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INTEC Cinco décadas inspirando a sus estudiantes a alcanzar el éxito

Elegir una universidad es una gran decisión. De ella dependerá tu preparación para el mundo profesional y, consecuentemente, las oportunidades que se abren de cara al futuro. Además de ofrecer formación de vanguardia y contar con profesionales altamente calificados, el centro de estudio debe ser un espacio que motive la investigación, que potencie el talento y que inspire siempre a dar lo mejor de sí para lograr un crecimiento profesional y personal.

De esta manera el estudiantado del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) define su casa de estudios al conmemorarse los 50 años de una trayectoria inspiradora y vanguardista. Ellos valoran que INTEC sea un centro que despierta su capacidad de innovación y de inventiva, pero también que fomenta la socialización y el intercambio de ideas, a la vez que crea nuevas vivencias. Al hacer que todos se sientan parte, INTEC se convierte en una gran comunidad para sus estudiantes.

“Desde que inicié a estudiar en esta universidad, he crecido mucho como persona y como futura profesional. Tengo la certeza de que todo lo que está aconteciendo con mi formación va a repercutir en mi vida profesional en el futuro cercano”, asegura Adrianni Rodríguez, estudiante de Biotecnología, quien señala que dentro del recinto se vive un ambiente de mucho compañerismo y familiaridad.

Adrianni comenta que eligió abrirse campo en el mundo profesional en INTEC, porque es la única universidad en el país que ofrece la licenciatura en Biotecnología.

Además, resalta que la motivó el reconocimiento como investigadores del área que tienen los docentes, así como la actualización acorde con las exigencias del mercado de la formación que recibe.

Mientras que Gabriel Pichardo, estudiante de Economía, valora que en su alma máter todo el mundo interactúa como si fuera una familia. A él lo inspiró su hermano a estudiar en INTEC, quien es egresado de la universidad. “Fueron tantas las buenas historias que escuché de mi hermano mientras aún estaba en la secundaria, que ya estaba ansioso por completar mis estudios para sumarme a la comunidad inteciana”, dijo entre risas.

“INTEC me ha convertido en una persona que busca más allá, no solo por las calificaciones, sino por entender, por comprender, por dar lo mejor de mí”, sostiene. Por ello, Gabriel felicita a INTEC por sus 50 años de excelencia y por ser una de las mejores universidades del país.

Historias tan motivadoras como la de Adrianni, Gabriel y las que se escuchan a diario en el campus, reafirman que en estas cinco décadas, INTEC ha construido un legado que inspira y nos mueve al futuro.

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