Crédito de síntesis 2º ESO Trabajo cooperativo
La mitología clásica
Lengua Castellana
CURSO: 2º ALUMNOS:
ACTIVIDAD 1. MITOLOGÍA GRECORROMANA CUESTIONARIO
2 ¡ERROR! MARCADOR NO DEFINIDO.
ACTIVIDAD 2. EL MITO DE ECO Y NARCISO
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CUESTIONARIO
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ACTIVIDAD DEL BLOG. MITOLOGÍA Y ARTE
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Actividad 1. Mitología grecorromana Desde el principio de los tiempos las personas han inventado historias para explicarse el mundo. Los mitos ayudan a explicar cosas como la creación y la razón de que todos muramos, además de fenómenos naturales como el clima. Así, Deméter, diosa de la agricultura, explica el cambio de las estaciones y el nacimiento de las cosechas. Muchos de los mitos griegos fueron adoptados por los romanos. Por ejemplo, el equivalente romano de Zeus era Júpiter; el de Hera, Juno; el de Ares, Marte; el de Artemisa, Diana; y el de Afrodita, Venus. Las derivaciones romanas eran simples reflejos de las divinidades griegas, quienes, como los humanos, trabajaban, luchaban, amaban y se vengaban. Así Hefesto, dios de la metalurgia y del fuego, era representado cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto, inclinado sobre su yunque, siempre trabajando en su fragua. Y Poseidón, dios del mar, cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba terremotos, hundimientos y naufragios. Las deidades romanas, en cambio, eran personificaciones de cualidades abstractas y su personalidad era muy poco importante. La Hestia griega simbolizaba el fuego que da calor al hogar, pero Vesta, diosa del hogar, simbolizaba el calor de las emociones, el centro solar de cada persona. No obstante, los romanos hicieron algo más que adoptar el panteón griego. Reorientaron los mitos con arreglo a los intereses de Roma. El saber y la ilustración eran para los romanos menos importantes que la agricultura y la alimentación de su creciente población. Ello se refleja en la disminución de importancia la de Minerva (la diosa romana de la sabiduría) y Apolo (dios del autoconocimiento) o la versión de Mercurio como dios del comercio y de los ladrones. La extensión de los dominios de Roma es clave para entender su mitología. Al ir ampliando su territorio, Roma fue haciendo suyos los mitos de los pueblos conquistados. El resultado es una extraña mezcla de mitos griegos, egipcios, celtas y de muchas otras procedencias. Todos ellos, una vez asimilados, se convirtieron en mitos romanos.
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Cuestionario 1) Responde a las siguientes preguntas: a) Según el texto, ¿por qué nacen los mitos? b) Los romanos adoptaron los dioses griegos y les dieron nuevos nombres. Cita ejemplos. c) Explica alguna característica de los dioses griegos. d) Explica la diferencia entre los dioses griegos y los romanos. ¿Quién ha hecho este ejercicio?
2) Identifica en el siguiente cuadro 8 dioses griegos, copia el nombre y busca información de cada uno de ellos (5 o 6 líneas, NO CORTES Y PEGUES).
¿Quién ha hecho este ejercicio?
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3) Completa el siguiente cuadro:
Nombre griego
Nombre romano
Zeus
Obra arrtística
Atributo
representativa
Rey de los dioses, rey del trueno
Juno Afrodita Apolo Ares Diana Atenea Ceres Vulcano Hermes Hestia
Vesta Neptuno
Hades Baco
¿Quién ha hecho este ejercicio?
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Actividad 2. El mito de Eco y Narciso La ninfa Liríope recordaba la alegría que experimentó con el nacimiento de Narciso, fruto de su encuentro con el río Cefiso, y la inquietud que casi simultáneamente la sucedió. Necesitaba saber si este hijo tendría una vida larga y una vejez dichosa. Y con este motivo fue a consultar a Tiresias, que leía con acierto el futuro de los mortales. - Tu hijo Narciso vivirá muchos años con la condición de que no se mire –había profetizado el adivino Tiresias. ¿Cómo interpretar estas palabras?, se preguntaba la ninfa Liríope. Miró al niño y Narciso le sonrió. Ante esta sonrisa tan confiada, notó que sus aprensiones desaparecían. No era posible que la desgracia se cebara en su hijo, tan hermoso, tan lleno de vida. Transcurrieron dieciséis años… Narciso se desarrollaba fuerte y su belleza deslumbraba como el sol en verano. Cierto día que Narciso estaba tras la caza de un ciervo, la ninfa Eco lo vio. Oculta entre la espesura del bosque y con la mirada clavada en el joven, admiraba cada uno de sus movimientos. Ardía en deseos de aproximarse y hablarle… pero no podía. Hera había tenido celos de ella, pues sospechaba que había tenido una aventura con Zeus, y le había privado de la palabra. Con toda crueldad le había dicho: - ¡Nunca podrás hablar la primera, pero podrás repetir la última palabra! A partir de ese día, Eco podía repetir únicamente las últimas sílabas que oía. Narciso, a quien la persecución del ciervo había alejado de sus compañeros, estaba inquieto: -
¿Hay alguien por aquí? ¿Estoy solo yo?
-
Yo –repitió Eco.
-
Acércate –gritó Narciso.
-
Acércate –respondió la ninfa.
Narciso, que creía que era uno de sus compañeros, insistió: -
¿Tienes miedo? Ven cerca de mí.
-
Cerca de mí –repitió Eco con dulzura, dirigiéndose a él. Y ella le tendía los brazos. Se disponía a
tocarlo, pero Narciso, con desdén, ¡le vuelve la espalda y huye!
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Eco se queda pálida y también huye. Ningún bosque, ninguna cueva son lo suficientemente profundas como para ocultar su tristeza. La vergüenza de haber sido rechazada y el sufrimiento que siente corroen su corazón. Ni bebe ni come. Se deja morir. Sus miembros se resecan, su carne se vuelve como de piedra. De aquel cuerpo, que ya no lo es, se escapa una plegaria: -
¡Oh, Némesis, diosa que vengas a los amantes defraudados, haz que Narciso no consiga jamás el
objeto de su amor! Eco murió. Solamente su voz sobrevivirá. Némesis escuchará su oración. Existe en el bosque una fuente de aguas cristalinas a la que nadie se ha acercado jamás a calmar su sed: ni el pastor con su rebaño, ni los pájaros que anidan en las ramas, ni la bestia salvaje cuando persigue su presa. A su alrededor crece una hierba verde y tupida y los enormes troncos de los árboles se juntan en lo alto, impidiendo que el sol caliente este manantial que se mantiene siempre fresco. Es hacia ese lugar adonde una acalorada cacería conduce los pasos de Narciso. Entusiasmado por el lugar, el joven se tumba para descansar. Siente sed. Se inclina sobre el agua para beber. Del agua surge la imagen de un rostro. Sorprendido por esta aparición, Narciso se queda paralizado. Se queda fascinado por esos ojos que le miran. Narciso contempla la imagen y le parece admirable. Quiere acariciar ese rostro. Sus manos se sumergen en el agua, pero la imagen se fragmenta en círculos que nunca permanecen quietos. Tras un instante, el rostro se vuelve a reconstruir. Narciso sonríe y el rostro le sonríe. Duda un momento, extiende de nuevo la mano: unos dedos dubitativos se acercan a los suyos. Narciso habla y, en los labios de la boca deseada, lee unas palabras que no entiende: -
¿Por qué no puedo alcanzarte? ¿Por qué permaneces tan lejos de mí?
Se inclina para aproximarse y los labios besan el agua helada del manantial. Narciso entonces lo entiende: ¡Es su rostro, es su reflejo! El joven enloquece. Quisiera arrancarse la piel, quisiera separarse de sí mismo, que su reflejo sea otro para poderle amar. Los amantes separados por el ancho mar, por la más grande de las montañas, por los caminos más largos son menos desgraciados que él. Hasta ese día no había amado a nadie porque no se había fijado en nadie. Hoy por fin sus ojos se abren, pero se ven a sí mismo. Inclinado sobre el agua, el joven olvida el tiempo, el cansancio, el hambre. Se hace de noche, vuelve a amanecer y Narciso continúa allí. Durante varios días contempla su imagen sin conseguir saciar de amor su ávido corazón. Las palabras de Tiresias se han cumplido: Narciso muere de desesperación con la esperanza de un abrazo imposible. Los días han transcurrido. Narciso ha llegado al reino de los Infiernos donde, inclinado sobre las aguas del Estigio, aún se sigue contemplando.
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Al conocer su muerte, todas las divinidades de las aguas fueron a llorarle; las dríadas y las náyades, sus hermanas. Se mesaban sus lindos cabellos en señal de duelo. Las montañas, los bosques resonaban con sus gemidos, que Eco amplificaba, uniéndose a ellos. Pero, cuando para los funerales las náyades llegaron al cristalino manantial, el cuerpo de Narciso había desaparecido. Entre la hierba verde y tupida, donde había estado el cuerpo de Narciso, había brotado de la tierra una flor de pétalos blancos con el centro de color azafrán: el narciso.
Cuestionario 4) Resume el mito de Narciso. 5) Resume el mito de Eco. 6) Completa el siguiente texto a partir de la lectura de Eco y Narciso: Uno de los relatos trágicos contados en las Metamorfosis de Ovidio es el de Eco y __________. Eco era una ____________ que había despertado los celos de la diosa Hera. Como castigo, _________ privó a ___________ de la capacidad normal de ___________ y sólo le permitió ____________ las palabras de los otros. Eco se enamoró de ___________, hijo de ___________, dios del río, y de la ninfa ___________. Narciso era célebre por su hermoso aspecto, pero también era engreído y duro de corazón. No correspondió con su amor a ___________, y la pobre ___________ lo seguía e iba repitiendo el __________ de sus frases, hasta que se fue consumiendo de pena, dejando únicamente su voz repetida. Un día que Narciso cruzaba un estanque con agua, se percató de su reflejo en la superficie trémula. Hechizado, se enamoró de ____________ y al no verse correspondido __________ languideció y murió. Cuando estaba a punto de morir, fue transformado en la flor de un ____________ 7) Completa el cuadro familiar de Narciso: Narciso Padre Madre Hermanas Hermanos
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8) Desde el principio de los tiempos las personas han inventado historias para explicarse el mundo. Los mitos ayudan a explicar cosas como la creación y la razón de que todos muramos, además de fenómenos naturales como el clima. En el texto leído se habla del narciso y del eco. a) Sobre el eco: i)
Inserta gráficos que representen el fenómeno acústico del eco.
ii) Descríbelo desde un punto de vista científico. b) Sobre el narciso: i)
Imagen
ii) Nombre científico, género, localización, etimología, descripción. iii) Explica qué es el narcisismo y su relación con el mito.
¿Quién ha hecho este ejercicio?
Actividad del blog. Mitología y arte 9) Selecciona una pintura en la que esté representado un mito grecorromano. Elabora una entrada en el blog. Ha de cumplir los siguientes requisitos: a) Imagen de la pintura (ha de constar al pie de la imagen el nombre del pintor, el año y el Museo donde se encuentra). b) Breve biografía del pintor (unas 5 líneas). c) Relato del mito representado (unas 7 líneas). d) Explicación de la escena que aparece en el cuadro (no ha de ocupar menos de 7 líneas). e) Etiquetas: Nombre de cada uno del grupo, Trabajo cooperativo, Crédito de síntesis, Nombre del pintor, Nombre del personaje mitológico.
¿Quién ha hecho este ejercicio?
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