación responden a problemas reales y concretos de la AF 4- La Integración de las diferentes demandas bajo un enfoque sistémico. Desafío que es, a la vez, una propuesta de gran alcance. 5- El establecer una sistemática de talleres para devolver los resultados de las investigaciones y de los momentos de los procesos. 6- El establecimiento de redes de referencia o faros agroecológicos, que sirvan como base para procesos de intercambio. A partir de la explicitación de estas fortalezas y obstáculos se contemplaron algunas nuevas preguntas y desafíos. Se hizo manifiesto la necesidad de tener una mejor formación en cómo funcionan los agroecosistemas para poder tener claridad a la hora de sistematizar con un enfoque Agroecológico. La Sistematización misma fue un aspecto metodológico que se entendió necesario profundizar. Por otro lado, se evidenció la necesidad de continuar en una incremento en la capacidad de análisis de los técnicos, investigadores y productores, los que, por otro lado, deben romper con la inercia de pedir asesoramiento y re-aprender a probar. Se planteó como un fuerte desafío la transformación de las cosas solicitadas en proyectos de investigación, así como la posibilidad de que a mediano y largo plazo se identifiquen necesidades de otros estudios no demandados, pero que tienen que ver con los

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procesos esenciales a investigar. Por último, la capacidad limitada de recursos humanos se contempló como un rasgo que hay que aprender a llevar, por ejemplo proveyendo de buenas preguntas concretas a otros centros de investigación específicos y pensando en prioridades en el corto, mediano y largo plazo. Durante toda esta etapa predominó la apertura y discusión multiactoral. El Trabajo del Equipo Ampliado fue un desafío y un aporte innovador en el marco institucional del INTA. Se habilitaron instancias y áreas de discusión desacostumbradas. La presencia y amplia representación de las Ciencias Sociales y Biológicas resultó en una mayor discusión teórica que, si bien demandó gran cantidad de tiempo y de recursos para llevarla adelante, se convirtió en un insumo reflexivo que envolvió de manera permanente el quehacer del IPAF. Por otro lado, la estrategia participativa generada por el IPAF, el abrir el juego a todos y a todas, fue en muchos casos un proceso que superó la capacidad de dar respuestas, que por otro lado resultaban imperantes. Las fuertes y concisas demandas del sector, enmarcadas en un espacio nuevo de diálogo y discusión, generó una gran expectativa y un fuerte compromiso por parte de la gente. Esto implicó una profundización estratégica en cuanto a los problemas centrales a tratar, así como una gran responsabilidad. Una vez recolectadas las demandas y que la participación redundó en sendas preguntas de investigación, se necesitó parar la marcha e indagar en las posibilidades reales y en las prioridades institucionales que requerían de la efectiva formulación de las Líneas de Investigación. Por lo tanto, a partir del 2007 el equipo del IPAF Región Pampera realizó un arduo trabajo interno en donde se intentó abarcar las principales demandas en un conjunto de Proyectos de Líneas de Investigación. A este trabajo se sumó la formulación de un Marco Teórico propio, que retroalimentó permanentemente la definición de las Líneas de Investigación. Esta nueva etapa será narrada en al próxima sección.

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Sección lll

LA FORMULACIÓN Y PRESENTACIÓN DE LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

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1- Aportes y estrategias para el avance y consolidación de las líneas de investigación del ipaf En la sección anterior se ha relatado el proceso participativo llevado a cabo para analizar y entender las demandas de la PAF, a partir de las cuales se debían elaborar las futuras líneas de investigaciones y trabajo. El desafío fue la elaboración de una propuesta que abordara la AF integralmente. Durante el 2007, se elaboraron las bases para la formulación de las Líneas de investigación, así como el Marco Teórico del IPAF Región Pampeana. Para esto se recavaron sugerencias y aportes, se realizaron devoluciones a los socios que venían participando en las Mesas y los Territorios, a la vez que se reafirmaron las articulaciones con otros proyectos existentes en INTA y con equipos de investigación de distintas Universidades. En conjunto con los otros Institutos del CIPAF se definen las líneas de trabajo prioritarias, que serán las primeras en ponerse en funcionamiento. Estas Líneas, llamdas transversales o compartidos fueron: -Estudio de sistemas de financiamiento y comercialización apropiados para la agricultura familiar. -Maquinarias y herramientas apropiadas para la agricultura familiar de las regiones NEA, NOA y pampeana. -Caracterización de la AF Por otro lado, en esta instancia el IPAF Región Pampeana propuso algunas líneas propias, que nuclearan la información relevada y organizaran la heterogeneidad de temas identificados en el relevamiento, desde una mirada integradora y sistémica, basada en el enfoque Agroecológico. Esto fue pensado como estratégico, por un lado desde una mirada del territorio y sus organizaciones y por el otro, pensando en el conjunto de tecnologías de procesos que aporten a consolidar la conversión de sistemas convencionales hacia sistemas con un enfoque agroecológico. Estas primeras posibles líneas fueron: -Territorios de la agricultura familiar: Análisis y diseño para su ordenamiento participativo -Estudio del proceso de transición hacia sistemas de producción agroecológico La redacción de estas propuestas estuvo enmarcada en la necesidad de realizar una mirada crítica a la atomización con que la ciencia convencional aborda sus objetos de estudio y en el imperativo de construir una propuesta que incorporara integralidad y complejidad. Para esto se usaron como base teórica las interrelaciones entre las dimensiones ecológico-productivas, socioeconómicas y socioculturales (Fig. 2). Fig 2: Interrelaciones de las dimensiones propuestas para abordar la investigación agroecológica.

Marco Teórico para una agricultura sustentable

Bases teóricas de sustentación:

Ecológica-

teoría de conflicto, teoría de sistemas, etc. UA: unidad doméstica

Productiva

Bases teóricas de sustentación: trofobiosis, teorías ecológicas, sucesión ecológica, etc. UA: ecosistema

Bases teóricas de sustentación: economía social, economía ecológica. UA: unidad domésticaproductiva

AGROECOLOGÍA SocioCultural

Socio-Económica

Este marco teórico fundamental fue presentado en sucesivas instancias de discusión con especialistas y compañeros de trabajo. Estos espacios de discusión se realizaron con el objetivo de discutir las posibilidades, dificultades y potencialidades que se podían establecer al confirmar a la Agroecología como abordaje para planificar respuestas para la Agricultura Familiar. En este sentido, el aporte de los participantes fue una instancia de intercambio entre experiencias con abordaje similares, y de discusión de lo que implicaría esta propuesta en el contexto académico, institucional y político de la Región Pampeana. A continuación, se presenta una reseña de los principales eventos organizados para la discusión del marco teórico y de los proyectos de Líneas de Investigación. El resultado final de esta instancia fue la formulación del Marco

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Teórico definitivo (Presentado en el Anexo l) y la formulación de las Líneas de Investigación definitivas.

1. a. SEMINARIO Y TALLER DE AGROECOLOGÍA: “El Rol de la Agroecología como enfoque científico para

una Agricultura Sustentable. Su aplicación a la problemática de la pequeña Agricultura Familiar” 22 y 23 de marzo del 2007. Con Miguel Altieri y Santiago Sarandón. El Objetivo general del Seminario fue el de analizar y debatir las bases conceptuales de la Agroecología y los principales desafíos que se presentan a la hora de pensar en las Líneas de investigación para la región. El evento estuvo abierto a investigadores y profesionales del INTA, técnicos de terreno de los distintos programas de intervención y vinculados a la Región Pampeana, integrantes de las Mesas de trabajo, organizaciones de productores, alumnos y docentes-investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de otras dependencias de la Universidad Nacional de La Plata, otras Universidades e Instituciones de Investigación, etc. Durante el mismo se contó con la participación del Dr Altieri, el Ing. Agr. Santiago J. Sarandón y el Dr. Gustavo Tito. Se realizó una discusión abierta al público sobre la Agroecología como disciplina, sus implicancias teóricas innovadoras y los distintos trabajos en el mundo que permiten visualizar como posible y necesario el cambio productivo. Al día siguiente se realizó una jornada de trabajo basada en un “Taller de Reflexión en Agroecología”, en donde se presentó el Marco Teórico para el abordaje de las líneas de investigación del IPAF Pampeana. En esta jornada, el equipo de trabajo del IPAF Pampeana-INTA expuso ante el Dr. Miguel Altieri las líneas de investigación para su análisis y discusión crítica. Esta jornada estuvo circunscripta al equipo del IPAF Pampeana, del CIPAF y del Programa Pro-Huerta del INTA. Los principales ejes de intercambio de ideas y propuestas fueron: -La multidimensionalidad de la Agroecología y, en este sentido, la importancia de realizar investigaciones que articulen disciplinas convencionalmente aisladas a pesar de la confluencia en sus objetos de estudio. -La necesidad de construir un saber interdisciplinario y entender que la Agroecología es una disciplina construida desde esta perspectiva. -Las dificultades a la hora de abordar, desde la Agroecología, aspectos complejos, tal como la dimensión sociocultural. -La necesidad de revisar el conocimiento ecológico-productivo de diversas fuentes (académicas, populares) para contemplarlos desde un enfoque integral. -La reafirmación de la importancia central de las organizaciones de los productores, tanto como una fuente legitimada y fortalecida de diálogo con sectores políticos gubernamentales, como una fuente de experiencias en diversos saberes difícilmente accesibles desde lo individual. -Las características propias de cada organización que convierten cada IAPs en casos únicos, al menos en lo referente a la articulación, acceso y problemáticas definidas como centrales. -El desafío de tener una postura política como investigadores y como interlocutores de diversos ámbitos. -Las dificultades, compartidas por muchos de los presentes, para instalar en sus lugares de trabajo un análisis crítico al modelo agropecuario local convencional y el papel que el Estado como generador de políticas públicas ha jugado en la masificación del mismo. -Las dificultades de incorporar la Agroecología por profesionales formados en otras disciplinas y otros paradigmas. -La gran heterogeneidad de actores con que se trabaja en una IAPs, que van desde extensionistas e investigadores convencionales hasta productores que pueden variar tanto en sus niveles de capitalización e integración a circuitos de organización y comerciales como en sus características culturales. Por último, se realizó un fructífero intercambio de experiencias tanto latinoamericanas como de diferentes regiones del país, que vienen buscando y realizando un cambio productivo y que en su mayoría tuvieron su comienzo en la organización de los productores. El Dr. Altieri expuso su acuerdo en líneas generales con el proyecto del Ipaf Región Pampeana, haciendo hincapié en la importancia de generar y sostener este tipo de experiencias en el tiempo, para permitir que maduren y puedan realizar efectivamente un recorrido distinto. También acentuó la importancia de contar con equipos Interdisciplinarios, así como su visión sumamente favorable sobre darse el tiempo indispensable para discutir la definición y problematización de los ejes futuros de acción. Esta discusión se entendió como necesaria para realizar un efectivo proceso de aprendizaje de parte del equipo, sentando así bases sólidas en sus propuestas teóricoprácticas, que deben estar establecidas para comenzar con el eje fundamental y prioritario del instituto, esto es, la efectiva realización de una alternativa sustentable para la agricultura familiar.

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1. b - SEMINARIO DE AGROECOLOGÍA: “Enfoque agroecológico para la agricultura familiar: Marco teórico y metodológico” y “La Agroecología: Los principales interrogantes que se plantea la investigación. La estrategia del “EMBRAPA” miércoles 12 y jueves 13 de septiembre 2007 CON JOAO CARLOS COSTA GOMES En este seminario se discutieron los fundamentos epistemológicos para la investigación en Agroecología, entendida como una ciencia y actividad organizada. La propuesta teórica central presentada por Joao Costa Gomes fue abordar la Agroecología y los problemas que esta intenta resolver teniendo en cuenta una serie de presupuestos que necesariamente deben confluir en el análisis de las diferentes temáticas. Estos presupuestos pueden analizarse como dimensiones a través de las cuales se abordan diferentes aspectos de un mismo problema. Estas dimensiones son: la tecnológica (con la cual se plantea cómo y con qué elementos fácticos se realiza el cambio productivo), la metodológica (a través de la cual se inquiere como se lleva adelante un proceso de intervención e investigación, implicando una forma de construcción de conocimientos), la sociológica (en donde necesariamente se articulan las posiciones de diversos actores con distintos intereses) y la epistemológica (postura acerca de la validez de los distintos tipos de conocimientos con los que se está trabajando). La definición de estas dimensiones es un requerimiento que la Agroecología debe responder concretamente si pretende posicionarse como una alternativa. -A nivel de la dimensión Tecnológica: se consideró esencial la disminución de la dependencia de insumos, favorecer la agrobiodiversidad, aprovechar y rescatar las tecnologías disponibles provenientes de la investigación convencional y del conocimiento des los agricultores, así como la experiencia de los técnicos. Esta confluencia debe orientarse a la necesidad de construir un nuevo estilo de conocimiento, en donde cada saber, cada práctica, sea valorada y validada desde una óptica que asegure la priorización del entender ecológico e integral de los actores. -A nivel de la dimensión Metodológica: Se propuso avanzar en el afianzamiento de un Pluralismo Metodológico que entienda la interrelación de las diversas disciplinas, sentando los ejes del trabajo en la efectiva realización de vínculos entre las Ciencias exactas/ naturales/ humanas con la participación de los agricultores. -A nivel de la dimensión Sociológica: Se apuntó la necesidad de la construcción y acompañamiento de Procesos organizativos, considerando que estos otorgan legitimidad y favorecen el empoderamiento del sector de los agricultores, a la vez que permiten la realización de alianzas entre sectores y el intercambio fluido de experiencias, etc. -A nivel Epistemológico: se subrayó las posibilidades que emergen de un Pluralismo tanto en los métodos como en las técnicas, así como la necesidad de ir construyendo nuevas formas de entender las relaciones entre Sociedad y Naturaleza y entre conocimiento científico y cotidiano. Esta presentación permitió la discusión de las similitudes y diferencias entre los planteado por el expositor y la estrategia teórica del IPAF, generando un rico intercambio de ideas. Enmarcada en la necesidad de reflexionar y compartir la experiencia de proyectos de Estado con propuestas similares a la del IPAF, Joao Costa Gomez realizó la exposición de: “El programa de investigación y desarrollo en agroecología en el EMBRAPA CLIMA TEMPERADO” a través de la cual se pudieron visualizar los ejes de trabajo del EMBRAPA, siendo los centrales: 1- Viabilizar soluciones para el desarrollo sustentable, en la región de Clima Templado, por medio de la generación, adaptación y transferencia de conocimientos y tecnologías, visando la eficiencia y la competitividad de los segmentos agropecuarios y agroindustriales, en beneficio de la sociedad. 2- Presupuestos Epistemológicos de la investigación en Agroecología y Agricultura Familiar en EMBRAPA CPACT: Interdisciplinariedad, Multi-institucionalidad, valorización del conocimiento de los agricultores, Investigación Participativa Transversalización de Políticas Públicas. Los principales trabajos en Agroecología realizados por EMBRAPA CPACT en conjunto con otras entidades: 1- Mejoramiento de la Estructura Física de las Parcelas 2- Transición Agroambiental & Agroecología. Arraigo local de P&D – (a través de la Investigación Participativa, la construcción de Redes de Referencia, la discusión e implementación de una base científica para el uso de insumos y el valor del manejo da agrobiodiversidad) 3- Tecnologías para la reforma agraria basadas en dar contenido a las diferentes maneras de entender el “Uso de la tierra” la “Producción y la Productividad”, el “Destino de la producción”, etc. 4- Generación y Adaptación de Tecnologías para los Sistemas de producción y acciones integradas para el desarrollo rural sustentable de Agricultura Familiar a través de ensayos de síntesis, de la sistematización de tecnologías para la sustentabilidad de la agricultura familiar, de la validación de indicadores

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de sustentabilidad en agroecología en propiedades rurales, etc. Este seminario permitió comparar la propuesta teórica del Ipaf y las posibles líneas de investigación que es este momento se esbozaban, con la actividad realizada por el EMBRAPA, considerado un referente del cambio productivo en Brasil.

1. c - JORNADA DE TRABAJO: “Hacia la construcción de nuevos paradigmas de intervención en agricultura familiar: un aporte desde la economía social”, 23 de Agosto del 2007. Con JOSÉ LUIS CORAGGIO En esta jornada de trabajo se analizó la interdependencia de las dimensiones planteadas como pilares para el abordaje Agroecológico de la agricultura familiar (dimensión socioeconómica, ecológico-productiva y sociocultural), discutiéndose el rol teórico que se le otorgaba a la Agroecología en su relación con estas dimensiones (Fig. 2). En este sentido la pregunta central que guió el recorrido de la discusión fue: ¿Porqué estas tres dimensiones y como articulan con la Agroecología si se la presenta a ésta como un nuevo Paradigma? Las principales conclusiones arribadas en la discusión se enmarcaron en la necesidad de contemplar que cada disciplina, desde su propio recorte de la realidad, aporta a un marco epistémico común, siendo el trabajo articulado entre ellas donde surge un hacer interdisciplinario. El recorte de la realidad viene dado por la definición del problema como sistema complejo, ya no es un recorte fotográfico de la realidad, o un segmento o una construcción ad-hoc, sino que intenta la problematización de la realidad: “Esa problematización es una definición epistemológica que mucha gente no plantea y que a partir de ella encontramos muchas disciplinas que están en este marco”. Se incorpora así el planteo de Rolando García : se parte de qué entendemos por realidad (sistema complejo) y como accedemos a ella (interdisciplinariedad). A partir de ahí se hacen las preguntas, construyendo así el marco epistémico. La realidad es el sistema complejo, la Agroecología responde a un problema (relación hombre-naturaleza). Al menos para entender esto se necesitan tener en cuenta estas dimensiones. Esta discusión inauguró la necesidad de definir distintos marcos (contextual, epistémico, conceptual y metodológico), aunque entendiendo la estrecha relación e interdependencia entre ellos. Se concluyó en la necesidad de reposicionar la propuesta teórica del IPAF a partir de entender las implicancias de estos marcos: 1- Marco Contextual: sujeto histórico. Instituciones. Paradigma dominante/Paradigma emergente. 2- Marco epistémico: son las preguntas: sistemas complejos + interdisciplinariedad 3- Marco Conceptual: Agroecología 4- Marco Metodológico: Investigación Acción Participativa. Como resultado concreto de los encuentros realizados, se abrió una nueva instancia para la especificación del marco teórico del Instituto, a la vez que se visualizó con mayor nitidez las posibilidades reales con las que se cuenta para la efectiva construcción y articulación de las líneas de investigación. Se definió entonces el Marco Teórico definitivo del IPAF (Anexo 1) y, con esto afianzado, se reanudó la labor interna hasta desembocar en la efectiva definición de las líneas de investigación.

2- Las proyectos de investigación Luego de dos años de trabajo “a puertas abiertas”, el equipo del IPAF Región Pampeana se enfrentó con el desafío y la responsabilidad de plasmar en sus proyectos de Investigación las demandas recogidas y los aprendizajes compartidos. Esta definición requirió de un trabajo intenso hacia adentro del equipo, para dimensionar las prioridades, los tiempos requeridos, los actores involucrados y las posibilidades de obtener resultados que permitieran evaluar la viabilidad de la propuesta del Instituto. A continuación se presenta los proyectos de investigación construidos, afín de mostrar el resultado final de un largo proceso participativo en donde confluyeron el saber y las experiencias de productores, extensionistas, investigadores y diversos actores. En este contexto, se logró la aprobación de proyectos nacionales, que abordaron problemáticas comunes a los tres IPAFs y que se ejecutan durante los próximos tres años, correspondientes a octubre de 2007 - 0ctubre de 2010. La estrategia presentada por el CIPAF fue la de incorporar estos proyectos específicos para la Agricultura Familiar en programas nacionales o áreas estratégicas e incluidos en la matriz institucional de INTA de acuerdo al PEI 2005-2015. Estos proyectos son: a- Proyecto Específico: Análisis de sistemas de comercialización y financiamiento de la PAF, en las regiones NOA, NEA y Pampeana (PNTER2322) Pertenece al Proyecto Integrado Innovación en Finanzas y Mercadeo Rural Programa Nacional de los Territorios (PNTER2) El objetivo General fue estudiar procesos de comercialización y financiamiento de la PAF, con el fin de proponer estrategias apropiadas que contribuyan a la mejora del sector. Para lograr este objetivo se propuso: 1. Analizar rutas o canales de circulación y distribución de algunos productos clave de la AF e identificar los principales factores que facilitan y obstaculizan el proceso de comercialización del sector, con el

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propósito de proponer acciones para fortalecer el proceso 2. Analizar experiencias innovadoras de comercialización, con el propósito de reconocer estrategias comerciales para la PAF 3. Conocer las representaciones sociales que se construyen en relación a la elección y compra de productos de la AF, con el propósito de brindar información para un mejor posicionamiento y diferenciación de los mismos. 4. Analizar experiencias de financiamiento con el propósito de contribuir a la promoción de herramientas que mejoren el acceso al crédito y el fortalecimiento de las organizaciones de la PAF. El Ipaf Región Pampeana trabajará sobre los objetivos 2, 3 y 4. En la línea de investigación que corresponde al punto 2, se analizará la experiencia de Familias Productoras de Cañuelas, haciendo eje en la producción agroecológica de granja (conejos y aves). Se construirá participativamente un Manual de Buenas Prácticas. También en el punto 2, se analizará la experiencia de la Feria Verde de Mar del Plata. Se intenta reconocer los principales aspectos que permiten garantizar la sostenibilidad de una Feria Verde Urbana. En la línea de trabajo relacionada con los consumidores, se pretende desde la Feria Verde de Mar del Plata, conocer las motivaciones de los consumidores para comprar los productos de la AF y además indagar acerca de la posibilidad de incorporar a los consumidores en una propuesta más integral de transformación social. Por último, en el punto 4 se abordarán los esquemas solidarios de crédito y el lugar que ocupa la garantía solidaria en la construcción de “Otra Economía”. b- “Proyecto Específico: Tecnologías Apropiadas para la producción primaria de la agricultura familiar. (AEAI4731). Pertenece al Proyecto Propio de la Red “Tecnologías apropiadas para la agricultura y agroindustria familiar”. Pertenece al Proyecto propio de Red: “Tecnologías apropiadas para la producción primaria y la agroindustria de la Agricultura Familiar” y al Área Estratégica de Agroindustrias. El Objetivo General es contribuir al desarrollo de tecnologías apropiadas para la producción primaria de la agricultura familiar. Para lograr este objetivo se propuso: » Disponer información sistematizada sobre maquinarias y herramientas que resultan apropiadas para la PAF en los sistemas productivos y territorios definidos. » Desarrollar, rescatar, adaptar y validar maquinarias, herramientas e instrumental de medición apropiados a los sistemas productivos y territorios definidos. » Identificar criterios y estrategias de apropiabilidad de los productores ante innovaciones y/o adaptaciones de maquinaria y herramientas, que contribuyan al diseño de estrategias y políticas relacionadas a los procesos de adopción. » Generar capacidades institucionales y socializar saberes y experiencias relacionados con el uso, diseño y desarrollo de maquinarias y herramientas para la agricultura familiar, y promover su uso y acceso. A través de este proyecto, el IPAF Región Pampeana pretende generar espacios de reflexión-acción, en los cuales distintos grupos y organizaciones de agricultores familiares desarrollen sus tecnologías acordes con sus sistemas socio-productivos. Al mismo tiempo en estos espacios se intercambian los marcos conceptuales que aportan los diferentes actores (extensionistas, agricultores e investigadores), recreando el espacio tecnológico en busca de la generación y validación de tecnologías apropiadas c-“Proyecto Específico: Caracterización integral de la pequeña agricultura familiar en las regiones NOA, NEA y Pampeana (AEES1733). Pertenece al Proyecto Propio de la Red “Análisis Socioeconómico de la Sustentabilidad de los Sistemas de Producción y de los Recursos Naturales”. Red Área Estratégica de Economía y Sociología” El Objetivo General fue identificar y comprender los atributos y estrategias que caracterizan a la PAF y aquellos que permiten reconocer la heterogeneidad existente en su interior; analizar los principales factores que condicionan su existencia y modelan su dinámica, y estimar su importancia (productiva, económica, social, cultura, ambiental) a nivel local y regional. Para lograr este objetivo se propuso: 1- Describir y analizar los principales atributos y estrategias que caracterizan a la PAF en las regiones NOA, NEA y Pampeana respectivamente, y aquellos factores que contribuyan a la comprensión integral de la misma.

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2- Estimar la importancia relativa de la PAF, en términos tanto económicos y productivos como sociales, culturales y ambientales. 3- Desarrollar en forma participativa herramientas didácticas y comunicacionales para la construcción, validación y difusión de los conocimientos sobre la PAF Se sostiene que la principal función de este proyecto en la región es la generación de nuevo conocimiento acerca de las formas que adopta la PAF en una región que muchas veces se la supone sin la presencia de este tipo social agrario. Por otro lado, el IPAF, como propuesta integradora que contuviera las demandas específicas de la AF bajo un enfoque Agroecológico, se propuso formular dos posibles Proyectos. El camino que cada uno de ellos siguió fue dispar y requirió en primera instancia el planteamiento del enfoque Agroecológico como un concreto y efectivo marco de implementación. En el caso del proyecto “Territorios de la agricultura familiar: Análisis y diseño para su ordenamiento participativo” se proponía fortalecer el proceso de ordenamiento/planificación participativo del territorio de la organización/es para la sustentabilidad de la agricultura familiar. Este proyecto no se concretó debido a un conjunto de dificultades surgidas durante el trabajo con las organizaciones y cambios institucionales vinculados al desplazamiento del personal técnico involucrado en el trabajo y re-ordenamiento de las regiones. El proyecto “Investigación Acción Participativa de los Procesos de Transición Hacia Sistemas de Producción Agroecológicos”, se proponía analizar el proceso de transición agroecológica para la agricultura familiar y generar conocimientos que contribuyan al estudio de las funciones e interrelaciones de los componentes del agroecosistema y la generación, rescate y validación de tecnologías apropiadas para garantizar dicho proceso. Recién pudo ser aprobado a comienzo del 2010. Con la aprobación de los proyectos compartidos y la presentación los posibles proyectos “propios” de Investigación, el IPAF Región Pampeana concluye un largo período de trabajo. El Instituto emergió de este con una experiencia sumamente rica, que posibilitó la defensa de la trayectoria seguida, con sus idas y vueltas. Durante este período se cumplieron hitos importantes: - se consolidó el equipo de trabajo - se fortaleció la propuesta teórica - se aseguró la articulación intra y extra INTA - se concluyó en la efectiva inserción institucional en el INTA De esta manera se llevó adelante una propuesta que se cree redunda en un producto innovador, y que muestra la riqueza e importancia de desarrollar los primeros pasos de un Instituto de Investigación de manera distinta, apuntando a la sustentabilidad, competitividad y equidad real de la AF.

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EPILOGO En las páginas de este libro se cuenta el proceso participativo llevado a cabo por el equipo del IPAF Región Pampeana, terminando su relato con la presentación de las líneas de investigación definidas según el análisis de las demandas relevadas. La redacción de este epílogo coincide en tiempo con la finalización de los tres proyectos aprobados y el inicio del proceso de re-formulación, proceso que estará teñido de un fuerte análisis de los productos, resultados e impacto ocurrido en estos primeros tres años de trabajo, a fin de repensar los objetivos y metas para su continuidad en los próximos tres años siguientes (2011-2013). Paralelamente, se abrió la presentación de nuevos proyectos para la cartera 2009-2011. El CIPAF (y sus IPAF) decidió presentar nuevos proyectos vinculados a las necesidades identificadas y que fueron consideradas prioritarias y necesarias a la hora de generar tecnología apropiadas para mejorar la situación y las condiciones de vida de la Agricultura Familiar en la Argentina. Dos de estos proyectos reprodujeron la misma estrategia que los anteriores, la inserción como proyectos específicos, dentro de proyectos propios de la red ya existentes y compartidos por los tres IPAF. Estos son: - “Proyecto Específico: Manejo Integral del Agua con fines múltiples para la Agricultura Familiar y Productores de Áreas de Secano” (AERN291682). - “Proyecto Específico: Eficiencia energética y energías renovables apropiadas para la agricultura familiar y el desarrollo rural” (AEAI275332). En relación a las líneas de investigación propuestas por el IPAF Región Pampeana, el recorrido fue otro, más largo y más complejo. En este transitar ocurrieron momentos e hitos importantes y transcendentes para la Institución, donde se dio un fuerte debate acerca del enfoque agroecológico, acerca de su pertinencia, factibilidad y credibilidad. Este debate, tanto con nuestros pares, directores, coordinadores de diferentes áreas y con los distintos funcionarios de la Dirección Nacional del INTA (planificación, gestión, investigación) permitió enriquecer y fortalecer el planteo, justificar y afianzar la necesidad de un nuevo paradigma en la investigación donde se incluya la complejidad, la diversidad, nuestro vínculo con la naturaleza, y donde no alcanza pensar tecnología sin pensar para quién es la misma. Solo en esta línea es prolífico pensar en la Agricultura Familiar, su permanencia en el ámbito rural y su rol protagónico. ¿Cómo llevar a cabo su inserción? Solo pensando en la necesidad de encontrar alternativas al modelo productivo dominante, amigables con el medio ambiente y la gente, que valore y conserve los recursos naturales, que minimice la contaminación ambiental, que no intoxique a la población, que mantenga la diversidad biológica y cultural, la productividad con equidad y que garantice la reproducción ampliada de la familia. Pero también, preguntarnos el porqué de este enfoque y entonces, pensar en la necesidad de avanzar en la seguridad y soberanía alimentaria, como parte de este desafío. Esto involucra a los productores y a toda la comunidad, entendiendo a la actividad productiva como una necesidad de producir alimentos sanos para la población. Esto incluye el acceso equitativo al alimento (seguridad alimentaria) y poder potenciar la capacidad de decidir que comer, cómo y dónde se produce el alimento (soberanía alimentaria). Y no fue menor discutir, diferir, acordar, analizar, reflexionar… Durante todo el año 2009 avanzamos con los aportes de la Dirección Nacional, para pensar la mejor estrategia para incorporar a la matriz institucional este enfoque y ahí se volvieron a plantear nuevos interrogantes… Agroecología y Agricultura Orgánica….¿es lo mismo, es complementario, podemos transitar juntos un camino común? Y volvimos a pensar en …investigación y extensión… ¿nos necesitamos para investigar con la gente, junto a las organizaciones?, ¿tiene el INTA con sus programas y proyectos de extensión escenarios para trabajar en investigación acción participativa y construir una propuesta superadora a la de la transferencia?. Y así nos fuimos juntando, sumando, articulando proyectos que ya estaban funcionando como los de los territorios de extensión, o reactivando propuestas como los de Agricultura orgánica, y nos dimos cuenta de las capacidades existentes, de los puntos en común, de la potencialidad que el INTA tenía para trabajar en agricultura familiar y agroecología y que podíamos activar en un proyecto más ambicioso, que pasó de ser una propuesta del IPAF Región pampeana para transformarse en un Proyecto Propio de la Red (PPR) con sus Proyectos Específicos. Es así como en el 2010 se aprobó la incorporación en el Area Estratégica de Recursos Naturales el PPR: “Red para la generación y desarrollo de tecnologías con base Agroecológica y de Producción Orgánica” (AERN-296002) con sus proyectos específicos: -PE: “Investigación Acción Participativa de los procesos de transición hacia sistemas de producción agroecológicos” (AERN-296022). -PE: “La agrobiodiversidad en los sistemas productivos de los agricultores familiares en el NEA” (AERN-296032) -PE: “Desarrollo y Difusión de Tecnología para la Producción Orgánica” (AERN-296012) El PPR, además comparte con el PNTER (Programa Nacional de los Territorios) los Proyectos específicos “Producción agroecológica para la inclusión social” (PNTER 3331) y “Rescate y revalorización de especies animales y vegetales para la seguridad alimentaria” (PNTER 3334) En síntesis, el objetivo de este libro fue sistematizar un proceso complejo e intentar cerrar una etapa de construcción colectiva, de abajo hacia arriba, donde la investigación fue el producto de las necesidades sentidas por el sector de la agricultura familiar. Pero inevitablemente, este proceso motivó nuevos desafíos, generó nuevos interrogantes y permitió avanzar en la elaboración y re-elaboración de proyectos como los arriba descriptos, que aportan conocimientos desde un marco epistemológico innovador. Es una etapa que nos toca transitar como profesionales, investigadores, técnicos, productores…con dudas, con certezas, con debilidades y potencialidades, con obstáculos y fortalezas, pero con entusiasmo y optimismo. Esta es la clave, creer en lo que hacemos, trabajar motivados, con un equipo consolidado, heterogéneo, interdisciplinario, diverso, con miradas diferentes, en debate permanente, con iniciativas impulsadas por la alegría de querer aportar nuevas ideas, alternativas en los procesos productivos, donde el

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valor de lo ecológico y cultural, sea tan importante como lo económico. Esto es, volver a sentir la actividad agropecuaria como una actividad para producir alimento, con identidad, con orgullo y no como una actividad extractiva sólo generadora de ganancias. Esto indefectiblemente requiere de reconstruir los modos de producir, a partir de métodos innovadores y estrategias de “re-contextualización” entre conocimientos acumulados y nuevos (EMBRAPA 2006). Como dice nuestro marco teórico, es fundamental llevar las premisas del Paradigma Emergente al núcleo mismo de la Agroecología postulando que el conocimiento generado debe ser pluralista (integrando distintas miradas a la comprensión de un mismo fenómeno), antitotalitario (ya que no hay una única forma de abordar un problema), y debe apuntar a la comprensión de los agroecosistemas en su contexto tanto natural (agua, suelo, energía, especies vegetales y animales) como sociocultural (étnico, religioso, político, económico). Al decir de Enrique Left, este libro, estos proyectos…”están llenos de palabras: palabras que habrá de llevarse el viento para diseminarlas por el mundo; palabras-concepto que forjan nuevos sentidos teóricos y nuevas formas de ser en el mundo; palabras-savia que arraigan en la tierra y que construyen territorios de vida; palabras-idea que se hacen sangre y carne de nuevas identidades, que se incorporen en el ser de las personas; lengua de los pueblos, lugares para habitar el mundo y soñar el futuro; profecías realizables en la construcción de un mundo sustentable”… Dra. Mariana Marasas Coordinadora de Investigación IPAF reg. pampeana

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Marco teórico del ipaf región pampeana para el Desarrollo de la agricultura familiar

En este documento desarrollaremos el marco teórico que el Ipaf región pampeana propone para la realización de sus líneas de investigación. Para llevar a cabo esta tarea, consideramos necesario explicitar el marco contextual, epistémico, conceptual y metodológico.

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CAPITULO I: MARCO CONTEXTUAL Y EPISTÉMICO 1. MARCO CONTEXTUAL La agricultura moderna se ha enmarcado en el modelo de la “Revolución Verde” a partir de la década del ’50. Este paradigma que se consideró en su momento como la solución al problema del hambre en el mundo ha generado una infinidad de problemas reconocidos desde hace varios años, tanto por científicos, como por académicos y políticos. Estos problemas incluyen aspectos productivos, económicos y socio-culturales, que impactan en forma alarmante sobre el medio ambiente y la sociedad. Bajo este Paradigma Dominante (PD), la investigación y el desarrollo de los sistemas de producción de alimentos fue orientado a la búsqueda de paquetes de tecnologías generales y universales, destinados a maximizar la producción por unidad de superficie, sin considerar la heterogeneidad ecológica y/o cultural de las regiones en donde se aplicaba (Altieri, 1985). La adopción del paquete tecnológico completo se adecua sólo para los productores más capitalizados, de mayor y mejor dotación de tierras, con buena disponibilidad de agua y con la infraestructura necesaria para su ejecución. Esto ha demostrado que la generación de estas tecnologías no ha sido neutral. Los agricultores de bajos recursos y de zonas agroecológicas marginales o que no cubrían los requisitos necesarios para el “éxito del paquete tecnológico” se beneficiaron muy poco del proceso de desarrollo y de transferencia tecnológica de la Revolución Verde y las desigualdades en los ingresos se acentuaron con respecto a aquellos productores capitalizados. No solamente se promovieron tecnologías inapropiadas para los agricultores de menores recursos, sino que fueron excluidos también, del acceso al crédito, a la información, al soporte técnico y otros servicios. En muchas zonas agrícolas, como lo es en la región pampeana, la Revolución Verde propició la intensificación de la diferenciación social y de la concentración de la riqueza y no ha solucionado el problema de la pobreza rural, a pesar de ser una justificación en su discurso. Este PD lejos de solucionar los problemas del hambre y la pobreza ha comprometido seriamente la soberanía alimentaria de los pueblos. Según los censos oficiales, desaparecieron como unidades productivas el 29% de las explotaciones agropecuarias pampeanas, siendo absorbidas por otras firmas agropecuarias (Censo Nacional Agropecuario 1998-2002). El modelo agropecuario general de tipo familiar, consolidado en la década de 1960, se transformó durante las últimas décadas en un modelo más concentrado, ya que durante la década de 1990 hubo una tendencia inequívoca a la contracción y desaparición de los pequeños y medianos productores (Sili, 2005). Quizás aún más significativo sea el hecho de que se profundizó el abandono de aquellas áreas caracterizadas por una agricultura tradicional, desplazando muchas técnicas de cultivo propias de agricultores tradicionales por la tecnología “moderna” supuestamente de aplicación universal (erosión cultural). Desde un punto de vista ecológico varias son las características de este modelo de agricultura, que la hacen inviable y permiten dudar de su sustentabilidad. Algunas de las principales son (Sarandón y Sarandón 1993): 1- Dependencia creciente de combustibles fósiles y la disminución de la eficiencia productiva en términos energéticos (cada vez se requiere más energía para mantener o aumentar la productividad) 2- Pérdida de la capacidad productiva de los suelos, debido a la erosión, degradación, salinización y desertificación de los mismos. 3- Pérdida de nutrientes de los suelos debida a la falta de reposición, junto con lixiviación. 4- La dependencia creciente de agroquímicos (insecticidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes) 5- El desarrollo de resistencia a los plaguicidas de ciertas plagas y patógenos. 6- La pérdida de variabilidad genética de los principales cultivos (erosión génica). 7- La disminución del nivel de los acuíferos por mal uso del agua para riego. El PD promovió una visión cortoplacista y productivista de los sistemas de producción agrícola. Una consecuencia de ello, es el fomento de pocos cultivos de alto rendimiento, como sinónimo indiscutido de “éxito”, sustentado solo en la racionalidad económica. Esto ha generado la paradoja de que zonas muy productivas no resuelven el problema del hambre en la población local. Se profundizó la visión atomista y/o reduccionista del mundo y del método de adquirir los conocimientos, lo que generó entre otras cosas un insuficiente conocimiento sobre el funcionamiento de los agroecosistemas (Sarandón, 2002). A todo esto se le debe sumar la deficiente formación de los profesionales y técnicos de la agronomía en el manejo de agroecosistemas sustentables y la ausencia de una metodología adecuada para evaluar la sustentabilidad de las prácticas agrícolas. Por otra parte, el desarrollo de los sistemas agropecuarios se basó en la transferencia de tecnologías generadas por los investigadores en las grandes estaciones experimentales o Universidades, generalmente en condiciones ideales y controladas y el extensionista, que debía encargarse de transferir dichas tecnologías al productor agropecuario para que éste las adopte. Las soluciones ensayadas eran: si no tenían los conocimientos, se les enseñaba; si no tenían recursos, se les daban créditos para que los adquiriera. Pero no se discutía sobre la utilidad de la tecnología (Sarandón y Hang, 2001).

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Hoy se reconoce que los avances tecnológicos de la Revolución Verde o la tecnología convencional y su metodología de aplicación asociada, no han constituido una respuesta eficiente a la heterogeneidad característica del sector rural, principalmente en Latinoamérica, ya que “sus recetas” no resultan apropiadas. Este diagnóstico permitió al INTA reconocer que la tecnología generada no siempre ha satisfecho la demanda del sector de la agricultura familiar (Documento Base�). El Ipaf región pampeana considera que la realidad de la agricultura familiar no puede ser resuelta desde éste PD, que simplifica la problemática de la PAF, principalmente, en el acceso a soluciones tecnológicas. Es nuestro desafío, avanzar en la generación de alternativas para la PAF desde un nuevo paradigma que logre responder la compleja realidad de la misma, aún estando en convivencia con este PD.

Hacia una concepción agroecológica basada en un paradigma emergente Cada momento histórico posee un sistema de pensamiento con características que definen y legitiman esa particular manera de pensar. Se define un Paradigma, de manera genérica, como una visión del mundo que es hegemónica en un determinado momento histórico. Siguiendo a Kuhn (1966), podemos a su vez afirmar que, dado un Paradigma Dominante (legitimado en un sistema histórico de pensamiento) pueden aparecer Paradigmas Alternativos (PA) que deben cumplir dos requisitos: 1.Es capaz de dar respuestas a las anomalías que el PD no puede resolver. 2.Es capaz de dar respuestas a interrogantes nuevos que el PD no puede brindar. Ambos paradigmas pueden convivir en espacio y tiempo. En la actualidad surge con insistencia la necesidad de generar nuevas respuestas a problemas relativizados o ignorados por el paradigma que ha dominado el pensamiento científico del último siglo. Esta urgencia por construir a una nueva manera de entender y explicar las problemáticas actuales está presente en distinto ámbitos sociales. En consonancia con la propuesta de Martínez Miguelez (1993) llamamos a esta nueva mirada Paradigma Emergente (PE), haciendo de esta manera hincapié en su instancia de construcción y de definición, en gran medida por oposición con el anterior (Guzmán Casado, et al 2000). Siguiendo a Guzmán Casado, et al (2000) este PE puede caracterizarse por oposiciones con el PD�. - Ante una visión neutralista de la actividad científica, se introduce a la ciencia en un espacio de reflexión crítica sobre la cuestión ética, ya que no da lo mismo que el conocimiento generado produzca contaminación, extinción de saberes, etc. - Ante una visión mecanicista-analítica, prevalece una visión evolucionista: se tienen en cuenta los procesos, el tiempo, los cambios y la continuidad. - Ante el atomismo (reducción), se parte de sistemas, con la distinción (pero no aislamiento) de sus elementos, sus interrelaciones y sus propiedades emergentes. - Ante la búsqueda de la simplicidad (de la sustancia, el pilar base), se plantea la complejidad que no es sinónimo de complicado, sino de red, asociación, lo uno y lo múltiple. - Ante la separación entre el sujeto y objeto de conocimiento y de estos en relación a la naturaleza, se plantea un abordaje donde el hombre es sujeto, objeto y entorno (donde el hombre es parte de la naturaleza) y donde el conocimiento incluye la autoreferencia. Este paradigma está siendo formulado y consensuado desde y por muy diversas perspectivas teóricas y disciplinas. Es una necesidad comenzar a trabajar en y desde él. En este contexto la agroecología se presenta dentro de este PE. Como ciencia en construcción debe generar un cúmulo de conocimientos que den soluciones alternativas a repuestas desarrolladas en el marco del modelo de la Revolución Verde. Entendida la Agroecología como PE, se genera la necesaria coexistencia con el PD. Para ello laAgroecología debe generar soluciones tecnológicas en un contexto hegemónicamente adverso, en dónde incluso los agricultores familiares pueden ser resistentes al cambio. De allí la imprescindible necesidad de elaborar una estrategia para establecer una relación dialéctica entre la Agroecología y una realidad en la que la mayoría de los actores tienen un visión distinta. Esta estrategia se basa en la generación de nuevos conocimientos para el desarrollo de tecnologías apropiadas construidas en forma participativa con actores de la agricultura familiar, para luego ponerla a disposición de la organización de los productores, logrando el manejo autónomo y sustentable de los sistemas productivos en un contexto no agroecológico. Es fundamental llevar las premisas del PE al núcleo mismos de la Agroecología postulando que el conocimiento generado debe ser PLURALISTA (integrando distintas miradas a la comprensión de un mismo fenómeno), ANTITOTALITARIO (ya que no hay una única forma de abordar un problema), y debe apuntar a la comprensión de los agroecosistemas en su CONTEXTO tanto natural (agua, suelo, energía, especies vegetales y animales) como sociocultural (étnicos, religiosos, políticos, económicos). 1 2

http://www.inta.gov.ar/cipaf/noa/infoboletin/documentobase.pdf si bien el autor habla de paradigma convencional PC, en este documento se empleará eltérmino PD

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2. Marco epistémico Ante el diagnóstico realizado sobre la realidad de la agricultura familiar y vinculando esta situación con la necesidad de crear nuevas formas de conocimiento y prácticas científicas, el IPAF se ha planteado la necesidad de hacerse preguntas que orienten y legitimen su accionar. Definimos como “marco epistémico al conjunto de preguntas que el investigador plantea cuando se enfrenta con el dominio de la realidad que se propone estudiar (García, R 2006)”; en nuestro caso, la pregunta esencial es: ¿Como transformar el estado de exclusión de la PAF, por un rol protagónico en la construcción de la soberanía alimentaria? Creemos que este interrogante debe ser entendido como parte de una realidad compleja que supone “una reformulación continua de una problemática que se irá definiendo y redefiniendo en el transcurso de la investigación (García, R 2006)”. Esta realidad se define como un sistema complejo, designando con él a un conjunto de elementos heterogéneos e interdefinibles entre sí, que solo pueden abordarse desde un trabajo interdisciplinario. En nuestro caso, la agricultura familiar necesariamente debe ser abordar como un sistema en el cual los procesos que determinan su funcionamiento son un resultado de la confluencia de múltiples factores, que interactúan de tal manera que el sistema no puede ser descripto por la simple adición de cada uno de sus componentes. Es en la definición de los problemas, vinculados a los distintos componentes que integran la realidad de la agricultura familiar, donde dialogan las diferentes disciplinas. Ello supone concebir cualquier problemática como un sistema cuyos elementos están interdefinidos y cuyo estudio requiere de la coordinación de enfoques disciplinarios que deben ser integrados en un enfoque común (García, 2006). El Ipaf región pampeana entiende que la agroecología responde a este enfoque común, siendo el marco conceptual que permite facilitar soluciones a la agricultura familiar. La AE se desarrolla como una “interdisciplina”, ya que apunta a la “construcción conceptual común de los problemas y supone un marco de representaciones común entre las disciplinas” (Stolkiner, 1999). De esta manera se nutre, recibe la influencia y toma los aportes teóricos de ciencias de diversos orígenes (sociales, naturales, agrarias, económicas, etc.). El abordaje pretende preservar la integración interdisciplinaria y no la compartimentalización por áreas temáticas afines. A su vez, el grupo de trabajo debe considerar la posibilidad de construirse a través de la confluencia de inter-saberes, esto es, saberes disciplinarios y no disciplinarios (Stolkiner, 1999). Según, García (2006) lo que integra a un equipo interdisciplinario para el estudio de un sistema complejo, es un marco conceptual y metodológico común, derivado de una concepción compartida de la relación cienciasociedad.

¿Cómo se construye una nueva base epistémico, conceptual y metodológica que contenga e integre esta diversidad de fuentes de conocimientos? La AE propone tomar los conocimientos de las ciencias clásicas, pero 8 también, trasciende estos límites para incorporar cuestiones que hacen a otros conocimientos no disciplinarios, generados en el saber empírico, popular, tradicional, muchos de los cuales no han sido demostrados y validados por los métodos científicos clásicos, pero que hoy reconocemos su importancia. El desafío en agroecología es generar conocimientos a partir de métodos innovadores y estrategias de “re-contextualización” entre conocimientos acumulados y nuevos (Marco referencial en AE, EMBRAPA 2006). En concordancia con el documento de EMBRAPA, la necesidad es encontrar las estrategias para “deconstruir” los esquemas de conocimientos y las formas de producción que causan degradación social y ambiental, para generar una construcción o “reconstrucción” dentro del paradigma emergente. En este sentido el desafío es identificar que tópicos son las que se deberían “desconstruir” y cuales los que se deben profundizar a la hora de avanzar en la “reconstrucción” de las estrategias de abordaje para el desarrollo de la investigación científica agroecológica.

CAPÍTULO II: MARCO CONCEPTUAL 1. LA AGROECOLOGÍA: Base científica para el desarrollo de una agricultura sustentable. El mantenimiento de niveles adecuados de producción de los sistemas agropecuarios, junto con la conservación de los recursos naturales y la inclusión de los sectores rurales excluidos por el actual sistema, es uno de los mayores desafíos que deberá enfrentar la humanidad en las próximas décadas. Se requiere desarrollar una agricultura que sea económicamente viable, cultural y socialmente aceptable, suficientemente productiva, que conserve la base de recursos naturales y preserve la integridad del ambiente en el ámbito local, regional y global (Sarandón y Sarandón, 1993). Desde esta propuesta el enfoque agroecológico es el camino posible para lograrlo. Por lo tanto, se propone dar respuesta a los problemas actuales considerando cuatro grandes cambios, que nunca han sido incorporados a la matriz conceptual del PD. Primero, que las unidades de producción se establezcan y funcionen en armonía con el ecosistema, poniendo al servicio de dichas unidades, los procesos ecológicos (ciclaje de nutrien-

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tes y materia orgánica, la regulación biótica, etc.) en función de las características agroclimáticas particulares de cada región. Esto implica un ajuste de los sistemas de cultivo a la productividad potencial y a las limitantes físicas, económicas y socioculturales de los agroecosistemas. En segundo lugar, incluye en forma activa a las comunidades con sus saberes, costumbres y tradiciones, enmarcadas en su contexto socio-político (Sevilla Guzmán et al., 2006). En tercer lugar, entiende a la actividad productiva como una necesidad de producir alimento sano para la población. Incluyendo la posibilidad de un acceso equitativo al 10 alimento (seguridad alimentaria) y poder potenciar la capacidad de las poblaciones a decidir que alimento produce, cómo y donde (soberanía alimentaria). La agroecología se define entonces como una disciplina científica que provee los conocimientos para la utilización de los principios ecológicos básicos que permitan estudiar, diseñar y manejaragroecosistemas, manteniendo la base de los recursos naturales en el tiempo, minimizando la dependencia de insumos externos a través de la potenciación de los recursos locales y los servicios del ecosistema e incorporando en forma activa los intereses y el conocimiento de los productores. El desafío es la generación de nuevos conocimientos basados en éste nuevo enfoque que permita entender la pluricausalidad y multidimensionalidad de los problemas.

2. El concepto de sustentabilidad desde la perspectiva agroecológica: La AE se basa en los principios de la sustentabilidad, ya que bajo los requisitos que caracterizan la misma, se debería definir con claridad las relaciones que existen entre el hombre y el ecosistema desde el abordaje agroecológico. La sustentabilidad es el desafío de establecer otro tipo de relaciones entre los ecosistemas, las sociedades y sus procesos de desarrollo, con una visión a largo plazo, que promueva la conservación de los recursos naturales y la calidad de vida de la población. La sustentabilidad se entiende como una construcción social compleja y dinámica, en la que articulan las dimensiones ecológicas, sociales, culturales, éticas, políticas y económicas, estrechamente relacionadas con los procesos de desarrollo (Caporal y Costabeber, 2002). La sustentabilidad demanda replantear las nociones sobre crecimiento y desarrollo, de producción y consumo, así como redefinir el acceso a los recursos naturales y la responsabilidad social de su uso. El reto es construir una nueva relación sociedad-naturaleza. Un requisito indispensable para basarse en los principios de la sustentabilidad, es avanzar en la capacidad de un agroecosistema para mantenerse productivo a través del tiempo, por un lado, frente a los cambios externos y teniendo en cuenta las limitaciones ambientales y por el otro, por las presiones de carácter socioeconómico” (Conway, 1985). Esto está en intima relación con el concepto de irreversibilidad y evolución que plantea el PE, y que alude a los cambios y procesos que ocurren en el sistema y que muchas veces son difíciles de predecir y controlar. Otro de los requisitos necesarios a considerar en el concepto de sustentabilidad es el abordaje multidimensional. Se entiende como una construcción social compleja y dinámica, en la que se encuentran la dimensión ecológica, social, cultural, ética, y económica. Por lo tanto, el concepto de sustentabilidad no es estático, por el contrario es dinámico, flexible y nos acercamos a ella en mayor o menor medida según las características de los procesos de desarrollo. Tomamos como base los lineamientos de Gliessman (1990) quien afirma que “la sustentabilidad no es un concepto absoluto, sino que por el contrario, ésta, sólo existe mediante contextos generados como articulación de un conjunto de elementos que permiten la perdurabilidad en el tiempo de los mecanismos sociales y ecológicos de reproducción de un “etnoecosistema”. El contexto de sustentabilidad que buscamos a través de la Agroecología, debe ser construido a partir de acciones que tengan en cuenta, al hombre y su medio natural (el ecosistema en el cual vive) y las relaciones entre ambos (fig.1) y por lo que se deben tener en cuenta los siguientes elementos: a- la utilización de aquellos recursos que permiten que los ciclos de materiales y energía existentes en el agroecosistema sean lo más cerrados posibles b- el establecimiento de los mecanismos bióticos de regeneración de los materiales deteriorados, para permitir el mantenimiento a largo plazo de las capacidades productivas de los agroecosistemas; c- la no alteración sustantiva del medioambiente cuando los cambios ocurridos, pueden implicar transformaciones significativas en los flujos de materiales y energía que permiten el funcionamiento del ecosistema: lo que significa la tolerancia o aceptación de condiciones biofísicas en muchos casos adversas; d- la ruptura de las formas de dependencia que ponen en peligro los mecanismos de reproducción, sean estas de naturaleza ecológica, socioeconómica y/o política; e- la utilización de los impactos benéficos que se derivan de los ambientes ecológico, económico, social y político existentes en los distintos niveles, desde el predial hasta el de “sociedad mayor”; f- la potenciación de la biodiversidad, tanto biológica como sociocultural. g- la valorización, regeneración y/o creación de conocimientos locales, para su utilización como elementos de creatividad, que mejoren el nivel de vida de la población definida desde su propia identidad local; h- el establecimiento de circuitos cortos para el consumo de mercancías, que permitan una mejora de la calidad de vida de la población local y una progresiva expansión espacial, según los acuerdos participativos alcanzados por su forma de acción social colectiva.

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Con este escenario, surgen varios interrogantes, cuando pensamos en abordar el estudio de los agroecosistemas en el marco de un 13 desarrollo rural sustentable:

¿Cómo reposicionar el reconocimiento de la función que cumple la naturaleza como soporte, condición y potencial de los procesos de producción? ¿Cómo avanzar en la reconsideración de las formas de utilización de la naturaleza y asumir una nueva actitud frente al impacto de las actividades humanas en la Tierra?. ¿Cómo redefinir el acceso a los recursos naturales, con justicia y equidad y garantizar la responsabilidad social de su uso?

3. La unidad de análisis de la agroecología Las sociedades humanas producen y reproducen sus condiciones de existencia a partir de su relación con la naturaleza; esta relación puede entenderse tanto en el conjunto de acciones a través de las cuales los seres humanos se apropian, producen, circulan, transforman, consumen y excretan materiales y/o energía proveniente del mundo natural, como en la manera de interpretar, conocer, simbolizar y participar del mundo natural. Una de las formas de intervención en el mundo natural es mediante la modificación y apropiación de los ecosistemas, concepto que alude a las unidades básicas en que consideramos organizadas a la naturaleza. Por lo tanto, el nivel de análisis a partir del cual la agroecología desarrolla su enfoque teórico y metodológico, es el de agroecosistema (fig.1), donde el hombre es parte de la unidad de análisis, ya que es quién se vincula a través de decisiones sobre cómo intervenir en los ecosistemas. Esta acción ocurre en un contexto determinado, con su historia, cultura y conocimientos acumulados, que hace a cada realidad, una construcción propia y de carácter local.

Fig.1: Esquema que expresa las interacciones y relaciones de los componentes que definen la agroecología. Entendemos que la relación actual entre el hombre y la naturaleza es de negación, en el sentido de sentirse separado, no involucrado en sus procesos, entonces, debemos preguntarnos:

¿Cómo re-significamos el vinculo entre el hombre y la naturaleza? ¿Cómo interpretamos y abordamos la realidad de la región pampeana, en el contexto dominante?

La Agroecología surge a partir de la revalorización de las formas de entender estos procesos por parte de las comunidades campesinas y los pueblos originarios y donde la actividad productiva revela un vínculo muy fuerte entre el hombre y la naturaleza. A su vez, asume el desafío de pensar estos procesos ecológicos desde un abordaje científico, por lo que debemos avanzar en:

¿Cómo integrar estos procesos que caracterizan al ecosistema en las prácticas y saberes de la cotidianidad y en nuestro contexto histórico cultural específico?.

4- El abordaje multidimensional de la agroecología En la definición del agroecosistema como unidad de análisis de la Agroecología, remarcamos su carácter de totalidad que conlleva en su interior múltiples facetas. Se entiende el agroecosistema como un Sistema complejo, cuyas características son (García, 1999): » la heterogeneidad de los elementos (o subsistemas) que lo componen » la interdefinibilidad y mutua dependencia de las funciones que cumplen dichos elementos dentro del sistema total. La Agroecología exige la contemplación de al menos tres dimensiones (socioeconómicas, socioculturales y ecológico-productivas) para entender la agricultura familiar. Estas tres dimensiones no cubren la totalidad de la realidad, pero es indispensable su estudio interdisciplinario. Se propone un análisis a través de la dimensión socio-económica, la socio-cultural y la eco-productiva, las cuales se consideran igualmente importantes y están en interacción permanente.

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4.1- La dimensión ecológica-productiva Esta dimensión proporciona el cúmulo de conocimientos que hacen posible una apropiación correcta de los recursos naturales para obtener alimentos. Su finalidad es entender el funcionamiento de los ecosistemas (la estructura, procesos y funciones que ocurren en él) y los diferentes modos de intervención de los seres humanos, quienes toman la decisión de intervenir un ecosistema para transformarlo con fines productivos en un agroecosistema. Si se considera el ecosistema como una unidad funcional de la naturaleza que intercambia materia y energía con su entorno, decimos que ningún ecosistema es independiente; todos ellos reciben y liberan, intercambiando recursos, elementos y energía con el entorno, por lo tanto son afectados y afectan todo aquello que los rodea. En este sentido es difícil establecer los limites de los ecosistemas y en muchos casos es confuso, arbitrario y establecido por el hombre para su estudio (Odum, 1971). Esto va a depender, fundamentalmente, de la escala de análisis en la que abordemos nuestro estudio (parcela, finca, región). Pero, independientemente de la escala de análisis, todo ecosistema posee una estructura, una función e interrelaciones que resultan en el control de los balances internos que operan tendiendo a un equilibrio dinámico con el ambiente y, necesitan reinvertir la mayor parte de su productividad en el mantenimiento de su propia organización (Sevilla Guzmán et al, 2002). Estos procesos deben ser reincorporados a nuestros conocimientos en el manejo de los agroecosistemas, en consonancia con la búsqueda de la sustentabilidad de nuestras actividades y en articulación con losmrecursos y experiencias locales. Cuando nos referimos a la apropiación correcta de los recursos naturales, inmediatamente nos remitimos a uno de los requisitos que deben cumplirse para la sustentabilidad de los sistemas agrícolas: que sea “ecológicamente adecuado”. Este criterio propone que la producción conserve la base de recursos naturales y que preserve la integridad del ambiente en el ámbito local, regional y global” (Sarandón, 2002). Este requisito tiene que ver con que la intervención del hombre en un ecosistema debe alterar lo menos posible los procesos y funciones que ocurren en él, manteniendo la productividad del sistema en su totalidad. De manera tal, que las propiedades emergentes del ecosistema se mantengan proveyendo estabilidad y resiliencia al 18 mismo. De ahí la importancia decisiva que adquieren las determinaciones que tome el hombre a la hora de intervenir en los ecosistemas para transformarlos con fines productivos en agroecosistemas (Gliessman, 2002). Como señala Victor Toledo (1985), todo ecosistema es un conjunto en el que los organismos, los flujos energéticos y los ciclos biogeoquímicos se hallan en equilibrio inestable, es decir, son entidades capaces de automantenerse, autorregularse y autorepararse independientemente de los hombres y de las sociedades y bajo los principios naturales. Pero los seres humanos, al artificializar dichos ecosistemas para obtener alimentos, respetan o no los mecanismos por los que la naturaleza se renueva continuamente. Ello depende de la orientación concreta que los seres humanos impriman a los flujos de energía y ciclos materiales que caracterizan cada agroecosistema. Desde esta perspectiva, la estructura interna de los agroecosistemas resulta ser una construcción social, producto de la coevolución de los seres humanos con la naturaleza. El desafío es lograr estudiar estas relaciones desde la perspectiva del PE y donde “los ciclos minerales, las transformaciones de la energía, los procesos biológicos y las relaciones socioeconómicas y culturales sean analizadas y estudiadas como un todo (Altieri, 1987; Altieri, 1995)”. Esta visión holística es la que permite aplicar los conceptos ecológicos para favorecer los procesos naturales y las interacciones biológicas que optimizan la sinergia del sistema (Gliessman, 2002). La agroecología toma ventaja de los procesos naturales y las interacciones en beneficio de los cultivos y los animales con miras a reducir el uso de insumos externos, y ser capaz de subsidiar por sí misma la fertilidad de suelos, la protección de los cultivos y la productividad, mejorando la eficiencia de los sistemas de cultivo. La agroecología proporciona un esquema de entendimiento respecto a 19 la naturaleza de los sistemas agrícolas y los principios que explican su funcionamiento. La dimensión ecológico-productiva es un área del conocimiento que aporta las teorías científicas que proveen de los principios ecológicos para el diseño y la conducción de sistemas agrícolas sostenibles y de conservación de recursos ofreciendo diversas ventajas para un desarrollo de tecnologías “amigables” para el agricultor. Los conceptos ecológicos son usados para favorecer los procesos naturales y las interacciones biológicas que optimizan las sinergias del sistema, de modo tal que la agrobiodiversidad sea capaz de subsidiar por sí misma la fertilidad de suelos, la protección de los cultivos y la productividad. Esto significa potenciar los beneficios de la agrobiodiversidad de manera que el sistema mantenga su productividad en el tiempo, sin deteriorar los recursos naturales. Muchos procesos ecológicos se pueden optimizar a partir del ensamble de cultivos, animales, árboles, el suelo y otros factores mediante esquemas de diversificación espacial y temporal. Estos procesos son cruciales para condicionar la sustentabilidad de los sistemas agrícolas: » Acumulación de materia orgánica y el aumento de la producción de biomasa total » Optimizar el ciclo de los nutrientes » Promoción de la actividad biológica de los suelos. » La regulación biótica a través del incremento general de la biodiversidad. » Uso eficiente de la energía Se aplican estos conceptos teniendo en cuenta que se deben considerar las particularidades locales socio-econó-

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micas, socioculturales y ecológicas. La generación de nuevos conocimientos ajustados a cada situación local, se constituyen en conocimientos de referencia que pueden servir para otras experiencias, teniendo en cuenta que lo que se transmite no son formulas ni recetas, sino los 20 principios agroecológicos que se recrearon y que sí pueden ser extrapolados a otras situaciones, para ser nuevamente probados, validados y reformulados. La propia realidad puede aportar al mejoramiento, replanteo y utilidad de los principios que sustentan la investigación agroecológica y así enriquecer los fundamentos mismos de la AE. Diversas teorías aportan al conocimiento del funcionamiento de los agroecosistemas, fundamentalmente aquellas que provienen del núcleo ecológico: sucesión, las teorías asociadas a las interacciones biológicas, etc.; se debería profundizar en la teoría de la trofobiosis, las hipótesis que sustentan el rol de la agrobiodiversidad y la teoría de sistemas complejos.

4.2- La dimensión socioeconómica: Desde la dimensión socio-económica la unidad de análisis es la Unidad Doméstica (UD) y sus extensiones. Ahora bien, esta unidad de análisis se articula, se imbrica con aquella definida por la dimensión ecológica que toma al agroecosistema (parcela-finca-territorio) como su propia unidad de análisis. En la Agricultura familiar estas visiones no se contraponen, sino que son complementarias o mejor aún, parte integrante de un enfoque holístico. En ese sentido la reproducción ampliada de la vida es condición inherente al planteo de sustentabilidad de los agroecosistemas. Ya que la sustentabilidad entendida como la capacidad de los sistemas productivos para mantener a lo largo del tiempo sus niveles de productividad, sólo será posible en la medida que las Unidades Domésticas mantengan y/o mejoren sus condiciones de vida y viceversa, la UD no podrá reproducirse, en el tiempo, en condiciones severas de degradación del agroecosistema. Se puede decir que el paradigma dominante centrado en la maximización de ganancias, no considera a priori la conservación de los recursos naturales ni la equidad social. En tanto el enfoque Agroecológico toma como base de sustentación la reproducción ampliada de la vida, centrada en el trabajo, y la sustentabilidad de los recursos de los agroecosistemas. La UD en un sistema económico que centra las actividades en el recurso trabajo (y no en el recurso capital y su acumulación, como sería la lógica del sistema económico capitalista) y en la combinación de múltiples posibilidades de realización del mismo. En este sentido se toman los aportes teóricos de la economía social y de la economía ecológica para la construcción de la dimensión socio-económica. Dentro de Economía social se incluye: » El conjunto de recursos que rigen, los gruposdomésticos, en forma individual o colectivamente » Las actividades (por cuenta propia o dependientes, mercantil o no), que se realizan para satisfacer sus necesidades de forma mediata o inmediata » Las reglas, valores y conocimientos que orientan dichas actividades. » Los agrupamientos redes y relaciones, que se organizan formalmente o por repetición de esas actividades, de individuos o grupos domésticos que dependen para su reproducción de la realización ininterrumpida de su fondo de trabajo (Coraggio, 2004). La unidad o grupo doméstico (UD) es la célula básica de la economía social comprendiendo el conjunto de individuos, vinculados de manera sostenida, que son -de hecho o de derecho- solidaria y cotidianamente responsables de la obtención y distribución de las condiciones materiales necesarias para la reproducción inmediata o simple de todos sus miembros (mediante su trabajo presente o 22 pasado y mediante el acceso a transferencias o donaciones de bienes, servicios o dinero). Así como la empresa es la forma elemental de organización microeconómica propia del capitalismo, la Unidad Doméstica es la forma elemental de organización micro socio-económica propia del trabajo, en la que el capital es una herramienta más y no se estructura como mecanismo de acumulación. Está formada entonces por una o más personas o grupos, ligados por relaciones de parentesco o de diversos tipos de afinidad (étnica, de vecindad, ideológica, etc.) pudiendo abarcar o articular uno o más hogares (Coraggio, 2004). La UD se define desde su fondo de trabajo, que es el conjunto de capacidades de trabajo que pueden ejercer en condiciones normales los miembros hábiles de la misma. Este fondo de trabajo es realizado bajo diversas formas y modos, que se combinan de manera particular y variable a lo largo del ciclo de formación y desarrollo de la UD, y depende de las condiciones del contexto en que se localiza: La reproducción simple de la unidad doméstica se da cuando la misma SOSTIENE dinámicamente (según cambien las necesidades de los miembros debido a su desarrollo y el del medio social) durante un periodo dado, los niveles de CALIDAD DE VIDA alcanzados históricamente por el conjunto de sus miembros, admitiendo periodos de degradación REVERSIBLE de esta calidad, se puede dar una reducción del patrimonio de la UD pero que nunca afecte a la calidad de vida de los integrantes, aclarando que cuando se habla de calidad de vida se hace poniendo énfasis en los aspectos económicos que la determinan y la reproducción ampliada se da cuando se agrega desarrollo en la calidad de las condiciones de vida (y recursos) de la UD.

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Uno de los requisitos para que el manejo de los agroecosistemas sea sustentable, es que este sea “económicamente viable”. El análisis de este requisito no puede partir del estudio económico clásico (ligado al modelo capitalistaempresarial en donde la rentabilidad es la variable con la que se evalúa la viabilidad económica de las unidades productivas). Por lo contrario, el análisis deberá considerar como variable fundamental el trabajo que permita la reproducción ampliada de la vida. En la agricultura familiar, el grupo doméstico tiene un control formal de la producción ya que la elección de qué producir o no, es una decisión que se toma exclusivamente dentro de este ámbito. Esto no excluye las situaciones en las cuales los productores familiares se encuentran en situación de dependencia de los mercados capitalistas formales. La familia es portadora de un proyecto de vida que tiene que ver con la historia familiar y con el contexto histórico-social por el que atraviesa. Dicho proyecto permite definir los objetivos de los productores, sus estrategias de vida y los medios necesarios para lograrlos. Es distinta a la agricultura empresarial en la cual los medios de producción no pertenecen a los trabajadores y las decisiones son tomadas exclusivamente por el inversor/empresario. En la agricultura familiar la tierra constituye una relación distinta con el agricultor, ya que a diferencia de la agricultura empresarial se puede hablar de una triple relación: » Relación biológica: la tierra permite la reproducción de la familia. » Relación económica: genera bienes económicos tanto para autoconsumo como para el mercado. » Relación simbólica: la significación de la tierra en la cultura del agricultor familiar (Simoes, 2005). Otro requisito es que los agroecosistemas sean “suficientemente productivos”, en este sentido se toman los aportes de la economía ecológica que defiende la utilización de unidades físicas en lugar de unidades monetarias para medir la productividad de los sistemas rurales. La economía ecológica entiende al planeta tierra como un sistema abierto a la entrada de energía solar. La economía necesita entradas de energía y materiales y produce residuos. Por lo tanto, la economía exige un suministro adecuado de energía y materiales y también requiere no generar contaminación con los residuos que produce. La naturaleza provee energía y materia y la economía debe valorizarlos y no convertirlos en mercancía (Martinez Allier, 1998). Se puede decir que el objetivo es optimizar la productividad de los sistemas sin destruir el capital natural.

4.3- La dimensión sociocultural: Esta dimensión se constituye al incorporar al hombre dentro del agroecosistema. Se hace presente que: I- es el hombre el que maneja, manipula y decide las intervenciones y prácticas agrícolas en su predio, II- es el hombre también el que, en su modo de pensar, de hacer y de concebir sus necesidades, está en relación con su entorno ecológico y social, y como tal, los problemas sociales de nuestro momento histórico y de nuestra región afectan y a su vez son afectados por la realidad del productor agrícola. Para abordar las facetas socioculturales de una producciónagroecológica es importante en primera instancia comprender el contexto social y cultural del hombre en su sentido más amplio. El Hombre en sentido genérico es un ser bio-socio-cultural; estos aspectos no pueden ser escindidos ni explicados por partes aisladas y sin conexión, ya que es en su integración en donde se puede ver su 25 riqueza y complejidad. Pero es importante entender que significa cada ítem en relación con los otros. Se considera que es un ser biológico porque el hombre es producto de la evolución natural, y como tal cumple los requisitos fundamentales de las especies vivas: está auto-eco-organizado (Maturana, 1981; Goodwin, 2002; Morin, 2003). Esto implica: 1- que como todo fenómeno biológico, cumple con un patrón de organización (no está disperso, mantiene una unión que le otorga características propias) 2- que esta organización se autoproduce y mantiene constante su autonomía (por lo que podemos considerarnos individuos) 3- y que a su vez está en permanente interacción con su entorno del cual depende para vivir de manera total (está acoplado con su ambiente). La insistencia en algo tan general tiene una razón de ser histórica y cultural: durante años el PD ha pensado al hombre por fuera de la naturaleza y con la misión explícita de usarla y dominarla. Hasta la ciencia de nuestros días insiste en aislarnos de nuestras acciones en el entorno e imagina nuevas formas de dominación y de mitigación posterior. Es elemental en la construcción de un nuevo paradigma atender a las relaciones que nos constituyen. Hemos dicho también que el hombre es un ser social. Al igual que muchos otros animales, no podemos vivir si no existe un contexto social que nos acompaña y del cual formamos parte. Es también importante entender que existe un doble juego de acciones entre el individuo y la sociedad: si bien la sociedad es su 26 totalidad adquiere características que son compartidas por todos sus miembros (como su forma de organizarse, de dividir los roles, de comunicarse etc.), el individuo sigue manteniendo su autonomía de

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existencia, de pensamiento, de crecimiento. El “orden” social existe pero no anula ni determina la “individualidad” sino que uno y otro se alimentan mutuamente (se retroalimentan confiriéndose características: la retroalimentación debe entenderse como un proceso en el cual la existencia de un fenómeno interactúa e influye en la existencia de otro fenómeno que a su vez influye sobre el primero). También se insiste aquí en las relaciones que le dan características a lo social y esto se debe a no tratar los fenómenos como entes separados; mucho tiempo se pensó que las estructuras sociales determinan de manera unidireccional el camino de los individuos que contiene, negando la individualidad y el cambio personal, así como personalizando y dando poder a la Sociedad como ente separado y abstracto. Creemos que es en la vinculación entre el individuo y la sociedad en donde se desarrolla y existe el cambio. Por último, el hombre es un ser cultural. La cultura debe analizarse desde un sentido amplio y desde un sentido específico. En un sentido amplio se entiende la cultura como parte de la evolución biológica que le dio lugar. En este sentido, la cultura es un fenómeno emergente de la evolución natural (Morin, 1973 y 2003, Bateson, 1978). Las emergencias “son propiedades surgidas de la organización de elementos o constituyentes diversos asociados en un todo, indeductibles a partir de las cualidades o propiedades de los constituyentes aislados, e irreductibles a estos constituyentes; (...) son las cualidades superiores surgidas de la complejidad organizadora” (Morin, 2003). Con esta definición se acentúa la cultura 27 como un fenómeno único que nos distingue de los demás seres a la vez que nos remite a nuestra historia biológica. En su sentido específico, la cultura puede definirse como: “Una cultura es un conjunto de saberes, saber-hacer, reglas, estrategias, hábitos, costumbres, normas, prohibiciones, creencias, ritos, valores, mitos, ideas, adquirido, que se perpetua de generación en generación, se reproduce en cada individuo y mantiene, por generación y regeneración, la complejidad individual y la complejidad social. La cultura constituye así un capital cognitivo, técnico y mitológico no innato.”(Morin, 2003) Al mirar hacia las características de nuestra cultura puede entenderse esta magnitud: se puede decir que pertenecemos a una cultura occidental, moderna, que comparte reglas y creencias, tales como la confianza en la explicación científica, una gran valoración por el dinero y el consumo, la concepción de lo social dividido en clases, el poder perpetuado por unos pocos que lo detentan y determinan una gran inmensidad de oprimidos, el estado como un ente laico de control/acción, la política como forma de dominación estratégica, el trabajo dividido entre el intelectual, el mecánico y el duro, la comunicación como la circulación de información, la religión como la parte que atiende las necesidades y dudas espirituales y, entre otras características, la cultura como aquello ligado al arte, al pasatiempo y la diversión. Nuestra cultura tiene incorporados, naturalizados esos saberes, esas reglas, esas normas que parecen generales, que se discuten y se intentan cambiar muchas veces pero se dan como hechos, en fin, tenemos esta visión de mundo, esta cosmovisión que nos hace particulares en la amplia diversidad de culturas existentes. Al mirarnos podemos a su vez distinguirnos de otras formas de concebir la tierra, y otras formas de cultivar y de prestar atención a la naturaleza y a los coletazos de nuestras acciones. Es esto lo que ha venido haciendo en parte la agroecología al mirar nuestras pautas agrícolas en relación con nuestros hábitos de consumo y con nuestra manera de intervenir en la naturaleza. También ha sabido mirar otras maneras de entender el mundo y la agricultura, es decir, otras culturas con otras reglas y saberes. Y es en esa doble reflexión, entre lo nuestro y lo ajeno, en donde la diversidad es riqueza y nos enseña. Y también es allí donde la dimensión sociocultural de la mirada agroecológica adquiere su significado e interroga la conveniencia de nuestras pautas culturales, a la vez que aprende de nuestros propios conocimiento y de aquellos que nos ofrecen otras culturas. Una de las primeras cuestiones que habremos de pensar es que entendemos por social y culturalmente aceptable en nuestra definición de sustentabilidad. En relación con la definición de cultura presentada, se puede empezar por asumir que las prácticas culturales que apunten a la sustentabilidad serán definidas de manera distinta por cada cultura, siendo más o menos estrictas, más o menos concientes de su necesidad según quien hable. Cada cultura puede definir que entiende y si es importante la sustentabilidad. Dada la fuerte crisis que afecta de manera global nuestros ecosistemas y la pobreza creciente en inmensas regiones del globo, es imperante empezar a definir algún tipo de guía para que nos ayude a definir y avanzar sin caer en un relativismo paralizante. Es justamente en este sentido en donde debe empezar a trabajarse de manera conjunta y saltando los hiatos disciplinares para empezar a entender e implementar la sustentabilidad. Desde una concepción sistémica se puede empezar por proponer que todo accionar sustentable debe permitir

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que existan otras formas de accionar distintas. No se puede aceptar una única manera de 29 proceder de manera dogmática, que se proponga única y superior a todas. Por ejemplo, la revolución verde se ha propuesto como única alternativa viable (PD), imponiéndose en nuestras latitudes como la única opción permitida por el consenso común. Debemos así mirar este pretendido dogma con sus límites y consecuencias, a la vez que empezar a descubrir y al mismo tiempo fomentar otras maneras y otras propuestas basadas en otros principios, sean estos científicos o frutos de conocimientos populares. No se trata así de eliminar sino de sumar y a través de la diversidad de propuestas, dar la opción de que el productor de la agricultura familiar pueda elegir. Visto que la cultura envuelve la concepción que se tenga acerca de que es económico, cuándo algo es productivo etc., se puede usar como criterio general de evaluación de nuestras pautas agrícolas apuntadas a la sustentabilidad, una mirada que apunte a la unión de estos parámetros, siendo culturalmente aceptables aquellas prácticas que apunten a la vez, a una viabilidad ecológica, económica, productiva, etc. Y también, entendiendo que un agroecosistema es una unidad que a su vez es parte de otro sistema mayor, este sistema menor no debe atentar contra el sistema mayor del cual es parte. Entonces, y solo como un comienzo más bien metodológico que propositivo, el requisito “culturalmente aceptable” debe necesariamente referirse a prácticas que, al mismo tiempo que no contradigan los principios ecológicos, económicos y produc tivos, permitan que exista la posibilidad de hacerlas de otra manera y que el sistema mayor en las que están inmersas no se vea degradado. No es fácil adecuar la cultura a unos cuantos principios. Tal vez pueda empezarse por darnos la posibilidad de discutir lo que nuestra cultura acepta o está dispuesta a aceptar, empezar a hacer visibles nuestros hábitos de consumo y producción, traer a la mano las múltiples 30 dependencias entre lo rural y lo urbano, entre la salud y los alimentos, entre la política y las decisiones a largo plazo, entre el dinero y el cuidado de los recursos naturales, etc. Creemos que será en el ejercicio de este pensamiento crítico donde podamos empezar a vislumbrar los cambios que debemos implementar en nuestra doble función de pensar y a la vez ser parte de esta cultura (pensar / pensándonos). Para esto, en nuestro análisis debemos tener en cuenta: 1- los conocimientos tradicionales que entienden y explican las prácticas concretas. 2- El rol de la agricultura familiar como fuente de trabajo y proveedora de alimento sano a la sociedad 3- los procesos de erosión y aculturación que caracterizan a gran parte de nuestra población. 4- la dimensión simbólica y la puesta en juego de nuestros valores como parte de las decisiones que tomamos a la hora de producir y consumir. 5- la visualización de las estrategias políticas que necesariamente se ponen en práctica en toda actividad social. 6- La generación de una racionalidad ambiental. La AE enfatiza la necesidad de conocer y articular con el sistema sociocultural local, como soporte para el mantenimiento de los recursos naturales. En este sentido cabe preguntarnos:

¿Cómo lograr la articulación entre la mirada cultural de los actores, las decisiones, búsquedas y necesidades individuales con las estrategias de sustentabilidad? ¿Cómo se manifiestan y comprenden en los niveles comunitarios y globales éstas necesidades? ¿Cómo convertir en acción y cómo transformar en proceso esta nueva cosmovisión? ¿Cómo profundizar en la multiplicación de esta cosmovisión sin caer en los conflictos asociados al uso y manipulación del poder?

5. La tecnología y el enfoque agroecológico La gran variabilidad que presentan los procesos ecológicos y su interrelación con los factores sociales, culturales, políticos y económicos, genera sistemas locales excepcionalmente únicos. Cuando se toma en cuenta la heterogeneidad de la pequeña agricultura familiar, la improcedencia de las recetas o esquemas prefigurados tecnológicos se torna obvia. Sin embargo, las tecnologías adaptadas a condiciones agroecológicas específicas pueden ser aplicadas a escalas ecológicas mayores y socialmente homólogas, una vez identificadas. Esa especificación del sitio requiere de un cuerpo de conocimientos amplios que no puede ser generado por una sola institución de investigación y administrada por su cuenta. El trabajo interdisciplinario y el aporte e inclusión de las comunidades locales en todas las etapas de los proyectos (en el diseño, puesta en marcha, desarrollo tecnológico, evaluación, difusión, etc.) se transforma en un elemento clave para el desarrollo de tecnologías exitosas. La capacidad de inventiva de las poblaciones rurales es un recurso que debe ser urgentemente y eficazmente movilizado.

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5.1- El enfoque tecnológico Cuando se plantea desde el programa generar tecnologías apropiadas (TA) se está señalando la necesidad de “desarrollar tecnologías productivas y organizacionales que guarden estrecha relación con las 32 condiciones socio-económicas y culturales específicas y la dotación de recursos con que cuenta la agricultura familiar”. Pero no sólo es suficiente que sea “apropiada” en términos de la factibilidad de su utilización, sino también debe ser “apropiable” por los productores. Esto significa la posibilidad de transformar, recrear y/o adecuar las mismas en función de las necesidades y los cambios que se sucedan en los sistemas productivos y en la comunidad. Cuando hablamos de “tecnologías apropiadas” debemos definir ciertos requisitos que permitan entender el concepto:

5.2- Requisitos de la tecnología apropiada para agricultores familiares� 1- Barata y accesible. 2- Deben dar repuesta a las necesidades básicas y problemas socio-económicos de las poblaciones usuarias en un ecosistema definido, orientándose a la producción de bienes y servicio que cubran esas necesidades. 3- Que optimice la producción total del sistema. 4- Deben aprovechar los recursos del ecosistema, tanto los insumos materiales y energéticos locales para la producción y mantenimiento de bienes y servicios. 5- Debe optimizar los recursos humanos, instrumentales, técnicos y económicos que hagan eficiente y racional el empleo de insumos, minimizando el uso de insumos externos. 6- Deben generarse en concordancia con la cultura y los intereses locales y regionales, contribuyendo a preservar las caractrísticas fundamentales de las diferentes culturas e impulsando el desarrollo de sus capacidades y potencialidades 7- Deben ser eficientes desde el punto de vista económico, 3 Adecuado de la fuente: Instituto de Transferencia de Tecnologías Apropiadas para Sectores Marginales (ITACAB), Perú y del documento base PAF-INTA. 33 especialmente de la economía energética del ecosistema 8- Deben ser dinámicas y ajustarse permanentemente a las cambiantes condiciones de vida del usuario 9- Que su fabricación, mantenimiento y/o reparación puedan ser hechos por los mismos usuarios o a nivel local. Este requisito tiende a posibilitar la apropiación integral y el control permanente del conjunto del proceso. 10- Que disminuya el riesgo y que funcionen en ambientes frágiles/heterogéneos. 11- Deben contribuir a la preservación del medio ambiente, reciclando sus diferentes recursos y recurriendo al empleo de fuentes alternas de energía 12- Deben facilitar la cooperación e integración nacional y regional 13- Su empleo debe generar y afianzar la participación organizada de la comunidad usuaria 14- Debe impulsar y generar el desarrollo del potencial científico y tecnológico. Existen probadas tecnologías agroecológicas que pueden integrarse para mejorar la sustentabilidad de los sistemas productivos, con lo cual se favorece la disminución de insumos externos que condicionan económica y tecnológicamente al productor. Las tecnologías promovidas son multifuncionales en tanto su adopción implica cambios favorables simultáneos en varios componentes del agroecosistema. El fin último, es reemplazar tecnologías de insumos externos (muchas veces contaminantes) por tecnologías basadas en el aprovechamiento de los recursos locales y para potenciar las tecnologías de procesos que permitan recuperar los mecanismos de autorregulación del sistema, a partir de promover los servicios y las funciones ecológicas. Estas tecnologías permiten hacer un uso racional de la energía, en particular el combustible fósil no renovable, incrementar la biodiversidad de los agroecosistemas con sus múltiples funciones y beneficios, así como la conservación de los recursos existentes.

CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO 1. FORMAS DE GENERACIÓN DE CONOCIMIENTO Para que los principios que guían el manejo agroecológico se conviertan en opciones de aplicación práctica y apropiadas para los productores de la PAF, deben definirse mecanismos metodológicos de modo tal que las tec3

Adecuado de la fuente: Instituto de Transferencia de Tecnologías Apropiadas para Sectores Marginales (ITACAB), Perú y del documento base PAF-INTA.

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nologías se pongan al alcance de los mismos y los objetivos se hagan realidad. Esos mecanismos metodológicos incluyen: » Alianzas efectivas que incluya a las organizaciones de agricultores. » Una investigación participativa, con métodos que propicien el auto desarrollo. » Empoderamiento de las comunidades para su participación en la 35 definición de agendas de investigación, en el proceso de investigación y en la apropiación de los resultados. » Escalamiento de iniciativas locales exitosas de desarrollo agrícola sostenible. » Desarrollo de indicadores de sustentabilidad para el seguimiento, monitoreo y evaluación de las técnicas y el enfoque aplicado en forma cuali y cuantitativa.

2. INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA El concepto de investigación acción (IAP) suele prestarse a confusiones, por lo que es necesario clarificar el alcance que le estamos dando en nuestro Programa y como vemos la articulación entre la IAP y la investigación clásica. La investigación – acción participativa tiene similitudes y diferencias con la investigación clásica. Lo común es que tanto la investigación clásica como la investigación participativa aspiran a la obtención de conocimientos válidos y comprobables, es decir científicos. El conocimiento científico clásico, con la física como modelo paradigmático, analiza sus objetos de estudios desde el exterior, preocupado por la objetividad y la validación empírica de sus hallazgos. Por otra parte la IAP integra a las ciencias sociales y a las ciencias naturales, por lo que es imprescindible una reflexión sobre las características de ambas disciplinas. Cuando surgen los primeros teóricos de las ciencias sociales (Comte, Durkheim) intentan aplicar el mismo método de las ciencias físicas y plantean que los hechos sociales deben estudiarse desde el exterior, como si fuesen “cosas”, desechando los aspectos subjetivos, la conciencia ó falsa conciencia que los individuos puedan tener de sus acciones. Sin embargo sobre fines del siglo XIX Max Weber propone una especificidad de las ciencias sociales; la ciencia social debe incluir como objeto específico de estudio el sentido que los actores dan a sus comportamientos, nace la sociología comprensiva. Las motivaciones de los sujetos, las ideologías, las ideas dominantes de una época histórica, son factores explicativos, pueden ser causas explicativas de los fenómenos sociales. Comprender el sentido de los actos, los motivos de los sujetos, no implica renunciar a la objetividad del análisis, a la búsqueda de contrastaciones empíricas en relación a las hipótesis que el investigador se plantea. Esta corriente de la sociología, con muchas ramificaciones, se prolonga en nuestros días y es dominante en el campo de las ciencias sociales. Creemos que esta reflexión conceptual sobre la sociología comprensiva nos será útil para intentar entender el alcance de la IAP En las prácticas de los organismos de Generación y Transferencia de Tecnología ha predominado el paradigma de investigación clásico, ligado al modelo de la física, donde la tecnología ha sido pensada con criterios de productividad, independientes de la sociedad a la que va dirigida. Un primer intento superador de este modelo es partir de un trabajo con la comunidad de productores en donde se parta de comprender sus prácticas, entender la lógica de su sistema productivo, considerándolos en tanto sujeto que tiene comportamientos con sentido. Se parte del postulado de que todo comportamiento humano tiene sus razones, los comportamiento son razonables (no necesariamente racionales en el sentido de los economistas clásicos que plantean maximización de beneficios y adecuación ajustada de medios a fines) y que por lo tanto cualquier búsqueda de mejora o de 37 cambio que pretendamos en los sistemas productivos debe partir de entender por qué el productor hace lo que hace. Esta actitud incluye una valorización del conocimiento práctico, del conocimiento que el productor construye en su experiencia histórica de trabajo, en el marco de una red de diálogo que crea y recrea su cultura técnica, la cual enmarca las decisiones productivas específicas (Darré, 1996, Cittadini, 2001). El conocimiento práctico no se opone al conocimiento científico. Este último debe incluir al conocimiento práctico como parte de su objeto de estudio y debe comprenderlo. Un conocimiento científico que incluya lo social sería incompleto si no incluye este aspecto de comprensión de las prácticas ó de los habitus (Bourdieu, 1995). La IAP parte de estos principios, pero incluye la acción en la comunidad, en una doble estrategia que apunta a producir un cambio y a generar conocimientos científicos en una perspectiva comprensiva. Se parte del reconocimiento del rol de los sujetos (los productores) como protagonistas y conductores del cambio y como socios en la producción del conocimiento. La IAP desarrolla instancias y técnicas que deber permitir a los productores la plena expresión de sus problemáticas, sus intereses y sus deseos y así construir progresivamente, en un esquema de auténtica comunicación con los investigadores y extensionistas (que deben aportar también sus conocimientos, pero sin ninguna pretensión de imposición y/o de perspectiva privilegiada), los proyectos en los que desean implicarse.

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En este proceso irán surgiendo múltiples tareas de investigación, algunas ligadas al propio estudio de los procesos desencadenados (sería el conocimiento específico del enfoque de IAP) y otras más ligadas a resolver problemas productivos específicos, pero orientadas por el proceso de IAP. En esta etapa, que apuntará al desarrollo de tecnologías apropiadas que den respuestas a las necesidades surgidas del proceso de IAP, se deberá seguir trabajando en un esquema participativo en la que los objetivos experimentales y su implementación y evaluación deberán hacerse con la participación activa de la comunidad de productores (Ej. Redes de explotaciones de referencia). De esta manera la experimentación agronómica “objetiva” estará imbuida del “sentido subjetivo” que la comunidad de productores le garantiza. En muchos casos puede ser necesario el aporte de conocimientos producidos en los centros de investigación clásicos y/o ser desarrollados en condiciones controladas propias de nuestro Centro Experimental ó de nuestros laboratorios, pero nuevamente estos conocimientos objetivos tendrán un sentido que estará dado por los proyectos generados en el proceso de IAP.

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Documento presentado en el Congreso de SOCLA (2007)

Sistematización del Proceso Participativo del IPAF Región Pampeana-INTA para la construcción de líneas de investigación Mariana MARASAS1, Lucía SOUILLA 2, Jeremías OTERO�, Laura CRESPI 4, Mariana BARROS 5y Álida Patricia DOMÍNGUEZ 6

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Indice 1. INTRODUCCIÓN 2. Objetivos 2.1 Objetivo General 2.2 Objetivos específicos

3. Metodología 4. Desarrollo 5. Resultados y discusión 5.1 Estrategias metodológicas del proceso participativo 5.1.1 Organización del trabajo a partir de las Mesas de Trabajo y Trabajos en Territorios 5.1.2 Rol de las Organizaciones y/o Instituciones

5.2 Claridad del marco teórico y metodológico 5.2.1 La construcción de las líneas de investigación 5.3. Estructura del IPAF Región Pampeana – INTA

6. Conclusión

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IPAF Región Pampeana - INTA. Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria - UNLP. Cambio Rural Bonaerense, Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires. UBA. Banco Social de la Cooperadora de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales - UNLP. Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria - UNLP / CIC.

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1. INTRODUCCIÓN El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) crea en el año 2005 el Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar con el objetivo de generar, adaptar y validar tecnologías apropiadas para el desarrollo sustentable de la Pequeña Agricultura Familiar (PAF). En abril del mis7 mo año presenta su Documento Base con la finalidad de establecer el marco conceptual y metodológico de dicho programa y conformar una red a través de la creación de un Centro de Investigación y desarrollo tecnológico para la PAF (CIPAF) con Institutos distribuidos por grandes regiones. El 26 de agosto de 2005 se hace efectiva la creación del CIPAF, con tres institutos regionales correspondientes a las áreas Pampeana, Noreste (NEA) y Noroeste (NOA) para “planificar e implementar actividades de investigación básica y aplicada, mediante enfoques y/o procesos participativos, para la generación de tecnología apropiada para la Pequeña Agricultura Familiar”, según la política fijada por su Consejo Directivo mediante el Plan Estratégico Institucional (PEI) 2005-2015 8. En este marco se reconoce como actor social relevante en Argentina a los sectores vinculados a la PAF, por su rol gravitante en tres aspectos fundamentales: » La Seguridad Alimentaria y Soberanía Alimentaria » La absorción de mano de obra » La retención de la migración campo-ciudad En las últimas décadas, se implementó en la agricultura Argentina un paquete tecnológico centrado principalmente en tecnologías de insumos y capital intensiva, que desplaza del espacio rural a la PAF. En este contexto, ha tenido lugar simultáneamente dos procesos relevantes: a) una reducción significativa del orden de 103.000 pequeños productores (censo 2002) con respecto al censo de 1988 y b) una búsqueda de alternativas (diversificación y/o diferenciación de productos y/o mercados) para enfrentar la crisis y mantenerse dentro de los sistemas productivos. En este escenario, el Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar, plantea necesario cumplir con los siguientes requisitos básicos para que su ejecución sea exitosa: » Generar Tecnologías Apropiadas. Señalando la necesidad de desarrollar tecnologías productivas y organizacionales que guarden estrecha relación con las condiciones socio-económicas y culturales específicas y con la dotación de factores y recursos con que cuenta la PAF. » Promover la Investigación Participativa (investigación/acción). Implementando metodologías de investigación y desarrollo participativo que favorezcan el diálogo directo y horizontal entre los actores (productores, técnicos e investigadores) en un proceso de generación de conocimiento basado en la integración transdiscipinaria de saberes desde la práctica. Esto implica un esfuerzo compartido de búsqueda, análisis, conceptualización y sistematización en el proceso de producción de conocimientos. » Consolidar la Seguridad y la Soberanía Alimentaria. Entendiendo por Seguridad Alimentaria al derecho mínimo de cada familia de “tener acceso a los alimentos necesarios para una vida sana de todos sus miembros y no estar expuesta 9

a riesgos excesivos de pérdida de tal acceso” ; y a la Soberanía Alimentaria, en referencia a la autonomía familiar para decidir qué y cómo producir, qué comprar y qué intercambiar, respetando el derecho para definir cómo alcanzar la dieta básica. » Empoderamiento de los actores. Considerando que el desarrollo de la PAF no es sólo una cuestión de disponibilidad de tecnologías apropiadas, ya que no hay desarrollo posible sin actores que sean protagonistas activos del mismo, y no hay innovación tecnológica duradera sin reconocimiento social. En este contexto, el Instituto de investigación y desarrollo tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar de la Región Pampeana (IPAF Región Pampeana - INTA) decide, desde su inicio, adoptar la metodología participativa para identificar, evaluar e implementar las alternativas de investigación, experimentación y validación tecnológica que contribuyan a fortalecer la PAF. En este sentido, se puso énfasis en la promoción de procesos de comunicación e interacción entre la población destinataria del Instituto, a través de sus organizaciones, investigadores y técnicos. Se generó, de este modo, una estrategia que buscó relevar las demandas y necesidades concretas, a partir de las cuales, se conformaron espacios genuinos de participación con el fin de trazar las futuras líneas de investigación.

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http://www.inta.gov.ar/cipaf/noa/infoboletin/documentobase.pdf http://www.inta.gov.ar/cipaf/cipaf.htm Subcomité de Nutrición, Naciones Unidas - ACC/SCN). Roma, 2000.

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El IPAF Región Pampeana - INTA asumió a la Agroecología como marco conceptual y base científica para el desarrollo de una agricultura sustentable para la PAF y decidió avanzar en un proceso de análisis, discusión y reelaboración del mismo, con el fin de lograr consolidar la propuesta del Instituto. Por lo tanto, se propuso trabajar en el marco conceptual para la PAF en la Región Pampeana considerando cuatro grandes cambios, que nunca han sido incorporados en la matriz teórica convencional: » Que las unidades de producción se reconozcan como unidades del ambiente. Para ello se requiere entender el funcio10

namiento de los ecosistemas (la estructura, los procesos y las funciones que ocurren en él) y los diferentes modos de intervención de los seres humanos. Esta dimensión ecológico-productiva proporciona los conocimientos básicos que hacen posible una apropiación correcta de los recursos naturales. » Que incluya en forma activa a las comunidades con sus saberes, costumbres y tradiciones, enmarcadas en su contexto socio-político (Guzman Casado et al., 2000). Para ello, tipifica claramente el rol y el perfil del productor, e incorpora el desarrollo y la difusión de tecnologías que sean cultural y socialmente aceptables. » Que entienda a la actividad productiva, entre otros atributos, como una necesidad de producir fibras y alimento sano para la población con acceso equitativo, potenciando su capacidad de decidir qué alimento produce, cómo y dónde. » Que la mirada hacia las unidades productivas parta de una lógica centrada en el trabajo y no desde la lógica de acumulación de capital, que tenga en cuenta las capacidades de la familia y que apunte a mejorar las condiciones de vida de la unidad doméstica y de sus comunidades. El desafío es la generación de conocimientos desde un nuevo paradigma, que partiendo de una visión sistémica y holística, y basándose en un abordaje interdisciplinario, permita que las dimensiones ecológico-productiva, socio-económica y socio-cultural se encuentren interrelacionadas y se retroalimenten permanentemente en el desarrollo de las diferentes áreas de conocimiento. Las actividades realizadas durante 2006 apuntaron a la construcción de un proceso de conocimiento participativo. Durante una primera etapa de trabajo se recolectaron demandas y comenzó un proceso de desarrollo de aspectos teórico/metodológicos fundamentales. Este trabajo se usó como insumo y disparador en el “Seminario–Taller de Agroecología: Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar” y en sus actividades relacionadas (15 al 17 de Noviembre de 2006).

2. OBJETIVOS 2.1 Objetivo General: » Sistematizar el proceso participativo llevado a cabo por el IPAF Región Pampeana - INTA con el fin de aportar a la construcción de su marco teórico y metodológico.

2.2 Objetivos específicos: » Analizar las limitaciones, potencialidades y propuestas identificadas en el desarrollo de las actividades realizadas. » Generar aportes metodológicos y conceptuales que enriquezcan el proceso de elaboración de las líneas de investigación del IPAF Región Pampeana - INTA.

3. METODOLOGÍA El siguiente documento consiste, principalmente, en tomar la experiencia participativa generada por el IPAF Re10

Unidad funcional de la naturaleza que intercambia materia y energía con su ambiente (Guzman Casado et al , 2000) Sistema funcional de relaciones complementarias entre los organismos vivientes y su ambiente, delimitado por fronteras definidas arbitrariamente en un tiempo y espacio que parece mantener un estado estable de equilibrio pero a la vez dinámico (Odum, 1996; Gliessman, 1998)

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gión Pampeana para analizarla conceptual y críticamente. Específicamente, la sistematización es un proceso de aprendizaje y de conocimiento. No es un “insumo” o una “receta”, sino una búsqueda y construcción que remite a la participación y reflexión conjunta. Esta característica de “proceso” le otorga una gran riqueza como experiencia de aprendizaje, ya que en el hecho de compartir, discutir, poner en común las reflexiones individuales, se aprende a conocerse, a escuchar distintas interpretaciones, a pensar los errores y aciertos, y a crear una mirada pluridimensional acerca de lo vivido. La sistematización como proceso permite el intercambio o socialización de experiencias, no en términos anecdóticos, sino como producto de procedimientos formalizados de recolección de la información, análisis y síntesis, ubicándolas en un plano de abstracción. Para llevar adelante este proceso se utilizaron las siguientes técnicas de recolección de datos: » Registros documentales de las actividades: afiches, notas. » Desgrabaciones de los principales trabajos participativos. » El producto escrito de las tareas realizadas en grupo en los talleres. Posteriormente, se usaron como técnicas de análisis fundamentales: » El análisis del discurso. » La construcción y definición de área temáticas. » La construcción y profundización de categorías/problemas que identifican y atraviesan las diferentes instancias y discusiones del trabajo participativo.

4. DESARROLLO En el transcurso del año 2006 se trabajó intensamente en el proceso de construcción de los proyectos de investigación. Se avanzó en la consolidación del marco teórico y en la definición de las líneas de investigación que el IPAF Región Pampeana - INTA implementará durante los próximos 10 años. La estrategia inicial fue discutir en forma participativa la problemática de la PAF. En una primera etapa, se propuso analizar las demandas relevadas por el IPAF Región Pampeana - INTA a partir de la conformación de Mesas de Trabajo, organizadas en ejes temáticos que surgieron como prioritarios a partir del análisis de esas demandas. Constituyéndose las siguientes Mesas: fitosanidad y fertilidad; semillas; herramientas; comercialización; microfinanzas; y producción pecuaria. Todas ellas constituidas por organizaciones de productores, ONG’s, universidades, técnicos de los diferentes programas nacionales y provinciales, investigadores, etc. A la constitución de las mesas se sumó el Trabajo en Territorios; el mismo estuvo vinculado a las organizaciones de productores de zonas representativas de la región pampeana. Este trabajo apuntó a la construcción de una visión integradora, a partir del análisis de las problemáticas sociales, económicas, eco-productivas y organizacionales. En una segunda etapa se realizaron diferentes actividades con el fin de evaluar la labor llevada a cabo por las Mesas de Trabajo y el Trabajo en Territorios. En esta etapa se realizó el “Seminario–Taller: Incorporando el enfoque de la Agroecología en la Investigación para la Agricultura Familiar”. Este seminario tuvo como propósito avanzar en la propuesta agroecológica como marco teórico adoptado por el Instituto, por lo que se convocaron a expertos que durante el desarrollo del Seminario-Taller aportaron sus conocimientos y experiencia para la consolidación de la propuesta del Instituto. Los especialistas invitados fueron: » Walter A. Pengue: Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales de la misma Universidad. Doctor en Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible, Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Investigador Adjunto del Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente (GEPAMA) de la UBA; siendo su principal experticia el aporte de instrumentos de la Economía Ecológica al Desarrollo Rural Integrado. El tema de su disertación fue: “La Agricultura Industrial y una época de transformaciones en el sector rural pampeano. Cuestiones ecológicas, socioeconómicas e impactos sobre la Agricultura Familiar. Tendencias en el mediano plazo”. » Francisco Roberto Caporal: Ingeniero Agrónomo, Magíster en Extensión Rural y Doctor en Agroecología y Desarrollo

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Sustentable, Universidad de Córdoba, España. Actualmente ejerciendo la función de Coordinador General de Asistencia Técnica y Extensión Rural, en el Ministerio de Desarrollo Agrario/SAF/DATER, Brasil. El tema de su exposición fue: “El marco conceptual de la Agroecología en la Política Nacional de Extensión Rural en Brasil: un enfoque para el fortalecimiento de la Agricultura Familiar”. » Santiago J. Sarandón: Ingeniero Agrónomo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesor a cargo de la Cátedra de Agroecología, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (UNLP). Investigador Independiente de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC). Profesor de numerosos cursos de Postgrado en Agroecología y Agricultura Sustentable. El tema de su exposición fue: “La formación de profesionales y técnicos en Agroecología: una necesidad para el logro de Agroecosistemas sustentables. El rol de la universidad”. Como producto del seminario se recopilaron las ideas fundamentales usadas como datos para la presente sistematización. Las fuentes utilizadas fueron: » Devolución de los expertos realizadas los días 16 y 17 de noviembre en el marco del seminario-taller. La misma consistió en la interpretación y análisis de la información presentada por las distintas Mesas de Trabajo y Trabajos en Territorios a través de su exposición en posters y ponencias en función de consignas previamente estipuladas. » El resultado del trabajo realizado en los talleres de discusión posteriores junto al denominado “equipo ampliado” del IPAF 11

Región Pampeana - INTA . » Una reunión de discusión del equipo ampliado (24 de noviembre de 2006), en la que se evaluó el trabajo realizado durante el proceso participativo. El trabajo de sistematización continuó con el análisis de discurso. Resultó necesario realizarlo ya que sólo de esa manera quedarían plasmadas las diversas visiones sobre un mismo concepto, momento, proceso, metodología, etc. ayudando así a la definición de áreas temáticas y categorías. Posteriormente, con el fin de organizar la totalidad de ideas y conceptos encontrados en el análisis del discurso, se definieron tres categorías: a- Estrategias: incluye los aspectos relacionados a las estrategias abordadas para definir e implementar las líneas de investigación, las estrategias metodológicas del IPAF Región Pampeana - INTA en las cuales se incluye el proceso participativo, y las estrategias intra e interinstitucionales en relación a las necesidades y posibilidades futuras de articulación. b- Contenidos: comprende todo lo relacionado con las demandas y la construcción, a partir de las mismas, de los ejes temáticos de las líneas de investigación (selección, priorización, definición) en el abordaje agroecológico. c- Estructura organizacional: engloba los aspectos relacionados al rol del Instituto, las posibilidades del mismo en función de los recursos humanos (número de investigadores, capacidades, formación, etc.) y al marco teórico en el que se posiciona. Esto facilitó la delimitación e interpretación de las ideas vertidas, los principales problemas y sus relaciones. A través de estas categorías se describen los principales problemas relevados y su discusión, al mismo tiempo que se vislumbran las conexiones y la interdependencia existente entre los problemas definidos.

5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN De las categorías construidas para ordenar los resultados de las actividades realizadas se desprenden distintos ejes temáticos que surgen como prioritarios: 11

Técnicos y profesionales de la UNLP y la UBA.

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a- Estrategias: 5.1 Estrategias metodológicas del proceso participativo: El IPAF Región Pampeana INTA propuso y tomó la iniciativa de generar las líneas de investigación desde una estrategia participativa, acorde con los lineamientos del Documento Base del Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar. En este contexto, se analizaron las actividades realizadas y se evaluaron distintos aspectos que hacen al proceso participativo:

5.1.1 Organización del trabajo a partir de las Mesas de Trabajo y Trabajos en Territorios: La construcción del marco teórico desde un abordaje holístico y sistémico se fue dando simultáneamente al relevamiento y análisis de las demandas. La estrategia para llevar adelante el diagnóstico no estuvo exenta de dificultades para entender su complejidad bajo un abordaje agroecológico. El relevamiento de las demandas llevado a cabo en la primera etapa de la creación del Instituto, permitió visualizar los problemas más sentidos por el sector. Pero la estrategia metodológica utilizada para esta actividad y la forma de preguntar directamente “…cuáles son los principales problemas que tiene la PAF…” hicieron que las respuestas fueran muy puntuales. Suscitando que, a la hora de ordenar la información, la forma más apropiada fuera la temática. Esta etapa trajo como consecuencia organizar la participación en función del agrupamiento de las demandas en diferentes Mesas de Trabajo por temas específicos (fitosanidad, comercialización, microfinanzas, etc.). Esta estrategia de participación permitió: por un lado, organizar las demandas, y por otro convocar a todos aquellos actores relacionados a los temas tratados (organizaciones de productores, universidades, ONGs, institutos de investigación, programas nacionales y provinciales, etc.) para que aportaran sus experiencias y conocimientos. Sin embargo, en la medida que se discutieron los temas y las problemáticas fueron madurando, se empezó a manifestar una discordancia: el trabajo segmentado dificultaba un abordaje integral. Esto se vio con claridad cuando se planteó a los participantes del seminario-taller de Agroecología la consigna de articular los problemas identificados en cada mesa desde un abordaje agroecológico, demostrando las dificultades de partir un análisis segmentado de la realidad (por ejemplo, desde un tema tratado en las Mesas), para luego pretender juntar las partes con el fin de promover el análisis integral y sistémico. El desafío es poder problematizar la realidad y hacernos preguntas desde otro abordaje, lo que implicaría un cambio de paradigma (ver marco teórico): Se debe tener claro desde el inicio de los proyectos el marco teórico y el enfoque con el cual se van a desarrollar las líneas de investigación. Esto evitará en gran medida cometer errores conceptuales que después costarían mucho más tiempo y esfuerzo revertirlos. Una alternativa a las Mesas temáticas, que podría facilitar la mirada integradora, sería abordar los distintos problemas identificados desde los territorios, entendidos estos de manera holística.

5.1.2 Rol de las Organizaciones y/o Instituciones: En el proceso participativo, la convocatoria y el trabajo en conjunto con otras instituciones y organizaciones tuvo un papel relevante. La heterogeneidad de los actores involucrados en el trabajo para la construcción de las líneas de investigación resultó positiva, ya que permitió recolectar diferentes visiones de la misma realidad, especialmente por el aporte de los actores sociales que se encuentran trabajando en terreno. Acerca de qué investigar y cómo investigar Pensar la realidad desde la perspectiva de qué se necesita investigar es una tarea poco ejercitada. Esto se visualizó claramente en algunas organizaciones de productores cuya trayectoria estuvo durante mucho tiempo vinculada a reivindicaciones relacionadas con sus necesidades inmediatas. También se vio reflejado en la tendencia de asociar el análisis de las problemáticas con demandas concretas de asistencia y gestión que imposibilitaron la vinculación con los temas de investigación que podrían aportar soluciones de mediano y largo plazo. Por otro lado se observaron dificultades en el aporte de las propuestas realizadas por las Instituciones vinculadas a la investigación científica. Esta situación se manifestó cuando dichas propuestas fueron pensadas desde un marco conceptual de investigación convencional, donde se acostumbra a utilizar un abordaje reduccionista de la realidad en el que los actores no participan del qué y del cómo investigar. Por lo tanto, esta circunstancia generó muchos inconvenientes dialécticos que obstaculizaron el avance hacia la construcción de una estrategia diferente de Investigación Acción Participativa (IAP) y bajo el paraguas de otro paradigma científico. Sin embargo, la participación de éstas y otras Instituciones permitió que existiera una variedad de visiones e inte-

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reses, enriqueciendo el trabajo final. Es así como ONGs, Universidades, Institutos, organizaciones de productores, técnicos de programas nacionales y provinciales, pudieron aportar su visión para la discusión del marco teóricoconceptual y para la definición de las futuras líneas de investigación. Otro aspecto positivo de esta articulación interinstitucional, fue visualizar la importancia de otros centros de investigación que puedan generar investigaciones que el IPAF Región Pampeana - INTA no podrá realizar o decidirá no abordar, ya sea porque la realidad del Instituto hoy muestra limitaciones en su estructura (más que nada en relación a los recursos humanos con los que cuenta), o porque el enfoque y el abordaje de las líneas de investigación no responden a las particularidades propias del mismo. Es así como el Instituto podría ser generador de “buenas preguntas” a otras Instituciones, que tengan la trayectoria y posibilidad de realizar investigaciones, que permitan complementar nuestra tarea de investigación. Este es un desafío y un compromiso que potenciará la generación de nuevos conocimientos que sirvan a los intereses de todos. Durante el taller surgieron varios interrogantes relacionados con la participación:

¿Hasta qué punto se va a abrir la participación? ¿Qué quiere decir participativamente? ¿Todo es participativo? Cuando se plantea definir las líneas y proyectos de investigación en forma participativa, se está abriendo el juego para la discusión con un número grande de actores, de orígenes y pensamientos muy diversos, que puede generar incongruencias a la hora de acordar propuestas. Si el eje es la participación, es necesario repensarla en este contexto. Ver cómo se puede enmarcar y generar una “direccionalidad” en la conducción para que guíe la participación. Este proceso no puede ser subestimado, ya que puede llevar a la generación de falsas expectativas y falta de claridad en la propuesta. Por eso surgen demandas que sobrepasan los límites de la Institución superando los objetivos propuestos en esta etapa. Es fundamental generar claridad en la metodología participativa, en qué momentos del proceso de construcción se promueve la participación, en cuáles se restringe para avanzar en el proceso de elaboración del producto participativo y, a su vez, posicionarse firmemente en distintos puntos centrales del marco teórico agroecológico. Esto no significa que volvamos a pararnos en el lugar donde los sujetos son considerados “objetos de estudio”, limitando su participación a la mera función de ser “fuentes de información”. Sin embargo, en algunos momentos se hace necesario detenerse a profundizar ciertos contenidos, temas y prácticas para poder avanzar en la construcción de las estrategias generales de abordaje y reflexión en el desarrollo de la investigación científica. En función del proceso participativo que generó el IPAF Región Pampeana - INTA, se hace necesario reorientar propuestas y redefinir proyectos, roles y participantes. Esta tarea es inevitable y necesaria para no cometer errores que desvíen la propuesta y el marco teórico planteado inicialmente. Pensamos que esta etapa será enriquecedora y constructiva, ya que posibilitará retomar los espacios de participación y trabajar sobre un producto basado en la sistematización y elaboración previa. Este paso permitirá avanzar sobre una base más sólida y donde todos los actores que participen del proceso sientan que el trabajo realizado genere una producción superadora. Este proceso de retroalimentación con momentos de participación, elaboración y permanente evaluación deberían ser estrategias que puedan ser aplicables a las futuras IAP´s que se desarrollen en el marco de los proyectos del Instituto.

b- Contenidos 5.2 Claridad del marco teórico y metodológico: La importancia del marco teórico en relación a la metodología participativa La Agroecología incluye en su abordaje las dimensiones socio-económica, socio-cultural y ecológico-productiva, del cual el hombre es parte, es quien las vive, las crea y utiliza. Por otro lado, el manejo agroecológico del sistema productivo tiene que ser sustentable, esto implica que los requisitos que caracterizan a las dimensiones propuestas son todas igualmente importantes, se deben dar simultáneamente y deben perdurar en el tiempo. Es necesario entonces, conocer, entender y aceptar las realidades y características de cada situación. Por lo tanto, ese mismo hombre puede al participar de los momentos de investigación que den cuenta de la realidad en la que vive y generar una riqueza mayor de conocimientos. Se procura la participación genuina “de la población involucrada en el proceso de objetivación de la realidad en estudio, con el doble objetivo de generar conocimiento colectivo sobre dicha realidad y de promover la modificación de las condiciones que afectan la vida cotidiana de los sectores populares”, (Sirvent, 2006).

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En este sentido, el proceso participativo implica conocer el sistema, su realidad y la forma actual de entenderla. Investigar significa problematizar la realidad con el desafío intelectual de conocerla más profundamente. Pero esta actitud cuestionadora debe estar contenida en un marco teórico que permita focalizar la investigación sin correr el riesgo de perder el objetivo principal por el cual asumimos estos procesos participativos de cambio.

¿Cómo se inserta el enfoque agroecológico en el Paradigma Dominante (PD)? El modelo productivo de la denominada “revolución verde” en el marco del PD está estrechamente relacionado con la maximización de las ganancias, con la tecnología y con los mercados globalizados y asociados a esta forma de producir. Al ser un modelo hegemónico la mayoría de los agentes involucrados en el proceso productivo entienden que esa es la única forma de producir, y esto incluye a los agricultores familiares. Para esto la Agroecología debe generar soluciones tecnológicas en un contexto adverso, en dónde incluso los agricultores familiares van a ser resistentes al cambio. Cuando intentamos responder a la pregunta formulada surge el análisis de una limitación planteada en el Taller de Agroecología en relación al trabajo efectuado por las Mesas de Trabajo y los Trabajos en Territorios. En todos los casos aparece como prioritario el aspecto económico. Se relacionó este sesgo con la influencia del modelo dominante en el que estamos inmersos, donde lo económico pasa a ser un aspecto central. El enfoque agroecológico tiene que tener en cuenta esta realidad para entender qué es lo que se está planteando y así poder avanzar en la generación de un cambio. Surge así la necesidad de avanzar en la construcción del marco teórico agroecológico, entendiendo que se encuadra en un paradigma emergente, a partir del cual se irá redefiniendo qué se entiende por economía cuando nos posicionamos desde la Agroecología. En las propuestas efectuadas durante el Taller surgió la necesidad de no descuidar la articulación con otras dimensiones que indefectiblemente se asocian a los aspectos sociales y ambientales. De esta manera, se puede correr, por ejemplo, el eje económico convencional hacia una propuesta cuyo respaldo teórico esté vinculado a la sustentabilidad. Este proceso de transformación, no significa “todo o nada”, es un diálogo permanente donde la realidad, las apreciaciones sobre la misma y las opiniones de los actores irán dándole forma y contenido al proceso de cambio hacia un modelo más justo y sustentable. Considerando el marco teórico del IPAF Región Pampeana - INTA, se hace imprescindible la necesidad de elaborar una estrategia para establecer una relación dialéctica entre la Agroecología y una realidad en la que la mayoría de los actores tienen una visión distinta.

¿Qué implica tener claridad en el marco teórico? Reflexionar y posicionarse en el marco teórico agroecológico permitirá definir sin ambigüedad los proyectos integrados y específicos propios. Es un desafío importante a la hora de poder compatibilizar los objetivos del IPAF Región Pampeana - INTA, su capacidad operativa y el conjunto de propuestas surgidas en el proceso participativo llevado a cabo para la definición de las líneas de investigación del Instituto. Por otro lado, permitirá evaluar sin contradicciones con qué proyectos se podrá articular dentro de la matriz institucional del INTA y otras instituciones, sin entrar en conflicto teórico y epistemológico. Además, tener claro el marco teórico posibilita elegir los socios estratégicos y ver qué organizaciones fortalecen y potencian el trabajo que desarrollará el IPAF Región Pampeana - INTA en las diferentes etapas.

5.2.1 La construcción de las líneas de investigación En lo que se refiere a la metodología adoptada por el IPAF Región Pampeana - INTA para la construcción de las líneas de investigación, como ya se mencionó anteriormente, las Mesas de Trabajo temáticas encerraron algunas contradicciones. Se observó que existieron dificultades para encontrar consignas claras que fueran consecuentes con la visión integral y sistémica que se pretendía tener en todo el proceso de construcción de las líneas de investigación. Si sumamos esto a la dificultad para encontrar un hilo conductor, un punto de unión entre las Mesas de Trabajo y los Trabajos en Territorios -cada una se manejó de una determinada forma, que dependió de la conducción y de los integrantes-, “es entendible que hoy se siga buscando la integración y articulación de las mismas”. No aparece inmediatamente la necesidad de pensar en qué investigar, pero sí la necesidad de que se resuelvan los problemas más urgentes. Por ese motivo ha surgido, en el momento de generar propuestas, ideas que plantean definir exactamente los roles y las relaciones entre la investigación y la extensión, lo que nos ayudaría a clarificar la idea de que el Instituto no puede resolver todas las problemáticas planteadas. Otro motivo que puede haber sido factor incidente en la amplitud de las demandas es que no es común que una Institución estatal abra su escucha hacia los actores sociales con los cuales se plantea trabajar, desplegando espacios para la participación, preguntando a la comunidad sobre qué es necesario investigar con el objetivo de gene-

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rar resultados en conjunto, que a su vez sean útiles a la sociedad. Consideramos que escuchar todas las demandas y abrir las puertas a todos los sectores genera, inevitablemente, que surjan cuestiones que deben resolverse en otros ámbitos y organizaciones. Se observó como aspecto posible y positivo que, en el proceso de construcción de las líneas de investigación, aparezca la necesidad de generar lo que llamamos “buenas preguntas”. Consideramos que generar “buenas preguntas” significa profundizar en la explicación del problema, entendiéndolo en su complejidad, desde una perspectiva sistémica y en base al enfoque agroecológico. Esto implica que, en lugar de atacar los síntomas y replicar recetas, se desarrolle la capacidad para comprender las causas por las cuales aparecen los problemas, teniendo en cuenta que lo que se transmite son principios agroecológicos que se recrearon y que pueden ser extrapolados a otras situaciones para ser nuevamente probados, validados y reformulados. Por otro lado, no se debe olvidar que a la hora de entrar al escenario de la investigación con diferentes actores, surgirán preguntas que pueden ser abordadas por otras Instituciones de investigación y que complementará el conocimiento generado en los procesos de IAP. El IPAF Región Pampeana - INTA es consciente que en este escenario funciona como nexo, articulando con estas instituciones para viabilizar este tipo de proposiciones. Por todo esto, surge como propuesta crear una estrategia de comunicación dirigida al interior del INTA y para otras instituciones de investigación con el fin de generar la inquietud y la necesidad de instalar el debate en relación a la IAP y a la Agroecología como enfoque en las investigaciones y acciones a desarrollarse. Teniendo en cuenta la importancia que tiene “construir otro tipo de investigación y de investigadores que la lleven a cabo”, este proceso complejo implica la necesidad de repensar las problemáticas en función del marco teórico en el que se posiciona el IPAF Región Pampeana - INTA. Surge así la necesidad de repreguntarnos: ¿Qué, cómo y con quién se investiga?. En este contexto, se requiere al menos analizar dos aspectos fundamentales: El rol del investigador El investigador se suele vincular en una investigación clásica, positivista, a un actor social poseedor de un saber científico legitimado que se acerca a lo que considera su “objeto de estudio” para corroborar o refutar sus propias hipótesis. Existe una tendencia y costumbre de que, durante el proceso de investigación, “el objeto de estudio”, en este caso “un sujeto”, demanda respuestas concretas al investigador y éste las responda desde su saber consolidado. En cambio, en el contexto de una investigación participativa desde un abordaje agroecológico aún falta profundizar a cerca del rol, la inserción y la práctica del investigador. En esta misma búsqueda se deberá fortalecer la capacidad de los agricultores para transformarse en protagonistas activos junto con el investigador a la hora de dialogar, definir y llevar a la práctica qué y cómo investigar. Es necesario destacar que resulta imprescindible la constante capacitación y reflexión teórica (tanto de productores como de investigadores y técnicos) para lograr instaurar en el imaginario social la figura del investigador que trabaja en función y en conjunto con los que forman parte de dicha investigación, para poder generar productos superadores a las respuestas dadas hasta hoy. Es así como aparece la necesidad de establecer un Programa permanente de Formación, tanto de investigadores, extensionistas y productores, que se constituya en un proceso de reflexión continua de sus prácticas cotidianas. Por último, se propuso tener en cuenta al actor Universidad para la formación de profesionales a largo plazo. El tipo de investigación La metodología de investigación propuesta por el CIPAF - INTA es la IAP, entendida como un proceso de generación de conocimientos basado en el diálogo y en la integración de saberes desde la práctica. Se reconoce al pequeño productor familiar como sujeto de conocimiento y no como objeto de la investigación (o beneficiario). Lo que implica un esfuerzo compartido de búsqueda, análisis, conceptualización y sistematización en el proceso de producción de conocimientos. Sin embargo, muchas veces se requiere de distintas alternativas o métodos de investigación científica, donde los conocimientos generados por la investigación clásica pueden ser valiosos y complementarios. Es en este punto donde está la habilidad de los investigadores del IPAF Región Pampeana - INTA en poder generar las famosas “buenas preguntas” a estas instituciones de investigación más convencional. Por otro lado, es una necesidad generar conocimientos básicos generales (Sarandón y Hang, 2002), aquellos que sustentan la Agroecología como ciencia y que se basan en la comprensión del funcionamiento de los sistemas agropecuarios y en la posibilidad de una capacidad predictiva del diseño de los mismos.

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Las características de la investigación agroecológica difieren de la investigación clásica en los siguientes aspectos (Sarandón, 2002): el enfoque es sistémico, holístico, interdisciplinario, a largo plazo, multidimensional y donde existe coevolución cultural y ecológica. Además, estas investigaciones deben tener en cuenta otras características que afectan el desarrollo de la AF, tales como: » Que la investigación se dé en terreno. » Que los conocimientos redunden en una utilidad para los productores. » Que esta utilidad deberá apuntar a minimizar la necesidad de insumos externos al sistema y favorecer los procesos dentro del mismo. » Que deberá fundamentar el rediseño de los sistemas productivos para la utilización de tecnologías apropiadas a su escala. » Que muchas de éstas surgirán de las IAP´s y contribuirán al desarrollo del proceso participativo. » Que se valorice la existencia de conocimientos locales, para su utilización como elementos de creatividad, que mejoren el nivel de vida de la población definida desde su propia identidad local. » Que los conocimientos faciliten el establecimiento de circuitos cortos para el consumo de mercancías. El proceso de construcción de las líneas de investigación, atendiendo a todos los aspectos discutidos en estos puntos, deberá traducirse en la generación de los proyectos de investigación, a corto, mediano y largo plazo del IPAF Región Pampeana - INTA.

c- Estructura organizacional 5.3. Estructura del IPAF Región Pampeana - INTA Al hablar de estructura del Instituto se hace referencia a características que están asociadas a tres grandes aspectos: el rol del Instituto, los recursos humanos con los que cuenta y el marco teórico en el que se posiciona. La necesidad de definir el rol del Instituto surgió, principalmente, por el elevado número y tipo de demandas que aparecieron, como mencionamos antes; gran parte responden a problemas de gestión cuya resolución depende estrictamente de decisiones políticas y no de investigación. En relación a los recursos humanos, se planteó que resulta necesario definir las posibilidades del Instituto en función de los recursos humanos que cuenta y que contará (número de investigadores, capacidades, etc.). En muchas ocasiones se planteó la necesidad de reforzar la formación de los profesionales que lleven a cabo las investigaciones en dos aspectos: por un lado, el enfoque agroecológico, y por el otro, en IAP’s. La Agroecología, como marco teórico en el que se posiciona el Instituto, posee una gran potencialidad ya que aparece como el abordaje más adecuado para la resolución de la problemática de la PAF. A su vez, este posicionamiento podría generar repercusiones a nivel intra e interinstitucional en dos sentidos: » Se visualizan potenciales dificultades en el momento de articular con proyectos pertenecientes a la matriz institucional del INTA y que no siempre responden al enfoque propuesto por este Instituto. » La posible disociación que pueda existir entre los objetivos del IPAF Región Pampeana - INTA (expresados a través de sus proyectos desarrollados dentro de un marco agroecológico) y el sistema que evalúa a los investigadores priorizando aquellos proyectos planteados desde una visión científica convencional.

6. CONCLUSIÓN Del análisis del proceso participativo surgen los siguientes puntos: » La solidez del marco teórico es condición necesaria para avanzar con firmeza y seguridad en las líneas de investigación que lleve adelante el Instituto.

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» El análisis de las diferentes opiniones dio cuenta de que el proceso participativo es complejo y no debe ser subestimado. Es necesario conocer bien la metodología participativa para aplicarla con éxito y poder conducirla hacia los objetivos prefijados. » Resulta importante definir y discutir el rol del investigador, especialmente destacando las diferencias que se plantean con el investigador convencional. » Surgió con fuerza la relación “enfoque agroecológico-realidad local”, en la cual aparece la necesidad de problematizar cómo se inserta el enfoque agroecológico en un contexto dominado por el modelo de la “revolución verde”, con un campesinado restringido y la presencia de una PAF atomizada y marginal. » Por último, y en relación a los recursos humanos surgió como urgente la necesidad de capacitación y formación en Agroecología y la incorporación de investigadores al equipo actual del Instituto.

BIBLIOGRAFÍA » Documento base: Sistematización. Equipo del IPAF Región Pampeana - INTA (2006). » Gliessman, S. (2002). Agroecología: procesos ecológicos en agricultura sostenible. Turrialba, Costa Rica. CATIE. » Guzmán Casado, G, et al (2000). Introducción a la agroecología como desarrollo rural sostenible. Ed. Multiprensa. » Sarandón (2002). La agroecología: bases científicas para una agricultura sustentable. En: Agroecología: El camino para una agricultura sustentable. Ed. Ediciones Científicas Americanas. La Plata. » Sarandón, S. y G. Hang (2002). La investigación y formación de profesionales en agroecología para una agricultura sustentable: el rol de la universidad. En: Agroecología: El camino para una agricultura sustentable. Ed. Ediciones Científicas Americanas. La Plata. » Sirvent, María Teresa y colaboradores (2006). El proceso de investigación. Curso Investigación y estadística educacional I. UBA. » Odum, E. (1971) Fundamentals of ecology. W.B.Saunders: Philadel

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“La sistematización como proceso” Algunas reflexiones 63


Equipo Mesa de Sistematización IPAF región pampeana AUTORES:

Lic. Laura Crespi, Lic. Alida Patricia Domínguez, Lic. Luciana Muscio, Lic. Mariel Obach, Lic. Maximiliano Pérez, Lic. Lucila Portela, Lic. Guido Prividera. Prólogo Desde sus inicios el IPAF región pampeana del INTA se abocó a relevar demandas de investigación entre los productores y técnicos de campo pertenecientes a diversas instituciones. En este recorrido, apareció reiteradamente la “sistematización de experiencias” como una fuerte demanda, así como la necesidad de visualizar y legitimar los conocimientos generados en las prácticas de los diferentes actores. Problemáticas que iban desde la falta de tiempo para “sentarse a escribir” hasta la carencia de herramientas metodológicas se repetían en toda la región. Es por esto que el IPAF región pampeana decidió conformar una Mesa de trabajo para el abordaje de la problemática planteada. Con el objetivo de generar una mirada integral, se solicitó la participación de investigadores y extensionistas de diferentes disciplinas (Sociología, Antropología, Trabajo Social, Biología, Agronomía) pertenecientes a diversos ámbitos. Uno de los frutos del trabajo de la Mesa es el presente texto. El mismo se presenta como una primera aproximación al tema en el cual se reúnen las discusiones en torno a bibliografía actualizada y en relación a la PAF en la región pampeana. Lic Gustavo Tito Dir. IPAF región pampeana

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PRIMERA PARTE: LA SISTEMATIZACIÓN Introducción La sistematización de experiencias es una actividad que viene surgiendo como una necesidad concreta y orientada a veces a distintos objetivos, como veremos en esta primera parte. La búsqueda de metodologías para llevarla a cabo crece día a día, así como las demandas provenientes de variados sectores, principalmente de extensionistas y técnicos de terreno pertenecientes a Instituciones estatales que trabajan con pequeños agricultores familiares. Es por esto que pensamos en una revisión de bibliografía y de los variados usos cotidianos del concepto, que trataremos en este documento, como así también la estrategia para acercarnos a una puesta en común que nos permita aproximarnos a una comprensión de la utilidad de esta metodología de trabajo. Es importante señalar que confluyen en esta relevancia de la Sistematización como proceso necesario, diferentes perspectivas provenientes tanto de la Investigación Teórica, de la Investigación - Acción, de las Experiencias de Intervención y Transformación Social, etc. Es por esto que también nos permitimos una discusión acerca de las formas y de las diferencias y confluencias que adquieren las actividades provenientes de diferentes disciplinas académicas.

¿En qué se piensa cuando se habla de sistematización?

En nuestras discusiones nos encontramos con una amplia gama de definiciones, usos y sentidos que técnicos y productores le dan a la palabra “Sistematización”. Empezamos por nombrarlas para, a partir de esta diversidad, construir una definición más acabada. Los siguientes son algunos de los usos relevados, que entienden la Sistematización como: » una recuperación histórica de una experiencia, el recuento de los sucesos más importantes. » el ordenamiento de la información, como una forma de relatar una experiencia de manera entendible para favorecer el intercambio de experiencias entre distintos equipos. » un documento factible de ser compartido, publicado, etc. » un proceso para comprender y reflexionar desde un equipo acerca del propio trabajo. » un momento especifico que hay que darse al finalizar una experiencia. » un momento cotidiano de reevaluación de la actividad diaria para responder preguntas que van surgiendo en la propia práctica. » una forma de hacer “teoría”. Adquirir conocimiento (o teoría) a partir de una práctica. Producir conocimientos sobre la práctica. » una forma de unir “teoría con práctica”. » un momento de una investigación. » una denominación dada a la instancia teórica de un trabajo basado en la experiencia. » un proceso de organización de técnicas, ordenamiento de metodologías. » un momento de un trabajo para dar cuenta de los cambios introducidos y replantear objetivos. Consideramos que varios de estos usos pueden complementarse, sin embargo hacemos hincapié en que no es un “insumo” o una “receta”, sino una búsqueda y construcción que remite a la participación y reflexión conjunta. Entendemos la Sistematización como un proceso de aprendizaje y de conocimiento. Esta característica de “proceso” le otorga una gran riqueza como experiencia de aprendizaje, ya que en el hecho de compartir, discutir, poner en común las reflexiones individuales, estamos aprendiendo a conocernos, a escuchar distintas interpretaciones, a pensar los errores y aciertos, y a crear una mirada pluridimensional acerca de lo vivido. El proceso de sistematización se realiza sobre experiencias microsociales, fenómenos concretos y específicos, tanto a nivel histórico, territorial y de contenido. Se trata de un proceso que no busca generalizaciones sino que se propone rescatar la importancia que por sí mismas tienen las pequeñas pero múltiples experiencias, logrando otorgarles un “rostro” a aquellos que comúnmente son vistos como un “número”. La Sistematización puede realizarse teniendo en cuenta la totalidad de la experiencia que se quiere reseñar o tomar algún aspecto que por determinado motivo consideramos de relevancia contar y profundizar. Por ejemplo, de un proceso de intervención de un equipo técnico con algunos productores de una localidad dada, se podría sistematizar un aspecto particular como ser “el proceso de organización social desarrollado a partir de la intervención que derivó en la conformación de una cooperativa”, o bien “el cambio tecnológico” exclusivamente, o “las nuevas estrategias de comercialización”. El Proceso de Sistematización implica un trabajo conciente, riguroso y crítico acerca de nuestro marco teórico 1. El marco teórico, marco referencial o marco conceptual tiene el propósito de dar a la investigación un sistema coordinado y coherente de conceptos y proposiciones que permitan abordar el problema. De éste dependerá el resultado del trabajo. Significa poner en claro para el propio investigador sus postulados y supuestos, asumir los frutos de investigaciones anteriores y esforzarse por orientar el trabajo de un modo coherente. El fin que tiene el marco teórico es el de situar a nuestro problema dentro de un conjunto de conocimientos, que permita orientar nuestra búsqueda y nos ofrezca una conceptualización adecuada de los términos que utilizaremos. (http://www.southlink.com.ar/vap)

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Toda intervención contiene principios teóricos que guían la acción, y que se expresan en la definición de objetivos, prioridades y procedimientos. Al llevar adelante un proceso de sistematización debemos poder dar cuenta de estas conceptualizaciones teóricas. A modo de ejemplo en una experiencia concreta a sistematizar, para explicitar nuestro marco teórico deberíamos comenzar a preguntarnos cómo entendemos las relaciones sociales (¿conflictivas, competitivas, cooperativas?); ¿qué importancia le otorgamos a la organización y a la participación?; ¿cuáles son las características de una producción agroecológica?, o ¿cómo entendemos el desarrollo?. Más específicamente tomando este último ejemplo podemos considerar al desarrollo, a grosso modo, como la diversificación de la estructura económica para insertarnos en mercados externos y de este modo mejorar los ingresos económicos de los productores, o bien un desarrollo pensado desde lo endógeno, consolidando redes locales, que no considere sólo las mejoras económicas sino otros aspectos orientados al beneficio de la comunidad en su conjunto; entre otros modos de entender el Desarrollo. Con este ejemplo tratamos de mostrar la necesidad de explicitar el marco teórico de referencia y cómo cambia la búsqueda y construcción de los datos según el mismo. También nos referimos con marco conceptual a las categorías y conceptos que usamos cotidianamente y al sentido que les damos a los mismos: Productores Familiares, Sustentable, Ecológico, Participativo, etcétera. No se trata de definir cada una de las palabras que usamos, sino de llegar a un acuerdo de aquellos conceptos que consideramos esenciales poner en cuestión, traer a la mano para no dar por sentado que todos pensamos lo mismo o que estamos todos de acuerdo o le damos la misma importancia. La Sistematización es entonces un proceso reflexivo y crítico donde tratamos concientemente de hacer visible el marco conceptual de cada uno de los participantes de la experiencia a sistematizar. La Sistematización como proceso permite el intercambio o socialización de experiencias, no en términos anecdóticos, sino como producto de procedimientos formalizados de recolección de la información, análisis y síntesis, ubicándolas en un plano de abstracción. En este sentido, una de las potencialidades de la sistematización es ser también un proceso unificador de experiencias permitiendo dar cuenta de diferencias y similitudes. Esta reflexión puede producir un documento que sea la reconstrucción de la experiencia pasada por el trabajo de pensarla. Es un ejercicio que a pesar de las dificultades que implica, debe ser escrito para así poder comunicarlo y compartirlo. Estas son las premisas básicas que consideramos importantes tener en cuenta para entender qué es la sistematización, profundicemos en cómo llevarla a cabo. ¿Cómo sistematizamos? A continuación se presenta un esquema guía (Jara, 2004), cuyos puntos no siguen necesariamente un orden sucesivo.

Momento

Características

Recomendaciones

Vivir la experiencia

Haber participado en la experiencia de alguna manera

Registrar lo que va sucediendo

Definir el objetivo de la sistematización

-Responde a: ¿Para qué queremos hacer esta sistematización? -Tener clara la utilidad de la sistematización.

Tener en cuenta la misión y la estrategia institucional. Tener en cuenta los intereses y posibilidades personales.

Delimitar el objeto a sistematizar y el marco teórico general (MT)

-Qué experiencia vamos a sistematizar. -Qué conceptos vamos a utilizar y cómo los entendemos. -Delimitar tiempo y espacio de la experiencia.

No hay que cubrir necesariamente toda la experiencia ni todos sus componentes. Para la construcción del MT es importante indagar en distintas posiciones y fuentes

Precisar un eje de sistematización

-Precisa el enfoque central y evita la dispersión. - Responde a: ¿Qué aspectos nos interesan más y por qué?

-Pensarlo como el hilo conductor que atraviesa la experiencia. -Es útil formularlo como una relación entre aspectos teóricos.

Recuperar el proceso vivido • Reconstrucción histórica • Ordenamiento y clasificación de la información

-Reconstruye de forma ordenada lo que sucedió, tal como pasó. -Clasifica la información disponible -Identifica etapas, cambios, momentos significativos de todo el proceso.

-El eje de sistematización sirve de guía. -Organizar la información de forma clara y visible. -Hay que basarse en todos los registros posibles. -Determinar las categorías y variables para ordenar.

Interpretación crítica • Análisis • Síntesis

-Analiza cada componente por separado. -Pregunta por las causas de lo sucedido. -Permite identificar las tensiones y contradicciones. -Mira particularidades y el conjunto, lo personal y lo colectivo.

-Llegar a entender la lógica de la experiencia. -Llegar a comprender los factores claves o fundamentales. -Confrontar con otras experiencias y teorías.

Formular conclusiones

-Responde a los objetivos de la sistematización. -Pueden ser formulaciones teóricas o prácticas. -Son las principales afirmaciones resultado del proceso de sistematización.

-Pueden ser dudas e inquietudes abiertas. -Son punto de partida para nuevos aprendizajes. -Mirar lo que aporta la experiencia al futuro.

Elaborar productos de comunicación

-Son formas para hacer comunicables los aprendizajes.

-Debe compartirse los resultados con todos los involucrados. -Recurrir a formas diversas y creativas.

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Una de las posibles opciones para comenzar una sistematización es partir de una pregunta eje. Esta nos desafía a repensar la experiencia, define qué tema vamos a trabajar y es el disparador para comenzar a pensar el marco teórico. En el proceso de elaboración o definición de la pregunta eje, puede resultar interesante registrar los interrogantes y temas que seguramente se plantearán en torno a esta pregunta y que darán cuenta de todo lo que se quiere saber en relación a la experiencia. Dos ejemplos de pregunta eje: ¿Cómo ha sido el proceso de conformación de la Cooperativa X?; ¿Qué elementos han facilitado y obstaculizado la creación de una red de comercio local? Esta pregunta funcionará como hilo conductor y puede ser repensada frente a nuevos interrogantes o aspectos que surjan durante el proceso. Será necesario también definir los objetivos de la sistematización ¿qué se quiere obtener con el proceso de sistematización?: ¿Un documento que refleje la historia de la Cooperativa X?; ¿reflexionar sobre el proceso de conformación de una red comercio local para poder enriquecer la práctica?; ¿un análisis del impacto que tuvo la adopción de determinada tecnología? En todos los casos, al plasmar la sistematización en un texto también tenemos el objetivo de compartirla. Para realizar la sistematización será necesario realizar un recorte de tiempo, espacio y actores involucrados. ¿Quiénes Sistematizan? Partimos de varias opciones que no son excluyentes. » Los técnicos y/o profesionales que trabajan en campo. » Todos los actores que intervinieron en la experiencia, por ejemplo técnicos y productores. Es importante que quienes participan no sean tomados como simples informantes, sino que acompañen y produzcan ellos mismos su reflexión crítica. La obtención de información se construye en y a partir de un diálogo, no solo a través de preguntas hacia uno de los participantes. » Si se convoca la participación de una persona ajena a la experiencia con el objetivo de que realice la coordinación metodológica y facilite el desarrollo del proceso, es importante no perder de vista que se deberá contar siempre con la participación y reflexión conjunta de los actores protagonistas. Es importante señalar que al considerar la sistematización como un proceso que genera en el hacer mismo un consenso interpretativo, no tiene cabida la situación de un “experto” que llegue, pregunte y él mismo interprete la experiencia. A este personaje le llamamos OVNI.

¿Qué puede cambiar con el proceso de sistematización? El proceso de sistematizar enriquece la capacidad interpretativa. El ejercicio de repensar la experiencia para realizar una recuperación histórica y llevar a cabo tareas de ordenamiento, análisis y síntesis de lo que se hizo o se está haciendo, permite desarrollar un hábito selectivo para registrar y armar la memoria de la experiencia. Al tomar la experiencia como fuente de información y conocimiento, las personas o equipos de trabajo adquieren una actitud crítica frente a la experiencia. En este sentido permitiría evitar la repetición mecánica de las prácticas de intervención en tanto facilita interrogarse sobre los fundamentos, el sentido y el modo de intervención. También fortalece la capacidad propositiva, ya que la apropiación de la experiencia a través del proceso de análisis crítico permite mejorar el entendimiento de la realidad en la que se actúa y elaborar, por parte de los actores que participan en la experiencia, argumentos y elementos avalados por la práctica para defender dicha acción. Es decir, que fortalece la capacidad de dar cuenta de los fundamentos teóricos, metodológicos y éticos de la experiencia, pudiendo a través de este proceso generar conocimientos sobre/desde la práctica/teoría. La sistematización es una práctica sobre la práctica, que se alimenta de teoría y permite en su proceso repensarla.

SEGUNDA PARTE: METODOLOGÍAS CUALI / CUANTITATIVAS Para llevar adelante un Proceso de Sistematización contamos con la posibilidad de recorrer y elegir algunos de los procedimientos que usan las Ciencias Sociales. Consideraremos alguna terminología básica para, a continuación, describir aquellas herramientas que pueden ayudarnos a realizar una sistematización. En Ciencias Sociales Método, Metodología, Técnicas, Datos, Diseño, son conceptos que usualmente están íntimamente relacionados en una investigación, teniendo cada uno de ellos sus especificidades, aunque tienden a solaparse entre sí. De manera general podemos decir que: » Método es el modelo o camino general que asumirá una investigación. Por ejemplo método experimental o método comparativo.

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» Metodología tiene dos acepciones según su especificidad: por un lado nos referimos con ella a los pasos y acciones que vamos a dar en nuestra investigación, esto es, de que forma vamos a acceder a los datos. Relacionada con lo anterior, se habla específicamente de Metodología Cualitativa o Cuantitativa según el tipo de datos que queramos obtener, teniendo cada una de ellas una forma clásica de acceder a los mismos. » Técnicas o herramientas: nos referimos a la forma de recolección o recopilación de datos, el instrumento que nos lo permite. Por ejemplo: Entrevistas, Encuestas, Observación etc. » Diseño es el plan que el investigador arma acerca de lo que va a investigar y sus formas. Es flexible, puede ir y venir tanto teórica como empíricamente según las necesidades y el desarrollo mismo de la investigación. » Datos: son los hechos mirados a través de la teoría y los objetivos de mi investigación. De ahí que Teoría y Práctica estén intrínsecamente relacionadas desde el comienzo, ya que para convertir un hecho cualquiera en un dato, debo hacer un primer recorte de la realidad y ese recorte, esa mirada, está determinada por mi marco teórico y los objetivos de la investigación. Es posible que para llevar a cabo una sistematización usemos además de las técnicas descriptas, datos provenientes de técnicas de las Ciencias Naturales, como la experimentación. Pero aunque esto sea parte de los datos que queremos sistematizar, es importante que recordemos como acceder a lo que piensan quienes llevan adelante la situación experimental. El surco, o la herramienta, o el invernáculo, o el manejo de los animales, puede ser parte de un experimento en sentido clásico. Pero para saber que piensan los productores u otros actores acerca de eso, usamos una aproximación social. Metodología Cuantitativa: » Se usan datos usualmente relevados mediante una encuesta a una muestra de unidades de análisis (generalmente individuos) estadísticamente representativa. » Nos permite caracterizar a una población (o universo) en función de variables, entendidas estas como conceptos operacionalizados. » Los supuestos de esta aproximación se basan en la representatividad estadística y en la posibilidad de generalizar los resultados encontrados en la muestra de la población dada. » Las estimaciones realizadas permiten afirmar con un cierto grado de probabilidad que una determinada relación entre variables se aleja del azar. Para ello se requiere de un análisis estadístico. » Técnica clásica: Encuesta o Cuestionario. Encuesta El cuestionario, o encuesta si es que se aplica a gran escala, es una de las herramientas más utilizadas a la hora de recolectar datos dentro de las ciencias sociales. Esta herramienta, ligada tradicionalmente a la metodología cuantitativa, es útil a la hora de relevar grandes muestras, simplificando la tarea posterior (codificar, clasificar y preparar para su análisis). Sin embargo, en otros contextos, la utilización de un cuestionario simplifica en exceso la información, perdiéndose aspectos relevantes de la realidad social. Es por ello que, a la hora de elegir que herramienta vamos a utilizar, hay que tener en cuenta cuál es la utilidad de la misma, según nuestra investigación y sus objetivos. Conceptos básicos: Un cuestionario consiste en un conjunto de preguntas respecto a una o más variables a medir. Las preguntas pueden ser de dos tipos, cerradas o abiertas. En las preguntas cerradas las alternativas de respuesta ya han sido delimitadas de antemano, por lo que los sujetos deben optar por posibilidades de respuesta establecidas. Estas preguntas pueden ser dicotómicas o presentar más de una alternativa. Ejemplos: » Pregunta cerrada dicotómica Sexo ( ) Masculino ( ) Femenino » Pregunta cerrada con varias alternativas de respuesta. ¿Cómo obtiene el agua de su hogar? ( ) Corriente o de red

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( ) Perforación ( ) Represa ( ) Agua de lluvia o fuente natural (río, laguna, etc.) ( ) Otro Además hay preguntas cerradas donde el respondiente puede elegir más de una opción, ya que las categorías no son mutuamente excluyentes. La categoría “Otro” permite registrar aquello que por diferentes motivos no fue seleccionado a priori. » Pregunta cerrada con más de una opción de respuesta Los canales de venta que utiliza usualmente son: ( ) Puesto en Mercado Concentrador ( ) Playa libre de Mercado ( ) A consignatario de Mercado Concentrador ( ) A verdulerías ( ) Reparto domiciliario ( ) Feria ( ) Otros En cambio las preguntas abiertas no delimitan de antemano las alternativas de respuesta, por lo cual el número de categorías de respuesta es muy elevado, en teoría infinito. Ejemplo: En su opinión, ¿de que manera afecta la política económica impulsada por el gobierno nacional a la actividad agropecuaria?

¿Qué tipo de preguntas conviene usar? La utilización de preguntas cerradas o abiertas, o una conjunción de ambas, depende de las necesidades y problemas de investigación. Cada clase de preguntas tiene sus ventajas y sus desventajas. Las preguntas cerradas son fáciles de codificar y preparar para su análisis. A su vez, requieren un menor esfuerzo por parte del respondiente. Éstos no deben escribir ni verbalizar sus pensamientos, sino simplemente seleccionar entre las alternativas. Es por ello que este tipo de preguntas llevan menos tiempo. La principal desventaja de las preguntas cerradas reside en que limitan las respuestas de la muestra, y en ocasiones ninguna de las categorías describe con exactitud lo que las personas piensan o la realidad en la que viven. Es por ello que la adecuada elaboración de las categorías de respuesta resulta fundamental para la utilidad de un cuestionario con preguntas cerradas. En este tipo de preguntas es necesario anticipar las posibles alternativas de respuesta, y a su vez asegurarse que los sujetos conocen y comprenden estas categorías. Por otro lado, las preguntas abiertas son de utilidad cuando desconocemos las posibles respuestas de las personas, o cuando se desea profundizar una opinión o los motivos de un comportamiento. Su mayor desventaja es que son más difíciles de codificar, clasificar y preparar para su análisis. Además pueden presentar sesgos derivados de la dificultad que pueden tener ciertos sujetos a la hora de expresar sus sentimientos, así como de la incomprensión de sus respuestas. El nivel educativo, la capacidad de manejo que tenga el respondiente del lenguaje y otros factores pueden afectar la calidad de las respuestas. Por otro lado, éstas requieren un mayor esfuerzo, tiempo y compromiso a la hora de responder.

¿Una o varias preguntas para medir una variable? En ocasiones una sola pregunta es suficiente para medir una variable. Por ejemplo, si queremos conocer el nivel de escolaridad basta con preguntar: ¿Cuál fue su último año aprobado? Ahora bien, otras variables pueden requerir más de una respuesta, este seria el caso de querer medir el nivel socioeconómico de un hogar. Allí las posibles preguntas serian variadas, según la realidad del país y región en la que aplicamos el cuestionario. Por ejemplo preguntaríamos ¿Cuál es, aproximadamente, su nivel mensual de ingresos? ¿Es propietario de la vivienda? ¿Tienen auto? Es recomendable hacer solo las preguntas necesarias para medir una variable. Si una pregunta es suficiente no es necesario incluir más. El orden de las preguntas: En general es conveniente iniciar el cuestionario con preguntas neutrales o fáciles de contestar, para que la per-

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sona vaya adentrándose en la situación. No es recomendable iniciar con preguntas difíciles o muy directas. Por ejemplo, una regla básica en toda encuesta es nunca comenzar con preguntar que apunten al nivel socioeconómico, o con temas conflictivos como puede ser en algunos casos el régimen de tenencia de la tierra. Iniciar una encuesta preguntando sobre estas cuestiones puede llevar a un pronto fracaso. En general se empieza por preguntas demográficas sobre estado civil, sexo, edad, etc. Preguntas que puedan hacer sentir al respondiente que se compromete al responder el cuestionario es mejor hacerlas al final. Cuando construimos un cuestionario es indispensable que pensemos en cuáles son las preguntas ideales para iniciar. Éstas deberán lograr que el respondiente se concentre en el cuestionario. Recomendaciones Además de preguntas claras, también deben ser claras las instrucciones del cuestionario, como cuando hay pases en la preguntas. Por ejemplo, si en la pregunta 3 preguntamos si fue a la escuela y la respuesta es NO, no pasamos a la siguiente que pregunta por el año cursado, sino que la salteamos hasta la próxima pregunta que apunte a otro aspecto. Estos pases deben estar claramente señalados, para evitar confusiones en el encuestador o en el respondiente. Otro aspecto fundamental es explicar al respondiente los propósitos del cuestionario y asegurar la confidencialidad de la información, esto ayuda a ganar la confianza de la persona. Finalmente, en cuanto al tamaño del cuestionario, para ello no existen únicas recetas. Debemos tener en cuenta que si es muy corto se pierde información, pero si es demasiado extenso se vuelve tedioso y puede generar rechazo. La extensión del mismo depende en gran medida de lo motivados que puedan estar las personas en contestar. Metodología Cualitativa: » Se realiza en base a datos observacionales, de expresión oral o escrita, poco estructurada, recogida con pautas flexibles y difícilmente cuantificables. » Mediante estos datos relevados se intenta captar la definición de la situación que efectúa el propio actor social y el significado que este da a su conducta. » Se busca contemplar la totalidad de la configuración en que se sitúa el actor (holístico). » Se basa en un método comparativo que va enfrentando casos similares entre sí diferenciados por algunas características cruciales. » El criterio para la selección de la muestra no es estadístico sino intencional, se buscan los casos que tengan relevancia interpretativa, teórica, en algún aspecto. » El análisis requiere de la contextualización histórica y del entrecruzamiento teórico entre la realidad y, el marco conceptual y los objetivos propios de la investigación. » Permite acceder a las particularidades, a los actores sociales en si, que generalmente quedan ocultos en estudios o diagnósticos macro sociales. Técnicas clásicas: Entrevistas. Observación Participante. Entrevista Una entrevista es un tipo especial de conversación entre dos o más personas. Por supuesto no cualquier conversación es una entrevista. Un encuentro casual y muy breve no es una entrevista. Una entrevista generalmente se acuerda previamente y se dedica un tiempo y un lugar especial para ello. En una entrevista toda la atención de los participantes está puesta en la conversación. Generalmente una entrevista es una relación asimétrica: hay un entrevistador y un entrevistado, alguien desea entrevistar o entrevistarse con otro y se lo solicita. Ocurre así en las entrevistas laborales con un jefe de personal o empleador, en una entrevista periodística en algún medio gráfico, radial o televisivo. La consulta médica clínica es también un tipo particular de entrevista, igual que la entrevista psicológica. Debido a este carácter asimétrico generalmente es uno de los participantes quien conduce la conversación durante el encuentro: sobre qué se habla, cuándo se cambia de tema y cuándo se da por finalizada la conversación. Pero una entrevista de investigación es un tipo de entrevista sistematizada de acuerdo a procedimientos estandarizados, en la que un investigador conduce la conversación y hace la mayoría de las preguntas con el fin de obtener del entrevistado información que puede resultar útil para responder a un problema de conocimiento. Podemos decir entonces que la entrevista en investigación social es un instrumento de recolección de información que se utiliza para diferentes procesos de conocimiento e investigación de diversos elementos, relaciones o acontecimientos. A fin de conducir correctamente una entrevista y obtener información útil es importante entender que la entrevista es ante todo una situación social. ¿Qué quiere decir esto? Que formular una pregunta a una persona y obtener una respuesta válida requiere tanto cuidado y método como tomar una muestra de sangre. Si no se toman ciertas precauciones se pueden obtener respuestas inválidas, “contaminadas” por el investigador o se puede ganar la desconfianza del entrevistado y con ello perder su participación en el estudio. Es por esto que también puede pensarse una entrevista como un diálogo comprometido en el que todos los participantes construyen una conversación. En las denominadas

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Entrevistas etnográficas este último punto es crucial y se pone acento en la conjunción de saberes, en la posibilidad de entenderse y no solo en la obtención de información. Aún así, el entrevistador orienta, dirige, asume el papel de director de orquesta recordando que sin los músicos, no hay melodía. Tipos de entrevista: » Entrevista estructurada: se llama así cuando las preguntas llevan a respuestas breves y determinadas, que el investigador puede calcular previamente. Se trata de una cuidadosa recolección de datos y en general sirve a los procesos de investigación cuantitativa, ya que las respuestas resultan más comparables entre sí. » Entrevistas semiestructuradas: poseen una planificación pero se realizan mediante preguntas abiertas, facilitando la expresión más libre del entrevistado, promoviendo la comprensión de las perspectivas que tienen los individuos acerca de su vida, experiencias o situaciones. Se realiza para hablar sobre un tema o una serie de temas específicos, enumerados en una guía de entrevista, pero las preguntas se adaptan al lenguaje y otras características del entrevistado. Los temas se van presentando encadenados unos tras otros del modo más “natural” posible, en el orden más adecuado al hilo de la conversación, como se haría en una charla informal. Se permite al entrevistado explayarse con libertad sobre los temas propuestos por el entrevistador. Éste también interviene para solicitar que se profundice algún aspecto de interés o para animar al entrevistado a continuar hablando. » Entrevista no estructurada, abierta o etnográfica: Se asemeja a una conversación informal. No hay un cuestionario ni una guía de temas preestablecido, pero no se pierden de vista los objetivos de la investigación, por lo que siempre hay aspectos que sobresalen, que se enfocan progresivamente. Muchas veces existe un tema como disparador, pero las relaciones con otros aspectos así como las ramificaciones son propuestas por el mismo entrevistado, utilizando sus propias categorías. Las intervenciones del entrevistador se limitan a pedir que se amplíen aquellos conceptos que no quedan del todo claros. Momentos de la entrevista: Si bien uno de los momentos más importantes en lo que respecta a la entrevista es el del encuentro con el entrevistado, hay que señalar que no es el único. Es necesario que exista un momento de planificación, en dónde el entrevistador deberá pensar claramente qué es lo que quiere obtener de la futura entrevista. Para lo cual puede comenzar enumerando diferentes “ejes o áreas temáticas” que se pretenderán abordar con el entrevistado, y luego de esto, ordenarlas con una secuencia lógica que promueva el diálogo fluído pero direccionado. La secuencia de las preguntas es importante para mantener un proceso lógico en el razonamiento del informante. Se desprenden directamente de las áreas seleccionadas y depende de cómo están organizadas las preguntas pueden o no condicionar la respuesta de otra. Implica no sólo obtener respuestas sino también aprender qué preguntas hace y cómo hacerlas. Cabe aclarar que existen distintos tipos de preguntas y diferentes maneras de formularlas, algunas mejores que otras y algunas totalmente inconvenientes. Si bien no existen preguntas “ideales” o perfectas, hay ciertas precauciones que se pueden tomar, o cuestiones a tener en cuenta que ayudan a evitar la inducción de respuestas por parte del entrevistador y que propicien la confianza para que el entrevistado pueda explayarse con facilidad. Características de las preguntas: Independientemente de que las preguntas sean cerradas o abiertas, éstas deben contar con ciertas características. a- Las preguntas deben ser claras y comprensibles para los respondientes. Esto significa no sacrificar claridad por concisión, sin ser repetitivos. b- Las preguntas no deben incomodar a los respondientes. Es fundamental evitar el rechazo, por ello cuando quiere apuntarse hacia temas que pueden resultar delicados, es preferible utilizar preguntas sutiles que nos indiquen indirectamente lo que queremos conocer. Por ejemplo, en el tema salud: Si queremos saber si la familia de un productor tiene algún problema de salud relacionado con la actividad misma, como el uso permanente de agroquímicos, podemos empezar preguntando: ¿Usted o algún miembro de su familia sufre de alguna molestia o dolor cotidiano? y solo después profundizar. No se debe decir en la pregunta que pensamos nosotros que es la causa o el problema ni hacer propaganda de lo que sabemos. Por ejemplo: ¿usted sufre dolor de cabeza después de una pulverización? es una pregunta que nos remite a una respuesta muy cerrada, con la que perdemos la opción de saber otras dolencia, otras relaciones u otras actividades que el productor considere que le produce una dolencia. Aun así hay temáticas donde los respondientes se sentirán incómodos aunque se utilicen preguntas sutiles, para lo cual es recomendable utilizar otros medios. Por ejemplo temas como homosexualidad, aborto, drogadicción, etc. El entrevistador debe ser hábil para saber escuchar y ayudar a expresarse y esclarecer, pero sin sugerir. c- Las preguntas deben referirse preferentemente a un solo aspecto o relación lógica. Por ejemplo una pregunta

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que apunte a saber si una persona escucha radio y mira televisión no es recomendable, sino que debe dividirse en dos preguntas. d- Las preguntas no deben inducir las respuestas. Este es un tema fundamental a tener en cuenta, de lo contrario el instrumento pierde validez. Preguntas tendenciosas o que dan pie a elegir un tipo de respuesta deben evitarse. Por ejemplo una pregunta como ¿los trabajadores de la cooperativa son muy productivos? estaría dirigiendo la respuesta. En cambio preguntar ¿Qué tan productivos considera usted, en general, a los trabajadores de la cooperativa? seria más adecuado. e- Las preguntas no deben apoyarse en instituciones, ideas respaldadas socialmente ni en evidencia comprobada. Ésta es también una manera de inducir una respuesta. Por ejemplo preguntas que sigan el siguiente esquema, “la mayoría de las personas opina que… que piensa usted? o “Un estudio comprobó que…que opina usted?” resultan inadecuadas, ya que sesgan la respuesta. f- El lenguaje utilizado en las preguntas debe ser adaptado a las características del respondiente. Debemos tener en cuenta nivel educativo, socioeconómico, palabras que maneja, etc. A veces cuando se trabaja con grandes muestras no es posible tener en cuenta todos estos factores, sobre todo en el caso de censos o relevamientos a gran escala. Es por ello que resulta indispensable contar con encuestadores idóneos que, sin inducir las respuestas, puedan guiar al respondiente para su adecuado entendimiento. El entrevistador debe poder explicar acerca de la investigación que se está realizando así como manifestar la importancia de la participación y opinión del entrevistado. El investigador/entrevistador debe expresar interés por el tema sobre el cual se está hablando y aprender a partir de lo que dice el entrevistado sobre el contexto investigado. Observación Participante (OP) Es un procedimiento de recolección de datos e información que consiste en utilizar los sentidos para describir hechos y realidades sociales presentes y a la gente en el contexto real en el que desarrollan normalmente sus actividades. (Ander-Egg, 1995) Mediante la observación se intenta captar aquellos aspectos que son más significativos de cara al fenómeno o hecho a investigar. Para que observar no sea mirar, esta debe ser intencionada (porque se hace con un objetivo determinado) y dentro de un marco teórico. La OP u observación activa consiste en la participación directa e inmediata del observador en cuanto asume uno o más roles en la vida de la comunidad, del grupo o en la situación que se quiere sistematizar. A través de esta técnica puede profundizarse en aspectos no del todo explicitados, subjetivos, que sería imposible conocer y menos aun comprender sin la participación. Realizar un registro es condición para llevar adelante la observación participante. Los medios o instrumentos más utilizados son: El diario de campo; el cuaderno de notas; los cuadernos de trabajo; los mapas; fotografías, grabador y video cámaras.

APÉNDICE: COMENTARIOS EPISTEMOLÓGICOS A continuación desarrollamos un breve relato sobre algunos de los puntos conflictivos que surgen cuando se pretende separar Teoría-práctica, Objetividad–Subjetividad, en el marco de la construcción del conocimiento científico. El común denominador en ambos pares es una tradición científica que los viene separando y hasta a veces tratándolos como si no se modificaran mutuamente. Desde el comienzo de la Ciencia Moderna (tomando a Descartes como un hito fundacional gracias a su “Método Cartesiano”) se ha partido del supuesto de que hay que “dividir para conocer”: dividir las partes del todo, la mente del cuerpo y del espíritu, el hombre de su entorno, la acción del pensamiento. Esta es la matriz de la que surgió la poderosa convicción de que el hombre, a través de una serie de divisiones y uniones posteriores, puede llegar a una verdad absoluta. Se llega a través de la objetividad: principio ontológico del hacer científico: “si tu olvidas y anulas tus instintos, tus creencias, tu historia personal y solo te remites a los datos empíricos, alcanzarás la objetividad”. Esta es la primera división: el científico-hombre debe ser solo científico. Luego nos extendemos a la actividad misma de hacer ciencias: por un lado tenemos datos empíricos tomados de la experimentación (o aquello que más se le parezca ya que se convirtió en la forma más concreta y neutral de actividad científica), la praxis del científico: producir situaciones medibles, recopilar, cuantificar. Por otro lado se intenta encuadrar esos datos en una generalización aspirando a una ley universal. De esta manera se crea teoría,

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como una instancia distinta, superadora de la práctica. Esta es la segunda separación: la teoría es Teoría, con mayúsculas, verdad universal que ha tomado distancia de los datos de donde surgió. Esta imagen de la ciencia mantiene un gran peso en la historia de las diferentes disciplinas y en el pensar de las sociedades occidentales modernas. Entre otras, cuenta con una gran ventaja: permite ejercer el poder emblemático de La verdad y legitima una serie de pasos para llegar a ella. Esta forma de pensar la ciencia comenzó a cuestionarse desde principios del siglo XX. Vamos a tomar dos ejemplos: Los descubrimientos de la Física moderna y el crecimiento de las Ciencias Sociales: La Física: -Tomada como la imagen más pura y exacta de la ciencia, la física tuvo su revolución interna con la “teoría de la relatividad” y la “teoría Cuántica”: Ambas tuvieron que redefinir que entendían por realidad, tiempo, espacio. Un hecho bisagra fue el descubrimiento de que los átomos tienen propiedades (de partícula, de onda) que varían con el entorno, y por tanto, varían según quién y cómo realice y perciba una situación experimental. Una de sus implicancias fue la formulación matemática del “Principio de incertidumbre”, en el que se describe cómo varían en simultáneo las variables de una situación según se profundice en una u otra descripción. No es posible entonces entender un átomo independientemente de sus entornos. Y los entornos varían constantemente dado que el espacio/tiempo no es el mismo y quienes experimentan cambian su percepción incluso por el solo hecho de ir adquiriendo destreza al percibir electrones. Se fue dejando así la idea de una única verdad absoluta asequible. Tampoco puede dejarse a un costado la subjetividad individual en su expresión inicial, el aparato perceptual de cada individuo: no se divide el espacio cuando se lo mira de manera completamente igual, no se cuenta el tiempo llegando al mismo número, no se separa exactamente en el mismo lugar el átomo de su entorno. Incluso creando máquinas que hagan esto por nosotros de manera cada vez más precisa, las partículas subatómicas no se comportan de manera igual en cada situación experimental. Lo que queremos contar con esto es que no existe una verdad absoluta, la generación de conocimiento está determinada por la relación que un investigador establece con su objeto condicionado esto incluso por la percepción. Las Ciencias Sociales: -Después de pasar por una etapa en donde se cosificó al hombre y su contexto histórico, tratándolo como si fuera casi un fotografía (estática, factible de una única interpretación) las ciencias sociales debieron afrontar la paradoja de que quienes hacían ciencia social eran a su vez parte de lo que estudiaban, querían transformar la realidad, tenían una idea concreta de los problemas que existían, creían en una u otra alternativa de cambio. Se debió incorporar que el científico que estudia una sociedad, una cultura, también es parte de una sociedad y de una cultura. Su subjetividad (sus creencias, su moral, su ideología, su forma de entender el mundo, su intuición, su creatividad) se trae a la mano en cada análisis, en cada paso dado. El hombre es un ser cultural siempre, sea científico, artista, productor, político. No se puede anular la crianza, la educación, la experiencia. Nuestra subjetividad está presente en todo proceso de investigación y puede ser usada como recurso, aprovechar la multiplicidad de miradas que pueden darse sobre un mismo hecho y acercarnos a la complejidad de la realidad social a través de la diversidad de pensamientos. Por otro lado, toda investigación teórica es también acción, práctica e intervención, ya que nosotros somos parte del entorno social que investigamos. Si transformamos nuestra manera de pensar también transformamos la realidad social concreta. Estos dos ejemplos apuntan a contemplar lo que antes se veía por separado (práctica/ teoría; subjetividad/objetividad) como algo unido, relacionado, que se modifica en su interacción. También nos permiten llegar a algunas conclusiones generalizables a la práctica científica: Pensamos que no deben confundirse práctica con teoría, pero menos aún excluirse. Gran parte de la actividad científica del siglo XX profundizó la distancia entre la producción de tecnología y la producción de los sustentos teóricos que permitían estos avances. También se profundizó la brecha entre quienes pretendieron contemplar la realidad desde aspectos estructurales sin querer verse involucrados en lo que describían. Creemos que es posible y urgente ejercer una mirada crítica y a su vez que dé y piense alternativas a las diferentes problemáticas que encierran saberes de muy distintos orígenes, conjugando, compartiendo, avances teóricos con saberes y situaciones específicas, concretas. No todo es Subjetivo, pero tampoco hay una Objetividad pura, que dé certezas de neutralidad. ¿Cómo hacemos para no caer en el relativismo de que todo es interpretable? esto es ¿cómo hacemos para generar conocimiento con un nuevo sentido de objetividad? Creemos que la opción es explicitar nuestro pensar, lo que se llama marco teórico, permitiendo así que el que nos lee o nos escucha pueda entender desde qué lugar y desde qué ideas hacemos una afirmación. Con esto queremos decir que no existe Una Única Verdad. En este sentido, la ciencia permite alcanzar, a través de un método, un sistema de conocimiento coherente (que no es ni único, ni indiscutible, ni perdurable per se). Desde estas consideraciones epistemológicas (ideas acerca de qué creemos que conocemos y qué y cómo buscamos generar conocimientos), que hacemos explícitas para contar nuestro propio marco conceptual general, es que hemos realizado la discusión sobre sistematización que presentamos.

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BIBLIOGRAFÍA » Ayllón Viaña María Rosario. III Taller Internacional de Trabajo Social: “Integridad del Trabajo Social en la Actual Coyuntura”. La Habana Cuba, 2004 » Ander-Egg, Ezequiel. “Técnicas de Investigación Social”. Ed. Lumen, Buenos Aires 1995. » Barnechea, María Mercedes; Estela González María de la Luz Morgan. “La producción de conocimientos en sistematización”. Lima, 1998 » Fantova, Fernando. “La sistematización como herramienta de gestión”. En www.fantova.net 2003. » Gallart, Maria Antonia. “La Integración de métodos y la metodología cualitativa. Una reflexión desde la Práctica de la investigación”. Centros de Estudios de Población. Cuadernos del CENEP nº 45. 1991 » Hernández Sampieri, Roberto, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Luc “Metodología de la Investigación”. Ed Mc Graw Hill, Colombia 1996 » Jara, Oscar. “Sistematización de la práctica educativa: una pasión y un reto por la transformación”. En Revista Interamericana de Educación de Adultos. Holliday CEP, Centro de Estudios y Publicaciones Alforja, Costa Rica. 2004 » Jara Oscar H. “Dilemas y desafíos de la sistematización de experiencias”. CEP Centro de Estudios y Publicaciones Alforja, Costa Rica. 2001 » Jara Oscar H. “Un desafío político-pedagógico”. Publicaciones Alforja, Costa Rica, 2004 » Jara Oscar H. “El aporte de la sistematización a la renovación teórico-práctica de los movimientos sociales”. Ed Alforja. 1998 » Jara Oscar. “Para sistematizar experiencias, una propuesta teórica y práctica”, Ed. Alforja, 1998 » Morin, Edgar. “Introducción al pensamiento complejo”. Serie CLA-DE-MA. Editorial GEDISA. Barcelona, 2005 » Marfil Francke María de la Luz Morgan “La sistematización: apuesta por la generación de conocimientos a partir de las experiencias de promoción”. Editado por Escuela para el Desarrollo. Lima 1995 » Romero Gauna, Walter; Alberto Mego, “La Entrevista”. Taller de Producción Gráfica, Apunte de Cátedra, Ciclo 2006.

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