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Apellidos Milenarios
Familia Chung Echevarría
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Augusto Chung Chung atravesó el Canal de Panamá y llegó a Iquitos desde Cantón.
Escribe: Ana Chung, inspirada en el relato de Javier Chung.
Augusto Chung y Teolinda Echevarría, el día de su boda. Al lado, Augusto Chung Chung.
Mi bisabuelo Augusto Chung Chung (nombre ya en Perú) se embarcó junto a un gran grupo de migrantes chinos en Cantón, China, sin saber el destino del barco. Así fue como llegó al Canal de Panamá pero el gobierno panameño no les permitió quedarse en el país. Separados en grupos más pequeños y puestos en otras naves que atravesaban el Canal, mi bisabuelo sube a una embarcación peruana que había salido del Callao, pasó por el Canal y entró por la boca del río Amazonas llegando a Iquitos en 1929.
Una vez establecido en Iquitos abre una bodeguita en la esquina de la calle 9 de Diciembre y la calle Arica. A media cuadra, en la casa signada con el número 238, vivía Lola Suero García, de quien se enamoró profundamente. Lola mantenía en ese entonces una relación amorosa con don Germán Tejada, sargento del Ejército peruano. Fue durante una ausencia de Germán que Augusto y Lola mantuvieron una breve relación, no muy correspondida por parte de ella. Él, enamorado y sin esperanzas, con mucho dolor y pena, vende su bodega y parte con destino a Yurimaguas en un bote a vapor. Desde allí, junto a unos veinticinco pasajeros, se traslada caminando por la Vía Pichis hasta Chiclayo. Luego continuaría su viaje a pie hacia Lima donde, por conexiones de la comunidad china, consigue trabajo en Ica cocinando y recolectando algodón. Después de un par de años regresa a la capital para trabajar de cocinero, siempre muy vinculado con la comunidad china de la calle Capón. Se instala en el Rímac con un pequeño puesto de cocina en la vereda de su vivienda.
Una vez que Augusto sale de Iquitos, mi bisabuela Lola se da con la sorpresa de que estaba embarazada. Don Germán Tejada se dio de baja del Ejército, regresa a Iquitos y abre un restaurante en el Mercado de Belén, en la ‘Loma de Belén’. Al continuar la relación amorosa con Lola descubre su embarazo. Tan enamorado de ella estaba que lo aceptó con mucho amor y se comprometió a cuidar al bebé a quien dieron el nombre de Augusto Javier Tejada Suero, mi abuelo.
Con ayuda de nuestros lectores, esta sección intentará seguir las huellas de las familias chinas que a mediados del siglo XIX migraron a América y se asentaron en el Perú. Cuéntenos su historia enviándonos las fotos, recuerdos y cualquier documento testimonial que conserve de sus raíces familiares a: prensa.integracion@apch.com.pe
El bazar Beatriz, que funciona hasta hoy desde 1961. Al lado, Augusto Chung con su hija Carmela.
El abuelo Augusto mantuvo su apellido Tejada durante toda su etapa escolar donde siempre lo llamaron ‘chino’ por sus evidentes rasgos orientales, pero nadie sabía por qué. Es al terminar el colegio que pregunta a su papá Germán y este le revela la historia real. Enfrentado a la verdad, pide cambiar su apellido a Chung, lo que le fue permitido cuando cumplió 21 años. Decide entonces buscar a su papá. Mi bisabuela Lola nunca se casó con Germán, pero vivieron juntos y tuvieron a Isolina Tejada Suero, media hermana de mi abuelo.
Cuando el abuelo Augusto tenía unos 28 o quizás 30 años de edad, logra ubicar el paradero de su padre Augusto Chung Chung con la ayuda de la comunidad china en Iquitos. Planifica viajar a Lima para buscarlo y conocerlo, anhelo que logra concretar a los 31 años. Un año después regresa con sus hijos Walter (mi papá), Carmela y Charo. Lo conocieron viviendo en el Rímac con la tía Margarita, a quien cuidó desde niña y a quién legó su apellido Chung sin ser su hija. Ella lo acompañó hasta sus últimos días.
Mi abuelo Augusto Chung Suero se casó en Iquitos con Teolinda Echevarría Pardo y tuvieron seis hij@s: Walter, Carmela, Charo, Luz Estela, Beatriz y Javier Chung Echevarría. Asimismo, en 1961 abrieron el Bazar Beatriz, que funciona hasta hoy junto al mercado de Belén en la calle 9 de Diciembre 238.
Ahora somos 12 niet@s y bisniet@s: Víctor, Beatriz, Urpi, Jesús, César, Claudia, Ana, Cusi, Ivonne, Gabriela, Armando y Connie. Nos encontramos en distintas partes del mundo tratando de seguir los pasos perseverantes, trabajadores y soñadores de nuestros abuelos.
La familia Chung Echevarría celebrando la Navidad de 1985. Izq.: en 1959 con sus hijos Walter y Carmela.
Encuentros Cercanos
El politólogo y sinólogo dominicano Luis Gonzales pasa revista a la relación entre China y la región.
De paso por Lima, el Secretario General de la Federación de América Latina y el Caribe de Amistad con la República Popular China (FALCARPCH) destacó en conversación con INTEGRACIÓN el crecimiento del intercambio comercial, entre otras señales de auspiciosa cercanía.
Entrevista Sergio Carrasco
¿Cómo observa la relación entre China y América Latina y el Caribe en un escenario internacional como el que estamos viviendo?
Esa relación se ha venido fortaleciendo de una manera extraordinaria en la última década o quizá en los últimos quince años. El intercambio comercial se ha quintuplicado. Se han realizado múltiples visitas oficiales de jefes de Estado de la región a China y viceversa. Ambas regiones se necesitan mutuamente. China sigue siendo la fábrica del mundo en muchos aspectos. Y países como Perú, Chile, Brasil y México están exportando mucho a China. Esto no quiere decir que cerremos las puertas y cortemos contacto con Estados Unidos y Europa, que son los aliados estratégicos tradicionales, sino que, manteniendo la relación con ellos, fortalezcamos los lazos con China en beneficio de nuestros países y sobre todo de nuestros pueblos.
¿Qué rol es el que le corresponde a la institución en estas circunstancias?
Como China está en ascenso y está teniendo presencia global,
Luis Gonzales: "Ahora más que nunca China necesita de sus amigos”.
más la competencia en tecnología 5G, entre otras grandes ventajas, ha generado un gran temor por parte de Estados Unidos. Ahora más que nunca China necesita de sus amigos. Eso es precisamente lo que está haciendo FALCARPCH: enviando un mensaje claro de que somos amigos de China y estamos a su lado para apoyarle en su ascenso pacífico. El ejemplo lo hemos visto con el tema de las vacunas. La presencia de China ha sido notable en la región.
¿Qué aspectos cree usted que deben priorizarse en la relación bilateral?
Sin lugar a dudas es el intercambio comercial, tratando de que haya más exportación de la región; en intercambio de tecnologías; en la cooperación Sur-Sur, que, de hecho, es la más importante de hoy: China tiene muchos adelantos que pueden servirnos en la región; en apoyo en los organismos internacionales. Ese debe ser el enfoque.
¿De qué manera puede contribuir la relación bilateral Perú-China a fortalecer la relación de la región en general con el gigante asiático?
Perú tiene un porcentaje importante de su población de ascendencia china. Aquí hay varias instituciones de amistad con China y no son nuevas. Esta relación es importantísima y tiene grandes protagonistas.
¿Cuál es la agenda de la próxima reunión de FALCARPCH?
Está pendiente la realización del Foro que se ha venido realizando cada dos años desde 2007 y desde 2015 no se ha podido realizar. Estamos pensando en seguir fortaleciendo los lazos y coordinar un encuentro donde se puedan establecer las líneas a seguir.