opinión
jueves 16 de julio del 2015 Gestión
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memorándum económico Nº. 2015-14
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Cultura innovadora
Carlos E. Paredes
Director de Intelfin y profesor universitario
1.La confianza es un factor central detrás del dinamismo de la inversión privada y del círculo virtuoso inversión-empleo-crecimientoconsumo-inversión... La confianza se define como la “esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada”. Un mayor grado de confianza viene asociado a menor incertidumbre y, probablemente, a una menor percepción de riesgo. De hecho, la incertidumbre es equivalente a “falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo…”. 2. Con respecto al riesgo, usualmente este se define como la probabilidad de que algo malo ocurra, mientras que la incertidumbre se refiere a nuestro desconocimiento de lo que pueda ocurrir. Son conceptos relacionados pero distintos. En cualquier caso, lo cierto es que mayor riesgo implica menor inversión y que a más incertidumbre o a menor confianza también es esperable que la inversión disminuya. Existen shocks exógenos que pueden incrementar el grado de incertidumbre y la percepción de riesgo, como las malas noticias que vienen saliendo de China o la posible ocurrencia de un fenómeno de El Niño de alta intensidad. 3. Sin duda, los shocks externos de los últimos años han reducido la rentabilidad esperada de muchos proyectos y aumentado la incertidumbre bajo la cual tienen que tomar decisiones los inversionistas. Ambos factores han contribuido a la desaceleración de la inversión y del crecimiento económico en el Perú, pero no explican toda la película. 4. Es necesario analizar también el grado de confianza que caracteriza a los agentes económicos en el Perú, al margen de los shocks exógenos a los que siempre estaremos expuestos. Para este fin resulta útil ver las encuestas que viene realizando la empresa Apoyo (ahora Ip-
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BUZÓN
Opinión
Confianza e inversión sos Perú) desde el año 1989. La pregunta de la encuesta es sencilla: “En general, ¿diría que confía o no confía en las siguientes instituciones?”. Pareciera que en el Perú no hay mucha confianza: en el 2014 solo el 25% de las 32 instituciones consideradas en la encuesta gozaba de la confianza de más del 50% de la población: Reniec, Iglesia Católica, Fuerzas Armadas, ONPE, JNE, radio, TV y BCR. 5. En contraposición a los punteros en la tabla de confianza, las cuatro instituciones que gozan de menor credibilidad entre los peruanos (menos del 20% de ellos confía en ellas) justamente son aquellas clave para el desarrollo económico y el clima de inversión en el país: el Poder
“No confiamos en las instituciones clave y al no confiar en ellas no puede prevalecer un clima de confianza en el país”.
Ejecutivo, el Poder Judicial, los partidos políticos y el Congreso. Los peruanos no confiamos en las instituciones que ejercen el poder político en el Perú, en aquellas que crean o modifican las reglas del juego que condicionan el actuar de las personas y las empresas en el país, en las que deberían hacer prevalecer el orden y la justicia, o en esas que supuestamente nos representan. 6. No confiamos en las instituciones clave y al no confiar en ellas no puede prevalecer un clima de confianza en el país. Más bien, reina la desconfianza, lo que incrementa los costos de transacción y dificulta hacer negocios e invertir en el Perú. Este no es un problema reciente –hace décadas que no confiamos–, pero lo preocupante es el deterioro progresivo en la confianza que se observa en los últimos años para el caso de los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Y la confianza no se pierde gratuitamente, refleja nuestra repetida frustración con estas instituciones. Reformar, modernizar y fortalecer nuestras instituciones políticas contribuirá a dinamizar estructuralmente la inversión. Claro, siempre podemos prender unas velitas…
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Saludamos la iniciativa de incentivar la investigación científica, el desarrollo e innovación tecnológica en el sector empresarial, sin embargo aun cuando el Concytec ha incorporado mejoras en su enfoque, acercándose a las demandas de innovación de los sectores productivos, debilita su ámbito de acción en el sector académico y educativo, que es de largo plazo y asegura la sostenibilidad; pues al priorizar la diversificación productiva, con su activa participación, distorsiona sus funciones y, por consiguiente, sus estrategias; siendo evidente que los errores de ir de un extremo a otro o emular iniciativas de países exitosos se repiten de manera anacrónica. Considero que a falta de una institución que reúna en la “experiencia de empresa y competencia del mercado” el uso de las plataformas tecnológicas, se corre el riesgo de reconocer cuándo aplicar incentivos tributarios y, lo que es peor, el generar la frustración y desconfianza de haber canalizado dinero que no se refleje en la innovación en su real dimensión.
El Concytec no tiene la capacidad ni debe tener la función cuasisolitaria de reconocer a las plataformas tecnológicas de implementación en la industria que justifiquen un apalancamiento tributario, pues esto supone el pretender identificar el éxito comercial y la vigencia competitiva global de la innovación propuesta. Otro factor de riesgo es la falta de cultura de innovación en nuestras empresas, que pueden ver en la propuesta un incentivo tributario per se, más que una medida de soporte al desarrollo de las competencias esperadas. Es por eso que el corto plazo debe ser asumido en otra institución o, al menos, compartida, y el Concytec concentrar su accionar en la crisis de la universidad sin distinción y la educación básica en los colegios, que son la base de la valoración y creatividad para una futura cultura de innovación. Jorge Gavidia R. DNI 07619185
Estimado Jorge: El Concytec sólo evaluará los proyectos, no los elegirá.
VOX PÓPULI Escríbanos: gestion2@diariogestion.com.pe
La pregunta de hoy:
¿Percibe que el Perú está aprovechando los TLC que ha firmado? Sí, y en hora buena, porque si no el desplome sería traumático y desolador. Ya cerraron cerca de 200,000 empresas exportadoras y con ello 1.2 millones de empleos menos desde el 2014 a la fecha. Necesitamos descentralizar en serio el país, crear polos agroindustriales que ge-
neren valor a la rica y variada riqueza. Por ejemplo, en la Amazonía, que hoy exhibe reconocimiento mundial por sus productos genuinos de calidad, tales como café, cacao, camu camu, paiche, etcétera. Artemio Pezo P. amigoviento@aol.com
La pregunta de mañana: ¿Se justifica el retroceso de la presión tributaria de 16.6% a 15.2% del PBI?