Opinión
jueves 12 de febrero del 2015 Gestión
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BUZÓN
memorándum económico no 2015 -03
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Ruidopolíticoy crecimientoeconómico
El tráfico y los tempraneros de hoy Opinión Carlos E. Paredes
Director de Intelfin y profesor universitario.
1. Vivo en La Molina, trabajo en San Isidro y debería hacer deporte en el Club Regatas. Pero como el día solo tiene 24 horas no hago deporte en Chorrillos ni camino todos los días alrededor del parque de mi vecindario, ya que el tráfico está cada vez peor y tengo que salir cada vez más temprano de mi casa. ¡Adiós mañaneros, adiós! Los “mañaneros” del ayer fueron reemplazados con los “tempraneros” de hoy. Es decir, con viajes muy temprano por las mañanas, ¡pero viajes a mi oficina! 2. Este verano no he percibido la usual reducción en el tráfico de las mañanas que acompaña a las vacaciones escolares. Pienso en esto mientras estoy estancado en la cola de la principal vía este-oeste de la ciudad, viendo a diestra y siniestra el número cada vez mayor de concesionarios de automóviles; observando el caos que originan los vehículos de transporte público compitiendo por pasajeros y haciendo caso omiso de las regulaciones básicas de tránsito; y decidido a que si un carro se malogra o se queda sin gasolina me tomaré un ansiolítico o empezaré a meditar. 3. Hace dos sábados decidí recorrer la ciudad de sur a norte y me subí al Metropolitano. Era mi primera vez y,
como buen debutante, lo hice a las 3:15 p.m., pues supuse que habría menos pasajeros. Dejé mi carro en un estacionamiento de San Isidro y entré a la estación de Canaval y Moreyra. La señalización era muy buena y pude dirigirme sin problemas a la puerta por donde pasaría el “Expreso No. 4” que me llevaría a la estación de El Naranjal, en Comas. Vi aproximarse el expreso y cuando se abrieron las puertas no pude entrar debido al excesivo número de pasajeros que ya había en el bus. Pasó el siguiente expreso y lo mismo, otro y también.
“Los sistemas de transporte masivo funcionan mejor en la medida en que sean sistemas interconectados y no rutas aisladas”. 4. Finalmente, opté por montarme en un bus normal, que para en todos los paraderos. El viaje fue sorprendentemente bueno y rápido. Llegué a la última estación, ordenada y bien señalizada, incluso con señalización de las salidas en inglés. Luego subí a un bus de una línea alimentadora para dirigirme al Parque Sinchi Roca; pese a la menor distancia, me tomó mucho más tiempo. Tras una breve entrevista, emprendí el regreso. Llegué al Na-
ranjal en taxi y tomé nuevamente el Metropolitano para llegar en muy poco tiempo a San Isidro. 5. Sin duda, el Metropolitano es una obra extraordinaria. Cientos de miles de limeños hacen uso de él todos los días y el ahorro en tiempo es significativo. Si en promedio cada viaje por esta vía representa un ahorro de media hora, los usuarios del Metropolitano se ahorran más de 300,000 horas al día. Más aún, la consecuente menor circulación de vehículos por la ciudad genera ahorros de tiempo a quienes transitan por otras rutas de Lima. Según los estudios del valor social del tiempo en Lima, el costo de una hora de un usuario de transporte masivo se sitúa entre 2 y 3.5 dólares. Por lo tanto, es probable que el Metropolitano les ahorre a los limeños no menos de un millón de dólares diarios. 6. Al igual que el Metropolitano, existen en cartera muchas obras de infraestructura vial que incrementarían significativamente el bienestar de la población. Lo que resulta difícil de entender es por qué algunos plantean que estas obras deben implementarse de manera gradual. Los sistemas de transporte masivo funcionan mejor en la medida en que sean sistemas interconectados y no rutas aisladas. La mentalidad de cajero, tan útil en los 90, puede ser contraproducente en la actualidad. Mejorar la infraestructura vial es indispensable, pero no lo es todo; también debemos mejorar la gestión del tránsito con la infraestructura existente, pero esto ya es tema de otro memorándum.
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“Cuanto más ruido político menor será el crecimiento económico”. Esta frase no es un invento de un destacado economista o de un renombrado politólogo. A lo largo de la historia económica del país, podemos describir con precisión el desafortunado proceso de caída de la tasa del crecimiento económico (desaceleración) y luego recesión cuando se pierde la confianza de gobernabilidad y con ella la competitividad de las fuerzas productivas y de la política en general. Las malas señales que pueda transmitir un gobierno hacia los agentes económicos, empresas privadas, familias y de los agentes externos (inversores) nos llevan a distanciarnos aún más de la brecha entre el PBI real con el PBI potencial (pleno empleo de los factores productivos). La inversión en países como el Perú no puede ser financiada con los ahorros del sector privado y tampoco con un abultado déficit fiscal. Dicha inversión se financia con el
sector externo provenientes de préstamos de organismos financieros internacionales, banca extranjera y de inversionistas extranjeros que buscan tener una mayor tasa interna de retorno. Pero si el escenario local está lleno de ruido político, genera la incertidumbre y con ella, aumenta el costo de oportunidad del capital restando la posibilidad de realizar inversiones en el país. A 16 meses para que el actual gobierno culmine su periodo de mandato, debería preocuparse en mejorar su estrategia de comunicación para transmitir señales de confianza y, con ello, mitigar el ruido político que tanto daño causa a casi 30 millones de habitantes que lo que buscan es poder soñar con ser residentes de una Nación-Estado del Primer Mundo (CADE 2014). Jorge Medicina Di Paolo DNI: 07882547
Estimado Jorge: Cuando un país captura la atención en el ruido político las inversiones se paralizan y con ellas el motor del crecimiento económico.
VOX PÓPULI Escríbanos: gestion2@diariogestion.com.pe
La pregunta de hoy:
¿Debe subir la remuneración mínima vital (RMV) en S/. 75.00? De ninguna manera debe subir la RMV. Derogada y/o anulada la “ley calichín” que beneficiaba a los menos favorecidos laboralmente hablando (subempleados, desempleados...), creo que subir la RMV sería dispararse a los pies, pues ahondaría la brecha del
confort actual de la RMV vs. los relegados pulpines a quienes se quiso beneficiar. Si esto prosperase, no tendría asidero económico -más sí político-. Es una cortina de humo que duraría hasta 28 de julio. Eduardo Ojeda eop1211@hotmail.com
La pregunta de mañana: La estatal Petroperú ¿debe ser blindada o desaparecer?