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ANTOLOGÍA RUMANO-CHILENA 2016 Incluye a 21 POETAS CHILENOS 1980-2016
Daniel Dragomirescu –Ingrid Odgers Toloza
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TATY TORRES DÍAZ (Penco, Chile)
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RESEÑA Taty Torres Díaz, chilena. Es coordinadora en el taller que dirige el poeta Omar Lara y a su vez dirige sus propios talleres. Tiene a su haber varias publicaciones, entre ellas Estaciones del Corazón, El guardián de Mis Llaves, Garra de lobo y nada, De Rokha en mis círculos acuarios. Sus poemas aparecen en las antologías virtuales Poesía Hembra y Grito de Mujer, en la revista electrónica Literariedad y en la revista Mocha de amplia difusión en Chile. Obtuvo Mención Honrosa en el concurso “120 poemas para Pablo de Rokha”, Santiago, 2014 y ese mismo año fue galardonada con el Premio Ceres de Artes Literarias, Región del Bio-Bío. También en 2014 fue distinguida con Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía Stella Corvalán. En 2015 el Fondo Nacional del Libro le concedió dos Becas de Creación Literaria. Referencias críticas: http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2015/06/prologo-libro-de-poemas-garra-de-lobo-y.html http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/02/libro-de-poemas-de-rokha-en-los.html
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No toques mi corazón Aquí estoy girando girando a la sombra del tiempo con la lengua fría justificando esta voluntad que se rehúsa a la belleza del silencio. No toques mi corazón deja que desfallezca la carne y los deseos escapen de las tierras bajas. Mi cuerpo no está purificado gritan los huesos el dolor de la humanidad soy leona en esta tierra con sombras zarpazo-respuesta a la caricia.
Misterio Una lágrima se balancea en el borde de mis sueños salta de misterio en misterio y se adormece en la herida del Verbo. Hay tanto azul frente a mí tanto verde que aún no descifro.
Un murciélago tremendo Este dios mío que para otros y para él mismo parece un murciélago tremendo es tan alondra por mí definitivamente masculino (no lo sabré yo), modela con sus palabras mis caderas las convierte en fuego en rosario lleno de misterios gozosos y me anuda y se anuda 5
con las piernas potentes y es en mí en mí. Cuéntales Pablo diles quién te hizo las heridas más bonitas qué boca fue qué manos háblales del dulce peso de mi cuerpo de esta lengua que se alojó como un balazo en la garganta y te hizo arder y rugir allá en la provincia.
Tengo miedo Tengo miedo, Pablo, no quiero que escuches el regimiento de esqueletos del gran crepúsculo que viene por ti. ¡Hay tanto por soñar! ¡Ahí está la Medusa! No la mires no la toques que otros abracen su melena de serpientes sigue siendo para mí la sombra que baña mi aridez.
Mi duende Fuiste para mí aquellos días un duende en la cosecha de soles. Te llamaba con mi verbo Pablo Pablo y tú tan de Rokha. 6
Como agua serpenteabas por mi cintura mi cadera entrabas en alguna grieta y reías tienes el corazón poblado de cigarras dijiste y yo reía también y guardaba en la comisura el secreto de tus noches.
Llegando Vine atada a un suspiro con una herida una loca herida en mi andamiaje y dormite junto al ángel suicida. Vine con el alma desflorada el costado herido y en la boca un ¡ay!
Contramarcha A que esperanza me arrimo si no queda ojo no queda boca que declare el aroma de mi cuerpo greda. Si esta mano isla no palpa no habla el idioma de otra lluvia. ¡Devuélvanme al origen! Al tiempo de los sin nombre. Quiero ir a contramarcha ser pájaro libre con el génesis tatuado en la piel.
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PRÓLOGO GARRA DE LOBO Y NADA TATY TORRES
Una mujer, previamente advertida por su madre, y sin obedecer, solo siguiendo a la fuerza del deseo, se interna en el bosque. La poeta expresa: “Recuerdo me dijiste/ no entres al bosque/ hay lobos/ se comerán tu corazón/ pero ya tenía viento entre las piernas/ y un mar que amenazaba con romperme / caminaré / -me dije-/ no importa la oscuridad/…” La hablante corre el riesgo: “… Ten cuidado dijiste / al peinar mi cabello / ten cuidado / y nadabas en tu pensamiento/ "allá adentro hay insectos/ se comerán tu corazón" / pero ya estaba la hembra punzando/ loca…” Y este es el inicio del libro “Garra de lobo y nada” (2014), de la poeta Taty Torres. Obra escrita con un excelente manejo de contenido, el mismo del que hace gala en su obra anterior “El guardián de mis llaves” (2011), la justa y precisa ambigüedad, genera la suficiente inquietud en el lector para que no pueda dejar de leer. Y, me refiero, no la ambigüedad en el sentido ramplón de lo difuso, o de compleja lectura, sino de la ambigüedad entendida correctamente como recurso literario deliberado y cuidadosamente utilizado. Es factible comprender el trasfondo real en el que fue escrita, su connotación y hasta conocer algo de la forma de pensar de quién la escribió, ya sea presentando el proceso y sus fracturas. Da testimonio de lo impresentable, negándose a la consolación y a la nostalgia de totalidad. Además, presenta una muy buena hipercodificación. La hipercodificación, refiere a que es un texto estructurado por códigos altamente socializados, por sociolectos de amplia distribución sociocultural, razón por la cual su interpretación por parte de los enunciatarios (lectores u oyentes) no plantea dificultades y permite con facilidad el establecimiento de acuerdos semánticos intersubjetivos. ECO DICE: “La ley se da de manera automática o semiautomática. Asignemos a este tipo de ley el nombre de ley codificada. Es importante dar por sentado que incluso la interpretación a través de códigos presupone un esfuerzo abductivo, aunque sea mínimo” (Eco, 1990: 263). 8
Como Eco expresa, este texto exige, para ser interpretado, que el lector realice abducciones hipercodificadas, las cuales presuponen aunque sea un mínimo esfuerzo cognitivo. A modo de referencia, el escritor William Faulkner ha sido considerado uno de los mejores autores y cuenta con una historia de hipercodificación. Faulkner, estadounidense, es un escritor que obliga a sus lectores a realizar esfuerzos intelectuales más allá de los habituales para comprender su escritura, lo que nos lleva a la verdadera hipercodificaciòn. Esta obra poética ha sido creada obviamente, con intención estética, es un texto literario, se focaliza en lo formal, en el cómo construyo el texto, la escritura denota que no es únicamente relevante comunicar el contenido sino la forma, el cómo hacemos llegar el mensaje, cómo se establece la comunicación, qué palabras, cómo las ordenamos, qué recursos usos para expresar el contenido. Observamos un cuidadoso manejo del lenguaje, la palabra está llena de imágenes, el signo habla con precisa claridad, la autora desaparece totalmente, lograr eso es un prodigio, un don. Un don trabajado, amasado delicadamente, amorosamente, para hacerlo resplandecer y junto con él relumbrar la palabra, la palabra poética. Y es que la historia que envuelve el poema, tal vez le puede haber pasado a cualquiera, a usted, a mí a ella o a él, pero el o los poema(s), el libro en su conjunto, este “Garra de lobo y nada”, es único, irrepetible. Una obra de arte. Un honor prologar este texto.
Ingrid Odgers Toloza Escritora Concepción, Enero del 2015.http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2015/06/prologo-libro-de-poemas-garra-de-lobo-y.html
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Libro de Poemas "De Rokha en los círculos acuarios" de la poeta Taty Torres Díaz - Comentario del poeta chileno Omar Lara
He conocido pocas, pocos, como Taty Torres Díaz. Me refiero a su obstinada búsqueda, a su – a veces, supongo- dolorosa búsqueda de la palabra que diga, que sepa decir. Su libro De Rokha en mis círculos acuarios es una ocasión que la autora se regala a sí misma para ejercer esa obstinación. Creo que el volumen todo –la idea de diálogo con el autor de Canto del macho anciano- no es sino un pretexto para convocar en la palabra esa posibilidad, esa entrega, esa exigencia. Entre las muchas cosas que podemos decir de la poesía es que es una manera de limpiar la palabra de tanta adherencia mezquina, hipócrita, falsa, superficial, ligera, engañosa. Y podemos seguir y seguir. La poesía, digámoslo sin pudor ni vergüenza, es el esfuerzo por devolverle su pristinidad y su verdad. Y este libro, más allá o más acá del diálogo que establece la autora con el autor de Los gemidos, es un diálogo que basa su raíz en ese afán. Taty Torres interroga, suplica y se rinde a la otra palabra, a la palabra derokhiana, y a mí se me ocurre una diáfana y a veces desgarradora auto-indagatoria. La palabra, la poesía: algo que no alcancé a oír// temo a tu olvido/ al no sé/ al tal vez// respiré tus brotes// extiende tu mano/ para alimentar mi fogata/ no para que lea tu muerte// tu cuerpo lleno de reflejos. La palabra. La poesía. La palabra que atravesó mil círculos y se hizo De Rokha. Y que ahora, con persistencia, honestidad, pasión, humildad y convicción se hace Taty Torres Díaz, haya lobos, piedras o nada en el camino. Omar Lara
Portocaliu, 30 de septiembre de 2015. http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/02/libro-de-poemas-de-rokha-en-los.html
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AMANDA VARร N (Concepciรณn, Chile)
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RESEÑA Amanda Varín, nace en Temuco, en 1986. Radicada en Santiago desde 1988, participa en la Agrupación Cultural Barracón (Lo Hermida, Peñalolen) durante los años 2002 al 2005. Publica por primera vez en la Revista Calíope. En el 2007 ingresa a la Carrera de Pedagogía en español, en la Universidad de Concepción. Eligió su seudónimo pensando precisamente en la poeta Stella Díaz Varín, sobre la que versan sus investigaciones, entre ellas “Desde el silencio al nido de la acústica”. “Asociación circular de sonido-vida y silencio-muerte en dos obras de Stella Diaz Varin”, y -junto a Camila Varas- “De la primera nota de la flauta del viento fue modelada mi alma: figuraciones de trascendencia, silencio y musicalidad en la poesía de Stella Díaz Varín”, un trabajo para las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana 2012, en Cali, Colombia. En el año 2015 publica, por Ediciones Miau de Concepción, Crisálidas su primer libro. De él dice la poeta Alejandra Ziebretch en el prólogo: “Crisálidas es un libro maduro, escrito por una joven poeta, que tiene el mérito indudable de plantearse la poesía como un suceso metafísico, una puerta a su misterio mayor”. Actualmente reside en Concepción. Referencias críticas: http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/02/presentacion-del-libro-crisalidas-de.html http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2016/01/p-r-e-s-e-n-t-c-i-o-n-d-e-c-r-i-s-al-i.html
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Presentación del libro Crisálidas de Amanda Varín Comentario de la poeta chilena Alejandra Ziebrecht Cuando Amanda me hizo llegar su libro, su primer libro de poemas, pensé de inmediato en la indulgencia y cariño con que debía acogerlo, atendiendo esa suerte de candor literario que acompaña nuestras primeras letras, siempre pretenciosas, cargadas de voces que tomamos de nuestras y nuestros poetas preferidos, y que nos impulsan a intentar, a partir de su ejemplo, algo “novedoso”, algo que irrumpa en el escenario poético imperante: algo “rupturista”. Pero al leer el libro, y ante mi sorpresa, lo que menos habría creído, a no ser por el antecedente que me daba su autora, es que este fuera su “primer libro de poemas”. Porque el primer libro, como decía, salvo contadas excepciones, es ese del que una pide disculpas casi con el correr del tiempo, con la publicación de un segundo o un tercero. Hemos de recordar, con pudor a veces, esa gestación primaria, cuandopensábamos que todo cuanto decíamos allí, sería nuestro derrotero poético, lo fundacional de todo lo que viniera. Amanda, sin embargo, ha hecho un largo viaje con este libro, en el sentido de maduración, de elaboración de los poemas, de maceración, hasta ser una crisálida que, recién hoy, abre su capullo y sale airosa, despojada de su piel- albergue, bellamente dispuesta al escenario poético. Crisálida es un libro complejo, para nada inocente. Pensé mucho, al leerlo, en el libro la metamorfosis de Kafka, en el sentido de lo que muta, de lo que se transforma. Podríamos establecer equivalencias entre la crisálida y el “cuarto- crisálida”, donde ocurre la trama del libro, y desde el cual, el protagonista otea y escucha al mundo exterior, sin abandonar el proceso desgarrado de su propio cambio. En el libro de Amanda, esta transformación, la búsqueda de ella, y las innumerables veces y voces que atienden este pedido, llamado, anhelo o súplica, es una resonancia en todo el libro. Y hay, también, un llamado, a partir de la mirada hacia nosotros, los lectores, del desamor, la carencia o la visión fragmentada del yo. Un yo que se hace insuficiente para abarcar una vida que conoce su pasado y su futuro, y que solo tiene como alternativa el presente. Pero este presente está colmado de visones fantasmagóricas, como una maldición del “samsara”, (Kafka, llama a su personaje Gregorio Samsa, tampoco hay inocencia en esta referencia de los autores), es decir del lugar de sufrimiento en el que habita, o que la habita, y que a su vez, está sujeto a la ley del karma, es decir, a la posibilidad de andar y desandar innumerables veces este mismo camino, de habitar el mismo lugar. En este libro convergen una multiplicidad de miradas sobre un hecho mínimo y grandioso: la existencia. Pero esta existencia abarca mucho más que el hecho de estar parados en una realidad lógica, sujeta a un tiempo-espacio determinado. No. La 13
mirada de la hablante está cruzada por las más inciertas visiones que son, también, las que contienen las preguntas fundamentales de la filosofía y antes que ella, de la poesía, de la imagen poética que, como un relámpago se apropia de cuanto sienta, mire o anhele la poeta. Y en ese escenario, se transforma en, cito: “un monstruo vergonzoso, escondido detrás de la palabra”. La crisálida es el sinsentido, es el paladeo del silencio cósmico, donde se fragua el Ser, un ser que se pierde en este presente, y cuya lucha por reencontrarse o reconocerse es el recorrido magistral de este libro. La poeta se mira constantemente sin lograr encajar las piezas del rompecabezas que la forje como una totalidad. Y son esos fragmentos suyos, los que hablan torrencial, arterial, esencialmente, hasta anunciar: “no hay nada que pueda detener la implosión del nacimiento de mi alma”. Esto, que parece un contrasentido, un juego de artificio poético, no carece para nada de sentido si lo tomamos por su significado literal, a saber: “la implosión es un fenómenos cósmico que consiste en la disminución brusca del tamaño de un astro”. Y es que este libro parte de esa inmensidad cósmica, del silencio primario. De ahí que deba otear, pero también y siempre, sentir las vicisitudes que el mundo “real” y su “ruido” le impone, a cambio de conocer y ser parte de esa otra realidad iniciática, que sólo ella conoce, intuye o ha visto en sueños y que la hace sentir y declarase una sacerdotisa, una visionaria, una escogida por la palabra, que es también el símbolo aquí de la rebeldía, la tragedia, y la resistencia. Hay numerosas alusiones al cuerpo en el libro: el cuerpo que vuela, o que dejan sucumbir carente de sus alas, imposibilitado para realizar el sueño, (leyenda de Ícaro, de nuevo la referencia a mundos superpuestos) o el cuerpo que, con su sangre, comparte la sensualidad, la vida o el signo de la palabra) A mi juicio, este cuerpo es el cuerpo poético, el torrente que desarticula al otro cuerpo más visible, que es, solo en apariencia, una unidad armónica, porque dentro de él, los órganos están dispersos, como las ideas e imágenes poéticas, tal como nos dice Bachelard. O como la sensación de ser otro/otra, cuando se escribe, cuando se desborda la fatalidad de un pasado y el sinsentido de un presente. Entonces la palabra se oculta para destruirse y reconstruirse, en un juego perpetuo, o acrisolarse a sí misma y renacer. La palabra es Asterión, que ataca aún sin querer, porque está en su naturaleza. O, como nos dice Hesse en Demian: “El que quiere nacer, tiene que romper un mundo” (salir de la crisálida, o crear, inventar un mundo propio, la palabra de nuevo, la herramienta)…”Y luego ha de volar hacia un Dios. Y ese dios es que Abraxas”. Tal como lo plantea la poeta: “y Dios tenía mi rostro”, al inicio del libro, como una advertencia de lo que ha hecho de sí misma, o que la palabra le ha revelado. Y quién sino la hablante de Crisálidas se da a la tarea de romper o trastocar el mundo “conocido” e instalarse en su lugar, en uno paralelo, metafísico, con niveles de 14
ascendencia, con cima y sima, es decir con lo profundo abismal y lo etéreo, donde habita el sueño y la transmigración del alma. Crisálidas es un libro inteligente porque nos interna, con asertiva palabra, en las multiplicidad de espacios por donde se mueve la hablante. Y en cada uno de ellos, se da a la tarea de mostrarnos, también, el desgarro y la tristeza, la esperanza y el vacío, mirado y pincelado por una poética original, culta y lúcida, que tiene la valentía de entrar y salir de los suburbios, los intersticios, las galeras, y las miles de trampas que la mente nos opone para impedirnos gritar qué somos y para qué estamos aquí, preguntas que han marcado la filosofía, el existencialismo, y por qué no decirlo, el humanismo y la poesía social, porque : ¿cuál es el alcance de tal poesía? si ella es símbolo de compromiso? ¿Con qué es ese compromiso y cuál es su alcance? ¿Dar cuenta de la época que nos ha tocado vivir, ser testigo de lo que ella nos provoca, y nuestra interpretación de aquello, que es la tarea principal de la poesía, no es también un compromiso? Desmadejar y desmalezar la existencia, exponiéndola como “un canto de dolor”, es decir universalizando el dolor, luego de indagar dentro de nosotros ¿No es este viaje al interior de uno mismo lo que determinará nuestro comportamiento en la sociedad “humanamente hablando”, lo que signa nuestra calidad de seres humanos? Según Sartre, la angustia es inevitable en todo momento histórico, dada la conciencia que tenemos de ese momento. Pero la angustia no es parálisis, sino que es lo que precede a la acción, es decir, a la palabra, a este libro que se ha mantenido sintiendo el latido de cuanto ocurre fuera de su crisálida, para poder pararse ante nosotros hoy y decirnos su verdad; la conciencia de sí, y de su época, hablarnos de los túneles más ocultos y de la cotidianeidad, y de cuantos estamos acá, sintiendo la repercusión de sus palabras en nosotras y nosotros. Agradezco el valor de Amanda, por allanarnos el camino, y poner en él la lucidez maravillosa de sus palabras. Lectura Alejandra Ziebrecht 26 de Junio de 2015 Zaguán Arte y libros, Concepción.
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Presentación Libro de poemas Crisálidas de Amanda Varín. Por Ingrid Odgers Toloza Artistas del Acero, 2015 Asterión “Un minotauro vive en mis entrañas. De vez en cuando me abro el vientre con las manos para dejarlo salir. Otros, a riesgo de que me coma desde adentro, lo amurallo, pulso a pulso, con el latir de mi sangre. Cuando ya no tiene más que beber, rompe, muerde, destruye, llora, implora. Yo ya sé como es mi reden tor y me lanzo a su encuentro. Cuando brilla su espada en lo alto sé que no debo defenderme. Mis demonios ya no engendran luz. Tanta quietud me empuja hacia una muerte silenciosa, como todas las muertes. Es que mi sangre se coagula dentro pues le falta el soplo, el demonio, la luz. Nunca serán suficientes días, suficientes amores, nunca será suficiente, quisiera escuchar la voz del infinito, que me cubriera con su manto..." Poema de Amanda Varín. (Crisálidas, 2015) En el libro de poemas Crisálidas de la poeta Amanda Varín, se advierten signos de metafísica, sin embargo, además encontramos un lenguaje inserto en el surrealismo. Observamos los siguientes versos en este texto de Amanda: “…yo construyo mi alma para vivir más allá de la muerte…” “posando nuestras lenguas sobre ese rocío de muerte llenas de vida…” “…tiré de la hebra que sobresale de mi cabeza y cayó una sombra…” “…es la maldición del samsara…” (1) “…no sé cuántos milenios me han marcado…” La hablante lírica de este viaje que constituye “Crisálidas”, viaje por el inconsciente, muestra un anhelo; el de adherirse a la médula, a la substancia de la realidad penetrando en lo más recóndito del pensamiento y desapegándose de lógica, deslizándose al margen de preocupaciones estéticas o morales, de ahí la libertad y desvergüenza en el uso del lenguaje. Este hecho nos permite hablar de una poética del sueño que es capaz de producir una obra inquietante dominada por la no-lógica. Aquí, en esta obra hay un discurso con una lógica artística y no social. La autora manifiesta interés por los mitos, (tenemos el Minotauro indicado anteriormente, (2)) e intenta dilucidar el sentido último de la realidad, de una realidad más amplia o "superior". Quiere develar "el funcionamiento real del pensamiento", con "ausencia de toda vigilancia ejercida por la razón"(como expresó André Breton). Para los surrealistas el descubrimiento de esa realidad más amplia pasa por la reivindicación 16
del subconsciente y del sueño a los cuales otorgan una existencia de igual o mayor importancia que los estados de conciencia. Mezcla sentimientos y conceptos que la razón mantiene distanciados; aparecen asociaciones libres e inesperadas de palabras, imágenes oníricas y hasta delirantes. “… para saber que vivo me mato de tiempo en tiempo…” “…bebíamos nuestra sangre hasta ocultar las heridas…” Desde una estética de la desesperanza nos dice: / Lo que creíste ser se ha apoderado de todo y te ha consumido. Ya no hay rastros de ti en el caleidoscopio de tu historia. / Hay un libro, hay dos amores, hay gotas de sangre y poesía/ no hay ni un rastro de humanidad…/ Se destaca la bien lograda articulación de racionalidad y sensibilidad, la educación de la imaginación y de los sentimientos de la poeta Amanda Varín, la comprensión de un proceso creativo que implica siempre lo indeterminado, lo impreciso, como lo enuncia Sandra Barrena en el libro, "La Creatividad en Charles S. Peirce (3) (Piers)”. “Esta cuestión de lo "indeterminado" como fuente y posibilidad de todo conocimiento, a mi parecer, dice Barrena, refleja uno de los aportes más significativos de la teoría del signo de Peirce, esto es; la idea de que aquello que no podemos comprender como situación absolutamente lógica, sea precisamente el origen de toda posibilidad lógica”. Indeterminación y vivencia encuentran nexos comunes al momento de la creación artística, solo podemos crear en función de lo vivido y en aras de lo posible, posibilidad que encuentra su actualización al confrontarse con lo indeterminado. Es así que la poeta escribe: “…construirse un alma que pase al siguiente nivel…” Existe en este conjunto de poemas la concepción de la persona como sistema dinámico de hábitos, sentimientos, deseos, tendencias y pensamientos que crece en su interacción comunicativa, concuerda en este caso con la teoría de la creatividad de Peirce. Amanda expresa en cierta forma que la vida humana es la creativamente vivida, esto es, haciéndola crecer de acuerdo con nuestra racionalidad, y que no se limita a una reducida visión lógico-deductiva, sino que abarca también a los demás ámbitos que forman parte del ser humano, que hay una dimensión más allá de lo terreno, de nuestra materialidad, que podemos experimentar, mostrar, expresar, comunicar y que exhibe la importancia de los mensajes ocultos, que en el arte son verdades trascendentes y de autoconocimiento, es factible aseverar que estamos, en este siglo, frente a una poeta creativamente audaz que nos invita abrirnos a renovadas 17
experimentaciones en el ejercicio de la Palabra y en el conocimiento de nuestro Ser interior. Acá observamos a su vez, la abducción*, esa operación lógica que permite explicar la aparición de nuevas ideas (intuición y razonamiento). La poeta da un salto de la mente hacia lo nuevo: apoyada en la experiencia, pero salto; con referencias a lo antiguo, pues no sería posible sin conocimientos previos y sin experiencia, pero nuevo. La abducción inventa, permite ir más allá del ámbito de lo observable y revela la aparición de nuevos y/o viejos conceptos. Todo este complejo e intrínseco (íntimo) mundo estampado en un breve libro, lo consideramos un gran, estupendo y meritorio aporte a la literatura regional y nacional. Amanda Varín, una entrañable mariposa que entra a grandes pasos a su fase adulta.
Notas 1.- El Samsara es este mundo lleno de dolor y tristeza tal como lo conocemos. Todos los seres de este mundo están sujetos a la ley del karma. Karma significa acto volitivo, es decir, algo que uno hace, dice o piensa y que de hecho está bajo su control. Todos los actos de este tipo tienen consecuencias morales llamadas vipaka, que significa fruto. En el Budismo tradicional, estas consecuencias pueden ocurrir en esta vida o en una vida futura. 2.- Minotauro. Monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que había nacido de la unión de la reina cretense Pasifae y el fabuloso toro blanco que Poseidón había entregado a su marido el rey Minos. Pese a la orden de sacrificarlo en su honor, Minos desobedeció al dios y lo mantuvo en su corte con desastrosas consecuencias. Minos se avergonzó tanto de la existencia de esta criatura, cuyo nombre significaba «toro de Minos», que lo encerró en un complejo llamado Laberinto construido por Dédalo. Allí, la criatura tenía siete jóvenes y siete doncellas atenienses para devorar cada nueve años. Teseo, con la ayuda de la hija de Minos, Ariadna, acabó con esta práctica cuando buscó a la bestia en el Laberinto y acabó con ella, encontrando luego la salida gracias al hilo que su amante le había dado al entrar en el complejo.
3. Charles Sanders Peirce (Cambridge, Massachusetts, 10 de septiembre de 1839 - Milford, Pensilvania, 19 de abril de 1914) fue un filósofo, lógico y científico estadounidense. Es considerado el fundador del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna. 4.- “Como esclarecer nuestras ideas”. Charles S. Peirce (1878) 5.- La teoría de la abducción de Pierce –Pablo Aguayo- UMCE –Chile.**
**Teoría de la abducción de Pierce:
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Peirce sostiene la paradójica tesis según la cual la abducción es, por una parte, un flash de intuición y, por otra, una inferencia(deducir). En principio ambas concepciones parecen irreconciliables entre sí. De un lado, la intuición aparece como un flash de espíritu, como un “acto inmediato” no racional; del otro, toda inferencia abductiva ha de ser entendida como un “razonamiento mediato” que nos lleva a una creencia.
Moksha Una sombra tomó el lugar de mi alma y adopté el lenguaje de los muertos. La vida ocurre intuyo su andar desde mis ventanas cerradas desde la paz de mi soledad mientras los siglos pasan bajo mis pies Es la maldición del samsara... No sé cuántos milenios me han marcado quisiera desdibujar los caminos hasta mi origen hasta la palabra que me creó.
Mantra Mi volver al ser es un parto inverso recordar un estado original mutante de tierra y plástico. 19
La otra voz era yo Era mi voz un lamento Era un lamento trascendente Era la trascendencia un fluir inagotable Era ese cruel apetito de vida. La otra voz era Dios y tenĂa mi rostro.
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Delirio en tres tiempos I Todas las que me habitan van a destiempo y debo alimentarlas a todas en cada comienzo y cada fin llorar sus duelos vivir sus amores clavarles el puñal de lo verdadero para que se vean por dentro cada una debe explotar al máximo y esta que llamo YO cuando puede hablar dentro de tanto ruido ya ni sabe lo que ve me desagarro por cada fragmento que tira para su lado No tienen piedad las quince que me viven no tienen piedad cada una devora vida se destruye y reconstruye a un ritmo luminoso Sé que YO no tengo derecho a reclamar este cuerpo A veces deseo que una muera aunque sea una aunque sea YO Una noche una de ellas me contó un secreto YO me comí los ojos para no ver Le dije que se callara ¡Qué se callara! No hay vuelta atrás Ya hablaron las quince y cada una decretó su destino y cada una decretó que en el día de su muerte el tiempo y el ritmo descansarían al fin.
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Cerré mis ventanas Para que no me doliera el sol mis venas están hacia adentro escupiendo sobre su propia sangre. Tengo un ojo vuelto hacia dentro tengo un ojo vuelto hacia fuera tengo una mano que me desata ¿Por qué no me elevo? La sombra que tomó el lugar de mi alma ha estirado una mano ha cogido mis colores y se los ha metido a la boca Es que la boca la mano el ojo las venas no me dejan partir. Acá acá abajo hay un mar de viento un espiral de agua yo nado hacia su boca contracorriente vertical Acá abajo hay un silencio rocoso si ustedes hubieran visto lo que yo vi no querrían emerger de esa tumba Yo la sueño por las noches imagino que vuelvo a ella a recibir nuevamente su arrullo su recuerdo de polvo.
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Desencadenada Volveré a leer las palabras que dejé atrás reconstruiré de manera imperfecta un rostro fracturado la parte de un todo que no puede percibirse a sí mismo La tarea de marcarse hasta la sangre para saberse me ha sumido en el hastío Yo no quiero ser la que no se encuentra ni vivir en las mitologías de la palabra He de perderme bajo mis supuestos en este espiral metafísico que nadie sepa el olor de mis pensamientos que no tenga que correr codo a codo con las proyecciones de mi generación que nada apresure los momentos que me constituyen Detendré mi andar para desenvolver mis pasos hasta mis huesos Algún día sabré miraré mis fragmentos esparcidos me lamentaré de haber gastado mis horas en comprender ya no tengo fuerzas para escuchar los mitos sobre tu adolescencia ecos que repercuten de tus múltiples suicidios. Lo que creíste ser se ha apoderado de todo y te ha consumido. Ya no hay rastros de ti en el caleidoscopio de tu historia. Hay un libro, hay dos amores, hay gotas de sangre y poesía no hay ni un rastro de humanidad. Que la tierra clame su lugar y divida mi alma con su trémulo que despierte mil años de inconsciencia bajo esta piel que abra la boca de mis ancestros para gritar en una sola voz los colores de mi alma. Yo no pedí la maldición de un cuerpo ni que me despertaran del sueño cósmico yo no pedí que humanizaran mi substancia desharía mi materia parte por parte hasta encontrar la primera gota de mi ser para beber y poner fin a mi nacimiento hasta el fin de los tiempos.
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Advertencia Debes caer en mi pelo y mi sonrisa Debes aflorar mi dolor para saberte amada Debes aguardar mi palabra y mi gesto Debes hacer y merecer e interpretar mi mirada desobediente como tu reflejo. Debes domarme en un surco de tu pensamiento y andar las rocas y destejer las olas. Debes jugar a la escondida con el deseo Debes ignorar tus bosques interiores tu violencia Debes guiarte por mi mano Debes saberte desde mis ojos y mi pecho Debes guardar tu canciรณn solitaria Para sabernos Para sabernos Todo eso debes para perderme.
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MIRIAM LEIVA GARRIDO (Concepciรณn, Chile)
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BREVE RESEÑA
Miriam Leiva Garrido. Poeta y Gestora cultural. Desde el año 1976 integra el Taller Literario Alonso de Ercilla y Zúñiga, Taller Literario Mano De Obra. Es miembro del Club de Escritores y lectores Eliana Godoy Godoy, y cofundadora del Círculo Literario del Biobío, donde actualmente dirige habitualmente las lecturas de poetas. Ha sido antologada en diversas publicaciones regionales y nacionales. Publicaciones:
Revista Voz, Alonso de Ercilla y Zuñiga, 1979 Diario el Sur Gaceta del Poeta Revista Mano de Obra En otro tiempo y en otra parte, Ediciones Letra Nueva, 1987 Antología Mano de Obra Verde Profundo -Cuadernos de sábado Editorial Domingo Gómez Rojas, 2000 Arcoiris detrás de la lluvia - Cuadernos de sábado Editorial Domingo Gómez Rojas, 2000 Elegía para José Editorial RPM Wabi sabi , Ediciones Orlando, 2015 Enhebradas, Ediciones Orlando, 2016 En proceso de edición “En cotidiana ceremonia”. http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2015/06/wabi-sabi-libro-de-poemas-de-miriam.html http://ojoconlacritica.blogspot.cl/2016/03/wabi-sabi-de-miriam-leiva.html
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Wabi Sabi - Libro de Poemas de Miriam Leiva Garrido Concepción A modo de prólogo "Y de nuevo volvió a sentirse sola ante la presencia de su eterna antagonista: la vida." Virginia Woolf
Wabi Sabi, el principio más esencial de todos los principios japoneses. Establece que la belleza de cualquier objeto reside en sus imperfecciones, errores, daños, partes estropeadas. La belleza es el estudio de los contrastes, algo solo puede encarnar la perfección si también encarna un grado de imperfección equivalente. El Wabi Sabi es el rasgo más notable y característico de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa. A grandes rasgos, ocupa la misma posición en el panteón japonés de los valores estéticos que los ideales griegos de belleza en Occidente. Representa exactamente lo opuesto a los ideales occidentales de gran belleza como algo monumental, espectacular y duradero. No se encuentra en momentos de eclosión y exuberancia de la naturaleza, sino en momentos de asentamiento y principio. El Wabi Sabi es lo intrascendente y lo oculto, lo provisional y lo efímero: cosas tan sutiles y aéreas que resultan invisibles para la mirada común. Miriam Leiva nos entrega en este conjunto de poemas que integran “Wabi Sabi”, una voz íntima, un pulcro y dedicado trabajo con la palabra, de gran sencillez escritural y profundidad en el contenido en el cual trasunta su alma solitaria y serena y su inconfundible y compasiva humanidad. Su escritura reflexiva, se inscribe dentro de las poéticas conciliadoras entre el ser y la vida, cuya lectura nos sitúa en el sosiego luego de la herida y el infierno de la desolación, su creación poética es un acto conmiserativo de perdón y autoreparación. Es así como manifiesta en el poema titulado Wabi Sabi: La belleza de la herida/ La belleza de la cicatriz/Debo aprender la resiliencia/ Curar y dejar a la vista sus huellas/ Mi fragilidad/ Mi imperfección/ Reparo mientras escribo. Es precisamente este Wabi Sabi, que da título al libro, la comprensión de la belleza que reside en lo modesto, lo rústico, lo imperfecto, incluso en lo decadente, una 27
sensibilidad estética que haya una melancólica belleza en la impermanencia de todas las cosas. Según la práctica del Budismo permanecer es "mantenerse sin mutación en un mismo lugar, estado o calidad". Lo impermanente es la incapacidad de la realidad de mantenerse en un mismo lugar, estado o calidad. Nuestro mundo es cambiante, como nuestros pensamientos y nuestros cuerpos. La impermanencia es, en el budismo, de importancia capital para la vida cotidiana de todas las personas. La poeta Miriam Leiva, admiradora de la cultura japonesa, en este sublime poemario nos introduce en el concepto de regeneración social, donde no es posible dejar a un lado la necesidad de belleza en las cosas, en las relaciones, en las personas, la necesidad de entrega de valor a cada acto humano ni subestimar la enorme, poderosa ayuda de este Wabi Sabi que nos permite evolucionar, crecer, reconocer y reparar.
Ingrid Odgers Toloza
Concepción, 14 de junio de 2015.
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WABI SABI DE MIRIAM LEIVA CONCEPCIÓN- CHILE por Rossana Arellano Guirao “Ahora pende de un hilo/ y el techo gotea un desconsuelo silencioso/ que la vuelve paraguas para quien levite llena de lágrimas”
El saber, aquel acercamiento entre la lógica de la existencia y el modo del pensamiento que se plasma como canción es “poesía”. Abrirse al camino desde el “yo” introspectivo, aquel que alcanza su propio manantial de la expresión, en momentos de dolor y también de alegría. Y aloja la retina, en las calamidades, sin dejar de apreciar el florecimiento de una flor. Retornar a la vida sin ostentación ni fanatismo, alcanzar la oración de la fe y ser capaz de emigrar de sí mismo. Ser capaz de desplazar los miedos con una claridad de conciencia en unificación del “yo” y el entorno, es despertar, sin histeria, en lo puro, aquello que no tiene ánimo de compararse a nada y permanece en su estado de belleza única, imperfecta y perfecta, tal como se halla, aunque todo en un momento fuese incertidumbre. Desasosiego en lo que se está asimilando como parte del proceso de crecimiento espiritual, es el Ascenso, que me parece maravilloso aunque sí muy doloroso.
Ser capaz de desplazar los miedos con una claridad de conciencia en unificación del “yo” y el entorno, es despertar, sin histeria, en lo puro, aquello que no tiene ánimo de compararse a nada y permanece en su estado de belleza única, imperfecta y perfecta, tal como se halla, aunque todo en un momento fuese incertidumbre, en lo que se está asimilando como parte del proceso de crecimiento espiritual, en el Ascenso. No existen falsas visiones en quien alcanza sabiduría. 29
La autora de Wabi Sabi, nos hace entrega de un regalo maravilloso: Su espiritualidad, a través de sus poemas caminamos junto a ella en el aprendizaje y la enseñanza, cada verso contiene un movimiento pleno de magia y diversidad como un llamado en misión. Se advierte gran manifiesto de esperanza y consuelo, las figuras poéticas son claras y trascienden de manera sagrada a lo profundo. Destaca claridad de palabra, la semilla cuidada de aquel poeta que no busca ser leyenda, aunque se sabe en un púlpito de conocimiento verdadero y auténtica sabiduría.
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Despertar De pronto la mañana Estuvo al filo El aire llevaba La velocidad de un avión hipersónico. Nada podía cortar aquella ráfaga Solo el aire extendiéndose Con ese extraño rumor De que algo más va a pasar. Descifrar códigos era de locos Su tromba ya arrastraba Todo lo que le salía al paso La mancha estaba en todo el territorio Quise llorar, gritar y nada venía a la boca Entonces desperté Y como una liberación Copie en las hojas El texto y la tristeza oculta.
Entre blues y saxofones A distancia él mira los contornos Cierra los ojos Cuenta si repetirse Las flores de la blusa El detalle de los pétalos en la falda Los relieves de su cuerpo El azul profundo de sus ojos Y guarda. Sobre las veredas sucias Los fragmentos de botellas rotas Las peleas callejeras La miseria humana. Camina con su sonrisa. 31
Ella lo sostiene entre el cielo y el infierno Entre la prenda intima que se asoma Entre la melancolía de una tarde de mayo Entre blues y saxofones. Fue allí donde lo conocí Jamás escuchare música igual Lo grandioso pocas veces se repite Se lo digo al pasar Que el amor es camino de trenes De esos que a veces viajas en primera clase Y otros, solo te cuelgas del último carro Para golpearte Una y otra vez Sobre los gastados rieles.
Terremoto No habría otra oportunidad Si el ala del ángel No nos hubiera sostenido No había refugio en las habitaciones Cuando sucumbieron los cimientos. La hebra no fue hilo de vida Todo fue cortado Por el movimiento de la tierra Desplazándose de la corteza terrestre. Liberación de energía Falla geológica Fricción, proceso volcánico, Detonaciones nucleares subterráneas. Fueron muchas las preguntas Del origen. Solo sé que el ángel de Dios Estaba ahí En todo su esplendor, Respondiendo desde su intensidad 32
Sujetando esa escala que subĂa Sujetando esa ruptura.
Vientos Sin ropa se nace Se brota Desnudo se llega Partida a partida. Hugo Mujica.
Estamos inclinados Hacia donde el viento Pasa en el inicio. Cuando desnudos Decidimos venir Sin nombre y llorar. Abrir los ojos Descubrir Saberse perdido En los primeros parpadeos Donde el viento No deja de estar naciendo.
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Desbordes Viene el presentimiento En esta tarde. Derrama ganas La filosa desnudez La hendidura El toque preciso Viene orillando La gota, Descifrando En el desborde Viene y oscurece
Noche Donde se registra El dolor que no pronuncia Palabra El aullido cuando abrió la vena La garganta cercenada El umbral de la tragedia La noche en sus ojos La luna en su último quejido Toco su oscuridad Su sombra El ciclo Imagino el despeñadero El sangriento paisaje. Ahora se donde comienza el duelo El cielo se cierra Con su ojo de cíclope.
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Tarde El color de la ceniza esta en el cielo El lenguaje duplicado del silencio El sonido que busca reinventarse La imagen de lanza atravesada. Formas que alguna vez tuvieron significado Cuerpo que delimita la palabra. Para que la soledad Si no te vuelve estatua Si no te vuelve roca Solo polvo gris Y este intento De grito. Desconocer la lluvia de la boca El escupir la sangre oxidada En esta explosiรณn de las arterias Sus estigmas Que azotan mis tardes.
Lluvias Abierta la boca En aguaceros Para que los ojos No se derramen En esta sed. El temblor que se arrima A la sombra Y entorna la resignaciรณn. Cuando cae la tarde Y trae La lluvia torrencial Que dibuja nuevamente La boca y los ojos.
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ROSY ELENA Sร EZ (Concepciรณn, Chile)
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ROSA ELENA SÁEZ. Nace en Concepción, 1967. Nos Dice: Comencé a escribir desde el dolor, desde la necesidad de escapar de la angustia y me encontré con mujeres que me instaron y me reforzaron a través de la generosidad y el aplauso. Escribo desde la marginalidad y para la marginalidad, la marginalidad política y privada. Pretendo con la escritura sacar velos a lo oculto, a lo que no se habla ni muestra en la sociedad estructuradita y ordenada. Desnudar literalmente, mezclo la poesía con cuadros estéticos. Me interesa el trabajo colectivo en poesía y en otras disciplinas he trabajado en poesía visual con otras poetas. Mi poesía es feminista y de clase. Mi poesía pretende provocar e identificar a la vez, juego con el lenguaje, me gusta repetir palabras que cuando las leo me parecen sonoramente poéticas, lo que he denominado letanía poética. Ha sido antologada por la Sociedad de Escritores San Pedro de la Paz, LAMAR, 2008. Actualmente trabaja en su poemario La vida de las amantes.
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Rosy Sáez. La periferia como herida por Muñoz Coloma
A mi entender cuando Josefina Ludmer, en su libro “El género Gauchesco. Un tratado sobre la patria”, se refiere a la posible emergencia de la voz del gaucho en la literatura argentina, parte de la base que esa voz, en el sentido profundo, es inexistente. Porque en la mayoría de los casos es cooptada desde el poder, con el claro propósito de articular un dispositivo que forme parte de las prácticas hegemónicas del centralismo, de la academia y de otras instancias que reproducen, desde el púlpito, las relaciones de explotación a que es sometido el propio individuo que es utilizado como bálsamo para disimular su propia invisibilización, reduciéndolo a un objeto de estudio y a una especie de caricatura que se pasea, como un mal necesario, por el campo de lo celebratorio. Ahora bien, si extrapolamos la figura del gaucho a todos los sujetos que caen sumidos en el fenómeno de la subalternidad, inmediatamente comenzamos a navegar por las temáticas que releva la obra poética de Rosy Sáez, pero con una clara diferencia: ella no es la voz del otro, sino que ella es el otro. Es ese ser que se ha anclado en la periferia más profunda de los oprimidos, geografía además que ha sido y sigue siendo su hábitat y que configura no sólo su obra sino que su propia vida. Por esta razón es que ella es su propia voz, es la herida proveniente de los suburbios de la justicia y habla a través de ella, astillando las palabras, como señala en uno de sus poemas. La poesía de Sáez es cruda y técnicamente relevante, tiene aquello que se les exige a las obras de arte: un valor estético y una polisemia que no se agote en sí misma. Pero a la vez es directa y conmueve… es más, conmociona. Es muy difícil quedar indiferente a ella, porque en sus versos reverbera siempre la voz de la mujer, esa mujer despedazada por su condición de género, y desmembrada por su condición periférica y poblacional. Y hoy en la eclosión de poetas que vive la ciudad de Concepción, su voz se alza como propia, ha llegado a un punto donde ha comenzado a cosechar los frutos, por haberse atrevido a vivir con los ojos abiertos y por poseer la sensibilidad propia de las mujeres que han transitado por los vericuetos de lo que alguna vez llamaron consciencia de clase. La obra de Rosy Sáez es una herida abierta que supura realidad, una realidad que se encuentra muy lejos de la espectacularización que nos ofrece este mundo, sumido en el capitalismo más demencial, donde la población y la periferia no son más que paisajes mugrosos, que es mejor esconder tras la postal, con el firme propósito de olvidarlos. He acá la importancia de esta escritora explosiva, de esta escritora que 38
perfuma sus palabras con aromas a pólvora, agua estancada y sangre, que nos hace recordar, a través de poemas con una calidad maravillosa, que el arte, que todo tipo de manifestación artística, no puede obviar la realidad significativa, esa que golpea con fuerza las espaldas de los obreros y de las mujeres principalmente. De estos “cabezas negras” que con sus prácticas culturales no hacen más que incomodar al resto de los chilenos, que viven sumidos en las bondades que ofrecen los medios de comunicación, alienados y desesperados por acumular, lo que sea. Muy por el contrario Sáez y su poesía nos traslada a un espacio incómodo del Chile profundo, del país que se ha erguido sobre los huesos de los oprimidos. Nos hiere con sus palabras, ella es una navaja, una metralla, que genera relatos que no permiten ni la compasión, ni la catarsis, sino que nos llevan hacia el precipicio de la furia, del desconcierto y de la derrota. Profundamente espero que esta herida llamada Rosy Sáez jamás se configure en costra, para que siga supurando realidades.
Aquí no Aquí la poesía no es posible La palabra se empeña por plata Las silabas se cortan de pura mugre el grito simplifica todo gran verso de dolor Aquí la poesía no es posible somos la concreción de la metáfora Del verbo matar el acto de morir Del verbo amar el acto de morir Del verbo soñar el acto de morir Todos los verbos nos conjugan en tiempo muerto Y en todas las personas Aquí la poesía no es posible El hambre mató la inspiración Lluvia es lluvia e inunda las casas Luna es luna y apenas se reconoce en este cielo inmundo Aquí todo lo terrible Fue posible Y sin poesía 39
EROS Eros El macho El dios de alta alcurnia Hijo de dioses Fetiches de los libro empastados Eros no nos conoce Habita demasiado lejos En el Olimpo Allá, donde no se llega en micro Eros profita de poetas y letrados Eros vive del tributo de cuerpos perfectos Eros no tiene sida Eros no tiene piojos Eros tiene un gran falo Que articula el deseo tibio y grandilocuente de los artistas Eros transita en sus alas majestuosas Y se sacia en sus bacanales fiestas Eros no duerme en cama pequeña con cinco cabros chicos Eros no odia el deseo cuando no le llega la regla Ni se masturba en un pozo negro lleno de caca Eros no tuvo un aborto de una noche Calentona en la fiesta de la cancha Eros no se entretiene mirando culos con pantalones blancos marcados de colales Eros no camina por fuera de una construcción cuidando el meneo de las caderas para no azuzar el hambre de los obreros Eros ama las carnes blancas Porque en la carnes negras, duras y sin alma sus flechas nos rebotan Eros está muy claro que no se calienta con nosotras Ni a nosotras nos calientan los dioses.
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Eso somos “Génesis: y de la costilla que dios había tomado del hombre formó una mujer y la trajo ante el hombre” No estamos heridas Somos la herida La piel cubre a pedazos Lo que somos Hablar por la herida Astillando las palabras Sentir por la herida Y dejarte pegada mis costras Respirar por la herida A suspiros rojos Vivir para herir Eso somos Una navaja Clavada en el tiempo.
Hijo no deseado En esa cama transgredimos Nos revelamos Y alzamos las banderas Nos tendemos calientes de la explotación cotidiana Y me lleno de furia para poseerte Me arrojo a ti con esa rabia Que acumulo durante el día Y te muerdo pero lo disfrazo de beso Nos sacudimos juntos el día completo Y te escupo como escupiría a mi prójimo Y te pongo la mejilla y el culo Para que me abofetees Como lo harías con el pije que te gobierna Así parece que nos amaramos 41
Con el odio de cada día en los cuerpos En un acto de obseda rebeldía Y nos arrastramos entrelazados a la marcha que limita con el larguero de la cama Jadeamos en consigna Que los venceremos Que el deseo es lo único intransable que nos queda No callamos y gritamos Y pateamos Hasta acabar con toda la fuerza de la historia Algunos lo llaman el clímax Extenuados Ya sin fuerza Caemos de nuevo en el sueño colectivo Para despertar cada vez más mansos A cumplir con el horario Y constatar con tristeza El día del salario Que le dimos otro hijo Al patrón.
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La mujer árbol A Karina Sepúlveda la mujer que mató a su marido después de 20 años de violencia Me plantó Me educó, me cobró Le pagué Me amó Di frutos Le odié Me regó Lloré Me cosechó Me abonó Florecí Maduré Perdoné Di otros frutos Lo alimenté Me comió Lo engordé Me envenenó Me arrancó Me deshojé Me sequé Me pudrí Lo maté.
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AMANDA ITURRA LEAL (Valdivia, Chile)
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RESEÑA Amanda Iturra Leal, Valdivia, 1984. Lo primero que hay que decir acerca de este trabajo literario es que está disperso en el tiempo y que se condice con ciertos momentos difíciles de la vida, en los que por su densidad resulta espontáneo escribir, como una forma de soltar lo atragantado. Real y fantasiosa, la poesía a menudo habla desde la soledad, desde la ausencia y desde la rabia. En la mayoría de la obra poética se puede ver una descripción de lo cotidiano sumado al tedio de las experiencias repetitivas. Por otro lado, se pueden descubrir señales de que hubo un antes mejor y de que el presente es solo un instante en la espesura de la niebla. Ha publicado sus textos en la Revista El Megáfono, Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral y en Plexosur, poesía y grafica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso.
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Amanda Iturra y los espacios resquebrajados Por Diego Aravena Inostroza Con un lenguaje sencillo, escueto pero contundente, Amanda Iturra habla en sus poemas de un sur indeterminado en donde la humedad y la nostalgia marcan presencia. Pareciera que ha llovido hace poco y en el cemento aún se está escurriendo el agua. Nos muestra imágenes concretas, un paisaje determinado, un pequeño grupo de personas significativas, familiares o amistades, evocadas sin idealismo, tan solo con un soplo de laconismo que penetra por la veracidad con que se lee. Sus versos son directos y claros, diáfanos y cargados de significado, lo que resulta especialmente llamativo cuando habla precisamente del sinsentido del presente, del ahora, de la geografía endurecida por lo que nos rodea.
Pareciera que los textos de Amanda están sumergidos en una suerte de desfallecimiento sin drama, ubicados en el anverso de la fuerza. Sus escritos hablan de la suavidad del vacío, del desaliento por el amor idealizado, los tiempos mágicos de la infancia o la memoria lentamente tiñéndose de una perfección minimalista y traslúcida. La añoranza no es propiamente tal, es más sutil, como escondida detrás de objetos o situaciones comunes, pragmáticas y que fácilmente podrían confundirse con insignificantes. Contemplar una ventana, arrojarle migas de pan a un perro que ya no está, juntar dinero para reparar el piso de la casa, son líneas que perfilan una profundidad mucho mayor e inquietante: la pérdida del propósito del futuro y el resquebrajamiento de la certeza. El extravío del refugio y su reemplazo por un espacio húmedo, frágil y sureño, representado en la pintura descascarada del pasado y lo intangible que nos llama sin decirnos qué es, pero que alguna vez cuando niños vislumbramos. http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/03/amanda-iturra-y-los-espacios.html
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Una pregunta existencial de Amanda Iturra Rodrigo Suárez Grupo Casa Azul La poesía de Amanda Iturra recorre el sensible mundo de la experiencia cotidiana en que la memoria, especialmente de la infancia, configura un lugar misterioso en que el sujeto busca constituirse en el discurso. Los textos significan la ausencia, la figura materna es un importante signo a través de varios de los poemas. La infancia es un lugar tenso, que a pesar de constituirse como refugio moral, no se transforma en un lugar de falsa idealización que debilitaría el texto, como ocurre en mucha poesía publicada en la actualidad. Hay una tensión implícita entre pasado y presente, donde el uno nutre al otro a través de vasos comunicantes. En “Por la ventana”, hay una construcción a partir de la precariedad de la existencia, la cual se intelectualiza para volverla un objeto estético. “Antes de la primavera” representa el oscilar entre la imposibilidad de reconstruir la experiencia a través del recuerdo o la memoria y la conformidad con la leve belleza del presente. Mientras que en “Mañana volverá” hay una pregunta existencial que pretende retornar a la unidad perdida aunque subyace una conciencia trágica que sabe que ese retorno es una empresa casi imposible y postergada indefinidamente. “De madrugada” demuestra una voz poética cuya preocupación por el sinsentido de la vida actual líquida y evanescente, se ve temperada por la esperanza en el sentido comunitario.
http://grupocasaazul.blogspot.cl/2016/03/una-pregunta-existencial-en-la.html
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Por la ventana Dejé pedazos de pan para el perro en el jardín, pero el perro está desparecido desde ayer. Llegaron en su lugar los gorriones y de a poquito se fueron comiendo el pan. Yo los miraba por la ventana, sintiendo la cercanía del otoño en el paisaje y en el cuerpo, en la repisa hay treinta mil pesos destinados a algo que cubra el piso, pues ya comienza a colarse el frio por entre las tablas de esta vieja casa, debemos prepararnos para el invierno, instalar los cañones para la salamandra y ver de dónde sacamos leña. Sin embargo la totalidad no es esto. El poeta recorta trozos del día y a día y a su antojo crea y arma un puzzle.
Antes de la primavera De pronto me senté en un banco de frío cemento en medio de la ciudad y me puse a divagar, introspección le llamé, vi que en otra época ya había estado sentada en el mismo lugar, entendí, en el uso de mi esquivada mente que estaba equivocada, que tarde o temprano volvería a la verdad de los momentos A pesar de mí salía un poco de sol y asomaban unas cuantas sonrisas.
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Mañana volverá Aunque no sienta el ímpetu aunque me cubra de abandono del cuerpo y de desprendimiento idealizador en honor a la nada y me lleve la seducción de ir en medio de la neblina o de entrelazarme con la luz, en pastos infantiles. Mañana volverá el deseo del sentido, los enemigos deben tener paz. Volverán las pasiones humanas y los tormentos estacionales, podrán sentir cristianamente y conceptualizar el amor. Más hoy como el gato, más hoy como la vecina que mira en su ventana, lo que tenga para mirar.
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De madrugada De madrugada Se perderán sus pasos mientras cuente hasta diez sin embargo, podré tolerar el retorcimiento de los huesos pues veré el resplandor del hombre común despareciendo en la niebla.
Sin título --------------De mi madre, el recuerdo de las arvejas cayendo sobre una olla la compota de manzana la tortilla de los abuelos su juventud y felicidad de los primeros años de casada su blusa blanca con flores rojas su pelo negro sin canas aún sus pecas
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En ciertos momentos En ciertos momentos me encuentro convertida en niĂąa, jugando toda la tarde, y mi madre se me aparece llamando varias veces en la puerta. Y yo corro, corro a pedirle unos minutos mĂĄs, mientras mis amigos me esperan sentados en la vereda, con el tiempo entre sus manos.
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CONSUELO MARTÍNEZ ASTORGA (Temuco, Chile)
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RESEÑA
Consuelo Martínez Astorga. Temuco, 1989. Escritora. Profesora de Lengua Castellana y Comunicación. Miembro Gestor de Proyecto Kallfü – Literatura y Humanidades (www.kallfü.cl) . Publica en 2012 por auto-gestión su primer libro titulado La Sombra del Pájaro, para luego en 2015 publicar su segundo poemario titulado Curso de Anatomía bajo Kallfü Ediciones. Actualmente ejerce como docente en la Universidad Católica de Temuco. Ha publicado: -La sombra del pájaro, Auto-ediciones Rodríguez, 2012 -Curso de anatomía, Kallfü Ediciones, 2015
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COMENTARIO CRÍTICO La anatomía y la sombra: a propósito de la poesía de Consuelo Martínez. Marcelo Garrido Monroy Dr. en Literatura Latinoamericana Publicado en Proyecto Kallfü - Literatura y Humanidades Región de la Araucanía, Temuco. Chile. www.kallfü.cl
0.- Consuelo Martínez Astorga ha publicado dos libros de poesía en la sureña ciudad de Temuco: La sombra del pájaro (Auto-ediciones Rodríguez, 2012) y Curso de Anatomía (Kallfü Ediciones, 2015). Temuco es una ciudad talismánica (permítaseme el adjetivo raro), enclave urbano clave para el surgimiento del Chile “moderno”: en su derredor se llevó a cabo el proceso brutal de la pacificación del pueblo mapuche; en su cercanía se sigue viviendo la atávica violencia occidental… Talismánica ciudad; en su humedad se reunieron en los años 20 del siglo XX los poetas mayores de esta tierra gravosa: el delgado adolescente Nefalí Reyes, joven-poeta oscuro y Gabriela Mistral, la alta maestra-poeta, de paso, como siempre, por el mundo. Consuelo está siendo, con su poesía, una materialización, una encarnación de esos dos linajes humanos: joven poeta de Temuco y maestra de lenguaje. 1.- En su primer libro, en realidad un poema de largo aliento, hecho de fragmentos, bellamente dispuestos, discurre la poeta sobre los atributos de la sombra y la levedad. Una poética del vuelo en el que cifra con acierto el asunto difícil de la permanencia y las apariciones. Decía yo entonces, a propósito de su poema: “[…] mediante los enigmas del doble y la sombra, el poema expone la antigua tragedia, siempre viva, de este encuentro transfigurador, en el que se gana en sombra lo que se pierde en presencia. El poeta es el gran ausente de sí mismo.” El poeta se fuga de los lastres del yo para hablar desde la sombra. No por impostura cobarde, ciertamente, sino que por una renuncia, que tiene que ver más bien que un desollamiento que con la huida: “la poesía de Consuelo (bascula) entre el deseo liberador del aire, del viento, del vuelo y la negación de este deseo, es decir, del hostigamiento de la materia y su abrazo terrible. Es por esto que el poema se funda en lo que bien pudiéramos llamar la poética 54
de las aves la poética del vuelo.” Con esto quiero decir que, entregado al vuelo al pájaro le queda y le grava la carne escasa y los huesos huecos. La imagen es bella: el ave al vuelo y la del poeta a la caza de la sombra. 2.-Su segundo libro, Curso de anatomía, impresiona todavía más por la expresión breve. La brevedad es velocidad. Y en esta su segunda poesía se ve así, velozmente las formas de lo vivo y su caducidad exasperante. La marcha acompasada del corazón es ya un poema, el ritmo del poema del cuerpo: brevedad epigramática mortal de la carne. Lo hice: he muerto. Mis labios yacen todavía ardientes y una levedad profunda me dice que el sueño se terminó y que mi cuerpo ha regresado al infinito (“regreso” de Curso de Anatomía) 3.- El poeta recupera para nosotros el mundo a partir del roce erótico con su cuerpo. Es cierto que ese roce no siempre es placentero, es cierto que de tanto en vez se prefiere la distancia y el ensimismamiento, pero habrá que considerar que esa ruta es estéril o bien conduce a un silencio huero y habrá que considerar entonces la rabiosa restriega amorosa con el mundo. Este eros parte con el reconocimiento del cuerpo propio, es decir, con un cuerpo, salvado para ese amor con las cosas, para que la voz sea y con la voz, las palabras en las que el otro se cita conmigo. Entonces si es así, yo entiendo la conspiración de esta poesía; el cuerpo como conspiración, que me parece viene a ser el último hallazgo de la joven poesía de Consuelo Martínez.
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Consuelo Martínez y la poética del fragmento… Juan David Salazar Escritor. Profesor de Castellano. Magíster © en Literatura. Publicado en Proyecto Kallfü - Literatura y Humanidades Región de la Araucanía, Temuco. Chile. www.kallfü.cl Consuelo Martínez Astorga (Temuco, 1989) poeta nacida en el lluvioso territorio que cobijó a grandes representantes de la lírica como Teillier, Neruda, Mistral, entre otros, en este tiempo se detiene en su quehacer diario para sumergirnos en el universo del lenguaje poético. Con dos publicaciones “La Sombra del Pájaro” (2012) y “Curso de Anatomía” (2015) nos presenta en su propuesta escritural una poesía basada en fragmentos que representan el todo del universo poético. Dueña de una poesía profundamente simbólica nos invita a un viaje en blanco y negro, a un viaje por la sangre y la palabra. En un periplo que se inicia en el fin hasta llegar al comienzo, como un destino fragmentado e inconcluso, pero que se identifica con un vuelo rasante entre los oleajes de un mar que esconde los orígenes de la paradoja. La poesía de Consuelo Martínez es un itinerario que busca huir de los infiernos para llegar al renacer a través de las alas de un pájaro fragmentario, un pájaro que se compone solo de sangre y partes que buscan un todo. Cada verso, cada fragmento es un tránsito entre cuerpos que se buscan, que deambulan entre cada poema. Con la poesía de Consuelo, se amplía el sentido de la percepción y se logra trascender a lo tradicional de la poética, puesto que nos hace partícipes del viaje. Con sus textos publicados de modo independiente aprehendemos la vida y la muerte como parte de ese fragmento en el pasadizo de la vida.
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Vendas
Para Catalina Ulloa Yañez
Oí mi nombre me llamaba por mi nombre Respiraba tenía sed y mis ojos ascendían mojaba mis labios respiraba levanté mis manos y las toqué y las vi otra vez a mi me llamaban me levanté y me las quite el sudario las vendas de aquel que estuvo muerto cayeron En “Curso de Anatomía” (2015)
NO HAY SOMBRA. Tampoco pájaro. Los aires tormentosos los hacen desaparecer. Detrás de las paredes se ocultan las alas e irrumpe el viento huracanado, revolviendo el nidal, como un ladrón que quiere entenderse en el vuelo. En “La Sombre del Pájaro” (2012)
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SOMBRA: ¿Eres el pájaro que tanto buscaba? Le pregunté al mar. Le pregunté al viento. Ellos lo saben. En “La Sombre del Pájaro” (2012)
La sombra del pájaro Dedicado a José Rodríguez Angulo La silueta merodea en la clandestinidad del verano, asomándose sin nombre como espejo invisible. Era sombra en el día de niebla entre las hojas desiertas y las arenas verdes. Era la sospecha, viene, impulsado por febrero del sur. Bajo la doctrinal silueta ronda en el anonimato la sombra desdibujada del pájaro espectral. En “La Sombre del Pájaro” (2012)
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Tras un espejo tengo un cuerpo. me miro al espejo y se supone que soy yo, me dicen que soy así que así es la carne terrenal. el reflejo repite mi nombre pero me miro y soy tan distinta no tengo nada de lo que el espejo escribe. tengo respiro y veo, es cierto, pero mis manos no cuentan mis pies no tallan la tierra y en mi pecho laten más corazones. tengo un cuerpo solo un cuerpo tras un espejo. En “Curso de Anatomía” (2015)
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INTERIOR Los locos gritan y golpean por aquellos que caminan gritando y golpeando en su interior. En “Curso de Anatomía” (2015)
IMAGINACIÓN
me concibió la lluvia, mi cuerpo se formó en el viento y luego me escribo sobre la niebla, cada palabra de mí misma transgrede las voces endurecidas de una mano de sangre escribiente En “Curso de Anatomía” (2015)
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Cecilia Palma Jara (SANTIAGO, CHILE)
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Breve Reseña. Poeta, tallerista y editora, nacida en Santiago en 1962. Ha publicado los poemarios: A pesar del azul en 1992; Asirme de tus hombros en 2002 por Editorial Mosquito, colección La estocada sorpresiva; Piano Bar en 2007, Subway Ediciones y Vuelvo de Siberia esta tarde, 2011, Editorial El Juglar; reeditado en 2015 por Editorial Eutôpia. En 2011 publicó el cuento infantil, Un viaje especial. Recopiló y publicó en 2009, Baldomero Lillo. Obra Reunida, con Editorial RIL. Ha escrito dos novelas cortas que recrean la vida en las centrales hidroeléctricas Cipreses y Los Molles. Sus textos aparecen en varias antologías y revistas literarias chilenas y extranjeras; asimismo, su poesía ha sido traducida al inglés, italiano, ucraniano y alemán. Actualmente, es la editora de Editorial Eutôpia.
Tristeza minimalista. Poemas de Cecilia Palma Vuelvo de Siberia esta tarde, El Juglar, 2011 Por Omar Pérez Santiago
Tal si fuese a escuchar el jazz de Miles Davis y de sus riffs, sin hacer ruido, en un momento sombrío y espectral, concentrado, quizá con un Martini en la mano, en 19 poemas de la primera parte del libro de Cecilia Palma, identificados por un numeral romano, la vemos entrar a la ciudad, un mundo crepuscular de misteriosa noche, de oscura contemplación vaporosa, sutil y de profundidad emocional, quizá “la sacra, indecible, misteriosa noche” de Novalis. Texto distante, austero, elegante minimalista, siempre inspirado, de alguien que inventa regresar al mundo de noche, alguien desesperanzado vuelve a la ciudad sombría, extraviada o perdida o replegada desde alguna parte llamada Siberia, y en esos adoquines muy grises, esos ojos muy tristes de desaliento se encuentran con perros que sueñan sueños de perros, sombras de marionetas en los muros del muelle o en el puente del río o un gato que maúlla. Una especie de melancolía, esa especie de nostalgia destilada a gotas que hace feliz, (un poco, no mucho), un licor de evocación y limitada placidez en la melodía, en la visualidad y la riqueza emocional contenida. Un aguijón que a veces duele. ¿A qué se viene a un tiempo de silencio después de atravesar el fondo? 62
La segunda parte del libro se llama el Beso de Judas, 25 poemas donde se vivencia el mundo sin dioses, donde ahora se vive la separación del eros, el sentimiento y el sentido; por treinta monedas, habría que agregar. El amor tránsfuga que come de tu pan, utilitario de la cultura de la suposición y de lo especulativo que le deja nada y ausencia: unaprofunda soledad, un hambre existencial. El timador pirata -un lobo negro vacío, exhumado, enfermo sin saberlo-, es inasible y anuncia de madrugada que se escapa “ a Vietnam o a la muralla milenaria”, un hombre que se fuga a un lugar mientras más exótico mejor, una mascarada, el espejo de un amante que no puede sostener la mirada. “Ahí te dejo y a ese designio que te amó” Pedazos de una voz notable, que crea una unidad con el control de las formas, de cada línea, de cada imagen, de cada silencio. Auténtica Metapoesía reflexiva del signo, que enfrenta a estereotipos, con el espesor, la intensidad de zonas oscuras y muy vivas.Unidad de fondo y tono y un solo movimiento. Poemas breves y tupidos de escrupuloso diseño. Concisos y sobrios, estructurados, con significaciones enigmáticas y adhesión a su fondo metafísico que funda el vibrante núcleo temático de su poesía ontológica. http://letras.s5.com/ope060313.html
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Vuelvo de Siberia esta tarde De Cecilia Palma Por Ingrid Odgers Toloza
Profundo y soberbio poemario es el nuevo libro de la poeta Cecilia Palma (Santiago, 1962), “Vuelvo de Siberia esta tarde” (Ediciones El Juglar, Santiago, 2011). La obra es un viaje de regreso, la poeta vuelve del exilio y el castigo (Siberia), retorna a la ciudad para encontrar la dura soledad : “.…sigue acuñando juicios y en las paredes continúan multiplicándose sombras de guiñoles huérfanos. “, inconsciencia: “ la conciencia es un espectro que rinde culto…”, ignominia: “...nada consume a la ignominia/ nada / se han levantado voces de miles / he visto a las multitudes llenar /sus plazas / y al espectro continuar su trabajo…”, traición: “…los ojos de una doncella saben / esconder el juego de la vida / se sujetan como garras / allí se sabe de la traición../, muerte: …”la leve constancia/ de lo absoluto/la definitiva perversidad de ese conocimiento…”, hastío e iniquidad: “las filas de personas / que intentan resistir el hastío / sin dejar de lado la iniquidad…”, obsesión: “…cada cual con su obsesión / a cuestas / no sé por qué / estamos encerrados…”, crítica: “…vienes a las calles /corbata limpia /mientras el agua conciudadana/ se vendió como puta de / barrio infecto…”, soledad: “…y a sabernos carne y sexo / y células que se / mueren a cada segundo / porque en cuanto la madre expulsa al hijo /pródigo del vientre / se está solo / solo en mundo ajeno”. Cecilia logra una extraordinaria condensación de la palabra en cuanto materia de símbolo, señales que nombra, canta y decanta tras una mirada reflexiva marcada por la decepción, la soledad, el vacío, compañeros inseparables en el angustiante y ansioso peregrinar para quien ve más allá de las sombras que nos circundan: la artista, ciertamente un ojo observador, atento a las sombras indolentes que se desplazan automáticas, inconscientes entre la urbe enajenada en tiempo y asfalto. “…tu precepto puede / ser traducido / los náufragos son / esclavos del asfalto…” Cecilia Palma, mujer, poeta. Su palabra es un golpe directo al espíritu. Remece. “…nadie le ha dicho/ que aunque sonría / la soledad es una receta/ consabida” 64
Diciembre, 2011. http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2011/12/comentario-literario-vuelvo-de-siberia.html
Poemas De A PESAR DEL AZUL, 1992
Identidad Observo al tiempo desde mis sueños para no olvidar quién soy.
La visión y la calle Su cabeza calva aparece en el umbral derruido. Los árboles se agitan, las hojas se preocupan y los caballos relinchan temerosos. La soledad que hay en la calle es tan profunda, que decenas de carruajes y tranvías no podrían perturbar esta visión.
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De ASIRME DE TUS HOMBROS, 2002
Te señalo Señalo tu nombre en este silencio inmune de miradas ciegas lo señalo para olvidarlo para dejarlo estampado en una calle cualquiera entre el musgo que trepa obsesivo por las paredes. Eres el asesino de mis visiones el viento que erosiona los montículos la ola hambrienta que devora huellas. Hay un sin sentido que vaga sin rumbo en este vacío de cemento. Percibo el misterio de la existencia los esqueletos se mueven al ritmo de una conga barata un reloj nos habita hasta la muerte.
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Noche de poetas El poeta no descansa de sus sueños duerme sólo la noche del cuerpo.
De PIANO BAR, 2007
De lo que es capaz un poeta El brillo de un sol moribundo seduce ventanas y cortinas es la conversión de un suicida arrepentido miles de diminutos brillos que anegan sus guaridas improvisando un solo de poética resistencia allí las hojas de cualquier color y forma en esa hora crucial en esa íntima son poseídas por el poeta y sus delirantes contradicciones él flanquea la huella asesina y procrea una sencilla muerte a la visión burda de los sentidos el poeta reinventa el prisma. Es un hidalgo que da rienda a su florete de loca justicia.
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Intención Eres un sobreviviente tomas todas las rutas posibles para escapar del enigma bailas tu propio destierro y retornas al funcky de tu infancia demuestras con dignidad que si bien es cierto existes la otra pasajera vendrá desde alguna esquina a buscar tus añejos estertores y terminarás por vencerte a sus encantos. La seducción es un arma de doble filo.
Kamikase De quién sabe cuántas vidas o muertes obcecada entre tus hemisferios la poesía te señala tras al espejo te persigue con la invención de un sueño a la carta de un sueño dispuesto a volverte la cabeza.
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Despedida No consigo separarte de mi tacto o de su sombra que se niega a abandonar este circo de carne y silencio
De VUELVO DE SIBERIA ESTA TARDE, 2011
I Vuelvo de Siberia esta tarde llego al centro de la ciudad y su bullicio el perro como siempre en la esquina de casa sueña su sueño de perro. Es un hecho; la soledad sigue acuñando juicios y en las paredes continúan multiplicándose sombras de guiñoles huérfanos.
VI El muelle nos sujeta como a pilotes y las olas se abruman bajo la noche nos quedamos quietos colgando péndulos indefensos sujetos a la orden de los vientos 69
con irrefrenables deseos de saltar y escabullirnos desaparecernos asidos a la espuma o al hilo de un volantín extraviado.
XII ¿A qué se viene sino a confirmar que la existencia es un duelo entre la vida y la muerte con un solo vencedor? la leve constancia de lo absoluto la definitiva perversidad de ese conocimiento incrustado como un diamante en una joya invaluable que no puedes tocar ni comprar está fuera de tu alcance cambiar el destino de las cosas así la maldición de los pasos contados de las horas respiradas de una lengua húmeda y un sistema perfecto en función al toque final la campana detendrá su devaneo y la música será historia.
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XIX La carretera está en la piel volver no es fácil el asfalto parece voltear al destino cada imagen se descuelga de los añosos árboles y el pasado cruje a mis espaldas. Una estrella muerta vigila el camino. No es fácil regresar y no puedo aún recoger las pupilas que he escondido en los zapatos. El fango silencia a la noche la apabulla como si la experiencia pusiese ciego al puente. Nada de lo que haga cambiará el destino. Soy apenas un cuerpo insomne.
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ALEJANDRA ZIEBRECHT QUIÑONES (TALCAHUANO, CHILE)
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RESEÑA. Concepción, 1959. Alejandra Ziebrecht Q. Profesora, poeta y crítica literaria, directora de Talleres Literarios. Fundadora del Centro Cultural Miguel Hernández, y de la Casa del Escritor del mismo nombre de la Región del Bío Bío. En el año 2000 recibe el Premio Municipal de Arte de la ciudad de Talcahuano. El mismo año gana la “Beca de Creación Literaria”, escritores profesionales, del Fondo del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura de Chile por su libro “El juego del condenado” (2001) y el “Premio Adquisición de Libros Mejores Obras Editadas” por su libro “Nochedumbre” (2000). Ha obtenido numerosos premios por su trabajo poético y narrativo. Su obra ha sido traducida a varios idiomas: alemán, turco e italiano. Ha sido antologada en publicaciones nacionales y extranjeras y ha obtenido elogiosa crítica y reconocimiento.
Críticas a su obra EL SUEÑO Autora: Alejandra Ziebrecht Poesía, 109 págs. Mosquito Comunicaciones 2009.
Por Juan Mihovilovich Escritor El sueño de los otros es mi propio sueño, pareciera decir Alejandra Ziebrecht, “tú existes porque te sueño, ahora sólo escribo porque sé que leerás esto más tarde cuando despiertes…” Así ella da la impresión de crear el sueño que mejor se aviene con sus urgencias de vivir, que al fin de cuentas es contraponerse a una vigilia que en nada se diferencia de aquél transito obligado por el espejismo terrenal. El sueño avizorado en el interior como un estigma de vocablos que siempre resultan insuficientes, semejante al agujero intangible de una bala tras cruzar el espacio buscando su trayecto: un derrotero temporal que sirve para delinear nuestro propio itinerario. El sueño de los justos y el sueño del peligroso oficio de vivir se confabulan para rescatar de la ilusión a las palabras y con ellas, o a pesar de ellas Alejandra Ziebrecht re-construye el engranaje de los sentimientos, de los racionalismos breves, de la corporeidad pasajera que, paradójicamente, resulta una dádiva misteriosa y una rúbrica. 73
Y es en el trayecto que todos hacemos donde ella –la poeta, bajo el discreto disfraz de señales evidentes- hurga en los deslindes de lo imaginado, es decir, de la dolida realidad erigida para desahuciarla, del amor que pervive para recordarse, del afecto o animosidad que nutren de sonidos o silencios a los seres o las cosas que vemos o tocamos. Y es allí, en la parodia inconclusa de lo que somos donde ella -Alejandra Ziebrecht- escribe y describe la parábola del sueño: una idea aproximada a lo esencial de vivir soñando o de soñar el día que se viene encima trasvasijado desde otras dimensiones aparentes y que -Oh prodigio de la creación- nos relega al mundo que la poeta vive, o a la difusa zona donde ella nos descubre para sacudir la oculta faz del corazón con una exigencia tan desnuda como necesaria: si de soñar se trata nada es tan simple como despertar dentro del sueño y apuntar con el invisible dedo de las palabras no dichas que vale la pena seguir soñando, aunque como sentenciara Fernando Pessoa, el propio sueños nos castigue... http://letras.s5.com/jm190809.html
Alejandra Ziebrecht: El Juego del Condenado o la palabra a la sombra. “Silencio sin lámpara La tristeza con rostro de serpiente asoma” 3 Por Hans Schuster (Poeta, crítico literario, Doctor en Literatura, Profesor Literatura Universidad de Chile) (Notas sobre la poesía de la poesía)
(Extracto) En los espacios de interdicción, la lírica suele traernos los huesos del relámpago, y es allí donde Alejandra Ziebrecht instala su última publicación: “El juego del Condenado”, LOM Ediciones Ltda., Santiago de Chile, 2002. El texto, fracturado en cinco partes, da cuenta de un hablante que cae en el “sí mismo”, sin tocar fondo, y con ello el vértigo al vacío se hace más semilla, juntando su polvo disperso en la nadería para escarbar desde el silencio su ventarrón aireado que abre su mano contra el “sí mismo”. A la cara de un solitario colectivo, Ziebrecht da cuenta del acto de enunciar la escritura como juego de la escritura, y desde esta perspectiva, ya usada desde hace varios siglos, el texto aparenta su parpadeo ante el naderío, sin embargo, los latidos 74
del silencio ensanchan la mueca que le da plena existencia a quien se desvive, desgasta y enajena entre palabras, por buscar un horizonte fuera de sí. Ya en la vida, como animales ligeros, el silencio suele ser un espacio mal entendido, de modo que lo no dicho en los textos de Ziebrecht pueden ser doblemente mal interpretados, aún así, incurriré en el desafió de intentar dar cuenta de ello. Lo fragmentado en 11 espacios, no es más que un solo texto (Al igual que las cinco partes que componen el libro), por ello Ziebrecht ni siquiera da título a los poemas, separados por la blancura de la página, sino que utiliza el primer verso sin destacarlo, para enumerar el índice, porque están puestos allí, desde el centro, como bien enmarca en el poema, mientras el hablante (masculino – femenino) desaparece, no hay marcas de tiempo, contexto o situaciones de anécdota, sólo la voz que muerde el racimo de la palabra, en su propia fatiga mientras atisba el puente invisible, el goterón del gesto o la palabra que por un instante fija el grado de conciencia. De modo que la tristeza o la búsqueda, es la lectura de un todo o nada al mismo tiempo, un modo de situar aquello que se asume como masculino y se autocondena. El lenguaje se llena de pragmatismo, el lenguaje se torna optimista, casi al borde de la democracia burguesa, el lenguaje se torna liberalista y racional, el lenguaje se piensa redescubriendo la sabiduría de la dimensión trágica del hombre, el lenguaje se cree resurrecto y en su ignorancia cae en la mayor de las abominaciones, cae en el Hallazgo.
Poema II Por intuición la boca al centro roto el equilibrio trisado el orbe de tu rostro pariente del mío Mapuche Inca Afgana Siria 75
No sabemos leer los signos eso dicen Que no sabemos leer los signos Son ellos los que atrapan al sol y engullen el corazón de los vencidos Pero nosotras no sabemos leer los signos Eso creen Hipatia los leyó supo delinearlos definirlos Safo también lo supo y Fresia y Juana Inés (devota por sacrificio) y María de Magdala (difamada celadora) Por intuición como las putas advierten el peligro llegamos aquí y te reconocemos entre los pedazos que te quedan te reconocemos hermana juiciosa heroica hermana de México de Chile de África Dónde sea que estés te reconocemos vamos por ti Te rescatamos del olvido Te hacemos sangre y grito en el poema Por pura intuición
Poema V ¿Sabías Aisha que Nietzsche nos consideraba 76
inútiles de pensamiento? "Llega a ser lo que eres"-dijo Y tú creíste que hablaba para ti Creíste y saliste corriendo "Llega a ser lo que eres" sonaba en tu oído Te sacaste el burka tiraste los platos y corriste Jadeante pasabas casas blancas pobres oscuras llenas de sol pero oscuras las botas marchaban tras tuyo Corriste “Llegar a ser lo que eres” lo dijo Nietzsche En eso piensas ahora y en el juez talibán colmada de anestesia tan lejos del desierto en un quirófano de USA
Poema VII
Silvia Plath temblando en el mar descuidado de la vida ahogada por la miseria y el gas se nos parece como las señales lúdicas al ritmo poético Pero el verso es libre no el tema del verso ni quien lo escribe 77
El verso es libre Silvia creyó que esos aleteos esas menesterosas campanitas en su cabeza eran la llave para liberarse Entonces las dejó salir hasta crear otro mundo atrapado en un cordón umbilical que conectaba por ambos lados con la muerte Una ecuación cósmica cuyo resultado era la imposibilidad de despejar la x de su existencia Los versos eran gusanitos esparcidos por la casa metáforas de las variables del éxito o la derrota Ella es mi semejante Arrancada del absurdo drama de la porfía Exiliada de la devoción encendida como llama agitada como braza escapada cual cenizas.
Poema VIII
Una mina a tajo abierto separa el este del oeste Allí acampan los hombres derraman su hidalguía extienden sus velámenes naufragan sus barcos exhaustos Qué cuerpo venturoso mujer de ti salen con punzones de hierro los que la explotarán 78
hasta que este y oeste se extingan La pierna izquierda la derecha azuzadas en distintas direcciones hasta romper todo vestigio de un cuerpo dotado de yacimientos de tesoros adheridos a los túneles más profundos Todo ofrendado a la miseria de los días donde este y oeste serán piezas de trofeo miembros fantasmas de un yacimiento en ruinas
XII
El cuerpo que no saco de mí El llanto de los insaciables aciagos gritos La casa es silencio El silencio es poema En el cuerpo que no sale de mí.
Condenada Estás comprometida -me digo cuando el hambre y su gemido pulula como eslabón roto en las vísceras atrapadas por la piel seca Y tanta muerte sin morir y tanto sol sin alumbrar 79
El tejido infernal de las carencias Solo fuego incendiando el ocaso Lo humano es un escalofrío certero Aquí serenamente rabiosa evoco ese clamor de las ajusticiadas Asisto al momento en que las sombras alargan los huesos de la noche (Gime el vacío su desventura) Estás acorralada -me digo- si la palabra logra descifrar el rictus del llanto Mientras tanto y para siempre los límites tiemblan o se doblegan Y esas voces desconocidas sin dueño ni paisaje Muestran sus ojos ciegos en las fotografías La condena de existir sin ser nombrada.
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ROSSANA ARELLANO GUIRAO (SANTIAGO, Chile)
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BREVE RESEÑA Rossana Arellano Guirao. Escritora, poeta, cuenta-cuentos. Ha publicado "Abróchame el Alma" (España, 2009);"Bajo Río" Antología de poetas y narradores, (Edit. Mago Editores - Chile - 2009); "Versos Encadenados" (Edit. LOM - 2009); "Sin Fronteras" México (Edit. Cartonera, 2010); "Nuestro Horizonte un Poema" (Edición artesanal, Perú 2011); "A Verso Abierto" (Edit. Sabor Artístico, Argentina 2012); "Mata ki Te Rangi" (Edit. La Silla, Chile- 2012); "El Nido " (Editorial Mago, Chile 2012); "Huellas" (Edit. Sabor Artístico, Antología Poetas y narradores 2012); "Puente de Utopía" (Editorial ADL, Argentina – 2013). Algunos de sus poemas han sido traducidos al Rumano, Portugués, Alemán, Inglés, Francés, Catalán, Hebreo, Ruso.Ha participado y organiza Encuentros literarios de poesía y cuentos infantiles en Argentina - Panamá, México, - (Puebla - Cuernavaca y DF; Perú, Chile. Obtiene Fondo Nacional de la Cultura y las Artes 2015, Obra Míster Zancudo y otros poemas, obra de literatura infantil, libro que lleva a diferentes Escuelas Públicas, Hospitales y Hogares Infantiles, a modo de colaborar con el Fomento lector, con fines completamente altruistas.
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Comentario Poemas Selectos de Rossana Arellano Guirao POR Ingrid Odgers Toloza Rossana Arellano Guirao, una de las poetas más torrenciales de la esfera literaria nacional. En esta muestra poética observamos su poesía y creatividad delirante, la pasión desmedida por la palabra, y su particular visión del mundo y la vida. Arellano, es una poeta que esgrime con facilidad las técnicas tradicionales del arte literario tales como: el madrigal, el soneto, la elipsis, la paradoja, es decir, maneja con soltura la métrica, el arte que se dedica al análisis de la medida y la estructura del verso, asunto admirable en este siglo XXI. Encontramos en Poemas Selectos, un canto a lo sagrado, al recuerdo, al olvido, un canto solidario a la mujer. La escritura de Rossana se mueve con atractivo manejo de lenguaje entre el surrealismo, la realidad y el sueño. Recordemos que el surrealismo o superrealismo es un concepto que proviene del francés surréalisme. Se trata de un movimiento literario y artístico que busca trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional. Si entendemos que los surrealistas persiguen la verdad mediante escrituras automáticas donde se omiten las correcciones racionales, podemos observar en la obra de Arellano, que no falta la locura, se hace visible lo tempestuoso, claro y firme de su apuesta. Su obra es inquieta y efervescente, no hay límites de temas en su personal estilo. De pluma tempestuosa y solidaria, impulsiva, soñadora y/o realista su trabajo es profundamente transparente, Rossana de personalidad magnética, irradia vida y versos con su irresistible empatía y la gran pasión que la mueve: LA PALABRA, todo, tanto en ella y en su oficio de escritora comprometida y veraz, es manifiesto al conocerla y leerla. Rossana Arellano Guirao posee una obra versátil, de calidad indiscutible e intensamente HONESTA. CONCEPCIÓN, 15 DE MARZO DE 2016. http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/03/comentario-poemas-selectos-de-rossana.html 83
http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2014/03/el-nido-poesia-de-rossana-arellano-chile.html
COMENTARIO EL NIDO De Rossana Arellano Guirao “¿Cuál es el origen del grito, acá adentro?” R.A. POR Juan Pablo Belair Moreno “El nido” es un poemario complejo, no difícil, sino imbricado y, por lo tanto, rico en sabiduría, madurez y no pocas veces equilibradamente salpicado de terribles y hermosas imágenes que recuerdan la irrenunciable búsqueda de la belleza. Bella “Oda al ojo”, como el homenaje al poder ver, a veces lo que no queremos -y llama la atención como hasta la boca queda postergada ante aquellos labios que configuran la palabra- y también lo que no conocemos. Este poema es sobre el conocer en su sentido más poético. Bello y ágil poema “Fiel a la libertad”: “Dime Vincent/ si todos los Theo/ son dignos de confianza”. Bellos poemas sobre veleros y mensajes en el niño botella. Siempre en una sintaxis entreverada, quizás demasiado; conocedora, culta, enciclopédica y de uso de una poética iconográfica clásica, laboriosamente clásica. Para terminar, decir que me gusta la desconfianza que hay entre las distintas voces poéticas, todas ellas arremolinadas en el nido. Y ¿Qué es el nido? ¡Qué imagen! para titular un poemario de las características que he reseñado, que tiene y que ustedes apreciarán (y todas las anteriores). Es la fuente primaria, generadora de la palabra y la metapalabra, donde nace y se cría el pájaro, el poeta, una fuente castiza y promiscua, lo sagrado y, a la vez y por lo mismo, el fruto prohibido. Allí nació este gran poema y ya se ha echado a volar; usted, no deje de tomarle el peso al vuelo de esta pluma que ha caído en sus manos.
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Inmortal * (Del 2014, dedicado a Jorge Muzam) Yo me volví inmortal como suicida anónimo... Otra vez a la carne devaneo a lo bestia, y toda la ancha sombra que cae sobre el pecho la costumbre de anillos erizados al dedo, la pasión que se pierde cuando ondean bajezas el grito que se lanza cual tímido chasquido pero queda rompiendo en todos los adentros. Yo me volví inmortal como el ámbar silbido... Otra vez a las almas los peñascos dolientes la cuita que amamanta los tatuajes del verbo la soledad de valles que habitan hermanados atienden la sordera de todo traicionado. Y ahora aquí de un brazo siempre postura alerta en la divinidad de alguna tibia brizna. Yo me volví inmortal como los libres pájaros... Al gesto soslayado de los aguados ojos en desove del pez bajo mi triste roca, en trinos de lo viejo que de fatal he abierto mientras me vuelvo niña 85
y reposa mi llanto sobre el antiguo barro sin añadir al viento ni un absurdo reproche porque jamás escribo vencida, por encargo. Rossana Arellano Guirao ©RAMAS DESNUDAS
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De sobrevivientes (De mi serie Soldados del Sistema) No, no éramos de laboratorio y nuestra felicidad era auténtica... Un siglo y otro siglo de la tierra ocupa su lugar porque el dios de los mundos no acapara en sus manos el triste relicario de los días al debe ni carga en bolsas de pan una automatización de mandamientos. Somos sobrevivientes de gobiernos patéticos que padecen de alzheimer prematuro, de vecinos de escuela que a pesar de los años transcurridos aún no saben pronunciar el verbo cierto y arrastran su ponchito de ignorancia. Somos sobrevivientes a la compra del tiempo, por burdos chupa mocos que se sienten tocados por la varita mágica de los Reality Show mientras un juez de turno los fornica uno a uno, de manera virtual e incluso gozan... Somos sobrevivientes de los pactos secretos, con preciosa inocencia como niños discípulos de algún mal pedagogo o del cura pedófilo, o del gay camuflado o del degenerado que habla de moral y lleva en el culo un mundo en blanco y negro. Rossana Arellano ©Soldados del Sistema
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Anónima (A toda mujer)
-A toda Mujer, con subrayado, MUJER Yo te nombro mujer, cuerpo celeste, cósmica, luz, multifacética, aguerrida, experta economista, macho y hembra, dadora de la vida. Yo te nombro, mujer y se estremece, la frontera del credo en lo bendito, cuando alzo la voz, para nombrarte. Yo te nombro, mujer, en cinco letras y es tu mano precisa, Noble guía. Yo te nombro, mujer, no en teoría, ni fenómeno de lo venidero, y a tu hebra inmortal es que me ciño. Yo te nombro, mujer, y la rutina, me respondes, en prosa y poesía. Yo te nombro, mujer, como a las musas, que descifran mi verbo, noche y día. Y al nombrarte, mujer, lo más sagrado, toda la oscuridad, se desvanece, porque tú, eres la fuente de la vida.
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Ayer nada más... (A todo aquel que ama la palabra) Ayer nada más, la única libertad despertaba en la lengua y todo dependía de las buenas acciones. Ayer nada más, los hombres retornaban al camino de ideales columna vertebral del combatiente al viento de aire nuevo en cada rama y copa de árbol genealógico. Ayer nada más, el andar fue de oro en cuerpo vivo y alma y tendencia del cobre, la avaricia. Ayer nada más, la cárcel nos sembró tal desconsuelo, que fueron apartados de su ruta los vuelos de la siembra y lloraron las madres su feroz desconsuelo a tanta impunidad sobre la sangre. Ayer nada más, te he besado la boca en la metáfora que dibuja los vuelos de ser libre. Ayer nada más, los sueños sin verdugo, transformaron los miles de eslabones del grillete y tú y yo, sin voces de etiqueta creamos la canción de resistencia, cantando cual zorzales libertarios. Ayer nada mas, tan frío, con esa observación tan lapidaria que derriba palomas al voleo. Ayer nada más, al tic tac en el credo de mi pecho, te iba nombrando hermano y saltaba la sangre en su lenguaje, 89
y empuñé la memoria de lo humano y te canté la historia, como sólo la cantan los poetas. Ayer nada más, yo te cedí el pincel del vuelo fidedigno de la psique y todo tú, pintaste, la luz de la armonía. te iba nombrando hermano y saltaba la sangre en su lenguaje, y empuñé la memoria de lo humano y te canté la historia, como sólo la cantan los poetas. Ayer nada más, yo te cedí el pincel del vuelo fidedigno de la psique y todo tú, pintaste, la luz de la armonía.
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Sobre las miserias y el mal (De mi serie, Soldados del Sistema) Había que tener fe, me decías mientras un cañón apuntaba mi cabeza y sin protocolo, mis ropas caían por el suelo, siendo pisoteadas por un ejército, con las vergas al aire. Había que tener fe, me decías cuando a los nueve meses exactos nacía una niña a la que nombraste Esperanza. y pintabas para ella mariposas en las paredes descascaradas y sucias. Había que tener fe, repetías cada noche o día en que fui violada mientras continuabas pintando el horizonte, inhumano y completamente ajeno. Había que tener fe, sin embargo en silencio , nombraste Amparo a la siguiente criatura, que nació sin ojos. y la distancia de tu voz se convirtió para mi en un silencio mártir. Sucia, andrajosa, desorientada y preñada de fatal designio. Fui ave de un dios tan falto de amenaza y a costa suya y de su propia muerte a mano mía. Me liberé de ti, de mí y de tanta lágrima. Ahora tan lejos de cualquier venganza he perdonado la falla del recuerdo que alguna vez mi mano enternecida firmó un papel supuesto del destino que nos unía, más allá de la muerte Ahora camino, he roto el instrumento de la peor condena que me ataba al servilismo de monstruos agoreros que siembran caos, cuando les da la gana para cubrir sus propios intereses. Atrás quedó, el triste velatorio 91
del hombre hambriento de poder fabricado que ata su cruz, como yugo a la espalda y se dispersa en los siglos de los siglos. Rossana Arellano © Soldados del Sistema
Hombre Recuerda que tu tiempo anda en vela y en la ciudad hace frío, ya es otoño. Recuerda que tu cuerpo es una espada sin coraza. Recuerda que la muerte no es fantasma y te roza la piel a cada instante. Rossana Arellano ©Al Sur de la Pupila
Jaque mate A tu reino de vana singladura, jaque, al cruce de jinetes del deseo, jaque, al grito que no espera respuesta, jaque, al barro de tu nombre en el trapecio, jaque, a tu mañana de huesos en la tumba, jaque, a la sanción de tu ojo y su lagaña, jaque, a tu asfixia en limosna de caricias, jaque mate!! Rossana Arellano ©"AQUAM"
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MĂ?O ARAUJO (Santiago, Chile) Chile-Venezuela
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RESEÑA BREVE. Mío Araujo nació en Valera, Estado Trujillo-Venezuela bajo el nombre de Miozotis Araujo Márquez el 20 de marzo de 1977. Estudió Economía y Educación mención Lengua y Literatura en la Universidad de Carabobo, Valencia- Venezuela; ha ejercido ésta última desde el año 2002, 2011 en Chile. Su tránsito literario se inicia con la asistencia a los talleres de cuento corto y suspense del Consejo Nacional de la Cultura venezolano en 1994. Posteriormente, ingresó al taller de apreciación y creación poética del Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo dirigido por Carlos Osorio, Adhely Riveros y Reynaldo Pérez Só desde 1998 hasta el 2002. A partir de ese año, bajo el auspicio del poeta Luís Alberto Angulo, inicia la tan anhelada búsqueda y encuentro de la voz propia. Descubrir El Cristal Nervioso en la palabra de Enriqueta Arvelo Larriva, conocer personalmente a Ana Enriqueta Terán, igualmente valerana, compartir la amistad de la gran Lydda Franco Farías produjeron la remecida interior necesaria para comenzar a hacer camino. Su trabajo literario se centra en poesía, narrativa, crítica literaria. Actualmente reside en Chile, se considera sanbernardina por decreto propio y valerana por mandato de Dios. En proceso de edición: Marca de Bravía – Poesía -Ediciones Orlando, 2016 Desierto florido – Poesía -Ediciones Orlando, 2016
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MUESTRA POÉTICA MÍO ARAUJO - VENEZUELA -CHILE (10 poemas)
por Rossana Arellano Guirao Escórame y hunde el mástil en su carlinga, con la Mayor en barlovento. "Velero de Piel"
Tal vez sea, "Marca Bravía" de Mío Araujo, autora chileno-venezolana, el poema que marca la pauta, en la lectura. Se congrega el ABC, desde un sitio especial, lo humano-letra, alza los brazos, en llamado y es la lengua que afirma su pedazo de tierra en otra tierra. Mío Araujo, sabe ponerse de pie una y otra vez y aunque su mano generosa se ha prodigado, otras, que han recibido, se encogen. Ella ama la palabra, es evidente. Aquella voz que los muchos vociferan pretendiendo su podio con lengua viperina de doble discurso; también alcanza gloria en bocas que pronuncian lo cierto, sólo se requiere, echar a andar las oraciones en los caminos apropiados. _ El Templo “...libero la oración y elevó el puñal del sacrificio./ Las miradas de yeso me siembran pudores y arrepentimientos. " ** _ ¿Qué hace resplandecer el propio rostro? No es acaso la bendición del Sol, que llevamos cada uno, dentro. ** " Confiesa que has pecado" -... “este que me abre las piernas, empuja su flacidez adentro y me cabalga..." ** Recuerdo a Manuel Rojas, me parece que avanzó ente las patas del tiempo, donde todo lo humano es roca y si acaso queda algún ojo, este es miope. Pintar la Poesia, es saltar también muros de la comprensión, hacia otros suelos que empapan su camiseta de verbo origen, lo trazan en otras tierras y buscan, hasta que se les de el hallar, y es justo que así sea, porque el oficio de escribir nos moja a todos más arriba o por debajo de la cintura, incluso y sobre todo, en su oscilación de tiempos en el tiempo, nos sube más arriba del cuello, como tentando un socorro de alas, que se alzan sin espanto. _ La Poesia, debe aprender a mirar, sin la fealdad de aquella bala-conventillo, de quien ha aprovechado hasta el entretiempo de los que le han brindado su mano, pero con facilidad su dedo traidor, aprieta el gatillo de otras voces. Es entonces la palabra, una suerte de revólver, para algunas bocas, sin embargo mientras más anchas, menos dientes quedan a cada disparo de soberbia y desidia, hacia otros, que también buscan, la misma oportunidad. - En esta Muestra Poética, de Mío Araujo, encuentro su " Marca Bravía " , del mismo modo , esta palabra desnuda, no lleva engaño, se desprende de " Una Moneda" y llama al lenguaje, desde su propia voz y formación literata, para decir |: ... “La ciudad principal, muestra amputación de vocales... “ Retorno a mi lectura-recuerdo, a Manuel Rojas y no puedo dejar de citar: 95
*** - ¿No has visto, en las puertas falsas de algunos conventos, a individuos que sólo tienen, para recibir los restos de comida que se les da, un sucio y abollado tarro? La voz y su instinto de supervivencia, visitan, busca y ensaya en otros vientos, con la misma sed que a todos nos deja, la mar infinita del lenguaje.
Ojo con la Crítica Marzo 10/2016 *** Nota: "De Manuel Rojas, cabe mencionar para los que desconocen, su trayectoria personal, que le llevó a realizar los más diversos oficios desde muy joven, lo que inspiró una obra repleta de referencias a las condiciones de vida de los más humildes" .
http://revistalasilla.blogspot.cl/2016/03/muestra-poetica-mio-araujo-venezuela.html
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DESIERTO FLORIDO La palabra que sustenta
De MÍO ARAUJO Por Ingrid Odgers Toloza En Desierto florido de Mío Araujo, encontramos la delicadeza de la palabra, pero a su vez, una palabra cargada de significado, en una actitud lírica enunciativa, donde el hablante toma la posición del observador y su discurso es fundamentalmente la descripción, pero no una cualquiera, sino que utilizando una expresión poética con densidad, es decir, una palabra que posee a la conciencia más intensa que tiene de sí el instante, la voz poética disfruta plácidamente en dicho intervalo. Es esta una voz serena, donde se han aplacado las tormentas del alma, como nos dice el gran Octavio Paz: La poesía se emplea para aplacar las tormentas del alma, redimir a una mujer o un hombre o llenar el corazón de ese sentimiento llamado amor. Puede, en dosis bien servidas, alimentar el espíritu, asustar una soledad y alejar una tristeza. Araujo, se desplaza con gracia, como profesora de Literatura que es, con atención al lenguaje mismo, en poemas breves, concisos, a veces crípticos, siguiendo la voluntad del hablante. El poemario se sustenta en un reproche pacífico, quieto, presente principalmente en el poema Moneda: allá a los pies del planeta donde sé que existes el cielo tiene una cruz de estrellas en el pecho y la ciudad principal muestra amputaciones de vocales mucha k muchos puntitos sobre úes Poco ehue poco rayén y 97
Un haz de unicelulares impone su lengua y su ley desde una moneda
La autora presenta una escritura templada, quieta, carente de violencia, ira o disgusto, de hondo significado y a veces, críptica. ¡Con qué delicadeza nos habla de la injusticia! ¡Con qué delicadeza nos habla de la esclavitud actual! ¿Quién no es esclavo y quién no es manejado por un pequeño grupo de poder? Representa por cierto a una multitud de cautivos que quieren surgir, ver nuevos caminos, nuevas rutas, pero quedan estancados en la forma, principalmente en la falta de unidad. No es el caso de este poemario donde existe equilibrio entre la forma y el contenido, hay una perfecta comunión. Mío Araujo logra en “Desierto florido”, someter la palabra, encumbrarla y escribirla con inusual sencillez y claridad. Con una cosmovisión reflexiva, serena y con una inteligente protesta ante los hechos de iniquidad, despedida o abandono, se goza en los colores infinitos del desierto. Hay un abanico multicolor en la vasta soledad del desierto y eso al fin y al cabo, es lo que cuenta. Podemos, entonces seguir soñando con mejores días. La palabra nos sustenta.
http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2016/03/desierto-florido-de-mio-araujo.html
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De Marca de Bravía
Marca de Bravía Resuelvo embadurnarme con todos mis ungüentos atesorar el rostro y sus surcos bajo un manto de polvos de colores que titilen e ingraviten canciones reverencias operar lentamente en el proceso Resuelvo arrancar de cuajo el atisbo de la sala de torturas la oficina y su alcaide hacer legrado, descolgarme del gancho de fierro en que me exhibo en esta feria de almas para el diablo rasgarme de punta a punta marca de bravía ya no estoy en venta.
Bautizada Mujer me elevo con mis faldas soy la Cruz alada que viaja al ras de la brisa y corre el tul que envuelve a la luna en su misterio bautizada Mujer surjo del cumulonimbo después planearé mi descenso en picada al Segundo Canto
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Velero de Piel Para JK
ven con tus manos frías calienta mi cuerpo
en la playa de tu espalda asienta mi cabeza ofréceme tus cabellos
escórame y hunde el mástil en su carlinga con la Mayor en barlovento hacia el levante azocados echémonos a la mar
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De Desierto Florido Desierto Florido en el sur y con sed en un parto insĂłlito de sus hendiduras fecundadas expulsa colores infinitos el desierto
Voz Cimarrona aĂşn cuelgan vestigios de amarras en mi voz se bambolean mientras corre libre desenfrenada ni siquiera voltea a ver al padre deja que las sogas hagan el gesto de despedida a modo de ropa tendida que dice adiĂłs cuando sopla el viento
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Una Moneda allá a los pies del planeta donde sé que existes el cielo tiene una cruz de estrellas en el pecho y la ciudad principal muestra amputaciones de vocales mucha k muchos puntitos sobre úes Poco ehue poco rayén y Un haz de unicelulares impone su lengua y su ley desde una moneda
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De Confiesa que Has Pecado Confiesa que has pecado Si vienes del Este puedes cometer pecados sin tener que pagar por ellos. Gemela de la sombra, soy la cabeza que los ha de cargar. En esta tierra yo era negra entre negros. No recuerdo cuál, pero tenía nombre distinto al de Negra o Yegua. Me desplazo con el andar de mis ancestros Ignoro el caminar de reinas blancas la ropa que baña mi cuerpo es el paño que tejo no sé de túnicas que cubren estatuas. ¿Qué es una estatua? El hombre tinto que buscó esposa en casa alta llevó ante mi padre un león crinado prendido en su lanza un macho cabrío y sus tres cabras miel de abejas y miel de avispas, telas, pieles, lana. Este que me abre las piernas y me empuja su flacidez adentro y me cabalga me corona con sus fecas, mira contento cuando la dignidad le entrego ensangrentada al tiempo que levanto el cáliz de boñiga y en su cama, rendidos dejo mi cuerpo negro y el alma blanca.
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El Templo
La angustia que pretendo ahogar en el templo tiene signos vitales y ante el Cordero Muerto presento ofrendas de llanto vivo. Libero la oración y elevo el puñal del sacrificio. Las miradas de yeso me siembran pudores y arrepentimientos. Desciendo el puñal. Tomo de la mano mi angustia. Al verme frágil, la culpa que habita el templo me sigue la oración sale volando quién sabe dónde.
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KARINA GARCÍA ALBADIZ (VALPARAÍSO, CHILE)
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BREVE RESEÑA. Karina García Albadiz. Profesora de Castellano y Magíster Interdisciplinario en Estudios Humanísticos. Fundadora de Casa Azul. Directora de la Revista Botella del Náufrago. Junto con el Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul, ha organizado eventos culturales tales como lanzamientos, ferias del libro, lecturas y encuentros. Publica su poesía en De Bosque Coronado y ¿Dónde está la nuez para la ardilla?, y edita Plano Inclinado, poética en sentido amplio, Ed. Universitarias de Valparaíso (Fondo del Libro 2012), PlexoAmérica: Poesía y Gráfica Morelia-Valparaíso, EUV (Fondo del Libro 2013),
PlexoPerú: Poesía y Gráfica Perú-Chile,
Ed.Quimantú, 2014 y PlexoSur: Poesía y Gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso, Editorial Segismundo, 2016.
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La provocación de Jardín de Epicuro de Karina García Albadiz
Jardín de Epicuro remite a una clave filosófica, haciéndose cargo de la provocación que realizó este filósofo a la corriente oficial desviándose del Liceo y de la Academia para abrir su jardín a la reflexión filosófica de mujeres, ancianos, esclavos y niños. Este acto revolucionario nos parece altamente provocativo con el sistema imperante y un gesto para que todos aquellos, que buscan fisurar el sistema logren encontrar un sustento en la experiencia intelectual de Epicuro a su “disidencia hormonal”. Empieza el Jardín con el Nivel 1: “Tótem de las moscas”, el Nivel 2: “Peces del Fango” y el Nivel 3: “No vivimos del paisaje” que surge de una cita inencontrada de El tiempo y la máquina de Aldous Huxley y que hace resistencia a ese puerto que ha sido valorado excesivamente por el paisaje y que provoca ese gesto retardatario que sus artistas sean exigidos a pintar el paisaje como en el siglo XIX o que los poetas tengan que narrar su mercado, su bohemia porteña, sus catástrofes en un ritual tan aburrido porque por un lado, ya otros lo han hecho (y bien) y por otro, en nada puede aportar a la poética contar una historia sino revoluciona su forma de contarla en una cadena larga de dudas, innovaciones y variaciones contemporáneas. Por otro lado, el Nivel 4 “Luche” contempla la edición de parte de los textos de “Tótem de las moscas” y “No vivimos del paisaje” que hizo el poeta Claudio Faúndez, buscando como él señala: el poema dentro del poema. Dice la autora: Esta edición se transforma en una variación que toma vida propia, ya que saca la capacidad lírica de mis textos tan presente en nuestra tradición poética y que también juega con los blancos, diagramando para que el poema conmueva más y mejor. Acepto esta variación como una otra que soy y la consigno para rescatar el papel del editor en la construcción de un libro que siempre estará inacabado y nunca será final. Los poemas presentados a la antología cobran una nueva importancia dentro del contexto poético regional y chileno, al diferenciarse radicalmente de la producción contemporánea y buscar una voz propia. Rodrigo Suárez Magíster en Literatura Hispanoamericana y Chilena 107
No vivimos del paisaje
La Ăşltima lluvia En la Ăşltima lluvia el ruido de la urbanidad traduce el uso de la forma, de flores y plantas mariposas o araĂąas Las mujeres se pintan altas y delgadas con el pelo en movimiento "como simulando la acciĂłn del viento". Se usan de preferencia contraste entre el negro y los tonos pastel. Se utiliza el amarillo o el azul para aguantar con el cuerpo lo que estoy diciendo con la voz
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Ojo de buey
La Blancanieves electrifica el ambiente en un juego solemne donde ni un solo texto se sabe de memoria, lo cierto es que el pensamiento no viene enquistado en burbujas y la golondrina al planear entra por la ventana, removiendo en el verano el insostenible invierno. Creamos por Ăşltima vez. Vivimos del monte olvido: un ojo de buey por donde se asoma un nervioso lenguaje
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Exilio
Esas dos seĂąoras con las que he hablado Ăşltimamente son mitad chilena y mitad argentina a una le contĂŠ la tragedia a la otra no. El conserje barre las hojas y trae la estufa pero este entumecimiento es un calamar travieso que decora los malos cuadros. Si solo hubiera jugado mal. (Me robaron el partido) Si lo hubiera perdido pero semeja a trampa y a nadie parece importarle
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Playa
esa libertad de andar solos contemplando el paisaje
Por mientras tomaba un café en un local de comida al paso mientras una niña a lo lejos se arrojaba una y otra vez en la furiosa ola. Ese era otro mundo. Parecía que de pronto los paseantes saldrían a escena vestidos de blanco confundiéndose con lo bochornoso del clima mediterráneo costero, fabulaba con una terapia alternativa como el taichí practicado en la arena.
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Sábado
Los sábados veníamos a Las Salinas, era una playa top para nosotros hijos del cerro arriba para llegar eran dos micros, lo seguro era que no veríamos a nadie de la población y sin embargo era tan familiar. Un paisaje literario.
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Ultimo paseo
Comenzó a escribir un poema con un verso de D.H.Lawrence pero no pudo continuarlo, los recuerdos la bamboleaban Seguía el escuperelatos: el día donde había muerto su mamá los paseos del pololeo, la manda a la virgen negra cuando no tenía palabras. Pensó en el suicidio elegante de los franceses. Siempre un otro. Prendía una vela sabiendo que no creía, protegía que no se apagaran como lo hacía ante el memorial de los detenidos desaparecidos. La vida saltaba diez años atrás entre cada prendida, pero las velas terminaban por apagarse con el viento de la costa. Toda corriente de aire era un viento del diablo. Otro verso leído, ya no recuerda donde.
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Cita 1: Esa superioridad de un árbol pintado sobre un árbol real se resumiría en que no tendría debajo de él sus propias hojas, ni orugas, ni insectos. Así, los habitantes de las aldeas del norte de Holanda, por razones de limpieza, no plantan árboles de verdad en los patios que rodean sus casas y se contentan con pintar en los muros árboles, setos, tramos de césped que (por añadidura) se conservan verdes durante el invierno. La pintura del paisaje serviría, pues, simplemente para tener en nuestro cuarto, en torno de nosotros, una especie de naturaleza en miniatura, donde nos complacería contemplar las montañas, sin exponernos a su temperatura inclemente y sin necesidad de terriblemente escalarlas. Cita 2: La “montaña” no es solo exuberancia. Es (sustancialmente), muchas otras cosas que no están en la poesía. Ante su espectáculo, ante sus paisajes, la actitud del poeta es la de un espectador elocuente. Nada más. Todas sus imágenes son las de una fantasía exterior y extranjera. No se oye la voz de un hombre de la floresta. Se oye, a lo más, la voz de un forastero imaginativo y ardoroso que cree poseerla y expresarla. Y esto es muy natural. La “montaña”, no existe casi sino como naturaleza, como paisaje, como escenario. No ha producido todavía una estirpe, un pueblo, una civilización. Cita 3: En cuanto a la brutal distinción entre el contenido y la forma, los materiales del historiador no están ante él a la manera de un paisaje o espectáculo que pudiera describir de la forma en que tampoco lo haría un pintor. El pasado está tanto presente como ausente: presente en cuanto restos y prácticas heredadas, ausente en cuanto existencia humana anterior indicada por los mismos restos de los restos. Cita 4: La crecida no solo eligió y descentró algunos objetos, sino que trastornó la cenestesia misma del paisaje, la organización ancestral de los horizontes: las líneas habituales del catastro, las cortinas de árboles, las hileras de casas, las rutas, el propio lecho del río. Esa estabilidad fundamental tan bien preparada por las formas de la propiedad. Todo fue borrado, lo rugoso fue convertido en suave planicie: no más vías, ni orillas, ni direcciones; una sustancia plana que no va a ninguna parte y que suspende el devenir del hombre, lo aparta de una razón, de un uso provechoso de los lugares. Cita 5: Pareciera que ese libro hubiera sido hecho con escombros, de lenguaje, de libros, con restos. Ahí esas casas aluden también a nuestro paisaje, a nuestra catástrofe permanente chilena. Aunque es la situación de la literatura contemporánea también: esa catástrofe del lenguaje, la desconfianza en los lenguajes, incluso. Los soportes se perdieron, lo que era la imagen del mundo es muy poco sólido actualmente, es precario. La casa, el derrumbe de la casa como espacio sagrado, podría venir a representar un símbolo. Vivimos el final de una época. En este sentido uno está haciendo una literatura apocalíptica, está dando cuenta de una crisis final, pero no como un pastor evangélico. Está renovando el lenguaje, hablando de los caminos del libertino en la circulación de la obra. 114
ENRIQUE SILVA RODRÍGUEZ (Coronel, Chile)
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RESEÑA. Enrique Silva Rodríguez, Cantautor, Poeta y Escritor, estudió Pedagogía en la Universidad de Los Lagos. Dicta Talleres de Estimulación a la Lectura y Creación Literaria. Ha sido mencionado y ganador de Concursos Literarios Nacionales e Internacionales, en los Géneros Poesía, Cuento y Microcuento. A pesar de no contar con libros publicados, ha participado en la Feria Internacional del Libro de Los Mochis, México; y en Caaguazú lee, de Coronel Oviedo, Paraguay. Ha sido organizador de siete encuentros Nacionales e Internacionales y ocho Concursos Literarios Infantiles y Juveniles en las Comunas de Coronel y Lota. Vive en Maule, Coronel, en una casa azul montada sobre un cerro a orillas del mar.
LA POÉTICA DEL ARRAIGO DE ENRIQUE SILVA RODRÍGUEZ Jaime Huenún La poesía de Enrique Silva Rodríguez se abre paso desde la espesura y la niebla de un sur chileno íntimo y marítimo, donde el carbón aún hiere y alumbra las memorias de campesinos, ex mineros, aldeanos y pescadores las más de las veces sin gloria ni fortuna. La poesía de Lota y Coronel (ciudades carboníferas de la región del Bío Bío) no puede ser sino lluviosa, una poesía que a la vez se levanta y vuela ligada al fuego y la tragedia, al devenir de seres trabajados por un tiempo ajeno a la velocidad de las metrópolis, y deudora aún
de un utópico progreso industrial que sólo fue una
pompa de jabón en el aire de la Historia. Se revela igualmente el amor en estos poemas, el amor sensual y el afecto por las figuras paternas, además de la ternura agreste dirigida a un territorio nunca domesticado del todo. Silva Rodríguez es un poeta que propone una obra arraigada a una visión de mundo en la que prevalece un antiguo sentido de comunidad, de vínculos compartidos, de sueños truncos, veraces e indómitos. Es la poesía de Enrique una cálida casa junto al mar. En ella el pueblo empapado y enardecido por los vientos salinos, se reúne y habla; habla al mar del fin de mundo, a los antepasados, a los objetos cotidianos, a los seres del aire, de la arena y la tierra, a los fantasmas que fuimos, somos y seremos. La voz del poeta individual es también la voz comunitaria, desplegada en muchas visiones, relatos, condiciones y lenguajes que 116
comparten, a pesar de las fracturas personales y colectivas, el amor compasivo y fraterno por todas las cosas y seres que viven y mueren bajo la luz del sol:
Yo venero entre los bichos Los tres dones que no tengo: Sus corazas coloridas Esas alas capaces de hacer mĂşsica y volar Y tanta Tanta luz En un poquito De luciĂŠrnaga.
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ENRIQUE SILVA RODRÍGUEZ UN CAMINO EN SEIS POEMAS POR ROSSANA ARELLANO
“Escribir para vencer el tiempo o para escribir el tiempo en materia de exposición literaria” José Saramago.
En la poesía de Enrique Silva, hay un compromiso de expresión, tal vez una obligación de sí mismo y su voz, que sabe libre, a pronunciarse sin exageraciones. Como en el poema "Hombre con la mano en la barbilla”: "...digo estío, pronuncio tempestad y unas piedras caen de mi boca..." Usar la razón en el sentido justo, redondeando ideas, la creación de lo visible o invisible. Despliega la propia realidad humana, contribuyendo con el lenguaje a la felicidad de otros. El poeta Silva Rodríguez, nos habla con singular serenidad. El "yo" que obedece a un ritmo de autor que utiliza la palabra como fuente de estimulación o ejemplo, lo observamos en el siguiente poema, Los bichos:
"yo venero entre los bichos, los tres dones que no tengo: sus corazas coloridas, esas alas capaces de hacer música y volar y tanta, tanta luz en un poquito de luciérnaga".
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La palabra se reparte más allá de los labios y el hombre-poeta ocupa su vereda con un fruto sensual, entre las manos. “…Porque trae tanto de la playa es la mujer en mis orillas tanto maramor lame mi lecho que se esfumas sus … en mi boca…” El entorno, el amor, la atracción, son motivos de su íntima expresión poética, palabra que corresponde a una sensitiva, intensa y observadora mirada de los acontecimientos cotidianos, que se desliza firme y con excelente manejo del lenguaje donde no están ausentes los neologismos, es decir, las palabras que el poeta crea o la inclusión de un significado nuevo en una palabra ya existente. Observamos el poema Mujer como el mar:
Se ahogan mis manos en sus caderas Me areno entre sus piernas Me archipiélago en sus muslos Y penínsulo Su pubis.
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Hombre con la mano en la barbilla Acaso pueda ser una palabra nueva algún día Una palabra nueva y remota Como una estrella que no deje de alumbrarnos Y alumbrarse Como un tren a toda máquina Pasando sobre un niño Acostado en los durmientes ¿Por qué no para de llover si digo estío? ¿Por qué el mar no se encabrita si pronuncio tempestad? Digo estío Pronuncio tempestad Y unas piedras caen de mi boca Quiero entender por qué el ocaso se marchita si lo nombro Quiero saber qué significo Quién soy yo para el silencio De vez en cuando es bueno Un chapuzón de muerte De vez en cuando es bueno Volver a la camada Porque sólo el disgregado Sabe dar voces verdaderas Y sólo el cachorro Puede balbucear el universo.
Desde el velador Desde el velador Sentado encima de los libros Alguien me mira 120
De ese fantasma amarillento Me llega el tango que cantaba mi padre Con la palidez del número seis En la camiseta de Deportes Temuco En un retrato que teníamos Hace tiempo En nuestra casa en Maule La nostalgia cae por los cuatro costados Y se va detrás de una pelota perdida En el corazón de la infancia Desde el velador Sentada encima de los libros Alguien me abraza De aquella luz viuda me llega La imagen de mi madre Zurcida al traqueteo de la máquina Quemándose los ojos a las tres de la mañana Un invierno roba tejas La corona de goteras Y mientras la lluvia cae por los cuatro costados Y su pie cae sobre el pedal Y la aguja cae sobre la cuenta de la luz La cuenta del agua Las tripas y los trapos A nosotros se nos van desempañando las auras Y nos vamos quedando dormidos Con la frescura del pan en la panera de mañana Desde el velador Sentado encima de los libros Un solo ser me mira Un solo sol me abraza.
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Los bichos Y no obstante lo ominoso del gusano que se nutre Larva Y transfigura En el sueño putrefacto de los muertos Y no obstante el espantoso escarabajo estercolero Que en las fecas nace Se consagra y reproduce Y no obstante la lombriz Y su cola casi humana Y no obstante bicharraco Alacrán y telaraña Y no obstante lo babosa y lo ciempiés La lanceta y su ponzoña La trompa que supura y atenaza Yo venero entre los bichos Los tres dones que no tengo: Sus corazas coloridas Esas alas capaces de hacer música y volar Y tanta Tanta luz En un poquito De luciérnaga.
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La hora en que todos los relojes dan la alarma
Son las diez Menos diez Y la luna picoteada sobre Lota Y otra vez La fortuna clava a fuego Su noticia en mi retina: Calle abajo me la trae Este pánico del viernes que deseo Viene blanca de la música esa luz De cometa sin reloj desprejuiciada A través del jadeo De mil trenes a vapor: La humareda y la lámpara en el pelo La ranura de los ojos en Acuario Divertida de violines Y cigarras que me dejan Una nota sostenida en el ombligo A eso de las diez Menos diez Hecho un trémulo fantasma en borrador Escondiéndome detrás del cigarrillo Y la luna Picoteando Mi cabeza.
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Mujer como el mar Yo conozco una mujer que es como el mar Viene y se aleja como una ola Viene y se aleja Como una ola De su misterio azul a mis marismas Y yo amo su alegría cuando llega y me desguaza Beso a beso Lentamente Como la sal a un barco viejo Porque trae tanto de la playa esta mujer a mis orillas Tanto maramor lame mi lecho Que se espuman sus senos en mi boca Se ahogan mis manos en sus caderas Me areno entre sus piernas Me archipiélago en sus muslos Y penínsulo Su pubis.
Cuando sea un fantasma Cuando sea un fantasma Volveré a la casa de mi infancia Y en el banco de madera que mi padre plantó en la entrada Me sentaré a esperar Hasta que el ciego y verde perro Pol Salga de la bruma que habrá Debajo de mis piernas Y orillando la carbonera Como un lento pedazo de musgo Se acueste a los pies de don Chelo Quien del otro lado de la reja Alzando su bastón Me saludará 124
Como si nunca nos hubiéramos marchado Como si siempre estuviéramos ahí.
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PATRICIO BRUNA POBLETE (Valparaíso, Chile)
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BREVE RESEÑA. Patricio Bruna Poblete, nace en Valparaíso el año 1959. Licenciado y Maestro en Arte con mención en Pintura de la Escuela Municipal de Bellas Artes de Valparaíso año 1989. Estudios de arquitectura (Universidad Católica de Valparaíso) entre 1980-1982. Como artista visual ha participado, desde 1989 a la fecha, en más de 300 exposiciones, entre individuales y colectivas, en diversas ciudades de Chile como así mismo en el extranjero. En 1994 conforma el grupo Pintores Portugueses de Valparaíso, con el que expone regularmente hasta hoy parte de su obra plástica. En 2007 nace el Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul (en Valparaíso), del cual forma parte desde entonces hasta la fecha. Ha publicado: La lengua es un ojo que en-calla, poesía, Ediciones La Picadora de Papel, Valparaíso, 2011; Cementerio de disidentes, poesía, Ediciones Casa Azul, Valparaíso 2015. Antologado en: Antología en tonos blanco y azul, poesía, (un proyecto conjunto entre la agrupación El Picudo Blanco y el Grupo Casa Azul), primera edición 2008, España, y segunda edición 2009, Chile, Edipos Ediciones; Plano Inclinado, poética en sentido amplio, Ediciones La Picadora de Papel, Valparaíso, 2011 y Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2012 (segunda edición); PlexoAmérica: Poesía y gráfica: Morelia-Valparaíso, 2013; PlexoPerú: Poesía y gráfica de Chimbote, Trujillo, Lima, Temuco, Santiago y Valparaíso, Editorial Quimantú, 2014; PlexoSur: poesía y gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso, Editorial Segismundo, Santiago, 2016.
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Patricio Bruna, poeta - Una estética de la insurrección.
Quien aquí escribe esta poesía tenía trece años para el golpe de estado de 1973. La historia chilena, desde ese entonces hasta hoy, al decir de este autor, se ha construido con un gran cementerio de disidentes. En Valparaíso existe un Cementerio de disidentes, fundado en 1825. Y surge de la intolerancia de la iglesia católica, por no acoger más muertos que a los de su misma fe o a los convertidos a ella. Luego, en el año 1883 se terminó la discriminación religiosa en los cementerios fiscales y municipales con las leyes laicas. Al corregirse esta alevosa exclusión, dicho Cementerio de disidentes no ha crecido mayormente, y hasta hoy se halla de manera funcional en el centro de la ciudad, en el cerro Panteón. Esta reflexión es lo que motiva y da título a este libro. Porque también existe, en un incisivo espejeo, el cementerio “virtual” de disidentes, aquel de los detenidos desaparecidos que sí fueron asesinados, o el real de los que se han hallado o de los que no desaparecieron, esto durante el golpe de estado de la dictadura pinochetista y su permanencia en el poder. Pero los efectos de este amargo reflejo son más vastos, porque también existe ese otro cementerio “virtual” de disidentes, aquel donde yacen los restos, casi imposible de particularizar, de toda aquella generación que fue mutilada culturalmente, privada de lo que pudo crecer en sus intelectos, condenada a lo que pudo ser y nunca fue, en el devenir de aquel cuerpo social asesinado en su más pleno crecimiento por la pérdida de la democracia y posteriormente por el simulacro de democracia, y que heredamos hasta hoy de aquella dictadura, y que lamentablemente se expresa objetivamente en la descomunal desigualdad de nuestra sociedad actual. Historia que parte simbólicamente en dicha fecha (septiembre de 1973) para este poeta, pues, por la brutalidad genocida de sus consecuencias que demasiadas personas comenzaban a vivir desde aquel mismo instante, adelantaba abruptamente su llegada a la adultez y lo ponía como obligado testigo presencial. Y muy luego también como receptor directo de sus inconmensurables nefastas consecuencias sociales, como así las sufrirían la mayoría de los hijos de este pueblo, conforme fueron pasando aquellos aciagos días, meses, años, décadas después, al tenor de la propia memoria que así se construía, hasta llegar a hoy. Estos textos surgen, entonces, del sustrato de la historia personal de este autor ligada a la historia política y social de aquel Chile que moría asesinado, y de aquel otro que nacía en su asesinándolo. Sean estos textos, por tanto sociológicamente implicantes, 128
una crítica al excesivo individualismo que corroe las bases de nuestra más sana sociabilidad como país. Este Chile, desde 1973 a 1989 bajo dictadura militar, y con una carta fundamental heredada de esta con profundos rasgos antidemocráticos hasta la fecha. Una crítica que alude directamente a las desastrosas consecuencias de la profunda desigualdad social del modelo neoliberal in extremis imperante en nuestro país. Pero, tratándose esto de poesía, esta hace la crítica del contexto sociopolítico ya señalado desde la desestructuración de nuestro mismo lenguaje poético más retardatario, aquel que nunca ha dejado de estar en boga en la mayoría de las voces más facilistas y populistas de nuestra actual poesía, de aquel del lirismo más propio del siglo XIX que de nuestra contemporaneidad. En un país retardatario como el nuestro este poeta se permite, entonces, la experimentación formal en la escritura del poema. Pues, al artista con conciencia crítica no le cabe más labor que la insurrección contra la estética dominante más retardataria de este mal país. Así, lo anterior, junto con poner en tensión crítica la sintaxis más lógica y convencional de la escritura poética hasta un grado mayor de complejidad en sus componentes relacionales de significación. Pues estos textos temáticamente quieren dar cuenta de la problemática entre la individualidad y la pluralidad del ser, justamente allí, en lo social, en medio de sus injusticias y carencias. Por esto la constante del “nosotros”, que lucha incesantemente por imponerse al “yo” de la primera persona ―que tampoco aquí, por necesario contra punto, no quiere ni puede dejar de ser―, cuando este tiende a agotarse en la expresión de aquel lirismo más conservador que se halla mermando significativamente la capacidad expresiva del poema. Pero, sirva este tema, que podría ser el central, como paradigma de lo criticable o sujeto de reflexión de lo posible por revelar, para todos los otros temas que subyacen más o menos explícitamente en estos textos: el mismo golpe de estado del ´73 y lo relacionado culturalmente con este: la pintura, la escritura, el cine, la televisión y sus contenidos, el amor de pareja, la religión, el ateísmo, etc., etc., y que de cierta forma configuran el sustrato de una memoria quebrándose y tratándose de recomponer en un perpetuo continuo, desde 1973 a la fecha. Luego, la prosa en estos textos, en su ordinario tono conversacional, conviene en adentrarse en el verso y allí fracturarlo en su convencionalismo más retardatario; pero fracturándose ella también en su propia convención narrativa, al devenir en ser el simulacro de sí misma, es decir, una historia que solo se insinúa, que nunca se completa formalmente como tal; y que de resolverse, finalmente lo hace en la forma estética de un decir poético. Finalmente esta escritura construye su opacidad, su extrañeza, sus múltiples sentidos de significación, no solo con la metáfora, el oxímoron y demás recursos afines de la 129
poesía misma, sino de manera central con su ruptura de la linealidad unívoca más convencional —linealidad que a veces solo se insinúa más clara en alguno que otro poema—, es decir, con la insurrección a través de lo experimental de su propia estructura sintáctica y formal, para lograr constituirse así como palabra poética. Karina García Albadiz Departamento de Dirección Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul
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Casi como un halo Vine a dar aquí, solo vine a dar aquí por casualidad. Un efecto grandilocuente no deseado, cuando te paraste y te fuiste sin decir agua va; aunque habían sido los celos justificados o no, el preámbulo lógico para tu estampida de cierre de opereta tragicómica y todo. Vislumbramos mi nocturna sombra y yo más allá del pie de la algazara que se nos venía encima —calle abajo Cerro Concepción, ciudad de Valparaíso, enero, pleno carnaval— de esa colorida comparsa de cuerpos húmedos y generosos de piel en frenética danza, algo más que nuestro solo deseo de entrepiernas bajo esa luna difusa pero de intensiones claramente ninfomaníacas: Eres definitivamente un caso perdido me susurró la argéntea con su vaho levemente neblinoso cuando me hubo dado alcance ya en medio de su plena noche y de sus mil tambores, luego dudé de estar allí realmente bajo el influjo de sus caricias en su sueño casi como un halo, la presencia perdida de mi paso en su loca cabecita… Apenas la incorrecta digresión entre su plateado acicalarse y su gemir cuarto menguante adentro de su refulgente orgasmo. Y no te lo creas, lo del gato al dominio de sus tejados. Esto que parece comedia no es el relato de una puesta en escena completa en sí misma —o un musical o algo de ficción textual que así se le parezca, o la parcial interpretación de la linealidad más prosaica de este mismo poema— o ya estarás empezando de veras a no ser más viejo para caer de nuevo en esta trampa, como cuando de verdad eras joven e inocente. Y el balde de agua fría y la carrerita de sus tacones agujereando sordamente la noche.
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Tal como la dejamos Quedaron un no sé qué de cosas, todas desparramadas por la velocidad incauta del pensamiento, y entonces, solo sé esto: que nos prometimos volver para el siguiente verano… El cual se presentó como un colorido golpe a la vista, sinuoso de poleras, pantaloncillos cortos y trajes de baño al sol, signando nuestro adolescente olvido en la desfachatez vibrante de su arcoíris para toda esa temporada playera al amparo de lo más turístico de nuestro bello litoral central. Pues sí, así de superficiales, más preocupados del bronceado de los cuerpos, mitificando toda belleza exterior en el paisaje del azul casi celeste del mar como la excusa más feliz por no acordarse de nada, incluso nada tan importante del anterior estío como para no centrarnos exclusivamente en el de ahora. Nos movemos, claro que sí, en este el enésimo verano dentro de esta dictadura; y aquella etapa juvenil está fija, inmóvil, tal como la dejamos allí… ¿olvidada ahora? —sin poder ¿o querer? cambiar nada de esta oprobiosa realidad— por nosotros; hay por tanto una especie de duro juicio íntimo a lo vivido —interdictos, como estábamos, dentro de esos diecisiete años— y la condena auto-impuesta de un culpable rencor, este dudoso auto-resentimiento que no acaba nunca de instalarse, derechamente como un odio a esa bisoña inmadurez porque no se reconoce cuánta de ella persiste en nosotros —ya viejos cincuentones— hoy, porque va y viene como intermitente pero eterna resaca hacia y desde nosotros mismos. Los puntos que creímos ganar no los fallamos, pero tampoco los sumamos; y luego aquí no hay nada, nada que se parezca a espejeos benefactores o benignos. Y la trama es terca en su ocultamiento de ese algo que se yerga como siquiera una pequeña pero no desmembrada verdad, y vivimos dependientes, precarios, necesitados de un sino que al menos nos roce con la promesa de sacarnos —tras su temido cumplimiento— lo mejor de nosotros mismos que en ese momento, solo en ese momento y no en otro, podremos en nosotros engendrar, algo así como la llave de luz que recomponga en uno los divergentes reflejos de los fragmentos de nuestra quebrantada generación para acceder al preciso lugar donde poder encontrar y recuperar las pérdidas más significativas de cada cual.
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Contiguo al embarcadero No, no me acobardo; una peste, paraguas inflexible, ¡esto es una peste! Corporaciones, cuerpos monopólicos jamás pensé que podrían, ¡entidades económicas! Pero ellas se hallan suficientes para afectar esta naturaleza, el cómo una fruta en su idealidad no acabe joven en la boca, sino que marchitándose como adorno maduro en su árbol… Más tarde pudría-se; Quién lo diría, contiguo al embarcadero compañía sociedad anónima: Caronte, ¿ni malo ni bueno?, sólo es un tipo en apariencia lo más displicente, que trata con todos de hacer bien su pega. Digo, míticamente, ahora, lo inexplicable subordinado… Es el recurso, este recurso lo que francamente apesta, desde este súper-mega-mercado sucursal hemisferio sur el sin tener, y tener que… citarlo. Cómo decirte entonces esto de tener que, ¡tan de a poco!, tratar de aprender, esto del morir… día a día; claro que por acá nos hemos dejado de sorprender… jóvenes e idealistas y en nuestras sudamericanas bocas. Las habas también las cocemos.
Ojos de hielo ¿Gano algo con esto? Es decir, rendirse a una erecta verdad que luego cae y se hunde como un sueño olvidadizo…. ¿Rendirse a aquello que rompía con el tedio, a aquello que suscitó el inasible fulgor, la transgresora mirada, la flecha certera del ojo tan inclemente de estético convencimiento? Me mudo, caído de este enésimo pequeño falso ídolo, comunicaste tan aséptico como lector de noticiario, y la esencial vida que gruñe por su humilde pedazo de pan al final del impostado temple de tu voz, cuando por un segundo en tu sílaba final toda tu arrogante oración padece y se quiebra. La inquieta docilidad 133
mas habla ahora; no lo negarás. La pintura que se articula en un retrato sombrío de un lejano ser, muerto hace tanto, la que pudiese arrogar, en esa mirada congelada en óleo, un atisbo de ese propio reflejo… Pensé en esto, no lo negaré, a riesgo de parecer como un vulgar alienado, solo, paseando con mi cara de cambiantes extraños gestos cayendo gratuitos al vacío dentro del museo. Yo soy tú, ¿acaso no te ves aquí, en la materia endurecida de esta pintura que fui la carne viva que ahora eres? La habitación del miedo, por donde con más insistencia vago, fluye por estas venas pintándose en su interior con esta tu misma sangre. No, no gano más que un estertor, el de la fuerza suficiente para levantar solo otra certeza. No, no importa cuán pequeña, solo lo suficiente para pasar esta noche, siempre esta otra noche. Este pequeño falso ídolo que es el que ahora se ríe, una vez más. Y son labios de una estática y fría habilidad al mirarme los que no trasuntan inquietud alguna, ninguna.
Recovecos de la luna Nos habíamos habituado, estáticos, en la preferencia portando unas señales difusas, y no era más que un juego y lo que ofrecía de su espectáculo: solo restituir malamente algo de la vida que en él dejábamos. No sería la primera vez que te arrepientes, me dijo risueña como siempre; juntando nuestras grietas era que en el calor sabía cumplir con su cometido emocional, y ya no estábamos solo compartiendo nuestro beso, esto de correr el habitual margen e involucrarnos de verdad sofisticando los recovecos del otro o de la otra, para perdernos uno dentro de la otra, o al revés, simultáneamente. Para esto combina el sol, me dijo, hazlo ¡con la luna, con la luna!, hazlo como si en ello se te fuera la vida; 134
no vaya a ser que nos perdamos los extravíos gozosos del tiempo real... Por aquellos senderos menos reales pero en su mismo desgrane. Cómo no parar el tono orgiástico sin mediar gramófonos, me dije, parezco un caballero antiguo, de levita y polainas ; pues ahora recorro como si fuese de sepia dentro de esa foto antigua nuestra plaza de hoy como si en verdad fuese monocroma; al parpadeo insistente y al restriego de mis ojos intento destejerla algo para ver colores, pero se cierra lunar, persiana adentro este sueño. Recurrente. Su lúdica ironía.
Nota del Autor: Estos poemas pertenecen a “Cementerio de disidentes” editado en 2015. Patricio Bruna Poblete.
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RODRIGO VERDUGO PIZARRO (Santiago, Chile)
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Breve reseña. Rodrigo Verdugo. (Santiago de Chile, 1977). Poeta y Collagista. Coeditor y articulista de la Revista Derrame. Miembro del Grupo Surrealista Derrame. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías chilenas y extranjeras siendo traducida parcialmente al: Ingles, Frances, Italiano, Portugués, Polaco, Árabe, Uzbeko, Rumano, Bùlgaro y Catalán. En 2002 publica su primer libro: "Nudos Velados", (prologo de Roberto Yañez e ilustraciones de Aldo Alcota). En 2016 publica su segundo libro: "Ventanas Quebradas", (prólogo de Lorenzo Peirano), Olga Cartonera. Ha participado en exposiciones internacionales de surrealismo en España, Portugal, Republica Checa y Costa Rica.
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VENTANAS QUEBRADAS, de Rodrigo Verdugo Pizarro
Por Isabel Gómez
Publicado originalmente en Portal cultural “Pluma y Pincel” Ventanas quebradas, nuevo libro de Rodrigo Verdugo, en él nos invita a transitar por zonas de vorágine, mediante imágenes que van adentrándose en el ser poético, como una búsqueda de estas múltiples ventanas que se abren y se cierran, a través de diálogos que van explicando la existencia, desde los infinitos encuentros y desencuentros con el ser. “Yo nunca he estado allí, o tal vez he estado muy cerca/ pero sé que sus ventanas son ahogos de serpientes/ fatal es mirar por ellas al atardecer”. Sin duda a través de la poesía se puede explicar el mundo, la palabra es la voz de los pueblos que se exterioriza a través de la historia de las comunidades y los sujetos sociales. El ser humano es intersubjetivo, sin embargo el arte también debe buscar su expresión máxima en lo objetivo e histórico. Y es allí donde el sentido de la observación pasa a ser un elemento preponderante para explicarnos la existencia e interpretarla a través del discurso poético que nos ofrecen ciertos autores. Ventanas quebradas, título sugerente para adentrarnos dentro de estos principios, ya que la ventana es vista como un elemento de análisis de la existencia, la exterioridad de la imagen inserta en la página escrita se sitúa bajo la mirada interrogante, no solo de quien escribe, sino también de quien lee y pasa a formar parte de este viaje hacia el interior y exterior de nosotros mismos. De ahí que también sea sugerente esta invitación que hace Verdugo a indagar sobre nuestra propia existencia a través de la construcción de nuevos libros, en la medida que vamos encontrándonos con que cada ejemplar tiene una nueva portada y por ende nuevos escenarios para esta construcción del ser social y poético. “Han vuelto y sin ningún principio que disfrace a la sangre/ Sin el mineral exorcizado/ La lluvia los filma cuando entran a la casa sostenida por/ entrañas/ La lluvia los va filmando cuando entran el zodiaco negro y/ las nutrias/. Tendrán su entierro en mi palabra…” Bajo este tejido lingüístico se va construyendo un imaginario poético que da cuenta de esta realidad en donde subsisten mundos de encuentros y desencuentros, miradas 138
donde convergen nuevos mundos y visiones artísticas que nos traen a la memoria autores como Vallejo, Díaz Varín, Arteche y otros para hacernos que la poesía se encargue de crear nuevos diálogos y formas expresivas de manera simultánea: Cito: “Alguna vez te dije:/Los días no son días/Son escamas de algo desconocido. En vano el ángel negro remece la madrugada/ Y caen hormigas sobre las venas…” Es así como estas Ventanas quebradas nos sugieren rearticular la realidad, a través de construcciones simbólicas que nos permiten rearmar nuestro entorno social y cultural, mediante este juego simbólico representado por una ventana quebrada que quizá, no nos deje ver la luz, el espacio exterior, el sujeto que convive con nosotros pero que no vemos, porque en la sociedad actual el ser humano es un ser invisibilizado, carente de sentidos, fragmentado por esta realidad de mercado que lo absorbe e inhibe su emotividad, a través de situaciones de vida que lo superan, sin dejar espacio al diálogo, a la observación y la creación de áreas interiores para contemplarse asimismo y al otro. La diversidad de recursos literarios presentes en este libro enriquece el discurso poético y nos adentra por zonas donde la indagación y el asombro parecieran estar a flor de piel, Verdugo nos dice: “como antes cuando las cosas no limitaban con los hombres/sino que el tiempo limitaba con la piedra, limitaba con la luz/ y piedra y sangre por igual buscaban legitimar el rayo/ mientras la belleza ahuecaba los mares/ y al final dios estaba esperándonos con un ramo de/ accidentes en las manos”. Aquí el cosmos pareciera ser el espacio que limita con nosotros desde las estructuras que van edificando estas ventanas quebradas, mediante imaginarios y paisajes que surgen desde la cotidianeidad del ser. “Ojala el mediador del espacio caiga también/Sobre la casa sostenida por entrañas/Y a pesar de tanto rayo y cáscara/ Que nos cifran y cifran y cifran/ Reconozcamos en un mismo punto ávido/A quienes se van/ Y a quienes vuelven/Solo con la adherencia esperada/ Y el cielo necesario”. En estas páginas la noción de lo humano oscila entre lo real y lo sub-real, entre el pasado y el presente, entre la oscuridad y la luz, allí donde convive lo simbólico con el pensamiento humano, construyendo un discurso literario que se posesiona de la historia que subyace en nosotros mismos y que crea sus propios códigos de entendimiento. Aquí lo físico y lo metafísico son elementos que se conjugan entre sí, reestructurando estas ventanas quebradas a través de la observación aguda donde luchamos por rearmar nuestras propias realidades, “ahora que ningún abismo le falta a la luz”. http://letras.s5.com/rver050415.html#
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Una posible desatadura "Nudos Velados" de Rodrigo Verdugo, Ediciones Derrame, 2002 Por Antonio Silva Revista Derrame, N°5. 10 de enero de 2004. Como aquella videncia contenida en la frase de Bretón según la cual "La historia de la poesía moderna es la historia de las libertades que se han tomado los poetas respecto del yo"[1], podríamos argumentar que tal sentencia se rearticula en el sujetoyo que transita en "Nudos Velados", donde Verdugo hace su apuesta poética tratando de encontrar eficacia en la figura -de catarsis o ablución- de la carga que implicaría el deseo de cumplir con aquel mandato Rimbaudiano: Yo Soy Otro. Un Yo claro que hace eco de contagios y que intentaremos (de)velar en una escritura atravesada y cruzada claramente por algunas concepciones de forma a saber: el surrealismo, el paroxismo Rokhiano, como del hermetismo metafísico que va desde Rosamel Del Valle a Díaz Casanueva, y como también del negro rechinar de muelas de Mahfud Massís. En el (des)nudo de la poesía Chilena. Antes también creo necesario situar el cómo y el dónde de la aparición de este libro, de su inscripción finalmente en el panorama de la "nueva poesía chilena", panorama que sólo el tiempo fragua y resuelve. Así Verdugo se suma a este nuevo y diverso mapa de la producción literaria, caracterizada por una mirada académica -en su mayoría- y reflexiva que comparece con la tradición y que reelabora una mirada otra y pareciera trazar un endeble paréntesis con la producción cultural fuertemente política que caracterizó el Chile del aparataje represivo. Aquel que pierde su memoria está muerto. Llama la atención que Verdugo no se sume a la indumentaria citadina sujeto-contexto-, así el sujeto parece realizar un gran ejercicio de elipsis, de omisión tal vez en este cuestionamiento hemos hallado una hebra para la desatadura final, veamos-. El poeta que habita el domicilio no es el mismo que se instala en la zona exterior del dominio -Deleuze-. El domicilio es aquí la habitación, la buhardilla del poeta ajeno, solitario y extraviado. Insisto en cómo situar esta producción, desde dónde hablo, de una posible politización en definitiva. Bueno, entonces será necesario aguardar en un futuro mediato algún trabajo crítico para sopesar cómo habita y por que no la eficacia de este incipiente panorama, hazaña que ya ha vestido su traje 140
operático en diversas Antologías Críticas -con otros horizontes claro- instalando referentes hegemonizantes y que en su omisión devuelve su defectuosidad, su parcialidad. Luego de esta cartografía preliminar me adentraré, en un acercamiento posible, en el (de)velamiento de estos nudos ciegos, atados a la lengua verduga de Rodrigo. Adentrarse al discurso de Verdugo -demasiado seguro para sus cortos años- es adentrarse a ratos hacia una zona numínica que desliza en su musiqueo en su pincelaje un territorio perdido e invertido en su malditud, correlato gótico, desde donde se desplaza un líbido mortuorio en su constante dualidad Eros/Tanátos. La construcción pictórica a modo de mosaico delirante donde todas las materias y medios ficcionalizados del texto cortan, hieren, escinden -flechas, dagas, montañas, volcanes, láser del alba, clavos, filos, cuernos, agujas, rayos, etc.- o como señala Mircea Eliade en la construcción de una Hierogamia, donde la tierra, la materia es atravesada, separada por el rayo, quizá en la operación de una desatadura de este velo que se quiere visibilizar -Naufragio en lo Invisible-, que no puede ser definido Indefectible-, que daña ata y revela a la vez -Eslabones-. Como si el sujeto otro que transita por esta textualidad nos quisiera revelar en cualquier momento algo ¿Pero qué? Como alquimista loco y anacrónico sentencia: "nada vuelve a la piedra con el mismo latido.../ yo te interrogo serpiente que das y quitas la oscuridad". Verdugo modela a tientas un nocturno escritural metafísico, la experiencia de la muerte y la sangre, en su infección romántica -secuencia de piel, sangre y hueso-. Una iconografía salvaje y paloreligiosa, quizá en aquel religare blasfemo. Verdugo atrapa aquel destello que surge de la materialidad del mundo, la imagen. Sí, en su devenir, en líneas de fuga, es decir, desterritorializaciones que desean reterritorializarse en una nueva cartografía -Deleuze. Otro hecho que cruza el libro y me atrevo a vislumbrar -por lo menos en las dos primeras partes- es la posibilidad que otorga Verdugo es de esgrimir el cuerpo como territorio de flagelación y autoflagelación - Masocht-Sade- metamorfoseado claro bajo el denominativo de distintas figuras; la novia muerta, la compañera, etc. Cito "Tus pechos cercenados están atados a mi... quiero que dios nos cosa juntos... la radiante tras la aguja poseída que el mar refleja contra los padres... tu andas descalza por paisajes desaparecidos".
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Para concluir y como lo señala Roberto Yañez -poeta- en su esbozo de presentación del texto "un cierto existencialismo grave nos pone alerta y nos hace erizarnos de punta a punta". Finalmente he querido en el atisbo de las hebras de estos Nudos Velados vislumbrar posibles puertas de entrada en el recorrido propuesto por Verdugo, un posible ejercicio polisémico, en la línea negra y loca de la sangre. *** [1] La cita la tomo de la conversación entre Felix Guattari y Juan Luis Martínez, aparecida en revista Matadero, N°2, año I, 200. santiago de Chile. http://letras.s5.com/rve280612.html
Febrero
Estallan los vidrios de la casa Y el techo se cubre de palomas. Después: solo pálidos poderes.
Domingo A Miguel Arteche Una gaviota se lanza contra el gallo, para extinguir su canto Corta su cuello cualquier mañana de lluvia y de neblina Donde avanzamos trastocando un vinculo empavonado La sangre gotea de aquel cuello, ayer una pagana armazón Ahora ese declive enardecido 142
O tan solo la urgencia para alcanzar el ultimo barco tras toda esa lluvia y neblina El oxido conquista temblores de sangre ¿Que haremos si de pronto se revive ese canto? ¿Que sería de nuestra usurpación sobre los cierres? Córtame del cielo, me has dicho y veras vuestra ceniza inferior No es a nosotros a quienes corresponde hurgar en ese cuello, bajo aleteos victoriosos Es ha aquellos que habrán de desangrarse sobre las magnolias venéreas Y estampar el rayo combinatorio sobre el lienzo Ayer sangre, oxido, hoy ese gran espejo naranjo donde te peinas con dientes de hienas, avanzando hacia el último barco Con el desbocamiento de rodear con alambres esa copula de laberintos Como quien ve por primera vez el mar ¿Que haremos si alguien pone a pelear a la gaviota y al gallo sobre los cierres? Córtame del cielo, me has dicho pero en esa mañana de más lluvia y de neblina Después conquista mi temblor de sangre.
QUINTO ANUNCIO
A Mi Madre Patricia Pizarro Silva.
I El agua va más lejos que mi propia vida Siento que el sueño esta vuelto hacia el tiempo Como la devolución a un enigma reflejado. No se puede salir de la luz sin que no se descubra Esa profecía que hay entre el cuerpo y el árbol. Más tarde, mas tarde el aire es visitado por bordes y mitades Por estelas que se vuelven contra el Si su cabeza empieza a disminuir en la distancia. No puede salir la luz de nosotros sin que no le salga al encuentro Esa alianza que hay entre la hondura y la mano. II De las cavernas nos llega el eco de una orgía de rabdomantes Casi todos nosotros debemos salir con la campana Que se apiada que la sangre sea nocturna. 143
Estamos todos en nuestros puestos, los filos aun están en cautiverio Ya se abrirá la cámara de algodón Entraran dos centauros infrarrojos a engancharse Podéis vosotros allá afuera simuladle sus puestos Al buzo cargado de llaves, al bullicio de lana, al ligamento Simulad que alguna vez sentisteis un rocío terminal en los pies Todo os sucede ahora entre duraciones y estampidas Los espectros de piedra oficiaron el aumento de la mañana Y traemos aguas que celan a las columnas y a las espadas Y traemos arenas asomagadas y traemos el fuego como mudanza Para que el día se prepare para un umbral más grande Para cuando lo olvidemos, Cuando ya no importe si la eternidad es diurna o nocturna Cuando el hombre y la mujer hayan traslucido Lo que la muerte va espesando en el sueño.
III Los muertos se llevan chispas microcéfalas para sus viajes Cambian de rostro a cada momento durante el velorio De modo que sus deudos ya no saben a quién están llorando. Tal vez el mar haya insinuado levantar el velo, Pero nunca se ha levantado De los valles se oyen gárgaras con las que intentan saldar el vuelo de los pájaros cabalísticos. Oh aguas, reventadme frente a esas flechas convertidas Más, dejadle a la piel esos poros lunares que los espíritus riegan Prefiero a mi vida, el devenir de esas hormigas de mercurio por el cuerpo de los célibes. Oh aguas, yo era el que ignoraba Hasta que la luz respondió a mis huesos Hasta que las piedras dejaron que la noche agonizara Oh aguas, que quede sobre nosotros Solo esa liberación entre las nubes y la carne. IV Mi boca ya habrá conocido todo tipo de entrañas Para cuando tú me engañes con un ángel. 144
No quiero que la piel nos mire enteros Ni que por ella sigan los tormentos parados en la luz. Estamos todos en nuestros puestos, las venas como andamios Nuestro arrepentimiento es imposible de fingir Nos exhortan los dos centauros infrarrojos que acaban de salir Y dan gritos terribles entre las achiras.
TREINTAIOCHOAVO ANUNCIO
A mi Tía Silvia Pizarro Silva “y el cielo es más azul que el apocalipsis donde sudan las estatuas de mármol” Luis Mizòn
La nodriza les saca la tierra de encima a los peces Ha llegado la noche como un perfume sacrificado Lo que siempre se anhelo al lado de una lámpara Olas de tierra y olas de mar como nuestras lecciones Ayer una muchacha se iba a casar Un crepúsculo más grande devoraría la isla Ganaríamos una muerte de frutas podridas Las olas de mar empezaron a entrar en las olas de tierra Las muchachas no pudieron casarse Pero el alba si fue extraíble del animal Consta esto en cada centella, y empuñadura Nuestra esperanza es en lo extraíble Bajo las centellas ganaríamos una muerte de frutas podridas Las muchachas no pudieron casarse La llave se prometió a sí misma como la primera noche del mar Y ella que dice, ella que no se pudo casar, que ella hable ahora: “Yo levante sola esa estrella, mi misión en mi sombra celeste El desierto nunca estuvo en mi mudez Era más extenso esto mío, más hondo todavía De ahí que las familias emigraron, por toda la isla 145
Se asentaban por temporadas, hasta la llegada del crepúsculo más grande Era mucho más extenso esto mío, más hondo Los cadáveres de los locos se cubrían de abejas Lo festejábamos juntos, empezaban las demandas, las difamaciones Yo debía alejarme, Más los acogía, en cada estación llegaba uno distinto, Nunca fueron los mismos, nunca se repitieron, Fueron cuatro lo que llegaron, Los recuerdo a los cuatro cuando la noche llega como perfume sacrificado El primero guardaba en su boca al insecto que se metió dentro de la cruz Casi nunca salíamos, preferíamos pedir, Pedir que la única torre que quedo a causa del incendio de la casa no se cayera Pedíamos todo el día junto a tijeras bicéfalas Una tarde se fue, le di el último beso, El insecto recorría vertical y horizontal mi vientre, Olas de tierra nos desviarían, no nos volveríamos a cruzar nunca más El segundo lo armaba y desarmaba todo Cuando nació los gigantes vertieron orina esotérica sobre el Por eso siempre miraba al cielo, quería pintar entero el cielo Pero ni las flores ni las raíces dan para eso Las estrellas tramaron un poco antes lo embrionario, No hay arco donde nos detengamos que no volvamos a decretarlo Con este si salíamos, a escondidas de mi madre, Una vez me llevo a ver Como el fuego volaba sobre los alacranes que andan con dados en los ojos Me mostro como las nubes siempre andarán en su primera palabra Una mujer le dijo: “Háblale de la tormenta al rayo” Y esa mujer dice que fui yo, siempre seré yo, No se niega lo que las estrellas tramaron un poco antes No contradicen las estrellas lo que los arcos han decretado Ni bebiendo orina esotérica en el cráneo de los bueyes como todos los parientes. Una mañana se fue, el fuego volaba sobre él, olas de mar lo arrastraron Hasta que pudo conocer todo de mi misión en la sombra celeste, Armarlo y desarmarlo todo eternamente, El tercero, entraba a las viñas y una de sus manos soltaba sola gotas de sangre Estuvo muy poco tiempo conmigo, casi al anochecer se fue, Sabed que no había ni olas de tierra, ni olas de mar y solo le escuche decir: “Entren a esta viña quienes sienten una soledad de demonio dentro de la sangre” El cuarto menos tiempo estuvo conmigo, se fue casi al llegar Fue a buscar la flor, resbalo al precipicio rocoso Pero aunque nadie lo sabia se llevo la flor al otro lado, 146
Se fue al amanecer y le escuche decir: “Aquí todo es una red, lo que pasa es que ustedes no lo saben” Ninguno de los cuatro sabía porque me sentaba a la mesa y ponía más sillas de las Que había que poner, más cráneos de bueyes que los que había que poner Si hubiesen sabido que era para reversarles un lugar a los invisibles, Así como hay una dimensión reservada a la madera Ninguno de los cuatro supo ver lo influenciada que estaba por el relámpago Por eso déjenme sola en esta mesa Sin demandas cubiertas de abejas, sin la difamación de las familias Esperando a los que van a ser cortados en la caída hermafrodita de las hojas Sola como la esperanza de los que quieren Ser cortados en la caída hermafrodita de las hojas Una hoja basta, quizás una hoja es lo que veremos por primera y última vez La neblina se abría para ser piedra, consta esto en cada muslo Que hable la que no se pudo casar, mientras la nodriza les saca la tierra a los peces.
DESPUÉS DE ESE DIA
Cambiaron la ubicación de las cosas Sabían demasiado de una música de tierra para el viaje enemigo El aura del mar levantándose, dejando atrás nuestros terribles ejes Nuestra forma de mirarnos a los ojos, de mirar a las piedras. Sabían demasiado bien como unirse, por eso recibieron el revés de las cosas Y se empezó gota por gota, nombre por nombre Mientras el mito se deshojaba a nuestros pies. Sabían demasiado bien Y no esperaron retratar a sus muertos Les bastó que el revés del mundo se levantara contra los árboles y las aguas Contra las cosas y las vidas, contra cualquier herida que no tuviese un arrojo de estrella. Lo sabían demasiado bien apareando a las sílfides contaminadas, saldando algo con ellas Poniendo plumas quemadas dentro de las almohadas, reanudando las capturas Para que así llegaran y se ubicaran gota por gota, nombre por nombre Como antes cuando las cosas no limitaban con los hombres Sino que el tiempo limitaba con la piedra, limitaba con la luz 147
Y piedra y sangre por igual buscaban legitimar el rayo Mientras la belleza ahuecaba los mares Y al final dios estaba esperรกndonos con un ramo de accidentes en las manos.
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JAIME VILLANUEVA (Viña del Mar, Chile)
Breve reseña.
Jaime Villanueva Donoso. Licenciado en Filosofía y Educación. Integrante del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul. Su trabajo poético aparece publicado en el libro chileno-español Antología Irregular en TonosBlanco y Azul: Un proyecto conjunto, El Picudo Blanco y Grupo Casa Azul,Ediciones Speedy, Alicante, 2008 y Ediciones Edipos, Valparaíso, 149
2010. Publica con el Grupo Casa Azul, el libro compilatorio Plano Inclinado: Poética en un sentido amplio, Ediciones La Picadora de Papel, Olmué, 2011 (primera edición) y Ediciones Universitarias PUCV, Valparaíso, 2012 (segunda edición). Otros libros publicados: Los silencios bien guardados, Ediciones Orlando, 2013 y segunda edición en el año 2015.
http://colectivorionegro.cl/www.revistalairademorfeo.net/los_silencios_bien_guardados.pdf http://edicionesorlando.blogspot.cl/2015/05/libro-de-jaime-villanueva-segunda.html
Los silencios bien guardados o Ese ruido escondido en el silencio de Jaime Villanueva Donoso. Por Luis Retamales Rozas Dramaturgo, integrante del taller de escrituras Buceo Táctico y de la compañía de teatro popular Talita Cum
En los 33 poemas que componen Los silencios bien guardados, de Jaime Villanueva, nos enfrentamos a una lectura, junto con un hablante poético que a ctúa como espectador de su propio deseo, entregándonos nuevas unidades de s entido de lo poético y la imagen de lo poético, como un negativo, un fotograma, un encuadre de lo real que se va guardando en el silencio. Aquí la voluntad de lo real nospon e en escena una variante del lenguaje como desfase del deseo, para que un hablante nos describa acontecimientos que no están en la órbita del conflict o que levanta, sino que rodea el objeto de su aspiración, admitiéndolo como p arte de un todo que nunca podemos tener. En ese sentido el poema “En comparación” nos dice: “El libro que te presté ya te lo regalé / eso es armonía perfecta”. O lo que también asoma en “La película ya había comenzado”: “Que también somos las fotos que / no nos vamos a sacar.” El hablante nos va entregando una mirada que cercena lo que vemos. 150
En el poema “Novela de amor” lo podemos percibir de lleno: “había una vez / pero ya no.” Otra habilidad es la configuración de imágenes esféricas, como en el texto “Ojalá que se llame Alicia", donde la perspectiva de imagen sintagmática va armando un paradigma de sen tido: “Qué linda es Alicia / —eso, si se llama Alicia— / Desde aquí puedo ver / su jardín. / Ojalá que el tiempo no me falte / ojalá / preguntarle el nombre (…) qué triste está Alicia/ —si se llama Alicia / Ojalá que se llame Alicia / más por su bien / que por el mío.”
Aquí las palabras luchan cuerpo a cuerpo con el reverso de su significación, hasta que nuestra mirada va quedando encadenada a un recuadro, a un espacio supuesto, a una simulación emotiva en el ojo como drama ocular de es cenas y acciones que transforman la mirada. Este trasfondo nos plantea síntom as del habla como punto de vista. El habla se nos muestra como ejercicio metonímico en este desfase, así la escritura de Villanueva son fogonazos de imágenes, de escenas y acciones, como el silencio cinematográfico, que es un ruido, un ruido en medio de la imagen como una lógica interna del lenguaje, como una extraña belleza entre el silencio y su deseo donde todo está dicho. Este trabajo, deviene de un proyecto político, entendiendo lo político como una salida politextual, que arma un cuerpo de obra que va desde los modelos de producción escritural hasta la obra misma y su comportamiento en el ámbito literario. Así el proyecto LSBG, se afirma desde el referente Grupo Casa Azul (Centro de Investigaciones Poéticas) como una obra otra en el campo cultural de Valparaíso, levantándose como un producto crítico real que emplaza la ciudad desde sus límites y posibilidades, alejado de lo canonizado en la academia que se forma en lo institucional y de las obras parásitas y sobrevivencialistas, de la mirada meramente localista de lo poético de baja densidad.
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LOS SILENCIOS BIEN GUARDADOS Poesía, Ediciones Orlando- Mayo 2013 Autor Jaime Villanueva Donoso (Valparaíso, Chile) Por Ingrid Odgers Toloza - Escritora y editora de Ediciones Orlando
Como sabemos, lo que puede definir la cuestión poética, es la tensión creada entre la realidad social o personal y la palabra, es decir, entre el yo con las circunstancias del vivir y el mensaje poético que lo expresa en cuanto tal, (precisión del lenguaje, el gusto por la belleza). En la obra del poeta Jaime Villanueva Donoso, el poema se descubre con una cierta ambigüedad, voluntaria o involuntaria, nace y existe en una doble apertura o necesidad nunca saciada, la de la realidad que pide ser nombrada y la de la palabra incapaz de hacerse, fuera de sí, realidad. Es posible encontrar una posible raíz de penetrante ironía, la ironía es su manera de mantener vivas las tensiones, sin anularlas, de afirmar y negar, al mismo tiempo, porque se ama (el mundo y la poesía), con cierta desilusión. En este conjunto de textos se impide la enunciación de las verdades absolutas, está en la aseveración, el umbral de negación, preservar la dosis de escepticismo que evita declaraciones de fe. Más aún, Marcia Espinoza-Vera (1) habla de la poética de lo incierto, trata de explicar el no-hecho, es como si se abordara la contradicción. Entonces en Donoso Villanueva, encontramos la ambivalencia, terreno seguro para indicar la dualidad de situaciones, dualidad de sentimientos, y dualidad de valores éticos y estéticos de Los silencios bien guardados. Es esta una poesía escéptica, desencantada, un testimonio de la experiencia desolada del poeta. Un libro que merece ser leído.
Nota: (1) “Poética de lo incierto en los cuentos de Silvina Ocampo” 152
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Poemas de Los silencios bien guardados de Jaime Villanueva Donoso
La película ya había empezado Y entramos de golpe a una historia que ya sucedía, que antes que quisiéramos ya corría (…) como la vida no nos dimos cuenta que esta película ya estaba rodando, que tú y yo estábamos dentro del relato y el relato éramos. que también somos las fotos que no nos vamos a sacar porque no hace falta, así como no es necesario contar una historia para que seamos esa misma historia. la película ya había empezado, incluso antes de verte por primera vez en esa escena, yo estaba en otro día con una flor artesanal en la mano y tú estabas llorando y era un martes y era otro año pequeño que comenzaba y yo no sabía y entramos de golpe a una historia que ya sucedía, y corrimos por calles distintas, pero iguales y cuando nos vimos la película ya había empezado
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Tranquilidad y hermosura, al interior de tu estatura Si me adviertes de una jungla desparramada en el orden matinal, brillante por la neblina, me puedo perder en las cosas que no son cuando están en ti al interior de tu estatura Si tú vienes, yo espero saber exactamente lo que no sabemos y pretender que el largo del silencio se asemeje a la cara más instantánea de los días prestados a la noche que no pasa, si no es en un abrir y cerrar de ojos sentados al piano, puede ser una buena señal de tranquilidad hermosa, incluso mejor que aquellos damascos cercanos que dibujaste en la parte de atrás de tu cuaderno, que siniestra escena yo contigo, tu sin mí, el aire sin la atmósfera y aquello que es un color y además es rojo en el centro del fuego de los días de los abrazos de tu pelo y sin embargo hablo tranquilo, si no bailas no vuelo. (Incluido en la Nota de Ingrid Odgers Toloza)
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POEMAS DE Tesis sobre metafísicas dejadas por escrito con lápiz labial en el espejo del baño Jaime Villanueva 1 antes de llegar al baño pasamos por el living donde suena una suave música de fondo comienza todo primero entro en la habitación y enciendo la luz la mirada aborda todo lo que puede estimulada mejor escribir las buenas noticias el accidente no cobra mayor impacto buscamos antecedentes en otros textos mientas se enciende la luz pienso en todo esto casi cuando la luz está por prenderse es posible dar ese inquietante paso 2 tomar con las manos una decisión con la información espacial – la luz ya está encendida – y da en el techo aun no toca el suelo es posible ver más claro la situación (que no es por sí sola la situación única) aplico lógica radial al sector iluminado / tiendo la red aplico lógica radial sobre mí mismo si sacamos el amor del sitio del suceso del escenario quedan algunas señales confusas donde la fémina genera su lenguaje la discusión ha sido siempre cómo hacer un lenguaje que no deje rastro de las instituciones cómo hacer un lenguaje que no deje fuera la identidad de la señora 155
sin embargo sigue siendo tan masculino como en esos tiempos imagino soluciones para el cambio de domicilio de un lenguaje por otro sonidos hay por todas partes la luz llega al suelo y sorprende al sonido en plena retirada la pregunta pertinente es si el sonido suena porque lo vemos bajo la luz está claro que es un ritmo 3 la tarea cotidiana de aplicarse al mundo y no quedar en la esfera intelectiva se hace presente como si nada una y otra vez pero cuesta porque algunas partes del mundo están más lejos que otras ¿corresponderá aislar los hechos? ¿será mejor verlos en una totalidad? ¿cómo comprender? mi propuesta se dilata ante ella -aparece ella en el discursodigo aparece la palabra “ella” en mi discurso entonces el género me hace una transferencia interna y me provee de imágenes solicito herramientas pero no es posible – calculo – el lenguaje opera sobre “ella” y deja expandir el diferenciador. ahora ella responde y olvido las comillas tiene una forma de otro timbre a la luz se deja ver su representación habla la femenina secuencia lógica de enunciados no puede escribo de ella ella borra de sí, pregunta su propio lenguaje ella intenta escribirme no escribe de mí 4 sus juicios yacen borrados en el espejo del baño escrito con lápiz labial
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Notas sucias miraba por la ventana por si se acercaba otro dĂa, pero lo que llegaba era otra noche de bodas malograda, un leve sonido de champaĂąas en el vidrio quemado de las copas y una luz oscura que se hacĂa polvo se venĂa a la cara de la gente el futuro tan parecido a la semana pasada y la semana pasada tan parecida a una manzana embarazada de sangre podrida, sin morder
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Técnica Falsa desde los prólogos esto/eso está ejemplificado desde el advenimiento de lo pronunciado las manifestadas irregularidades del imperio a la república y antes pasando por el mercado el supermercado pasando por la plaza pasando por alto los epílogos de largos volúmenes y las conclusiones de las consecuencias no son sino una metodología aparente una técnica falsa discursos sin métodos otro cálculo aproximado largas corridas distintas de teclas blancas la intuición de lo que no la intuición de lo que sí una teatralización de los índices con número de página un relevo intelectual sentimental en reemplazo de un supuesto acontecer
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ALAN MUÑOZ OLIVARES (TALCAHUANO, CHILE)
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RESEÑA. ALAN MUÑOZ OLIVARES nace en la calle Alto Horno 777 en la ciudad de Talcahuano de Chile, el domingo 17 de julio de 1977 a las 7 P.M. Es el séptimo nieto del séptimo hijo. Tiene algunos estudios de Pedagogía en Español y Psicología en la ciudad de Concepción. En su adolescencia participó en talleres literarios tales como: Tulio Mendoza Belio, Alexis Figueroa, Germán Estrada y Marcelo Rioseco. Participó en el primer Encuentro de Poetas Universitarios, organizados por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción. Es destacable su sostenida labor como realizador de Talleres de Percepción y Creación Literaria: “Exordio a la Alucinación Poetica para Jóvenes”. A lo anterior se suma su trabajo interdisciplinario con teatro, instalaciones, grabado y pintura, además de un sinnúmero de lecturas poéticas en todo el país. También ha fundado el Grupo Dessidia junto a Eduardo Meneses (Q.E.P.D.) y Alejandro Anabalón, el Colectivo Artístico Cultural N.A.D.A. en complicidad con los artistas Eduardo Meneses (Q.E.P.D.), Daniel Campos, Patricio Vidal (A. Lonkomilla) y Jessica Castillo, Antros Ediciones en comunión con Ivo Maldonado y Ramón Oróstegui y el Grupo CATORCECOMAUNO, este último junto a los artistas plásticos Daniel Campos, Luis Alberto Hidalgo y Carolina Stremelj. Ha publicado los poemarios: LA MÁQUINA DE LA MEMORIA (MIAU Ediciones, 2015), TREE-D ÁRBOL MUERTO (Ediciones Askasis, 2015), CANCER O LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO (N.A.D.A. Ediciones, 1999), OTRAS IN-VERSIONES (Ediciones Dessidia, 1997) y RE-VERSOS (Ediciones Etcétera, 1995). Ha obtenido algunos premios y aparece en diversas antologías y revistas del medio.
http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2015/11/libro-de-poemas-de-alan-munoz-olivares.html
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Comentario literario TREE-D o EL POTENTE MENSAJE POÉTICO De Alan Muñoz Olivares Askasis Octubre, 2015
Esta obra de Muñoz Olivares, nos invita a una aventura con la Palabra, Palabra impúdicamente desnuda, de gran potencia y solidez. Un grito, una bárbara proclama sobre el estado del ser y el estar en la sociedad contemporánea. Un grito desgarrador sobre el caos y el suicidio del mundo. En el poema “No cantes Victoria” encontramos: / ¡Oh musa victoriana! /No cantes la gloria de esta sórdida promesa /la geográfica del tercer mundo/ del primero y del segundo. / Sangra América/ que se invoca a tu nombre. / Y prosigue… / Canta una a una/ la lluvia/ sobre el manto gris de la noche/ estas noches encima trasnochadas y jadeantes. / Canta una a una/ las mañanas de la carne propia/ gota a gota hasta que ya no tengan sentido/ los miles de gritos en las baldosas/ hasta que ya no tenga sentido/ la posibilidad de ser libres/ porque llorar es posible/ caer de lo alto es posible/ precipitarse al pavimento es posible/ y porque también es posible subir. / Ahora puedes cantar Victoria / un canto fatal. En TREE_D, el texto poético gusta y "hechiza" al lector, pero este último no puede fácilmente descifrar el sentido del mismo, la significación del poema se escapa y se resiste al proceso de desambiguación *. El lingüista alemán Hugo Friedrich habla de la disonancia de la poesía moderna, es decir, el poema en el contexto de la modernidad manifiesta una cierta tendencia al hermetismo (Rimbaud, Mallarmé, Vallejo) y a la oscuridad deliberada. Disonancia quiere decir, en este caso, que se une el hechizo a lo ininteligible. El autor expone inteligentemente la poética de la obra abierta, presupone un lector activo que construya la significación discursiva y sea un libre ejecutante que llene los vacíos dejados por el texto poético. Como manifiesta Umberto Ecco, el poema moderno no es una obra cerrada sino que posibilita que el lector se auto asuma "como un sujeto que realiza una improvisación creadora de infinitas posibilidades de significación.” De pronto parecemos estar ante un texto de los poetas del grupo Mandrágora, de Allen Ginsberg, Tristan Tzara, Breton: Poeta Negro, Generación Beat y Surrealismo.
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Alan, puede ser un poeta negro o un poeta surrealista, en su propio, personal y admirable estilo. Gómez Correa expresó de Braulio Arenas, “como ningún otro poeta ha logrado en este país, bajo una atmósfera netamente poética, una penetración más intensa en las regiones del sueño. Toda su vida, su amor, su locura, su fuerza moral, toda la grandiosa tempestad de sus pasiones, ha sido puesta al servicio de la poesía.” Así se alza Alan Muñoz Olivares en el Chile actual, magnífico y potente. No podríamos hacer en él un corte entre la vida real –entendamos transitoriamente vigilia- y el mundo de los sueños. Hemos de indicar que la Poesía Negra, con respecto a la psicopatología, reconoce en ella un instrumento valioso, para la exploración de las zonas oscuras del alma, un instrumento que facilitará al poeta la búsqueda y el socavamiento de su instinto poético, pero se niega categóricamente a someterse a los procesos curativos. Ella no pasará de ser, para el poeta “negro”, sino un campo amplio y propicio, en donde podrán tener lugar, las más sorprendentes experiencias poéticas. ** Lo negro es esta actitud del ser que, desligándose de toda sistematización intelectual, le permite captar al hombre a través de lo negativo, repentinamente al placer en su forma fugaz, y vivirlo como categoría espiritual. Es esta elevada categoría espiritual la que lo muestra en su obra como el Mensajero Poético que advierte, expone las fuerzas oscuras, la ignominia del universo pero deja la total libertad de acción porque reconoce su propia contaminación. El poeta Muñoz Olivares, expresa: Chile es una calle larga / de dos pistas. / Una va al cielo. / La otra al infierno. Para el poeta, Chile, Sudamérica es un mundo perdido. Un país de suicidas. Existe una autodestrucción en marcha. Un lugar donde hasta los ángeles se corrompen. Luego menciona el “Reino del Miedo” y la Poesía, Secreto de Estado, EL FUEGO PRIMORDIAL. Pero antes, hemos de pasar por la inmolación, el dolor, la herida. Inevitablemente.
Ingrid Odgers Toloza Escritora, editora
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Notas: *La ambigüedad lingüística se da cuando una palabra u oración es susceptible de dos o más interpretaciones. ** Ensayo Enrique Gómez Correa, fundador del Grupo Mandrágora.
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3D para una crónica revelada “Yo nací para robar rosas en las avenidas de la muerte”. Charles Bukowski
Un día Dios despertó en Malos Aires después de la resaca, lejos del estupor del bullicio de la ciudad sitiada y fue a dar al acantilado póstumo del tiempo. (Obviamente, su psicoanálisis no dio para divagaciones. No era mero capricho, era la voluntad artera de sus designios) Todo el universo se redujo a un instante, bellacamente horrorizado ante una imagen agorera desde todos los ángulos, se ve: un árbol muerto al borde del precipicio. Las raíces del árbol muerto muestra el recorrido de las ansias, la imposición de manos de los dedos cadavéricos sumergidos en la tierra. Sin embargo, en el subterráneo del pensamiento del lluvioso Chile, se alza vivo el Árbol Madre como un gran sostenedor del imperio de la ideas, las que aguardan latientes entre los hongos alucinógenos, las que conectan en red todo el bosque templado. Esta es la instantánea que invade la memoria del dios maniaco depresivo, el son del cerebro de la historia entre los axones que conspiran en este plano cartesiano. Las 3 dimensiones son los sueños húmedos de la poesía proscrita. Las 3 dimensiones son el negativo de las revelaciones. Las 3 dimensiones son el Déjà vu de las prostitutas silentes que esperan ser penetradas por la locura, por tanto, quién quiera abrir la puerta, pedirle a Aliona Ivanovna que busque la llave maestra. La resistencia revolucionaria de la mandrágora es la sobrevivencia de las luciérnagas en la noche 164
revoloteando el ÁRBOL DEL AHORCADO.
Caravana del circo ambulante En Chile nadie ve las imágenes porque nadie lee entre líneas. Nadie lee en voz alta porque estremece el eco de las palabras en la mente. En Chile aterra la soledad de las palabras en el hueco del abismo; escuchar la propia voz con el zumbido esquizoide del desierto de Atacama. Deambulamos entre los corredores de bolsas de la nueva Roma, cual charlatanes entre las estrofas del Wall Strett Journal, hojeando una apuesta de sol conscientes de la penumbra, del humor negro de los tragamonedas. Porque nadie quiere ver en Chile la tranza de palabras Ni los manifiestos que se negocian en lo oscuro Nadie quiere ver las cicatrices del mercado en la tv Porque son símbolos sacros del orden del planeta. Nadie lee porque golpean las imágenes en el cráneo del vidente Para que decante su comedia en la pista de los iniciados Qué literatoso payaso han perseguido en Chile!! Incapaz de leer en voz alta las palabras tácitas del silencio.
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Mi desfachatada alma Francis Jammes dice que para lo único que sirven las mujeres es para hacer la cama en las mañanas y deshacerla de noche, En verdad - contesta Baudelaire que a un poeta le convienen adolescentes o prostitutas - Es que un poeta ensaya vivir como hombre común y corriente - alega Teillier Entonces les concluyo a todos en sentencia mortal: Nombremos a las muertas para no pasarle avisos a las vivas porque a mí las vivas no me pasan avisos
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Acercamiento a una histérica prosopopeya de la autoflagelación. Pienso en los espacios que el hombre ha conquistado Sus sueños, su memoria Pienso en la tela como en la página en blanco Pienso en nada frente a la página en blanco como si la oscuridad del cosmos resplandeciera en el mutismo infinito de las formas. Pienso en la tela pronta para ser embestida por la herida de una tachadura por el lamento de un trazo por la hendidura de una estocada. Pienso en las huellas que quedan sobre la tela en blanco Después que pierde su himen en la refriega. Pienso en la huella que provocó la ira Al ser marca indeleble Al ser costra en el ojo del vidente En el ojo del que espera el fruto de su vicio. Pienso en la historia de los cuerpos que se juntan Que son comunión de su encuentro por las alucinaciones. Pienso en el delirio de los cuerpos Que ese encuentran en el fondo de una tela Y son alucinaciones. Pienso en el asombro de los cuerpos que se reconocen Y son alucinaciones retozando en el acrílico del silencio. Pienso en las hojas que se caen del árbol de la vida Por querer romper sus mudez en el territorio de las sombras Dejar de ser niños en su barca de conjuros En su triciclo de invisibilidades Y no sea más esto que un eterno retorno a la semilla Un viaje al momento exacto de nuestra iluminación Un viaje por los pasillos del mundo Arriba de un triciclo sin nombre, en picada 167
En los regazos de las colinas de la inocencia. Pienso en las hojas que caen en picada, su enajenación Y son la histérica representación de su tormento De su propia ira contenida en los espejos De su propia visceralidad en los espejos de la depresión Quién si no, en los espejos de este perro vacío que nos inunda De este delirio de vagar por los espejos con alas rotas Y nubes de acrílico Quién si no, en el perro vacío de la imaginación. Pienso en los espacios que el hombre ha conquistado Después que ha vuelto del vacío.
Agua que no has de beber "Para limpiar estas manos se hizo la lluvia" Jorge Valenzuela Llueve a cántaros en La Concepción del Nuevo Extremo y nadie repara en la trizadura de Dios en el ocaso, son de llanto las quemantes nubes en el hervidero, son de clamor los aviones cessna que nos bañan, son de carbón los túneles que nos tiznan las ideas. El gas grisú que nos ahoga las palabras, el corazón de la tierra palpita en el inframundo, años luz del exilio de las entrañas. Añoramos el latido materno que nos sosiega, escuchamos el bombeo de la bóveda del universo que contiene las ansias del confort primigenio, el eco morboso del canto lúgubre de lo externo. Lo de afuera es lo de adentro, para parir páramos en el vacío comprendemos las vetas de lágrimas en los ventanales como la lectura de un vino en una copa de cristo. Con mis manos sostengo el vientre del mundo que contiene el cadáver exquisito de los caídos 168
para ver limpiar estas manos se hicieron los espejos. ¡Para yover estas manos se hizo la lluvia!
Nada que perder “Un tornado arrasó mi ciudad y a mi jardín primitivo”
Luca Prodan Luca Prodan atravesó el cielo y se hizo la noche, cabeza clara fue desahuciado del viejo mundo, creyó en otras vidas posibles y buscó su propio paraíso en Córdova. Más allá de las nubes londinenses, de los 7 mares del autoritarismo paternal, igual que un gaucho feroz que con un bombo hace temblar la montaña. Arquetipo Asceta: Rockero maldito escondió las botellas de Ginebra entre el tumulto para despertar a los vivos de la pesadilla del tiempo. El pelado encontró a la pelada otra vez en Monserrat, -porque no hay nada que perder- le dijo al oído, se la llevó de la mano entre los espejos, -porque no hay héroe sin su heroína- remató.
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Mi alma pende de un hilo “¡Oh, Muerte, venerable capitana, ya es tiempo! ¡Levemos el ancla!” Charles Baudelaire
En pleno dominio de la disolución, me prendieron fuego sagrado por el culo y fui un rockett henchido de pecho bramando la ardiente lujuria de los besos celestes, fui el consorte y el cura, el amante del cielo y del infierno. (Blacke no lo hubiera hecho mejor) Un rockett, mi corazón de navío, hasta dar al ápice, hasta tocar la fortaleza herméticamente sellada, rodeada de muros cupulares y pozos de apariencia infranqueables. Las tinieblas exteriores eran como un gran dragón con la cola en la boca. Fui un rockett inoculado de amor, entonces, comprendí que la conciencia lleva a la destrucción. ¡Yo era un gran rockett! Toqué las esferas de cristal, de pronto, estallé en el cielo en astillas de luz, y luego, muy luego, me extinguí.
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DIEGO ARAVENA INOSTROZA (TEMUCO, CHILE)
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Reseña. Diego Aravena Inostroza (Chol Chol, 1986). Escribí el poemario Perro Paraíso (Silencio, Hacha y Camino Editorial, 2015), participé en la antología Plexo Sur (Editorial Segismundo, 2016), hice el cuento infantil La Historia del Pudú que quería volar (Inédito, 2013), y cofundé la revista literaria A las espuelas de mi caballo (Universidad de la Frontera, 2008). Entre 2011 y 2014 participé del taller de poesía de la Fundación Neruda dirigido por Guido Eytel, el cual representé en la FILSA 2011 con poesía de mi autoría. En 2016 gané la beca de creación literaria por el ensayo "Comprensión de la Diversidad: Un enfoque pictórico".
COMENTARIO LITERARIOS
Diego Aravena Inostroza, 2015, “Perro Paraíso” (Publicado en blog literario Viajandoenlasvirutasdelsol.blogspot.com) Poesía que nos habla de una vida urbana, llena de nostalgia por un pasado mejor, por recuerdos del ayer, por los antepasados, quizás presentes como fantasmas en las casas viejas de Temuco...El Escritor es sobre todo creativo en su lenguaje, sin copiar a nadie , pero se puede deducir mucha lectura en el cuerpo. Historias de un hombre, en quien aún permanece viva la niñez en constante lucha con el tedio de un hombre que trabaja. Que va cada día como llevado por el viento. por la necesidad o por la rutina a sus labores, un hombre que además se somete a una relación muerta o de dependencia ....esa constante necesidad de compañía del humano .El personaje ya no tiene ilusiones , no cree que las cosas puedan cambiar o variar en este mundo opaco , poco inocente y lleno de murallas. Diego Aravena usa un lenguaje sencillo, sin palabras rebuscadas ni pretensiones, historias que se vuelven humanas, cercanas. Todo aquí está lleno de riqueza poética, de atmósferas, recreando al hombre en la ciudad actual, pero con el recuerdo vivo en el cuerpo de otros tiempos, de lo rural o del pueblo, de otros tiempos .De cuando había tiempo. Un mundo en donde parece habitar dos personas, el resto parece un mundo vacío de personas o en donde da la sensación de ser sujetos que transitan a su lado, el hombre de los poemas busca a quien querer o en quienes refugiarse, aunque sea por un momento. Y en este mundo en donde existen dos, no significa que estos dos se comuniquen todo el tiempo, pues habitan tal vez el mismo espacio, pero son dos extraños que un día lejano se comunicaron y conectaron. Permanecen juntos sin otra alternativa, porque tal vez en este mundo no hay alternativa. Si en este mundo hay dos, 172
quedarse solo sería la desaparición o la muerte, conformarse con vivir a medias parece ser el camino .Hacer como si se viviera…andar, arrastrarse, fingir….tolerar . “Estamos vivos, sé eso. Sé que estamos vivos cuando dormimos, cuando escuchamos nuestros murmullos y nos tocamos el cuello. Tenemos un poco de fuego y presente. Tenemos un paso y el siguiente, y el camino que recorremos sin decirnos nada. Tenemos pan tostado, agua caliente, un dolorcito en el alma y mantequilla. Tenemos pena, una manzana en la mochila y piernas. A veces dejamos huellas pero se borran. A veces también hablamos pero lo olvido.” La poesía de la soledad, de las sensaciones que se escapan, una poesía que habla de la desazón, pero también a la belleza que va quedando en las cosas, hasta en las cosas más terribles. Algunas imágenes son inmensamente crudas, te hacen pensar en películas de terror, pero en este mundo esas cosas suceden y la poesía no suele enfrentarlas, a veces la escritura de Diego me recuerda a libros de Stephen King y a Teillier. Suena extraño quizás juntar a estos dos autores, pero ¿por qué no? Amanda Iturra Leal, Valdivia, marzo 2016.
Perro paraíso: la búsqueda de un nuevo afecto. (Publicado en “A las espuelas de mi caballo”)
Por Javier Buch Los poemas de Diego Aravena son como susurros que apelan a un tú que no es el lector ni una persona precisa. Se trata de monólogos dirigidos a una ausencia que no tiene nombre ni rostro; invitándola a ser parte de momentos pequeños pero significativos. Instantes “casi” perfectos de no ser por la carencia de esta alma gemela, quien pareciera estar siempre rondando a cierta distancia. Por eso, me atrevería a decir que estos poemas son poemas de amor, pero no de un amor que se asume como tal. Tampoco se trata de la búsqueda frustrada de un vínculo idealizado. Se trata de una maniobra mucho más simple: Diego se niega a llamar al amor por su nombre. Hay una resistencia consciente a las etiquetas que se decanta por los deseos sencillos y las fantasías nocturnas; el anhelo por un vínculo abierto y desinteresado, un nuevo tipo de afecto. El cual, en la práctica, puede identificarse como el afán de una conversación sincera, un contacto genuino que puede ir mucho más allá de la amistad (“En la noche todo estorba menos el brillo indomable y salvaje de tu sangre.” p. 44), o un intercambio abierto entre dos seres innominados y desorientados como él mismo (“En el cielo de la derrota no tengo nombre ni ataduras, soy viento sin identidad transitando colonias de ciervos extraviados del pasto” p. 27). Una búsqueda caracterizada por una voz que trata de configurar un nuevo punto entre la amistad, la hospitalidad, el romance, la nostalgia, y un erotismo muy contenido. 173
Tampoco puedo dejar de apuntar algunos excesos y omisiones. La calidez del hablante puede terminar cayendo en buenas intenciones sin puntos grises. Algunas concatenaciones de metáforas se elevan hacia imágenes que podrían haber tenido más trabajo (“Tu belleza siembra la tierra sin vida cosechando enanos deformes que en sus rostros reflejan buitres.” p. 37). Y por último, una tarea pendiente –quizás la tarea pendiente de todo poeta joven–: identificar un diálogo –ya sea crítico o afirmativo– con una tradición literaria específica, o por lo menos, con alguna sensibilidad artística/poética en general. No se trata de incluir guiños explícitos a otras literaturas, sino de abrirse a jugar con los tonos, obsesiones y herramientas ya disponibles. Me llama la atención –tanto en este libro como en otros poetas jóvenes de la zona– que aún persista el objetivo, a veces inconsciente, de renovar algunas imágenes propias del larismo, con símbolos como las casas abandonadas, la niebla, el trigo, y la lluvia. Teñidos, casi sin matices, por una nostalgia “esencializante”, transformando cualquier pueblo deteriorado en una utopía atemporal. Símbolos y elementos primordiales que siguen invocándose en estado “puro” como si la vida rural no hubiese cambiado nada durante más de medio siglo. A ese respecto, me parece refrescante que Diego tome parte de esa imaginería, pero sacándola de su terreno mítico (“El sur. El sur enérgico. El sur del sueño al borde del fuego. De la llovizna a cualquier rato, del cemento empapelando el cielo como si hubieran fábricas, pero no hay” p. 47), para llevarla a los patios de casas con vista a los cerros y a los bosques, rodeados por vacas y caballos, pero también por calles sucias, perros callejeros y vecinos alienados por la vida moderna. (“Mi vecino fuma por las noches cuando cree que nadie lo ve. Enciende la luz de su pieza y abre su ventana al frío.” p. 20). Describiendo, así, un espacio que los escritores de Temuco deberíamos haber abordado desde hace tiempo: los límites entre lo gris y lo verde, lo natural y lo urbano. Para concluir, un comentario muy personal: hace diez años atrás, cuando aún era estudiante, tuve la suerte de trabajar en una revista literaria junto con muy buenos escritores (un hito raro, quizás irrepetible, tomando en cuenta la inercia de esta ciudad). Recuerdo cuando leí los poemas de autores jóvenes que actualmente son poetas con mayúscula. Eran textos fogosos y desordenados, pero que destilaban talento e intuición. Pasaron los años, seguí de cerca sus trayectorias, y creo que en la mayoría de los casos, si bien continuaron siendo buenos escritores, también es cierto que sacrificaron mucha de esa espontaneidad por encontrar un lugar demasiado específico dentro de su generación. Confío en que no le pase lo mismo a Diego.
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El perro De noche, después de las fiestas. Cuando se apaga el fuego y hace frío. Cuando acaban los roces y el sudor se seca. Después de la música, se va el perro por la calle y tose. Va trotando y jadea. Va el perro indiferente al color, fabricándose, naciendo como espectro. Su sangre salpica en las paredes, sin propósito. Un océano de bilis y vísceras confunde su silueta con el cemento. Parece que fuera a sobrevivir una noche más a las caricias en el cuerpo. No hay brillo en sus ojos pero debería sonreír. Sonreír como el motor de un auto o el graznido de un cuervo, porque hay expectativa en el futuro. Va perdiendo la fuerza en la resaca del silencio, esperando desaparecer en el estupor de sus manos y sus besos. No entiende su nombre bajo la lluvia. Está preso en su pelo y en su sonrisa oxidada. Va a ser siempre así. Cobijado en las piedras, la neblina y el pasto mojado.
Pajarito Mi vecino fuma por las noches cuando cree que nadie lo ve. Enciende la luz de su pieza y abre su ventana al frío. Lo veo y cuando lo veo lo amo. No se da cuenta que lo miro, que lo escucho, que sé que llora. Gime como niño con el hielo de la noche, pero cuando hay gente ríe y canta como un pajarito. Se asoma creyendo que está solo para rozar con sus labios el rocío. Me besa de lejos sin querer. Tiene en su cara mi imagen, aunque no lo sabe. No sabe nada. Sólo vuela, sólo huye. Huye por los rincones pelados buscando carbón para el brasero. Huye de mí, de mis caricias, y se golpea la cara llorando. Mira como buscándome, como si yo estuviera allí, en el golpeteo humilde de su corazón. En sus dedos fríos que se quiebran. En su mirada trizada como vidrio roto que se queja.
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Mueren las naranjas Mueren las naranjas. Su muerte me fractura la belleza, la voz se me enreda. Como las manos. Como los ojos y el techo, las siluetas y el humo. Todo se vuelve risas, piruetas y manoteos de hambre. Dime dónde queda el cielo del que me hablaste una vez, porque confundo su imagen con un perro enfermo que no duerme por las noches. Me aturde el tiempo cuando quiero hablar. Es tanta la vida que pierdo con estas piernas marchitas. Se me erizan los pelos cada noche con un pequeño grito que me perturba. Es que no quiero nada más que los fierros azotándome la espalda, y las palabras verdaderas recorriéndome el desvelo. Ya nos olvidamos del gusto por fumar. También de los otros gustos. Trabajamos para satisfacer lo simple, sin aire tendencioso ni afán de pelear. Busco la vida en los nervios y en la leche; en los ojos vidriosos y el tecleo inútil de trasnoche; en el tono pretencioso y desparramado, irregular, torpe. Tono martilloso, pretendidamente macho, pastizal quebrado en la mañana más fría. Fría como mi sangre. Fría como la voz que llevo adentro, animal y aguada. Mueren las manzanas. Sudo, no puedo reír. Quiero mascar el polvo viejo, la arcilla roja y los olores. Los olores en el cuello, en las hojas nuevas, en la madera encerada y la lluvia. Los olores en la atmósfera. Tras el barro, en los pliegues de tu mano. En la pera. En la nostalgia dulzona ya vinagre. Acompañado por un animal con recuerdos vadeo el camino de los abuelos.
Se deshojan los perros En el cielo de la derrota no tengo nombre ni ataduras, soy viento sin identidad transitando colonias de ciervos extraviados del pasto. La derrota no tiene límite en su esperanza, es un ente abstracto que resuma ternura donde antes migraron árboles. Mírame vagar sin épica ni gloria, restándole importancia a la repetición de mis sermones, obsoletos como el tiempo en que los pájaros domesticaban la tierra. Se deshojan también los perros cuando los ríos salvajes se han secado de relámpagos y cartílagos. Cuando las nubes son cenizas de palabras que se estrellan sin sorpresa en tu mirada. Cuando la conciencia del presente y su látigo cavernícola son tan deseables en su 176
ensañamiento. Debo seguir oxidándome bajo el sol y mantener este instante, que por más corrupto que resulte, es lo más sincero que me nace. En la derrota las caricias cortan la piel como trizas de bondad afiladas por el hielo.
CABALLOS Tengo la cabeza llena de caballos negros y azules que abrevan en el río del sol de la noche, justo al lado de una mañana llena de melancolía y vidrios rotos. Los caballos bufan tan fuerte que a veces me cuesta dormir. Los caballos salvajes de mi espíritu vienen de un desierto verde regado de escarcha y mandarinas, cardos y papel roneo mohoso y viejo. Los caballos se enamoran de las ovejas y la madera, del olor a cera, de los sauces y las goteras del hielo. En la noche todo estorba menos el brillo indomable y salvaje de tu sangre.
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Matar gatos a balazos Hay que romper las puertas y las ventanas y cortarse con las astillas y los pedazos de vidrio. Dejar que la sangre se ponga verde y crezcan flores o cardos que huelan a resurrección de insectos llenos de brillo. Eso quiero y no la sombra penca del sarro ni lo repetido. Apartar un puñado de aire para los tiempos de miseria en que no quede nada y estemos tirados en alguna pampa de mierda sin luz ni amor. Hay que superar la montaña de ripio falso lleno de arañas y de moscas, de piedras y cansancio. Sobre todo de cansancio. Tener de nuevo pasto y azul en la cabeza para vaciar en nuestro pecho un líquido viscoso rebalsado de maravilla, que nos mueva las piernas aunque nos paralice el corazón. Quiero una verdad vibrante aunque sea apócrifa y decadente. Quiero decir que luchamos y perdimos. Que fuimos bellos y putos. Que nos convertimos una vez en pájaros y te hallamos, y que cuando te hallamos tuviste lo que nosotros no. El dolor sin rencor, nuestra música sorda. Porque estuvimos donde se recuerda el mugido de las vacas. Donde se recupera lo digno. Donde se puede parir el cableado eléctrico de tu sangre: cuna mestiza de un montón de espíritus apaleados que alguna vez se enamoraron del trigo.
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JUAN CARLOS SÁNCHEZ PALMA (SANTIAGO, CHILE)
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RESEÑA. Juan Carlos Sánchez Palma. Nació en Santiago el 8 de septiembre de 1975. Realizó estudios de ingeniería en la Universidad Tecnológica metropolitana y de pedagogía mención matemática y física en la Universidad de Santiago de Chile, carrera que ha ejercido desde el año 2000. Se encuentra inserto en el folclore chileno y latinoamericano desde hace más de 20 años a través de la participación como integrante y como tutor en grupos folclóricos como Agrupación Folklórica Crisol y COFUCEN Conjunto Folklórico de la Universidad Central de Chile en las áreas de canto, ejecución instrumental y danza. En su faceta literaria, hace aportes a la poesía a través de su lírica y sus composiciones de cuecas y baladas. Entre sus principales fuentes artísticas se encuentra Patricio Manns, con quien trabajó en el montaje de El Sueño Americano junto a los integrantes de la Agrupación Folklórica Crisol en el año 2005. En proceso de edición. Poemas selectos, Ediciones Orlando, 2016 http://marcadebravia.blogspot.cl/2016/03/la-poesia-nocturna-de-juan-carlos.html http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2016/03/poemas-selectos-juan-carlos-sanchez.html
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POEMAS SELECTOS JUAN CARLOS SANCHEZ PALMA Por Ingrid Odgers Toloza
Es esta una poesía subjetiva e individualista frente a la rigidez de las reglas académicas. El hablante lírico otorga importancia a los sentimientos, las emociones, el amor, sufrimiento, decepción. Relucen los sentidos y melodías que yacen presagiando incertidumbre. Prevalece el vacío interior, el desconcierto al pensar en la amada. El llanto se ahoga aferrado al instinto. Lo encontramos en versos del poema denominado “Lo que soy: Siento un calor que recorre mi cuerpo oprimido por tanto sentimiento. Quiero llorar y no puedo sigo aferrándome a mi instinto. Los matices me embrujan y al oír de nuevo el llanto de mi guitarra, compañera fiel que destierra día a día mi canto más profundo, sigo en desvelo. El alma del hablante se presenta moribunda. Características todas de la poesía romántica. Juan Carlos nos indica la importancia de la palabra, la música y el canto en el mundo del amor. Y no es de extrañar, ya desde los tiempos de Hesíodo, por la palabra se transmite la confidencia amorosa y los sentimientos, se consigue la persuasión, la seducción y la rememoración de lo que fue grato; por tanto, canto y música completan las descripciones de los momentos placenteros. Sánchez Palma, con su extensa trayectoria como músico, conoce bien esta unión y la plasma en poesía y sin duda en su vida de músico. En el poema “El día después”, encontramos la herida de nuestro hablante que se desplaza entre la temible noche, los temores crudos y la soberbia que intenta disminuir, aplacar.
Heriste mi alma con su cuello roto, quedó tendida en un piso oscuro y en la temible noche venidera me tiritan las manos y me sangra la piel. 181
Cubro de llanto el hielo de mi cama, nublo mis ojos con temores crudos y en la penumbra encojo mi soberbia, exhalo mi impaciencia, estalla mi dolor.
Toda expresión de sentimientos: Decepción, temores, soberbia, clásicos exponentes de la compleja y a veces incomprensible alma humana. A quién no le ha tocado llorar porque “mataron el suero de su vida” o “envenenaron el día con las sombras”. ¿Quién ha estado libre de ser abandonado por el amor? ¿Quién libre de la traición? Si hay alguno que “lance la primera piedra”. Observamos a su vez el amor y la piedad por los animales. El poeta es la voz del amor, va más allá del amor humano, plagado de sentires sino que extiende su mirada de amor y compasión a todo lo viviente. Lo expresa en su texto “Vagabundo”: Humilde cabizbajo desconfía de las migajas repartidas en el piso las mastica las traga apresuradamente. Siente una mano suave en su cabeza y un cosquilleo que lo recorre de punta a rabo Responde Total, no es de nadie y de todos como sabe que es cariño de un momento le saca provecho lo disfruta, pues no por nada se ha ganado el título de mejor amigo del hombre. 182
Juan Carlos, músico, poeta, alma noble y sensitiva, presenta una obra con gran manejo de metáforas, imágenes, comparaciones e hipérboles y un hablante que impone la imaginación y el sentimiento ante la lógica y la norma. El consuelo, el descanso, el renuevo, viene siempre de la mano de la amada. http://ojodepoeta2007.blogspot.cl/2016/03/poemas-selectos-juan-carlos-sanchez.html
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La Poesía Nocturna de Juan Carlos Sánchez Palma
POR Mío Araujo
Juan Carlos Sánchez P. nos regala una poesía pulposa, pletórica de sensualidad e intimidad. En un portavoz masculino hallamos el amor, las lágrimas procedentes del dolor, del desamparo. Sus versos destruyen el blindaje que protege la fragilidad masculina. Viriliza la lágrima, la soledad, el mal de amor, la desesperación y el deseo; lo cual queda patentado en su poema El Día Después cuando dice: “Heriste mi alma con su cuello roto, quedó tendida en un piso oscuro y en la temible noche venidera me tiritan las manos y me sangra la piel. Cubro de llanto el hielo de mi cama, nublo mis ojos con temores crudos y en la penumbra encojo mi soberbia, exhalo mi impaciencia, estalla mi dolor. El sueño que un día tuvimos juntos, desvaneció mis ansias de entregarte toda mi vida, espacios dedicarte, aplicarme en el lecho, unirte a mi sentir.”
La poesía de Sánchez coquetea con Novalis; pues nos presenta cantos a la noche, viven en el interior replegado del alma que sufre de soledad, es un himno que glorifica el amor que se consuma al fin, entronado en la obscuridad nocturna. La obscuridad es un símbolo recurrente sus los núcleos poéticos; la utiliza para contrastar la claridad de la amada, tal como ocurriese con el primer Himno de La Noche del alemán que se inicia con una invocación a la luz; rasgo que hallamos en Mi Lívido Presagio del chileno:
“La calle desaparece 184
si la invade tu contorno el fondo se vuelve lento y de un color oscuro desde que tu cuerpo brilla desafiante indecoroso se apagan ya las estrellas implorando tu venida. El sol se me va extinguiendo con lo claro de tu rostro”
Otro símbolo recurrente en su acervo poético es el vino, perfumado e inestimable compañero de la noche: “y el vino que corría por cada uno de los trozos no hacía más que evidenciar aquel maldito momento.”
La música se funde con la lírica del poeta producto de la dedicación que este le otorga a aquel arte. El dominio del ritmo manifiesto en la habilidad clara de control sobre la organización de los versos, permite brindarle una melodía especial a cada poema. La diversidad melódica en la poesía del santiaguino nos entrega desde ritmos suaves, de espesores, lentitudes, como en Viento Soy y vertiginosos pasajes como en Término y Huida. En tal sentido, se arriesga, inclusive, a introducir los compases rítmicos de una ronda infantil en Pretexto, cuyo tema es el de la pareja que ha de retomar el lecho amoroso tras el desprendimiento de los hijos. Su lírica viene cargada con un amplio registro y un gusto exquisito al elaborar las imágenes. Un uso del lenguaje bien labrado, tiznado, por supuesto, con trazas que los oficios de músico y compositor le imprimen. Por ejemplo, la analogía de desvestir el cuerpo de la amada con la de exorcizar el atavío. Las hermosas metáforas: la faz de mi bienamada/ es mi eterno naufragio. La alegoría del tejido y destejido de un cubrecamas, tal como el mito de Penélope de la esposa para alargar el encuentro en virtud de la presencia de los hijos. El antropomorfismo del perro como una persona de gran hidalguía, pese a su miseria de calle y abandono en Vagabundo: “Pasa frente en alto al frente de cada quien bajando su cabeza escondiendo su ignominia, aún no sabiendo el porqué de su deambular.” 185
En suma, la poesía de Juan Carlos Sánchez Palma es nocturna. Desde sumergirme ahora en esas manos que exorcizan los atavíos, abrir los brazos y recibir el soplo de aquel viento que despeina con una copa de carmenère que sólo en Chile se produce, digo ¡Salud!, esperando volver a leerlo.
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Lo que soy Enconado siento en mi pecho el fulgor de la espera agotadora. Como el caballo alado camino sin rumbo, luego de una larga jornada de vuelo. La música recuerda que existo y que en el viento quedaron trozos de una vida plena y llena de esperanzas que nunca terminaron. Una melodía extinta y sinuosa hace presagiar momentos de incertidumbre y de decisiones, tal vez hasta drásticas. Miro hacia adentro y encuentro un vacío indómito donde el corazón aún resiste y vive. Las antenas que deben marcar el rumbo ya no funcionan y me desoriento al pensar en ella. Siento un calor que recorre mi cuerpo oprimido por tanto sentimiento. Quiero llorar y no puedo, pues sigo aferrándome a mi instinto. Los matices me embrujan y al oír de nuevo el llanto de mi guitarra, que ha sido la única compañera fiel que destierra día a día mi canto más profundo, me sigo desvelando. Tengo que seguir adelante, pisando la hierba que veo a mi paso, sintiendo la tierra y lo oscuro de mis lazos. 187
Siento el sudor en mi ropa, mi espalda quemada y piernas que aún hacen rielar mis sentidos. Con el paso de los años he aprendido lo que soy, he elaborado más de alguna vez el prospecto de mi vida, no me he cansado de alentar a mi alma moribunda y he rebajado mis sentencias, Pues también ha sido necesario perdonarme.
El día después Heriste mi alma con su cuello roto, quedó tendida en un piso oscuro y en la temible noche venidera me tiritan las manos y me sangra la piel. Cubro de llanto el hielo de mi cama, nublo mis ojos con temores crudos y en la penumbra encojo mi soberbia, exhalo mi impaciencia, estalla mi dolor. El sueño que un día tuvimos juntos, desvaneció mis ansias de entregarte toda mi vida, espacios dedicarte, aplicarme en el lecho, unirte a mi sentir. Pero mataste el suero de mi vida, envenenaste el día con tu sombra y de improviso atacas mi cuerpo, extingues mi silueta, insultas mi existir. La dulce miel aguó mi desencanto, despedazado en mi sombra te busco, desesperado escojo no tenerte, interrumpo el silencio espero el día después.
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Mi lívido presagio A Mío La calle desaparece si la invade tu contorno el fondo se vuelve lento y de un color oscuro desde que tu cuerpo brilla desafiante indecoroso se apagan ya las estrellas implorando tu venida. El sol se me va extinguiendo con lo claro de tu rostro las manos que me acarician son de una tela muy suave respiro sobre tu cuello exorcizando tu atavío y el canto de mi promesa que retiene tu llegada. La faz de mi bien amada es mi eterno naufragio su tono me recuerda mi lívido presagio fulgor de madrugada ardor que a ciencia cierta renueva las caricias tumbándonos las puertas. La claridad empalidece cuando apareces de pronto yo ciego de ataduras me enredo con tu pelo la sed que se me impone ante tus labios frondosos acrecientan el llamado de mis manos en tu cuerpo.
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Término y huída
Y salió el puto vidrio quebrado en centenares de pedazos. La botella tendida en el piso Recalcaba su añoralgia y el vino que corría por cada uno de los trozos no hacía más que evidenciar aquel maldito momento.
Deliberada-mente
El reflejo se frenó. Dejó de latir el pulso, tambaleó solo un rayo de luz que fue a dar a la cornea. La hirviente sangre subió los oídos mudos contracción de párpados visión ahumada y el vapor en el vidrio: imagen ausente.
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Vagabundo Pasa frente en alto al frente de cada quien bajando su cabeza escondiendo su ignominia, aún no sabiendo el porqué de su deambular. Se enrolla en la tierra buscando apartarse del frío de las miradas que penetran. Humilde cabizbajo desconfía de las migajas repartidas en el piso las mastica las traga apresuradamente. Siente una mano suave en su cabeza y un cosquilleo que lo recorre de punta a rabo Responde Total, no es de nadie y de todos como sabe que es cariño de un momento le saca provecho lo disfruta, pues no por nada se ha ganado el título de mejor amigo del hombre.
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Pretexto Y estiró el chicle y enhebró el hilo aguja por aguja hebra por hebra cosió y descosió, le puso parches al cubrecamas tratando de que volviera a lucir brillante límpido y perfecto. Eso duró un tiempo. Duró hasta que los hijos ya no fueron pretexto.
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Rodrigo Suรกrez Pemjean. (VALPARAร SO)
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BREVE RESEÑA Rodrigo Suárez Pemjean. Profesor de Castellano y Magíster en Literatura Hispanoamericana y Chilena. Editor y gestor cultural del Grupo Casa Azul con el cual ha desarrollado labores de edición de libros, asesoría cultural y corrección de estilo y ortográfica. Además es editor y colaborador de la Revista Digital Botella del Náufrago. Junto con el Grupo Casa Azul, ha organizado eventos culturales tales como lanzamientos, ferias del libros, lecturas y encuentros. Sus conocimientos de literatura y teoría en conjunto con la meticulosidad en la corrección son importantes aportes a el trabajo editorial requerido. Prepara su poemario República Ardiente. Editor de PlexoAmérica: Poesía y Gráfica Morelia-Valparaíso, EUV (Fondo del Libro 2013), PlexoPerú: Poesía y Gráfica Perú-Chile, Ed.Quimantú, 2014 y PlexoSur: Poesía y Gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso, Editorial Segismundo, 2016.
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La ardiente república de Rodrigo Suárez Pemjean
La escritura de Rodrigo Suárez se configura a través de una épica de tonalidades oscurecidas por un estado sicológico, que fluctúa entre la desazón, la incredulidad y paradójicamente, cierta ternura. Una épica cuyo protagonista no es estridente, sino que se camufla en los merodeos atentos del paisaje urbano, civil, orgánico a veces y hogareño para observar y deconstruir el mito del Chile oficial. La voz poética recurre a una imaginería que, por su complejidad, alteran el paisaje vital y dejan una reverberancia psíquica gracias a los quiebres de sentido, la yuxtaposición del paisaje natural y el onírico, la pulsión de una escritura que intenta navegar el murmullo del inconsciente. Los poemas reunidos en esta antología pertenecen a un poemario inédito, La república ardiente, cuyo eje central tiene que ver con el contexto político del exilio y el retorno donde se establece una reflexión sobre la realidad sociopolítica en su devenir desde el golpe cívico-militar hasta la conformación del cuerpo social actual por las políticas neoliberales. Desde La república de Platón hasta nuestros días la filosofía política ha dejado al poeta fuera de todo sistema de gobierno, o por lo menos le ha quitado autoridad para referirse a la realidad política-social. Este poemario intenta revertir y subvertir esta invisibilización ejerciendo una mirada sobre país con los ojos de hijo del retornado político y rozar algo de aquel mundo perdido, con su campo cultural, sus tensiones estéticas y políticas y sus episodios bellos y terribles, pasando revista a todos esos gestos cotidianos, pero que están cruzados por un corrupto contexto político posdictatorial. En este contexto, se hace necesaria no cualquier República sino una que sea ardiente en la dignidad de lo poético, que desde lo político y sin caer en el panfleto apueste a negar este sistema neoliberal para transformarlo. Diego Rojas Valderrama Magíster © en Literatura Latinoamericana
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La república ardiente No quiere, no quiere cesar ese llanto carcomido sobre el cual se esparcen los retoños, arrojados a una crédula diseminación al fin del día. Las sombras caladas por la lluvia, sujetan el asta, una floja sábana al pie de las torres de alta tensión. Inmóviles, los hilos eléctricos se encargan de alterar el derrotero. Parece que huyen, pero es solo un viento el que produce la ilusión de consecuencia. No comienza la esclarecida recta, la cañada donde pusimos a resguardo nuestro dolor desaparece. La frontera nos escupe y agachamos el pie torcido, el rengo nos traiciona a cada paso. ¿Aún tenemos donde llegar? Somos el cadáver adánico, la última provincia sostenida, lista para el más cruel olvido. Mientras, los muertos se estancan en lo poco que queda de la república ardiente.
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De los cuerpos que aún faltan Ahí donde los seres cubrieron su llanto bajo capuchas, donde los vivos taparon con edificios vacuos los huesos enterrados en el combate, los cadáveres rotos por las bombas de racimo, el pulular de la sangre por el suministro que aún tiñe el agua del grifo cuando hoy terminamos de cocinar. La bahía en su reflejo esconde lo que hundimos con alevosía en el fango, los olvidados permanecen en un lugar que no es la memoria. Hoy el mar es tránsito de la mercancía del orbe el calado de los buques no llega a tocar el fondo no hay revueltas en el agua la oscuridad determina el cauce de los hechos —la caravana se prefigura en el ocaso de los soldados.
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Las alturas del cobre Anoche permanecí en las alturas del cobre, envuelto en las perpendiculares estrofas de la bandera. Las bocas no están muertas sin embargo. Son piedra viva, piel cargada de monedas huecas. Los maniquíes, al abrigo del precipicio, no saben que el metal los apaña con su salitre. La caverna abre su hamaca a mi peso: el cuerpo estéril, la cena ultimada de mendrugos. Tienta el cortejo del mar. La procesión no agarra rumbo.
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Manifiesto del elector No tengo, el cambiante dolor atraviesa la calle con sus fachadas. La tierra ha descendido, un alud fortuito, barro que relata la oscura pantalla. La floja balada del elector siembra una canalla esperanza donde el ácido golpea el hígado nuestro. No nos pongamos a llorar por la bilis derramada el pan duro de olvido, la mesa puesta cansada de esperar. No tengo, mas qué decir de esta calle de lenta fruición donde los vecinos terminan por reponer el estuco de las fachadas y ahí se quedan pasmados y no tengo, solo la espátula que impide que esta casa se caiga a pedazos.
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Los caminos del pan Observa la miga que desechamos una mañana cualquiera, sonsacándola con el pulgar al abrir una marraqueta, por las calorías, qué absurdo. Que enguata, que engorda, si la corteza es más peligrosa, abuela, ahora me vengo a enterar después de 16 años fuera del país, viendo un matinal de TVN. El trigo marca su historia simbólica entre los compatriotas. El pan chileno, entre los mejores del mundo, se echa de menos, llegan historias de contrabando: mi viejo, cuando volvimos, mandó fotos a Washington, D.C., comiéndose un lomito palta. Le envió un pan envuelto en aluminio para que llegara fresco al amigo que dejó atrás. Antes era posible hacer esas cosas, antes era más fácil conseguir pan. Los desayunos son de perros sucios con cereal de chocolate en el hocico, de imanes con la cara de Salvador en la puerta del refri, tengo un vinilo de Quilapayún comprado en Alemania Occidental, pero no el tocadiscos. Y la radio, quién la escucha, en las mañanas ya. Quién ya piensa en esa historia, quién recuerda.
La alacena está repleta de gorgojos.
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Cuchillo azteca Tenue compañía, la bifurcación del camino nos atraviesa mientras la carga oscura de los deseos multiplica a cada paso el tortuoso abrir del nervio. El cirujano adopta una dulce elevación en el ángulo del bisturí. El rostro de la hoja circunda un sol que no atardece: un faro que despliega el horizonte volcado en espiral. La autopsia, un águila al acecho de la presa. El corte en la piel no hiere con la propia sangre.
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Espectro Toma este dolor y desĂĄrmalo como un prisma, descomponlo el espectro yace despierto y delicioso contra la maĂąana de cabecera Hace tiempo que no me angustiaba esta hora, tren de nervios tendidos al cruce del umbral, colgando a secar los dientes en la roldana sobremirando los techos de zinc de una ciudad dejada a los cerros veleidosos
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ALFREDO LAVERGNE (SANTIAGO)
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Reseña literaria y bibliografía. Poeta, nació en Valparaíso Chili. Emigró a Canadá en 1975, país donde publicó en diferentes medios literarios y logró dar a conocer su obra en extenso. Se radicó en Quebec, Montreal. Se sumó al estudio de la poesía quebequense, de la obra huidobriana (creacionismo), al haiku (poesía japonesa) y a la creación literaria. Colabora en revistas especializadas, festivales y periódicos. Retornó a Santiago de Chile en 2005. Su obra ha sido incluida en diversas antologías y revistas. Ha publicado siete libros de poesía en castellano y tres bilingües en idiomas castellano-francés. Actualmente reside en Santiago, Chile.
Libro publicados. La cuestión natural de lo posible. Poesía, Arttegrama, Santiago, 2013 Entre luna y Perros. Novela corta, Arttegrama, Santiago, 1013 Cahier Fluvial, Montreal, Levres Urbaines 1997 El Puente, Montreal, Édition d’Orphée, 1995 La mano en la velocidad, Montreal, Édition d’Orphée, 1993 Alguien soñó que no moría / On ne rêve pas encore à la mort, Montreal, Orphée, 1993 El viejo de los zapatos, Montreal, Édition d’Orphée, 1991 Retro-perspectiva / Retro-perspective, Montreal, Édition d’Orphée, 1991 Palos con palitos, Montreal, Édition d’Orphée, 1990 Rasgos separados / Traits distinctifs, Montreal, Édition d’Orphée, 1989 Índice agresivo, Montreal, Édition d’Orphée, 1987 Alas dispersas, Montreal, Édition d’Orphée, 1986 Cada fruto, Montreal, Édition d’Orphée, 1986 Desde el suelo, Santiago, poemas 1980-1982. Antologías, Estudios y Selecciones que lo incluyen Réalité Interculturelle. Edit. Humanitas Inc. Montreal, Québec. 1987. La Présence d´une autre Amérique. Les Edit. De la naine blanche. Montreal, Québec. 1989. Compañeros, Anthology of Writings Latin America. Cormorant Books, Ontario, Canadá. 1990. Enjambre. Poesía latinoamericana en el Québec. Co-edición de Cordillera y La enana blanca, 1990. 500 poetas latinoamericanos. Ediciones “Correo de la poesía”. Valparaíso, Chile. 1992. Internacional Poetry. Voices of Québec. Edit. The University of North Carolina. USA. 1994. Cité ouverte: itinérance et marginalité, en coll, Montréal, Les Productions Cité ouverte 2002, 1995. Odes, Dreams, and Diaspora, Poesía Chileno-Canadiense. Edita ARC. Ottawa, Canadá. 1995. 204
Anthologie: Le Dernier poème du millénaire. Estuaire 99, Québec, Canada, 1999. Boreal: Antología de Poesía Latinoamericana en Canadá. Split Quotation/Verbum Veritas. Ottawa/Ontario, Canada. 2002. Antología de poetas Americanos. Canto a un prisionero. Editorial Poetas Antiimperialistas de América. Canadá, 2005. Critical Study of Ten Latino American Writers of Canada, Hugh Hazelton. McGill-Queen´s University Press. Montreal 2007 Primera Antología de Poesía Rayentrú. Leutún Ediciones, Santiago, Chile. 2007. Antología El lugar de la memoria. Poetas y narradores de Chile. Editorial Ayún, Santiago, Chile. 2007. Antología de Poesía y Narrativa chilena. Colección IDEAS, Mago Editores. Santiago de Chile. Junio 2008. Antología de poetas y narradores. Río Bellavista, Colección Feria Internacional del Libro. Mago Editores, Chile, noviembre 2008. Puro Chile Suciedad Democrática. Artículos de opinión sobre la realidad nacional. Gregorio Angelcos, Omar Cid y Alfredo Lavergne. Ediciones Centro de Estudios Francisco Bilbao, Santiago, 2008. Cuento de amor en la modernidad. Selección de cuentos hispano canadienses. Antologan Luis Molina-Lora y Julio Torres-Recinos, Editorial Lugar Común, Ottawa, Canadá, 2009. Borealis. Antología Literaria de El Dorado. Editores, Luciano Díaz y Jorge Etcheverry. Verbum Veritas/La Cita Trunca. Ottawa Canadá, 2011. 80 en los 80. Antología de microcuentos. Ochenta autores celebran los 80 años de la SECH, Arttegrama, 2013. Chilean Poets. A new Anthology. Marick Press. Edited by Jorge Etcheverry. Michigan, United States, 2011. VOCES de la MEMORIA. Centenario en el Bicentenario. Antología de poetas y narradores latinoamericanos en los 100 años del Partido Comunista de Chile. Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2012. Antología de poesía chilena. La generación de los sesenta y la dolorosa diáspora. Catalonia. Santiago 2012. 73 Microcuentos. A 40 años del golpe. Editorial Arttegrama, Santiago, 2013.
Su poesía en otras artes. Teatralizada en 1997 por Le Théâtre du Tandem - Des petites choses pour l'eau. Poetas: Alfredo Lavergne, Louis Sáenz de la Calzada y Salvador Torres Saso. Autora: Marta Sáenz de la Calzada. Adaptation: Jean-Guy Côté et Marta Sáenz de la Calzada. Director: Jean-Guy Côté. Musicalizada en la cantata "Rasgos separados" de “L'ensemble Acalanto” con Música de Rafael Azocar. 205
Livre d'artiste Peintre. FUSIONS, de L'artiste peintre Jocelyne Aird-Bélanger con cinco poetas, dos quebequeños, chileno, norteamericano y amerindio. (Claude Beausoleil, Jean-Paul Daoust, Alfredo Lavergne, Hugh Hazelton y Charles Coocoo), Éditions INCIDIT, 1993 Montréal, Qc, Canada.
Entrevistas en el mundo cultural virtual: http://www.poesias.cl/reportaje_lavergne.htm http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=15991&Itemid=4727 http://www.nomichi.com/index.php?option=com_content&task=view&id=44&Itemid=78
La manzana no se come dos veces Lo que para un ojo es lujo Para el cerrado es censura Estas pupilas en el espejo son la comedia de sus cejas y aventuras de incrustadas pestañas El derecho un poco más sombrío El otro lágrima en pupila verdadera Existen clases de párpados y se diferencian en la palma y el reflejo. En la oreja, uno de esos sentidos cuelga un lápiz y deposita el olvido en su contrario con la intención de ser el todo. Miran y luchan a vista de todos, para amar o abandonarse. 206
No tienen imposibles en bajar lentamente a la cintura. Uno entró de hombro al retrato y el otro por el talón de la mirada. Como si el propósito de sus músculos fuese cerrar los postigos; al plano, a la imagen, a la metáfora, al cuerpo y a esta historia.
No es cobardía este temor a abrir los ojos. Que son órganos, enterados de descansos y juegos en el espejo. Es terror de vivir con el Libro en exilio.
Nocturno del cabaret literario Amamos la simpleza La advertencia de los temblores del jamás será mañana. Estamos enterados que pasan la cuenta De incendios que anuncian sombras La enfermedad que aúlla inmortalidad Los gestos como índice en la sien La huella que abre una herida en la luz El fantasma repentino que eterniza las alturas La proa que dejó la cuenca en el mirador De espejos que rompen el presagio del puño y de esas cosas que se llevan todo y pagamos otro vino y adiós. 207
Así de agraciado el paisaje de la rosa Así la rosa en el bello techo Así nuestras plegarias en cada pisada. Con el error del cometeré otro Con el escribir en el cristal del vaho Con el sueño del semblante de la profundidad. Aborrecemos el carruaje del silencio desbocado y los escenarios que nos sacan de la cabeza.
Predicador a / El gato de mi hermana
Ruega por nosotros, las rígidas paredes, el espacio y por este cuerpo. Hoy en la ciudad somos voces e intentos en la ceremonia del calor. Ruega por la luz y la sombra El fruto candente de la leyenda El agua que corre con el lenguaje El registrador del abrazo a la palabra El pensar Producir Actuar El viento libre y el de las formas. Ruega Por el filo del fantasma de la sed Por la luna del otro lado del río Por las flores del mar de ojos. Ruega por el follaje de este martes trece y licores frescos. 208
Ruega por la abertura que huyes y retornas al ventilador. Sáname del vacío, maúlla conmigo fiel Predicador.
Acá lejos, hasta el fin Acepto la realidad de este país, los cerros, altas tribunas, bajas actitudes y el mar en desiguales puertos. Recuerdo prácticas de dietas, limosnas de pan duro y campañas de lectura. Extraño por ejemplo o digo a punto de estallar Que las cicatrices son estrellas en extinción Que las leyes son párpados secos en el muro Que las palabras son fulgores en mutación Que como yo, de repente la realidad y no hay más. Puedo anotar que recibimos guiños de los sueños y es tan fácil. Estos poderes que confieso de fuego También tú, desamparada en mí, te entiendo y reescribo sin castigo en tu hoja evidente. La realidad Es una zona de centinelas de pies cargados Jinete de la rabia con el látigo en el brazo Un espacio debajo de la lengua de la raíz
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La vigilia del borde del despeñadero Es el perdón para ninguna piel. Lo digo porque con los años, las ciudades nos desconocen y ésta, la realidad nos incrusta tejidos de fondo como los libros que vendrán.
In memorial de escribir En paz, es un montón de polvo con perpetuo olor a sanatorio y en los siglos un espejo a la deriva. ¿Qué dejaré aquí? ¿Los labios de la amada? ¿Unas cuantas letras para que abra la boca alguna puerta nueva? Oh como la vida se aleja y desgasta nuestros costados. Alguien gime. No soy yo. Es mi amada Con lágrimas que son guirnaldas suspendidas Abrazo de rodilla al plato en blanco de la casa Un hilo roto que muerde el tiempo que no respira El lumbre de fragua para lazos caídos a la ausencia Efímera garganta de madre que gira en un lecho y recrimina al sordo molino de los dioses. Una lengua de lugares y alas que perdió su arte de recrear con tierra y agua. Cómo escribir el nombre de ese paso en la gracia Si la muerte oculta su visión de los que la conocieron Si es la hija de la rueda que terminó con mi exilio El signo es el silencio y una columna sin amparo. 210
¿Qué dejaré aquí, si la amada llora?
La meteó Mañana llueve en la Región. Pondré mi cabeza a enfriar de estos calores y dejaré que se mojen algunos libros. Los de cadáveres que son armazones El del Dios que deja mudo a los quiltros Los del profesorado que esconde notas en rima El de la bipolar que se cuelga de una línea Los manuscritos con caminitos pavimentados El del chiste que dice todo es por la palabra Los fundacionales que los pilla la goma de miga El a la cola de la órbita del cometa Recompensa Los de la fundación el Espejo del mordisco Los seleccionados desde el maletín del gobierno y aquellos que avanzan con emisiones de gases. El que asevera que creemos en su testamento Los del canon de la alianza por la Colecta estatal El de la carátula de tanta patria o muerte Los selectos de inflables por la levedad El de la señora de la university que revista lindo Los de políticos que firman Escritores apolíticos El de la cordura que hace el loco en las redes Los de funcionarios que mueven los empalmes Esos que se alimentaron de trabajos voluntarios Los de intertextualidad con el poder y los premiados por compiladores. Porque la lluvia debe cumplir su tarea En esta Temporada Global Limpiar tanta cosa extraña a la poesía.
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Ingrid Odgers Toloza (Concepciรณn, Chile)
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BREVÍSIMA RESEÑA. Ingrid Odgers Toloza (Concepción, 1955). Analista de Sistemas con estudios de ingeniería comercial en la Universidad de Concepción, Diplomada en Administración y Marketing, Diplomada en Gestión Cultural por la Universidad de Chile, poeta, narradora, ensayista, crítica literaria, editora, gestora cultural, directora de talleres literarios del Biobío, Profesora Balmaceda Arte Joven, Premio Fondo Nacional del Libro y la Lectura, Línea Difusión: años 2002, 2008 y 2009, Premio Fondo de Apoyo a Iniciativas Culturales, Literatura, categoría Novela de la Ilustre. Municipalidad de Concepción, años 2008 y 2013. Su obra poética y narrativa ha sido incluida en la Historia de la Literatura Hispanoamericana de Polonia de los doctores Mieszko Kardyni y Pawel Rogozinski, de Szczecin Polonia, traducida en Europa, publicada en forma impresa en Canadá, Polonia, Rumania (Poesía y Ensayos). Tiene más de 20 obras publicadas (Poesía, Narrativa, Guiones teatro y audiovisuales), figura en antologías nacionales e internacionales y en estudios de literatura chilena. Ha sido postulada al Premio de Arte y Cultura, Artes literarias Baldomero Lillo 2009, 2010 y 2011 región del Biobío por la Sociedad de Escritores de Chile y otras organizaciones culturales. Ha sido jurado del Fondo Nacional del Libro y la Lectura. Cuenta con numerosa y encomiable crítica tanto por su trabajo poético como por su trabajo de novelista.
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Las aguas Del Libro “Las Aguas”, marzo de 2016) Nadie dice que vendrán los días solos porque tu lo deseas o los buscas con desesperación Que habrá una rutina que consume A veces una inercia detestable Nadie te prepara para los días silentes mortíferos sedientos donde una mancha rojiza y cruel opaca la luna y cuelgan del sol animales tristes Nadie dice que habrá días donde cerrarás las cortinas o apagarás la luz porque un vacío te corroe las entrañas porque sabes que al final de cuentas estás en este mundo de pronto en llanto de pronto en aguas turbias de pronto en camino pedregoso -Tan árido como el abandonoY hay un callejón No puedes huir. Cierras la puerta y arrojas las llaves porque una ronda de peces pulula en tu cabeza una ronda de dragones en tus sienes. Entonces sellas las ventanas y te pierdes en la escritura que adhiere 214
los dedos al teclado junto a un cigarrillo. Una y otra vez. Cientos de veces te pierdes también con la pluma y una jaqueca que presiona como árbol añoso sobre la casa acongojada Entonce sucede lo inesperado. Las aguas lloran silencio en el fervor nocturno Un racimo de cristal se estremece bajo la luz tibia El oído atento escucha sus relatos y su lengua besa la orilla -El torrente traslúcido es vertiginosoLágrimas como de un árbol raído exhiben sus brazos desnudos. Su voz pálida habla -a veces musita, otras, gritaNo hay término medio. Habla del frío y la clausura del azul - No olvida el dolor de los muertos, tampoco a los muertos – Ellas, las aguas han extraviado su canto y atrapados sus nervios permanecen sin corteza, sin ojos como criaturas abandonadas en el portal de los siglos y gimen como mujeres castradas -Sin cerilla ni fuegoen la fiera tormenta de los días.
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Momentos (A la amante o el amante) Hay momentos que todo se descubre Instantes donde despiertas del letargo o del ensueño Momentos que por crueles evades y te fugas. Como si fuera posible extirpar el corazón y arrojar la belleza sin una daga en la garganta. Como si fuera posible olvidar la canción de los cuerpos y su brújula que inflama goza y hiere… Esa belleza. Hay momentos que cierras los ojos y clausuras los oídos Sucesivas imágenes que se repiten como un flash-back embrujado -Como en El ruido y la furia de Faulkner o en el Doctor Zhivago de Lean, algo así digo yo, pero enfermo totalRelámpagos que aturden y fastidian en la súbita conciencia -el despreciable grilleteque desata la muerte. La extinción de la belleza. Y esta no es la que los ojos observan ni aquella que se cree ni la amarga belleza de Rimbaud tampoco la belleza que contempló Sor Juana. Es nuestra belleza. 216
La tuya y la mía En el clamor de la sangre y el fervor de los sexos. ¿Quién podrá ver la luz encendida de tu espalda, el fulgor de tu labio y el mío? Nadie puede tampoco ver mi enajenación Ni aún yo puedo verla -Desdichada de mí diránPero la siento la aprecio la abrigo. Son las aguas las humedades que tengo junto al calor y tu rostro -Siempre adherido al mío o a mi cuello o espalda, tú sabes.Las aguas donde flotan las arterias y transitan los soles y los cielos como bárbaros animales que caminan trotan y de pronto vuelan entre muslos costillas vísceras y sangre y se posan dentro Muy dentro de la cáscara. Hay momentos donde no puedes escapar de la belleza que afanosa buscas -ávida, obsesiva maníaEntonces te abandonas al letargo aunque consuma tus días y tus noches.
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Porque
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Porque una vez me quedé rodando entre piedras rodando entre libros rodando entre sacrilegios y espantos -terrores infaustosY te hice culpable del sueño roto Como una verga creo yo, como una verga insípida y ajenaEn el río de los días En la mar de las rejas -de las lenguas lúbricasSiempre vi sueños desgajados en tu voz metálica y enfermiza Porque una vez lloré caminando junto al mar y tendí mi cuerpo en la cama desconocida La cama del doloroso placer ebrio y fatal -ese que busca el tedio de las horas bandidasFueron las posibilidades -aquella moneda tirada al aireFueron las circunstancias -Como dicenSolo las circunstancias la que hablaron de tus piedras y la muerte Porque una vez rodé y rodé quemé puertas y ventanas Y entonces, solo en aquel instante la letra del conjuro escribió mi nombre cuando volaba, volaba.
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Hablemos (Al amante o la amante)
Hablemos quedo. Hablemos. Dime si no es extraordinario el amanecer en tu pelo -quiero decirte cómo lo siento y cómo lo palpo, con qué afán desmadejo mi mano Cuéntame de la luz desnuda del tiempo remoto - de cómo el penar se marchó junto al plañidero inviernoDime si no es extraordinario habernos encontrado un día cualquiera para gozar el caudal de los árboles la serenata rosa -la cima, nuestra cima encendidael festejo del encuentro el sonido de los cuerpos los torsos azules la ronda de velas multicolores la ronda de los ángeles Dime si no son extraordinarias las hojas salpicadas por el rumor del cielo y las alas del sudor en ramas como abanicos agitados ardientes como una primavera naciente - un verde palpitarentre las rondas entre los ángeles En los párpados abiertos y perplejos de promesas - Cabelleras al viento trotando y trotando Hablemos quedo. Hablemos y no dejes de volar. No dejes.
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De antología poética personal II, Porque escribí, 2015.
Des-Encuentro Escuchábamos versos Sus ojos exploraban Escuchábamos versos Sus ojos exploraban Me despedí Y la lengua de sus ojos Me arrancó el corazón.
Abandono La calle cabalga La noche cabalga Y yo sin destellos Veo el abandono De la causa y la razón.
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Mi lujuria Del libro “Ojo de pez”, 2014. Yo lo vi todo lo vi todo no necesitan decirme nada nada porque mis binoculares invisibles me permitieron otearlo todo hasta el estiércol de las ratas de abril los rinocerontes aturdidos por la niebla el asco caminando en cuatro patas el vómito en la espalda de los ebrios la mochila de los jóvenes sin lengua la tortura del silencio en los oídos de los grillos porque mis binoculares invisibles rodearon la tarde de los sesos dormidos robaron las pupilas desgreñadas asaltaron la mansión del psicótico y asombraron mi ojo turbio de emociones clandestinas lo vi todo no necesitan decirme nada nada porque mis binoculares invisibles me dejaron ver los hombres y las mujeres saltando en pijama las gallinas desnudas y los gallos hirvientes el semen de la cocina derramado en la tierra la noche oculta en los glúteos de las mujeres cocineras del hambre y del sudor viscoso lo viví todo y no quiero escuchar las horribles mentiras de los hombres el engaño de las mujeres viles con sus patéticas lágrimas los saltamontes de la ira enjuiciando mi ojo el pulso de las ovejas resbalando sobre mis costillas desatornillando el sentido de mi gigante inercia en esta tarde tarde / tarde de abril.
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POETAS: 1.-TATY TORRES 2.-AMANDA VARÍN 3.-MIRIAM LEIVA 4.-AMANDA ITURRA 5.-ROSY ELENA SÁEZ 6.-CONSUELO MARTÍNEZ 7.-CECILIA PALMA 8.-KARINA GARCÍA ALBADIZ 9.-ALEJANDRA ZIEBRECHT 10.-ROSSANA ARELLANO 11.-MÍO ARAUJO 12.-JUAN CARLOS SANCHEZ PALMA 13.-ENRIQUE SILVA 14.-ALAN MUÑOZ OLIVARES 15.-PATRICIO BRUNA POBLETE 16.-RODRIGO VERDUGO 17.-RODRIGO SUÁREZ PEMJEAM 18.-JAIME VILLANUEVA 19.-DIEGO ARAVENA 20.-ALFREDO LAVERGNE 21.-INGRID ODGERS TOLOZA
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