TECNOLOGÍAS APROPIADAS MEMORIAS DEL I ENCUENTRO DEL MERCOSUR AMPLIADO: MAQUINARIAS Y HERRAMIENTAS PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR AE Agroindustria CIPAF Centro Regional Corrientes - INTA EEA Corrientes CIPAF Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar TE: +54 11 4339 0600 interno 5152 www.inta.gov.ar/cipaf Chile 460 (C1098AAJ) Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina Centro Regional Corrientes - INTA EEA Corrientes INTA Ediciones INTA Argentina – Noviembre 2011 2.000 ejemplares Técnicas apropiadas.Memorias del Iº encuentro del Mercosur ampliado : maquinarias y herramientas para la agricultura familiar / compilado por Silvina Esparza y Diego Ramilo. - 1a ed. - Ciudad Autòónoma de Buenos Aires : Ediciones INTA, 2011. 60 p. ; 28x20 cm. ISBN 978-987-679-089-5 1. Agricultura Familiar. 2. Maquinarias. 3. Herramientas. I. Ramilo, Diego, comp. II. Esparza, Silvina, comp. CDD 630 Fecha de catalogación: 26/10/2011 Las publicaciones del CIPAF se encuentran disponibles y se pueden descargar gratuitamente en la página www.inta.gov.ar/cipaf
TECNOLOGÍASAPROPIADAS. MEMORIAS DEL I ENCUENTRO DEL MERCOSUR AMPLIADO: MAQUINARIAS Y HERRAMIENTAS PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR
Compiladores Ing. Agr. (Msc) Silvina Esparza Ing. Ftal. (Mg) Diego Ramilo
Índice Prólogo
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Capítulo I Introducción
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Capítulo II Exposición y presentaciones técnicas sobre desarrollos tecnológicos para la Agricultura Familiar
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Capítulo III Exposiciones dinámicas sobre tecnologías disponibles para la AF
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Capítulo IV Exposición y muestra estática de equipos y herramientas para la AF
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Capítulo V Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, percibidas por los fabricantes de máquinas y herramientas para el desarrollo de equipamiento para la AF
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Capítulo VI Líneas de apoyo económico y financiamiento disponibles para el sector
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Capítulo VII Análisis de la asistencia y participación durante el evento
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Reflexiones Finales
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Anexo
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Prólogo Diversas sensaciones –de alegría, de deber cumplido, de esperanza– son las que aparecen al escribir el prólogo de esta publicación que refleja y da cuenta sobre lo vivido en el Encuentro del Mercosur Ampliado: Maquinarias y Herramientas para la Agricultura Familiar realizado hace exactamente un año en la provincia de Corrientes, en las instalaciones de la Estación Experimental del INTA El Sombrerito. En esa ocasión, nos propusimos, con humildad, generar un espacio que pudiese hacer visibles no solo las demandas en cuanto a esta temática sentida por los agricultores familiares, sino también mostrar el potencial que existe en los múltiples talleres, pymes y emprendedores de todos los rincones del país y que cotidianamente desarrollan máquinas y/o tecnologías para este sector relevante de nuestro campo latinoamericano. Realmente, el encuentro desbordó nuestras expectativas, por un lado por la cantidad de participantes y visitantes que asistieron a la muestra. Participaron cerca de 600 personas, la mayoría de la región del NEA, como así también de los países vecinos (Paraguay y Uruguay). Por otro lado, por la calidad de las presentaciones, la profundidad de los planteos y sobre todo por la construcción colectiva de compromisos compartidos para avanzar en la generación de una herramienta institucional que aborde esta problemática, mediante acciones que permitan fortalecer el trabajo de los agricultores familiares y de los fabricantes de maquinarias para el sector, junto con las instituciones públicas del Estado nacional, provincial y municipal como promotoras de iniciativas de este tenor. Decíamos al principio alegría, pues de ese primer encuentro surgieron tres conclusiones o mandatos fuertes para ese “colectivo” público-privado que estaba gestándose: A) Que se repita ese tipo de encuentros en todas las regiones de nuestro país, de forma periódica. Incluso se planteó que se analice, cada dos o tres años, la posibilidad de realizarlo en otros países de la región; B) que para consolidar el trabajo y esfuerzo cotidiano de tantas pymes y talleres “invisibilizados”, se analizara la posibilidad de conformar una cámara o instrumento institucional que los represente, y por último C) que se publicaran las memorias de lo vivido en el encuentro. Ahora sí, con la entrega de esta publicación –que justamente recopila en sus páginas las actividades, presentaciones y propuestas que se consideraron más relevantes y apropiadas en función de los objetivos del encuentro– en manos de productores, organizaciones, técnicos e instituciones, podemos decir con cierta tranquilidad que hemos cumplido con el mandato, demandas surgidas o propuestas expresadas en Corrientes. En segundo lugar, este libro se está presentando durante el primer día de realización del Segundo encuentro del MERCOSUR Ampliado: Máquinas y Herramientas para la AF realizado en la provincia de San Juan en el IPAF región Cuyo en noviembre del 2011. Por último, en este segundo encuentro se presenta en sociedad la CAMAF (Cámara Argentina de Maquinaria de la Agricultura Familiar), es decir, durante todo este año se ha trabajado para darle institucionalidad a una de las tres propuestas surgidas en Corrientes. La generación de innovación tecnológica y de conocimientos, en el caso de los agricultores familiares; implica en forma permanente la construcción de redes, de sinergias y, fundamentalmente, de voluntades colectivas que pongan en marcha procesos como los que acabamos de comentar y que los lectores podrán constatar en las páginas de estas memorias. Por eso nuestra alegría.
José Catalano Director CIPAF - INTA
Cristiano Cassini Área Estratégica Agroindustria - INTA
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CapĂtulo I
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INTRODUCCIÓN Ing. Ftal (Mg) Diego Ramilo1 La Agricultura Familiar (AF) es un sector social relevante del agro argentino. Representa casi el 66 % del total de productores del país, contribuye a las economías locales y regionales, produce más alimentos que commodities, preserva el ambiente y se constituye, además, en reservorio de cultura e identidad territorial. Sin embargo, en términos históricos, la gran mayoría de las familias que componen este sector producen y desarrollan sus actividades cotidianas en condiciones sumamente desfavorables, con acceso limitado –y en ocasiones sin acceso– a financiamiento, capital y tecnología e infraestructura productiva y social básica. En tal sentido, las tecnologías apropiadas juegan un rol fundamental no solo en lo relacionado con la optimización de la mano de obra disponible y con el aumento de la productividad predial y organizacional, sino también en lo relativo a la mejora del hábitat y de la calidad de vida; a la transformación y el agregado de valor de la producción. En definitiva, a la humanización del trabajo de la familia rural. En los últimos años son numerosas y crecientes –aunque también dispersas– las actividades públicas de Investigación y Desarrollo Tecnológico (I+D) y los emprendimientos sociales y privados relacionados con la generación, difusión, multiplicación y producción de tecnologías apropiadas para la Agricultura Familiar (equipos para aprovechamiento de energías renovables, máquinas y herramientas de laboreo, para la elaboración de artesanías, la agroindustria, el suministro de agua, entre otras), no solo el país, sino también en el MERCOSUR ampliado.
EVENTO: ORÍGENES Como parte de los acuerdos de trabajo para el año 2010 y en el marco de la Plataforma Tecnológica Regional del PROCISUR2 (Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur), el INTA asumió la responsabilidad de organizar un evento en Argentina de alcance regional, para la presentación oficial de la publicación: Tecnologías en maquinaria y equipos para la producción familiar en el Cono Sur3, generada en el ámbito de la plataforma de trabajo. Para tal fin, a partir del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF-INTA), se realizaron actividades de articulación interinstitucional tendientes a generar acciones y esfuerzos compartidos para la organización del evento. Junto con la Subsecretaría de Agricultura Familiar, que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, como socio en la organización, se decidió aprovechar la presentación del libro mencionado precedentemente para realizar un evento de significancia y envergadura en los ámbitos nacional y regional, que pudiese, por un lado, presentar a manera de una “exposición o muestra rural” las tecnologías en maquinarias y herramientas para la Agricultura Familiar disponibles actualmente en el país y fabricadas por pymes, micropymes y pequeños artesanos y que, además, se pudiera concentrar en el mismo evento la realización de un taller para profundizar el debate sobre las fortalezas, oportunidades, y los problemas que presentan los fabricantes de maquinarias para la AF en el país, para el desarrollo de estas tecnologías. De este modo, se buscaba facilitar el conocimiento de la oferta de financiamiento institucional –tanto provincial como nacional– disponible, a partir de las políticas públicas destinadas al sector, que permitan el mejoramiento de la capacidad INTA - Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF). El PROCISUR, creado en 1980, constituye un esfuerzo conjunto de los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). 3 Se puede descargar la publicación ingresando a <http://www.procisur.org.uy/online/cyber_ficha. asp?grupo=1&doc=245>. 1 2
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productiva de estos fabricantes. En definitiva, el encuentro propuso muestras estáticas y dinámicas de máquinas y herramientas, la realización de disertaciones técnicas, la presentación de líneas y fuentes de financiamiento, y la realización de mesas de trabajo público-privado. Se determinó que el lugar más apropiado para la realización de dicho evento sería la provincia de Corrientes, más precisamente en la Estación Agropecuaria (EEA) INTA Corrientes. Esta decisión estuvo basada sobre todo en el gran peso relativo que tiene la Agricultura Familiar en la región del Noreste Argentino (NEA), en los antecedentes de trabajo que profesionales de esa unidad tienen con la temática de la AF en Investigación y Desarrollo (I+D) de tecnologías para pequeños productores en sistemas de conservación de suelos y siembra directa en pequeñas propiedades, y finalmente además, al ser un evento de características regionales, dicha provincia es limítrofe de tres países socios del PROCISUR, como lo son la República Oriental del Uruguay, Brasil y Paraguay. El evento se denominó Encuentro del Mercosur Ampliado: Maquinarias y Herramientas para la Agricultura Familiar y tuvo lugar los días 21 y 22 de octubre de 2010. En busca de operatividad se conformó una comisión organizadora ampliada, constituida por representantes de la EEA INTA Corrientes, de la delegación Corrientes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, del Gobierno de la provincia de Corrientes y del Centro Regional INTA Corrientes, bajo la coordinación del CIPAF. Asimismo, se sumaron como coauspiciantes y financiaron parte del evento: la Fundación ArgenINTA, el Banco de la Nación Argentina, la Subsecretaría de Economías Regionales, dependiente del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, y la Universidad Nacional del Nordeste. Los organizadores acordaron los siguientes objetivos para el Encuentro del MERCOSUR Ampliado: Máquinas y Herramientas para la Agricultura Familiar. OBJETIVO GENERAL
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Generar un ámbito propicio de encuentro, visualización, y discusión entre los actores de los ámbitos públicos y privados relacionados con la generación, producción, difusión, utilización y financiamiento de tecnologías apropiadas para la Agricultura Familiar en el ámbito regional (MERCOSUR Ampliado). OBJETIVOS ESPECÍFICOS 1. Presentación y lanzamiento oficial del libro Tecnología en maquinaria y equipos para la producción familiar en el Cono Sur, elaborado por la Plataforma de Agricultura Familiar en el ámbito del PROCISUR. 2. Debatir los problemas y oportunidades de las micropymes y pymes, relacionadas con la producción de máquinas, equipos y herramientas para la AF. 3. Generar propuestas de políticas públicas que contribuyan al desarrollo, fortalecimiento y consolidación del sector. 4. Presentar las posibilidades de apoyos económicos para las pymes de este sector e identificar oportunidades comerciales. 5. Propiciar la visualización de los desarrollos existentes mediante una muestra estática y dinámica de equipos, maquinarias y herramientas disponibles para la AF. PARTICIPANTES Organizaciones y Productores Familiares Autoridades Provinciales Representantes del PROCISUR Fabricantes de Máquinas y Herramientas para la AF Referentes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Rural
Referentes de INTA en investigación y desarrollo para la AF Referentes de ONG que trabajan con el sector Rural Investigadores de Universidades Funcionarios del Banco Nación Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Funcionarios de la Embajada Plenipotenciaria de Asuntos Agrícolas de Cancillería Funcionarios de la Secretaría Pyme y Desarrollo Rural del Ministerio de Industria de la Nación
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CapĂtulo II
EXPOSICIONES Y PRESENTACIONES MAGISTRALES SOBRE DESARROLLOS TECNOLÓGICOS PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR INTRODUCCIÓN Con posterioridad a la apertura oficial del evento, se desarrollaron una serie de exposiciones y presentaciones con diversos disertantes del ámbito público y privado. De estas, se rescatan para la presente sistematización las referidas al trabajo de la Plataforma Tecnológica Regional de Agricultura Familiar (PTR AF) PROCISUR, y los desarrollos tecnológicos referidos a la Cosechadora en verde de caña de azúcar para los pequeños cañeros y la Cosechadora de granos de arrastre para pequeños productores “La Reconquista”.
PLATAFORMA TECNOLÓGICA REGIONAL DE AGRICULTURA FAMILIAR (PTR AF) PROCISUR
Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar en el Cono Sur Dr. Alfredo Albin4 Ing. Ftal. (Mg) Diego Ramilo5 Ing. Agr. Roberto Claros6 Dr. Joao Carlos Costa Gomes7 Ing. Agr. Juan Inostroza8 Ing. Agr. Miguel Florentin9 INTRODUCCIÓN Este trabajo recoge los aspectos más importantes presentados en el evento llevado a cabo en octubre de 2010 en Corrientes. En esta oportunidad la PTR AF (PROCISUR) presentó sus actividades y sus dos últimas publicaciones. PROCISUR El Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR <www.procisur.org.uy>), creado en 1980 con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), constituye un esfuerzo conjunto de los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria de Argentina (INTA), Bolivia (INIAF), Brasil (EMBRAPA), Chile (INIA), Paraguay (IPTA), Uruguay (INIA) y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). LA PTR AF En el año 2004 y como resultado de la elaboración de un nuevo Plan de Mediano Plazo, PROCISUR promueve, entre otras, la creación de la Plataforma Tecnológica Regional de Agricultura Familiar (PTR AF) con el objetivo de generar, adaptar, validar y transferir capacidades tecnológicas e institucionales, entre los países participantes, para la inclusión y el desarrollo sustentable de la Agricultura Familiar. La PTR AF ha adoptado la siguiente definición para caracterizar a la AF en la región: Referente Regional-INIA Uruguay. Enlace Nacional-INTA Argentina. 6 Enlace Nacional-INIAF Bolivia. 7 Enlace Nacional-EMBRAPA Brasil. 8 Enlace Nacional-INIA Chile. 9 Enlace Nacional-INIAP Paraguay. 4 5
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La Agricultura Familiar es un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas, la agricultura es la principal ocupación y fuente de ingresos del grupo familiar, la familia aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación y la producción se dirige al autoconsumo y mercado conjuntamente. PRINCIPALES LOGROS Desde su creación la PTR AF ha contribuido a la instalación del tema AF en las agendas de los INIA, a la vez de haber identificado, en un proceso participativo, las principales áreas problema en el ámbito regional, que guiaron las acciones realizadas desde su creación. Esas áreas problema son: Enfoque de I+D convencional debe ser mejorado para incorporar aspectos específicos para la AF. Escaso desarrollo y apropiación de máquinas y equipamientos adecuados para la AF. Escaso valor agregado de los productos procedentes de la AF. Pérdida de patrimonio genético por erosión genética/biopiratería. Alta dependencia de los productores de la AF a insumos externos. Escaso aprovechamiento de energías alternativas. Cambio climático. A lo anterior se agrega el haber contribuido a mejorar las capacidades de los INIA en los aspectos metodológicos, con la concreción de varias cooperaciones bilaterales en temas puntuales de I+D. Finalmente la PTR AF ha trabajado para elaborar las dos publicaciones que se presentaron en el encuentro.
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1- Investigación y Desarrollo (I+D) para la Agricultura Familiar en el Cono Sur Esta publicación contiene información básica (título, responsable científico, sitio de desarrollo, objetivos, resumen, etc.) de 218 proyectos de I+D, actualmente en ejecución o ejecutados recientemente por los INIA miembros del PROCISUR. Se puede obtener en <www.procisur.org.uy>. 2- Tecnología en maquinaria y equipos para la producción familiar en el Cono Sur Esta publicación responde a otras de las áreas problema identificadas, específicamente, a la línea de acción referida al desarrollo y la apropiación de maquinaria y equipamiento adecuado para los procesos productivos de pequeña escala que realiza la AF. También se consideró importante articular y divulgar la información sobre maquinaria y equipamiento ya desarrollados para la AF por los centros de investigación, al mismo tiempo que rescatar y optimizar implementos y sistemas de trabajo mecanizados o semimecanizados adoptados o desarrollados por los propios actores de la AF. La publicación concentra, en un solo documento, un número importante de fichas que describen de manera resumida la maquinaria y equipamiento desarrollados por actores de la AF en la región, de manera de promover, efectivamente, la divulgación de este relevante tema a los distintos países de la región. En conclusión, este estudio reúne por un lado información ya generada por distintas instituciones, como son los casos de Argentina, Brasil, Chile y parte del trabajo de Bolivia. Por otro, en los países en donde no existían estos trabajos, la PTR AF contribuyó a generar la información correspondiente, como son los casos de Paraguay, Uruguay y parte de la información presentada por Bolivia. Debido a la importante información reunida, el documento se diseñó en dos componentes; a) Información general de AF y maquinaria de los 6 países participantes, en la parte impresa, y b) Fichas de cada elemento ordenadas por país, por uso y según fuente de energía, dispuestas en un CD que acompaña la publicación. Estamos seguros, y es la intención de la PTR AF, de que este inventario contribuirá eficazmente a generar redes que promuevan la innovación sobre lo ya desarrollado, a realizar adaptaciones que se adecuen a cada país y a cada situación específica de los agricultores familiares, y a generar una mejora de los distintos sistemas de producción familiar de la región. Por último, queremos expresar nuestro especial y sincero agradecimiento a todas las instituciones y personas que generosamente facilitaron parte de la información presentada en esta publicación. Es posible bajarla visitando <www.procisur.org.uy>.
COSECHADORA EN VERDE DE CAÑA DE AZÚCAR PARA LOS PEQUEÑOS CAÑEROS TUCUMANOS Alcances, limitaciones y desafíos10 Ing. Agr. (Mg.) Celeste Golsberg11 Ing. Agr. Orlando Pilatti12 RESUMEN El presente trabajo desarrolla una reflexión acerca del proceso de innovación tecnológica orientado a la generación de una cosechadora de caña de azúcar apropiada a la escala de los pequeños productores. Este proceso se plantea desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria a los fines de dar respuestas a una necesidad siempre destacada por las cooperativas cañeras. Se realiza una descripción de la problemática del sector en general y de la problemática del sistema de cosecha en particular, puesto que es este el contexto en que se inscribe el desarrollo tecnológico de un prototipo nacional. Se ponen de manifiesto el gran desafío (necesidad, dificultad y complejidad) a la vez que numerosos interrogantes, dado que la respuesta tecnológica podría resolver una parte importante de la problemática, no así aquellas cuestiones más estructurales que fueron expulsando a los pequeños productores cañeros de sus fincas. La discusión final intenta echar luz sobre los alcances y limitaciones de la tecnología y de la labor de las instituciones de ciencia y técnica. INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA CONFORMACIÓN DEL ACTUAL COMPLEJO AZUCARERO TUCUMANO La actividad azucarera en Tucumán conforma, desde el siglo XIX, espacios socio-territoriales y culturales, al mismo tiempo que motoriza los espacios rurales y de las pequeñas ciudades del interior de la provincia (Giarracca et al., 2001). Este proceso de conformación del territorio tucumano estuvo también signado por conflictos entre los industriales y los cañeros, que tomaron diferentes formas a lo largo del tiempo. La historia cooperativa de los cañeros tucumanos está íntimamente relacionada con estas disputas y con la intervención del Estado nacional y provincial. Introducimos el rol del Estado en estos procesos, como actor no neutral, para comprender de qué manera podría jugar a futuro. El complejo agroindustrial transitó por un sinnúmero de cambios a lo largo de su constitución como sector de producción. En ese transitar los diversos actores fueron disputando posiciones y reorganizándose de acuerdo con el modelo agropecuario que el país adoptó en cada momento, fuertemente impulsado por el Estado. De allí las disputas y las tensiones en los extremos más conflictivos del complejo azucarero: los industriales y los pequeños cañeros. Las posibilidades de los pequeños productores cañeros de posicionarse en el complejo estuvieron siempre ligadas a su capacidad de organizarse como sector, lo que dio origen –ante los distintos problemas– a las cooperativas cañeras. Las diferentes crisis fueron consecuencia de las políticas macroeconómicas implementadas y adoptadas en la Argentina, y en particular en las últimas décadas, golpearon duramente a los pequeños productores cañeros. La incorporación de paquetes tecnológicos y el avance del sector industrial en la producción fueron desplazando al campesinado, lo que generó una mayor brecha entre los campesinos y los empresarios, al debilitar la economía campesina familiar y fundamentalmente sus organizaciones. Este artículo es una síntesis de la ponencia presentada en las VI JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS DE ESTUDIOS AGRARIOS Y AGROINDUSTRIALES. Buenos Aires, 11, 12 y 13 de noviembre de 2009, y de la tesis de maestría de Golsberg (2008). 11 Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar de la Región del NOA (IPAF NOA - INTA). <cgolsberg@correo.inta.gov.ar>. 12 Estación Experimental Agropecuaria INTA Reconquista. <opilatti@trcnet.com.ar>. 10
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LA COSECHADORA EN VERDE CAÑA DE AZÚCAR
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Como producto de la crisis que enfrentó el proyecto neoliberal, comienzan a surgir en América Latina alternativas neodesarrollistas tendientes a recuperar una mayor presencia del Estado en la economía. En este contexto, a mediados de la presente década, comienza una nueva etapa en la vida institucional de diversos organismos públicos, particularmente de aquellos de ciencia y técnica del Estado nacional (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA–, Instituto Nacional de Tecnología Industrial –INTI–, entre otros). Por un lado, se asigna mayor presupuesto para desarrollar las diversas tareas y se incrementa la planta de trabajadores o bien se los incorpora a la planta del organismo a parte de los contratados. Por el otro, hay un fuerte mandato para direccionar la tarea hacia los sectores más vulnerables. En este contexto se crea, en el seno del INTA, el Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar13. Dicho programa se implementa a través de un Centro –CIPAF– y tres institutos en las regiones NOA, NEA y Pampeana14. La puesta en marcha de los institutos a fines de octubre de 2006 tiene como primera tarea realizar un diagnóstico y priorización de las problemáticas de la región. En el caso particular del IPAF NOA, el 33 % de los casos remitían a la necesidad de generación y/o validación de maquinarias y herramientas para la Agricultura Familiar (Alcoba et al., 2006). De allí que uno de los temas priorizados por el Centro Regional Tucumán Santiago del Estero de INTA (CRTS), para trabajar con el IPAF NOA, es el desarrollo de un sistema de cosecha para los pequeños productores cañeros15. Desde finales del año 2007, se comenzó a trabajar en este gran desafío: el desarrollo de una cosechadora de caña de azúcar en verde. Una de las dificultades con las que se encuentran los pequeños productores es el sistema de cosecha en general, en particular el nudo del problema es el pelado de la caña, que en la actualidad se ejecuta a través de la quema. El corte y el despunte de la caña se realizan a mano, sin presentar inconvenientes, excepto –y no por eso menos importante– el desgaste físico que ello implica para los cosecheros. Además, en los últimos años la disponibilidad de cosecheros se ha reducido de manera significativa. Este sector mayoritariamente utiliza el sistema de cosecha semimecanizado: se corta y despunta la caña a mano para luego ser depositada en carros mediante una cargadora (pinza mecánica). De este modo es importante que el dispositivo se adapte al sistema vigente para que pele la caña y la deje entera. Cabe mencionar que el sistema integral realiza el pelado mediante el trozado de la caña y la aplicación de un sistema neumático de corriente de aire. Otra de las cuestiones importantes por lo cual la caña debe quedar entera es porque de esta forma conserva mejor sus propiedades, es decir, pierde menor rendimiento que trozada. Los pequeños productores no son priorizados al momento de entregar la caña en el ingenio, sino que, por el contrario, son relegados sus turnos de ingreso ante la caña de los industriales o las grandes explotaciones cañeras que tienen acuerdos previos con la industria. Los carros de los pequeños productores cañeros estacionados en las playas de los ingenios durante varios días son un paisaje frecuente en tiempos de zafra, no así el ingreso de los camiones con la caña trozada por la integral. En este contexto se encara la fase constructiva de un modelo experimental de cosechadora de caña de azúcar, del tipo de arrastre y accionamiento mediante un tractor, que se encuentra en la transición para su construcción. Se trata de una máquina para cosechar caña verde, cortada, despuntada y con deshojado o deschalado de las cañas enteras. En este dispositivo trabaja de manera directa un equipo de la Estación Experimental de INTA Reconquista16 con el apoyo de otras unidades y proyectos de INTA. Para ampliar información ver Documento base (INTA, 2005). Para ampliar información ver <http://www.inta.gov.ar/cipaf/index.htm>. 15 A comienzos de 2007 el equipo de la AER INTA Monteros elaboró los lineamientos principales del proyecto de mecanización de la cosecha de caña en pequeñas fincas presentado por el CRTS: Construcción y evaluación de un sistema de cosecha en verde de caña de azúcar en predios de superficie reducida de Tucumán, Juan M. Macció. 16 Este grupo de trabajo conducido por el Ing. Pilatti (coautor de este trabajo) desarrolló una cosechadora de algodón para pequeños productores denominada “Javiyú”. 13 14
En el último semestre de 2008 se concretó el desarrollo de un primer modelo experimental de cosechadora de caña de azúcar en verde entera, del tipo de arrastre. Algunas experiencias preliminares de cosecha en el noreste de Santa Fe, sobre cultivos de escaso desarrollo a causa de la sequía, fueron continuadas con pruebas de cosecha en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Famaillá de Tucumán, a principios de noviembre de 2008. En esa ocasión se ensayó sobre cañaverales de gran porte y condiciones de campo. Además se convocó a los diferentes actores interesados en la problemática con el propósito de que hagan aportes que mejoren la performance de la máquina. Las críticas aportadas por la experta mirada de los cañeros y técnicos de campo fueron centrales para la etapa siguiente: los principales aportes se hicieron sobre el sistema de corte (que sea más nítido y limpio para no afectar el rebrote de las cepas); despunte (que sea también de un corte nítido y preciso para descartar el último tramo poco productivo y con gran cantidad de material vegetal que se penaliza en el ingenio como “trash”); las dimensiones del embocador (incorporarle elementos dinámicos para mejorar el ingreso de las cañas); deschalado (menos enérgico para evitar daños en las cañas) y por último, la deposición final de las cañas (no debe ser en el mismo surco porque serían pisadas por el tractor en la siguiente pasada). Por tanto, se consideró la posibilidad de trabajar en los aspectos sugeridos mediante modificaciones, cambios de partes, etc., en el modelo inicial, pero finalmente se optó por construir una máquina nueva, dejando la primera sin afectarla, para que sirviera de referencia o bien para realizar experiencias parciales o pruebas de elementos de interés. Es decir, se incorporó a una nueva unidad o modelo aspectos del diseño, la disposición general y otras formas o sectores que funcionaron bien, mejorando, cambiando e incorporando las sugerencias y requerimientos que parten de las observaciones realizadas en los ensayos de campo, y se le adicionó un carrito volcable receptor de las cañas. Finalmente, entre agosto y septiembre de 2009 se realizaron los nuevos ensayos donde se pusieron de manifiesto los avances y las nuevas dificultades a resolver. En síntesis, nos encontramos en la etapa final de ajustes a la maquinaria para la construcción de tres unidades que se pondrán a prueba en la zafra 2011. ALCANCES Y LIMITACIONES DEL DESARROLLO TECNOLÓGICO Hasta aquí presentamos una descripción y análisis del problema de la cosecha de la caña de azúcar para los pequeños productores, fundamentalmente centramos el foco en los procesos y los conflictos que plantean en la actualidad este tema como objeto-problema y demandan a un organismo de ciencia y técnica del Estado nacional (INTA) una respuesta. Este recorrido a través del complejo azucarero pone de manifiesto los múltiples intereses de los actores en juego para comprender cuál es el lugar que ocupa un artefacto tecnológico en ese escenario. RESPECTO DE LOS ALCANCES DE LA TECNOLOGÍA EN CUESTIÓN: Permanencia en la actividad: El modelo de concentración exclusión fue imponiendo una escala creciente de niveles de producción en todas las ramas de la actividad, incluida la azucarera. La introducción de paquetes tecnológicos (variedades, agroquímicos y cosechadora integral) en las grandes empresas agropecuarias incrementó la brecha entre las grandes explotaciones y las pymes agropecuarias, lo que dejó a muchos pequeños productores fuera de la actividad o bien “multiocupándose” para completar los ingresos familiares. La prohibición de la quema se convierte en un obstáculo más para los cañeros de menores recursos. Por ello, la cosechadora en verde de caña de azúcar para los pequeños productores cañeros podría contribuir a la posibilidad de continuar en el sistema productivo, a su permanencia en el corto plazo. Impacto ambiental y social: La quema de los cañaverales arroja residuos que quedan en suspensión y generan lesiones oculares y problemas respiratorios a la población. Las ciudades y poblados del interior de Tucumán están rodeados de cañaverales, por lo cual existe una generalizada “condena social” –por los perjuicios ambientales y en la salud de la población, además de los accidentes de tránsito–. La reducción de la quema por incorporación de la maquinaria en cuestión disminuiría en
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parte el conflicto y los daños ocasionados. Adaptabilidad a condiciones existentes y accesibilidad de los equipos: La participación que han tenido los cañeros al proponer modificaciones o incorporaciones sobre la cosechadora contribuyó a que el dispositivo se adapte muy convenientemente al sistema de cosecha semimecanizado más utilizado en esta franja de productores. Las cooperativas –que agrupan a la mayoría de los cañeros– cuentan con el equipamiento para los denominados frentes de cosecha semimecanizada (tractores, cargadoras, carros fleteros, etc.). Es decir, la nueva maquinaria se incorporaría a estas organizaciones como complemento de los equipos existentes para formar parte del servicio de cosecha. Las cooperativas cuentan con medios para acceder a la compra de estos equipos o bien conocen las gestiones necesarias para poder adquirirlos mediante créditos, subsidios, etc. Escasez de mano de obra: en la última década diversos factores contribuyeron a la reducción de mano de obra disponible para la zafra. Entre otros, podemos citar el magro jornal que se puede pagar por el precio final del azúcar que se recibe, la insalubre y pesada tarea de corte y acarreo de las cañas y la influencia que tuvieron los planes sociales al contribuir al asentamiento de los trabajadores “golondrina”. Este dispositivo reemplazaría la mano de obra de los zafreros, cada vez más escasa. RESPECTO DE LAS LIMITACIONES
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Las posibilidades que abre esta tecnología encuentran sus limitaciones, dado que hay cuestiones más estructurales del complejo agroindustrial azucarero que relegan a los pequeños cañeros. La maquinaria en cuestión –como expusimos– podría mejorar las posibilidades de cosecha de caña, sin embargo, el recorrido hasta su transformación en azúcar y el pago posterior a quienes la producen es un camino sinuoso. Las demoras en los canchones de los ingenios hasta su recepción definitiva –con la consecuente pérdida de rendimiento–; las determinaciones de peso, calidad-descuentos y precio con pocas posibilidades de negociación con los industriales; el precio de los insumos importados frente al precio final del azúcar y las cuotas de exportación, entre otros, ponen al sector en una encrucijada más compleja. Esta situación, contextualizada en un escenario global cada vez más concentrado y competitivo, que necesita aumentar la escala para poder disputar una porción del mercado agroalimentario y agroindustrial de bienes, le da una dimensión distinta al problema de partida. REFLEXIONES FINALES La corta trayectoria del desarrollo de la cosechadora en verde caña de azúcar ha sido una importante muestra de compromiso de sectores del Estado con la resolución de problemas críticos del campesinado cañero. La asignación de recursos humanos y materiales para llevar adelante la tarea no ha sido menor, del mismo modo que no lo ha sido la responsabilidad y la tarea de los cañeros que perseveran con sus demandas a pesar de ver despoblarse los parajes rurales. Sin embargo, todos los que nos involucramos en este proceso no podemos dejar de ser críticos con el propio Estado. Es necesario que asuma la responsabilidad de encontrar respuestas en los otros campos de conflicto, donde entran en juego los intereses económicos y políticos de los distintos actores. El caso planteado abre las puertas para que los impulsores de políticas de desarrollo territorial puedan comprender la complejidad de las múltiples dimensiones de estos sectores excluidos. Las organizaciones del campo popular han emergido en contextos de crisis y han adquirido una dinámica y destreza que les ha permitido resistir la gran cantidad de condicionantes estructurales y coyunturales. Las cooperativas cañeras impulsaron permanentemente estrategias de desarrollo que van más allá de este sector productivo, que impactan en un territorio tejido a lo largo de la historia y que contiene a otros sectores que crecieron a la luz del azúcar. Sin duda, no alcanza con resolver un problema tecnológico, no se trata de ser creativos o habilidosos, sino de reconocer que los territorios son una arena en disputa, donde el modelo de acumulación vigente favorece la concentración en manos de la industria azucarera y de las grandes empresas agropecuarias. Por ello, es imprescindible una mayor intervención y el apoyo del Estado, no solo con sus instrumentos de ciencia y técnica, sino con políticas públicas que al menos contribuyan a generar las condiciones que permitan a estos sectores
excluidos dejar de sobrevivir para poder vivir con dignidad. En síntesis, con este trabajo quisimos poner de manifiesto, lo más objetivamente posible, el desarrollo tecnológico en cuestión, sin caer en las visiones que depositan allí la solución a los problemas de la pobreza del campo; pero tampoco pararnos en el escepticismo de que frente a los condicionantes estructurales no es posible trabajar en la coyuntura. Sin duda, hay mucho más por recorrer e interrogantes por responder, pero creemos imprescindible asignarle el lugar apropiado a esta tecnología. BIBLIOGRAFÍA Alcoba, D.; Golsberg, C.; Massei, G.; Quiroga, M. y Ramilo, D. (2006). “Relevamiento, sistematización y análisis de problemas de la Pequeña Agricultura Familiar de la Región NOA”. Documentos Institucionales Nº 1. IPAF NOA - INTA. Giarracca, N.; Bidaseca, K. y Mariotti, D. (2001). “Trabajo, migraciones e identidades en tránsito: los zafreros en la actividad cañera tucumana”; en ¿Una nueva ruralidad en América Latina?, Norma Giarracca (Compiladora). Colección Grupo de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires. Págs. 307-337. Golsberg, C. (2008). Las cooperativas de pequeños productores cañeros: viejos problemas, nuevas estrategias de resistencia. El caso de la Cooperativa Ibatín Ltda. Monteros-Tucumán. Tesis de Maestría en Desarrollo Local. Universidad Nacional de San Martín (Argentina) y Universidad Autónoma de Madrid (España). Buenos Aires. Mimeo. INTA. (2005). Documento Base. Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar. http://www.inta.gov.ar/cipaf/inst/doc/documentobase.pdf.
COSECHADORA DE GRANOS DE ARRASTRE “LA RECONQUISTA” Proyecto INTA-INTI
Ingeniero Agrónomo Orlando Pilatti UN POCO DE HISTORIA Los avances e innovaciones en materia de recursos para la mecanización de las cosechas de cereales y oleaginosas han sido extraordinarios, especialmente a largo del siglo XX. Desde la trilla de los cereales emparvados con máquinas estáticas trashumantes, con motores a vapor, se pasó a las máquinas de arrastre con tractor, y ya a comienzos de los años veinte se registró la primera máquina corta-trilla automotriz creada por la firma Rotania, en Sunchales, Santa Fe, Argentina. Desde mediados del siglo pasado se intensificó el desarrollo y la operación de las cosechadoras, que pasaron de cortar trigo maduro a trillar lino y otros granos, cortados e hilerados mediante el “recolector”, y se implementó el uso de plataformas maiceras y girasoleras, así como descapotadoras de maní, entre otros avances. Se produjeron, en las últimas décadas, innovaciones en los desarrollos y en las prestaciones, con la incorporación de recursos avanzados de hidráulica, neumática, electrónica, etc. La importación de equipos de cosecha en los años noventa introdujo mejoras “globalizadas”, un acicate para los fabricantes nacionales, que respondieron con un repunte tecnológico ponderable, hasta llegar hoy a productos de gran nivel de desarrollo, comparable a los mejores del mundo. El Programa de (monitoreo) Control de Pérdidas de Cosecha (PRECOP), del INTA, aportó una nueva óptica para elevar la eficiencia, especialmente de las trillas, lo cual fue tomado por productores, empresarios y técnicos como fundamento y desafío para la mejora de los equipos y su mejor regulación y uso. Cierta lógica fundada en las economías de escala fue empujando los incrementos en las capacidades de las cosechadoras, junto con la extensión de las superficies que convenía trabajar. Sin evaluar la sostenibilidad de estas formas en los planos productivos, ambientales y sociales, se puede constatar que la evolución de la maquinaria agrícola en general y de las cosechadoras en particular dejó en muchos casos un hueco o vacío en el proceso de desarrollo de respuestas técnico-mecánicas para los productores de escalas pequeñas y medianas.
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Son numerosos los productores de escala limitadas que requieren y solicitan medios accesibles y apropiados para estas tareas, sin excluir prácticamente región alguna del país, en un espectro de cultivos como trigo, maíz, soja, arroz, sorgo, porotos, etc. Es redundante pero nunca superfluo recordar que el sostenimiento de la ruralidad en sus distintas formas, que incluye especialmente a la Agricultura Familiar con bases de producción, trabajo genuino, arraigo, pertenencia, cultura, dignidad, organización y demás valores individuales y sociales, es fundamental frente a las realidades de migraciones sin destino, desarraigos dolorosos, marginaciones y formas de vida deshumanizantes conocidas. SURGIMIENTO DEL PROYECTO El proyecto de producir un modelo de máquina cosechadora de granos para escalas pequeñas de producción surgió como iniciativa de la Presidencia del INTI, que se trasladó a la EEA Reconquista del INTA, en la cual el Grupo de Desarrollos Mecánicos tenía in mente un proyecto similar. Luego de firmarse un acuerdo específico entre las instituciones, se iniciaron los trabajos en la unidad mencionada, con financiación del INTI y participación en el diseño y otros aspectos técnicos por parte de técnicos del INTI y del INTA de Rafaela, del Sr. C. Prósperi, de San Vicente, y del diseñador Pablo Pilatti. A la par del desarrollo constructivo, se produjeron y relevaron planos, despieces, etc., y se han generado contactos con proveedores de partes y posibles constructores futuros, a la vez que se prepara documentación sobre costos y otros análisis. DESCRIPCIÓN DE LA MÁQUINA
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Se trata de una unidad para ser conducida y accionada por un tractor agrícola de 80-100 hp, de tracción simple o en las cuatro ruedas (preferentemente), con toma de potencia de 540 rpm, sistema de enganche de tres puntos y dos tomas hidráulicas de accionamiento independiente. El acople de la cosechadora a los brazos del sistema de tres puntos mediante una barra transversal articulada permite su desplazamiento paralelo al tractor en tanto ambas unidades mantienen una nivelación independiente. La toma de potencia acciona los mecanismos de la máquina, mediante cajas de transmisión, cardanes, poleas y correas, de tipo simple y solo mecánicos. Los mandos hidráulicos únicamente comandan las regulaciones de altura de corte y despliegue del tubo de descarga. Está equipada con dos plataformas o cabezales cosechadores: Uno de corte para cereales, soja, etc., de 2,10 m de ancho y otro maicero, de tres surcos a distancias regulables de 0,52 o 0,70 m. Dichos cabezales son derivados directos de modelos que equipan a las grandes cosechadoras automotrices, habida cuenta de sus probados desempeños, solo que “angostados” para cubrir los anchos de labor citados. El sistema de trilla es de rotor axial inclinado, con rejillas intercambiables y velocidad de rotación variable. La limpieza de los granos se produce mediante zarandas y corrientes de aire regulables. La tolva depósito ubicada sobre la máquina tiene una capacidad de 1,6 m3 (aproximadamente 1200 kg), y la descarga es mediante un sinfín replegable, a 3,5 m de altura. Los trabajos experimentales de cosecha de trigo se iniciaron en noviembre de 2010, y continuaron en los meses siguientes con cosechas de maíz, sorgo y soja. De estos ensayos resultaron modificaciones, evoluciones y cambios, algunos sustanciales respecto a las formas originales, que se encuentran en la actualidad con un buen desempeño operativo. No obstante, la máquina requerirá y es pasible de mejoras constructivas, etapa a cumplir con las empresas que asuman la producción de unidades comerciales.
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Capítulo III
EXPOSICIONES DINÁMICAS SOBRE TECNOLOGÍAS DISPONIBLES PARA LA AF LAS DINÁMICAS Ing. Agr. Federico Paredes17 Ing. Agr. Silvina Esparza18 El Nordeste Argentino es una de las zonas de más alta proporción de población campesina y de pequeños productores del país, y la provincia de Corrientes contribuye a esto con un elevado número. Si bien existe un potencial productivo importante y una gran diversidad de actividades agroproductivas dentro del sector, son frecuentes las referencias de obstáculos estructurales para introducir nuevas prácticas y sistemas productivos sostenibles. Entre las más importantes se consideran la fragilidad de los agrosistemas, las dificultades en la comercialización de la producción y la precariedad de la tenencia de la tierra. La búsqueda de una “agricultura sustentable” se presenta como una necesidad, pero también como una alternativa para los pequeños agricultores, para revertir la situación de degradación de los recursos y como una vía de mejora de calidad de vida. No obstante, el término involucra aspectos amplios y, en muchos casos, aún no bien conocidos, como el bienestar de los productores que la implementan, el mantenimiento de los recursos naturales, así como la aceptación social de dichas prácticas. Por este motivo, numerosas prácticas agronómicas se incluyen dentro de esta denominación, y por ello la importancia de una comprensión clara de su funcionamiento y de las implicancias de su empleo. El uso de variedades apropiadas y la rotación de cultivos, el incremento en los aportes de biomasa, el empleo de abonos verdes y/o cultivos de cobertura, en complemento con el sistema de siembra directa y sus equipamientos apropiados constituyen alternativas adecuadas y accesibles para pequeños agricultores para mejorar su sistema productivo. Con el propósito de desarrollar tecnologías acordes con las condiciones de los pequeños agricultores, la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Corrientes ha trabajado desde fines de los años ochenta en diferentes líneas: manejo y conservación de suelos, mecanización apropiada, diversificación productiva y conservación del patrimonio genético de importancia para la agricultura familiar de la región. Durante el encuentro se presentaron en una muestra dinámica las tecnologías disponibles y líneas de trabajo en ejecución desarrolladas por el grupo de trabajo de la EEA Corrientes para los AF de la región. Allí se expusieron diversos desarrollos y adaptaciones a las condiciones locales de tecnologías probadas en otras condiciones productivas, teniendo en cuenta la complejidad del sistema productivo de los pequeños agricultores de la región. El objetivo de la exposición dinámica fue poner a disposición de los visitantes las tecnologías y desarrollos trabajados para las condiciones locales. Teniendo en cuenta que se esperaba, tal como sucedió, una mayor cantidad de expositores y visitantes de la región; el poder presentar los avances en tecnologías para el sector trabajados dentro del grupo resultó ser una excelente oportunidad de conocimiento, intercambio e incluso posibles interacciones a futuro. La investigación en tecnologías para la AF se lleva adelante dentro de un marco más amplio, dentro del cual las máquinas y herramientas apropiadas surgen como una necesidad para efectuar las prácticas agrícolas también apropiadas. Por ello se expusieron las mismas en el contexto de investigación planteado: agricultura sustentable con mínimo uso de insumos, y con fuerte énfasis en la recuperación de suelos.
INTA EEA Corrientes. INTA EEA Corrientes.
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LÍNEAS DE TRABAJO PRESENTADAS DURANTE EL ENCUENTRO 1- Los materiales criollos y su importancia regional - Especies vegetales de importancia regional En nuestra región, la Pequeña Agricultura Familiar se caracteriza por poseer un importante y valioso patrimonio fitogenético dado por especies únicas y de alto valor, por formar parte de la dieta de las comunidades que las producen, por ser un recurso genético mejorado y conservado ancestralmente y adaptado a las condiciones ambientales y de manejo de los agricultores, y por ser parte de la cultura de la AF y la región. Muchas de ellas incluso son reconocidas mundialmente como base para la alimentación humana, animal y en la agricultura. Sin embargo, este patrimonio en muchos casos no ha sido debidamente conservado y menos aún utilizado en forma sostenible. Esta realidad muestra la necesidad de fortalecer las estrategias de adaptación utilizadas desde siempre por los agricultores y las comunidades rurales, e integrar su conocimiento al de los investigadores. Por ello, se ha planteado el propósito de integrar estrategias de conservación en chacra con la conservación ex situ. El uso de variedades adaptadas a las condiciones de producción de los pequeños agricultores, con suelos de baja aptitud y en general con bajo uso de insumos, es un requisito muy importante al momento de plantear alternativas productivas acordes con las realidades locales. La colección cuenta en la actualidad con más de 70 materiales colectados en la región y caracterizados agronómicamente. En ellos se incluyen especies leguminosas utilizadas en comidas tradicionales, como abonos verdes y como forraje, una gran proporción de cultivos tradicionales como los maíces criollos, variedades de mandioca, caña de azúcar, y otros como el sorgo escoba, mileto, etc. Dicha colección viva se mantiene anualmente y está a disposición de los usuarios. 2- DIVERSIDAD: UNA ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN
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La diversificación productiva es la tecnología más simple y segura para lograr estabilidad con un costo mínimo para los agricultores y el ambiente. Plantar diferentes cultivos y variedades era una vieja estrategia de los agricultores para disminuir los riesgos y brindar seguridad alimentaria. El rol de las variedades criollas o locales es fundamental, ya que contribuye a reducir el uso de agroquímicos así como a mejorar la diversidad de la dieta y, por lo tanto, la salud de la población. Sin embargo, las variedades criollas han ido desapareciendo a través de los años, por ello la conservación, el mantenimiento y la caracterización (agronómica, productiva y nutricional) constituyen una etapa fundamental en la difusión de estos materiales genéticos. 3- ROTACIÓN DE CULTIVOS Un problema que surge en la búsqueda de prácticas conservacionistas para los sistemas agrícolas de los pequeños productores es la inclusión, junto con los cultivos de renta de la zona, de los cultivos mejoradores de suelos (abonos verdes y/o cultivos de cobertura). De manera que estos últimos no interfieran con el desarrollo de los primeros, y que permitan apreciar ventajas productivas y económicas claramente visibles a corto y mediano plazo. La rotación de cultivos consiste en alternar, en campañas sucesivas en un mismo lote, cultivos que crecen en la misma estación. El monocultivo, en cambio, es la siembra de la misma especie, en el mismo lugar, durante varios ciclos consecutivos. El caso intermedio lo constituye la sucesión o secuencia de cultivos, donde se repiten en el mismo lugar dos cultivos que crecen en diferente momento. Como la rotación de cultivos es una práctica simple que trae muchos beneficios y no implica inversiones más que el tiempo dedicado a la planificación, se convierte en una herramienta esencial para mantener la productividad de las chacras, mejorar su rentabilidad y contribuir a la sustentabilidad del sistema.
Anexos
4- LOS ABONOS VERDES Y CULTIVOS DE COBERTURA El mantenimiento de una biomasa residual alta es un requisito importante para lograr una agricultura sustentable con pequeños productores. Sin embargo, esta cobertura es difícil de conseguir en sistemas con baja presión de uso de la tierra, basados en un solo cultivo al año. Así, la utilización de un abono verde durante el período entre cultivos de renta produce un ingreso extra de rastrojos al sistema. El empleo de plantas cultivadas especialmente con la finalidad de mejorar la productividad de los suelos y suprimir malezas se conoce desde la antigüedad. Por un lado, están los abonos verdes (AV), cuya práctica consiste en la incorporación al suelo de masa vegetal no descompuesta, con la finalidad de mantener y/o recuperar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Un cultivo de cobertura (CC), por el otro lado, se define como una cobertura vegetal viva –temporal o permanente– que cubre el suelo y que puede estar cultivado en asociación con otras plantas. Ambas prácticas admiten el cultivo de la especie en rotación, sucesión y asociación con los cultivos de renta o autoconsumo, pero se diferencian en que los AV pueden ser cultivados en otro sitio y son incorporados o cosechados en tanto los CC son sembrados y no son incorporados al suelo. 5- MANEJO DE SUELOS Y SIEMBRA DIRECTA El suelo es un recurso escaso y no renovable, por lo tanto muy valioso. Más aún en las unidades productivas de los Pequeños Agricultores Familiares, donde constituye, junto con el trabajo de la familia, una de las principales bases del mantenimiento de la misma. Su cuidado y conservación son esenciales para los agricultores y para la sostenibilidad de su sistema productivo familiar. Así, herramientas como la siembra directa y el adecuado laboreo son fundamentales para mantener la calidad de los suelos productivos. La siembra directa, práctica que consiste en depositar la semilla en el suelo sin labrar con cobertura superficial, es un método de siembra conservacionista, que le permite al productor mantener la productividad de sus suelos y, a la vez, obtener mayores beneficios económicos. Pero no debe ser considerada como única práctica aislada y suficiente, sino complementaria con otras como el empleo de abonos verdes y la rotación de cultivos. 6- MECANIZACIÓN Y EQUIPAMIENTO APROPIADOS La utilización de máquinas e implementos adecuados para los pequeños agricultores familiares es imprescindible en el marco de la agricultura sustentable, si pensamos que la sustentabilidad debe darse también en términos energéticos y económicos. Esto implica que estén adaptados a los cultivos tradicionales, a las características del esfuerzo de tracción disponible y a las condiciones agroecológicas en las que se desarrollan sus actividades. Además, estos implementos deben ser culturalmente apropiados, acorde con los aperos usualmente utilizados y con las características de los animales de trabajo empleados. Es importante también que se considere en su diseño y construcción la resistencia de los materiales, la sencillez en su mecánica, la posibilidad de conseguir repuestos y lograr reparaciones en zonas alejadas. Otro aspecto primordial es que sean de fabricación local, ya que con ello se fomenta la mejor utilización de insumos y recursos regionales. Todo esto tiene que ver con el contexto en el cual desarrollan sus actividades los agricultores familiares, el cual debe ser tenido en cuenta al momento de incorporar nuevas tecnologías.
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NUEVAS LÍNEAS DE TRABAJO ASOCIADAS AL COMPONENTE AGRÍCOLA CONSERVACIÓN DE FORRAJES Debido a las características de los pastizales de nuestra región, en invierno hay muy poca producción de pasto y el disponible es de muy baja calidad nutritiva, sobre todo por la falta de proteína. Una de las alternativas para cubrir ese faltante de pasto invernal es cortar el excedente de producción (natural o cultivado) para conservarlo como heno o como silo y tener forraje cuando no hay. De esa manera se obtiene cantidad, pero falta todavía corregir el contenido de proteína, lo que se podría mejorar si se utilizan (solos o en mezclas) con materiales de alto valor nutritivo, como por ejemplo los llamados abonos verdes. La utilización de leguminosas difundidas en la región como aporte de proteínas en forrajes conservados es un nuevo desafío a trabajar para la agricultura familiar del Nordeste. VALORIZACIÓN DE CULTIVOS TRADICIONALES EN LA ALIMENTACIÓN HUMANA COSECHA Y POSTCOSECHA
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La obtención, el acarreo y el procesamiento del material cosechado, etapa final del ciclo productivo, constituyen algunas de las tareas que demandan mayor uso de mano de obra. Estas operaciones, además de asegurar la calidad de la producción, en el caso de los agricultores familiares, también representan el comienzo de la etapa productiva siguiente, pues en general parte del material que se cosecha es empleado luego como semilla. Contar con equipos sencillos y accesibles, además de técnicas acordes con los cultivos y las necesidades de la chacra, es fundamental para garantizar una producción sustentable en la Agricultura Familiar.
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CapĂtulo IV
EXPOSICIÓN Y MUESTRA ESTÁTICA DE EQUIPOS Y HERRAMIENTAS PARA LA AF Ing. Agr. Silvina Esparza INTRODUCCIÓN El rol protagónico del Encuentro lo revistieron los emprendedores y las tecnologías presentadas. Estos se concentraron en un predio de 8.000 m2, donde las innovaciones y desarrollos estuvieron durante la jornada a disposición de los interesados. Si bien las estadísticas presentadas no son el reflejo total de la agroindustria metalmecánica que trabaja junto con la pequeña agricultura familiar en el país, su análisis como resultado de un evento puntual puede dar una idea de la magnitud e importancia del sector, tanto en las áreas abordadas, como en la inventiva y capacidad de desarrollo demostrada por los fabricantes/emprendedores presentes. EMPRENDEDORES Y TECNOLOGÍAS PRESENTADAS Sobre los 35 emprendedores que asistieron al evento, se listaron 103 tecnologías y desarrollos diferentes. La proporción de expositores emprendedores se resume en la Figura 1.
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Figura 1. Porcentaje de emprendedores por Región Del número total de emprendedores, más de la mitad pertenecían a la región del Nordeste Argentino (NEA), área de influencia del lugar de realización del evento. Esto se comprende dadas las distancias y, en algunos casos, las complicaciones para el traslado del equipamiento. Poco más de un cuarto de los emprendedores provenían de la región Pampeana, lo que refleja en cierta medida el grado de desarrollo que la actividad tiene en esta zona del país. Las dificultades propias de la distancia han hecho que regiones como Patagonia Norte y NOA (Noroeste Argentino) no hayan podido exponer más desarrollos relevados, pero aun así algunos fabricantes estuvieron presentes para acercar varias tecnologías y desarrollos locales. ÁREAS DE DESARROLLO DE LAS TECNOLOGÍAS PRESENTADAS Los equipamientos presentados en el evento se agruparon en cinco grandes rubros: Construcciones rurales, Agroindustria familiar, Energías alternativas, Alimentación animal y Operaciones agrícolas. A su vez, estos comprenden o se subdividen en otros más específicos, tal como se aprecia en la Figura 2. Puede observarse que los implementos relacionados con el rubro Operaciones agrícolas son los más abundantes, ya que involucran a todas las máquinas utilizadas en las labores primarias desde
la implantación hasta la cosecha. Entre ellas, las destinadas a la siembra y pulverización ocupan el primer lugar en cuanto a unidades presentadas. Si analizamos la fuente de energía utilizada por estas máquinas, las manuales son mayoritarias, seguidas de las de tracción animal.
Figura 2. Porcentaje de emprendedores por rubro tecnológico
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En segundo lugar se ubica el rubro de la agroindustria, mostrando la importancia para la AF del agregado de valor de los productos primarios. La mayoría de los equipos destinados a este rubro utilizan como fuente de energía la electricidad, mientras que los manuales se ubican en segundo término. En el rubro construcciones rurales son más numerosos los equipamientos dedicados a la extracción de agua y construcción de perforaciones. Esto pone en relevancia lo importante y urgente que resulta el acceso a este vital elemento, ya sea para consumo humano, animal o riego. La fuente de energía principal en los equipos para extracción de agua es la manual. En este caso todas las tecnologías presentadas eran modelos diferentes de las denominadas “bombas de soga”, lo que muestra la gran difusión que ha tenido esta sencilla tecnología, dada su flexibilidad en cuanto a los materiales y adaptaciones posibles. Entre las tecnologías dedicadas a la alimentación animal, las de procesamiento de derivados de la agricultura tienen mayor cantidad de desarrollos. Esto evidencia, por un lado, el funcionamiento integrado entre agricultura y ganadería en el sistema productivo de la AF y cómo los desarrollos tecnológicos se adecuan a esas necesidades; por otro lado, se condice con el peso y la relevancia que tiene la producción pecuaria para la AF, en donde las existencias ganaderas funcionan como fuente de proteínas mediante autoconsumo pero además, como estatus y reserva de capital del núcleo familiar. La conservación de forraje ocupa el segundo lugar, respondiendo a la necesidad de disponer de alimento para el ganado en épocas críticas, un problema recurrente en la AF de diferentes regiones del país. Entre los equipos que utilizan o aprovechan energías alternativas, la energía solar sobresale en el primer lugar entre las expuestas, cuyo uso principal es la cocción de alimentos. La dendroenergía (leña) aparece en segundo lugar como fuente energética para el mismo fin. Vemos aquí la importancia que tiene la búsqueda de fuentes alternativas a la leña, que es la más utilizada en el sector de la Agricultura Familiar y que resulta cada vez más escasa. APORTES TECNOLÓGICOS POR REGIÓN El número de tecnologías presentadas muestra una correlación con el número de emprendedores que asistieron de cada región (Figura 3).
Figura 3. Número de emprendedores por rubro En el cuadro 1 se puede ver el número de emprendedores que se dedica a cada uno de los grandes rubros establecidos.
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Cuadro 1: Cantidad de emprendedores y tecnologías por rubro. Las construcciones rurales presentan el mayor número de emprendedores y vemos que, en general, existe una relación estrecha entre el número de emprendedores y el número de equipamientos presentados en los rubros Energías alternativas, Alimentación animal y Construcciones rurales. En cambio, el número de emprendedores dedicado a fabricar implementos para operaciones agrícolas primarias y equipos para la agroindustria familiar es bastante menor a la cantidad de tecnologías que producen. Esto nos habla de la diversificación de cada uno de ellos, que habitualmente producen entre dos y tres tecnologías dentro del mismo rubro. Sobre todo en estos dos rubros (producción primaria y agroindustria), que son los más demandados por la Agricultura Familiar. Aquí es importante recordar que muchos emprendedores solo presentaron parte de sus desarrollos debido a dificultades obvias de traslado, con lo cual muchos productos y procesos quedaron sin listarse.
Cuadro 2: Número de emprendedores por grupo de tecnología y región En el cuadro 2 vemos los desarrollos por regiones. Así en la región NEA, ocupa el primer lugar el rubro de Operaciones agrícolas, según las consideraciones ya vertidas en el punto Áreas de desarrollo de las tecnologías presentadas. Además las tecnologías para la agroindustria familiar y la alimentación animal ocupan el segundo lugar, ambos rubros vinculados al procesamiento de productos primarios de la propia finca. En la región NOA las energías alternativas cobran relevancia, representadas por el uso de la energía solar, dadas las condiciones de la zona para el aprovechamiento de este tipo de energía. En la región Pampeana las tecnologías para operaciones agrícolas también son las de mayor desarrollo en cantidad.
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Figura 4. Fuentes de energía empleadas por las tecnologías. La mayoría de las tecnologías emplea como fuente de energía la acción manual del hombre. Esto se correlaciona con la escasa cantidad de animales de trabajo y tracción mecánica en el sector de la Agricultura Familiar, en donde la mano de obra de la familia constituye la principal fuente de energía. En segundo lugar, se ubican los equipos eléctricos, que como vimos corresponden a los destinados a la agroindustria familiar. Tanto la tracción animal como la mecánica, empleadas por las máquinas para labores agrícolas primarias, presentan valores similares. Con algunos equipos se pueden usar ambos tipos de tracción. APOYO INSTITUCIONAL Un 75 % de los emprendedores recibe apoyo institucional de algún tipo, que puede ser fondos no reem-
bolsables, préstamos, asesoramiento técnico-organizativo, etc. Dentro de este grupo cabe destacar que las tecnologías que se promueven de modo general poseen una demanda social sentida y que se trabaja con estos emprendedores en el marco de actividades con objetivos no solo tecnológicos y comerciales, sino también de desarrollo local. Muchos de estos emprendedores nacieron o se fortalecieron gracias al apoyo recibido por parte de estas instituciones. El resto de los emprendedores que no recibe apoyo institucional tiene un perfil netamente empresarial y comercial. De igual modo las tecnologías que fabrica responden a demandas del sector, aunque el origen y desarrollo de las mismas se hace de manera individual por cada emprendedor. El apoyo brindado por las instituciones incluye ayuda para adaptar ciertos prototipos a las situaciones locales diversas. Esto se advierte ya que el 64 % de los equipos fabricados por los emprendedores que reciben apoyo son adaptaciones. Entre los emprendedores con perfil empresarial, todos los equipos fabricados constituyen modelos propios, quizás debido a que al ser pequeños y medianos empresarios, el pago de patentes o regalías les resulta inaccesible.
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CapĂtulo V
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FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES Y AMENAZAS, PERCIBIDAS POR LOS FABRICANTES DE MÁQUINAS Y HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO DE EQUIPAMIENTO PARA LA AF ANÁLISIS FODA Lic. Pablo Ramos19 Durante la primera jornada y cumpliendo con otro de los objetivos del encuentro, se desarrolló un taller de trabajo tipo FODA (Fortalezas, Oportunidades; Desafíos y Amenazas) entre los emprendedores/fabricantes, moderado en el debate por técnicos del INTA y la Subsecretaría de AF y DR delegación Corrientes. Se conformaron entonces cinco grupos o mesas de trabajo, con entre cinco y siete fabricantes de equipos, y se trabajó sobre la base de tres preguntas disparadoras: 1 - Cuál es el potencial/fortaleza que tienen como organización (taller, empresa, cooperativa) y cómo se imaginan el futuro inmediato de su emprendimiento. 2 - Cuáles son los problemas/restricciones/dificultades/limitantes que tienen en sus actividades cotidianas como organización para producir, diseñar, validar, difundir sus desarrollos y/o productos y comercializarlos. 3 - Cómo creen que se podrían mejorar/solucionar los problemas (cuellos de botella) identificados y/o qué propuestas tienen para eso. A partir de estas premisas, las cinco mesas de trabajo discutieron y ensayaron conclusiones y propuestas. En la segunda jornada del encuentro, los emprendedores compartieron, mediante una exposición en plenario, las conclusiones a las que arribó cada grupo de trabajo, ante los representantes de los organismos de financiamiento y público en general, quienes posteriormente expusieron las líneas de apoyo disponibles para el sector.
SISTEMATIZACIÓN DEL TALLER FODA Potencialidades y fortalezas
Todas las respuestas manifestaron una diversidad destacable. En este sentido, del universo de contestaciones, trazamos cuatro ejes que en general las atraviesan a todas. Así, encontramos respuestas que engloban inquietudes de tipo ambiental, económico, social y tecnológico. Las potencialidades y fortalezas ambientales se manifestaron básicamente a través de los términos “ambiental” y “ecológico”. Así, podemos leer en las conclusiones de dos mesas de trabajo que “se producen productos (sic) ecológicos”, “en base al perfil ecológico de lo que se produce hay perspectivas de uso por parte de los agricultores familiares y los productores orgánicos”, o “con tantos problemas del medio ambiente, hay perspectivas de uso por ser herramientas pensadas en lo sustentable de los recursos naturales y también el aprovechamiento de las energías renovables”. El eje ambiental es el de menor valor cuantitativo si tenemos en cuenta las respuestas recibidas. Fue expresado solo por dos grupos (1 y 2). En segundo término aparece el eje económico. En este sentido, se destaca como fortaleza la existencia de una demanda concreta y perceptible de equipos, máquinas y herramientas por parte de la AF. La justificación se basa en que este es un sector no tenido en cuenta por las empresas de mayor volumen de producción y de elevado desarrollo tecnológico, que orientan sus adelantos para los medianos y grandes productores, y en que, además, muchas de las veces los AF comparten con los fabricantes de este tipo de desarrollos la cercanía geográfica. Esta última cualidad se manifiesta en el estrechamiento de lazos perdurables entre productores y clientes, incrementado con la perduración en el tiempo, y que posibilitan asimismo el perfeccionamiento de variantes o innovaciones tecnoló INTA IPAF NEA.
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gicas hechas a medida de la necesidad del cliente. El eje económico, además, se ubica como el segundo más referido por los emprendedores, con menciones exteriorizadas en las cinco mesas de trabajo. En tercer término ubicamos al eje social. En esta categoría sobresalen las menciones a valores ligados a los lazos solidarios. “Hay trabajo en equipos”; “hay solidaridad de compartir los conocimientos”; “transmisión de conocimientos” y alusiones a la cercanía “entrañable” con la AF. Merece destacarse también el énfasis puesto en la transmisión de conocimientos, basado en una cercanía física, casi familiar, entre los emprendedores actuales y los potenciales fabricantes. Este eje es el tercero por valor cuantitativo en cuanto a menciones efectivizadas. Los grupos 1, 2, 4 y 5 expresaron respuestas ubicables en esta categoría. El último eje en este orden, pero el primero por menciones, es el tecnológico. “Innovación” es el vocablo mas mencionado, junto con “calidad”, “diseño”, y obviamente “tecnología”. De la lectura de respuestas se deduce que esta capacidad de innovar está íntimamente ligada a la cercanía entre fabricantes y productores, oferentes y demandantes, y a la posibilidad de mantener una relación “cara a cara” entre ambos sectores. El eje tecnológico es el más valorado cuantitativamente y citado por todos los grupos de trabajo. En el grupo 4 se mencionó, además, como fortaleza del sector, el reconocimiento de una firma o de una marca, por la trayectoria exhibida y por la calidad de los productos fabricados. Este “intangible” es muy apreciado y muy valioso dentro del mundo del marketing. PROBLEMAS Y LIMITANTES
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En este apartado la mayoría absoluta de las respuestas se encuadran en el eje económico. No solo representó el mayor porcentaje de contestaciones en los cinco grupos, sino que en algunos de ellos fueron las únicas. En este caso buscamos encuadrar cada una de ellas en los mismos ejes citados ut supra (ambiental, económico, social y tecnológico). El aspecto ambiental solo fue citado como un problema o limitante para los emprendedores en una ocasión por los integrantes del Grupo 1. “Falta de conciencia de los problemas ambientales por parte de la sociedad y el Estado” fue la forma elegida para esa solitaria expresión ubicable en este eje. Como adelantamos, las cuestiones económicas fueron centrales cuando ponderamos las respuestas. A grandes rasgos, se citan como limitantes importantes la falta de líneas de financiamiento, ausencia de lugares para la promoción de la producción, trabajo sin stock (just in time), demanda débil por parte de los consumidores, la falta de conocimiento acerca de los desarrollos tecnológicos disponibles por parte de técnicos de instituciones de desarrollo como por parte de la AF, altos costos de producción, bienes intermedios escasos, problemas de logística. Se puede observar, entonces, que se manifiestan limitantes en los tres momentos de la actividad económica: en la producción (“falta de capital para ampliar capacidad y generar stock con calidad”), en la distribución (“grandes distancias para compra de insumos”), y en el consumo (“bajo poder adquisitivo del sector a los que se dirigen”). En las mesas de trabajo se coincidió reiteradamente en la necesidad de llevar adelante propuestas de promoción de políticas públicas dirigidas a la AF con el objetivo de generar demanda de máquinas y herramientas apropiadas. Cabe destacar que se concordó en que el acento debe ponerse no tanto en los fabricantes, sino en los agricultores. Hacia ellos debe dirigirse el crédito en condiciones de fácil acceso. De fondo, se reafirmó en la necesidad de la intervención y de un rol preponderante del Estado para con este sector, en desmedro de las políticas neoconservadoras de la década de los noventa, en las cuales las soluciones del sector quedarían libradas a la “mano invisible” del mercado. De todas formas, en algunas ocasiones los fabricantes se han visto superados por la demanda, sobre todo cuando el cliente es algún organismo público. Por ejemplo, no se han podido aceptar pedidos por volúmenes que superaban con creces la capacidad de producción efectiva. El eje económico es el más valorado cuantitativamente, y citado por todos los grupos de trabajo. La cuestión social no surge con fuerza en estas consideraciones de los fabricantes de maquinarias. Hallamos dos respuestas que podemos encuadrar en este eje. La primera de ellas: “Hay poca interacción entre los técnicos de las diferentes instituciones, hay técnicos que conocen las necesidades y demandas de los
productores y no están acá” (Grupo 2), podría definirse como una queja hacia el funcionamiento de las organizaciones, públicas o privadas, que atienden y/o acompañan al sector. La segunda, más trascendente, podemos ligarla al recurrente tema del desarraigo: “No hay gente joven que se interese por seguir con el trabajo de herrería” (Grupo 2). Por último, los participantes del taller hicieron tres menciones a la cuestión tecnológica. Dificultades para difundir sus tecnologías entre los agricultores familiares y necesidad de mejoras en la terminación y la presentación de los productos. PROPUESTAS Este tercer disparador generó respuestas de acción más concretas. Aquí hallamos al menos una respuesta que puede ubicarse en la columna ambiental, un par de ellas que pueden ubicarse en la columna de tecnológicas, y el resto deben colocarse en la columna de propuestas económicas. En este sentido, una propuesta presentada por el Grupo 1 fue “dar facilidades para la compra de productos ecológicos o ambientalmente amigables”, en referencia a la posibilidad cierta de parte del sector público de incentivar el uso de maquinaria amigable con el ambiente. Como propuestas tecnológicas, se mencionan la necesidad de destinar mayores niveles de inversión para mejorar la presentación y terminación de las máquinas y herramientas, por un lado, y estímulos de todo tipo para la innovación de los productos, para de este modo elevar la productividad del sector. Por último, las propuestas económicas fueron las mayormente expresadas y de mayor diversidad. Podemos aquí también hacer una gran división según nos lo enseñan los manuales de Economía, en propuestas macro y microeconómicas. Como soluciones macroeconómicas, los emprendedores sugieren disminuir los costos de producción para poder competir; disponibilidad de financiamiento con mayores ventajas; políticas públicas diferenciales para el sector; facilidades para articular con los programas estatales ya en ejecución, y otorgamiento de subsidios o créditos a saldarse con la propia producción. Por el lado de las propuestas microeconómicas, los fabricantes dejaron expresados conceptos como la realización de ferias y exposiciones del sector para estar más cerca de los potenciales clientes; capacitaciones tecnológicas para el sector; estrategias de marketing y de gestión empresarial; seguimiento de los proyectos cuando incluyan financiamiento o subsidios públicos. “No pedimos subsidios para tal y tal cosa, pedimos pensar la tecnología de manera integral. Entonces es redistribución del ingreso, y políticas integrales. Es necesario pensar el subsidio de manera estratégica. Tener una institucionalidad que favorezca al pequeño productor y a los pequeños fabricantes, no dejarlos al libre juego del mercado”. “Estamos hablando de una política de Estado, apoyar a la familia campesina y a los empresarios también. O sea una política que dé vuelta y nos llegue a todos. Si no, el modelo no cierra”, manifestaron en el Grupo 5 a modo de cierre. CONCLUSIONES De este taller FODA realizado por emprendedores podemos arribar a las siguientes conclusiones: Existe una demanda importante de tecnología apropiada por parte de la AF, y que el sector mediano y grande de la industria metalmecánica no atiende por cuestiones de escala y rendimientos económicos. Esa demanda no es satisfecha porque, por un lado, faltan herramientas financieras y, por el otro, no se llevan adelante políticas de promoción de este tipo de producción (marketing). Estas herramientas financieras deben enfocarse principalmente en la AF y no tanto en los fabricantes de las máquinas. Se propone, entonces, un mayor involucramiento del sector público a través del diseño de políticas para el sector, y una mayor visibilización del mismo a través de una estrategia acorde con las necesidades planteadas.
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CapĂtulo VI
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LÍNEAS DE APOYO ECONÓMICO Y FINANCIAMIENTO DISPONIBLES PARA EL SECTOR LÍNEAS DE FINANCIAMIENTO Durante el segundo día del evento, los fabricantes y público en general pudieron asistir a las presentaciones sobre posibilidades de apoyo económico y financiero, realizadas por funcionarios de diversas carteras ministeriales, programas nacionales y provinciales. Entre las seis disertaciones presentadas, rescatamos para este documento las siguientes posibilidades de apoyo económico y financiero disponibles fundamentalmente desde la órbita pública. LA POLÍTICA DE PROMOCIÓN DE CLUSTERS Y SISTEMAS PRODUCTIVOS LOCALES Dr. Alejandro Naclerio20 Las políticas de promoción de clusters apuntan a impulsar el desarrollo productivo y regional. Se orientan a potenciar las sinergias positivas entre productores, a la generación de capital social y a mejorar la articulación entre la producción regional y la inversión pública nacional. Desde este enfoque, los mecanismos de desarrollo económico resultan indisociables del aprendizaje tecnológico y la innovación, condición necesaria para que las regiones y localidades puedan generar valor agregado y empleo de calidad. Los Sistemas Productivos Locales (SPL) constituyen clusters sociales con lógicas y fines económicos que remiten al agrupamiento de instituciones y unidades productivas que funcionan en un contexto específico tanto geográfico e histórico como político. El funcionamiento articulado de estos clusters deberá desarrollarse en conjunto con las capacidades productivas, sociales y tecnológicas, la conectividad y solidez del territorio, la infraestructura física y las capacidades científicas y educativas. Una sociedad (o un país) que logre absorber estas capacidades será tecnológicamente independiente, al potenciar la dinámica de su Base Social de Conocimientos y de su Sistema Nacional de Innovación. Si un país reproduce y vincula sus instituciones científicas y técnicas a los actores productivos, entonces será capaz de iniciar un proceso de retroalimentación del desarrollo y forjarlo de manera sostenible en el tiempo. A partir de estas nociones, resulta indispensable identificar un objeto que se rija por criterios dinámicos (en contraposición a los criterios estáticos de mercado) de construcción política (industrial). Nos referimos en particular a los Sistemas Productivos Locales, entendidos como: … sistemas que vinculan unidades productivas –en particular micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) localizadas en un territorio– y desarrollan acciones o estrategias conjuntas para lograr objetivos comunes (SEPyME, 2010). La idea fuerza detrás de los SPL es que la construcción de capacidades productivas no depende del desempeño aislado de cada uno de sus actores, sino de todo el sistema. De esta manera, las empresas llevan adelante procesos de aprendizaje e investigación conjuntos en los que se comparte conocimiento tácito, lo que permite estimular las ventajas competitivas dinámicas. La conformación de SPL impulsa el desarrollo regional, pues el mercado no desarrolla las regiones postergadas (enfoque de desarrollo local). Por medio de esta política se disminuyen las disparidades regionales y se alienta el arraigo en poblaciones alejadas de las grandes urbes. Permite, de esta forma, un desarrollo armónico con una distribución de capital físico y social más equitativa, lo que alienta las competencias y habilidades idiosincrásicas in situ donde se realiza verdaderamente el proceso productivo. In fine, crear y promocionar SPL a través de la política industrial implica dotar al sistema económico de nuevas capacidades y potenciar su desarrollo. SEPyME, Ministerio de Industria.
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EL PROGRAMA SPL DE SEPYME
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El programa Sistemas Productivos Locales (SPL), “Promoción de Clusters y Redes Productivas con Impacto en el Desarrollo Regional”, constituye un ejemplo de dichas políticas. La Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional comenzó a ejecutarlo en junio de 2006. El objetivo central del programa SPL es fortalecer e integrar los distintos tejidos productivos en el ámbito regional mediante el fomento del trabajo asociativo de empresas en articulación con otros actores del sistema como el sector público (nacional, provincial, municipal), instituciones académicas y de I+D. Uno de los propósitos del programa es la adaptación de los instrumentos de apoyo (para inversión, asistencia técnica, capacitación, comercio exterior, etc.) a las necesidades y demandas específicas de los diferentes grupos asociativos. De esta forma, se revierte la tradicional lógica de oferta de productos “enlatados” que, como la experiencia indica, ha favorecido en mayor medida a las empresas o grupos de empresas de posición dominante y mayor tamaño relativo. Asimismo, se plantea superar el esquema de “consultoría” que se circunscribe a la formulación de proyectos. Se busca, precisamente, pasar a una lógica de mayor flexibilidad y realismo, donde no exista una “selección natural” en la que sean las empresas las que deban adaptarse a los instrumentos existentes, sino, por el contrario, que sean estos últimos los que se adecuen a las necesidades y limitantes que condicionan la evolución de las firmas. Por otro lado, se plantea una estrategia de articulación de políticas con otros organismos y programas del sector público nacional cuya misión fundamental sea prestar apoyo al sector productivo. De esta manera, se apunta a un compromiso conjunto en la tarea de fomentar la reindustrialización, revirtiendo las políticas liberales del Consenso de Washington. Asimismo, la complementariedad entre las distintas esferas estatales apunta a mejorar la calidad de intervención del Estado desde una perspectiva sistémica. Ejemplos de estas experiencias han sido las realizadas hasta el momento entre el Programa y diferentes áreas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, del Ministerio de Desarrollo Social, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y de la Secretaría de Educación, Ciencia y Técnica (SECyT), entre otros organismos. Para cumplimentar con sus objetivos, especialmente dirigidos a las empresas, el Programa dispone de tres líneas de apoyo. 1) Fortalecimiento Asociativo: se trata de brindar apoyo técnico y económico al grupo para la formulación y ejecución de un Plan de Trabajo Asociativo (PTA) con vistas a potenciar a las empresas clusterizadas. Los PTA tienen una duración de un año e incluyen un cronograma de actividades que va guiando el trabajo asociativo. Para la ejecución del PTA, el programa prevé la contratación de un coordinador que funcionará como interlocutor capaz de gestionar y dar respuestas a la dinámica del grupo. Deberá tratarse de un profesional competente en la materia e inserto en la localidad donde se confina el proyecto. Cabe resaltar el rol clave que debe cumplir el coordinador para lograr el buen funcionamiento del grupo. En definitiva, su rol es medular para el afianzamiento del cluster, ya que su actividad debe garantizar el funcionamiento interactivo de las empresas asociadas. En particular, el coordinador debe: a) efectuar un diagnóstico del sector y del grupo de empresas; b) promover y consolidar relaciones de cooperación entre las empresas e instituciones participantes para generar una visión común y una estrategia compartida; c) asistir en la formulación de proyectos para la búsqueda de recursos y oportunidades de negocio para el grupo; d) definir y poner en marcha acciones estratégicas de cara al desarrollo de mediano y largo plazo del grupo; y e) promocionar al grupo y sus productos. El coordinador debe mantener una relación fluida con las principales empresas e instituciones que operan localmente; debe contar con capacidad de coordinación de grupos y ser capaz de formular y adaptar proyectos. Los honorarios percibidos por el coordinador son cubiertos por el programa en forma total durante los primeros seis meses de ejecución del PTA, y parcialmente (50 %) durante los seis meses restantes. 2) Apoyos Económicos No Reembolsables (ANR) orientados a actividades o proyectos que se en-
cuadren en los objetivos del PTA (línea 1). El ANR se destina a una inversión y/o activo material o inmaterial que beneficiará al colectivo de empresas que conforman el grupo. En particular, esta línea cuenta con tres modalidades. 1) integración, destinada a la adecuación de procesos, la homogenización de productos, mecanismos de coordinación, introducción de sistemas de aseguramiento de calidad, etc. (el monto máximo de ANR para esta modalidad es $ 200.000); 2) expansión, para ampliar: la escala de operaciones, los procesos que ejecutan o avanzar hacia nuevos eslabones (producción primaria, acopio, transformación, comercialización mayorista, distribución minorista, exportación, etc. (el monto máximo de ANR para esta modalidad es $ 260.000); 3) innovación, orientadas al desarrollo de innovaciones de procesos y/o de productos para mejorar la capacidad tecnológica (el monto máximo de ANR para esta modalidad es $ 300.000). Para las tres alternativas, el ANR cubre el 60 % del total del proyecto. El 40 % restante debe ser aportado por el grupo asociativo en forma de contraparte, con al menos un 10 % de aportes monetarios. 3) Apoyos Económicos No Reembolsables (ANR) destinados a actividades o proyectos de Grupos Asociativos Fortalecidos; es decir Grupos preexistentes y consolidados, independientemente de que hayan o no participado en las otras líneas de asistencia del programa. Al igual que en la línea 2, el ANR se corresponde a una inversión que apunta a mejorar la situación del grupo. Los beneficiarios podrán ser: a) Grupos de Empresas (excluidas las Unidades Transitorias de Empresas) según la Ley 19.550 o la Ley 26.005; b) Grupos de empresas sin personería jurídica, que justifiquen la integración horizontal y asociativa, consolidada en un plazo no menor a dos años, y que se conformen jurídicamente antes del ingreso al Proyecto; c) Cooperativas (excluidas las de trabajo) según la Ley 20.337; d) Sociedades Comerciales (según la Ley 19.550) que se constituyeron como resultado de las actividades desarrolladas a través de las líneas 1 y 2 del Programa. Esta línea cuenta con dos modalidades: expansión e innovación. Se destinan a los mismos ítems que las correspondientes a las modalidades de la línea 2. En este caso, los montos alcanzan $ 520.000 y $ 600.000, respectivamente. El Programa aporta el 60 % del total del Proyecto en concepto de ANR. La contraparte del grupo deberá aportar el 40 % restante (al menos un 20 % deberá estar integrado por aportes en efectivo). PROGRAMA ALIAR ALIANZAS INNOVADORAS ARGENTINAS
Apoyo técnico y económico a iniciativas y proyectos de innovación tecnológica en el sistema agropecuario, agroalimentario y agroindustrial, para inventores e innovadores. Dr. Javier Ortega21 Las innovaciones son todos aquellos nuevos conocimientos y tecnologías que se dan en las fases de producción, procesamiento y comercialización, y que son aplicados a los procesos económicos y sociales. De este modo crean valor a través de la transformación de ideas en nuevos o mejorados productos, procesos y métodos de comercialización o de gestión organizacional superadores. La tecnología es una importante fuente originadora de adelantos y mejoras que, en general, dan lugar a un aumento de la competitividad de lo que se trate. La innovación, resultado de la creación, difusión y uso de los conocimientos, es reconocida como un elemento fundamental para el crecimiento económico. Facilitar el acceso de los pequeños y medianos productores a innovaciones tecnológicas que respondan a sus necesidades y ajustadas a sus capacidades, contribuye directamente a un aumento de la competitividad y mejora en la productividad con equidad social y desarrollo sostenible. La Fundación ArgenINTA y el INTA, a través del Programa ALIAR, buscan estimular y promover la innovación tecnológica del sistema agropecuario, agroalimentario y agroindustrial argentino brindando apoyo técnico y económico a iniciativas de inventores e innovadores no capitalizados, o que tengan dificultades o limitantes económicas para poder desarrollar sus creaciones, adaptaciones Fundación ArgenINTA.
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o nuevas aplicaciones de un producto, que contribuyan a la introducción, desarrollo, validación y adopción de innovaciones que permitan generar o mejorar productos, procesos o formas de comercialización y gestión, especialmente dirigidas a sistemas productivos de pequeños y medianos productores. OBJETIVO El objetivo es apoyar, técnica y económicamente, a iniciativas que contribuyan a la introducción, desarrollo, validación y/o adopción de innovaciones, “duras” o “blandas”, que permitan el desarrollo y/o mejora de productos o procesos, con impacto productivo y/o comercial. Las propuestas deben contribuir a la competitividad y la mejora en la productividad, y deben considerar aspectos de sostenibilidad económica, social y ambiental. Particularmente, deben dirigirse hacia áreas donde los requerimientos de innovación y tecnología son mayores y donde los esfuerzos puedan tener un mayor impacto en los pequeños y medianos productores. Los proyectos deben tener una orientación productiva, comercial y social, es decir, los resultados de la innovación deben poder insertarse en el mercado, y la adopción de la innovación por parte de los productores, ser un factor de mejoramiento competitivo de sus sistemas productivos y contribuir al aumento de sus ingresos y progreso de su calidad de vida. SUJETOS DE APOYO
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Las propuestas pueden abordar temáticas ligadas a cualquier área del sector: producción primaria, procesamiento y empaque, desarrollo de maquinaria, implementos y equipos, comercialización y marketing, logística, infraestructura, entre otros. Los proyectos deben ser liderados por productores y/o emprendedores individuales, empresas del sector y/o agrupaciones. También podrán postularse organizaciones y entidades académicas o tecnológicas vinculadas al rubro y al ámbito a desarrollar. En todos los casos, el/los postulante/s debe/n estar avalado/s por el INTA Regional donde se desarrollará el proyecto. ASISTENCIA ECONÓMICA Se instrumenta por medio del otorgamiento de créditos reembolsables. El monto máximo a financiar será un porcentaje del monto total del proyecto, a determinar por la Fundación, que en pesos no podrá ser superior a $ 300.000 (pesos trescientos mil). La tasa de interés, plazos y forma de devolución se acuerdan mediante un convenio entre las partes. PRESENTACIÓN El Programa se instrumenta en el marco de responsabilidades de la Gerencia de Proyectos y Emprendimientos de la Fundación ArgenINTA y la presentación se realiza a través de la misma, con la solicitud de las bases y el formulario para presentación de proyectos al referente del programa en la gerencia, Lic. Leandro Brambilla, por e-mail, personalmente en la Fundación o comunicándose por teléfono. CONSULTAS Y SOLICITUDES: FUNDACIÓN ARGENINTA Gerencia de Proyectos y Emprendimientos Lic. Leandro Brambilla (Responsable Programa ALIAR) lbrambilla@argeninta.org.ar Cerviño 3101 - 1er. Piso (1425) Capital Federal Tel. 011 4802-6101 ext. 122
Lic. Paula Jorge (Área de Proyectos) pjorge@argeninta.org.ar Tel. 011 4802-6101 ext. 155 MICROCRÉDITOS PARA EL DESARROLLO DE LA AGRICULTURA FAMILIAR Lic. Alberto Gandulfo22 Desde el 2003 el Gobierno nacional desarrolla una política promocional de apoyo a la Agricultura Familiar con políticas activas, como la creación de los Centros de Investigación para la Agricultura Familiar del INTA; y con un fuerte protagonismo de las organizaciones campesinas y de familias productoras, donde se apoya la realización de ferias y mercados comunitarios, así como encadenamientos productivos con proyectos integrales de desarrollo territorial. En el caso del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, se impulsó firmemente el marco normativo de la Economía Social y Solidaria para desarrollar el sector de la Agricultura Familiar, con las leyes nacionales de Monotributo Social, Promoción del Microcrédito y Marcas Colectivas; se orientaron programas y procedimientos administrativos; se creó el Registro Nacional de Efectores Sociales; se asignó presupuesto específico con apoyo a proyectos socioproductivos y de comercialización; se financió y expandió el ProHuerta en todo el país (incluso en el exterior) al incorporarlo al Plan Nacional de Seguridad Alimentaria. También hemos apoyado la institucionalización de la Feria Nacional de la Semilla Nativa y Criolla (en la que nos acompañó la Presidenta de la Nación), que además tiene la particularidad de una modalidad de gestión asociada entre organismos del Estado nacional en conjunto con las organizaciones más representativas del campesinado de todo el país. El modelo de crecimiento con inclusión social impulsado por el Gobierno nacional encuentra en el binomio trabajo-familia a los vectores organizadores de la Política Pública, en la que el Estado asume una práctica reparadora y de restitución de derechos, tanto sociales como humanos, violentados por las políticas neoliberales y los agronegocios, aún vigentes, de la riqueza concentrada. Políticas Públicas centradas en el desarrollo de la persona, en la familia como núcleo contenedor y en el trabajo como elemento dignificador. Por eso, se impulsan desde el Estado nacional (y cada vez más jurisdicciones provinciales y municipales lo van asumiendo) acciones concretas de apoyo a la producción intensiva, con prioridad en la generación de empleo y trabajo para las grandes mayorías, con producciones sustentables orientadas al consumo popular, que es el gran dinamizador de la economía local. Desde el Ministerio fuimos apoyando y fortaleciendo el desarrollo del colectivo social identificado como la Economía Social y Solidaria, donde las organizaciones de la Agricultura Familiar participan activamente, promoviendo cada vez más emprendimientos que generan empleo y mejoran los ingresos familiares, tanto en lo rural como en lo periurbano; recuperan el trabajo como integrador social y desarrollo, la solidaridad en el esfuerzo conjunto, la complementariedad y el asociativismo, la distribución equitativa y el compartir comunitario. Desde el territorio, en una práctica de desarrollo local (que va de abajo hacia arriba), las organizaciones del campesinado, las cooperativas de pequeños productores, las asociaciones de familias productoras son partícipes en la construcción de la Política Pública y se constituyen en el principal sostén de la Soberanía Alimentaria y del cuidado de nuestros recursos naturales: la tierra y el agua. En momentos en que la crisis mundial se agudiza porque el poder concentrado global sostiene sus políticas neoliberales de ajuste fiscal y salvataje del actual sistema financiero internacional, que provocan en Europa y el Norte de África la aparición de fuertes movilizaciones populares para resistir las ya conocidas medidas de exclusión social; hoy Argentina, y América Latina en su conjunto, disponen de la oportunidad histórica de transformar sus economías productivas subordinadas a la exportación concentrada de commodities, para poder desarrollar políticas soberanas de producción de alimentos y planificar un desarrollo sustentable, de crecimiento sostenido con justicia social, y avanzar en la distribución de la riqueza. Por eso, el desafío actual es profundizar estas Políticas Públicas que transforman la composición del Subsecretario Comisión Nacional de Microcrédito. Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
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Estado a la vez que fortalecen procesos organizativos en los sectores de la producción y el territorio. Hoy más que nunca necesitamos una Agricultura Familiar protagonista del desarrollo sustentable y motora de la Soberanía Alimentaria que alcance escala productiva, con calidad y capacidad de sostener precios populares que favorezcan la comensalidad de los argentinos. Sostener políticas activas que acompañen con asistencia técnica, capacitación, créditos, tecnología adecuada, apoyo a la comercialización. Políticas que fortalezcan la organización productiva, social y política del sector, que favorecen el desarrollo de una fuerza social productiva transformadora, comprometida con la tierra y el cuidado del medio ambiente. En definitiva: impulsar el desarrollo de la agricultura con agricultores es la única garantía de avanzar en la distribución de la riqueza en Argentina y también en América Latina. Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación vemos la necesidad de avanzar en la producción mecanizada de la Agricultura Familiar, de agruparse para concretar el desarrollo del sector, para acceder a nuevos desafíos tecnológicos, involucrarse en mercados cada vez más competitivos, con mayor complejidad industrial, que requieren empresas sociales más consolidadas y sustentables. Organizarse para profundizar y generar una nueva institucionalidad en la relación tanto con el Estado como con el sector privado y con el conjunto de la sociedad es lo que venimos haciendo en la Comisión Nacional de Microcrédito. Entablar una nueva forma de vincularse entre organizaciones de productores con el Estado y con el sector productivo. Involucrarse en un modelo de gestión asociada en la construcción de la Política Pública en apoyo al desarrollo del sector. Existen hoy más de 200 organizaciones de productores familiares que administran fondos públicos de microcrédito, destinados a la compra de capital de trabajo, con una tasa máxima del 6 % de interés anual y un recupero de fondos del 93 %. Desde la CONAMI hemos apoyado al conjunto de organizaciones del campesinado y la Agricultura Familiar que hoy se encuentran activas, como la Red de Comités de Crédito nucleados por la Cooperativa Cauqueva, en Quebrada y Puna; el fondo administrado en su conjunto por las Ferias Francas de Misiones; el Mercado de la Estepa en Río Negro; la importante experiencia de la Mesa de Organizaciones de Productores Familiares de la Provincia de Buenos Aires; los fondos otorgados al Movimiento Nacional Campesino Indígena (Jujuy, Salta, Mendoza, Santiago, Buenos Aires), distintas experiencias vinculadas al Foro de la Agricultura Familiar, principalmente en la zona norte de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, entre otras; las múltiples experiencias de la Red del Banco Popular de la Buena Fe. También existen fondos activos de microcrédito en los Consorcios de Gestión Local que disponen de operatorias específicas con el sector: CGL Tucumán; el PAIPA y Ministerio de la Producción en Formosa; CGL Mendoza, CGL San Juan; CGL Córdoba, CGL Buenos Aires, CGL Villa María Córdoba; CGL Río Negro, CGL Neuquén; CGL Esquel-Chubut. Y muchas experiencias más que demuestran la potencialidad del sector. Estas organizaciones cuentan con fondos de crédito, subsidiados por el Estado Nacional, que orientan la producción de alimentos y el fortalecimiento de la Agricultura Familiar. Si bien la mayoría de estos microcréditos se aplican en la adquisición de insumos, la misma modalidad de la operatoria requiere acompañar los procesos organizativos de las familias productoras, muchas de ellas dispuestas hoy a la adquisición de nuevas herramientas y maquinarias para la producción. Por eso, es importante acompañar la administración de los créditos con la adquisición de nuevas tecnologías, adecuadas a la evolución del sector y a los procesos organizativos que se vienen desarrollando. Es muy importante vincular la fabricación de maquinarias para la Agricultura Familiar con la organización de productores que administran fondos de microcrédito. Desde la CONAMI seguimos impulsando el desarrollo de la Agricultura Familiar para avanzar firmemente sobre los problemas de escala y producción; para que las familias productoras y las cooperativas de productores puedan disponer y acceder a tecnología específica y adecuada a sus posibilidades y necesidades. En la medida en que las organizaciones de productores familiares incorporen tecnologías productivas, los resultados se verán reflejados en los mercados, tanto en precio y calidad, como en volumen y permanencia de productos naturales, saludables y sustentables. En definitiva, porque, al mejorar la calidad de vida de nuestras familias, estamos construyendo una política alimentaria soberana.
MÁS INFORMACIÓN: Alberto Gandulfo Subsecretario Comisión Nacional de Microcrédito Ministerio de Desarrollo Social de la Nación www.desarrollosocial.gov.ar
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Capítulo VII
ANÁLISIS DE LA ASISTENCIA Y PARTICIPACIÓN DURANTE EL EVENTO Ing. Agr. Federico Paredes Los datos resumidos seguidamente corresponden a la recopilación, análisis y sistematización de información obtenida durante el desarrollo del Primer Encuentro del Mercosur Ampliado “Maquinarias y Herramientas para la Agricultura Familiar”, realizado los días 21 y 22 de octubre de 2010 en la Estación Experimental Agropecuaria Corrientes del INTA. La compilación está basada en los datos de encuestas hechas durante el evento y en información secundaria obtenida antes del Encuentro durante el proceso de organización. El objetivo de esta presentación es exponer y analizar experiencias de desarrollo de tecnologías de producto y procesos destinadas a la pequeña agricultura familiar, a partir de una reunión que convocó a una importante cantidad de representantes del sector. Con esto se pretende reflejar la relevancia en la región de un sector de la agroindustria con enormes potencialidades de desarrollo que brinda respuestas creativas y adecuadas para un sector importante de la población rural. SOBRE LOS ASISTENTES El Encuentro tuvo un total de 444 asistentes inscriptos que visitaron y reconocieron las experiencias presentadas y compartieron las diversas actividades programadas durante los dos días de la jornada. Entre los visitantes, de los cuales el 95 % eran argentinos de diferentes provincias, se contó con la participación de una importante comitiva de la hermana República del Paraguay, varios especialistas de la República Oriental del Uruguay y la participación especial de representantes de la República de Corea. Entre los representantes de estas comitivas se encontraban autoridades institucionales (PROCISUR y Ministerios), así como técnicos y especialistas en la temática. En la Figura 5 se ilustra la proporción de los asistentes argentinos de acuerdo con la región de procedencia, de las cuales cuatro de las cinco regiones del país estuvieron representadas por emprendedores/fabricantes. En ella, puede notarse la gran convocatoria de la región sede (NEA), con un 87 % de asistentes, lo que refleja un claro interés en la materia de una de las regiones del país con mayor población de pequeños agricultores familiares. Dentro de este grupo se relevaron diferentes calidades de participación, que incluían todas las categorías consultadas: técnicos, productores, un importante número de expositores/emprendedores, estudiantes y representantes de diversas instituciones ligadas al sector. En orden de importancia le sigue la región Pampeana, con un 9 % del total, que hizo su aporte con 37 asistentes, entre los que había autoridades, técnicos y por supuesto varios emprendedores.
Figura 5. Proporción de visitantes de Argentina de acuerdo con la región de origen. El Noroeste Argentino hizo su aporte con el 3 % de los asistentes locales, con representantes téc-
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nicos, emprendedores y autoridades institucionales. Mientras que Patagonia Norte, debido a la distancia, tuvo la menor representación. No obstante, es de destacar el esfuerzo de los emprendedores, quienes a pesar de la lejanía se acercaron a exponer sus desarrollos. En total, catorce provincias argentinas participaron del Encuentro. En la Figura 6 se esquematiza el número de participantes relevados según la provincia de origen.
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Figura 6. Número de asistentes según la provincia de origen De la Figura 6 se desprende que la provincia de Corrientes, como anfitriona del evento, fue la que más asistentes aportó, con una importante proporción de agricultores familiares de distintas localidades correntinas. Buenos Aires fue la segunda provincia con mayor número de participantes, en gran medida técnicos, expositores e invitados. Chaco y Formosa presentaron experiencias a la vez que contribuyeron con exposición de tecnologías. Se destaca la provincia de Jujuy con una elevada proporción de experiencias presentadas. CALIDAD DE PARTICIPACIÓN En cuanto a la calidad de participación, se diferenciaron cinco categorías para todos los participantes del Encuentro: asistente, expositor, invitado, organizador y colaborador. Se entiende por asistente a todas las personas que por diferentes medios decidieron asistir y no cumplieron con ningún rol organizativo o de presentación de experiencias, se incluyen aquí productores familiares, técnicos, público en general, prensa, etc. Los expositores son los emprendedores/fabricantes que accedieron a la convocatoria realizada por la organización y acercaron sus experiencias para enriquecer la jornada. El grupo invitado corresponde a aquellas personas que fueron convocadas en esta calidad, como autoridad institucional, para presentar su experiencia de desarrollo/producto o bien a la institución a la que pertenece.
Figura 7. Resumen de la proporción de los asistentes de acuerdo con la calidad de participación de los visitantes. En cuanto a los expositores se debe aclarar que, en varios casos, estos expusieron más de un producto, desarrollo o tecnología, así como también que varias de estas experiencias tuvieron más de un responsable. Lo destacable fue, precisamente, que se logró un buen equilibrio entre expositores/ asistentes, con una relación de 6 a 1, lo que permitió una adecuada y pausada explicación técnica cuando se requirió información de los desarrollos tecnológicos expuestos. Incluso, en muchos casos se lograron concretar acuerdos técnicos y/o comerciales. En cuanto al grupo de invitados, representados por el 4 % del total de los participantes, estos hicieron su contribución con información y análisis del sector a través de sus exposiciones orales, empleadas durante las diferentes etapas del taller (Figura 7). INTERESES Y FORMACIÓN DE LOS PARTICIPANTES En la Figura 8 se representa la proporción de los asistentes según los intereses que los motivaron a participar de la jornada y la actividad que desempeñan. De ellos se destacan valores similares de productores familiares y técnicos, ocupando alrededor del 80 % del total de los participantes. Esto refleja, en términos generales, una amplia relación del público usuario directo de las tecnologías presentadas. La relación directa entre el emprendedor y los usuarios de sus desarrollos facilitó el intercambio, y con ello la interpretación del contexto de uso y la factibilidad de la implementación en las condiciones de los usuarios, ya sean productores o técnicos.
Figura 8. Proporción de los asistentes de acuerdo con el interés/formación. De la gran proporción de agricultores familiares que han asistido es de destacar que se han relevado 42 diferentes estructuras organizativas de representación. Entre ellas se mencionan: cooperativas,
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asociaciones, agrupaciones de feriantes, mesas departamentales, federaciones, comisiones vecinales, etc. Esto reviste especial importancia en distintos aspectos. Por ejemplo, los visitantes pertenecientes a una agrupación pudieron trasladar las experiencias a otros miembros que por diversas razones no consiguieron o no pudieron asistir. Otro aspecto consiste en que, al constituir grupos, las posibilidades de acceder a las tecnologías presentadas son mayores, con el consecuente beneficio para los emprendedores y los usuarios del desarrollo. En el 40 % correspondiente a los técnicos, se relevaron 29 instituciones de acompañamiento (incluyendo la de todos los países presentes). Estas fueron representadas en su mayoría por aquellas que trabajan junto con la pequeña agricultura familiar principalmente sobre aspectos técnico-productivos o bien de desarrollo en las distintas regiones. Pero además se presentaron organizaciones que trabajan en aspectos sociales, en cuestiones legales y en fuentes de financiamiento. Ocho municipios de Corrientes también mostraron su interés en esta temática. Este es un aspecto a rescatar al momento de analizar la potencialidad del sector y sus proyecciones regionales. Por otra parte, el interés de la comunidad educativa, principalmente de escuelas rurales de nivel medio, se expresó en un considerable número de alumnos y docentes que asistieron durante los dos días de la jornada. Diez instituciones relacionadas con el ámbito educativo tuvieron su representación, entre ellas escuelas agrotécnicas, escuelas de la familia agrícola, institutos de formación técnica y universidades. Exponer al sector en cuanto a sus avances y necesidades a futuros profesionales y técnicos también fue uno de los objetivos del Encuentro.
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REFLEXIONES FINALES Ing. Ftal. (Mg.) Diego Ramilo23 En términos generales en la última década, el sector agropecuario y agroindustrial argentino ha tenido un crecimiento extraordinario. Privilegiado por las políticas macroeconómicas implementadas, una demanda creciente y sostenida de alimentos y energía en el ámbito mundial, y las bondades agroecológicas de nuestros territorios, más la capacidad emprendedora y de innovación de buena parte de los productores nacionales mejor posicionados en cuanto a tenencia y disponibilidad de los factores de producción –tierra, trabajo y capital–, ha sido posible que la Argentina se ubique de nuevo internacionalmente en el concierto de los países líderes en cuanto a producción agropecuaria. Ligado a este crecimiento y a una estrategia de trabajo en red con actores público- privados, el sector metalmecánico agropecuario nacional, representado en este sentido por el conglomerado de la maquinaria agrícola y agropartes, de Las Parejas, Armstrong y Marcos Juárez, se destaca como un sector extraordinariamente pujante e innovador que satisface con creces las demandas tecnológicas de medianos y grandes productores nacionales, y de forma creciente, las internacionales. Así lo explica el coordinador del proyecto INTA PRECOP, Ing. Agr. Mario Bragachini: “El desarrollo del sector agropecuario se ha producido a partir de cambios profundos en la organización de la producción. Menos actores y más grandes, agricultura por contrato (tierras y servicios). Esto conlleva a una falta de pertenencia con el lugar de origen, con la sustentabilidad del sistema y algunos problemas de inversión en origen sobre procesos de valor agregado de la producción, entre otros”. Este modelo organizativo y productivo está basado fundamentalmente en la utilización y desarrollo de tecnologías de insumos. Este desarrollo implica, así, una creciente simplificación de los agroecosistemas, que al favorecer las economías de escala es competitivo y fácilmente apropiable por la mediana y gran empresa agropecuaria, pero que tiende a desplazar al sector de pequeños productores y de la agricultura familiar (PNPAF, 2005)24. Esta realidad de crecimiento y bonanza productiva y económica25 está siendo aprovechada de forma directa por tan solo el 34 % del total de productores del “campo” argentino. Porque la Agricultura Familiar –el restante 66 % de los productores agropecuarios nacionales– ha carecido históricamente (por motivos que escapan a este apartado analizar) de las oportunidades y posibilidades de acceder a los recursos naturales (sobre todo tierra y agua), al conocimiento, la tecnología, los mercados, el crédito y la infraestructura social y productiva en sentido amplio, que hubiera posibilitado su inclusión en el aprovechamiento de los beneficios económicos, en las distintas etapas de nuestra historia como país. En términos generales entendemos a la Agricultura Familiar como un tipo de producción donde la unidad doméstica y la unidad productiva están físicamente integradas. Las actividades agropecuarias son un recurso significativo en la estrategia de vida de la familia, la cual aporta la fracción predominante de la fuerza de trabajo utilizada en la explotación; y la producción se dirige tanto al autoconsumo como al mercado. Asimismo, es posible en términos generales, dentro del concepto de Agricultura Familiar, diferenciar tres estratos o tipologías de productores familiares, a saber: 1- Un tipo de productor familiar capitalizado, que a pesar de la escasez en la dotación de factores con que cuenta (tierra y capital) en relación con el nivel medio de la actividad –representado por el empresario agrario–, puede evolucionar (reproducción ampliada). No presenta en general rasgos de pobreza y sus principales carencias se refieren a servicios de apoyo a la producción (financiamiento y crédito, asistencia técnica, apoyo a la comercialización, a la integración de cadenas productivas, etc.). 2- Un estrato intermedio de pequeño productor familiar, los llamados campesinos o pequeños proINTA - Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF). Documento Base INTA Programa Nacional de Investigación y Desarrollo para la Pequeña Agricultura Familiar. 25 Tan característica de ver con mayor visibilidad en la pampa argentina. 23 24
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ductores transicionales, que posee una restricción de recursos (tierra, capital, etc.), que no le permite una reproducción ampliada o la evolución de su explotación, sino solamente la reproducción simple (se mantiene en la actividad) y presenta algunos rasgos de pobreza por falta de acceso a servicios sociales básicos. 3- Finalmente, un estrato inferior de pequeño productor familiar, cuya dotación de factores no le permite vivir exclusivamente de su explotación y mantenerse en actividad, por lo cual debe recurrir a otras estrategias de supervivencia (asalariado transitorio, empleos estatales, subsidios, etc.), poseyendo además características acentuadas de pobreza. (Obschatko, E, y otros, 2007). Ahora, también es cierto que en América Latina y el Caribe a partir de los últimos años, la temática de la Agricultura Familiar (AF) se ha venido constituyendo en un tema trascendente tanto en el ámbito de las políticas públicas, como en el contexto de la innovación tecnológica e institucional. Esto se debe, entre otras cosas, a que, solamente en los países integrantes del MERCOSUR Ampliado (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay), la AF representa, en promedio, el 88 % del total de explotaciones agrícolas existentes, lo que totaliza 5.727.163 grupos familiares. Por otro lado, la AF tiene un rol fundamental en la provisión y suministro de alimentos en la región. En promedio participa del 30 % del Valor Bruto de la Producción Agropecuaria (VBPA), ocupando el 20 % de la superficie productiva total regional (PROCISUR, 2011). En Argentina, la AF es un sector social de relevancia dado su gravitante rol en la cadena agroalimentaria, en la absorción de mano de obra en la actividad agrícola y en la retención de la migración campo-ciudad, que es el principal aportante a la formación de cordones periurbanos de pobreza. La AF contribuye con el 20 % del valor bruto de producción anual del sector agropecuario y el 53 % de empleo que existe en el medio rural –ambos datos a valores del año 2004– (Obschatko et al., 2007). Asimismo como se dijo, el 66 % del total de las explotaciones agropecuarias existentes en el país corresponde a la Agricultura Familiar, como promedio nacional. Sobre todo a partir del año 2003, comienza a existir en distintos ámbitos a escala nacional, provincial y municipal la decisión política de enfrentar la pobreza rural y urbana, a través de acciones concretas con la Agricultura Familiar, dado que se estima que esta brinda reales oportunidades para favorecer un desarrollo local sostenible. Así, últimamente se ha generado una demanda en aumento de tecnología y de nuevas alternativas de producción para la pequeña producción, motivada por la necesidad de incluir social y económicamente a este sector, históricamente postergado. Si bien el INTA ha sido y es pionero en el desarrollo tecnológico para gran parte de los sistemas de producción del país, la tecnología generada no siempre ha satisfecho la demanda del sector de la Agricultura Familiar (PNPAF, 2005). Esta visibilización creciente de la AF en el ámbito regional, de su problemática y de su potencialidad, y por sobre todo de las necesidades de “apalancar” su desarrollo como sector social y económico, comienza a verificarse en los países del MERCOSUR ampliado, a partir del fortalecimiento de la institucionalidad pública nacional relacionada con la AF. Se fortalecen políticas públicas diferenciales como en Brasil –Programa Nacional de Fortalecimiento da Agricultura Familiar (PRONAF), Programa de Garantía de Precios de la Agricultura Familiar (PGPAF), o el programa Seguro de la Agricultura Familiar (SEAF) entre otros–; Paraguay lanza el Plan Nacional de Agricultura Familiar y el Programa de Fomento de Producción de Alimentos de la Agricultura Familiar; se ponen en funcionamiento estructuras públicas, como en el caso de Uruguay, que crea en el año 2005 la Dirección Nacional de Desarrollo Rural en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, o como en el caso de nuestro país, al elevar el estatus de Subsecretaría a Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. En el caso de las estructuras descentralizadas de I+D como en el caso del INTA, la creación hacia el interior de la Institución del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (CIPAF) y sus 5 (cinco) institutos dependientes de Investigación para la Agricultura Familiar (IPAF), localizados en las grandes regiones del país (NEA, NOA, Pampeana, Cuyo y Patagonia), son ejemplo de todo lo indicado antes. De la misma manera, comienzan a desarrollarse acciones conjuntas regionales en el ámbito de la REAF (Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar en el MERCOSUR), que van desde la
construcción de una agenda de trabajo conjunta, hasta la ejecución de programas regionales para la promoción de la igualdad de género en las políticas públicas de la Agricultura Familiar, y de capacitación de la juventud rural del MERCOSUR. De estos espacios de articulación y acuerdos, se destaca como uno de los principales resultados del trabajo de la REAF MERCOSUR, la resolución GCM Nº 25/07 o más conocida como Ley de la Agricultura Familiar del MERCOSUR, la cual establece criterios mínimos de identificación de la AF en nuestros países, reconociendo a la misma como un segmento económico diferenciado para la implementación de políticas públicas de desarrollo rural. Acompañando estos procesos institucionales, los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria de los países de la región fortalecieron o crearon programas tendientes a bordar la complejidad de la Agricultura Familiar, desde la perspectiva de la Investigación y el Desarrollo (I+D). Como ya se ha planteado en este trabajo, el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR), creado en 1980, constituye un esfuerzo conjunto de los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria (INIA) de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). A partir de esto, el PROCISUR junto con los representantes institucionales de los INIA crean, en el año 2004, la Plataforma Tecnológica Regional de Agricultura Familiar, con el fin de generar espacios colaborativos de I+D regionales para la AF. De este espacio de articulación regional, surge como decisión compartida la organización del 1° Encuentro del MERCOSUR Ampliado Máquinas y Herramientas para la Agricultura Familiar. El evento, según lo descripto y analizado en los capítulos precedentes, cumplió de forma destacada con los objetivos planteados por los organizadores. Fue definitivamente un evento de características federales, en donde fabricantes de 14 provincias del país expusieron sus desarrollos tecnológicos. Por un lado, aparece con total magnitud la asombrosa creatividad existente en la ruralidad de nuestro interior profundo, en donde pequeños fabricantes, talleristas y artesanos de maquinarias y herramientas de los pueblos más remotos de nuestra geografía nacional, son capaces de generar –muchas veces en condiciones muy desfavorables– una diversidad de desarrollos y soluciones técnicas sumamente ingeniosas, como a la vez apropiadas, capaces de resolver y solucionar problemas productivos como reproductivos, de la realidad cotidiana de la Agricultura Familiar. Estos desarrollos se destacan entre otras cosas por su capacidad para: » elevar la productividad primaria, » transformar la producción y agregar valor, » humanizar el trabajo de la familia rural, » facilitar el acceso a recursos básicos como el agua, » el aprovechamiento de las fuentes de energías renovales disponibles, entre otras. De la misma manera, es necesario resaltar la gran concurrencia y respuesta del público a la convocatoria del evento. Esta estuvo representada por una importante diversidad de actores entre los que se destacan organizaciones de productores (asociaciones, cooperativas, grupos de productores, etc.), instituciones de apoyo técnico relacionadas con la Agricultura Familiar, gobiernos locales (municipios) e instituciones educativas (colegios agrotécnicos), etc., lo que pone en evidencia el interés creciente en torno a la cuestión de la AF en general, y al desarrollo tecnológico relacionado con la producción familiar en particular. Es necesario asimismo rescatar y poner en valor el rol de este Estado necesariamente presente, coherente y comprometido en la articulación de esfuerzos y recursos a partir de sus capacidades territoriales –tanto nacionales como provinciales y locales–, para organizar un evento de estas dimensiones y complejidad. Esto demuestra, a la vez, la generación y el fortalecimiento de una nueva institucionalidad en donde se destacan diferentes programas y propuestas de financiamiento y apoyo, ahora disponibles desde las diversas carteras públicas. Pudieron mostrarse en sociedad valiosos avances de grupos de trabajo y proyectos institucionales, relacionados con la generación y puesta a punto de tecnologías en maquinarias, equipos y sus producciones asociadas para la Agricultura Familiar, en donde se destacan los antecedentes y resultados de los equipos del INTA, tanto de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Corrientes, de la CECAIN Sáenz Peña y de la EEA Reconquista, entre otros.
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En definitiva, los aprendizajes y aspectos positivos para rescatar a partir del análisis amplio que intentamos hacer en este documento son numerosos. Pero a la vez entendemos que tampoco puede hacerse un análisis ingenuo que descanse únicamente sobre los aspectos positivos, olvidando que aún existe mucho camino por transitar y responsabilidades por asumir si se pretende lograr el verdadero objetivo de incluir con equidad a los sectores más postergados de nuestra sociedad, como es el caso de la Agricultura Familiar. El evento también advierte, en cierta forma, pinceladas y retazos de esta realidad. La muestra deja en cruda evidencia el impacto del vacío generado por un Estado ausente en la historia de nuestro país durante la pasada década neoliberal, cuando descubrimos que la gran mayoría de los desarrollos tecnológicos existentes y expuestos para ser utilizados por la Agricultura Familiar provienen en su gran mayoría –salvo honrosas excepciones– del esfuerzo y del tesón de pequeños fabricantes y humildes talleres privados, quienes, con herramientas en muchos casos obsoletas y sin capital de trabajo, logran respuestas dignas de un centro de investigación. El FODA realizado junto con los expositores refleja y caracteriza varias debilidades en este sentido, percibidas por los propios fabricantes, en donde se destacan muchos de los problemas recurrentes que atraviesa la AF: ausencia organizativa, el escaso acceso a fuentes de financiamiento y al crédito, a la asistencia técnica, al apoyo para el diseño y la innovación, a políticas de promoción, problemas de comercialización, de conocimiento y visibilización de sus productos tanto por parte de los propios agricultores familiares, como por parte de los técnicos de instituciones públicas y privadas que trabajan con ellos, entre otras tantas. Los últimos años han demostrado la necesidad de consolidar el rol de un Estado sensible, comprometido y responsable con la equidad y la inclusión de aquellos sectores que se han “desarrollado” históricamente en desventaja. Debemos, para ello, identificar y reconocer que son justamente las problemáticas estructurales –aquellas relacionadas con el acceso a los recursos naturales (sobre todo tierra y agua), a la infraestructura social básica y productiva, a la tecnología, al capital, a la asistencia técnica, a la educación, etc.–, las que en definitiva impiden el desarrollo del sector. La Agricultura Familiar necesita entonces del fortalecimiento de la institucionalidad del Estado en sentido amplio. La creación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el mejoramiento de las capacidades presupuestarias y operativas de las estructuras dependientes como el INTA, INASE, SENASA, y las delegaciones de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, apuntan en este sentido. Por otro lado, deben complementarse y profundizarse con políticas públicas diferenciales, las que basadas en la resolución de las problemáticas estructurales históricas planteadas y en la potencialidad productiva de la Agricultura Familiar como sector, transformen a esta en un actor productivo relevante de la economía del país, garante de la soberanía y seguridad alimentaria nacional. Este encuentro, analizado y documentado aquí, tuvo en definitiva como objetivo comenzar a aportar a esta construcción. BIBLIOGRAFÍA Obschatko, E y otros. 2007. Los pequeños productores en la República Argentina. Buenos Aires: DDA, PROINDER, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, IICA. PNPAF, 2005. Programa Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar- Documento Base. Buenos Aires: INTA. PROCISUR, 2011. Tomado del proyecto: Estrategias de extensión: los agricultores familiares y su adaptación al cambio climático en territorios seleccionados del cono sur (Argentina, Chile y Uruguay). Montevideo: IICA- PROCISUR.
Anexos
Anexo 1 EQUIPAMIENTO Y TECNOLOGÍAS PRESENTADAS EN LA EXPOSICIÓN DINÁMICA El área destinada para la muestra dinámica contó con una superficie de 4.000 m2 y las demostraciones incluyeron equipamientos manuales, traccionados por animales de trabajo y por tractores de baja potencia. Los equipos expuestos se listan a continuación agrupados según su función y unidad INTA que la desarrolló y/o difundió. MÁQUINAS Y EQUIPOS PARA SIEMBRA Sembradora fertilizadora dorsal (AER Mercedes). Sembradora de plato (AER Mercedes). Sembradora de tiro (AER Mercedes). Sembradora tipo triciclo 2S (EEA Corrientes). Sembradora Gralha Azul 1S (EEA Corrientes). Sembradora fertilizadora de pecho (EEA Corrientes). Sembradora-fertilizadora Dolzani 2 surcos traccionada por 2 caballos (EEA Corrientes). Sembradora manual tipo bastón (AER Mercedes). Sembradora tipo taca-taca (EEA Corrientes). MÁQUINAS Y EQUIPOS PARA PROTECCIÓN DE CULTIVOS Y MANEJO DE RASTROJOS
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Pulverizadora tipo bicimochila (EEA Corrientes). Pulverizadora tipo bicimochila de una rueda (AER Mercedes). Pulverizadora de arrastre de tracción animal (EEA Corrientes). Rolo de cuchillas Dolzani para tracción mecánica (EEA Corrientes). Demostración de corte de rastrojos. Rolo de cuchillas para tracción animal (EEA Corrientes). Demostración de corte de rastrojos. MÁQUINAS Y EQUIPOS PARA COSECHA Y POSTCOSECHA Trilladora estática de semillas (EEA Corrientes). Catres para secado de material (EEA Corrientes). Zarandas clasificadoras de semillas (EEA Corrientes). Cosechadora de maíz de un surco Jumil (EEA Corrientes). MATERIALES CRIOLLOS Y ESPECIES VEGETALES DE IMPORTANCIA REGIONAL - DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA - ROTACIÓN DE CULTIVOS - SIEMBRA DIRECTA Colección de variedades criollas de la EEA Corrientes. Rotación de cultivos. Siembra directa. Abonos verdes/Cultivos de cobertura. Manejo de rastrojos/aportes de nutrientes.
Anexo 2 GRUPOS DE TRABAJO CONFORMADOS POR EXPOSITORES DE TECNOLOGÍAS PARA EL TALLER FODA GRUPO 1
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GRUPO 3
GRUPO 4
GRUPO 5
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Anexo 3 LISTADO DE FABRICANTES QUE PARTICIPARON DEL ENCRUENTRO COMO EXPOSITORES DE MAQUINARIAS, EQUIPOS Y HERRAMIENTAS.
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TECNOLOGÍASAPROPIADAS. MEMORIAS DEL I ENCUENTRO DEL MERCOSUR AMPLIADO: MAQUINARIAS Y HERRAMIENTAS PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR