Opinión
lunes 30 de noviembre del 2015 Gestión
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Memorándum Económico Nº 2015-24
De la bonanza a la desaceleración: ¿Y ahora qué hacemos? Opinión Carlos E. Paredes
Director de Intelfin y profesor de la Universidad del Pacífico.
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El lunes pasado, Gestión presentó el libro titulado “De la bonanza a la desaceleración: ¿Y ahora qué hacemos?”, el cual reúne 52 memorándums y unos pequeños ensayos bastante relevantes para la coyuntura económica y política actual. Hace dos años, en el primer libro publicado por Gestión, nos preguntábamos: “¿Ya fueron las vacas gordas?”. Ahora, la respuesta afirmativa a aquella pregunta es más que evidente, pues nuestra tasa de crecimiento en este bienio ha disminuido a menos de la mitad de la que veníamos registrando en ese entonces… En este contexto, la pregunta del nuevo libro, “¿y ahora qué hacemos?”, es crucial. Para poder responder adecuadamente a esta pregunta, debemos partir de un buen diagnóstico. En el tercer capítulo de nuestra nueva publicación, titulado “la economía de la desaceleración”, se muestra que el enfriamiento de la economía se explica, en gran medida, por la reacción de los inversionistas privados al nuevo entorno internacional de menor crecimiento y, sobre todo, de menores precios de nuestros commodities. Es el ajuste natural ante un importante shock externo negativo de naturaleza permanente que genera incertidumbre. Y aquí nuestra debilidad institucional nos ha pasado nuevamente la factura, pues la desaceleración se ha agravado debido a que la debilidad de nuestras instituciones políticas ha llevado y llevará a que la incertidumbre generada por los shocks externos se amplifique innecesariamente, reduciendo aún más la inversión y el crecimiento. En efecto, sin
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predictibilidad política, la mejor posición privada resulta ser el “wait and see”, con la consecuente profundización y prolongación de la desaceleración. Además, el manejo de la política macroeconómica ha sido subóptimo. Los efectos de este shock exógeno se vieron exacerbados por la falta de una respuesta fiscal y monetaria oportuna. La desaceleración y posterior caída de la inversión pública, así como la permanente intervención del BCR
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“Los efectos del shock exógeno se vieron exacerbados por la falta de una respuesta fiscal y monetaria oportuna”. orientada a frenar el necesario ajuste del tipo de cambio, fueron errores lamentables. El embalse cambiario, que solo podía ser temporal, nos ha costado más de 20,000 millones de dólares (cerca de 10% del PBI) y frenó el ajuste de precios relativos en la economía que habría facilitado el crecimiento de las exportaciones no
tradicionales y compensado en algo la caída de la minería. Tal vez, los hoy evidentes errores en el manejo de la política fiscal y monetaria se debieron a la persistente negación del problema por parte de las autoridades económicas. Esto es una lección clarísima para todos y en particular para el nuevo gobierno: ¡la política del avestruz no funciona! En los últimos años, hemos cometido muchos errores, pero también hemos tenido grandes aciertos. A diferencia de otros países, no dilapidamos los recursos de la época de las vacas gordas, sino que ahorramos y redujimos nuestro endeudamiento público de manera significativa. El nuevo gobierno heredará una situación fiscal que, aunque se ha debilitado producto de la desaceleración, le permitirá implementar el programa de reformas e inversión pública que el Perú necesita en la actual encrucijada. El que se implemente un programa económico racional y efectivo a partir del segundo semestre del 2016 dependerá de a quién elijamos presidente en junio del próximo año y de por quiénes votemos en abril, tanto para pasar a la segunda vuelta como para representarnos en el Congreso. Ojalá que esta vez votemos racionalmente y que no repitamos los errores del pasado, tal como se documenta en el ensayo final del libro.
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BUZÓN
Escríbanos: gestion2@diariogestion.com.pe
PPC: ¿quién pierde más? Lamentables los hechos ocurridos en el PPC y las acusaciones bastante graves que se han lanzado entre Lourdes Flores y Raúl Castro, y me pregunto quién pierde más. Hasta antes de los encontronazos parecía evidente que sin Lourdes Flores como candidata presidencial el PPC es una agrupación política que jamás pasaría la valla electoral del 5%. Sin embargo, hoy da la sensación que Lourdes Flores firmó su partida de defunción como futura candidata presidencial. Por otro lado, Raúl Castro es y siempre fue un líder político de segundo nivel. ¿Quién perdió más? Fernando Ganoza Romero DNI: 17839656
Estimado Fernando: Lo ocurrido demuestra lo mal que está la política.
Trabas municipales La función principal de un
municipio es dar licencias para la industria, el comercio y la construcción, y como toda actividad formal está sometida a trámites de nunca acabar, debido a la poca capacidad de los empleados, y los alcaldes electos barren a los anteriores para dar cabida a los suyos. En cambio, para las actividades informales como mototaxis, triciclos y colectiveros, así como toda la gente de las paraditas, no requieren de trámites, simplemente, el municipio vende los espacios con cobros diarios y se acabó la tramitología. Rubén Ojeda zea_ruben@hotmail.com
Fe de erratas En la entrevista realizada al Chairman of Institucional Clients Group de City Group, publicada el viernes pasado, se señala en una de las respuestas que: El Perú tiene amplio margen de maniobra en política monetaria (bajada de tipo de cambio), cuando debió decir (bajada de tipos de interés).
VOX PÓPULI Escríbanos: gestion2@diariogestion.com.pe
La pregunta de hoy:
¿Está de acuerdo con que se fije una pensión mínima para afiliados a las AFP? No debe fijarse –mediante imposición estatal- una pensión mínima. La pensión -o devolución- del dinero del aportante debe hacerse de acuerdo al contrato que han celebrado, previamente, de manera voluntaria, ambas partes, AFP y aportante.
Adicionalmente, el aporte debe ser totalmente voluntario. Finalmente, nadie debe recibir pensión si es que no ha aportado a su fondo individual. Álvaro Pinto alvaroipc@hotmail.com
La pregunta de mañana: ¿Deberían los fondos mutuos competir con las AFP para administrar los fondos de los aportantes?