PROGRAMA RADIO WEB MARTES 22 DE DICIEMBRE DE 2009 SERGIO ANDRÉS RODRÍGUEZ ARANÍS ESTELAR Dar mi paso hasta la luna pero la hierba me enreda las piernas me quedo silencioso entre los grillos desde su único canto recorro todos los planetas
LOS TRIPULANTES Salgo a beber con un amigo poeta pero la ciudad de los bares está cerrada entonces vamos a su casa no sin antes columpiarnos en un parque de entretenciones Descorcho la botella de vino del noventa y nueve después del primer brindis conjuramos la muerte de la muerte aunque siempre está la sospecha de su dedo amargo pero no nos interesa es la hora del Sombrerero Loco y de alguna canción recordada por los perros y por los gatos originales habitantes deste chalet Pasa el tiempo somos dos bebedores jugando a beber las estrellas una voz desde afuera grita sandías melones 1
nosotros vociferamos que no hay gente en las calles que todos se fueron a rogar una moneda al dios de los colores y de los silencios nosotros callamos que borracho entre nos se despereza el misterio de la divinidad del insomnio Todo el día con mi amigo poeta somos dos causalidades que eligieron no saber la argamasa del mundo el mundo es un vaso de vino donde Hansel y Gretel todavía sueñan sus alegrías de dulces en el alma vertebrada del bosque
SERGIO ANDRÉS RODRÍGUEZ ARANÍS NOMENCLATURA Dos libros sobre esta mesa una cuchara que más parece una sardina y la puerta rotunda por donde he salido soy el hombre de las presencias
EL LOCO DE LA CALABAZA Compartir Hoy a las 9:33 El loco de la calabaza llegó a niveles increíbles asegura que él es el nudo gordiano el único y verdadero nudo gordiano
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El loco de la calabaza se llama San Pedro tiene su mansión en las nubes El loco de la calabaza corre dando gritos burlones soy Nicolás Romanoff véanme los agujeritos El loco de la calabaza tiene una bicicleta del año dos mil antes de cristo la usa para repartir el pan entre las huestes enemigas El loco de la calabaza es una blanca paloma muy azul es un puente colgante entre el Everest y el Cabo de Buena Esperanza El loco de la calabaza ha escrito un libro espurio una autobiografía de abejas El loco de la calabaza quiere parecerse a una bujía eléctrica sonría lo que sonría no lo consigue
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El loco de la calabaza mira lo que escribo eso no es un poema dice es una libélula disecada y le creo sí que le creo SERGIO ANDRÉS RODRÍGUEZ ARANÍS REGRESO CON MÚSICA Paso a paso un hombre viejo cierra los ojos que tiene en la espalda Le sacudí las manos para ver cuántas letras tenía y letras no hubo sino un pasaje directo al núcleo del bosque Lo ví caminar como si goteara Lo ví no despedirse porque él fue la obligación de lo que siempre es pasado Quizás el bosque comenzará a silbar por las noches
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Memorias de Alexander de Brucco © Winston Morales Chavarro XIV EL CARRO DE ELÍAS “Me arrepiento de haberme tomado tanto trabajo en destruir la ignorancia”. Roger Bacon. Inmolo mis poemas para que sobrevivan a la muerte y las piezas fugitivas de la hoguera llamean en el borde de la espada como el carro iluminado del profeta. Elías es su nombre: viaja en puño de acero, humo y fuego bruñido el carruaje en su singular espejo a través del mar y sus orillas. Elías es su nombre en dirección ascendente hacia el abismo -de donde provieneel hombre desaparece como una ola, se doblega como una rama sobre su última esquina, como un cuchillo sobre su piedra de afilar. Donde mora un nebuloso ser llamado Dios Elías irrumpe con su música secreta, y el universo de expande ante la tonalidad -constante y simultáneade un carro de fuego montado por un hombre. Elías es su nombre nadie sabe su lugar de origen el sitio exacto por donde dejó la tierra llegado al punto de lo absoluto y verdadero 5
todos dicen que fue agarrado también de los cabellos y obligado a abandonar el mundo de los muertos. Elías sigue siendo su nombre así se aparezca en la cima de una extrañísima montaña transfigurado por la luz y las emanaciones de otra muerte. Elías es su nombre posee el poder de llegar a los lejanos velos y sacar del flujo magnético del cosmos el oro, el cinabrio, la sangre, las palabras. Del mismo modo del que se sirvió del cáliz y del vino para llevar su espíritu al mar de las ilimitadas olas así Elías emprenderá su viaje por lo manifiesto, por el mundo hacia un paradigma eterno -sin duración o calidadpara despertar a través de la sustancia en los recovecos de otra blanquísima colina. 0 comentarios:
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La dulce Aniquirona © Winston Morales Chavarro I Y estoy buscando las voces del camino para traducirlas Seguro llevarán tu nombre He aprendido a interpretar la voz del viento Esa misma que arrulla las hojas entreabiertas de tu árbol. ¡Aniquirona, Aniquirona! te llama el río y en las gotas frenéticas del aire va tu aliento prendido a las veletas. Al cuenco de mis manos llega impetuoso el sol con el oro y el trigo de tu cima ¿Debo ascender al principio del lenguaje? Allí narran las gaviotas los días difíciles del cielo el trasbordo misterioso de las nubes ¿Debo traducir el idioma musical de sinsontes y de mirlos para conocerte? He de cuestionarme mujer de largos sueños e inexplicables trances ¿cuál es el país al que me invitas? Apenas sé cómo te llamas Me lo ha contado el río 7
Y sé que Aniquirona es el umbral de otros caminos.
ULISES VARSOVIA -CHILE/SUIZA
Memoria tribal Restitución Tal vez restituir a las alforjas su contenido original vertido por calles, por catedrales ásperas, por universidades con números equilibrándose en la letra muerta, por dormitorios de sueño intermitente. Devolver a la equidistancia la sílaba en la ruptura rota, y en el idioma de la geografía emerger de briosos volcanes, emerger de ríos consuetudinarios clavados en su dirección de meandros por el zig-zag del pulso terrestre. Restituirle su ajuar de peces, de espiga en su oro incandescente inmolándose, libre en el viento, su ajuar de eucalíptica ira mentolando hasta el entendimiento con su andanada de efluvio telúrico. Y ser, ser, existir tus existencias, ser el que latitud nocturna con su séquito de astros desnudos en el escenario de espeso azogue 8
inscritos, inmóviles danzando. Ser el que en la abeja zumbando en la floración de la salud del limo, y tatuado de sílabas sincrónicas estallar de júbilo en mi idioma, ebrio de su miel multiplicada. Sí, tal vez restituir el bagaje a su original odre materno, y aspirar el aire henchido de eucalípticas ráfagas verdes, libre en tu identidad primaria.
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