NOVIEMBRE 2018
NUMERO
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Dirección, edición, maquetación, diseño- Isabel di vinci Ana Centellas https://anacentellas.wordpress.com Katherine Hoz - @katherinehoz Fran Rubio Varela https://facebook.com/fran.rubiovarela Graci Bordon - https://facebook.com/gbordonartiles Maria del Rocio https://facebook.com/profile.php?id=100001596284005 Ana Cañamares https://facebook.com/ana.canamares Elena Saavedra twitter YouAreWriterES Rita Turza https://facebook.com/ritaturza3 José Luis Gallego - https://facebook.com/joseluisalvarezgallego.3 Eva Zamora https://evazamora72.blogspot.com/es Alex Madueño https://asfaltomojado.rimasasociadas.com Miriam Aranzazu Gonzalez https://facebook.com/mirian.aranzazugonzalez Adolfina Mesa https://facebook.com/adolfinamesa.arte Carmen Barrios Llul- https://facebook.com/carmen.lopezrios.3 Samuel Santos - https://facebook.com/samuelsantoscorredor Ania Belloti - aniabelotti2@hotmail.com Brunhilde Roman Ibañez - https://facebook.com/bruni.roman73 Graciela Romualdo Ramirez - https://facebook.com/lapalabraescritanoselallevaelviento Ana Perez Cañamares https://facebook.com/ana.canamares Ana Belén Fernández - https://facebook.com/anabelen.fernandez.79 Maria HI - https://facebook.com/maria.hI.311 Marini Rios-Trini Rios J Marina - https://www.facebook.com/marina.flamenca Teté Cabrera - https://www.facebook.com/tete.cabrera.12
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Definición Entropia es una noción que procede de un vocablo griego que puede traducirse ‘‘ vuelta ‘‘ o ‘‘transformación’’ Intropia es una variación de entropia, como nombre, que define el orden dentro del caos. Intropia es un proyecto colaborativo, una revista, un fanzine un medio de expresión que auna a diversos artistas con diferentes perfiles, con la mñaximma de crear, mostrar nuestros trabajos, una selección de textos, poesías, ilustraciones, fotografías , diseño gráfico, collage, pintura, arte digital, cualquier expresión artística es bienvenida para difundir el arte, por el mero placer de mostrarlo.
Brindo por ti Por todo el potencial que tienes y que no muestras Por todas las lagrimas que nadie curó por todos los abrazos que mereces y que se te olvidó pedir Te envio mucho cariño
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INDICE Rita Turza Miriam Aranzazu Gonzalez Fran Rubio Varela Katherine Hoz Adolfina Mesa Ana Centellas Carmen Barrios Rull Maria del Rocio Eva Zamora Samuel Santos Alex Madueño Graci Bordón Ania Belloti Brunhilde Roman Ibañez Gabriela Romualdo Ramirez Elena Saavedra José Luis Alvarez Gallego Isabel Di Vinci Ana Cañamares Ana Belen Fernández Maria Hi Sofia Morante Marini Rios-Trini Rios J Marina Teté Cabrera
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Rita Turza Palabras ausentes Has llegado sin avisar he notado tu presencia sobre mi piel, mientras tus palabras ausentes latĂan en mi corazĂłn.
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Miriam Aranzazu Gonzalez N O Aunque te cubra el llanto llenándose los surcos de los ya secos ríos que hoyaron tus desprecios No. Aunque vista tu piel con harapos hilachas deshiladas de tímidas palabras No Desechas hebras del sentimiento dicho en mil modos devuelto No Aunque cubras fallecidos intentos con lápidas de roca de despertarte a ti el cariño primero
No El amor no aparecerá nunca con mi nombre esculpido No Aunque fuera ligero como la brisa alerta limpiando dolores desvaríos No Aunque soplen los vientos colores de verano el otoño nos pinte en ocres moribundo No las verdeantes hojas seguidas por la flor no darán rojos frutos en el árbol de amor No. De. Hielo y Fuego
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Fran Rubio Varela Ella caminaba triste sin mas, ningún sol la alcanzaba jamás y su alma era de cristal. Su mirar era como el mar cercana y lejana sin más, del corazón abierto su sombra nada más. Y esas ganas de llorar, que ni lastimaban ya, quería gritar y quería saltar, el viejo arbol quedaba atras, mecía su sueño ya. Desesperacion calmada que nadie sabía, ni de conocer había, y ese estallido lo desea y lo ansía, que rompe con todo pero no llaga ni alcanza. Aquella su pálida faz, que ataba a cada amanecer con sombra y carmín, melancolica y veraz, mientras esperaba sin mas...
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Katherine Hoz CUATRO VECES ELLA. (3) Marcha tras marcha y aunque no lo diga, se cansa, como también le cansan las mentiras y es sorprendente cómo hasta sabe cuándo unos ojos le están mintiendo, ama el silencio de sus labios porque le encanta escuchar lo que su alma está hablando, lucha tanto por levantarse cuando la vida le ha puesto la pierna para hacerla caer, le da miedo el querer y hasta el quererse, no quiere fallarle a los demás y elige fallarse a sí misma, tiene un alma tan bonita que cuando no te ve la sonrisa, te regala la de ella, aunque no tenga nada, te lo da todo, le importa mucho que su corazón esté roto y le da temor el acostumbrarse a tenerlo así porque sabe que eso no es existir, pero lo ignora y aun con el corazón en mil pedazos, te alegra tanto.
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Adolfina Mesa .- PRESENTE Y PASADO Aún no se enfría el calor del lecho... Aún arden las cenizas De esa vieja chimenea, Se revive en la estancia De seres desconocidos, Campanadas a una realidad De un presente y un pasado... Aún me gusta tomar un vino Delante de su hoguera... Su fuego no quema, Su llama me recuerda.
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Ana Centellas NOVEMBER RAIN Estoy a solas, encerrado en mi antiguo cuarto de la casa de mis padres, dejándome llevar por la desidia y la apatía. El día es frío tras los cristales de mi ventana. Observo a través de ellos el transcurrir perezoso de la ciudad en esta tarde de noviembre. Falta poco para que anochezca, en este horario de invierno en pleno otoño que empequeñece las tardes de tal manera que las hace casi desaparecer. El reloj de la torre cercana a la casa de mis padres está a punto de marcar las seis, con sus sonoros toques. Siempre le he encontrado un punto de melancolía a ese tañer, no de campanas, pero sí un recordatorio siempre presente de la niñez que ya se me fue. El cielo está cubierto por completo de unas nubes demasiado oscuras para que no sean el preámbulo de alguna tormenta. Observo cómo las personas van regresando poco a poco de sus trabajos, con desgana, como si el fin de la jornada laboral no supusiese un alivio. Algunos de ellos miran hacia el cielo, en un ruego silencioso para que no les pille la lluvia que acecha sobre sus cabezas antes de llegar a sus hogares. Doy un respingo cuando el reloj comienza a dar los seis toques que le corresponden justo en el preciso instante en que las primeras gotas de lluvia comienzan a mojar las sedientas aceras y el asfalto de las calles. En la radio comienza a sonar tu canción favorita, aquella que podías escuchar durante horas sin cansarte, la misma que sonaba cuando te propuse matrimonio, «November rain». Fuera, la lluvia cae ya con fuerza, la gente corre por las calles, como si esta fría lluvia fuera lo que andaban necesitando para salir del letargo en el que estaban sumidos. Comienzo a cantar la canción en voz muy baja, apenas un susurro inaudible. La tristeza en mi semblante es más que evidente mientras evoco tus recuerdos. Al compás de la música, van desfilando ante mis ojos preciosos recuerdos de los buenos momentos compartidos. Los malos momentos ya no existen en mi memoria, parece que se esfumaron con el tiempo, dejando solo espacio para los felices. Termina la canción y vuelvo a mirar a través de la ventana de mi cuarto. La lluvia ha cesado. Analizo mi melancólico estado y pienso que, como dice la canción, nada dura para siempre, incluso la fría lluvia de noviembre. Cae la noche, bajo la persiana y me dispongo a compartir una sonrisa con mis padres, que me esperan preocupados fuera.
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Carmen Barrios Rull A la vejez Los años son como hojas de tilo que van cayendo inexorablemente de pronto ves el montón y lo vivido te va pesando, como pesa la muerte. Este recordar que somos guerra y nada se te acumula como paja en el viento, en un pis-pás, se vuela y se te acaba y no quedó de tu paso el aliento. Sueño de sombras, como ellas me voy en remolinos de vaga melodía, solo me queda el calor que te doy. El grano se segó y está cumplido la página aprendida se perdía, en el limbo fatal que trae el olvido.
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Maria del Rocio Soy todo Soy hija de rey, y de cieno o lodo me levanto. Raíces en subsuelos aunque fuertes no me atrapan, ni me tragan. Yo soy hija de luz, criatura del agua cristalina de los ríos. Soy hermana de las aves y mis alas despliego, entre letras y versos por caminos. Soy brazos amorosos del viento y de la brisa. Beso picos de montañas y me bebo agua fresca del agua que desliza. Soy pariente del rocío que en jardines en alborada cómo bao de dulce madre baña; y reparte a manos llenas sus tiernas caricias a rosales, girasoles o altamisas. Soy gota de agua clara y riego con estrofas ¡el alma sedienta del que clama del que busca! Soy agua indómita de mar embravecido y soy su calma que en suavidad da delicias. Mis píes desnudos en la arena dejan huella, que me llevan a lo todo y a la nada. ¡Soy todo, y mi todo se eleva en alas blancas! Maria del Rosio Derechos de autor Los Angeles, ca
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Eva Zamora SIÉNTEME Siénteme en tu mirada, en tus ganas y en tu anhelo. Siénteme como yo te siento en la piel, en el alma y en mi ser. Siénteme a oscuras, palpa el contorno de mi corazón, delinea cada una de mis células, de las neuronas de mi trastocada mente, y haz de ellas tu razón. Siénteme como yo te siento; sé mi latir, mi espíritu.
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Samuel Santos REVENTÓ LA CORTEZA Me mata la ansiedad en este conglomerado de ladrillos, humos y ruidos que encharcan mis pulmones. Sociedades en decadencia, recursos humanos para el mercado, que no personas con derechos. Pequeñas dosis de esclavitud secuestran los frutos surgidos de esta sensibilidad despierta. Necesito encontrarme en este vacío atemporal, echarme a andar por senderos que no conozcan más allá de la propia existencia animal. El rechazo a la norma, clorofila activa en la idea, savia bruta que desborda el motor de este ciclo en constante movimiento. Disidencia permanente en este orden, mirada plena en esta deconstrucción abierta a todo proceso de aprendizaje. Guía fractal en este plano donde empezar a crecer. ¿Puede el aire calmar la sed? Bebo de otras fuentes, aguas compartidas que dan luz a este ser.
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Alex Madueño Noches sin tregua Voy a tener que soñar para tenerte tenue luz de mis noches dulce/agrio, como el pomelo. Saborearé cada instante que me permitas seré cual gota de sudor y me perderé por tu cuerpo recorreré toda tu silueta y te haré estremecer aunque sé que esta noche sólo en sueños, te podré tener. Del poemario: único, personal e intransferible
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Graci Bordón BESOS Susurrando en tus oídos rocé el borde de tus labios y el ángulo de tu boca hacia la mía fue girando. Unos besos de cereza de tu boca se escaparon, se fugaron de la cárcel de tu boca y me besaron. Yo sentí sobre la mía su sabor almibarado, maduras frutillas rojas sobre mis sedientos labios. Después yo miré tu boca, sangre de fruto encarnado, te reflejaste en mis ojos y en su fondo destellaron mis pupilas encendidas dentro de tus ojos diáfanos. Sonreíste, sonreímos, y las cerezas de mayo de nuestros labios prendidas de nuevo se aventuraron a verter en otro beso su suave dulzor temprano.
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Ania Belloti Las Manos de mi Madre Recuerdo sus tibias y sedosas blancas manos. Posada en su regazo, tiernas caricias recibía sobre mis cabellos. Cándida pureza revoloteaba su belleza, contemplando a sus hijos. Sus manos eran racimos de flores en primavera. Sorprendente dolencia sufría sus hermosos dedos. Con esfuerzo acariciaba mi rostro , brillaba ternura. Cuál retoño , nace de su vientre, corría cargando mis juguetes. Juguetes que caían sobre sus lentos pies. Gotas de lágrimas derramaba , lluvia de nubarrones. Toleraba su reuma con valentía, impedida de abrazarnos. Los objetos resbalaban sin poder agarrarlos. Deformidad padecía sus dorsos. Injusta realidad vieron mis ojos, cual torrente aguacero , sollozos rodaban. Añoro su celestial presencia , su fuerte mirada. Mirada que quedo estampada en la mía. Supo aconsejarme con mieles palabras y dulce guía. Su resistencia era una construcción de columnas , sosteniendo el peso de una estructura. Brillaba con luz propia, iluminando almas apenadas. Eran la manos de mi madre, vestida de sonrisas ,vigilando, una de las tuyas. Las manos de mi madre D.R. Ania Belotti Lima Perú 21 de Agosto del 2017
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Brunhilde Roman Ibañez Cuando mis manos guarden la memoria de la lluvia cuando no quede de ti y de mí sino el reflejo y sea dulce la luz de aquella tarde llevándose los pasos que fuimos dejando recuerda entonces qué cerca estuvimos, y qué lejos de abrir de par en par los días que no fuimos para nombrarlos como se nombra una verdad que no acaba de decirse y va perdiendo sus plumas y va contando los dedos que se necesitan para deshojarse por dentro poco a poco
en ese día, entonces, en que no quede nada habrá un átomo de conciencia que recuerde y se estremezca ante el roce de tu mano habrá un fragmento en mí que viva porque un día recorrió tu sangre habrá una molécula que guarde de ti y de mí el deslumbramiento y en ese día en que no haya más días ni más ojos más allá del naufragio seguirá existiendo aquella tarde porque tú y yo la mirábamos juntos
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Gabriela Romualdo Ramirez Dulces sueños chica buena Como todas los chicas buenas, Debió dormirse más temprano; pero Por fin la dejo tranquila en su cama Ataviada con una pijama lavanda. Ya quería quedarme sola, sin ella Taladrándome el oído derecho; Quería dejar de escucharla y Comportarme agria a mis anchas, Deseaba volverme sinónimo de lo impredecible; Amanecer libre o liberal, o una presa de mi vida; Busco Anochecer a mi antojo, simple o salada, dulce o ácida, incomible, imposible. De fiar o de cuidar. Libre, De que me falte la Fé; no siempre me da la gana aferrarme a su falda; Que me fallen los versos, Lo mío está lejos de lo perfecto; Busco dejar de culpar a mi paz al ser violada por mi desasosiego; yo quiero tan tranquilamente poder cruzar las calles con cautela o arbitraria, Caminar en sentido contrario, Nadar contra algunas de mis palabras, Tropezarme con mi prosa, y hacerme de la vista gorda con algún jamás. Quiero rendirme a mis propias leyes y declararme inocente para volver a caer una y otra vez.
Quiero contradecirme, ganarme, perder contra mi y volverme a desafiar. Me declaro oficialmente impredecible; Un humano en cumplimiento de su proceso, envejecer; sujeto a sus malos días; libre de vivirlos y dar permiso a su organismo de las fiestas hormonales; que se les pasen las copas, que duerman en otras camas y se levanten tarde, que me dejen mientras tanto maldiciendo, llorando, discutiendo, preguntándome; que regresen alteradas y sufriendo resaca. Me declaro en pleno uso de mis facultades, derechos, gustos, disgustos y algunas obligaciones. Libre de usar mi apatía y mi rabia, mi intolerancia; Me declaro con un poco locura Y altos niveles de acidez, de sueños negros, pesadillas reincidentes; declaro que que albergo en mi cuerpo Mariposas y lo celebro, pero que a veces las vomito, las deshecho, para quedarme sin una gota de esperanza, con un abismo, Con el pecho vacío. No estoy ahora para escuchar a mi lado izquierdo, el malo, a ese nunca lo escuché; guardé muchas precauciones, recién me estoy liberando, Solo soy a quien le llegó la hora De ser libre y olvidar un poco Los manuales, para ser más arbitrario, Menos cobarde, de más días felices, con menos horas dedicadas al no saber qué hacer; me emancipo con pocos Pelos y mal peinados, en camiseta, Jeans rotos y zapatillas rojas; me olvido De lo que me sobra según el espejo;
Una poca de nariz y ocho centímetros De cintura, dos de cachetes y una verruga. Empiezo a ser libre, a ratos romántica, A días ridícula; Libre, ilusa y astuta; optimista o con aires de perdedor. Desde hoy; Puede o no, el día y la madrugada soportarme si amanezco siendo luna, entenderme si algunas madrugadas Brillo más que un sol.
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Elena Saavedra Una pequeña pero dulce historia de amor Ella estaba esperando otra vez la luz, en esa esquina que tantos recuerdos le traía. No entendía bien que hacia ahí, pero sabía que algo necesitaba que suceda. Pasaban las horas, el mismo frio de siempre y esa briza que le producía escalofríos. Él la esperaba sentado en un banco, después de tanto tiempo por fin se conocerían en persona. Hasta ese momento, sólo la conocía a través de los mensajes y las descripciones de sus amigos. Pero nada más verla superó todas sus expectativas. Sus piernas temblaban, no sabía que pensar. El momento había llegado. Ella se acercó y con voz muy tímida le dijo “hola”. Él se levantó y la observó a los ojos como los que miran por primera vez al mar. Quedó ese instante congelado, mirándose entre ellos. Ella tenía el pelo negro azabache y los ojos azules como el cielo. Su melena negra y lisa le llegaba hasta los pechos. Su piel era blanca y tersa, pero muy delicada. Ella era delgada y bajita, pero tenía pechos grandes comparados con su constitución. Él era apenas más alto que ella, ojos marrones y una sonrisa como de los que no conocen la tristeza. Su pelo un poco despeinado lo hacía más atractivo aun. — Me alegro de conocerte por fin, Teresa. — Y yo a ti, Nicolás. — Pensarás que es una tontería, pero creo que te he visto antes— dijo Nick. — Es posible, soy actriz de teatro en una compañía del centro de la ciudad, se llama “Travesuras”. — Puede ser, no recuerdo bien de haberla visto, pero tus ojos sí, son imposibles de olvidar esa mirada— aseguró Nick Ella agachó la cabeza sonrojando, él la agarró de la mano y le levantó la cabeza para no perder su mirada— Mis amigos dijeron que tú eras médico, ¿qué especialidad haces? — Pediatría. Desde hace 2 años tengo mi propia consulta. — Eso es genial. ¿Y cuáles son tus aficiones? — Me gusta leer viejos poemas de amor y algunas novelas. — contestó Nick. — ¿No eres amante de las películas? — preguntó Teresa. — Me encanta “Más allá de los sueños” pero últimamente no veo porque me siento muy solo. — Tal vez podamos ver alguna película— propuso Teresa. — Sí, sería una buena idea. — Vamos pues— indicó Teresa. Ambos pasearon por el paseo hasta llegar al cine. — Me apetece ver alguna película de amor— comentó Teresa — Sí, sería ideal. Ambos estaban en el cine cuando sus manos unieron el cubo de palomitas, se miraron a los ojos y sonrojaron. Nick fingió bostezar y basó su brazo sobre el hombro de ella. Ella sonrió como respuesta y se apoyó sobre el hombro de él. Al terminar la película Nick acompañó a Teresa hasta su casa, y una vez allí se miraron fijamente a los ojos. Ambos se gustaban y era obvio, Nick no iba a dejar que una mujer. Tan maravillosa se le escapara, así que decidió ir a por todas y le acarició el rostro lentamente. Y sus labios se unieron en un beso tan intenso que sus almas se encogieron. Eduardo Yoly y Elena Saavedra
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JosĂŠ Luis Alvarez Gallego NADA QUEDO Nada quedo del hombre levantado, detras del lecho ausente de la dura piedra, su alma revento contra la dura hiedra, como ceniza de aquel rescoldo amado. Herida luminosa,hecatombe interior, contraluz sideral de viejas caracolas, su cara en el espejo de las furiosas olas navega triste a pie de presa del amor. Los aĂąos son riadas,rotundas avalanchas, gargolas del infierno,remolinos de tiempo que no cesa,cuchilladas de fria escarcha. Que quedara al abrirse del alma las compuertas, ella escapo sin pausa en las alas del viento y su sombra planea incustrada en mis venas. 3-11-2o11-MARGARITA VENEZUELA-@DERECHOS SUTOR J.L.A.
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Isabel Di Vinci No olvides quererte bien a ti misma antes de entregarte a otra persona No te olvides de tĂ, aunque creas que mirandote a un espejo estĂĄ todo resuelto Aunque pienses que no tienes tiempo sacalo de cualquier lugar para ser lo mejor que puedas ser. Pido disculpas a todas las personas que creas que hayas fallado aunque no lo entienda no le den importancia o llegues tarde para recuperar alguna situaciĂłn Perdonate amate y continua siendo feliz.
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Ana Cañamares HIJO MÍO Que soy libre, me dicen. Pero si quisiera tener otro hijo tendría que llevarlo al Banco de la esquina porque suya es mi casa. Mi niño llamaría padre al director y madre a la cajera aprendería a andar con una silla de oficinista dormiría en un cajón del archivador y yo sólo sería un pariente lejano que le sonreiría desde mi puesto en la cola. Me pasaría de vez en cuando con la excusa de ampliar la hipoteca sólo para ver qué tal me lo crían cómo le afecta el aire acondicionado si sabe poner un fax y si el director le regala un juego de sartenes por su cumpleaños. (De La alambrada de mi boca)
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Ana Belen Fernández (wixinobi) HUELLAS Siempre caminare a tu ladoNo delante, por que no podría contemplarteNi detrás, porque no podría escuchar bien tu voz.Siempre a tu lado, y con la mano preparada para levantarte cuando lo necesites, los labios para decirte cosas bonitas, los oídos para escucharte y todo mi cuerpo para darte calorSeguiremos dejando nuestras huellas juntas, aunque cambien y se transformen,y siempre respetare tu camino, porque jamás podría pasar por encima de tus huellas y cambiar lo que son por sí solas. Así eres perfecta!
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Maria Hi La noche enamorada Camuflada en los sedosos cortinajes de la calígine de la noche, igual a un enlutado y tierno caballero enamorado, la misma, contemplo extasiada la inmensidad de su oscuro manto, engalanado de miríades de rutilantes estrellas. Tentada por su embrujo, mi alma enloquecida fantasea con imaginarios idilios que trastornan los corazones. El secreto de su silencio me acaricia e inspira de un vivo y alegre sentir, hospedándose la antorcha de la exaltación romántica en el fantasma de mi vigilia, velando su incandescencia en mi desvelo, pernoctando luego su encanto y donaire en mi orilla. Creo oír, distante, muriendo, al otro lado de la cintilante oscuridad, calando en mis sombras, el eco clamoroso de tus latidos, huérfana de su esencia a almizcle y jazmín, ávidos de converger e inventarse en los míos al anochecer, confesándome lo inimaginable de dormir en la quietud del crepúsculo... Me olvido en la placidez
de la visión de tu penumbra, ajena a las tinieblas del alba, a la huida de la estela de tus caricias, al eclipse de tu beldad... https://youtu.be/a4x2cGE9SlE 47
Marini RiosTrini Rios J Marina SEPTIEMBRE (al profesor Antonio J. Quesada) Como siempre vuelve Septiembre, con esa lánguida paz envolvente. Vuelve Septiembre cada año. Todo empieza cuando el sol oculta las flores de colores y el otoño se revuelve en el amarillo de la estación. Vuelve Septiembre siempre, quizás las olas del Mediterráneo se vuelven bravas en los días grises pero siempre vuelve calmo al terminar porque todo se acaba y se comenzase de cero, en pura regeneración. Siempre vuelve Septiembre, como si fuese un nuevo año, como si la vida se reciclase y el sonido del mar cantase ese místico canto gregoriano. Vuelve Septiembre, quizás lo necesite. Trini Ríos
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Teté Cabrera Figura de mujer Vencida apoya su cabeza sobre la almohada. Le he puesto colirio y la he acomodado, ella apenas habla, no siente mis manos. En el fondo de sus ojos claros veo la figura animada de una mujer delicada vestida de negro, sostiene en su brazo derecho una cartera y a juego calza unos tacones bajos. Se ha ido, oí la puerta al cerrar los ojos, abajo la están esperando, date prisa Nolo, el camino es largo. Baja el cristal por el puente de Rosiana, inclina el rostro hacia la ventana, tanta vuelta la ha mareado, el olor a eucalipto la despeja, ya estamos llegando, por fin vuelve a casa después de tantos años. Sigue dormida, mamá sonríe con los ojos cerrados, ahora abre la puerta, sus hijos pequeños la esperan en el patio, la más pequeña se abraza a sus rodillas, deja que suelte el bolso para tenerte entre mis brazos. Los demás tiran de su falda, parece una mujer árbol.
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